Entradas

Finalmente y luego de muchas idas y venidas, operaciones cruzadas y  filtraciones dudosas, la cumbre de los BRICS de Johannesburgo concluyó con la propuesta de ampliar con 6 miembros más este espacio de cooperación mundial conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. A partir del 1º de enero de 2024 se sumarían Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán.

Por Gabriel Merino Analista Internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Se ‘sumarían’ está potencial porque lo de Argentina está por verse. Tanto Javier Milei y Patricia Bullrich, dos de los tres principales candidatos presidenciales,  dijeron en plena campaña electoral que ‘rechazarían’ la incorporación a un club en el que más de 30 países hacen cola para entrar. Un acto más de demostración de una profunda ceguera ideológica propia de una reacción conservadora que se presenta, como en otros momentos históricos, bajo el ropaje de la ‘libertad’ para justamente coartar libertades a los individuos, a los trabajadores y a la nación en la defensa de sus intereses.

Los BRICS son un espacio o foro vinculado al Sur Global y a las potencias emergentes o re-emergentes de dimensiones continentales –salvo Sudáfrica que sumó después, en 2011. Constituye un espacio fundamental del nuevo escenario geopolítico progresivamente multipolar (con ciertos rasgos bipolares), lo cual es una de las dimensiones de la crisis de la hegemonía estadounidense. De hecho, un elemento que reúne a este espacio heterogéneo, con diferentes modelos políticos y económicos y que está lejos de ser un bloque, es el rechazo al mundo unipolar y al excluyente dominio occidental. Es ante todo un foro de cooperación económica y social, pero también un espacio político que está diciendo, especialmente después de la gran crisis económica de 2008/2009, que las reglas de juego no las pueden poner solamente el 1% del 10% de la población mundial, representada en los grupos dominantes de los países del G7 y en los centros financieros del Norte Global.

Esta convergencia es lo que explica que en la cumbre de Sudáfrica, además de la ampliación de los BRICS, se hayan planteado algunos pasos para avanzar en una arquitectura monetaria-financiera mundial alternativa (no necesariamente contrapuesta) a la del Dólar-Reserva Federal, Wall Street y Londres, que permita quebrar los mecanismo estructurales de transferencia de riqueza de la periferia al centro. Apuntan a ello el fortalecimiento y la ampliación del Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS y el otorgamiento de créditos en monedas de los países miembros, junto con los avances de los intercambios comerciales también en monedas propias. Además, se oficializó que se estudiará la conformación de una moneda de referencia de los BRICS. No es algo nuevo, sino que se plantea desde 2014, pero cada vez tiene más fuerza.

También hay que destacar que con la incorporación de los nuevos miembros, los BRICS reunirán cerca del 46% de la población mundial (suma 4% más con las seis incorporaciones) y casi el 36% del  PIB global (PPA). Además, los BRICS+ sumados representan el 40% de la producción total de gas y el 45% de la de petróleo, lo que hace temblar el petro-dólar. Por su parte, Argentina agrega un enorme potencial en términos energéticos (como también en minerales estratégicos), además de la importancia relativa que tiene en la producción mundial de alimentos, su influencia regional en alianza con Brasil y los países del MERCOSUR, y por tener una economía de ingresos medios cuyo PIB ocupa el puesto 24º en términos nominales y el 29º a paridad de poder adquisitivo.

Hay un conjunto de preguntas que resultan clave en el abordaje del escenario político y económico mundial actual ¿Por qué a partir de la Pandemia y de la gran escalada que se produjo en el conflicto en Ucrania, hay un enorme listado de alrededor de 30 países con intenciones de integrarse al BRICS? ¿Por qué un espacio multilateral de los poderes emergentes que desafían (más allá de sus intenciones) el viejo ordenamiento mundial bajo dominio de Estados Unidos y del Occidente geopolítico acaba de sumar a 6 países?¿Por qué es importante el ingreso de Argentina y qué elementos contribuyen a eso?

Resulta evidente que esto indica un fortalecimiento de los actores/fuerzas que se encontraban subordinados en el sistema mundial y en su ordenamiento geopolítico. Los BRICS expresan esta insubordinación de la semiperiferia (los también llamados países de ingresos medios) frente al viejo centro o núcleo orgánico del capitalismo mundial que dominan la tecnología avanzada, el comercio mundial y las finanzas, reforzado por su poder militar. En términos políticos, representa un avance relativo de las potencias regionales y medias que se traduce en una vertiginosa redistribución del poder mundial. Ello se aceleró con la Pandemia (también con la escalada en la guerra mundial híbrida a partir de la guerra en Ucrania), que actuó como catalizador acelerando las tendencias fundamentales de la transición de poder mundial, como el ascenso relativo de los poderes emergentes.

Intercambio comercial y nueva realidad económica

Argentina y la región, necesariamente, forman parte de ese proceso socio histórico de cambio estructural, donde la región de Asia del Pacífico y el Índico, encabezada por China, es el gran motor de la economía mundial, y es prácticamente el único que realmente funciona. El comercio exterior argentino refleja año a año esta transformación de lo que Robert Cox llama la estructura histórica del orden mundial: una configuración particular de fuerzas que incluyen ideas, instituciones y capacidades materiales.

Un dato central en esta última dimensión es que el intercambio comercial de Argentina con Estados Unidos y la Unión Europea suma 23% y llega a poco más del 25% si se toma también Canadá y México (USMCA). En comparación, el intercambio comercial con Brasil, China e India, tres socios clave del BRICS, representa el 36% del total; y si consideramos el conjunto del MERCOSUR y la ASEAN (Asociación de Naciones de Asia sudoriental), en donde se encuentran otros importantes postulantes al BRICS, la suma llega al 46,5%.

En otras palabras, el mundo emergente ya es parte central de la realidad económica de Argentina, lo cual se refleja en muchas otras dimensiones, como en los 17 grandes proyectos de inversión de China en el país acordados o re-acordados en las últimas reuniones, o también en la utilización de yuanes para hacer frente a una situación extrema de restricción externa por la sequía y pagos bajos presión al FMI, en el cual Beijing terminó convirtiéndose temporalmente en prestamista de última instancia.

La tendencia es a que sea cada vez más importante e intentar frenar eso –como proponen los Milei y los Bullrich o como se ha hecho en buena medida desde hace casi 10 años– sólo trae como resultado un mayor estancamiento y periferialización nacional. En lugar de haber continuado y profundizado el salto cualitativo de cara al mundo emergente a partir de 2014, de la mano del fortalecimiento de la autonomía nacional y regional, Argentina y la región entró a partir de esos años en un pantano del que no logra salir.

Los números importan en tanto nos permiten representarnos la realidades que nos circundan, dimensionar magnitudes y trazar mapas mentales. En una nota de hace unos meses atrás sobre el tema, titulada Del G7 a los BRICS: sobre el cambio estructural en el mapa del poder mundial, señalé que en 1982 los países del G7 (Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Japón) representaban el 50% de la economía mundial medida a paridad de poder adquisitivo (PPA) —que nos permite medir el nivel de vida real de las personas y la producción real de bienes y servicios— o reunían el 70% del PIB mundial en términos nominales —que es lo que le interesa al capital. En otras palabras, el dominio económico del Norte Global representado en esos siete países era contundente hace 40 años. Además, sus grandes empresas, sus redes financieras y tecnologías controlaban el conjunto de economía-mundo; y en términos ideológicos dichos países eran las sociedades a emular y portaban la geocultura dominante, que había subsumido a las grandes culturas universales.  La ya desaparecida URSS o la propia China aparecían como gigantes en otras dimensiones —en términos militares,  territoriales o demográficos. Por su poder, tenían un lugar en la mesa de las grandes potencias, pero no representaba un desafío sistémico.

Los países que hoy conforman los BRICS en 1982 representaban apenas el 10% de la economía mundial a precios de poder adquisitivo y mucho menos si la medición la hacemos en términos nominales. Sin embargo, sólo cuatro décadas después –un instante en términos históricos– los BRICS superaron a los países del G7 en el PBI (PPA) mundial, 32% a 31% respectivamente. Claro que ahí el que pesa sobre todo es China, pero India aparece en el tercer puesto (luego de EE.UU.), Rusia en el quinto y Brasil en el octavo. Por otro lado, si bien la brecha todavía es importante en términos del PIB nominal a favor del G7, 44% a 27% respectivamente, esta se va achicando de forma acelerada.

En otras palabras, hay una enorme transformación geoeconómica del sistema mundial que forma parte de una tendencia secular que se profundiza año a año y va necesariamente de la mano con la redistribución del poder mundial. De hecho, según el FMI, entre China (aun con sus ‘problemas’ económicos a la salida de la pandemia) e India explicarán este año ¡la mitad! del crecimiento global35% y 15% respectivamenteen tanto Europa 7,1% y el conjunto del continente americano que incluye a EEUU 13,7%. Hoy son los motores que verdaderamente andan.

La nueva realidad geopolítica mundial

Durante la Cumbre de los BRICS de 2014 en Fortaleza, Brasil, ya comenzaba a hablarse de BRICSA, por la posible incorporación de Argentina. El país bajo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estaba bajo la embestida de los Fondos Buitres, lo que obligó a una especie de default declarado por la propia justicia estadounidense. Ello iba de la mano de fuertes presiones del Occidente geopolítico y del poder financiero global en la región. La caída de los precios de las materias primas, la aparición de la Alianza del Pacífico que fracturó UNASUR y el desarrollo de importantes tensiones al interior de las propias fuerzas nacionales populares por el rumbo a seguir, marcaban un escenario de debilidad.

En ese contexto, Argentina acordó una Asociación Estratégica Integral con China, junto a un swap en yuanes de 11.000 millones de dólares y varios proyectos de infraestructura. Además, participó junto a los demás países de UNASUR, de la cumbre mencionada, en la que se crearon dos organismos financieros internacionales. Un Nuevo Banco de Desarrollo con un capital inicial de 100.000 millones de dólares (que en un símbolo de reparación histórica hoy preside Dilma Rousseff, anfitriona de dicha cumbre de 2014 y luego desplazada por un golpe). Y un fondo mediante un Acuerdo de Reservas de Contingencia (símil FMI) con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, para hacer frente a problemas de balanza de pagos, corridas, etc. Claramente estaba surgiendo al calor de un nuevo momento geopolítico mundial —que coincide con el inicio de la guerra en Ucrania en abril de 2014— una incipiente nueva arquitectura financiera mundial de los países emergentes, paralela a la arquitectura creada luego de la Segunda Guerra Mundial, y dominada por Estados Unidos y el Occidente geopolítico.

Si bien la idea de la incorporación de Argentina a los BRICS en ese entonces era menos real de lo que llegó a decirse —incluso por la propia oposición de la cancillería brasileña al respecto que, en buena medida, ahora también se oponía pero fue contrarrestada por la enorme voluntad y trabajo de  Lula—, lo cierto es que forma parte de un proceso lógico. La posibilidad de construir un polo de poder en el sur del continente Americano, desde el cual participar con voz propia en un escenario relativamente multipolar y de creciente regionalización, implica a la vez converger con el mundo emergente ya que ello supone la construcción de otro ordenamiento mundial. Es decir, lo que atrae de los BRICS a las fuerzas político sociales del Sur Global es la necesidad de redistribuir el poder y la riqueza mundial y democratizar el sistema en términos reales.

Las reglas de juego fueron escritas por Occidente cuando se encontraba en la cúspide de su poder mundial, luego de conquistar el 84% del territorio del planeta —dominio que continuó bajo un formato neocolonial luego de 1945. Pero hoy en día eso ya no es así, los grandes espacios continentales y las grandes culturas otrora subordinadas ahora quieren discutir un nuevo ordenamiento y participar en la redacción de las reglas de juego. A partir de allí, incluso sin quererlo, impulsan un cambio sistémico.

Tampoco se debe olvidar que también existen las contratendencias, lo cual se expresa como lucha político estratégica mundial y en los patios traseros en particular. Ello atraviesa cada territorio y se expresa de forma molecular. En América del Sur las batalla por intentar avanzar en función de los intereses nacionales adquiere una relevancia central. Es lo que se juega en las actuales elecciones en Argentina, aunque esa es solo una de las dimensiones en que se produce la disputa. No debemos olvidar que, al igual que algunos personajes porteños, Bolsonaro asumió como soldado clave de la cruzada Occidental contra la amenaza comunista china y su vicepresidente terminó declarando su “matrimonio inevitable” con Beijing. Por esas vueltas que da la vida, “o mito” volvió al final de su mandato a los BRICS con el caballo cansado. Derecha desembozada y extrañamente anti-mercado tomar nota.

Tampoco es tan sencillo que funcionen las estrategias que intentan promover contratendencias. Mientras en Washington y en el Occidente geopolítico calcularon que el Covid-19 iba a hacer colapsar China, comparándolo con lo que fue el desastre de “Chernóbil” para la URSS o analizan que una guerra en Ucrania iba a “desequilibrar y sobre extender” a Rusia, con la posibilidad de que colapse el “régimen de Putin”, la realidad señala otro rumbo. Por eso el centenario y lúcido cuadro imperial Henry Kissinger advierte sobre la nueva situación, muy distinta al de la Guerra Fría bajo la etapa de Hegemonía estadounidense, e insiste en la necesidad de aceptar las nuevas condiciones en el mapa del poder para desde allí elaborar una estrategia eficaz. A los Estados Unidos y a las élites occidentales les cuesta aceptar esta nueva realidad, pero no hacerlo podría ser catastrófico en palabras de Kissinger. Imaginen lo que habrá pensado cuando, luego de ver a Irán y Arabia Saudita retomar los vínculos diplomáticos y establecer acuerdos bajo el auspicio de China, ahora vio al gran aliado saudí junto con su otrora enemigo regional, entrar juntos  a los BRICS.

Publicado en Avion Negro:

En este articulo Escobar describe el imponente y fantástico desarrollo de la conectividad euroasiática que está en la base de su integración. Corredores multimodales que incluyen carreteras, ferrocarriles, puertos y barcos. Por un lado, los diferentes corredores de este a oeste de la Iniciativa de la Ruta de China y otro el corredor de transporte internacional norte sur- INSTS- impulsado por Rusia para conectarse con Iran y la India. Los corredores este-oeste y norte sur en un punto se superponen y potencian. Este desarrollo desespera y pone histérico y frenetico al occidente colectivo que tratara de impedir esta conectividad. Para ello vienen utilizando las «guerras hibridas» , una herramienta que sirve no solo para cambios de regimen, sino tambien para interrumpir la «conectividad» entre naciones En estos momentos podra  obstaculizarla y retardarla en algunos casos, pero no impedirla. A. Mitre (Dossier Geopolitico)

LA HISTORIA INTERNA DE LA CONECTIVIDAD RUSIA-IRAN-INDIA

El G7 está estupefacto por el progreso dinámico del orden multipolar encarnado por el INSTC liderado por Rusia y el BRI liderado por China, con el puerto estratégico de Chabahar en Irán ahora listo para desempeñar un papel transformador.

Pepe Escobar 24 de mayo  The Cradle

No se equivoque acerca de lo que trata el Comunicado de Hiroshima del G7.El escenario: una ciudad en la neocolonia japonesa bombardeada hace 78 años por Estados Unidos, por lo que no puso excusas. El mensaje: el G7, en realidad el G9 (aumentado por dos eurócratas no elegidos) declara la guerra, híbrida y de otro tipo, contra BRICS+, que tiene 25 naciones en su lista de espera y contando. El objetivo estratégico clave del G7 es la derrota de Rusia, seguida de la subyugación de China. Para el G7/G9, estos poderes reales son las principales “amenazas globales” a la “libertad y la democracia”. El corolario es que el Sur Global debe seguir la línea, o lo contrario. Llámalo un remix de principios de la década de 2000 «o estás con nosotros o contra nosotros». Mientras tanto, en el mundo real, el de las economías productivas, los perros de la guerra ladran mientras las caravanas de la Nueva Ruta de la Seda siguen marchando. Las Nuevas Rutas de la Seda clave de la multipolaridad emergente son la ambiciosa y multimillonaria Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)de China y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) Rusia-Irán-India. Han evolucionado en paralelo y, a veces, pueden superponerse. Lo que está claro es que el G7/G9 irá hasta los confines de la tierra para socavarlo.

Todo sobre Chabahar

El reciente acuerdo de $ 1.6 mil millones entre Irán y Rusia para construir el ferrocarril Rasht-Astara de 162 km de largo es un cambio de juego de INSTC. El Ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano de Irán, Mehrdad Bazpash, y el Ministro de Transporte de Rusia, Vialy Saveliev, firmaron el acuerdo en Teherán, frente al presidente iraní, Ebrahim Raisi, y con el presidente ruso, Vladimir Putin, asistiendo a una videoconferencia.Llámelo el matrimonio de la “mirada hacia el este” de Irán con el “giro hacia el este” de Rusia. Ambas son ahora políticas oficiales.Rasht está cerca del Mar Caspio. Astara está en la frontera con Azerbaiyán. Conectarlos será parte de un acuerdo entre Rusia, Irán y Azerbaiyán sobre transporte ferroviario y de carga, consolidando el INSTC como un corredor de conectividad clave entre el sur de Asia y el norte de Europa.El INSTC multimodal avanza a través de tres rutas principales: la ruta occidental une Rusia-Azerbaiyán-Irán-India; la ruta del Medio o Transcaspio une Rusia-Irán-India; y el del Este une Rusia-Asia Central-Irán-India.La ruta oriental presenta el puerto inmensamente estratégico de Chabahar en el sureste de Irán, en la volátil provincia de Sistan-Balochistan. Ese es el único puerto iraní con acceso directo al Océano Índico.En 2016, Irán, India y Afganistán aún bajo ocupación estadounidense firmaron un acuerdo tripartito en el que Chabahar escapó milagrosamente a las sanciones unilaterales de “máxima presión” de Estados Unidos. Ese fue un trampolín que configuró a Chabahar como la puerta de entrada privilegiada para que los productos indios ingresaran a Afganistán y luego, más adelante, hacia Asia Central.Rusia, Irán e India firmaron un acuerdo formal de INSTC en mayo de 2022, que detalla una red multimodal (barco, ferrocarril, carretera) que avanza a través de los tres ejes mencionados anteriormente: occidental, medio o transcaspiano y oriental. El puerto ruso de Astrakhan, en el Mar Caspio, es crucial en los tres.La ruta oriental conecta el este y el centro de Rusia, a través de Kazajstán y Turkmenistán, con la parte sur de Irán, así como con India y las tierras árabes en el extremo sur del Golfo Pérsico. Docenas de trenes ya están recorriendo la ruta terrestre de Rusia a India a través de Turkmenistán e Irán.El problema es que en los últimos años, Nueva Delhi, por varias razones complejas, parecía estar dormida al volante. Y eso llevó a Teherán a interesarse mucho más en la participación de Rusia y China para desarrollar dos puertos estratégicos en la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar: Shahid Beheshti y Shahid Zalantari.

China hace su movimiento

Chabahar es un hueso duro de roer. Irán ha invertido mucho para convertirlo en un centro de tránsito regional ineludible. India, en tesis, consideró desde el principio a Chabahar como un elemento clave de su estrategia de «Collar de diamantes», contrarrestando el «Collar de perlas» chino, que son puertos conectados por la BRI a través del Océano Índico.

.

Chabahar también desempeña el papel de contrapunto al Puerto Gwadar de Pakistán en el Mar Arábigo, la joya de la corona del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).Desde el punto de vista de Teherán, lo que se necesita, rápido, es completar su red ferroviaria oriental, 628 km de vías desde Chabahar a Zahedan. En términos óptimos, podría estar terminado en marzo de 2024 como parte del eje ferroviario Mashhad-Sharkhs que conecta el sureste de Irán con el noreste en la frontera con Turkmenistán.Por el momento, la carga de INSTC viaja al sur de Asia desde el puerto Bandar Abbas de Irán en el Estrecho de Ormuz, a 680 km de distancia de Chabahar. Entonces, para todos los propósitos prácticos, Chabahar hará que el tránsito desde India a Afganistán, Asia Central y el sur de Rusia sea más corto, más barato y más rápido.Pero una vez más, las cosas se estancaron porque India no llegó a los arreglos financieros esperados. Eso terminó generando algunas dudas en Teherán, especialmente al observar las enormes inversiones chinas en Gwadar.Por lo tanto, no es de extrañar que Irán se haya movido decisivamente para atraer a China como un inversor importante, que se ha convertido en parte de su asociación estratégica cada vez más extensa. Entonces, podemos terminar con Chabahar también convirtiéndose en parte del BRI de China, además de su papel protagónico en el INSTC.Rusia, por su parte, ahora se enfrenta al estancamiento de Ucrania, la implacable histeria de las sanciones occidentales y las serias restricciones comerciales con Europa del Este. Todo eso mientras Moscú expande constantemente su comercio con Nueva Delhi.Así que no es de extrañar que Moscú ahora esté mucho más atento al INSTC. En diciembre pasado, se cerró un acuerdo clave entre Russian Railways y las empresas nacionales en Kazajstán, Turkmenistán e Irán, y los rusos obtuvieron un descuento del 20 por ciento para los contenedores de importación y exportación que pasan por la frontera entre Rusia y Kazajstán.Lo más importante para Rusia es que Chabahar operando a toda velocidad reduce el costo de transportar mercancías desde la India en un 20 por ciento. Los iraníes entendieron completamente el juego y comenzaron a promover fuertemente la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar para atraer inversiones rusas. Y eso culminó con el acuerdo Rasht-Astara.

El spoiler Zangazur

El BRI de China, por su parte, juega un juego paralelo. Beijing está invirtiendo fuertemente en la ruta de tránsito Este-Oeste, también conocida como el Corredor Medio. Este corredor BRI se extiende desde Xinjiang hasta Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, y luego cruza el Caspio hasta Azerbaiyán, Georgia, Turkiye y más allá hasta Europa del Este: un total de 7.000 km, con un viaje de un máximo de 15 días.El énfasis de BRI es apostar por múltiples corredores de este a oeste para luchar contra posibles nuevas interrupciones dictadas por Occidente en las cadenas de suministro. El tránsito entre China y Asia Central hacia Europa sin pasar por Rusia e Irán es una de las principales apuestas. El corredor BRI a través de Rusia, debido a la guerra de poder de la OTAN en Ucrania, está en suspenso por el momento. Y los chinos están probando todas las opciones para eludir la Ruta Marítima de la Seda a través de Malaca.Turkiye, con la seria posibilidad de que su presidente Recep Tayyip sea reelegido este fin de semana, también ha hecho su jugada.La vía férrea Baku-Tblisi-Kars, inaugurada en 2018, fue un pilar clave en el masterplan de Ankara para configurarse como hub ineludible de carga de contenedores entre China y Europa.Paralelamente, China invirtió en la construcción de un ferrocarril de Kars a Edirne en el lado europeo del Bósforo, mientras que Turkiye optó por una mejora de 3800 millones de dólares en el puerto de Mersin y 1200 millones de dólares en el puerto de Izmir. Para 2034, Beijing espera que este corredor sea el pilar central de lo que describe como la Ruta de la Seda de Hierro.Una llave inglesa certificada en las obras del INSTC es la competencia del llamado Corredor Zangezur, desde Azerbaiyán hasta Turkiye a través de Armenia; este corredor es en realidad privilegiado por la UE y la oligarquía británica y salió a la luz durante el armisticio de 2020 en Nagorno-Karabaj

.Map of Azerbaijan-Armenia conflict zones (Photo Credit: The Cradle)

El London Bak se identifico como un socio privilegiado y esta dispuesto a dictar los terminos a Everan: aceptar una
especie de tratado de paz lo antes posible y renunciar a cualquier plan sobre Karabaj.
El corredor de Zangezur seria el primer juego geopolitico y geoeconomico de occcidental que conectaria los centros logisticos de
Transcaucasia y Asia Central ¿ Qué pasa si Armenia se tira debajo del autobus? Armenia es miembro de la Union Economica de
 Eurasia(UEEA) liderada por Rusia, que occidente colectivo se muere por socavar.


Abrochensen los cintutones de un Nuevo Gran Juego geoeconomico centrado en el INTSC que esta a punto de comenzar.

FUENTE: THE CRADLE LINK: https://thecradle.co/article-view/25155/the-inside-story-of-russia-iran-india-connectivity

“¡CUANDO LAS PERIFERIAS MARCAN LOS CAMBIOS Y LOS NUEVOS RUMBOS!”…En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, y cerrando el año 2022 tiempo de balances y proyecciones 2023, el Director de Dossier Geopolitico DG, utilizando está tribuna radial que nos permitio instalar no solo la palabra Geopolitica sino sus conceptos y reglas de estudio cuando estaba “prohibida”, por el “fin de la historia” neoliberal. Este último programa del año 2022 no podía cerrarlo sin un agradecimiento al Conductor del Club de la Pluma el periodista Norberto Gancia y su colaboradora la Profesora Gabriela Fernandez.

AUDIO

En este programa analizamos que a pesar que nuestra región latinoamericana geográficamente y culturalmente está encorsetada en el llamado mundo occidental por siglos de eurocentrismo cultural y desde hace un siglo por la influencia del mundo anglosajón especialmente. Pero nuestra situación real de países: “periféricos ,»dependientes y subdesarrollados” y con nuestro modelo cultural propio surgido del mestizaje que nos posicionó como “distintos y distantes”. Lo que conformó en nuestros pueblos una postura latinoamericanista: Antimimperialista, Continentalista y parte del Sur Global. Que la historia hoy nos pone de nuevo en la encrucijada de “Poder Ser”. Para participar del nuevo esquema global de la Multipolaridad con contacto con Culturas e Identidades antiguas que hoy resurgen y por ello debemos darnos una Geopolitica regional Propia.

El año 2022 es un tiempo de cambios y desacoples históricos que son la continuación de los desacople y aceleración de los tiempos de cambio que se vienen acelerando desde el 2020 año de la Pandemia Civid19 “El Año que cambió Todo”:

  • Guerras Proxis Ucrania-Asia Central-Cáucaso-África
  • Nuevos Organismos reforzados: Organización de Cooperación de ShangaiUnión Económica EuroasiáticaCambios de alianzas y sociedades que parecían monolíticas: Turquía, Egipto, Petromonarquías (encabezadas por Arabia Saudita), el resurgir de la República de la India, el fortalecimiento del ASEAN y gigantesco proyectos geopolitico como el Cinturón y la Ruta de la Seda que ofrece China a los Países que quieran participar, fundamental el crecimiento y fortalecimiento de los BRICS+, la OPEP+, y todos los nuevos modelos económicos financieros que ponen en crac a la hegemonía del dólar y las monedas europeas.
  • Envejecimiento de estructuras anquilosadas surgidas como consecuencia de la imagen de 1945 de los vencedores de la II Guerra Mundial: ONU-BM-FMI El Dólar única moneda de intercambio internacional. Todas hoy en crisis
  • Ello nos debe hacer entender que nuestra región latinoamericana al sur del Río Bravo desde el subcontinente Norteamericano, pasando por Centroamérica y Suramerica se están desarrollando grandes conflictos y el interactuar de todas las potencias que se dirimen o mantener la actual situación internacional (un hegemonismo cada dia mas debil) o los que quieren implementar un modelo Multipolar. Por ello vemos que a nuestras tradicionales dificultades de gobernabilidad se le suman operaciones exteriores usando las Guerras híbridas (Golpes de estado tradicionales, Lawfare, sanciones económicas y tecnológicas y el resurgimiento tardío de el viejo neo-conservadurismo ahora amparándose en las doctrinas economicistas del Neoliberalismo. Todo con el objetivo de seguir teniendo atado y bien atado la región a los intereses del Hegemón cuestionado por el Sur Global.

Por ello como conclusión para este programa el último del año podemos decir con total certeza Que estamos viviendo y siendo testigos no neutrales de gigantescos cambios históricos sistémicos de gran velocidad donde las : Periferias subordinadas a sangre y fuego recuperan su centralidad histórica y allí tenemos un “espacio” (término geopolitico fundamental) y tiempo para desarrollarnos con nuestros valores e historia los Pueblos Latinoamericanos, nada será fácil pero es tiempo de empezar a recorrer las nuevas rutas.

Buen Domingo y Buen año 2023

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

…El Factor Sarajevo…En nuestra columna semanal de Geopolítica, que se difunde desde hace 16 años en la Radio del Club de La Pluma, el Director de Dossier Geopolitico DG, analiza está semana varios evento que ocurrieron y la gravedad de llevar al mundo al borde del Armagedón y los resultados y los efectos de la Reunión del G20 en Bali y una Cumbre climática con mas pena que gloria.

La semana que vivimos peligrosamente el Sr. instalado en Kiev y que funge de Presidente de Ucrania Volodymyr Zelenski que actúa cada dia mas peligrosamente aún para los propios sostenedores que no son otros que EEUU y Europa intentó hacer un “casus bellis” , reeditando el caso del Asesinato del Principe heredero a la Corona Austro Hungaro en la Ciudad de Sarajevo en 1914 –crimen de Estado donde muere el Principe Franz Ferdinand y a su esposa Sophie, y que fue el elemento disparador para que todas las Potencias y Paises Europeos en principio, se enfrascaran en la Tragica “I Guerra Mundial”-.

Este Factor Sarajevo estuvo a punto de reeditarse está vez por las actitudes de varios países de Europa del Este (Polonia y Ucrania) principalmente, para introducirnos está vez a una Guerra Mundial de dimensiones apocalípticas… Como es sabido el martes pasado dos misiles de tipo S300 (misiles antiaéreos de la era soviética de los que dispone Ucrania) cayeron dentro de Polonia y causaron la muerte de dos civiles inmediatamente Zelenski con gran uso de los medios de comunicación masivos occidentales acusó a Rusia de ser el agresor a un País de la OTAN y solicitó la inmediata intervención (recordemos que este Sr. ya había solicitado a las potencias atómicas occidentales que realizaran un ataque “nuclear preventivo sobre Rusia», por su parte el mandatario polaco Andrzej Duda en las primeras 24 hs. del incidente solicitó una urgente reunión del Consejo de Seguridad y Defensa Polaco y que invocar los art. 4 y 5 que prevén una respuesta en masa de la Alianza en defensa de uno de sus miembros agredido. Todo esto ocurrió mientras en Bali se desarrollaba la Reunión del G20. Allí rápidamente fue informado Joe Biden del incidente y “sus” servicios de inteligencia le informaron que primero no había ningún dato que corrobora del supuesto ataque Ruso a Polonia y segundo que existía una alta posibilidad de que fueran misiles ucranianos los causantes de los daños y muertes de civiles en Polonia. 

Ahora bien, es importante destacar que una de las medidas que desescalo el intento de llevar adelante el “factor Sarajevo” fue justamente la reunion el dia lunes anterior: de William Burns, de la CIA, y Serguéi Naryshkin, Jefes de los servicios secretos rusos y norteamericanos, que se reunieron en Ankara (Turquía), en el primer encuentro cara a cara y de alto nivel entre los dos países desde el inicio de la invasión rusa a Ucrania. Y que permitio con rapidos intercambios de informacion anular el “vil” intento de Ucranianos y Polacos de llevarnos de las narices al holocausto nuclear con su malefico juego del “factor Sarajevo S XXI”. Hoy ya se sabe que los misiles SI eran UCRANIANOS y que Polonia recien 48 hs después lo reconoció públicamente y que Zelenski recién 72hs a regañadientes y por presiones fortísimas de Jake Sullivan y por el presidente de EEUU Joe Biden ni siquiera le atendio el telefono rectificó sus gravísimos dichos…Por ello decimos que con este intento de Factor Sarajevo fue la semana en que peligrosamente vivimos al borde de un holocoausto de toda la raza humana

GEOPOLITICA Y GEOECONOMÍA 

El otro gran tema que ocupó la semana y que va a tener grandes efectos cercanos y con grandes cambios geopoliticos y geoeconómicos fue la reunión del G20 en Bali (Indonesia). Donde descolló la presencia de un Presidente de China Xi Jinping totalmente fortalecido política y estratégicamente en este Foro y Formato del que ya mucho lo consideran que próximamente perderá importancia (como lo es hoy el G7) por el Formato BRICS+.

En este encuentro Xi Jinping tuvo un cara a cara con Joe Biden donde se plantearon las “líneas rojas” Chinas. Y donde se empiezan a ver que el Sur Global empieza a ser cada dia mas fuerte y presente. China=ASEAN por ejemplo; o la reunión de Erdogan (Turquía) con Biden (USA) donde se destaca que el socio que tenia USA en Asia Sudoccidental cada dia es menos maleables a los dictados de Washington y actua con mas libertad y geopoliticas propias y no como de la OTAN a pesar de ser parte de esa estructura. Está reunion bien mostro ademas que el gran ausente estaba mas presente que nunca nos referimos a Vladimir Putin y también demostró que el Sur Global no acompaña automáticamente ni ciegamente las decisiones unilaterales que asume Occidente pues ya el multipolarismo se ha impuesto a la hegemonía de USA y el G7

Pof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico DG

«El Factor Sarajevo…que desencadeno la I Guerra Mundial»
Erdogan Biden Bali via REUTERS
Presidente Chino Xi Jinping y de Estados Unidos Joe Biden en Bali G20 2022