DERROTA A LA VISTA EN UCRANIA  

Así es cómo titula el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, su columna del Club de La Pluma, alejándose por un momento del conflicto en Medio Oriente y de la tragedia argentina de Milei y reflotando la guerra de Ucrania, ocultada deliberadamente por el poder mediático ante la evidente derrota de la OTAN, quién la inició en el 2014 con el sangriento golpe de estado pro occidental del “Euro Maidán” y el derrocamiento del presidente legítimo Víktor Yanukóvich, que le siguieron diez años de criminales bombardeos a la región del Dombás, con más de 14.000 asesinatos de civiles de habla rusa por parte del nuevo ejecutivo de Kiev conformado por las brigadas fascistas del histórico nazi Stépan Bandera y con el apoyo total de EEUU y la UE, lo que derivó en el arribo al poder de Zelenzky y en la explosión de esta Guerra Proxy provocada por la estrategia de Washington de acoso, desestabilización y partición de Rusia, planificada desde 1991 cuando la desaparición de la URSS.

AUDIO:

A lo largo del audio se plasman datos concluyentes y escalofriantes del desastroso estado fallido que es hoy Ucrania, de su geografía reducida en un 33%, de su población diezmada en casi un 40 %, de las terribles cifras de desplazados, de los alistamientos forzosos que van de adolescentes hasta casi ancianos. De tener el mayor ejército de Europa a ser hoy apenas pasto de una innecesaria “picadora de carne”. Sin fuerza aérea, sin armada, sin defensas, sin armamentos ni municiones, con unas tropas con el altísimo promedio de edad de 43 años, con aproximadamente trescientos mil muertos y más de un millón y medio de heridos. Siendo un estado quebrado y sin recursos, asfixiado por una corrupción masiva y descontrolada, malviviendo de la ayuda menguante de Occidente, sin energía ni red eléctrica, con la industria inexistente y con sus redes de comunicación, vial o férrea destruidas. Sin salud ni educación pública y con los servicios sanitarios básicos en ruinas. Y ante un pueblo desesperado que se está enterado de que la victoria es imposible. Todo ello por sucumbir a las presiones de EEUU e Inglaterra y rechazar aquel plan de paz cerrado y casi firmado en Ankara, en marzo de 2022, que le hubiese permitido parar en seco la guerra, retener la mayoría del territorio hoy definitivamente perdido, de conservar el país en pié y de preservar las cientos de miles de vidas de sus mejores jóvenes.

También nos habla del bochornoso fracaso de la fanfarroneada “Contraofensiva del 2023” que apenas logró avanzar 11 kilómetros. De la actual cadena imparable de derrotas en el frente. De las maniobras de Zelensky para mantenerse en el poder suspendiendo las elecciones generales. Y de su intención en utilizar el terrorismo como último recurso para mantenerse en el poder y atrasar así una derrota que lo llevaría a huir o a responder ante la justicia. Mientras que “informes amigos y enemigos” coinciden que en el mes de mayo, el mando ruso podría lanzar una ofensiva total en puntos claves del frente -en este caso efectiva y realista- que sería el preludio del final de esta trágica aventura de la OTAN, de EEUU, de la UE y de los extremistas de Zelensky. Quienes algún día, deberían responder ante la historia por esta barbaridad.

Eduardo Bonugli (Madrid, 21/04/24)

Javier Benitez entrevista al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele

En su conflicto con Rusia, Ucrania ha apostado por una táctica que ha enfurecido a EEUU porque le creará serios problemas económicos. Se trata de los ataques sistemáticos que Kiev viene ejecutando desde hace algunas semanas contra refinerías de petróleo rusas, y que están sacando de quicio a Washington por las graves consecuencias que desatarán.

AUDIO:

No es el primer aviso

Anteriormente, EEUU ya le había dado un toque de atención a Ucrania: lo hizo en pasados ataques de Kiev contra infraestructura petrolera rusa. Pero lejos de hacerle caso a su amo, Kiev ha decidido morderle la mano, que es la que le da de comer, al ser el país que lo patrocina desde hace muchísimos años.

Así las cosas, Washington ha instado a Kiev a detener los ataques a la infraestructura energética de Rusia, avisando que los ataques con aviones no tripulados corren el riesgo de hacer subir los precios mundiales del petróleo y provocar represalias, según personas familiarizadas con el asunto.

Las repetidas advertencias de Washington fueron entregadas a altos funcionarios del servicio de seguridad estatal de Ucrania, el SBU, y su dirección de inteligencia militar, conocida como GUR, refirieron las fuentes al Financial Times.

Al respecto, el Dr. Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, apunta que este conflicto en territorio de Ucrania –donde desde 2014 están presente EEUU, Inglaterra, y posteriormente la OTAN– ha derivado en estas circunstancias.

«Es evidente que el accionar de estos ataques en territorio ruso realizados por fuerzas ucranianas, siempre han contado con la complicidad de Occidente. No nos debemos equivocar: Ucrania carece de satélites internacionales que permitan tener una visión clara de los objetivos sobre Rusia. Por lo tanto, esa información satelital viene de algún lado«, sostiene Pereyra Mele.

Por Vladimir Castillo Soto

La Unión Europea (UE) es una organización relativamente joven, apenas 30 años han pasado desde la entrada en vigencia de los Acuerdos de Maastricht, sin embargo piensa y actúa como lo que realmente es, una anciana con artritis, anquilosada y heredera de una historia de abusos, robos y guerras, lo cual no podrá cambiar ni con la magia del cine ni con la falsificación de la historia. Con esta pesada realidad encima es increíble que la UE pretenda ser ejemplo ético o moral para el resto del mundo. Su capacidad para interpretar, registrar y transmitir la historia con su óptica sesgada debe ser combatida de manera tenaz, eficiente y permanente.

Con toda esta carga negativa que arrastra la UE es imposible que sea realmente apreciada por los países fuera del subcontinente europeo, muchos de los cuales han sufrido en carne propia su colonialismo e imperialismo. Los países del sur, entre ellos los de Latinoamérica, saben por experiencia que en las relaciones con la UE y el resto de occidente siempre está presente una alta dosis de neo-colonialismo, expresado abiertamente, entre muchas otras cosas, en:

  • Los convenios de libre comercio que siempre buscan la manera de continuar extrayendo los recursos de la jungla ventajosamente para sus empresas e intereses;
  • Los acuerdos con organismos multilaterales e iniciativas como el “Global Gateway” cuyas condiciones financieras suelen ser muy desfavorables para los países receptores del sur global y que además imponen condiciones de ajuste muy duras para sus pueblos;
  • El colonialismo real que continúan ejerciendo el Reino Unido, Francia, Dinamarca, Holanda en Martinica, Guadalupe, Guyana francesa, Polinesia francesa, Curazao, Aruba, San Eustaquio, Groenlandia, Isla Malvinas, Sandwich y Georgias del sur, Santa Helena y otros muchos territorios a lo largo y ancho del mundo;
  • Las cobardes guerras de agresión de los Estados Unidos y la OTAN, a la que pertenece prácticamente toda la UE, en contra de países que ejercen su soberanía y no se subordinan al imperialismo;
  • Las írritas, espurias e ilegales sanciones coercitivas unilaterales, violatorias de la Carta Fundacional de las Naciones Unidas, contra Cuba, Venezuela, Nicaragua, Rusia, Irán, China, Corea del Norte, Siria, Bielorrusia, Zimbabue, República Democrática del Congo y muchos otros países, entre ellas destaca el robo descarado de las reservas monetarias y otros activos, evidenciándose con esto lo poco confiables que son como socios económicos;
  • El doble rasero presente en áreas como derechos humanos, justicia, democracia, economía y otros, siendo el peor de los últimos tiempos la postura asumida ante el genocidio que contra el pueblo palestino lleva a cabo el perverso Estado sionista, contra el cual no ha surgido una sola sanción, sino por el contrario se mantiene normal el intercambio comercial, incluso incrementando el de material bélico para continuar el asesinato masivo, principalmente de niños y mujeres palestinas.
  • A través de sus ONGs – Instituto Cervantes, Real Instituto El Cano, Fundación Conrad Adenauer, Fundación Friedrich Ebert, Alianza Francesa y tantas otras – que sirven como instrumento para la intervención en los más variados asuntos internos de los países anfitriones y como entes alienantes y transculturizantes.

Por otra parte, si revisamos algunas de las realidades y políticas que se viven a lo interno de la UE nos encontramos que si de democracia hablamos, todos los altos funcionarios de las estructuras de la UE, quienes toman las decisiones y definen las políticas, son designados “a dedo” por los gobiernos de los Estados integrantes y los lobbys presentes en Bruselas, la mayoría de los cuales representan intereses privados. Solo se eligen directamente los eurodiputados, quienes no suelen tener vínculos reales con los ciudadanos que los eligieron, con las consabidas excepciones que confirman la regla.

Si de libertades hablamos, podemos determinar que la población de la UE ha perdido buena parte las suyas sin darse cuenta o por lo menos sin defenderlas. En cuanto a la libertad de expresión es casi nula, ya que los ciudadanos no tienen acceso a los medios de comunicación, los cuales están muy concentrados, al servicio del gran capital y los gobiernos. Si a las redes sociales nos referimos, encontramos que también son manipuladas por grandes empresas que pueden imponer tendencias y viralizar noticias a su antojo, que venden y compran los datos personales de los ciudadanos y con algoritmos especiales son capaces de influir en la formación de la opinión de los usuarios.

Si se revisa la libertad de recibir información vemos como ha sido cercenada sin ninguna vergüenza después del inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania, impidiendo a sus ciudadanos tener acceso a las fuentes de información rusas, como Sputnik y RT. Además observamos como acá también afecta la concentración, anteriormente mencionada, de los medios de comunicación masiva, las editoriales y de la industria cultural, los cuales al unísono mal informan, desinforman, tergiversan la realidad y crean matrices de información con el único fin de mantener al jardín en la senda de la conformidad controlada.

Por otro lado la sobrevaluación del euro, la crisis económica iniciada en 2008-2009, los efectos de las sanciones contra Rusia a partir de febrero de 2022 hace que la situación económica de la UE no sea nada halagüeña para la clase trabajadora, que va perdiendo las migajas del estado del bienestar, y a quienes los aumentos de alimentos, servicios, hipotecas y cánones de arrendamiento le afectan negativamente su devenir diario y su futuro, mientras del otro lado, por ejemplo, Rheinmetall, empresa armamentística de la burguesía alemana se ha enriquecido brutalmente desde el 2022, producto de mantener artificialmente viva la guerra en Ucrania hasta el último ucraniano y el apoyo a los genocidas sionistas.

La UE aparenta ser lo que no es. Aunque no se reconozca públicamente se sabe que desde el final de la II Guerra Mundial Europa renunció a su soberanía y anda a la cola de los Estados Unidos, en lo económico, político y militar, y le acompaña con gusto en sus agresiones imperiales

Lamentablemente para todo el mundo los gobernantes occidentales y sus estructuras de poder, entre ellas la UE, siguen comportándose con la prepotencia y arrogancia que les ha caracterizado. Están a punto de provocar una muy peligrosa conflagración mundial, por no querer aceptar que el mundo ha cambiado y que la brutal etapa colonial e imperial occidental está descomponiéndose aceleradamente. Un mundo multipolar indetenible está surgiendo para bien de la humanidad y no lo pondrá detener ni la UE con la OTAN, ni nadie.

Los pueblos europeos tienen el deber de impedir que hombres y mujeres como Macron, Jhonson, Kallas o Von der Leyen y muchos otros del mismo o peor talante logren lanzar al mundo por un despeñadero que parece no tener fondo. Deben luchar por un cambio en su cosmovisión y por la real democratización de la UE y sus estructuras, poniéndolas al servicio verdadero de los ciudadanos.

¡Solo el pueblo salva al pueblo!

Referencias:

  • Chevénement, Jean-Pierre. 2013. 1914-2014, Europa, ¿Fuera de la historia?. Editorial El Viejo Topo, España.
  • Ferrero, Ángel / Böröcz, József / Tulbure, Corina / Suso, Roger. 2014. El último europeo. Editorial La oveja roja, Madrid, España.

FUENTE «REBELION»: https://rebelion.org/la-union-europea-una-vision-desde-la-jungla/

Como en 1914 y 1939 el gobierno norteamericano deja que sus aliados transatlánticos se involucren en una gran conflagración, para después forzar a su propio pueblo a seguirlos

Por Eduardo J. Vior analista internacional especial para Dossier Geopolitico

Las versiones sobre el ingreso de tropas francesas, alemanas y polacas en Ucrania y el sangriento atentado en Moscú de indudable factura ucraniana, en el que fueron asesinadas 143 personas, indican que EE.UU. está dispuesto a todas costas a prolongar y escalar la guerra en el este de Europa, sin importarle las consecuencias. En efecto, ni uno ni otro pueden suceder sin, al menos, la aprobación de Washington. 

Ante la demora del Congreso norteamericano en enviar nuevas ayudas a Kiev…

Joe Biden parece estar repitiendo la receta de sus antecesores Woodrow Wilson en 1914 y Franklin D. Roosevelt en 1939: con suculentas ganancias para la industria armamentista estadounidense, empuja a sus aliados europeos a escalar la guerra en el Dniéper, para después convencer a su pueblo de la necesidad de intervenir directamente….

…De esta dinámica no se podría escapar ni siquiera un eventual presidente Donald Trump. Mientras tanto, la militarización de la economía europea sirve a EE.UU., para aumentar las ventas de armamento norteamericano y para azuzar la competencia entre Francia y Alemania y así someterlas más fácilmente. 

El supuesto básico de esta estrategia es que en Ucrania se pueda prolongar la guerra indefinidamente. ¿Y si no?

Este jueves y viernes se reunió en Bruselas el Consejo Europeo compuesto por su presidente, Charles Michel, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, y los jefes de Estado y de gobierno de los 27 estados miembros de la Unión Europea (UE). Además de comenzar las negociaciones con Bosnia-Hercegovina para su ingreso en la Unión Europea (UE), la cumbre de los Veintisiete decidió intensificar la compra conjunta de municiones a fabricantes europeos para su entrega a Kiev. También aprobaron un plan checo para la compra colectiva de municiones fuera de la UE (es decir, en EE.UU.), destinado a satisfacer la demanda de los Estados miembros ante la incapacidad de la propia industria para hacerlo. Sólo Hungría y Eslovaquia se oponen a esta carrera hacia la guerra.

La cumbre reclamó asimismo un alto el fuego en Gaza y prometió un paquete de ayuda para los agricultores europeos, pero terminó este viernes sin ponerse de acuerdo sobre la política migratoria. 

Aunque los 27 Estados miembros están aún lejos de un acuerdo, ya no descartan endeudarse juntos para financiar su industria de defensa y entregar armas a Ucrania, como hicieron para contener los estragos económicos de la pandemia del Covid-19. 

El cónclave de la UE decidió también destinar los intereses devengados por los 300 mil millones de dólares rusos congelados desde 2022 para ayudar a Ucrania. La incautación de los intereses de dichos activos va a afectar seriamente la confianza de los mercados en la seriedad de Europa como plaza bancaria. ¿Quién invierte tranquilo en un país o conjunto de ellos que en algún momento pueden incautarse los depósitos?


El Consejo Europeo se reunió en Bruselas

Desde el fin de la Guerra Fría todos los gobiernos norteamericanos y muchos líderes europeos vienen machacando sobre la necesidad de que Europa aumente sus gastos en defensa. Sin embargo, el reclamo de que el continente se reconvierta hacia una economía de guerra es de reciente data. Desde la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero pasado los más altos dirigentes europeos coinciden en que hay que prepararse para la eventualidad de una guerra directa contra Rusia. Entre los líderes de la UE cunde la inquietud ante la posibilidad de que Estados Unidos deje de sostener a Kiev y más aún, de que Donald Trump llegue a la Casa Blanca y reduzca la protección de Washington a sus aliados transatlánticos. En ese escenario, los Veintisiete llaman a proponer “acciones para reforzar la preparación y la respuesta a las crisis” con un enfoque abarcador que les sirve de plataforma para afrontar la próxima elección del Parlamento Europeo. 

Del 6 al 9 de junio próximo 370 millones de votantes están convocados a las urnas para elegir a los 705 diputados que representan a 448,4 millones de habitantes de la Unión Europea

El contexto es sumamente preocupante: la Comisión Europea (CE) prevé un crecimiento del PBI continental de sólo el 0,9% y el Banco de Inglaterra, tras dos años de estancamiento, pronostica un crecimiento británico del 0,25%. Casi todos los países europeos están afectados por el alto costo de la energía, las elevadas tasas de interés, la inflación, el desempleo y la inmigración creciente.

Como consecuencia, las huelgas y las protestas sociales se multiplican y los movimientos nacionalistas y antieuropeistas ganan cada vez más fuerza electoral. Para salir de esta crisis, entonces, la mayoría de los partidos europeos buscan la panacea en la militarización de sus economías y pretenden hacerla aceptable agitando la vieja “amenaza rusa”. 

Particularmente Alemania se ha visto golpeada por la pandemia de Covid19 y la posterior fractura de Europa. La economía germana se contrajo un 0,4% en el último trimestre de 2023 y se espera que se reduzca otro 0,1% en 2024. Ya durante la pandemia la industria alemana sufrió la ruptura de sus cadenas mundiales de suministro y distribución, pero este proceso se aceleró desde 2022 por el bloqueo de la OTAN contra Rusia y la posterior voladura de los gasoductos Nord Stream I y II. El sideral aumento en los precios de la energía que se dio entonces (41%) afectó sus costos de producción y distribución y demolió el mercado interno alemán. La gran industria, entonces, comenzó a deslocarse hacia otros continentes. 

Al principio de la intervención rusa en Ucrania Berlín adoptó una postura moderada, pero el ala más pronorteamericano de su gobierno acabó imponiéndose bajo el liderazgo de los ministros de Relaciones Exteriores Annalena Baerbock (Alianza 90/Los Verdes) y de Defensa Boris Pistorius (Partido Socialdemócrata, SPD) quienes actuaron en estrecha coordinación con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que había sido ministra de Defensa de Alemania entre 2013 y 2019. Tras ello, el primer ministro socialdemócrata Olaf Scholz se declaró partidario de la “plena cooperación alemana con Estados Unidos” y Alemania se convirtió en el segundo mayor proveedor de armas a Ucrania. El gobierno alemán creó entonces un Fondo de Emergencia de 100.000 millones de euros para la adquisición de armamentos y en noviembre de 2023 el ministro de Defensa dio a conocer las “Nuevas directrices de la política de defensa alemana” que proponen que la Bundeswehr se convierta en la “columna vertebral de la disuasión y la defensa colectiva de toda Europa”. Pistorius, además, anunció el aumento del gasto militar alemán al 2% del PBI en 2024 y al 3% y 3,5% en 2025 y 2026, respectivamente. 

Este anuncio se realizó en total sintonía con la presidenta de la Comisión, quien proclamó su candidatura a la reelección prometiendo “gastar más, gastar mejor y gastar sobre todo en armamento producido en la propia Europa”. Por último, el 12 de febrero pasado el Canciller Olaf Scholz declaró a AFP que el plan de su gobierno era superar la crisis económica y asumir el liderazgo militar de Europa. Para ello, dijo, Alemania debe “abandonar su industria manufacturera, para concentrarse en la producción de armas a gran escala”.

Bruselas reaccionó a los planes armamentistas alemanes otorgando generosos subsidios. Las empresas germanas de armamento y productos químicos recibirán una gran parte de los nuevos fondos de la UE para el desarrollo de la producción europea de municiones y carrocerías de aeronaves. Según anunció el viernes 15 de marzo la Comisión Europea, más de 130 millones de euros del total de 500 millones se pondrán a disposición de proyectos alemanes. 

El discurso belicista del Canciller Scholz y los desembolsos de la Comisión Europea coinciden con las plataformas de los principales partidos alemanes para las elecciones europeas del próximo 6 al 9 de junio. Tanto los coalicionarios (Partido Socialdemócrata –SPD-, la Alianza90/Los verdes –B90/Die Grünen- y el Partido Demócrata Liberal –FDP-) como la opositora Unión Demócrata Cristiana/Unión Socialcristiana de Baviera han puesto la militarización de la economía alemana en el tope de sus programas para la elección parlamentaria europea.

Sin embargo, los sondeos de opinión indican que el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AFD, por su nombre en alemán) cuenta ya con el apoyo del 19% de los votantes y podría convertirse en el segundo partido de Alemania. Paradójicamente, aunque cuenta con una fuerte presencia de sectores neonazis, es la única fuerza relevante que reclama el fin de la guerra en Ucrania, el restablecimiento de las relaciones pacíficas con Rusia y la reanudación de los vínculos económicos con China.

A pesar de la hegemonía estadounidense, la sólida alianza franco-alemana permitió desde la década de 1950 desarrollar la integración de Europa Occidental con cambiantes grados de autonomía. Sin embargo, después de que Nicholas Sarkozy (2007-12) sucedió a Jacques Chirac (1995-2007) las diferencias de posiciones fueron en aumento. Angela Merkel (2005-21) hizo malabares, para mantener el equilibrio entre EE.UU., Francia, Gran Bretaña y Polonia, pero tras  su partida ambas diplomacias maximizaron sus apuestas.

No obstante, el endurecimiento de la retórica de Macron no es realista. Personalidades políticas francesas publicaron la semana pasada un manifiesto contra el plan del presidente de enviar tropas a Ucrania. De ellas, ocho son generales del ejército. Es evidente que la plana mayor del arma se opone al presidente. Sabe que su armamento es anticuado e insuficiente y que la doctrina militar francesa combina la disuasión nuclear con intervenciones puntuales en África y Asia, pero no prevé el enfrentamiento entre ejércitos regulares de masas, como sucede en Ucrania. 

Este viernes 22 circuló en las redes la información de que a Kiev habría arribado un numeroso contingente trinacional franco-germano-polaco y parece confirmada la participación de efectivos galos en diversos combates en los que, por otra parte, ya habrían sufrido cuantiosas bajas. El involucramiento europeo en la guerra en el este continúa en aumento.

Los datos públicos disponibles permiten colegir que está en marcha una gigantesca maniobra estratégica, para convertir la economía europea a la producción de armamentos, aumentar la exportación de material bélico desde EE.UU., persuadir a la opinión pública europea de la necesidad de la guerra e ir mandando tropas, hasta que Rusia las arrase y los líderes occidentales puedan justificar una intervención norteamericana. Es el modelo de la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Entonces EE.UU. no provocó las guerras, pero las dejó estallar y escalar. Ahora está más urgido.

Esta estrategia ha sido ideada por el gobierno de Joe Biden, pero debe mantenerse incluso en caso de una victoria de Donald Trump. Si ganan los demócratas, EE.UU. insistirá para arrastrar a Rusia a una guerra contra toda Europa que justifique la intervención que su pueblo y su Congreso hoy le niegan. Así se aseguraría el control de Europa, su desindustrialización y dependencia financiera. Si, en cambio, vence el republicano, cual Nixon en 1969, se encontrará con una guerra en marcha que le costará parar. 

El cálculo de la OTAN se basa en el supuesto de que Ucrania aguantará el embate ruso lo suficiente, como para desplegar las tropas europeas allí. 

¿Qué pasa si el régimen de Kiev se derrumba antes de tiempo? Que todos tendrán que repartir las cartas nuevamente. La estrategia occidental supone la permanencia de las condiciones actuales, pero nadie puede garantizarlas. En tiempos de guerra los acontecimientos prevalecen sobre los planes. 

Nos aproximamos a una definición histórica, pero no sabemos cuál será.

Por Álvaro Merino, para el El Orden Mundial

La industria armamentística europea está de celebración. Por primera vez en su historia, la Comisión Europea ha lanzado una Estrategia Europea de Defensa para «animar a los Estados miembro a invertir más, mejor, juntos y con perspectiva europea» en su seguridad. 

Es un movimiento que pretende responder a dos necesidades urgentes, al menos según las prioridades fijadas por los dirigentes de la UE: mejorar la preparación y los recursos defensivos europeos para responder a una hipotética agresión de Rusia y reducir la dependencia comunitaria de la OTAN y Estados Unidos. De fondo, eso sí, resuenan los intereses de una industria más centrada en explotar los réditos de las exportaciones que en servir a los intereses del bloque comunitario.

Para atajar ese desequilibrio, el plan establece que todos los países de la UE deben comprar al menos la mitad de su armamento dentro del propio bloque para 2030, realizar como mínimo el 40% de sus compras de forma conjunta y elevar el peso del mercado interno hasta al menos el 35% de todo el negocio europeo de armas. Además, la estrategia incluye la creación de un fondo de 1.500 millones de euros entre 2025 y 2027 para potenciar la industria militar europea.

Son objetivos muy ambiciosos. 

Por contextualizar, la Unión Europea recurrió al mercado exterior para comprar el 80% de su armamento entre febrero de 2022 —el comienzo de la guerra de Ucrania— y junio de 2023. Estados Unidos suministró por sí sola el 60%. Y por si no fuera suficiente, en la actualidad apenas el 18% de las compras se gestionan de forma conjunta, lejos de ese nuevo umbral del 40%.

Pero que la producción interna no tenga un peso importante en el esquema de abastecimiento comunitario no quiere decir que la industria armamentística europea sea débil. Al contrario: cerca de un tercio de las exportaciones de armas del mundo son protagonizadas por países europeos, mientras que en la lista de los diez vendedores más importantes aparecen cinco Estados del Viejo Continente, todo según datos de 2023 del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI, por sus siglas en inglés) y excluyendo las cifras de Rusia.

Se trata de Alemania —11% de todas las ventas globales—, Francia —7%—, Italia —5%—, Reino Unido —4%— y España —3%—. Si atendemos a empresas concretas, hay tres que destacan por encima del resto al superar los 10.000 millones de euros en ingresos por venta de armas en 2022: la británica BAE Systems, con 26.900; la italiana Leonardo, con 12.470; y la transeuropea Airbus, con 12.090. En total, son 26 las compañías europeas que se cuelan en el top cien global.

La nueva Estrategia Europea de Defensa es un espaldarazo a sus negocios, aunque existen dudas sobre si la financiación planteada es suficiente. 1.500 millones de euros es una cantidad muy discreta si se compara con los 22.000 millones que los países miembros de la UE desperdician al año en gastos de defensa y seguridad duplicados según una estimación del Parlamento Europeo de 2019. A pesar de ello, Bruselas insiste en que el fondo se dirige a mejorar la cooperación y no a sufragar las compras, que seguirán perteneciendo a la soberanía de cada país y se harán por tanto con cargo a los presupuestos de las capitales.

Asimismo, la estrategia abre la puerta a utilizar excepciones en el IVA, proyectos de interés común para la defensa y líneas de crédito del Banco Europeo de Inversiones para fomentar las adquisiciones comunes de armamento. Sobre la mesa está incluso el posible uso de los activos rusos congelados por la UE para comprar equipamiento para Ucrania, una finalidad que hasta ahora se limitaba a la reconstrucción de país pero que, al igual que la estrategia defensiva comunitaria, ha entrado en una nueva fase.

Publicado por El Orden Mundial;

Link original: https://elordenmundial.com/mapas-y-graficos/gasto-defensa-paises-otan/

La opinion del autor no necesariamente coinciden con la linea editorial de Dossier Geopolitico

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

Durante la semana nos dejaron dos grandes amigos y hermanos, Alexis Texier, chileno, compañero de lucha en aquellos aciagos días de combate frontal a la dictadura cívico militar comandada por Pinochet. Así mismo, partió a la inmortalidad Roberto Cirilo Perdía, líder montonero quien me ayudó a dar los primeros pasos en la vida clandestina en aquellos intensos años 70 y 80 del siglo pasado. Perdía fue un maestro, solidario, fraterno, consecuente hasta el último día, de esos revolucionarios que jamás se rindió y jamás se amilanó. Era de una integridad a toda prueba que desearíamos para los jóvenes que hoy se incorporan a la lucha. Alexis y Roberto. ¡Hasta la Victoria. Siempre. Venceremos!  

Ante esa situación, es válido ahora preguntarse cuáles podrían ser las motivaciones del presidente Macron para hacer pública su animadversión hacia Rusia y su interés en protagonizar y vanguardizar una cruzada europea contra Moscú. Pareciera que en este caso, las razones no son tan mundanas como en el anterior, no obstante, es comprensible la ira del presidente francés al observar que la otrora potencia colonial que hoy dirige, se está desvaneciendo bajo su mandato. 

Lo dijo él mismo en marzo del año pasado durante una visita a Gabón cuando afirmó que «la era de la ´Francáfrica` ha terminado», lamentando que todavía se vea a su país como injerencista en los asuntos internos de las naciones africanas. Cuando hizo tal afirmación , había transcurrido poco más de un año desde el inicio de la operación militar especial (OME) de Rusia en Ucrania.

¿Podría decirse que la OME fue causante de la reciente debacle del poder francés en África? Es difícil dar una respuesta terminante en ese sentido, pero, de lo que no cabe ninguna duda es que tal hecho ha tenido una relevante influencia en la decisión de los Estados africanos de alejarse de Francia, lo cual no es más que otra expresión de la crisis estructural de la hegemonía occidental sobre el planeta, sobre todo cuando en sentido contrario, cada vez mayor cantidad de países de ese continente se acercan a Rusia y también a China. Vale recordar que con el ingreso de Etiopía y Egipto al BRICS, el continente africano sumó tres miembros en ese organismo, más que Europa y América que solo tienen uno y solo por debajo de Asia que cuenta con cinco. De manera tal que el protagonismo de África en el mundo nuevo que está naciendo es de indudable relevancia. 

La mayor parte de los países africanos se negaron a sumarse al bloqueo mundial que tramó Occidente contra Rusia tras la OME. Más que eso, Mali y Burkina Faso solicitaron a París que retirara las fuerzas militares de sus territorios, dada su total ineficacia en la lucha contra el terrorismo que había sido esgrimida como causa para su presencia en la región. En junio del año pasado, el canciller de Mali, Abdoulaye Diop declaró sin ambages que su país “no quiere que los derechos humanos sean instrumentalizados o politizados, ya que no son prerrogativa de ningún país o civilización” y agregó: “Sorprende que algunos países que han practicado la esclavitud o la colonización, hoy sean los que dan lecciones a otros de derechos humanos”.

El interés económico de Occidente en la región es más que evidente. En particular, en fecha reciente los países del Sahel (Burkina Faso, Chad, Mali, Mauritania y Níger) han cobrado especial relevancia por la gran riqueza que guardan en su suelo y subsuelo: Níger tiene entre 5% y 7% del uranio de grado más alto del mundo y la quinta reserva más grande del orbe. Mali tiene grandes reservas de litio,  bauxita, mineral de hierro, oro, manganeso y piedra caliza. Chad tiene agua, un activo particularmente valioso en esa parte del mundo.

Los cambios de gobierno protagonizados por jóvenes militares anticolonialistas y defensores de la soberanía de sus países, han desplazado a líderes asentados en el poder gracias al apoyo de las metrópolis, cambiando la cara de la región y en alguna medida, de toda África. Las amenazas de París como respuesta a la decisión de los nuevos gobiernos de expulsar a los militares europeos ha sido respondida con el acuerdo de Mali, Burkina Faso y Níger de ir hacia mecanismos de integración avanzados que incluyan las áreas económicas, financieras y hasta las de seguridad y defensa. 

Entre los antecedentes de estos países, además de un pasado colonial común, cabe destacar que en algún momento de su historia reciente contaron con gobiernos socialistas autóctonos que fueron brutalmente combatidos y destruidos por la injerencia de la metrópoli en alianza con Estados Unidos que ahora, de forma oportunista, busca achacar de todos los problemas de África a Francia, a fin de abrirse un espacio que le dé presencia y relevancia en la África del futuro.

Así mismo, los tres países se han visto atacados por fuerzas vinculadas al terrorismo encarnado en Al Qaeda e ISIS que se han filtrado a través de la frontera norte de Malí con Libia tras el asalto dirigido por la OTAN contra Muamar el Gadafi. Por otra parte, la obligación de estos países de utilizar la moneda franco CFA es expresión del control colonial que aún ejerce Francia en la región. Esta moneda está controlada por el Tesoro francés, el 50% de las reservas monetarias deben colocarse en ese país al mismo tiempo que todas las monedas y billetes que siguen vinculadas al euro,  se acuñan en la metrópoli. 

Las protestas contra el CFA, llamada “la última moneda colonial” ha crecido durante los últimos años, como expresión del rechazo al control colonial francés sobre las finanzas de catorce países africanos. En consecuencia, los llamados al fin del CFA exponen tal vez como ningún otro hecho, el repudio al sistema colonial francés.

Por el contrario, los acuerdos de los países africanos con China y Rusia, marchan a ritmos acelerados.  Una visita del canciller ruso Sergei Lavrov a África en febrero del año pasado dejó en claro que los lazos establecidos por la Unión Soviética y mantenidos por Rusia marcan una diferencia en la forma en que Occidente se relaciona con el continente. Tras ese encuentro, Rusia suministró cereales, fertilizantes y combustibles a Mali al tiempo que Lavrov agradecía a ese país por sus votos en la ONU contra la glorificación del nazismo.

Los pueblos africanos no olvidan que en el último medio siglo contaron con el apoyo multilateral irrestricto de la Unión Soviética, incluso en el terreno militar, para sacudirse del colonialismo, dando continuidad a la cooperación en la difícil tarea de erigirse en países independientes. Más recientemente, Rusia se ha encadenado a esa política. Contingentes militares rusos asesoran a los países africanos para entrenar a los militares y ayudarles en la lucha anti terrorista.

Es algo que Francia ni Estados Unidos pueden hacer, sabiendo que han concedido financiamiento, armas y entrenamiento a estos grupos terroristas que han crecido bajo su cobijo en Afganistán, Irak, Siria y otros países. Según lo afirman algunos líderes africanos: “No puedes ser parte de la solución cuando eres parte del problema”.

Francia ha actuado en África a partir de su interés en ejercer influencia política para garantizar sus intereses económicos, en particular la producción de uranio que alimenta sus plantas productoras de energía y que obtiene a bajo costo en Mali. Por supuesto, sus acciones se han visto amparadas en su membresía en la OTAN sirviendo a los intereses globales de esta organización militar terrorista que busca afianzar el mantenimiento de la hegemonía occidental.

De ahí que su pérdida de influencia no solo afecta a la nación gala, también a todo el bloque. La concatenación de hechos y la sucesión de los mismos hablan por si solos. Además de Mali, Burkina Faso y Níger, Chad se está alejando de París y acercándose a Rusia. Este país junto a Mauritania son las últimas reservas de Francia en el Sahel. Pero, yendo más allá, si se toma esta agrupación en su conjunto, y Chad continua su distanciamiento de París, el golpe contra Francia podría ser definitivo sobre todo si Mauritania siguiera el ejemplo. 

En una lógica regional, es válido decir que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) un instrumento bajo control colonial que cuenta con casi 400 millones de habitantes y 5.112.903 km², y que tenía 15 miembros, hoy se encuentra en franca crisis. 4 países están suspendidos y de ellos, tres se han ido definitivamente, Burkina Faso, Malí y Níger. El cuarto, Guinea, también es muy probable que se aleje de la organización. Podría decirse que, no obstante a eso, la mayoría permanece, pero debe saberse que los tres que se fueron y el cuarto suspendido, hacen 3.000.000 de km², de los 5.112.903 Km²totales, es decir, un 60%.

En el trasfondo, hay una intencionalidad de darle carácter único y universalizar la cultura occidental como si Occidente fuera todo el mundo. Lo dijo de otra manera el expresidente de Nigeria Olusegun Obasanjo: “ La democracia occidental no ha logrado funcionar de modo adecuado en África, ya que fue impuesta por los colonizadores”. El exmandatario nigeriano fue más explícito: “El ejercicio de la democracia de tipo occidental ha fracasado en el continente africano porque, con ese modelo político, se pasa por alto la opinión de la mayoría de la población”, resaltando que tal democracia constituye «un gobierno de pocas personas sobre toda la gente, y estas pocas personas son los representantes solamente de una parte de la gente, no los representantes de toda la gente de pleno derecho».

En este contexto, en vez de la democracia liberal occidental, Obasanjo opinó que en el continente debía aplicarse la «democracia afrocéntrica», diferente al sistema democrático occidental, ya que dicho sistema no tenía nada que ver con la historia y la cultura de los pueblos del continente. Finalizó afirmando que: «La fragilidad y la inconsistencia de la democracia liberal tal y como se practica, deriva de su historia, contenido, contexto y práctica», por lo cual, debería «cuestionar su desempeño en Occidente».

Será muy difícil que Europa -por su convicción de ser un jardín rodeado de selva como lo afirmó Josep Borrell, Alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad- pueda aceptar un mundo multicultural, multiétnico y multipolar. Mucho menos que su concepto de democracia sea cuestionado y puesto en entredicho. 

Pero los nuevos líderes de Mali, Burkina Faso y Níger Assimi Goita, Ibrahim Traoré y Abdourahamane Tiani respectivamente, han comprendido la situación, han aprendido de su pasado y de los errores cometidos por algunos de sus predecesores como Kwame Nkrumah y Thomas Sankara y se dieron cuenta que el panafricanismo “debe ser algo más que una teoría contenida en libros superventas o escondida en discursos para agradar a las multitudes”.

Ahora, estos nuevos líderes están demostrando inteligencia estratégica y han comprendido que la principal alianza debe ser entre los militares y los pueblos para que estos se conviertan en activos sujetos de la gestión política del Estado. Pero han ido más allá, están construyendo mecanismos comunes de defensa y seguridad como estipula la Carta constitutiva de la Alianza de Estados del Sahel formada inicialmente por los tres países. Su capacidad y visión de futuro los ha llevado a producir radicales cambios incluso para elegir sus aliados y trazar un rumbo distinto en el escenario internacional. En esa medida, han expulsado a los franceses, al tiempo que establecen sólidas relaciones con Rusia.

Washington y sobre todo París, “sangran por la herida”. Es la única manera de explicar la estupidez estratégica que resuma Macron y sus adláteres, suponiendo que van a conseguir en Ucrania lo que han perdido en África. De ahí el anuncio de enviar tropas a combatir en ese país. No contentos con la muerte de decenas de mercenarios que suponiendo que el “allons enfant de la patrie” los autoriza a guerrear contra cualquier pueblo del mundo y olvidando la derrota de Napoleón a las puertas de Moscú en 1812, Macron pretende escalar la participación francesa en Ucrania. Vale destacar que Napoleón que sí era un gran estratega, no un banquero mediocre como Macron tratando de jugar a la guerra, fracasó estrepitosamente en su intento de someter a Rusia.

Pero Macron no es el único soñador incapaz en Francia. Para satisfacer a su cabecilla, el jefe del Estado Mayor de las fuerzas terrestres del país, general Pierre Schill, afirmó que “el ejército francés está listo para luchar con Rusia”. Para esa misión cuentan con 15 mil hombres aunque podrían llegar a concentrar 20 mil.

La manera de hacerlo, fue explicada por el coronel y “experto” francés Vincent Arbarétier, en el canal LCI de la televisión francesa. Según él, existen dos escenarios: el primero es concentrar ese contingente de tropas francesas a lo largo del río Dniéper y el segundo en la frontera con Bielorrusia. En esa situación, si Rusia no se detiene, “corre el riesgo de quedar bajo nuestro fuego, incluyendo el fuego no convencional”. En su opinión, Rusia no considerará el hecho mismo del despliegue de tropas francesas como una provocación, pero se verá obligada a negociar en las condiciones de Francia. Si no fuera porque lo escuché, habría dicho que era inverosímil que un oficial de academia haya expresado tal idiotez.

¿Sabrá este “experto” que Rusia tiene casi un millón de efectivos sobre las armas y 2 millones en la reserva y que Francia solo cuenta con 205 mil en activo y 35 mil en la reserva? ¿Sabe además que Rusia posee un potencial de movilización de hasta 71 millones de combatientes y que Francia solo podría movilizar 30 millones? (todas cifras del Global Firepower 2022, una institución muy lejana de Putin y de Rusia).

Y si de “fuego no convencional” se trata (OJO, esto fue mencionado por el “experto” coronel Arbarétier, no por el presidente Putin ni por los generales Shogun o Guerásimov),   Rusia posee 5.580 ojivas nucleares y Francia, 280. Además Rusia cuenta con misiles hipersónicos de tipo Zircon, Kinzhal y Avangard mientras que Francia no posee ninguno y tampoco tiene tecnología para interceptarlos, por lo que cualquier objetivo en territorio francés desaparecería en 3 minutos. Ese es el tiempo máximo que duraría una guerra de Francia contra Rusia. 

Se podría comprender el desánimo de Macron por su derrota en África, pero es difícil entender su disposición a hacer desaparecer su país en menos de 3 minutos solo para ser famoso sirviendo a los intereses de Estados Unidos.

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Javier Benitez entrevista a Carlos Pereyra Mele en Ajedrez Geopolitico

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció que su país desplegará militares en la ciudad de Odesa para seguir apoyando a Ucrania, según reveló el periódico ‘Le Monde’. Mientras, en una entrevista que concedió a la televisión francesa, declaró que Rusia no debe ganar el conflicto contra Ucrania y que Donald Trump no ganará las elecciones.

Tarotista Macron

Con aires de Napoleón resucitado, durante una reunión que mantuvo con un grupo de invitados en el Palacio del Elíseo y al admitir el deterioro que están sufriendo las fuerzas ucranianas, Macron declaró con suficiencia: «De todos modos, el año que viene tendré que enviar a algunos muchachos a Odesa».

Esta afirmación del jefe de Estado francés suena como una expresión de deseo, según el director de Dossier Geopolítico Carlos Pereyra Mele. «La pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿a cuál Odesa van a ir, a la Odesa que controla Ucrania, o a la Odesa que controla la Federación de Rusia?», ironiza el experto.

«Hasta el día de la fecha no hay un solo día en los medios de comunicación, a pesar de la censura, que demuestren que Ucrania tiene alguna posibilidad de enfrentar exitosamente a las fuerzas de la Federación de Rusia. Ha perdido Bajmut, Advéyevka, las aldeas que las rodean, y cada día que pasa las informaciones que vienen, fundamentalmente del país que es jefe de la OTAN, me refiero a EEUU, a través de sus voceros semioficiales, como el Washington Post, el New York Times, etc. Todos informan de la tremenda incapacidad ucraniana de poder cubrir las bajas que han tenido durante la contraofensiva y de este período de derrotas tras derrotas», señala el experto.

AUDIO:

Mientras, en una entrevista que concedió a la televisión nacional, Macron mostró su catadura imperialista y monárquica: «Rusia no puede ni debe ganar esta guerra», para afirmar a renglón seguido que el conflicto en Ucrania es «existencial» para su país y para toda Europa, y al mismo tiempo reiteró su posición de «no descartar» el envío de tropas francesas a Ucrania.

Entonces, llegó el momento oráculo de Macron. Cuando le preguntaron si Trump podría desempeñar el papel de mediador y mantener un diálogo con el presidente ruso, Vladímir Putin, el galo echó el resto: «Por lo que sé, no creo que Donald Trump llegue a ser presidente de EEUU».

«O Macron es un tarotista, tira las cartas y sabe lo que va a pasar en el futuro, o evidentemente, como se dice acá [en Argentina] a los que tienen problemas cerebrales, ‘está sacado’. Porque hacer declaraciones sobre las posibilidades de que triunfe, o no triunfe, un candidato de EEUU para unas elecciones que se van a realizar en noviembre, y que además no hay una sola encuesta en EEUU que diga que, si se realizan hoy las elecciones, Donald Trump no gana por 15 puntos de diferencia sobre Joe Binden. La verdad es que [las de Macron] son unas declaraciones totalmente fuera de lugar y carentes de fuentes concretas y serias para decir semejante cosa», sentencia Pereyra Mele.

Por Pepe Escobar

Han esperado 10 largos y sufridos años para votar en estas elecciones. Y votaron, en cantidades masivas, certificando una reelección aplastante del líder político que los trajo de regreso a la Madre Rusia. Ahora se puede hacer referencia a VVP como el Sr. 87%. En Donetsk la participación fue aún mayor: 88,17%. Y nada menos que el 95% votó por él.


Seguir el proceso electoral ruso en Donbass fue una experiencia humillante –y esclarecedora–. Gráficamente, frente a nosotros, todo el peso de la implacable campaña colectiva de denigración del Occidente fue devorado instantáneamente por el rico suelo negro de Novorossiya. La impecable organización, la total transparencia de la votación, el entusiasmo de los trabajadores de las mesas electorales y de los electores subrayaron la gravedad histórica del momento político: al mismo tiempo, todo estaba envuelto en un sentimiento impalpable de júbilo silencioso.

Por supuesto, esto fue un referéndum. Donbass representa un microcosmos de la sólida cohesión interna de los ciudadanos rusos en torno a las políticas del Equipo Putin, y al mismo tiempo comparte un sentimiento experimentado por la abrumadora mayoría del Sur Global. La victoria del VVP fue una victoria de la Mayoría Global.


Y eso es lo que hace que la insignificante minoría global esté aún más apoplética. Con su mayor participación desde 1991, los votantes rusos infligieron una derrota estratégica masiva a los pigmeos intelectuales que pasan por el “liderazgo” occidental – posiblemente la clase política más mediocre de los últimos 100 años. Votaron por un sistema de relaciones internacionales más justo y estable; por la multipolaridad; y por un verdadero liderazgo por parte de estados-civilización como Rusia.


El 87% del VVP fue seguido, con mucha diferencia, por los comunistas, con un 3,9%. Esto es bastante significativo, porque este 91% representa un rechazo total al “futuro” plutocrático globalista de Davos/Gran Reinicio imaginado por el 0,001%.

Avdeyevka: Votar bajo total devastación

El segundo día de las elecciones, en la sección 198 del centro de Donetsk, no lejos de la Casa de Gobierno, fue posible medir plenamente la fluidez y transparencia del sistema, incluso cuando Donetsk no se libró de los bombardeos, a última hora de la tarde y primeras horas de la noche. último día de votación.

Luego, una parada estratégica en un minimercado de barrio. Yuri, un activista, estaba comprando una carga completa de huevos frescos para transportarlos a los civiles casi hambrientos que aún permanecen en Avdeyevka. Diez huevos cuestan el equivalente a un dólar con cuarenta centavos.

En Yasinovata, muy cerca de Avdeyevka, visitamos la MBOU, o escuela número 7, impecablemente reconstruida tras incesantes bombardeos. La directora, Ludmilla Leonova, una mujer extraordinariamente fuerte, me lleva a una visita guiada por la escuela y sus nuevas aulas de química y biología, un pintoresco alfabeto soviético que adorna el aula de lengua rusa. Con suerte, las clases se reanudarán en el otoño.
Cerca de la escuela se ha creado un centro de refugiados para los que han sido traídos desde Avdeevka. Todo está impecablemente limpio. Las personas son procesadas, ingresadas al sistema y luego esperan los documentos adecuados. Todo el mundo quiere obtener un pasaporte ruso lo antes posible.

Por el momento se alojan en dormitorios, con unas 10 personas en cada habitación. Algunos vinieron de Avdeyevka, milagrosamente, en sus propios coches: hay algunas matrículas ucranianas por ahí. Invariablemente, la expectativa general es regresar a Avdeyevka, cuando comience la reconstrucción, para rehacer sus vidas en su propia ciudad.

Luego está en la carretera hacia Avdeyevka. Nada, absolutamente nada nos prepara para afrontar la devastación total. En mis casi 40 años como corresponsal extranjero, nunca he visto nada parecido, ni siquiera Irak. En la entrada no oficial a Avdéyevka, junto al esqueleto de un edificio bombardeado y los restos de una torre de tanque, ondean al viento las banderas de todos los batallones militares que participaron en la liberación.

Cada edificio en cada calle está al menos parcialmente destruido. Unos cuantos residentes restantes se congregan en un apartamento para organizar la distribución de suministros esenciales. Encuentro un icono milagrosamente conservado detrás de la ventana de un apartamento en la planta baja bombardeado.

Los FPV merodean por casualidad, detectados por un dispositivo portátil, y nuestra escolta militar está en alerta máxima. Descubrimos que al entrar en un apartamento de la planta baja que se utiliza como una especie de mini depósito de alimentos (viviendas donadas de Yasinovata o del ejército) esa misma habitación, por la mañana, se había convertido en un colegio electoral. Allí votaron los pocos residentes que quedaban en Avdeyevka.

Un hombre casi ciego con su perro explica por qué no puede salir: vive en la misma calle y su apartamento sigue funcionando, aunque no tiene agua ni electricidad. Explica cómo los ucranianos ocuparon cada bloque de apartamentos –con residentes convertidos en refugiados o rehenes en los sótanos– y luego, presionados por los rusos, se trasladaron a escuelas y hospitales cercanos hasta que finalmente huyeron.

Los sótanos son una pesadilla. Prácticamente no hay luz. La temperatura es al menos 10 grados centígrados más baja que a nivel de calle. Es imposible imaginar cómo sobrevivieron. Otro residente pasa tranquilamente en su bicicleta, rodeado de esqueletos de hormigón abandonados. Los fuertes estruendos, en su mayoría salientes, son incesantes.

Luego, en medio de la devastación total, tuvo una visión: la elegante silueta de la Iglesia de María Magdalena, inmaculadamente conservada. Dmitry, el cuidador, me acompaña; Es una hermosa iglesia, las pinturas en el techo aún brillan bajo la pálida luz del sol, una hermosa lámpara de araña y la cámara interior prácticamente intacta.

El Renacimiento de Mariúpol

El último día de las elecciones transcurrirá en Mariupol, cuya reconstrucción se está llevando a cabo a un ritmo vertiginoso: la nueva estación de tren acaba de ser terminada. La votación se realiza sin problemas en la escuela número 53, distrito de viviendas 711. Un hermoso mural detrás de las urnas representa las ciudades hermanas de San Petersburgo y Mariupol, con las legendarias Velas Escarlatas de la historia de Alexander Green justo en el medio.

Vuelvo a visitar el puerto: la carga internacional sigue sin moverse, sólo barcos procedentes del continente ruso. Pero el primer acuerdo se alcanzó con Camerún: frutas a cambio de metales y productos manufacturados. Varios otros acuerdos con naciones africanas están en el horizonte.

La iglesia de Pakrovska, un símbolo de Mariupol, está siendo cuidadosamente restaurada. Nos da la bienvenida el padre Viktor, quien ofrece un almuerzo para un grupo de personas de la parroquia, y se produce una excelente conversación que va desde la ortodoxia cristiana hasta la decadencia de Occidente y la agenda LGBT.

Subimos a la azotea y caminamos alrededor de una balaustrada que ofrece una espectacular vista de 360 grados de Mariupol, con el puerto, la siderúrgica destruida de Azovstal y el mar ruso de Azov al fondo. Las enormes campanas de la iglesia suenan como una metáfora de la resurrección de una hermosa ciudad que tiene el potencial de convertirse en una especie de Niza en el Mar de Azov.

De vuelta en Donetsk, la visita a una escuela/museo “secreta” a sólo 2 km de la línea de fuego –que visité por primera vez el mes pasado– tiene que ser cancelada: Donetsk continúa siendo bombardeada.

Con Avdeyevka en mente, además del bombardeo que se niega a desaparecer, surgen algunas preguntas sobre las cifras durante el largo viaje de 20 horas de regreso a Moscú.
En Chechenia, liderada por el súper patriota Kadyrov, la participación fue del 97%. Y nada menos que el 99% votó por VVP. Así que, a diferencia del pasado, olvídense de cualquier intento ulterior de una revolución de color en Chechenia.

Lo mismo ocurrió en el Cáucaso, en la región de Kabardino: la participación fue del 96%. Nada menos que el 94% votó por VVP.

Entre Kazajstán y Mongolia, en Tuva, la participación fue del 96%. Y el 95% votó por VVP. En la provincia autónoma de Yamal-Nenets, la participación fue del 94%. Pero el VVP obtuvo “sólo” el 79% de los votos. En el lago Baikal, Buriatia obtuvo el 74% de la participación y el 88% de los votos a favor del VVP.

La clave, una vez más, sigue siendo Moscú. La participación, en comparación con otras regiones, fue relativamente baja: 67%. Bueno, Moscú todavía está en gran medida occidentalizada y en varios aspectos ideológicamente globalista, por lo que es más crítica que otras partes de Rusia en lo que respecta al énfasis patriótico.

Y eso nos lleva al factor decisivo. Incluso con el éxito rotundo del Sr. 87%, nunca se rendirán. Si alguna vez existe una pequeña posibilidad de que una estrategia exitosa de Guerra Híbrida provoque una revolución de color, el escenario será Moscú. Bastante patético, en realidad, en comparación con las imágenes del Sr. 87% saludado por una Plaza Roja abarrotada el domingo como la máxima estrella de rock.

El Kremlin no quiere correr riesgos. Putin se dirigió al FSB y fue directo al grano: los intentos de sembrar problemas interétnicos –como preludio a revoluciones de color– deben ser estrictamente reprimidos. El FSB irá al siguiente nivel: los traidores serán identificados por su nombre y atacados sin prescripción.

Después de la euforia electoral, nadie sabe realmente qué pasará después. Tiene que ser algo enormemente significativo, que rinda homenaje a la aplastante victoria electoral histórica del VVP. Ahora tiene carta blanca para hacer cualquier cosa. Prioridad número uno: acabar de una vez por todas con el mestizo terrorista construido por el Hegemón que ha estado atacando Novorossiya durante 10 largos años.

FUENTE SPUTNIK

https://sputnikglobe.com/20240320/donetsk-avdeyevka-mariupol-on-the-road-in-electoral-donbass-1117443687.html

Es posible que el mandatario de Francia, Emmanuel Macron, despligue sus militares para luchar en Ucrania sin la aprobación de la UE o de Estados Unidos, señaló a Sputnik Tiberio Graziani, presidente del Instituto Internacional de Análisis Global. Agregó que este paso podría llevar a la destrucción del sistema de seguridad europeo.

«Macron, para caracterizarse como un líder europeo, podría enviar oficialmente personal militar a Ucrania sin pasar formalmente por la aprobación de la UE o de EEUU. Además, el ataque a Libia en 2011, perpetrado en contra de los acuerdos de amistad italo-libios, dejó claro que Francia, el Reino Unido y EEUU no siempre tienen en cuenta las relaciones de alianza y las esferas de influencia de sus aliados», aseguró Tiberio Graziani.

En sus palabras, el derecho internacional, «tal y como lo conocimos durante la llamada Guerra Fría, ya no existe«. El primero en destruir los principios en los que se basa —soberanía de los Estados, inviolabilidad de las fronteras— fue Washington, agregó.

«Francia, que ya era una potencia colonialista, utilizó tanto personal militar como mercenarios, con especial atención en África. No me sorprendería en absoluto que pudiera hacerlo ahora también en Europa del Este», añadió.

En cuanto a los riesgos para la seguridad europea, el experto indicó que es difícil hacer una predicción y una evaluación. Sin embargo, en su opinión, «un paso irreflexivo» que llevaría a la destrucción del sistema de seguridad europeo basado en la OTAN.

«Lo más probable es que las constantes declaraciones de Macron sobre el envío de combatientes militares a Ucrania estén vinculadas al temor de tener a [el exmandatario de EEUU Donald] Trump en la Casa Blanca, quien, como es sabido, parece inclinado a buscar un nuevo equilibrio entre Estados Unidos y Rusia», subrayó.

Internacional

¿Por qué Macron asusta a los franceses con un conflicto con Rusia?

A finales de febrero, Emmanuel Macron, abordando la posibilidad de la participación de soldados europeos en el conflicto ucraniano, informó que «no se puede descartar nada». El mandatario también aseguró que la UE había acordado crear una «novena coalición para ataques profundos», suministrando a Ucrania misiles de medio y largo alcance. Durante una reunión con líderes de la oposición a principios de marzo, Macron reiteró que Francia no tenía «límites ni líneas rojas» en la cuestión de la ayuda a Ucrania.

Tras esas declaraciones, el jefe de Estado fue objeto de críticas a nivel nacional, donde se le llamó «el señor de la guerra». Dirigentes de todos los partidos políticos acusaron a Macron de arrastrar a París al conflicto, de frivolidad, y le reprocharon que no consultara al Parlamento sobre estas cuestiones.

Comentando las palabras del presidente francés, desde el Kremlin indicaron que tal desarrollo conduciría inevitablemente a un choque militar directo entre Rusia y la OTAN. El portavoz presidencial, Dmitri Peskov, calificó de importante novedad el mero hecho de discutir la posibilidad de enviar «algunos contingentes a Ucrania».

En una entrevista con el director general del grupo mediático Rossiya Segodnya, al que pertenece Sputnik, Dmitri Kiseliov, el presidente ruso, Vladímir Putin, supuso que Macron estaba resentido con Moscú por la supuesta expulsión de Francia de África por parte de Rusia. De hecho, la parte rusa no ha expulsado a nadie, aseguró, y los países africanos han optado por cooperar de forma independiente con los operadores económicos rusos.

Putin también comentó las declaraciones del jefe del Estado francés sobre la cuestión ucraniana. El mandatario ruso advirtió de que la introducción del contingente europeo en Ucrania no cambiaría en nada la situación en el campo de batalla y sólo acarrearía graves consecuencias para Kiev. En respuesta a las palabras de Macron sobre la falta de líneas rojas de Francia con respecto al apoyo a Ucrania, el presidente indicó que Rusia tampoco tendría líneas rojas contra los Estados con ese enfoque. Putin también destacó que Francia podría desempeñar un papel en la resolución pacífica del conflicto de Ucrania, «no todo está perdido todavía».

FUENTE SPUTNIK

https://sputniknews.lat/20240319/paso-irreflexivo-podria-macron-desplegar-sus-ffaa-en-ucrania-sin-la-aprobacion-de-eeuu-1149062422.html

Una victoria militar ucraniana es ya imposible”, según varios informes confidenciales del ejército francés que publica la revista Marianne (1), lo que replantea el motivo de las recientes declaraciones de Macron sobre el envío de tropas a Ucrania.

La contraofensiva ucraniana “se fue empantanando progresivamente en el barro y la sangre y no se tradujo en una ganancia estratégica”. La planificación, diseñada por Kiev y los estados mayores occidentales, resultó ser “desastrosa”, añaden los informes. “Los planificadores creían que una vez que se rompieran las primeras líneas de defensa rusas, todo el frente colapsaría […] Estas fases preliminares fundamentales se llevaron a cabo sin tener en cuenta las fortalezas morales del enemigo en defensa, es decir, el deseo del soldado ruso de mantenerse sobre el terreno”.

Los informes también destacan “el entrenamiento insuficiente de los soldados y oficiales ucranianos”. Debido a la falta de oficiales y de un número importante de veteranos, los “soldados del año II” de Ucrania, a menudo entrenados durante “no más de tres semanas”, fueron lanzados contra una línea de fortificación rusa que resultó inexpugnable.

Los que nunca habían oído hablar de la Batalla de Kursk se convencieron de que los soldados rusos en posiciones defensivas huirían tan pronto como escucharan un tanque rugiendo hacia ellos. Por supuesto que no lo hicieron.

Las tropas rusas están bien cuidadas. Los informes destacan que, a diferencia de Ucrania, “los rusos han administrado bien sus tropas de reserva para garantizar la resistencia operativa”. Moscú refuerza sus unidades antes de que estén completamente desgastadas, mezcla reclutas con tropas experimentadas, garantiza períodos regulares de descanso en la retaguardia y “siempre ha tenido una fuerza de reserva coherente para hacer frente a imprevistos”. Esto está lejos de la idea difundida en Occidente de un ejército ruso que envía sus tropas para que las masacren.

“Hasta la fecha, el Estado Mayor ucraniano no dispone de una masa crítica de fuerzas terrestres capaces de maniobrar al nivel de cuerpos de ejército para desafiar a sus homólogos rusos a romper su línea defensiva”, concluye el informe del ejército francés. “El error más grave de análisis y de juicio sería seguir buscando soluciones exclusivamente militares para detener las hostilidades”. El resume es que “dadas las fuerzas presentes, está claro que Ucrania no puede ganar esta guerra militarmente”.

La caída de Avdeievka demostró que el ejército ucraniano, incluso a la defensiva, inevitablemente perderá la guerra. “Las fuerzas armadas ucranianas han demostrado tácticamente que no tienen la capacidad humana y material para mantener un sector del frente que depende de los esfuerzos del atacante”, continúa el documento. “El fracaso ucraniano en Avdeievka demuestra que, a pesar del despliegue de emergencia de una brigada de élite, la 3 Brigada de Asalto Aéreo o Batallón Azov, Kiev no es capaz de restaurar localmente un sector del frente que se está derrumbando”, advierte el informe.

Como resultado, las fuerzas rusas simplemente seguirán adelante. Queda por ver qué harán los rusos con este éxito táctico. ¿Continuarán en el modo actual de “mordisquear y sacudir lentamente” toda la línea del frente, o buscarán “abrirse paso profundamente”? El terreno detrás de Avdeievka lo permite, señala el ejército francés, advirtiendo también que los occidentales tienden a subestimar a los rusos. “Parecen débiles cuando son fuertes”.

Después de dos años de guerra, el ejército ruso han demostrado su capacidad para “desarrollar una resistencia operativa” que le permite librar “una guerra lenta y de larga intensidad basada en el continuo desgaste del ejército ucraniano”.

Las empresas francesas fabricarán armas en suelo ucraniano

Las empresas francesas fabricarán armas en suelo ucraniano, dijo el viernes el ministro de Defensa francés, Sebastien Lecornu. “Tres empresas francesas se asociarán con empresas ucranianas, en particular en el sector de los drones y de los equipos terrestres, para producir piezas de repuesto en suelo ucraniano y, tal vez, municiones en el futuro”, afirmó (2).

“La idea es tener las primeras unidades de producción en funcionamiento este verano”, añadió Lecornu, quien insinuó que las empresas involucradas incluirían al fabricante de tanques KNDS, el holding formado por la francesa Nexter y la alemana Krauss-Maffei-Wegmann.

El anuncio se produjo al día siguiente de que Macron dijera que Francia no descarta ninguna opción para apoyar a Ucrania dos años después del inicio de la guerra. Los dirigentes de los partidos políticos franceses se quedaron estupefactos. Algunos le acusaron de utilizar la guerra para mejorar la posición de su coalición antes de las cruciales elecciones europeas de este verano.

La semana pasada, Macron sorprendió a muchos en Europa al negarse a descartar el envío de tropas terrestres occidentales a Ucrania, señalando el endurecimiento de la postura de Rusia.

A principios de esta semana, Macron instó a los aliados de Ucrania a no ser “cobardes” al apoyar al gobierno de Zelensky en su guerra contra Rusia.

Algunos dirigentes de los partidos políticos franceses dijeron el jueves que Macron defendía un enfoque “sin límites” para contrarrestar a Putin.

Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el jueves de la semana pasada que Macron “continúa elevando el nivel de participación directa de Francia” en la guerra de Ucrania.

El parlamento francés tendrá la oportunidad de votar sobre la estrategia del país para Ucrania, incluido un tratado de seguridad bilateral firmado con Kiev el mes pasado.

Los debates y votaciones no vinculantes tendrán lugar el próximo martes en la cámara baja de la Asamblea Nacional y el miércoles en la cámara alta del Senado.

El jueves Macron también se reunió con la presidenta moldava, Maia Sandu, y prometió el “apoyo inquebrantable” de Francia a su país.

Durante el encuentro ambos firmaron un acuerdo bilateral de defensa, así como una “hoja de ruta económica”, aunque no se proporcionaron detalles.

Francia también organizó una videoconferencia de 28 países, incluida Ucrania, para dar seguimiento a las iniciativas discutidas en una cumbre internacional sobre Ucrania organizada por Macron la semana pasada.

Entre los asistentes se encontraba el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba. “Ucrania nunca ha pedido… tropas extranjeras para luchar a su lado”, escribió el jueves en el periódico Le Monde. “Siempre hemos tenido fe en nuestros propios combatientes”.

Pero “Ucrania necesita más municiones de artillería y misiles de largo alcance”, añadió. “Necesita sistemas de defensa aérea Patriot… instalaciones para reparar más rápidamente sus vehículos militares… entrenamiento para sus soldados en bases dentro de Ucrania”.

De lo contrario, afirmó, “un día les tocará a vuestros soldados”.

Fuente mrp21 https://mpr21.info/una-victoria-militar-ucraniana-es-ya-imposible/

(1) https://www.marianne.net/monde/europe/guerre-en-ukraine-endurance-russe-echec-de-la-contre-offensive-ce-que-cache-le-virage-de-macron 

(2) https://www.france24.com/en/france/20240308-french-arms-companies-to-manufacture-directly-on-ukrainian-soil-defence-minister-says