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John DugardCambridge University Press

Traducido para el CEPRID (www.nodo50.org/ceprid) por María Valdés

El 2 de junio de 2022, el presidente Biden publicó un artículo de opinión en el New York Times titulado «Cómo está dispuesto Estados Unidos a ayudar a Ucrania» en el que declaraba que la acción de Rusia en Ucrania «podría marcar el fin del orden internacional basado en reglas y abrir la puerta a la agresión en otros lugares, con consecuencias catastróficas en todo el mundo».(1) No se menciona el derecho internacional. Posteriormente, en una conferencia de prensa al concluir la Cumbre de la OTAN de junio de 2022 en Madrid, advirtió tanto a Rusia como a China que las democracias del mundo «defenderían el orden basado en reglas» (OBR).(2) Una vez más, no se menciona el derecho internacional. El 12 de octubre de 2022, el presidente de los Estados Unidos publicó una Estrategia de Seguridad Nacional que hace repetidas referencias al OBR como la «base de la paz y la prosperidad globales»(3) con sólo una referencia pasajera al derecho internacional.(4) El término «orden basado en reglas» es utilizado con tanta frecuencia por líderes políticos estadounidenses, como el presidente Biden y el secretario de Estado Antony Blinken, que, según el profesor Stephen Walt de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard, «parece haberse convertido en un requisito laboral para un alto puesto en el aparato de política exterior de Estados Unidos”.(5) La conclusión clara que se puede extraer de esto es que el hecho de que Estados Unidos no invoque el derecho internacional y en su lugar apele en la mayoría de las ocasiones a un «orden internacional basado en reglas» es algo considerado y deliberado.(6)

Otros líderes occidentales también han invocado el «orden internacional basado en reglas» para criticar a los Estados no occidentales, en particular a Rusia y China, por su mala conducta internacional (7) pero tales referencias han sido inconsistentes (8) o usarse indistintamente con el derecho internacional. Un buen ejemplo de esto lo proporciona la Declaración emitida por los Jefes de Estado al concluir la Cumbre de la OTAN en Madrid de 2022, en la que se afirmó que «nos adherimos al derecho internacional y a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas». Naciones. Estamos comprometidos a defender el orden internacional basado en reglas”.(9) El Primer Ministro de los Países Bajos ha ido aún más lejos al combinar los dos términos en una sola frase al referirse al «orden jurídico internacional basado en reglas».(10) Esto sugiere que otros líderes occidentales, particularmente de la UE, tienen una actitud ambivalente hacia el orden internacional basado en reglas. Si bien están dispuestos a aceptar el lenguaje preferido de Estados Unidos en declaraciones conjuntas con Estados Unidos, insisten, no obstante, en que las relaciones internacionales se rigen por el derecho internacional. Esto quedó claro en una declaración emitida por la UE en las Naciones Unidas cuando Rusia invadió Ucrania.(11) El Reino Unido, por otra parte, invoca con frecuencia el orden internacional basado en reglas.(12)

¿Qué es esta criatura, el «orden internacional basado en reglas», que los líderes políticos estadounidenses han invocado cada vez más desde el final de la Guerra Fría en lugar del derecho internacional? ¿Es un sinónimo inofensivo de derecho internacional, como sugieren los líderes europeos? ¿O es algo más, un sistema destinado a reemplazar el derecho internacional que ha regido el comportamiento de los Estados durante más de 500 años?

En este editorial deseo compartir algunas reflexiones sobre este nuevo fenómeno, en un intento de responder a esta pregunta.

Una búsqueda en los índices de los principales libros de texto de derecho internacional no ayuda. No se menciona el «orden internacional basado en reglas» en una selección aleatoria de tales libros.(13) El relativo silencio de los académicos y profesionales del derecho internacional sobre este tema posiblemente pueda explicarse porque los abogados ven el OBR como el término político para el derecho internacional o como una retórica política inofensiva. Sin embargo, esto es desafortunado ya que ha permitido a los políticos invocar el OBR sin dar una explicación de lo que quieren decir.

1.Dos maneras de ver el ’orden basado en reglas’

Por un lado, puede verse como un concepto desarrollado por politólogos y políticos que pretende ser más o menos sinónimo de derecho internacional. (14) Fundado en un orden internacional liberal, está «basado en principios de gobernanza democrática, la protección de los derechos individuales, la apertura económica y el estado de derecho»(15) y se caracteriza por la igualdad, los derechos humanos, la libertad, el multilateralismo, la libre circulación de mercancías y la seguridad colectiva.(16) En su contenido, va más allá de la estrecha percepción positivista del derecho internacional para incluir el derecho indicativo, incluidas las normas y recomendaciones de las organizaciones internacionales de normalización (17) y conferencias y reglas elaboradas por actores no estatales.

Según este punto de vista, el OBR se basa en principios que constituyen los fundamentos del derecho internacional y además tiene en cuenta las fuentes más amplias del derecho internacional contemporáneo defendidas por muchos académicos. Al igual que el derecho internacional, se basa en los valores de la comunidad internacional consagrados en la Carta de las Naciones Unidas, en tratados multilaterales y normas consuetudinarias que dan efecto a esos valores.

Sin embargo, existe otra perspectiva de lel OBR que requiere consideración.

Los teóricos y comentaristas políticos han tomado la iniciativa en el examen del OBR pero, aparte de aquellos que han criticado al OBR, (18) han prestado escasa atención a la relación con el derecho internacional. Por ejemplo, si bien han anunciado la importancia de los derechos humanos, la autodeterminación, la integridad territorial, la cooperación económica y los principios maternales del derecho internacional, no han considerado el contenido de estos principios en referencia a tratados multilaterales o normas consuetudinarias. o los mecanismos para su aplicación. Están satisfechos con la exposición de valores que no están definidos sin tener en cuenta su fuerza vinculante o aplicabilidad. En resumen, no son reglas tal como las entienden los abogados. Para empeorar las cosas, no han considerado la cuestión de si el OBR y el derecho internacional son compatibles entre sí o si un orden es superior al otro.

La naturaleza indeterminada e indefinida de las «reglas» del OBR y la falta de consideración de su relación con el derecho internacional ha llevado a cuestionar el motivo del recurso al OBR por parte de Estados Unidos. La manera en que Estados Unidos ha justificado aparentes violaciones del derecho internacional por parte de sus propias fuerzas o de sus amigos cercanos ha resultado inevitablemente en una explicación cínica, aunque plausible, de la preferencia de Estados Unidos por el OBR.

Según este punto de vista, el orden internacional basado en normas puede verse como la alternativa de los Estados Unidos al derecho internacional, un orden que resume el derecho internacional tal como lo interpretan los Estados Unidos de acuerdo con sus intereses nacionales, «una quimera, es decir, cualquiera que sea el Estados Unidos y sus seguidores quieren que signifique en un momento dado’. (19) Partiendo de la premisa de que «los propios Estados Unidos están dispuestos a ignorar, evadir o reescribir las reglas siempre que parezcan inconvenientes», (20) se considera que el OBR es amplia, abierta a la manipulación política y a dobles raseros. Según el profesor Stefan Talmon, el OBR «parece permitir reglas especiales en casos especiales -sui generis-«. (21)

2.La razón detrás de la referencia a un «orden internacional basado en reglas»

Hay varias razones que pueden explicar por qué Estados Unidos prefiere invocar un «orden internacional basado en reglas» y no el derecho internacional.

En primer lugar, Estados Unidos no es parte en varios tratados multilaterales importantes que constituyen una característica esencial del derecho internacional. No es parte de la Convención sobre el Derecho del Mar, lo que significa que está obligado a reprender a China por amenazar el «orden internacional basado en reglas» en el Mar Meridional de China en lugar del derecho internacional. (22) No es parte de una serie de tratados fundamentales que rigen el derecho internacional humanitario, incluidos los Protocolos de las Convenciones de Ginebra de 1977 sobre el derecho de la guerra, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención sobre Municiones en Racimo y la Convención Antipersonal. Convención sobre la prohibición de las minas. Tampoco es parte de la Convención sobre los Derechos del Niño ni de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Inevitablemente, esto dificulta que Estados Unidos responsabilice a los Estados por violaciones del derecho internacional humanitario y del derecho de derechos humanos en la medida en que Estados Unidos no considere que estas normas formen parte del derecho internacional consuetudinario.

En segundo lugar, Estados Unidos ha colocado interpretaciones del derecho internacional que justifican el uso de la fuerza (23) y la violación del derecho internacional humanitario que son controvertidos y cuestionados. Su interpretación del derecho de legítima defensa para permitir ataques preventivos (24) y el uso de la fuerza contra insurgentes/militantes caracterizados como terroristas son ampliamente discutidos. (25) El recurso al uso de la fuerza como especie de intervención humanitaria en el bombardeo de Belgrado en 1999, llevado a cabo bajo los auspicios de la OTAN, (26) también está en disputa. Las interpretaciones dadas a las resoluciones del Consejo de Seguridad por parte de Estados Unidos y el Reino Unido para autorizar el uso de la fuerza en Irak en 2003 (27) y Libia en 2011 (28) han sido muy criticados como pretextos ilegales para un cambio de régimen. La denegación del estatuto de prisioneros de guerra a los soldados talibanes detenidos en la Bahía de Guantánamo tras la invasión estadounidense de Afganistán en 2002 ha sido cuestionada porque viola el artículo 4 de la Convención relativa al tratamiento de los prisioneros de guerra. (29) El uso de drones en Afganistán, Irak y Yemen para matar a militantes/terroristas hostiles, que Estados Unidos ha justificado como autodefensa permisible, ha sido criticado como una violación del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos. (30) Parece que Estados Unidos considera más conveniente –y posible– defender interpretaciones impugnadas del derecho internacional de este tipo bajo las ’reglas’ amplias de la RBO que justificarlas bajo las reglas más estrictas del derecho internacional. (31)

En tercer lugar, Estados Unidos no está dispuesto a responsabilizar a algunos Estados, como Israel, por violaciones del derecho internacional. Se tratan como casos sui generis en los que el interés nacional excluye la rendición de cuentas. Este excepcionalismo con respecto a Israel fue explicado detalladamente por Estados Unidos en su declaración conjunta con Israel con motivo de la visita del presidente Biden a Israel en julio de 2022 (32) que reafirma «los vínculos inquebrantables entre nuestros dos países y el compromiso duradero de los Estados Unidos con la seguridad de Israel» y la determinación de los dos estados «de combatir todos los esfuerzos para boicotear o deslegitimar a Israel, negar su derecho a la autosuficiencia» defensa, o señalarlo en cualquier foro, incluidas las Naciones Unidas o la Corte Penal Internacional». Este compromiso explica la negativa constante de Estados Unidos a responsabilizar a Israel por sus repetidas violaciones del derecho humanitario, apoyar el procesamiento de los autores de crímenes internacionales ante la Corte Penal Internacional, condenar sus ataques a Gaza – mejor retratados como una aplicación excesiva de la ocupación de Gaza y no la autodefensa como sostienen los Estados Unidos – (33), insisten en que Israel procese a los asesinos de un ciudadano estadounidense (Shireen Abu Akleh), critican su violación de los derechos humanos según lo establecido tanto por el Consejo de Derechos Humanos como por la Asamblea General, aceptan que Israel aplica una política de apartheid en el Territorio Palestino Ocupado, (34) y oponerse a su anexión de Jerusalén Este. (35) Y, por supuesto, está la negativa de Estados Unidos a reconocer la existencia del arsenal nuclear de Israel o permitir cualquier discusión sobre él en el contexto de la proliferación nuclear en el Medio Oriente. (36) Es posible que tales medidas por parte de Israel se consideren consistentes con el “orden internacional basado en reglas”, incluso si violan reglas básicas del derecho internacional.

Por supuesto, los dobles raseros, el excepcionalismo y la hipocresía son características de las políticas exteriores de los estados que aceptan el derecho internacional y no favorecen al OBR. Semejante conducta debe ser condenada, ya que socava la noción de responsabilidad de todos los Estados, independientemente de su posición y de sus amigos en la comunidad internacional. Las «reglas» amorfas del OBR, sin embargo, hacen que sea más fácil para un estado brindar un trato especial a otro estado y tolerar sus violaciones del derecho internacional. Estados Unidos puede justificar su negativa a responsabilizar a Israel por sus violaciones del derecho internacional argumentando que el derecho internacional tal como lo interpreta Estados Unidos –el OBR– permite ataques a Gaza como autodefensa contra el terrorismo y el asesinato de militantes terroristas mediante drones, la aplicación del apartheid, la anexión de territorio y la continuación de una ocupación que se considera ampliamente ilegal.

Estas explicaciones sobre la invocación preferida de Estados Unidos del OBR no se aplican consistentemente a otros estados de la alianza occidental. La mayoría son partes en la mayoría de los tratados multilaterales. Sólo el Reino Unido participó en todas las controvertidas intervenciones militares mencionadas anteriormente, aunque algunas se llevaron a cabo bajo el paraguas de la OTAN. Y la mayoría de los Estados occidentales han estado dispuestos a responsabilizar a Israel por sus violaciones del derecho internacional, aunque sólo de palabra. Esto probablemente explica por qué los líderes occidentales han utilizado el término OBR indistintamente con el derecho internacional y parecen tratar ambos órdenes como sinónimos. Esto significa que el OBR es en gran medida una orden defendida por Estados Unidos.

3.El debate jurisprudencial entre Rusia, China y Occidente sobre el OBR

Occidente ha utilizado el OBR para juzgar a Rusia y, más recientemente, a China. Esto ha llevado a lo que podría denominarse un debate jurisprudencial entre Rusia y Occidente, en el que Rusia condena a Occidente por abandonar el respeto al derecho internacional en su afirmación del OBR, y Estados Unidos se atiene a su evaluación de la mala conducta de Rusia en términos del OBR.

Sergey Lavrov, el Ministro de Asuntos Exteriores ruso, ha criticado sistemáticamente a Occidente por su recurso a un orden internacional basado en normas. En 2020 declaró que Occidente abogaba por un «orden basado en reglas centrado en Occidente como alternativa al derecho internacional». (37) con el propósito de reemplazar el derecho internacional con métodos no consensuales para resolver disputas internacionales eludiendo el derecho internacional. (38) Explicó que «este término fue acuñado recientemente para camuflar un esfuerzo por inventar reglas en función de los cambios en la situación política para poder presionar a Estados desagradables e incluso a los aliados». (39)

El presidente Putin se ha hecho eco de esta opinión. El 25 de mayo de 2022, el Ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, con motivo del Día de África, leyó una declaración del Presidente Putin en la que, en el contexto de la acción de Rusia en Ucrania, declaraba que: “El principal problema es que un pequeño grupo de países occidentales liderados por Estados Unidos sigue intentando imponer el concepto de un orden mundial basado en reglas a la comunidad internacional. Utilizan esta bandera para promover, sin dudarlo, un modelo unipolar de orden mundial donde hay países excepcionales y todos los demás que deben obedecer al club de los elegidos”. (40)

En 2019, un grupo de académicos rusos produjo un artículo académico en el que concluyen que: “Por lo tanto, hay razones suficientes para pensar que el concepto moderno de “orden basado en reglas” tiene una connotación política, ante todo antirrusa, que se suma a las actuales armas políticas de Occidente… En pocas palabras, el concepto presenta una herramienta para universalizar un proyecto occidental unilateral de orden mundial”. (41)

La guerra de palabras entre Occidente y Rusia sobre el OBR ha entrado ahora en la retórica de la invasión de Ucrania.

Rusia ha violado los principios más fundamentales del derecho internacional y el derecho de la Carta de las Naciones Unidas en su brutal ataque a Ucrania y su igualmente brutal ocupación del país. Ha violado la prohibición del uso de la fuerza, la obligación de respetar la integridad territorial de otro Estado soberano y las normas del derecho de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario. Pese a ello, Estados Unidos ha preferido condenar a Rusia por violar el OBR indefinido cuyas reglas aún no se han enunciado. (42)

Por su parte, Rusia ha criticado a Occidente por actuar de acuerdo con el OBR. Como se muestra arriba, el presidente Putin se quejó de la dependencia de Occidente del OBR en su declaración en el Día de África, el 25 de mayo de 2022. (43) Los precedentes sentados por la generosa interpretación de Occidente de sus obligaciones en virtud del OBR también fueron evidentes en la declaración del presidente Putin de una operación militar especial (es decir, guerra) contra Ucrania el 24 de febrero de 2022. (44) En esta declaración se refirió al bombardeo de Belgrado por parte de la OTAN en 1999, la invasión de Irak en 2003, la intervención en Libia en 2011 y la acción de Estados Unidos en Siria, todos los cuales se basaron en interpretaciones dudosas y controvertidas del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas. (45) La implicación clara era que Estados Unidos, Occidente y la OTAN habían pretendido actuar de acuerdo con el orden internacional basado en reglas y no con el derecho internacional en estas ocasiones.(46)

Los Estados utilizan con frecuencia el tu quoque o «qué pasa» para desviar las críticas a su propia conducta. La Unión Soviética y ahora la Federación Rusa han utilizado esta defensa contra Estados Unidos durante muchos años. Por ejemplo, ha acusado a Estados Unidos de linchar a afroamericanos, practicar la discriminación racial y apoyar a los Contras en Nicaragua en respuesta a las críticas a su propio historial de derechos humanos. Aunque tu quoque puede ser una estrategia política útil, no es una defensa aceptada en el derecho internacional. Por otro lado, no hay duda de que los precedentes de conducta ilegal serán invocados como una licencia para la legalidad por parte de un Estado delincuente, particularmente cuando se justifican en interpretaciones controvertidas de la ley perteneciente al orden internacional basado en reglas. Según Chatham House, las recientes violaciones del derecho internacional por parte de Estados Unidos han «proyectado una larga sombra sobre la pretensión de Estados Unidos de ser el principal defensor de un sistema internacional basado en reglas». (47)

China también ha afirmado su oposición a un orden basado en reglas. En mayo de 2021, en un debate virtual del Consejo de Seguridad sobre multilateralismo, el Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi declaró que: “Las normas internacionales deben basarse en el derecho internacional y deben ser escritas por todos. No son una patente ni un privilegio de unos pocos. Deben ser aplicables a todos los países y no debe haber lugar para el excepcionalismo ni para dobles raseros”.(48)

En una línea similar, en 2021, Yang Jiechi, director de la Oficina de la Comisión Central de Asuntos Exteriores, afirmó que China defiende el sistema centrado en las Naciones Unidas y el orden internacional respaldado por el derecho internacional y no el «llamado orden internacional basado en reglas» defendido por un pequeño número de países. (49)

4.Las reglas que componen el OBR

A la luz de la acusación tanto de los académicos occidentales como de los líderes políticos de Rusia y China de que Occidente ha propuesto el orden internacional basado en reglas como una alternativa al derecho internacional, no se puede aceptar sin examinar que el OBR es idéntica con el derecho internacional y que este es simplemente un nombre para el derecho internacional preferido por los teóricos y practicantes políticos.

Las reglas que componen el «orden internacional basado en reglas» todavía están por definirse. Hasta el momento no hay indicios de que tomarán la forma de convenciones internacionales generales o particulares según lo entiende el Artículo 38(1)(a) del Estatuto de la Corte Internacional de Justicia. Además, no sabemos cuál es la naturaleza de estas reglas. Se ha sugerido que «no tienen una cualidad positiva». Más bien, su valor depende de la medida en que sirvan a los intereses y valores de los Estados que los sostienen”.(50) Si existen reglas, el método para su creación sigue siendo un misterio.(51) No sabemos «quién establece en última instancia estas reglas y determina su contenido»,(52) no sabemos si los estados deben dar su consentimiento a estas reglas y, de ser así, cuáles estados. Ciertamente, la Comisión de Derecho Internacional y la Sexta Comisión de la ONU no participan en este proceso. Caritativamente, parece que las reglas son acuerdos tácitos entre un puñado de estados occidentales para los cuales no ha habido un consentimiento claro. Pero el consentimiento es la base del derecho internacional. Según Stefan Talmon, el orden basado en reglas se ha utilizado para exigir a ciertos Estados que cumplan las normas jurídicas internacionales existentes, a las que en realidad no han dado su consentimiento y, por tanto, no están obligados. El término «orden basado en reglas» desdibuja la distinción entre reglas vinculantes y no vinculantes, dando la impresión de que todos los estados y actores internacionales están sujetos a este orden, independientemente de si han dado su consentimiento o no a estas reglas.(53)

El acuerdo judicial no figura en el idioma de la RBO.(54) La Corte Internacional de Justicia probablemente no tendría competencia para conocer de una disputa basada en una ’regla’ del OBR conforme al Artículo 38(1), ya que tales ’reglas’ carecen de contenido y no pueden identificarse como pertenecientes a ninguna fuente reconocida, pero podría hacerlo conforme al Artículo 38(2) si los Estados remitiran una controversia a la Corte para decidir un caso ex aequo et bono.

Las críticas al OBR por no ser considerado una fuente formal de derecho internacional según el artículo 38 del Estatuto de la CIJ pueden cuestionarse por no tener en cuenta los métodos de elaboración de leyes que han ampliado las fuentes de derecho. ley internacional. Como resultado, adopta un enfoque altamente formalista del derecho internacional contemporáneo. Hay sustancia en esta crítica. La manera en que los estados invocan resoluciones no vinculantes de las Naciones Unidas y otras instituciones intergubernamentales, las decisiones de conferencias internacionales y otros organismos normativos y lo que hoy se conoce como «derecho indicativo» deja claro que los estados ven el derecho internacional como un orden fluido y flexible que se ocupa tanto de las normas que generan expectativas como de las reglas y principios reconocidos por el artículo 38. Si se acepta esto, se puede argumentar, el OBR simplemente reconoce la existencia de un orden jurídico contemporáneo libre del formalismo jurídico.

La dificultad de la crítica anterior es que presupone que las «reglas» del «orden basado en reglas» tienen un contenido conocido y van más allá de la afirmación de valores amplios. El respeto de los derechos humanos, la autodeterminación, la integridad territorial, la libertad de navegación, la gobernanza democrática, la libre circulación de mercancías, la apertura económica, etc. son valores importantes que un tribunal puede invocar para ayudarle a interpretar las normas jurídicas, pero no son no normas de derecho tal como se entienden comúnmente. Carecen de definición o contenido. No hay indicios de que estas normas sean vinculantes o aplicables (y, de ser así, cómo), de si pueden restringirse o de si todas las naciones y pueblos las disfrutan. En resumen, el OBR no hace ningún intento de proclamar un orden legal con reglas definidas y procedimientos de elaboración de leyes y solución de disputas.

El OBR es algo más que el derecho internacional. Es un régimen alternativo fuera de la disciplina del derecho internacional que inevitablemente desafía y amenaza el derecho internacional. Caritativamente puede verse como un orden que comprende valores de orden liberal. De manera menos caritativa, puede verse como un orden competitivo defendido por algunos estados occidentales, particularmente Estados Unidos, que busca imponer la interpretación del derecho internacional que mejor promueve los intereses de Occidente, particularmente los de Estados Unidos. A diferencia del derecho internacional, no parece ser un orden universal. Más bien, es un orden empleado por Occidente, de nuevo particularmente por Estados Unidos, para asegurar su dominio.

5.Observaciones finales

Volver a la guerra en Ucrania. En su invasión de Ucrania, la Federación de Rusia ha violado principios fundamentales del derecho internacional, que van desde el uso ilegal de la fuerza y ​​la violación de la integridad territorial de otro Estado soberano hasta violaciones brutales del derecho internacional humanitario y del derecho de los derechos humanos. Estas violaciones del derecho internacional se juzgan mejor por un orden jurídico aceptado y comprendido por todas las naciones del mundo que por un régimen amorfo defendido por una de las partes en conflicto. La declaración emitida por la UE condenando la invasión rusa de Ucrania como una violación del Artículo 2(4) de la Carta de las Naciones Unidas, un crimen de agresión según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y una violación de normas imperativas del derecho internacional (55) tiene más peso que la afirmación del presidente Biden de que la invasión viola el orden internacional basado en reglas.(56)

Una última razón para descartar el orden internacional basado en reglas como medio para juzgar el comportamiento de los Estados es que es un obstáculo innecesario y perjudicial para los intentos de llegar a un acuerdo sobre el derecho internacional como un orden universal que gobierne a todos los Estados. Todos los estados tienen sus propias idiosincrasias en lo que respecta a la aplicación del derecho internacional, pero rara vez amenazan la universalidad del derecho internacional. Sin embargo, en la actualidad existen varias divisiones importantes entre los Estados sobre las características y principios cardinales del derecho internacional.

El más notable de ellos es el que existe entre Occidente, por un lado, y Rusia y China, por el otro. Mientras Occidente enfatiza la gobernabilidad democrática, los derechos humanos, el ambientalismo y la globalización, Rusia y China enfatizan la igualdad soberana de los estados, la no intervención en los asuntos internos de los estados, la solución de disputas mediante mecanismos que los estados hayan consentido, la inmunidad de los estados y sus funcionarios, y la condena del doble rasero en el trato a los estados. Este enfoque chino-ruso del derecho internacional quedó detallado en 2016 en la Declaración de la Federación de Rusia y la República Popular China sobre la Promoción del Derecho Internacional.(57)

La adhesión de Occidente tanto a un orden internacional basado en reglas como al derecho internacional socava los esfuerzos por acordar un sistema universal de derecho internacional basado en las mismas reglas, principios y valores fundamentales. Un orden internacional fundado en la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional tal como ha evolucionado desde el final de la Segunda Guerra Mundial es una receta más sólida para la paz que el orden internacional amorfo y discriminatorio basado en normas.

Referencias

(1) J. R. Biden Jr., ‘How the US is Willing to Help Ukraine’, New York Times International Edition, 2 June 2022, 1, at 11.

(2) The White House Briefing Room, ‘Remarks by President Biden in Press Conference (Madrid, Spain)’, The White House, 30 June 2022, available at www.whitehouse.gov/briefing-room/speeches-remarks/2022/06/30/remarks-by-president-biden-in-press-conference-madrid-spain.

(3) The White House, ‘National Security Strategy’, The White House, October 2022, at Introduction, 8, 18, 42, available at www.whitehouse.gov/wp-content/uploads/2022/10/Biden-Harris-Administrations-National-Security-Strategy-10.2022.pdf.

(4) Ibid., at 18, 45.

(5) S. Walt, ‘China Wants a “Rules Based International Order,” Too’, Foreign Policy, 31 March 2021, available at www.belfercenter.org/publication/china-wants-rules-based-international-order-too. See also A. Tuygan, ‘The Rules-based International Order’, Diplomatic Opinion, 10 May 2021, available at www.diplomaticopinion.com/2021/05/10/the-rules-based-international-order/.

(6) Further evidence of President Biden’s determination to avoid reference to international law is provided by an article he wrote shortly after becoming president: J. R. Biden, Jr., ‘Rescuing US Foreign Policy after Trump’, (2020) 99 Foreign Affairs 64. In this wide-ranging account of his proposed foreign policy, there is no mention of international law or the United Nations. NATO does, however, feature prominently in the article.

(7) See the statement of the German Foreign Minister, Annalena Baerbock after the 2022 G20 meeting of foreign ministers where she referred to a shared commitment to the rules-based international order: Außenministerin Annalena Baerbock [@Abaerbock], ‘Liebe @AyorkorBotchwey, @DrAlfredMutua & @mnsanzabaganwa, ich freue mich sehr, mit Ihnen drei starke Partner*innen für die Verteidigung der regelbasierten internationalen Ordnung beim #G7-Treffen in Münster willkommen zu heißen!’, Twitter, 4 November 2022, available at twitter.com/ABaerbock/status/1588503709440700417. See further, R. Falk, ‘“Rule-based International-Order”: A New Metaphor for US Geo-Political Primacy’, Eurasia Review, 1 June 2021, available at www.eurasiareview.com; G. Cross, ‘Rules-based Order: Hypocrisy Masquerading as Principle’, China Daily, 3 May 2022, available at www.chinadailyhk.com/article/269894#Rules-based-order-masquerading-as-principle.

(8) The statements of Australian leaders are interesting. While the former Prime Minister, Scott Morrison, repeatedly used the term ‘rules-based order’ and not ‘international law’, the present Foreign Minister, Penny Wong, refers to international law. See her statement on the occasion of the 2022 G20 meeting of foreign ministers: Sen. The Hon P. Wong, ‘Doorstop Following G20 Foreign Ministers’ Meeting’, Minister for Foreign Affairs, 8 July 2022, available at www.foreignminister.gov.au.

(9) NATO Heads of State and Government, Madrid Summit Declaration, Press Release 095 (2022), available at www.nato.int>cps>natohq>official_texts_196951. For a similar statement see the communique issued after the meeting of foreign ministers of the G7 at St Malo on 6 April 2019: G7 Foreign Ministers, ‘Statement on the Situation in the West of Libya’, G7 France Biarritz, 5 April 2019, available at www.elysee.fr/admin/upload/default/0001/04/fa9bd64d1ab7fc32e4c9508650b83222b0c1a267.pdf.

(10) Prime Minister M. Rutte, ‘Statement by Prime Minister Rutte for the 80th Anniversary of Bilateral Relations between the Netherlands and Australia’, Government of the Netherlands, 16 April 2022, available at www.government.nl/documents/speeches/2022/04/16/statement-prime-minister-rutte-80-year-anniversary-of-bilateral-relations-between-australia-and-the-netherlands.

(11) S. Popan, Statement on behalf of the EU and its Member States at the 76th Session of the General Assembly Special Committee on the Charter of the United Nations and the Strengthening of the Role of the Organization, 3 November 2021, available at www.eeas.europa.eu/delegations/un-new-york/eu-statement-%E2%80%93-united-nations-6th-committee-report-special-committee-un_en?s=63.

(12) See, for example, the statements by Jeremy Hunt, Secretary of State for Foreign and Commonwealth Affairs, in Parliament on 2 April 2019 in the debate in Parliament on the Rules-based International Order: J. Hunt (Secretary of State for Foreign and Commonwealth Affairs), ‘Rules-Based International Order: Debate’, UK Parliament, Hansard, Oral Answers to Questions on Rules-based International order, volume 657, 2 April 2019, column 916, available at https://hansard.parliament.uk>2019-04-02debates. See also British Embassy of Manila, ‘UK Foreign Office Minister Mark Field Visits Philippines, 15–17 August’, British Embassy Manila, 28 August 2018, available at www.gov.uk/government/news/uk-foreign-office-minister-mark-field-visits-philippines-15-17-august.

(13) See, for example, J. Crawford (ed.), Brownlie’s Principles of Public International Law (2018); M. Shaw, International Law (2021); M. Evans (ed.), International Law (2018); J. Crawford, Chance, Order, Change: The Course of International Law (2014); A. Roberts, Is International Law International? (2017).

(14) For an example of a scholarly work that draws no clear distinction between international law and the rules—based order see S. Bashfield and E. Katselli Proukaki, ‘The Rules-based Order, International Law and the British Indian Ocean Territory. Do as I Say, Not as I Do’, (2022) 23 German Law Journal 713.

(15) M. Jorgensen, ‘The Jurisprudence of the Rules-Based Order: The Power of Rules Consistent with but not Binding under International Law’, (2022) 22 Melbourne Journal of International Law 221.

(16) D. Lake, L. Martin and T. Rice, ‘Challenges to the Liberal Order: Reflections on International Organization’, (2021) 75 International Organization 225. See also N. Wright, ‘The UK and the International Rules-Based-System’, Foreign Policy Centre, 8 September 2020, available at www.fpc.org.uk/the-uk-and-the-international-rules-based-system. The October 2022 National Security Strategy of the United States likewise stresses these values as part of its international strategy and by implication associates them with the RBO: supra note 3, particularly at 6, 18.

(17) See the statement by Antony Blinken at the virtual meeting of the Security Council Open Debate on Multilateralism on 7 May 2021, in which he stated that the rules-based order included the commitments of states under international law, the UN Charter and ‘the rules and standards agreed to under the auspices of the WTO and numerous standard-setting organizations’: A. J. Blinken, ‘Secretary Antony J. Blinken Virtual Remarks at the UN Security Council Open Debate on Multilateralism’, U.S. Department of State, 7 May 2021, available at www.state.gov/secretary-antony-j-blinken-virtual-remarks-at-the-un-security-council-open-debate-on-multilateralism/.

(18) See Walt and Tuygan, supra note 5; see Falk and Cross, supra note 7.

(19) Cross, supra note 7. See also R. Mullerson: the rules-based order is ‘based on rules of Washington and not related to international law’, cited in A. N. Vylegzhanin et al., ‘The Term “Rules-Based Order in International Legal Discourse”’, (2021) 2 Moscow Journal of International Law 35.

(20) See Walt, supra note 5.

(21) S. Talmon, ‘Rules-based Order v International Law?’, German Practice in International Law, 20 January 2019, available at www.gpil.jura.uni-bonn.de/2019/01/rules-based-order-v-international-law.

(22) Agence France-Presse, ‘Antony Blinken Warns China to Stop “Aggressive Actions” in Asia-Pacific’, Guardian, 13 December 2021.

(23) According to Richard Falk, ‘[t]he United States has projected more force outside its borders than has any State in the course of the past 75 years’, supra note 7.

(24) In 2002, in the wake of 9/11, President George Bush issued a National Security Strategy approving the use of force in pre-emptive self-defence: The White House, The National Security Strategy of the United States of America, 41 ILM 1478 (2002). For criticism of this doctrine see W. M. Reisman and A. A. Armstrong, ‘The Past and Future of the Claim of Preemptive Self-Defence in International Law’, (2006) 100 AJIL 525. See also the decisions of the International Court of Justice that cast serious doubt on the validity of pre-emptive self-defence: Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied Palestinian Territory, Advisory Opinion of 9 July 2004, [2004] ICJ Rep. 136, para. 139; Case Concerning the Armed Activities in the Territory of the Congo (Democratic Republic of the Congo v. Uganda), Judgment of 19 December 2005, [2005] ICJ Rep. 168, paras. 143, 148.

(25) For a full coverage of this argument and the objections to it see D. Tladi and J. Dugard, ‘The Use of Force by States’, in J. Dugard et al. (eds.), Dugard’s International Law: A South African Perspective (2018), 730, at 759.

(26) NATO’s invocation of the doctrine of humanitarian intervention to justify its action was seriously questioned by scholars. See L. Henkin, ‘Editorial Comments: NATO’s Humanitarian Intervention’, (1999) 93 AJIL 824.

(27) United Nations Security Council, Resolution 1441, Un Doc. S/RES/ 1441 (2002); United Nations Security Council, Resolution 678, Un Doc. S/RES/ 678 (1990); United Nations Security Council, Resolution 687, Un Doc. S/RES/ 687 (1991) were invoked creatively by the United States and the United Kingdom to justify the invasion of Iraq and regime change. Critics agree that the United States and the United Kingdom acted unlawfully. See V. Lowe, ‘The Iraq Crisis: What Now?’, (2003) 52 ICLQ 859; P. Sands, Lawless World: America and the Making and Breaking of Global Rules-From FDR’s Atlantic Charter to George Bush’s Illegal War (2005).

(28) United Nations Security Council, Resolution 1973, Un Doc. S/RES/1973 (2011) imposed a no-fly zone and authorized states to take ‘all necessary measures protect civilians’ but was used as a justification for regime change by NATO. See R. Higgins et al., Oppenheim’s International Law: United Nations (2017), 1023, paras. 26, 120.

(29) G. Aldrich, ‘The Taliban, Al Quaeda, and the Determination of Illegal Combatants’, (2002) 96 AJIL 891.

(30) C. Jones, The War Lawyers. The United States, Israel and Juridical Warfare (2020), 193–6; United Nations General Assembly, Report of the Special Rapporteur on Extrajudicial, Summary or Arbitrary Executions, Philip Alston, UN Doc. A/HRC/14/24/Ad 6 (2010); M. Boyle, The Legal and Ethical Implications of Drone Warfare (2017).

(31) According to Ben Scott, ‘Although the US shaped the UN and much of international law, its relationship with these institutions has become increasingly vexed, especially since the 2003 invasion of Iraq. That’s partly why it has fallen back on the rules-based order’: B. Scott, ‘The Trouble with Washington’s Rules-Based Order Gambit’, The Diplomat, 3 August 2021, available at www.thediplomat.com/2021/08/the-trouble-with-washingtons-rules-based-order-gambit.

(32) The White House Briefing Room, ‘The Jerusalem US-Israel Strategic Partnership Joint Declaration’, The White House, 14 July 2022, available at www.whitehouse.gov/briefing-room/statements-releases/2022/07/14/the-jerusalem-u-s-israel-strategic-partnership-joint-declaration/. See also Biden’s statement on the ‘need to sustain our ironclad commitment to Israel’s security’ in his 2020 article in Foreign Affairs, supra note 6, at 73.

(33) See J. Dugard, ‘Legal Consequences of the Construction of a Wall in the Occupied Palestinian Territory’, in E. Bjorge and C. Miles (eds.), Landmark Cases in Public International Law (2017), 539, at 556–7.

(34) B. Samuels, ‘The US State Department Rejects Amnesty’s Apartheid Claim against Israel’, Haaretz, 1 February 2022.

(35) See Falk, supra note 7.

(36) V. Gilinsky and H. Sokolski, ‘Biden Should End US Hypocrisy on Israeli Nukes’, Foreign Policy, 19 February 2022.

(37) Cited in Vylegzhanin et al., supra note 19, at 39.

(38) Ibid., at 51.

(39) Ibid., at 39.

(40) K. K. Klomegah, ‘Russia Renews its Support to Mark Africa Day’, Modern Diplomacy, 27 May 2022, available at www.moderndiplomacy.eu/2022/05/27/russia-renews-its-support-to-mark-africa-day/. See also the statement by President Putin cited by A. Roberts, Is International Law International? (2017), 297.

(41) See Vylegzhanin et al., supra note 19, at 51.

(42) See note 1, supra. As early as 2021 the G7 complained that Russia’s behaviour threatened the RBO: see Vylegzhanin et al., ibid., at 39.

(43) See note 40, supra.

(44) See the text of President Putin’s speech: ‘Full text: Putin’s Declaration of War on Ukraine’, The Spectator, 24 February 2022, available at www.spectator.co.uk/article/full-text-putin-s-declaration-of-war-on-ukraine/.

(45) For an analysis of President Putin’s legal justifications for the Ukraine war see M. Milanovic, ‘What Is Russia’s Legal Justification for Using Force against Ukraine?’, EJIL:Talk!, 24 February 2022, available at www.ejiltalk.org.

(46) See further, Roberts, supra note 13, at 282.

(47) The London Conference, ‘Challenges to the Rules-Based International Order’, Chatham House: The Royal Institute of International Affairs, 2015, available at www.chathamhouse.org/sites/default/files/London%20Conference%202015%20-%20Background%20Papers.pdf.

(48) State Councilor and Foreign Minister W. Yi, ‘Remarks by State Councilor and Foreign Minister Wang Yi at the United Nations Security Council High-level Meeting on the Theme “Maintenance of International Peace and Security: Upholding Multilateralism and the United Nations-centered International System”’, Ministry of Foreign Affairs of the People’s Republic of China, 8 May 2021, available at www.fmprc.gov.cn/mfa_eng/wjdt_665385/zyjh_665391/202105/t20210508_9170544.html.

(49) See Scott, supra note 31.

(50) M. Chalmers, ‘Which Rules, Why there is No Single Rules-based International System’, Occasional Paper, Royal United Services Institute, April 2019.

(51) The October 2022 US National Security Strategy declares that the RBO ‘provides all nations that sign up to the principles an opportunity to participate in and have a role in shaping the rules’, supra note 3. Unfortunately, there is no indication of how this ‘signing up’ may be done.

(52) See Talmon, supra note 21.

(53) See Talmon, ibid.

(54) The US National Security Strategy of October 2022 makes no mention of the International Court of Justice, supra note 3.

(55) See note 11, supra.

(56) See note 1, supra.

(57) Ministry of Foreign Affairs of the Russian Federation, ‘The Declaration of the Russian Federation and the People’s Republic of China on the Promotion of International Law’, 25 June 2016, available at www.fmprc.gov.cn>201608. For a detailed analysis of this Declaration see Roberts, supra note 13, at 290–9.

CEPRID

A punto de comenzar el año electoral 2024, la división de la opinión pública sobre el apoyo a la invasión israelí en Gaza influye con fuerza sobre la competencia interpartidaria.

Por Eduardo J Vior Analista Internacional Agencia TELAM el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitica

El pueblo norteamericano habitualmente no se informa ni se interesa mucho por los temas de la política exterior, pero la gran excepción se da, cuando algún conflicto tiene que ver con Israel. Desde 1967 el lobby judeoamericano ha ido aumentando su influencia, de modo que los avatares de la política mediooriental son vividos en Washington como propios. Este año no es diferente: por un lado, los aspirantes a la candidatura presidencial republicana han puesto unificadamente la solidaridad con Israel en el centro de su enfrentamiento con los demócratas. Éstos, por el contrario, se han dividido entre los sostenedores de Israel, aunque contrarios a Benyamin Netanyahu, y los simpatizantes de la causa palestina. La guerra en Gaza y la campaña electoral en ciernes se mezclan en las pantallas estadounidenses.Las calles de EE.UU. van a decidir gran parte de la actitud de Washington hacia la guerra y van a influir sobre el perfil de los candidatospresidenciales para la compulsa de noviembre de 2024 y sus plataformas.

Durante el debate entre los precandidatos republicanos a la presidencia, organizado por NBC News en Miami el pasado miércoles 8, los líderes compitieron entre sí por mostrar el mayor apoyo a Israel, trazar la línea más dura hacia Irán y hablar más agresivamente sobre el antisemitismo. Los cinco precandidatos dijeron que apoyaban plenamente la campaña militar de
Tel Aviv contra Hamás y que no harían nada para frenar su bombardeo a Gaza. “Yo le diría a Bibi, termina el trabajo con estos carniceros de una vez por todas”, dijo DeSantis, refiriéndose al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

“Acaben con ellos, acaben con ellos”, exhortó, por su parte, la ex embajadora ante las Naciones Unidas Nikki Haley refiriéndose a Hamás. “Borren a Hamás del mapa”, dijo, a su vez, el senador por Carolina del Sur Tim Scott. A su turno, el ex gobernador de Nueva Jersey Chris Christie anunció que diría a Netanyahu que “Estados Unidos está dispuesto, no importa lo que necesites”.
Finalmente, el empresario Vivek Ramaswamy, recién llegado a la lid política, declaró que «yo le diría a Bibi que Israel tiene el derecho y la responsabilidad de protegerse”.

La militancia republicana por Israel no responde sólo a motivos ideológicos o estratégicos, sino que,   en   gran   medida,   tiene   un   impulso   religioso.   En   particular,   algunos   evangélicos estadounidenses, conocidos como sionistas cristianos, ven el apoyo a Israel como una obligación para la realización de las profecías apocalípticas. Aunque la mayoría de los cristianos evangélicos apoya al Partido Republicano y, como el evangelismo está tan arraigado en la política exterior estadounidense, ni siquiera los demócratas pueden ignorar sus demandas. 

El evangelismo es un movimiento surgido dentro del protestantismo después de la guerra civil norteamericana (1861-65) que desde el inicio proclamó la creación de un Estado judío en Palestina, es decir, incluso mucho antes del surgimiento del sionismo judío en 1896. Si bien el apoyo de los evangélicos a Israel no era tan manifiesto al principio, tras la victoria israelí en la
Guerra de los Seis Días (1967), que ellos consideraron un milagro y la actualización de la profecía bíblica, la defensa de Israel se convirtió en su máxima prioridad. El lobby judío empezó entonces   a   colaborar   con   estas   iglesias   y   comunidades,   para   influir   sobre   los   políticos estadounidenses.

Según una encuesta del Pew Research Center, el 67% de los evangélicos tiene una opinión positiva de Israel, el 80% cree que el Estado de Israel es el cumplimiento de la profecía bíblica y el 45% afirma que la Biblia influye en sus opiniones sobre Israel. Como los evangélicos son el mayor bloque político de Estados Unidos, sus demandas no son ignoradas. Los grupos de presión
judíos también los animan a movilizarse y presionar al gobierno.

El apoyo evangélico a Israel no se corresponde con el de los propios judíos norteamericanos. Incluso antes del 7 de octubre ya estaba disminuyendo su apoyo a Israel. Ya una encuesta reciente mostraba que, aunque la mayoría de los judíos considera que para su identidad judía es importante   preocuparse   por   Israel,   más   de   la   mitad   desaprueba   el   gobierno   de   derecha-
ultraderecha de ese país. Según otro relevamiento, una cuarta parte de los judíos estadounidenses está de acuerdo en que Israel es un “Estado de apartheid” y una quinta parte de los menores de 40 años no cree que el Estado de Israel tenga derecho a existir.
Estos cambios han venido acompañados por un crecimiento de las organizaciones judías de izquierda como IfNotNow (¿Cuándo si no ahora?) y Jewish Voice for Peace (Voz Judía por la Paz), que condenan desde hace tiempo el trato de Israel a los palestinos.

Estas agrupaciones se ubican en la vanguardia de los llamamientos a un alto el fuego y al fin del apoyo estadounidense
a la guerra de Israel contra Gaza. Desde que comenzó el actual conflicto, en tanto, activistas judíos han cerrado la estación Grand Central de Nueva York y han sido detenidos por acciones como ocupar los pasillos del Congreso y concentrarse frente a la casa del líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, que también es judío. 

Lógicamente, aún más fuerte que la judía es la crítica de la comunidad musulmana: “el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha ignorado a nuestro pueblo durante la actual crisis de Gaza y nosotros vamos a ignorarlo en las elecciones presidenciales del próximo año”, ha afirmado el presidente del Consejo de Relaciones Islámico-Estadounidenses (CAIR, por su nombre en inglés)
Nihad Awad. “Le dijimos directamente a título personal que, si no pide un alto el fuego inmediato, no obtendrá nuestros votos en 2024”, declaró el dirigente en una entrevista con la agencia estatal de noticias turca Anadolu. Las declaraciones de Awad se produjeron poco después de que Biden, respondiendo a una pregunta, mientras partía para un viaje al estado de Illinois,
dijera que “no hay ninguna posibilidad” de un alto el fuego en la Franja de Gaza.

Este debate público expresa sólo en parte la profunda incidencia de la guerra sobre el estado de ánimo de la población. En una encuesta realizada en agosto pasado sólo el 32% de los estadounidenses describía a Israel como un aliado que comparte los intereses y valores de Estados Unidos. Sin embargo, esa cifra aumentó al 44% en la última encuesta, realizada tras los
atentados del 7 de octubre. Sin embargo, sólo el 36% dijo que es extremadamente o muy importante proporcionar ayuda al ejército de Israel en su lucha contra Hamás y el 40% afirmó que la respuesta militar de Israel en la Franja de Gaza ha ido demasiado lejos. Todavía, el 38% de los encuestados opinó que la respuesta de Israel ha sido más o menos correcta y sólo el 18% dijo
que no ha ido lo suficientemente lejos.

La situación se complica por el interés de los estadounidenses en equilibrar varios objetivos de política exterior. Alrededor de 6 de cada 10 creen que es extremadamente importante o muy importante que Estados Unidos ayude a recuperar a los rehenes retenidos por Hamás en Gaza, mientras que aproximadamente la mitad dijo que es preciso evitar daños a los civiles palestinos o
proporcionar ayuda humanitaria en el territorio.

Entre tanto, según una nueva encuesta de The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research dada a conocer el domingo 5, el 50% de los demócratas aprueba la forma en que Biden ha gestionado el conflicto, mientras que el 46% la desaprueba y los dos grupos divergen sustancialmente en sus opiniones sobre el apoyo de Estados Unidos a Israel. El apoyo de los demócratas a Biden en esta cuestión ha descendido ligeramente desde agosto, cuando una encuesta de AP-NORC reveló que el 57% de los demócratas aprobaba su gestión del conflicto y el 40% la desaprobaba.

La división entre los demócratas se manifiesta también en la Cámara de Representantes. Más de 20 representantes de ese partido votaron el martes 7 a favor de censurar a la representante Rashida Tlaib, la única estadounidense de origen palestino en el Congreso, por sus críticas a Israel y por haber dicho que quiere un alto el fuego en Gaza y haber pedido una “coexistencia
pacífica” entre israelíes y palestinos.

Manifestantes propalestinos piden el alto el fuego Foto AFP
Manifestantes propalestinos piden el alto el fuego / Foto: AFP.

Mientras tanto, las protestas contra la guerra se extienden por todo EE.UU. Manifestantes propalestinos ocuparon el jueves 9 el vestíbulo de The New York Times, exigiendo un alto el fuego inmediato en Gaza y acusando a los medios de comunicación de mostrar parcialidad hacia Israel en su cobertura de la guerra entre Israel y Hamás. Como casi todas las noches desde el 7 de
octubre, miles de personas marcharon anoche por el centro de Manhattan para protestar por los ataques de Israel contra Gaza.

Ya el sábado pasado decenas de miles de personas se congregaron en Washington, para exigir un alto el fuego en Gaza. Los manifestantes dirigieron su ira contra el presidente estadounidense, Joe Biden, acusándole de permitir el genocidio contra los palestinos. “Biden, Biden, you can’t hide; we charge you with genocide,” (“Biden, Biden, no podés esconderte; te acusamos de genocidio”), coreaban los movilizados.

A pesar de las negociaciones en curso, la guerra no tiene todavía visos de terminar y ya se van encendiendo las primeras luminarias para la campaña electoral 2024 que comienza oficialmente en enero próximo con las asambleas ciudadanas en Iowa. La cerrada toma de partido por Israel del Partido Republicano puede servirle para movilizar el voto cristiano sionista, pero no le
agregará nuevos votos en el resto de la población. Por su parte, la división entre los demócratas puede restar puntos a su partido, si no aparece en escena nuevamente Donald Trump y cimenta la unidad de la variopinta coalición hoy mayoritaria.

Si se llegara rápidamente a un cese del fuego en Gaza, muy probablemente el conflicto desaparecerá de las pantallas norteamericanas. Por el contrario, si los enfrentamientos en Asia Occidental se prolongan algunas semanas, influirán fuertemente en los debates políticos al comienzo de la campaña electoral. Con seguridad, la crisis política que sobrevendrá en Israel,
apenas callen las armas, echará una sombra muy pesada sobre la selección de prioridades en política exterior y éste no es un capítulo que vaya a terminar muy rápidamente. Viceversa, el curso de éstas dependerá de los avatares electorales en Washington. Estados Unidos e Israel están demasiado imbricados. como para que uno pueda estornudar sin que el otro se resfríe

FUENTE:

https://www.telam.com.ar/notas/202311/646209-la-guerra-en-asia-occidental-tambien-se-libra-en-eeuu.html

¡¡ LA DESESPERACIÓN DOMINA AL BLOQUE OCCIDENTAL, A MENOS DE DOS MESES DE LA PUESTA EN MARCHA DE LOS BRICS 11 !! Es la alerta del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, quién agrega que el bloque occidental tiene como única alternativa el implementar el caos y la violencia para impedir el irremediable avance del Sur Global. Y que el gigantesco despliegue militar de EEUU en Oriente Medio, incitando a una reacción del mundo árabe por el genocidio palestino, más la elección de Milei con la ruptura de relaciones de Argentina con Brasil y China, son las dos estrategias inmediatas del imperio para evitar que los BRICS tengan el control sobre sus recursos naturales. Además del temor de los anglosajones, a que el acercamiento del nuevo bloque a la OPEP, les haga perder el poder histórico sobre el gas y el petróleo.

AUDIO:

Y muy sentidamente hace un llamado a no interiorizar ni naturalizar la barbarie en directo de Israel contra Palestina, mucho menos la de esos 4.000 niños asesinados salvajemente. Pidiendo que el estupor y la reacción se impongan a la rutina y que nadie olvide que “todo niño es un legado de la humanidad”

Además, y a lo largo del audio, desenmascara el ridículo argumento de que la flota norteamericana y su impresionante logística militar, está en la zona para ayudar al régimen sionista de Tel Aviv “ante una milicia que apenas usa cohetes artesanales”. También, que la extensión del conflicto buscada por Occidente, traería consecuencias catastróficas y terribles para la región, afectando a la potestad de esos países sobre el aprovechamiento de sus propios recursos naturales. Que el divorcio entre Argentina y Brasil rompería el eje políticamente duro en América del Sur entre los dos principales países industrializados de la región, además de ser los mayores productores de alimentos, como los más desarrollados tecnológicamente, lo que imposibilitaría el funcionamiento de uno sin el otro. En tanto que la ruptura con China sería el último y definitivo suicidio económico de Argentina.

Sobre el candidato Milei nos dice que este personaje siniestro y desequilibrado es otra apuesta desesperada de los grupos del poder global occidental, quienes al incentivar su voto, solo procuran instalar en el país un clima de caos y destrucción económica y social, por lo que es necesario convocar a un último esfuerzo para que las urnas derroten a esta falsa opción. Lo que implica que la elección del 19 de Noviembre es trascendental.

Finalmente asegura que el uno de enero del 2024 será el punto de partida de los BRICS 11, con la incorporación de Arabia Saudí, Irán, Egipto, Argentina, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos, lo que profundizará el cambio tectónico del nuevo mundo unipolar, por lo que hay que evitar entrar en el juego violento que propone Occidente, con su única y peligrosa estrategia de guerra y muerte.

Eduardo Bonugli (Madrid, 12/11/23)

INVITACIÓN DE DOSSIER GEOPOLITICO

Dossier Geopolitico invita a los amigos que se encuentren en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hoy a las 18 hs en Avenida de Mayo 822 4to piso a la exposición que realizará el miembro de Dossier Geopolitico el Dr. Miguel Ángel Barrios de su último libro: Poliedro y Amistad Social, prologado por S.S. Papa Francisco y que será presentado por el Padre Pepe.-

Lic. Carlos Pereyra Mele Dossier Geopolitico

Aprovechamos está oportunidad para hacerles extensiva a nuestros seguidores que pueden en el link siguiente poder acceder a La Biblioteca Digital del Mercosur y la Unidad Sudamericana (Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Argentina) la cual permite el acceso libre y gratuito a textos de destacados autores y autoras sobre la unidad e integración sudamericana. Así, promovemos el acceso a las ideas latinoamericanistas para contribuir a la unidad de nuestros pueblos y Estados. Donde nuestro director académico de Dossier Geopolitico, el Dr. Miguel Barrios fue seleccionado por su Libro: Perón y el Peronismo en el Sistema-Mundo en el S XXI https://www.cancilleria.gob.ar/es/biblioteca-digital-del-mercosur-y-unidad-latinoamericana#:~:text=La%20Biblioteca%20Digital%20del%20Mercosur,de%20nuestros%20pueblos%20y%20Estados

La Argentina empieza a tener socios espaciales interesantes con subpotencias y potencias emergentes.

INVAP tiene una sociedad con Turkish Aerospace Industries para construir satélites geoestacionarios de telecomunicaciones GS-1. Ahora la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) se asoció con la India para algo de resultados probablemente más rápidos: testear y desarrollar 2 tipos distintos de paneles solares satelitales de bajo peso, alta eficiencia y la mayor resistencia posible al «viento solar», esa lluvia de electrones, protones y partículas alfa que los destruye rápidamente.

Las fuentes de potencia de los satélites argentinos vienen siguiendo dos líneas. Los aparatos geoestacionarios de telecomunicaciones de órbita muy alta, como los ARSAT-1 y 2, necesitan paneles solares de muy larga duración (15 años) y de marca internacionalmente prestigiosa, con mucha «herencia de vuelo», para bajar los costos de aseguramiento. Ahí no hay más remedio que comprar lo mejor que se fabrique en otros países.

Pero con los satélites de observación terrestre, cuya vida planificada es de alrededor de 5 años y que están en órbita baja, se pueden intentar desarrollos propios. Hubo placas solares desarrolladas artesanalmente por la CNEA en casi todos los satélites de la CONAE (Comisión Nacional de Actividades Espaciales).

Hay una división del trabajo en nuestra incipiente sociedad espacial con la India. Ellos van por celdas solares de perovskita, una familia de cristales de diversa composición química, pero siempre con estructuras atómicas parecidas a la del titatano de calcio. Se las considera puramente inorgánicas.

La Argentina, por el contrario, ensaya otra línea distinta, la de sustratos como el arseniuro de galio «pintados» con soluciones de solventes y sales metaloorgánicas, que se curan en 24 horas y te queda una celda «híbrida» (mitad inorgánica, mitad orgánica) funcionando. La idea en ambos casos es el bajo peso, la mayor potencia eléctrica posible en la menor superficie, y mucha resistencia al viento solar.

Pero hay un cuarto y un quinto requisitos: bajo costo y patentamiento y fabricación propios. De este modo uno sabe qué esperar de la fuente de potencia que uno le pone a sus satélites. Pero además, abre otros caminos. Si el costo es lo suficientemente bajo una celda espacial puede funcionar también aplicaciones para ambientes terrestres complicados por diferencias de temperatura brutales o un exceso de radiación ultravioleta. La Argentina está llena de ambientes así. Y el mundo también, de modo que el producto puede exportarse.

Tanto la India como Argentina quieren crear nichos propios en un mercado que, como el fotovoltaico terrestre, está totalmente monopolizado por China, y en mucha menor medida por los EEUU, la UE y Japón.

Lo que reúne en esta aventura tecnológica a actores espaciales tan disímiles (la India es una potencia en este rubro desde los ’80) es un aparato: el acelerador de iones pesados TANDAR, de la CNEA. Comprado a fines de los ’70 por la CNEA a U$ 80 millones, sigue siendo el mayor acelerador de partículas del Hemisferio Sur.

Pese a ser un aparato diseñado para la física pura, no es la primera vez que se usa el TANDAR en investigación tecnológica: en los ’90 fue tapa de todos los diarios por el desarrollo de una película de diamante sintético que endurecía de un modo impresionante las herramientas de corte y estampado.

El exjefe de Investigación y Desarrollo de la CNEA hasta 1986, el físico Mario Mariscotti, se habría sorprendido de este desarrollo práctico de su gente con este aparato que se compró debido a su insistencia. La que no tuvo resto para llevar la apuesta del «diamond like» al mercado fue la pobre industria argentina. Eran los ’90, estaba en vías extinción.

En estas décadas no han faltado imbéciles que consideraron el TANDAR un gasto suntuario de físicos sin réditos para el país. Pero ahora, como cuenta Vanina Lombardi de TSS, este inmenso aparato vertical de 10 pisos de altura nos hace socios del programa espacial de la India, que pese a ser una potencia nuclear y espacial, no tiene ningún laboratorio de testeo de las capacidades del TANDAR. 

Esta capacidad argentina de generar asociaciones y potenciales clientes se multiplicará exponencialmente cuando se inaugura el reactor RA-10 de Ezeiza. En oposición simétrica al TANDAR, es una planta de producción de radioisótopos y de silicio dopado para chips, pero con un potencial para la investigación pura y aplicada que nos llenará de profesionales y fabricantes extranjeros tratando de terminar una tesis o de desarrollar nuevos materiales para ingenierías muy diversas. Cualquier investigador del Sur Global que haya hecho un post-doctorado en Ezeiza es una posible autoridad política cuando regrese a su país. Ergo, un posible cliente.

Por su potencia y capacidades, el RA-10 será sí o sí, y mucho más que el TANDAR, una instalación geopolítica, capaz de poner a la Argentina en el centro de una nueva diplomacia científica, tecnológica e industrial. Alguien que se entere de esto en nuestra Cancillería, por favor.

Los cultores del ajuste que quieran volver a demorar la entrada en servicio del RA-10 cortándole el presupuesto a la CNEA, como ya se hizo entre 2016 y 2021, estarán jugando muy claramente para equipos contrarios.

Daniel E. Arias

ooooo

Científicos de la Comisión Nacional de Energía Atómica trabajarán junto a colegas del Indian Institute of Technology Roorkee, de India, en la investigación sobre la tolerancia a la radiación de celdas solares de perovskita para aplicaciones espaciales. Con este proyecto conjunto se busca generar conocimientos sobre nuevos materiales más eficientes y sustentables.

En el espacio, todos los dispositivos utilizan paneles solares. Y si bien el silicio es el material más empleado –y posiblemente también el más conocido– para la fabricación de celdas solares, no puede ser utilizado en satélites, radares y otros instrumentos espaciales, ya que en esos casos se necesitan materiales semiconductores más livianos. Actualmente, los más empleados son los de los grupos III-V de la tabla periódica de los elementos, como galio, germanio e indio.

“Esos materiales son muy escasos en la naturaleza, por eso cada una de esas celdas para instrumentos espaciales son carísimas, aunque son las que se usan ya que son delgadas y livianas”, dice María Dolores Perez, investigadora del CONICET en el Departamento de Física de la Materia Condensada de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), será la directora en la Argentina de un proyecto de investigación conjunto con colegas del Indian Institute of Technology Roorkee (IITR), de India, en el que explorarán la tolerancia a la radiación de celdas solares de perovskitas –otro mineral escaso en la naturaleza con propiedad semiconductora–, para aplicaciones espaciales. La CNEA ha desarrollado los sistemas de paneles solares de uso espacial de misiones de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), como en el caso de los satélites SAOCOM.

“La perovskita permitirían obtener estas celdas mediante un procesamiento que es muy simple: se fabrican unas tintas, mediante la disolución y mezcla de unas sales particulares; esa tinta luego se coloca sobre una placa que nosotros preparamos, que llamamos sustrato, y en un día fabricamos una celda solar de manera muy simple y con eficiencia alta”, explica Pérez, y agrega que otra de las problemáticas a resolver es la resistencia a las radiaciones de los materiales que se utilizan en el espacio.

“Tenemos trabajos previos donde mostramos que una perovskita que estudiamos soporta las radiaciones; sería muy buena candidata para ser utilizada en aplicaciones espaciales”, dice Pérez (izq), en la foto junto a investigadoras del Departamento de Física de la Materia Condensada de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

“En el vacío del espacio, además del sol y de los ciclos de temperatura, el ambiente espacial tiene mucha radiación ionizante, y eso hace que toda la electrónica, incluso los paneles solares, se degraden por esta radiación”, explica Pérez. Por eso están probando si las perovskitas son robustas frente a esa radiación: “Tenemos trabajos previos donde mostramos que una perovskita que estudiamos soporta las radiaciones; sería muy buena candidata para ser utilizada en aplicaciones espaciales”, subraya la especialista, y destaca que en el laboratorio en el que se desempeña pueden hacer pruebas y ensayos simulando las exigencias de un ambiente espacial. Para ello, se utiliza una línea del acelerador de partículas Tandar, específicamente diseñada para realizar ensayos de irradiación de celdas solares, que permiten observar la respuesta real de cada celda bajo irradiación directa, como si estuviera en el espacio exterior.

Esa capacidad fue clave en este proyecto, puesto que los especialistas de India desarrollan sus propias celdas de perovskitas pero no tienen cómo probarlas simulando entornos espaciales. “La idea es que ellos nos manden la celdas solares que producen, que funcionan muy bien, para que  nosotros acá las irradiemos y evaluemos si son robustas o no para su uso espacial”, comenta Pérez. Las celdas que fabrican sus colegas en India son distintas a las que hacen ellos en Argentina, ya que son todas inorgánicas, mientas que las locales se denominan híbridas, porque incluyen componentes orgánicos e inorgánicos.

“Cuando nosotros vayamos a India –considerada a nivel mundial una potencia en términos de capacidades de acceso al espacio–, la idea es que aprendamos a hacer esas celdas en particular”, agrega Pérez, y celebra este tipo de convenios binacionales en los que considera que los beneficios exceden a lo meramente académico. “Lo bueno es que ya establecemos un contacto, que antes no teníamos, con este grupo de colegas de India que es muy reconocido allá por sus desarrollos con perovskitas, y nos permite ampliar nuestros enfoques”, subraya Pérez.

Esta iniciativa fue una de las cuatro seleccionadas en la Convocatoria a Proyectos Conjuntos de Investigación con India (impulsada como parte del Programa de Cooperación Científica entre el Ministerio de Ciencia (MINCYT) y el Departamento de Ciencia y Tecnología de la India (DST), firmado en 2013), que busca apoyar el desarrollo de investigaciones en biotecnología y transición energética, entre grupos binacionales. El MINCYT financiará a cada grupo durante dos años, por un máximo de pesos equivalentes a 10.000 dólares por proyecto cada año.

En este caso en particular, el grupo binacional espera fabricar celdas solares de perovskita de alta eficiencia y estudiar su rendimiento y estabilidad, antes y después de la exposición a la radiación. Este tipo de celdas ofrecen varias ventajas sobre la fotovoltaica espacial convencional. Por ejemplo, son más rentables, ultra ligeras, tolerantes a la radiación y con potencial de ampliación.

A lo largo de este proyecto, esperan desarrollar más capacidades con el fin de alcanzar una mayor comprensión de la tolerancia a la radiación de las celdas solares de perovskita inorgánica para aplicaciones espaciales, que les permita desarrollar una tecnología para la aplicación espacial de celdas solares de este mineral, y generar patentes y publicaciones conjuntas.

“Uno de los objetivos de estos proyectos binacionales también es cultural, para ellos es muy emotivo venir a la Argentina, al igual que para nosotros viajar a India, además de aprender todas las técnicas que ellos tienen, es algo que nos abre un montón de posibilidades”, concluye Pérez.

Vanina Lombardi

FUENTE:

¡EL IMPERIO OCCIDENTAL CRUJE Y MUERE SANGRIENTAMENTE! dice el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, y agrega que los conflictos de hoy día son parte del ajuste de cuentas de su propio sistema, a causa de los asuntos mal y falsamente cerrados entre los bandos vencedores de la Segunda Guerra Mundial, y luego ocultados mientras mantuvieron la supremacía mundial. Asuntos que vuelven al tapete ante el cambio total de un escenario que no tiene ninguna igualdad con aquella circunstancia. Y que por ello, la evidente crisis terminal de su imperio, que fue importante durante 5 siglos y dominante en los últimos 200 años, lo sentencia a sufrir las consecuencias del viejo proverbio: DE AQUELLOS BARROS, ESTOS LODOS. Semejante derrota estratégica arrastra hoy a los anglosajones y a los europeos, a una cruel, desesperada y fragmentada guerra híbrida global contra el  mundo ascendente del Sur Global, que le va ganando la batalla por la primacía del poder mundial.

AUDIO: 

Y enfatiza que esa es la verdadera razón -la de esconder tan histórico fracaso- por la que quieren hacernos creer que la guerra de Ucrania empezó en febrero del 2022, o que el holocausto palestino nació este 7 de octubre, o que la tensión en Taiwán es de apenas unos años, o que los conflictos de Oriente Medio son recientes, o que los levantamientos africanos contra Francia son una novedad, etc. Por el contrario, Pereyra Mele profundiza con datos y verdades demostradas, de que todas estas terribles tragedias son causas y consecuencias del histórico colonialismo depredador y totalitario del Imperialismo Occidental. Quién ahora, en su desesperada decadencia, pone a la humanidad frente a un futuro complicado y peligroso, precisamente porque si bien Occidente posee armas de destrucción masiva, la gran novedad -y la gran diferencia con el pasado- es que el Sur global también dispone de las mismas armas. Lo que nos obliga a no olvidar que las guerras son las principales parturientas de la historia.

Finalmente reitera que son aquellos barros los que hoy están transformando la historia, los que determinan el fin del ciclo de la dominación occidental y los que producen el gran cambio tectónico global, donde también entramos los latinoamericanos y fundamentalmente los americanos del Sur. Y que por lo tanto, es tiempo de asumirlo, de entenderlo y de participar en el mismo.

Eduardo Bonugli (Madrid, 29/10/23)

Por Enrique Lacolla de sus sitio Web, que autoriza su publicacion

Las elecciones de pasado domingo aportan cierta tranquilidad. El país ha reaccionado ante la amenaza supuesta por el desvarío anarco-capitalista de Javier Milei y las proposiciones exterminadoras de Patricia Bullrich.

Muchos analistas de los oligopolios mediáticos se devanan los sesos ante la “sorpresa” que habrían significado las elecciones del pasado domingo, en las cuales Sergio Massa y Unión por la Patria dieron vuelta el resultado de las PASO. Y se enredan en deliberaciones sobre el carácter proteico del peronismo, sobre su aptitud para transformarse, sobre la imposibilidad de erradicarlo, etc.

En el fondo lo que manifiestan es su propia incapacidad para desentrañar las claves del país en que viven. Y su antipatía visceral por esta sociedad, capaz de engendrar semejante fenómeno.

Porque pensar que el resultado de las elecciones es la consecuencia de una astucia política, de la habilidad de Sergio Massa para capitalizar las falencias de sus adversarios, o de la fatalidad social que significaría la persistencia de una adhesión irracional a una bandería política, similar a la que se puede sentir por un club de fútbol, es de un simplismo extremo, que prescinde del conjunto de factores que definen un cotejo electoral. En primer término, las plataformas. Porque por primera vez, quizá, los participantes de una contienda electoral argentina expusieron de manera transparente no sólo sus objetivos de máxima (que no suelen ser los más importantes porque por lo general se resumen en una promesa de felicidad y paz para todos) sino los expedientes prácticos con los que pretenden alcanzarlos, que son los que realmente definen a los primeros. Grosso modo, la plataforma de Unión por la Patria postuló las banderas que tradicionalmente han caracterizado al peronismo, salvo en el período menemista, durante el cual este las invirtió en un acto de traición sin parangón en su historia. Es decir, que en esta ocasión el peronismo volvió a reafirmar explícitamente el rol del Estado en el desarrollo económico, en la seguridad social, en la educación y en la planificación a gran escala. En qué medida podrá llevar adelante este propósito, de ganar la segunda vuelta, dependerá de múltiples cuestiones, empezando por el dato decisivo de cómo gestionará la apabullante deuda con el FMI heredada del gobierno de Mauricio Macri; pero la línea general está clara.

Los otros dos postulantes con peso para meterse en el balotaje, Juntos por el Cambio y la Libertad Avanza, más allá de la composición abigarrada del primero, que ostentaba resquebrajamientos entre el PRO y los radicales, se asemejaban por su programa económico básico y se distinguían por su propósito de erigirse en el relevo de los peronistas en el gobierno. “Juntos” naufragó por los celos de Macri –que prefirió apuñalar por la espalda a su heredero Rodríguez Larreta antes que verse suplantado por él-, y por la inepcia y la pobrísima imagen de Patricia Bullrich.

En cuanto a los “libertarios”, que habían picado en punta en las PASO, constituían y constituyen un fenómeno novedoso, bien que detestable, conjugan una conducción con rasgos de improvisación, irresponsabilidad y locura, con una clientela electoral conformada en gran parte por jóvenes con el cerebro vaciado por la desinformación, el bombardeo mediático y una bronca legítima ante la falta de perspectivas laborales y la amenaza de una pobreza crónica. A ellos, y a la sociedad en general, el “anarco-capitalista” Javier Milei ofreció y sigue ofreciendo una dieta “salvadora” que propone, entre otras cosas, la abolición de la moneda nacional, el tráfico de órganos, la liquidación del estado como agente ordenador de la economía, la privatización de YPF, de Aerolíneas Argentinas, del litio, de Vaca Muerta, de la salud pública y de las jubilaciones. Y de paso abomina del Papa argentino, representación del “Maligno” que se habría asentado en la colina Vaticana, en Roma.

Ante esta propuesta programática y estos dislates, ¿hace falta que los observadores de los oligopolios de prensa se pregunten todavía qué extraño hechizo proyecta el peronismo para que una vez y otra vuelva a enarbolar con éxito sus banderas de justicia social, libertad política y soberanía económica? No parecen caer en la cuenta de que estas postulaciones no son las insignias de un partido o un movimiento, sino las herramientas de todo país que se respete.

Fue un voto en defensa propia lo que se impuso el domingo. Es por esto que la propuesta de unidad nacional o de frente nacional que ha lanzado Sergio Massa tiene sentido.

El país está en crisis dentro de un mundo en crisis. Las coordenadas de la economía global están cambiando y no precisamente a favor del orden de cosas que los exponentes del neoliberalismo propugnan. El futuro es un tembladeral poblado de tantas amenazas como promesas, y requiere de claridad de miras, ponderación y firmeza para ser enfrentado.

Sergio Massa parece poseer estas cualidades y una mirada geoestratégica que le permitiría medir el escenario global con una precisión que no suele ser habitual entre los exponentes de nuestra clase política. El escenario regional es clave y no son casuales las manifestaciones de simpatía que le han prodigado los presidentes de Brasil y México. López Obrador expresó un franco regocijo ante el resultado de las elecciones y están frescas las palabras de Lula al despedir a Massa durante su más reciente visita a Brasil: “Haga lo que tenga que hacer, pero sobre todo gane, gane las elecciones”.

Porque, en efecto, más allá de las inevitables oscilaciones que exige la gestión del poder en circunstancias como las actuales, importa que este se encuentre en manos seguras. O, si se entiende que pedir seguridad es un poco utópico en los tiempos que corren, un poder que se apoye sobre una base social cuya razón de ser sea inescindible de su arraigo a la tierra. Obreros, clase media, empresariado pymes, pequeños productores rurales, profesionales, militares, representan una mayoría activa que tiene objetivos que no se pueden separar del territorio que los contiene. Este público, este pueblo, no tiene que coincidir ideológicamente en una sola doctrina sino que puede repartirse entre visiones diversas del mundo, pero conservando una identidad básica: la que confieren el respeto a los valores fundantes de la democracia, del orden constitucional y del interés nacional.

No se puede dar nada como adquirido por adelantado. Falta la segunda vuelta.

Hay que ganarla para poder activar una prosperidad que parecería estar a la vuelta de la esquina. Las expectativas económicas son buenas por el requerimiento global de productos primarios que produce el país, pero es obvio que el desarrollo no va a venir con un retorno a la exportación de “commodities” sino con la exportación de “commodities” con valor agregado, y que estas sólo cobrarán su pleno sentido si sirven de base para un desarrollo estructural que refuerce el tramado social e integre acabadamente el país a la región. Los augures de la reacción por supuesto no vacilarán en atribuir a las condiciones que se presume serán favorables cualquier éxito de una gestión “populista”, tal y como lo hicieron con Néstor Kirchner cuando, junto a Roberto Lavagna, hicieron emerger al país de la crisis del 2001.

Pero, ¿alguna vez se preguntaron cuál hubiera sido el destino de los superávits comerciales de esos años si hubieran sido manejados por la cáfila de fugadores de capitales que poblaron las administraciones de Carlos Menem, Domingo Cavallo, Fernando de la Rúa y Mauricio Macri?

Por esto hay que cuidar los resultados obtenidos en esta elección. Hay que abrir el juego político con el radicalismo, la izquierda y con quienes quieran sumarse; establecer coincidencias y fijar políticas de estado en torno a la deuda, a la preservación de la subsistencia de las grandes mayorías, a la alineación exterior y a las prioridades del desarrollo. Por suerte, los reflejos defensivos funcionaron el domingo. De aquí en adelante hay que imaginar su reversión a una función de ataque. No sucederá de un día para otro, pero conviene empezar ahora.

FUENTE: http://www.enriquelacolla.com/sitio/notas.php?id=775

Por Carmen Parejo Rendón para RT autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Entre un mundo viejo que muere y un mundo nuevo que nace surgen los monstruos como Javier Milei, pero también las contradicciones, como las que Argentina tiene que aprender a manejar dentro de su propia circunstancia coyuntural, estructural e histórica.

En este artículo trataré de presentar una voz colectiva, a través de distintos periodistas y especialistas argentinos que han aceptado responder a algunas preguntas, que nos pueda ayudar a dibujar la imagen fija de Argentina en este instante, usando como hilo conductor los recientes comicios presidenciales y los actores que lo protagonizaron.

Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria, venció en la primera vuelta de los comicios presidenciales en Argentina; en segundo lugar quedó el anarcocapitalista del partido La Libertad Avanza, Javier Milei.

Argentina pasó en los últimos años de ser uno de los referentes de los llamados gobiernos progresistas latinoamericanos, con las administraciones de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, a una vuelta a la senda neoliberal y dependiente de Washington y el FMI con Mauricio Macri. Para finalmente acabar en un punto intermedio: el gobierno presidido por Alberto Fernández desde 2019.

Massa viene de ocupar el cargo de ministro de Economía en el gabinete presidido por Alberto Fernández. Siendo la economía uno de los asuntos críticos del país, y tras unos resultados desastrosos en las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en agosto de este mismo año, ¿qué elementos han podido favorecer esta victoria?

La crisis económica

En conversación con el periodista argentino Hugo Gulman, señaló que ha tenido gran importancia el cambio accionado por el ministro de Economía, quien en los últimos meses asumió un nuevo liderazgo, como si ya ostentase la presidencia, y aplicó medidas como la devolución del IVA en compras con tarjetas de débito y la drástica modificación del impuesto a las ganancias, que han generado no solo un movimiento de dinero muy grande y rápido, sino que también han reactivado ilusiones de confort y estabilidad para la población.

El periodista Larry Levy añade que «Massa logró diferenciarse del gobierno de Alberto Fernández al exponer con claridad que el ‘enemigo’ es el Fondo Monetario Internacional».

Gulman sostiene que «para Argentina, el peor Massa será preferible antes que el mejor Milei», una opinión que parece ser compartida por una parte importante de la sociedad argentina.

Ante la misma pregunta el periodista Larry Levy añade que «Sergio Massa logró diferenciarse del gobierno de Alberto Fernández al exponer con claridad que el ‘enemigo’ es el Fondo Monetario Internacional (FMI)».

Este acto de valentía, tras el gobierno tibio de Fernández, habría servido al candidato para desvincularse en parte de las responsabilidades ante la situación crítica que actualmente vive el país del Cono Sur.

Ampliando el foco, en contacto con el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, planteó que la crisis económica argentina no es solo una coyuntura de un gobierno específico, sino que es consecuencia de una serie de políticas implementadas por más de cincuenta años que, a través de la aplicación de doctrinas económicas, «monetaristas» primero y neoliberales después, se destruyó la capacidad industrial, asumiendo una economía  sustentada en el sector servicios y el sector primario, tanto agropecuario como de explotación minera y de recursos energéticos, como el gas y el petróleo.

La crisis económica argentina no es solo una coyuntura de un gobierno específico, sino que es consecuencia de una serie de políticas implementadas por más de cincuenta años., Carlos Pereyra Mele

Este escenario estructural genera crisis cíclicas a la economía argentina y ha creado una cultura de la supervivencia. Bajo su punto de vista, ante situaciones críticas, el peronismo sigue cumpliendo un rol histórico para el sostenimiento de los sectores más vulnerables. Estos resultados por tanto nos indicarían que las clases populares argentinas aún ven en el peronismo el referente de sus intereses, sobre todo en momentos de crisis.  

Sobre la situación económica del país también se expresó el doctor en ciencias sociales y humanas, el historiador y profesor de la Universidad de Luján, Martín Martinelli, quien afirma que «en Argentina en particular, no debemos olvidar que se estiman unos 400.000 millones de dólares propiedad de argentinos en el exterior, una suma exorbitante para los desajustes financieros sufridos en el país», lo que demostraría la existencia de sectores concentrados que se han beneficiado por los vaivenes de las economías. Añadió el dato de que el último préstamo pedido al FMI en 2018, en la administración de Mauricio Macri, supuso una importante fuga al exterior, lo que bajo su punto de vista ha propiciado parte de la crisis financiera actual.

Estos resultados por tanto nos indicarían que las clases populares argentinas aún ven en el peronismo el referente de sus intereses, sobre todo en momentos de crisis.  

Esto explicaría por qué los mayores réditos electorales de las fuerzas opositoras a Massa se concentraron precisamente por los votos de los argentinos residentes en el exterior, sobre todo en EE.UU., mayoría de apoyos a Milei, y España, con mayoría de apoyos a Patricia Bullrich. Pero también explicaría por qué estos candidatos no acaban de convencer al electorado interno en Argentina. Pareciera que existen dos percepciones cognitivas antagónicas entre los argentinos dentro y fuera del país.

La vigencia del peronismo

Otro elemento que se repite constantemente cada vez que nos acercamos a la política en Argentina es la cuestión del peronismo. Pero, ¿qué es el peronismo?

Este movimiento de carácter popular no implica un solo partido político e incluso combina distintas facciones ideológicas integradas, a veces, dentro de una misma marca electoral. Finalmente se trataría de un movimiento popular, histórico y nacional, genuinamente argentino. Para profundizar sobre esta cuestión le pregunté a Eduardo J. Vior, analista de la agencia nacional argentina de noticias, Télam, quien define este movimiento dentro de tres banderas compartidas: soberanía política, independencia económica y justicia social. Lo que supone un abanico de valores donde los derechos laborales y sociales son intocables o difícilmente modificables y el rechazo a la dictadura y a las violaciones de los derechos humanos son principios consensuados.

«El peronismo se unió para ganar más allá de las diferencias internas, algo que surge casi naturalmente en el peronismo al aparecer un riesgo»: Hugo Gulman.

Para este analista, el candidato opositor, Javier Milei, afectó directamente a ese consenso, lo que supuso que una mayoría votó como reacción a este discurso y en la dirección de defender estas conquistas.

Por otra parte, tanto Bullrich como Milei han centrado gran parte de su campaña en atacar al llamado kirchnerismo, que coincide con las figuras de los expresidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández. Una estrategia que, de algún modo, también beneficiaba al candidato de Unión por la Patria, ya que es de sobra conocida la mala relación de Massa con el kirchnerismo. Sin embargo, lejos de un enfrentamiento que marque un cambio de tendencia dentro del peronismo, durante la campaña vimos cómo los referentes del llamado kirchnerismo mantuvieron un perfil bajo.

Gulman señala en este sentido que «el peronismo se unió para ganar más allá de las diferencias internas, algo que surge casi naturalmente en el peronismo al aparecer un riesgo».

No obstante, Axel Kicillof, cercano a Cristina Fernández, a quien agradeció su victoria, fue reelecto como gobernador de Buenos Aires.

El profesor Martinelli señala a Massa y Kicillof como las fuerzas de renovación del peronismo, una corriente que, en sus palabras, es «muy amplia y abarcativa».

También en contacto con Sebastián Salgado, periodista y corresponsal de guerra argentino, aseguró que la continuidad del kirchnerismo está garantizada por la figura de Máximo Kirchner, diputado, hijo de Cristina y aliado de Massa. Quien cuenta, a su vez, con el apoyo de La Cámpora, con presencia en varios ministerios, que nació como una organización de jóvenes, pero que hoy es un semillero que busca espacios políticos y disputan el poder, vinculados directamente a la corriente Kirchner.

La debilidad de las apuestas de oposición

Durante nuestra conversación, Martinelli también destacó el rol nefasto de las campañas de la oposición a Massa.

Por un lado, Bullrich, cuyo discurso «de mano dura falló». A esto, Sebastián Salgado añade que la candidata centró su campaña en la lucha contra la delincuencia cuando siempre será recordada como la ministra de Seguridad de Macri, con casos terribles a sus espaldas como la desaparición de Santiago Maldonado en la Patagonia. Y por el otro lado, Milei, un producto creado y construido en redes sociales y a nivel mediático que tiene como principal limitación el techo que él mismo o su personaje construye.

«Cayó por su propio peso con la farsa de que la dolarización es una solución para la economía argentina», destacó Martinelli durante nuestra conversación, añadiendo, además, que la «dolarización» va a contramano de la realidad mundial.

Y así entramos en el escenario geopolítico internacional y su rol dentro de estas elecciones.

La pugna geopolítica

Como sabemos, existe actualmente una pugna entre el modelo unipolar regido por EE.UU. y un nuevo mundo multipolar.

Massa es el único de los candidatos que no ha cerrado la puerta al nuevo mundo multipolar.

Massa se ha caracterizado a lo largo de su carrera por su cercanía a Washington y al sector industrial argentino, lo que le permite también obtener apoyos de parte del electorado de la derecha tradicional. Sin embargo, la realidad del país se impone.

A finales de agosto se conocía el ingreso de Argentina al grupo BRICS+, que se hará efectivo el primero de enero de 2024, igualmente, tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, vuelve el Mercosur renovado, con nuevas propuestas y posibilidades.

Massa es el único de los candidatos que no ha cerrado la puerta al nuevo mundo multipolar y este también es un elemento a tener en cuenta para comprender las lógicas que se han movido por detrás de esta elección.

Todas estas corrientes políticas, reflejo de la propia historia del país, de su estructura y de sus contradicciones, han puesto sus cartas sobre la mesa.

Ahora serán los argentinos los que escriban, más allá de estas elecciones, su propio destino.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT y Dossier Geopolitico

FUENTE:

https://esrt.space/opinion/carmen-parejo/485151-causas-detras-sorpresiva-remontada-sergio

Tras el triunfo de Massa en la primera vuelta los medios de las grandes potencias expresan una prudente satisfacción. Los británicos, por el contrario, comenzaron rápidamente a ejercer presión.

Por Eduardo J Vior que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales argentinas suscitaron diversas reacciones en las capitales de las principales potencias mundiales y en la región, pero nadie fue ajeno al suceso. Mientras que los medios chinos y rusos se esforzaron por informar neutralmente, los occidentales y latinoamericanos no dudaron en tomar partido, algunos subrayando la derrota del candidato ultraderechista, otros azorados por la recuperación del voto peronista. Todos, empero, confirmaron cuán preocupados están por el futuro de Argentina en tanto escenario clave del conflicto por la hegemonía mundial. Tanto más grande es el desafío que se nos presenta en el futuro inmediato.

El New York Times, habitualmente vocero oficioso del Departamento de Estado, informó el lunes sobre las elecciones en nuestro país precisando que “Javier Milei, un libertario de extrema derecha, obtuvo peores resultados de lo que pronosticaban las encuestas y se enfrentará a Sergio Massa el mes que viene”. Este martes, en tanto, encabezaba la columna de opinión “5 conclusiones de las elecciones en Argentina” con la siguiente bajada: “Javier Milei, un economista libertario a menudo comparado con Donald Trump, se enfrentará a Sergio Massa en una segunda vuelta el próximo mes.” Considerando el alineamiento prodemócrata del tradicional matutino, está claro a quién apoya el Departamento de Estado.

En cambio, el Washington Post (ligado al Pentágono) publicó el día 24 una columna de Samantha Schmidt titulada “Para presidente Argentina debe elegir entre la ira y el miedo”. Ya el domingo 22 la misma periodista titulaba “¿Está Argentina a punto de elegir a un presidente outsider admirador de Trump?”

Mientras que el lunes 23 los medios rusos se limitaron a informar sobre el resultado electoral, este martes la agencia estatal Tass reseñó la conferencia de prensa del candidato oficialista con los corresponsales extranjeros del modo siguiente: “El ministro de Economía argentino, Sergio Massa, prometió invitar a representantes de distintas fuerzas políticas a formar parte de su Gobierno si gana. Y añadió que “Massa afirmó que las reformas que necesita Argentina ‘trascienden una fuerza política’, por lo que también buscará apoyos entre empresarios y trabajadores”.

En tanto, la Agencia estatal china Xinhua fue neutral, aunque dio la noticia en su portada: “Argentina, la tercera economía de América Latina, tendrá en noviembre próximo una segunda vuelta electoral entre el ministro de Economía, Sergio Massa, candidato del oficialista Unión por la Patria, y el diputado liberal Javier Milei, del frente opositor La Libertad Avanza“. También el periódico económico China Daily informó equidistante, pero en una posición menor. Los demás medios chinos directamente no dieron cuenta de la elección argentina.

Todo lo contrario sucedió en Brasil, donde el proceso electoral argentino se vive como propio. El matutino carioca O Globo, por ejemplo, informó este martes sobre el seguimiento de la elección argentina en las redes sociales de su país: “Del ‘acobardamiento’ de Bolsonaro a la ‘injerencia’ de Lula: así movilizaron las redes brasileñas las elecciones en Argentina”. Por su parte, Folha de São Paulo compartió el lunes “’los peronistas somos como los gatos. Parece que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo’. La frase atribuida al propio general Juan D. Perón (1895[1893]-1974) vuelve a ganar actualidad. El candidato peronista Sergio Massa obtuvo una votación sorprendente este domingo (22) y pasa al segundo turno contra Javier Milei.” Entre tanto, O Estadão (la edición online de O Estado de São Paulo) tituló “Milei x Massa: el llamado al cambio y la aproximación al centro pueden definir el 2º turno en Argentina” y presenta un artículo conexo con “Sepa quién es Sergio Massa, el heredero del desastre peronista que busca la presidencia de Argentina”.

Tras haber informado neutralmente el lunes sobre el resultado de la compulsa electoral, el vespertino milanés Corriere della Sera publicó este martes una entrevista al embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín, a quien cita en el título diciendo que “Con Milei la democracia está en riesgo. En Argentina un gobierno de unidad”. La misma tesitura adoptó este martes el romano Il Messaggero: ”Elecciones en Argentina, a segunda vuelta: el peronista Massa frena la carrera de Milei”. El artículo comienza con una definición: “también en Argentina se ha roto oficialmente el equilibrio entre los partidos tradicionales. A la izquierda, en el frente progresista, ha resistido el peronismo-kirchnerismo, que en estas elecciones se ha apoyado en Sergio Massa. En la derecha, en cambio, se ha impuesto Javier Milei, ‘el Trump argentino’ o más comúnmente ‘el loco’, rebajado respecto a su éxito en las primarias de agosto.”

En España, por su parte, El País dedicó este martes varios artículos y un editorial a la elección argentina. Además de analizar la composición del voto, la elección en la ciudad de Buenos Aires y el difícil manejo del futuro Congreso, el editorial se titula “Freno al mesianismo” y en la bajada desarrolla “Argentina tendrá que elegir en segunda vuelta si pone coto definitivo a las propuestas del ultraderechista Javier Milei“.

En tanto, El Mundo, señaló el lunes que “el peronismo da la gran sorpresa: gana las elecciones y se jugará la presidencia en una segunda vuelta con Milei. Massa hizo una muy buena campaña, instalándose como hombre de Estado, previsible y empático, en claro contraste con Milei”.

Los principales medios de Gran Bretaña, a su vez, presentaron la información sobre Argentina siguiendo su alineamiento en la política interna. Por un lado, The Guardian tituló este martes “Cómo Argentina pinchó el auge del populismo de extrema derecha en Sudamérica”. Por el contrario, el conservador The Times, tituló el lunes 23 un artículo de Stephen Gibbs poniendo “Elecciones en Argentina: las acciones caen tras la sorprendente subida de Sergio Massa”. Y en la bajada informó que “La bolsa y los bonos argentinos se desplomaron después de que el ministro de Economía emergiera como sorpresivo favorito en las elecciones”.

En el mismo sentido el igualmente conservador The Telegraph tituló “Argentina se encamina a segunda vuelta presidencial tras sorprendente resultado electoral”. Este medio retrató a Massa como el candidato peronista de la clase trabajadora, que enfrentó críticas por su gestión económica, marcada por niveles históricos de inflación y destacó que, a pesar de esto, para ganarse a los votantes, implementó una serie de medidas previas a las elecciones.

Marcando el tono del mundo financiero británico la agencia Reuters puso el lunes que “la coalición peronista gobernante en Argentina rompió las expectativas para liderar las elecciones generales del país el domingo, preparando el escenario para una polarizada segunda vuelta el próximo mes”. Y añadió “El resultado alivia las preocupaciones sobre un cambio radical de las políticas en caso de una victoria decisiva de Milei, (…) pero sigue dejando al país con pocas respuestas a su peor crisis económica en dos décadas.” Y el martes una columna de Rodrigo Campos y Jorgelina Do Rosario seguía batiendo sobre el mismo parche: “El choque de modelos económicos en Argentina hace temer a los inversores”. De la sorpresa la agencia británica de información financiera pasó rápidamente a ejercer presión sobre el candidato con más chances.

Entre tanto, comienzan los pronunciamientos entre los líderes políticos de América Latina. El primero en hacerlo fue el presidente de Colombia, Gustavo Petro, quien ha felicitado a Argentina por derrotar a la “barbarie” en las elecciones. “Es la hora de la esperanza. Se elige entre la barbarie y la esperanza. Felicitaciones al pueblo argentino”, escribió el mandatario en sus redes sociales.

También su colega mexicano, Andrés Manuel López Obrador, apareció el lunes a las 6 hs. para su conferencia de prensa “mañanera”, mostrando a todo el mundo su sonrisa de oreja a oreja: “Pos sí, estoy feliz con el resultado electoral en Argentina”, proclamó en puro mexicano.

El gobierno venezolano, por su parte, no se ha manifestado. Según fuentes confiables, el gobierno de Nicolás Maduro desconfía de Sergio Massa por la condena de éste a la “dictadura” que regiría en Caracas. Habrá que esperar a los hechos, especialmente a los jugosos negocios pendientes entre ambos países, para calificar mejor la relación.

Si bien Itamaraty guarda distancia, el presidente brasileño Lula ha tomado partido desde el inicio. Él fue quien metió a Argentina en BRICS, es quien abogó ante la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), Dilma Rousseff, por la incorporación de nuestro país al organismo financiero de BRICS11 y quien nos necesita como aliados privilegiados para la proyección mundial de su país. Lula entiende cómo es el juego del poder mundial y sabe dónde estamos ubicados geográficamente. Por eso no toma posición con visiones ideológicas, sino geopolíticas. Aparece como oscilante entre las grandes potencias, pero defiende a Brasil y nos quiere a su lado.

También el progresista Grupo de Puebla, compuesto por presidentes, expresidentes y otros referentes políticos de 19 países latinoamericanos, España, Italia y Portugal, ha manifestado su satisfacción con los resultados de este domingo: “¡Avanza el progresismo en Argentina! Sergio Massa pasa a la segunda vuelta en primer lugar”, anunció el organismo en su página tras la votación.

Mientras que los medios norteamericanos engloban nuestro proceso electoral en el contexto de su propia pelea entre los globalistas en el gobierno y los aislacionistas en torno a Donald Trump, los europeos prefieren asimilar al peronismo con el progresismo y a Milei con la ultraderecha. La prensa rusa, en tanto, se interesa ya por los planes de Sergio Massa para el futuro, en cuanto sus colegas chinos se mantienen estrictamente neutrales. Sólo el establishment financiero británico ejerce ya una explícita presión sobre el candidato peronista.

En los análisis de los medios occidentales sobre el resultado de la primera vuelta de nuestras elecciones presidenciales prima una óptica ideologizante, que asimila nuestra contienda a las de ellos. Sólo el establishment británico puso el punto en la “i”, anticipando la pelea que deberá librar Sergio Massa, si en noviembre es electo presidente. El poder financiero especulativo concentrado internacional no hará concesiones.

El triunfo de Massa Rossi con un margen importante de votos dejó fuera del juego electoral a la expresión electoral preferida del actor más fuerte del continente. El candidato libertario, por su lado, sólo puede ser opción para el sector del poder financiero más ligado a la City de Londres. El resto del poder occidental buscará entenderse con Sergio Massa, pero el cariz ideológico de la visión que Europa y EE.UU. tienen de Argentina les impide apreciar realistamente nuestra historia, valorar las tradiciones políticas que ahora han vuelto a movilizarse y entender el sentimiento patriótico y antiimperialista de la mayoría de nuestro pueblo. Si siguen viéndonos como “populistas”, los malentendidos estarán a la orden del día. Por el contrario, sus principales contendientes euroasiáticos desarrollan estrategias de poder económico y político en las que cumplimos un papel relevante, nos gusten o no.

La performance electoral de Unión por la Patria está poniendo a nuestro país nuevamente en una posición expectante en la política mundial, pero el juego está abierto y no hay espacio para errores. Cualquier alineamiento por simpatías ideológicas conducirá a alineamientos forzados que sólo pueden dañarnos. Nada más que la defensa del interés nacional puede salvarnos.

*Analista internacional

El trascendental FORO DE LA FRANJA Y LA RUTA DE LA SEDA reunido en Pekín, es el tema central de la columna del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, por ser el más positivo acontecimiento de progreso global ocurrido en estos tiempos, en medio de uno de los más escalofriantes capítulos del histórico genocidio del pueblo palestino a manos de Israel y sus socios, EEUU y Europa. Una cumbre muy productiva en decisiones y descaradamente ignorada por la prensa, a pesar de reunir a más de 140 países y que fijó su posicionamiento geopolítico fundamental con la premisa de que ni la confrontación ideológica, ni la rivalidad geopolítica, ni la política de bloques serán opciones en el nuevo mundo que alumbra el Sur Global. Todo lo contrario a la fracasada, destructiva y moribunda Globalización Neoliberal del mundo anglosajón.

Entre sus importantes decisiones, se acordó ampliar la conectividad multidimensional entre los miembros. Potenciar que la economía sea cada vez más abierta. Asegurar el compromiso de una cooperación entre los estados que integran la ruta. Promover el desarrollo económico de TODOS los países miembros. Impulsar el desarrollo y el intercambio científico y tecnológico, incluido el intercambio de personas. Reforzar las infraestructuras de comunicaciones. Establecer nuevas normas y reglas sobre las energías limpias y la inteligencia artificial. Profundizar el desarrollo de la biofarmacia. Crear nuevos métodos financieros internacionales. Incentivar una agricultura modera y respetuosa con la naturaleza. Profundizar el transporte ferroviario eficiente y ecológicamente factible. Etc.

Por su parte, el presidente Putin hizo hincapié en la nueva ruta marítima del Océano Ártico, de vital importancia estratégica. Además se supo que Argentina recibió de China un refuerzo de tesorería de 6,500 millones de dólares para superar las urgencias por su crisis financiera.

Y en cuanto al conflicto palestino israelí que, hoy por hoy, es un escollo a la Ruta de la Seda, quedó claro el empeño de los gobiernos ruso y chino para apaciguar la región y establecer un nuevo estatus de vida entre el pueblo palestino y el Estado de Israel.

Además y durante el audio, Pereyra Mele analizó temas como:

  • Las elecciones en Argentina, donde están en juego el futuro de sus próximos 50 años.
  • La salvaje represión y el genocidio planificado en Palestina por parte del estado militarizado y nuclear de Israel.
  • EEUU, siendo un actor global principal, es también “un tuerto que ve por un solo ojo”.
  • Los fracasos diplomáticos de EEUU y la soledad de Israel en la región.
  • El silencio mediático sobe el fracaso en Ucrania de los misiles “Himars” de la OTAN y las ofensivas rusas en todo el frente.

Eduardo Bonugli (Madrid, 22/10/23)