Por Carlos Pereyra Mele(*)
“Las noticias son buenas
si vas a dar batalla,
pues lo quieras o no,
afuera hay una guerra.
No sirve que te escondas
ni que vivas rezando.
Cuando la muerte se alza
siempre te acaba encontrando”
He elegido de introducción éste verso del cantautor Gabo Ferro como una forma de alerta por la peligrosa e inducida ignorancia de las sociedades occidentales, en un mundo sometido a terribles y permanentes conflictos fragmentados provocados por el poder anglosajón que nos dejan sin aliento, además de agobiarnos con su estrategia mediática que acelera la velocidad de las noticias para que se superpongan una contra otra. Y así lograr que el siguiente acontecimiento oculte al anterior, sin tiempo ni capacidad de comprensión ni de análisis equilibrados y que ello nos haga rehenes de la interpretación manipulada de los hechos.
Tal maniobra mediática, con su correspondiente avalancha de desinformaciones, se ha puesto de manifiesto estos días con el fulminante ataque y destrucción de Siria, que responde por completo -no a una rebelión popular- y si a la estrategia de los servicios de inteligencia occidentales (EEUU, Israel, Inglaterra, Francia e Inglaterra) más la participación directa e imprescindible de Turquía, quiénes bajo la excusa épica de “liberar a los sirios de una cruel dictadura” cuando -por el contrario- persiguen con ésta agresión largamente ansiada y preparada, algunas de sus más desmesuradas ambiciones en Asia, tan añoradas como pro imperialistas. Ambiciones tales como:
- El sueño húmedo de Henry Kissinger -y de anglosajones y europeos- del desguace y partición Siria hasta ser un páramo desquiciado por luchas tribales, étnicas y religiosas (para el expolio de sus inmensas reservas de gas y petróleo) y que encaja con el plan maestro del “Gran Oriente” balcanizado, indefenso y entregado a las codicias imperiales. Foto A
- Un paso de gigante para la expansión sionista hacia el anhelado Gran Israel -“desde el Nilo hasta el Éufrates”- ocupando Siria más otros países vecinos y con Irán como objetivo tan preferente como obsesivo.
- La más que conocida pretensión del presidente turco Recep Erdogan por restaurar el antiguo y todo poderoso Imperio Otomano, que paradójicamente, a partir de ahora sería el siguiente plato a devorar en el insaciable banquete sionista / norteamericano.
- La obsesión mística y fanática del DAHES o ISIS por instaurar en la región EL CALIFATO, “una idea, un territorio”. Ahora con su nueva versión conocida como HTS (Hayat Tahrir al Sham) que proviene nada menos que de las antiguas organizaciones Al Qaeda, Al Nusra y el Estado Islámico (ISIS).
Son cuatro actores avariciosos -más sus descomunales pretensiones expansionistas- unidos en la necesidad común de derrocar al régimen de Bashar al-Assad, pero que ya ha degenerado en un anárquico y contradictorio marco de terribles enfrentamientos “entre vencedores”, donde se impone un horizonte de guerra de “todos contra todos”, apuntando a una tragedia global e histórica de terribles consecuencias humanitarias y que desmonta el falso e idílico relato de “una comunidad internacional” alumbrando la democracia y el bienestar para los sirios.
Por ahora, y pocos días después del “esperanzador triunfo de La Libertad”, ONG occidentales han adelantado ya el desplazamiento forzoso y desesperado, sólo en el norte de Siria, de más de 120.000 personas por los combates entres estos bandos y por los bombardeos israelíes.
Y mientras que en Occidente están extasiados por el frenesí de festejos ante “la caída del dictador” y ciegos por los augurios delirantes de un “futuro brillante” para Siria -que cómo estado ya no existe- pretenden hacernos olvidar hechos trascendentales ocurridos en el mundo a lo largo de las últimas semanas, tales como:
- El impresionante misil ruso hipersónico Oreshnik y sus letales efectos que ha dejado muda a la OTAN, así como impotente y sin margen de efecto a las indecentes amenazas nucleares del moribundo régimen de Biden.
- También quieren minimizar que en estos días la Unión Europea ha terminado de pisotear los últimos despojos de su “sacrosanta democracia occidental”, marcando un antes y un después sobre el derecho universal del voto, ante los descalabros electorales en su frontera oriental y con la anulación de las elecciones en Rumania por haber dado el triunfo al candidato crítico con la OTAN y contrario al envío de armas a Ucrania.
- Se empeñan en disimular las vergüenzas de que el “milagro económico político” de Corea del Sur, protectorado estadounidense siempre presentado como un espejo moral del Occidente “demoliberal”, que se despachó con un golpe de estado tan “bananero” como lastimoso y cobarde, pero que confirma que las franquicias atlantistas en Asia, salvo Australia y Nueva Zelanda (Japón, Filipinas, Vietnam y otros), sufren una crítica desestabilización interna, similar a la bolsa de gatos de los europeos.
- Y otro tanto ocurre con el escandaloso derrumbe del gobierno francés de apenas tres meses de vida, envuelto en una impresionante crisis económica, social y política, que no sólo acelera la caída en picado de Emmanuel Macron, sino que ridiculiza patéticamente a Francia como potencia nuclear, miembro con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, socio preponderante de la OTAN y activo valedor -a la par de la pauperizada Gran Bretaña- en incrementar la guerra de Ucrania, que incluye el repudiado capricho de enviar tropas propias al frente. Además de ser, junto a la agónica Alemania de Olaf Scholz, la más achacosa e inútil locomotora económica, política y estratégica de la Unión Europea de toda su historia. Sin olvidar que el 2024 fue el año en que Francia fue expulsada ignominiosamente de África.
Así y todo, y a pesar de tan terribles realidades casi terminales para el globalismo neoliberal, las fuerzas mediáticas de Occidente -mientras se regocijan sobre las ruinas y el dolor de los sirios- se empeñan en burlarse de Rusia e Irán (y por añadidura de China) como eco de los desprecios nada diplomáticos de la canciller de la UE, Kaja Kallas y del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, quiénes por sus típicas ingenuidades geopolíticas, creen que este efímero triunfo puede frenar el cataclismo del mundo unipolar, cuando en realidad los supuestos beneficios de la tragedia siria no tardarán mucho en mostrarse, no solo como un chasco, sino como otro grave tiro el pie para sus “colonias europeas”.
Sin lugar a dudas, la pérdida de influencia sobre Siria y la ocupación de su territorio por ésta “Alianza Frankenstein” es un importante contratiempo para las estrategias de Moscú y Teherán, inclusive para China y para el imparable ascenso de la economía de los BRICS. Y es prudente entender y sopesar que ha afectado algunos planes del mundo multipolar, prestando atención a lo relacionado con la logística y el transporte y en lo tocante a la Nueva Ruta de la Seda, por la pérdida de influencia sobre tan estratégico territorio. Aunque se debe recordar ahora más que nunca, el mayor legado en infraestructuras de Putin: el estratégico corredor Norte Sur que sale de San Petersburgo, pasa por todo el Cáucaso, llega a Irán y sale al Golfo Pérsico. Una ruta que permitirá el transporte de mercaderías y energías en ambas direcciones, totalmente alejado de la zona de conflicto que hoy se dirime en Siria y haciendo que Rusia quede fuera de las sanciones occidentales, además de reducir de 45 a 10 días el trayecto hasta Bombay, además de propiciarle enlaces con Irán, la India y muchos otros países y llegando incluso a competir con el canal de Suez. (1)
Por lo que ésta contingencia -sorpresiva para muchos- no variará las grandes tendencias que se vislumbran para el siglo XXI, y que todo lo ocurrido en estos últimos cinco lustros, tanto los avances logrados por las nuevas potencias emergentes como la degradación del imperio anglosajón en todos sus órdenes, SON YA IRREVERSIBLES. Además de que “la victoria occidental en Siria” está condenada a provocar graves sangrías internas entre sus promotores, además de una devastadora tragedia humanitaria y -lamentablemente- posibles sufrimientos para las poblaciones occidentales.
El discreto silencio y la sobriedad de Rusia y China ante los acontecimientos, han desatado la creencia entre los occidentales que se deben a un reconocimiento tácito de la derrota. Y eso es así por que ésta camada de dirigentes de EEUU y Europa -la más incompetente y neófita de siempre- no ha aprendido nada de la historia. Sigue sin entender la idiosincrasia oriental a pesar de los golpes recibidos. Resulta increíble que aún no tengan claro que el silencio, la paciencia y la prudencia del mundo asiático, sirven para proteger acuerdos profundos e inalterables además de ser un preludio a respuestas demoledoras.
Ya no quedan dudas de que el régimen sirio de Al Assad recibió propuestas de ayudas contundentes de parte de sus potencias aliadas, pero su decisión final fue entregar mansamente el poder. El tiempo sacará a la luz la verdad y las respuestas a las preguntas ¿Si no pudo, no quiso o no supo defenderse? También es cierto que era un régimen agotado hasta la extenuación tras años de guerra, enmarañado en sus propios errores y que no tenía el fondo ni los arrestos de la década pasada, cuando de forma épica supo resistir e imponerse desde 2011 al tsunami imperial de las Primaveras Árabes. Aquellas que terminaron en un sonado y trágico fracaso para la estrategia anglosajona, como que dejaron terribles secuelas para las poblaciones que supuestamente iban a “ser liberadas por Occidente”, además de abandonar a países enteros en manos de terroristas y mafiosos, a los que entonces los hacían pasar como “rebeldes”. Un falso relato que hoy se repite.
La historia de las Primaveras Árabes nos enseña también que los terroristas de entonces, adiestrados, financiados y dirigidos por EEUU, Inglaterra y la UE, atacaron a regímenes laicos proclives a la convivencia entre culturas y religiones diversas. Tanto Libia, Irak, Siria y el Líbano, era o son, contenedores de importantes minorías étnicas y religiosas, siempre protegidas y a salvaguarda de las sectas fanatizadas. Por lo que hoy, en medio de tanta orgía mediática por “la caída del tirano”, urge la preocupación y la duda por lo la suerte -“en la nueva y prometedora Siria”- de esos miles de cristianos acostumbrados a la tolerancia de Al Assad y que ahora ya están bajo la dictadura extremista del Estado Islámico.
¿Qué festejará y dirá esta prensa triunfalista y de qué manera actuará el poder anglosajón? cuando los “barbudos fanáticos corta/cuellos” del nuevo gobierno de Damasco, que fueron su vanguardia de élite en esta invasión, se ceben contra los creyentes cristianos de allí, que representan nada menos que a la religión occidental mayoritaria por excelencia.
En tanto que cualquier pronóstico se ensombrece aún más, cuando se conoce que una de las primeras medidas dictadas por los terroristas en el poder fue liberar de forma masiva a los yihadistas encarcelados en Siria, que ya se están reincorporado a las filas de una organización resurgida a fuerza de dólares, que mantiene intacta su ideología extremista y la renovada pretensión de instalar un califato tanto en Oriente Medio cómo en África. Algo que ahora -con la ayuda de Occidente- sienten que lo tienen a tiro de piedra. Mientras que desde la prensa orgánica de la OTAN tratan románticamente de “rebeldes” a estos criminales aliados suyos, con
Abu Mohammed al Jawlani al mando del HTS (Hayat Tahrir al-Sham, traducido como Organización o Entidad de Liberación del Levante) agregando la infantil mentira de que se han convertido de repente en ”pragmáticos, moderados y hasta inclusivos”, cuando en realidad es una organización islamista suní involucrada en la guerra civil Siria y considerada terrorista por la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, Turquía y otros países. (2) Foto B
Y entre tanta falsedad de relatos, solo le falta al increíble periodismo occidental publicar imágenes de los terroristas enarbolando la enseña multicolor de LGTB+ en lugar de la bandera negra del ISIS. Mientras está tardando (y de qué manera) la clásica campaña del neo feminismo capitalista, reclamando por los derechos de las mujeres en la nueva “Siria fundamentalista”, tal cual lo hacen con clara intencionalidad política contra Irán y otros gobiernos incómodos para el imperio norteamericano. Por el contrario, los lunáticos titulares en el “mundo libre” insisten, desean, ruegan y sobre todo deliran con que se impondrá la moderación entre los yihadistas.
Demasiado frescor ingenuo para apagar tanto fuego infernal, porque la realidad es tozuda y aunque la mano de la censura trate de tapar la luz de la verdad, en las redes sociales se pueden ver que las masacres, los asesinatos, las venganzas y las persecuciones ya campean por toda Siria. Ya sean entre tribus, etnias o religiones y también entre particulares, además de los saqueos y actos de pillaje. En pocas palabras, lo que se promueve desde “el mundo libre” como seguridad, democracia y progreso, ya llegó a Siria en forma de destrucción, tragedia, odio y muerte.
Y esto lo saben los jerarcas europeos mientras manejan de forma magistral la censura contra sus ciudadanos. En Bruselas han saltado todas las alarmas y se han activado -con máxima alerta- los distintos protocolos antiterroristas, mientras se refuerzan los servicios de seguridad y espionaje. La preocupación y el temor son máximos. Europa es siempre el destino preferido de los que huyen de las guerras en Asia y África -pero también de los terroristas- además del peligro oculto por la acción de “los lobos solitarios islamistas” que viven resentidos en los países comunitarios. Es así el penoso precio a pagar por Europa al ser aliado privilegiado de EEUU. Más la evidencia de que se viene un nuevo tiro en el pié de los patéticos oligarcas comunitarios.
Entretanto, se ha publicado la suspensión de visas y del estatus de refugiado a los sirios que intenten llegar al territorio de la Unión, además de la oferta de dinero a los residentes que opten por retornar a su devastado país. Unas medidas que son apenas pequeñas muestras de un sofisticado aparato de seguridad que conoce la profundidad de los peligros y las consecuencias de esta nueva guerra híbrida de Occidente.
También hay mucha inquietud entre las petro monarquías árabes del golfo Pérsico, cuya conflictividad en la región y el accionar de los terroristas pondrán en riesgo los intereses de Arabia Saudita, Emiratos Árabes y resto de pequeños principados. Saben además que en la zona submarina cercana a la costa de Gaza, los israelíes han descubierto inmensos depósitos de gas, por lo que los judíos no van a permitir que los qataríes y vecinos, utilicen los terrenos arrasados de la nueva Siria como paso de sus gasoductos hacia Europa. Semejante negocio fabuloso se lo reservarán los sionistas para ellos mismos, aunque sea a bombazo limpio.
Entre tanto, por los intereses de Tel Aviv y por las no condiciones del nuevo estado fallido de Siria, estaría muerto antes de nacer el anhelado proyecto de construcción del gasoducto que aliviaría la dependencia europea del gas y petróleo ruso, que saldría de Catar, pasaría por Siria, el Mediterráneo y de allí a Europa, y que fuera el motivo real de las primaveras árabes del 2011 ante la negativa de Al-Assad a la obra. Por lo tanto, encontramos otra vez a Europa en la lista de los perjudicados por los triunfos anglosajones.
Mientras que Netanyahu ya habría decidido cambiar el destino final de la población sobreviviente del genocidio de Gaza, que en principio iba a ser Jordania, pero que ahora sería la parte del territorio en Siria que quede bajo control del HTS. Al hacerlo economizaría en vigilancia y municiones, al juntar en una misma zona a los viejos enemigos palestinos con los nuevos “aliados terroristas”, ya que con ambos solo piensa utilizar la diplomacia de los bombardeos.
Y siguiendo con Israel, se confirma su tendencia histórica de no cumplir los acuerdos firmados, al haber hecho estallar con violencia los acuerdos sobre Los Altos del Golán, invadiendo hasta las cercanías de Damasco y destruyendo la flota naval y todo el parque aeronáutico existente, con la argumentación de que el nuevo gobierno en Damasco no utilice esas herramientas militares para poner en riesgo la seguridad de Israel. Lo que viene a desnudar la realidad de que los socios de esta “alianza Frankenstein” están condenados al enfrentamiento mortal entre ellos y que su “tan noble propósito” de liberar al pueblo sirio, era más bien, no dejar en Siria piedra sobre piedra.
En tanto que desde el punto de vista geopolítico, la fulminante invasión y principio de destrucción de Siria no debería ser un hecho tan sorprendente como tampoco inesperado por los verdaderos conocedores de la realidad global. Su destrucción, vaciamiento y posterior desguace era algo previsto “por necesidad imperial” según diferentes doctrinas norteamericanas del siglo XX….
…Sobre todo por la del “Caos Organizado”, mediante el cual se buscaba transformar el Medio Oriente -incluida Siria- en una región totalmente balcanizada, desmembrada y debilitada, como parte de plan de la doctrina Wolfowitz del ex Secretario de Defensa de EEUU, Paul Wolfowitz entre 2001 y 2005, que trazaba una política exterior «unipolar» y de acción militar preventiva para evitar que otras naciones -Rusia y China- ascendieran a la categoría de superpotencias...
…Tal doctrina fue apoyada activamente por el ex vicepresidente norteamericano Dick Cheney, durante los períodos del presidente Bush (h) entre 2001 y 2009 y llevada adelante desde entonces por las inteligencias norteamericana, británica, francesa y del estado de Israel, uno de los grandes beneficiarios -momentáneos- de este derrumbe del estado Sirio. Pero con el propósito final de servir a los intereses económicos del poder anglosajón y para reforzar su dominio estratégico en la región. Sin embargo, a pesar del triunfalismo desaforado de los medios occidentales, y siendo verdad que se ha logrado generar ese gran caos, no hay nada de nada sobre que sea organizado.
Sin lugar a dudas, las espadas están en alto y los ánimos enfurecidos entre los integrantes del bando vencedor. El poderoso ejército turco, motor de la invasión, está presente en el norte de Siria ante un colchón de amortiguación que lo separa de sus enemigos históricos que intentan establecer un Estado Kurdo y muy decididos a ajustar cuentas. Mientras que los Kurdos son apoyados incondicionalmente por EEUU ya que les protegen sus bases allí instaladas, con las que saquean las riquezas petrolíferas y gasíferas de lo que fue el estado Sirio. Por lo que a ese colchón de seguridad no le falta nada para saltar por los aires para que se produzca por fin, el postergado choque de titanes entre la potencia de Turquía y la OTAN.
Por su parte Israel tiene clavado entre ceja y ceja, y desde siempre, el objetivo de hacer desaparecer los restos del viejo imperio otomano -o al menos neutralizarlo- como paso necesario en su expansión sin freno y más ahora que le ha tomado el gusto a los genocidios y a las ocupaciones de tierras. En tanto que bombardea a discreción el suelo sirio marcando el territorio a los terroristas del ISIS (ahora HTS), sabiendo que es otro de los tantos enemigos que se la tienen jurada y que le echan el aliento en la propia puerta de Israel. Mientras los anglosajones saben que a partir de lograda cualquier invasión, se agota de inmediato la subordinación de sus terroristas de vanguardia y que a partir de este punto van por libres con sus ataques imprevisibles hacia cualquier cosa que suene a occidental.
Y si a éste escenario latente de guerra de “todos contra todos” le sumamos el irreconciliable marco interno social y religioso de lo que queda de Siria, que es la sumatoria explosiva de la minoría musulmana sunni, más la minoría dominante alawi, más los kurdos, los drusos y los cristianos, solo queda por preguntar ¿Qué milagro debe ocurrir para que ésta bomba de tiempo no estalle? Y sin entrar en el terreno del mal gusto, estos enfrentamientos generalizados se parecen al cuento del escorpión y la rana. Siendo cada uno de los bandos, por momentos escorpión y por momentos rana. Aunque lo que sí parece garantizado, es que todos se encaminan hacia el conocido final del cuento.
Entre tanto sigue sonando la fanfarria mediática occidental, aunque la tozuda realidad les va mezquinando argumentos al festejo, hasta reducirlos a las morbosas y supuestas acusaciones de crueldad del régimen de Al-Assad mientras crece la censura y la manipulación sobre la realidad verdadera.
Y si han instalado la sensación triunfalista de que todo está ganado para Occidente, que Netanyahu es invencible, intocable y todopoderoso y que EEUU tiene un fondo de armario repleto de dineros, tropas y armas como para hacerse otra vez dueño total del mundo, les resulta imposible esconder el mar en un agujero en la arena y comienzan aparecer artículos de prensa -siempre sesgados y tendenciosos- pero que se ven obligados a reconocer la realidad central del momento, como ocurre con ésta nota: https://www.eldiario.es/internacional/impacto-cambio-regimen-siria-respaldado-eeuu-israel-turquia_129_11901393.html.
En tanto que la foto con los rostros de los líderes occidentales en la catedral de Notre Dame de París, habla a las claras que han sido sobrepasados por unos acontecimientos que no han sabido -ni podido- controlar, además de desarrollarse a una velocidad tan hipersónica, como el temible misil Oreshnik que tanto les quita el sueño.
Y mientras la OTAN deshoja la margarita sobre cómo se financiará durante la etapa Trump, Europa “en modo Nerón”, canta en coro desafinado para incendiarse con más guerra y más derrumbe económico, social y político.
Y Estados Unidos por su parte, sigue en un enfrentamiento interno con tufos de guerra civil, en tanto que el nuevo presidente electo recibirá en pocas semanas un terreno alevosamente conflictivo y minado por su predecesor.
(*) Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele
director de Dossier Geopolitico
Córdoba (Argentina), 16/12/24
ANEXOS:
1- Sobre el corredor Norte-Sur de Rusia:
2- Más datos de “Los Rebeldes Moderados y Pragmáticos” y sus comportamientos, según agencias de noticias independientes:
El HTS, y más aún el SNA (Ejército Nacional Sirio, anteriormente Ejército Libre Sirio (FSA) y también conocido como Ejército Libre Sirio (TFSA) respaldado por Turquía, que no es monolítico como el régimen Talibán, y si una multitud de grupos regionales condiferentes visiones y motivaciones. Todos bajo el paraguas del HTS y el SNA. Lo peor de todo es que son muchos y muy diferentes los intereses…La característica principal es que son muchos, diversos, aventureros, mercenarios, criminales, sádicos y pervertidos, además de que la mayoría no son nacidos en Siria y que fueron reclutados deliberadamente con la gestión y el dinero de Israel y Turquía.
Y ya hay informes sobre masacres procedentes de Siria, perpetradas por extremistas que no respetan un mando central en estas trágicas horas donde se han manipulado multitudes en la zona para que estén hambrientas de espectáculos sangrientos. Una práctica habitual en Oriente, que consiste en vengarse de los vecinos, pero no por sus propias manos, sino por manos de extranjeros. Por ejemplo, en la granja Al-Rabiya, provincia de Latakia, fusilaron a alauitas sólo por sus confesiones. Los autores del delito llaman a los muertos “cerdos nusayritas”.
3- La Doctrina Wolfowitz, “el credo que puede abocar a EE.UU a un gran conflicto”
El autor Agradece la colaboración en redacción y correcciones realizada por nuestros Colega desde Madrid Eduardo Bonugli.
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