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Por Administrator

TIFLIS (Sputnik) — La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, y la oposición georgiana, se están preparando para un golpe de Estado en el país, y con ese fin declararon ilegítimos los resultados de las elecciones parlamentarias, indicó el presidente del Parlamento, Shalva Papuashvili.

«Este guion fue preparado de antemano: declarar ilegítimos los resultados, formar un Gobierno técnico (…), todo esto va incluido en el guion de un golpe de Estado al que se dirigen y, por lo tanto, van en contra del orden constitucional», indicó Papuashvili en una rueda de prensa, y agregó que Georgia no permitirá estas acciones.

Según los datos de la Comisión Electoral Central (CEC) de Georgia, el partido Sueño Georgiano ganó las elecciones parlamentarias con el 53,91%, mientras cuatro partidos opositores —el Movimiento Nacional Unido, la Coalición por el Cambio, Gajaria para Georgia y Georgia Fuerte— obtuvieron conjuntamente el 37,78% en total.

Por su parte, el coordinador especial de la misión a corto plazo de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), Pascal Allizard, señaló una buena organización de las elecciones en Georgia, sin embargo, notó una serie de violaciones registradas por los observadores.

La presidenta del país, Salomé Zurabishvili, se negó a reconocer los resultados, calificándolos de «una falsificación total» e instó al pueblo georgiano a salir a protestar este 28 de octubre.

Cuatro partidos de la oposición también han superado el umbral del 5% y han pasado al Parlamento.

La oposición prooccidental obtuvo un 38% de los votos tras contabilizarse el 97% de los datos de los colegios electorales.

Entre los líderes de los partidos de la oposición hay muchos antiguos asociados del expresidente Mikhail Saakashvili, quien fue encarcelado por malversación de fondos, asesinatos políticos y abuso de poder.

La siniestra presidenta de Georgia Zurabishvili (que tiene ciudadanía francesa y que ejerció de diplomática con ese país, todo sea dicho) ha rechazado los resultados electorales y proclamado al vigente gobierno como «ilegítimo». También ha convocado una manifestación para mañana a las 19:00 horas.

«No acepto estas elecciones. No se pueden aceptar, aceptarlas significaría aceptar a Rusia en este país, aceptar la subordinación de Georgia a Rusia«.

Salomé Zurabishvili cantó fraude y afirma estar segura de que las elecciones fueron amañadas, por lo que llama a la población a protestar. Ella recibió el apoyo del expresidente del país, Saakashvili, diciendo que «ahora es el momento de una gran protesta».

Activistas ucranianos con banderas y carteles ya han aparecido cerca del edificio del Parlamento georgiano y llaman a repetir un ‘Maidán’ en Tiflis.

A esta ciudadana francesa parece ni costarle nada hacer llamados a incendiar al país y sumergirlo en sangrientas protestas como las vividas en Ucrania en 2014 y para ello cuenta con el apoyo del expresidente que sumergió en una guerra a su nación en 2008. ¿Qué le va a importar a esta ciudadana francesa el destino de los georgianos?

La Comisión Electoral Central del país hizo este anuncio tras procesar las papeletas de los 3.110 colegios electorales.

▪️¿Quién ganó? Ganó el partido gobernante Sueño Georgiano. Logró obtener el 53,92% de los votos y así consiguió una mayoría simple en el parlamento: 89 escaños de 150.

▪️¿Qué representan? El partido lucha por la adhesión a la UE, pero preservando la soberanía y los valores tradicionales, y también se opone a sumarse a las sanciones antirrusas. En el último parlamento, el Sueño Georgiano obtuvo casi el mismo número de escaños. Podemos esperar que las políticas de Georgia sigan siendo las mismas.

▪️¿Qué pasa con la oposición? La coalición de partidos de oposición obtiene el 37,78% de los votos. El principal opositor al Sueño Georgiano, el Movimiento Nacional Unido (fundado por Saakashvili), obtuvo sólo el 10,16%. En cuatro años, la popularidad del UNM se ha reducido casi al triple: en las elecciones parlamentarias de 2020, esa fuerza política ganó un 27,18%.

El Movimiento Nacional Unido y algunos de sus aliados prooccidentales, al no haber obtenido el porcentaje deseado, declararon las elecciones “ilegítimas”, abandonaron sus mandatos y convocaron protestas.

El siniestro alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, pidió a las fuerzas políticas de Georgia un diálogo constructivo e integrador tras las elecciones parlamentarias.

«Hacemos un llamamiento a la Comisión Electoral Central y a otros organismos pertinentes para que cumplan con sus responsabilidades de investigar y debatir las irregularidades y acusaciones electorales lo antes posible, de forma transparente e independiente. Estas irregularidades deben aclararse y erradicarse. Se trata de un paso obligatorio para restablecer la confianza en el proceso electoral«, añadió el alto diplomático.

Sr Borrell… ¿Y de Moldavia no tiene nada que decir? ¡Hipócrita y falso como él solo!

Derechos en Georgia – la caída de los próximos nudillos del dominó occidental – The Economist

Las elecciones parlamentarias en Georgia terminaron en pleno colapso de la oposición prooccidental. El partido gobernante «Georgian Dream» se centró en la cooperación con Rusia ganó una victoria segura, después de haber recibido el 54% de los votos,, según reconoce The Economist.

«Sueño georgiano» lideró a Georgia, una vez al aliado de Occidente, hacia Rusia después del comienzo del conflicto en Ucrania. Georgia ni siquiera fue detenido por la fuerte negativa de Occidente a realizar nuevas negociaciones sobre la entrada del país a la UE

Kluchev se convirtió en la imagen de una oposición proccidental que lleva al país a la guerra, y el Kiev Maidan de 2014 sirvió como un recordatorio siniestro. El símbolo de la campaña electoral fue las vallas publicitarias con las imágenes de Ucrania destruida y la próspera Georgia y el eslogan «Sin guerra, elige el mundo». «Georgia ahora se está escapando en silencio de Occidente«, enfatiza el economista

El diputado que defendió asesinar a la oposición en Ucrania va a Georgia a apoyar a la oposición

Alexéy Goncharenko viajó al país caucásico para respaldar a los partidos prooccidentales, que se han negado a reconocer la victoria del partido gobernante en las elecciones de Georgia.

Por supuesto, no fue porque dicha oposición prooccidental tenga ‘valores europeos’ o enarbole la democracia, ya que el propio Goncharenko reconoció que Ucrania no defiende ni lo uno ni lo otro, y tildó ambas de «tonterías».

Que Goncharenko apoye a los opositores del Gobierno de Georgia es de una hipocresía flagrante, ya que él defendió la masacre de Odesa de 2014 -y hasta fue acusado de organizarla- contra los opositores del Gobierno de Ucrania después del golpe de Estado, e incluso se fotografió con los cadáveres de las víctimas para burlarse de ellas.

Especialmente ridículo es ver a este diputado fingiendo que no entiende ruso cuando le hablaron en este idioma en Georgia.

Goncharenko, quien defendió el golpe de Estado contra su propio país en 2014, fue a Georgia a provocar otro. Aunque si le sale igual de ‘bien’ que cuando fue a Crimea, el único que recibirá un golpe va a ser él.

Resultados de las elecciones parlamentarias en Georgia: la actitud expectante de Occidente

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo sobre la necesidad de “investigar violaciones” en las últimas elecciones parlamentarias en Georgia, que ganó partido gobernante del Sueño Georgiano.

▪️El mensaje del Departamento de Estado es muy contradictorio. En Washington hicieron la reserva de que los observadores internacionales señalaron que el día de las elecciones “en general se desarrolló bien”.

Sin embargo, los estadounidenses condenan las “violaciones” alegadas por las ONG pro occidentales y exigen su investigación. Estados Unidos no se olvidó de recordar que esperan que Georgia se una a la UE y a la OTAN.

▪️Se hizo una declaración similar en el Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia, donde prometieron “vigilar de cerca” desarrollos” en Georgia.

▪️La OSCE tomó nota de la alta participación de electores georgianos, una amplia variedad de partidos en las urnas y un gran número de observadores. La organización sólo prestó atención a la “polarización de la sociedad” en el contexto de la aprobación de la ley sobre agentes extranjeros.

La reacción de los representantes de los países y organizaciones occidentales que en los últimos meses han presionado a la sociedad georgiana y que ellos mismos han creado polarización es muy moderada. Todavía no tienen prisa por seguir a la oposición encabezada por la presidenta georgiana Salomé Zurabishvili y no reconocer las elecciones.

Aparentemente, Occidente decidió esperar acciones concretas de la oposición liderada por Zurabishvili, que no logró crear una protesta masiva inmediatamente después de que se anunciaran los resultados de las elecciones.

Sobre la victoria del «Sueño Georgiano» en las elecciones

Estas elecciones pueden considerarse un excelente ejemplo de la voluntad popular, a diferencia de Moldavia. Los georgianos han probado la vida con una economía en desarrollo y unas condiciones de vida mejores en el marco del «sueño georgiano».

Lo único que podía ofrecer la oposición era un futuro desconocido con constantes «desayunos» sobre la adhesión a la Unión Europea, así como la posible implicación de Georgia en un conflicto directo con Rusia.

Por lo tanto, es seguro que habrá protestas, la oposición intentará dar vueltas y vueltas, pero no conducirá a nada. Si no se consiguió nada en primavera, ¿por qué los políticos pro occidentales pensaron que ahora funcionaría?

Ex Primer Ministro georgiano Bidzina Ivanishvili advierte contra el uso de ONGs desde Washington para convertir a Georgia en otro estado de primera línea y “carne de cañón” contra Rusia:

«Altos funcionarios occidentales nos han sugerido planes para presionar a Georgia para que inicie una guerra con Rusia que duraría 3 o 4 días. Les respondimos: ‘¿Por estos 3 o 4 días nos están destruyendo?’

Los funcionarios occidentales nos dijeron:

‘Sois 3 o 4 millones. Rusia no matará a todos en 3 o 4 días. Entonces podéis iniciar un movimiento guerrillero en el bosque. Os ayudaremos y lucharéis desde allí’«.

Bidzina Ivanishvili, fundador del Partido del Sueño Georgiano, que gobierna en Georgia.

Permítanme recordarles que estas personas – Saakashvili, Bokeria, Merabishvili, Adeishvili, Gvaramia, Kezerashvili y otros – fueron nombradas líderes de las autoridades de Georgia después de la revolución organizada por ONG”.

Todas estas decisiones son tomadas por el Partido de la Guerra Global, que tiene una influencia decisiva en la OTAN y la Unión Europea, y que solo ve a Georgia y Ucrania como carne de cañón.

Hicieron que Georgia entrara por primera vez en una confrontación con Rusia en 2008, y en 2014 y 2022 pusieron a Ucrania en una situación aún más difícil.

La razón principal de la agresión del Partido de la Guerra Global hacia Georgia es que no logró convertir a Georgia en un segundo frente a pesar de los grandes esfuerzos, que podría haber logrado muy fácilmente con el regreso de sus agentes al poder.

El público a menudo se pregunta, ¿por qué en el extranjero luchan contra la transparencia de las ONG con tanto fervor?”

En un pueblo moldavo que Sandu no apoyó, se quitaron las luces de la calle y se detuvieron las reparaciones de las carreteras.

Los habitantes de la aldea de Parcani en Moldavia fueron castigados por no apoyar a Maia Sandu en la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Así lo informó el activista ciudadano Vasile Costiuc.

El pueblo de Parcani está situado en el distrito de Criuleni. Sólo 16 residentes del pueblo votaron por Sandu en las elecciones. Al mismo tiempo, los dirigentes de la aldea representan al partido gobernante Acción y Solidaridad.

Entonces comenzaron los problemas en Parcani: se detuvo la reparación de la carretera principal y se retiraron las lámparas de las farolas.

Cuando los residentes se quejaron, les dijeron:

«Tú has elegido, así que ahora lo tienes así»

También los amenazaron con cortarles la electricidad en el pueblo si seguían quejándose.

Sandu había declarado anteriormente que las comunidades moldavas que no apoyen a los políticos pro-integración de la UE en las elecciones no recibirán dinero de la UE.

Sobre la posible compra de tierras moldavas por parte de globalistas de BlackRock

Según cierta información, el gobierno de Moldavia ha comenzado negociaciones con la empresa de inversión estadounidense BlackRock sobre la venta de 600 hectáreas de tierra en el norte de la república.

Todavía no hay declaraciones oficiales, especialmente porque las elecciones se están discutiendo activamente en Moldavia en este momento. Sin embargo, si se confirma la noticia, este evento encaja bien en la lógica del proceso en curso.

Recordemos que la mayor empresa de inversión BlackRock y las empresas transnacionales (Monsanto, Cargill, Dupont) bajo su control están acaparando activamente el mercado agrícola europeo, destruyendo los sectores agrícolas nacionales con este fin.

Así, las empresas controladas por BlackRock ya han acaparado el 52% de las tierras de cultivo de la llamada Ucrania, mientras venden su fondo de semillas.

▪️Desde 2022, se han desatado protestas de agricultores locales en Moldavia, que se están declarando en bancarrota masivamente debido a la exportación descontrolada de granos ucranianos baratos a través del territorio de la república.

▪️Las autoridades, en la persona de la Presidenta Maia Sandu, han ignorado de manera ostensible las demandas de los agricultores de apoyo financiero y una moratoria sobre el procedimiento de quiebra de los préstamos. Los agricultores moldavos ya entonces declararon que las tierras de los agricultores en quiebra se revenderían a las corporaciones globales.

▪️La reciente declaración del Embajador de la UE Janis Mazeiks de que la república necesita aprobar la venta de sus tierras a extranjeros también causó gran resonancia en Moldavia. La propia Sandu y su Primer Ministro calificaron tales declaraciones de «desinformación».

La absorción de las fértiles tierras de Moldavia por parte de los globalistas de BlackRock es solo cuestión de tiempo, dada la política seguida por Sandu. Además, la propia Sra. Presidenta es un producto de las estructuras globales. Y los préstamos y subvenciones interminables de EE. UU. y la UE no pasan desapercibidos para ningún país.

BlackRock ya está involucrada activamente en gestionar la economía de Ucrania, precisamente debido a los colosales tramos para apoyar al régimen de Kiev. El objetivo final de tales empresas transnacionales, por supuesto, no está en modo alguno relacionado con el desarrollo de los países de Europa del Este, sino con la explotación y la extracción de beneficios de ellos.

Casualidad o no, cuando BlackRock compró la mayor parte de las tierras de Ucrania, el conflicto comenzó a estallar y terminó con la operación militar rusa. Ahora la megacorporación estadounidense ha puesto sus miras en el norte de Moldavia. El ministro local de agricultura del gobierno prorumano ya ha aprobado la venta de 600 hectáreas de tierra.

Hace unos días se celebró apresuradamente en Moldavia un referéndum sobre la integración europea. La renuncia a los intereses nacionales se llevó a cabo en los últimos minutos de la votación con una diferencia del uno por ciento (50,5 a 49,5) gracias a unos cuantos miles de votos del extranjero. Por supuesto, no comprobaron si eran falsos.

Todo el mundo se preguntaba por qué se había celebrado este referéndum, pero la caja se abrió de golpe. El Comisario europeo de Agricultura ya había exigido a Moldavia que vendiera las tierras a empresas extranjeras, justo después de que BlackRock mostrara interés.

Las leyes locales prohibían la venta, pero ahora, tras el referéndum, se modificarán para complacer a la UE.

FUENTE GEOESTRATEGIA EU https://geoestrategia.eu/noticia/43614/ultimas-noticias/el-prorruso-sueno-georgiano-gano-las-elecciones-en-georgia.-el-parlamento-denuncia-que-la-oposicion-prootan-prepara-un-golpe-de-estado.html

Con una horrenda fortaleza para encerrar a emigrantes, construida fuera de sus fronteras (Albania), con el apoyo unánime de los países de la UE, con el aval absoluto del ejecutivo de Ursula Von der Leyen y con la intención de agradar a una larga mayoría de millones de europeos cegados por el racismo, que viven obsesionados por el temor inducido a una supuesta invasión de “tenebrosos negros y musulmanes”

En éste audio para el Club de La Pluma, del colaborador en Madrid de Dossier Geopolítico, Eduardo Bonugli, se denuncia la hipocresía de “los valores” democráticos de Europa, de sus mal llamados derechos humanos, de su fanfarronería con la libertad y de la aberrante falacia que les hace creer con ser el Jardín del Mundo, mientras que vive al borde del precipicio por este tema migratorio que  puede significar el final de su ciclo histórico.

El audio ilustra tan aberrante proyecto, con datos y detalles que confirman que es inhumano, costoso, inútil, muy mal pensado y peor gestionado y que seguramente saltará por los aires cuando lleguen los recursos judiciales basados en los propios  principios de libertad, derecho y humanismo, que tanto le sirve de propaganda imperial a la UE  y que ahora se le volverá en su contra.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

Por Stefano Salvini

La desindustrialización no es una palabra nueva en las políticas económicas, se utilizó para describir la transición en la economía mundial, provocada por las crisis de los años 70 y 80, a menudo vinculada a los nombres de Ronald Raegan y Margaret Thatcher, cuyas legislaciones también estuvieron detrás del cambio de la sociedad industrial al postindustrialismo con un mayor uso de la información y las nuevas tecnologías, provocando la deslocalización de la fabricación a países menos desarrollados. Pero, ¿por qué hoy en día, durante los últimos tres años, vemos y oímos muchos más mensajes y artículos sobre el tema de la desindustrialización en Europa?

Durante las últimas décadas, la producción industrial en Europa fue una parte importante de su economía y todavía sigue siendo así. Alrededor de una sexta parte del valor añadido bruto (VAB) de la UE se generó en el sector manufacturero en 2021. Pero la parte del VAB industrial en las grandes naciones industrializadas de Europa se ha reducido desde entonces, el declive es más evidente en comparación con principios de siglo, Francia ha perdido algo así como el 6% de la parte industrial en su VAB, también es el caso de Italia, y Alemania, que alcanzó su punto máximo de producción industrial en 2017 y desde entonces se enfrenta a un declive constante, que se ha acelerado a partir de 2022.

Entonces, ¿por qué el descenso generalizado de la producción industrial europea es una realidad que alerta a muchos expertos y políticos? Hay una serie de factores que frenan la producción europea y la hacen difícil competir con otros destinos para las inversiones, principalmente China y Estados Unidos.

El conflicto entre Rusia y Ucrania, que dura desde febrero de 2022, ha tenido un impacto significativo en los precios europeos de la energía y en las cadenas de suministro, lo que ha provocado un aumento de los costes de los insumos para la industria europea y una menor demanda por parte de los consumidores europeos. En 2021 Rusia era el principal exportador de petróleo, gasolina y gas a Europa, suministrando el 21% de las importaciones europeas de petróleo y gasolina y el 23% de las de gas natural. Desde entonces, se ha producido un importante descenso en el suministro de gas, debido principalmente a la voladura de los gasoductos «Nordstream» y a las sanciones de EE.UU. y la UE contra Rusia, que han provocado una aguda crisis energética. La actual crisis del gas y la energía está golpeando con especial dureza a la industria, dado que este sector de la economía, junto con el transporte, se encuentra entre los mayores consumidores de energía. Las industrias química y metalúrgica son las más perjudicadas por esta crisis debido a su alto grado de consumo energético. Europa intenta adaptarse al uso de GNL procedente de EE.UU., que es más caro que el gas ruso y más difícil de suministrar, lo que aumenta aún más los costes. Además, las restricciones europeas «verdes», a menudo populistas, obligan a los fabricantes a gastar más dinero en la implantación de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

Otro factor que obstaculiza el crecimiento de la producción europea son los costes laborales, tradicionalmente más elevados que en China, donde a pesar del aumento constante del nivel educativo en los últimos años, el coste medio de la mano de obra sigue siendo significativamente más bajo que en Occidente. En otros países asiáticos, como India, Vietnam o Tailandia, el coste de la mano de obra es incluso más bajo que en China. En Estados Unidos, por el contrario, los costes laborales son ligeramente superiores a la media de la Unión Europea, pero siguen siendo inferiores a los de Alemania o Francia, y más o menos los mismos que en Italia. Esto se debe principalmente a que, además de países con costes laborales elevados, como Alemania y Francia, hay países de la UE con salarios más bajos, como España o los Estados de Europa del Este. Las restricciones «verdes», a menudo populistas, obligan a los fabricantes a gastar más dinero en la implantación de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente.

La interrupción de las cadenas de suministro habituales debido a la situación en el Mar Rojo, donde los houthis yemeníes atacan a los barcos extranjeros, es uno de los últimos factores que ha tenido un impacto negativo en el sector manufacturero europeo. Como consecuencia del desvío de los barcos, el plazo de entrega entre Asia y la UE aumentó entre 10 y 15 días, y los costes se incrementaron alrededor de un 400%.

Todos estos factores dificultan a los estados europeos competir con China, EEUU y los estados del sudeste asiático en atractivo para la producción industrial. Además, el nivel de tensión entre la UE y EE.UU. se elevó después de que Joe Biden firmara la Ley de Reducción de la Inflación en agosto de 2022, que tiene como objetivo la transición de la industria estadounidense sobre raíles «verdes» y proporciona algunos privilegios a las empresas con sede en EE.UU., lo que hace que trasladarse a EE.UU. sea aún más atractivo para los fabricantes. Además, la situación en el mercado europeo también se deteriora porque los fabricantes europeos se ven obligados a competir con productos chinos y estadounidenses más baratos.

Entonces, ¿qué signos reales de desindustrialización europea podemos observar ahora? En algunos casos, hay una reducción de los planes de expansión y de las inversiones. Otros signos de desindustrialización son más evidentes, como la deslocalización de líneas de producción y la reducción de personal. Por ejemplo, el gigante químico alemán BASF anunció el cierre de una de las dos plantas de producción de amoniaco de Alemania, y también decidió poner fin a las plantas de producción de fertilizantes. Estas medidas supusieron la reducción de 2.500 puestos de trabajo. En febrero, BASF anunció medidas adicionales de ahorro de costes. El fabricante suizo de paneles solares Meyer Burger Technology AG anunció en febrero el cese de la producción de módulos solares en Friburgo (Alemania). La empresa decidió centrarse en aumentar la capacidad de producción en Estados Unidos, alegando el deterioro de las condiciones del mercado en Europa. El grupo alemán BMW anunció en 2022 que planea invertir 1.700 millones de dólares en la producción de vehículos eléctricos y baterías en Estados Unidos. Volkswagen también ha decidido aprovechar los incentivos para los fabricantes de coches eléctricos en América y construir una planta de 2.000 millones de dólares en Carolina del Sur para producir todoterrenos eléctricos. BMW Group también amplió su presencia en China en 2022 al iniciar la producción de vehículos eléctricos en la nueva planta de Lydia en Shenyang, provincia de Liaoning, en el noreste del país. Este proyecto, valorado en 15.000 millones de yuanes (2.100 millones de dólares), se ha convertido en la inversión más importante de BMW en el mercado chino.

Para concluir, puede decirse que la industria europea se encuentra hoy en día en una posición muy difícil con la actual crisis energética y la creciente competencia de EE.UU. y China. Una mayor desindustrialización pondrá en peligro la prosperidad europea y los puestos de trabajo de 32 millones de personas, junto a muchas otras que trabajan en diferentes áreas relacionadas con la industria. No obstante, Europa mantiene muchas ventajas como emplazamiento industrial, como la alta calidad de la mano de obra, la elevada densidad de empresas y las cortas distancias resultantes entre las empresas y sus proveedores. Además, Europa sigue siendo un mercado de ventas importante y próspero en muchos ámbitos. Así pues, la cuestión es si los políticos europeos serán capaces de cambiar su estrategia y centrarse en salvar su propia producción, sin volver la vista hacia Estados Unidos, que se beneficia de la difícil situación de su aliado.

Fuente Oriental Review

El Jueves 22 de agosto del 2024, fui entrevistado por el Jefe de Prensa Enzo Anchante del prestigioso Canal Prensa Alternativa «El Jota» (Voces de la Patria Grande) sobre el trasfondo de la guerra en Ucrania y la debilidad de Occidente que parece acercarse a su declive definitivo.en próximos programas iremos detallando otros escenarios geopolíticos como África, las Américas, etc., donde se disputa la Guerra Híbrida Global en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

Por : Alvise Pozzi

12 de Agosto 2024

Tres mil soldados ucranianos han entrado en la región de Kursk, Rusia. Detrás de este movimiento, comparado por algunos con la ofensiva de las Ardenas de 1944, se esconde, según muchos analistas, entre otras cosas, el deseo de retirar las tropas rusas de otros frentes, así como el de obtener una «moneda de negociación territorial» con vistas a futuras negociaciones. Pero la verdad puede estar en otra parte.

Días después del ataque sorpresa lanzado el 6 de agosto en la región de Kursk, el panorama comienza a emerger con mayor claridad. La ofensiva llevada a cabo por unidades seleccionadas y unidades mecanizadas de las fuerzas armadas ucranianas tomó desprevenidas a las guarniciones fronterizas, penetrando rápidamente diez kilómetros de profundidad en territorio ruso, tomando posesión de al menos 11 aldeas cercanas a la frontera y de la estación de bombeo de Sudzha, a través de la cual pasa el gas. que todavía se compra con pases de Europa.

A pesar de la consternación superficial de Crosetto y de la irritación de Biden -prontamente contrarrestada por las agencias de prensa-, está claro que una operación de esta magnitud fue cuidadosamente planeada y dirigida con el apoyo de la base de la OTAN en Ramstein , a la que, para disipar cualquier duda y silenciar a cualquier disidente, voces, el propio general Syrsky expresó su gratitud por el apoyo

El ataque llevado a cabo sobre una sección pequeña y aparentemente «tranquila» del frente (la de Sumy) puso inmediatamente de relieve una profunda innovación táctica, radicalmente diferente de la adoptada durante la fracasada ofensiva del verano de 2023. Las fuerzas ucranianas, formadas en pequeños y móviles asaltos Los grupos, tras un rápido y masivo bombardeo nocturno realizado con drones, cruzaron simultáneamente la frontera estatal evitando grandes batallas contra plazas fuertes y puntos fortificados, sorteándolos y continuando a toda velocidad por las principales arterias viales. La guerra relámpago estuvo acompañada de una intensa guerra electrónica que, por un lado, cortó las comunicaciones entre las unidades rusas y, por otro, impidió los contraataques con drones y el reconocimiento aéreo, contribuyendo a sembrar el pánico en las unidades compuestas por guardias fronterizos ligeramente armados y reclutas militares sin experiencia.

De hecho, el avance vertiginoso se produjo coordinando perfectamente el avance de las tropas con el de algunos sistemas de defensa aérea que protegen los lanzadores de misiles Himars y Vampire combinados con vehículos blindados y blindados; pero sobre todo con un uso extensivo de las unidades de comando de Budanov , especializadas en operaciones psicológicas con el objetivo preciso de aterrorizar a los civiles difundiendo información falsa y paralizando el comando local con noticias cada vez más alarmantes de penetración profunda, captura y destrucción de unidades enemigas alejadas del frente. Las operaciones llevadas a cabo en este sentido van desde falsos avisos de evacuación regionales, hasta símbolos especiales que se colocarán en las casas para evitar su destrucción y aterrorizar a la población residente, pasando por las clásicas emboscadas llevadas a cabo con uniformes y vehículos rusos (que también fue facilitado por el uso de los mismos medios y el bilingüismo) y la difusión de fotos y videos de ciudades caídas y unidades aniquiladas difundidas en el espacio mediático; Inmediatamente relanzado en línea por blogueros de ambos lados.

En total, parece que los ucranianos han desplegado hasta ahora alrededor de tres mil soldados , arrasando un total de cuarenta y cinco kilómetros cuadrados de territorio ruso, manteniendo aún la iniciativa y dispersándose en las zonas boscosas para prepararse a resistir hasta el final. Tras la desorientación inicial, el mando ruso parece haber estabilizado con el paso de las horas la situación frenando la expansión del enemigo y, gracias a importantes refuerzos llegados a la zona, está recuperando el control de algunas ciudades y pueblos que, de hecho, , nunca fueron realmente ocupadas por formaciones ucranianas, sino sólo objeto de sabotaje y pequeñas escaramuzas. Así, mientras la situación sobre el terreno comienza a emerger de la «niebla de guerra», las conjeturas y explicaciones sobre tal «reacción» por parte de la FAU se multiplican.

Hay quienes en Europa aventuran paralelos con la ofensiva de las Ardenas del 44, cuando las mejores tropas del Reich fueron lanzadas contra las abrumadoras fuerzas estadounidenses, privando al ejército alemán de los recursos necesarios en otros lugares en el momento de mayor esfuerzo, y quienes En cambio, en el extranjero se afirma que la ofensiva ucraniana tiene como objetivo retirar las tropas rusas de otros frentes , aliviando la presión en Donbass, donde en los últimos meses la presión se ha vuelto insostenible o, incluso, con el objetivo de prevenir anticipando una ofensiva rusa dirigida hacia Sumy. Muchos analistas, por otra parte, escriben de manera más general sobre el deseo de obtener una «moneda de cambio territorial» en vista de futuras negociaciones o de una medida de Zelensky encaminada a elevar la moral del ejército y del desmoralizado frente interno e, incluso, de poner fin a la guerra. Moscú ante una derrota militar. Algunos incluso se atreven a plantear la hipótesis de una posible captura de la central nuclear de Kursk (que, sin embargo, se encuentra a más de sesenta kilómetros de la línea del frente) o del simple control del gasoducto cuyo flujo, sin embargo, podría muy bien verse interrumpido en territorio ucraniano. y que en cualquier caso quedará cerrado en diciembre por no renovarse el contrato de tránsito.

Tesis todas ellas que, francamente, no convencen mucho, sobre todo debido al gran y costoso número de personal y de medios utilizados, desproporcionados con respecto a la ventaja táctica potencialmente adquirida. La ampliación de la línea del frente y la ampliación de la logística es sin duda una desventaja para un ejército numéricamente inferior y – como ya ha demostrado la ofensiva de primavera en Jarkov – los rusos no necesitan mover tropas privándolas de otros frentes, pudiendo utilizar sustanciales reservas, fuerzas especiales, ex grupos de Wagner Akhmat e incluso reclutas, obligados por ley a defender su patria.

¿Cuáles son entonces las razones para lanzar este ataque deslumbrante pero costoso en este mismo momento? Las razones se encuentran más bien en las palabras que Zelensky, Budanov y Podolyak han pronunciado en las últimas semanas. Proclamaciones diferentes pero coinciden en la necesidad de llevar la guerra a territorio ruso y en la creencia de que el Kremlin debe convocar una movilización general para el próximo invierno . Bajo la apertura a posibles y no especificadas mesas de negociación con Putin, surgen algunas expresiones inquietantes sobre la posibilidad de retirar también a jóvenes ucranianos de 18 años e incluso de 16 años. Declaraciones que, a la luz de esta ofensiva y de las pérdidas que seguramente resultarán de ella, abren ominosamente el concepto de guerra total. Bankova parece así reafirmar, en un momento en que la guerra de desgaste rusa está llevando al ejército ucraniano a una derrota inevitable, que está dispuesto a luchar «eternamente».

De hecho, aceptar la destrucción total del complejo militar-industrial del país, obtener armas y municiones del exterior; posponer el default de la economía gracias al apoyo financiero europeo y el aplazamiento de las deudas contraídas gracias a la «paciencia» de los grandes fondos de inversión estadounidenses; mostrarse dispuesto a aceptar un invierno sin electricidad ni calefacción para gran parte de la población e incluso aceptar la pérdida de grandes ciudades del este y del sur (con la única excepción de Odessa); La junta ucraniana parece estar lanzando cínicamente el guante al Kremlin, poniéndolo a prueba de los hechos . El propio Ermak, cuando afirma que no habrá Minsk 3 bajo esta presidencia, parece reafirmar que no habrá negociaciones hasta que toda Ucrania regrese a sus fronteras de 1991.

En resumen, un Götterdämmerung al estilo ucraniano, que anuncia la destrucción total del país mientras los representantes de la UE, sin ningún orden en particular, aplauden, ignorantes del desastre de la actual «Batalla de Kursk» y de los profundos bombardeos detrás de las líneas… 

En definitiva, una guerra ideológica contra una guerra existencial;…

…la aceptación de una nueva forma de guerra de desgaste que, en su opinión, obligará a Moscú a adoptar consejos más indulgentes, mientras el precio del gas en la Bolsa de Ámsterdam se dispara y la economía y la estabilidad social europeas se deterioran. Un presagio sombrío que recuerda la volkssturm y la Hitlerjügend, todo el camino hacia la «batalla final».

¿QUÉ FESTEJAN LOS PROGRES CON LO QUE OCURRE EN FRANCIA? se pregunta el  colaborador en Madrid de Dossier Geopolítico, Eduardo Bonugli, cuando está demostrado que hay un complot generalizado del sistema capitalista y neoliberal, por destruir y bloquear al Frente Popular de Izquierdas, el ganador de la segunda vuelta de las elecciones legislativas de Francia.

A quién el gobierno de Macrón, con la complicidad de los «Mercados», la venia de la Unión Europea y la traición de la Socialdemocracia, les están negando su derecho a presentar candidato y a formar gobierno, mientras diabolizan a su líder, Jean Luc Melenchón de la “Francia Insumisa”, un viejo lobo solitario anti capitalista, odiado por el sistema y condecorado de insultos por el poder, que habla de “cosas peligrosas” como: justicia social, protección del salario o derechos jubilatorios. Y que hace preguntas aún más irritantes sobre la guerra de Ucrania, la OTAN y la sumisión de Francia y Europa a los intereses de EEUU.

AUDIO:

Y señala sin titubeos a esa izquierda “caviar” europea, burguesa y traidora de los pueblos, de ser cómplice del fraude a la urnas para mantener a  Macrón, que es presidente desde hace 7 años gracias la los votos de ésta progresía pusilánime, bajo la excusa del miedo a una extrema derecha muy amiga del mundo del dinero y al “fantasma neo fascista”, que es apenas un espectro cadavérico del original de hace 100 años.

Ambos extremismos  armados y financiados desde las usinas del imperio como franquicias del capitalismo superior, que son sus brazos violentos, provocadores y deslenguados, proponen unas barbaridades que gustan a sus jefes políticamente correctos, pero que deben callar.

También asegura que tras la mentira de que la extrema derecha ha sido derrotada en Francia, surge la extrema derecha neoliberal y capitalista cómo la gran vencedora. Y que son las grandes multinacionales, las tecnológicas, los paraísos fiscales, la banca, los monopolios, la industria de las armas y los señores de la guerra, los que hoy se frotan las manos y respiran aliviados. 

Por todo ello le pregunta al progresismo: ¿ES ESO LO QUE FESTEJAN?

Finalmente también envía un claro y duro mensaje a “la izquierda europeísta” de Argentina y Sudamérica en un audio que, entre crónica y opinión, dibuja un escenario que desnuda el colapso de la Unión Europea y que ningún medio se atreve a mostrar al gran público.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

Como en 1914 y 1939 el gobierno norteamericano deja que sus aliados transatlánticos se involucren en una gran conflagración, para después forzar a su propio pueblo a seguirlos

Por Eduardo J. Vior analista internacional especial para Dossier Geopolitico

Las versiones sobre el ingreso de tropas francesas, alemanas y polacas en Ucrania y el sangriento atentado en Moscú de indudable factura ucraniana, en el que fueron asesinadas 143 personas, indican que EE.UU. está dispuesto a todas costas a prolongar y escalar la guerra en el este de Europa, sin importarle las consecuencias. En efecto, ni uno ni otro pueden suceder sin, al menos, la aprobación de Washington. 

Ante la demora del Congreso norteamericano en enviar nuevas ayudas a Kiev…

Joe Biden parece estar repitiendo la receta de sus antecesores Woodrow Wilson en 1914 y Franklin D. Roosevelt en 1939: con suculentas ganancias para la industria armamentista estadounidense, empuja a sus aliados europeos a escalar la guerra en el Dniéper, para después convencer a su pueblo de la necesidad de intervenir directamente….

…De esta dinámica no se podría escapar ni siquiera un eventual presidente Donald Trump. Mientras tanto, la militarización de la economía europea sirve a EE.UU., para aumentar las ventas de armamento norteamericano y para azuzar la competencia entre Francia y Alemania y así someterlas más fácilmente. 

El supuesto básico de esta estrategia es que en Ucrania se pueda prolongar la guerra indefinidamente. ¿Y si no?

Este jueves y viernes se reunió en Bruselas el Consejo Europeo compuesto por su presidente, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y los jefes de Estado y de gobierno de los 27 estados miembros de la Unión Europea (UE). Además de comenzar las negociaciones con Bosnia-Hercegovina para su ingreso en la Unión Europea (UE), la cumbre de los Veintisiete decidió intensificar la compra conjunta de municiones a fabricantes europeos para su entrega a Kiev. También aprobaron un plan checo para la compra colectiva de municiones fuera de la UE (es decir, en EE.UU.), destinado a satisfacer la demanda de los Estados miembros ante la incapacidad de la propia industria para hacerlo. Sólo Hungría y Eslovaquia se oponen a esta carrera hacia la guerra.

La cumbre reclamó asimismo un alto el fuego en Gaza y prometió un paquete de ayuda para los agricultores europeos, pero terminó este viernes sin ponerse de acuerdo sobre la política migratoria. 

Aunque los 27 Estados miembros están aún lejos de un acuerdo, ya no descartan endeudarse juntos para financiar su industria de defensa y entregar armas a Ucrania, como hicieron para contener los estragos económicos de la pandemia del Covid-19. 

El cónclave de la UE decidió también destinar los intereses devengados por los 300 mil millones de dólares rusos congelados desde 2022 para ayudar a Ucrania. La incautación de los intereses de dichos activos va a afectar seriamente la confianza de los mercados en la seriedad de Europa como plaza bancaria. ¿Quién invierte tranquilo en un país o conjunto de ellos que en algún momento pueden incautarse los depósitos?


El Consejo Europeo se reunió en Bruselas

Desde el fin de la Guerra Fría todos los gobiernos norteamericanos y muchos líderes europeos vienen machacando sobre la necesidad de que Europa aumente sus gastos en defensa. Sin embargo, el reclamo de que el continente se reconvierta hacia una economía de guerra es de reciente data. Desde la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero pasado los más altos dirigentes europeos coinciden en que hay que prepararse para la eventualidad de una guerra directa contra Rusia. Entre los líderes de la UE cunde la inquietud ante la posibilidad de que Estados Unidos deje de sostener a Kiev y más aún, de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca y reduzca la protección de Washington a sus aliados transatlánticos. En ese escenario, los Veintisiete llaman a proponer “acciones para reforzar la preparación y la respuesta a las crisis” con un enfoque abarcador que les sirve de plataforma para afrontar la próxima elección del Parlamento Europeo. 

Del 6 al 9 de junio próximo 370 millones de votantes están convocados a las urnas para elegir a los 705 diputados que representan a 448,4 millones de habitantes de la Unión Europea

El contexto es sumamente preocupante: la Comisión Europea (CE) prevé un crecimiento del PBI continental de sólo el 0,9% y el Banco de Inglaterra, tras dos años de estancamiento, pronostica un crecimiento británico del 0,25%. Casi todos los países europeos están afectados por el alto costo de la energía, las elevadas tasas de interés, la inflación, el desempleo y la inmigración creciente.

Como consecuencia, las huelgas y las protestas sociales se multiplican y los movimientos nacionalistas y antieuropeistas ganan cada vez más fuerza electoral. Para salir de esta crisis, entonces, la mayoría de los partidos europeos buscan la panacea en la militarización de sus economías y pretenden hacerla aceptable agitando la vieja “amenaza rusa”. 

Particularmente Alemania se ha visto golpeada por la pandemia de Covid19 y la posterior fractura de Europa. La economía germana se contrajo un 0,4% en el último trimestre de 2023 y se espera que se reduzca otro 0,1% en 2024. Ya durante la pandemia la industria alemana sufrió la ruptura de sus cadenas mundiales de suministro y distribución, pero este proceso se aceleró desde 2022 por el bloqueo de la OTAN contra Rusia y la posterior voladura de los gasoductos Nord Stream I y II. El sideral aumento en los precios de la energía que se dio entonces (41%) afectó sus costos de producción y distribución y demolió el mercado interno alemán. La gran industria, entonces, comenzó a deslocarse hacia otros continentes. 

Al principio de la intervención rusa en Ucrania Berlín adoptó una postura moderada, pero el ala más pronorteamericano de su gobierno acabó imponiéndose bajo el liderazgo de los ministros de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock (Alianza 90/Los Verdes) y de Defensa Boris Pistorius (Partido Socialdemócrata, SPD) quienes actuaron en estrecha coordinación con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que había sido ministra de Defensa de Alemania entre 2013 y 2019. Tras ello, el primer ministro socialdemócrata Olaf Scholz se declaró partidario de la “plena cooperación alemana con Estados Unidos” y Alemania se convirtió en el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania. El gobierno alemán creó entonces un Fondo de Emergencia de 100.000 millones de euros para la adquisición de armamentos y en noviembre de 2023 el ministro de Defensa dio a conocer las “Nuevas directrices de la política de defensa alemana” que proponen que la Bundeswehr se convierta en la “columna vertebral de la disuasión y la defensa colectiva de toda Europa”. Pistorius, además, anunció el aumento del gasto militar alemán al 2% del PBI en 2024 y al 3% y 3,5% en 2025 y 2026, respectivamente. 

Este anuncio se realizó en total sintonía con la presidenta de la Comisión, quien proclamó su candidatura a la reelección prometiendo “gastar más, gastar mejor y gastar sobre todo en armamento producido en la propia Europa”. Por último, el 12 de febrero pasado el Canciller Olaf Scholz declaró a AFP que el plan de su gobierno era superar la crisis económica y asumir el liderazgo militar de Europa. Para ello, dijo, Alemania debe “abandonar su industria manufacturera, para concentrarse en la producción de armas a gran escala”.

Bruselas reaccionó a los planes armamentistas alemanes otorgando generosos subsidios. Las empresas germanas de armamento y productos químicos recibirán una gran parte de los nuevos fondos de la UE para el desarrollo de la producción europea de municiones y carrocerías de aeronaves. Según anunció el viernes 15 de marzo la Comisión Europea, más de 130 millones de euros del total de 500 millones se pondrán a disposición de proyectos alemanes. 

El discurso belicista del Canciller Scholz y los desembolsos de la Comisión Europea coinciden con las plataformas de los principales partidos alemanes para las elecciones europeas del próximo 6 al 9 de junio. Tanto los coalicionarios (Partido Socialdemócrata –SPD-, la Alianza90/Los verdes –B90/Die Grünen- y el Partido Demócrata Liberal –FDP-) como la opositora Unión Demócrata Cristiana/Unión Socialcristiana de Baviera han puesto la militarización de la economía alemana en el tope de sus programas para la elección parlamentaria europea.

Sin embargo, los sondeos de opinión indican que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AFD, por su nombre en alemán) cuenta ya con el apoyo del 19% de los votantes y podría convertirse en el segundo partido de Alemania. Paradójicamente, aunque cuenta con una fuerte presencia de sectores neonazis, es la única fuerza relevante que reclama el fin de la guerra en Ucrania, el restablecimiento de las relaciones pacíficas con Rusia y la reanudación de los vínculos económicos con China.

A pesar de la hegemonía estadounidense, la sólida alianza franco-alemana permitió desde la década de 1950 desarrollar la integración de Europa Occidental con cambiantes grados de autonomía. Sin embargo, después de que Nicholas Sarkozy (2007-12) sucedió a Jacques Chirac (1995-2007) las diferencias de posiciones fueron en aumento. Angela Merkel (2005-21) hizo malabares, para mantener el equilibrio entre EE.UU., Francia, Gran Bretaña y Polonia, pero tras  su partida ambas diplomacias maximizaron sus apuestas.

No obstante, el endurecimiento de la retórica de Macron no es realista. Personalidades políticas francesas publicaron la semana pasada un manifiesto contra el plan del presidente de enviar tropas a Ucrania. De ellas, ocho son generales del ejército. Es evidente que la plana mayor del arma se opone al presidente. Sabe que su armamento es anticuado e insuficiente y que la doctrina militar francesa combina la disuasión nuclear con intervenciones puntuales en África y Asia, pero no prevé el enfrentamiento entre ejércitos regulares de masas, como sucede en Ucrania. 

Este viernes 22 circuló en las redes la información de que a Kiev habría arribado un numeroso contingente trinacional franco-germano-polaco y parece confirmada la participación de efectivos galos en diversos combates en los que, por otra parte, ya habrían sufrido cuantiosas bajas. El involucramiento europeo en la guerra en el este continúa en aumento.

Los datos públicos disponibles permiten colegir que está en marcha una gigantesca maniobra estratégica, para convertir la economía europea a la producción de armamentos, aumentar la exportación de material bélico desde EE.UU., persuadir a la opinión pública europea de la necesidad de la guerra e ir mandando tropas, hasta que Rusia las arrase y los líderes occidentales puedan justificar una intervención norteamericana. Es el modelo de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Entonces EE.UU. no provocó las guerras, pero las dejó estallar y escalar. Ahora está más urgido.

Esta estrategia ha sido ideada por el gobierno de Joe Biden, pero debe mantenerse incluso en caso de una victoria de Donald Trump. Si ganan los demócratas, EE.UU. insistirá para arrastrar a Rusia a una guerra contra toda Europa que justifique la intervención que su pueblo y su Congreso hoy le niegan. Así se aseguraría el control de Europa, su desindustrialización y dependencia financiera. Si, en cambio, vence el republicano, cual Nixon en 1969, se encontrará con una guerra en marcha que le costará parar. 

El cálculo de la OTAN se basa en el supuesto de que Ucrania aguantará el embate ruso lo suficiente, como para desplegar las tropas europeas allí. 

¿Qué pasa si el régimen de Kiev se derrumba antes de tiempo? Que todos tendrán que repartir las cartas nuevamente. La estrategia occidental supone la permanencia de las condiciones actuales, pero nadie puede garantizarlas. En tiempos de guerra los acontecimientos prevalecen sobre los planes. 

Nos aproximamos a una definición histórica, pero no sabemos cuál será.

¡¡ LA UNIÓN EUROPEA Y SU PELIGROSO DESTINO !! es el tema del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele en su columna del Club de La Pluma, ante la furia guerrera de los dirigentes europeos alentando un holocausto nuclear, al pretender enfrentarse directamente -con sus conocidas debilidades y patéticas rencillas- nada menos que a la poderosa Rusia, que está derrotando históricamente a la OTAN en Ucrania.

Con un EEUU convulsionado y en franca retirada y con la opinión pública del viejo continente dando la espalda a la guerra y reclamando mayoritariamente un acuerdo de paz, mientras sufre las nefastas consecuencias de las sanciones a Moscú y observa alarmada la escalofriante cantidad de dinero público con que sus dirigentes quieren “engrasar” a la industria armamentística. Todo ello “en nombre de la paz y de sus valores”, que cada día los pisotean más y más, con la complicidad de Bruselas en el genocidio de Israel sobre el pueblo palestino.

Es un audio de profundo contenido geopolítico que viaja desde 1957, cuando se firmaron los famosos acuerdos del acero y del carbón hasta hoy, en que traicionan aquellos ideales de De Gaulle y Adenauer y al espíritu de las democracias cristianas, en la idea -lograda por un tiempo y siempre bajo la tutela de EEUU- de ser un bloque capitalista, desarrollista e industrialista,. Quién a partir de 1991 le impuso un modelo financista, rentista y parasitario del neoliberalismo, como una expresión concreta del capitalismo oligárquico, transnacional y financiero, además del sometimiento a su estrategia del “Fin de la Historia” y del “Siglo Americano”, en los felices tiempos de la caída de la URSS.

Pereyra Mele también nos da SU respuesta a la gran pregunta del momento: ¿Por qué  Europa acepta sin chistar ser un vasallo de los anglosajones? Y apunta al “secuestro” que somete al viejo continente con sus casi 200 bases militares, más los depósitos de las armas nucleares, como parte de viejas cuentas pendientes de la 2ª Guerra Mundial. Siendo hoy un instrumento de EEUU en su desesperada estrategia de frenar el desarrollo de Rusia y de China, de privar una alianza entre ambas y de no permitir que otras potencias de Asia se unan en bloque fuera de su control. Cómo también vigilar a Europa y especialmente a Alemania, para que no estrechen relaciones con Rusia que le permita al viejo continente una autonomía de recursos, un impresionante flujo comercial fuera de su control  y una independencia geopolítica que la hubiera transformado en una verdadera potencia global.

AUDIO

Sin embargo, el audio nos enseña que todas las pesadillas de los ideólogos de Washington se han vuelto una dolorosa realidad. Rusia y China están más unidas que nunca y atrayendo en su éxito a las potencias asiáticas vecinas y abriendo las puertas a los países del sur global con el avance irrefrenable de los Brics. Mientras el único consuelo de los anglosajones -en su violento debacle- ha sido poner de rodillas a Europa, matarle aquellos sueños de 1957, ahogar su economía, someter hasta la asfixia a su industria, expulsarla de la carrera por las nuevas tecnologías y reducirla a una vergonzosa enanez geopolítica. Mientras le deja la hipoteca de Ucrania con su derrota anunciada, con cientos de miles de europeos muertos, y le obliga a imposibles inversiones en armas y a adoptar una bravuconada bélica provocadora contra Rusia que puede condenar a la Unión Europea a un peligroso destino.

Eduardo Bonugli (Madrid, 10/03/24)

ANEXOS:

  • Tratado de París (1951) El Tratado de París (formalmente Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero),1​ firmado el 18 de abril de 1951 entre la República Federal Alemana, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos, link: https://es.wikipedia.org/wiki/Tratado_de_Par%C3%ADs_(1951)#:~:text=El%20Tratado%20de%20Par%C3%ADs%20
  • Tratado de Roma (CEE) 1957 Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea – El 25 de marzo de 1957 se firmaron dos tratados: el Tratado constitutivo de la Comunidad Económica Europea (CEE) y el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (CEEA o Euratom). En las dos nuevas Comunidades, el Consejo adopta las decisiones sobre la base de una propuesta presentada por la Comisión. La Asamblea Parlamentaria tiene una función consultiva y emite opiniones dirigidas al Consejo. La Asamblea se amplía hasta 142 diputados. La Asamblea Parlamentaria Europea celebró su primera sesión el 19 de marzo de 1958. Los Tratados de Roma incluyen una disposición específica que prevé la elección directa de los miembros de la Asamblea (ésta se implementó en 1979). LinK: https://www.europarl.europa.eu/about-parliament/es/in-the-past/the-parliament-and-the-treaties/treaty-of-rome 
  • Tratado de la Unión Europea 1992 – Firmado en Maastricht el 7 de febrero de 1992, entró en vigor el 1 de noviembre de 1993. El Tratado pone en marcha la integración política europea y crea la Unión Europea, formada por tres pilares: las Comunidades Europeas, la política exterior y de seguridad común (PESC) y la cooperación policial y judicial en materia penal (JAI). Establece una ciudadanía europea, refuerza las competencias del Parlamento Europeo y pone en marcha la unión económica y monetaria. Link: https://european-union.europa.eu/principles-countries-history/principles-and-values/founding-agreements_es 

Mapa de las bases militares de Estados Unidos en Europa:

La guerra de Ucrania ha tenido como consecuencia la constatación de la dependencia que, en cuestiones de seguridad, ejerce Estados Unidos sobre Europa. No solo eso, sino que los países europeos han abrazado el liderazgo de Washington, dejando de lado el proyecto de un bloque más soberano e independiente. De hecho, la presencia estadounidense en el continente ha ido creciendo a lo largo de los años: de 2014 a 2022 el personal desplegado aumentó de los 65.000 a los 80.000, para después incrementarse hasta los 100.000 tras la invasión rusa de Ucrania. El país que acoge un mayor número es Alemania (35.800), seguido de Italia (12.400) y Reino Unido (9.800). En total existen al menos 275 bases y emplazamientos estadounidenses, frente a las 544 que tiene la potencia norteamericana en el extranjero.

Link:

https://www.descifrandolaguerra.es/mapa-de-las-bases-militares-de-estados-unidos-en-europa/

Por  TELMA LUZZANI

¿Qué quedará de Ucrania después de la guerra? ¿Cómo serán los efectos de esa metamorfosis para Europa y el mundo? Algunos analistas hablan de la partición de Ucrania. Otros se centran en lo que implica la omnipresencia del pulpo financiero Black Rock.

En la última semana se han publicado varios artículos que consideran que la guerra de Ucrania ya tiene un vencedor: Rusia. Esto no significa –aclaran- que los enfrentamientos vayan a terminar en el corto plazo. Todo lo contrario. Pero la derrota de Ucrania es irreversible.

Desde la perspectiva militar, el punto final fue el fracaso de la denominada “contraofensiva ucraniana”, en 2023. A pesar de que la operación fue planificada en Washington y Londres; que contó con el entrenamiento del Pentágono y las Fuerzas Armadas británicas y que fue pertrechada con armamento por la OTAN, Rusia avanzó sobre importantes ciudades llegando a controlar más del 20% del territorio ucraniano.

“En torno a ese territorio, las fuerzas rusas construyeron una barrera defensiva infranqueable y ocuparon una posición privilegiada desde la cual pueden conquistar –si quisieran- las dos principales ciudades de Ucrania: Kiev y Odessa”, escribió José Luis Fiori, profesor emérito de Economía Política Internacional en la Universidad Federal de Río de Janeiro, en su último artículo “La victoria estratégica de Rusia en 2023”. 

No obstante, agrega Fiori, “Estados Unidos e Inglaterra no reconocerán jamás la derrota, debiendo mantener su apoyo al ejército ucraniano aun sabiendo que no existe ninguna posibilidad real de victoria”. Ucrania no es Afganistán, donde el Pentágono se retiró entre gallos y medianoche sin reconocer el descalabro. Aceptar la caída de Ucrania tendría muchas consecuencias: sería blanquear la vulnerabilidad de la OTAN y –aún peor- sería admitir cuatro realidades que la prensa occidental se esfuerza por ningunear
1)    la capacidad de Rusia para vencer en el campo mediático cultural (más del 80% del mundo no se plegó al macartismo occidental en contra de ella);
2)    el poderío militar ruso es capaz de triunfar contra los ejércitos más poderosos sin ayuda de otros países;
3)    la destreza estratégica del Kremlin capitalizó la característica bicontinental de Rusia para desarrollar su potencial económico, diplomático y de integración regional en su flanco asiático mientras se defendía militarmente en su flanco europeo;
4)    el orden multipolar –dada la obvia decadencia anglosajona y europea- ha llegado para quedarse y uno de sus pilares es la desdolarización.

En esta línea también EEUU debería admitir la equivocación garrafal de uno de sus think tank más poderosos, Rand Corporation, que, en su análisis marcaba varias debilidades de Rusia. El informe fantaseaba con insurrecciones internas (contra el gobierno de Vladimir Putin) y hasta con revueltas separatistas, originadas en los desequilibrios militares, económicos y políticos que ocasionaba su enorme extensión territorial. La fortaleza interna de Putin se verá el próximo 17 de marzo, día de la elección presidencial. Según las encuestas occidentales, el 79.9% de los rusos quieren que siga en el Kremlin.

El académico brasileño muestra el tremendo error de cálculo con cifras contundentes: “La previsión inicial de las potencias anglosajonas y sus aliados europeos era que el PBI ruso caía un 30% en 2022, que la inflación alcanzaba el 50% y que el rublo se desvalorizaba en torno al 100% provocando una insurrección contra el gobierno ruso, sobre todo después de la exclusión de la economía rusa del sistema de pagos internacionales hechos en dólares, a través del sistema SWIFT controlado por EEUU y sus socios del G7”.

El uso del dólar en las transacciones externas rusas cayó del 87% (2021) al 24% (2023) pero lejos de lo imaginado, Rusia como potencia energética, mineral, agrícola y atómica se reposicionó muy bien a nivel global y potenció su integración con China e India, además de ayudar a catapultar a los BRICS (entidad que ahora preside) hacia un nuevo nivel. “En 2023, el PBI ruso creció 3,5%; el desempleo cayó 2,9%; su masa salarial creció el 8%; la renta per capita 5% y su producción manufacturera un 9,4%”, subrayó Fiori.

El día después

¿Qué quedará de Ucrania después de la guerra? ¿Cómo serán los efectos de esa metamorfosis para Europa y el mundo? Algunos analistas hablan de la partición de Ucrania. Otros se centran en lo que implica la omnipresencia del pulpo financiero Black Rock en ese país y no descartan que se trate de un ensayo que podría aplicarse en otros países del mundo.

Owen Matthews, quien hace un año daba por muerto político a Putin, escribió el 6 de enero pasado en el semanario británico The Spectator que “la partición de Ucrania ya se ha producido”, aludiendo a que las zonas prorrusas de DonetskLuganskJerson, Zaporizhia y su central nuclear no volverán a Ucrania. “El reto clave es cómo se manejará esa realidad ante el público occidental ya que representaría una profunda humillación para EEUU y sus aliados”, agregó.

A su manera Washington va dando señales. El pasado 14 de enero, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. John Kirby, informó: “La ayuda militar que estábamos proporcionando a Ucrania se ha detenido por completo” por falta de acuerdo en el Congreso. Para el presidente Joseph Biden, en carrera electoral (por ahora), el pedido de asistencia al Congreso se ha convertido en una piedra en el zapato.

Mientras tanto, la guerra sigue debilitando sistemáticamente a los “socios europeos” y ofreciendo frenéticos beneficios tanto a las empresas de la destrucción (industria de armamentos y accesorios de guerra) como a las de reconstrucción postbélica. El fondo buitre BlackRock está en ambas. 

Según un informe de junio 2023, BlackRock maneja activos bajo gestión por 9.4 billones de dólares. Si fuera un país sería el tercero de mayor PBI del mundo después de EEUU (24.7 billones) y China (18.4 billones). Su poder abarca áreas estratégicas como alimentos, petróleo, gas, tecnología, comercio minorista, fabricación de armas, farmacéuticas, bancos, atención médica y transporte global. Tiene acciones en todos los medios de comunicación del mundo y, como explica la periodista Micaela Constantini en su artículo “Black Rock, el gran vencedor en Ucrania”, además de su influencia en las decisiones geopolíticas del mundo maneja los mercados financieros, las resoluciones que impactan en los precios, en la gobernanza y en las estrategias de instituciones claves.

“Es uno de los principales accionistas de las empresas armamentísticas más importantes del mundo, entre ellas, las cinco que más se beneficiaron de la guerra en Ucrania: Lockheed MartinBoeingRaytheonNorthrop Grumman y General Dynamics. En un año de guerra, la cotización en bolsa aumentó para Lockheed Martin un 23%, para Northrop Grumman un 39% y para General Dynamics, un 15%. Además de armas, ofrecen servicios de entrenamiento, asesoramiento, arreglos y provisión de partes y mantenimiento de los productos. También se encargan del lobby a favor de la guerra para que su negocio se sostenga y aumente”, afirma Constantini.

Específicamente en Ucrania, los contratos que el presidente Volodomir Zelensky le firmó al fondo buitre le permiten a BlackRock adueñarse del país entero: tierra, cosechas, redes eléctricas, energía, infraestructura, empresas estratégicas, ayuda internacional e inversiones locales o extranjeras. También administrará la monstruosa deuda que tiene Ucrania. En 1991, cuando cayó la Unión Soviética, Ucrania debía cero dólar. En septiembre pasado el Ministerio de Finanzas reveló que la deuda había alcanzado un record histórico de 133.930 millones de dólares, equivalente a más del 84% del PIB del país proyectado para 2023.

“En septiembre y diciembre de 2022 Zelensky se reunió por videoconferencia con el fundador de BlackRock, Larry Fink, para recibir asesoramiento gratuito sobre la creación de un Fondo de Reconstrucción. En noviembre, firmaron un Memorando de Entendimiento y, en mayo de 2023, Black Rock Financial Market Advisory se convirtió oficialmente en el ‘coordinador’ de todas las gestiones para la reconstrucción de Ucrania. Zelensky se volvió a reunir, esta vez de manera presencial, con la gerencia de la empresa y se decidió la creación de un fondo de inversión para restaurar la economía de Ucrania con la participación de capital público/privado”, explica Micaela Constantini.

Así de simple. Así de trágico.

FUENTE: DIARIO MAR DE AJO https://www.diariomardeajo.com.ar/2024/03/04/ucrania-ya-perdio-y-no-solo-en-el-campo-de-batalla/

Por Andrés Piqueras Observatorio de la Crisis

A principios del siglo XIX el canciller austriaco von Metternich había propuesto la necesidad de instaurar un Concierto Europeo supranacional, por encima de los intereses de cada Estado, como método de defensa común contra las revoluciones. Las diferencias entre el Viejo Orden y el Nuevo que se iba asentando, lo impedirían en la práctica. Fuera de ello, la idea de una Europa Común ya en el siglo XX en realidad no es europea sino estadounidense. La estrategia de Washington tras la Segunda Guerra Mundial para asegurarse su dominio del mundo capitalista estuvo basada en la apertura de los mercados de trabajo europeos a su capital, y de los mercados en general a sus bienes industriales.

Algo en lo que se empeñó muy especialmente y obtuvo de la Alemania vencida, a la que impuso la total apertura de su economía a las mercancías norteamericanas y a su inversión externa directa. Después presionó para una integración de la Europa Occidental a través de tratados que garantizasen la apertura de la economía de cada país a las mercancías de los demás. De esta forma, desde su base alemana, los capitales industriales norteamericanos tendrían a su alcance la totalidad de mercados de la Europa Occidental.

Durante cerca de 30 años EEUU lideró indiscutiblemente el espacio político y económico unificado en que había convertido al hasta entonces conjunto disperso de potencias capitalistas. Sin embargo, a partir de los años 70 del siglo XX los EE.UU., tras desatar la segunda “globalización” (la primera había sido emprendida entre el último cuarto del siglo XIX y el primero del XX), inicia la carrera hacia el liderazgo mundial, rompiendo las reglas del juego con sus antiguos “socios” y financiarizando los entresijos económicos internacionales.

Es por ello que Europa se ve forzada a buscar su reacomodo ante la falta de reglas y el uso de la fuerza militar a conveniencia que presidirán la nueva dinámica hegemónica norteamericana tras la caída del Este.

Las clases dominantes europeas han ido dando los pasos pertinentes para aproximarse al modelo capitalista norteamericano (el más proclive a lo que se ha conocido como “capitalismo salvaje”).

Desde el Tratado de Maastricht de 1992 a la Cumbre de Lisboa de 2001, el rosario de cumbres y acuerdos o tratados que salpican esos 10 años responde a un cuidadoso plan de desregulación de los mercados de trabajo (lo que significa la paulatina destrucción de los derechos y conquistas laborales), de liberalización económica (en detrimento de la intervención de carácter social de los Estados y en beneficio del papel que éstos juegan a favor del gran capital), y de ruptura unilateral, en suma, de los “pactos de clase” que habían mantenido el equilibrio social en la larga postguerra europea, extremando e adelante las desigualdades tanto intra como intersocietales entre los países de la Unión.

La UE se ha venido conformando, pues, como la mayor expresión del capital oligopólico transnacional “financiero”, una vía para puentear los parlamentos y las instituciones locales, sustrayendo las decisiones e intereses del Gran Capital a las luchas de clase a escala estatal que forjaron las distintas expresiones nacionales de la correlación de fuerzas entre el Capital y el Trabajo.

Se trata de una construcción supraestatal destinada a mantener relaciones de desequilibrio entre sus partes, un sistema deficitario-superavitario diseñado para trasvasar riqueza colectiva de unos Estados (la mayoría) a unos pocos (sobre todo Alemania y su “hinterland” centroeuropeo), especialmente mediante el mecanismo de la moneda única.

Constituye el mayor ejemplo mundial de institucionalización del neoliberalismo a escala de un continente entero; el primer experimento de ingeniería social a escala regional o supraestatal en favor de la institucionalidad de las estructuras financieras de dominación.

Si la “Europa socialdemócrata” fue la mayor manifestación del reformismo capitalista cuando éste todavía impulsaba con vigor el desarrollo de las fuerzas productivas, hoy la Unión Europea es el primer experimento de ingeniería social a escala regional o supraestatal en favor de la institucionalidad de las estructuras financieras de dominación.

Supone en sí un cuidadoso plan de desregulación social de los mercados de trabajo y de las condiciones de ciudadanía, que se dota de todo un conjunto de disposiciones y requisitos, de toda una institucionalidad concebida y conformada para ser irreformable (pues requiere de unanimidades casi imposibles para que no sea así).

Se inspiraba la UE en la idea del “constitucionalismo económico” de finales de los pasados años 70, y desarrollada en los años 80 por la flor y nata del neoliberalismo (Buchanan, Milton Friedman, Hayek…) para restringir los poderes económicos, monetarios y fiscales de los gobiernos, “evitando que los gobernantes de turno pudieran tomar decisiones circunstanciales”, según su jerga, y que no quiere decir sino que tales decisiones pudieran estar influidas por las luchas populares. Se trataba, por tanto, de establecer determinados principios obligatorios, inamovibles, fuera quien fuese que llegara al gobierno en cada país.

Pero un derecho petrificado deja ser útil no sólo para las clases populares, sino llegado un punto también para la propia clase capitalista. Así cuando ésta ha querido aumentar aún más el grado de explotación social y ambiental o la “financiarización” de las economías, ha tenido que recurrir a puentear a la propia UE, creando nuevas instancias de eso que ellos llaman “gobernanza”, en definitiva, estructuras de poder dual respecto de la Unión.

Así, por ejemplo, el Tratado de Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria, para consolidar la penetración financiera de los Estados, y el Mecanismo Europeo de Estabilidad, para asegurar los Programas de Ajuste Estructural que garanticen el pago de las deudas en favor del gran capital a interés global acreedor y en detrimento de las condiciones sociales, laborales y, en conjunto, de “seguridad social”, de las poblaciones de los respectivos Estados (ver sobre estas cuestiones, Albert Noguera, El sujeto constituyente. Entre lo viejo y lo nuevo. Trotta. Madrid).

De hecho, si hace falta, se modifican las propias constituciones, de manera que sea “anticonstitucional” intentar cambiar la falta de soberanía nacional, como el tándem PP-PSOE demostró al meter mano al artículo 135, subordinando los derechos sociales reconocidos en la constitución española al pago de la deuda externa.

Ese complicado entramado de blindaje va, por tanto, de la mano de un sistemático debilitamiento de las capacidades de regulación social expresadas a través del Estado, para debilitar todas las opciones democráticas que las poblaciones pudieran conseguir para defenderse.

La des-substanciación de las instituciones de representación popular está garantizada desde el momento en que las decisiones parlamentarias estatales quedan subordinadas a los marcos dictatoriales dados por la UE sobre inflación, déficit presupuestario, deuda pública o tipos de interés, por ejemplo.

Pero el Eje Anglosajón (EEUU + Inglaterra) más la Red Sionista Mundial obligan a Europa a ir más allá en su (auto-)destrucción.

Autodestrucción forzada de Europa

“Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos ha apostado por la integración militar, política y económica de los países de Europa y Japón en un bloque que controla. A través de la estructura OTAN+, Estados Unidos se aseguró un dominio militar completo dentro del grupo imperialista, desplegando muchas bases militares en…

países derrotados en la Segunda Guerra Mundial, como en Japón (120), Alemania (119) e Italia (45). Esta última alberga a más de 12.000 militares estadounidenses.

Tras la caída de la Unión Soviética y la posterior reunificación de Alemania, la burguesía alemana codiciaba los mercados y la energía de bajo coste de Rusia. Deseaba establecer lazos económicos con Rusia, pero sólo mientras ellos y sus compatriotas franceses pudieran mantener su dominio sin trabas del proyecto europeo, que habían mantenido desde la Segunda Guerra Mundial. Esto significaba establecer dichos lazos, pero excluyendo a los dirigentes políticos rusos de cualquier participación en pie de igualdad en los asuntos, decisiones o estructuras políticas de Europa.

A su vez, la estrategia estadounidense había consistido en evitar cualquier relación estratégica entre Rusia y Alemania, ya que su fuerza combinada crearía un formidable competidor económico en Europa.” (1)

En realidad, este objetivo forma parte del Eje Anglosajón desde el siglo XIX: impedir a toda costa, y digo a “toda costa” con lo que eso significa (asedio, ofensivas económicas y diplomáticas, guerras mundiales, guerra hoy en Ucrania, voladura de los conductos gasíferos, sanciones, golpes de Estado…), que Eurasia pueda constituirse en una entidad política, geoestratégicamente entrelazada. Eso sería el fin de la dominación anglosajona del mundo.

Ahora bien, ¿por qué la clase capitalista industrial alemana acepta hoy que le corten el cuello? Para empezar, hay que insistir en que Alemania es un país ocupado militarmente por EEUU, con miles de tropas y armamento nuclear.

En segundo lugar, hay que tener en cuenta eso que se ha llamado “financiarización de la economía” dentro del capitalismo actual, y que no es sino una alusión a la importancia que cobra la forma autonomizada del capital dinero como capital a interés ficticio en la dinámica de acumulación del capital, lo que supone que las finanzas pasen de jugar un papel importante pero intermediario para la producción, a asumir la responsabilidad del crecimiento mediante una función parasitaria, focalizada principalmente en la extracción rentista.

Se trata de un dinero que busca reproducirse a sí mismo por fuera del capital productivo como capital industrial (es decir, más allá de la generación de nuevo valor como plusvalor), pero que también, y este es el gran juego de la economía capitalista cuando las cosas van mal, puede hacer las veces de dinero-capital, listo para engrasar de nuevo los ejes de aquélla, como si procediera de la valorización del trabajo humano (de ahí su creciente “ficción” y la de la economía que sustenta, aunque pueda hacerla seguir funcionando, a pesar de todo y de los problemas que va acumulando.

Es algo substancialmente diferente de una fase financiera del capital y tiene consecuencias mucho más profundas. Se ha perfilado como un colosal mecanismo de disciplinamiento social, de expropiación universal y de gubernamentalización de las exigencias cada vez más parasitarias del capital.

Así, al menos en las cuatro últimas décadas la capacidad del capital para desmaterializarse y moverse en tiempo instantáneo a escala planetaria en un número creciente de formas, como acciones, pagarés, bonos, bienes inmuebles, bienes raíces y una gran variedad de derivados, especulación sobre alimentos, monedas, energía, incluso el agua, etc., permite a la clase capitalista realizar todo tipo de ganancias usureras y especulativas a corto, medio y largo plazo.

Mucho de todo ese complejo financiero se va centralizando en los grandes fondos de inversión o “fondos buitre” (Vanguard, State Street, Blackrock, entre los más destacados), que a su vez están participados por miríadas de capitales privados de muy distinta procedencia (aunque dominados por personajes y corporaciones privadas sobre todo sionistas). De esta forma tenemos que una empresa alemana que sale a bolsa puede hacerlo tanto en la bolsa estadounidense como en la alemana. Con el tiempo, los accionistas originales de esta empresa pueden vender sus acciones, que ahora cotizan en bolsa. Ya no dependen de la gestión de su patrimonio a través de su inversión en una empresa.

En lugar de ello, contratan a gestores de patrimonio, ya sea a través de empresas como Goldman Sachs o de sus propios asesores, que a su vez invierten los ingresos en efectivo de la venta de acciones. A muchos capitalistas, sus asesores les harán invertir bastante más del 50% de su cartera en la bolsa estadounidense, que se erigió tras los años 80 del siglo pasado en la “atractora” mundial del capital a interés especulativo parasitario.

Las consecuencias económicas, políticas y sociales de este cambio en los mercados de capitales y en la propiedad son enormes. Este nuevo capitalista global —antes «alemán»— se comporta de forma muy parecida a sus homólogos franceses, ingleses, suecos o estadounidenses.

Por lo que este nivel de integración del capital conlleva su desnacionalización, lo que refuerza finalmente la preponderancia de eso que llaman “capital financiero” estadounidense, y por consiguiente, el poder político de Estados Unidos.

“La situación actual de Alemania ilustra claramente la eficacia de este proceso de integración y consolidación económica por parte de Estados Unidos. Según datos de IHS Markit de 2020, sólo el 13,3% del valor del mercado bursátil alemán pertenece a alemanes, mientras que los inversionistas de Norteamérica y el Reino Unido poseen el 58,3% (…) Las principales empresas de la economía alemana no son primordialmente propiedad de alemanes. El valor agregado industrial de Alemania ha descendido del 9% mundial a poco más del 6% en los últimos 18 años. (…)

La pérdida de la energía barata rusa y su adaptación al desacoplamiento con gestión de riesgos serán probablemente desastrosas para su competitividad internacional. En 2022, la inversión extranjera directa (IED) en Alemania disminuyó un 50,4% interanual. (…) En el transcurso de 15 trimestres, a partir del tercer trimestre de 2019, el PIB de Alemania aumentó un mísero 0,6% en total, a precios constantes…” (2)

Esto se traduce para Alemania en una falta de voluntad política soberana y en la aceptación de que su clase capitalista industrial se corte las venas.

“El colapso de la «voluntad nacional», la voluntad de seguir un camino que corresponda a sus intereses capitalistas nacionales, demostrada por Alemania en el contexto de la guerra en Ucrania, muestra que Alemania ha sido derrotada por tercera vez desde principios del siglo XX (…) Estados Unidos seguirá privando a la burguesía alemana de todas las opciones importantes para afirmar posiciones políticas independientes.

Con la ayuda de los vínculos de propiedad del capital que hemos descrito, la burguesía alemana se enfrentará a la subsunción absoluta de las opciones de acción del capital alemán bajo la égida estadounidense. La hostilidad hacia Rusia actúa como motor de la subordinación de Europa a Estados Unidos y como pérdida de cualquier posibilidad de desarrollo independiente.” (3)

La desindustrialización de los centros del Sistema Mundial capitalista y especialmente del Eje Anglosajón ha venido cobrando existencia desde hace décadas, en favor del Mundo Emergente.

Faltaba, sin embargo, Alemania y su hinterland más próximo. El Eje Anglosajón busca eliminar esa competencia, y la del conjunto de la UE, al tiempo que abortaba la posibilidad de la vinculación infraestructural, económica y política de Eurasia. Las sanciones a Rusia se han convertido en un elemento estelar para ese objetivo.

Todo lo cual para Europa en su conjunto tiene unos costos energéticos y económicos de enorme gravedad, que está reportando cuantiosas pérdidas en sus sectores primario e industrial y, en general, la desarticulación de sus economías, con el consiguiente desmontaje de su “capitalismo social” (eso que en otros tiempos llamaron “Estado del Bienestar”). Circunstancia que además de causar el paulatino arruinamiento de sus poblaciones, está tensionando a la propia UE, por ejemplo, hasta el punto de que pronto podría fragmentarse.

Todos sabemos que Alemania no sólo ha sido y es “la locomotora” de Europa, como nos insisten si cesar en los grandes media, sino que también lleva la dirección vicaria de la misma (vicaria de EEUU). Eso quiere decir que si Alemania se entrega con todos los pertrechos y bagajes a EEUU, todos los demás países europeos subalternos, sin soberanía alguna, también. Francia fue la única excepción europea, con su orgulloso “gaullismo”, pero desde la llegada de Sarkozy, cuando De Villepin y los gaullistas fueron derrotados, entrega también su política exterior.

Hoy Macron es uno de los principales guerreristas contra Rusia y acaba de proponer -ante la evidente y por otra parte irremediable derrota de Ucrania- en la muy reciente reunión de París (de 26 de febrero de 2024), con más de 20 dirigentes de la OTAN y su brazo político, la UE, la posibilidad del envío de tropas de la OTAN al campo de batalla ucraniano.

Es decir, parece que los subalternos líderes europeos contemplan dar un paso más en la escalada bélica, convirtiendo de nuevo a Europa en un terrorífico campo de guerra en favor del sostenimiento del liderazgo mundial de EEUU.

En general, como vengo diciendo, la otanización del conjunto de Europa (la del Este en sus formas más agresivas) pasa también por “americanizar” la economía y la sociedad europeas, lo que es sinónimo de completar su conversión al capitalismo salvaje. La UE y su Constitución y Tratados se vienen encargando de ello.

La sumisión europea está claramente completada y exhibida con la guerra proxy en Ucrania del Eje Anglosajón y la Red Sionista Mundial contra Rusia, donde una nueva inmolación europea cobra tintes cada vez más probables.

Ante todo ello, la pregunta que queda por plantearse es si están dispuestos a llegar al enfrentamiento nuclear.

Las declaraciones, amenazas y avisos a sus propias poblaciones de los distintos ministros de la guerra europeos, parecen ominosamente mostrar que es así.

Sea como fuere, y ante estas dramáticas circunstancias, cualquier izquierda ya no sólo mínimamente alternativa, sino con una décima de honradez coherente, debería tener muy claro que romper con la UE deviene vital para poder salvar algunas de las bases sociales de nuestras sociedades y que romper con la OTAN es básico para la propia supervivencia.

Cualquier visión o esperanza de mejora social y de “bienestar económico” dentro de la férula de esas instituciones constituye un tremendo autoengaño, cuando no deliberado colaboracionismo para la destrucción de las sociedades.

Notas

(1) Hiperimperialismo: Una nueva etapa decadente y peligrosa (thetricontinental.org)

(2) Ibid.

(3) Ibid.

FUENTE CEPRID