Por Jiang Shixue*

Algunas personas han descubierto que la mayoría de los países desarrollados del mundo están en el hemisferio norte y la mayoría de los países en desarrollo están en el hemisferio sur. Por tanto, norte es sinónimo de países desarrollados y sur es idéntico a países en desarrollo. Y las relaciones norte-sur se dan entre países desarrollados y países en desarrollo, mientras la cooperación sur-sur es entre países en desarrollo. Este entendimiento se ha convertido en consenso internacional. Incluso Deng Xiaoping dijo a mediados de la década de 1980 que el orden internacional se caracterizaba por cuatro palabras: este y oeste, y norte y sur, lo que significa que la relación este-oeste se refiere a la que se produce entre países desarrollados y en desarrollo, y la relación norte-sur ocurre entre países socialistas y países capitalistas.

Además de la palabra sur, existe la expresión sur global, que ha aparecido en el círculo académico y los medios de comunicación de todo el mundo. La locución fue acuñada por el activista político estadunidense Carl Oglesby (1935-2011), cuando publicó en 1969 un artículo sobre la guerra de Vietnam en la revista católica Commonwealth. Argumentó que la guerra de Vietnam fue el resultado inevitable de cientos de años de dominio del sur global por el norte global.

Lo sorprendente es que, después de entrar en 2023, el sur global haya atraído una atención sin precedente por muchas personas, tanto a escala internacional como en China. La popularidad de esa expresión puede estar relacionada con las siguientes tres conferencias: la primera fue la Cumbre de la voz del sur global, en India (6/1/23). El anfitrión invitó a 120 países, excluyendo a China. La segunda fue la Conferencia de seguridad de Múnich (17-19/2/23), cuyo panel de discusión se tituló Recalibrando la brújula: cooperación sur-norte. La tercera fue la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón (5/23). Este encuentro estableció dos agendas, una de las cuales fue el acercamiento al sur global. Algunos países en desarrollo asistieron a esta cumbre, y en esta oportunidad tampoco fue invitada China.

Pese a la exageración de la frase sur global, hay que señalar que no existe un consenso sobre su definición. Mientras algunos creen que ocurre lo mismo al expresarse acerca del sur, es decir, los países en desarrollo, los países subdesarrollados, los países pobres o los países atrasados; otros sostienen que, al igual que la anticuada frase tercer mundo, mantiene una fuerte connotación política, que refleja la naturaleza del orden mundial dividido entre los países desarrollados y en desarrollo. Otros más tienden a decir que mientras los países en desarrollo reflejan su individualidad, el sur global les presta más atención como un cuerpo colectivo y también resalta los múltiples impactos de la globalización en los países en desarrollo.

Precisamente debido a la falta de un consenso general la gente a menudo aplica el concepto de sur global siguiendo caprichos propios o la interpreta según su comprensión como la definición del término.

Sin importar si la carencia de una definición bien reconocida conduce a confusión y desconcierto académico, es necesario señalar que algunos países, Estados Unidos, en particular, desean expulsar a China de la familia del sur global. De hecho, ya cuando Trump estaba en el poder, Estados Unidos ya había dicho que China no es un país en desarrollo. Por ejemplo, en el Memorando presidencial sobre la reforma del estatus de los países en desarrollo en la Organización Mundial del Comercio (26/7/19), Estados Unidos anunció que nunca aceptó el reclamo de China de tener el estatus de país en desarrollo.

Vale la pena resaltar que las motivaciones de Estados Unidos no surten mayor efecto debido a que el estatus internacional de determinado país no lo deciden unas pocas naciones, sino la comunidad internacional conjunta. En su informe titulado Forjar un sur global (19/12/04), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ya había incluido a China en la lista del sur global, que comprende más de 130 países en desarrollo.

Es cierto que, a medida que su economía crece rápidamente, el estatus internacional de China ha aumentado cada día. Pero la identidad de China como país en desarrollo no ha cambiado. Según la reciente clasificación por ingresos del Banco Mundial, por ejemplo, China aún está debajo del umbral del grupo de ingresos altos (INB per cápita de 13 mil 846 dólares o más). Aun en el futuro previsible, China seguirá siendo miembro de la gran familia de países en desarrollo y seguirá contribuyendo a la prosperidad común de los mismos mediante la promoción de la cooperación sur-sur. Por tanto, el concepto y aplicación del sur global dejando a China a un lado es una seudo hipótesis o una falsa proposición.

*Profesor distinguido. Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad de Estudios Internacionales de Sichuan

LA JORNADA

FUENTE: https://www.nodal.am/2023/11/el-sur-global-sin-china-es-una-seudohipotesis-por-jiang-shixue/ 

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor/autora y no representan necesariamente la posición de Dossier Geopolitico

Desde hace casi un mes los istmeños se movilizan masivamente contra un proyecto minero a cielo abierto que reinstalaría un enclave colonial y dañaría el medio ambiente.

Por Eduardo Vior Analista Internacional

Desde que el pasado 20 de octubre la Asamblea Legislativa de Panamá sancionó la ley 406 otorgando a una empresa canadiense de capitales chinos una gigantesca concesión para la ampliación de un yacimiento de cobre a cielo abierto de 13.000 hectáreas, no cesan las masivas movilizaciones en todo el país. No sólo se oponen a la extracción de cobre en un área del ecológicamente sensible Corredor Biológico Mesoamericano sino también a la entrega de soberanía. Por estas razones todo el país está pendiente del fallo que adopte la semana próxima la Corte Suprema de Justicia.

La mina panameña objeto de masivas protestas redujo este lunes sus operaciones productivas, después de que pequeñas embarcaciones de pesca bloquearan su puerto en señal de repudio. Paralelamente, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD) exigió este domingo al gobierno del presidente Laurentino Cortizo agilizar una salida a la crisis. De acuerdo al partido, en la solución “deben estar presente todos los sectores de la sociedad”. Para esta agrupación política, además del problema minero el descontento se origina en la ausencia de un “modelo político-económico de ejecutorias sociales justas, equitativas y con equidad”.

Mientras tanto, el país está pendiente del fallo que la Corte Suprema podría anunciar la semana próxima contra la minera canadiense First Quantum. Los nueve jueces de la corte están sopesando si revocan el contrato de la empresa canadiense para la mina Cobre Panamá por sus insanables vicios de fondo y forma. Si bien el presidente ha advertido contra los procesos en sede extranjera que amenazarían al país en caso de rescindir el contrato, los procuradores fiscales citan precedentes en los que el Estado panameño retiró concesiones a empresas extranjeras y obtuvo razón en los tribunales extranjeros.

Las protestas más grandes que ha tenido Panamá en tres décadas comenzaron el 23 de octubre, tres días después de que el gobierno firmó un contrato con la multinacional minera canadiense First Quantum dándole una concesión por hasta 40 años para la explotación de un yacimiento a cielo abierto de 13.000 hectáreas en la selva de la Provincia de Colón, sobre el Caribe. Desde entonces todos los días hay más de 70 000 personas en las calles de Ciudad de Panamá, otros tantas en las capitales del interior y pueblos remotos y hasta en el mar: reclamando “Panamá libre de minería” pescadores bloquearon el lunes pasado el puerto de Punta Rincón, propiedad de la minera. Las manifestaciones asemejan una marejada de gente proclamando que “el oro de Panamá es verde”, en alusión a la biodiversidad del país. En las manifestaciones los sindicatos de docentes y de la construcción se unieron a grupos indígenas y ambientalistas para exigir que se cancele la concesión.

Hasta hoy se han registrado todos los días enfrentamientos entre manifestantes y policías que intentan disolver las protestas y reabrir las carreteras y puentes bloqueaddos. Cuatro personas han perdido ya la vida en las refriegas. A los enfrentamientos con la policía (que dejaron más de 800 detenidos), el cierre de rutas (particularmente de la Panamericana) y el desabastecimiento de combustible y alimentos se suma también la imposibilidad para desplazarse de miles de migrantes que cruzan Panamá en su camino hacia Estados Unidos.

A inicios de noviembre Standard & Poor’s revisó a la baja su evaluación del país por los riesgos potenciales para la confianza de los inversores y el crecimiento económico. La incertidumbre también ha mermado el valor de mercado de First Quantum en unos 8.000 millones de dólares canadienses (5.800 millones de dólares estadounidenses). En medio de la caída, la china Jiangxi Copper Co Ltd, el mayor accionista de First Quantum, elevó la semana pasada su participación en la empresa canadiense al 18.5%.

Cortizo, un centrista que no puede presentarse a la reelección, se ha enfrentado a unos índices bajos de aprobación (18%) por la corrupción, la falta de transparencia y los deficientes servicios sociales. La política medioambiental también ha sido objeto de renovada atención a medida que una grave sequía azota el país, limitando la navegación a través del Canal de Panamá.

El rechazo de los panameños a la explotación de la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica es de vieja data. El yacimiento, ubicado en la provincia de Colón, viene siendo operado desde 1997 a través de un contrato firmado entre el Estado y la sociedad minera Petaquilla S.A. Ese acuerdo se concretó sin licitación y sin estudios de impacto ambiental. En 2009 aquella irregularidad movió a la sociedad civil a interponer una demanda. Sin embargo, no fue hasta 2017 que se logró el fallo por inconstitucionalidad, con el agravante de que su publicación en la Gaceta Oficial no se concretó hasta 2021.

La empresa primero se aprovechó de esa demora para ampliar las operaciones del yacimiento. Después, el Estado debió haber hecho cumplir el fallo definitivo. En cambio, renegoció el contrato. Las negociaciones con los canadienses se iniciaron en enero de 2022 a puerta cerrada, hasta que en marzo de 2023, sin haber habilitado la participación ciudadana, se anunció el acuerdo. Ante la protesta pública, en la Asamblea Legislativa se hicieron tres debates y se consultó a los pueblos relacionados con la actividad extractiva, quienes expresaron su rechazo. Entonces, en vez de derogar el contrato, el gobierno lo devolvió con algunas mejoras. Al final, la Asamblea aprobó en 72 horas la Ley 406 y la noche del 20 de octubre el presidente la promulgó.

El nuevo contrato minero contempla aportes mínimos anuales de U$S 375 millones de la minera al Estado panameño, aunque diez veces el monto del acuerdo anterior. Además del daño implícito para el medio ambiente, el contrato otorga a la minera privilegios y concesiones que generan un territorio aparte con características administrativas diferentes. El reclamo de la ciudadanía al contrato de la empresa minera tiene que ver, por consiguiente, también con la reivindicación de la soberanía. Panamá recuperó su canal recién en 1999 después de 96 años de lucha y no quiere repetir la experiencia.

Cortizo, un centrista que no puede presentarse a la reelección, se ha enfrentado a unos índices bajos de aprobación (18%) por la corrupción, la falta de transparencia y los deficientes servicios sociales. La política medioambiental también ha sido objeto de renovada atención a medida que una grave sequía azota el país, limitando la navegación a través del Canal de Panamá.

El rechazo de los panameños a la explotación de la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica es de vieja data. El yacimiento, ubicado en la provincia de Colón, viene siendo operado desde 1997 a través de un contrato firmado entre el Estado y la sociedad minera Petaquilla S.A. Ese acuerdo se concretó sin licitación y sin estudios de impacto ambiental. En 2009 aquella irregularidad movió a la sociedad civil a interponer una demanda. Sin embargo, no fue hasta 2017 que se logró el fallo por inconstitucionalidad, con el agravante de que su publicación en la Gaceta Oficial no se concretó hasta 2021.

La empresa primero se aprovechó de esa demora para ampliar las operaciones del yacimiento. Después, el Estado debió haber hecho cumplir el fallo definitivo. En cambio, renegoció el contrato. Las negociaciones con los canadienses se iniciaron en enero de 2022 a puerta cerrada, hasta que en marzo de 2023, sin haber habilitado la participación ciudadana, se anunció el acuerdo. Ante la protesta pública, en la Asamblea Legislativa se hicieron tres debates y se consultó a los pueblos relacionados con la actividad extractiva, quienes expresaron su rechazo. Entonces, en vez de derogar el contrato, el gobierno lo devolvió con algunas mejoras. Al final, la Asamblea aprobó en 72 horas la Ley 406 y la noche del 20 de octubre el presidente la promulgó.

El nuevo contrato minero contempla aportes mínimos anuales de U$S 375 millones de la minera al Estado panameño, aunque diez veces el monto del acuerdo anterior. Además del daño implícito para el medio ambiente, el contrato otorga a la minera privilegios y concesiones que generan un territorio aparte con características administrativas diferentes. El reclamo de la ciudadanía al contrato de la empresa minera tiene que ver, por consiguiente, también con la reivindicación de la soberanía.  Panamá recuperó su canal recién en 1999 después de 96 años de lucha y no quiere repetir la experiencia.

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor/autora y no representan necesariamente la posición de la agencia TELAM

Por Eduardo Vior Analista Internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Falto de capacidades económicas y tecnológicas para competir con China, Washington interviene militarmente en nuestro subcontinente para sembrar la discordia entre nuestros países.

Mientras veta a Brasil la posibilidad de avanzar con la explotación petrolera en la Amazonía, Estados Unidos impulsa la actividad de ExxonMobil en el Esequibo, una región en disputa entre Guyana y Venezuela. Para reforzar la amenaza, Georgetown y Washington incrementan su cooperación militar. Mientras tanto, el gobierno saliente de Guillermo Lasso llevó a Ecuador fuerzas militares norteamericanas para la lucha contra el narcotráfico, y el régimen golpista de Perú realizó ejercicios militares conjuntos con efectivos estadounidenses. Finalmente, el anterior gobierno paraguayo de Mario Abdo concesionó al Cuerpo de Ingenieros del US Army el dragado y balizamiento del Río Paraguay. Washington agradece interviniendo masivamente en la política paraguaya. América del Sur está siendo involucrada en la guerra mundial de EEUU contra Rusia y China. Para ello, Washington busca la división de nuestro subcontinente y pone cuñas entre Brasil, Argentina y Paraguay.

El ex ministro de Deportes de Lula y Dilma y exdiputado por el Partido Democrático Laborista (PDT, por su nombre en portugués) Aldo Rebelo, comentó el domingo 24 en una entrevista con el portal Brasil247 que EEUU está militarizando la disputa territorial entre Venezuela y Guyana sobre la región del Esequibo. “Estados Unidos pretende crear una base militar para garantizar la explotación del petróleo de Guyana por sus empresas, pero dice que la explotación de petróleo de Brasil en la Amazonía amenaza al planeta. En el gobierno brasileño hay quien piensa que Estados Unidos tiene razón”, advirtió.

El Esequibo es un río que atraviesa Guyana de sur a norte hasta desembocar en el Atlántico. Dos terceras partes del país quedan al este y un tercio al oeste. Ésta es la también denominada región del Esequibo, de 159 mil km² que perteneció a Venezuela desde la época colonial, pero fue usurpada por el Imperio Británico en 1831. En 1899 se reunió en París un Tribunal Internacional Arbitral que dio a los británicos la soberanía sobre esta faja. Sin embargo, al morir uno de los jueces del tribunal en 1946, por una carta suya de puño y letra, se supo que los árbitros habían sido comprados por Londres. En consecuencia, Venezuela desconoció el laudo y pasó a reclamar la soberanía sobre esa faja.

En 1966 los dos países firmaron el Acuerdo de Ginebra para buscar una solución pacífica, pero en 2018 Guyana solicitó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) la ratificación del laudo arbitral de 1899. Desde 1983 Venezuela ha propuesto a Guyana entablar negociaciones directas, pero ésta remite a la Asamblea General de la ONU, al Consejo de Seguridad o la CIJ.

En las últimas semanas el conflicto está escalando peligrosamente, porque Guyana llamó a una licitación internacional para la exploración y explotación petrolífera de bloques del territorio en disputa y áreas marinas conexas. Entonces, este domingo 24 Venezuela denunció ante la ONU que EEUU intenta instalar una base militar en el Esequibo. Ya dos días antes la Asamblea Nacional venezolana aprobó por unanimidad la realización de un referendo consultivo sobre la soberanía en esa región.

El conflicto se ha agravado por declaraciones encontradas de los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Guyana, Irfaan Alí, y este martes 26 decenas de miles de venezolanos marcharon en Caracas en defensa del Esequibo.

EEUU ya tiene tres bases y un comando en las cercanías de la capital guyanesa, Georgetown, y desde hace algunos años las fuerzas de ambos países realizan ejercicios conjuntos. Por su ubicación en el noreste de Sudamérica y sobre el Atlántico Norte, este país tiene para EEUU un gran valor estratégico. Su Comando Sur niega querer instalar una base en el Esequibo, pero seguramente acompañará a la mayor petrolera norteamericana, cuando ésta comience a trabajar allí.

Brasil no está sólo amenazado desde el noreste. El 20 de julio pasado EEUU y Ecuador firmaron un Memorando de Entendimiento para intensificar la cooperación militar entre ambos países en la lucha contra el narcotráfico, el crimen transnacional y el terrorismo. Cuando falta poco para que Guillermo Lasso entregue el mando a quien resulte elegido el próximo 15 de octubre, el acuerdo condiciona la libertad de maniobra del próximo gobierno y militariza la política criminal.

También en Perú en mayo pasado la Asamblea Nacional autorizó el ingreso de más de mil efectivos militares estadounidenses que hicieron largos ejercicios conjuntos con sus pares peruanos en ocho departamentos del país. Como señaló un artículo de Infobae del 11 de junio pasado, explícitamente este despliegue pretende “mostrar músculo”, para contener a Rusia y China en América del Sur. No casualmente, en otro país fronterizo con Brasil.



Como Paraguay no podía ser menos, en marzo pasado el saliente gobierno de Mario Abdo acordó con EEUU, para que el Cuerpo de Ingenieros del US Army se encargue del mantenimiento de la vía navegable en el Río Paraguay desde la frontera brasileña hasta la confluencia con el Río Paraná. Además de implicar una amenaza directa para las linderas Formosa y Chaco, esta intromisión militariza indebidamente las tareas civiles de dragado y balizamiento del río.

La presencia militar directa no es la única vía de intervención de Estados Unidos en Paraguay. Un informe confidencial publicado este miércoles 27 por el portal La Política Online (LPO) reveló de qué modo EEUU impone sus intereses en Paraguay. Para ello el gobierno de Joe Biden quiere debilitar la influencia del expresidente Horacio Cartes (líder del Partido Colorado) sobre el gobierno paraguayo y romper sus vínculos con el actual presidente Santiago Peña.

Cartes (2013-18) está ligado al contrabando en el este y norte de Paraguay, particularmente al narcotráfico manejado por organizaciones brasileñas, y mantiene vínculos con negocios dudosos en toda la región. Recuérdese que en plena pandemia, el 20 de julio de 2020 el expresidente Mauricio Macri realizó una visita de un día a Horacio Cartes en las cercanías de Asunción. Nunca se supo de qué hablaron, pero todo indica que sobre algún negocio regional urgente.

El líder colorado está muy vinculado a la familia Bolsonaro y en su momento estuvo incorporado al esquema político y de negocios del expresidente norteamericano Donald Trump. Por estas razones, el gobierno demócrata lo tiene entre ceja y ceja.

El informe de trece páginas titulado “Plan de Acción Integrado Interinstitucional Anticorrupción para Paraguay” tiene fecha del 27 de julio de 2023, semanas antes de la asunción del nuevo presidente, al que cataloga como “protegido” del exjefe de Estado, por lo que propone “debilitar la influencia política de Cartes y empoderar a Peña”. La estrategia apunta a que Peña lleve a Paraguay a actuar bajo los “intereses de EEUU”, actualmente amenazados por Cartes.

Según LPO, la nueva doctrina del Departamento de Estado para Paraguay, basada en la llamada “Teoría del Cambio”, consiste en emprender acciones “fuertes y unilaterales” a través de la embajada en Asunción. “El documento abre una ventana extraordinaria sobre cómo opera el Departamento de Estado en la región y el lugar de ‘laboratorio político’ que los demócratas han asignado a la democracia paraguaya”, describe LPO. Según el texto, EEUU buscará “actores creíbles” que luchen contra la corrupción y “la cultura de la impunidad”. El informe confidencial también aboga por frenar urgentemente la influencia de China en la región aprovechando a que Paraguay aún reconoce a Taiwán. Además, el informe dice en su introducción que el plan para Paraguay es un modelo para otros países.

Con estos antecedentes no debe extrañar el cariz que ha tomado el reciente conflicto entre Argentina y Paraguay por el cobro de peajes a las barcazas que circulan por el río Paraná. “Paraguay aceptó discutir la tarifa en el tramo Santa Fe-Confluencia de la vía troncal de navegación. Al aceptarlo, el gobierno argentino suspende las interdicciones de embarcaciones que adeudan el peaje por 60 días, pero el peaje al valor actual se seguirá cobrando”, informó este jueves 28 a Rosario3 el secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano.

La decisión de Paraguay, cuyas navieras se negaban a pagar el peaje que Argentina empezó a cobrar este año por el servicio de acondicionamiento del tramo, se tomó en un encuentro de la Comisión Intergubernamental de la Hidrovía Paraná-Paraguay (CIH) realizado este miércoles en la embajada de Brasil en Buenos Aires. Desde que se hizo cargo de la administración de la Vía Navegable Troncal (VNT) en 2021 y hasta fin de 2022 la Administración General de Puertos (AGP) siguió cobrando peaje en el tramo concesionado y subsidiando la navegación en el tramo norte hasta Confluencia. Cuando esto se acabó en enero pasado, sobrevino el reclamo de las navieras.

¿Paraguayas? Casi ninguna. Como explica el colega Luciano Orellano, los mismos sectores que tienen hegemonía en el comercio exterior argentino son los que también poseen gran parte de la flota que abastece desde el río al Complejo Agroexportador en la zona del Gran Rosario. Por eso tampoco es casualidad que la AmCham, la Cámara de Comercio Paraguayo-Americana, pidiera que el gobierno de EEUU interviniera en defensa de “sus” intereses.

Excepto LPG (Línea Panchita G), que es paraguaya, tanto Atria (la mayor de las navieras) como Horamar, Interbarge, ADM y Cargill son empresas norteamericanas. Sólo Louis Dreyfus es francesa. Son firmas con una larga experiencia en el transporte fluvial por el río Mississipi o, como Cargill y Dreyfus, directamente gigantes del agronegocio mundial. El conflicto por el cobro de peaje en el tramo norte de la VNT, entonces, no tiene nada que ver con un diferendo argentino-paraguayo. Está claro además, que en medio de la lucha por el predominio global el control de esta arteria pase a ser para Washington una cuestión de Estado.

… Está claro además, que en medio de la lucha por el predominio global el control de esta arteria ( Río Paraná) pase a ser para Washington una cuestión de Estado…

Los países suramericanos no estamos en guerra con nadie. Sin embargo, falto de capacidad para competir económica y tecnológicamente con la industria china, los Estados Unidos han sumido a nuestro subcontinente en la guerra por el predominio mundial. Al hacerlo, se preocupan especialmente por dividir a nuestros países y, muy especialmente, por poner cuñas para presionar a Brasil y Argentina. Desde siempre ha sido una preocupación estratégica de Washington evitar que nuestros dos países se unan, porque unidos somos una potencia que puede disputar la hegemonía norteamericana en la región. Unirse y alejar la guerra de nuestro querido continente son, entonces, una y la misma tarea.

El multimedio Turco TRT World a través de su redactor Murat Sofuoglu, analiza la postura de América Latina en relación a su neutralidad respecto de la Guerra Ucranio/OTAN contra la Federación Rusa y para ello entrevista a un miembro de Dossier Geopolitico Juan Martin Gonzalez Cabañas 

Por qué América Latina se mantiene neutral en el conflicto entre Rusia y Ucrania


La región tiene muchos de sus propios problemas que atender.

Mientras muchos países occidentales han aislado a Rusia con sanciones y suministrando armas a Ucrania, gran parte de América Latina ha adoptado un enfoque diferente ante el conflicto.

Esto se debe en parte a la historia de Estados Unidos en la región, donde países como Cuba y México han experimentado intervenciones políticas y militares estadounidenses en el pasado. Hace dos décadas, la audiencia mundial, incluida América Latina, también fue testigo de la invasión estadounidense de Irak, en violación del derecho internacional.

Brasil, la potencia económica latinoamericana y miembro de BRICS, un bloque político no occidental, se ha ofrecido a mediar entre Rusia y Ucrania.

Eugene Chausovsky, experto en defensa y analista senior del New Lines Institute, dice que América Latina representa en gran medida una posición del «Sur Global» que no es «ni abiertamente pro occidental ni pro rusa en lo que respecta a la guerra en Ucrania». «

América Latina se ve a sí misma como parte del Sur Global, un grupo de países de ingresos bajos y medios que han experimentado los horrores de la colonización occidental.

En la década de 1950, algunos estados del Sur Global como India, Indonesia y Ghana desempeñaron un papel decisivo en el lanzamiento del Movimiento de Países No Alineados para mantenerse neutrales en los bandos opuestos de la Guerra Fría.

El presidente izquierdista de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado a Estados Unidos por armar a Ucrania, algo que, según él, está prolongando el conflicto. Brasil, junto con India e Indonesia, ha ofrecido su papel de mediador.

‘No, no otra Guerra Fría’

La mayoría de los latinoamericanos, al igual que sus pares del Sur Global, ven el conflicto de Ucrania transformándose en una nueva Guerra Fría, dice Chausovsky. Durante las décadas de Guerra Fría, América Latina experimentó varios golpes de estado de derecha que fueron respaldados por Estados Unidos. Los gobiernos socialistas con vínculos con el bloque comunista liderado por los soviéticos eran inaceptables para Washington.

Agrupaciones como BRICS tienen más atractivo para los países latinoamericanos. Argentina se unió recientemente a los BRICS como parte de un plan de ampliación junto con Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

«Brasil ha aumentado su compromiso con Rusia a través de la plataforma BRICS, al mismo tiempo que se ha ofrecido como mediador neutral en el conflicto ucraniano», dice Chausovsky a TRT World .

Algunos analistas ven a los BRICS como una nueva encarnación del movimiento de no alineados del Sur Global. Pero esta vez las cosas son diferentes, ya que los países se están alineando con múltiples potencias en lugar de optar por una no alineación total, según los expertos .

Rusia es “mucho más importante” para Argentina y Brasil, los dos miembros de los BRICS, dice Kamran Gasanov, analista político del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, un grupo de expertos con sede en Moscú. «Pero en la cuestión de la resolución del conflicto no dan prioridad a Rusia y también tienen en cuenta los intereses de Ucrania».

Si bien los estados latinoamericanos, excepto Nicaragua, un firme aliado de Rusia, se opusieron a la anexión rusa de territorios ucranianos, no se han sumado a las sanciones occidentales contra Moscú.

“La región, en términos generales, ha mantenido una postura neutral y equidistante, reacia a tomar partido con firmeza e instando constantemente a las beligerantes Rusia y Ucrania a retomar el diálogo diplomático para solucionar el conflicto”, afirma Juan Martín González Cabañas, investigador del Estado de Moscú. Universidad Lingüística (MSLU) y especialista en Eurasia en el Centro de Estudios «Soberanía» con sede en Argentina.

Lazos con Rusia

En comparación con el resto del Sur Global (desde la India hasta los Estados del Golfo y gran parte de África) que han mantenido fuertes vínculos económicos con Moscú a pesar de no ser un claro partidario de la posición rusa, el comercio de América Latina con Rusia es minúsculo Pero los intereses económicos pueden profundizarse, dicen los expertos.

«Rusia está interesada en una América Latina independiente», que debería tener derecho «a elegir sus propios socios políticos y económicos sin la presión de Estados Unidos», afirma Gasanov. Moscú está interesada en ampliar la cooperación con América Latina en los ámbitos económico, comercial y de inversión, afirma el analista ruso a TRT World .

Rusia, uno de los cinco principales productores de petróleo del mundo, ha aumentado sus vínculos con América Latina a través de proyectos petroleros conjuntos. «Las compañías petroleras rusas operan en Venezuela y desarrollan proyectos en Argentina, Brasil y otros países», dice Gasanov.

A raíz del conflicto de Ucrania, los vínculos entre Rusia y Venezuela han preocupado a los responsables políticos estadounidenses. Washington envió una delegación diplomática a Caracas para buscar la reconciliación con el gobierno antiestadounidense de Nicolás Maduro .

El acercamiento de Estados Unidos con Caracas tiene como objetivo aumentar la producción de petróleo venezolano en un intento por hacer mella en las ganancias de Rusia por la venta de petróleo en el mercado internacional.

Rusia también ha desarrollado vínculos militares con Venezuela, desplegando dos bombarderos con capacidad nuclear en el país hace cinco años. También hubo algunas especulaciones sobre la presencia del grupo mercenario ruso Wagner en Venezuela en nombre de defender al gobierno de Maduro contra cualquier amenaza.

“Según el periódico El Mundo, los wagnerianos ayudaron a Maduro en la Operación Tiburón para buscar y capturar a los militares insurgentes que desembarcaron en la costa del país”, dice Gasanov, refiriéndose a un intento fallido vinculado a Estados Unidos de derrocar al gobierno de Maduro en 2020. “Pero no hay información exacta de que el ejército ruso perteneciera a Wagner”, añade.

Cabanas, el politólogo argentino, considera que la presencia de Wagner en América Latina es “esporádica y ocasional a diferencia del resto del mundo”.

La semana pasada también hubo revelaciones de que los rusos habían reclutado “ciudadanos” cubanos para luchar en la guerra en Ucrania. Cuba, un estado comunista, era aliado de la Unión Soviética, el estado predecesor de la Federación Rusa. Pero el Ministerio de Asuntos Exteriores cubano declaró su clara oposición al «objetivo de reclutar ciudadanos cubanos para portar armas en cualquier país».

Ucrania y la izquierda latinoamericana

La izquierda latinoamericana, que tenía fuertes vínculos con la Unión Soviética, ha desconfiado durante mucho tiempo de la intervención estadounidense en la región y ve los golpes respaldados por Washington como un ataque a la soberanía de sus países. Pero sobre la ofensiva rusa en Ucrania, “la izquierda de la región no mantiene una posición unificada”, según Cabanas.

“Abarca una amplia gama de puntos de vista, incluidas posturas diametralmente opuestas: desde el gobierno sandinista en Nicaragua, que apoya retóricamente la acción militar rusa, hasta el gobierno de Boric en Chile, que condenó y denunció públicamente la decisión rusa”, dijo Cabanas a TRT . Mundo .

Los sandinistas, un movimiento de izquierda, lucharon contra la ocupación estadounidense de Nicaragua en la década de 1930. Gabriel Boric, de ascendencia croata, es el presidente de izquierda de Chile elegido el año pasado y originalmente proviene de una plataforma de extrema izquierda llamada grupo Convergencia Social.

FUENTE:

https://www.trtworld.com/magazine/why-latin-america-remains-neutral-on-russia-ukraine-conflict-14973847

¿QUO VADIS AMÉRICA? se pregunta Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma. Pero no habla de los aspectos localistas, secundarios, superfluos y hasta histriónicos de las elecciones en curso en el sub continente, sino de que está en juego el futuro de sus próximos 50 años, por ser parte de la gigantesca guerra híbrida global entre la Unipolaridad decadente de EEUU y sus socios, contra la Multipolaridad del Sur Global ascendente, reflejada en los BRICS, la Nueva Ruta de La Seda y la Organización de Cooperación de Shangai. Una decadencia y un ascenso confirmados unánimemente por todos los medios y expertos económicos y políticos de Occidente.

AUDIO:

A ello se refiere cuando analiza con detalles las próximas  elecciones en Guatemala y en Ecuador, o el laberinto de Boric en Chile o los disgustos de Petro en Colombia. Todos acontecimientos marcados mediáticamente por la corrupción, la violencia, la economía y el narcotráfico. Aspectos muy importantes para la población pero también muletillas que sirven para camuflar detrás de las bambalinas una agresiva y desesperada campaña anglosajona para disciplinar y conservar en su órbita a los pueblos que han vivido bajo su dependencia y que ahora aspiran a ser parte del Sur Global. Con la determinación de acceder a financiaciones racionales, a inversiones justas y rentables, a una economía industrial, a una tecnología avanzada, a decidir políticas de desarrollo sin la tutela de las multinacionales, a una moneda común, etc. Luego de 150 años de sometimiento y expolio, sin nada a cambio.

Y en cuanto a las elecciones en Argentina, Carlos nos dice que no fue casualidad que el impacto haya sido justo antes de la Cumbre de los BRICS del 22 de Agosto, dónde el país presentará su candidatura a miembro de pleno derecho, ni que el candidato ganador de las internas prometa cortar relaciones con China y Brasil, dos de los fundadores de este organismo del Sur Global. Y que no se trata de que un candidato hable con su perro o que otra beba o no vino. Ni que estos “fenómenos loquitos” vayan por su cuenta. Todo lo contrario, son elementos formados en el neoliberalismo extremo y que responden a los poderes internacionales, que quieren que esta región siga retrasada, sin desarrollo y simple proveedora de materias primas. Por lo que los argentinos están convocados -o arreados- a definirse por una alternativa diferente y prometedora, o a ser parte de la decadencia a pasos redoblados de Occidente y -sobre todo- a pagar la peor parte de la misma.

Además, Pereyra Mele, deja unas reflexiones inquietantes:

  • Son tiempos de definición ante los profundos cambios en desarrollo.
  • Tenemos en frente un camino sin retorno.
  • Con tremendas consecuencias según la opción que se elija.
  • No es la hora de preocuparse y SI DE OCUPARSE.
  • Toca ser parte de la historia o ser basurero de la misma.
  • O MULTIPOLARIDAD en ascenso o UNIPOLARIDAD en declive.

Eduardo Bonugli (Madrid, 20/08/23)

LOS TRASCENDENTALES LOGROS PARA NUESTRA REGIÓN EN LA CUMBRE CELAC – UE es el tema de análisis en esta columna del Club de La Pluma, del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, quién destaca que por primera vez se han cambiado la tornas en nuestra relación con Europa, ya que las mismas se regirán a partir de ahora por las normas jurídicas establecidas por La Carta de las Naciones Unidas, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por el Derecho Público Internacional y no por las normas y reglas impuestas  arbitrariamente desde los 90 por EEUU  y por encima de la ONU, y que desde entonces, el “Gran Hegemon” y sus socios se beneficiaron de una globalización arbitraria y a su medida, sostenida de forma impune por su poderoso brazo bélico militar.

Mientras que discrepa de las interpretaciones negativas de los acuerdos, escuchadas en varios círculos políticos, a las que define como negativas. Por ello, recuerda un ley no escrita del Palacio Itamaraty (cancillería brasileña) que dice que “las cumbres sirven para dictar caminos y no para definir absolutamente un tema” además de que jamás se puede obtener el 100% de lo que se quiere. Y se reafirma en los importantes pasos dados para que la UE entienda y respete los derechos y obligaciones de las relaciones multilaterales y el cumplimiento de los acuerdos firmados.

Sobre los posicionamientos políticos señala que la mayoría de los países de la CELAC rechazó las presiones de Bruselas para posicionarse contra Rusia, exigiendo frenar el conflicto de Ucrania apoyando un proceso de paz, además de reafirmar el multilateralismo global en marcha y bloqueando la incoherente exigencia de la UE para que Zelensky participara en el cónclave. Todo un revés para el canciller Borrell y los suyos, quienes esa misma semana, sufrieron el rechazo de Australia al tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, al considerar como inaceptables sus exigencias agro ganaderas.

Además, nos resume los puntos clave del acuerdo como el reconocimiento histórico de Europa en su rol esclavista durante tres siglos y el compromiso de reparaciones de su parte, especialmente para los países caribeños. También de la exigencia del fin del bloqueo a Cuba por parte de EEUU, el apoyo al proceso de paz en Colombia y a la negociación por las elecciones Venezuela.*

Y hace especial hincapié en lo referido a la reclamación de Las Malvinas, sobre el que hubo un vuelco conceptual muy importante por parte de Europa. Que desarrolla con todo detalle, incluso la concordancia firmada convocando al diálogo entre las partes para la resolución de la disputa, además de lo que implican sus consecuencias para el estratégico tema de las 300 millas náuticas de costas soberanas de cada país.

Y finaliza resaltado que los logros son hitos y pautas que sientan un firme precedente para la continuidad de futuras negociaciones, siempre dentro del nuevo marco de La Carta de Las Naciones Unidas, aunque sin olvidar la perversa costumbre histórica de los poderes occidentales en ningunear y adulterar este tipo de acuerdos, en complicidad con la prensa canalla, que mayoritariamente trata de disminuir nuestras posibilidades y nuestras potencialidades

Eduardo Bonugli (Madrid, 23/07/21)

A pesar de las concesiones que hizo, en el documento final de la cumbre CELAC-Unión Europea el bloque latinoamericano y caribeño sentó importantes premisas para su próximo desarrollo

por Eduardo J. Vior
analista internacional

Cuando un documento internacional cosecha al mismo tiempo elogios y críticas de tirios y troyanos, es porque no dice nada o porque todos metieron la cuchara. Este último es el caso del documento final de la Reunión Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Hay de todo como en botica, pero en una síntesis futbolera se lo puede calificar con un 2 a 1: la UE metió la referencia a la guerra en Ucrania, pero los países latinoamericanos y caribeños impusieron sus puntos de vista en temas urticantes y restablecieron la supremacía de la Carta de las Naciones Unidas y de las declaraciones de derechos humanos. Más allá de la foto grupal, esta Cumbre confirmó la decadencia europea y el creciente papel de una América Latina y Caribe aún muy descoordinada. Para saldar este encuentro, hay que analizarlo en función de su contexto, sus prolegómenos y estas negociaciones.

La primera cumbre conjunta de los países de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desde 2015 se realizó el lunes y martes pasados en Bruselas tras largos meses de ardua búsqueda de consensos. Con el trasfondo de la crisis postpandemia y la guerra en Ucrania, la Unión Europea buscaba reconstruir sus cadenas productivas, antes dirigidas a Rusia y China, pero, sobre todo, quiso embarcar a nuestra región en su seguimiento de la estrategia norteamericana para Ucrania e imponer a nuestras delegaciones una invitación a Volodymir Zelenski que fue rechazada de plano.

Para peor, la negativa australiana a negociar con la Comisión Europea un acuerdo de libre comercio (CE) que llegó la semana pasada fue un duro golpe para los planes de Bruselas. Para terminar, también la semana pasada Marruecos dejó caer sin renovación la autorización a buques de la UE para pescar en los caladeros del reino en el Atlántico. Probablemente beneficie ahora a los británicos, quienes después la subastan al mejor postor. Esta acumulación de derrotas debilitó la posición negociadora de los europeos. Así, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegaron a la cumbre con la cabeza gacha.

La desautorización de UE se intensificó con las manifestaciones de Lula –más bien las que no hizo- en la inauguración de la conferencia el pasado lunes por la tarde. “La guerra en Ucrania es una confirmación más de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no está a la altura de los actuales desafíos a la paz y la seguridad. Sus propios miembros no respetan la Carta de la ONU”, dijo Lula y añadió que es “inaplazable” reformar el modelo de gobernanza mundial, ya que el sistema actual “perpetúa las asimetrías” y “aumenta la inestabilidad”. Particularmente socialistas y socialdemócratas esperaban una manifestación de solidaridad de su compañero de ultramar, pero éste, primero, es brasileño, segundo, latinoamericano y, tercero, aspira a tener un lugar en la nueva gobernanza global y lo demostró.

Esta situación táctica se reflejó en la redacción del Documento Final. Así, aunque en el apartado 2 se hace referencia a los “valores e intereses comunes” entre ambas regiones, mientras que en el punto 4 se resalta el vínculo entre la UE y las naciones del Caribe, en el número 5 se manifiesta el interés compartido en el acuerdo que negocian las excolonias de África, Asia y el Caribe con la UE. Particularmente estos últimos estados han presentado formalmente un Plan de Reparaciones por los tres siglos de esclavitud sufridos a manos de los europeos que éstos debieron considerar. Del acuerdo con todas las excolonias británicas, francesas y neerlandesas espera Bruselas una solución sin costos al reclamo caribeño.

Sin embargo, a juicio de este columnista el punto más relevante del documento es la fundamentación jurídica que se dio a la cooperación entre ambas regiones: “7. Reafirmamos los valores compartidos (…) cimentados en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho internacional, en particular los principios de soberanía, libre determinación, no intervención en los asuntos que corresponden fundamentalmente a la jurisdicción nacional de los Estados y no recurso, en las relaciones internacionales, a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial.” Se inserta el respeto a la integridad territorial (que vale para Ucrania, pero también para el reclamo argentino sobre Malvinas), pero se acabó el casuístico “orden internacional basado en reglas” tan pregonado por la diplomacia norteamericana y europea y se restableció el imperio del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU.

Esta vuelta a la normalidad en las relaciones interestatales se reafirma en el punto siguiente: “8. Setenta y cinco años después de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos y treinta años después de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Estado de Derecho y los derechos humanos —ya sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales, incluido el derecho al desarrollo, son considerados todos ellos universales, indivisibles e interdependientes.” La reivindicación de estas bases jurídicas olvidadas en décadas recientes brinda a nuestra región una importante plataforma para su integración y sus relaciones con otros actores internacionales.

Consecuentemente, en los puntos 9 y 10 se reivindican los derechos de los pueblos indígenas y se reconoce (a confesión de parte relevo de prueba) el sufrimiento infligido por Europa a los millones de esclavos que cruzaron forzadamente el Atlántico. Especialmente se acota que CELAC presentó los diez puntos del Plan de Reparación de los países del Caribe.

El punto 11 representa una victoria histórica de la causa cubana: “(…) sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, recordamos nuestra oposición a las disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial.” ¿Habrán considerado los burócratas europeos que esta oposición se extiende a todo tipo de sanciones internacionales?

Nuestro país alcanzó un triunfo indiscutible con la referencia a las Malvinas: “13. En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias.” Y completa: “14. Reafirmamos además nuestra adhesión fundamental a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial y su independencia política, así como la solución de controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y de Derecho internacional.” Como informó el subsecretario para Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Cancillería, Guillermo Carmona, este encuadramiento de la disputa con Gran Bretaña como “territorio en disputa” revalida la discusión sobre la soberanía, pero, además, autoriza a Argentina a cuestionar en los organismos supervisores de la Convención sobre el Derecho del Mar las prácticas predatorias de la pesca en las inmediaciones de la milla 201.

Si bien el apartado 15 manifiesta que “Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania,” en el segundo párrafo encuadra esta mención en el marco de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional y reafirma el multilateralismo como un método de resolución de los conflictos internacionales más allá de la guerra en curso.

El apoyo al proceso de paz en Colombia (punto 39) y al proceso de diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición es un importante espaldarazo para los respectivos gobiernos y tiende los puentes para negociaciones futuras. El resto del documento se explaya en una serie de cuestiones particulares.

En síntesis, este texto puede considerarse una victoria por puntos de los países latinoamericanos y caribeños, que lograron quebrar el dogmatismo imperante en la diplomacia occidental y devolver vigencia a principios básicos del Derecho internacional y del sistema de las Naciones Unidas que los estados del norte habían largamente abandonado. Por supuesto que hicieron importantes concesiones, pero así es la diplomacia. Sentadas las bases, valen también para otros procesos de negociación.

Antes de su participación en el foro Lula se reunió con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien anunció que el bloque movilizará hasta 2027 50.600 millones de euros en inversiones en América Latina y el Caribe a través de la estrategia Global Gateway, para financiar proyectos de infraestructura. La UE y la CELAC han acordado priorizar sectores y cadenas de valor que van desde la energía limpia y materias primas críticas hasta la salud y educación. Algunos de los proyectos ya están en marcha, otros dependen de financiadores privados. Habrá que ver cuánto se cumple de lo prometido. Por otra parte, dada la baja institucionalidad de la CELAC, falta determinar quién seleccionará los proyectos y quién canalizará los fondos.

Todos los participantes en la cumbre estuvieron pendientes de las tratativas al margen sobre el acuerdo de libre comercio entre el bloque europeo y el Mercosur, parrafeado en 2019, pero todavía con varias cuestiones abiertas y otras que se abren cada tanto. Después de 27 años de negociaciones, el rechazo al acuerdo de la Asamblea Nacional francesa y el cariz intervencionista que, especialmente, alemanes y franceses dieron a su enfoque sobre la deforestación de la Amazonía, inducen a prever que el acuerdo finalmente no sea firmado, con el consecuente descrédito de la diplomacia europea.

Una mención especial requiere el memorando de cooperación firmado el lunes por la presidenta de la Comisión Europea y el presidente Alberto Fernández. Según comentó Von der Leyen tras la firma, el memorando tiene como objetivo “desarrollar industrias estratégicas” en nuestro país, “desde las renovables hasta el hidrógeno”. Sólo una evaluación detallada de cada ítem del documento y la definición de cuál y cómo será la participación del trabajo y la inversión nacional en estos proyectos permitirá evaluar su utilidad.

Tanto durante la preparación de la Cumbre como durante su desarrollo fueron evidentes la insistencia de los representantes de la CELAC en ser tratados en pie de igualdad y la dificultad extrema que los europeos tienen en entender la diferencia de visiones entre ambas regiones, la corresponsabilidad de sus miembros en el atraso de nuestros países y que, tras tres décadas de ausencia, no pueden esperar ahora, que necesitan nuestros recursos, que los recibamos con los brazos abiertos.

Es poco probable que esta Cumbre tenga continuidad, ya que los caminos de ambas regiones divergen mucho. Europa está completamente sometida a la estrategia norteamericana de guerra contra el bloque euroasiático, ha aceptado sacrificar su desarrollo y su bienestar en aras de esta orientación y no está en condiciones, ni materiales ni ideológicas, de cooperar en plano de igualdad con otras regiones del globo. Los países latinoamericanos y caribeños, por su parte, a pesar de sus enormes diferencias, han encontrado en China un socio e interlocutor mucho más efectivo y respetuoso. No obstante, seguramente se desarrollarán algunas de las iniciativas planteadas en la reunión y en el documento final, particularmente las referidas a las energías renovables y a la movilidad eléctrica, pero ya serán sólo proyectos bilaterales entre países o con empresas.

Por el contrario, más allá de que se descontinúe el proceso de cooperación entre los bloques…,

…el documento firmado encierra un enorme potencial para las futuras relaciones intra- y extracomunitarias de CELAC….

…La reafirmación del Derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de todas las declaraciones internacionales de los derechos humanos sienta las bases de una plataforma común para el imprescindible desarrollo organizativo de la Comunidad y sus relaciones con otros actores internacionales. Si para algo sirvió la Cumbre de Bruselas, fue para esto.

Articulo publicado en TELAM el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

CUMBRE DE LOS PUEBLOS Madrid, España. 9/07/23 Exposición de Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico (Córdoba, Argentina), con especial agradecimiento a las organizadoras del evento, Cecilia Denis  y Viviana Berdeu.

Tema: GEOPOLÍTICA  DE LOS RECURSOS NATURALES

Es un gran honor para mí participar en este importante encuentro en el que se definen cuestiones fundamentales como la situación de los grandes cambios globales que estamos viviendo y las maneras en que estos cambios están afectando a nuestros pueblos en América.

En primer lugar quiero decirles que, ser testigos de estos tiempos de tan profundas transformaciones globales, nos permite comprobar cómo los mismos desencadenan grandes miedos en las elites del poder y entre sus gobernantes, dada la celeridad con que se producen, además de la incertidumbre que generan y la inestabilidad que provocan. Todo ello por un gigantesco movimiento tectónico de la geopolítica global con epicentro en Asia, que es consecuencia de las tendencias vividas en los últimos 40 años y que rompen todos los esquemas del imperio dominante hasta hace nada.

Y señalo ese período de tiempo -40 años-, porque a lo largo de él se han enmarcado tres modelos de geopolítica internacional, dando lugar a unos vuelcos estratégicos que no se habían registrado casi nunca en la historia de la humanidad. 

Es así cómo hemos vivido primero la Bipolaridad o “Guerra Fría”, luego la Unipolaridad “El supuesto Siglo Americano”, y hoy estamos en pleno desarrollo de la denominada Multipolaridad, con los países asiáticos liderando el recambio de la cúpula del poder mundial.

Y es por éste último y actual escenario de ascensos y hundimientos de potencias, es por lo que he hecho referencia al actual miedo de las elites en el poder. Entre lo que destaco el caso del Alto Representante de la Unión Europea, Joseph Borrell, quién reaccionó rompiendo las más elementales normas de la diplomacia y desnudando un enorme frustración, al declarar que “El Jardín” (Europa) está siendo agredido por “La Jungla” (El resto del mundo). Cuando resulta evidente que los conflictos que sufre el viejo continente germinan y crecen en el corazón mismo de ese “jardincito”, con innumerables y graves problemas internos, además de la guerra de Ucrania, impuesta por la OTAN contra la Federación Rusa y de forma traslativa, contra China y el Sur Global. Y ante el silencio complaciente e impotente de la dirigencia europea.

Sin duda, estamos viviendo tiempos tan especiales como particulares con el ocaso del modelo imperial y neocolonial basado en el “Proyecto Norteamericano del Siglo 21” (El Siglo Americano), desarrollado básicamente desde 1991, con la implosión de la Unión Soviética, el fin de la Guerra Fría y el inicio del dominio absoluto y total del gran hegemón.  

Con él se hizo fuerte el neo conservadurismo y se replanteó “La Doctrina Monroe” para el siglo XXI. Se impuso como doctrina el “Destino Manifiesto Teológico Político Norteamericano” y la consigna de que “Estados Unidos sería la nación imprescindible para el mundo”.

Aquél dominio absoluto estadounidense se basó en la nueva globalización, en la completa dominación de los espacios terrestres y en la militarización de la política exterior. Para lo cual se aplicaron doctrinas ideológicas como la del Consenso de Washington, mientras que en el terreno económico, el neoliberalismo fue impuesto de forma aplastante como el único sistema válido. Todo ello en un espacio efímero de tiempo para semejantes pretensiones, que comenzó en 1991 y que duró hasta aproximadamente 2005, durante el cual se acabaron las luchas ideológicas y comenzaron las luchas geopolíticas que duran hasta la actualidad.

Es así como comprobamos que luego de casi 20 años, la multipolaridad domina el gran escenario global en la búsqueda de un nuevo orden mundial que, por supuesto es rechazado y resistido por Estados Unidos y sus socios. Queriendo éstos -reitero- implementar nuevamente el neocolonialismo en nuestras regiones, con la urgente prioridad del control de los recursos naturales de la región. Lo que es fácilmente demostrable con solo escuchar las declaraciones de la jefa del comando Sur de Estados Unidos, general Laura Richardson, de quién dependen todas “las Américas”, desde el Caribe hasta la Antártida, y que “vino a explicarnos” cuáles son nuestras riquezas, donde están ubicadas, y con quién debemos negociar y con quién no.

Lo que pone encima del tapete, y en primer lugar, el claro enfrentamiento de las viejas y tradicionales potencias occidentales contra el Sur Global. Quién a su vez, busca su lugar bajo el sol, reemplazando el modelo occidental fracasado y fenecido, por otro que viene dando golpes tras golpes en su avance por fuera de la lógica imperialista. Esa histórica lógica imperial, de dominio, de rapiña y de saqueo a nuestra región

Y ya entrando directamente en Latinoamérica, digo que no es necesario grandes explicaciones, ni acudir a tantos y solventes estudios científicos, para confirmar que nuestros territorios son riquísimos. Que poseemos grandes capacidades minerales, incluidos los nuevos minerales estrellas como el litio o las tierras raras y como las petroleras y los hidrocarburos imprescindibles para la transición energética del modelo económico. También disponemos de suelos especiales para la agricultura y la ganadería, que son de gran importancia ante  los incrementos poblacionales en todo el mundo. Y por supuesto, tenemos recursos forestales y pesqueros en abundancia.

Sin embargo, el elemento estrella, el vital, el número uno, el más codiciado por todos, es EL AGUA. El líquido imprescindible que en todo el mundo es causa y consecuencia de graves situaciones humanas y de conflictos, además de otros graves ejemplos cercanos en el cono sur.

Por lo tanto es fundamental tener siempre presente que América del Sur contiene un tercio de las reservas de agua del planeta.

Y de allí y por ello, nos viene la amenaza del imperio, que quiere impedir a nuestros pueblos administrar el recurso, y por el contrario, ponerlo en manos grupos empresariales y financieros multinacionales de la órbita anglo sajona.

De hecho, toda la región está sujeta a un permanente monitoreo y control de las reservas por parte de las inteligencias occidentales, siempre dispuestas, y con medios para generar conflictos y confrontaciones internas, a imponer su estrategia de apropiación de los recursos naturales.

En resumen, insisto en que debemos tomar plena conciencia de que los grandes cambios han llegado y se están profundizando. Por lo que es imprescindible dar la lucha por nuestra independencia en foros como éste, que generosamente me ha permitido participar, y también exigir a las autoridades de nuestros países su presencia activa en otros foros como la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), la Unión Económica Euroasiática (UEEA) y los BRICS. Ya que son las instituciones que demuestran la realidad del movimiento tectónico que está cambiando al mundo, junto al avance del Sur Global.

En resumen, es evidente que el imperio va a poner todas y las más serias dificultades para que ese traspaso de poder no sea ni fácil ni plácido.

La historia es testigo de su crueldad y determinación.

Por lo que se requiere una unidad continental y un poder de ideas concentrado para llegar a esta segunda independencia de los pueblos latinoamericanos en el área económica, pues ya han pasado 200 años de la independencia política de sus casas matrices, pero aún falta lograr la definitiva independencia económica.

Ese es el gran desafío del siglo XXI para los pueblos latinoamericanos.

Muchísimas gracias por permitirme dejar estas reflexiones en tan importante tribuna del pensamiento libre, como lo es LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS.

Carlos Pereyra Mele

Córdoba, Argentina 09/07/2023

Video de la Conferencia del Director de Dossier Geopolitico Prof. Lic. Carlos A. Pereyra Mele en la Cumbre de los Pueblos 2023 8 de Julio Madrid España

Podemos decir que la idea de que el siglo XXI seguirá comandado por EEUU y Europa ha perdido completamente su sentido.

Por Charles Pennaforte(*)

Immanuel Wallestein y Giovanni Arrighi aportaron importantes conocimientos al campo de las relaciones internacionales ( The Decline of American Power , 2004) y la economía capitalista contemporánea ( The Long Twentieth Century , 2007; y Adam Smith in Beijing: Origins and Foundations of the Twenty-First Century , 2008 ). El primero abordó, entre otras cosas, la corrosión ideológica del poder estadounidense a lo largo del tiempo, es decir, la capacidad de los Estados Unidos de América de ser un ejemplo a seguir por el llamado “mundo libre”; y el segundo en la llegada del fin del Ciclo Sistémico de Acumulación actualmente dominado por EE.UU. Las relaciones internacionales están experimentando estas transformaciones.

Aún con algunas críticas pertinentes a los planteamientos y conclusiones de los autores, ya sea por parte de las diversas escuelas analíticas de las relaciones internacionales, lo cierto es que el mundo geopolítico y económico actual ya no es el mismo que al final de la Segunda Guerra Mundial, y mucho menos el uno heredado del final de la Guerra Fría. Podemos decir que la idea de que el siglo XXI seguirá comandado por EEUU y Europa ha perdido completamente su sentido.

La consolidación de China como gran economía capitalista, inversora global y con proyecto geopolítico propio, junto con el regreso de Rusia al tablero de ajedrez en los últimos años, demuestran que EE.UU. y la Unión Europea (el “Occidente”) ya no tienen el control de la economía y de la ideología mundial o, más precisamente, de la democracia liberal como valor absoluto emanado de países comprometidos con los Derechos Humanos o la Democracia. John Mearsheimer en algún momento, por ejemplo, analizó tal proceso ( The Great Delusion: Liberal Dreams and International Realities , 2018). Mearsheimer ( John Mearsheimer: Estamos jugando a la ruleta rusa) sufre varias críticas por haber hecho una lectura lógica, realista y geopolítica del diferendo OTAN-Rusia. Uno de los pocos analistas que no cedió ante el estamento ideológico bélico de la Casa Blanca. Por cierto, no olvidemos a Henry Kissinger, quien también vio la expansión de la OTAN hacia el este como una provocación. Luego cambió de opinión ( Henry Kissinger: Por qué cambié de opinión sobre Ucrania ) para seguir la corriente principal de Washington. Nada más correcto que mantener su coherencia histórica.

Volviendo a nuestro argumento, la idea misma de un compromiso efectivo de EE.UU. con los Derechos Humanos o el respeto al Derecho Internacional pierde sentido cuando recordamos a Irak, Abu Ghraib y Afganistán, para hablar de los hechos más recientes, son los ejemplos más claros de violaciones. derechos territoriales y derechos humanos.

Como ya hemos señalado ( Ucrania War: A New Multipolar World Is Emerging), la invasión de Ucrania (2014-2022) sería la línea divisoria de este nuevo ciclo geopolítico de poder que se perfila. Mucho más que la propia invasión rusa, el fracaso de Occidente en su intento de aislar a Rusia demostró que algo ha cambiado por completo. La baja influencia de los EE. UU. y la UE para reclutar a otras naciones para seguir la estrategia de sanciones contra Moscú demostró que se necesita mucho más que la retórica de la violación territorial de Ucrania. La falta de legitimidad global de la política de Washington es evidente cuando el propio EE.UU. mantiene relaciones privilegiadas con Israel, que ocupa ilegalmente Cisjordania y los Altos del Golán desde 1967, por ejemplo. Además,

Matias Spektor, en Foreign Affairs (mayo/junio 2023), con el artículo In Defense of the Fence Sitters: What the West Gets Wrong About Hedging analiza las causas de que el llamado Sur Global no se haya embarcado en la adopción de posiciones occidentales contra Rusia. Es una buena guía para entender lo que puede estar pasando en las relaciones internacionales y su futuro.

Otra señal de cambio fue la llegada de los Brics, englobando a países con gran proyección mundial en términos económicos y posteriormente la creación del Nuevo Banco de Desarrollo como organismo efectivo en la democratización del acceso al crédito internacional fuera del centro tradicional creado en la posguerra. periodo de guerra como el Fundo Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial. Este es un detalle importante para esta nueva configuración geopolítica y económica, aún con las evidentes asimetrías entre sus miembros fundadores. El posible ascenso de Brics a Brics Plus con otros países postulados para unirse al grupo demuestra que algo está fuera del patrón tradicional que conocemos.

Líderes de los países miembros de los Brics durante la cumbre del G20 en 2019 (Alan Santos/PR)
Líderes de los países miembros de los Brics durante la cumbre del G20 en 2019 (Alan Santos/PR)

Cliff Kupchan, presidente del Eurasia Group, en un artículo del sitio web Foreign Policy titulado 6 Swing States Will Decide the Future of Geopolitic , ya visualiza que la nueva dinámica geopolítica está cambiando para nuevos protagonistas como Brasil, India, Indonesia, Arabia Saudita , Sudáfrica y Turquía. Países que no están en la esfera de influencia directa de EE.UU. y que deberían recibir más atención de Washington según el autor. Se trata de naciones que no apoyaron las sanciones impulsadas por la UE y EEUU contra Moscú y buscaron establecer sus propias líneas de actuación en función de sus intereses económicos y geopolíticos.

Otra contribución importante y coherente a la realidad de la disputa geopolítica entre la OTAN y Rusia es el artículo de Samuel Charap, An Unwinnable War Washington Needs an Endgame in Ukraine, también en Foreign Affairs. La lógica de extender una guerra en la que Rusia ni siquiera puede ganar, pero es poco probable que sea derrotada, solo sirve a los intereses (económicos y geopolíticos, por ejemplo) de los EE. UU. Además de aumentar los peligros de una escalada militar e incluso nuclear. Europeos y ucranianos son meros peones dentro de la lógica de Washington. Hay que reconocer que Moscú tendrá que hacer oír sus quejas tarde o temprano. Si bien el sentido común no encuentra eco en Washington, varios analistas ya lo advierten.

Con base en el escenario actual, el mundo está entrando en una nueva fase, que no será liderada por EE. UU. y la UE. Ahí radica el mayor problema de europeos y norteamericanos: reconocer que su ciclo de poder está llegando a su fin, pero no aceptarlo de manera coherente. ¿A qué nos referimos con eso? Mantener las mismas líneas de acción en la Guerra Fría, es decir, crear sistemáticamente “enemigos comunistas” para alistar aliados y mantener una línea beligerante en política exterior es una grave falla que no cambiará el resultado final: el declive geopolítico y económico del país. EEUU como potencia dominante y de Europa como importante región geopolítica.

Por otro lado, la UE aún no se ha dado cuenta de que la línea dictada por EE.UU. y seguida ciegamente por Bruselas promoverá aún más problemas para el bloque. De hecho, los resultados ya son visibles. La inflación y el desempleo son las puntas visibles del iceberg con el que tiene que lidiar la UE. La pérdida de influencia del eje euroatlántico es irreversible.

¿Que hacer? Es hora de prepararse para el nuevo ciclo geopolítico global.

(*)Charles Pennaforte es profesor de Geopolítica en el Curso de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Pelotas (UFPEL). Y Miembro de Dossier Geopolitico

Publicado en Le Monde Diplomatique Brasil https://diplomatique.org.br/e-a-hora-de-preparar-o-novo-ciclo-geopolitico-mundial/

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

En artículos anteriores hemos dicho que el poder imperial se sustenta en tres pilares : su gran aparato militar, su indudable superioridad en materia de control del aparato cultural-mediático global y la potestad auto concedida de ser el poseedor y único emisor del dólar, moneda que juega el papel de principal instrumento de cambio para el comercio mundial.

En futuras entregas abundaremos sobre los dos primeros cuya situación es distinta y tiene particularidades porque mientras el predominio militar comienza a desvanecerse, la preponderancia en el ámbito de la cultura y las comunicaciones se ha transformado en la primordial herramienta de sostenimiento de su hegemonía.

Hoy daremos algunas pistas para exponer el avance del proceso de desdolarización que pareciera ser el más activo y el que muestra los avances más acelerados en materia de debilitamiento del poder global de Estados Unidos.

Las cifras son claras: en 2001, las reservas mundiales en dólares eran el 73% del total, al 2021 esa cifra se había reducido a 55% y a 47% al año siguiente.

Esto expone que el año pasado la cuota del dólar en las finanzas mundiales tuvo una caída 10 veces más rápida que la media de las últimas dos décadas, lo cual es sin duda alguna, una cifra de extraordinario impacto. Según el analista internacional brasileño Pepe Escobar: “Ahora ya no es descabellado proyectar una cuota mundial del dólar de sólo el 30% para finales de 2024, coincidiendo con las próximas elecciones presidenciales estadounidenses”.

Paradójicamente, el origen de esta abrupta caída vino dada por el congelamiento en Occidente de las reservas rusas (un monto suprior a los 300 mil millones de dólares), haciendo sonar las alarmas en el sentido de que ya no era seguro sostener reservas en dólares en el extranjero. A partir de ese momento, se desató una verdadera avalancha de desdolarización que se ha patentizado a través de decisiones de países y alianzas internacionales a lo largo y ancho del planeta.

Aunque el proceso ha seguido un desarrollo paulatino, podría situarse en el pasado mes de abril el momento en que el mismo tomó un nivel de aceleración profunda. Tal vez, si quisiéramos establecer para la historia un hecho que exprese el instante de influjo de este curso, lo podríamos ubicar en aquel momento cuando el presidente de Brasil Lula da Silva reflexionara en voz alta sobre el asunto durante su viaje a China en abril pasado: “Todas las noches me pregunto por qué todos los países tienen que comerciar respaldados por el dólar […] ¿Por qué no podemos comerciar respaldados con nuestras propias monedas? ¿Quién decidió que el dólar fuera la moneda (global) tras la desaparición del patrón oro? ¿Por qué no el yuan o el real o el peso?”

Unos días antes, el 30 de marzo, Brasil y China habían anunciado un acuerdo comercial que les permitiría utilizar las monedas de los dos países, el yuan y el real, respectivamente. Esta decisión, aunque no fue la primera, se insertó en una dinámica que sobrevendría, estimulando a otros países latinoamericanos y de otras regiones a seguir ese camino.

Así, Argentina, en una situación de profunda crisis económica y financiera motivada en una carencia de divisas que se agravó por las imposiciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y una difícil negociación del pago de la deuda, decidió renunciar al dólar como pago de esta, acudiendo al yuan chino no, solo para comerciar con Beijing, también para pagar la propia deuda con el FMI.

En el mismo mes de abril en otros lugares del planeta comenzaron a decidirse procesos similares. Así, Tailandia y China iniciaron conversacionespara promover aún más sus divisas nacionales para el comercio bilateral, que ya utilizan desde hace años para transacciones entre ambos países. Asimismo, el Banco Popular de China ha establecido mecanismos de cooperación con el Ministerio de Finanzas de Japón, el Banco Central de Malasia y el Banco de Indonesia para emplear las monedas nacionales para el comercio, la inversión y los pagos en el sector privado.

De igual manera, otros países se han sumado a la desdolarización como Rusia, Arabia Saudí, Bielorrusia, Irán y Egipto que están impulsando el uso de monedas nacionales para el comercio bilateral, todo lo cual ha prendido las alarmas en Washington que observan impávidos como se desmorona uno de los pilares de sustento de sus dominación global. En este sentido, el senador republicano Marco Rubio, dijo que: “si esta tendencia continúa, en 5 años la Casa Blanca no podrá sancionar a ningún país”. Así mismo,  Janet Yellen secretaria del Tesoro de Estados Unidos afirmó que siendo difícil dejar de usar el dólar,reconocía que si ello sucediera, tendría consecuencias muy graves para su país. En un acto de extraña conformidad, Yellen aceptó que “las sanciones contra Rusia han empujado a las naciones a dejar de usar la divisa estadounidense”.

Dado continuidad a lo que a finales de abril ya parecía un curso inevitable de los acontecimientos, el presidente de Siria, Bashar al-Asad urgió abandonar el comercio en dólares proponiendo reemplazar la moneda estadounidense con el yuan chino. Según el mandatario sirio “…la guerra entre Occidente, encabezado por Estados Unidos y los países soberanos es principalmente económica, [por lo que] es necesario deshacerse de los grilletes de comerciar con el dólar estadounidense”.

De la misma forma, el 22 de abril, Bangladesh e India acordaron realizar una parte de sus transacciones comerciales bilaterales en sus respectivas monedas nacionales, el taka y la rupia.

Según Afzal Karim, director ejecutivo del Sonali Bank Limited, el principal banco comercial de propiedad estatal de Bangladesh, la decisión se sustentó en la convicción de que “el comercio bilateral con India en taka y rupias reducirá la presión del dólar estadounidense, produciendo un beneficio para ambos países”.

En este marco, los cancilleres del grupo BRICS reunidos en Ciudad del Cabo el pasado 1° de junio abordaron el tema, discutiendo acerca del posible lanzamiento de una moneda común para avanzar en el proceso de desdolarización y su posible expansión, de cara a la cumbre de jefes de Estado y de gobierno del bloque económico que se celebrará el próximo mes de agosto. Al respecto, la ministra de Relaciones Internacionales y Cooperación de Sudáfrica, Naledi Pandor afirmó que este era un asunto que se debía discutir y “discutir adecuadamente”. 

Considerando que algunos de los países involucrados hasta ahora en el proceso, son miembros del grupo BRICS, que más de 20 países han solicitado su incorporación al conglomerado y que a esta altura, los cinco países que configuran esta asociación producen el 32,1% del PIB mundial frente al 29,9% del Grupo de los Siete, el impacto de lo que está ocurriendo cobra una importancia de nivel estratégico global.

Siguiendo la tendencia,  Indonesia, una de las mayores economías del sureste asiático, se sumó a la decisión del grupo BRICS para alejarse del dólar y comerciar con su propia moneda. iniciando la diversificación del uso de la moneda en forma de LCT [comercio en moneda local]. Según el gobernador del Banco de Indonesia, Perry Warjiyo, la dirección es la misma que la de los BRICS, pero de hecho, Indonesia ha tomado decisiones más concretas, toda vez que Yakarta ya había implementado el comercio en monedas locales con varios países como Tailandia, Malasia, China y Japón y Corea del Sur.

Vale decir que en este marco, como expresión del interés chino por internacionalizar su moneda, en marzo, el yuan se convirtió en el instrumento financiero más utilizado para la realización de transacciones transfronterizas en China superando al dólar por primera vez con un aumento de 26% respecto del mes anterior según un cálculo de Reuters basado en datos de la Administración Estatal de Divisas de China.

Ya en el mes de mayo, siguiendo esta directriz de las finanzas internacionales, el gobierno de Zimbabue se propuso lanzar una moneda digital respaldada por oro para reducir su dependencia del dólar y proteger a sus ciudadanos de las fluctuaciones monetarias. Según el Banco de la Reserva de Zimbabue, (RBZ, por sus siglas en inglés)  en una primera fase se emitirán monedas digitales respaldadas por oro con fines de inversión con un período de consolidación de 180 días y canjeables de la misma manera que las monedas físicas de oro existentes.

En América del Sur, tras la decisión bilateral brasileño-argentina de comerciar con sus monedas locales, Bolivia anunció que estaba examinando la posibilidad de no mercadear en dólares estadounidense y emplear el yuan de China para llevar a cabo sus transacciones internacionales. En una rueda de prensa el día 10 de ese mes, el presidente boliviano Luis Arce afirmó que Argentina y Brasil, siendo las dos economías más grandes de la región ya estaban transando en yuanes en acuerdos con China, y explicó que a pesar de que tradicionalmente la zona ha estado bajo influencia de Estados Unidos,  en la actualidad muchos países tienen más comercio exterior con China que con el país norteamericano agregando que la tendencia de la región va a ser esa,  A partir de este diagnóstico, Arce declaró que: “Bolivia no podía quedar al margen de lo que está ocurriendo mientras hace comercio directo con China, [por lo que] no es necesario transar en dólares.

En la misma dirección, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro opinó que su país tiene que acoplarse a un sistema en el que «no se utilice la moneda para esclavizar a los pueblos» por lo cual, consideró que Venezuela debe «insertarse en la iniciativa de desdolarización del mundo». Al mismo tiempo que ordenaba a su gabinete estudiar otras alternativas para el intercambio comercial a fin de evitar el uso político que hace Estados Unidos de su moneda, el presidente bolivariano expuso que  “mientras el mundo sea más multipolar, pluricéntrico y con equilibrio, aparecerá una [mayor] canasta de monedas para el comercio y para el funcionamiento financiero”

CONTINUARÁ

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