¿El malo de la película?

As I Please…

por Martin van Creveld (*) http://www.martin-van-creveld.com/

La guerra en Ucrania sigue y sigue. Aunque los analistas son tantos como moscas sobre un montón de ya sabes qué, la verdad es que uno de ellos sabe cómo va a terminar. Siendo tal el caso, quiero dejar constancia de mis últimos pensamientos.

Primero, Putin puede ser un hombre muy malo. Sin embargo, no tiene sentido decirlo continuamente. Basado en un razonamiento histórico, está haciendo lo que cree que debe hacer en nombre de su país. Que el propio razonamiento histórico no es ni mejor ni peor que cualquier otro razonamiento de este tipo; parte realidad, parte mito, parte propaganda. No importa. Para hacerle frente, en primer lugar, es necesario comprender lo que piensa, por qué y qué se puede y qué no se puede hacer al respecto. Más aún porque tiene suficientes armas nucleares como para volar al mundo.

En segundo lugar, esta es una guerra de supervivencia no solo para Ucrania sino, también, para Rusia. En el caso de Ucrania, eso se debe a que la derrota la reduciría a ser una provincia rusa. Como solía ser desde 1793 cuando Catalina la Grande se unió a Austria y Prusia en la partición de Polonia, un movimiento que por primera vez llevó a Rusia a las costas del Mar Negro. En el caso de Rusia, lo es porque, si se pierde esta lucha, el país puede esperar desintegrarse en quién sabe muchos fragmentos guerreros. Tal como sucedió en 1990. La recuperación, aún suponiendo que sea posible, llevará décadas. Véase, como ejemplo de cómo puede ser, «The Time of Trouble» (1598-1613). (1)

Tercero, este va a ser un conflicto largo y sangriento. Aunque puede haber tomado un poco más de lo planeado originalmente, algo nada inusual en la guerra; los rusos llegaron a las ciudades más importantes de Ucrania y las sitiaron. Sin embargo, no los han tomado. Como he escrito antes, la guerra urbana es quizás la forma de guerra más difícil en la que puede participar una fuerza atacante. Solo piense en la batalla de Stalingrado de meses de duración en 1942/43, y sabrá a lo que me refiero.

En cuarto lugar, incluso si los rusos logran ocupar las ciudades, la guerra, en forma de insurrección, guerrilla y terrorismo, continuará. Como, por mencionar sólo dos ejemplos recientes, lo hizo tanto en Afganistán como en Irak. La verdadera Ucrania, al ser plana, no presenta el mejor terreno para librar estas formas de guerra. En comparación con muchos otros, los rusos también disfrutan de la importante ventaja de poder entender el idioma. Pero dos factores están trabajando en la otra dirección. Uno es el tamaño del país y la población, que amenazan con hundir a cualquier fuerza de ocupación (por eso, allá por 1793, los rusos pudieron ocuparla, en primer lugar porque estaba -prácticamente- deshabitada). El otro, la disponibilidad inmediata de todo tipo de asistencia de la OTAN, que solo puede aumentar con el paso del tiempo.

En quinto lugar, se dice que las fuerzas de Putin están utilizando algunas armas poco ortodoxas capaces de causar muchas bajas e infligir daños inmensos en los edificios, en particular. Particularmente importantes son las denominadas armas termobáricas que funcionan mediante la detonación de una mezcla de aire y combustible, lo que da como resultado una explosión extraordinariamente poderosa y temperaturas extremadamente altas. Pero, Putin no es el único que las usa. Los estadounidenses lo hicieron tanto en Hue en 1968 como en Faluya en diciembre de 2004; y tanto los estadounidenses como los británicos los usaron en Afganistán. Entonces, ¿quiénes son ellos para quejarse?

Sexto, es incierto si Rusia se romperá con las sanciones. Mi propia suposición es que no lo hará. En parte porque los rusos pueden aguantar casi cualquier cosa. Y en parte porque Alemania, por ejemplo, depende de Rusia para el 51 por ciento de su petróleo y gas; sin ellos, la industria alemana pronto se paralizará. Viceversa, la única certeza es que la guerra romperá la economía de Ucrania.

Séptimo, la única forma en que Putin puede ganar esta guerra es encontrando algunos ucranianos capaces y dispuestos a establecer un gobierno que colabore con él. Eso, sin embargo, parece poco probable que suceda.

Finalmente, en esta guerra como en cualquier otra la primera víctima es la verdad. Esa es una de las razones por las que cualquiera que crea que puede ver el futuro es bienvenido a intentarlo y así sucesivamente. 

Traducción y nota: Carlos Pissolito

Nota:

(1) Se refiere a un periodo conocido como la Guerra Civil Rusa en varias publicaciones históricas que tratan este tema.
FUENTE https://espacioestrategico.blogspot.com/2022/03/el-malo-de-la-pelicula.html

(*) Van Creveld nació en los Países Bajos en la ciudad de Rotterdam en el seno de una familia judía. Sus padres, Leon y Margaret, eran sionistas acérrimos que lograron evadir la Gestapo durante la Segunda Guerra Mundial. En 1950, su familia emigró a Israel y Creveld creció en Ramat Gan. De 1964 a 1969, estudió historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén y obtuvo una maestría. De 1969 a 1971, estudió historia en la London School of Economics y recibió un doctorado. Su tesis se tituló Grecia y Yugoslavia en la estrategia de Hitler, 1940–1941.La tesis doctoral de Van Creveld sobre la estrategia de Hitler en los Balcanes durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial se publicó como libro en 1973: «La estrategia de Hitler, 1940-1941. La pista de los Balcanes». Después de completar su doctorado en 1971, van Creveld regresó a Israel y comenzó a enseñar en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Se convirtió en profesor en 1988. En 2007, se retiró de la enseñanza en la Universidad Hebrea y comenzó a enseñar en el Programa de Estudios de Seguridad de la Universidad de Tel Aviv.

Ante la ausencia de la ONU, Rusia violó la soberanía de Ucrania para impedir la “guerra preventiva” que los neoconservadores planeaban y así poder refundar el orden mundial.

Autorizado por su autor para ser publicado por Dossier Geopolitico POR EDUARDO J. VIOR 05-03-22 – TELAM

Al invadir Ucrania el 24 de marzo pasado, Rusia no sólo mandó tropas a las repúblicas secesionistas de Lugansk y Donetsk cuyas independencias había reconocido tres días antes, sino que atacó a su vecino en todos los frentes. Indudablemente, con este acto el gobierno de Vladimir Putin trasgredió el Derecho Internacional, pero los acontecimientos desde febrero de 2014, la falta de voluntad de negociación por parte de las potencias occidentales, la amenaza de los laboratorios de guerra bacteriológica en suelo ucraniano y el anuncio de Volodymir Zelensky de que desarrollaría armas nucleares no dejaron al presidente ruso otra alternativa. Ucrania es el más reciente campo de prueba de la estrategia mundial de los neoconservadores norteamericanos. Los sectores más radicales de la derecha estadounidense amenazan la existencia misma de Rusia y el sistema internacional vigente es incapaz de mantener la paz. Por ello es que Vladimir Putin se ha atrevido a una jugada tan arriesgada. La suerte está echada y la frontera entre los mundos está trazada. Ahora es imperioso ponerle orden.

Las delegaciones de Ucrania izq y Rusia der se saludan al iniciar su segunda reunin en Brest el 3 de marzo pasado
Las delegaciones de Ucrania (izq.) y Rusia (der.) se saludan al iniciar su segunda reunión en Brest el 3 de marzo pasado.

En la madrugada del 24 de febrero fuerzas rusas entraron en Ucrania. Al anunciar lo que llamó ‎una “«operación especial”, Vladimir Putin declaró ‎que era la primera respuesta de su país a “quienes aspiran a la dominación mundial” y pretenden extender la OTAN hasta las puertas de Rusia. ‎En esa larga alocución el presidente recordó cómo las sucesivas violaciones del Derecho Internacional por parte de la OTAN desde el bombardeo de Yugoslavia (1999) hasta las invasiones a Irak (2003), Libia y Siria (ambas 2011). Como conclusión de su relato anunció el envío de tropas rusas a Ucrania, para “desmilitarizar, desnazificar, desatomizar y neutralizar” el país. ¿De qué habla el presidente Putin? ¿Contra quién está luchando? ¿Por qué se mantiene sorda ‎y muda la prensa atlantista?‎

Desde 1981 un pequeño grupo de intelectuales neoconservadores se fue encaramando en la conducción de la política exterior y la estrategia norteamericanas, pasando sin complejos de un partido a otro según quiñen tuviera el gobierno. Este equipo, unido por múltiples lazos (políticos, personales y de negocios), atravesó todos los gobiernos desde Ronald Reagan (1981-89) hasta Barack Obama (2009-17) en posiciones cada vez más altas. A partir del famoso memorando que Paul Wolfowitz (entonces subsecretario de Defensa) elevó en 1992, en el que proponía olvidarse de los acuerdos de 1990-91 y que EE.UU. asumiera en soledad el liderazgo mundial, los neoconservadores impulsaron la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, saludaron los autoatentados del 11-9-01 como inicio del “Gran Siglo Americano”, sostuvieron el ataque contra Afganistán y desde 2003 pergeñaron todas las guerras que inició EE.UU.

En 2014 fueron los neoconservadores quienes organizaron el “cambio de régimen” en Ucrania. Victoria Nuland, entonces subsecretaria de Estado para Asuntos Europeos, viajó a Kiev para ‎respaldar a los neonazis de Pravy Sektor (Sector Derecho) y supervisar al comando israelí “Delta”. Fue en aquel momento cuando se interceptó y difundió una conversación telefónica en la que la subsecretaria ordenaba al embajador de Estados Unidos “‎cagarse en la Unión Europea” (Fuck the EU!).

También en aquella época, Jake Sullivan (entonces Consejero de Seguridad Nacional del entonces vicepresidente Joe Biden) y Antony Blinken–(en la época asesor adjunto de Seguridad Nacional) metieron a Hunter Biden (el hijo mayor de Joe Biden) en el consejo de ‎administración de Burisma Holdings, una de las principales compañías de explotación del gas ‎natural ucraniano. Este hijo de Joe Biden es literalmente un drogadicto que serviría de pantalla ‎para cubrir una monumental estafa a costa del pueblo ucraniano. Hunter Biden designó después a varios amigos (tan drogadictos como él), para ‎utilizarlos como “representantes” de varias empresas y saquear el gas ucraniano. A ellos ‎se refirió recientemente el presidente ruso Vladimir Putin, cuando mencionó la “banda de drogadictos” que gobierna Ucrania. ‎

Jake Sullivan y Antony Blinken también se apoyaron en el mafioso Íhor Kolomoiski, el tercer ‎personaje más rico de Ucrania. Kolomoiski es un empresario y político ucraniano-israelí-chipriota. Según la revista Forbes, hasta 2020 ocupaba el octavo lugar en el ranking de los más ricos del país. Es el fundador de PrivatBank y propietario del FCDnipró. Algunos de sus campos de actividad son las ferroaleaciones, las finanzas, los productos petrolíferos y los medios de comunicación. Controla el canal de televisión 1+1.
Ya durante 2014 Kolomosiki se destacó por sus altisonantes declaraciones contra el separatismo de las regiones de mayoría rusohablante. Según varias denuncias, entonces gastó fortunas, para contener el separatismo. Se creé que puso más de 10 millones de dólares en la creación del batallón Dnipró. Financió asimismo los batallones de voluntarios Azov, Donbás, Dnepr 1 y Dnepr 2 y apoyó públicamente al batallón Aidar.

Aun siendo judío, Igor Kolomoiski financia a ‎Pravy Sektor (Sector Derecho), una organización neonazi que ‎participó en los hechos de violencia en la Plaza Maidan durante el golpe de 2014. En tanto adherente al “sionismo revisionista” que lideraba Benyamin Netanyahu, Kolomoiski utilizó su influencia para asumir el control de la comunidad judía ‎europea, hasta que la mayoría de las comunidades lo expulsó. De todos modos, el magnate logró que el cabecilla de Pravy Sektor, Dimitro Yarosh, ‎fuera nombrado secretario adjunto del Consejo Nacional de Seguridad y de Defensa d‎el nuevo régimen y él mismo se hizo nombrar gobernador del oblast (provincia) de Dniepropetrovsk. Ambos duraron poco en sus cargos, pero mantuvieron su poder.

Rusia no reconoció a las repúblicas de Donetsk y Lugansk, que ya en 2014 proclamaron su independencia, para mantener abierta la vía diplomática. Insistió repetidamente en que Ucrania cumpliera el acuerdo de Minsk de 2015 retirando a sus tropas de la línea demarcación, cesando el hostigamiento permanente contra la población civil del Donbas (entre marzo de 2014 y el 24 de febrero pasado murieron allí más de 14.000 civiles), disolviendo los batallones neonazis e intercambiando los prisioneros, pero nunca tuvo éxito.

Durante el gobierno de Donald Trump (2017-21) se mantuvo el statu quo, pero no se agravó. Por el contrario, desde febrero de 2021 una misión militar británica comenzó a entrenar al ejército ucraniano y a los milicianos neonazis en el este del país.
Desde que Joe Biden es presidente los ‎neconservadores controlan todas las palancas del sistema. “Jake” Sullivan es consejero de ‎Seguridad Nacional y Antony Blinken, secretario de Estado, con Victoria Nuland como ‎subsecretaria de Asuntos Políticos. Ésta última viajó a Moscú ‎en octubre de 2021, donde amenazó con aplastar la economía de Rusia, si ese país no se somete. Fue tamaño despropósito (anti)diplomático el que desató la actual crisis.‎

En 2019 Volodimir Zelenski, hijo de judíos asquenazis y comediante de televisión, fue electo en segunda vuelta presidente de Ucrania con el 70% de los votos. Este joven cómico tuvo en 2015 en el canal 1+1 (de propiedad de Kolomoiski) una exitosa serie titulada “El siervo del pueblo”, en la que su protagonista, un simple hombre venido desde afuera de la política, asesina a todos los miembros de la Rada Supema (parlamento), para vengar su desprecio y arrogancia. Esa serie le valió una gran popularidad que permitió a su protector postularlo como candidato en la elección de 2019, que ganó con el 70% de los votos. Pero Zelenski, en realidad, sólo pudo convertirse en presidente gracias al financiamiento de George Soros. Desde principios de 1990 la tristemente célebre fundación Open Society, creada originalmente en Ucrania por el multimillonario húngaro de origen judío con el objetivo de ayudar en la “transición a la democracia y a la economía de mercado”, se convirtió en una especie de gobierno paralelo que financia una serie de proyectos en diferentes áreas. Soros y Kolomoisky son amigos estrechos.

El 2 de noviembre de 2021 Victoria Nuland trajo de regreso a Dimitro Yarosh y lo impuso ‎al presidente ucraniano como consejero especial del jefe de las fuerzas armadas. ‎El líder derechista aporta desde entonces todo su respaldo al “Fuhrer ‎blanco”, el ahora coronel Andrei Biletsky, y al batallón Azov, la tropa de Biletsky. El batallón ‎Azov es una copia de la división SS Das Reich y desde el verano de 2021 está bajo las órdenes ‎de mercenarios estadounidenses de la antigua Blackwater.‎

Es bien conocido que Íhor Kolomoiski financia a los neonazis ucranianos y que todos son apoyados por los neocons norteamericanos. Sin embargo, estos lazos entre distintas facciones de la oligarquía ucraniana y la extrema derecha encaramada en Washington todavía no justifican el temor ruso que llevó a la invasión de Ucrania. Como lo explica un informe de la revista india GreatGameIndia, el gobierno ruso, además de protestar por el desarrollo de la OTAN en la región, acusa a EE.UU. de tener instalaciones de armas biológicas cerca de su frontera. Según un usuario de Twitter llamado @WarClandenstine, es posible que Rusia tenga como objetivo los Biolabs:

De acuerdo al tuit de FestusmcGilicu1 ubicacin de los ocho laboratorios norteamericano productores de armas bacteriolgicas que se encuentran en Ucrania
De acuerdo al tuit de @FestusmcGilicu1: ubicación de los ocho laboratorios norteamericano productores de armas bacteriológicas que se encuentran en Ucrania.

En otro tuit del mismo día quien firma como @FestusmcGilicu1, en respuesta al mensaje del presidente Joe Biden condenando la entrada de las tropas rusas en Ucrania, preguntaba “Creo que he descubierto por qué están tan interesados en Ucrania. ¿Qué es exactamente un error? [Que un] laboratorio de armas biológicas se encuentre en cualquier lugar cerca de allí, por no hablar de 8 de ellos.”

Posteo de WarClandestine en Twitter el pasado 243 en el que menciona la sospecha de que Rusia tenga tambin como objetivo a los laboratorios norteamericanos para la produccin de armas bacteriolgicas en Ucrania
Posteo de @WarClandestine en Twitter el pasado 24-3 en el que menciona la sospecha de que Rusia tenga también como objetivo a los laboratorios norteamericanos para la producción de armas bacteriológicas en Ucrania.

Según los documentos oficiales de Washington, el Programa de Reducción de la Amenaza Biológica del Departamento de Defensa de EE.UU. (BTRP) ha estado colaborando con países asociados para «contrarrestar la amenaza de brotes (deliberados, accidentales o naturales) de las enfermedades infecciosas más peligrosas del mundo”. De acuerdo al comunicado oficial, “el objetivo del programa en Ucrania es concentrar y salvaguardar los agentes patógenos y las toxinas de interés para la seguridad, así como ayudar al país a reconocer y notificar los brotes de agentes patógenos dañinos antes de que supongan un riesgo para la estabilidad o la seguridad». Estados Unidos no sólo ayudó a crear los laboratorios, sino que también financia iniciativas de investigación en Ucrania en las que colaboran científicos ucranianos y estadounidenses.

En múltiples ocasiones Rusia ha acusado a Estados Unidos y a Ucrania de producir armas biológicas. Mientras se discutía la incapacidad de la Organización Mundial de la Salud para determinar el origen del virus Covid-19 en 2021, el secretario del Consejo de Seguridad ruso, Nikolai Patrushev, declaró al periódico Kommersant que Moscú sospechaba que Washington estaba desarrollando armas biológicas cerca de sus fronteras.

Dijo que «se presta atención al hecho de que en el mundo cada vez más nuevos laboratorios biológicos bajo el control de los Estados Unidos están creciendo a pasos agigantados. Además, por una extraña coincidencia, principalmente en las fronteras de Rusia y China». Continuó diciendo que no está claro lo que ocurre en esos laboratorios. Y añadió «por cierto, hay que prestar atención al hecho de que en los alrededores de los mismos se registran brotes de enfermedades que no son típicas de estas regiones». Cuando se le preguntó si quería decir que en esos Biolabs los estadounidenses estaban trabajando en armas biológicas, respondió: «Tenemos buenas razones para creer que es así».

Hasta hace poco, la existencia y los detalles de estos laboratorios de armas biológicas eran de dominio público. La embajada de EE.UU. había revelado previamente la ubicación y los detalles de estos laboratorios en una serie de archivos PDF en línea. Sin embargo, el 26 de febrero de 2022 el sitio web oficial de la embajada cerró los enlaces. Todos los documentos asociados a estos laboratorios han sido retirados de Internet. Afortunadamente, estos archivos han sido guardados y todavía se puede acceder a ellos. ¿Qué trata de ocultar la embajada estadounidense?

A esta altura del conflicto puede concluirse que Rusia tiene la iniciativa en el campo militar y ya alcanzó uno de sus objetivos: desmilitarizar Ucrania. Sin embargo, Rusia insiste en no dar batalla en las ciudades y confía en rendiciones pactadas. Una confianza que se demostró dañina en Járkov.

Las sanciones económicas occidentales, aparte de ser parciales y de estar acompañadas por un discurso hipócrita (no fueron retirados del sistema Swift, por ejemplo, los bancos mediante los cuales los europeos pagan el gas ruso), a mediano plazo van a volver como un búmerang, ya que la combinación del sistema chino de intercambios bancarios con el ruso de mensajería financiera va a multiplicar el número de operaciones que se realicen fuera del área dólar y va a atraer a cada vez más países.
Hasta ahora el vencedor neto de la guerra es EE.UU., quien obligó a Alemania a renunciar al gasoducto Nord Stream 2 y a depender de las importaciones del mucho más caro GNL norteamericano. Esta dependencia va a incidir negativamente en la transición energética en la que la RFA estaba hasta hace poco a la vanguardia. Efectivamente, durante el tiempo que demande el pasaje de las energías fósiles a las renovables se triplicará el consumo de gas. Al tener que pagarlo dos o tres veces más caro, Alemania –y con ella toda Europa- perderá la ventaja que le daba su desarrollo tecnológico. Por otra parte, la economía europea quedará en gran parte desacoplada de la euroasiática.

Washington está ganando también la batalla mediática. Con brutal eficacia impuso en las redes sociales una censura nunca antes vista contra medios rusos o simpatizantes de Rusia, persigue con tono maccartista a periodistas y corresponsales e impone un discurso único denigratorio de los líderes de ese país. Moscú va a necesitar varios años para recuperar la confianza perdida entre el público occidental.

El gobierno ruso no es responsable por la guerra actual: Durante ocho años realizó todos los intentos posibles por entablar negociaciones, no tanto sobre Ucrania como sobre la situación general de inseguridad que la acción conjunta de oligarcas, mafiosos y neonazis implica y, más ampliamente, sobre una vuelta al status quo europeo anterior a 1997, cuando comenzó la expansión de la OTAN hacia el este. Amenazando con incorporar Ucrania a la alianza, impulsando una cadena de laboratorios que, probablemente, produzcan armas biotecnológicas, alentando el delirio de V. Zelensky de querer fabricar armas atómicas, acumulando tropas en la línea de demarcación y hostigando a la población civil del este para que emigre a Rusia, Occidente consiguió lo que quería: que Rusia inicie una guerra contra Ucrania y quede internacionalmente como agresora.

Durante estos ocho años todos los mecanismos del sistema internacional han ido fallando: la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) fue cooptada por EE.UU. e incumplió su misión de vigilancia del cese del fuego en la línea de demarcación en el este de Ucrania. La Organización Internacional para la Proscripción de las Armas Químicas y Bioquímicas (AIPAC) omitió controlar los laboratorios financiados por EE.UU. en Ucrania. La AIEA rechazó investigar las denuncias rusas sobre la utilización de material atómico ucraniano para fines no pacíficos. Y, finalmente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) brilló por su ausencia durante toda la crisis.

Desde el punto de vista político y estratégico la invasión rusa está justificada, pero se trató de una intervención militar en un país soberano, así que Rusia violó el Derecho Internacional vigente. Si todos los argumentos de la realidad dicen una cosa y el orden jurídico dice lo contrario, obviamente, el que falla es el último de los nombrados. El orden mundial multipolar y pluralista en construcción requiere un sistema internacional de regulación de conflictos muy diferente al imperante.

Fuente https://www.telam.com.ar/notas/202203/585422-solo-la-derrota-del-unilateralismo-puede-salvar-la-paz.html 

Moscú es el principal abastecedor de gas a Europa. El bloqueo de las exportaciones del fluido de Rusia abriría un negocio formidable para la industria petrolera de los Estados Unidos ante un continente sediento de combustible. Burisma, la principal empresa privada ucraniana de explotación de gas, y el factor Biden.

Dossier Geopolitico publica este articulo realizado por la Periodista de Investigacion Eleonora Gosman San Pablo —6 de marzo de 2022 

La guerra instalada en el corazón oriental de Europa, entre Rusia y Ucrania, ha merecido los más detallados análisis políticos, históricos y militares. Pero poco, o nada, se profundiza sobre el trasfondo económico que subyace en ella. Lo que está en juego en este conflicto es monumental: empieza por las reservas de gas y las tuberías de transporte del fluido. Pero sigue por la disputa entre dos grandes potencias, Rusia y Estados Unidos -y lateralmente China- para ver quién se queda con la cereza del postre. Luego, transita por las oligarquías que no diferencian entre Oriente y Occidente. Y desemboca en planes geopolíticos de quienes entran en la disputa por la dominación energética de regiones, países y mercados.

Basta una mención numérica para distinguir a los grandes jugadores mundiales. Rusia se consagra en el primer lugar del ranking de las naciones con las mayores reservas gasíferas del mundo. Posee 38 billones de metros cúbicos (comprobados). Le sigue Irán, Qatar y Turkmenistán. Estados Unidos aparece en la quinta posición, con 12,9 millones de metros cúbicos. Pero el orden se invierte en cuanto se habla de producción. La supremacía la ejercen, de lejos, los norteamericanos con 921 millones de metros cúbicos anuales. Y le sigue Rusia, en un segundo lugar. Kiev, la capital ucraniana, mantenía hasta estos días el control grandes yacimientos gasíferos, ubicados en territorios del Este y del Sudeste ucraniano, donde se almacenan más de 2,15 billones de metros cúbicos del combustible fósil gaseoso. Esa es precisamente la región de Yuzivska, a orillas del río Dnieper, entre Kharkov y el Donestsk, que hoy está escindida en dos repúblicas, la del Donestk y la de Lugansk, reconocidas ahora como países independientes por el Congreso ruso y su presidente Vladimir Putin.

Esta es, desde luego, una parte de la historia. La otra parte involucra a la industria gasífera de Estados Unidos que acaba de encontrarse con un gran filón, gracias a las sanciones aplicadas contra Moscú por Washington y países europeos. Por un lado, tal como indica un artículo de The Guardian publicado el 27 de septiembre por elDiarioARChevron, ExxonMobil, Shell y varias más, junto a cientos de contratistas de perforación y suplidores de equipos que trabajan con ellos, quieren aumentar en forma sustancial las exportaciones de gas a una Europa sedienta del combustible. El problema que enfrentaban, hasta el presente, era la poderosa empresa estatal rusa Gazprom, el mayor obstáculo para recuperar el mercado europeo.

El gas natural ruso representa más del 30 por ciento de todas las importaciones de la Unión Europea. Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas procedente de Rusia, mientras que otros países, como la República Checa y Rumanía, utilizan únicamente el de la nación euroasiática. Es preciso recordar que las reservas almacenadas de gas por los europeos han bajado considerablemente. En parte largo y frío invierno de 2021-22. Pero también porque tanto como Alemania decidieron abandonar el carbón, contaminante en extremo, y precisan sustituirlo por el gas.

Para los políticos ucranianos, el gas de esquisto (que se obtiene por fracking) es una alternativa única para independizarse de Rusia y los demás proveedores de gas, como Qatar e Irán. Para las petrolíferas es un gran negocio: tanto las norteamericanas como las europeas han demostrado su interés en esa exploración. Esto les permitirá conquistar mercados europeos importantes. Esto lleva implícita una conclusión: las vastas reservas de gas de esquisto en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, controladas por los separatistas y donde hoy se encuentran precisamente la avanzada militar rusa, son un elemento importante si se quiere analizar la crisis de Ucrania.

Caja de Pandora

El secretario de Estado Anthony Blinken no dejó lugar a dudas sobre la importancia que la Casa Blanca le asigna al hecho. En Bruselas, luego de reunirse con la cúpula de la Unión Europea, se resolvió reforzar las presiones sobre Putin “hasta que termine la contienda”. Para la Comisión Europea, tal como lo reveló este viernes en un comunicado posterior al encuentro: “Desgraciadamente, horriblemente, puede ser que este conflicto no termine rápido. Tenemos que desarrollar acciones sostenidas hasta conseguir que esta guerra finalice”. Según el secretario de Estado, Rusia violó principios básicos que “si los permitimos, estaremos abriendo una caja de Pandora en todos los rincones del mundo”.

La nueva sanción sería pesada, mucho más aún que las adoptadas en el campo financiero contra los bancos rusos y amigos del presidente Putin. Se trata, ni más ni menos, de impedir las exportaciones de petróleo desde Rusia. Otro tanto podrían hacer con el gas. Fue lo que le hizo recordar a Blinken por qué el gobierno estadounidense se opuso, siempre, al funcionamiento del Nord Stream II, un gasoducto que une, a través del Báltico, a Rusia con Alemania en forma directa. Está finalizado, pero Alemania no autorizó su funcionamiento.

La conflictividad entre Rusia y Ucrania, en esta segunda década del siglo XXI, tuvo un origen etiquetado en la Revolución de la Dignidad ucraniana. A fines de 2013 y comienzos de 2014, la Plaza Maidán fue el sitio elegido por los ucranianos para manifestar masivamente su revuelta contra la corrupción que campeaba en el país. Buena parte de esos manifestantes pedían el ingreso de Ucrania a la Unión Europea y, por añadidura, a la OTAN. Las grandes protestas concluyeron en febrero con la renuncia del presidente, Viktor Yanukovych, considerado como “pro Moscú”.  Las elecciones presidenciales, que debían ocurrir en febrero de 2015, fueron adelantadas para mayo de 2014. La victoria le otorgó la presidencia directamente a uno de los grandes oligarcas ucranianos: el billonario Petro Poroshenko. Los comicios quedaron circunscriptos a las provincias del oeste y del centro de Ucrania. Y eso dio origen a la rebelión oriental, en la región sur y este del país. Allí están, precisamente, las repúblicas autodeclaradas de Donetsk y de Lugansk, pobladas esencialmente por habitantes de habla rusa, y que el presidente Putin y el Congreso ruso acaban de reconocer oficialmente una semana atrás.

Biden e hijo

Según un informe del Senado de Estados Unidos, el entonces vicepresidente Joe Biden fue encomendado por la administración Obama para comandar las relaciones con el gobierno emergente después de las concentraciones en la Plaza Maidan de Kiev. El dossier de los senadores, que iniciaron la investigación del caso, indicó que “bastaron 28 días para que se desarrollaran eventos significativos que involucraron a Biden”. El 21 de abril, el entonces vicepresidente de Barack Obama, visitó Ucrania y poco después fue descripto por la prensa estadounidense como “la cara pública del manejo de las relaciones” con la nación eslava, la segunda en tamaño territorial dentro de Europa. Las Comisiones del Senado montadas fueron las de Finanzas y la de Seguridad Nacional y Asuntos del Gobierno. Y el informe final indica que “el vicepresidente Biden inició una corta visita a Kiev apenas dos días después de ocurrida la renuncia del jefe de Estado ucraniano”. Y añade que “el objetivo principal fue demostrar el respaldo incondicional de Washington al gobierno ucraniano”. El vicepresidente norteamericano llevaba, consigo, un paquete esencial de ayuda económica a Poroshenko: un crédito del Fondo Monetario Internacional por 17.000 millones de dólares, a cambio del cuál debía proceder a grandes reformas macroeconómicas y financieras. Una de las condiciones fue colocar en el comando de la economía del país una ex funcionaria del Tesoro de Estados Unidos, Natalie Ann Jaresko, que tenía doble nacionalidad.

Después de ese viaje, Biden se reunió ya en su despacho de la Casa Blanca con Devon Archer, un abogado socio de su hijo Hunter Biden en la firma de inversiones Rosemont Seneca Thornton. El 22 de abril, Archer fue incorporado al directorio de Burisma, la principal empresa privada ucraniana de explotación de gas. Controlaba, precisamente, el ducto transportador del gas ruso al resto de Europa. El 12 de mayo de 2014, el abogado Hunter Biden entró también en el directorio de esa compañía. Su dueño era, por entonces, Mykola Zlochevsky, un oligarca ucraniano considerado corrupto por Washington. De acuerdo con la investigación del Senado, Biden hijo y su socio Archer recibieron “en el transcurso de los siguientes años millones de dólares salidos de las cuentas de Zlochevsky”.

 EG

Fuente de publicacion que la autora autoriza su difusion: https://www.eldiarioar.com/mundo/dominacion-energetica-regiones-paises-mercados-corazon-guerra-ucrania_1_8805605.html

Las principales potencias de la UE, Alemania y Francia, obtienen el 40 por ciento de su gas procedente de Rusia

Entrevista que me realizara el Periodista Alfredo Guruceta para su programa “Con Sentido Común” en el Canal “C” de Córdoba en cablevision sobre la realidad del Conflicto en Europa del Este, ¿por qué se pelea?; ¿Cuáles son los intereses en juego?; ¿El rol de la OTAN?; ¿El rol de la Unión Europea?. Los misiles de EEUU en Polonia y Rumania que amenazan la seguridad de Rusia y mientras las Guerras no difundidas en Somalia, Damasco y en Yemen continúan:

La guerra olvidada: 8 años de bombardeos de Kiev contra Donbass, que de pronto se transformo en la unica… https://redradiove.com/rt-la-guerra-olvidada-8-anos-de-bombardeos-de-kiev-contra-donbass/ 

La guerra sin prensa Yemen: la guerra de la vergüenza
https://www.elviejotopo.com/topoexpress/yemen-la-guerra-la-verguenza/ 

Video Completo del Conversatorio realizado en 3 de Marzo: O Conflito OTAN/Rússia na Ucrânia pela ótica Geopolítica Análise do conflito entre a Rússia e OTAN com a participação de especialistas em geopolítica. Uma visão sem filtros das verdadeiras causas e consequências do conflito. Participação de Vinicius Modolo Teixeira(UNEMAT), Carlos Pereyra Mele (Dossier Geopolítico/Argentina) e Charles Pennaforte (UFPEL). Organizado por LabGRIMA   (laboratorio de Geopolítica, Relaciones Internacionales y Movimientos Antisistema) de la Universidad Federal de Pelotas Rio Grande do Sul – Centro de Estudos em Geopolítica e Relações Internacionais (CENEGRI) y Geopolitica e Mercosul grupo de Pesquisa  

 En la dirección que se publica a continuación se puede acceder a la visualización de la Conferencia

https://fb.watch/bz8qTnNDtK/

Biden no sabe ni dónde organiza las guerras: confunde a ucranianos con iraníes

Poca vergüenza. Es la que ha demostrado el presidente de EEUU, Joe Biden, al confundir a los ciudadanos ucranianos con iraníes. Y también demuestra una falta de conocimientos mínimos sobre a dónde va EEUU a organizar sus guerras bajo el pretexto de defender democracias, pero cuyo verdadero interés es el expolio de recursos naturales ajenos.

A EEUU le da igual dónde invade

También desnuda una falta de interés real que roza la obscenidad, en los verdaderos intereses de esos países y sus poblaciones. Les da exactamente igual, si son ucranianos, iraníes, sirios, iraquíes o yemeníes.No hay que ir muy lejos para encontrar ejemplos, no sólo de líderes de EEUU, sino de Occidente en general. Y es que hace pocas semanas, ante la pregunta del canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, a su par británica, Liz Truss, de si reconocía la soberanía de Rusia sobre las regiones de Rostov y Vorónezh, la canciller del Reino Unido respondió: «nunca lo reconoceremos».La embajadora de Inglaterra en Rusia tuvo que sacarla de ese terreno vergonzoso de la soberbia que origina esa ignorancia, y explicarle que se trataba de dos regiones de Rusia.

El pasado los condena

También en su momento, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, hizo unas declaraciones que hacían referencia a este tipo de situaciones: «Es difícil mantener un diálogo con gente que confunde Austria con Australia. Pero no hay nada que hacer. Por lo visto, ese es el nivel de cultura política de determinada parte de la elite dominante estadounidense», dijo Putin en una rueda de prensa al finalizar la cumbre de los BRICS en la ciudad china de Xiamen en septiembre de 2017.Esas palabras del mandatario ruso aludían a un episodio protagonizado hace una década antes por el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, quien confundió a estos dos países.Y ahora, ‘Sleepy’ Biden que suelta: «Putin puede rodear Kiev con tanques, pero nunca ganará los corazones y las almas del pueblo iraní».»Las élites dirigenciales norteamericanas han ido hacia un área de mediocridad de un nivel inconmensurable, fundamentalmente desde que pusieron a un cómico como Ronald Reagan. En adelante, las dirigencias que han encabezado el poder norteamericano han sido cada vez más débiles y más influenciables y más manejables por los gigantescos grupos de poder que realmente son los que administran el poder en EEUU», advierte el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele.Según el experto, «todo esto debe llamar la atención, ante los acontecimientos que estamos viviendo que realmente, cómo hace un bando con otro para poder negociar con este nivel de capacidades que están demostrando, o los niveles de capacidades de las mismas dirigencias europeas que cada vez también son más mediocres y más decadentes», sentencia.El analista incide en que Alemania ha perdido muchísimo con la retirada de Angela Merkel.»Es evidente. La actual Administración parece más ser puesta por Washington que la votada por los mismos alemanes. Además, se pega un tiro en el pie porque aplica sanciones que la van a desfavorecer en esta competencia internacional que está ocurriendo con el tema de la energía», avisa Carlos Pereyra Mele.

Con motivo del incremento del Conflicto que se desarrolla en la Europa del Este y con la involucración directa de Rusia en la Guerra Civil de Ucrania el Director de Dossier Geopolitico carlos Pereyra Mele e Integrantes del Equipo de Dossier geopolitico han sido requeridos por numerosos medios orales televisivos y escritos sobre el mismo aqui una breve síntesis de algunas de esas intervenciones:

1 Como cada viernes en este tramo de » Ayer y Hoy» por 650 Belgrano nuestro compañero el licenciado Carlos Alberto Pereyra Mele nos trae las ùltimas novedades en materia de polìtica internacional desde su habitual columna semanal para nuestro programa. En el dìa de hoy se refiere al los verdaderos motivos del conflicto bèlico entre Rusia y Ucrania que tiene en vilo al mundo.

2 AM 1059 LV 27 RADIO SAN FRANCISCO

3 agencia de Noticias FARGO -Foro Argentino de Radios Comunitarias

El analista internacional y especialista en geopolítica, Carlos Pereyra Mele, afirmó que Rusia lleva adelante una operación militar “quirúrgica” contra objetivos militares en Ucrania con el fin de “desmantelar la capacidad bélica” en ese país, al referirse a los acontecimientos de este jueves a la madrugada.

Se ha destruido parte de la fuerza aérea, los equipos electrónicos, las bases militares, etcétera, para dejar inerme a ese Estado”, manifestó el especialista en geopolítica, en comunicación con el Informativo FARCO, y explicó que Vladimir Putin decidió avanzar de esta manera porque fueron desoídos los reclamos de la Federación Rusa ante los países que integran la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).

Lo que ha acontecido en Ucrania era crónica de una muerte anunciada porque recuerden que desde hace ya bastante tiempo Rusia puso bien en claro cuál eran las líneas rojas que no se podía cruzar”, agregó.

Cuando la Unión Soviética se disolvió en 1991, la OTAN instaló bases en Polonia, Lituania, Letonia, Estonia, Rumania, Bulgaria, entre otros países. Desde hace un tiempo, sostuvo Mele, Ucrania pretende incorporarse a la organización internacional y eso, para Rusia, “es el acabose”, es decir la gota que rebalsó el vaso. “No estamos hablando de países iguales, estamos hablando de super potencias que ven afectada su seguridad nacional in extremis y actúan in extremis

Mientra todo el aparato mediatico cultural manejado por el Mundo Anglosajon se puso en marcha para demonizar a Rusia en la misma Semana se realizaban varios ataques en zonas en Guerra por parte de esos mismos paises o sus «aliados»

El colaborador de Dossier Geopolítico en España, Eduardo Bonugli, nos acerca al Club de La Pluma, una crónica  del “Día D” del conflicto en Ucrania, el 24 de Febrero, al que denomina EL DIA QUE BIDEN NO SE ATREVIÓ A SER EL CID CAMPEADOR DE EUROPA

Un relato imaginativo desde una virtual cafetería de Madrid o desde el salón de una casa, que refleja a la sociedad europea, con unas primeras horas furiosas que prometían venganza, hasta una medianoche con sabor a depresión y  derrota. Y entremedio, la sobre actuación de una prensa desbocada que se supera a si misma en su carrera hacia el absurdo. 

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

Columna de Geopolitica en el Club de la Pluma. Harto de tanta desinformación occidental, realizamos está columna: Como diría Montesquieu: El culpable NO es el que inició la Guerra, sino, el que hizo la Guerra INEVITABLE.

Una crónica de una muerte anunciada por el incremento del conflicto en Europa del Este, como lo adelantamos desde el 2014.

La Hipocresía de dobles estándares de los “medios” y los dirigentes políticos de la Unión Europea/OTAN para “informar” según sus “intereses” que no son otros que los de las angloesferas.

Hoy no es la Rusia que  soñaron los occidentales que fuera un País paria y rogante de fondo para inversión compañeros Hoy es un País reconstruido, fuerte y orgulloso. lo que los enfurece y enloquece escuchando a los jefes de la OTAN

Explicamos cómo fueron abandonados por sus mentores occidentales, los gobernantes de Kiev, y de que siempre fueron países usados por todas las potencias para dirimir sus intereses

Todos lloran por este conflicto en Europa pero nadie SANGRA por Ucrania en Europa, como lo habíamos informado en tantas columnas de este Club de la Pluma.

El Choque mayor de las super potencias atlantistas y los continentalistas se reflejan en está lucha en Ucrania, donde mas temprano que tarde demostrara una nueva derrota en este Afganistán 2.2. de la OTAN/USA. Y esto será un parteaguas de la historia como lo fue el 2020 con la Pandemia y el 2021 con la derrota en Asia Central de OTAN/USA

¡¡MUEREN 4.068 PERSONAS DURANTE FEBRERO, EN LA GUERRA DEL YEMEN!!
En Enero habrían muerto cerca 3.900 personas y unas 48.700 a lo largo del 2022, mientras que el total de la guerra desde el 2014 sumarían las 337.000 muertes.
El conflicto se originó por la invasión a ese país por Arabia Saudita apoyada por EEUU, Inglaterra y con armamento de Europa, además de la presencia de los terroristas del Isis, siempre relacionados con la gestión Obama / Biden /Clinton, en las primaveras árabes del Mediterráneo, que destruyó -entre otros- a Libia y que dejó toda la región sembrada de terroristas, mafias, muerte, hambre y la mayor ola de refugiados de la historia, según la ONU.
Es un país ubicado en África, donde comienza el canal de Suez y que es muy importante para la estrategia global de EEUU y también por sus recursos naturales.
Es de esperar que ese «mundo libre y rico» tan indignado por lo de Ucrania, sea coherente con esta tragedia y que actúe de forma similar y proporcional. 🥲

El prestigioso periodista mexicamo Roberto de la Madrid con su programa Detrás de la razón entrevista a dos destacados analistas internacionales Francisco Javier Martinez y a Axer Amo Izarra sobre los últimos acontecimientos luego de iniciadas las acciones militares de tropas rusas en Europa Oriental

Entrevista en dos partes: PRIMERA

SEGUNDA PARTE