Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

Cuando el Libertador Simón Bolívar llegó al Perú el 1° de septiembre de 1823 se encontró un escenario muy complicado. Existían fuertes contradicciones entre José de la Riva-Agüero y el Marqués de Torre Tagle. El país tenía dos presidentes, dos gobiernos y dos Congresos. En Colombia, aunque la situación era mejor, también había dificultades que retrasaron la autorización a Bolívar para que pudiera marchar al Perú.

Bolívar lo sintetizó diciendo que: “Los Pizarro y Almagros pelearon; peleó La Serna con Pezuela; peleó Riva Agüero con el Congreso, Torre Tagle con Riva Agüero, y con su patria Torre Tagle; ahora, pues, Olañeta está peleando con La Serna y, por lo mismo, hemos tenido tiempo de rehacernos y de plantarnos en la palestra armados de los pies a la cabeza”.

Cuatro meses después de haber llegado al país, el Libertador logró estabilizar la situación y se propuso comenzar a preparar la campaña que permitiría liberar definitivamente al Perú del dominio español. Pero enfermó gravemente y se tuvo que establecer en Pativilca por dos meses a fin de restablecerse. El tabardillo o enfermedad del desierto lo afectó de tal manera que el diplomático colombiano Joaquín Mosquera que lo visitó en esos días, al ver su estado físico, pensó que el Libertador vivía sus últimas horas.

Al observarlo en tal situación y después que Bolívar le relatara las grandes dificultades que encaraba en el Perú, Mosquera le preguntó qué iba a hacer. Mirándolo fijamente y con brillo en sus ojos casi apagados, el Libertador sin dudar, le respondió: ¡Vencer!

En esos primeros meses del año 1824, mientras restablecía su salud se dedicó a ganar tiempo, negociar con las fuerzas en pugna y esperar que Colombia le enviara los tan ansiados refuerzos. Al mismo tiempo, diseñaba la estrategia para derrotar a los españoles. En carta a Tomás de Heres el 9 de enero le dice que: “…a los enemigos no se le engaña sino lisonjeándolos”.

El 10 de febrero, ante la crítica situación del país y cuando parecía no haber otras opciones, el Congreso del Perú le concede poderes dictatoriales, a fin de que Bolívar -con absoluta libertad- tomara las decisiones que considerara correctas para la conducción del Estado y adoptara las medidas necesarias que condujeran a resolver exitosamente la confrontación con el ejército español.

A fines de ese mes, comienza a impartir órdenes a sus generales. Su plan consistía en “limpiar” al país del ejército, dejando solo a las fuerzas guerrilleras sobre el terreno; establece tres regiones: una, la más grande, era la que debía ser “limpiada”; la segunda, al este de Trujillo, donde se proponía obtener los recursos necesarios para la sobrevivencia del ejército y, la tercera, el propio Trujillo, en la que se deberían concentrar los recursos obtenidos.

Para el logro de estos objetivos, un papel determinante lo jugó el líder cusqueño Marcelino Carreño que al mando de las guerrillas montoneras le propinó cuantiosas pérdidas en fuerzas y medios a los españoles. Este contingente, al igual que negros criollos que habían sido esclavos y que configuraron el batallón 8, vendrían a cumplir importantes misiones en pro de la causa independentista.

El 7 de marzo, el Libertador instala su puesto de mando en Trujillo. El 12 de abril ocurrió un hecho aparentemente irrelevante. No obstante, el Libertador con su característica visión estratégica, captó la trascendencia del mismo. El general español Pedro Antonio Olañeta, tomando nota de que en octubre de 1823, en España se había restablecido la monarquía, manifestó su lealtad al rey, rechazando la conducción que daban al ejército los generales ibéricos en el Perú, en su mayoría liberales. Olañeta se separó del ejército y se retiró al Alto Perú con su división. En su persecución, el virrey envió al general Jerónimo Valdés al mando de 4.000 hombres. 

Bolívar detectó que este hecho exponía al bando contrario a una situación de debilidad ordenando pasar a la ofensiva sin pérdida de tiempo. Muchos, incluso la mayoría de sus generales lo consideraron una quimera y una locura, pero finalmente, su convincente retórica y la confianza en un hombre que muchas veces los había llevado a la victoria, terminó por persuadir a sus subordinados quienes más por lealtad que por convicción, aceptaron las instrucciones emitidas desde el puesto de mando.

La orden de combate estableció que las tropas harían lo mismo que en julio de 1819 pero en sentido contrario. En Nueva Granada, los patriotas habían subido la cordillera para atravesarla de este a oeste a fin de tomar a los españoles por sorpresa. Ahora, irían desde el oeste al este para intentar repetir la hazaña.

Bolívar vislumbraba dos escenarios: el primero, que Valdés abandonara la persecución de Olañeta y regresara al escenario del conflicto, en cuyo caso la ofensiva patriota se desarrollaría en condiciones desventajosas, pero, si Valdés no retornaba con sus tropas, la victoria sería segura. 

En mayo, el ejército se puso en marcha hacia el sur. Debía recorrer casi 1000 km. a través de elevadas montañas, algunas con nieve en esa ápoca del año hasta llegar a Pasco que había sido designado como lugar de concentración del contingente patriota. El general José De la Mar comandaba el ejército peruano, teniendo como jefe de Estado Mayor al general altoperuano Andrés de Santa Cruz mientras que el general Sucre conducía al ejército colombiano, llevando bajo sus órdenes los destacamentos al mando de los generales Jacinto Lara (venezolano) y José María Córdova (neogranadino). Su jefe de Estado Mayor era el coronel irlandés Francisco Burdett O´Connor.

El Alto Mando del Ejército Libertador Unido era dirigido personalmente por el Libertador Simón Bolívar contando para la conducción estratégica con el doctor José Faustino Sánchez Carrión, tal vez el más eminente, capaz y eficiente entre todos los patriotas peruanos a cargo de los asuntos políticos y civiles con rango de ministro. Bolívar siempre mantuvo a Sánchez Carrión a su lado para garantizar la conducción estratégica de la guerra.

En tanto ocurría el desplazamiento del ejército, Bolívar, usando aquel antiguo adagio de Julio César de “Divide y vencerás”, le escribió dos cartas al general Olañeta, instándolo a unir fuerzas para luchar contra el “enemigo común”. En otro plano, se debe destacar la extraordinaria labor de aseguramiento logístico organizada por el general Sucre a lo largo de toda la ruta de la marcha, garantizando el abastecimiento con alimentos para la tropa y los caballos.

Los patriotas marchaban de norte a sur y los españoles en dirección contraria y en paralelo. En algún momento se cruzaron a poca distancia. El general español de origen francés José de Canterac que estaba al frente del ejército realista, jamás imaginó que Bolívar había podido organizar un contingente de gran dimensión, que el propio Bolívar estaría al mando de este y que marcharía al sur por la sierra y no por la costa que era considerada la maniobra lógica para el desplazamiento. Una vez más la argucia y la brillantez estratégica de Bolívar habían permitido lograr el objetivo: la sorpresa fue total.

Cuando Canterac descubrió la maniobra del ejército patriota, ya era tarde y ordenó retirada. Desde la altura, los republicanos observaron el movimiento realista. Bolívar dio la orden de ataque con la caballería contra el flanco del orden de marcha español. Presistiendo el inminente desastre, Canterac ordenó poner a salvo a la infantería y enfrentar a los patriotas con la caballería. Había comenzado la batalla de Junín. Era el 6 de agosto de 1824. Ante la cercanía entre ambos ejércitos esta confrontación se dio lanzas y espadas, no se disparó un solo proyectil.

Papel determinante vino a jugar el sargento mayor peruano Juan Andrés Razuri quien fue enviado por su jefe el coronel rioplatense Manuel Isidro Suárez al puesto de mando a recibir instrucciones del general De la Mar. En el fragor del combate, el escuadrón al mando de Suárez había permanecido oculto y guarecido por el terreno accidentado. La instrucción de De la Mar para Suárez fue que salvara su unidad. Pero al regresar Rázuri desde el puesto de mando y observar desde la altura que los realistas se habían desarticulado y que su dispositivo de combate se había trastornado, contrariamente a la disposición recibida, le indicó a su jefe que De la Mar había ordenado pasar a la ofensiva. El oficial rioplatense actuó en consecuencia golpeando a las atribuladas tropas españolas que no sabían de donde había salido este escuadrón. Tal acción motivó el ataque generalizado de los patriotas que consiguieron la victoria en solo 45 minutos.

En Junín, el ejército patriota obtuvo 700 fusiles y capturó un gran territorio. Bolívar prefirió no perseguir a los españoles tras la llegada de la noche. Además, los soldados estaban extremadamente agotados no solo por el combate, sobre todo por las largas jornadas de marchas forzadas antes de llegar a Junín. 

A pesar de la contundente derrota, los españoles habían salvado el grueso de su ejército al proteger la infantería. Sabedores de esta situación, Bolívar y los generales republicanos se orientaron a recuperar los heridos, explorar el terreno y hacer acopio de armamento. Así mismo, era vital saber qué había ocurrido con Olañeta.

Al llegar el mes de octubre, Santander no había enviado los refuerzos prometidos. En el contexto creado dicho contingente podría jugar un papel decisivo en el combate final que indudablemente se avecinaba. El 6 de octubre Bolívar reúne al Alto Mando y le informa que era de la opinión que debía desplazarse a la costa a atender asuntos de Estado y organizar una nueva fuerza que reforzara al ejército.

El Libertador designa al general De la Mar para sustituirlo en el mando del ejército por ser el oficial de mayor antigüedad, pero éste, en un acto de extrema generosidad declina en favor de Sucre, argumentando que el cumanés tenía mayor trayectoria y experiencia. Bolívar le ordenó a Sucre no presentar combate hasta no estar seguro de la victoria. En ese momento debería ser él quien decidiera el lugar del combate, no los españoles.

Así, se inicia una suerte de juego “del gato y el ratón” en el que Sucre con gran habilidad táctica, así como astucia y visión estratégica, burla una y otra vez la rabiosa persecución de los españoles que le querían dar caza a él y al ejército.

En algún momento no determinado de su viaje a la costa, Bolívar recibe un mensaje en el que se le comunica que el Congreso de Colombia lo había destituido de su cargo de jefe del ejército de su país. De igual manera, se le suprimieron las facultades extraordinarias que le habían concedido para el cumplimiento de su misión a través de un decreto del 9 de octubre de 1821. El Libertador aceptó la decisión, designando a Sucre como nuevo jefe del ejército de Colombia. A partir de entonces, continuó actuando únicamente como dictador del Perú. La comunicación recibida indicaba que también se había suprimido la Secretaría General y el Estado Mayor y que las facultades que estas instancias poseían se le habían entregado al vicepresidente Santander, encargado del poder ejecutivo. Bolívar conmina a Sucre y a los generales a aceptar la decisión del Congreso que en primera instancia había sido resistida por los altos oficiales del ejército. Así de forma intempestiva y sin desearlo, había llegado el tiempo de Antonio José de Sucre.

Su táctica de escabullirse y no enfrentar el combate estaba dando resultado al mismo tiempo que generaba ansiedad y desesperación en el bando español. El 6 de diciembre, después de más de dos meses de continuo movimiento, Sucre y De la Mar deciden que la batalla se libraría en la Pampa de Quinua.

El 9 de diciembre, muy temprano en la mañana, Sucre arengó a las tropas, uno por uno a cada batallón. A continuación, le dio la orden de ataque a la 2da. División al mando del general José María Córdova, colombiano, nacido en Antioquia, quien levantándose y apuntando con su espada hacia el frente, arengó a sus soldados al grito de ¡Adelante, a paso de vencedores! 

Veinticinco años tenía el antioqueño, 29 Sucre. Eran generales hechos en la guerra y las batallas. La extraordinaria conducción estratégica de las tropas por parte de Sucre, resultó decisiva, todos los generales y altos oficiales tuvieron igualmente una gran participación, lo cual unido al heroísmo sinigual y la alta solidez moral de los soldados, condujeron a la victoria. Sucre cumplió su plan sin alteraciones, exponiéndose él mismo en los combates.  La batalla no duró más de una hora.

Esa misma noche se produjo la capitulación de los españoles. Los generales patriotas y Sucre personalmente, se preocuparon de proteger a los prisioneros, curar a los heridos y respetar las jerarquías de los oficiales detenidos.

En la noche, el virrey La Serna que había sido herido y capturado en el combate se apersonó ante Sucre. Al entregarle su espada como símbolo de la derrota, le dijo ¡Gloria al vencedor! Sucre, negándose a recibir el trofeo, le respondió ¡Gloria al vencido! y le pidió que conservara su arma.

Unas semanas después, el 20 de diciembre, Bolívar le ordenó a Sucre dirigirse al Cusco para posteriormente seguir al Alto Perú que todavía estaba en poder de los españoles. El 10 de febrero de 1825, al cumplirse un año de la designación de Bolívar por el Congreso como dictador del Perú, el Libertador compareció ante la máxima representación del pueblo peruano para rendir cuentas de su actuación. Dijo que le parecía peligroso que un solo hombre concentrara todos los poderes del Estado. Le informó al Congreso que aún faltaba por rendir algunas fuerzas españolas que resistían la derrota, pero que cumplida esa misión, regresaría a Colombia para informar al Congreso de su país sobre el cumplimiento de la misión.

El Congreso no aceptó su dimisión, pero Bolívar insistió en ello. Así mismo, rechazó recibir una contribución de un millón de pesos que el Congreso había decidido concederle. Una y otra vez los congresistas insistieron, una y otra vez, Bolívar objetó el emolumento pero ante la insistencia, pidió que dicha suma se le entregara a Caracas, su ciudad natal. Ese mismo día, 10 de febrero, el Congreso del Perú, le otorgo a Sucre, el título de Gran Mariscal de Ayacucho.

Dos días antes de la batalla, sin saber cuándo ocurriría pero convencido de que la misma y su resultado eran inevitables, el Libertador dirigió un llamamiento a los Jefes de Estado de las nuevas repúblicas americanas antes españolas para reunirse en Panamá a fin de comenzar a construir la necesaria unidad americana. Una nueva batalla comenzaba. A doscientos años de Junín y Ayacucho, seguimos empeñados en ella. 

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Esta semana Dossier Geopolitico realizó un análisis de una serie de Foros internacionales de los cuales 3 especialmente se realizaron en nuestro subcontinente suramericano, bajo el Título: EL CAMINO DEL INCA SE CONECTA CON LA NUEVA RUTA DE  SEDA DEL SIGLO XXI En una primera aproximación diremos que estos Foros internacionales han perdido el valor desde su creación desde la globalización que conocimos en los 90s y también hablamos del despliegue del Asia sobre la región.

1 la Cumbre Iberoamericana en Ecuador la cual pasó prácticamente intrascendentemente y con la ausencia de todos los Jefe de Estado de desde México hasta la Patagonia solo asistieron los Jefe de Estado de ecuador y de España y Portugal

2 La Cumbre de la APEC (Foro Económico asia pacifico) en Lima, Peru, escaso en conclusiones y también con menor participacion de muchos Jefes de Estado o Primer Ministros o Monarcas de esa extensa región, que mostró que la reducción de la importancia del mismo y las divisiones de intereses de sus miembros, por ello fueron mucho mas importantes los acuerdos y la participacion de la reunión del BRICS+ -del que ya hicimos una columna- (con un presidente Joe  Biden extraviado) y un Presidente de China XI Jinping exultante (que es justamente el motivo de está charla radial con la importancia estratégica  de la inauguración del Mega Puerto de Chancay y que da origen al Titulo de está columna)

3 Un G20 en Rio de janeiro, Brasil, que demostró nuevamente la importancia y el desacople de los países emergentes y que se han transformado en mas importante que los otrora poderosisimos  G7 y que ya no manejan la agenda global a su gusto y placer y no pueden imponer sus “normas y reglas” pues no logran que por consenso imponer “su” agenda. 

Los BRICS+ en Kazan fueron mas concretos, productivos y eficaces y con mayor asistencia de jefes de estados que los Foros anteriores creados en la unipolaridad de EEUU de los 90s

AUDIO:

La Ruta del Inca se conecta con la Nva. Ruta de la seda S XXI:

Xi Jinping en Perú con la Presidenta Boluarte inauguraron el mega puerto de Chancay (que concentra el mayor intercambio comercial de suramerica con Asia) que opera en un Océano que representa cerca del 60 % del PBI global y casi 50 % del comercio.

CHANCAY: Este megaproyecto, financiado mayoritariamente por capital chino y que permitirá el ingreso de los barcos más grandes del mundo, reducirá los costos (fletes) y tiempos de transporte entre Asia y América Latina, consolidando al país como un punto de entrada estratégico para las mercancías en la región. Además, se plantea generar una zona franca que, como en otros países, inicie con cero impuestos para que atraiga inversión internacional. 

Este Mega Puerto reduce 3 semanas la navegación entre los 2 continentes y además desconecta de la dependencia de las rutas al Asia con América del Norte pues hasta la fecha había que hacer escala en Mexico o en EEUU para nuestros intercambios con Asia y por ello el Presidente Xi lo denomino certeramente: El Camino del Inca se conecta con la Nueva Ruta Marítima de la Seda S XXI y que tendrá ademas un despliegue y coneccion con la Ruta ferroviaria Bioceánica Chancay-Santos pasando por Bolivia…y deja en el olvido el proyecto IIRSA del Banco Mundial que jamas paso del papeleo pero nada concreto. Estos son los BRICS en suramerica. Ademas este mega puerto está disenado para ser usados por los super buques portacontenedores Post Panamax y movilizara la friolera de un millón y medio de contenedores anualmente. Gigantesco proyecto geoeconomico que también es geopolitico si los políticos nuestros no lo entienden y participamos en su planificación regional (para ello es necesario nada mas y nada menos que la coordinación de Argentina y Brasil) quedara Argentina fuera del S XXI. Decimos de participar por lo siguiente: …”En condiciones de estrategias de desarrollo nacional y regional de largo plazo, estas inversiones deberían estar pensadas no en términos de extractivismo y exportación de materias primas más veloces por menor recorrido de la carga, sino como integración de los territorios ricos en esos recursos, complementando las obras este-oeste con otras norte-sur que repartan los beneficios más equitativamente…” (Tektónikos.)

Carlos A. Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

Corredor Bioceanico ferroviario Brasil Peru

Por: Anthony Medina Rivas Plata (Perú). Lic. en Ciencia Política y Mg. en Políticas Públicas. Profesor de Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Universidad Católica de Santa María. Egresado del U.S. Foreign Policy Program de la Universidad de Delaware (Estados Unidos). Que autoriza a Dossier Geopolitico a publicar su articulo

Las discusiones sobre temas internacionales en el Perú suelen estar mal enfocadas, tanto por la propia dinámica de las redes sociales (en donde las voces autorizadas suelen tener el mismo peso que las de influencers, trolls y comentaristas de ocasión), como del efecto que estas generan en las filias y fobias que nacieron como producto de la segunda vuelta del 2021 y de la coyuntura posterior a la caída del gobierno de Pedro Castillo. Evaluamos conflictos internacionales asumiendo bandos en países que no son el nuestro (¿eres demócrata o republicano?, ¿estás con Israel o con Hamás?, ¿eres chavista u opositor?, etc.), mientras que a la vez convertimos problemas estrictamente internos/domésticos en problemas de seguridad internacional; como cuando Fernando Belaúnde culpaba a la Unión Soviética y a la Comintern de la aparición de Sendero Luminoso o como cuando Alan García culpaba a los chilenos y al chavismo continental de los conflictos sociales en Bagua y Tía María. Debido a esta antilógica, no podemos evaluar de manera fría y realista las causas de la victoria de Donald Trump como del impacto que su futuro gobierno tendrá en nuestro país.

¿Por qué ganó Trump?


La victoria de Trump se debe principalmente a su agenda proteccionista en política económica y a la incapacidad del Partido Demócrata de ofrecer una alternativa que incluya a los trabajadores “blue collar” que perdieron sus empleos debido a la deslocalización industrial iniciada en los años 70, así como de la creciente privatización de los servicios públicos y del encarecimiento del precio de los alimentos y del costo de la vivienda. El llamado “progresismo”, la “ideología de género”, George Soros y todos los lugares comunes del conservadurismo alt-right pueden haber tenido una cierta influencia en la opinión pública a la hora de votar (sobre todo entre los más jóvenes), pero no son ni de lejos la razón por la cual Trump ganó las elecciones. Pero de ser así, ¿por qué entonces seguimos pensando que las últimas elecciones en Estados Unidos fueron una especie de referéndum anti-izquierdista?


¿El problema es el comunismo o el capitalismo?


Hace más de 10 años, la politóloga norteamericana Nancy Fraser acuñó el concepto “neoliberalismo progresista” para referirse a un conjunto de políticas postmateriales que posteriormente fueron identificadas con el movimiento “woke”: Feminismo, LGTBI, aborto, antirracismo e inclusión forzada de minorías étnicas en los medios y la cultura; las cuales fueron implementadas desde inicios de los 90’s por las administraciones demócratas de Bill Clinton en adelante (inalteradas por sus sucesores republicanos, por cierto). Hasta aquí, parecería que la teoría de Fraser coincidiría con la de influencers alt-right como Agustín Laje, pero esto es un error. Mientras que Laje culpa al “marxismo cultural” de promover una conspiración en contra de la vida, la familia y la propiedad privada; lo que Fraser señala es que el wokismo no es sino la mano izquierda del capitalismo en su variante neoliberal.


En su último libro, titulado “Globalismo”, Laje opina que la soberanía de los Estados está en riesgo como producto de la cooptación de los organismos internacionales por parte del activismo izquierdista global, el cual tendría como objetivo la creación de un régimen comunista mundial controlada por las élites en donde los vínculos sociales tradicionales desaparecen y la soberanía de los Estados es destruida. El libro de Laje intenta justificar teóricamente el discurso que el presidente argentino Javier Milei realizó en el Foro Económico Mundial en Davos el pasado enero: las élites mundiales son de izquierda, controlan los organismos internacionales, y las políticas que proponen son comunistas. Por supuesto, el libro de Laje no señala en qué momento el movimiento comunista mundial posterior a la disolución de la URSS se volvió millonario y logró “cooptar” dichos organismos. Por el contrario, Fraser, menos conocida en el mundo de las redes sociales y de los TikToks de minuto y medio, señala que la destrucción de la vida, la familia y la propiedad no se produce como consecuencia del wokismo, sino como consecuencia de políticas neoliberales de privatización, desregulación, tercerización, financiarización y oligarquización de la economía norteamericana; en la cual la izquierda institucional, representada por el Partido Demócrata, ha seguido al pie de la letra la doctrina económica de republicanos como Ronald Reagan y George H. W. Bush (padre), utilizando al progresismo como una especie de “premio de consuelo” para con sus bases izquierdistas frente a su incapacidad de producir cambios en el modelo económico estadounidense. Aquí tocaría preguntarse si la razón por la cual las generaciones jóvenes (millenials/centennials) deciden no tener hijos tiene más que ver con que no les alcance el dinero para llegar a fin de mes o con el ver a lesbianas o transexuales en alguna película de Netflix o Disney.


¿De qué manera el progresismo refuerza al capitalismo?


Para ilustrar el concepto de neoliberalismo progresista, Fraser en su artículo de 2013 “How feminism became capitalism’s handmaiden” (“¿Cómo el feminismo se convirtió en la mucama del capitalismo?”) señala que el movimiento feminista de los Estados Unidos dejó de defender reivindicaciones colectivas de clase para enfocarse estrictamente en una política neoliberal de “cuotas” de acceso de mujeres al mercado laboral; absolutamente compatibles con las políticas antisindicales y de desregulación de derechos laborales iniciadas por Reagan en los años 80. Efectivamente, si el único cambio que propone el Partido Demócrata es el de reemplazar a los patrones hombres blancos y educados en Universidades Ivy League por patronas mujeres blancas y educadas en Universidades Ivy League, mientras las empleadas latinas que trabajan para ellas no tienen ni para pagar el alquiler; entonces no debería sorprendernos que el mal llamado “voto latino” se haya inclinado por un Trump que propone cortar la competencia de migrantes ilegales y el retorno de los trabajos que se fueron a China y al Sudeste Asiático desde la época de Nixon en adelante. La victoria de Trump por segunda vez es la mayor derrota que el neoliberal-progresismo ha enfrentado en toda su historia; y en consecuencia es el fin de una forma de hacer política que en los Estados Unidos se había vuelto inamovible desde los años 90.


Pero nuevamente, si ya es bastante claro que las preocupaciones de los votantes son principalmente económicas, ¿entonces por qué el movimiento conservador, tan activo en redes sociales, sigue diciendo que su prioridad es la lucha contra de los woke, las ONGs y la izquierda? Obviamente, porque la única forma de hacer que la gente vote por políticas contrarias a sus intereses es desviando su atención con cortinas de humo como las del “marxismo cultural” y la “ideología de género”; dirigiendo sentimientos antiprogresistas, ya sea contra la “casta” en Argentina, los “burócratas de Bruselas” en Reino Unido, las “élites globalistas” en Estados Unidos o contra los “caviares” en el Perú. Si los conservadores dijeran la verdad sobre lo que quieren hacer con la economía no sacarían ni el 1% de los votos. Esto puede llegar a niveles esquizofrénicos, como en el caso de Argentina donde mucha gente es capaz de seguir tolerando políticas económicas abiertamente antipopulares y regresivas, como las que el señor Milei viene ejecutando en contra de ellos. No importa si hoy el costo de vida en Argentina es el más alto de América Latina (superando incluso a algunos países europeos) o que la pobreza haya llegado al 53% como producto de sus políticas de ajuste estructural; al parecer, lo realmente importante para muchos argentinos es que hayan eliminado el Ministerio de la Mujer y el llamado “lenguaje inclusivo” en los documentos de gestión pública. En ese sentido, la llamada “batalla” contra el “marxismo cultural” no es más que una cortina de humo que oculta la verdadera batalla: una de carácter estrictamente económico en la que, por supuesto, el pueblo es el enemigo.


Conclusiones


Vemos entonces que evaluar la victoria de Trump implica evaluar la contradicción entre un patrón de voto y el resultado de las políticas públicas implementadas desde el gobierno una vez tomado el poder. Los norteamericanos quieren más producción local y no más importaciones de China; más regulaciones bancarias y no más derivados financieros; más servicios públicos de calidad y no más privatizaciones. Pero hacer eso implicaría que Trump rompa definitivamente con los sectores libertarios y anarcocapitalistas (los más acérrimos antiizquierdistas existentes en Estados Unidos hoy) que lo apoyaron durante su campaña de 2016, así como con muchos de los amigos millonarios que se beneficiaron de las políticas de desregulación que implementó en su primer gobierno. Aún no sabemos cuáles serán las reales políticas económicas que implementará Trump a partir del 20 de enero de 2025 (ya sabemos que una cosa es la campaña y otra el gobierno), pero por ahora, de acuerdo con el índice de Bloomberg Billionaires Index, magnates como Elon Musk, Jeff Bezos o los “progres” Bill Gates y Mark Zuckerberg han visto multiplicadas sus fortunas en los días posteriores a la victoria de Trump debido al incremento del valor de las acciones de sus empresas. Qué tanto beneficiará al pueblo norteamericano el aumento de la riqueza de los multimillonarios es una pregunta aparte.

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

No había querido emitir opinión sobre la decisión de Brasil y de Lula de vetar el ingreso de Venezuela al BRICS. Me llamó la atención el comunicado de la Cancillería de Venezuela donde exculpa al presidente de Brasil, al canciller e incluso al asesor presidencial Celso Amorim.

Ahora el presidente Maduro ha dado a conocer pormenores del hecho en el que expone que Lula no fue bien informado. Creo que el comunicado de la Cancillería de Venezuela es de altura, expone una posición de Estado, pero con todo respeto no lo comparto.

No sé si la vicepresidenta Delcy Rodríguez lo recuerda pero cuando ella era ministra del despacho y yo director de relaciones internacionales de la presidencia ocurrió un hecho similar bastante dramático. Fue en julio de 2006 cuando se realizó una Cumbre de Mercosur en la que Venezuela se incorporaría a la membresía de esa instancia. Ya los presidentes Néstor Kirchner de Argentina, Lula da Silva de Brasil y Tabaré Vázquez de Uruguay estaban en el país. El Comandante Chávez esperaba que el presidente Nicanor Duarte llegara a Maiquetía para trasladarse al teatro Teresa Carreño donde se verificaría la firma del documento. Ante la premura que emanaba del hecho de que había tres presidentes esperando, el presidente Chávez había ordenado que el mandatario guaraní fuera trasladado a Miraflores en helicóptero tan pronto llegara al aeropuerto a fin de que juntos arribaran al Teresa Carreño.

En ese momento, desde Cancillería nos informaron que un funcionario paraguayo de tercer nivel (algún tiempo después se supo públicamente que trabajaba para una agencia del gobierno de Estados Unidos) se negaba -sin causa conocida- a firmar un documento imprescindible para que finiquitara el proceso. Esta situación amenazaba con hacer fracasar la Cumbre y paralizar el ingreso de Venezuela al organismo subregional.

Para ganar tiempo y posibilitar la solución del inconveniente, el Comandante Chávez cambió su decisión inicial e instruyó que al presidente Duarte lo trasladaran a Miraflores por vía terrestre, lo recibiría y conversaría con él hasta el impasse fuera resuelto. A su vez, la ministra Delcy ordenó que me trasladara al Teresa Carreño, buscara al funcionario paraguayo y resolviera el problema…y el problema se resolvió. Venezuela entró a Mercosur ese día 4 de julio de 2006. Existe la posibilidad de que un funcionario de tercer nivel tomé una decisión de Estado incluso en contra de la opinión de sus jefes, pero una decisión tomada y ejecutada en ese nivel, es débil y se puede revertir si se actúa con celeridad y se toman las medidas adecuadas.

Lo digo porque la diplomacia a veces no transcurre por las vías habituales y es necesario recurrir a mecanismos no tradicionales. Sin dudar en lo más mínimo de la explicación del presidente Maduro y reconociendo que ha manejado esta situación con gran tino en defensa de los intereses estratégicos de Venezuela, me permito discrepar respecto de la responsabilidad de Amorim y de Lula en la decisión que conlleva a esta situación que condujo a que nuestro país no pudiera ingresar a Brics. 

Es posible que el diálogo de Lula con el presidente Putin, lo haya llevado a una reflexión que lo colocara -por un instante- en el escenario de la estrategia para darse cuenta que sus asesores lo condujeron al terreno de la pequeñez coyuntural a fin de servir a los intereses de Europa y Estados Unidos  y que tal deliberación introspectiva le haya dado la pauta del tremendo error cometido, pero a mí me parece que en este caso hay una actuación premeditada sustentada en el marco de definiciones ideológicas que se han venido manifestando desde hace mucho tiempo.

He tratado de dar seguimiento a esas actuaciones. El 5 de abril publiqué un artículo bajo el título “Lula y Petro: Dime con quién andas y te diré quién eres”. En una de sus partes dice: “Lula ha sido, sin duda alguna, un gran luchador social que enfrentó a la dictadura que asoló a su país por más de 20 años, pero no es un revolucionario ni ha confrontado el sistema de dominación de su país; al contrario, es parte de él. Su objetivo es producir reformas que mejoren las condiciones de vida de los brasileños sin tocar los intereses de las grandes empresas extranjeras que permanecen en el país. Como se decía a finales del siglo pasado es un socialdemócrata tradicional al estilo Willy Brandt o Françoise Mitterrand, a quienes adora y admira.

En esa medida, no ha abandonado la idea heredada de sus antecesores de fortalecer al subimperialismo brasileño intentando construir una integración subordinada. Por eso su esfuerzo de aliar Mercosur e incluso América Latina a Europa. Su operador político en estas lides fue y es Celso Amorim, un diplomático de carrera, típico producto de Itamaraty, devenido militante del PT por las circunstancias y los intereses mutuos. Es Amorim quien ha “bombardeado” a Lula -tras recibir instrucciones del Elíseo- acerca de las “carencias democráticas” de Venezuela basadas en la imposibilidad legal y constitucional de la señora Machado de ser candidata en las elecciones.

Hay que decir que es natural que Lula y Amorim actúen así, responde al ADN de la élite brasileña que nunca ha luchado contra nadie. Todo lo han obtenido negociando y cediendo en el marco de una institucionalidad sistémica frente a la cual jamás se han rebelado. Por supuesto que en la historia de Brasil ha habido grandes líderes revolucionarios como Tiradentes, Carlos Marighella y Luis Carlos Prestes entre otros. Lula no es uno de ellos.

La ambigüedad de su discurso (y el de Dilma Rousseff, todavía más acentuado), lo aislaron del pueblo. Ambos abandonaron a los humildes que los llevaron al poder. En este momento recuerdo cuando en 2006 las organizaciones populares y sociales de Brasil le solicitaron al Comandante Chávez que intercediera con Lula a fin de que los escuchara. Con aprobación de éste, Chávez arriesgó su capital político y, aprovechando un viaje a Curitiba se reunió en un teatro lleno con líderes y dirigentes sociales que acudieron de todo el país a plantearle cara a cara tal demanda. Incluso poniendo en riesgo su integridad física porque un pequeño grupito de exaltados quiso acercarse violentamente a él, los escuchó pacientemente, tomó nota y les dijo que entendía sus razones, que iba a hacer lo que le pedían pero que en su parecer, en el momento presente de Brasil, pensaba que se debía apoyar a Lula. No creo que en toda su vida, Chávez haya recibido una rechifla tan grande como la que escuchó con paciencia ese día hasta que una vez calmados los ánimos, les habló largamente a los asistentes de la superior causa de América Latina y el Caribe, cerrando el evento con continuados y efusivos aplausos y vivas.

Años después, cuando le dieron el golpe de Estado, Dilma llamó al pueblo a salir a las calles. Nadie lo hizo. Era normal, no les tomaba el teléfono a los dirigentes sociales, no los recibía, ni los atendía. Su alianza era con los empresarios, uno de ellos, que era su vicepresidente, fue el líder del golpe que la derrocó. El abandono del pueblo se paga caro. Nos daban lecciones, recuerdo la petulancia y soberbia de algunos dirigentes del PT que nos decían lo que debíamos hacer, pero aquí, Chávez resistió el golpe de Estado, porque el pueblo movilizado, lo repuso en el poder.

Ni siquiera se movilizaron a favor de Lula cuando estaba preso. Los grandes eventos que pedían su libertad reunían a 40 mil personas en un país de 215 millones de habitantes. Y es normal que haya sido así. En el momento en que lo estaban llevando a la cárcel, Lula en la versión más acabada de un hombre de las instituciones, dijo: “Confío en el sistema jurídico de Brasil”. No hizo un llamado al pueblo, no, confió en las instituciones.

Tal vez esas sean características positivas: la conciliación, el carácter pusilánime y la debilidad de espíritu, finalmente a ellos, la monarquía les regaló la independencia y la República y es posible que esa historia haya configurado su espíritu conciliador. Pero a Venezuela nadie le regaló nada, nosotros tuvimos que luchar por ellas y a un costo muy alto. Por eso, nosotros en lo nuestro y ellos en lo suyo, pero no es Lula quien nos puede dar lecciones de democracia.

Tampoco de sentimiento y espíritu latinoamericanista puede Lula dar enseñanzas. Dije antes que él piensa en la necesidad de una integración subordinada. No son palabras huecas: ¿Quién impidió que se estableciera una arquitectura financiera en América del Sur? ¿Quién le puso todo tipo de trabas al SUCRE hasta impedir que funcionara? ¿Quién prestó poca atención a la creación de la CELAC hasta que entendieron que la necesitaban como plataforma para lanzarse a la conquista de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Quién apoyó a UNASUR solo cuando Itamaraty estuvo segura que la podía controlar? ¿Quién huyó de Mar del Plata cuando Chávez, Kirchner, Tabaré Vázquez y hasta el conservador Nicanor Duarte le plantaban cara al jefe del imperio? ¿Quién atrasó todo lo que pudo la construcción de la refinería Abreu e Lima que Chávez impulsó para el bienestar del nordeste olvidado y marginado de Brasil? ¿Quién, ante el golpe de Estado contra el presidente Castillo en Perú, dijo que había sido una transición en términos institucionales?

Yo respeto lo que puede haber hecho Lula en favor de su pueblo. No sé si es todo lo que pudo, pero no puede, ni debe estar dando lecciones de democracia a nadie, por lo menos en Venezuela no lo permitimos. Si la señora Machado le concedió ese derecho, se debe entender con ella y asumir la responsabilidad de aliarse con aquellos que hacen apología del terrorismo y favorecen una intervención militar extranjera en el país. ¿Por qué si Bolsonaro lo hace, está mal, pero si lo hace Machado, es correcto? ¿Por qué uno actuó al margen de la ley y otra lo hizo en favor de la democracia? ¿Por qué Bolsonaro es golpista y Machado no? Aclárelo, señor presidente Lula porque si no el presidente Maduro podría tener derecho a pedir que cese la persecución contra el expresidente Bolsonaro. ¿Qué le parece? Claro, el presidente Maduro jamás hará eso, primero porque no se inmiscuye en los asuntos internos de Brasil y segundo porque jamás apoyará a un terrorista violento y golpista como está haciéndolo Usted en Venezuela.

Estimado compañero Lula, quisiera recordarle que el primer presidente en manifestar la solidaridad con Usted tras su injusta prisión fue Nicolás Maduro y el primer presidente en expresar su rechazo y repudio al golpe de Estado contra Dilma Rousseff fue Nicolás Maduro. No hubo cálculo político al decidir esas acciones. Hoy recogemos el ánimo y la solidaridad del pueblo brasileño que rechaza sus manifestaciones de apoyo al terrorismo en Venezuela. También es bueno recordar que el 25 de julio de 2019, la señora Machado tuiteó contra usted y el peligro que significaba que el Foro de Sao Paulo reclamara su libertad.

Como dicen los jóvenes ahora, “usted está en otra” presidente Lula. Mientras los pueblos africanos se rebelan y rompen con Francia, usted le declara su amor a Macron en el mismo lugar en que las empresas francesas devastan la Amazonía sin contratiempos. Más coherencia presidente, porque eso si es grave”.

El 8 de agosto reiteré tales conceptos  en una entrevista para radio y televisión con el periodista Carlos Arellán de Venezuela News y ante la pregunta específica respecto de que me parecía la actuación de Brasil y de Lula respondí: [versión transcripta]  “Hay que entender a Lula en sus circunstancias, fue un gran dirigente sindical, reconocido por su lucha contra la dictadura del siglo pasado en su país, que estuvo preso varias veces, nunca dejó de luchar contra la dictadura y cuando se implantó la democracia en Brasil en los años 80 del siglo pasado y Lula trata de abrirse un espacio mucho más allá de lo local, encuentra a Fidel Castro, descubre a Fidel Castro y al hacerlo, descubre un modelo de comportamiento que en las condiciones que él estaba le pareció positivo asumiendo posiciones  más radicales que sentaron un punto de vista y un comportamiento del Partido de los Trabajadores y de él en todo ese período de alrededor de 20 años desde aproximadamente los años 84-85 hasta que llega al gobierno en el 2003.

Cuando llega al gobierno y comienza por segunda vez a buscar espacios en el mundo se encuentra que está Fidel Castro todavía y ahora Hugo Chávez y entiende que aliarse con ellos le puede ser favorable para que, la condición que siempre ha tenido Brasil como potencia subregional se proyecte en nuevos espacios. De esta manera, asume posiciones que ya los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez estaban impulsando. Lula se pliega a ellas, las asume pero, sin ser un revolucionario ni un transformador.

Lula va a Mar del Plata, pero se escapa. Se puede buscar la foto de ese día para confirmar que no estaba ahí. Nicanor Duarte, el presidente paraguayo que era de derecha estaba ahí, también Maradona y Kirchner, pero no estaba Lula.

Esa es la personalidad de Lula, pusilánime, dubitativo y que además ahora, en la medida que no está Chávez ni está Fidel, se acerca a otros que le acomoden mejor. Hoy por razones que desconozco le ha acomodado mejor Francia y Macron. Eso ha hecho que hoy Lula se asuma como un exponente de la política europea hacia América Latina, como un vocero de la Unión Europea en América Latina.

En esa medida está actuando respecto de Venezuela y como es un tipo sagaz, en un país que es fronterizo con Brasil ha ido cambiando su discurso y su comportamiento de acuerdo con las circunstancias. Es lo que ha hecho, Lula y Brasil siempre: acomodarse a la situación, nunca asumir una posición en nada. Nunca lo ha hecho, nunca ha asumido una posición de vanguardia en nada, espera ver si Estados Unidos tiene más fuerza para acomodarse. Ahora constata que hay países emergentes muy activos y se mete a BRICS. En algún momento pensó que podía hegemonizar América del Sur, entonces se esforzó en crear Unasur pero no aceptó y saboteó la creación del SUCRE y el Banco del Sur. Eso no surgió porque Lula no quiso que surgiera.

En el caso de CELAC donde tenía que enfrentar la influencia de la otra potencia regional, México, considerando que en América del Sur es evidente su poder, pero en el contexto latinoamericano y caribeño debía confrontar con México ¿Cuándo se transformó América Latina y el Caribe en objeto de su interés? Cuando se dio cuenta que para concretar su ambición de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU necesitaba a los países de la región, entonces comenzó a incrementar su presencia, instaló embajadas en los países del Caribe y fortaleció su presencia en América Central.

No podemos esperar más que eso de Lula porque es una persona acomodaticia, dubitativa, pusilánime, dotado de un gran sentimiento nacionalista, pero más que eso, nada”

El 12 de septiembre, en otro artículo titulado “BRICS. Hacia la Cumbre de Kazán, perspectivas y procesos” expuse que: “La Cumbre de Kazán tendrá que tomar decisiones de cara al futuro. No se debería repetir el chasco que significó que Lula, solo por favorecer a su amigo Alberto Fernández, propusiera e hiciera aprobar el ingreso de Argentina, sabiendo que podría pasar (lo que lamentablemente ocurrió) que la llegada al poder de Javier Milei impidiera la concreción de esa superficial y emocional propuesta.

Aunque la presidencia pro tempore rusa ha dicho que esperaba que representantes de los países latinoamericanos asistieron a la Cumbre del Brics en Kazán, hay que decir que una cosa es asistir a la Cumbre y otra, entrar a la organización. No sabemos si con la frivolidad que lo caracteriza y continuando con su política de favorecer a Estados Unidos y Europa, Lula –que no ha reconocido aún al presidente Maduro- «vete» el ingreso de Venezuela, poniendo a China, a Rusia y a los miembros restantes en una encrucijada que los lleve a tener que decidir entre Brasil y Venezuela. Vale decir que hasta el momento, Brasil es el único país miembro de BRICS que no ha reconocido al presidente Maduro”.

Finalmente, el 25 de septiembre en la segunda parte de un artículo titulado “La izquierda en América Latina. Tendencias y perspectivas” opinaba que: Como siempre, en la victoria las malas costuras quedan ocultas, pero en la derrota todas se ponen a la vista. El reflujo iniciado en 2015 produjo un profundo impacto en la izquierda. Esta vez el esfuerzo mediático imperial sustentado en su poderoso aparato informativo-cultural se transformó en un instrumento principal para acentuar el retroceso, estimulando las percepciones negativas en torno a que en esta ocasión la regresión era definitiva y total. Era, en el fondo, una suerte de “fin de la historia latinoamericana”, la debilidad y la tibieza de algunos emergió, estimulando la derrota por un lado y posiciones acomodaticias e intermedias que postulaban que “si, pero no”, por el otro”. Al finalizar dicho artículo señalaba que Lula era exponente de esta tendencia.

El daño causado por Lula no afecta solo a Venezuela que a pesar de todo recibió el apoyo casi unánime de BRICS (miembros y nuevos ingresos) manifestado en las múltiples reuniones bilaterales del presidente Maduro en Kazán y las posteriores visitas del mismo mandatario a Argelia y de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a India y Vietnam.

El daño principal se lo ha asestado al propio Brasil -como lo ha señalado en varios artículos el analista y dirigente político brasileño Valter Pomar- y sobre todo a Brics, sometido a las veleidades de Lula y a las necesidades de Amorim de rendir tributo a sus amos europeos.

Creo que resulta sumamente peligroso para el futuro de Brics que hoy se hable con total naturalidad del “veto de Brasil al ingreso de Venezuela”. Esa institución [la del veto] presente en el Consejo de Seguridad de la ONU es expresión de la dictadura de esa instancia. Si Brics pretende diferenciarse y construir un espacio democrático que tome en cuenta a todos los países y pueblos del mundo, tendrá –de alguna manera- que desprenderse del derecho a veto, causa fundamental de las injusticias, la guerra y la devastación del planeta. 

Más allá de Venezuela que resistirá y vencerá, el reto del Brics es transformarse en la plataforma de construcción de un mundo nuevo. De no eliminarse el derecho a veto, el grupo se paralizará. De cara al futuro, los Brics no puede ni debe permitir el chantaje y la coacción de Brasil. Primero, fue el ingreso de Argentina, ahora el veto a Venezuela ¿hasta cuándo Brasil seguirá imponiendo su irresponsabilidad y su agenda europea al Brics?

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Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Cuando uno vuelve a leer la obra del correntino Raúl Scalabrini Ortiz, “Política británica en el Río de la Plata”, parece que está leyendo una cabal descripción de la realidad argentina actual con la diferencia que la obra mencionada se escribió en 1936 como resultado de décadas de dominio diplomático anglosajón sobre nuestra dirigencia política.

Los procesos de organización política y militar, a lo largo de los años, ha dado sobradas muestras de capacidad en la defensa de la soberanía, estilo de vida y derechos de las y los ciudadanos rioplatenses primero y argentinos después, frente a los intentos de avasallamiento del imperio británico.

Vale recordar cronológicamente algunos: la derrota británica en Colonia del Sacramento de 1763; la primera batalla de Puerto Egmont en la isla Trinidad al norte de la isla Gran Malvina de 1765; la segunda en 1770 triunfo a manos del Mayor General Juan Ignacio Madariaga; la defensa y recuperación de Tierra del Fuego y la Isla de los Estados en 1790; las defensas de Buenos Aires en 1806 y 1807; la Guerra Grande de 1839; el infructuoso bloqueo a Buenos Aires de 1847 y la férrea defensa de la soberanía en Obligado por parte de Rosas, Mansilla, Echagüe y Brown (Hijo) (Liébanes, 2023); el “incidente” de Bahía Esperanza y de la Isla Decepción en territorio antártico durante 1952 y 1953 respectivamente  y la recuperación de nuestras Islas Malvinas en 1982 infringiéndole al imperio británico la mayor cantidad de hundimientos de unidades de su flota de guerra desde la Segunda Guerra Mundial hasta la actualidad, 8 buques hundidos y 11 fuera de combate (Mendiondo, 2006)

El enemigo en y fuera de las sombras

Gran Bretaña es una isla en el Mar del Norte con una superficie de 209 331 km2, es decir más chica que nuestra provincia de Chubut. El territorio está dividido políticamente en tres naciones: Gales, Inglaterra y Escocia que conforman el Reino Unido de Gran Bretaña el cual ocupa militar y diplomáticamente una parte de Irlanda denominada Irlanda del Norte. Posee, como propia, una Comunidad de Naciones (Commonwealth) formada por las principales viejas colonias del imperio.

Por su situación geográfica, sus escasas capacidades productivas, sus 65 121 000 de habitantes y su densidad poblacional de 227 hab/km2 (Argentina tiene 16,56 hab/km2) requiere sostener un esquema de dominio marítimo y diplomático en los mercados del mundo para proveerse de los recursos necesarios para su supervivencia.

Originarios de los Anglii, tribu germánica que varias veces había intentado conquistar la Britania bajo dominio romano y que frente a la declinación del imperio invaden y saquean los territorios de los bretones y los celtas prácticamente eliminándolos, los ingleses han desarrollado por necesidad una amplia gama de herramientas de influencia sobre las elites de amplias regiones del planeta para garantizar el dominio de las mismas y tener acceso a los recursos necesarios para su existencia.

Hábiles diplomáticos por su necesidad de existencia la principal herramienta británica es generar, mediante la cooptación de las elites, una subordinación ideológica cultural, a lo que Jorge Abelardo Ramos y posteriormente Arturo Jauretche denominarán, en consonancia con el filósofo alemán Eduard Spranger,  la “Colonización pedagógica” una herramienta fundamental para la perpetuidad del dominio sobre la gnosis que da forma al pathos, que a decir de Aristóteles , posee la capacidad de provocar y convocar pasiones en una comunidad que definirá posteriormente, por el proceso sedimentario de la comunicación, el ethos de usa comunidad, es decir, el espíritu de un grupo social, el conjunto de valores, de hábitos y por ende de actitudes que posteriormente se troncan en fuerza material (Jauretche, 1967).

Reafirmando el concepto de siembra cognoscitiva, Julio César Sal Paz y Silvia Dolores Maldonado de la de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Tucumán, se explayaron citando a  Cicerón quien afirmo que “estas tres fórmulas argumentativas pasarán a la tradición latina conceptualizadas como docere, delectare y movere, estrategias que posibilitan activar el ejercicio de la persuasión: la primera se relaciona con el lógos o prueba racional; la segunda con el êthos o prueba emocional y la tercera con el pathos o prueba pasional.” (Maldonado & Sal Paz, 2019)

Construcción de herramientas simbólicas a medida

La Compañía Inglesa de las Indias Orientales se fundó en 1600 como una compañía comercial con fuerte apoyo de la corona británica, con una característica: Poseía un enorme ejército privado. Que llegó a tener 260.000 efectivos, el doble del ejército británico para la época (Blakemore, 2020) lo que le permitió el monopolio del comercio de especias, el tráfico de estupefacientes como el opio, mediante la conocida diplomacia de las cañoneras, donde se usó la fuerza militar privada para protegerse y luchar contra los comerciantes rivales, favorecer al comercio inglés y garantizar a la isla las materias primas.

Pero la brutalidad del monopolio del comercio fue acompañada por una escuela de pensamiento. La Compañía financió a los exponentes del biologicismo inglés para fomentar la desigualdad entre los hombres en términos científicos (Carena & Dávoli, 2018). Operar sobre la percepción para segmentar y dominar, el racismo perdió su carácter de efecto secundario, y se convirtió en un elemento esencial para legitimar la totalidad de la empresa (Stagl, 2015).

Una buena parte del proceso de nacimiento de las ciencias sociales, pues, está vinculado a la construcción de sentido sobre los procesos sociales a partir de los intereses corporativos sobre la explotación humana.

Después vendrá el pensamiento de Hobbes planteando la auto conservación a partir del interés personal (Individualismo) y el pensamiento de Malthus, profesor del East India Company College, un establecimiento educativo de carácter universitario situado en Hailey, Hertfordshire, fundado en 1806 para formar administradores para la Compañía Britanica de las Indias Orientales y en la Academia Militar Británica en Addiscombe donde se formaban los oficiales del ejército y la marina privados.

La teoría de Malthus plantea que el ritmo de crecimiento de la población superaba, con creces, la capacidad de la sociedad de producir alimentos suficientes para abastecerse (BBC, 2018) sembrando la idea que por el crecimiento rápido de la población se hacía evidente la pobreza que azotaba a los trabajadores de la campiña donde él trabajaba y vivía, desligando las condiciones de esclavitud y denigración humana de la empresa a la cual pertenecía.

Después tendremos la teoría de Darwin de la supervivencia de quien se adapta y una serie de escuelas de pensamiento impulsadas por la British Royal Society y la Asociación Británica para el avance de la Ciencia entre otras (The Royal Society, 2024) que buscarán crear marcos y visiones para instalar ideas y conductas favorables a la expansión del dominio anglosajón en la construcción de sentido de lo cual la teoría del libre comercio es su expresión más acabada.

Podríamos citar en esa misma línea investigadores anglosajones como Summer, Asch, Adams, Sherif;  franceses como de Rouvroy, Saint Simon, Comte, Charcot; autríacos como Freud y Bernays o alemanes como los “padres” de la Gestalt (Estudio de la percepción) Lewin Wertheimer, Köhler y Koffka, entre tantos otros que con sus trabajos y experimentos, han creado las bases para el desarrollo de herramientas de ingeniería social que posteriormente se perfeccionaron en institutos reconocidos como el de Frankfurt, Berlín, Birmingham, Tavistock, Sussex, Tecnológico de Massachuset, etc. alcanzando un punto máximo hasta hoy con el Laboratorio de Tecnologías Persuasivas de la Universidad de Stanford (Stanford University, 2024).

Teoría del Centro de gravedad

En una guerra el comandante operacional debe interpretar y traducir la intención de la conducción política y establecer los objetivos operacionales a alcanzar. El comandante y su Estado Mayor diseñarán campañas militares haciendo uso de las herramientas de diseño operacional, la determinación del “Centro de Gravedad” (CDG) del enemigo es una de esas herramientas.

El centro de gravedad en la jerga militar o de inteligencia, es lo que va a ser decisivo en la Campaña, es donde el enemigo concentra su fuerza material o simbólica. El concepto fue acuñado por Carl Von Clausewitz a principios del siglo XIX en los escritos que posteriormente serán su célebre obra “De la guerra”.

El Coronel Dale Eikmeier del ejército de los EEUU desarrolla un nuevo concepto del CDG, definiéndolo como “aquella entidad primaria que posee la capacidad inherente de alcanzar el objetivo”. La Doctrina Militar Conjunta de la República Argentina al referirse al CDG entre otras cosas dice: “en términos simples el CDG es la principal fuente de fuerza y poder de un sistema para actuar” (Ministerio de Defensa, 2013) y refuerza el concepteo afirmando que es el lugar desde donde “deriva su libertad de acción, fuerza moral o física y voluntad de vencer”.

A modo de ejemplo la decisión de Hitler de atacar Stalingrado y modificar los planes de sus comandantes tenía que ver con la intención de asestar un golpe a la ciudad políticamente emblemática de la Unión Soviética. Algo similar sucedió con los atentados del 11 de septiembre en Nueva York que obligó al gobierno norteamericano a emprender una campaña contra el terrorismo. El hundimiento del acorazado Bismark, en la segunda guerra mundial, fue el centro de gravedad de la marina alemana de superficie. En 1955 Plaza de Mayo y la Casa Rosada eran un CDG por eso fue bombardeada. Puerto Argentino fue un CDG en la guerra por Malvinas. El robo del cadáver de Eva Perón fue una acción en esa dirección, como también el corte de las manos del cadáver de Juan Domingo Perón. La base en Tierra del Fuego, centro de la Argentina bicontinental, ofrecida a los EEUU es otro claro ejemplo.

La inteligencia británica asestó otro duro golpe a la Argentina 

Durante los años 2008 al 2011 la Inteligencia británica llevó adelante la denominada Operación Quito, una operación de larga duración llevada adelante por el Grupo Jtrig (siglas de la traducción al inglés de Grupo de Inteligencia y Búsqueda contra Amenazas) que operaba con apoyo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense que ha brindado cooperación a la Central de Inteligencia (GCHQ) del gobierno británico (Página 12, 2015).

Como en ese periodo el gobierno argentino mantuvo buenas relaciones con Rusia y China, Londres estimaba que Argentina se preparaba para recuperar Malvinas. El Reino Unido habría incurrió en la violación del «derecho a la privacidad conforme establecido en las resoluciones 68/167 y 69/166 de la Asamblea General de las Naciones Unidas» (BBC, 2015).

Las actividades del Jtriq incluían operaciones encubiertas en redes sociales, intervención de comunicaciones militares y de seguridad con el objetivo de conocer los planes de Argentina respecto de las islas Malvinas e influir con diferentes medios en la opinión pública local. Las tareas de Inteligencia servían para cumplir los objetivos de influencia de la Oficina de Asuntos Extranjeros inglesa en Argentina.

Desde 2013 la operatoria de la firma Cambridge Analytica (Actualmente Emerdata)  perteneciente al Strategic Communication Laboratories (BBC, 2018), empresa privada británica de investigación del comportamiento y la comunicación estratégica que opera en el marco del Concepto Operativo Integrado Británico 2025 de interacción para uso estatal del sector privado, realizó de manera encubierta minería de datos sobre la población argentina sin que la dirección política ni la operativa de la contrainteligencia argentina realizaran, aunque sea, una mínima filtración de información a la prensa para impactar y alertar a la opinión pública.

En 2024 otra vez la Inteligencia británica juega con nosotros mientras la contrainteligencia argentina hace la siesta. Con la visita a la Casa Rosada y su posterior fotografía en el histórico balcón que da a Plaza de Mayo por parte del ex primer ministro británico Boris Johnson, asistimos a una derrota sin combatir donde los responsables políticos de la Nación han hecho todo a favor del enemigo desde el año 2015 hasta la fecha.

Esa foto es una exquisita pieza de PSYOP (Psychological operations) por parte de nuestro principal enemigo, Gran Bretaña, que apunta al más fuerte componente simbólico sedimentado en la psiquis de nuestro Pueblo, el lugar de mando de nuestra Nación, nuestro centro de gravedad político, ocupado por un británico.

Si en el lugar hubiera estado un rapero, un tenista, un científico no se da el principio de sumisión que si se da cuando un representante político de un gobierno enemigo ocupa ese espacio que, dentro de nuestro universo simbólico, representa la conducción política del país frente a nuestro “axis mundis” (eje del mundo) que es la Plaza de Mayo.

A modo de conclusión

Las diferentes conducciones políticas, de seguridad, militares y de inteligencia de nuestra Nación en los últimos 15 años siguen sin comprender la importancia del símbolo, el signo, el significante, el significado y del lenguaje no verbal en las operaciones de dominio y no están a la altura de poder enfrentar las reconfiguraciones y usos de los elementos de una guerra. Mucho menos de una guerra híbrida como a la que estamos sometidos, donde deberíamos estar utilizando el poder pleno de la Nación Argentina para la defensa de los intereses, usos y costumbres nacionales.

La denigración de los espacios, símbolos y atributos de la Nación son elementos fundamentales en una guerra cognitiva que opera en la retaguardia, sobre la psiquis de la población civil que culminará actuando como una horda salvaje más pronto que tarde generando un quiebre que debilite aún más al país y lo deje vulnerable a la continuidad del saqueo.

Es verdad la expresión atribuida al escritor norteamericano Michael Hopf: «Los tiempos difíciles crean hombres fuertes; los hombres fuertes crean tiempos fáciles; los tiempos fáciles crean hombres débiles; y los hombres débiles crean tiempos difíciles» ahí nos encontramos ahora.

Daniel Symcha

Bibliografía de referencia

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BBC. (20 de Marzo de 2018). BBC. Obtenido de BBC: https://www.bbc.com/mundo/noticias-43472797 

BBC. (5 de Mayo de 2018). Las sorprendentes predicciones del economista del siglo XVIII Thomas Malthus de las que aún se sigue hablando. Londres, Londres, Gran Bretaña.

Blakemore, E. (18 de Febrero de 2020). National Geographic. Obtenido de National Geographic: https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/02/compania-de-las-indias-orientales-empresa-mas-poderosa-del-mundo 

Carena, L., & Dávoli, P. (2018). La guerra invisible. Acción psicológica y revolución cultural (Primera ed.). Rosario, Santa Fe, Argentina: Ethos Guerrero. Recuperado el 17 de Octubre de 2024

Jauretche, A. (1967). Los profetas del odio y la yapa (Colonización pedagógica). La colonización pedagógica (pág. 1). Resistencia: Universidad Nacional del Nordeste. Recuperado el 17 de Octubre de 2024

Liébanes, F. J. (3 de Febrero de 2023). Las doce invasiones inglesas. Pal´ Sur. Ushuaia, Tierra del Fuego, Argentina. Recuperado el 17 de Octubre de 2024, de https://palsur.com.ar/nota/1240/—–zwj——–las-doce-invasiones-inglesas 

Maldonado , S. D., & Sal Paz, J. C. (Mayo de 2019). Ethos, pathos y logos: resignificaciones en el marco de los Estudios del Discurso. (U. N. Tucumán, Ed.) RILL NUEVA ÉPOCA, 143-159. Recuperado el 17 de Octubre de 2024, de https://ri.conicet.gov.ar/handle/11336/184415

Mendiondo, P. (2006). Las pérdidas británicas en las Islas Malvinas. Las pérdidas británicas en las Islas Malvinas. (C. d. Brown, Ed.) Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina. Recuperado el 17 de 10 de 2024, de https://www.cglnm.com.ar/public/PAC/082/Las%20p%C3%A9rdidas%20brit%C3%A1nicas%20en%20las%20Islas%20Malvinas%20II.pdf 

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Página 12. (3 de Abril de 2015). Espionaje británico por las Malvinas. Página 12.

Stagl, J. F. (2015). El estado de derecho contra el estado de codicia : Edmund Burke contra la Compañía Británica de las Indias Orientales. Prudentia Iuris(79), 125-158. Recuperado el 17 de Octubre de 2024, de chrome-extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://repositorio.uca.edu.ar/bitstream/123456789/2843/1/estado-derecho-estado-codicia.pdf 

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The Royal Society. (2024). The Royal Society. Obtenido de The Royal Society: https://royalsociety.org/ 

Importante síntesis de Telma Luzzardi sobre la «alineación» e «Involucramiento» del régimen de Milei con la situación bélica global (situación que gracias a la prensa local -silencio- la ciudadanía en general desconoce y no sabe de las graves consecuencias que seguramente tendrá sobre Argentina) e importante el aporte del ex Ministro de Defensa Jorge Taiana sobre los ataques judios a las fuerzas de las Naciones Unidas en el sur del Líbano -donde el Ejército Argentino tiene desplegados «cascos azules»- y que llevó a Italia (su base de control y observación fue atacada por los judios) a condenar el ataque como crimen de lesa humanidad ya que cumplen misiones de paz encomendada por la comunidad mundial a través de resoluciones de la ONU

Las fuerzas israelíes actuaron de manera ilegal al disparar contra posiciones utilizadas por las fuerzas de paz de la ONU en el Líbano, dijo el ministro de Defensa italiano, Guido Crosetto, denunciándolo como un posible crimen de guerra.

En otra batalla de una disputa global que comenzó con la plataforma Telegram en Francia y promete continuar, la justicia de Brasil chocó de frente con el magnate Elon Musk e impuso regulaciones inéditas a X (antes Twitter) para asegurar las condiciones mínimas de un debate democrático a través de redes sociales. 

Francia primero y Brasil después fueron escenarios durante las últimas semanas de una disputa incipiente que enfrenta a Estados nacionales con corporaciones digitales cuya influencia -en nombre de la libertad de expresión y de empresa- colisionan con leyes y condicionan además el debate democrático global.

En Francia, el empresario ruso Pavel Durov, cofundador y CEO de la plataforma de mensajería Telegram, fue detenido en  agosto por negarse a colaborar con las autoridades que atribuyen a la aplicación facilidades para un uso delictivo.

Poco después, su colega Elon Musk, dueño de la red social X (antes Twitter, que él compró por 44 mil millones de dólares en 2022) y admirador de Donald J. Trump, vio su servicio bloqueado en Brasil por negarse dar de baja un centenar de cuentas que, según las autoridades, funcionaron como usinas antidemocráticas.

La red X había cedido antes a pedidos de cierre de cuentas de India y Turquía, pero en este caso acusó a las autoridades de Brasil de ejercer “censura” contra cuentas de contenidos antidemocráticos. Nigeria mantuvo el servicio de la aplicación suspendido siete meses. Otros países como China, Rusia, Irán y Corea del Norte directamente prohibieron X. Australia prepara una ley de multas por abusos. 

Ahora, Francia y Brasil hicieron gala -como antes Estados Unidos y la Unión Europea con otros gigantes digitales- de un poder legal que pretende cambiar unas reglas de juego del mundo virtual adoptadas casi naturalmente -mas no de modo inocente- desde que ese tipo de aplicaciones irrumpieron a nivel global.

Los expertos llaman además la atención sobre una verdadera revolución en marcha en Internet. Las redes sociales son ahora el canal con mayor inversión publicitaria en todo el mundo, por delante de los motores de búsqueda.

La imposición de límites y la aplicación estricta de leyes nacionales en Europa y América Latina, cuestionable para algunos en términos de libertad de expresión, coincide con el fallo de un juez estadounidense contra la matriz Alphabet que dictaminó que su popular buscador Google violó las normas antimonopolio y la confirmación de millonarias multas de la Unión Europea, también a Apple. 

 

Para algunos expertos, como Carissa Véliz, “no es coincidencia que esta pérdida de democracia se dé al mismo tiempo que el auge de la tecnología digital (…) Hay que diseñar mejor la tecnología para que respete los derechos humanos y para que sea una influencia positiva en la democracia y no negativa”.

En este contexto, al presentar en septiembre el informe “Multilateralismo en una era de oligarquía global”, Amitabh Behar, director ejecutivo de Oxfam Internacional, afirmó en que “los ultrarricos y las mega corporaciones que controlan están dando forma a las reglas globales para servir a sus intereses a expensas de las personas en todas partes”.

Você abusou, Elon

En abril, uno de los más influyentes jueces del Tribunal Supremo brasileño, Alexandre de Moraes (foto), ordenó a la empresa X que suspendiera más de 100 cuentas que ponían en duda que el ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2018-2022) hubiese perdido las  elecciones de 2022 ante el actual mandatario, Lula da Silva.

Desde 2019, Moraes ordenó a distintas redes sociales que retiraran al menos 300 cuentas, como parte de una campaña para regular el debate en las plataformas que le encomendó el propio Tribunal Supremo. El mismo magistrado votó a favor de considerar “inelegible” otra vez al expresidente Bolsonaro.

Disconforme, y prepotente según sus críticos, Musk optó directamente por cerrar las oficinas de la empresa en el país de 200 millones de habitantes y sexto a nivel mundial en número de usuarios de X, con 21,5 millones, detrás de Estados Unidos, Japón, India, Indonesia y Reino Unido, según Statista

El cierre de X en Brasil la dejó sin representante legal, un requisito legal que impone Brasil para que las empresas operen en el país. El juez Moraes respondió entonces el 30 de agosto ordenando a los proveedores de servicios de telefonía móvil e Internet de Brasil que bloquearan el acceso a X. Musk lo trató de “malvado tirano”.

Inevitablemente, por el alcance de la red, el perfil de Musk y el peso institucional de Moraes, la cuestión adquirió un cariz político que involucró al propio Lula.

“El mundo no está obligado a soportar el todo vale de extrema derecha de Musk sólo porque es rico”, afirmó el presidente. «Este no es un país con complejo de inferioridad, en el que vamos a andar con miedo porque un estadounidense gritó».

En declaraciones públicas, Moraes dijo por su parte “las redes sociales son un muy buen instrumento, pero han sido utilizadas para atacar la democracia, el Estado de derecho y para amplificar los discursos de odio, misóginos, racistas y nazis”.

“No es posible permitir que un grupo extremista se apodere de las redes sociales en un momento histórico determinado, bajo el falso argumento de la libertad de expresión ilimitada, atacando las instituciones democráticas y los derechos fundamentales de los demás”, sentenció Moraes, en San Pablo.

El juez consideró que la reacción de Musk (imagen) de cerrar la plataforma fue “deliberada, ilegal y persistente”, e impuso a X una multa adicional de 900 mil dólares a los 3,2 millones de dólares inicialmente establecida para la compañía por negarse a cumplir la orden judicial. Peor aún, la justicia congeló dos millones de dólares de la empresa Starlink de Musk en Brasil para cubrir las multas a X.

“La libertad de expresión es la base de la democracia y un pseudo juez no elegido en Brasil la está destruyendo con fines políticos”, atacó Musk. Moraes replicó: es un “forajido” que pretende “permitir la difusión masiva de desinformación, discursos de odio y ataques al Estado democrático de derecho, violando la libre elección del electorado, al mantener a los votantes alejados de la información real y precisa”.

Tres semanas después del bloqueo, la red acató la orden judicial y nombró un representante legal en Brasil, además de pagar las multas y eliminar las cuentas de usuarios denunciados. Los brasileños pudieron volver a X, que argumentó una reconfiguración técnica “temporal”, pero pagó con una migración parcial de usuarios.

Sólo en los tres primeros días en que X quedó inactiva en Brasil, la red social Bluesky registró más de dos millones de nuevos usuarios -tenía 5,6 millones en todo el mundo hasta entonces- y el portugués resultó la lengua más utilizada en la aplicación,desarrollada por Jack Dorsey, creador del antiguo Twitter.

“El brusco cambio de postura de Musk en Brasil parece ser una derrota para el empresario y su imagen de guerrero de la libertad de expresión”, comentó el New York Times.

De Telegram a Google

Francia, el dueño de la aplicación de mensajería Telegram, el ruso Pavel Durov (foto), quedó detenido cuatro días en agosto por orden de la justicia gala, imputado de varios  delitos presuntamente facilitados desde la app. El empresario declaró oficialmente que  cumple la legislación europea y “no tiene nada que ocultar”.

Según la investigación francesa, Telegram permitió a sabiendas delitos de fraude, tráfico de drogas, difusión de contenido pedófilo y delincuencia organizada, entre otros, además de negarse a compartir información con las autoridades, blanquear dinero y ofrecer servicios cifrados a delincuentes. El empresario pagó una fianza de cinco millones de euros y quedó en libertad vigilada.

Durov, con doble ciudadanía francesa y de Emiratos Árabes Unidos, fue detenido al llegar desde Azerbaiyán en un avión privado al aeropuerto de París-Le Bourget.

En esta saga de novedades de la era del “tecno feudalismo”, como la llama Yanis Varoufakis, un juez estadounidense dictaminó en agosto que el buscador Google violó la ley antimonopolio al gastar miles de millones de dólares para crear un monopolio ilegal y convertirse en el motor de búsqueda predeterminado del mundo.

En Estados Unidos fue considerada la primera gran victoria para las autoridades federales al asumir el dominio del mercado de las grandes tecnológicas, en este caos la matriz Alphabet, que en adelante corre el riesgo de ser obligada a vender el buscador, lo que cambiaría el mundo de la publicidad en línea dominado por Google durante años.

«El tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es monopólico y ha actuado como tal para mantener su monopolio», escribió el juez de distrito Amit Mehta, de Washington. De hecho, Google controla alrededor del 90% del mercado de búsquedas online y el 95% de los teléfonos inteligentes. La publicidad de Google representó el 77% de las ventas totales de Alphabet en 2023.

Los efectos prácticos del fallo dependerán de apelaciones ante la Corte de Apelaciones, el Circuito del Distrito de Columbia y la Corte Suprema de Estados Unidos, una disputa legal que podría prolongarse hasta 2026.

Del otro lado del océano, Google y también esta vez Apple fueron obligados en septiembre a pagar miles de millones de euros en casos antimonopolio y fiscales. 

Por un lado, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE) ordenó a Google cumplir con la multa de 2.400 millones de euros impuesta por los reguladores antimonopolio hace siete años. Por otro lado, rechazó el último recurso legal de Apple contra una orden de la Comisión Europea de devolver 13.000 millones de euros en impuestos atrasados a Irlanda.

Publicado el 30/09/2024

FUENTE: https://www.embajadaabierta.org/post/estados-nacionales-vs-poderes-digitales

Por Raphael Machado

Esta visita, junto con la aceleración de la colaboración militar entre Chile y los EE. UU., indica los límites geopolíticos del “izquierdismo” liberal-progresista de Gabriel Boric.

La General Laura Richardson regresó a Sudamérica a finales de agosto, confirmando que, hoy en día, esta región es una zona de interés más inmediatamente vital para los EE. UU. que lo era hace, por ejemplo, 20 años. Como ya hemos comentado en otras ocasiones, nunca un comandante del SOUTHCOM de los EE. UU. había hecho tantas visitas al continente como Richardson.

Esta vez, la visita de Laura Richardson, quien estuvo acompañada del General Charles Q. Brown, de la Fuerza Aérea de los EE. UU., se centró en Chile, donde el evento principal de su agenda fue la participación en la Conferencia Sudamericana de Defensa (Southdec).

Este evento anual, patrocinado por el SOUTHCOM, tiene como objetivo discutir cuestiones de defensa y seguridad colectiva en Sudamérica… bajo la tutela de los EE. UU. En este sentido, detrás del discurso oficial que justifica el evento, cuando se habla de “cuestiones de defensa y seguridad colectiva en Sudamérica”, debe interpretarse como referidas a aquellas cuestiones que los EE. UU. (y no los países de la región) consideran prioritarias.

No es casualidad que, a pesar de que el tema oficial del evento fuera “nuevas tecnologías”, con un enfoque en su instrumentalización para la “defensa de la soberanía hemisférica” (concepto que debe traducirse como “defensa de la soberanía de los EE. UU. en el hemisferio occidental”), la General Richardson se lanzó en una cansada y repetitiva diatriba contra “gobiernos comunistas autoritarios” que supuestamente se “infiltraban” en Sudamérica para esparcir corrupción, desinformación, ciberdelitos y violaciones de los derechos humanos.

Es un discurso extemporáneo, excesivamente reminiscente de la Guerra Fría, pero es el tono que los sátrapas occidentales usan con sus clientes en Sudamérica. Estos comentarios delirantes que apelan a una “amenaza roja”, haciendo referencia discreta, pero clara, a China y Rusia, se suman a los ataques directos contra Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, fue acusado por Laura Richardson de “sabotear la voluntad democrática del pueblo venezolano” y de ser el responsable de la crisis migratoria en su país.

Naturalmente, no hubo ninguna mención a la política hostil de sanciones que los EE. UU. impusieron a Venezuela, ni a los posibles efectos que esta política pudo haber tenido sobre los flujos migratorios venezolanos.

Aunque no menciona términos clásicos como “amenazas híbridas”, Richardson hace referencia a diversos elementos de las concepciones más contemporáneas de guerra, que involucran compromisos en múltiples dimensiones, mencionando específicamente el uso de inteligencia artificial y el control del espacio.

En cuanto al segundo punto, nos parece obvio que está dirigido contra la creciente cooperación espacial entre China y los países iberoamericanos, así como contra proyectos conjuntos de satélites, como el satélite meteorológico chino-brasileño que será lanzado en 2028, e iniciativas similares que China ha intentado desarrollar en asociación con otros países de la región.

Todo esto empaquetado en una retórica infantil-juvenil de “defensa de la democracia”, la cual estaría representada por los EE. UU. y los países que colaboran con los EE. UU. en el marco del SOUTHCOM.

Los países en cuestión, que estuvieron presentes en Southdec, son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam y Uruguay, además de observadores de Canadá, Francia y el Reino Unido. Los países sudamericanos indicados, que corresponden a todos, excepto Bolivia y Venezuela, constituyen aquellos en los que los EE. UU. han invertido con el objetivo de atraerlos hacia una posición de colaboracionismo con el atlantismo en el hemisferio occidental, en una recuperación de la Doctrina Monroe.

Naturalmente, esto se da con diferentes grados de éxito, siendo Ecuador y Argentina los países donde la estrategia estadounidense ha sido más eficaz.

Pero Chile no se queda muy atrás.

Casi simultáneamente con esta conferencia, los EE. UU. y Chile realizaron dos ejercicios militares: Southern Fenix 2024, en el que los ejércitos de ambos países entrenaron en el Desierto de Atacama (una región rica en litio), y UNITAS LXV, un ejercicio marítimo que involucró a 24 países y que esta vez fue sede en Chile.

La General Laura Richardson, sin embargo, en una visita anterior a Chile estuvo en lugares estratégicos como Punta Arenas, una zona importante tanto por el Estrecho de Magallanes, que permite pasar del Atlántico al Pacífico, como por su acceso a la Antártida.

Esta visita, junto con la aceleración de la colaboración militar entre Chile y los EE. UU., indica los límites geopolíticos del “izquierdismo” liberal-progresista de Gabriel Boric, que parece satisfecho en mantener a su país como un apéndice de los EE. UU., siempre que esto se dé con respeto a los “derechos humanos”, la “democracia” y la “ideología de género”.

Fuente Strategic Culture Foundation

Las opiniones de los autores no necesariamente representan la linea del pensamiento de Dossier Geopolitico

En su columna del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda el tema de LA ANTÁRTIDA: UN OBJETIVO EN RIESGO PARA ARGENTINA al peligrar sus derechos soberanos sobre el continente helado, dada la pretensión de EEUU y sus aliados de controlar hegemónicamente los mares australes, las riquezas de la zona y su posición estratégica, como parte de su agenda de Guerra Híbrida Fragmentada, en medio de los cambios tectónicos en todos los ámbitos del planeta, ante la gran batalla global por el nuevo poder internacional, que enfrenta al imperio anglosajón en evidente declive, contra las nuevas potencias en ascenso de los BRICS.

AUDIO:

Un conflicto mundial que sacude a dos objetivos geopolíticos de Argentina, ya sea el de la unión continental sudamericana y como “país bi continental” con  la ocupación efectiva de la Antártida. Una aspiración histórica en grave riesgo, al constatar que sus opciones están en clara minoría ante un cártel de poderosas potencias occidentales dispuestas a monopolizar los reclamos. Lo que ha creando unas expectativas internacionales que explican la sorpresiva importancia de la reunión del Comité Científico de Investigación Antártica, ya en marcha en Chile, con la participación de más de 1.400 asistentes de todo el mundo.

Pereyra Mele, en tanto que puntualiza la importancia para Argentina de contar con el apoyo de los Brics, analiza otros aspectos relevantes del asunto cómo:

·        *La preocupación de EEUU y aliados por las actividades de China en la Antártida.

·        *La relación entre ésta estrategia occidental por dominar la zona austral, con su alianza militar del Aukus en el Indo Pacífico, para crear una OTAN del Sur.

·        *Los datos precisos de la reclamación argentina ante la ONU por sus derechos sobre la Antártida.

·        *El Tratado Antártico de 1959 que la declaró como reserva natural para la paz y la ciencia, firmado por solo 12 países y que hoy ya cuenta con 56.

Además, nos recomienda la lectura en la Web de Dossier Geopolítico del artículo LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA ANTÁRTIDA del periodista Eduardo Vior, “Cómo un escenario de grave riesgo para la Argentina”, mientras insiste en lo complicado que son para Argentina las amenazas imperiales sobre el Atlántico Sur, en tanto que para la población argentina parece ser un tema lejano y distante, al estar tan absorbida en sus graves penurias económicas. Link del articulo de E. Vior: https://dossiergeopolitico.com/2024/08/23/9499/

Eduardo Bonugli (Madrid, (25/08/24)

La internacionalización de la Antártida: un escenario de grave riesgo para Argentina

16 agosto 2024, 05:50

Con el trasfondo idílico del Volcán y el Lago Villarrica, del 19 al 23 de agosto próximos se celebrará en Pucón, Araucanía, la reunión del Comité Científico para la Investigación sobre la Antártida (SCAR, por su nombre en inglés). Con más de 1.400 participantes, será la mayor conferencia científica que se haya realizado hasta ahora sobre el continente austral. Su preocupación central será el cambio climático, pero también se tratarán los brotes de gripe aviar registrados allí, el tratamiento de los residuos humanos, los microplásticos y la disminución del krill. Todos temas científicos que pronto serán presa de la competencia hegemónica entre el bloque occidental y el euroasiático. Nuestro país deberá estar atento, particularmente, a las demandas para poner al continente polar bajo un régimen internacional de gobierno y desconocer los reclamos de soberanía registrados al firmarse el Tratado Antártico en 1959, dado que detrás de la supuesta internacionalización se esconde la ambición hegemónica de las potencias anglosajonas y sus aliados.

“Ciencia antártica: encrucijada para una nueva esperanza”, es el título de la conferencia internacional que se realizará entre el 19 y el 23 de agosto en Pucón. Se realizarán charlas, exposición de pósters, conferencias magistrales, simposios y workshops, en 50 áreas del conocimiento. La última década ha sido la más cálida en la Antártida desde el comienzo de la medición instrumental y durante los últimos cuatro años la reducción de su hielo marino ha alcanzado cifras récord. Las especies intolerantes al cambio se repliegan hacia el interior del continente, mientras que las que lo toleran comienzan a competir con especies invasoras llegadas desde otras latitudes.

Además de los impactos del cambio climático, la gripe aviar, los microplásticos y el krill, la reunión también se centrará en las áreas marinas protegidas y las políticas que estimulen la participación femenina y de jóvenes en la ciencia antártica.

La reunión científica de Pucón es la continuación de la 46ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico (ATCM-46, por su nombre en inglés) y la 26ª del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CEP-26, por su nombre en inglés), que se celebraron en Kochi, estado de Kerala (India), del 20 al 30 de mayo pasados. Si bien la firma del Tratado Antártico en 1959, en plena Guerra Fría fue una demostración del poder que puede tener la diplomacia aun en los momentos más difíciles de la política internacional, desde hace unos veinte años la competencia entre las grandes potencias se fue agudizando también en la Antártida.

El ATCM se caracteriza por la particularidad de que en sus reuniones las decisiones sólo se adoptan por consenso. Si bien este principio hace mucho más lento el proceso resolutivo, garantiza, en cambio, que las resoluciones adoptadas sean acatadas por todos los miembros. El principio de consensualidad ha sido especialmente práctico, para proteger los derechos soberanos de Argentina. De hecho, entre los países miembros del Tratado Antártico hay una mayoría de aliados de Estados Unidos y Gran Bretaña. En muchas ocasiones sólo nos apoyaban Rusia, China, Sudáfrica y Brasil. En esta relación de fuerzas adversa el principio de consensualidad ha sido el principal salvavidas de la soberanía argentina.

En el marco del Tratado Antártico el continente austral se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces). Originariamente vigente por 50 años, el Tratado fue prorrogado por el Protocolo de Protección Ambiental hasta 2048. Podría ser terminado antes por acuerdo unánime de los miembros, pero eso es altamente improbable. A partir de 2048, en tanto, para modificarlo o abolirlo bastará con que un miembro lo solicite y obtenga los votos de la mayoría de los firmantes.

El Tratado dispone que el área antártica sólo debe usarse con fines pacíficos, pero permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas. Incluye, además, bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00′ de latitud Sur, pero no el alta mar al sur de ese paralelo. También faculta a los Estados a inspeccionar cualquier área y cualquier instalación en el continente. El Tratado, finalmente, quedó abierto a la adhesión de cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas. De hecho, a los doce signatarios originarios se sumaron a lo largo de los años 44 países más, hasta llegar a los actuales 56 signatarios. Además del Tratado se han incorporado a la normativa antártica 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los Estados miembros, así como el Protocolo sobre Protección Ambiental en vigencia desde el 14 de enero de 1998.

El Tratado Antártico considera dos clases de miembros: los consultivos o plenos, con voz, voto y veto, y los miembros no consultivos, o adherentes, que cuentan solo con derecho a voz. La Secretaría del Tratado tiene sede en Buenos Aires. Siete de los Estados miembros del Tratado Antártico (Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido) mantienen reclamaciones de soberanía sobre sectores del territorio antártico que durante la vigencia del tratado las mismas están “congeladas”, no pueden ser ampliadas o modificadas ni se permiten nuevas. Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Noruega y Francia se reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se reconocen mutuamente derechos antárticos. Sin embargo, el autodenominado “Territorio Antártico Británico” (BAT, por su nombre en inglés) se yuxtapone con el sector argentino y con el chileno e incluye las islas Shetland y Orkney del Sur. Rusia (antes la URSS) y Estados Unidos hicieron en el Tratado reserva de su posterior derecho a presentar reclamaciones de soberanía, pero todavía no efectivizaron el reclamo.

Gran Bretaña tiene en el continente seis bases, tres permanentes y tres temporarias. Estados Unidos, en tanto, tiene tres bases permanentes y dos estivales en la Antártida Oriental. A pesar de que está prohibido por el Tratado, éste es el único país que tiene instalaciones militares en una base (McMurdo). También China tiene cinco bases en ese continente.

Por su parte, el Sector Antártico Argentino comprende el territorio entre los meridianos 25° y 74° de longitud Oeste al sur del paralelo de 60° de latitud Sur. Forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Ley 23.775) y tiene una superficie de 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km² corresponden a tierra firme.

Dentro del Sector Antártico Argentino, nuestro país administra trece bases o estaciones, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De este modo, Argentina es el país con más presencia en el Continente Antártico. Nuestro país tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904 y desde 1927 hizo constar internacionalmente su afirmación de soberanía sobre el territorio del actual Sector Antártico. En 1940 se creó la Comisión Nacional del Antártico, hoy Dirección, encargada de coordinar la actividad nacional en ese continente, islas adyacentes y aguas territoriales. También desde 1940 Argentina y Chile se reconocieron mutuamente sus aspiraciones de soberanía superpuestas y se comprometieron a resolverlas pacíficamente.

El avance de la ocupación pacífica de la Antártida por Argentina es una política de Estado que se ha venido desarrollando a lo largo de las décadas. Esta continuidad ha convertido a nuestro país en la principal potencia antártica. La línea principal de esta ocupación es la investigación en ciencias duras sobre la geografía, la geología, el clima y el medio ambiente antártico y cubre un amplio espectro disciplinario.

Sin embargo, desde el inicio de la presencia argentina en la Antártida nuestros derechos fueron impugnados por Inglaterra, llegándose en varias ocasiones al borde de enfrentamientos militares (1903, 1943 y 1952/53). Además, el avance del turismo y de la pesca comercial (ésta, gracias al calentamiento de las aguas superficiales), junto con el cambio climático, acrecientan el interés económico en la región. El turismo todavía no ha sido regulado y su creciente masificación plantea problemas de todo tipo: legales, sanitarios, fiscales y medioambientales.

El Tratado Antártico rige sobre las tierras y hielos continentales, pero no sobre los mares circunantárticos. Si se considera el clima relativamente más benigno del norte de la Antártida Argentina, puede entenderse la codicia de las grandes flotas pesqueras, especialmente la española, por las riquezas de las aguas antárticas.

El cambio climático está modificando aceleradamente el escenario geopolítico: Como señaló recientemente Marcelo Brignoni en Tektónikos, “los espacios marítimos de la Antártida están adquiriendo un nuevo valor estratégico, al punto de que las propias corporaciones privadas transnacionales están proyectando la explotación comercial del continente. De esta forma, se potencia la militarización de estos espacios de cara a la revisión del Tratado Antártico en 2041 y del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente en 2048”.

Y más adelante añade: “en los últimos años tanto Washington como Londres han señalado su ‘preocupación’ sobre presuntas actividades de China y sobre todo de Rusia en la supuesta exploración y explotación de los recursos naturales antárticos, a lo que han ‘contestado’ con la construcción de nuevas bases antárticas y actualmente, con la construcción de una quinta base británica, igualando el número de bases estadounidenses, a las que deben sumarse los asentamientos australianos, que juntos representan al AUKUS en la Antártida”

“El AUKUS (Australia-United Kingdom-United States), explica el autor, se presentó como la Alianza Estratégica Militar complementaria de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por parte centralmente del Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos con Australia de invitado. Se anunció públicamente el 15 de septiembre de 2021 para la región del Océano Indo-Pacífico, aunque su pretensión incluye además el Atlántico Sur.”

“La probable incorporación de Nueva Zelanda en un corto plazo posibilitaría a esta alianza geopolítica militar reclamar soberanía en más de la mitad del territorio antártico. De hecho, con una creciente cantidad de rompehielos y de submarinos nucleares, AUKUS se plantea controlar los accesos a la Antártida”.

Cuando AUKUS fue firmado en 2021, se lo presentó como un pacto para la defensa del Indo-Pacífico, sugiriendo que se trataba de una alianza antichina. Para ello, ya entonces fue invitado a sumarse Japón. Sin embargo, los países firmantes ya forman parte del pacto “Cinco Ojos” (Five Eyes) para el intercambio de inteligencia con Canadá y Nueva Zelanda, que EE.UU., Australia y Japón ya participan con India en el pacto Quad (Quadrilateral Security Dialogue), firmado también en 2021 y que EE.UU., Australia y Nueva Zelanda participan desde la década de 1950 en la alianza ANZUS. Si fuera sólo para la defensa del Indo-Pacífico, entonces, AUKUS sería superfluo.

En realidad, AUKUS adquiere sentido si se invierte el mapa: China se está expandiendo hacia la Antártida y ya tiene allí cinco bases: una en la Antártida Occidental (en las Islas Shetland del Sur) y cuatro en la Antártida Oriental. Si, efectivamente, EE.UU., Gran Bretaña y Australia se aliaron para contener a China, es, principalmente, para hacerlo en la Antártida y los mares circundantes. Si a ellos se une Noruega (otro miembro de la OTAN), la alianza suma reclamos de soberanía sobre 80% del continente.

¿Qué ofrece Gran Bretaña a esta coalición? El Reino Unido desde su ‘Collar de Perlas’ atlántico (Islas de Ascensión, Santa Helena y Tristán de Acuña) junto a la ocupación ilegal de Malvinas, proyecta su poder en tres continentes (África, América del Sur y Antártida), estableciendo además sobre cuatro océanos (Atlántico, Pacífico, Indico y Antártico) un control aéreo y marítimo. Esto se expresa en una militarización de toda la región desde la base instalada a partir de 1982 en Monte Agradable, Islas Malvinas. A las posesiones atlánticas debe añadirse el llamado Territorio Británico del Océano Índico (BIOT, por su nombre en inglés) del que dependen las islas y grupos de islas de Diego García, Tres Hermanos, Egmont, Nelson, Peros Banhos, Águila, Islas Salomón y Peligrosa. Aunque en las islas no hay población civil permanente, habitualmente están estacionados allí unos 4.000 militares y civiles estadounidenses contratados y británicos. El territorio tiene una superficie total de 60 km2.

Es decir que, mediante las dos cadenas de islas bajo su dominio (en el Atlántico y en el Índico), a pesar de su menguado poder y de sus magras capacidades navales, Gran Bretaña ofrece a AUKUS el control sobre una porción importante del Océano Antártico. A su vez, la incorporación de nuevos aliados al control de la Antártida permite a Estados Unidos compensar la baja de recursos destinados a las zonas polares en los últimos veinte años.

Puede concluirse que China, Rusia y Argentina están amenazados en el continente antártico por el mismo competidor: la OTAN del sur o AUKUS. Aunque estas dos potencias no han presentado reclamos territoriales sobre la Antártida, en la medida en que AUKUS busca tomar el control sobre el Océano Antártico, amenaza la navegación en todos los mares australes y, por lo tanto, la libertad de navegación y comercio.
En este contexto estratégico los reclamos por la internacionalización de la Antártida deben entenderse como la manifestación de EE.UU., Gran Bretaña y sus aliados de su voluntad de controlar hegemónicamente el continente austral. Por el contrario, sólo el reconocimiento de los reclamos de soberanía bajo las normas de la ONU puede asegurar que el Continente Antártico continúe siendo un bien común de la humanidad.

Para Argentina su sector antártico es una continuidad geoeconómica natural y su internacionalización traería consigo la pérdida de control sobre el Atlántico Sur y sobre los pasos interoceánicos. No tenemos alternativa: Argentina será antártica o no será.

Eduardo J. Vior
analista internacional

FUENTE: https://agendarweb.com.ar/2024/08/16/la-internacionalizacion-de-la-antartida-un-escenario-de-grave-riesgo-para-argentina/