La Unión Europea consume una quinta parte de la energía mundial y es su mayor importador. Sin embargo, sus reservas son escasas. Esta vulnerabilidad obliga a Bruselas y a los Estados miembros a tratar de aumentar su seguridad en un sector estratégico, en el contexto de un entorno geopolítico cada vez más complejo y con miras a descarbonizar la economía y consolidar la transición energética.

Cargar un teléfono móvil, repostar un vehículo en una gasolinera o ducharse con agua caliente pueden ser acciones cotidianas en Europa, pero representan el final de una serie de complejos procesos técnicos, logísticos y financieros. La energía que las permite es un sector estratégico y un motor de la economía mundial. Y sobre todo para sus grandes importadores, asegurar un abastecimiento continuo y asequible es clave.

Los recursos energéticos provenientes de hidrocarburos —como el petróleo, el gas natural y el carbón— se extraen de la tierra, se tratan y almacenan. Además de la electricidad a partir de esos recursos o de fisión nuclear, también puede producirse con aerogeneradores, centrales hidroeléctricas y paneles solares. La energía después se transporta por barco entre continentes, por gasoductos de cientos o miles de kilómetros, o a través de la red eléctrica. Este proceso requiere infraestructuras que garanticen un suministro ininterrumpido de energía, pero también mercados que funcionen.

En las últimas décadas, el crecimiento económico y demográfico de países como China e India ha aumentado la demanda de energía mundial. Y se espera que la tendencia continúe, lo que puede causar déficits o interrupciones en el suministro. Los cambios de precio y los riesgos geopolíticos son mayores para los países con menos recursos energéticos y que dependen del suministro externo, ante la distribución desigual de las reservas y producción de hidrocarburos, concentrada en el golfo Pérsico y en torno al mar Caspio. En ese contexto, la Unión Europea es el tercer mayor consumidor de energía del mundo después de China y Estados Unidos, pero tiene pocas reservas propias. La economía europea depende en parte de importar energía para cubrir su demanda, así que es vulnerable a shocks externos en el suministro y dependiente en la escena internacional.

La dependencia energética de la UE, un riesgo estratégico

La UE es el mayor importador de energía del mundo: importa más de la mitad de la energía que consume, por unos mil millones de euros diarios, aunque esta cantidad depende del precio del petróleo y la marcha de la actividad económica. Además, las importaciones energéticas afectan a la competitividad y pueden generar desequilibrios económicos en muchos países. Todos los Estados miembros de la Unión son importadores netos de energía y, aunque la situación varía entre ellos, dependen de pocos países proveedores, la mayoría en zonas inestables.

Por tanto, la UE necesita preservar su seguridad energética: la disponibilidad ininterrumpida de energía a un precio asequible y sostenible para el medioambiente. Conseguirla depende de factores como la disponibilidad y precios de la energía, la gobernanza de su comercio, las infraestructuras, la eficiencia energética, o los efectos sociales y medioambientales. Para medir la seguridad energética de un país, la Oficina Europea de Estadística, más conocida como Eurostat, publica una tasa de dependencia energética, que muestra la proporción de energía que una economía debe importar. Además, la UE utiliza una serie más extensa de indicadores de dependencia energética, que en conjunto revelan la vulnerabilidad de un país ante una crisis de precios o interrupciones prolongadas en el suministro.

Los resultados son mixtos: la tasa para la UE aumentó apenas del 56 al 58% entre el 2000 y 2018, pero la situación es distinta según el país. La tasa es superior al 90% en Malta, Luxemburgo y Chipre, e inferior al 25% en Rumanía, Dinamarca y Estonia. Y las tendencias también varían. La ahora menor producción interna de países productores como Dinamarca o Países Bajos ha incrementado su tasa de dependencia energética, mientras que Estonia ha alcanzado la autosuficiencia con la técnica del fracking.

En 2019, el principal producto energético que la UE importó fue el petróleo crudo y derivados, que representaron casi dos tercios de las importaciones de energía, el triple en proporción que el gas natural y más de diez veces la del carbón. Rusia es el principal abastecedor de productos energéticos a la UE, con cuotas superiores al 40% en carbón y gas natural, y de un 30% en petróleo crudo en 2018. En este último caso, la UE tiene más proveedores que en las otras dos fuentes de energía, donde la oferta se encuentra mucho más concentrada. No obstante, existen diferencias según el Estado miembro, algunos con más proveedores y otros dependientes de uno solo, siendo vulnerables ante las interrupciones del suministro o averías en la infraestructura. Por ejemplo, mientras que Francia y España tienen varios proveedores de petróleo y gas natural, Eslovaquia o Finlandia dependen de Rusia casi como único proveedor externo.

Existen varios desafíos y preocupaciones sobre la vulnerabilidad del suministro. Por un lado está el riesgo frente a accidentes, desastres naturales y ciberataques a la infraestructura crítica. Por otro, Bruselas enfrenta el factor geopolítico ante una nueva crisis política o militar, por ejemplo, en la entrega de gas natural ruso a través de Ucrania o de petróleo en el estrecho de Ormuz. De fondo, también preocupan los cambios en los flujos de energía hacia economías emergentes, sobre todo China e India, que restrinjan la oferta de energía disponible para Europa. Los Veintisiete lo saben y han desarrollado estrategias y políticas para aumentar su seguridad energética.

¿Cómo asegurar el suministro de energía hacia Europa?

Para cualquier país ha sido vital tener un suministro de energía seguro desde que el carbón y el petróleo se convirtieron en fuerza motriz de la industrialización y para el desarrollo de la sociedad moderna. El control de recursos energéticos ha motivado guerras en Europa, pero la energía también fue parte del origen de la UE. El Tratado de París de 1951 sobre el carbón y el acero entre Francia, Italia, Alemania Occidental y el Benelux apenas seis años después del fin de la Segunda Guerra Mundial fue el germen de la Unión actual. En esa línea, en 1957 se creó la Comunidad Europea de la Energía Atómica, o Euratom, para coordinar la política común de energía atómica.

La seguridad energética ha sido clave para las políticas comunitarias y nacionales, pues el buen funcionamiento de la economía está ligado con suministros de energía eficientes y sostenibles. En la UE, las subidas en el precio del petróleo desde principios del siglo XXI y las crisis del gas entre Ucrania y Rusia por disputas políticas y sobre las tarifas encendieron las alarmas en Bruselas y otras capitales. Los gasoductos rusos pasan por Ucrania rumbo al bloque, y esas disputas entre Moscú y Kiev desembocaron en que Gazprom, la empresa estatal rusa de gas, le cerrara el grifo a Ucrania por falta de acuerdo sobre el precio e impagos. La situación se repitió en los inviernos de 2005 a 2006, 2008 a 2009 y 2014, y causó desabastecimientos durante semanas en Polonia, Hungría o Alemania.

Tras la disputa de 2006 entre Moscú y Kiev, la Comisión Europea introdujo su primera política energética común para diversificar y ampliar las rutas y fuentes de suministro de energía. Desde entonces, la UE ha promovido estrategias, reformas e iniciativas de cara a prevenir y gestionar futuras crisis. Además, la legislación europea obliga desde 2009 a los Estados miembros a mantener reservas mínimas de petróleo equivalentes a mínimo noventa días de importaciones netas o 61 días de consumo, lo que sea mayor.

En mayo de 2014, la Comisión dio un paso fundamental en materia de integración con su Estrategia de Seguridad Energética. Bruselas proponía medidas para fortalecer los mecanismos de emergencia y solidaridad, y para proteger mejor la infraestructura crítica. La intención era consolidar el mercado de energía interno y construir la infraestructura que faltaba. Una tarea nada fácil, pero necesaria, pues eliminaría los cuellos de botella internos, como la falta de interconexión de las redes eléctricas entre países, y daría respuesta rápida y eficaz a posibles interrupciones del suministro, al poder redirigir los flujos de energía dentro de la Unión. La preocupación principal para los Estados miembros pasaba por la seguridad del suministro, pero la sufrían más en regiones poco integradas y conectadas, como el Báltico y parte de Europa del Este.

El siguiente paso se dio en marzo de 2015, cuando los jefes de Estado europeos aprobaron un plan para crear la Unión de la Energía. Esta iniciativa pretende reforzar la seguridad energética de la UE, integrar más el mercado de energía interno, mejorar la eficiencia del sector, descarbonizar la economía en línea con el Acuerdo climático de París y desarrollar investigación e innovación relacionadas con la energía. Por otro lado, la Comisión Europea dio a conocer en 2016 un conjunto de medidas de seguridad energética para reforzar el bloque ante interrupciones en el suministro de gas. Estas medidas se basan en el «principio de solidaridad», que obliga a los Estados miembros a ayudar a sus vecinos frente a nuevas crisis de suministro. Sin embargo, aunque esa “solidaridad energética” es una base del proceso de integración europea y la piedra angular de la política energética de la Unión, no se ha definido cómo debería implementarse.

Otra pieza importante de la estrategia comunitaria para impulsar la seguridad energética es el aumentar el acceso al gas natural licuado (GNL) y al almacenamiento de gas. Durante la última década, y en el marco de la lista de Proyectos de Interés Común de la Comisión Europea, el desarrollo de infraestructuras para importar GNL ha contribuido a reducir la dependencia en las importaciones de gas natural convencional y a aumentar los proveedores. Los países bálticos notan el cambio. Lituania dependía del gas convencional ruso, pero desde que construyó en 2014 una terminal de regasificación, para transformar el GNL en gas natural convencional, ha reducido a la mitad el precio de importación y cubre alrededor de la mitad de sus necesidades con GNL de Noruega y, en menor medida, Estados Unidos. Por su parte, Letonia ahora puede almacenar suficiente gas para abastecerse durante meses.

La Unión también se ha valido del poder regulatorio y la diplomacia. Ha estrechado la colaboración con los países proveedores para intentar despolitizar el comercio de energía y desarrollar nuevas rutas de tránsito, por ejemplo, en el Cáucaso, con el nuevo gasoducto TAP desde Azerbaiyán. No obstante, pese a contribuir a la integración, estas medidas apenas mitigan las dificultades energéticas en Europa, que son estructurales.

La geopolítica de la energía en la UE

En la UE existen intereses comunes en política energética, sobre todo para integrar mejor el mercado y tener una sola voz hacia el exterior. Sin embargo, como es usual en el bloque, también existen diferencias entre regiones y países, que valoran distinto los riesgos geopolíticos de cada decisión. Por ejemplo, mientras que los países del Báltico y Polonia buscan depender menos de Rusia, también en materia energética, Alemania o Francia se sienten más cómodos en una relación económica más estrecha con Moscú. 

La seguridad de suministro de gas natural es cada vez más relevante en el plano económico y geopolítico. Los proveedores son pocos y no se reemplazan con facilidad. Además, los suministros dependen de infraestructuras vitales, como gasoductos o terminales de GNL, que requieren importantes recursos para su construcción y mantenimiento. Existen dos tipos de riesgos geopolíticos derivados del suministro de gas: una interrupción inmediata y que el suministro sea insuficiente para satisfacer la demanda. En ambos casos, la UE debe confiar en su capacidad diplomática con Rusia, Noruega y Argelia, los mayores proveedores de gas natural convencional al bloque, y los dos primeros también de petróleo.

Desde la llegada de Vladímir Putin al Kremlin, Rusia ha empezado a aprovechar sus instrumentos económicos para sus fines geopolíticos. Moscú ha recuperado recursos financieros e influencia gracias a sus ingresos por las exportaciones de energía, las estructuras industriales estatales y, en el sector del gas, el control de la infraestructura, junto con las altas cuotas de mercado y el predominio sobre países compradores. Rusia es uno de los tres mayores productores de petróleo y gas natural del mundo y depende mucho de los ingresos de las exportaciones de hidrocarburos, que financian buena parte del presupuesto estatal. La energía seguirá siendo fundamental en la compleja relación entre Bruselas y Moscú debido la proximidad geográfica y las enormes reservas de recursos naturales de Rusia, sobre todo de gas natural, sumado a la falta de alternativas viables para Europa.

La relación con Noruega también es esencial, pues es el segundo máximo proveedor de gas natural e importante proveedor de petróleo de la Unión. No obstante, las relaciones con Oslo gozan de buena salud y el riesgo geopolítico es mínimo: el país escandinavo, aunque fuera de la Unión, es un socio estratégico, miembro de la OTAN y una democracia plena, a diferencia de Rusia y Argelia.

Argelia es el tercer proveedor de gas de la Unión, que es la mayor importadora de gas argelino. Para los países del sur de Europa, como España, la relación con el país norteafricano es clave. La inestabilidad política en Argelia se observa con inquietud desde el otro lado del Mediterráneo, ante el riesgo de que puedan perjudicar el suministro. Con todo, el gas argelino tiene cada vez más competencia con la fuerte irrupción del GNL en el mercado europeo, y su situación como productor es cada vez menos halagüeña por la mala gestión y falta de inversión del Gobierno argelino.

El GNL se ha convertido en una fuente de competencia y flexibilidad en el mercado de gas, reforzando la seguridad de suministro y contrarrestando la caída de la producción de la UE. Estados Unidos, Catar y Nigeria, pero también Rusia, han aumentado sus exportaciones de GNL a la Unión. La interdependencia energética entre Estados Unidos y los Veintisiete es cada vez mayor: el mercado europeo representa la mitad de las exportaciones de GNL estadounidense y Washington es ya el principal proveedor de GNL de la Unión, con cerca del 30%.

Por ello Estados Unidos también presiona, impone sanciones a empresas y eleva el tono contra algunos Estados miembros, especialmente Alemania, para bloquear la finalización del gasoducto Nord Stream 2. Este proyecto doblaría la capacidad de envío de gas natural convencional directamente de Rusia a Alemania a través del mar Báltico. Sus críticos argumentan que va contra los principios de la política energética común, que reforzará la dependencia energética con Rusia y que debilitará política y económicamente a países de tránsito como Ucrania. Por su parte, Alemania argumenta que es un proyecto necesario y que ayudará a despolitizar el comercio de energía entre la UE y Rusia.

Por último, el Mediterráneo oriental también ha cobrado importancia en la agenda energética europea. La disputa por controlar las reservas de gas natural halladas en la región en los últimos años ha tensado las relaciones de la UE, sobre todo de Grecia y Chipre, con Turquía. Ankara busca explotar estos recursos y posicionarse como centro energético, al ser un país de tránsito para el gas procedente del golfo Pérsico, Rusia y el mar Caspio. Israel también ha entrado en la ecuación con el hallazgo de reservas frente a sus costas en la última década. Todo esto choca con los intereses de la UE de despolitizar el comercio de energía y de ganar autonomía energética.

La transición energética, una oportunidad única

Al reto de la seguridad energética de Europa se le une ahora el cambio climático. La transición energética pretende contrarrestar esa crisis, reemplazando a largo plazo los combustibles fósiles por energías renovables, como la solar y eólica. Este cambio de modelo entrelaza tres ejes: descarbonizar el sistema eléctrico, electrificar la economía y aumentar la eficiencia energética. Los dos primeros están aún más ligados, pues descarbonizar la generación eléctrica con energías renovables permitirá electrificar y descarbonizar procesos que dependen de combustibles fósiles, como el transporte terrestre o algunas industrias. El tercero responde a un consumo de energía menor y más eficiente, por ejemplo, gracias a la mejora del aislamiento de los edificios.

Buena parte de estos cambios ya están en marcha a nivel nacional y han ganado peso en Bruselas. La Comisión introdujo en 2006 la sostenibilidad medioambiental como elemento indisoluble de su estrategia energética, y en 2013 presentó una nueva estrategia para casar la política energética y climática. Ahora, con la pandemia, los fondos de recuperación de la UE tienen un fuerte componente climático, abarcando un 30% del presupuesto. El Pacto Verde Europeo pretende ser la piedra angular para transformar el modelo productivo y descarbonizar la economía. Sin embargo, su aplicación dependerá de la capacidad de la Unión para remar en una misma dirección y gestionar las distintas velocidades de los Veintisiete, también en este ámbito. En Alemania, Dinamarca o España, la transición energética marcha desde principios de siglo, mientras que en Polonia, Hungría o la República Checa apenas comienza. 

La cuestión energética es prioritaria para la UE y un quebradero de cabeza en muchas capitales. En sus objetivos de desarrollo a largo plazo destaca la seguridad energética, pero las diferentes visiones entre Estados dificultan unificar la voz de cara al exterior y marcan la vulnerabilidad del bloque. Aunque la UE persigue objetivos medioambientales, económicos, sociales y geopolíticos en conjunto, cada país tiene una estructura económica y energética distinta, unos intereses y prioridades propios, y un entorno sociopolítico particular. Aun así, Bruselas ha dado pasos importantes en integración energética, y descarbonizar la economía se postula como la vía principal de recuperación pospandemia. Las futuras decisiones geopolíticas, comerciales y sobre la transición marcarán si Europa puede solventar la cuestión energética o si, por el contrario, seguirá como motivo de discordia y dependencia estratégica para la Unión.

Fuente: https://elordenmundial.com/la-inseguridad-energetica-de-la-union-europea/?utm_source=hs_email&utm_medium=email&utm_content=123323313&_hsenc=p2ANqtz-9qYchoBq82nt9VBXQIGqkmw9xyS-K1ttReeGNnQwk4ayQfY9613T2yqN3vYuZLp-0UOy6Kvnx8INpwAtpb-vaFkVwa9g   

La división más crítica entre ambos es la geopolítica y las percepciones de quién es amigo y enemigo, en lo que tiene que ver con la visión de China.

POR: IAN BREMMER

Donald Trump cambió Estados Unidos, no tanto como querían sus partidarios, pero más de lo que esperaban sus críticos. Sin embargo, este no fue el único país que cambió estos últimos cuatro años.

Mientras el actual presidente Joe Biden lucha por tranquilizar a los aliados de que el EE. UU. que recuerdan está “de vuelta”, otros han seguido cambiando, lo que hace que sea imposible volver a la forma en que las cosas eran. Eso es particularmente cierto en el vínculo transatlántico: la relación única que alguna vez se disfrutó entre EE. UU. y Europa no volverá, incluso con Biden. Y no todo tiene que ver con Trump.

La primera razón por la que las relaciones entre Estados Unidos y la UE no volverán a su estado anterior es previa a que Trump asumiera el cargo: la votación del Brexit, pues durante décadas, el Reino Unido fue el primer puerto de escala de EE. UU. cuando se trataba de Europa.

Si bien a veces se opuso a los vientos predominantes en la UE, Londres sirvió como un defensor confiable y eficaz de Estados Unidos en el bloque. Biden debe invertir ahora aún más tiempo y energía en sus relaciones con políticos e instituciones de la UE sin que parezca que le dan una menor importancia al Reino Unido; los lazos de defensa e inteligencia angloamericanos siguen siendo lo suficientemente valiosos como para merecer una atención especial de Washington. Después de todo, es el Reino Unido el que comparte más estrechamente la opinión de Estados Unidos sobre cuestiones geopolíticas como Rusia y China.

Por otro lado, la administración Biden comparte la evaluación de la UE (e Irlanda) de los desafíos restablecidos por el Brexit en Irlanda del Norte.

El Brexit hará que navegar por la relación entre el Reino Unido y la UE sea mucho más desafiante para la Casa Blanca, especialmente porque Reino Unido y la UE siguen en desacuerdo en el futuro previsible.

La segunda línea que separa a EE. UU. y Europa está en los valores más amplios que sustentan las decisiones. En cuestiones económicas, la era Trump despertó en los políticos estadounidenses la conciencia de que necesitan atender de manera más proactiva los asuntos internos. Para los demócratas, eso significa más asistencia para los trabajadores estadounidenses y más subsidios industriales. Esto puede parecer más familiar en Europa, pero no impedirá que Bruselas defienda su mercado único frente a lo que percibe como ventajas competitivas injustas.

A esto se le puede agregar el enfoque de la UE a las preocupaciones del Siglo XXI como el cambio climático y los servicios digitales, lo que deriva en una probabilidad bastante alta de que se apliquen nuevos aranceles, regulaciones o ambos al comercio entre ambos.

Junto con los diferentes enfoques adoptados para cuestiones como la privacidad de los datos, el contrato social y la libertad de expresión, los “valores comunes” que alguna vez compartieron Estados Unidos y Europa se están volviendo difíciles de volver a alinear.

Pero la división más crítica es la geopolítica y las percepciones de quién es amigo y quién enemigo. La relación transatlántica estuvo en su punto más fuerte durante la Guerra Fría, cuando los soviéticos presentaban un enemigo común en el que tanto Estados Unidos como Europa debían concentrarse. Hoy en día, algunos europeos quieren relaciones más estrechas con Moscú, considerándola un socio energético fundamental; otros buscan ignorar las acciones agresivas de Vladímir Putin en el extranjero y las violaciones de derechos humanos en el país.

Pero el verdadero problema de división entre EE. UU. y Europa es China: Estados Unidos ve al país asiático como su principal rival, tanto en el panorama económico como en el de seguridad nacional (incluida la tecnología).

Europa puede considerar a China como una amenaza para la seguridad nacional, pero espera cooperar económicamente en áreas de interés mutuo con Pekín, como se muestra en el Acuerdo Integral sobre Inversiones que firmaron en diciembre.

Es difícil trabajar en estrecha colaboración cuando ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre quiénes son sus amigos y quiénes son sus enemigos. Y sin una amenaza externa para unirlos, la relación transatlántica se aleja aún más.

Los líderes europeos están felices de ver a un presidente más tradicional como Biden de regreso en la Casa Blanca. Pero el alivio de que Trump se haya ido no proporciona una base para una relación sólida.

La alianza transatlántica está en declive, al igual que el orden mundial liderado por Occidente. Cuanto antes comprendan eso ambas partes, antes podrán comenzar a construir la nueva arquitectura necesaria para una relación más sólida y duradera.

Ian Bremmer
Presidente de Eurasia Group y GZero Media, y autor de ‘Us vs. Them: The Failure of Globalism’.

@ianbremmer

FUENTE: https://www.portafolio.co/opinion/ian-bremmer/geopolitica-la-relacion-de-estados-unidos-y-europa-que-recordamos-no-volvera-551045

Entrevista a Nuestro Socio estrategico en Italia el Prof. Dr. Tiberio Graziani NR

La expulsión mutua de diplomáticos de las embajadas checa y rusa es una clara evidencia de que la República Checa está destruyendo activamente las relaciones bilaterales con Rusia, y lo está haciendo de manera sistemática y consistente, sin embargo, según la representante oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, “ con pasión ”y“ vergüenza ”, llevando al grado el absurdo de las acciones del establishment político checo

En el centro del escándalo de espionaje se encuentra una explosión en un depósito de municiones en el sureste de Moravia (la aldea de Vrbetica) en 2014, en la que supuestamente están involucrados los servicios especiales rusos, a saber, los oficiales de inteligencia militar rusos buscados Alexander Petrov y Ruslan Boshirov. Esta situación da lugar inmediatamente a una serie de evidentes contradicciones: en primer lugar, la ausencia casi total de material oficial sobre la investigación del incidente de hace siete años es alarmante. En segundo lugar, según el Ministerio de Relaciones Exteriores, este almacén ha sido entregado a empresas privadas de armas desde 2006 y no ha sido utilizado por el ejército, por lo tanto, la versión de que se suponía que la explosión interferiría con el suministro de armas a Ucrania, donde se produjeron hostilidades. que tiene lugar en ese momento, se vuelve ilógico. En tercer lugar, los propios sospechosos plantean preguntas: de nuevo las mismas personas, conocido por el incidente de Salisbury y su participación en las hostilidades en Ucrania, que se les atribuyen The Insider y Bellingcat, publicaciones cuyas investigaciones periodísticas a menudo se revelan como falsificaciones. La regularidad de su mención en este tipo de operaciones es sin duda una baza ganadora, pero ya no provoca miedo, sino burla, incluso entre los usuarios de las redes sociales rusas y europeas.

Finalmente, es especialmente alarmante que la divulgación del incidente checo coincidiera con la imposición de sanciones estadounidenses contra Rusia. Las acciones políticas del presidente checo Milos Zeman — la disposición a comprar el fármaco Sputnik V, el apoyo a la participación de Rosatom en la licitación para la finalización de la planta de energía nuclear de Dukovany — atestiguan una actitud amistosa hacia el Kremlin, pero esto sería extremadamente desventajoso al gobierno estadounidense.

Estados Unidos utiliza estados europeos más pequeños como un instrumento adicional de manipulación y presión sobre Rusia; A la luz de los acontecimientos recientes, Estados Unidos también beneficia a la República Checa como herramienta para desviar la atención de las provocaciones estadounidenses en Belarús, como declaró el Consejo de la Federación de Rusia. Esta suposición se ve confirmada tanto por el esperado apoyo a las acciones de la República Checa por parte de la administración estadounidense, como por la rápida respuesta del Departamento de Estado, lo que indica una alta probabilidad de consultas preliminares.

Tiberio Graziani, un experto político italiano, presidente del Instituto Internacional de Análisis Global Vision & Global Trends, expresó el siguiente punto de vista en una entrevista con corresponsales de News Front :

Tiberio Graziani

Tiberio Graziani: Durante su discurso anual, Putin aclaró la posición del Kremlin sobre la reciente ola de acusaciones contra la Federación de Rusia por parte de Estados Unidos y algunos países del campo occidental.
Los estados del bloque atlántico -Gran Bretaña y República Checa- lanzaron una nueva estrategia ofensiva contra la Federación de Rusia, que podríamos definir como una especie de guerra diplomática.
En cuanto a Praga, en particular, este no es un episodio accidental, porque el año pasado las autoridades de una de las ciudades europeas relativamente neutrales tuvieron una brillante idea para nombrar en honor a Boris Nemtsov, un político de oposición ruso, la plaza frente a la Embajada de Rusia, donde un caso diplomático entre la República Checa y la Federación de Rusia.
Putin ha afirmado con firmeza que no permitirá que ningún país cruce la línea roja, pero también ha dejado claro que el Kremlin no quiere romper relaciones con aquellos países que han expulsado a sus diplomáticos. De hecho, dejó abierta la puerta al diálogo: se trata de una invitación indirecta no solo a Estados Unidos, sino también a algunos países occidentales que, a pesar de las presiones de Washington, mantienen buenas relaciones con Moscú. Esta invitación, en mi opinión, debería ser aceptada, en particular, por Francia, Alemania e Italia. Estos tres países tienen intereses comunes con Moscú y Washington, y podrían actuar diplomáticamente para reducir el nivel de malentendidos entre Estados Unidos y la Federación de Rusia.

Notemos un punto más importante. El informe checo contiene una frase que confirma la falta de evidencia fundamentada: «La policía, mientras tanto, no tiene evidencia directa de que estas dos personas realmente ingresaron físicamente al almacén, pero consideran esta posibilidad como una hipótesis con un alto grado de realidad». Así, se está creando una alternativa a la famosa muy probable, la versión checa del escándalo británico con una trama similar y las mismas personas involucradas. En general, este episodio es solo una parte de una línea de confrontación bien engrasada entre Occidente y su principal oponente: el bloque de países liderado por Rusia y China.

Polina Bobko, especialmente para News Front

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15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

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Profundos e importantes temas de actualidad son tratados en esta nueva edición del Club de la Pluma, donde el director de Dossier Geopolítica, Carlos Pereyra Mele analiza y nos comenta la realidad mundial de la semana. 

Comienza el programa con los malos resultados en Bolivia para los candidatos de Evo Morales, continúa con la sorprendente derrota del “correísta” Aráuz en Ecuador, y termina con las elecciones de Perú y su diáspora de votos que favorece a los extremismos. Luego desmenuza las causas de esos resultados que invitan a poner “las barbas en remojo”, a la vez que señala al fundamentalismo indígena promovido por ONG extranjeras, como los operadores imperiales de este nuevo “Conservadurismo Popular”.

A continuación se traslada a Brasil donde visualiza una maniobra de Bolsonaro al estilo Trump, al planear con sus fanáticos la toma del Tribunal Superior de Justicia y la disolución del parlamento, para instaurar una “Dictablanda”, todo ello como respuesta a un Lula crecido, libre y sin cargos.. Y nos ofrece una síntesis de la terrible crisis sanitaria que amenaza exportar a Argentina y que ha provocado la “Reversión Demográfica en Brasil”.

Y cierra el bloque con una reflexión sobre las dramáticas consecuencias de la tragedia, que pueden llevar a nuestra región a ser un “Territorio de Saqueo” en manos de los imperios, si no contamos con una organización continental que nos permita acceder al nuevo reordenamiento mundial del siglo XXI. 

Sobre la geopolítica global, nuestro director analiza la crisis de Oriente Medio, que la define como “Un Polvorín” ante los ataques de Israel a una planta nuclear de Irán, buscando reacciones violentas de todas las potencias para armar un escenario similar al inicio de la primera guerra mundial. Por lo pronto, los buenos oficios diplomáticos rusos han puesto paños fríos a la tensión, que sigue latente. 

También nos habla del “enrarecido” centro-este europeo, donde Ucrania ataca a Dombás bajo la tutela de EEUU, Inglaterra y la OTAN. Con despliegues y bases militares y hasta con misiles nucleares desde Polonia, provocando una reacción proporcional de Rusia y hasta de Bielorrusia, también con impresionantes despliegues militares. En medio de este cuadro prebélico, nuestro analista nos avisa de la novedad tecnológica del momento, que es la  incorporación a la infantería rusa del “Robot Soldado”. 

También razona sobre la lógica incomprensible de Biden, que califica de “constructiva” una conversación con Putín, y al día siguiente aplica sanciones a Rusia y expulsa a sus diplomáticos. Una actitud políticamente bipolar que está siendo repetitiva en la Casa Blanca.

Seguidamente nos analiza la decisión  de EEUU de retirar sus tropas de Afganistán, a partir de mayo, lo que crea un gigantesco manto de dudas ante la entrada inminente de los terroristas en la capital.

Y en este punto, Carlos Pereyra Mele se sumerge en los entresijos de la ocupación a ese país. Nos habla de los Talibanes, del atentado de las Torres Gemelas, de Bid Ladem, de las muertes y los daños, del negocio de las drogas que floreció en esos 20 años y del desconcierto y las angustias de sus aliados.

Y nos deja inquietantes preguntas sobre el comportamiento pasado, presente y futuro de EEUU, cuando deja este territorio en manos de los talibanes, en un “abandono a tropel”, que desnuda y confirma una derrota similar a la de Vietnam.  

Y finaliza su alocución con el anunciado choque entre atlantistas y continentalistas. En el que el trípode Moscú, Pekín, Teherán, sigue avanzando en Asia, hacia Europa, y hacia África. Mientras EEUU solo pude frenar ese avance con fuerzas disuasorias.

Y finalizó sentenciando:

“Si la decisión del imperio anglosajón es la guerra, por primera vez tendrá a su frente a ejércitos de última generación, muy bien preparados y con armamentos de primer nivel.”

– Eduardo Bonugli-   Madrid.

“Para afrontar los problemas de fondo, que no pueden ser resuelto por acciones de países aislados, es indispensable un consenso mundial”.

Es un hecho indiscutible que la tecnología hoy, ya está presente en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, merced al nuevo entorno en que nos hallamos inmersos y del cual somos parte, un lugar que nunca antes en la historia de la humanidad se haya experimentado en absoluto. De allí la afirmación de que nos encontramos ante un verdadero cambio epocál, donde la cuarta revolución industrial irrumpe en una etapa del sistema mundo.

También es dable expresar que en esta nueva era que tiene como principal actor a la revolución digital o la digitalización, donde la lucha entre potencias se manifiesta día a día, a cada momento por la supremacía tecnológica mundial, que en este momento de la historia no es ni más ni menos que el control de la tecnología de quinta generación 5G.

Para conocer cómo se llega a la Tecnología 5G se hace necesario realizar un breve recorrido histórico y saber de aquellas que la precedieron en el tiempo, empezando por la Tecnología 1G (1970-1980), ésta fue lanzada en Japón por la NTT en 1979 y corresponde a las primeras telefonías móviles. El 1G es analógico y permitieron a un pequeño grupo de abonados principalmente empresarios a comunicarse entre diferentes centros urbanos. Tecnología 2G (1980-2000), en esta generación de móviles ya se introduce protocolos de telefonía digital y permite entre otros SMS, FAX y MODEN, además de Roaming Internacional, llamada en espera, identificación de llamada, etc.; el móvil más reconocido de la época era el Nokia 3310, dispositivos con velocidades inferiores a 100 Kbit/S o 2.75G dependiendo de los diferentes estándares. 

Tecnología 3G (2003-2007), que utilizaba la conmutación de paquetes, con un ancho de banda de 5-20Mhz. Esta generación daba servicio de alta velocidad, internet inalámbrico fijo, de voz, videollamada, videoconferencia, navegación web, correos, mapas, música. En esta época sobresalieron los Blackberry y luego el Iphone el Smartphone que revoluciono la telefonía digital. Tecnología 4G (2007-2015), se basa en el estándar “LTE” que es el sucesor directo del 3G o 3G+, se basa en la tecnología IP que se alcanza por la convergencia entre las redes de cables y redes inalámbricas. También se caracteriza por un aumento significativo de tráfico de datos y puede alcanzar a los 150 Mb/s. De acceso a la internet móvil, televisión 3D, DVB, entre otras. El dispositivo sobresaliente de esta tecnología fue el Samsung Galaxy J1 Ace. 

Tecnología 5G (2015-2020) esta nueva generación usa la arquitectura inalámbrica abierta (OWA), utiliza tecnología de telefonía IP banda ancha, se prevé que para el 2025 una de cada cinco conexiones móviles se realizara sobre redes 5G, su velocidad máxima 10 Gbp/s y más ecológico entre otras bondades. El teléfono insignia de esta época Samsung S10.

Sin dudas que la conectividad 5G que está llegando a nuestra cotidianeidad tiene un sello mayoritariamente Asiático. Las marcas europeas han quedado rezagadas y las de EEUU luchan para frenar el embate proveniente de Asia, de allí radica la pelea por el liderazgo respecto a la tecnología de quinta generación donde la lista está liderada por Huawei, Samsung, Lg, ZTE y Ericsson.

Si bien la tecnología 5G aún no se ha implantado de lleno en todo el mundo pues aún son muy pocos los países que pueden poner en funcionamiento este tipo de alta tecnología y en la actualidad solo el 14% de la población mundial son usuarios merced a múltiples impedimentos de los propios Estados que no cuenta con la debida infraestructura para posibilitar el funcionamiento de la misma, por ende el número actual de países que operan, despliegan o comercializan en el mundo con Tecnología 5G son 38 entre ellos: Corea del Sur, Suiza, Emiratos Árabes, Finlandia, Reino Unido, España, Italia, Alemania, Japón, Irlanda, China, Rumania, Suecia, EEUU, Canadá, Austria, Tailandia y Bélgica, Australia, Nueva Zelanda y Brasil en nuestra región entre otros alrededor del mundo, en tanto Uruguay está en pleno despliegue de esta tecnología 5G y nuestro país Argentina junto a varios países cordilleranos están realizando recién inversiones en el 5G y se aguarda que para el 2025 el 60 de usuarios de todo el mundo tengan acceso a la misma.

Ahora bien, cuando afirmamos que la mencionada tecnología de quinta generación se halla pleno proceso de inversión, despliegue y comercialización en todo el mundo; el avance vertiginoso de la Tecnología en la actualidad parece no tener freno, debido a que nuevamente países Asiáticos continente que se ha apropiado de la vanguardia tecnológica en el presente; países como China ya ha lanzado al espacio el primer satélite 6G del mundo (Start Era-12 o UESTC), satélite que cuenta con un sistema óptico de detección remota para monitorear los desastres de cultivos y prevención de inundaciones e incendios forestales; a los efectos de verificar la tecnología 6G en el espacio, desde China afirman que esta tecnología 6G puede llegar a ser 100 veces más rápida que el 5G.

Cuando todo parecía que China había tomado la delantera en este tema trascendental y vaticino que para el 2035 se podría contar con este tipo de tecnología en el mundo; la empresa Surcoreana Samsung presento el pasado año su visión respecto a la comunicación en materia 6G, afirmando que su comercialización podría estar para el 2028, y para que esto se dé se, trabaja de lleno en tres pilares fundamentales que son: rendimiento, arquitectura y confiabilidad.

Algunos ejemplos y potencial de esta Tecnología 6G que ser distante a nuestra realidad ya se empiezan a entablar fechas menores a una década; entre ellos la velocidad que es una de las categorías que caracterizan a la Cuarta Revolución Industrial, estima que el 6G posee una máxima de datos de 1,000 Gbp/s y una latencia de aire inferior a 100 microsegundos, 50 veces la velocidad de datos máximos y una décima parte de latencia de 5G, en otras palabras y a efectos comparativos el 4g se mide en Megabyts, el 5G en Gigabyts y esta última que realmente se presenta como algo único en el mundo consta de una velocidad de 1 Terabyts.

De allí radica la importancia del presente trabajo académico, donde cada vez se hace más necesario la Regulación Global del Ciberespacio, ante el avance incierto de esta tecnología que pareciera sin lugar a dudas, viene a revolucionar toda la estructura de la red cableada inalámbrica, pero sin un freno regulatorio de la misma, poniendo en riesgo desde el simple y posible usuarios hasta los Estados mismos parte de la Comunidad Mundial.

La Cibergeopolitica es una realidad que no podemos negar y que nos indica e induce a entender lo que pasa en ese famoso quinto elemento que es el Ciberespacio y que sin una debida reglamentación, se abren puertas a limites impensados que busca esta tecnología 6G basada principalmente en Hologramas móvil de alta fidelidad, realidad extendida y replica digital; la velocidad que ya arranca de 50 a 100 veces más rápido que el 5G, dando paso de lleno con este tipo de velocidad a temas tan controvertidos en todo el mundo como la Inteligencia Artificial, el Transhumanismo, los Vehículos Autónomos, la revolución de los Smartphone, la atención Medica Digital (temas tratados en varios artículos desde el 2017 en adelante), Ciudades Inteligentes como una realidad inexcusable, y el nuevo estándar comunicacional que trata de las comunicaciones y transferencias de información bajo el agua.

Pero el análisis no culmina con los ensayos de la nueva tecnología 6G que aún no está en función, los avances siguen realizándose sin descanso más allá de todos los interrogantes que ésta ocasiona entre ellos principalmente los estándares éticos de la misma al momento de ser puesta en funcionamiento. 

Todo lo mencionado ut-supra, nos brindan datos y pistas importantes que no estaban en los planes de la mayoría de la población mundial, es que ya hay muchas teorías que esbozan que estamos antes los umbrales de la Quinta Revolución Industrial, y otros que afirman que esta nueva revolución se está dando en forma simultánea con la 4ta RI, y como puede ser que ya se esté hablando y pensado como un hecho concreto, si aún nos encontramos abrumados por los avances propios de la 4ta RI (big data, machine learnig, computación cuántica, internet de las cosas, XR, Industria 4.0, etc) y como si fuera poco ya asoma por el horizonte una nueva disrupción, llamada a sacudir otra vez los cimientos de la sociedad. En fin, hacemos alusión a la antes mencionada Quinta Revolución Industrial, atisbada en los principales foros económicos y tecnológicos del planeta; una revolución deseada por muchos y temidas por otros.

Por último, es menester saber tres puntos esenciales ante estas cuestiones que vienen a poner sobre tela de juicio más incertidumbres que certezas por no contar con una hoja de ruta clara hacia donde nos llevan estos avances sin una Regulación del Ciberespacio. Tampoco podemos negar que, a través del devenir de los tiempos en todas las revoluciones precedentes a la fecha, han tenido un denominador común donde hubo trabajos que desaparecieron y otros nuevos que se crearon, y por ello pensamos que no hay razón para pensar que la 4ta RI y la posible Quinta Revolución Industrial que se estaría dando en simultaneo a la precedente (4ta RI), vayan a quedar al margen de eta dinámica pre-existente.

Una de las voces que ya se han alzado y más precisamente en WEF fue la de Marc Benioff, fundador de Salesforce, quien afirmo que como lo exprese anteriormente la ETICA debe estar en el centro de la Quinta Revolución Industrial, que muchos afirman ya estar transitando; además otra característica a tener en cuenta es el abandonar la idea del crecimiento por el crecimiento mismo y poner los avances tecnológicos al servicio de los valores puramente humanos y de la inclusión. Entre los puntos sobresalientes de esta Quinta Revolución Industrial que muchos afirman estar ya en vigencia, repito en simultaneidad con la 4ta RI, los de:

  • Compatibilizar los beneficios y el progreso de la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y el respeto de los derechos humanos.
  • Igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
  • Lograr un mundo mejor, más eficiente y más productivo.
  • Facilitar la plena accesibilidad social y laboral.

Todos estos fundamentos para quienes venimos tratando la geopolítica de la internet y desde la cibergeopolitica hace ya varios años, muchos de estos puntos nos remiten directamente a los 17 puntos ODS de la ONU, que, al día de hoy, en lo que respecta a nuestra parte como centro de estudios y desde una perspectiva académica con un pensamiento netamente sudamericano, son más los cuestionamientos y preguntas sin respuestas las que se nos presentan y varios los temas a tratar que parecieran estar camuflados dentro de ese programa que se lleva adelante y pretenden implementar para el 2030. Lo repetimos cientos de veces y en cada lugar que tengamos que exponer o disertar, que primeramente la Falta de Regulación Global O Universal del Ciberespacio, hace que todo se torne turbio y la normativa quede en manos del más fuerte, quien impondrá su postura si es necesario a la fuerza, y esto ocurre por un pendiente que hasta el día de hoy han fracasado los organismos multilaterales que deberían abogar por una Regulación Definitiva y esto se logra con el conjunto de las partes integrante de la sociedad y desde una mirada: social, política, económica, educativa, religiosa, culturales, etc…

Por ultimo dejo una reflexión del Papa Francisco con una impronta ecuménica, que se desprenden de la Encíclica “Laudato Si” sobre los cambios tecnológicos y también a los efectos de que cada uno tomemos dimensión de los momentos cruciales que vivimos y afrontamos, agravados por una pandemia de por medio: “…Alegrarse ante los avances tecnológicos porque la ciencia y la tecnología son un maravilloso producto de la creatividad humana donada por Dios, la Tecnociencia bien orientada puede producir cosas realmente valiosas para mejorar la calidad de vida del ser humano; pero no podemos ignorar que las tecnologías dan a quienes tienen el conocimiento, sobre todo el poder económico para utilizarla, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad en el mundo entero, nunca la humanidad tuvo tanto poder sobre sí misma y nada garantiza que vaya a utilizarla bien, sobre todo si se considera el modo como lo está haciendo”.

Estos son los grandes desafíos estratégicos que nos esperan y nos deparan día a día, y de nosotros depende dejar que el avance sea con el ser humano como un mero instrumento de la tecnología o bregamos una lucha ininterrumpida para marcar el camino a los efectos de lograr una Tecnología con Alma.

DR. MARIO R. DUARTE

Abogado (UCASAL) Juez Adm. Faltas M/C (Ctes-ARG). Esp. Derecho Público (UCSF) Esp. Seg. Ciud. Y Prev. Del. (FILDSyS) Académico Argentino AICTEH (Valencia-ESP). Miembro Dossier Geopolitico (-ARG).Seminarian Biolaw and Bioetic (U. Georgentawn-EEUU).

https://actualidad.rt.com/actualidad/372700-china-lanzar-espacio-primer-satelite-6g-probar-tecnologia

https://news.samsung.com/co/samsung-la-tecnologia-6g-sera-una-experiencia-hiperconectada-para-todos

https://www.muycomputerpro.com/2020/12/21/tecnologia-6g

https://blog.masmovil.es/la-evolucion-de-la-tecnologia-movil-1g-2g-3g-4g/

Laudato Si – Autor: Papa Francisco – Editorial: Ediciones Paulinas. (2015)

Especial para Dossier Geopolitico, por Alexander Govorov (*)

El 4 de febrero, durante una conferencia online con motivo de la apertura del Centro Europeo del Consejo Atlántico, el presidente francés Emmanuel Macron demostró una vez más su compromiso con la reforma de la OTAN. El líder francés afirmó «un período muy crítico» e insiste en la necesidad de definir un nuevo concepto para la Alianza. Destacó el hecho de que la OTAN fue creada como un contrapeso a la ex-URSS, y naturalmente concluye que ha llegado el momento de decidir «¿quién es el enemigo hoy?» Macron afirma que se ha creado una situación cuando las fronteras de la OTAN «han avanzado tanto como ha sido posible hacia el Este (hacia Rusia), pero esto no ha disminuido la conflictividad y las amenazas en estas fronteras». Además del paradigma obsoleto, Macron no está satisfecho con las relaciones dentro de la Alianza, por lo que pidió reglas claras de conducta entre sus miembros. Pero lo más importante, en contraste con el ultimátum más reciente y las declaraciones amenazantes del presidente estadounidense Joseph Biden contra Rusia, el presidente francés está tratando de convencer a sus socios de que es imposible establecer la paz y la estabilidad en el continente europeo sin un diálogo integral con Rusia. Considero esta presentación del líder francés no solo como una manifestación de insatisfacción con el estado de cosas en la OTAN, sino también como un intento de transmitir a los socios que Europa está cada vez más insatisfecha con el papel de rehén en la confrontación geopolítica directa entre los Estados Unidos y Rusia.

Biden anunció la restauración del dominio político-militar de Estados Unidos y una mayor presión política y económica sobre Rusia con miras a cambiar el régimen político allí. Dudo que Francia y Alemania estén satisfechas con el papel de los extras en una nueva ronda de enfrentamientos, cuyos resultados pueden ser impredecibles y peligrosos principalmente para Europa.

¿Por qué Francia? ¿Cuán consistente y firme será la posición de su líder? En su mayor parte, los presidentes franceses de varias generaciones se han convertido en figuras destacadas de la política europea, lo que en muchos sentidos corresponde a las saludables ambiciones de Francia como líder regional. Por lo tanto, para cada presidente de la República Francesa, el equilibrio del desarrollo político interno y el éxito del país en el ámbito de la política exterior es siempre extremadamente importante. Las cualidades personales del líder juegan un rol importante en esto. Emmanuel Macron es más joven que sus predecesores, pero ambicioso y se esfuerza constantemente por fortalecer la influencia de Francia en Europa y modernizar el sistema de relaciones interestatales, incluso con los vecinos de la Unión Europea. ¿Si tiene la voluntad y las cualidades necesarias para tal misión? Asumiré que sí. Por supuesto, no es tan carismático como Sarkozy, pero no es tan pasivo como el «descolorido e inexpresivo» Hollande. Creo que el potencial político de Macron aún se revelará más adelante. Sin embargo, debe ser lo suficientemente diestro como para equilibrar los constantes desafíos internos y globales y, lo que es más importante, para eludir el abrazo asfixiante de la asociación euroatlántica.

Es la asociación euroatlántica, en todas sus manifestaciones institucionales e ideológicas, basada en prejuicios obsoletos y a menudo reanimados artificialmente, la que retiene las aspiraciones estratégicas de Francia y Alemania de crear una arquitectura de relaciones internacionales que sean beneficiosas principalmente para la Europa misma. Cada vez los líderes de ambos países se ven obligados a participar en rituales de censura colectiva de Rusia y China desde Occidente por cualquier motivo. En aras de la justicia, cabe señalar que Francia siempre ha actuado como un compensador en las relaciones entre Rusia y Occidente. Por eso, cumpliendo tales declaraciones rituales, Macron promueve consistentemente en la agenda de la política europea lo que, en sus palabras, él cree, es decir, «a Europa desde Lisboa a Vladivostok».

No es casualidad que Alemania aparezca en este contexto junto con Francia. La esencia de las relaciones modernas entre los países se puede caracterizar por las palabras del citado Nicolas Sarkozy: «Para Francia, la amistad franco-alemana es sagrada y nada puede cuestionarla». Después de que el Reino Unido abandonó la UE, las perspectivas de un liderazgo regional equilibrado para estos países se hicieron más evidentes. Sin embargo, a Alemania le resulta cada vez más difícil equilibrar sus propios intereses nacionales y la necesidad de seguir la estela de la asociación político-militar euroatlántica. Después de todo, Alemania está más involucrada que Francia en el desarrollo de la interacción económica con Rusia y, por lo tanto, más que Francia está experimentando la presión, a veces sin ceremonias, de Estados Unidos. La historia del proyecto del gasoducto Nord Stream-2 es un claro ejemplo de esto.

Estados Unidos participa activamente en el proceso de transición del poder en Rusia, estimulandolo de todas las formas posibles. Para el 2024, la tarea es debilitar a Rusia tanto como sea posible, para desequilibrar el sistema de relaciones a lo largo de los ejes «Putin – pueblo» y «Putin – élites». Recientemente, se ha hecho un intento todavía infructuoso de destituir al presidente Lukashenko en la vecina Bielorrusia con la perspectiva de crear una zona de inestabilidad política y económica allí a largo plazo y crear un régimen político hostil a Rusia. Muchos expertos lo consideran un probable agravamiento del enfrentamiento armado en el este de Ucrania y un agravamiento de la situación alrededor de Crimea con un aumento simultáneo de las ya numerosas sanciones contra Rusia. Finalmente, el proyecto «opositor Navalny» ha sido actualizado y le dado un nuevo impulso, que se presenta en los medios occidentales como una «alternativa real» a Putin. La expectativa es que los consumidores de información de estos medios no tengan la menor idea sobre las tradiciones de formación del poder y el liderazgo en Rusia, o sobre el peso político real de estos opositores. También es posible que se juegue la carta del separatismo regional dentro del país. Están tratando persistente y consistentemente de arrinconar a Rusia, sin explicar a los socios europeos cómo el desequilibrio de Rusia y su degradación pueden resultar para Europa, así como la situación en la que el liderazgo ruso «no tendrá nada que perder».

Consideraría una señal alarmante que el 5 de febrero, en una reunión con el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, el canciller ruso Sergey Lavrov cuestionara la fiabilidad de la UE como socio. Al mismo tiempo, destacó que Moscú y Bruselas deben acordar principios basados ​​en la no injerencia en los asuntos internos de los estados soberanos en el espacio postsoviético.

¿No es un trasfondo inquietante para superar las consecuencias de la pandemia, sus consecuencias económicas? Europa tiene todas las perspectivas de convertirse nuevamente en el escenario de una confrontación geopolítica impredecible, cuyos beneficiarios están fuera del continente. Es obvio que el presidente francés lo comprende y no abandona los intentos de prevenir el peor escenario para Europa. ¿Qué tan exitosos serán esos intentos? – Difícil de predecir, dado el tamaño de la tasa de Estados Unidos en este enfrentamiento. Para lograr sus objetivos, Estados Unidos y Gran Bretaña no tomarán en cuenta los intereses ni siquiera de sus aliados. Quizás una coincidencia, pero cuando la última vez que Macron proclamó la necesidad de crear un sistema moderno, y lo más importante, independiente de seguridad europea, recibió una respuesta en forma de un prolongado enfrentamiento con los «chalecos amarillos». En general, las perspectivas de un rumbo independiente de la alianza franco-alemana de acuerdo con los intereses de Europa dependen del éxito de sus gobiernos dentro de los países. Después de todo, cualquier crisis política interna puede ralentizar inmediatamente las perspectivas de proyectos de política exterior. En cualquier caso, los europeos mismos deberían determinar la agenda europea, sin imponerse desde fuera, tomar decisiones con quién ser amigos y comerciar.

Alexander Govorov, Politólogo

Por Eduardo A Bonugli; Especial para Dossier Geopolitico

Como interesado en este tema desde hace años, y cuando el proceso entra en su ocaso, quiero dar mi punto de vista y dejar claro mis discrepancias al discurso único y simplista de la prensa europea y occidental, sobre el Brexit. Un discurso de desinformación activa, típico del sistema, en el cual solo se insiste en las causas superficiales que llevaron a tan sonado desastre, mientras se omite las verdaderas razones de peso.

Mi postura, por el contrario, es que el Brexit significa el mayor fracaso neoliberal de la historia, siendo su política económica de especulación financiera la causa principal. También afirmo que es la primera gran quiebra capitalista del siglo XXI y es el preludio del ocaso del Bloque Atlantista Anglosajón en el mundo, junto al declive de EEUU como imperio dominante.

El Brexit es una herida vital para la UE, derivada del choque de dos potencias históricamente irreconciliables, que pretendían concentrar para si, y solo para si, la dominación absoluta del resto del continente con políticas neoliberales de rentismo financiero y monopolio productivo, bajo el imperio de la “industria financiera,”  apoyándose en la tóxica red de paraísos fiscales en Europa, que a su vez, arrastran a la quiebra, a los países más pobres del continente.

Alemania con su apisonadora industrial y su supremacismo racista por un lado, e Inglaterra como potencia financiera mundial y su genética imperial por el otro, fueron demasiados gallitos bravos para un corral frágil de cimientos y cada vez más pobre. Finalmente, como dice el refrán: ”A la UE, entre todos la mataron y ella sola se está muriendo…”

A continuación detallo reflexiones sintetizadas de otros aspectos donde la prensa confunde y desinforma a la población:

#El último acuerdo, del 31/12/20, es solo una declaración vacía de contenidos, que apenas deja la puerta abierta a futuras negociaciones, pero sobretodo, que trató de evitar el temible “Brexit a las Bravas”.

#Es falso que la UE se asegurara con este último acuerdo, algún marco legal para las futuras relaciones. Casi todo quedó sin acordar. Mientras tanto, Londres ya negocia por su parte, de forma bilateral con cada país, la mayoría de los asuntos pendientes, haciendo realidad aquello de: Divide y vencerás.

#Lo de la rivalidad financiera con la que tanto compadrean en Europa, entre Londres y Dublín o Frankfurt, es apenas una fantasía imposible de la UE. Inglaterra es un gigante financiero mundial, con demostrada presencia en Oriente, y hermanada en sangre especulativa con Israel y EEUU. 

#Sobre la pesca, hay que recordar que a Londres no le preocupa mucho la actividad pesquera en sí. Le importa más y mucho, el fabuloso negocio de arrendar sus aguas y negociar franquicias sobre los territorios que domina en ultramar, como el caso de Las Malvinas. Negociar todo y con quien sea, es su doctrina secular. Para ya, consiguió que en 5 años caduquen las licencias de los europeos sobre sus aguas y entonces será cuando impongan sus condiciones. Los pescadores del continente saben que apenas les queda un lustro a su actividad que ya es agónica, porque sus permisos irán decayendo un 25% por año. En ultramar (Malvinas), Londres controla (o chantajea) a las potencias pescadoras de Europa, con franquicias de sus derechos (y no derechos) sobre esas aguas y también se asegura, a buen precio, el pescado para su consumo interno. Que estos territorios queden o no, fuera de jurisdicción de este último acuerdo de papel mojado, carece de importancia en el reparto de su dominio sobre las aguas.

#Sobre la caída del comercio entre ambos, la prensa creó una falsa burbuja de terror que ahora se empeña en disolver. Los viejos piratas nunca mueren y en este mundo de sabuesos, los negocios van primero que los patriotismos. Y Occidente tiene siglos de historia en poner trabas y saltarlas, según convenga.

#Lo de las aduanas y sus inconvenientes, es un problema común y no solo para GB, como quiere aparentar la propaganda de la prensa continental. 

#La indemnización Inglesa a la UE por su salida, lleva a Bruselas por la calle de la amargura. Durante la campaña del referéndum en 2016, desde el continente, se lanzó la tesis mediática que serían 250 mil millones de euros el monto, pero Londres nunca acusó recibo. Más tarde esta cifra entró en una alocada montaña rusa según el humor de las negociaciones. 

Luego de conocidos los resultados del referéndum hubo, un consenso mínimo entre Bruselas y Londres de que esa cantidad estaría alrededor de los 65 mil millones. (1)

En mayo del 17, cuando las conversaciones eran borrascosas, Alemania y Francia subieron la apuesta a 100 mil millones. (2)

En mayo del 19, con vientos del Brexit Bravo, la cantidad bajó a 43 mil millones, pero Boris Jonson rechazó tajantemente la cifra. (3)

En el Acuerdo de Retirada del 31/01/20 en su página 35, La UE apenas hace referencia a lo siguiente: *NOTA: El acuerdo no se refiere al importe de la obligación financiera del Reino Unido, sino a la forma de calcularlo*  lo que muestra la divergencia total en este tema. (4)

Y en el último acuerdo, firmado el 28/12/20 ya ni siquiera se habla del asunto.

O sea, el Imperio  repite su secular estrategia de la negociación infinita para no pagar sus deudas, mientras, la UE suda en frío por la quiebra de ese ingreso y por la ofensa diplomática que significaría el no pago. A los ingleses, eso les importa un pimiento.

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#El “Cheque Británico” que recibía Londres de Bruselas desde la época de Margaret Thatcher, se quedó pequeño ante lo que contribuía a la UE. En 2016 (el año del referéndum) aportó a la UE, 19.747 millones de euros y fue el tercer país que más contribuyó por detrás de Alemania y Francia. En teoría, también recibió un reembolso o Cheque Británico para compensar el escaso provecho de las islas a las ayudas comunitarias sobre la agricultura, tras un complejo y vetusto cálculo que rebajaba en parte el aporte de Gran Bretaña.

En todo caso, con su salida, Inglaterra se ahorra ahora gran parte de las contribuciones y deja un enorme agujero negro en los presupuestos europeos. En esto, los ingleses salieron ganando. (5)

#Desde Europa relatan que las intenciones de Inglaterra con el Brexit se motivaban en sus genes imperiales, su racismo o en la ceguera de los ultra nacionalistas. Como si los europeos no tuvieran los mismos genes y siglos de historia similar.

#Pero Bruselas no habla de la soberanía secuestrada por la UE. Algo insoportable tanto para la historia del reino como para cualquier estado miembro. En tal sentido, Alemania y sus satélites, hacen de la soberanía secuestrada, una tortura carcelaria para los países pobres de la UE

#Tampoco reconoce las infernales regulaciones administrativas de la UE para hacer proteccionismo blando y frenar las importaciones externas, rompiendo disimuladamente el mantra de la Libertad de Mercado.

#Nada dicen en Europa sobre la impagable burbuja de la deuda de los países miembros y que pende, día y noche sobre la economía europea. Londres ha querido poner tierra de por medio de esa posible honda expansiva.

En 2017, en los diecinueve países que comparten la moneda única, el endeudamiento alcanzó 12,5 billones de euros y en 2019, 13,06 billones. Aumentó 500 mil millones en dos años y aún sin contar con la pandemia.

La industria financiera ha encontrado una forma de disimular el aumento de la deuda al compararla con el PIB, y cómo este indicador aumenta por su cuenta por sus propias variables, ello permite que la deuda, en apariencia, le acompañe.  Un segundo truco europeo fue incorporar al PIB ingresos como el narcotráfico, prostitución o contrabando, que por ser ilegales y no cotizar, son datos no demostrables. Resulta evidente que la deuda europea es ya impagable. (6)

#Lo de la frontera de Irlanda es, en el fondo, un asunto interno de GB, y en su momento hará lo que le convenga, coherente con su histórico cinismo. Por lo tanto y por ahora, le puede servir como puerto franco para el flujo libre de mercancías. Igual que con Gibraltar. Lanzó la polémica para tensar las negociaciones, para crear confrontación y para distraer. Al final reculó y eso se tomó como una derrota inglesa. Pero desde el principio, era un envite en falso.

#Sobre la emigración, hay una vergonzosa manipulación. Es verdad que Londres quiere aprovechar su condición de isla independiente para aislarse un poco más de las corrientes migratorias, pero la UE con su fosa mortuoria del Mediterráneo no tiene autoridad moral para levantar la voz. Que Alemania u Holanda, por ejemplo, acusen de racista a su vecino, es de risa penosa.

#Concluyo: El Brexit es para mi, el mayor fracaso neoliberal de la historia. 

Finalmente, es de justicia agradecer a DOSSIER GEOPOLÍTICO el haberme permitido durante un lustro, hacer el seguimiento de este trascendental acontecimiento

Madrid, 27/01/21

Eduardo A Bonugli – Colaborador desde España de Dossier Geopolitico

(1) https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-39756490

(2) https://www.dw.com/es/financial-times-calcula-en-casi-el-doble-la-factura-del-brexit/a-38672730

(3)  https://www.abc.es/internacional/abci-johnson-amenaza-no-pagar-43000-millones-euros-indemnizaciones-tras-brexit-duro-201908251752_noticia.html

(4) https://ec.europa.eu/commission/sites/beta-political/files/the_withdrawal_agreement_explained_es.pdf

(5) https://www.europapress.es/internacional/noticia-asi-financia-union-europea-20170923114651.html

(6) https://es.statista.com/estadisticas/598857/deuda-publica-bruta-de-la-union-europea-y-la-zona-euro/#:~:text=En%202019%2C%20la%20deuda%20de,ya%20ocurriera%20en%20a%C3%B1os%20anteriores.

La Unión Europea y los EEUU

Entrevista a nuestro socio estrategico en Italia, Tiberio Graziani, presidente del Instituto Internacional de Análisis Globales Vision & Global Trends

THE INTERNATIONAL AFFAIRS

¿Cuál es la actitud de la Unión Europea ante los acontecimientos en los Estados Unidos, incluida la invasión del Capitolio de los Estados Unidos por los partidarios de Donald Trump?

Con respecto al reciente ataque al Capitolio de Estados Unidos por partidarios de Trump, los líderes europeos han expresado públicamente su asombro y han criticado esta acción. A nivel nacional, los líderes políticos de los principales partidos, incluso los considerados euroescépticos, nacionalistas y / o populistas, han gritado “escándalo”, alegando que el ataque al Capitolio de Estados Unidos fue un ataque a la democracia.

Tal tipo de declaración “ataque al Capitolio = ataque a la democracia” por parte de líderes europeos y políticos de las distintas naciones miembros de la Unión Europea merece al menos dos reflexiones. Una de estas reflexiones tiene un carácter general:

Los líderes europeos son incapaces de concebir un tipo de democracia diferente al modelo demócrata liberal, es decir, al modelo que Estados Unidos ha difundido y exportado desde 1945 a gran parte del planeta y que constituye la superestructura – al mismo tiempo ideológica y operativa – del llamado sistema Occidental liderado por Estados Unidos.

Desde el punto de vista de la cultura política, esta incapacidad somete a las posiciones e intereses exclusivos de Washington, las decisiones de las clases dominantes europeas y de sus políticos sobre la política económica y social interna; y la política exterior. Todo ello se traduce en opciones políticas que, además de no tener en cuenta las variadas identidades e intereses culturales del Viejo Continente, a medio y largo plazo podrían resultar muy negativas para la implementación de la propia integración europea y la evolución de la UE en sentido unitario.

Otra reflexión, más atenta a las circunstancias actuales, se refiere, en cambio, al interés práctico de Bruselas y de las clases dominantes europeas en general para complacer a la nueva administración que a partir del 20 de enero estará dirigida por el demócrata Joe Biden.

¿Cuáles serán las consecuencias de la situación política en EEUU para las relaciones con la UE ?

A largo plazo, no habrá consecuencias destacables, salvo que se produzcan cambios -actualmente no previsibles- en el actual liderazgo de la Unión Europea. La política de Bruselas, por otro lado, podría verse influenciada por el posicionamiento de algunos gobiernos nacionales. En particular, con referencia a Europa central occidental, habrá que prestar mucha atención a Francia, y en cierta medida a Alemania, en lo que respecta a la implementación de las políticas exteriores individuales de estos dos países hacia China, Rusia e Irán. La sintonía manifestada en algunas ocasiones entre París y Berlín en cuanto a sus intereses nacionales hacia China y Rusia podría, de hecho, reflejarse también en algunas decisiones futuras de Bruselas hacia las dos potencias euroasiáticas, además de estratégicas para su evolución. EEUU, obviamente obstaculizaría esas eventualidades.

Castigo a Hungría y premios al aliado polaco


En cuanto a Europa del Este, la situación parece menos clara, por los efectos que podrían tener sobre Bruselas las ambiguas y conflictivas iniciativas de Budapest y Varsovia y sus relaciones con Estados Unidos. La Hungría de Orban, retóricamente crítica de la visión liberal democrática de Bruselas y, hasta cierto punto, más cercana a la “doctrina Trump”, podría sufrir una fuerte “represalia” por parte de la nueva administración estadounidense, también en consideración de algunas “simpatías” entre Budapest y Moscú. En el caso de cualquier “represalia”, no se pueden excluir los procesos que podrían conducir a una especie de “revolución de color” sobre el modelo de lo vivido en Ucrania, con el objetivo de eliminar a Orban.
Polonia, igualmente crítica de Bruselas como Hungría, sigue siendo, sin embargo, el “mejor amigo” de Estados Unidos en Europa: por esta razón no creo que sufra “represalias” por parte de Biden. Por el contrario, la función anti-rusa y pro-ucraniana de Polonia se verá reforzada por el nuevo ocupante de la Casa Blanca.

Obstaculización al gasoducto germano ruso y a la participación en la Ruta de la Seda

¿Cambiarían las relaciones bilaterales entre la UE y los EEUU bajo la presidencia de Joe Biden y, si lo hicieran, cuán profundos serían los cambios?

Estados Unidos, incluso bajo la presidencia democrática de Biden, no cambiará su estrategia ahora secular hacia Europa. En el contexto de la estrategia estadounidense, Europa es considerada una cabeza de puente lanzada sobre la masa euroasiática y sobre el continente africano, en particular a través de Italia: por lo tanto, la administración Biden se mantendrá fiel a esta perspectiva, por otra parte vital para la supervivencia de Estados Unidos como potencia mundial. En vista de esto, debemos esperar que la nueva administración sea aún más asertiva que la anterior republicana hacia Bruselas y sus Estados miembros.

Probablemente, Biden tomará acciones aún más decididas que Trump para contrarrestar el proyecto ruso alemán de North Stream u otras iniciativas de asociación similares entre Moscú y Berlín y también entre Moscú y París. También es muy previsible que Biden obstruya cualquier tipo de iniciativa de asociación euro-china, centrada, de diversas maneras, en el proyecto Nueva Ruta de la Seda.

Ante esto, la contradicción entre los intereses reales europeos y estadounidenses sólo puede estallar si Alemania y Francia libran una batalla común en nombre de la refundación de la Unión Europea como actor independiente en el nuevo escenario global, aparentemente ahora policéntrico.Anuncios

Publicado en: https://revueltaglobal.home.blog/2021/01/24/eeuu-biden-puede-ser-mas-decidido-que-trump-obstaculizando-los-intereses-de-europa/

La democracia cristiana alemana (CDU) vota al sucesor de Angela Merkel este 15 y 16 de enero. Tras cuatro mandatos al frente de la mayor economía de Europa, la “canciller de hierro” deja su cargo en diciembre. De cara a las elecciones generales de septiembre, en las internas partidarias destacan tres candidatos que oscilan entre la continuidad y el cambio, además de una potencial sorpresa de Baviera.

En 2021, Alemania tendrá el desafío de continuar la lucha contra el COVID-19, como el resto de Europa y el mundo. Pero un desafío aún mayor será conjugar el frente de salud pública con el de la política electoral.

Además de los 16 estados (Länder) que celebrarán elecciones este año, las miradas se concentran en torno a la interna partidaria de la democracia cristiana alemana (CDU), donde se dirimirá quién será el sucesor de la canciller Angela Merkel (66) de cara a las elecciones generales de septiembre.

Merkel (2005-2021) concluirá entonces su cuarto mandato como la mandataria más longeva de la Alemania contemporánea junto con Helmut Kohl (1982-1998), su padrino político. A finales de 2018, Merkel tomó la decisión de renunciar como jefa de la CDU y habilitar “la apertura de un nuevo capítulo” dentro de su plataforma -y del país-.

LA ERA MERKEL

En su largo recorrido, Mutti (“mamá”, su apodo entre los alemanes) cementó un liderazgo propio tanto en Alemania como en Europa. Fue escogida por la revista TIME como la personalidad del año en el 2015 y lidera el ranking femenino de Forbes desde 2005.

Merkel llegó a la cancillería luego de una ajustada victoria en la peor elección en la historia de su partido, mientras la Unión Europea (UE) implementaba su expansión hacia el Este con la incorporación de diez nuevos miembros. Era la primera vez que una mujer llegaba al cargo de canciller, la más joven al momento de asumir, con la particularidad adicional de provenir de la ex Alemania del Este.

Con el cambio de década, la crisis de la eurozona ponía a prueba a la locomotora económico-financiera de la UE y a la propia Merkel en su rol de administradora política de las negociaciones con los países más alicaídos. La posterior crisis migratoria desde 2014 colocó a Merkel como la máxima representante de quienes confiaban en una política de puertas abiertas (Alemania albergaba 1,8 millones de refugiados en 2020).

En los últimos años, Merkel también intervino decisivamente en el proceso del Brexit (2016-2021), el Plan de Recuperación para Europa (2020) y la pandemia del COVID-19. Con un contexto geopolítico inestable y la radicalización de la política doméstica,  Merkel entrega a su sucesor la tarea de asegurar la continuidad en el poder y mantener el perfil destacado de Alemania en las relaciones internacionales.

Mientras que en circunstancias normales un canciller en su último año de mandato suele apagarse, Merkel hace sentir su plena presencia tanto en lo local como lo global. Para los alemanes, dadas las circunstancias excepcionales, las próximas elecciones generales en el otoño boreal se sienten muy lejos.

LOS POSIBLES SUCESORES

En 2018, luego de unas elecciones para su cuarto mandato (2017) donde su partido perdió la mayoría propia en el parlamento, Merkel anunció que dejaba de estar a la cabeza de la CDU. En aquel momento, escogió a Annegret Kramp Karrenbauer (58), exgobernadora y actual ministra de Defensa, como sucesora.

A pesar de su triunfo en las internas, A.K.K. rápidamente dio una serie de pasos en falso en el ámbito político y anunció que renunciaría a su puesto en un nuevo congreso del partido. Las internas debían tener lugar en 2020 pero se aplazaron al 15 y 16 de enero de 2021 por la pandemia.  

En este marco, hay tres grandes candidatos para ser los sucesores, todos ellos hombres. Dos de ellos (Merz y Roettgen) fueron relegados políticamente por la propia Merkel años atrás, mientras que Laschet es más afín a la agenda de la canciller saliente. A ellos se les suma la figura de Markus Söder, gobernador de Baviera y jefe de la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), aliada de la democracia cristiana de Merkel.

Friedrich Merz (65) es el más conservador de los tres y representa a aquellos dentro del partido que acusan a Merkel de haber empujado a la CDU demasiado hacia la izquierda del espectro político. Polémico por sus comentarios restrictivos acerca de la inmigración (Leitkultur), se retiró de la política legislativa poco después de su intento fallido de reformar el sistema fiscal en 2004.

Tuvo una meteórica carrera en el sector privado (en Bosch, Ernst&Young y BlackRock, entre otros) pero volvió a la carrera partidaria frente al anuncio de nuevas internas. Dentro de su discurso que reivindica los valores occidentales y la ética cristiana (a pesar de estar a favor del matrimonio homosexual), es marcadamente europeísta y pro-OTAN.

Sus partidarios afirman que podría reabsorber a los votantes que han abandonado la CDU por la plataforma de extrema derecha Alternativa Para Alemania (AfD). Del otro lado, sus detractores afirman que bajo su liderazgo sería más difícil comprometerse con posibles nuevos socios de coalición, como los Verdes, que se proyectan como el segundo partido en las encuestas para las generales de septiembre.

Con todo, la victoria de Merz anunciaría un corrimiento hacia la derecha para la principal fuerza política de la mayor economía de Europa. A pesar de sus apoyos dentro de los establishments económicos norteamericano y europeo, los resquemores que Merz mantiene con los altos cargos de su propio partido podrían resultarle contraproducentes.

Armin Laschet (59) encarna la continuidad dentro de la CDU y cuenta con el visto bueno de Angela Merkel. Periodista, a lo largo de su carrera política pasó por distintos ministerios estatales y fue parlamentario y eurodiputado.

Gobierna desde 2017 el estado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado y que concentra el 22% del PBI alemán. La primera ola de coronavirus golpeó su territorio con especial dureza. 

Laschet se ha mostrado más abierto a acuerdos con la socialdemocracia (SD), los liberales (FDP) y los Verdes. La ciudadanía alemana lo conoce por sus visitas a los campamentos de refugiados sirios en Jordania en 2015.

Visitó al presidente francés Emmanuel Macron tres veces solo en 2020.

Norbert Röttgen (55) fue Ministro Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear bajo el anterior gobierno de Merkel, pero se vio relegado de la política partidaria en 2012. Fue el primero en anunciar su candidatura a la sucesión luego de la renuncia de Kramp Karrenbauer.

Desde entonces, se ha centrado principalmente en la política exterior y sigue siendo una figura fundamental en el comité de relaciones exteriores del Bundestag. En los últimos tiempos adquirió mayor presencia pública por llevar la voz cantante del ala de la CDU que busca una actitud más dura de Alemania (y la UE) para con la Rusia de Vladimir Putin. De hecho, Röttgen criticó a Merkel por su tibieza frente al caso de envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalny.

Si bien su apoyo dentro del partido no parece ser lo suficientemente fuerte, sus excelentes vínculos con los Verdes (por su experiencia política y por haber formado parte de la mesa de enlace entre la CDU y los ecologistas Pizza Connection hace 20 años) lo ubican en un lugar muy atractivo a la hora de la formación de una coalición. Además cuenta con muy buena intención de voto entre los ciudadanos alemanes de tercera edad.

Finalmente, el potencial cisne negro es el actual gobernador de Baviera, Markus Söder. El jefe del partido hermano bávaro de la CDU, CSU, está en la cima de las encuestas individuales, en gran parte gracias a cómo está lidiando con la emergencia del coronavirus.

A pesar de no participar de la interna de enero, en la historia de Alemania los líderes de la CSU se convirtieron dos veces en candidatos de la boleta conjunta CDU/CSU para la Cancillería Federal. Si bien Söder cuenta con un poder territorial propio, necesitaría del alcance federal de la CDU para gobernar.

Publicado el 13/01/2021.fuente https://www.embajadaabierta.org/post/el-sucesor-de-merkel

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