Con representantes de 140 países, en la capital china sesionó el 3er Foro de la Franja y la Ruta, evaluando la exitosa primera década de la iniciativa y planificando la próxima

Por Eduardo J. Vior
analista internacional quien autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

En clara contraposición con las noticias de sangre y sufrimiento que llegan desde los confines occidentales de Eurasia, asombra la normalidad con la que en la capital china representantes de las tres cuartas partes de la humanidad pasaron estos últimos martes y miércoles proyectando en civilizada convivencia la construcción de un futuro compartido. El presidente Xi Jinping dio de entrada coherencia y dirección a la multitud de acuerdos concertados dentro y al margen del Foro, evaluando los primeros diez años de la iniciativa y presentando los ocho puntos con los que China pretende en el próximo decenio mejorar el rendimiento y la calidad de la cooperación. El contraste entre las bombas sobre la población civil de Gaza y el trato respetuoso con el que tantos países tan diferentes trabajaron en Pekín es el mejor ejemplo de la diferencia entre dos modelos opuestos para transitar de una época a otra de la historia de la humanidad.

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En la inauguración del Tercer Foro de la Franja y la Ruta este miércoles a la mañana en Pekín los presidentes de China y Rusia estaban en el centro de la foto

Mientras que durante el día martes sesionaba el Foro de los dirigentes de empresa de la Franja y la Ruta, seguían llegando delegaciones de Asia, África, América Latina y algún visitante europeo (como el primer ministro húngaro Viktor Orban y los ex jefes de gobierno de España, José L. Rodríguez Zapatero, y de Italia, Massimo D’Alema). El presidente Xi Jinping se reunió con su colega Vladímir Putín y con otros jefes de gobierno. Finalmente, a la noche se realizó el banquete de bienvenida comenzando con un brindis en el que el presidente chino hizo la apología de la cooperación pacífica para el desarrollo y el beneficio compartido entre todos los países del mundo.

Este miércoles, entre tanto, se realizó la sesión plenaria del Tercer Foro internacional de la Franja y la Ruta (BRF, por su nombre en inglés). En la ceremonia inaugural matutina el Presidente Xi Jinping pronunció un discurso en el que evaluó los primeros diez años de la iniciativa y fijó las pautas programáticas que China seguirá en el segundo decenio, para elevar –como dijo- la calidad del emprendimiento.  En su discurso Xi señaló que el objetivo del BRI es mejorar la conectividad política, comercial, financiera y entre personas, revitalizar la economía mundial, crear nuevas oportunidades para el desarrollo global y construir una nueva plataforma para la cooperación económica. En los últimos 10 años, señaló, la cooperación se ha extendido desde el continente euroasiático hasta África y América Latina y más de 150 países y más de 30 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación.

En su primera década de vida, caracterizó, la Franja y la Ruta ha pasado de “hacer borradores” a “completar los detalles”. Se ha puesto en marcha un gran número de proyectos. Se han establecido importantes principios rectores como el de “planificar juntos, construir juntos y beneficiarse juntos”, la filosofía de una cooperación abierta, ecológica y limpia y el objetivo de perseguir objetivos de alto nivel. Para el presidente chino, la BRI representa la búsqueda conjunta de la humanidad del desarrollo para todos. Allana un nuevo camino para los intercambios entre países y establece un nuevo marco para la cooperación internacional. A China sólo le puede ir bien, puntualizó, cuando al mundo le va bien y viceversa, cuando a China le vaya bien, al mundo le irá aún mejor. 

Consecuentemente advirtió que “la confrontación ideológica, la rivalidad geopolítica y la política de bloques no son una opción para nosotros. A lo que nos oponemos es a las sanciones unilaterales, la coerción económica, la disociación y la interrupción de la cadena de suministro.”

De cara al futuro, anunció, China tomará ocho medidas importantes para apoyar la cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta: 1) construir una red de conectividad multidimensional de la Iniciativa; 2) apoyar una economía mundial abierta; 3) perseguir la cooperación práctica para apoyar la construcción de carreteras y cinturones de alta calidad; 4) promover el desarrollo ecológico; 5) impulsar la innovación científica y tecnológica; 6) apoyar los intercambios entre las personas; 7) promover la cooperación en la Franja y la Ruta y 8) fortalecer las instituciones de la Franja y la Ruta para la cooperación internacional.

Entre tanto, en un discurso que siguió al de Xi, el Presidente ruso Vladimir Putin elogió la BRI e invitó a la inversión mundial en la ruta del Norte, por el Océano Ártico, que, según dijo, podría profundizar el comercio entre Oriente y Occidente. Significativamente, tras su intervención Putin fue aplaudido estruendosamente por los 4.000 delegados presentes. 

Por su parte, hablando en la ceremonia de apertura el presidente Alberto Fernández indicó que “China es un socio muy importante para nosotros. Con el apoyo y el acuerdo del gobierno de la República Popular hemos podido acceder a los BRICS”, reconoció. Además, destacó que celebra “la propuesta que ha hecho el presidente Putin para trabajar en los BRICS y mejorar la comunicación de nuestros países”. Y agregó que “estamos muy agradecidos por el apoyo financiero que China nos ha dado en el mismo momento en que el FMI nos exigió hacer frente a una deuda insostenible que irresponsablemente le dio al gobierno que me precedió”. Nuestro presidente resaltó también los proyectos de minería e infraestructura entre China y Argentina, así como agradeció la ayuda que brindó Pekín en materia sanitaria durante la pandemia de Covid-19.

Toda la Iniciativa de la Franja y la Ruta lleva la impronta del presidente chino. Así fue cuando se la lanzó en 2013 y en los dos primeros foros (2017 y 2019). Ahora, en el marco de la iniciativa se adelantan proyectos, para intensificar la integración económica regional, desarrollar la infraestructura de transporte, eliminar barreras para inversiones y comercio y aumentar la cooperación en el ámbito humanitario. Con el título de “Cooperación de alta calidad en la Franja y la Ruta: Juntos por el desarrollo y la prosperidad comunes”, este foro celebró significativamente el décimo aniversario de la Franja y la Ruta. 

Previamente, este martes se realizó la Conferencia de CEO de la Franja y la Ruta, que concluyó con un aumento en la escala y el número de acuerdos firmados respecto a la reunión anterior de 2019, al tiempo que emitió una declaración sobre la mejora de la conectividad empresarial y la cooperación global. Durante la conferencia se firmó un número significativo de proyectos de cooperación, en los que participaron cerca de 300 socios chinos e internacionales. Abarcan diversos sectores, como infraestructuras, energías limpias, inteligencia artificial, biofarmacia, servicios financieros, agricultura moderna y transporte ferroviario.

Después de la sesión plenaria, durante todo el miércoles se celebraron simultáneamente tres foros de alto nivel sobre la conectividad, el desarrollo ecológico y la economía digital. Además, se reunieron en paralelo seis simposios temáticos sobre la conectividad comercial, los vínculos interpersonales, los intercambios entre grupos de reflexión, la Ruta de la Seda limpia, la cooperación subnacional y la cooperación marítima. Asimismo se realizó una Conferencia de Directores Generales de la Iniciativa. Finalmente, el presidente Xi emitió una declaración que recogió el consenso alcanzado por los participantes y estableció la dirección futura y las áreas clave de la cooperación en la Franja y la Ruta. Próximamente, en tanto, se publicará una Lista de Resultados de la Cooperación Multilateral y una Lista de Proyectos Prácticos que sintetizarán los resultados alcanzados por los tres foros y los seis simposios.

En el futuro próximo la BRI deberá superar importantes retos. En primer lugar, la situación actual en Oriente Medio preocupa mucho a Pekín, porque en la región hay países que son clave para el proyecto y están en riesgo de desestabilización. En segundo lugar, China y la BRI necesitan una relación positiva con Occidente, especialmente con la UE, sobre la que China sigue trabajando. El tercer desafío, finalmente, es: reunir bajo un común denominador todos los proyectos y organizaciones del nuevo mundo multipolar, ante todo el BRICS11. 

Varios medios occidentales han ironizan en sus titulares, poniendo que se trataba de un Foro del BRI “más pequeño y más verde”. Cabe dudar sobre lo primero, ya que, con representantes de 140 países, la reunión de este año es la mayor desde el lanzamiento de la iniciativa. Sin embargo, la segunda afirmación es cierta. Desde el inicio de la BRI el sector energético ha absorbido la mayor parte de las inversiones y acuerdos de construcción firmados. Ahora bien, hasta hace muy poco este dinero se dirigía principalmente al sector de los combustibles fósiles con el riesgo de que los países miembros de la BRI imitaran la senda china de desarrollo con emisiones masivas de carbono. 

Si lo hicieran, se harían dependientes del abastecimiento de combustibles fósiles, justo cuando el mundo transita hacia su remplazo por las energías renovables. En septiembre de 2021, entonces, en la Asamblea General de las Naciones Unidas el presidente Xi Jinping anunció que China dejaría de apoyar en el extranjero la construcción de centrales eléctricas de carbón e intensificaría en los países en vías de desarrollo el apoyo a la energía verde y con bajas emisiones de carbono.

Al no disponer de armas eficaces para contrarrestar el proyecto, a Occidente no le queda más remedio que intentar la copia. El Global Gateway to Africa de la UE y el intento estadounidense de convertir la AGOA de Clinton en una “vía americana al Belt and Road” son ya un fracaso, porque, mientras que en la conferencia de BRI de 2019 se lanzaron 30 proyectos y todos ellos ya han tienen su financiamiento, Estados Unidos usa su tiempo organizando conferencias internacionales, para prometer la liberación de los fondos prometidos en la reunión anterior. 

El mundo se encuentra en transición. El viejo orden no termina de morir y el nuevo todavía no camina. Estamos pasando por una revolución epocal que en el oeste de Eurasia se da con sangre y en el resto del Sur Global con mucho tiempo. El General Perón decía que “las grandes revoluciones de la historia pueden hacerse con sangre o con tiempo. Con sangre son más rápidas, pero traen mucho sufrimiento; con tiempo tardan más, pero ahorran sangre”. La inmensa mayoría de la humanidad ha optado por el tiempo.

PUBLICADO POR LA AGENCIA OFICIAL TELAM DE ARGENTINA

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