EEUU lanza una amenaza de muerte a Latinoamérica Por Víctor Ternovsky
El Occidente colectivo, con EEUU a la cabeza, ha perdido todo su atractivo de cara a las naciones fuera del supuestamente privilegiado club conformado por Washington y sus vasallos. Un club que se está convirtiendo en un verdadero paria internacional, en contraste con la creciente alianza entre las potencias emergentes.
Se ha llegado a una situación en la que el despectivo calificativo de «patio trasero» convendría más bien para definir a EEUU y no a Latinoamérica, una región que avanza a pasos agigantados hacia convertirse en uno de los centros de un nuevo mundo multipolar.
Incapaz de atraer a Latinoamérica mediante el poder suave, Washington exhibe su último argumento que es el poderío militar.
En voz clara y a la vez histérica, EEUU amenazó con «consecuencias de proporciones bíblicas» a los países de la región que se atrevan a buscar una alternativa a la sumisión a la potencia del Norte. Lo dijo literalmente la congresista estadounidense María Elvira Salazar dirigiéndose a una Argentina que baraja instalar una planta para fábricas y exportar cazas chinos. Sería “un pacto con el diablo que puede tener consecuencias de proporciones bíblicas”, reiteró la política.
Al mismo tiempo, Washington ni siquiera pretende ocultar que el único papel que se le permite tener a Latinoamérica es el de un depósito de recursos naturales para las necesidades de EEUU. La General Laura Richardson, Jefa del Comando Sur de EEUU, manifestó abiertamente las pretensiones de su país sobre las inmensas reservas de litio, de petróleo y de agua dulce que alberga América Latina.
En otras palabras, Washington ha pasado a amenazar de muerte a sus vecinos en el continente, dijo en una entrevista con mi canal el intelectual argentino Carlos Pereyra Mele, director del think-tank Dossier Geopolitico.