Moscú es el principal abastecedor de gas a Europa. El bloqueo de las exportaciones del fluido de Rusia abriría un negocio formidable para la industria petrolera de los Estados Unidos ante un continente sediento de combustible. Burisma, la principal empresa privada ucraniana de explotación de gas, y el factor Biden.

Dossier Geopolitico publica este articulo realizado por la Periodista de Investigacion Eleonora Gosman San Pablo —6 de marzo de 2022 

La guerra instalada en el corazón oriental de Europa, entre Rusia y Ucrania, ha merecido los más detallados análisis políticos, históricos y militares. Pero poco, o nada, se profundiza sobre el trasfondo económico que subyace en ella. Lo que está en juego en este conflicto es monumental: empieza por las reservas de gas y las tuberías de transporte del fluido. Pero sigue por la disputa entre dos grandes potencias, Rusia y Estados Unidos -y lateralmente China- para ver quién se queda con la cereza del postre. Luego, transita por las oligarquías que no diferencian entre Oriente y Occidente. Y desemboca en planes geopolíticos de quienes entran en la disputa por la dominación energética de regiones, países y mercados.

Basta una mención numérica para distinguir a los grandes jugadores mundiales. Rusia se consagra en el primer lugar del ranking de las naciones con las mayores reservas gasíferas del mundo. Posee 38 billones de metros cúbicos (comprobados). Le sigue Irán, Qatar y Turkmenistán. Estados Unidos aparece en la quinta posición, con 12,9 millones de metros cúbicos. Pero el orden se invierte en cuanto se habla de producción. La supremacía la ejercen, de lejos, los norteamericanos con 921 millones de metros cúbicos anuales. Y le sigue Rusia, en un segundo lugar. Kiev, la capital ucraniana, mantenía hasta estos días el control grandes yacimientos gasíferos, ubicados en territorios del Este y del Sudeste ucraniano, donde se almacenan más de 2,15 billones de metros cúbicos del combustible fósil gaseoso. Esa es precisamente la región de Yuzivska, a orillas del río Dnieper, entre Kharkov y el Donestsk, que hoy está escindida en dos repúblicas, la del Donestk y la de Lugansk, reconocidas ahora como países independientes por el Congreso ruso y su presidente Vladimir Putin.

Esta es, desde luego, una parte de la historia. La otra parte involucra a la industria gasífera de Estados Unidos que acaba de encontrarse con un gran filón, gracias a las sanciones aplicadas contra Moscú por Washington y países europeos. Por un lado, tal como indica un artículo de The Guardian publicado el 27 de septiembre por elDiarioARChevron, ExxonMobil, Shell y varias más, junto a cientos de contratistas de perforación y suplidores de equipos que trabajan con ellos, quieren aumentar en forma sustancial las exportaciones de gas a una Europa sedienta del combustible. El problema que enfrentaban, hasta el presente, era la poderosa empresa estatal rusa Gazprom, el mayor obstáculo para recuperar el mercado europeo.

El gas natural ruso representa más del 30 por ciento de todas las importaciones de la Unión Europea. Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas procedente de Rusia, mientras que otros países, como la República Checa y Rumanía, utilizan únicamente el de la nación euroasiática. Es preciso recordar que las reservas almacenadas de gas por los europeos han bajado considerablemente. En parte largo y frío invierno de 2021-22. Pero también porque tanto como Alemania decidieron abandonar el carbón, contaminante en extremo, y precisan sustituirlo por el gas.

Para los políticos ucranianos, el gas de esquisto (que se obtiene por fracking) es una alternativa única para independizarse de Rusia y los demás proveedores de gas, como Qatar e Irán. Para las petrolíferas es un gran negocio: tanto las norteamericanas como las europeas han demostrado su interés en esa exploración. Esto les permitirá conquistar mercados europeos importantes. Esto lleva implícita una conclusión: las vastas reservas de gas de esquisto en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, controladas por los separatistas y donde hoy se encuentran precisamente la avanzada militar rusa, son un elemento importante si se quiere analizar la crisis de Ucrania.

Caja de Pandora

El secretario de Estado Anthony Blinken no dejó lugar a dudas sobre la importancia que la Casa Blanca le asigna al hecho. En Bruselas, luego de reunirse con la cúpula de la Unión Europea, se resolvió reforzar las presiones sobre Putin “hasta que termine la contienda”. Para la Comisión Europea, tal como lo reveló este viernes en un comunicado posterior al encuentro: “Desgraciadamente, horriblemente, puede ser que este conflicto no termine rápido. Tenemos que desarrollar acciones sostenidas hasta conseguir que esta guerra finalice”. Según el secretario de Estado, Rusia violó principios básicos que “si los permitimos, estaremos abriendo una caja de Pandora en todos los rincones del mundo”.

La nueva sanción sería pesada, mucho más aún que las adoptadas en el campo financiero contra los bancos rusos y amigos del presidente Putin. Se trata, ni más ni menos, de impedir las exportaciones de petróleo desde Rusia. Otro tanto podrían hacer con el gas. Fue lo que le hizo recordar a Blinken por qué el gobierno estadounidense se opuso, siempre, al funcionamiento del Nord Stream II, un gasoducto que une, a través del Báltico, a Rusia con Alemania en forma directa. Está finalizado, pero Alemania no autorizó su funcionamiento.

La conflictividad entre Rusia y Ucrania, en esta segunda década del siglo XXI, tuvo un origen etiquetado en la Revolución de la Dignidad ucraniana. A fines de 2013 y comienzos de 2014, la Plaza Maidán fue el sitio elegido por los ucranianos para manifestar masivamente su revuelta contra la corrupción que campeaba en el país. Buena parte de esos manifestantes pedían el ingreso de Ucrania a la Unión Europea y, por añadidura, a la OTAN. Las grandes protestas concluyeron en febrero con la renuncia del presidente, Viktor Yanukovych, considerado como “pro Moscú”.  Las elecciones presidenciales, que debían ocurrir en febrero de 2015, fueron adelantadas para mayo de 2014. La victoria le otorgó la presidencia directamente a uno de los grandes oligarcas ucranianos: el billonario Petro Poroshenko. Los comicios quedaron circunscriptos a las provincias del oeste y del centro de Ucrania. Y eso dio origen a la rebelión oriental, en la región sur y este del país. Allí están, precisamente, las repúblicas autodeclaradas de Donetsk y de Lugansk, pobladas esencialmente por habitantes de habla rusa, y que el presidente Putin y el Congreso ruso acaban de reconocer oficialmente una semana atrás.

Biden e hijo

Según un informe del Senado de Estados Unidos, el entonces vicepresidente Joe Biden fue encomendado por la administración Obama para comandar las relaciones con el gobierno emergente después de las concentraciones en la Plaza Maidan de Kiev. El dossier de los senadores, que iniciaron la investigación del caso, indicó que “bastaron 28 días para que se desarrollaran eventos significativos que involucraron a Biden”. El 21 de abril, el entonces vicepresidente de Barack Obama, visitó Ucrania y poco después fue descripto por la prensa estadounidense como “la cara pública del manejo de las relaciones” con la nación eslava, la segunda en tamaño territorial dentro de Europa. Las Comisiones del Senado montadas fueron las de Finanzas y la de Seguridad Nacional y Asuntos del Gobierno. Y el informe final indica que “el vicepresidente Biden inició una corta visita a Kiev apenas dos días después de ocurrida la renuncia del jefe de Estado ucraniano”. Y añade que “el objetivo principal fue demostrar el respaldo incondicional de Washington al gobierno ucraniano”. El vicepresidente norteamericano llevaba, consigo, un paquete esencial de ayuda económica a Poroshenko: un crédito del Fondo Monetario Internacional por 17.000 millones de dólares, a cambio del cuál debía proceder a grandes reformas macroeconómicas y financieras. Una de las condiciones fue colocar en el comando de la economía del país una ex funcionaria del Tesoro de Estados Unidos, Natalie Ann Jaresko, que tenía doble nacionalidad.

Después de ese viaje, Biden se reunió ya en su despacho de la Casa Blanca con Devon Archer, un abogado socio de su hijo Hunter Biden en la firma de inversiones Rosemont Seneca Thornton. El 22 de abril, Archer fue incorporado al directorio de Burisma, la principal empresa privada ucraniana de explotación de gas. Controlaba, precisamente, el ducto transportador del gas ruso al resto de Europa. El 12 de mayo de 2014, el abogado Hunter Biden entró también en el directorio de esa compañía. Su dueño era, por entonces, Mykola Zlochevsky, un oligarca ucraniano considerado corrupto por Washington. De acuerdo con la investigación del Senado, Biden hijo y su socio Archer recibieron “en el transcurso de los siguientes años millones de dólares salidos de las cuentas de Zlochevsky”.

 EG

Fuente de publicacion que la autora autoriza su difusion: https://www.eldiarioar.com/mundo/dominacion-energetica-regiones-paises-mercados-corazon-guerra-ucrania_1_8805605.html

Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas procedente de Rusia

Entrevista que me realizara el Periodista Alfredo Guruceta para su programa “Con Sentido Común” en el Canal “C” de Córdoba en cablevision sobre la realidad del Conflicto en Europa del Este, ¿por qué se pelea?; ¿Cuáles son los intereses en juego?; ¿El rol de la OTAN?; ¿El rol de la Unión Europea?. Los misiles de EEUU en Polonia y Rumania que amenazan la seguridad de Rusia y mientras las Guerras no difundidas en Somalia, Damasco y en Yemen continúan:

La guerra olvidada: 8 años de bombardeos de Kiev contra Donbass, que de pronto se transformo en la unica… https://redradiove.com/rt-la-guerra-olvidada-8-anos-de-bombardeos-de-kiev-contra-donbass/ 

La guerra sin prensa Yemen: la guerra de la vergüenza
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/yemen-la-guerra-la-verguenza/ 

Video Completo del Conversatorio realizado en 3 de Marzo: O Conflito OTAN/Rússia na Ucrânia pela ótica Geopolítica Análise do conflito entre a Rússia e OTAN com a participação de especialistas em geopolítica. Uma visão sem filtros das verdadeiras causas e consequências do conflito. Participação de Vinicius Modolo Teixeira(UNEMAT), Carlos Pereyra Mele (Dossier Geopolítico/Argentina) e Charles Pennaforte (UFPEL). Organizado por LabGRIMA   (laboratorio de Geopolítica, Relaciones Internacionales y Movimientos Antisistema) de la Universidad Federal de Pelotas Rio Grande do Sul – Centro de Estudos em Geopolítica e Relações Internacionais (CENEGRI) y Geopolitica e Mercosul grupo de Pesquisa  

 En la dirección que se publica a continuación se puede acceder a la visualización de la Conferencia

https://fb.watch/bz8qTnNDtK/

Biden no sabe ni dónde organiza las guerras: confunde a ucranianos con iraníes

Poca vergüenza. Es la que ha demostrado el presidente de EEUU, Joe Biden, al confundir a los ciudadanos ucranianos con iraníes. Y también demuestra una falta de conocimientos mínimos sobre a dónde va EEUU a organizar sus guerras bajo el pretexto de defender democracias, pero cuyo verdadero interés es el expolio de recursos naturales ajenos.

A EEUU le da igual dónde invade

También desnuda una falta de interés real que roza la obscenidad, en los verdaderos intereses de esos países y sus poblaciones. Les da exactamente igual, si son ucranianos, iraníes, sirios, iraquíes o yemeníes.No hay que ir muy lejos para encontrar ejemplos, no sólo de líderes de EEUU, sino de Occidente en general. Y es que hace pocas semanas, ante la pregunta del canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, a su par británica, Liz Truss, de si reconocía la soberanía de Rusia sobre las regiones de Rostov y Vorónezh, la canciller del Reino Unido respondió: «nunca lo reconoceremos».La embajadora de Inglaterra en Rusia tuvo que sacarla de ese terreno vergonzoso de la soberbia que origina esa ignorancia, y explicarle que se trataba de dos regiones de Rusia.

El pasado los condena

También en su momento, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo unas declaraciones que hacían referencia a este tipo de situaciones: «Es difícil mantener un diálogo con gente que confunde Austria con Australia. Pero no hay nada que hacer. Por lo visto, ese es el nivel de cultura política de determinada parte de la elite dominante estadounidense», dijo Putin en una rueda de prensa al finalizar la cumbre de los BRICS en la ciudad china de Xiamen en septiembre de 2017.Esas palabras del mandatario ruso aludían a un episodio protagonizado hace una década antes por el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, quien confundió a estos dos países.Y ahora, ‘Sleepy’ Biden que suelta: «Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo iraní».»Las élites dirigenciales norteamericanas han ido hacia un área de mediocridad de un nivel inconmensurable, fundamentalmente desde que pusieron a un cómico como Ronald Reagan. En adelante, las dirigencias que han encabezado el poder norteamericano han sido cada vez más débiles y más influenciables y más manejables por los gigantescos grupos de poder que realmente son los que administran el poder en EEUU», advierte el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.Según el experto, «todo esto debe llamar la atención, ante los acontecimientos que estamos viviendo que realmente, cómo hace un bando con otro para poder negociar con este nivel de capacidades que están demostrando, o los niveles de capacidades de las mismas dirigencias europeas que cada vez también son más mediocres y más decadentes», sentencia.El analista incide en que Alemania ha perdido muchísimo con la retirada de Angela Merkel.»Es evidente. La actual Administración parece más ser puesta por Washington que la votada por los mismos alemanes. Además, se pega un tiro en el pie porque aplica sanciones que la van a desfavorecer en esta competencia internacional que está ocurriendo con el tema de la energía», avisa Carlos Pereyra Mele.

Con motivo del incremento del Conflicto que se desarrolla en la Europa del Este y con la involucración directa de Rusia en la Guerra Civil de Ucrania el Director de Dossier Geopolitico carlos Pereyra Mele e Integrantes del Equipo de Dossier geopolitico han sido requeridos por numerosos medios orales televisivos y escritos sobre el mismo aqui una breve síntesis de algunas de esas intervenciones:

1 Como cada viernes en este tramo de » Ayer y Hoy» por 650 Belgrano nuestro compañero el licenciado Carlos Alberto Pereyra Mele nos trae las ùltimas novedades en materia de polìtica internacional desde su habitual columna semanal para nuestro programa. En el dìa de hoy se refiere al los verdaderos motivos del conflicto bèlico entre Rusia y Ucrania que tiene en vilo al mundo.

2 AM 1059 LV 27 RADIO SAN FRANCISCO

3 agencia de Noticias FARGO -Foro Argentino de Radios Comunitarias

El analista internacional y especialista en geopolítica, Carlos Pereyra Mele, afirmó que Rusia lleva adelante una operación militar “quirúrgica” contra objetivos militares en Ucrania con el fin de “desmantelar la capacidad bélica” en ese país, al referirse a los acontecimientos de este jueves a la madrugada.

Se ha destruido parte de la fuerza aérea, los equipos electrónicos, las bases militares, etcétera, para dejar inerme a ese Estado”, manifestó el especialista en geopolítica, en comunicación con el Informativo FARCO, y explicó que Vladimir Putin decidió avanzar de esta manera porque fueron desoídos los reclamos de la Federación Rusa ante los países que integran la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Lo que ha acontecido en Ucrania era crónica de una muerte anunciada porque recuerden que desde hace ya bastante tiempo Rusia puso bien en claro cuál eran las líneas rojas que no se podía cruzar”, agregó.

Cuando la Unión Soviética se disolvió en 1991, la OTAN instaló bases en Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Rumania, Bulgaria, entre otros países. Desde hace un tiempo, sostuvo Mele, Ucrania pretende incorporarse a la organización internacional y eso, para Rusia, “es el acabose”, es decir la gota que rebalsó el vaso. “No estamos hablando de países iguales, estamos hablando de super potencias que ven afectada su seguridad nacional in extremis y actúan in extremis

Mientra todo el aparato mediatico cultural manejado por el Mundo Anglosajon se puso en marcha para demonizar a Rusia en la misma Semana se realizaban varios ataques en zonas en Guerra por parte de esos mismos paises o sus «aliados»

El colaborador de Dossier Geopolítico en España, Eduardo Bonugli, nos acerca al Club de La Pluma, una crónica  del “Día D” del conflicto en Ucrania, el 24 de Febrero, al que denomina EL DIA QUE BIDEN NO SE ATREVIÓ A SER EL CID CAMPEADOR DE EUROPA

Un relato imaginativo desde una virtual cafetería de Madrid o desde el salón de una casa, que refleja a la sociedad europea, con unas primeras horas furiosas que prometían venganza, hasta una medianoche con sabor a depresión y  derrota. Y entremedio, la sobre actuación de una prensa desbocada que se supera a si misma en su carrera hacia el absurdo. 

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

Columna de Geopolitica en el Club de la Pluma. Harto de tanta desinformación occidental, realizamos está columna: Como diría Montesquieu: El culpable NO es el que inició la Guerra, sino, el que hizo la Guerra INEVITABLE.

Una crónica de una muerte anunciada por el incremento del conflicto en Europa del Este, como lo adelantamos desde el 2014.

La Hipocresía de dobles estándares de los “medios” y los dirigentes políticos de la Unión Europea/OTAN para “informar” según sus “intereses” que no son otros que los de las angloesferas.

Hoy no es la Rusia que  soñaron los occidentales que fuera un País paria y rogante de fondo para inversión compañeros Hoy es un País reconstruido, fuerte y orgulloso. lo que los enfurece y enloquece escuchando a los jefes de la OTAN

Explicamos cómo fueron abandonados por sus mentores occidentales, los gobernantes de Kiev, y de que siempre fueron países usados por todas las potencias para dirimir sus intereses

Todos lloran por este conflicto en Europa pero nadie SANGRA por Ucrania en Europa, como lo habíamos informado en tantas columnas de este Club de la Pluma.

El Choque mayor de las super potencias atlantistas y los continentalistas se reflejan en está lucha en Ucrania, donde mas temprano que tarde demostrara una nueva derrota en este Afganistán 2.2. de la OTAN/USA. Y esto será un parteaguas de la historia como lo fue el 2020 con la Pandemia y el 2021 con la derrota en Asia Central de OTAN/USA

¡¡MUEREN 4.068 PERSONAS DURANTE FEBRERO, EN LA GUERRA DEL YEMEN!!
En Enero habrían muerto cerca 3.900 personas y unas 48.700 a lo largo del 2022, mientras que el total de la guerra desde el 2014 sumarían las 337.000 muertes.
El conflicto se originó por la invasión a ese país por Arabia Saudita apoyada por EEUU, Inglaterra y con armamento de Europa, además de la presencia de los terroristas del Isis, siempre relacionados con la gestión Obama / Biden /Clinton, en las primaveras árabes del Mediterráneo, que destruyó -entre otros- a Libia y que dejó toda la región sembrada de terroristas, mafias, muerte, hambre y la mayor ola de refugiados de la historia, según la ONU.
Es un país ubicado en África, donde comienza el canal de Suez y que es muy importante para la estrategia global de EEUU y también por sus recursos naturales.
Es de esperar que ese «mundo libre y rico» tan indignado por lo de Ucrania, sea coherente con esta tragedia y que actúe de forma similar y proporcional. 🥲

El prestigioso periodista mexicamo Roberto de la Madrid con su programa Detrás de la razón entrevista a dos destacados analistas internacionales Francisco Javier Martinez y a Axer Amo Izarra sobre los últimos acontecimientos luego de iniciadas las acciones militares de tropas rusas en Europa Oriental

Entrevista en dos partes: PRIMERA

SEGUNDA PARTE

Dossier Geopolitico publica una síntesis de entrevistas a varios autores: Julio Fernández Baraibar, Néstor Nestor Miguel Gorojovsky, Juan Constant, Juan Francisco Soto, Miguel Barrios, Stella Calloni y Walter Formento. Por parte del Director de La Señal de los Medios Radio Grafica FM 89,3 Gabriel Fernández

✓Disuasión nuclear ✓Las matrices ✓FMI y corralito ✓Los actores ✓El futuro de Ucrania ✓¿Golpe de la OTAN sobre la Unión Europea? ✓El pacto de UE y China ✓El acuerdo entre Rusia y China ✓Los riesgos ✓Los tiempos ✓Democracia y Comunicación | Gabriel Fernández *

«Hace pocas horas, Putin indicó: “Los altos funcionarios de los principales países de la OTAN hacen declaraciones agresivas contra nuestro país. Por lo tanto, ordenó al ministro de Defensa [Serguéi Shoigú] y al jefe del Estado Mayor [Valeri Guerásimov] que dispongan las fuerzas de disuasión del Ejército ruso en un modo especial de servicio de combate”.

El día después, o la derivación de una decisión intensa, suele estar en los planes de los estrategas. Lanzarse a una acción audaz sin previsiones acerca de los posibles resultados sería un triste remedo de quienes dejaron un surco en la historia política. Historia que posee en su interior, guerras. Veamos.

✅MI TIERRA. Para empezar, es necesario comprender dos factores: mientras Rusia logró -tras una década fallida- articular el poder del Estado con el interés geoeconómico y estratégico profundo… el supra poder que preside la OTAN carece de matriz territorial, porque está vertebrado por las grandes corporaciones financieras.

✓No por bueno -sí por oportuno- el gobierno de la Federación de Rusia necesita garantizar bienestar y seguridad a su población y a la de sus aliados. China también.

✓No por malo -sí por unilateral- el atlantismo no trepida en someter al ajuste y la transferencia de recursos a sus propios territorios, y a los de socios, que lamentan el enlace.

El conflicto en Ucrania encuentra al espacio euroasiático, un motor de la Multipolaridad, en ascenso, y al eje del núcleo occidental, rémora del Consenso de Washington, con serios problemas económicos prácticos. La nueva caída en la producción industrial norteamericana es un ejemplo de ello, y la gravísima crisis social ucraniana, la evidencia de las dificultades para ofrecer prosperidad. Ya no hay “Alianza para el Progreso”, con capitales generadores de empleo, y beneficios remitidos a las casas centrales. Sin toma. Apenas daca.

Tan es así que la nación que ocupa las portadas es un caso ejemplar. La gestión “pro occidental” de Volodimir Zelensky obtuvo uno de los principales créditos del Fondo Monetario Internacional -no tan grande como el adquirido por el macrismo, admitámoslo-, el cual condiciona toda su estructura. La semana que arranca este lunes estará caracterizada por un corralito versión ucraniana, que sumará más descontento al ya existente debido al aumento de la pobreza en dimensión récord, y del desempleo. Antes del golpe del 2014, el PBI creció exponencialmente; tras la asonada atlantista del Euromaidán, comenzó a descender. 

✅MUCHOS ACTORES. En ese marco, las experiencias de Alemania durante la gestión de Angela Merkel, y de Portugal con la vigente de Marcelo Rebelo de Sousa, dan cuenta de opciones que los europeos observan con atención. Las fanfarrias bélicas, agitadas con fingida emoción por los medios de comunicación concentrados, velan el mirar inmediato de muchos, pero no alcanzan para ocultar la percepción profunda de demasiados. El apurón del supra poder que coordina el tándem anglosajón carece de destino en el mediano plazo, pero tiene sentido: su objetivo es evitar la expansión de iniciativas alternas, sobre todo ahora que la Nueva Ruta de la Seda ha cobrado –como las buenas telas- flexibilidad y consistencia.

Las naciones del Asia Central, las de buena parte del Pacífico, varias nucleadas en BRICS, otras de Medio Oriente, la mayor parte de los integrantes de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y desde hace un tiempo las articuladas en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –con detrimento directo para la Organización de Estados Americanos (OEA)- poseen sólidos vínculos comerciales, financieros y energéticos con Rusia y China. Aunque algunas –muy pocas, por cierto– lleguen a pronunciarse contra la “invasión” rusa, ninguna está dispuesta a quebrar relaciones, al punto de convertirse en enemiga de los gigantes emergentes.

Entre los actores “cercanos” –en términos muy relativos, y para que no se suponga una exageración- que han admitido compartir la seguridad regional con China y Rusia a través de la OCS, están India, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, Afganistán, Bielorrusia, Irán, Mongolia, Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía. Es preciso sumar, en otra dirección, a Crimea, así como las alianzas internas registradas sobre territorios en disputa. Como se verá, el concepto de aislamiento que maneja la prensa vociferante, amerita reparos.

NUEVA UCRANIA. Acérquese lector. Por un lado, como explicó a este periodista uno de los expertos consultados, Ucrania puede considerarse “la Pampa Húmeda de Europa Oriental”. Con todo lo que ello implica. Al virar los binoculares veremos que el mar de Azov es básico para las exportaciones de cereales y de acero (pero también de misiles) que se producen en el este del país: está unido al mar Negro por el estrecho de Kerch, y desde allí los barcos pueden orientarse hacia cualquier zona del planeta. Si Rusia consigue desmilitarizar y desnazificar el país, la producción de alimentos y las exportaciones a través de los puertos ucranianos del mar de Azov contribuirían al desarrollo interior, y no a las necesidades de las potencias occidentales.

Casi todos los países mencionados en los párrafos previos necesitan del gas ruso (incluida Europa) y ni los más reticentes a respaldar la acción rusa están dispuestos a pagar cinco veces más por un relevo norteamericano. El fracaso de las políticas de una Unión Europea (UE) incapaz de lograr la autosuficiencia energética, es uno de los elementos centrales del nudo que el gran capital financiero no puede desatar. Uno de los analistas atlantistas más destacados acaba de admitir que “tanto Alemania como Francia no dudarán en sacrificar a Ucrania en aras de asegurar su abastecimiento energético”.

Entonces, si los norteamericanos, la OTAN y su club de admiradores insisten en extenderse hacia el Este y seguir armando a la administración de Kiev (animémonos y vayan), Rusia seguiría avanzando sobre los epicentros militares ucranianos y obtendría, en una posterior negociación, el control del Donbás y del arco del Mar de Azov, que se extiende desde Mariupol hasta Odesa. Quizás más. Eso resquebrajaría la tenue unidad de los países de la UE, cuya amalgama tambalea desde el 2010 por lo menos. El asunto no es sencillo, así que nos tomaremos algunas líneas para develarlo tras afirmar: Hoy por hoy, la OTAN y la UE no son lo mismo. (¡Y que los trotskistas pataleen!)

UE/ OTAN/ EE.UU. ¿GOLPE? Como bien puntualizan Walter Formento y Wim Dierckxsens, “Con la acumulación de fuerzas rusas en las fronteras de Ucrania, Putin buscó que la OTAN deje de “contener” a la Unión Europea –Alemania, Francia, Italia, etc., mediante el “control” del gobierno de Ucrania (desde el Maidán de 2014). Con este bloqueo, la UE no puede avanzar por el camino del acuerdo diplomático de Minsk-II. En concreto, Putin pidió que los acuerdos de Minsk II (que Hollande, Merkel y Putin habían obligado a firmar tanto a Ucrania como al Donbass) sean respetados, y que la OTAN deje de “instrumentar” a Ucrania contra la UE y contra Rusia”.

Esto es trascendente: “El presidente Zelensky estaba haciendo todo lo posible para cumplir con la UE, pero no con la “OTAN Global/ EEUU”. Importante es saber que para Alemania y la UE, lo principal son el Gas de Rusia y el comercio con China. Por lo tanto, si esto es real, entonces lo que la OTAN ha realizado en Ucrania es un golpe de estado, para subordinar a la UE y controlarla. De ese modo, golpea y resta una “pieza” importante al Multipolarismo: la Unión Europea. Pero, al analizar más profundamente, el golpe en Ucrania era necesario para que la OTAN no se debilite estratégicamente. Sin la OTAN, las fuerzas globalistas están literalmente desarmadas, frente a la articulación económica y política de la UE con China y Rusia”.

Para entender el sentido profundo de la consideración, es preciso adentrarse en nuestras Fuentes Seguras de diciembre de 2020, cuando China y la Unión Europea suscribieron a la carrera, previendo el arribo del atlantista Joseph Biden, un acuerdo amplio. Por entonces redactamos: “El año 2021 llega con un acuerdo bajo el brazo. Es, quizás, el anuncio más indicativo del período que comienza, y abarcará un lustro, hasta la composición de un panorama más equilibrado. ¿De qué se trata? Europa y China están –en estos momentos– suscribiendo un pacto económico que supera con holgura las parcelas y se instala como general. Es que involucra, preste atención, elaboración de manufacturas, servicios financieros, bienes raíces, construcción y servicios auxiliares al transporte marítimo y aéreo”.

El pacto difundió optimismo entre los ministros de Economía y los jefes de Estado del viejo continente: “La confluencia es presentada por los protagonistas como un acuerdo de inversión. Se trata de un significativo ida y vuelta, que facilitará a compañías europeas acceder al gigantesco mercado chino, pero también –reflexionemos sobre la acción financiera asiática en el marco de la Organización para la Cooperación de Shangai en la década reciente- y viceversa. Zhang Ming, embajador chino en la Unión Europea, señaló que “ambas partes están trabajando para finalizar las conversaciones sobre el cierre de este año”. 

Desde su asunción, Biden bombardeó la iniciativa, que insertaba a la UE en la Multipolaridad. Ya había operado como mascarón de proa progresista, para aniquilar con un conteo de votos que todavía flota en la indeterminación el intento Red Neck –precario, vociferante, pero intento al fin- del pueblo norteamericano, por zambullirse en el futuro naciente. (Hay estudiosos que fingen no compartir estas líneas, pues temen quedar aislados … en twitter; hay otros que ni siquiera se plantearon el problema; todos andan dando cátedra por aquí y por allá).

Lo cierto es que los europeos, al visualizar la perspectiva de insertar sus empresas en el multitudinario mercado asiático, quedaron fascinados. Lo cierto es que enseguida EEUU motorizó los cuestionamientos de la OTAN, para deprimir a los entusiastas. 

Volvamos al futuro. La actual escalada de los precios del gas y la electricidad sorprendió a los gobiernos europeos con las reservas de gas en mínimos históricos (60 por ciento) y escenificó la división concreta existente con la conducción militar, que remite al supra poder y no a las decisiones electorales. Pues la democracia de los demócratas norteños funciona así: Cuando vence un atlantista, aunque pase a degüello una porción de su propio pueblo, seguirá siendo calificado como democrático, llueve o truene; cuando vence alguien que anhela reposicionar el rol del Estado y potenciar las actividades productivas, será un “populista” haga lo que haga, por los tiempos de los tiempos.

Si abrimos esos binoculares e intentamos atisbar el panorama hacia los años venideros, percibiremos que la paralización del Nord Stream 2, que conecta Rusia con Alemania por el mar Báltico, con una capacidad máxima de transporte de 55.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año, y con una vigencia de medio siglo, forzará a la UE a la denominada fracking dependencia estadounidense. Lo cual sería una fucking costosa dependencia. No quieran saber, no le pregunten a nadie, el costo del transporte –y los riesgos colaterales– de enviar semejante cargamento, cotidianamente, a través de buques gaseros.

En un alarde de imaginación, los voceros periodísticos señalaron que en realidad la situación perjudicaría a Rusia, pues dejaría de percibir los pagos europeos por el gas emanado de Gazprom, a través del primer gasoducto en vigencia. En línea con el segundo párrafo de este artículo, es preciso aclarar que semejante e improbable situación fue analizada y resuelta, dos años atrás, por los amigos Vladimir Putin y Xi Jinping. ¿Cómo? China se comprometió, ante una emergencia, a adquirir la mayor parte del volumen enviado a los países europeos, pues su cantidad de habitantes y su creciente elaboración de bienes de producción y consumo puede absorber perfectamente.

SWIFT/ TIC/ DEMOCRACIA. 

Nada de esto significa que el gran capital financiero no pueda dañar a Rusia. De hecho, los bloqueos en el Swift obturarán las operaciones de entidades de ese origen en el exterior, aunque no logren damnificarlas en el propio territorio y en el de las naciones coaligadas. La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication -es decir, Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales- es una vasta red internacional de comunicaciones entre bancos y otras entidades financieras. Sin embargo, el Oriente ya cuenta con un esquema comunicacional semejante. El paso inicial lo dio otro de los firmes aliados de Rusia, Irán, al colgar el teléfono y articular el contacto con varias naciones. Como lo que importa es el dinero, porque los principios van y vienen, ya son numerosos los bancos europeos que enlazan por lo bajo con ese vínculo naciente.

Otro de los riesgos que debe afrontar Rusia en su campaña, es el eventual bombardeo sobre Crimea o Bielorrusia; vale recordar que ante la creciente ofensiva de Kiev contra Lugansk y Donetsk, salió a defender activamente a los pueblos allí afincados. También es probable que, con tanto movimiento, y con el surgir de negociaciones destinadas a frenar el impulso bélico, los regentes del bloque anglosajón que conduce la OTAN, logren ganar algo de tiempo. Así lo hicieron con la pandemia, lo cual no significa que la hayan lanzado, pero sí que se beneficiaron parcialmente con su despliegue. El tiempo, aunque está del lado de los emergentes, ofrece a algunas compañías que negocian sotto voce un lugar en la Multipolaridad, construir las bases de su adecuación para pervivir en la historia.

En ese camino, será decisiva la combinación de Estados ligados y participación popular. Ese gran poder con que cuenta la humanidad puede ahondar el proceso en marcha -ratificando donde existen y creando donde faltan- instituciones que no puedan ceder a la tentación de la rápida circulación de capital que ofrece, entre nubes, el modelo rentístico. Asimismo, resultará esencial el establecimiento de un nuevo sistema de comunicación social que aproveche las nuevas tecnologías, sea estricto en la seriedad de los materiales difundidos, y al mismo tiempo garantice variedad de puntos de vista y posibilidades de debate abierto.

¿Qué harán las empresas de Tecnologías de la Información y la Comunicación? Hasta ahora se han sometido, como los medios tradicionales, a los dictados del esquema financiero. Lo han hecho hasta el absurdo de invertir plenamente los términos de la realidad, y de censurar incluso la más modesta chispa de razón. A medida que la recomposición del poder mundial se despliegue, surgirán dos caminos: negociar con ellas su adecuación bajo control, o generar otras que las superen en técnica y contenidos. Esta última variante, que parece la más interesante, cuenta con una dificultad: Los realizadores periodísticos de las entidades estatales más importantes que alumbran en la Multipolaridad están atrapados por conceptos antiguos, que les impiden aprehender la era que les toca vivir.

De hecho, el avance Multilateral y el deterioro del poder financiero es el único sendero realmente abierto en este presente para marchar hacia una solución relativa de los grandes problemas planetarios, como explicamos en un trabajo anterior. En esa comprensión, es pertinente aclarar que la contienda en Ucrania, aunque de enorme importancia, no será definitiva, sea cual fuere el resultado que ofrezca. Falta mucho por hacer, y tantas zonas por recuperar. ¿Los Estados Unidos serán el próximo espacio geográfico en litigio? Ya se observan indicios de tensión. Pero claro, como sabemos, ciertas oleadas, antes de llegar a América, deben pasar antes por Europa.»

por William S. Lind

Una Vision Norteamericana sobre el Conflicto en Europa Oriental – Publicada en http://www.traditionalright.com/author/wslind/

Al escribir estas líneas (viernes 25 de febrero), la campaña rusa en Ucrania parece un modelo de guerra de maniobra, una continuación directa de la campaña soviética contra los japoneses en Manchuria en 1945. Pero el año no es 1945, y los resultados pueden ser una victoria operativa pero una derrota estratégica para Rusia.

¿Por qué es ese un resultado probable? No por las sanciones económicas occidentales, para las que Rusia se ha preparado. La pregunta estratégica para la que sospecho que el Kremlin no tiene respuesta es, una vez que hayas tomado Ucrania, ¿qué haces con ella? Cualquier gobierno instalado en Kiev por Rusia no tendrá legitimidad. Los Estados Unidos acaba de enterarse en Afganistán de lo que sucede cuando las tropas extranjeras que respaldan a un gobierno así se van a casa. Si Rusia mantiene fuerzas sustanciales en Ucrania para reforzar su gobierno títere, esos soldados rusos serán objetivos para las fuerzas de resistencia ucranianas. ¿Cómo jugará un flujo constante, aunque de bajo nivel, de bajas rusas en el frente interno?

¿Cómo obtiene Rusia una victoria estratégica de todo esto? ¿Anexando Ucrania? Eso también se topa con el problema de la interminable guerra partidista ucraniana. Es difícil ver un final positivo para Rusia aquí.

No esperaba que el presidente Putin se arriesgara a invadir Ucrania. Es más que un riesgo, es una apuesta, tirar los dados de hierro de la guerra y esperar ganar. Como dice el viejo refrán, la esperanza es un buen desayuno pero una mala cena.

¿Por qué lo hizo Putin? Mi conjetura, sólo un reconocimiento a bordo de un Zeppelin nos lo revela un poco, es que esperaba una solución diplomática. Pero la OTAN, encabezada por Washington, no le ofreció nada, desestimó las preocupaciones de seguridad de Rusia y enfatizó que Ucrania tenía todo el derecho de unirse a la OTAN.

¿Por qué el establishment de la política exterior estadounidense, también conocido como «Blob» (1), tomó una posición que casi obligó a Rusia a ir a la guerra? Tal vez, la respuesta sea solo la combinación habitual de arrogancia e incompetencia de «Blob». Pero, también, es posible que quisiera que Rusia entrara en lo que podría resultar una guerra estratégicamente imposible de ganar. Al igual que el resto del establishment estadounidense, odia a Rusia porque Rusia rechaza al marxismo cultural, al igual que la mayoría de los países del antiguo bloque soviético. Parece que saben un par de cosas sobre el marxismo y no están tan ansiosos por obtener otra dosis de él. Al observar los motivos de «Blob», recuerde que los EEUU no tienen intereses reales en juego en Ucrania. Nuestra participación es estratégicamente gratuita. La motivación ideológica, está en Washington, no en Moscú, puede ser al menos una explicación parcial del papel inútil que ha jugado por los Estados Unidos.

Del lado ruso, el presidente Putin comenzó con un movimiento brillante (solo el expresidente Trump, entre los líderes estadounidenses, reconoció su brillantez). Al reconocer la independencia de las dos provincias orientales de Ucrania, puso al gobierno ucraniano ante un dilema. Si aceptaba la pérdida de esas provincias, estaba acabado políticamente. Si Ucrania los invadiera, Rusia podría presentar su ataque a Ucrania como una respuesta defensiva. Rusia habría estado en una posición relativamente fuerte en el nivel moral de la guerra. Pero Putin se apresuró, con el resultado de que ahora Rusia es vista universalmente como el agresor. Hay momentos en que la inacción es una forma de acción, y Putin no entendió que ese era ese momento.

Quizás la pregunta más importante en este punto del conflicto es, ¿se expandirá para incluir a la OTAN? No espero que la OTAN cambie de posición e intervenga en Ucrania. Pero hay al menos dos escenarios que conducen a la participación de la OTAN en los combates. La primera es si, en respuesta a los movimientos rusos hacia el oeste de Ucrania, Polonia envía tropas para asegurar el territorio que fue, entre las guerras, polaco, incluida la importante ciudad de Lemberg (ahora Lviv). El otro es similar: si Rusia decide tomar Moldavia de paso, Rumanía, que también reclama Moldavia, podría intervenir. En ambos casos, las fuerzas armadas de los países de la OTAN habrían tomado la ofensiva, por lo que la OTAN no estaría obligada a acudir en su ayuda. Pero el estado de ánimo agresivo en Washington podría llevarlo a hacerlo, con resultados incalculables.

¿Qué significa esta guerra de Estado contra Estado para la teoría de la guerra de 4ta Generación, y viceversa? Aquellos que rechazan el concepto, dirán que prueba su caso de que la rivalidad entre las grandes potencias seguirá determinando los asuntos internacionales. Pero las rupturas entre generaciones de guerra no son limpias. Si lo fueran, las fuerzas armadas de los EE UU actuales seguirían tomando como modelo al ejército francés de segunda generación de la década de 1930, un modelo que fue derrotado en seis semanas en 1940 cuando fue atacado por la Wehrmacht de tercera generación. El cambio institucional lleva tiempo, a menudo demasiado tiempo para que las grandes potencias contemporáneas mantengan sus posiciones.

La teoría la Guerras de 4ta Generación plantea otro punto: si Rusia falla estratégicamente, puede haber un grave peligro de que el Estado ruso, no solo su gobierno actual, se desmorone. Esa era una posibilidad real durante los años de Yeltsin, y la razón por la que el presidente Putin es popular en Rusia es porque ha fortalecido el Estado. «The Blob» vería la desintegración de Rusia con deleite, al menos hasta que las implicaciones de una vasta región sin Estado con armas nucleares golpeen su hogar, posiblemente con una nube de forma de hongo o de dos.

Como alguien que reconoce la importancia de Rusia en la defensa de la Cristiandad, manteniendo como lo hace todo su flanco derecho desde el Mar Negro hasta Vladivostok, no estoy feliz o con el potencial que tiene la guerra en Ucrania para deslegitimar una derrota estratégica rusa. Pero Rusia parece haber caído en la misma trampa en la que saltó Japón en la década de 1930, la trampa de actuar fuera de tiempo. Japón se vio a sí mismo simplemente haciendo lo que las potencias europeas hicieron antes de la Primera Guerra Mundial, invadiendo otros países y sometiéndolos a su imperio. Pero el mundo de la posguerra era un lugar diferente, y lo que era legítimo en 1880 no lo era en 1937. El objetivo aparente del presidente Putin, restaurar el Imperio Ruso, habría sido aceptable en el siglo XIX, tal vez en la mayor parte del siglo XX. Pero hoy no lo es, a menos que se logre pacíficamente. Oremos para que las consecuencias de que Rusia actúe fuera de tiempo no nos engullan a todos.

Traducción y nota: Carlos Pissolito

Nota:

(1) Blob es palabra inglesa que designa a una mancha pegajosa y sucia, se lo usa como un término despectivo.

Autorizada su publicacion por el Cnel (r) Carlos Pissolito Fuente: https://espacioestrategico.blogspot.com/2022/02/putin-tira-los-dados-de-hierro.html