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Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma, resume su reciente exposición en la Confederación General del Trabajo de Córdoba (Argentina), en el marco del Ateneo Justicialista, con la que abordó LA ACTUALIDAD INTERNACIONAL Y SU REFLEJO EN SUDAMÉRICA, DESDE LA VISIÓN HISTÓRICA DEL JUSTICIALISMO, haciendo hincapié en los ejes de la política exterior de la Argentina Peronista, en contraposición a las doctrinas bélicas y expansionistas anglosajonas de los últimos 125 años. Y en ese duelo entre antípodas, colocó por un lado a valores humanistas como el de la “Tercera Posición. Patria Grande. Países No Alineados, Principio de No Ingerencia. Respeto a la Soberanía. Libertad de Los Pueblos. Sindicalismo Integrador, etc.” En contra cara a EEUU y a su Caos Organizado que promueve guerras de todo tipo (Ya sea clásica, invasiva, fragmentada, terrorista, proxy, híbrida, revolución de colores, golpista, financiera, económica, religiosa, de corrupción y chantaje, cultural y de propaganda, etc.). O la imposición y derribo de gobiernos. El control y apropiación de recursos y alimentos. Bloqueos y ocupaciones territoriales. Sanciones económicas. Dominio de mares. Proliferación de bases militares, etc.

También abordó la extensa base doctrinal y estratégica del Imperio, dictada y actualizada por pensadores de varias épocas, para la colonización y el dominio del mundo, además de la teología política y religiosa del ”Destino Manifiesto” que se auto percibe como el nuevo Israel y nación designada por Dios para conducir los destinos de la humanidad contra todos “LOS ACTORES MALIGNOS”, a quienes retrata como sus enemigos. Además -Pereyra Mele- sobre esa guerra terrenal y mística, señaló todos los tipos de frentes de lucha en los que el imperio libra su gran batalla por el destino y contra “los malos”. Y que junto a la «Doctrina Monroe» conforman un corpus base de su espíritu imperialista desde los tiempos de los «padres» fundadores calvinistas de los EEUU.

Y en ese contexto del dominio imperial, centró su conferencia en el conflicto de Venezuela, apelando a que se deje de lado la gigantesca parafernalia de desprestigio contra su gobierno y que no se alimente la vacua discusión sobre las actas electorales, en tanto que desgranó las reales intenciones de Norteamérica en este asunto, lo críticamente importante que es el país caribeño para su estrategia del control del continente, el verdadero peso geopolítico de Caracas en el nuevo contexto de la multipolaridad, el apoyo que tiene de los BRICS+, de Rusia y de China, el terrible futuro para todo el subcontinente si logran desestabilizarla y los profundos intereses económicos que rodean este enfrentamiento trascendental, mucho más allá de lo ya conocido sobre sus riquezas petrolíferas.

Su conferencia en el histórico edificio de la CGT Córdoba, y resumida en este audio, por su calidad, contenido e importancia, fue un justo homenaje a la dimensión humanista y universal de aquella política peronista sobre las relaciones internacionales de Argentina, tan inteligentemente orientada hacia la integración sudamericana. Dejando entre los asistentes un sabor agridulce por el contraste entre los terribles despropósitos del gobierno incapaz y antipatriota de Milei, y la certeza de su validez, vigencia y necesidad, especialmente en éste momento crucial para la humanidad.

Eduardo Bonugli. Madrid, (01/09/24)

El Director de Dossier Geopolitico disertando en el Taller de Politica Internacional en la CGT Casa Historica de Cordoba
Lic. Carlos A. Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

En su columna del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda el tema de LA ANTÁRTIDA: UN OBJETIVO EN RIESGO PARA ARGENTINA al peligrar sus derechos soberanos sobre el continente helado, dada la pretensión de EEUU y sus aliados de controlar hegemónicamente los mares australes, las riquezas de la zona y su posición estratégica, como parte de su agenda de Guerra Híbrida Fragmentada, en medio de los cambios tectónicos en todos los ámbitos del planeta, ante la gran batalla global por el nuevo poder internacional, que enfrenta al imperio anglosajón en evidente declive, contra las nuevas potencias en ascenso de los BRICS.

AUDIO:

Un conflicto mundial que sacude a dos objetivos geopolíticos de Argentina, ya sea el de la unión continental sudamericana y como “país bi continental” con  la ocupación efectiva de la Antártida. Una aspiración histórica en grave riesgo, al constatar que sus opciones están en clara minoría ante un cártel de poderosas potencias occidentales dispuestas a monopolizar los reclamos. Lo que ha creando unas expectativas internacionales que explican la sorpresiva importancia de la reunión del Comité Científico de Investigación Antártica, ya en marcha en Chile, con la participación de más de 1.400 asistentes de todo el mundo.

Pereyra Mele, en tanto que puntualiza la importancia para Argentina de contar con el apoyo de los Brics, analiza otros aspectos relevantes del asunto cómo:

·        *La preocupación de EEUU y aliados por las actividades de China en la Antártida.

·        *La relación entre ésta estrategia occidental por dominar la zona austral, con su alianza militar del Aukus en el Indo Pacífico, para crear una OTAN del Sur.

·        *Los datos precisos de la reclamación argentina ante la ONU por sus derechos sobre la Antártida.

·        *El Tratado Antártico de 1959 que la declaró como reserva natural para la paz y la ciencia, firmado por solo 12 países y que hoy ya cuenta con 56.

Además, nos recomienda la lectura en la Web de Dossier Geopolítico del artículo LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA ANTÁRTIDA del periodista Eduardo Vior, “Cómo un escenario de grave riesgo para la Argentina”, mientras insiste en lo complicado que son para Argentina las amenazas imperiales sobre el Atlántico Sur, en tanto que para la población argentina parece ser un tema lejano y distante, al estar tan absorbida en sus graves penurias económicas. Link del articulo de E. Vior: https://dossiergeopolitico.com/2024/08/23/9499/

Eduardo Bonugli (Madrid, (25/08/24)

La internacionalización de la Antártida: un escenario de grave riesgo para Argentina

16 agosto 2024, 05:50

Con el trasfondo idílico del Volcán y el Lago Villarrica, del 19 al 23 de agosto próximos se celebrará en Pucón, Araucanía, la reunión del Comité Científico para la Investigación sobre la Antártida (SCAR, por su nombre en inglés). Con más de 1.400 participantes, será la mayor conferencia científica que se haya realizado hasta ahora sobre el continente austral. Su preocupación central será el cambio climático, pero también se tratarán los brotes de gripe aviar registrados allí, el tratamiento de los residuos humanos, los microplásticos y la disminución del krill. Todos temas científicos que pronto serán presa de la competencia hegemónica entre el bloque occidental y el euroasiático. Nuestro país deberá estar atento, particularmente, a las demandas para poner al continente polar bajo un régimen internacional de gobierno y desconocer los reclamos de soberanía registrados al firmarse el Tratado Antártico en 1959, dado que detrás de la supuesta internacionalización se esconde la ambición hegemónica de las potencias anglosajonas y sus aliados.

“Ciencia antártica: encrucijada para una nueva esperanza”, es el título de la conferencia internacional que se realizará entre el 19 y el 23 de agosto en Pucón. Se realizarán charlas, exposición de pósters, conferencias magistrales, simposios y workshops, en 50 áreas del conocimiento. La última década ha sido la más cálida en la Antártida desde el comienzo de la medición instrumental y durante los últimos cuatro años la reducción de su hielo marino ha alcanzado cifras récord. Las especies intolerantes al cambio se repliegan hacia el interior del continente, mientras que las que lo toleran comienzan a competir con especies invasoras llegadas desde otras latitudes.

Además de los impactos del cambio climático, la gripe aviar, los microplásticos y el krill, la reunión también se centrará en las áreas marinas protegidas y las políticas que estimulen la participación femenina y de jóvenes en la ciencia antártica.

La reunión científica de Pucón es la continuación de la 46ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico (ATCM-46, por su nombre en inglés) y la 26ª del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CEP-26, por su nombre en inglés), que se celebraron en Kochi, estado de Kerala (India), del 20 al 30 de mayo pasados. Si bien la firma del Tratado Antártico en 1959, en plena Guerra Fría fue una demostración del poder que puede tener la diplomacia aun en los momentos más difíciles de la política internacional, desde hace unos veinte años la competencia entre las grandes potencias se fue agudizando también en la Antártida.

El ATCM se caracteriza por la particularidad de que en sus reuniones las decisiones sólo se adoptan por consenso. Si bien este principio hace mucho más lento el proceso resolutivo, garantiza, en cambio, que las resoluciones adoptadas sean acatadas por todos los miembros. El principio de consensualidad ha sido especialmente práctico, para proteger los derechos soberanos de Argentina. De hecho, entre los países miembros del Tratado Antártico hay una mayoría de aliados de Estados Unidos y Gran Bretaña. En muchas ocasiones sólo nos apoyaban Rusia, China, Sudáfrica y Brasil. En esta relación de fuerzas adversa el principio de consensualidad ha sido el principal salvavidas de la soberanía argentina.

En el marco del Tratado Antártico el continente austral se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces). Originariamente vigente por 50 años, el Tratado fue prorrogado por el Protocolo de Protección Ambiental hasta 2048. Podría ser terminado antes por acuerdo unánime de los miembros, pero eso es altamente improbable. A partir de 2048, en tanto, para modificarlo o abolirlo bastará con que un miembro lo solicite y obtenga los votos de la mayoría de los firmantes.

El Tratado dispone que el área antártica sólo debe usarse con fines pacíficos, pero permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas. Incluye, además, bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00′ de latitud Sur, pero no el alta mar al sur de ese paralelo. También faculta a los Estados a inspeccionar cualquier área y cualquier instalación en el continente. El Tratado, finalmente, quedó abierto a la adhesión de cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas. De hecho, a los doce signatarios originarios se sumaron a lo largo de los años 44 países más, hasta llegar a los actuales 56 signatarios. Además del Tratado se han incorporado a la normativa antártica 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los Estados miembros, así como el Protocolo sobre Protección Ambiental en vigencia desde el 14 de enero de 1998.

El Tratado Antártico considera dos clases de miembros: los consultivos o plenos, con voz, voto y veto, y los miembros no consultivos, o adherentes, que cuentan solo con derecho a voz. La Secretaría del Tratado tiene sede en Buenos Aires. Siete de los Estados miembros del Tratado Antártico (Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido) mantienen reclamaciones de soberanía sobre sectores del territorio antártico que durante la vigencia del tratado las mismas están “congeladas”, no pueden ser ampliadas o modificadas ni se permiten nuevas. Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Noruega y Francia se reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se reconocen mutuamente derechos antárticos. Sin embargo, el autodenominado “Territorio Antártico Británico” (BAT, por su nombre en inglés) se yuxtapone con el sector argentino y con el chileno e incluye las islas Shetland y Orkney del Sur. Rusia (antes la URSS) y Estados Unidos hicieron en el Tratado reserva de su posterior derecho a presentar reclamaciones de soberanía, pero todavía no efectivizaron el reclamo.

Gran Bretaña tiene en el continente seis bases, tres permanentes y tres temporarias. Estados Unidos, en tanto, tiene tres bases permanentes y dos estivales en la Antártida Oriental. A pesar de que está prohibido por el Tratado, éste es el único país que tiene instalaciones militares en una base (McMurdo). También China tiene cinco bases en ese continente.

Por su parte, el Sector Antártico Argentino comprende el territorio entre los meridianos 25° y 74° de longitud Oeste al sur del paralelo de 60° de latitud Sur. Forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Ley 23.775) y tiene una superficie de 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km² corresponden a tierra firme.

Dentro del Sector Antártico Argentino, nuestro país administra trece bases o estaciones, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De este modo, Argentina es el país con más presencia en el Continente Antártico. Nuestro país tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904 y desde 1927 hizo constar internacionalmente su afirmación de soberanía sobre el territorio del actual Sector Antártico. En 1940 se creó la Comisión Nacional del Antártico, hoy Dirección, encargada de coordinar la actividad nacional en ese continente, islas adyacentes y aguas territoriales. También desde 1940 Argentina y Chile se reconocieron mutuamente sus aspiraciones de soberanía superpuestas y se comprometieron a resolverlas pacíficamente.

El avance de la ocupación pacífica de la Antártida por Argentina es una política de Estado que se ha venido desarrollando a lo largo de las décadas. Esta continuidad ha convertido a nuestro país en la principal potencia antártica. La línea principal de esta ocupación es la investigación en ciencias duras sobre la geografía, la geología, el clima y el medio ambiente antártico y cubre un amplio espectro disciplinario.

Sin embargo, desde el inicio de la presencia argentina en la Antártida nuestros derechos fueron impugnados por Inglaterra, llegándose en varias ocasiones al borde de enfrentamientos militares (1903, 1943 y 1952/53). Además, el avance del turismo y de la pesca comercial (ésta, gracias al calentamiento de las aguas superficiales), junto con el cambio climático, acrecientan el interés económico en la región. El turismo todavía no ha sido regulado y su creciente masificación plantea problemas de todo tipo: legales, sanitarios, fiscales y medioambientales.

El Tratado Antártico rige sobre las tierras y hielos continentales, pero no sobre los mares circunantárticos. Si se considera el clima relativamente más benigno del norte de la Antártida Argentina, puede entenderse la codicia de las grandes flotas pesqueras, especialmente la española, por las riquezas de las aguas antárticas.

El cambio climático está modificando aceleradamente el escenario geopolítico: Como señaló recientemente Marcelo Brignoni en Tektónikos, “los espacios marítimos de la Antártida están adquiriendo un nuevo valor estratégico, al punto de que las propias corporaciones privadas transnacionales están proyectando la explotación comercial del continente. De esta forma, se potencia la militarización de estos espacios de cara a la revisión del Tratado Antártico en 2041 y del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente en 2048”.

Y más adelante añade: “en los últimos años tanto Washington como Londres han señalado su ‘preocupación’ sobre presuntas actividades de China y sobre todo de Rusia en la supuesta exploración y explotación de los recursos naturales antárticos, a lo que han ‘contestado’ con la construcción de nuevas bases antárticas y actualmente, con la construcción de una quinta base británica, igualando el número de bases estadounidenses, a las que deben sumarse los asentamientos australianos, que juntos representan al AUKUS en la Antártida”

“El AUKUS (Australia-United Kingdom-United States), explica el autor, se presentó como la Alianza Estratégica Militar complementaria de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por parte centralmente del Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos con Australia de invitado. Se anunció públicamente el 15 de septiembre de 2021 para la región del Océano Indo-Pacífico, aunque su pretensión incluye además el Atlántico Sur.”

“La probable incorporación de Nueva Zelanda en un corto plazo posibilitaría a esta alianza geopolítica militar reclamar soberanía en más de la mitad del territorio antártico. De hecho, con una creciente cantidad de rompehielos y de submarinos nucleares, AUKUS se plantea controlar los accesos a la Antártida”.

Cuando AUKUS fue firmado en 2021, se lo presentó como un pacto para la defensa del Indo-Pacífico, sugiriendo que se trataba de una alianza antichina. Para ello, ya entonces fue invitado a sumarse Japón. Sin embargo, los países firmantes ya forman parte del pacto “Cinco Ojos” (Five Eyes) para el intercambio de inteligencia con Canadá y Nueva Zelanda, que EE.UU., Australia y Japón ya participan con India en el pacto Quad (Quadrilateral Security Dialogue), firmado también en 2021 y que EE.UU., Australia y Nueva Zelanda participan desde la década de 1950 en la alianza ANZUS. Si fuera sólo para la defensa del Indo-Pacífico, entonces, AUKUS sería superfluo.

En realidad, AUKUS adquiere sentido si se invierte el mapa: China se está expandiendo hacia la Antártida y ya tiene allí cinco bases: una en la Antártida Occidental (en las Islas Shetland del Sur) y cuatro en la Antártida Oriental. Si, efectivamente, EE.UU., Gran Bretaña y Australia se aliaron para contener a China, es, principalmente, para hacerlo en la Antártida y los mares circundantes. Si a ellos se une Noruega (otro miembro de la OTAN), la alianza suma reclamos de soberanía sobre 80% del continente.

¿Qué ofrece Gran Bretaña a esta coalición? El Reino Unido desde su ‘Collar de Perlas’ atlántico (Islas de Ascensión, Santa Helena y Tristán de Acuña) junto a la ocupación ilegal de Malvinas, proyecta su poder en tres continentes (África, América del Sur y Antártida), estableciendo además sobre cuatro océanos (Atlántico, Pacífico, Indico y Antártico) un control aéreo y marítimo. Esto se expresa en una militarización de toda la región desde la base instalada a partir de 1982 en Monte Agradable, Islas Malvinas. A las posesiones atlánticas debe añadirse el llamado Territorio Británico del Océano Índico (BIOT, por su nombre en inglés) del que dependen las islas y grupos de islas de Diego García, Tres Hermanos, Egmont, Nelson, Peros Banhos, Águila, Islas Salomón y Peligrosa. Aunque en las islas no hay población civil permanente, habitualmente están estacionados allí unos 4.000 militares y civiles estadounidenses contratados y británicos. El territorio tiene una superficie total de 60 km2.

Es decir que, mediante las dos cadenas de islas bajo su dominio (en el Atlántico y en el Índico), a pesar de su menguado poder y de sus magras capacidades navales, Gran Bretaña ofrece a AUKUS el control sobre una porción importante del Océano Antártico. A su vez, la incorporación de nuevos aliados al control de la Antártida permite a Estados Unidos compensar la baja de recursos destinados a las zonas polares en los últimos veinte años.

Puede concluirse que China, Rusia y Argentina están amenazados en el continente antártico por el mismo competidor: la OTAN del sur o AUKUS. Aunque estas dos potencias no han presentado reclamos territoriales sobre la Antártida, en la medida en que AUKUS busca tomar el control sobre el Océano Antártico, amenaza la navegación en todos los mares australes y, por lo tanto, la libertad de navegación y comercio.
En este contexto estratégico los reclamos por la internacionalización de la Antártida deben entenderse como la manifestación de EE.UU., Gran Bretaña y sus aliados de su voluntad de controlar hegemónicamente el continente austral. Por el contrario, sólo el reconocimiento de los reclamos de soberanía bajo las normas de la ONU puede asegurar que el Continente Antártico continúe siendo un bien común de la humanidad.

Para Argentina su sector antártico es una continuidad geoeconómica natural y su internacionalización traería consigo la pérdida de control sobre el Atlántico Sur y sobre los pasos interoceánicos. No tenemos alternativa: Argentina será antártica o no será.

Eduardo J. Vior
analista internacional

FUENTE: https://agendarweb.com.ar/2024/08/16/la-internacionalizacion-de-la-antartida-un-escenario-de-grave-riesgo-para-argentina/

El viernes 16 de Agosto fui invitado a participar del Programa “Barricada” que se transmite por “Canal C” y por “Flow” para todo el País y Uruguay, entrevista que nos realizó el Dr. Carlos Hairabedian que conduce el mismo. 

En el panel estuvimos: el Presidente del Bloque de Diputado Provinciales de la UCR Matias Pablo Gvozdenovich, el Secretario General de ATE Córdoba y de la CTA Federico Martin Giulliani y el meteorólogo Mario Navarro. Y el Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele (En el cual expuse que no se puede analizar aisladamente cada conflicto bélico -aún con aristas propias- sino lo incluimos en un escenario mayor que es la I Guerra Híbrida Global fragmentada interconectadas en el enfrentamiento entre el mal llamado Occidente colectivo y las potencias emergentes)

VIDEO DEL PROGRAMA COMPLETO 

El Jueves 15 de Agosto fui entrevistado por el periodista Juan Reginato para el programa Botellas al mar. Programa n° 18 de 2024 que se difunde por la Radio de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de la Ciudad de Bahía Blanca. (entrevista a partir del minuto: 23)

Donde analizamos la elecciones de Venezuela en el marco de la Guerra Híbrida Global fragmentada en pleno desarrollo para ver el escenario totalmente y no quedarnos con una postal vieja y deformada

Lic. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico 

BOTELLAS AL MAR 15/8/2024 Temas: La situación del trabajo en la Argentina comienza a tener ribetes de catástrofe: En el primer trimestre de este año la desocupación aumentó 0,7% interanual. Eso significa que 300.000 argentinos quedaron sin trabajo. Al respecto, conversamos con Tomás Cas, integrante del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz. Además, continuamos analizando la postura adoptada por diversos países en torno a la crisis desatada en Venezuela por la oposición al gobierno, que no acepta el resultado electoral. Nos ilustrará el prestigioso analista Carlos Pereyra Mele, director de dossiergeopolitico.com.- 19 hs en la FM 93.5

VIDEO AUDIO DE LA ENTREVISTA:

¡¡ EL SIGLO 21 SERÁ ASIÁTICO, EUROASIÁTICO Y CHINO !!

Lo afirma el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, instando a que los análisis geopolíticos deben centrarse hoy en lo realmente estratégico para el futuro del mundo, sin dejarse arrastrar por la parafernalia de la guerra global que Washington y sus vasallos están incrementando de una manera desesperada, ya sea por su derrota en Ucrania, con la masacre Palestina, el atentado en Irán, las agresiones judías al Líbano, el bochorno francés junto al terrorismo yihadista en África o su apuesta por una guerra civil en Venezuela. Una creciente ola violenta que parte de “una república imperial” en hundimiento y acéfala, con un presidente ausente y su vice en campaña, y con un belicismo desmadrado en manos de organismos a la sombra por encima de la administración norteamericana. Que configura para Occidente un escenario de hundimiento caótico, que contrasta con el avance imparable de Asia y del Sur Global, tal cual lo ha demostrado LA NUEVA HOJA DE LA RUTA ECONÓMICA HACIA EL 2029 diseñada en el último plenario del Partido Comunista Chino y que confirma que el mundo no se detiene y que avanza hacia una multipolaridad de mejor y más justo futuro para la humanidad.

AUDIO:

A lo largo del audio desglosa largamente y al detalle, la idea del desarrollo histórico de “una cultura hecha nación”, además de los objetivos para el 2029 y de su actual liderazgo mundial en todos los órdenes y sectores de la economía global, que destruye la fantasía disparatada de que EEUU y sus socios de la OTAN aún pueden igualar al gigante asiático, cuando la única alternativa que le queda al imperialismo decadente occidental es justamente incrementar la conflictividad y el dolor de la humanidad. Y que a pesar de que todavía viviremos tiempos peligrosos y de crisis por esta derrota muy mal asimilada por los anglosajones, debemos enfocar los análisis bajo el mandato de una realidad que confirma sin dudas que el siglo 21 será asiático, euroasiático y chino.

Eduardo Bonugli (Madrid, 04/08/24)

La Nueva Mañana conversó con el historiador y académico Miguel Ángel Barrios, quien se refirió a los distintos acontecimientos que atraviesan la esfera global, incluyendo la importancia de las elecciones presidenciales de este domingo en la República Bolivariana de Venezuela.

Por FLAVIO COLAZO

Miguel Ángel Barrios (*) -quien dicta cursos y seminarios en universidades y academias diplomáticas de América latina, Asia, Europa y África, y es autor de más de 30 obras de historia y política de América latina- dialogó en exclusiva con LNM acerca del actual tenso panorama americano convulsionado por sucesos como el atentado a Trump -y la declinación de la candidatura de Biden- en EE.UU. y las elecciones presidenciales en Venezuela. También se expresó sobre temas candentes como las guerras en curso -en Ucrania y Palestina-, a la vez que analizó la irrupción de los nuevos actores políticos como Bukele y Milei.

¿Cuál es la trascendencia y relevancia de las elecciones en Venezuela? 

-Sin analizar a los candidatos -porque esto no corresponde sino a los venezolanos- quiero señalar que Venezuela representa -y es- la frontera real con la república imperial de los EE.UU., porque el mar Caribe no es neutral sino que es un mar norteamericano. En ese sentido, Venezuela al ser un país caribeño, sudamericano y latinoamericano –triple condición que lo hace de una peculiaridad geopolítica única- juega un rol decisivo en lo que refiere  la política de militarización de la doctrina Monroe; entonces una implosión de Venezuela significaría la orfandad absoluta de la Amazonia, siendo este territorio el centro neurálgico vital de América del Sur. Desde ese punto de vista es importante en sumo grado que Venezuela logre su autonomía política. Eso creo que es lo que está en juego en las elecciones de este domingo. Creo que una derrota del oficialismo traería consecuencias catastróficas para la Región.  

-¿Qué representa Trump dentro de los EE.UU.? ¿Por qué puede volver a ser presidente alguien tan controversial como él?

-Para empezar a dimensionar a Trump, primeramente hay que dimensionar a los EE.UU. Toqueville decía que los EE.UU. más que una nación son una ideología, es decir la ideología que trajeron los puritanos de la nueva Inglaterra, y que se impuso como el ethos, o consenso nacional fundante, de los EE.UU. -anglosajón, blanco, calvinista y protestante-; esto a hoy se lo traduce vulgarmente en lo que se llama la “supremacía blanca”. Estos conceptos fundantes fueron los que construyeron las 13 colonias atlánticas y las que luego de la intestina guerra de secesión -a mediados del siglo XIX-, en su expansión hacia el este, construyeron el Estado continental industrial bioceánico, volviéndose así la primera potencia industrial fuera de Eurasia.

¿Ese consenso fue una visión geopolítica a largo plazo?

-En verdad funcionó más como una teología que como una geopolítica, porque dicho ethos se sustentó en que EE.UU. es el nuevo Israel, una nación designada por Dios para conducir los destinos de la humanidad; entonces esta nación fue la que llevó cabo la expansión y conquista de vastos territorios mexicanos, luego la expansión hacia el Pacífico -Filipinas, Hawaii-, y más tarde, con su irrupción mundial en las dos guerras, se volvió un actor global. Sin embargo, su actuación en las guerras no los volvió (a los EE.UU.) un imperio militar global; sí dominó varias esferas, la esfera económico/financiera a  través de su moneda, el dólar; la científica/tecnológica en el campo automotriz, la cibernética y la tecnológica; logró una revolución en el campo militar con la bomba atómica; también una revolución en el campo de la política en tanto mostrar un estado que  conforma un sistema privado/público; y por último una identidad cultural que conformó y movilizó a los EE.UU. como nación. Ahora, esta identidad entró en debilidad con la guerra de Vietnam cuando el tronco protestante/anglosajón/calvinista comenzó a entrar en minoría ante el multiculturalismo debido a la gran inmigración hispano/afro/latina. Y todo esto fue conformando un gran caldo de cultivo para el nacimiento y florecimiento de una gran violencia `política que pareciera estar a punto de estallar de un momento a otro -y que ya se ha visto manifestada, por ejemplo, en la salida de Trump de la presidencia- y que se observa en la gran cantidad de organizaciones terroristas internas que están presentes en los EE.UU. –la mayor cantidad del  mundo-, entendiendo por terrorismo a los actos de violencia para alcanzar fines políticos, y que desconocen al Estado federal.

¿Y cómo encaja la figura de Trump en ese mapa de conflicto?

-En este estado de violencia Trump representa a aquella fundante América primera -que se resiste a entrar en una condición de minoría- asumiendo las posiciones de la “supremacía blanca”; pero al mismo tiempo presenta la contradicción de que al ser -muy posiblemente- el futuro presidente de los EE.UU. en momentos de cambio de polaridad, con la tercera guerra mundial en curso, en la que EE.UU. corre peligro cierto de perder su supremacía, se vea obligado a ser un actor “globalista” .

Trump y Argentina.

¿Por qué Milei aboga por un triunfo de Trump? ¿Qué beneficios espera recibir del candidato republicano?

-Hoy los argentinos nos encontramos siendo gobernados por una administración que practica un seguidismo acrítico de las posiciones estadounidenses, y mostrándose de ese modo Milei especula con que -ya presidente- Trump le confiera algún tipo de sustento para su esquema de gobierno y cierto apoyo en el marco internacional en el cual se referencia.

¿Ahora, cómo se entiende que Trump también genere esperanzas en algún que otro sector peronista -como, por ejemplo, el que representa Guillermo Moreno-?

-Ya en el caso de algunos actores del movimiento nacional y popular -que desean la victoria del republicano- su esperanza se funda en una visión basada en la incomprensión de las diferencias entre los nacionalismos imperiales -como lo es el caso de los EE.UU.- y los que están presentes en el resto de países en búsqueda de su liberación; en consecuencia razonan -de modo simplista- que como Trump es nacionalista se parece a Perón; quien fue un líder nacionalista de un país que pretendía alcanzar la liberación de Argentina y la Región-. Así especulan con que el republicano no va a intervenir en las políticas internas de los demás países -como Argentina-; y ya hemos visto -en su gobierno- cómo se ha comportado Trump en el ámbito global; quiero decir, apoyó  al golpe de estado en Bolivia y al intento de golpe en Brasil; dio de baja a Suleimaní –quien en Irán tenía un rango cuasi presidencial- y rompió todos los tratados con la nación persa; y además apoyó al “experimento” Guaidó en Venezuela. Lo que no se comprende –o termina de comprender-, desde ese sector de nacionalistas argentinos pro Trump, es que EE.UU. es un sistema plutocrático en el cual las diferencias políticas son internas y que a nivel política exterior no existen diferencias: se trata de lograr el dominio global a cualquier precio.

Imagen de Bukele y panorama latinoamericano.

¿Cómo se podría entender la atracción de diversas miradas que ejerce Nayib Bukele desde su presidencia en El Salvador? 

-La figura de Bukele atrajo las miradas mundiales debido a las polémicas  políticas de seguridad implantadas desde su gobierno. Claro que el caso de El Salvador es intransferible –por ejemplo hacia Argentina- toda vez que dicho país cuenta con una población total de 6 millones de habitantes –menos habitantes que la provincia de Buenos Aires-. Además, su problemática de seguridad está vinculado a las pandillas y no a clanes del narcotráfico de magnitud importante -como los Cantero o Alvarado en Rosario-. Creo que Bukele no es un ícono de la lucha contra la inseguridad que pueda tomarse como modelo.

-¿Cómo se explica que la  anarco/capitalista Liz Truss fuera rápidamente expulsada del sistema político del Reino Unido –sin que nadie en el mundo le prestara la menor atención- y Milei consigue intentar afianzarse luego de 7 meses de brutal ajuste? ¿ El Presidente argentino realmente llama atención entre los dirigentes del mundo?

– Este ejemplo que usted me cita –Liz Truss-, junto a otros varios –Trump, Bolsonaro, por ejemplo- forman parte de las denominadas “nuevas derechas”, que bien pueden ser parte de una moda. En Europa creo surgen desde un sentimiento anti globalizador contra la inmigración y contra la guerra en Ucrania. Yo pienso que Milei acá ha logrado dar una sensación de “esperanza” en el vacío  en razón de la crisis profunda del peronismo –desgarrado hoy entre el progresismo y el pejotismo- y esto hace que el electorado argentino se encuentre sin faros que lo guíen. En cuanto al “alcance” mundial de Milei quiero decirle que es solamente acá que se presenta esa idea, en el mundo es tomado más por una rareza que llama la atención solamente por sus excentricidades. 

Incidencia de las guerras en curso dentro del orden mundial.

-Hoy los conflictos bélicos en los territorios ucranianos y palestinos, respectivamente, parecieran tener una incidencia prácticamente definitiva sobre el futuro próximo inmediato de los destinos del conjunto de naciones del mundo. ¿Cuáles son las principales reflexiones -y/u observaciones- al respecto que quisiera expresar?

-Lo primero que hay que advertir es que ambos conflictos, debido a la globalidad de los mismos, nos pueden alcanzar a nosotros de un momento a otro. Luego hay que decir que ambos conflictos responden a la misma lógica mundial: estamos en una tercera guerra mundial en trozos -como ya lo señaló el Papa Francisco-. Y esta guerra estalló debido a la transición de la unipolaridad militar -que quiso imponer George W. Bush en la posguerra fría-  hacia una multipolaridad que tiene como características que la presencias de estados continentales, civilizacionales e industriales -y no ya ideológicos-. Como ejemplos podemos ver el caso de los EE.UU. por un lado y lo de China, Rusia e Irán en el frente euroasiático. Lo importante -para nosotros- es comprender que para participar de modo favorable en esta multipolaridad emergente primeramente se debe lograr en la región conformar un bloque unido y poderoso. Si no se logra conformar entonces estaremos a merced del dominio de los sectores reaccionarios más radicales como sucede hoy en nuestro país, y como ya sucedió -y puede volver a suceder- en Brasil. Señalo lo de Brasil porque a diferencia del partido de Milei -que es puramente digital- el de Bolsonaro tiene actores fácticos, bases de carne y hueso.

(*) Prof. en Historia. Instituto «Antonio Ruiz de Montoya» (Posadas), –Magister en Sociología. Universidad Nacional de Lomas de Zamora (Bs. As.), Dr. en Ciencias de la Educación. Universidad Tecnológica Intercontinental. Asunción (Paraguay), Dr. en Ciencia Política. Universidad del Salvador (Bs. As.).

FUENTE https://lmdiario.com.ar/contenido/457721/venezuela-representa-la-frontera-real-con-la-republica-imperial-de-los-eeuu

ESPECIAL ELECCIONES PRESIDENCIALES EN LA REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA CANAL DMP GEOPOLITICA

Por: EDUARDO J. VIOR DMP GEOPOLÍTICATodos los viernes a las 19:00 horas de España (14:00 ARG/BRA/CHI, 13:00 BOL/VEN, 12:00 COL/EUA/PER, 11:00 CRC/MEX), Eduardo Vior presenta su mirada sobre la geopolítica y la geoeconomía global.

”EEUU Y LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ” es el símil que utiliza Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma, para establecer un nexo entre el actual estado caótico, violento y de fractura interna que vive Norteamérica, con aquella trágica época de derrumbe del siglo XIX, retratada en el icónico film de ese nombre, sobre la Guerra de Secesión en Estados Unidos, que dejó medio millón de muertos.

Y de la misma manera que la película protagonizada por Vivien Leigh y Clark Gable, más allá de una historia de amor y desamor, es un canto nostálgico sobre el fin de una época idílica, también ahora prolifera una lista interminable de políticos, medios y expertos, todos nostálgicos, que añoran el retorno imposible al momento histórico en que este estado-imperio era el dueño del poder mundial. Además de que son más y más, los pronósticos geopolíticos que indican que Estados Unidos no podrá mantener unida su conformación interna de 50 estados.

Y analiza que la actual no es una crisis política común, sino un quiebre profundo e irreparable, propio de todo fin de ciclo, ante la llegada al corazón de EEUU de los cambios sistémicos mundiales, por el fracaso de su economía globalizada, por las pérdidas permanentes de poderío internacional, por sus sonadas derrotas militares y por el ascenso irreversible de las potencias euroasiáticas y del Sur Global. Todo ello en una sociedad fragmentada y tensionada -entre otras razones- por los radicales cambios demográficos que imponen las crecientes minorías en aumento que “no responden al tradicional espíritu norteamericano” y que están desplazando del centro de la escena nacional a “LOS WASP” (blancos, anglosajones y protestantes). Además del trágico y extendido flagelo de los opióides que desnuda otro aspecto oscuro, triste y solitario del alma de los estadounidenses.

Pero sobretodo profundiza, y detallando la larga lista de asesinatos y atentados políticos -incluido el reciente contra Trump-, en el fenómeno histórico y cultural de la violencia en este país, que está completamente asumida e incorporada en la sociedad, ya que desde siempre la utilizó tanto para la conquista territorial contra los indígenas, para el asentamiento de sus colones y luego para su expansionismo global desde 1889 con la guerra contra España, mientras que también ha recurrido a la violencia para afrontar sus sonados conflictos raciales y migratorios y hasta los de su vida diaria. Logrando por décadas que las devastadoras consecuencias de la misma se ocultaran tras el éxito de su ascenso como potencia mundial y por el gran crecimiento económico del siglo XX. Unas condiciones triunfantes que ya no existen y que dejan al “milagro americano” desnudo y debilitado.

Por lo que sus dirigencias actuales no tienten muchas alternativas para salir de la encerrona en la que cayeron. Tal cual lo reflejan las expectativas sobre las próximas elecciones presidenciales que se dirimen entre continuar con la ruinosa política de guerra global de su senil presidente y de la OTAN o en las complicadas promesas de Trump de trabajar hacia adentro para reverdecer viejas épocas de porvenir, y buscar alguna forma mínimamente digna de compatibilizar su andadura en el mundo con los nuevos poderes emergentes y con el objetivo de recuperar algo de todo «lo que el viento se llevó»

Eduardo Bonugli (Madrid, (21/07/24)

Entrevistado por la periodista Alejandra Piaggio y Productora General de la FM, para su programa: “Caballos desbocados” que se transmite por FM Radio Cristal 94.9 Estudios: Junín 1063 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), fui interpelado en los siguientes ejes importantes temáticos. a partir del minuto 18’ del programa

Alejandra Piaggi:…Dialogamos con Carlos Pereya Mele, director ejecutivo de Dossier Geopolítico, sobre:

  •  ¿Un G7 descafeinado?
  • ¿La Cumbre de la Paz Suiza nació muerta?
  • Las exportaciones comienzan a sufrir las políticas económicas de Milei.
  • Mercosur sin León a la vista.

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