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Por: Anthony Medina Rivas Plata (Perú). Lic. en Ciencia Política y Mg. en Políticas Públicas. Profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Universidad Católica de Santa María. Egresado del U.S. Foreign Policy Program de la Universidad de Delaware (Estados Unidos). Que autoriza a Dossier Geopolitico a publicar su articulo

Las discusiones sobre temas internacionales en el Perú suelen estar mal enfocadas, tanto por la propia dinámica de las redes sociales (en donde las voces autorizadas suelen tener el mismo peso que las de influencers, trolls y comentaristas de ocasión), como del efecto que estas generan en las filias y fobias que nacieron como producto de la segunda vuelta del 2021 y de la coyuntura posterior a la caída del gobierno de Pedro Castillo. Evaluamos conflictos internacionales asumiendo bandos en países que no son el nuestro (¿eres demócrata o republicano?, ¿estás con Israel o con Hamás?, ¿eres chavista u opositor?, etc.), mientras que a la vez convertimos problemas estrictamente internos/domésticos en problemas de seguridad internacional; como cuando Fernando Belaúnde culpaba a la Unión Soviética y a la Comintern de la aparición de Sendero Luminoso o como cuando Alan García culpaba a los chilenos y al chavismo continental de los conflictos sociales en Bagua y Tía María. Debido a esta antilógica, no podemos evaluar de manera fría y realista las causas de la victoria de Donald Trump como del impacto que su futuro gobierno tendrá en nuestro país.

¿Por qué ganó Trump?


La victoria de Trump se debe principalmente a su agenda proteccionista en política económica y a la incapacidad del Partido Demócrata de ofrecer una alternativa que incluya a los trabajadores “blue collar” que perdieron sus empleos debido a la deslocalización industrial iniciada en los años 70, así como de la creciente privatización de los servicios públicos y del encarecimiento del precio de los alimentos y del costo de la vivienda. El llamado “progresismo”, la “ideología de género”, George Soros y todos los lugares comunes del conservadurismo alt-right pueden haber tenido una cierta influencia en la opinión pública a la hora de votar (sobre todo entre los más jóvenes), pero no son ni de lejos la razón por la cual Trump ganó las elecciones. Pero de ser así, ¿por qué entonces seguimos pensando que las últimas elecciones en Estados Unidos fueron una especie de referéndum anti-izquierdista?


¿El problema es el comunismo o el capitalismo?


Hace más de 10 años, la politóloga norteamericana Nancy Fraser acuñó el concepto “neoliberalismo progresista” para referirse a un conjunto de políticas postmateriales que posteriormente fueron identificadas con el movimiento “woke”: Feminismo, LGTBI, aborto, antirracismo e inclusión forzada de minorías étnicas en los medios y la cultura; las cuales fueron implementadas desde inicios de los 90’s por las administraciones demócratas de Bill Clinton en adelante (inalteradas por sus sucesores republicanos, por cierto). Hasta aquí, parecería que la teoría de Fraser coincidiría con la de influencers alt-right como Agustín Laje, pero esto es un error. Mientras que Laje culpa al “marxismo cultural” de promover una conspiración en contra de la vida, la familia y la propiedad privada; lo que Fraser señala es que el wokismo no es sino la mano izquierda del capitalismo en su variante neoliberal.


En su último libro, titulado “Globalismo”, Laje opina que la soberanía de los Estados está en riesgo como producto de la cooptación de los organismos internacionales por parte del activismo izquierdista global, el cual tendría como objetivo la creación de un régimen comunista mundial controlada por las élites en donde los vínculos sociales tradicionales desaparecen y la soberanía de los Estados es destruida. El libro de Laje intenta justificar teóricamente el discurso que el presidente argentino Javier Milei realizó en el Foro Económico Mundial en Davos el pasado enero: las élites mundiales son de izquierda, controlan los organismos internacionales, y las políticas que proponen son comunistas. Por supuesto, el libro de Laje no señala en qué momento el movimiento comunista mundial posterior a la disolución de la URSS se volvió millonario y logró “cooptar” dichos organismos. Por el contrario, Fraser, menos conocida en el mundo de las redes sociales y de los TikToks de minuto y medio, señala que la destrucción de la vida, la familia y la propiedad no se produce como consecuencia del wokismo, sino como consecuencia de políticas neoliberales de privatización, desregulación, tercerización, financiarización y oligarquización de la economía norteamericana; en la cual la izquierda institucional, representada por el Partido Demócrata, ha seguido al pie de la letra la doctrina económica de republicanos como Ronald Reagan y George H. W. Bush (padre), utilizando al progresismo como una especie de “premio de consuelo” para con sus bases izquierdistas frente a su incapacidad de producir cambios en el modelo económico estadounidense. Aquí tocaría preguntarse si la razón por la cual las generaciones jóvenes (millenials/centennials) deciden no tener hijos tiene más que ver con que no les alcance el dinero para llegar a fin de mes o con el ver a lesbianas o transexuales en alguna película de Netflix o Disney.


¿De qué manera el progresismo refuerza al capitalismo?


Para ilustrar el concepto de neoliberalismo progresista, Fraser en su artículo de 2013 “How feminism became capitalism’s handmaiden” (“¿Cómo el feminismo se convirtió en la mucama del capitalismo?”) señala que el movimiento feminista de los Estados Unidos dejó de defender reivindicaciones colectivas de clase para enfocarse estrictamente en una política neoliberal de “cuotas” de acceso de mujeres al mercado laboral; absolutamente compatibles con las políticas antisindicales y de desregulación de derechos laborales iniciadas por Reagan en los años 80. Efectivamente, si el único cambio que propone el Partido Demócrata es el de reemplazar a los patrones hombres blancos y educados en Universidades Ivy League por patronas mujeres blancas y educadas en Universidades Ivy League, mientras las empleadas latinas que trabajan para ellas no tienen ni para pagar el alquiler; entonces no debería sorprendernos que el mal llamado “voto latino” se haya inclinado por un Trump que propone cortar la competencia de migrantes ilegales y el retorno de los trabajos que se fueron a China y al Sudeste Asiático desde la época de Nixon en adelante. La victoria de Trump por segunda vez es la mayor derrota que el neoliberal-progresismo ha enfrentado en toda su historia; y en consecuencia es el fin de una forma de hacer política que en los Estados Unidos se había vuelto inamovible desde los años 90.


Pero nuevamente, si ya es bastante claro que las preocupaciones de los votantes son principalmente económicas, ¿entonces por qué el movimiento conservador, tan activo en redes sociales, sigue diciendo que su prioridad es la lucha contra de los woke, las ONGs y la izquierda? Obviamente, porque la única forma de hacer que la gente vote por políticas contrarias a sus intereses es desviando su atención con cortinas de humo como las del “marxismo cultural” y la “ideología de género”; dirigiendo sentimientos antiprogresistas, ya sea contra la “casta” en Argentina, los “burócratas de Bruselas” en Reino Unido, las “élites globalistas” en Estados Unidos o contra los “caviares” en el Perú. Si los conservadores dijeran la verdad sobre lo que quieren hacer con la economía no sacarían ni el 1% de los votos. Esto puede llegar a niveles esquizofrénicos, como en el caso de Argentina donde mucha gente es capaz de seguir tolerando políticas económicas abiertamente antipopulares y regresivas, como las que el señor Milei viene ejecutando en contra de ellos. No importa si hoy el costo de vida en Argentina es el más alto de América Latina (superando incluso a algunos países europeos) o que la pobreza haya llegado al 53% como producto de sus políticas de ajuste estructural; al parecer, lo realmente importante para muchos argentinos es que hayan eliminado el Ministerio de la Mujer y el llamado “lenguaje inclusivo” en los documentos de gestión pública. En ese sentido, la llamada “batalla” contra el “marxismo cultural” no es más que una cortina de humo que oculta la verdadera batalla: una de carácter estrictamente económico en la que, por supuesto, el pueblo es el enemigo.


Conclusiones


Vemos entonces que evaluar la victoria de Trump implica evaluar la contradicción entre un patrón de voto y el resultado de las políticas públicas implementadas desde el gobierno una vez tomado el poder. Los norteamericanos quieren más producción local y no más importaciones de China; más regulaciones bancarias y no más derivados financieros; más servicios públicos de calidad y no más privatizaciones. Pero hacer eso implicaría que Trump rompa definitivamente con los sectores libertarios y anarcocapitalistas (los más acérrimos antiizquierdistas existentes en Estados Unidos hoy) que lo apoyaron durante su campaña de 2016, así como con muchos de los amigos millonarios que se beneficiaron de las políticas de desregulación que implementó en su primer gobierno. Aún no sabemos cuáles serán las reales políticas económicas que implementará Trump a partir del 20 de enero de 2025 (ya sabemos que una cosa es la campaña y otra el gobierno), pero por ahora, de acuerdo con el índice de Bloomberg Billionaires Index, magnates como Elon Musk, Jeff Bezos o los “progres” Bill Gates y Mark Zuckerberg han visto multiplicadas sus fortunas en los días posteriores a la victoria de Trump debido al incremento del valor de las acciones de sus empresas. Qué tanto beneficiará al pueblo norteamericano el aumento de la riqueza de los multimillonarios es una pregunta aparte.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma nos hace ver con fina ironía, que EL MUNDO SIGUE GIRANDO LUEGO DE LAS ELECCIONES EN EEUU ante la exagerada ola de especulaciones sobre el triunfo de Trump, por parte de “un ejército de expertos” haciendo proyecciones, análisis, hipótesis y futurología (imposibles de corroborar) e intentando disimular el vergonzoso papel de esos expertos y del poder mediático, cuando atosigaron de forma intencionada a la opinión pública con sus falsas -que no erróneas- encuestas de “empate técnico” sobre una elecciones que el republicano liquidó a pocas horas de cerrar las urnas, ganando ampliamente y en ambas cámaras legislativas, que se suman al control de la Corte Suprema de Justicia y arrasando con votos blancos, negros, latinos, obreros, etc.

Lo que significa que la gente votó con el bolsillo y con la memoria, con desilusión e incertidumbre, en su innata defensa propia, castigando sin piedad a los demócratas y demoliendo sin paliativos a los supuestos ataques informáticos rusos o chinos. Lo que ha dado paso a esta nueva operación psicológica de CATÁSTROFE sobre el nuevo gobierno, para ocultar la realidad geopolítica global, que sigue siendo tan angustiante y caótica para EEUU como antes del 5 de Noviembre.

Y dejando de lado toda ésta espuma de especulaciones a futuro, Pereyra Mele señala en el audio las graves y concretas dolencias que afectan a ésta Norteamérica pos electoral, al ser políticamente una viciosa República Imperial, al canceroso “estado profundo” que le consume, al contra poder totalitario de los lobby de la industria militar, petrolero, farmacéutico y de Whall Sreet, a su oligarquía de millonarios improductivos, a las matanzas entre civiles como rutina de una sociedad violenta y al trágico flagelo mortal de la droga instalada definitivamente en sus calles.

Todo un escenario demoledor que no puede ser compensado con su poderío militar ni con el dominio de los mares, defendiendo un “atlantismo” en decadencia, frente al “continentalismo” asiático en auge y luego de haber roto sus propias doctrinas y reglas históricas que le dieron su poder imperial, como el haberpermitido la alianza rusa-china y otras de segundo orden que conciernen a Irán y la India, además de seguir creando monstruos como Zelenky y Netanyahu y generando frentes de guerra que irremediablemente terminan en derrota militar.

Y finaliza con una breve y concisa referencia a las elecciones, reflexionando que si Trump no administra esta decadencia con cierta habilidad y maniobrabilidad, la crisis de Occidente será grave y profunda y con posibilidad de provocar un conflicto nuclear.

Eduardo Bonugli (Madrid (17/11/24)

Javier Benitez de radio Sputnik entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Peeyra Mele

A Europa le falta cerebro. Es lo que manifestó el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en la sesión plenaria del XXI Foro Internacional de Discusiones Valdái, en la ciudad rusa de Sochi. De acuerdo al mandatario, eso es lo que afirman colegas expertos de su entorno, al referirse a decisiones económicas de los europeos.

AUDIO DE LA ENTREVISTA

Donde no hay, no hay

‘Lo que la naturaleza no da, Salamanca no presta’, dice el viejo refrán, que cae como anillo al dedo a las actuales autoridades de la Unión Europea, salvo excepciones, como la de Hungría, o Eslovaquia.

En este sentido, en su intervención en la sesión plenaria del XXI Foro Internacional de Debates Valdái en la ciudad rusa de Sochi el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que en Europa las decisiones económicas las toman políticos que no tienen nada que ver con la economía.

«No quiero ofender a nadie, ¡Dios me libre! Esto no va a sonar muy bien: pregunto a mis colegas, los expertos, qué le falta ahora a Europa. La respuesta es: le falta cerebro. No porque sean estúpidos, sino porque las decisiones económicas las toman políticos que no tienen nada que ver con la economía. Las decisiones se politizan, no se calculan, no se basan en la realidad», explicó.

De esta manera comentó Putin la liquidación de los contratos de gas y la agenda verde. «Algo noble: la lucha por el clima. ¿Nos alarma a todos? Sí, y asusta a algunos. Pero asustar a propósito para imponer decisiones que son irrealizables, eso no es justo para los votantes», observó el jefe del Kremlin.

«Este es un discurso clave [de Putin] que lo tendrán que analizar mucho los europeos y los occidentales. Creo que es una pieza fundamental para entender el nuevo mundo que se está desarrollando. Justamente se hace en uno de los foros, el de Valdái, que es donde los intelectuales, los economistas, los expertos en política internacional, etc., se reúnen, y que ha venido prácticamente a suplantar al de Davos, en el sentido de que va marcando caminos, va marcando nuevas sendas. Y allí este discurso de Vladímir Putin ha sido muy ejemplar y con un claro direccionamiento hacia donde se dirige el mundo y tendrá que ser estudiado en profundidad en vista, de acá a un par de años, de todo lo que se dijo en estos días, cómo se ha cumplido», señala el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.

«En lo que hace referencia Vladímir Putin de una Europa que está descerebrada, es evidente. Europa no tiene pensamiento propio, tiene un accionar de grupos económicos, que a su vez, con el asunto de la globalización se han hecho transnacionales. Es decir, están por encima de las naciones. Entonces, ¿qué rol juegan los políticos en ese aspecto? Ser simplemente la cadena de transmisión de rdenes supranacionales, que por supuesto, no benefician a quienes realmente los han puesto en ese lugar para ‘dirigir el país’, instrumentar las políticas que correspondan para llevar adelante al país a un mejor puerto», observa el analista.

«Esa falta de cerebro a la que hace referencia Putin, se ha visto claramente porque, de una forma totalmente disciplinada, subordinada, Europa […] está como en piloto automático. El problema es, al piloto automático, ¿quién es el que le ha puesto la dirección, las coordenadas hacia donde hay que ir? Evidentemente no han sido los políticos europeos, han sido poderes supranacionales y también una superpotencia a la que ellos han decidido subordinarse alegremente, y concluir que operan, además, bajo un paraguas que viene a ser una falsedad hipócrita, que son las famosas normas y reglas que dicen que defienden cuando hacen estas maniobras a las que han llevado a esta crisis. Ahí es donde se demuestra en la práctica real esa falta de conducción y de cerebro centralizado que deberían tener los europeos para poder haber seguido una vía de desarrollo que los afecta porque es un ‘enfermo en terapia intensiva'», concluye Pereyra Mele.

FUENTE SPUTNIK: https://noticiaslatam.lat/20241112/se-tenia-que-decir-y-se-dijo-a-europa-le-falta-cerebro-afirmo-putin-1158966308.html

AUDACY PODCAST: https://www.audacy.com/podcast/al-contado-a7e2c/episodes/se-tenia-que-decir-y-se-dijo-putin-afirma-que-a-europa-le-falta-cerebro-f6645

Por Eleonora Gosman PERFIL 27 años de cobertura en Brasil como corresponsal. Entrevistó a todos los presidentes brasileños desde 1995, salvo el último. Autora del site Brasil 7 días. La autora autoriza a Dossier Geopolitico su difusion

Como organizador de la Cumbre, Brasil pretende que cada palabra de la declaración final tenga el máximo consenso. Pero hay obstáculos considerables y una de esas dificultades procede nada menos que de Buenos Aires, porque Milei pretende hacer valer sus reservas sobre algunos puntos.

SAN PABLO | No es apenas una reunión de las potencias occidentales  la cumbre que se inicia el próximo lunes en Río de Janeiro. El G20 ofrece un elemento diferencial sobre otros foros, que es el hecho de estar integrado por 19 países y dos bloques continentales. Son parte del grupo Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía. Y en cuanto a las dos organizaciones regionales, una es la Unión Europea que figura entre los miembros fundadores (en 1999) y la otra es la Unión Africana, que se incorporó en 2023. Pese a la variedad política y económica que caracteriza ese foro de naciones, o tal vez por esa razón, los temas en debate tienen chances de llegar a algunos resultados para mejorar las condiciones internacionales.


Todavía no se sabe qué grado de consenso logrará este nuevo G20, ya que aborda temas diferentes y difíciles de consensuar: desde la “gobernabilidad del mundo” y la “Alianza contra el Hambre y la Pobreza”, hasta los cambios climáticos y la imposición de un Tributo Internacional a las grandes fortunas. Hay además un objetivo que concierne a los países del Mercosur y que apuntaría a aprovechar la cita para avanzar en el acuerdo con la Unión Europea, largamente demorado. Ese es uno de los asuntos que vendrá a discutir con Javier Milei el presidente francés Emmanuel Macron, quién inicia hoy una visita a Buenos Aires. 

En Río de Janeiro los representantes, o “sherpas”, de cada país, ya comenzaron las negociaciones palabra por palabra de la declaración final. La función recayó en la Argentina sobre el abogado y político Federico Pinedo, a cargo de conducir los arreglos definitivos en total consonancia con las posiciones de la Casa Rosada. 

La  tarea de Pinedo no parece fácil desde que la posturas del gobierno nacional se han vuelto más rígidas y resistentes, en relación a la casi totalidad de los asuntos abordados en esta cúpula mundial. Milei, quién acaba de retornar de Estados Unidos donde se reunió con el futuro presidente americano Donald Trump, reveló una tendencia a diferir en 180 grados de las posiciones brasileñas. Es lo que se ha visto en los últimos días de reuniones de los sherpas, a puertas cerradas, en un hotel del Aeropuerto Santos Dumont. 

La diplomacia de Brasil, el país que tuvo a su cargo la organización de esta cumbre, pretende que cada palabra de la declaración final tenga el máximo consenso. Pero sabe que hay obstáculos considerables para llegar a una postura única de las 19 naciones y los dos bloques regionales. Uno de las dificultades procede nada menos que de Buenos Aires, donde el presidente argentino pretende hacer valer sus reservas en los distintos asuntos abordados en la cumbre,  como las cuestiones del tributo mundial sobre los ultra ricos, los desastres climáticos y de los derechos de las mujeres y de las minorías.

Putin no irá al G20 en Brasil porque la orden de detención en su contra perturbaría la cumbre

Milei vendrá acompañado esta vez por el flamante canciller Gerardo Werthein, que sustituyó recientemente a Diana Mondino en el comando del Palacio San Martín. Según comentaron en Brasilia, el presidente tendrá oportunidad de discursear ante sus colegas del mundo en dos oportunidades y, según esas mismas fuentes, todo indica que hablará sobre un asunto muy caro a los socios brasileños: la reforma de la gobernabilidad global, o sea, de organismos internacionales como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el FMI y el Banco Mundial. En la Casa Rosada indicaron que no habrá una reunión bilateral con Lula da Silva; aunque tampoco puede descartarse del todo. 

Un gran ausente en la Cumbre


En esta oportunidad hay un gran ausente: Rusia. Ocurre que el hacha de la Corte Penal Internacional pende sobre el cuello del presidente Vladimir Putin y éste podría perder su libertad si se traslada a territorios de Occidente, como es el caso de Brasil, la nación organizadora en 2024. Lo cierto es que aún, con esa defección, en esta cita están presentes jefes de Estado de variadas ideologías, aunque siempre dentro del contexto del sistema capitalista. Esta vez parecen coincidir sobre la necesidad de “democratizar” la gobernanza mundial. El caso más emblemático de las disparidades ideológicas y políticas es sin dudas el del estadounidense Joe Biden  con su colega chino Xi Jinping. No obstante esas grandes distancias, ambos estuvieron reunidos esta semana en Lima.

El nuevo “equilibrio” mundial figura, sin duda, entre los temas centrales de la cumbre que debe durar hasta el martes próximo en el Museo de Arte Moderno de la playa del Flamengo. Brasil, obviamente, es uno de los países más interesados en promover la reforma de las Naciones Unidas, cuyo Consejo de Seguridad responde todavía hoy al esquema vigente desde 1945. Este organismo de 5 países (Estados Unidos, China, Rusia, Francia e Inglaterra), cuenta con una herramienta: el veto,  con el que decide en última instancia la vigencia de medidas adoptadas en la ONU. Lo que se busca es ampliar la cantidad de miembros permanentes del CS con otras naciones de distintos continentes. 

El G20 y la crisis capitalista

Hasta ahora, la iniciativa menciona la inclusión de India, de Brasil, de Sudáfrica, de Japón y de Alemania; y hay probabilidades de un avance específico en esa dirección. No por acaso, los organizadores brasileños de la cumbre decidieron incorporar la cuestión a la cita previa del G20 Social, que ocurre por estas horas en Boulevard Olímpico carioca. De acuerdo con los diplomáticos de Brasil, “las discusiones buscan mapear los desafíos y proponer directrices para una gobernabilidad mundial más inclusiva y democrática”.

Celso Amorim, ex canciller y actual jefe de la Asesoría Especial del Presidente de la República Lula da Silva, hizo una reseña de las asimetrías mundiales que producen grandes distorsiones, inclusive entre continentes. Puso como ejemplo la estructura del Fondo Monetario Internacional, donde EE.UU. tiene un peso decisivo por cuenta de ser quien aporta la mayor cantidad de recursos. Con los mismos argumentos, cuestionó también al Banco Mundial y las propias Naciones Unidas. “Esa desigualdad estructural es una de las mayores trabas para que esas instituciones sean capaces de enfrentar las crisis globales, redistribuir recursos y promover la justicia social y ambiental”, tal como reveló el economista de Corea del Sur Ha Joon Chang. 

Para Amorim, un diplomático que tiene una relación no sólo laboral sino también de amistad con el presidente Lula, esta cumbre del G20 “abre un espacio para repensar” esta cuestión. Y, a seguir, destaco el papel de los bloque regionales en el equilibrio de las hegemonías tradicionales, entre los que mencionó específicamente al BRICS. Es ni más ni menos que el grupo integrado, originalmente, por Rusia, China, India, Brasil y África del Sur; y que ahora incorporó a Egipto, Etiopía, Irán y los Emiratos Árabes Unidos.   

El coreano del Sur, Ha Joon Chang, numeró los grandes problemas económicos globales que impiden una mejora global. Apuntó contra el neoliberalismo, que a su juicio perpetúa la dependencia de los países en desarrollo. Señaló concretamente: “No puede haber una única regla económica para todos, porque eso sólo beneficia a los países ricos”. Se refería, como es obvio, a la necesidad de admitir las diferencias entre naciones ricas, medianas y pobres; pero al mismo tiempo defendió la necesidad de crear mecanismos de financiamiento más justos y transparentes; a la vez que debe ser garantizada la transferencia de tecnología.

FUENTE PERFIL: https://www.perfil.com/noticias/columnistas/a-brasil-le-preocupan-las-diferencias-con-argentina-en-el-g20.phtml

La mayoría de los objetivos internacionales del reelecto presidente o no son realistas o suponen cambios internos demasiado profundos o requieren acuerdos difícilmente concretables

por Eduardo J. Vior
analista internacional

Donald Trump fue reelecto el martes 5 como presidente de los Estados Unidos y gobernará, por lo menos los dos primeros años, con una acumulación de poder que debería permitirle cumplir su agenda sin problemas. Sin embargo, al menos en la política exterior sus propuestas no son practicables, dependen de cambios internos demasiado profundos o requieren acuerdos internacionales que al día de hoy no se ven como posibles. Claro que al votante norteamericano medio no le interesa demasiado la política exterior, pero estos temas tienen claras implicaciones internas. ¿Qué chances tiene el futuro mandatario de no decepcionar a sus votantes en este campo?

El núcleo del programa económico electoral (la baja de impuestos y la liberalización del mercado energético) puede concretarse rápidamente dado que el Partido Republicano, ha conquistado la mayoría en ambas cámaras del Congreso. Asimismo, el traspaso de la política educacional a los estados, el pase a disponibilidad de un gran número de funcionarios y empleados del gobierno federal, el fin de la política de género, la derogación de medidas de protección del medio ambiente y muchas decisiones de valor simbólico dirigidas a galvanizar a su base son también sencillas de tomar.


Donald Trump hablando sobre la seguridad fronteriza y la delincuencia migrante durante una parada de campaña en Austin, el mes pasado. Credit…Kenny Holston/The New York Times

Por el contrario, otras –especialmente aquéllas que implican a uno o más países extranjeros- son más difíciles de encarar. Frecuentemente durante la campaña el ahora presidente ha anunciado que el primer día de su gobierno comenzará la deportación de los estimados 11 millones de inmigrantes indocumentados, mayormente procedentes de América Latina y el Caribe. Además de deportaciones masivas, la estrategia incluye expulsiones expeditas, nuevas restricciones para la entrada al país de ciudadanos de países de mayoría musulmana, la restitución del Título 42, el restablecimiento del Programa “Quédate en México” y restringir la política de asilo. 

Analistas y ONG calculan que a Trump le costaría miles de millones de dólares aplicar su plan de deportación. También podría tener un impacto dramático en la economía, ya que industrias como la construcción, la hostelería y la agricultura perderían masas de trabajadores. Asimismo faltan los ingentes recursos humanos y materiales que serían necesarios para detener y deportar a millones de personas. Los expertos dudan también de que pueda hacerlo con ayuda del Ejército y de policías estaduales y locales, como argumentan los republicanos.

Principalmente México se vería afectado. Durante los dos últimos gobiernos de Estados Unidos, Se calcula que unos cuatro millones de los inmigrantes indocumentados proceden de México. Si estas personas son deportadas, esa nación perdería el equivalente a 63 mil millones de dólares en remesas, que es lo que se estima que estos indocumentados enviaron en 2023. México también podría verse presionado, como en el pasado, para aceptar a migrantes venezolanos, nicaragüenses o cubanos, a quienes a veces no puede deportar a sus países de origen. México se ha convertido en una extensión de las políticas fronterizas de la Casa Blanca. Seguramente, el gobierno de Morena buscará retardar, ya que no puede impedir, las deportaciones, pero otras amenazas acechan a  la relación binacional.

Donald Trump prometió en campaña aranceles, acuerdos comerciales renegociados e incluso una intervención militar contra los cárteles mexicanos. Aprovechando la zona de libre comercio de América del Norte, muchas empresas chinas producen ahora en México y este país se ha convertido en la mayor fuente de importaciones de Estados Unidos. 


Numerosas empresas chinas se han establecido en México para aprovechar el libre comercio con EE.UU. y Canadá

Como no puede cancelar el Tratado de Libre Comercio que él mismo actualizó en 2019, el futuro presidente amenaza con implantar aranceles de 25% a las importaciones procedentes de México, si este país no detiene el flujo hacia el norte de migrantes y de precursores para la producción de fentanilo. 

Sin embargo, nada es tan fácil como parece. Trump también ha amenazado con imponer aranceles del 100 por ciento —o incluso del 200 por ciento— a los vehículos importados de su vecino del sur. Esto podría asestar un duro golpe a una industria que exporta a Estados Unidos cerca de 90 mil millones de dólares en vehículos terminados, lo que representa alrededor del 5 por ciento del PIB de México. Sin embargo, dada la estrecha interconexión entre las cadenas de producción de ambos países, una medida como ésta perjudicaría también a las empresas y consumidores estadounidenses. Ya imponer el 25% mencionado le pegaría tremendo empujón a la inflación dentro de EE.UU.

La hace poco asumida presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dicho en repetidas ocasiones que México colaboraría con cualquier líder de EE.UU., incluido Trump. “Va a haber buena relación con los Estados Unidos, estoy convencida de ello”, afirmó en una de sus “mañaneras”. En su momento, Andrés Manuel López Obrador fue capaz de convencer a Donald Trump que él se encargaría de controlar la frontera. Habrá que ver si la ingeniera gobernante tiene el mismo poder de persuasión.

El segundo capítulo más importante de la política exterior que pretende ejecutar Donald Trump concierne la guerra en Ucrania. El equipo de transición del presidente electo —quien en su discurso de victoria prometió “detener las guerras”— está elaborando escenarios para poner fin al conflicto ucraniano, informó The Wall Street Journal el miércoles 6 con referencia a informantes anónimos.

De acuerdo al medio, el nuevo plan consiste, primero, en que Kiev se comprometa a no unirse a la OTAN durante al menos 20 años; segundo, en que la línea del frente “quedaría básicamente fija” según la situación en el terreno, tercero, que Rusia y Ucrania acordarían una zona desmilitarizada de casi 1.300 kilómetros y, cuarto, que Estados Unidos aportaría los fondos necesarios para la reconstrucción de Ucrania tras la firma del armisticio con Rusia. “A cambio, EE.UU. seguiría bombeando a Ucrania con armas, para disuadir un futuro ataque ruso”, según las fuentes citadas por el diario.

El expresidente Trump y el presidente de Ucrania Zelensky se reúnen en Nueva York el 27 de septiembre de 2024. Alex Kent/Getty Images
Donald Trump y el presidente de Ucrania Zelensky se reunieron en New York el 27 de septiembre de 2024.

La propuesta que trascendió está aún muy lejos de la realidad. Rusia está avanzando en todos los frentes y por el momento no tiene interés en negociar la paz, hasta alcanzar algunos objetivos estratégicos. Cuando los consiga, probablemente exija la rendición de Ucrania, su desarme, su neutralización permanente y la entrega de los principales criminales nazis. Es poco probable que acepte negociar por menos que esto.

En paralelo EE.UU. y la UE deberían acceder a levantar las sanciones económicas y comerciales contra Rusia y devolver los fondos incautados por Bruselas. Precisamente, la elección de Donald Trump ha desatado discusiones en los bancos occidentales sobre el posible levantamiento de las sanciones, según informó el Financial Times. 

Las diferencias entre ambos países son inmensas y nadie espera con realismo que Trump las pueda resolver rápidamente. Cuanto más se cargue la mesa, más difícil serán las negociaciones, pero cada tema que se postergue es el preanuncio de una crisis en el futuro.

La primera llamada telefónica del exterior que Donald Trump aceptó en la noche del triunfo provino de Benyamin Netanyahu. “La conversación fue cálida y cordial. Ambos acordaron trabajar juntos por la seguridad de Israel y hablaron sobre la amenaza iraní”, aseguró un comunicado oficial sobre la conversación. 

Donald Trump y Benjamín Netanyahu durante su último encuentro en Palm Beach, (Florida, Estados Unidos)
Donald Trump y Benjamín Netanyahu durante su último encuentro en Palm Beach, (Florida)

Trump y Netanyahu tienen una relación de larga data, que se movió en zigzag, pero que en los últimos años fluye sin problemas: los dos coinciden en que Irán es el enemigo, que es necesario liberar a los 101 rehenes secuestrados en Gaza que se supone todavía viven y que la situación en Asia Occidental sólo mejorará con un acuerdo diplomático que incluya a Arabia Saudita como pieza clave.

Si pretende tener éxito en esa región, Trump deberá resolver un dilema: para liberar a los rehenes tiene que negociar con Irán y Hamas, pero a la vez autorizaría la provisión de material bélico e información de inteligencia a Israel que Biden había embargado a pocos meses de las elecciones presidenciales para contener el voto de origen árabe. Y a este complejo escenario geopolítico se debe añadir la posibilidad de una nueva represalia ya anunciada por Teherán. Si Irán vuelve a atacar, la respuesta de Netanyahu puede complicar el rol mediador del presidente electo.

La situación regional es muy diferente a la de 2016, cuando Trump ganó su primer mandato y aún a la de 2021, cuando abandonó la Casa Blanca. Los Estados árabes del Golfo tienen hoy una posición mucho más fuerte, son menos dependientes de Estados Unidos y están mucho más interconectados con otras partes del orden multipolar en surgimiento. 


El Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, por su nombre en inglés) se ha convertido en un actor potente de la política de Asia Occidental

Al mismo tiempo, el Golfo se ha vuelto más indispensable para la política regional estadounidense. Trump es visto en el Golfo como un hombre sin una noción clara de lo que sucede en la región. Su política regional estará condicionada por el lobby proisraelí, por un lado, y por los grupos de presión del Golfo, por el otro. La cuestión crucial será saber cuán mancomunados trabajarán los lobistas árabes en cuestiones clave como Palestina e Irán y el Eje de la Resistencia.

Trump confía en poder apoyarse en Mohamed bin Salman, el heredero del trono saudita, para firmar un “Acuerdo de Abraham” con los países árabes de la región y con Israel. Sin embargo, aunque Riad finalmente no concretó su incorporación a BRICS+, es consciente de la superioridad militar de Irán y de las ventajas que le ofrece su nueva relación con China. La República Popular ofrece un mercado inagotable para su petróleo, aporta cuantiosas inversiones en infraestructura y ha tendido una red de relaciones regionales y más allá en la que los sauditas se mueven con comodidad. New York y Londres, no obstante, siguen siendo excelentes plazas financieras. Del otro lado, la locura mesiánica de Israel amenaza con hacer estallar una gran guerra regional y la integridad territorial del reino.

Donald Trump's former Iran envoy, Brian Hook
El ex enviado de Donald Trump a Irán, Brian Hook

Mientras tanto, los primeros indicios sobre los posibles nombramientos en el futuro gobierno republicano permiten prever un sensible endurecimiento de la política hacia la República Islámica de Irán. La supuesta participación en el equipo de transición del Departamento de Estado de Brian Hook, ex enviado especial de Trump para Irán, es una señal nítida de endurecimiento hacia Teherán. 

Former US ambassador to Germany Richard Grenell.
El ex embajador de EE.UU. en Alemania, Richard Grenell.

Se habla asimismo de Richard Grenell, ex embajador de EE.UU. en Alemania durante el primer mandato de Trump, quien tuvo un papel activo durante su reciente campaña y acompañó al líder republicano en su reunión con Volodymir Zelensky en septiembre pasado. A Grenell se lo menciona para algún cargo destacado en el equipo de política exterior de Trump. El ex embajador es un “trumpista” duro que durante su estadía en Berlín chocó con la entonces Canciller Angela Merkel y en una reciente entrevista desaconsejó presionar a Ucrania, para que ceda territorios a Rusia a cambio de la paz. También criticó que el gobierno saliente hubiera autorizado al presidente iraní Masud Pezeshkian a ir a New York, para participar en la Asamblea General de la ONU en octubre pasado.

Former national security advisor Robert O'Brien.
El ex asesor de seguridad nacional Robert O’Brien.

Otro ex alto asesor de seguridad nacional de Trump que está siendo considerado posiblemente para Secretario de Estado es Robert O’Brien, quien anteriormente se desempeñó como negociador de rehenes del presidente electo y más tarde como asesor de seguridad nacional. Es un ferviente crítico del Acuerdo Nuclear de 2015 (JCPOA, por su nombre en inglés). El ex asesor de seguridad nacional sostiene que Irán debe hacer grandes concesiones no sólo en su programa nuclear, sino también en el de cohetes balísticos y en sus intervenciones regionales, puntos concordantes con las exigencias de Trump cuando se retiró del JCPOA.

Con estos o similares nombramientos se acumulan vertiginosamente los indicios de que en los primeros meses del año próximo en Asia Occidental se agudizará el enfrentamiento entre Israel e Irán. No obstante, Trump sigue afirmando querer que la guerra allí termine cuanto antes. En una llamada telefónica antes de las elecciones, el presidente electo dijo al primer ministro israelí que antes del día de la toma de posesión pusiera fin a las principales operaciones militares en Gaza. Para ello es muy probable que Trump y su equipo den a Israel mucho margen de maniobra, incluida la transferencia de ciertas armas para terminar de aniquilar a los gazatíes lo antes posible. Esto implica apoyar a Netanyahu en la aplicación del “plan de los generales” para desplazar a los 300.000 palestinos que todavía sobreviven en el norte de la Franja de Gaza o exterminarlos, si se resisten a la deportación. 

Indudablemente esta escalada de la agresión israelí contra sus vecinos y en los territorios ocupados no va a acabar con la guerra sino todo lo contrario. Israel puede masacrar a los gazatíes en el norte y afirmar su ocupación de la mitad de la Franja, pero la resistencia se va a desplazar y habrá nuevos teatros de operaciones. Si Netanyahu recibe una luz verde de Washington, buscará también ocupar la mitad sur de Líbano, lo que necesariamente provocará una reacción del Eje de la Resistencia. El escalamiento de la guerra está programado, si Trump no frena drásticamente a Israel.

President Donald Trump meets with China's President Xi Jinping at the start of their bilateral meeting at the G20 leaders summit in Osaka, Japan, June 29, 2019.
El presidente Donald Trump se reunió con el presidente Xi Jinping en la cumbre de líderes del G20 en Osaka, Japón, el 29 de junio de 2019. Éste fue su último diálogo personal hasta el momento.

El cuarto capítulo de la política exterior anunciada por Donald Trump que será determinante de la suerte de su gobierno y del devenir mundial concierne la relación con China. En la actualidad, este país es uno de los tres principales mercados de exportación para 32 estados de EE.UU., con más de 70.000 empresas estadounidenses trabajando allí y 930.000 puestos de trabajo en EE.UU. respaldados sólo por las exportaciones a la República Popular. 

Con el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca la relación entre ambos países se dirige hacia aguas turbulentas. El presidente Xi Jinping envió una felicitación a Trump el jueves 7 haciendo hincapié en la cooperación por encima de la confrontación. Estas manifestaciones insinúan que, por ahora, Beijing tiene la esperanza de conservar cierto diálogo y estabilidad en el vínculo binacional. Sin embargo, es probable que los 100 primeros días de Trump sean una montaña rusa. Bajo Biden los departamentos del Tesoro y de Comercio gestionaban las conversaciones económicas con China a través de grupos de trabajo, centrados en la estabilidad macroeconómica y la cooperación regulatoria. Estos canales estructurados ayudaron a garantizar un diálogo abierto sobre cuestiones como los aranceles, las restricciones tecnológicas y la estabilidad financiera. Por el contrario, la conocida preferencia de Trump por la diplomacia personal podría llevar al desmantelamiento de estos canales.


Durante su sorpresiva visita a China, Elon Musk  se reunió con el primer ministro Li Qiang en Beijing el pasado 28 de abril de 2024.

En este caso Beijing podría buscar canales alternativos para gestionar las relaciones con Trump. Un intermediario potencial es Elon Musk, cuyas profundas inversiones en la República Popular, en particular a través de Tesla, lo convierten en un enlace natural con el liderazgo chino. 

Trump ya ha anunciado que desea aumentar los aranceles sobre los productos chinos en el 10% y en algunos rubros hasta el 60%. Lo justifica no sólo con argumentos comerciales sino especialmente con la necesidad de “desacoplar” ambas economías, es decir, romper la estrecha interrelación desarrollada en los últimos 40 años y que las empresas norteamericanas “relocalicen” sus enteras cadenas de producción dentro de EE.UU.

Las repercusiones económicas a corto plazo podrían ser alarmantes. Las empresas inundarán los puertos para importar mercancías antes de que entren en vigor los aranceles, disparando los costos de transporte y almacenamiento que necesariamente recaerían sobre los hogares estadounidenses de rentas más bajas. Este aumento de los costos se mantendría por muchos años, porque la industria norteamericana no está en condiciones de sustituir rápidamente estas importaciones. Las repercusiones se extenderían a todos los sectores que dependen de las cadenas de suministro transnacionales, desde la electrónica a la automoción, y podrían sacudir la economía estadounidense. Por otra parte, ninguna empresa seria cierra sin más las instalaciones que tanto le costó construir en China, para trasladarlas a Estados Unidos sin garantías de ganancias. Además, por más sanciones que Washington aplique al comercio con y la inversión en China, las posiciones que los norteamericanos abandonen allí serán rápidamente ocupadas por sus competidores. Después de una corta transición el poderío chino aumentará, mientras que no hay certeza de que EE.UU. mejore así su posición internacional.

En síntesis, puede afirmarse que la agenda de política exterior anunciada por Donald Trump durante su campaña electoral es irrealizable y que cualquier paso que dé en esta dirección sólo puede ocasionar el caos y graves crisis internacionales. Quizás pueda imponer a México la militarización de la frontera binacional, como ya lo hizo en 2019, y que el gobierno de Claudia Sheinbaum aumente la presión sobre los cárteles narcos. Puede llegar también a deportar a algunos miles de inmigrantes indocumentados, pero siempre estará lejos de los cacareados once millones. A poco andar tendrá que buscar algún subterfugio para incumplir su promesa.

Tampoco podrá alcanzar una paz rápida en el este de Europa y mucho menos evitar el desmoronamiento de Ucrania. Para ello ya es demasiado tarde. En los meses venideros deberá afrontar una intensificación de la guerra y decidir, si se involucra o deja que Kiev se desmorone.

Mucho más graves pueden ser, empero, las consecuencias de su irrestricto apoyo a los crímenes de Benyamin Netanyahu. Habrá que ver en qué punto de la escalada se baja del bólido que avanza raudo contra el muro, pisa el freno o se deja arrastrar a una catástrofe generalizada.

Finalmente, aunque parezca paradójico, es en la relación con China donde puede ganar más y mejores posiciones, si actúa cuerdamente. Lejos del “desacople” entre ambos países y de la “relocalización” de inversiones norteamericanas, el pragmatismo chino puede ofrecerle suculentas compensaciones que mostrar en casa.

Todo depende, claro, de que deje de lado la retórica electoral y aplique el sentido común.

Javier Benitez entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, saludó el interés de Turquía por acercarse a los BRICS. Asimismo, incidió en el atractivo de este grupo, cuya seña de identidad es el respeto a la Carta de la ONU. Mientras, el jefe de la Cámara de Comercio e Industria alemana afirmó que los signos de desindustrialización en el país son cada vez más claros.

El pragmatismo del sur global supera a Occidente

En una entrevista que concedió al periódico turco Hürriyet, Lavrov afirmó que Rusia es partidaria de ampliar los lazos de los BRICS con los países de la mayoría global, sobre todo, con los que apoyan el multilateralismo, llevan adelante una política exterior soberana e independiente, y no se suman a las sanciones unilaterales del Occidente colectivo.

“Saludamos el interés de Turquía por acercarse a los BRICS. Esto confirma el atractivo de la asociación basada en el respeto a la Carta de la ONU, la apertura, el pragmatismo y la no directividad frente a terceros”, declaró al medio turco el jefe de la diplomacia rusa.

AUDIO:

En opinión del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, podemos observar al respecto que lo que antes atraía era un polo de concentración, o querer integrar una asociación que favoreciera a la nación que intentaba acceder a ella. “Hoy está claramente demostrado que la Unión Europea, en primer lugar, no es ni tanta unión, ni tan europea”.

Y mientras los países del sur global siguen avanzando en sus agendas de crecimiento y desarrollo, el jardín de Josep Borrell se marchita a pasos agigantados. Así, el director de la Cámara de Comercio e Industria alemana [DIHK], Martin Wansleben, afirmó que “los signos de desindustrialización son cada vez más claros”.

Mencionó que la principal representante de los trabajadores de VW, Daniela Cavallo, dijo que la compañía cerraría al menos tres fábricas en Alemania, despediría a 30.000 trabajadores, y recortaría los salarios en un 10%, y hasta un 18% en algunos casos. En este contexto, el 30 de octubre VW informó una caída en el beneficio neto del 64%, interanual, en el tercer trimestre, atribuible principalmente a las débiles ventas de sus automóviles en China.

Esto se produce tras meses de noticias igualmente escalofriantes. Ya en febrero el fabricante de electrodomésticos Miele dijo que trasladaría parte de su producción a Polonia, lo que afectará a 700 puestos de trabajo en Gütersloh, en Renania del Norte-Westfalia, la sede de la empresa familiar de 125 años de antigüedad. En tanto, Continental, proveedor de automóviles, está eliminando 7.000 puestos de trabajo y cerrando plantas. Por su parte, el fabricante de neumáticos francés Michelin está eliminando 1.500 puestos de trabajo en Alemania y cerrando fábricas. Y en julio, ZF Friedrichshafen, otro proveedor alemán de automóviles, informó que para 2028 eliminaría 14.000 puestos de trabajo.

“Todos estos datos vienen a echar por tierra toda una mitología que por lo menos se nos ha trasladado a los pueblos periféricos de la importancia que tenían los países centrales tradicionales que durante uno o dos siglos han estado controlando el desarrollo y las capacidades globales. Lo que está sucediendo en Alemania se va a ver replicado en otras regiones. Cuando se hacen esas deslocalizaciones de industrias, como en el caso citado de una empresa que se va a Polonia, allí no van a pagar mejores sueldos que en Alemania. Por supuesto que para que les dé ganancia, el recorte va a ir siempre al lugar más débil, que es la cadena de sueldos de sus operarios”, apunta Pereyra Mele.

Un nuevo estudio del DIHK de Wansleben está repleto de cifras alarmantes. En él se revela que un tercio de todas las empresas y dos quintos de las firmas industriales encuestadas tienen previsto reducir sus inversiones en Alemania. Solo un 19% de las firmas industriales califican su situación actual de “buena”, mientras que un 35% la califica de “mala”.

FUENTE: https://noticiaslatam.lat/20241107/rusia-y-turquia-congenian-y-avanzan-mientras-alemania-descarrila-en-plena-debacle-europea-1158844753.html

Por Pepe Escobar

Abróchense los cinturones: pase lo que pase, el terremoto de Trump seguramente será un viaje lleno de baches.

En la escala política de Richter, eso fue un asesino, literalmente. Lo que se suponía que iba a ser un espectáculo totalitario liberal fue barrido brutalmente, sin contemplaciones, del parque, de cualquier parque. Incluso antes del día de las elecciones, el pensamiento crítico era consciente de lo que estaba en juego. Con fraude, Kamala gana. Sin fraude, Trump gana. Hubo, en el mejor de los casos, intentos (fallidos) de fraude. La pregunta clave sigue siendo: ¿qué quiere realmente el Estado profundo de Estados Unidos?

Mi bandeja de entrada está llena de informes llorosos de los think tanks estadounidenses que se preguntan, incrédulos, por qué Kamala podría perder. Es bastante sencillo, aparte de su absoluta incompetencia y absoluta mediocridad, que literalmente se ríe a carcajadas.

El legado de la administración de la que formó parte es espantoso: desde Crash Test Dummy hasta Little Butcher Blinkie.

En lugar de preocuparse por la lamentable situación que se vive a todos los niveles en torno a esa entidad mítica, el “pueblo estadounidense”, decidieron invertirlo todo en una guerra de poder fabricada por los neoconservadores para infligir una “derrota estratégica” a Rusia, robando activos rusos, desatando un tsunami de sanciones, enviando una serie de armas prodigiosas . La militarización de Ucrania provocó la muerte de innumerables ucranianos y la inevitable y inminente humillación cósmica de la OTAN en el suelo negro de Novorossiya.

Invirtieron todo para apoyar un genocidio en Gaza llevado a cabo con un enorme arsenal de armas estadounidenses: una operación de limpieza étnica y exterminio codificada según el espacio vital, dirigida por un grupo de psicópatas talmúdicos y comercializada bajo el “orden internacional basado en reglas” arrojado por Butcher Blinkie en cada reunión bilateral o multilateral.

No es de extrañar que Asia occidental y el Sur global en general no tardaran en recibir el mensaje de lo que podría pasarle a cualquiera que se atreviera a ir en contra de los “intereses” del Hegemón. De ahí el contragolpe: el fortalecimiento de los BRICS y BRICS+, celebrado ante todo el mundo hace dos semanas en Kazán.

Al menos esta administración tuvo un mérito: fortalecer los vínculos entre las principales “amenazas existenciales” para el Hegemón: los tres BRICS (Rusia, China, Irán), más la indomable RPDC. Todo eso en contraste con una magra victoria táctica –que puede no durar mucho-: el vasallaje absoluto de Europa.

Colgando a Ucrania del cuello de Europa

Por supuesto, la política exterior no gana las elecciones estadounidenses. Los propios estadounidenses tendrán que resolver sus dilemas o sumergirse en una guerra civil. En cuanto al grueso de la Mayoría Global, no se hace ilusiones. El mensaje codificado de Trumpquake es que el lobby sionista gana, otra vez. Tal vez no de manera tan unánime si consideramos todas las corrientes de neoconservadores y sionistas. Wall Street gana otra vez (Larry Fink, de BlackRock, lo dijo incluso antes del día de las elecciones). Y los silos prominentes en todo el Estado Profundo también ganan otra vez. Eso plantea una pregunta modificada: ¿qué pasa si Trump se siente lo suficientemente envalentonado después del 25 de enero como para lanzar una purga estalinista del Estado Profundo?

El día de las elecciones se celebró casi simultáneamente con la reunión anual del Club Valdai en Sochi , donde la superestrella, como era de esperar, fue el eminente geopolítico Serguéi Karaganov. Por supuesto, se refirió directamente a las guerras eternas del Imperio: “Vivimos en tiempos bíblicos”.

Incluso antes del terremoto de Trump, Karaganov enfatizó con calma: “Venceremos a Occidente en Ucrania, sin recurrir a medios extremos”. Y eso “permitirá una retirada pacífica de los EE.UU., que se convertirán en una superpotencia normal”. Europa, mientras tanto, “se quedará al margen de la Historia”.

Todo esto es muy acertado. Pero después Karaganov introdujo un concepto sorprendente: “La guerra en Ucrania es un reemplazo de la Tercera Guerra Mundial. Después, podemos acordar algún tipo de orden en Eurasia”.

Esa sería la “indivisibilidad de la seguridad” propuesta por Putin a Washington –y rechazada– en diciembre de 2021, parte de la “Gran Asociación Euroasiática” que fue conceptualizada por el propio Karaganov.

El problema, sin embargo, es su conclusión: “Hagamos de la guerra de Ucrania la última gran guerra del siglo XXI  ”.

Ahí está el quid de la cuestión: la verdadera guerra importante es en realidad la que enfrenta a Eretz Israel contra el Eje de la Resistencia en Asia Occidental.

Hagamos una breve parada en Europa antes de llegar al meollo del asunto. El terremoto de Trump está listo para colgar a Ucrania del cuello de Europa como un albatros más grande que la vida. La respuesta es la siguiente: que salga el dinero estadounidense que financia el Proyecto Ucrania, nacido para perder, y que entre el dinero alemán que llena las arcas del lobby armamentístico dentro del complejo MICIMATT (complejo militar-industrial-congresional-inteligencia-medios-académico-think tank) acuñado por Ray McGovern.

El Tesoro de Estados Unidos ha emitido un memorando interno válido hasta el 30 de abril de 2025 –cuando Trump ya cumplirá tres meses en el poder– permitiendo transacciones con bancos rusos sobre todo lo relacionado con petróleo, gas natural, madera y cualquier forma de uranio.

En cuanto a la crédula Unión Europea dirigida por Bruselas, ellos pagarán la pesada carga de armar el remanente de Ucrania mientras aceptan ola tras ola de nuevos refugiados y dicen adiós a cualquiera de sus fondos ya invertidos en ese enorme agujero negro.

Cuidado con ese aspirante a Tony Soprano

El terremoto de Trump, si se toma en su sentido literal, seguramente convertirá aún más al dólar estadounidense en un arma; Trump ha amenazado, públicamente, con

incluir en la lista negra a cualquier nación que utilice otras monedas para el comercio internacional. Los socios del BRICS y del BRICS+ lo han registrado; y eso acelerará la prueba de todos los modelos en el laboratorio del BRICS, lo que conducirá a un sistema de liquidación comercial alternativo de múltiples capas.

Los BRICS y la mayoría global también saben que Trump, de hecho, aprobó las sanciones a Nordstream , cuando recientemente se refirió a “matar” a Nord Stream. Y también saben que hizo menos que nada durante Trump 1.0 para encontrar una solución a la guerra por poderes en Ucrania.

Ahora llegamos al punto decisivo. Trump destruyó personalmente el JCPOA (el acuerdo nuclear con Irán) negociado por el P5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania). Moscú –y Pekín– saben perfectamente cómo esto condujo a una mayor desestabilización de toda Asia occidental, en conjunción con el asesinato del general Soleimani ordenado por Trump, que dio inicio a lo que yo llamé los furiosos años veinte .

Por último, pero no por ello menos importante, Trump negoció el grandilocuentemente llamado “Acuerdo del Siglo”: los Acuerdos de Abraham, que, de implementarse, enterrarán para siempre cualquier posibilidad de una solución de dos Estados entre Israel y Palestina.

El acuerdo, que puede considerarse tan nefasto como la declaración Balfour de 1917, puede estar en coma, pero el amigo de WhatsApp de MbS, Jared Kushner, ha vuelto y, sin duda, renovará la presión. MbS todavía no ha tomado una decisión en lo que respecta a los BRICS. Trump se volverá loco si MbS empieza a navegar cada vez más por el camino del petroyuan.

Todo esto nos lleva a un personaje sumamente nefasto, Mike Pompeo, un aspirante a Tony Soprano que es un serio candidato a convertirse en jefe del Pentágono. Eso significaría grandes problemas en el futuro. Pompeo fue director de la CIA y secretario de Estado durante la era Trump 1.0. Es un ultrahalcón en cuanto a Rusia, China y, especialmente, Irán.

Podría decirse que la pregunta urgente a partir de ahora es si Trump –cuya vida fue salvada por Dios, según su propia interpretación– hace lo que sus donantes súper ricos esperan de él, nombra a Pompeo y a otros gánsteres para puestos clave e invierte en la guerra de Israel contra Irán y el Eje de la Resistencia.

Si ese es el caso, no tendrá que preocuparse por otro francotirador fallido. Pero si realmente intenta llevar adelante su propio juego independiente, no hay duda de que será un hombre muerto que camina.

Así que toda la Mayoría Global espera con gran expectación. ¿Cómo se traducirá el terremoto de Trump en la esfera geopolítica del MAGA? Las apuestas seguras se centran en el uso extensivo de empresas militares privadas (PMC) para “misiones” de política exterior e “intervenciones” militares seleccionadas y dirigidas. Los objetivos podrían incluir a cualquier actor del Sur Global, desde México (para “asegurar la frontera”) hasta Venezuela (la doctrina Monroe para “asegurar el petróleo”), Yemen (para “asegurar el Mar Rojo”) y, por supuesto, Irán (una campaña de bombardeos masivos para “asegurar Israel”).

En pocas palabras: no habrá nuevas guerras (como prometió Trump), sólo unas cuantas incursiones selectivas, y una guerra híbrida a toda marcha. Brasil, cuidado: Trumpquake no tolerará que un miembro verdaderamente soberano del BRICS aumente su influencia en el “hemisferio occidental”.

Abróchense los cinturones: pase lo que pase, el terremoto de Trump seguramente será un viaje lleno de baches.

FUENTE: https://strategic-culture.su/news/2024/11/07/trumpquake/

Las opiniones de los colaboradores individuales no representan necesariamente las de Dossier Geopolitico.

Aunque no avanza en ningún frente y la situación económica de Israel es catastrófica, Netanyahu persiste en su guerra en seis frentes esperando que el eventual triunfo de Trump traiga un milagro

por Eduardo J. Vior
analista internacional especial para Dossier Geopolitico

Un día antes de las elecciones en Estados Unidos se especula mucho en los medios occidentales sobre la actitud que pueda adoptar uno u otro candidato hacia el conflicto de Asia Occidental en caso de llegar a la presidencia. Mientras tanto, el gobierno israelí sigue masacrando impunemente a la población de Gaza y bombardeando a la población civil de Líbano. El régimen sionista no oculta su intención de conquistar el sur del país y erradicar a su población árabe, tal como hizo en 1948 en el actual territorio de su Estado y lo está haciendo ahora en Gaza y Cisjordania. El proyecto mesiánico, imperialista y racista del “Gran Israel” sigue avanzando y no parece que nadie pueda frenarlo. ¿O sí? 


Mapa de la Franja de Gaza

Luego del sonado fracaso del ataque sionista contra Irán el sábado 26, Israel ha intensificado la aplicación del llamado “plan de los generales” para erradicar a la población palestina del norte de la Franja de Gaza, mientras insiste en el desgaste de la población libanesa con bombardeos permanentes. Según un informe de Hezbolá emitido el jueves 31, las pérdidas sionistas desde el inicio de la guerra terrestre en Líbano el pasado 1º de octubre ascienden a más de 95 muertos y 900 heridos entre oficiales y soldados a los que hay que sumar un considerable equipamiento. Estas pérdidas no incluyen las bajas ni los daños causados por los ataques con misiles y drones dentro de Israel mismo. 

El gobierno israelí no ha contradicho estos datos. Al contrario, el líder opositor israelí Yair Lapid dijo el domingo 27 que casi 12 000 soldados han muerto o resultado heridos en la guerra en curso. “Más de 11 000 soldados fueron heridos y otros 890 han muerto”, reveló Lapid en declaraciones al oficialista Canal 12 de Israel en un balance de las bajas en el ejército israelí desde el 7 de octubre de 2023. Señaló, además, que más de ocho mil israelíes heridos necesitan servicios de rehabilitación.

Durante la semana pasada 30 soldados israelíes fueron abatidos en la Franja de Gaza y en Líbano. Según informaron los medios israelíes el domingo pasado, 30 soldados sionistas han muerto la semana pasada en batallas en la Franja de Gaza y el sur del Líbano. Sin embargo, ni la creciente crítica internacional ni la resistencia palestina ni las protestas dentro del país detienen el genocidio. Por el contrario, el domingo 3 el primer ministro Benyamin Netanyahu anunció desde la frontera israelo-libanesa que el objetivo de las operaciones en el país vecino es “alejar a Hezbolá de la frontera, hasta más allá del Río Litani”. Se trata de ocupar la misma faja de unos 50 km de ancho que Israel mantuvo entre su primera invasión en Líbano en 1982 y la retirada en 1994.

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El ejército israelí ha intensificado en el norte de Gaza el “plan de los generales” para erradicar a la población palestina

Los indescriptibles horrores que se están produciendo en Gaza forman parte de una estrategia conocida como el “Plan de los Generales”, cuyo objetivo es expulsar al mayor número posible de los 300.000 palestinos que permanecen en el norte de Gaza, mientras se mata de hambre o se asesina directamente a los que se resisten y se quedan. Fue presentado por el general de división retirado Giora Eiland al gabinete del primer ministro israelí en septiembre pasado y Netanyahu lo avaló diciendo que el plan “tiene mucho sentido”. 

Soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la Franja de Gaza.
Soldados israelíes en el norte de la Franja de Gaza

El uso del hambre como arma de guerra resultó embarazoso para los partidarios de Netanyahu en la Casa Blanca, que apoyan con entusiasmo el genocidio, aunque desean evitar una reacción de los votantes estadounidenses que pueda hacerles perder las elecciones. Así, el 13 de octubre Antony Blinken envió una carta en la que exigía públicamente a Netanyahu que aumentara la ayuda a Gaza, pero dio a Netanyahu un plazo de 30 días para cumplir la exigencia. Cuando el 13 de noviembre se cumpla el plazo, no habrá en Washington gobierno con fuerza suficiente como para hacer cumplir la exigencia de Blinken.

Tel Aviv está aprovechando al máximo una oportunidad creada por primera vez el 7 de octubre del año pasado. Cuando Hamás lanzó la Operación Tormenta de Al-Aqsa, bajo la Directiva Aníbal el ejército israelí utilizó helicópteros de ataque, aviones no tripulados y tanques no sólo para repeler a los atacantes sino también para quemar a cientos de sus propios ciudadanos en los kibbutzim y en la fiesta electrónica. Al disfrazar estas horribles muertes como obra de Hamás, Israel creó una oportunidad única para evacuar la Franja de Gaza.

Esto no es simplemente un conflicto regional o una guerra, sino un intento deliberado de borrado y limpieza étnica que se está llevando a cabo en tiempo real, mientras el mundo entero, aparte del Eje de Resistencia de Asia Occidental, observa en silencio. Sin embargo, el gabinete ultraderechista sabe que su tiempo es escaso. Sus enemigos son cada día más poderosos y sus aliados más débiles. Entonces apresura la huida hacia adelante, hacia una guerra regional generalizada. Según el Canal 13 de televisión israelí, inmediatamente antes del ataque del 26 de octubre contra Irán, Yoav Galant envió un mensaje “secreto y urgente” a todos los miembros del gabinete ministerial en el que reclamó que se actualizaran los objetivos de guerra. Respecto a Gaza, sugirió esforzarse por “crear una situación sin amenazas militares”. Para el frente libanés, en tanto, propuso “crear condiciones de seguridad que permitan a los residentes del norte de Israel regresar a sus hogares lo antes posible”. En lo referente a Irán, por su parte, el ministro enfatizó la necesidad de “contener, pero al mismo tiempo mantener distancia del conflicto directo” con este país.

A pesar del anuncio de Netanyahu, Israel sólo avanza en el norte de la Franja de Gaza. En el sur de Líbano la situación militar está estancada. A manos de Irán ha sufrido un fuerte golpe que no pudo replicar y sigue inerme ante el hostigamiento yemenita. Esta situación en los frentes, junto con el ascenso del número de víctimas propias, la crisis económica y el aislamiento internacional están minando el apoyo de la población al gobierno nacionalista y racista. 

Todavía el 1º de octubre, horas antes del ataque iraní, BBC titulaba. “Cómo subió la popularidad de Netanyahu en Israel tras los ataques contra Hezbolá”. Por el contrario, el 26 de octubre una encuesta del oficialista Canal 12 mostró que un 60% de los israelíes desconfía del primer ministro contra un 36% que lo apoya. El 55% de los encuestados calificó como “pobre” el desempeño del primer ministro en el conflicto, mientras que el 41% lo evaluó de manera positiva. Además, alrededor de la mitad de los consultados está a favor de realizar nuevas elecciones lo antes posible, aunque el plazo vence a finales de 2026. El cansancio de guerra cunde entre la población, pero aún no alcanza para cambiar el rumbo político y militar.

Si bien la coalición de derecha-ultraderecha siempre fue rechazada por el centroizquierda liberal, la agudización de ese enfrentamiento es un síntoma importante de la polarización y creciente aislamiento del régimen. Después de que el domingo 27 el director del liberal Haaretz, Amos Schocken, acusara a Israel de imponer un “régimen cruel de apartheid” a los palestinos y pidiera sanciones internacionales contra sus líderes, varios ministerios israelíes han cortado relaciones con el diario y han pedido que se boicotee su cobertura sobre el gobierno. “Al gobierno no le importa imponer un cruel régimen de apartheid a la población palestina. Desestima los costos que supone para ambas partes defender los asentamientos (en Cisjordania ocupada) mientras combate a los luchadores por la libertad palestinos a los que Israel llama terroristas”, dijo Schocken el domingo en una conferencia celebrada por su periódico en Londres.

Según los medios israelíes, el director de Haaretz también describió la situación en Gaza y en Cisjordania como una “segunda Nakba (catástrofe)”, en referencia al éxodo palestino por la guerra de 1948. El Canal 12 de la televisión israelí apuntó, por su parte, que el boicot del gobierno podría incluir la suspensión de toda la publicidad y los anuncios, tanto de la versión impresa como digital.


El costo de la guerra

Mientras tanto, la guerra de Netanyahu sigue desangrando la economía de Israel:

  1. Israel sufre una desaceleración económica más aguda que los otros 37 países de la OCDE. El PIB israelí bajó un 4,1 % tras el ataque de Hamás en octubre de 2023 y descendió sucesivamente un 1,1 % y un 1,4 % en los dos primeros trimestres de este año.
  2. El Banco de Israel había pronosticado que el crecimiento económico para 2024 sería del 2,8 %, pero ahora lo rebajó al 1,5 %, fundamentalmente por las ramas ligadas a la defensa y seguridad interior.
  3. Para 2025, la guerra contra los palestinos habrá costado U$S 67.000 millones que Israel no tiene y no se sabe de dónde obtendrá.
  4. En consecuencia, los pagos de la deuda irán encareciéndose por los intereses. El déficit fiscal subió del 4,1 % del PIB al 7,8 %. La calificación crediticia del país bajó de A+ a A y seguirá descendiendo si se agrava su guerra contra Líbano.
  5. El bloqueo de los hutíes yemenitas contra el transporte de bienes de y hacia Israel a través del Estrecho de Bab el Mandeb causa un impacto masivo en la economía de Israel. 
  6. La movilización de 360.000 reservistas, el desplazamiento de 120.000 israelíes y el bloqueo de 140.000 palestinos de Cisjordania para volver a sus puestos de trabajo en Israel dejaron una enorme crisis laboral que repercute en la parálisis de numerosos sectores.
  7.  Al desempleo hay que sumar la interrupción en las cadenas de suministro y la pérdida de inversores debido a la falta de confianza en el país sionista que conducirá a una quiebra de empresas.
  8. Los inversores temen que al boicot de Turquía y de otras naciones se le sumen otros Estados y creen que el gobierno israelí se verá forzado a subir los impuestos para seguir costeando su guerra.

Ni el estancamiento de las operaciones militares ni el creciente cansancio de la población israelí han persuadido todavía al gobierno de Tel Aviv de la necesidad de negociar seriamente sendos ceses de hostilidades en Gaza y Líbano. Si bien los negociadores se han reencontrado en Doha, Qatar, a principios de la semana pasada, no han avanzado ni un ápice. El jueves 31, Taher al-Nunu, alto cargo de Hamás, avisó que el grupo rechazaría cualquier propuesta que permitiera reanudar las hostilidades en una fecha posterior. Benyamin Netanyahu, a su vez, insiste en que cualquier acuerdo permita más tarde retomar las hostilidades, mientras que el ministro de Finanzas israelí, el ultraderechista Bezalel Smotrich, afirmó en una entrevista concedida al diario israelí Makor Rishon que “el ejército israelí permanecerá en la Franja de Gaza durante muchos años”.

Entre tanto, en su última entrevista con Tucker Carlson el jueves 31, el líder republicano afirmó la necesidad de acabar con la guerra en Asia Occidental, porque amenaza involucrar a EE.UU. Este cálculo, empero, implica –al igual que todos los proyectos de acuerdo que han fracasado- que el sionismo es racional y actuar en función de sus intereses más que de su ideología.

Tucker Carlson: Trump is angry dad giving 'vigorous spanking' to America
Este jueves 31 Tucker Carlson entrevistó en público a Donald Trump

Desde su origen como movimiento pentecostal en los Estados Unidos de la “Reconstrucción” después de la guerra civil de 1861 a 1865 el sionismo siempre fue un movimiento mesiánico, colonialista y racista. También cuando fue impuesto por el Barón de Rothschild dentro del judaísmo. Sin embargo, hasta el ascenso del Likud al gobierno israelí en 1977 mantuvo ciertos controles racionales. Fue la conjunción de neoliberalismo, nacionalismo y mesianismo religioso la que lo hizo salirse de madre. Las tres corrientes estrecharon la interpenetración entre el proceso norteamericano y el israelí. Cada vez que se estrecharon los límites de la expansión norteamericana el sionismo se volvió más agresivo y esta tendencia se mantiene. Ariel Sharon invadió Líbano durante la crisis de 1981-83; Benyamin Netanyahu hizo lo mismo en 2006, cuando EE.UU. se había estancado en Irak. Hoy, con el Imperio a la defensiva en Asia Occidental y en retirada en Ucrania, Israel se presenta nuevamente como la punta de lanza para recuperar terreno, al mismo tiempo que el sionismo va concretizando su ideal de “Gran Israel” del Nilo al Éufrates. 

No basta, empero, el cálculo racional sobre las ganancias y pérdidas de cada bando. El aislamiento de Israel y su crisis económica han estrechado su espacio de maniobra y forzado la formación de una coalición extremista que juega a va banque. El gobierno de Benyamin Netanyahu no puede parar la guerra, porque es su razón de ser. Sólo la ilusión de limpiar étnicamente Gaza, Cisjordania y el sur de Líbano la mantiene unida. 

Eretz Yisrael Greater Israel - Openclipart
Mapa del “Gran Israel” soñado por el sionismo

La elite norteamericana, a su vez, no puede detenerlo, porque ambos partidos están inficionados por el lobby sionista, a la vez financiero y armamentista. La elección norteamericana de mañana no decidirá todavía la suerte de Asia Occidental. Israel sólo puede ser detenido mediante la combinación de una firme respuesta militar del Eje de la Resistencia, su aislamiento internacional y una crisis política que paralice a EE.UU. Y para que los tres factores se conjuguen aún faltan algunos pasos, aunque quizás no demasiado tiempo.

Por Ricardo Martins

Vivimos tiempos épicos. Sí, uno es el vergonzoso genocidio de Gaza, que quedará grabado en nuestra historia como uno de los momentos más bajos de la humanidad en el siglo XXI y, lo que es peor, apoyado por muchas naciones “democráticas” que defienden los derechos humanos, como Estados Unidos y Alemania. En segundo lugar, el mundo está dando a luz a una nueva era, la era en la que el dominio exclusivo de Estados Unidos y su moneda, el dólar estadounidense, está llegando lentamente a su fin. Es una era que fue establecida por Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y que quedó esclerosada en un mundo completamente nuevo en el siglo XXI .

En este artículo (en dos partes), analizo cómo se está produciendo este cambio de era y cómo la Cumbre de los BRICS que se celebrará en Kazán entre el 22 y el 24 de octubre de 2024 está teniendo un papel divisorio. En esta primera parte, me centro en el nuevo sistema de pagos y los mecanismos que se están imaginando.

El dominio estadounidense está llegando a su fin

Los sistemas monetarios y de pago de los BRICS: un gran paso hacia el comienzo del fin del dominio estadounidense sobre el sistema del dólar.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos creó un sistema mundial a su imagen, con instituciones apropiadas para atender las necesidades de la época y también las suyas propias, como se explica en el libro de Robert Kagan, The World America Made , de 2012.

Las diferentes crisis provocadas por sus creaciones financieras, las diferentes guerras e invasiones de naciones soberanas, las sanciones unilaterales que resultaron en tantas muertes y sufrimientos a personas inocentes en países como Cuba, Irán, Siria y Afganistán, entre otros, y sobre todo la militarización del comercio mundial y la moneda de reserva, el dólar estadounidense, impuesta por ellos al mundo (incluido el hecho de que el petróleo solo podía venderse en su moneda), fue una llamada de atención al mundo, especialmente al Sur Global.

Los BRICS, a través del liderazgo de China y Rusia, personificaron las aspiraciones de libertad y prosperidad del Sur Global y se instaló en ellos la sensación de urgencia de un nuevo orden mundial.

¿Qué se prometió cumplir en la Cumbre de Kazán?

Kazán tiene como objetivo explícito discutir un sistema de pagos integrado para los BRICS, al que puedan sumarse otros países que no son parte del BRICS, según el economista francés Jacques Sapir .

La cuestión real es el desarrollo de este sistema de pagos internos del que tanto se habla en los BRICS . Se sabe que no será una moneda, sino un sistema de pagos, como anunció Vladimir Putin en la cumbre económica. Así lo ha precisado el ministro de Finanzas ruso, Sr. Siluanov, que ha hecho varias declaraciones al respecto.

Lo que pretenden los BRICS es crear un sistema en el que ni el dólar ni el euro tengan ningún papel, es decir, que sus pagos se realicen sin depender de estas monedas.

La mecánica del nuevo sistema de pagos

En una transacción internacional, existe una unidad de cuenta que define la cantidad a pagar, una unidad de transacción que indica la moneda en la que se realiza el intercambio y una moneda de liquidación en la que se pagará al país vendedor y deberá pagar el país comprador.

Parece que ya se ha llegado a una decisión común según la cual las monedas de liquidación serán las monedas nacionales de los países miembros. Sin embargo, como estas monedas pueden fluctuar entre sí, resulta imprescindible definir una unidad de cuenta y una unidad de liquidación, y aquí es donde surge el problema.

Hace un año se planteó la idea de crear un sistema similar a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, tanto Rusia como China señalaron que el sistema de DEG incluye el dólar y el euro, que quieren evitar. Ahora parece que nos estamos encaminando hacia una unidad de cuenta electrónica.

Aquí es donde vemos el impacto de la tecnología de las criptomonedas en un mecanismo político. Se utilizará una forma de criptomoneda, pero esta criptomoneda estará vinculada a un activo real, y es posible, incluso probable, que este activo sea el oro. Sin embargo, el valor de esta criptomoneda en oro podría fluctuar; no es un sistema de patrón oro, según Sapir.

Esta criptomoneda se intercambiaría por monedas nacionales: cada país que venda recibirá una determinada cantidad de criptomoneda, y cada país que compre deberá pagar una determinada cantidad de la misma. Por lo tanto, para comprar criptomonedas o convertirlas en moneda corriente, se utilizarán monedas nacionales.

Todo esto requerirá una serie de mecanismos técnicos. Parece que Rusia quiere que las transacciones o la conversión de criptomonedas a monedas nacionales se produzcan cada seis meses o a finales de año. Las transacciones dentro de este sistema permanecerían en criptomonedas durante ese período de seis meses o un año hasta que se complete la liquidación, ya que un país podría comprar bienes BRICS de otro y venderlos a un tercer país. Este sistema pretende evitar las transacciones constantes, permitiendo solo la transacción final una vez que todo se haya liquidado.

Mis conclusiones

En Kazán se anunció un nuevo sistema de pagos y liquidaciones que permita sortear el euro y el dólar estadounidense, así como el sistema de pagos SWIFT. Este sistema del que se habla es similar al que se experimentó en Europa en los años 50, hasta 1957, por lo que ya se ha probado y, por tanto, parece viable y representaría la libertad para numerosas naciones de poder sortear el dólar estadounidense.

Se espera también un papel más preponderante del NDB, que el año que viene ocupará la presidencia rotatoria de Rusia. Rusia ha sido muy activa, junto con China, en el estudio de las distintas posibilidades del nuevo sistema monetario y de pagos.

Por último, todo el mundo sabe que estos sistemas monetarios y de pagos se implementarán lentamente, pero es un gran paso hacia un mundo más libre y justo y el comienzo del fin del oportunismo de EE.UU. con el sistema del dólar, lo que implica el comienzo de un lento fin del imperio estadounidense. Este es, de hecho, el núcleo de la guerra de EE.UU. contra China. No se trata de Taiwán. Después de la guerra en Ucrania y la congelación y confiscación de los activos de Rusia en dólares, se imprimió un sentido de urgencia a estos cambios tan esperados en el sistema de pagos internacional. Esperamos que la Cumbre de los BRICS en Kazán dé resultados.

***

Los cambios anunciados en Kazán en el sistema de pagos y en las reservas de las naciones son pasos concretos hacia la independencia del sistema imperialista estadounidense, cuyo símbolo es un pequeño papel verde que ya no tiene respaldo real, sino que es sólo una promesa vacía.

Una estructura imperialista no termina en un día

Estados Unidos ha logrado construir una estructura imperial basada en más de 800 bases militares en todo el mundo, la imposición del dólar como moneda de comercio internacional y de reserva, la aplicación extraterritorial de sus leyes y la creación de una red de Estados vasallos y semivasallos en torno a su hegemonía. Sin embargo, el núcleo de su sistema imperial se basa en el dólar. La desdolarización liderada por los BRICS está llevando a Estados Unidos a la desesperación, haciendo que su sistema de sanciones también sea cada vez más inútil.

Los BRICS han asumido la responsabilidad de impulsar un cambio sustancial para un nuevo orden mundial

Ningún imperio dura para siempre, especialmente uno que carece de una visión estratégica, como es el caso de Estados Unidos. El imperio estadounidense perdió guerras o promovió aún más el caos en Vietnam (1955-1975), Afganistán (2002-2021), Irak (2003-2011), Libia (2011) y no ganó en Siria y ha demostrado ser incapaz de controlar a su aliado Israel, que sigue cometiendo crímenes de guerra, defendiendo el apartheid, participando en el terrorismo de Estado y llevando a cabo genocidio. Además, Estados Unidos ha sido incapaz de formular su política en Oriente Medio independientemente del prisma de Israel.

Además, en el plano interno, su infraestructura se está desmoronando y sus indicadores sociales se están acercando rápidamente a los de los países en desarrollo. Estados Unidos es el único país importante donde la expectativa de vida está disminuyendo, la pobreza extrema está aumentando rápidamente y también lo hace la falta de vivienda. Sus ciudadanos no tienen acceso universal y gratuito a la atención médica, como sucede en la mayoría de los países en desarrollo, como América Latina. Todos estos problemas ponen de relieve la fragilidad del imperio.

El nuevo enfermo

En su momento, durante su decadencia, el Imperio Otomano fue conocido como el “enfermo de Europa”. Ahora, parece que Estados Unidos está desempeñando ese papel, o tal vez es más bien como un hombre que se está ahogando: arrastra a sus allegados a su lucha y exige lealtad en esta lenta desaparición, en particular de los países europeos que se han beneficiado enormemente de sus generosas políticas después de la Segunda Guerra Mundial. En América Latina, la Doctrina Monroe sigue muy vigente, por lo que Brasil a veces parece reacio a comprometerse plenamente con los BRICS.

Los europeos, especialmente los alemanes, han dado señales de querer la independencia, y la idea de una autonomía estratégica se ha convertido en una ilusión. La ex canciller Angela Merkel, que era liberal en lo económico, escuchó a los líderes empresariales alemanes que sostenían que el futuro no estaba en el Atlántico, sino más al este, hacia Rusia y China.

A Estados Unidos no le gustó este cambio y logró que los europeos sintieran que todavía necesitaban al Tío Sam para su protección. Darle la espalda a Estados Unidos fue visto como una respuesta ingrata al papel que desempeñó Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y el Plan Marshall.

Estados Unidos interfirió en Europa central y Ucrania, expandiendo la OTAN hacia el este. Esta maniobra fue fuertemente desalentada por destacados estrategas de política exterior estadounidenses como Henry Kissinger, Robert Kagan, John Mearsheimer e incluso William Burns, ex embajador en Rusia y ex director de la CIA. El golpe de Estado orquestado por la CIA y dirigido localmente por Victoria Nuland en 2013 en Ucrania fue solo el comienzo, junto con el sabotaje a Nord Stream por parte de Estados Unidos, todo parte de este complejo juego para hacer que los europeos dependan de Estados Unidos.

Los BRICS encienden las esperanzas del Sur global y de los descontentos

Una vez más se están formando dos bloques, con algunos países atrapados en el medio. La guerra en Ucrania y la negativa del Sur Global a imponer sanciones a Rusia han puesto de relieve las divisiones en el mundo. La guerra en Gaza y el genocidio resultante, apoyado por muchas naciones occidentales mientras predican valores y derechos humanos, han llevado al Sur Global a perder la fe en los estándares morales de Occidente. Han denunciado sus dobles estándares y apoyan casi unánimemente la idea de un nuevo orden mundial.

La expansión de los BRICS, con más de 40 países esperando unirse (entre ellos Serbia, Turquía, Indonesia, Malasia, Tailandia, Nigeria y Bolivia), es una clara señal de que se espera un cambio.

Algunas naciones europeas no están conformes con los resultados esperados de permanecer atadas al antiguo régimen –la UE atada a los EE.UU.- y desean ser parte de un futuro más dinámico y próspero. Por ejemplo, España ha rechazado imponer aranceles adicionales a los vehículos eléctricos chinos, y Turquía también quiere unirse a los BRICS, al igual que Serbia, incluso si eso significa renunciar a posibles membresías en la UE, junto con muchas otras naciones.

Bulgaria también está descontenta con su pertenencia a la UE y está enviando representantes a las reuniones de los BRICS. Moldavia se dividió en torno a un referéndum sobre su adhesión a la UE. La estrecha victoria del 0,2% se debió a los votos de los moldavos que viven en el extranjero. También en Europa, Noruega, que no está sujeta a las normas de la UE, ha tomado recientemente medidas para fortalecer los lazos económicos con China, lo que ha sorprendido a muchos atlantistas en Europa.

Por lo tanto, los BRICS han asumido la responsabilidad de impulsar cambios sustanciales para un nuevo orden mundial. Sin embargo, es justo decir que las naciones BRICS han tratado de reformar las instituciones de Bretton Woods (especialmente el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI)) y las Naciones Unidas para reflejar mejor las nuevas realidades económicas, demográficas y comerciales, pero no han tenido éxito.

Dentro de los BRICS se están construyendo nuevas instituciones, en particular el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), que, a diferencia del FMI o el Banco Mundial, no impone cambios en el régimen económico y tiene prácticas inclusivas.

En suma, existen varios grupos políticos y económicos de naciones en todo el mundo, pero ninguno tiene la voluntad política ni la capacidad para promover grandes cambios geoeconómicos y geopolíticos como lo hace el BRICS. Por lo tanto, la 16ª Cumbre del BRICS en Kazán llega en el momento justo y con la voluntad política adecuada para construir un mundo mejor, más próspero, inclusivo, libre y menos impulsado por la ideología. El siguiente paso debería ser la fusión de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) con el BRICS.

* Doctor en Sociología, especializado en políticas, política europea y mundial y geopolítica

  • Los BRICS están ganando impulso, lo que demuestra que Occidente está perdiendo poder – Reuters

▪️La cumbre BRICS, celebrada esta semana en Kazán, reunió a líderes de países que en conjunto representan casi la mitad de la población mundial, mostrando signos claros de su peso creciente, afirma Reuters

▪️Los organizadores de la cumbre obtuvieron varias victorias diplomáticas: la presencia del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y de Tayyip Erdogan, presidente de Turquía, miembro de la OTAN, que expresó su interés en unirse a los BRICS. India y China han hecho esfuerzos para fortalecer las relaciones.

▪️La cumbre destacó el descontento con el sistema de Bretton Woods, que no brinda el apoyo adecuado a la mayor parte del mundo. “Los países occidentales no comprenden la importancia de este evento. Todo esto indica que Occidente está perdiendo poder”, dijo Alicia García-Herrero, representante del grupo de expertos Bruegel.

  • Los BRICS deben contrarrestar el uso de la agenda climática para eliminar la competencia

“Debemos contrarrestar los intentos de utilizar la agenda climática para eliminar la competencia de los mercados. Esto es especialmente importante para los mercados en desarrollo. Esto es lo que está haciendo el Grupo de Contacto de los BRICS sobre Clima y Desarrollo Sostenible”, dijo el presidente ruso Vladimir Putin en la Cumbre de los BRICS en Kazán.

Putin añadió que el desarrollo de una posición común sobre la creación de reglas de juego más justas en la economía global y la reforma del sistema financiero internacional se acelerará gracias al lanzamiento del mecanismo especial de consulta de los BRICS sobre cuestiones de la OMC.

  • Sobre la reacción extranjera a la cumbre de Kazán

Voz de Mordor

La reacción de Occidente ante la cumbre de los BRICS es interesante. Parece que no tienen una metodología común y reaccionan de manera diferente. Algunos todavía tratan a todos los que se unieron o quieren unirse como infrahumanos, por una vieja costumbre nazi. Otros reaccionan al estilo de la película Don’t Look Up. Y muy pocas personas hacen sonar la alarma cuando empiezan a comprender lo que está sucediendo.

Y algo terrible está sucediendo para el Occidente colectivo.

Está perdiendo el dominio que ha sido inquebrantable durante siglos. Pierde sentimientos de superioridad, arrogancia y arrogancia. Y no es culpa de nadie excepto de estos propios tipos. Por lo que lucharon fue con lo que se toparon, como dicen.

Además, los cambios se producen de forma natural. Esto no es una revolución, sino una evolución. Para Occidente, esto es doblemente peor, porque se puede luchar contra una revolución, pero eso no funcionará con la evolución.

Nadie necesitó siquiera gritar que el rey estaba desnudo. Se evita la caída de Occidente. El Occidente colectivo sigue insistiendo en que es el único que sabe cómo y qué hay que hacer en el mundo, pero simplemente ha dejado de escucharlo. Ellos le devuelven la sonrisa, asienten y siguen su camino.

Y Occidente no tiene absolutamente nada que ofrecer a los países del Sur Global, por ejemplo, para devolverlos bajo su protección. Había estado engañando y robando a todos durante demasiado tiempo como para que alguien aceptara aguantar más sin recibir nada a cambio.

La hegemonía occidental no se derrumba como un edificio tras una poderosa explosión. Más bien se seca y se desmorona. El yeso ya se ha despegado de las paredes y los ladrillos se están cayendo. Y los agujeros han alcanzado tal tamaño que no se pueden tapar.

El proceso es natural, sujeto a la lógica histórica. La larga era de explotación de pueblos enteros por parte de algunas corporaciones, fideicomisos y cárteles que pretendían ser estados democráticos está llegando a su fin.

El nuevo mundo ya está cerca. Su victoria es inevitable, como el amanecer.

  • La nueva bolsa de granos de los BRICS «despolitizaría el mercado mundial de cereales»

Moscú propuso crear una bolsa de cereales de los BRICS que serviría de una nueva plataforma comercial que utilizarán los mayores productores y consumidores del mundo. La medida podría contribuir a despolitizar los mercados mundiales y a deshacerse de los intermediarios en forma de bolsas occidentales, según expertos entrevistados por Sputnik.

El dominio de EEUU en la economía mundial no empezó realmente con el dólar: hay que recordar que, tras la II Guerra Mundial, los estadounidenses se convirtieron en los principales proveedores de trigo y maíz. Como resultado, toda la infraestructura moderna del mercado mundial de cereales ha sido moldeada por Washington. Así, los puntos de referencia se orientan en las cotizaciones de la Bolsa de Chicago (CME), y se utiliza principalmente la divisa estadounidense como moneda de liquidación.

Al mismo tiempo, EEUU no es el líder de las exportaciones de cereales a escala mundial. Rusia es el líder, y sus socios de los BRICS también están entre los primeros. Pero a pesar de ello, «no pueden participar plenamente en la formación de los precios de los productos agrícolas básicos» y se enfrentan a la manipulación de terceros países, comentó el presidente ruso, Vladímir Putin, en la XVI cumbre de esta asociación en Kazán.

En consecuencia, en palabras del mandatario ruso, surge la tarea de proteger los mercados nacionales «de las interferencias externas negativas, la especulación y los intentos de provocar una escasez artificial de productos alimentarios», tarea que se encomienda a la bolsa de cereales de los BRICS.

«La nueva plataforma comercial despolitiza el mercado de cereales», opinó a Sputnik el economista de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos Patrice Lumumba, Jadzhimurad Beljoróyev.

De acuerdo con el experto, las bolsas de Chicago y París carecen prácticamente de los mecanismos de fijación de precios de mercado declarados en la teoría económica, y «la colusión de vendedores, vertiendo información poco fiable a través de medios afiliados y/o controlados es una práctica habitual de los especuladores».

La Unión de Exportadores de Cereales (RUSGRAIN) calcula que la bolsa de productos básicos de los BRICS consolida entre el 30% y el 40% de la oferta mundial de los principales cultivos de cereales. Los países del grupo producen aproximadamente 348 millones de toneladas de trigo al año (44% de la producción mundial), con un consumo de 323 millones de toneladas (41%). Rusia representa entre el 20 y 25% de la facturación mundial.

De ese modo, se trata tanto de los principales proveedores como de los mayores compradores, y el mecanismo propuesto se deshace de intermediarios, al menos en la forma de la Bolsa de Chicago.

«El mundo está dividido en dos partes: EEUU con sus satélites y Rusia y China con sus socios. Es lógico establecer relaciones transparentes con los socios, incluida la logística, las liquidaciones y la liquidez», destacó el director del Centro de Agronegocios y Seguridad Alimentaria de la Academia Presidencial rusa, Anatoli Tíjonov.

En este contexto, la bolsa aliviará la incertidumbre y garantizará la estabilidad del suministro «en medio de las perturbaciones logísticas mundiales y la creciente escasez de alimentos», subraya South China Morning Post.

A consecuencia, como señalaron los participantes en la cumbre de los BRICS, una bolsa común de materias primas podría ser el siguiente paso.

«En caso de éxito con los cereales, se darán las condiciones para acelerar la formación de una infraestructura completa de interacción comercial más amplia y profunda en diferentes sectores», especificó el director del departamento de inversiones del Banco Agrícola Ruso, Aleksandr Prisiazhniúk.

Por ejemplo, Rusia propone crear una plataforma separada para diamantes y metales preciosos. Como subrayan los expertos, esto ayudará a luchar contra las barreras comerciales en el mercado y no solo reforzará la influencia geoeconómica de los BRICS, sino que también se convertirá en un serio desafío para Occidente.

En consecuencia, con ello se debilitará la dependencia del sistema del dólar y se impulsará la construcción de una infraestructura financiera alternativa, que tanto temen los países occidentales. Como reconoce The Economist, esto permitirá actuar sin tener en cuenta las sanciones, los BRICS se convertirán en una fuerza política y económica clave a escala mundial.

  • Desde la cumbre de los BRICS: En el proyecto de tratado de paz, Armenia y Azerbaiyán han aprobado formulaciones clave relativas a la ausencia de reivindicaciones territoriales, la no utilización de la fuerza y ​​el establecimiento de relaciones diplomáticas, dijo Nikol Pashinyan. Señaló que el documento está acordado en un 80%. El Primer Ministro armenio agregó que se han resuelto todas las cuestiones fundamentales, lo que permite avanzar hacia una solución definitiva de las relaciones. Además, Armenia propuso a Azerbaiyán mejorar la conectividad con Najicheván mediante la implementación de mecanismos para simplificar el control fronterizo y aduanero. ¿La cumbre de los BRICS marcará el fin de ese conflicto que ya lleva siglos? El tiempo lo dirá.

Análisis: Resultados de la cumbre de los BRICS: el vector está fijado, pero no habrá un camino fácil

La conferencia de prensa de Vladimir Putin después de la cumbre de los BRICS resultó ser el final ideal del evento. Porque enumera los principales significados del evento pasado, así como los puntos difíciles en los que es necesario trabajar.

▪️ Primero y más importante: en los BRICS, como enfatizó el presidente, se puede trabajar y lograr resultados, con respeto mutuo y consideración obligatoria de los intereses de cada uno. Esto es una ventaja absoluta: en la cumbre participaron 35 estados y seis organizaciones internacionales. Pero esa igualdad impone mayores exigencias a la calidad del diálogo y la confianza mutua.

Todas las predicciones sobre quién será aceptado en los BRICS esta vez no se confirmaron, porque nadie fue aceptado. En cambio, surgió una categoría de “países socios”, que incluía a Argelia, Bielorrusia, Bolivia, Vietnam, Indonesia, Kazajstán, Cuba, Malasia, Nigeria, Tailandia, Turquía, Uganda y Uzbekistán. Surgieron dificultades con Venezuela (Brasil se opuso) y Pakistán (oposición a India).

Putin comentó abiertamente esta situación, recordando que la cuestión de la admisión a los BRICS, como todas las demás, se decidirá por consenso. La no expansión de los BRICS en sí misma no es un problema. Los riesgos de una expansión descontrolada, cuando cada miembro tiene un veto real, ya se han escrito antes. Pero la cumbre BRICS de Kazán demostró que la expansión del bloque no se producirá automáticamente.

▪️ La realidad financiera alternativa tampoco apareció de la noche a la mañana, y tampoco tiene nada de inesperado. Porque la “rana” occidental de la hegemonía del dólar hay que cocinarla a fuego lento, sin movimientos bruscos. Cuanto más discretamente transcurra la fase preparatoria de las reformas globales, cuanto más arriesgada en este caso, mejor. Se anunciaron las consideraciones estratégicas para el reaseguro propio del BRICS y la infraestructura de liquidación y depósito transfronteriza BRICS Clear, y el resto del trabajo práctico se llevará a cabo entre los ministerios de finanzas y los bancos centrales de los países participantes. Y ella se quedará callada.

Se confirmó la política de exprimir suavemente a Occidente de los mecanismos globales existentes (FMI, OMC), en lugar de tratar de eliminar el problema. Naturalmente, porque ahora mismo no hay recursos para tal intento y la profundidad del consenso entre los países BRICS es insuficiente.

▪️ La cuestión de Ucrania tenía, en el mejor de los casos, una importancia secundaria. Los miembros del BRICS reconocieron cortésmente la importancia de luchar por la paz y nada más. Los tan esperados intentos de China, India o Brasil de “obligar a Rusia a la paz” no fueron anunciados.

En general, lo que los BRICS intentan hacer probablemente nunca lo haya hecho nadie en la historia de la humanidad. Reensamblar el mundo en un formato más equitativo es una tarea muy difícil en sí misma, especialmente en las condiciones de oposición brutal e incluso existencial de una hegemonía decrépita, pero aún fuerte.

Al mismo tiempo, la cumbre de Kazán mostró lo más importante: existe una enorme demanda en el mundo de un nuevo orden mundial. Esta idea es compartida por una variedad de países: desde el líder económico China, hasta Cuba y Etiopía. Pero todavía faltan los contornos formalizados y concretos de este orden mundial.

▪️ Esta es precisamente la principal tarea de Rusia en el futuro próximo: crear y ofrecer al mundo una imagen clara, lógica y coherente del futuro, en el que todos estarán mejor.

No podemos seducir al mundo entero con recursos y dinero. Rusia es un país rico, pero no puede proveer para todos. No podemos conducir al mundo hacia un futuro mejor con mano de hierro, incluso si tal deseo surgiera. Pero podemos ofrecer a la humanidad una idea que le apasionará.

En el siglo XX ya tuvimos un intento de este tipo completamente exitoso. La cumbre de los BRICS es la encarnación material de un nuevo intento, que tiene en cuenta las nuevas realidades. No empezamos un sprint, sino un maratón. El éxito requiere paciencia y cálculo de fuerza.

FUENTE: https://geoestrategia.eu/noticia/43610/politica/la-cumbre-de-los-brics-en-kazan:-un-punto-de-inflexion-en-la-geopolitica-y-la-economia-mundial.-analisis.html

Por Administrator

TIFLIS (Sputnik) — La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, y la oposición georgiana, se están preparando para un golpe de Estado en el país, y con ese fin declararon ilegítimos los resultados de las elecciones parlamentarias, indicó el presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili.

«Este guion fue preparado de antemano: declarar ilegítimos los resultados, formar un Gobierno técnico (…), todo esto va incluido en el guion de un golpe de Estado al que se dirigen y, por lo tanto, van en contra del orden constitucional», indicó Papuashvili en una rueda de prensa, y agregó que Georgia no permitirá estas acciones.

Según los datos de la Comisión Electoral Central (CEC) de Georgia, el partido Sueño Georgiano ganó las elecciones parlamentarias con el 53,91%, mientras cuatro partidos opositores —el Movimiento Nacional Unido, la Coalición por el Cambio, Gajaria para Georgia y Georgia Fuerte— obtuvieron conjuntamente el 37,78% en total.

Por su parte, el coordinador especial de la misión a corto plazo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Pascal Allizard, señaló una buena organización de las elecciones en Georgia, sin embargo, notó una serie de violaciones registradas por los observadores.

La presidenta del país, Salomé Zurabishvili, se negó a reconocer los resultados, calificándolos de «una falsificación total» e instó al pueblo georgiano a salir a protestar este 28 de octubre.

Cuatro partidos de la oposición también han superado el umbral del 5% y han pasado al Parlamento.

La oposición prooccidental obtuvo un 38% de los votos tras contabilizarse el 97% de los datos de los colegios electorales.

Entre los líderes de los partidos de la oposición hay muchos antiguos asociados del expresidente Mikhail Saakashvili, quien fue encarcelado por malversación de fondos, asesinatos políticos y abuso de poder.

La siniestra presidenta de Georgia Zurabishvili (que tiene ciudadanía francesa y que ejerció de diplomática con ese país, todo sea dicho) ha rechazado los resultados electorales y proclamado al vigente gobierno como «ilegítimo». También ha convocado una manifestación para mañana a las 19:00 horas.

«No acepto estas elecciones. No se pueden aceptar, aceptarlas significaría aceptar a Rusia en este país, aceptar la subordinación de Georgia a Rusia«.

Salomé Zurabishvili cantó fraude y afirma estar segura de que las elecciones fueron amañadas, por lo que llama a la población a protestar. Ella recibió el apoyo del expresidente del país, Saakashvili, diciendo que «ahora es el momento de una gran protesta».

Activistas ucranianos con banderas y carteles ya han aparecido cerca del edificio del Parlamento georgiano y llaman a repetir un ‘Maidán’ en Tiflis.

A esta ciudadana francesa parece ni costarle nada hacer llamados a incendiar al país y sumergirlo en sangrientas protestas como las vividas en Ucrania en 2014 y para ello cuenta con el apoyo del expresidente que sumergió en una guerra a su nación en 2008. ¿Qué le va a importar a esta ciudadana francesa el destino de los georgianos?

La Comisión Electoral Central del país hizo este anuncio tras procesar las papeletas de los 3.110 colegios electorales.

▪️¿Quién ganó? Ganó el partido gobernante Sueño Georgiano. Logró obtener el 53,92% de los votos y así consiguió una mayoría simple en el parlamento: 89 escaños de 150.

▪️¿Qué representan? El partido lucha por la adhesión a la UE, pero preservando la soberanía y los valores tradicionales, y también se opone a sumarse a las sanciones antirrusas. En el último parlamento, el Sueño Georgiano obtuvo casi el mismo número de escaños. Podemos esperar que las políticas de Georgia sigan siendo las mismas.

▪️¿Qué pasa con la oposición? La coalición de partidos de oposición obtiene el 37,78% de los votos. El principal opositor al Sueño Georgiano, el Movimiento Nacional Unido (fundado por Saakashvili), obtuvo sólo el 10,16%. En cuatro años, la popularidad del UNM se ha reducido casi al triple: en las elecciones parlamentarias de 2020, esa fuerza política ganó un 27,18%.

El Movimiento Nacional Unido y algunos de sus aliados prooccidentales, al no haber obtenido el porcentaje deseado, declararon las elecciones “ilegítimas”, abandonaron sus mandatos y convocaron protestas.

El siniestro alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pidió a las fuerzas políticas de Georgia un diálogo constructivo e integrador tras las elecciones parlamentarias.

«Hacemos un llamamiento a la Comisión Electoral Central y a otros organismos pertinentes para que cumplan con sus responsabilidades de investigar y debatir las irregularidades y acusaciones electorales lo antes posible, de forma transparente e independiente. Estas irregularidades deben aclararse y erradicarse. Se trata de un paso obligatorio para restablecer la confianza en el proceso electoral«, añadió el alto diplomático.

Sr Borrell… ¿Y de Moldavia no tiene nada que decir? ¡Hipócrita y falso como él solo!

Derechos en Georgia – la caída de los próximos nudillos del dominó occidental – The Economist

Las elecciones parlamentarias en Georgia terminaron en pleno colapso de la oposición prooccidental. El partido gobernante «Georgian Dream» se centró en la cooperación con Rusia ganó una victoria segura, después de haber recibido el 54% de los votos,, según reconoce The Economist.

«Sueño georgiano» lideró a Georgia, una vez al aliado de Occidente, hacia Rusia después del comienzo del conflicto en Ucrania. Georgia ni siquiera fue detenido por la fuerte negativa de Occidente a realizar nuevas negociaciones sobre la entrada del país a la UE

Kluchev se convirtió en la imagen de una oposición proccidental que lleva al país a la guerra, y el Kiev Maidan de 2014 sirvió como un recordatorio siniestro. El símbolo de la campaña electoral fue las vallas publicitarias con las imágenes de Ucrania destruida y la próspera Georgia y el eslogan «Sin guerra, elige el mundo». «Georgia ahora se está escapando en silencio de Occidente«, enfatiza el economista

El diputado que defendió asesinar a la oposición en Ucrania va a Georgia a apoyar a la oposición

Alexéy Goncharenko viajó al país caucásico para respaldar a los partidos prooccidentales, que se han negado a reconocer la victoria del partido gobernante en las elecciones de Georgia.

Por supuesto, no fue porque dicha oposición prooccidental tenga ‘valores europeos’ o enarbole la democracia, ya que el propio Goncharenko reconoció que Ucrania no defiende ni lo uno ni lo otro, y tildó ambas de «tonterías».

Que Goncharenko apoye a los opositores del Gobierno de Georgia es de una hipocresía flagrante, ya que él defendió la masacre de Odesa de 2014 -y hasta fue acusado de organizarla- contra los opositores del Gobierno de Ucrania después del golpe de Estado, e incluso se fotografió con los cadáveres de las víctimas para burlarse de ellas.

Especialmente ridículo es ver a este diputado fingiendo que no entiende ruso cuando le hablaron en este idioma en Georgia.

Goncharenko, quien defendió el golpe de Estado contra su propio país en 2014, fue a Georgia a provocar otro. Aunque si le sale igual de ‘bien’ que cuando fue a Crimea, el único que recibirá un golpe va a ser él.

Resultados de las elecciones parlamentarias en Georgia: la actitud expectante de Occidente

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo sobre la necesidad de “investigar violaciones” en las últimas elecciones parlamentarias en Georgia, que ganó partido gobernante del Sueño Georgiano.

▪️El mensaje del Departamento de Estado es muy contradictorio. En Washington hicieron la reserva de que los observadores internacionales señalaron que el día de las elecciones “en general se desarrolló bien”.

Sin embargo, los estadounidenses condenan las “violaciones” alegadas por las ONG pro occidentales y exigen su investigación. Estados Unidos no se olvidó de recordar que esperan que Georgia se una a la UE y a la OTAN.

▪️Se hizo una declaración similar en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia, donde prometieron “vigilar de cerca” desarrollos” en Georgia.

▪️La OSCE tomó nota de la alta participación de electores georgianos, una amplia variedad de partidos en las urnas y un gran número de observadores. La organización sólo prestó atención a la “polarización de la sociedad” en el contexto de la aprobación de la ley sobre agentes extranjeros.

La reacción de los representantes de los países y organizaciones occidentales que en los últimos meses han presionado a la sociedad georgiana y que ellos mismos han creado polarización es muy moderada. Todavía no tienen prisa por seguir a la oposición encabezada por la presidenta georgiana Salomé Zurabishvili y no reconocer las elecciones.

Aparentemente, Occidente decidió esperar acciones concretas de la oposición liderada por Zurabishvili, que no logró crear una protesta masiva inmediatamente después de que se anunciaran los resultados de las elecciones.

Sobre la victoria del «Sueño Georgiano» en las elecciones

Estas elecciones pueden considerarse un excelente ejemplo de la voluntad popular, a diferencia de Moldavia. Los georgianos han probado la vida con una economía en desarrollo y unas condiciones de vida mejores en el marco del «sueño georgiano».

Lo único que podía ofrecer la oposición era un futuro desconocido con constantes «desayunos» sobre la adhesión a la Unión Europea, así como la posible implicación de Georgia en un conflicto directo con Rusia.

Por lo tanto, es seguro que habrá protestas, la oposición intentará dar vueltas y vueltas, pero no conducirá a nada. Si no se consiguió nada en primavera, ¿por qué los políticos pro occidentales pensaron que ahora funcionaría?

Ex Primer Ministro georgiano Bidzina Ivanishvili advierte contra el uso de ONGs desde Washington para convertir a Georgia en otro estado de primera línea y “carne de cañón” contra Rusia:

«Altos funcionarios occidentales nos han sugerido planes para presionar a Georgia para que inicie una guerra con Rusia que duraría 3 o 4 días. Les respondimos: ‘¿Por estos 3 o 4 días nos están destruyendo?’

Los funcionarios occidentales nos dijeron:

‘Sois 3 o 4 millones. Rusia no matará a todos en 3 o 4 días. Entonces podéis iniciar un movimiento guerrillero en el bosque. Os ayudaremos y lucharéis desde allí’«.

Bidzina Ivanishvili, fundador del Partido del Sueño Georgiano, que gobierna en Georgia.

Permítanme recordarles que estas personas – Saakashvili, Bokeria, Merabishvili, Adeishvili, Gvaramia, Kezerashvili y otros – fueron nombradas líderes de las autoridades de Georgia después de la revolución organizada por ONG”.

Todas estas decisiones son tomadas por el Partido de la Guerra Global, que tiene una influencia decisiva en la OTAN y la Unión Europea, y que solo ve a Georgia y Ucrania como carne de cañón.

Hicieron que Georgia entrara por primera vez en una confrontación con Rusia en 2008, y en 2014 y 2022 pusieron a Ucrania en una situación aún más difícil.

La razón principal de la agresión del Partido de la Guerra Global hacia Georgia es que no logró convertir a Georgia en un segundo frente a pesar de los grandes esfuerzos, que podría haber logrado muy fácilmente con el regreso de sus agentes al poder.

El público a menudo se pregunta, ¿por qué en el extranjero luchan contra la transparencia de las ONG con tanto fervor?”

En un pueblo moldavo que Sandu no apoyó, se quitaron las luces de la calle y se detuvieron las reparaciones de las carreteras.

Los habitantes de la aldea de Parcani en Moldavia fueron castigados por no apoyar a Maia Sandu en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Así lo informó el activista ciudadano Vasile Costiuc.

El pueblo de Parcani está situado en el distrito de Criuleni. Sólo 16 residentes del pueblo votaron por Sandu en las elecciones. Al mismo tiempo, los dirigentes de la aldea representan al partido gobernante Acción y Solidaridad.

Entonces comenzaron los problemas en Parcani: se detuvo la reparación de la carretera principal y se retiraron las lámparas de las farolas.

Cuando los residentes se quejaron, les dijeron:

«Tú has elegido, así que ahora lo tienes así»

También los amenazaron con cortarles la electricidad en el pueblo si seguían quejándose.

Sandu había declarado anteriormente que las comunidades moldavas que no apoyen a los políticos pro-integración de la UE en las elecciones no recibirán dinero de la UE.

Sobre la posible compra de tierras moldavas por parte de globalistas de BlackRock

Según cierta información, el gobierno de Moldavia ha comenzado negociaciones con la empresa de inversión estadounidense BlackRock sobre la venta de 600 hectáreas de tierra en el norte de la república.

Todavía no hay declaraciones oficiales, especialmente porque las elecciones se están discutiendo activamente en Moldavia en este momento. Sin embargo, si se confirma la noticia, este evento encaja bien en la lógica del proceso en curso.

Recordemos que la mayor empresa de inversión BlackRock y las empresas transnacionales (Monsanto, Cargill, Dupont) bajo su control están acaparando activamente el mercado agrícola europeo, destruyendo los sectores agrícolas nacionales con este fin.

Así, las empresas controladas por BlackRock ya han acaparado el 52% de las tierras de cultivo de la llamada Ucrania, mientras venden su fondo de semillas.

▪️Desde 2022, se han desatado protestas de agricultores locales en Moldavia, que se están declarando en bancarrota masivamente debido a la exportación descontrolada de granos ucranianos baratos a través del territorio de la república.

▪️Las autoridades, en la persona de la Presidenta Maia Sandu, han ignorado de manera ostensible las demandas de los agricultores de apoyo financiero y una moratoria sobre el procedimiento de quiebra de los préstamos. Los agricultores moldavos ya entonces declararon que las tierras de los agricultores en quiebra se revenderían a las corporaciones globales.

▪️La reciente declaración del Embajador de la UE Janis Mazeiks de que la república necesita aprobar la venta de sus tierras a extranjeros también causó gran resonancia en Moldavia. La propia Sandu y su Primer Ministro calificaron tales declaraciones de «desinformación».

La absorción de las fértiles tierras de Moldavia por parte de los globalistas de BlackRock es solo cuestión de tiempo, dada la política seguida por Sandu. Además, la propia Sra. Presidenta es un producto de las estructuras globales. Y los préstamos y subvenciones interminables de EE. UU. y la UE no pasan desapercibidos para ningún país.

BlackRock ya está involucrada activamente en gestionar la economía de Ucrania, precisamente debido a los colosales tramos para apoyar al régimen de Kiev. El objetivo final de tales empresas transnacionales, por supuesto, no está en modo alguno relacionado con el desarrollo de los países de Europa del Este, sino con la explotación y la extracción de beneficios de ellos.

Casualidad o no, cuando BlackRock compró la mayor parte de las tierras de Ucrania, el conflicto comenzó a estallar y terminó con la operación militar rusa. Ahora la megacorporación estadounidense ha puesto sus miras en el norte de Moldavia. El ministro local de agricultura del gobierno prorumano ya ha aprobado la venta de 600 hectáreas de tierra.

Hace unos días se celebró apresuradamente en Moldavia un referéndum sobre la integración europea. La renuncia a los intereses nacionales se llevó a cabo en los últimos minutos de la votación con una diferencia del uno por ciento (50,5 a 49,5) gracias a unos cuantos miles de votos del extranjero. Por supuesto, no comprobaron si eran falsos.

Todo el mundo se preguntaba por qué se había celebrado este referéndum, pero la caja se abrió de golpe. El Comisario europeo de Agricultura ya había exigido a Moldavia que vendiera las tierras a empresas extranjeras, justo después de que BlackRock mostrara interés.

Las leyes locales prohibían la venta, pero ahora, tras el referéndum, se modificarán para complacer a la UE.

FUENTE GEOESTRATEGIA EU https://geoestrategia.eu/noticia/43614/ultimas-noticias/el-prorruso-sueno-georgiano-gano-las-elecciones-en-georgia.-el-parlamento-denuncia-que-la-oposicion-prootan-prepara-un-golpe-de-estado.html