El mundo entra es una etapa histórica que definirán el futuro de la humanidad. El declive del globalismo y los modelos que asoman junto con el avance tecnológico abren distintas posibilidades, algunas positivas y otras cercanas a un infierno. Carlos Pereyra Mele, Director de Dossier Geopolítico, dialoga con Humo&Espejos.

Analizamos los siguientes puntos:

  1. Quienes son los Atlantista -EEUU y sus socios-, y quienes los Continentalistas -China y Rusia más India, Irán, Turquía-,más sus organizaciones
  2. Cómo cruje el Sistema Financiero internacional desde la Gran Crisis del 2008 y más ahora cómo lo afectará la Pandemia y la parálisis económica global
  3. El choque de Intereses es total y se refleja en cómo son obligadas a realinearse las potencias secundarias caso del fin de la ilusión, el fin del sueno Ingles del Global Britain
  4. La Pandemia aceleró los tiempos de cambio, y se iniciara un nuevo proceso de globalización, que podrá ser Bipolar o Multipolar. de lo contrario será un choque de intereses que pueden derivar en graves consecuencias
  5. Como el abuso del Poder del hegemón norteamericano terminó causándole gran incertidumbre: Guerras Infinitas, Guerras híbridas, Militarización de las relaciones exteriores, con la Doctrina del almirante Arthur Cebrowski. EEUU está en recesión desde Febrero del 2020 antes de la declaración de la Pandemia, más una crisis de identidad de las nuevas generaciones, y los cambios demográficos
  6. La Inteligencia Artificial y la revolucion 4.0 marcara los Países con futuro y los que serán subordinados totalmente

El TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, mientras el que Nord Stream 2 prevé duplicar el suministro de gas natural ruso hacia Alemania a través del mar Báltico. El Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele fue invitado a exponer su analisis geopolitico sobre esta desicion norteamericana

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha anunciado este miércoles durante una rueda de prensa que el Departamento de Estado está tomando medidas que podrían permitir a Washington imponer sanciones a los inversores en dos proyectos que llevarían gas natural desde Rusia a Turquía y Europa, en virtud de una ley del 2017.

Pompeo ha precisado que se trata de la ley estadounidense para contrarrestar a adversarios a través de sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés), que podría «poner en riesgo» a las partes que invierten en el gasoducto Nord Stream 2 y una rama del TurkStream. Además, ha advertido a los inversores en estos proyectos de que deberían «salir ahora o se arriesgan a las consecuencias».

Anteriormente, el presidente de la Comisión de Economía y Energía del Bundestag, Klaus Ernst, afirmó que Alemania y la UE deberían considerar una respuesta a los planes de EE.UU. para ampliar las sanciones contra el proyecto del gasoducto Nord Stream 2. 

«Si esto finalmente no se detiene, entonces tendremos que considerar medidas de protección serias. Por ejemplo, es posible imponer aranceles al gas natural procedente de EE.UU.», dijo el parlamentario. Según sus palabras, «las acciones de EE.UU. en este asunto ya no necesitan entenderse como un acto de amistad, sino que constituyen una interferencia en la soberanía de Alemania y la UE«.

Por su parte, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Alberto Pereyra Mele, opina que EE.UU. actúa contra los proyectos energéticos rusos porque quiere reemplazarlos en el mercado europeo.

  • TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, con el objetivo de aumentar significativamente la fiabilidad del suministro de gas de la parte sur y sudeste de Europa
  • El Nord Stream 2 es un gasoducto que consiste de dos tuberías paralelas con una longitud total de 1.230 kilómetros y permitirá duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del mar Báltico
  • El gasoducto corresponde a una expansión del actual gasoducto Nord Stream, y podrá abastecer a 26 millones de hogares y reducir considerablemente el coste de energía en las desmesuradas facturas de los ciudadanos europeos

El politólogo vislumbra profundos cambios socio políticos y de reposicionamiento en el mapa mundial, tras la pandemia. Hizo una positiva evaluación de la negociación de la deuda argentina y asegura que el FMI «teme la revelación social», producto del ajuste.

El doctor Miguel Ángel Barrios, especialista en estudios sobre seguridad nacional, provincial y municipal, dialogó con EL LIBERTADOR TV y se explayó acerca de una cuestión que está en el centro del debate ciudadano y político.

Su último trabajo hace hincapié en la geopolítica de la seguridad en América Latina. Es un abordaje complejo ¿no?
 -Es un trabajo que hice con un especialista argentino pero que vive en México Df, Norberto Esmedich, y que hemos hecho estudios de campo sobre el tema de la criminalidad organizada en toda América Latina y hemos conformado en ese libro una teoría. En esa teoría lo que decimos es que la criminología ya tiene un techo, un límite para estudiar a la criminalidad organizada, que se transformó en un actor político económico. La criminalidad organizada en realidad es un sujeto político que se introduce en los estados y, a medida que se introduce y se inserta, los mismos corren el riesgo de transformarse en los estados narco democráticos o narco democracias. Tienen territorialidad, tiene regulación, es decir: leyes escritas o no escritas pero que se tienen que cumplir dentro de esa territorialidad. Poseen sustentabilidad en el tiempo, porque al tener territorialidad y al tener rentabilidad económica quedan, copan el territorio y por último tienen el monopolio de la violencia. Desde las instituciones sociales, educativas, económicas y a través de una actualización profesional de la Policía, corremos el riesgo de que nuestro Estado tenga solamente el nombre de Estado y surja nuevamente un nuevo actor político, que es el crimen organizado, que deriva en la trata de personas, la extorsión, el secuestro exprés, el lavado de dinero, el tráfico de órganos, etcétera, y nuestros países no están exentos de riesgo; inclusive en nuestra provincia hemos visto el año pasado el tema de Itatí que es un tema que supera largamente a dicha localidad, es un drama regional.
¿El crecimiento económico no tiene vinculación con una mayor seguridad en cuanto al crimen?
-No, al contrario. Primero que el crimen y la criminalidad atraviesan todos los sectores sociales, no hay que estigmatizar que la criminalidad o la violencia vienen de un determinado estracto. Estamos hablando de que el uso de la fuerza y de la violencia no es un fenómeno de los sectores pobres o de los sectores populares. Eso es una estigmatización que se hace ideológicamente. El problema hay que abordarlo estratégicamente, no ideológicamente. En segundo lugar, ha quedado demostrado en la década de los ’90 del siglo 20 y principios del siglo 21, los países de América Latina han crecido económicamente. Todos los informes de la Cepal hablaban de un crecimiento del 3 o del 4 por ciento hasta el 5 por ciento dentro de esos países y el delito creció simultáneamente, es decir que el delito no es un problema solamente económico, hay una economía del crimen. El delito es multi causal, pero la causa más importante tal vez sea la desigualdad social urbana, producto de un desigual el crecimiento económico.

PANORAMA

¿Cómo queda Estados Unidos al alejarse de la Organización Mundial de Salud (OMS)?
-Estados Unidos en estos momentos es un poder con pie de barro porque está rompiendo todos los acuerdos multilaterales. El presidente Donald Trump persiste en negar la gravedad de la pandemia. Esto significa que Estados Unidos está en una crisis de liderazgo y que por supuesto eso va a traer su consecuencia. También hay una campaña anti China como diciendo que todo el problema de la pandemia es producto de la irresponsabilidad de China. En realidad, yo no quiero entrar en eso porque eso no se sabe bien. Es una manera de Estados Unidos de lavarse las manos, es una enorme irresponsabilidad de su presidente Trump.
¿El capitalismo entró en crisis ante el resurgimiento de los nacionalismos?
-El capitalismo es un sistema de producción basado en la propiedad privada, en la libre competencia, en la productividad y en la tecnológica. Ha demostrado ser el sistema económico más exitoso en la historia. El problema es que este sistema económico capitalista hoy ya está dominado por un capitalismo financiero bancario, es decir la ganancia no está ya en la productividad, sino está enlazada en los grandes paraísos fiscales, en la rentabilidad financiera basada en la especulación. Ese tipo de capitalismo financiero es el que está en crisis. El mismo Papa Francisco lo plantea cuando dice que no se puede seguir esta globalización de la indiferencia. Acá estamos hablando del punto de vista estratégico, de lo que estamos en contra es de un tipo de capitalismo en el cual los que ganan la plata, es decir: donde el uno por ciento de la población usufructúe el 80 por ciento de la riqueza mundial.
¿Qué visión tiene de la negociación de la deuda argentina, asociada a las conversaciones con los Fondos Buitres?
-Hay un sector del capitalismo mundial que apoya la negociación, no es que se hayan vuelto humanistas de un día para el otro, lo que ellos temen es el levantamiento de los pueblos, los levantamientos sociales, porque la deuda argentina es insostenible. Es lo que dice el Papa sobre estos préstamos usurarios, ya que hay una corresponsabilidad entre el deudor y el acreedor no es solamente un problema del deudor. Por eso hay un sector que teme y quiere un planteo razonable.
¿De qué manera evalúa la gestión argentina en pandemia?
-Lo que ha hecho Alberto Fernández ha sido reconocido a nivel mundial, lamentablemente la oposición se mueve con una mezquindad muy grande hablando de que Fernández hace política y manipulación con la pandemia, cuando la pandemia en verdad existe y el destino que hubiera tenido la Argentina hubiera sido el destino de Brasil, hubiéramos tenido miles de muertos. Dentro de ese éxito podemos dividir en dos regiones, la región del Amba y Chaco, luego la otra región que somos nosotros. Por supuesto esto no sólo pasa por la responsabilidad del Presidente, también  pasa por una responsabilidad de nosotros como ciudadanos que debemos cuidarnos y debemos responder a las recomendaciones que nos hacen las comunidades científicas, a las cuales tenemos que apoyar. A mí, lo que me parece que le está faltando al Gobierno nacional es explicar mejor lo que está haciendo, para que los irresponsables por acción o por omisión, sepan el esfuerzo que está realizando el Gobierno argentino ante esta situación.

Fuente El Libertador: http://www.diarioellibertador.com.ar/notix/noticia/136380_-el-covid-19-puso-en-jaque-al-capitalismo-especulativo-.htm.htm

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Por Carlos Chino Fernandez*

La foto que presentamos, y cuya imagen vemos, no es como es en la realidad fáctica, que existe con independencia de nuestra visión. Entre la realidad, y la imagen, media la tecnología y nuestra intención. Todo lo que provoque esta imagen para el que la viera, parte de nuestros sentidos generando sensaciones, emociones, o indiferencia.

En verdad, esta imagen del árbol frondoso es la imagen del reflejo invertido sobre el agua del río, que a su vez fue intencionalmente rotada para su definitiva exposición.

Si reemplazamos, la cámara de fotos por la TV o las redes sociales, y nuestro atrevimiento artístico, por una intencionalidad política o comercial, obtenemos como resultado que la manipulación de la realidad es posible y cuyos efectos son eficaces cuando vemos, sobre todo, lo que sucede con las apreciaciones acerca de la pandemia-cuarentena, el tratamiento del caso Vicentin, o las vicisitudes electorales a la hora de seleccionar a los candidatos.

¿Qué impacto tendría esto en la sociedad?

Repasando la célebre Alegoría de la Caverna de Platón (428 a C al 347 a C), en el libro VII de la República en el 380 a C…, se desprende de este mito el tratamiento acerca de origen del conocimiento, de la naturaleza de la realidad, y de la representación de las cosas, y lo hace atendiendo a diferentes dimensiones, siempre dentro de su teoría de las Ideas. Nos detendremos especialmente en la dimensión Epistemológica, sin desconocer las otras dimensiones como, por ejemplo, la ontológica.

Una suerte de dualismo epistemológico-ontológico, que refiere a los dos planos del conocimiento: El plano sensible, en dónde prima los sentidos, y prevalece la opinión, y un plano de conocimiento en donde prevalece la razón, las esencias de las cosas.

Pero, lo fundamental que pretendemos rescatar es que Platón se pregunta por el impacto que produce el conocimiento en la sociedad y en los individuos. El conocimiento verdadero procura- como se desprende de la alegoría-, de la búsqueda de la esencia de las cosas. Esta búsqueda exige sacrificio, esfuerzo y dedicación.

Si lo trasladamos a la actualidad y nos detenemos en el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, vemos que la población es sometida en forma permanente a una manipulación mediática, sobre la base de imágenes visuales o escritas, que no responden necesariamente a la realidad en sí.

Si bien el presente está inundado de tecnologías altamente sofisticadas, que producen nuevas realidades, en el fondo permanecen vigentes algunos principios básicos que explican lo narrado anteriormente. A modo de ejemplo, tomemos el fenómeno de la “sugestión”, que fuera desarrollado entre otros autores en el final del siglo XIX por Gustav Le Bon (1841-1931)

Estamos sobre el final del siglo XIX, y al analizar la irrupción de las masas en un momento muy particular en el desarrollo del sistema capitalista, cuando Le Bon se detiene para comprender la naturaleza del lazo social, y la producción de lo social, lo hace desde dos supuestos: 1), Sostiene que la línea divisoria entre las formas racionales de la organización social y los fenómenos de masas, coincide con la frontera entre lo normal y lo patológico. Y 2), la distinción entre lo racional y lo irracional, coincide con la distinción entre el individuo y el grupo

Le Bon vincula a las masas con lo irracional y lo patológico. En tal sentido, si se trata de influir sobre ellas, la SUGESTIÓN, altera la lógica entre la palabra y la imagen. Tergiversándose así la relación entre significante y significado, al vincularse la palabra con Ilusiones…

Este mecanismo de manipulación, de persuasión o de producción de subjetividades, ha sido analizado a través de la historia por diferentes corrientes de pensamientos e investigadores de todos los pelajes y orientaciones. A saber, H. Taine (1828-1893), G. Tardé (1843-1904), S. Freud (1856-1939), etc.

Al margen de la manipulación con que los medios de comunicación monopólicos, someten a la sociedad Argentina, existe un camino en donde es posible transitar. Eso sí, se requiere del esfuerzo, de la voluntad política de alcanzar o de ir hacia el conocimiento verdadero, hacia las esencias de las cosas, hacia la verdad.

Este desafío cruza a todos los niveles de nuestra realidad, desde la mirada geopolítica, hasta el abordaje de las realidades locales.

El esclavo que, en el relato mitológico de Patón, se libera y va hacia la luz (conocimiento), y comprueba que las sombras que veía, son el reflejo de otra realidad, al regresar con la intención de alertar al resto de los esclavos, no es comprendido.

Hoy día, una gran parte de la población permanece cómodamente mirando las sombras que le transmiten los MCM. Es preciso hacer el esfuerzo de ir en búsqueda de la verdad

Julio de 2020

*Sociologo, Profesor Universitario y miembro e Dossier Geopolitico

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

A Política Internacional de la semana:

EEUU Realineando su zona de influencia- Reunión Trump/ López Obrador lanzamiento del Nuevo acuerdo que reemplaza al NAFTA y el Grupo Puebla ? La Geopolitica real pesa sobre México

CHINA reunión entre los Presidentes Putin y Xi, Rechazan el sabotaje y la intervención extranjera en su Zona: Hong Kong Macao y Ucrania Península de Crimea

América del Sur: La Pandemia sigue incrementandose y ahora afecta a varios dirigentes Políticos: Diosdado Cabello (Venezuela); Jair Bolsonaro (Brasil); Añez (Bolivia). Problemas económicos que surgen por el corte del envio de las remesas de los Migrantes a sus países de origen Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Paraguay desde Italia, España y los EEUU especialmente donde se radicaron. Chile una revuelta de la derecha oficialista contra Piñera por el tema de el retiro de los fondos aportados a las jubilaciones privadas para paliar los efectos económicos de las cuarentena y la crisis económica en ese País. 

B Análisis Geopolitico hoy: Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte

Gran Bretaña funciona como una súbdita de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, siguiendo el destino que le marcó el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y, que la definió como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias “autonomistas” para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Más en el audio: 

Dossier Geopolitico: Reforzando nuestro análisis el Diario español «El Pais», con la firma del analista Rafa de Miguel desde Londres publicó el 11/7/2020, el siguiente artículo que confirma las tendencia que expresamos, en el audio dominical:   

El Pais Hong Kong expone los límites de un Reino Unido solo

La crisis de la antigua colonia revela las dificultades en la política exterior de una potencia media en el siglo XXI

Fuente: https://elpais.com/internacional/2020-07-11/hong-kong-expone-los-limites-de-un-reino-unido-solo.html?ssm=whatsap p

El león británico que abandonó entre rugidos la “cárcel” de la Unión Europea corre el riesgo de ser percibido por el resto del mundo como un “tigre de papel”. Es la expresión china para definir una aparente amenaza que resulta ser inofensiva. La campaña del Gobierno de Boris Johnson contra Pekín, por la restricción de libertades impuesta en Hong Kong con la nueva Ley de Seguridad ha mostrado los límites de la ambición del Reino Unido por ser una voz única en la escena internacional -bajo el sello de Global Britain- en la era post-Brexit.

El Gobierno chino ha expresado su irritación por la oferta de puertas abiertas del Reino Unido a tres millones de ciudadanos de la antigua colonia y lo considera una “burda injerencia en sus asuntos internos”, pero ni le ha sorprendido ni parece preocuparle demasiado. Ya no existe el temor de los años noventa ante el posible éxodo de los habitantes de un increíble motor económico y financiero. Más allá de la cifra final de personas que se acojan al ofrecimiento, Pekín, creen los expertos, tiene abundante personal cualificado para reemplazarlos. “Es importante considerar la reacción del Reino Unido dentro del contexto del Brexit, con un Gobierno debilitado por su gestión de la crisis del coronavirus y que aún está intentando definir su papel en el mundo”, explica a EL PAÍS desde Hong Kong Tim Summers, asesor del programa Asia-Pacífico del centro británico de pensamiento Chatham House. “Algunos han llegado a la conclusión de que esta idea de Global Britain es bastante imperialista en su planteamiento. Hong Kong fue colonia, y de algún modo parece que Londres esté protegiendo a sus antiguos súbditos. Por eso la medida ha sido tan emocional y nada estratégica, ni calculada con detenimiento. Quizá sea una señal de la fragilidad de esta nueva política”, concluye Summers.

Johnson se balancea, en busca de un complicado equilibrio en el mejor de los casos o sin un objetivo claro en el peor, entre dos presiones contradictorias. Necesita mantener buenas relaciones con China en una era que le obliga a buscar socios comerciales fuertes que reemplacen a la UE. Y debe al mismo tiempo contener -y complacer- la exigencia de Washington y de un poderoso sector del Partido Conservador, de mostrar una actitud más firme y agresiva con el gigante asiático. Y corre el riego de no satisfacer a nadie. “La idea de Global Britain se basaba en gran parte en un incremento comercial con China. Lo ocurrido en Hong Kong, y la actitud del Gobierno de Xi Jinping, ha hecho mucho más complicado conseguir esa relación positiva”, explica a través de correo electrónico Gideon Rachman, el columnista jefe de Política Exterior del diario Financial Times. “En cuanto a la respuesta de Londres, nadie espera que logre por sí misma un cambio en la política china. El Reino Unido solo logrará algo si construye alianzas con otros países, como Estados Unidos o Australia”, sostiene.

Johnson -más el antiguo periodista que el actual político en muchas ocasiones- ofrece la ventaja de ser transparente en sus contradicciones. “El Reino Unido no persigue evitar el ascenso de China. Al contrario, trabajaremos codo con codo en todos aquellos asuntos en los que nuestros intereses coincidan, desde el comercio a la lucha contra el cambio climático. Queremos una relación moderna y madura, basada en el respeto mutuo y en el reconocimiento del papel de China en el mundo”, escribía el primer ministro en las páginas del diario The Times cuando estalló la crisis de Hong Kong. Negro sobre blanco, definía las premisas sobre las que parece basarse una nueva política internacional cuyos objetivos siguen siendo difusos: el mundo es un lugar benigno plagado de buenas intenciones y el Reino Unido goza de autonomía estratégica para escoger aquello que le interesa.

Si la antigua colonia ha sido la prueba del nueve del peso real de Downing Street, el caso Huawei ha sido la ducha escocesa con la que Johnson ha comenzado a entender, como decían los Rolling Stones, que “no siempre puedes lograr lo que quieres”. Su antecesora en el cargo, Theresa May, parecía haberle quitado el problema de encima al tomar la decisión de que el gigante asiático participara en el desarrollo de las nuevas infraestructuras de comunicación 5G en el Reino Unido. Sin tecnología propia equiparable, la empresa china resultaba fundamental para los grandiosos planes de reconstrucción del país prometidos en campaña por el Partido Conservador. Johnson pensó que bastarían algunos retoques para tranquilizar al aliado estadounidense, en guerra declarada contra Huawei, y al ala dura de su propia formación política. Halcones como Iain Duncan Smith o Tom Tugendhat (presidente este último de la Comisión de Exteriores del Parlamento) habían creado el China Research Group (Grupo de Investigaciones sobre China), un aparato de presión para endurecer la postura del Reino Unido respecto a la potencia asiática, después de años de acercamiento y compadreo desde el mandato de David Cameron. China lleva camino de convertirse en el nuevo Brexit de los tories, siempre dispuestos a tener un asunto con el que poder descuartizarse internamente.

Downing Street limitó la participación de Huawei en el proyecto a un 35% y vetó su acceso a instalaciones estratégicas y de seguridad. No contentó ni a Donald Trump ni a los críticos conservadores. Cuarenta de ellos se rebelaron en una votación parlamentaria que señaló a Johnson la grieta que podía desmoronar su aparente holgada mayoría. La posterior decisión de Washington de imponer nuevas sanciones a la empresa tecnológica ha creado “dudas muy serias”, según un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad británico, de que Huawei mantenga la capacidad necesaria para colaborar en el desarrollo de la red 5G. En los próximos días, se da por hecho que el Gobierno acabará vetando su participación. “No puedes aspirar a una era dorada si tratas a China como un enemigo”, ha advertido a Johnson el embajador en el Reino Unido, Liu Xiaoming.

Todos los problemas parten de la misma indefinición y desconfianza. Londres quiere retener las ventajas adquiridas durante casi medio siglo de pertenencia a la UE sin sujetarse a ninguna de sus reglas; busca reforzar sus lazos comerciales y estratégicos con Washington sin aparentar servilismo alguno “con una Administración [estadounidense] que sigue siendo una de las más históricamente impopulares en el Reino Unido”, como recuerda Summers; o pretende usar su soft power (el “poder suave”, o la capacidad histórica de influencia del Reino Unido) con Pekín para hacerle entender en qué consisten la democracia y los derechos humanos y retener a la vez sus necesarias inversiones económicas.

El semanario The Spectator, manual imprescindible de cualquier conservador británico que se precie, celebró la salida de la UE con una famosa portada en la que se veía una mariposa con los colores de la Union Jack (la bandera del Reino Unido) que escapaba de la jaula. “Out, and into the world” (libres, para zambullirnos en el mundo), proclamaba la revista. Johnson comprueba ahora que el agua está fría, mucho más fría si se nada solo y sin rumbo, y con más tiburones que delfines.

EL DETERIORO DE LA AYUDA AL DESARROLLO

La decisión anunciada por Johnson de fusionar el Ministerio de Ayuda al Desarrollo con el de Exteriores ha unido en su protesta a ex primeros ministros como el conservador David Cameron o los laboristas Tony Blair y Gordon Brown, además de a numerosos diputados y organizaciones de ayuda humanitaria. La creación de este departamento, con un presupuesto anual de más de 16.000 millones de euros y capacidad para decidir de modo autónomo sus proyectos y objetivos, ha ayudado a impulsar el soft power (poder suave, o capacidad de influencia internacional) del Reino Unido considerablemente.

Creado en 1997 por un Gobierno laborista, supone el 0,7% del presupuesto nacional y ha sido actor fundamental en la lucha contra la pobreza, la violencia contra las mueres o la protección de los derechos humanos. “Durante mucho tiempo ha sido visto como un cajero automático gigante en el cielo” de libre disposición, ha argumentado Johnson para defender la lógica de la fusión. En su remodelación de la estructura del Gobierno, el primer ministro quiere que la ayuda exterior sea un elemento más, incorporado a su Global Britain, en la nueva política internacional. Y que esté coordinada con los objetivos perseguidos en cada momento. La decisión, ha advertido su predecesor Cameron, provocará “menos especialización, menos voces en defensa del desarrollo en las decisiones gubernamentales, y finalmente, menos respeto hacia el Reino Unido en el exterior”.

Por: Giancarlo Elia Valori*

Es evidente que la doctrina militar de Rusia está estrechamente relacionada con la seguridad europea -lo cual es evidente incluso después de la guerra fría- y, en cualquier caso, es completamente independiente de la configuración política interna del régimen ruso.

Por lo tanto, estudiar la evolución de la doctrina militar de Rusia significa predecir, a la inversa, gran parte del futuro estratégico de Europa y obviamente también de la OTAN.: Un futuro estratégico que sigue ligado al de los Estados Unidos -y no sólo en el seno de la Alianza Atlántica- pero que vive situaciones que habrían sido inimaginables durante la Guerra Fría: la desestabilización del Mediterráneo; la yihad; la tensión irano-saudita; el nuevo papel desempeñado por Israel; las más o menos artificiales “primaveras árabes”, la nueva inmigración procedente del África subsahariana y, por último, la nueva ruta de la seda de China.

Todas las posibles amenazas sub-militares – obviamente con excepción del papel de Israel – que, sin embargo, multiplican los focos de tensión, mientras que la OTAN se centra de nuevo en la confrontación Este-Oeste, proporcionando así al Este una amplia gama de posibles instrumentos que se le quitan automáticamente al Oeste.

Sin embargo, la última doctrina militar rusa completa se hizo pública el 25 de diciembre de 2015.

Antes de la participación de Rusia en la guerra de Siria y, por lo tanto, incluso antes de la nueva proyección del poder ruso en el Mediterráneo, en parte como resultado del relativo éxito de Rusia en Siria. En esencia, la última doctrina de Rusia fue concebida en una fase muy diferente de la confrontación Este-Oeste.

Ni siquiera debemos olvidar -como ocurrió en Occidente en 2018 y después- el desarrollo ruso de armas avanzadas de mediano y largo alcance, capaces -al menos según los expertos técnicos rusos- de golpear a la Alianza Atlántica y a los Estados Unidos con la máxima velocidad y eficacia sin previo aviso y sin provocar equilibrios de tipo nuclear.

En este caso, estamos hablando de hasta siete programas de armas estratégicas, la mayoría de los cuales ya se conocen.

Además, los Estados Unidos han dejado de lado el INF, así como el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio. El nuevo Tratado de Reducción Estratégica (START) está actualmente lejos de ser definido y la retórica del enfrentamiento entre los dos antiguos imperios militares parece haber alcanzado su cúspide, ahora situada entre la retórica y la realidad.

La Administración de Trump ya ha decidido dos ciclos de sanciones para Siria y Ucrania, tanto en relación con el envenenamiento del antiguo agente del FSB Skripal, ocurrido en Gran Bretaña en 2018, como con el uso del agente nervioso Novichok, también en otras situaciones. 

Obviamente no estamos en condiciones de determinar si estas acusaciones tienen fundamento, pero es interesante observar cómo estas dos fases de sanción se han originado por un probable o supuesto ataque de los Servicios de Inteligencia Rusos (no de las Fuerzas Armadas) contra algunos de sus antiguos agentes.

En cualquier caso, el año 2020 es siempre un punto final para los planificadores militares rusos. Muchas cosas se decidirán en las relaciones entre Oriente y Occidente, basadas en la doctrina militar desarrollada este año.

Anteriormente, con el inicio de la reforma militar Serdyukov-Makarov, 1,35 millones de militares tenían hasta 52.000 elementos que se ocupaban sólo de actividades de mando y control, aunque de tipo tradicional y burocrático.

Sin embargo, el poder real y la cantidad de las fuerzas rusas verdaderamente preparadas para el combate no superaban las 100.000 unidades.

Por lo tanto, en promedio, sólo el 13% de las fuerzas estaban preparadas para el combate. En el Ejército, la tasa media era del 17%, mientras que en la Fuerza Aérea era del 7% y en la Marina del 70%.

En las Fuerzas Espaciales y de Misiles Estratégicos, sin embargo, el 100% de las unidades estaban listas para el combate.

Sin embargo, el 55% de las armas eran obsoletas, en varios niveles. Después de esa reforma, sin embargo, las ideas geopolíticas y estratégicas de Rusia siguen siendo las mismas: la contención de la OTAN sólo puede lograrse con la disuasión que garantizan las armas nucleares; la doctrina está evolucionando hacia la guerra centrada en la red al estilo de los Estados Unidos y, por último, el futuro de las fuerzas rusas se basará en su especialización en la guerra de contraguerrilla y la organización tecnológica y operativa de las pequeñas unidades.

Además, las operaciones del futuro no están diseñadas para eliminar al enemigo sólo físicamente, sino también psicológica, culturalmente y en sus relaciones estables con la población civil. Este es un factor típicamente “híbrido”.

Según los actuales planificadores de Rusia, en la jerarquía de las amenazas están los enfrentamientos en el espacio postsoviético.

Además, Rusia está particularmente interesada en la estabilidad de Abjasia y Osetia del Sur. Los planificadores rusos también imaginan un “escenario de las Malvinas” para las Islas Kuriles, puesto en marcha por Japón.

Por no hablar incluso de una “contención” explícita de China que, obviamente, no puede lograrse conectándola a una amenaza nuclear.

Los dos escenarios externos de interés primordial para los planificadores militares rusos son la República Democrática de Corea y la tensión en Irán.

Se trata de dos posibles puntos de entrada en una estrecha zona estratégica rusa, en la que la respuesta de Rusia sería inmediata, probablemente incluso nuclear y directa.

Todavía hoy, otras posibles amenazas son las operaciones como las que llevó a cabo la OTAN en las dos guerras de los Balcanes, así como la presencia franco-italiana-británica en Libia, y algunas operaciones occidentales directas hacia Belarús y las fronteras rusas, especialmente en la antigua zona entre la OTAN y la zona terrestre rusa.

A pesar de esta tensión histórica, que ya es bien conocida, Rusia no cree que haya ninguna probabilidad aceptable de que se produzca un enfrentamiento entre la OTAN y la Federación de Rusia, ya que Rusia sigue pensando que la disuasión nuclear es más que suficiente en este caso.

Por lo tanto, los otros objetivos estratégicos de la reforma iniciada en 2008 fueron la reducción de las fuerzas disponibles a sólo 1 millón de militares; la eliminación de las fuerzas poco utilizables; la reducción del número de oficiales y una nueva cadena de mando y control.

Ciertamente, también estaban los objetivos de alcanzar un índice del 100% de fuerzas preparadas para el combate, así como aumentar la subcontratación de materiales y actividades no esenciales a estructuras civiles, y definir un nuevo programa de armas para 2020 diseñado para actualizar el 70% del material. Ahora ya estamos en 2020.

Hay que subrayar claramente que – en gran medida – estas reformas aplicadas desde 2008 han tenido éxito. Por lo tanto, también están cambiando algunos aspectos no despreciables de la doctrina estratégica rusa.

En particular, Rusia piensa que la actitud de los Estados Unidos y la OTAN se ha radicalizado.

Sobre todo, con el uso “mejorado” de las sanciones, así como con la difusión de las llamadas “revoluciones de colores” en la zona postsoviética -que el Kremlin interpreta como si fuera la “guerra híbrida” de los occidentales- y, por último, con el aumento de los conflictos interestatales en las zonas en disputa entre Asia Central y las fronteras de Georgia, Ucrania y Belarús.

De hecho, algunos grupos militares, especialmente en los Estados Unidos, han declarado explícitamente que quieren “intimidar” de nuevo a la Federación de Rusia, para luego contenerla según la tradición de la Guerra Fría y del antiguo “Telegrama” enviado por “X”, alias George Kennan, en 1947.

Desconfianza de Rusia hacia Occidente que, sin embargo, Rusia ya ha demostrado ampliamente tanto en las doctrinas militares de 2015 (año de su compromiso en Siria) como en el posterior “Concepto de Política Exterior” de 2006.

En este caso, los pequeños cambios de terminología y doctrina son siempre decisivos.

Ya en 2015, la doctrina del General Gerasimov mencionada anteriormente subrayó que “el uso de medidas no militares para toda la gama de nuevos conflictos está aumentando”.

Ese fue, de hecho, el mecanismo utilizado por Rusia en Siria, al principio, luego en Ucrania y, probablemente, también en Venezuela y en otros países del mundo.

Por lo tanto, una estrategia de “defensa integrada”, que combina acciones políticas y no directamente militares con operaciones convencionales o incluso con acciones visibles o invisibles de guerra psicológica avanzada o de comando.

El General Gerasimov la definió como “una estrategia que debilita y desactiva proactivamente las amenazas a la seguridad del Estado”. De ahí que encontremos aquí un fortalecimiento de la defensa territorial, además de la coordinación de las acciones realizadas por diversos organismos del Estado, a medio camino entre los servicios de inteligencia y las organizaciones de la llamada “sociedad civil”.

En este sentido, también se denominó “estrategia de acción contenida”.

Es un término que se utilizó originalmente para definir con precisión las operaciones rusas en Siria. Significa librar y combatir una guerra siempre con objetivos limitados, utilizando sólo una parte del potencial militar y sólo ciertos grupos de las Fuerzas Armadas, así como golpeando selectivamente sólo algunos objetivos y grupos del enemigo que, sin embargo, no son necesariamente militares.

Se trata siempre de operaciones conjuntas, también con el uso de armas nucleares, que deben emplearse a tal nivel que no desencadenen el contramovimiento igualitario del enemigo.

Además, en la doctrina rusa de 2014 se mencionan, por primera vez, también las empresas militares privadas, definidas genéricamente como “una característica de los conflictos modernos”.

Como siempre sostiene el General Gerasimov, las empresas privadas serán “un componente del creciente número de actores militares en el campo de batalla”.

Al igual que los grupos guerrilleros, los “cuasi-Estados”, las Fuerzas Armadas de los distintos países. Todos los operadores en el campo de batalla al mismo nivel que los “clásicos”.

En este contexto, Rusia recurrirá cada vez más a empresas militares privadas, lo que permitirá a los planificadores del Kremlin evitar ser directamente responsables de las operaciones y, sobre todo, tener la posibilidad de atribuir importantes operaciones tácticas a la sola voluntad de sus “colaboradores” privados.

Para Rusia, el punto principal entre la propaganda y la estrategia es el abandono del Tratado INF por parte de los Estados Unidos.

Con la próxima doctrina, Rusia reafirmará su interés en reanudar un completo Tratado tipo START con los Estados Unidos. Sin embargo, en lo que se refiere específicamente a la cuestión nuclear, el criterio es el clásico: “el lanzamiento, inmediatamente después de un ataque”, de un ataque nuclear o de una operación convencional que ponga al Estado ruso en crisis.

En este caso, el papel desempeñado por las nuevas armas será decisivo de todos modos. Rusia dispone del nuevo misil Khinzal, es decir, un misil balístico aire-tierra o aire-aire, autopropulsado, hipersónico y de alta precisión.

Rusia también tiene disponible el Avangard, anteriormente conocido como Objekt 42020, es decir, un vehículo de planeo hipersónico que puede ser transportado por misiles balísticos continentales. El Burevestnik, anteriormente conocido como Novator 9M730, un misil superficie-superficie de propulsión nuclear, sigue funcionando, pero hay algunas otras armas en fase de pruebas avanzadas.

También hay importantes evoluciones en la robótica militar, en las supercomputadoras y en los sistemas semiautomáticos de toma de decisiones. Esta es otra cara de la futura guerra, es decir, el uso de “armas de alta precisión e instrumentos robóticos” – sólo para citar de nuevo al General Gerasimov.

Es la cara tecnológica de la guerra híbrida.

Por otro lado, en una mezcla de viejas y nuevas teorías, los estrategas estadounidenses argumentan que “quien controla Rusia, gobierna el mundo” – una nueva versión de la vieja fórmula de poder de Mackinder.

En la próxima doctrina rusa probablemente no se hará referencia a la OTAN o a los Estados Unidos como “amenazas militares en las fronteras rusas”, pero ambas entidades estratégicas occidentales serán consideradas como meros “peligros”.

La próxima doctrina militar rusa también se ocupará de los instrumentos no militares, que probablemente estarán coordinados por una estructura ad hoc que combinará los mandos militares tradicionales y la inteligencia, así como -muy probablemente- un mando integrado para las operaciones psicológicas de carácter político.

En particular, las nuevas armas hipersónicas y de alta tecnología se utilizarán para amenazas “subóptimas” contra los enemigos, sin tener que recurrir a las armas de destrucción en masa (ADM) ni a las armas nucleares pequeñas o grandes, y para modificar no sólo el espacio militar y estratégico, sino sobre todo el aspecto político de las fuerzas enemigas sobre el terreno.

Tendremos una teoría de la amenaza estratégica y de la hegemonía política del espectro militar, que implicará un conjunto de instrumentos, organizaciones y operaciones que actualmente es incluso difícil de imaginar.por TaboolaEnlaces PatrocinadosTe puede gustar

Giancarlo Elia Valori*: Economista y empresario italiano. Posee prestigiosas distinciones académicas y órdenes nacionales. Ha dado conferencias sobre asuntos internacionales y economía en las principales universidades del mundo, como la Universidad de Pekín, la Universidad Hebrea de Jerusalem y la Universidad Yeshiva de Nueva York. Fue presidente de numerosas empresas, entre ellas: Autostrade per l’Italia SpA , la empresa concesionaria que administra la red de autopistas italiana, PYME – Southern Company de Electricidad , la UIR – Unión Industrial de Roma. De 2006 a 2011 fue presidente de Sviluppo Lazio, la sociedad de cartera de todas las filiales de la región, y de la empresa constructora Torno Internazionale Spa . Desde 2005 es presidente honorario de Huawei.Technologies Italia, es entonces presidente del holding La Centrale Finanziaria Generale Spa y desde 2009 es presidente de la delegación italiana de la Fundación Abertis.

PUBLICADO EN ISRAEL NOTICIAS 9 de Julio 2020: https://israelnoticias.com/editorial/geopolitica-y-la-estrategia-de-rusia-en-el-futuro/

Arma Hipersonica

[NR.; La doctrina que sostiene el equipo de Dossier Geopolitico, que Inglaterra funciona como un súbdito de la Política Exterior de EEUU desde la finalización de la II Guerra Mundial, en este artículo de Andrea Muratore confirma está esta situación -Cuando  el geoestratega norteamericano Zbigniew Brzezinski​y la considero como:  “Nuestra Jubilada de privilegio”-, y más aún a partir del Brexit, que la obliga a Gran Bretaña a definirse por EEUU. CPM]

Por Andrea Muratore -3 de julio de 2020

El Reino Unido se está estabilizando fuertemente en la posición de los Estados Unidos con respecto a Hong Kong, lo que demuestra que el atractivo de Washington para la elección de campo ha sido exitoso. Pero también que las estrategias «autonomistas» para el Londres posterior al Brexit se basaron en un cálculo incorrecto.

Con la reapertura de la cuestión de Hong Kong, el Reino Unido ha confirmado definitivamente que ha internalizado la lógica del nuevo conflicto bipolar que se está definiendo entre los Estados Unidos y China y que ha hecho una elección de campo consecuente. Como se esperaba, Londres se ha movido hacia un apoyo sustancial para la estrategia estadounidense de reducir la influencia y la proyección global de Beijing.

El primer ministro Boris Johnson, con la intención de abordar las consecuencias de la pandemia de coronavirus [1] y la recesión económica en el frente interno , no ha fallado en atacar a China y Xi Jinping por los cambios en el sistema que integran mejor el Puerto Perfumado en el Arquitectura de la República Popular. El ex alcalde de Londres acusó a Beijing de romper el tratado firmado para finalizar la cesión de la ciudad a China en 1997 [2] , dijo que estaba listo para otorgar hasta 3 millones de visas [3] para ciudadanos de Hong Kong dispuesto a huir al Reino Unido y adoptó un estilo muscular comparable al de la administración no alineada de Trump en el Atlántico.

En algunos aspectos, la convergencia entre Londres y Washington es comprensible y lógicamente justificada por el viento cambiante de la geopolítica global: la superposición entre un contexto mundial cada vez más competitivo, una rivalidad multinivel entre las dos superpotencias [4] y la necesidad de que Londres La creación de un espacio para la acción posterior al Brexit empuja a mejorar los vínculos ya existentes entre los dos lados del Atlántico. En un momento en que se considera una prioridad en Washington movilizar todos los recursos disponibles, esto se está volviendo más urgente. La «relación especial» entre los británicos y los Estados Unidos vive en situaciones que se consideran, en una fase de crisis, fundamentales, como la integración entre los respectivos sistemas de espionaje en el grupo restringido de los «Cinco Ojos» [5]«, Los intereses comunes en el campo económico y financiero, con Hong Kong en el caso específico que es la cumbre de un triángulo con la ciudad de Londres y Wall Street y Nueva York, el predominio del eje anglosajón en el contexto militar de la OTAN.

Una dura reacción de realismo, por lo tanto, para Boris Johnson y para los partidarios de «Gran Bretaña global» como consecuencia de la salida del Reino de la Unión Europea. De hecho, es fundamental subrayar cómo, al acelerar la elección del campo, Londres se ubica directamente como el perdedor en el choque geopolítico entre China y los Estados Unidos. Esto por un triple orden de razones.

Ante todo, El gobierno británico conservador tendrá que congelar definitivamente sus estrategias «globales» en las que pretendía relanzar el país, combinando el mantenimiento de la solidaridad atlántica con el despacho de aduanas de relaciones cada vez más estrechas con países como China en términos económicos, financieros y comerciales. Esto representa una doble comprobación porque señala la falacia de una estrategia posterior al Brexit excesivamente centrada en una ideología economista ciertamente no muy diferente de la ortodoxia ordoliberal que caracterizó a la Unión Europea de la cual Londres afirmó encontrar «libertad» e impone Una reducción de las perspectivas comerciales con nuevos rivales estratégicos. Entre 2019 y 2020, los inversores chinos se movieron con facilidad en la ciudad, comprando marcas históricas como British Steel [6]y Greene King [7] y con el objetivo de ser parte de gran parte de la infraestructura del país y el relanzamiento ferroviario. Ahora, la competencia política hará que sea más difícil crear nuevos lazos de este tipo.

En segundo lugar, el mundo político-institucional del Reino Unido se ve profundamente reducido, ya que está convencido de la adhesión a la «cruzada» anti-china por una larga lucha interna en la que las presiones de los Estados Unidos se han sentido duramente. La línea es clara: la «relación especial» se aplica siempre que las apuestas sean las establecidas por Washington. Y Boris Johnson, primer ministro en la silla durante un año y hasta ahora con la intención de deambular entre las diversas almas del Partido Conservador, tuvo que admitir que había sido colocado en la minoría. El ex alcalde de Londres, de hecho, ha apuntado repetidamente a posponer el momento de la decisión. Sobre el tema de la tecnología 5G y los lazos con Huawei, por ejemplo, el gobierno de Johnson ha tratado de mantener una estrategia autónoma.[8] . Demasiado poco para los deseos de Trump, quien se enfrentó con su homólogo por teléfono [9] antes de que la ofensiva del frente más estrictamente atlantista, liderado por el inoxidable, se apoderara del aparato político conservador y los servicios de seguridad. halcón Tory Iain Duncan Smith, ex líder del partido [10] .

Finalmente, como consecuencia de los dos acontecimientos mencionados anteriormente, la explosión de una «nueva guerra fría» entre China y Estados Unidos [11]privará a Londres de cualquier margen de maniobra para establecerse como un actor independiente en el escenario global. La fase de salida negociada por la Unión Europea había revelado que Londres compartía en gran medida una serie de problemas con Bruselas que les impedían ser protagonistas en esta fase histórica; Al mismo tiempo, las estrategias implementadas en los últimos años para dar cabida a la arena global, con la excepción de la continuidad en el sistema bancario y financiero, han sido confusas y contradictorias. Londres no podrá convertir a los miembros de la Commonwealth en un eje geopolítico y aún no ha desarrollado una nueva doctrina estratégica para aumentar su proyección militar y naval. En general, tanto Theresa May como Boris Johnson siempre han alineado su visión con el hegemón de Over the Atlantic: desde Siria a Rusia, desde Venezuela a la cuestión de Hong Kong, no se ha visto ninguna posición británica original. Los ideólogos conservadores pensaban que «Gran Bretaña global» era un paraíso liberal, financiero y centrado en Londres, «Singapur en el Támesis», que se lograría con la mezcla de los votos de la clase trabajadora cansada de la desindustrialización y el declive del país en el referéndum sobre Brexit; a fin de cuentas, solo los lazos autónomos residuales de Londres con China garantizaban una posibilidad mínima de supervivencia para una estrategia diseñada para un mundo multipolar y competitivo, pero no caótica y conflictiva como se ha convertido en los últimos meses y años. Brexit nació viejo 

El declive y la irrelevancia, por lo tanto, parecen ser las líneas de tendencia en las que se embarca un Reino Unido que ha pasado en unas décadas de ser imperio a convertirse en una provincia de otros, y en unos pocos años de cultivar la ingenua esperanza de poder separar el destino de uno de ese de una Unión apática y anticuada para que el mundo contemporáneo tenga que darse cuenta del valor de las relaciones de poder que los competidores y (sobre todo) los aliados siempre pueden ejercer. Incluso en el nuevo sistema bipolar, Europa, incluida Gran Bretaña, será una tierra de confrontación abierta y un objeto, no un sujeto, de la dinámica geopolítica que dará forma a los nuevos equilibrios mundiales.


NOTA

[1] El número de muertos es devastador más allá del Canal: el 2 de julio de 2020, el día que escribimos, el Reino Unido es con poco menos de 44 mil muertes la tercera nación más afectada por Covid-19 después de Estados Unidos y Brasil, y con Más de 310 mil infecciones, la quinta en el mundo por la propagación de la infección. El número de muertes podría aumentar aún más en el futuro cuando se comprenda el impacto real del virus en los hogares de ancianos, donde ha habido una subestimación excesiva de los riesgos, cf. Cristina Balotelli, Reino Unido: hogares para ancianos, un drama de 7.500 víctimas , Il Sussidiario, 21 de abril de 2020.

[2] Patrick Wintour, China está rompiendo el tratado de Hong Kong con el Reino Unido, dice Boris Johnson , The Guardian, 1 de julio de 2020.

[3] Boris Johnson ofreció un camino para la ciudadanía británica a 3 millones de residentes de Hong Kong , The Post, 3 de junio de 2020.

[4] Los frentes activos son, además de los problemas estratégicos relacionados con Hong Kong, de naturaleza comercial, tecnológica y de seguridad. Desde la lucha de brazos en Huawei hasta la «guerra» de los cables submarinos, el escritor habló sobre ello en Andrea Muratore, China-EE. UU .: la batalla de los gigantes , Globalization Observatory, 6 de febrero de 2020.

[5] Alianza de inteligencia compuesta por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.

[6] Federico Giuliani, China tiene hambre de acero: Beijing se hace cargo del gigante British Steel, Inside Over, 11 de noviembre de 2019.

[7] Federico Giuliani, Brexit puede llevar al Reino Unido a las manos de China , Inside Over, 26 de agosto de 2019.

[8] Francesco Bechis, Huawei y 5G, Washington congela Londres , hormigas, 7 de febrero de 2020.

[9] Andrea Muratore, El tira y afloja entre Trump y Johnson en 5G , Inside Over, 8 de febrero de 2020.

[10] Iain Duncan Smith, Debemos dejar de arrodillar a estos déspotas , Daily Mail, 29 de marzo de 2020.

[11] Sobre la bipolaridad sino-estadounidense y sobre posibles analogías y diferencias con el conflicto político entre Washington y la Unión Soviética, informamos el ensayo publicado recientemente en estas columnas por Amedeo Maddaluno, ¿ El amanecer de una nueva bipolaridad ? y Gino Fontana, Estados Unidos-China: ¿la nueva guerra fría ? , Observatorio de la globalización, 8 de junio de 2020.

[12] Pierluigi Fagan, desafío multipolar de Boris Johnson , Observatorio de la Globalización, 14 de diciembre de 2019.

PUBLICADO EN LA REVISTA EURASIA https://www.eurasia-rivista.com/il-tramonto-della-global-britain/

Análisis semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el equipo del Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas y Continentalistas

A Política Internacional de la semana:

EEUU versus China Huawei y ZTE sancionadas por USA, senado de EEUU sanciona a China por Hong Kong – China muestra músculo militar en el Tíbet frente a India – Rusia Putin gana por el 75% las elecciones – Rusia, Iran y Turquia realizan la reunión del Grupo Astana – Inglaterra en tanden con EEUU se apodera del ORO de Venezuela – Francia crisis política luego de la derrota del oficialismo en manos de los Verdes – La Pandemia aumenta en América latina

B Análisis Geopolitico de hoy GUYANA:

La ex Colonia del Reino Unido en el Norte de Suramerica, se encuentra en una crisis política -elecciones presidenciales con acusaciones de fraude-, debida fundamentalmente a la vieja política colonialista inglesa de “liberar” territorios, pero dejar en los mismo, montados conflictos étnicos religiosos y culturales. Entre descendiente de los Indios, Chinos, Javenses y Africanos, cuando fueron implantados en esa colonia, como mano de obra barata y también esclava. Pero hoy asumen importancia Geopolitica por el conflicto territorial por el Esequibo con Venezuela y por el descubrimiento de grandes reservas de Petróleo y Gas Con la presencia de Exxon Mobil, y China en su territorio

Mas en Audio:…

Templo Indu en la Capital de GUYANA Georgetown

– Por Miguel Ángel Barrios *

Lo afirman mismos ex-presidentes del BID, y ex presidentes de izquierda y de derecha de la región. Mantener la presidencia latinoamericana del principal Banco de financiamiento en la región, en lugar de una presidencia en manos de EE.UU, unió a Lula y Evo Morales, con Henrique Cardoso y Julio María Sanguinetti.

La novedad geopolítica más importante de América Latina del 2020 ha sido la convergencia de ex presidentes latinoamericanos, de izquierda y de derecha, en torno a la defensa del Banco Interamericano de Desarrollo presidido por un latinoamericano, y el rechazo casi unánime a la propuesta de los EE.UU de presentar un candidato propio a la presidencia del organismo. Se trata de Mauricio Claver Carone, un candidato cuyo cargo actual habla por sí solo de su enfoque para la región: Director para América Latina del Consejo de Seguridad Nacional, nombrado por el propio Trump.

Desde Ignacio “Lula” da Silva y Evo Morales, entre otros del Grupo de Puebla, hasta Juan Manuel Santos, Henrique Cardoso, Julio María Sanguinetti y Ernesto Zedillo; es decir, desde un amplio y heterogéneo abanico, se alinearon para rechazar y observar con severa preocupación la nominación de EE.UU como candidato para la futura presidencia del BID.

Como queda claro, no se trata de un rechazo ideológico o teórico, sino de uno de profundas consecuencias prácticas. Todos estos ex presidentes conocen de primera mano por su tiempo en los gobiernos y valoran la importancia de que el financiamiento del BID debido, justamente, a su ausencia de ideología o condicionamientos de reformas a la hora de otorgar préstamos. Dicho de otro modo, todos los ex presidentes de la región vieron en el BID un organismo confiable, en el cual no subyace una amenaza de prepotencia o condicionamientos, un organismo respetuoso de su historia y contexto nacional, pero sobre todo, a un organismo hermano.

En consecuencia, se podría afirmar que el BID se convirtió en un punto de convergencia común de los latinoamericanos en su defensa como “bien público” común aglutinando a todos, y sin dudas como lo dijo Felipe Herrera “es mucho más que un banco”, porque busca un futuro común. Y eso solo se puede garantizar si su presidente es latinoamericano, que posea un pasado común. Y esto lo saben todos.

Un banco que desde su fundación en 1959 no perdió (tal vez sea la única excepción) su visión y misión fundacional, pese a los avatares de la Guerra Fría, los regímenes militares, los procesos de baja o alta intensidad democrática de nuestros países; de potenciar a partir de proyectos propios el financiamiento para combatir la pobreza y fomentar el desarrollo (no el crecimiento), junto al valor agregado de poseer un verdadero laboratorio de ideas motorizadoras y generadoras de políticas públicas.

El BID nunca se apartó de los fundamentos de su primer presidente, el chileno Felipe Herrera, que decía que su finalidad era la realización del desarrollo latinoamericano integrado, “y no solamente para el desarrollo aislado o singular de cada país particular; […] contra las rigideces del internacionalismo financiero organizado a base de la concepción errónea de considerar a todos los países teóricamente iguales cuando las diferencias de desarrollo entre unos y otros determinan por el contrario, desventajas de tipo de financiamiento, para los menos desarrollados” (Felipe Herrera. “Nacionalismo Latinoamericano”. Editorial Universitaria S.A. Santiago de Chile.1.967. Pág. 25).

Un banco que siempre abogó por la “unidad en la diversidad” que tanto promueve nuestro Papa Francisco.

El BID como lo dijo Herrera es “algo más que un banco”. En efecto, es la institución que le brinda, desde la cooperación, un trato favorable a la región, o mejor dicho, a todos los países por igual.

El uruguayo, Enrique Iglesias, otro ex presidente del BID, afirmó que “gracias a sus recursos intelectuales y financieros se lo podría llamar el banco de la educación, del agua limpia, del desarrollo agrícola, minero e industrial, de la irrigación, de la energía, del desarrollo urbano, de la pequeña empresa y de la integración.  El éxito del BID lo convirtió en paradigma de los bancos regionales”.

Hoy el BID financia anualmente un centenar de proyectos en infraestructura, educación, integración comercial, y facilita el diseño y la ejecución de reformas en la educación, políticas de seguridad ciudadana, salud o la modernización del Estado. A su vez, tiene un brazo privado que participa en proyectos empresariales y presta asistencia técnica.

Entre los bancos, el BID es de lejos, el primer financiador de América Latina y el Caribe y posee una cartera de préstamos de 100 mil millones de dólares.

A diferencia de otros organismos como, el Banco Mundial o el FMI, que brinda préstamos condicionados y de reducción del mercado interno, el BID está en la posición opuesta, con una visión estratégica vehiculizada en un esquema de inversiones de políticas sociales con el valor agregado del conocimiento, combinando préstamos, políticas de desarrollo económico y social, generando confianza y credibilidad junto a un laboratorio de ideas de planes innovadores en políticas públicas.

EE.UU rompe con 62 años de la historia de la organización que siempre tuvo presidentes latinoamericanos.

Este acuerdo de poseer presidentes latinoamericanos, ha sido parte de las reglas no escritas de la institución, y sus pesos y equilibrios, siempre ha incluido la presencia de un candidato por parte de los EEUU en su vicepresidencia y representantes en puestos claves, como expresión de un acuerdo político duradero y exitoso.

Si se produce la ruptura del acuerdo multilateral por parte de EE.UU, se constituirá una grave asimetría de poder, que solo traerá inestabilidad a la región.

En el fondo, esta actitud de Trump responde  al deseo de consolidar su política de poner fin al multilateralismo y utilizar al banco como un instrumento directo de sus propios intereses políticos e ideológicos en la región. Así como a su patrón de ruptura hacia toda la cooperación política internacional. Ya lo ha hecho bloqueando la Organización Mundial de Comercio, y se ha ido del Acuerdo Climático de París, para nombrar algunos casos.

Lo antedicho coincide con exactitud con los antecedentes y trayectoria del candidato propuesto: Mauricio Claver Carone.

Como dijimos anteriormente, es el actual Director para Asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca y antes ocupó -y esto es de vital importancia- la silla de EE.UU en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), y es quien personalmente impulsó (en desacuerdo a muchos otros países del directorio) el préstamo impagable de U$57.000 millones para la Argentina durante el gobierno de Macri como apuesta para su reelección.

Y más aún, para que quede más transparente su currículum, es uno de los arquitectos del endurecimiento extremo, casi militar, de la política exterior de los EE.UU hacia Venezuela, violando la tradición multilateral del derecho interamericano, concretamente la doctrina Drago. Mauricio Claver Carone es una persona cerrada al diálogo que rechaza y humilla a quien no se acerca a su posición. Fue protagonista de un acontecimiento insólito durante la asunción de toma de mando del presidente Alberto Fernandez, que durante la mañana de aquel 10 de diciembre del 2019 abandonó la ceremonia manchandola con declaraciones a la prensa, diciendo que no iba a tolerar la mera presencia de representantes del gobierno de Venezuela y Cuba allí (junto a decenas de países más), y que Argentina empezaba por un mal camino. Si este es el tipo de caza de brujas que se viene en el principal financiador del desarrollo de América Latina, corre serios peligros la estabilidad regional.

A ello hay que agregarle el capítulo de financiamiento chino en la región. Esta es la otra parte que busca reducir al mínimo EE.UU en América Latina. Es decir, los préstamos del propio BID podrían llegar sólo bajo la promesa de eliminación de proyectos chinos en los países. Eso podrá hacerse de modo sano sólo si EE.UU presenta alternativas propias genuinas, y no bajo amenazas.

Por otro lado, México y la Argentina han propuesto la candidatura a presidente del BID, del actual Secretario de Asuntos Estratégicos de Argentina, Gustavo Beliz.

Beliz, además de ser latinoamericano, a diferencia de Claver Carone, exhibe una intachable trayectoria en la tradición de Felipe Herrera, Ortiz Mena y Enrique Iglesias -todos los presidentes latinoamericanos del Banco-, y en su carácter de ex funcionario del BID por quince años, donde impulsó áreas innovadoras desde las ideas y la acción en el campo estratégico de la seguridad ciudadana, la agenda climática, y sobre todo la irrupción de las tecnologías disruptivas de la Industria 4.0. Son justamente las publicaciones realizadas por Beliz las que dispararon el debate y el estudio de la 4ta Revolución Industrial en toda América Latina; hasta fueron los más citados y descargados en la historia del organismo.

En síntesis, de lo que trata es de optar entre Claver Carone y un modelo de BID análogo al del FMI, con sus condicionamientos ideológicos (lo que significaría sepultarlo en su esencia), o Gustavo Beliz y un modelo de BID como instrumento del desarrollo efectivo y moderno de nuestros países y mantenerlo como un bien público regional.

Basado en la trayectoria de cada uno, uno es un modelo a base de la imposición, y el otro a base de la cooperación y el desarrollo. Por eso, esta disputa por el BID, vale la pena pelearla.

* Dr. en Ciencia Política, autor de más de quince obras de política latinoamericana

Europa arrastra desde hace años un grave problema: la falta de una industria tecnológica autosuficiente. Los países europeos importan los bienes y servicios digitales de Estados Unidos y China, y eso les pone en una situación de dependencia que amenaza su autonomía y soberanía, más si cabe en un contexto de graves disputas comerciales. Para contrarrestarlo, varias iniciativas europeas apuestan por sumar fuerzas e invertir más en el desarrollo de tecnologías estratégicas.

La UE se encuentra en una situación delicada. Está atrapada en el fuego cruzado de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y acercarse a cualquiera de las dos potencias supondría represalias por parte de la otra. Estados Unidos es el socio preferente de los países europeos debido a la estrecha colaboración histórica que existe entre ambos en organizaciones como la OTAN, o por los numerosos intercambios comerciales que comparten. Sin embargo, la actitud del actual presidente estadounidense, Donald Trump, está deteriorando las relaciones entre la Casa Blanca y las principales potencias europeas. Su crítica al compromiso de los Estados miembros con la OTANla subida de aranceles a los productos europeos y las constantes amenazas con recrudecer estas medidas están haciendo a la UE replantearse su relación con su aliado histórico. 

Al otro lado se encuentra China, una gran potencia en ascenso cuya pujante industria tecnológica empieza a hacerle sombra a la hegemonía estadounidense. Abanderada por Huawei, su gigante de las telecomunicaciones, China está trastocando el equilibrio de alianzas en la UE. La mayoría de países miembros está dispuesto a incorporar los equipamientos de Huawei en la red 5G, la nueva generación de telefonía móvil que traerá toda una serie de avances tecnológicos: inteligencia artificial, conducción autónoma, telemedicina o el llamado internet de las cosas, que conectará objetos cotidianos a la red. Pero, al mismo tiempo, la UE sabe que China es un “rival estratégico”: un socio comercial importante, pero también un adversario económico, político e ideológico. La Comisión Europea, por ejemplo, ha criticado la falta de compromiso de China con la Organización Mundial de Comercio y su promoción de empresas privadas chinas con fondos estatales, y ha exigido a Pekín que sea recíproco y abra el mercado chino a la inversión europea. 

Para ampliar: “Política exterior china, o cómo convertirse en una gran potencia”, Marta Granados en El Orden Mundial, 2020

¿Cómo ha llegado Europa a esta situación?

El modelo productivo mundial se ha transformado enormemente en las últimas décadas, pasando a estar basado en la tecnología digital y en la información. Este proceso ha sido capitaneado por grandes empresas tecnológicas estadounidenses, las conocidas bajo el acrónimo GAFAM: Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft. Gracias a su creciente relevancia, estas empresas han dejado de ser un simple actor económico más y se han integrado en las cadenas de valor del resto de actores y a nivel global.

Para ampliar: La siliconización del mundo, Eric Sadin, 2016

Cuando estas empresas desembarcaron en Europa, a principio de los años 2000, los Gobiernos europeos prefirieron no regular ni limitar su tendencia oligopolística. Llevados por la ideología neoliberal del momento, los países miembros buscaban que los avances digitales que traían estas empresas se integraran fácilmente en la economía europea. Sin embargo, ello permitió a las GAFAM ganar gran poder en el mercado europeo, tanto como para impedir que les surgiera competencia protegiendo abusivamente su propiedad intelectual o dejando de colaborar con otras empresas del sector.  

Mark Zuckerberg, fundador y presidente de Facebook (izquierda), junto a Antonio Tajani, entonces presidente del Parlamento Europeo, durante una visita del primero a la institución en mayo de 2018. Fuente: Parlamento Europeo

Esta expansión empresarial ya va hoy más allá de la producción y afecta de lleno a la vida cotidiana de las personas. Gracias a los smartphones, que permiten la recolección masiva de datos de sus usuarios, el llamado big data, las grandes tecnológicas pueden ahora cuantificar y monetizar aspectos de la vida de la población a los que anteriormente no se tenía acceso. Google o Facebook, por ejemplo, tienen la capacidad de crear perfiles sociodemográficos con la información que los usuarios les proporcionan, como su geolocalización o su historial de búsqueda en internet. Las grandes tecnológicas estadounidenses prácticamente poseen el monopolio de la explotación y almacenamiento de big data a nivel mundial, lo que les da un enorme poder y deja a la mayoría de países europeos en una situación de grave dependencia.

Para ampliar: “El big data, o cómo tus datos le han dado más poder a la economía y la política”, Fernando Rey en El Orden Mundial, 2020

Pero Europa también ha visto mermada su autonomía tecnológica por parte de China, en concreto en el campo de las telecomunicaciones y a través de la empresa Huawei. Antes de dar el salto a los mercados internacionales, Huawei recibió durante la década de 2000 importantes subvenciones estatales, lo que le ha permitido ofrecer precios más competitivos que otras empresas en todo el mundo de forma desleal. Entre los primeros contratos que firmó Huawei en Europa, el más sonado fue con la operadora de telecomunicaciones británica British Telecom en 2005. British Telecom dejó entonces de colaborar con Marconi, una empresa británica de telecomunicaciones, lo que obligó a esta a cerrar sus puertas al año siguiente. Otra víctima de la llegada de Huawei a Europa fue Alcatel, el campeón francés de telefonía móvil. Alcatel sufrió una operación de espionaje industrial por parte de Huawei, lo que perjudicó a la tecnológica francesa, que acabó siendo absorbida por la finlandesa Nokia en 2016. 

Los Gobiernos europeos, temerosos de las consecuencias de un posible enfrentamiento comercial con China, no han sancionado con contundencia estas prácticas, que se han repetido también en otros países de la UE. La Comisión Europea llegó a iniciar una investigación contra Huawei en 2013 por sus malas prácticas comerciales, pero las posibles represalias hicieron naufragar el proceso. 

Así, si a Europa le afectan tanto las disputas comerciales entre Estados Unidos y China, es principalmente porque tiene un serio problema de dependencia con ambos países, especialmente en un ámbito tan estratégico como la tecnología. La UE y sus Estados miembros han pecado de falta de iniciativa para protegerse de la competencia exterior. Ahora, las empresas europeas están detrás de las estadounidenses y las chinas en el desarrollo de tecnologías como el 5G, la inteligencia artificial, los semiconductores o la computación online “en la nube”.

Para ampliar: “De Rockefeller a Google, el retorno de las leyes antitrust”, Trajan Shipley en El Orden Mundial, 2020

Los sectores en los que es débil Europa

El primer punto flaco de la UE es su débil industria de semiconductores. Estos materiales son de los que se componen los circuitos electrónicos, y entre ellos destaca el silicio, que da nombre a Silicon Valley, el valle californiano en el que surgieron las GAFAM. Los semiconductores ya tienen un alto valor estratégico, y su demanda no va a dejar de crecer en el corto plazo a medida que, con la llegada del internet de las cosas, se multipliquen los dispositivos electrónicos conectados a la red. Sin embargo, entre las diez empresas más importantes de este sector no hay ninguna europea. La UE se ha dado cuenta de la necesidad de tener una industria de semiconductores propia, y en los últimos años ha empezado a promover iniciativas público-privadas para poner remedio a la situación. 

Europa tiene un problema parecido con el almacenamiento de datos en la nube: no hay ninguna empresa europea con peso en este sector. Los principales proveedores de este servicio son estadounidenses: Amazon Web Services de Amazon, Azure de Microsoft y Google Cloud de Google. Entregar el control del big data europeo a empresas extranjeras supone una grave amenaza para la soberanía de la UE, sobre todo teniendo en cuenta que Estados Unidos espía no solo a sus enemigos, sino también a sus aliados, como desveló en 2013 el exagente de la NSA estadounidense Edward Snowden. Desde entonces, la Comisión Europea ha reforzado la legislación para proteger los datos personales de los ciudadanos europeos, aprobando en 2018 el Reglamento General para la Protección de Datos (RPCD), que regula el tratamiento de los datos almacenados por empresas como las GAFAM

Para ampliar: “Amazon contra Microsoft: las tecnológicas entran en la industria de defensa”, Diego Mourelle en El Orden Mundial, 2019

Aunque todavía no haya conseguido penetrar en el mercado europeo, la empresa china  Alibaba también intenta abrirse paso en el sector del almacenamiento de datos, en el que empezó a interesarse en los últimos años. Sin embargo, esta alternativa no es muy alentadora para los europeos. Alibaba, que domina el comercio online en China, es uno de los gigantes tecnológicos agrupados bajo el acrónimo BATX, las GAFAM chinas: Baidu, Alibaba, Tencent y Xiaomi. A través de su filial Sesame Credit, y utilizando la inmensa base de datos de sus usuarios, Alibaba está implementando el sistema de crédito social, que evalúa el comportamiento de los ciudadanos chinos, premiándolos o sancionándolos según las directrices establecidas por el Gobierno chino. 

Amazon lidera el mercado del almacenamiento en la nube, seguido de Microsoft y Google. Si Google no mejora su posición, Google podría renunciar a Google Cloud, lo que daría todavía más cuota a los otros dos gigantes estadounidenses. Fuente: Statista

Por último, el despliegue de la red 5G también ha puesto en evidencia la falta de competitividad del sector tecnológico europeo. Europa cuenta con Ericsson y Nokia, empresas tecnológicas sueca y finlandesa, segundo y tercer proveedor de 5G a nivel mundial. Sin embargo, Huawei domina el mercado europeo, y es probable que renueve contratos con las teleoperadoras europeas que ya contaban con sus servicios para el suministro de 4G. Estados Unidos ha presionado duramente a la UE para que deje de trabajar con Huawei, argumentando que implementar el 5G con una empresa china supone una amenaza a su seguridad nacional. Pero pocos países europeos pueden resistirse a los competitivos precios de Huawei, más cuando Estados Unidos no ofrece ninguna alternativa. 

En cualquier caso, todavía está por ver cuántos países permiten la entrada de Huawei y en qué sectores del tejido de las telecomunicaciones. El Reino Unido, por ejemplo, excluyó en 2020 al gigante chino de sectores estratégicos como la sanidad, la defensa o el suministro eléctrico, un camino que podrían escoger otros países europeos. Pero incluso así, la red 5G va a dinamizar la economía y la sociedad europeas, y si es Huawei la que acaba suministrándolo, China ganará una gran influencia en Europa. 

Para ampliar: “Huawei y la geopolítica del 5G”, Andrea G. Rodríguez en El Orden Mundial, 2019

Europa reacciona ante la nueva ola digital

Europa parece dispuesta a atajar esta situación. La Comisión Europea publicó un informe sobre la futura digitalización de la UE en febrero de 2020, y el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, enfatizó la importancia de recuperar el control del big data personal e industrial para preservar la soberanía tecnológica europea. Breton bautizó esta como la “guerra de datos industriales”, la nueva oportunidad de Europa para subirse al carro de la innovación digital. Y es que, si la batalla por los datos personales estaba prácticamente perdida frente a las GAFAM, todavía está por venir la de los datos generados a través del internet industrial de las cosas

Por otro lado, este salto tecnológico es no solo una gran oportunidad para innovar, sino también para acercar a los países de la UE entre sí. Tecnologías como el internet de las cosas o la inteligencia artificial exigen cooperación entre actores públicos y privados, y a nivel internacional. Prueba de ello será la industria del automóvil y de los transportes, un sector en el que Europa aún cuenta con empresas punteras a nivel mundial. Con el objetivo de mantener el liderazgo, la UE ha promovido una serie de iniciativas que involucran a centros de investigación, organismos públicos y privados. 

La apuesta por recuperar la soberanía tecnológica gana peso en la agenda de la UE ante la visible falta de una industria propia. Fuente: elaboración propia a partir de datos de Bloomberg y Statista

Uno de los componentes claves para la automoción del futuro serán las baterías de litio para coches eléctricos, un mercado que actualmente domina China. Antes o después, estas baterías sustituirán a los combustibles fósiles, pero Europa todavía no tiene capacidad de producirlas a gran escala. La Comisión ya advirtió en 2018 que tener autonomía en esta materia era un “imperativo estratégico”, más teniendo en cuenta que los coches eléctricos van en la línea con la Europa verde por la que apuesta la Comisión. En esa línea, la Comisión aprobó en diciembre de 2019 un plan de financiación de 3.200 millones de euros para crear toda una cadena de producción de baterías de litio en un proyecto paneuropeo con siete Estados miembros. 

Para ampliar: “El boom de los coches eléctricos en China”, Luis Martínez en El Orden Mundial, 2019

La coordinación entre países también es imprescindible para que los coches autónomos puedan cruzar fronteras internacionales: se necesita una conexión 5G compartida. Así es como ha surgido la iniciativa de los “corredores 5G”, carreteras internacionales conectadas a la red 5G, de las que hay tres principales en pruebas en junio de 2020. Este proyecto cuenta con la participación de proveedores de red, teleoperadores, centros de investigación y Administración pública. Al no contar con la capacidad organizativa propia de un Estado que pueden tener China o Estados Unidos, solo con esfuerzos como este puede la UE alcanzar el nivel tecnológico de sus competidores.

¿Hacer de la necesidad virtud?

Europa está empezando a darse cuenta de que tiene que tomar las riendas de su soberanía digital. Ahora, con la crisis global provocada por la pandemia, esa premisa cobra todavía más sentido, pues el coronavirus ha hecho evidentes los riesgos de internacionalizar las cadenas de producción. Sin embargo, a pesar de que tecnologías como el 5G, la inteligencia artificial y el internet de las cosas requieren cooperación internacional, han llegado en un momento en el que las principales potencias están cada vez más enfrentadas entre sí. Y aunque las iniciativas de la UE vayan bien encaminadas a recuperar su autonomía tecnológica, Europa va rezagada y difícilmente podrá desvincularse de Estados Unidos y China, que están ya muy integrados en la arquitectura digital europea. Europa no puede permitirse recurrir únicamente a sus propios recursos si no quiere quedarse atrás.

Para ampliar: “La inteligencia artificial, ¿la ventaja geopolítica definitiva?”, Andrea G. Rodríguez en El Orden Mundial, 2020

Los tres principales corredores 5G en pruebas son 5G-CARMEN, que conecta Bolonia (Italia) con Múnich (Alemania); 5GCROCO, triangulando las ciudades de Metz (Francia), Merzig (Alemania) y Luxemburgo; y 5G-Mobix, que une Portugal y España a través de las ciudades entre Oporto y Vigo y entre Évora y Mérida. Fuente: ec.europa.eu

Por ello, la UE parece querer seguir una táctica similar a la que escogió en el terreno de la protección de datos: reforzar su marco regulatorio. Así, mientras recupera soberanía tecnológica y sigue invirtiendo en los sectores en los que todavía puede competir, Europa conseguiría no quedar relegada a una mera consumidora de la tecnología de otros. Este impulso de soberanía tecnológica pasa por crear vínculos legales y políticos con Estados Unidos y China, así como con las empresas estratégicas europeas. En el caso del 5G, por ejemplo, la Comisión publicó en enero de 2020 una serie de recomendaciones para mejorar la ciberseguridad de los Estados miembros de cara a la instalación del 5G en su territorio. Por otro lado, Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión y comisaria de Competencia, ha hecho hincapié en la importancia de proteger a las empresas europeas de inversores extranjeros, especialmente de los chinos, una prueba de que la UE cambia de postura y pasa a intervenir más en estos asuntos.

Al igual que con otros desafíos globales como la crisis migratoria o el cambio climático, la comunidad internacional necesita del multilateralismo, la cooperación entre países, para sacar partido a los avances tecnológicos que están por llegar. Gracias a ser el principal mercado del mundo y a su gran experiencia negociadora, la Unión Europea tiene una posición privilegiada para fomentar ese espíritu de cooperación. Europa podría hacer así de la necesidad virtud: partir desde su situación de desventaja para erigirse como el actor que fomente la integración tecnológica global, para su beneficio y el de los demás. 

Publicacion de El Orden Mundial Espana https://elordenmundial.com/dependencia-tecnologica-union-europea/