Elecciones en Alemania: Por Eduardo Bonugli. Madrid, 02/09/24

Especial para Dossier Geopolitico

¡¡ CUARTA DERROTA CONSECUTIVA 

DEL PARTIDO EUROPEÍSTA EN 2024 !!

# En las elecciones regionales de Alemania, la extrema derecha capitaliza el rechazo creciente y el descontento general de los europeos hacia las élites neoliberales y pro norteamericanas de Bruselas.

# Ante semejante varapalo, los “partidos europeístas” y sus medios, absolutamente desquiciados, responden de forma visceral e intempestiva, bloqueando a los ganadores y armando un complot urgente para que no accedan al gobierno. Lo que además de mostrar impotencia, debilidad y ceguera política, podría significar todo un atentado al propio acto electoral, además del desprecio al derecho soberano de los votantes y un virtual secuestro de la democracia. Más allá de profundizar la peligrosa brecha social, política y cultural de la sociedad. De la que se benefician sin duda, los grupúsculos ultras y extremistas, gracias en parte, a unos burócratas que hacen oídos sordos a los reclamos de la gente.

# Estas medidas de intolerancia democrática del gobierno comunitario, además de una alarmante ausencia de mensaje político, han sido radicalizadas con una FALTA ABSOLUTA DE CUALQUIER AUTOCRÍTICA ante los evidentes fracasos de sus políticas neoliberales, ultra capitalistas y pro norteamericanas, mientras mantiene sus irreductibles posiciones sobre temas como el apoyo al genocidio de Israel, al insoportable aumento del gasto en la industria militar, la continuidad a cualquier precio de la guerra de Ucrania, al costoso y perdido enfrentamiento con China, la grave crisis energética auto provocada, la exorbitante y creciente deuda pública y privada, la caída de la producción, la pérdida creciente del estado del bienestar y la sumisión estratégica a EEUU. En tanto que aumenta la indignación y el desprestigio mundial por los incumplimientos de sus falsos “Valores Europeos”, por su paupérrimo papel internacional y por la intransigencia y pretensiones de colonialismo cultural con los temas identitarios y de la ideologías de género.  

Macron ningunea el Triunfo de Melenchon

# El injustificable negacionismo de Bruselas sobre unos resultados tan malos como contundentes, va en línea con la maniobra en curso de Emanuel Macron de desconocer el triunfo del Frente Popular en la segunda vuelta de las parlamentarias francesas, mientras mezquina al Frente Popular Francés su derecho tácito -como ganador de las elecciones- de presentar su programa al legislativo y de intentar optar a la formación de gobierno, aunque no tenga -ahora o más adelante- la mayoría necesaria.

# Por lo tanto, el titular de la noticia de los trascendentales resultados en Alemania del domingo no debería ser el que ganó la extrema derecha cómo está siendo expandida dramáticamente por todo Occidente, sino que ha sido LA CUARTA DERROTA EN EL AÑO DEL PARTIDO EUROPEÍSTA -el único legitimado por Bruselas- luego de las legislativas europeas de junio y de las dos parlamentarias en Francia en junio y julio. En las  que fueron claramente derrotadas las muy cuestionadas gestiones de Von der Leyen, Borrell y el resto de su gabinete.

# Resulta evidentemente interesada y oportunista la interpretación del relato del sistema, de que este triunfo es exclusivo de la extrema derecha fascista y racista

¡¡ LO QUE NO ES VERDAD !!

Lo único cierto es que la extrema derecha es la dueña de la única franquicia opositora en Europa, o lo que es lo mismo, es la propietaria de “la marca” de una caja de resonancia donde la gente puede expresar sus quejas.

¡¡ Allí y solo allí !!

La extrema derecha es también la única tribuna (oportunista y demagógica) que desnuda el andar patoso y suicida de la Unión Europea. Todo ello permitido por la ineficiencia de conservadores y liberales, por el sometimiento cómplice del progresismo al poder capitalista y por la huida en espantada de la izquierda tradicional, del campo de lucha política en todo Occidente.

Militantes de «derechas» contra el ARMAMENTISMO y la GUERRA de la UE/OTAN en Alemania

# Un largo cúmulo de errores oportunamente aprovechado por esa extrema derecha, al ser la única en dar salida a la ira popular, aunque su estructura no es otra cosa que la cara grotesca y violenta del mismo capitalismo depredador, que se presenta por lo general como «la opción liberal del centrismo extremo».

# Resulta oportuno advertir además, que el régimen neoliberal siempre ha sido muy beneficiado por el falso escenario donde la UE aparece como víctima del complot de una banda facciosa. Este papel le ha servido para instalar en la sociedad el falso terror por el regreso del fascismo del siglo pasado, que nunca se fue del todo, logrando así que la pusilánime izquierda siga apoyando y votando las políticas ultra capitalistas. A la vez que impone «el gatopardismo» para que nada cambie.

# Sin embargo, lo que Bruselas no puede esconder, es que ha quedado constatado -y por cuatro veces seguidas- que por debajo de las siglas de la extrema derecha, existe el sustrato de una alargada y no dimensionada franja transversal, variopinta y de distintas ideologías, de millones de ciudadanos que sintetizan el profundo malestar social, político, económico y cultural con que vive gran parte de alemanes y europeos. En tanto que el poder mediático atiza vientos de dramatismo al asegurar que el único gran culpable es la extrema derecha, mientras persiste en reforzar el actual modelo antiproductivo, especulativo, financierista, elitista y de privilegios, que solo favorece a las grandes empresas y a la banca.

# Y para demostrar la fragilidad circunstancial de la extrema derecha, además de su nulo contenido de ideas realistas, está el episodio reciente de la sorpresiva derrota de LePen en la segunda vuelta de Francia cuando lo tenía todo a su favor. La explicación de su caída no es otra de que mucha gente, y en gran número, emigró con su voto hacia el  Frente Popular de Jean Claude Melenchón al proponer postulados de justicia social propios de la vieja izquierda de los años 70 y un pragmatismo geopolítico equilibrado, de los que carece absolutamente tanto la extrema derecha cerril, fanatizada y llena de odios, como la oligárquica elite ineficaz de la Unión Europea.

La dictadura de los Burocratas de Bruxelas, va teniendo respuestas populares

# Ya no quedan dudas que Bruselas, mientras impone una sutil dictadura de censura sobre la realidad internacional, aplica una brutal discriminación aleatoria e ideológica contra los propios europeos que piensan diferente y que en nada se compatibiliza con las elementales reglas democráticas que tanto dice proteger, al tratar a sus críticos como «enemigos de la democracia, anti europeos, nazis fascistas, racistas, machistas, opresores de minorías, totalitarios, extremistas, embriones de terroristas, criminales climáticos, mercenarios putinianos, agentes chinos y otros suculentos adjetivos de cancelación y estigma.

# Otro ejemplo claro de la alevosa proscripción que practica, es el ejemplo del trato a una de las principales candidatas de AfD, la reconocida militante marxista Zara Wagenknecht, señalada ridículamente como nazi fascista por decir que en Ucrania muere demasiada gente, o que no solo Putin comenzó ésta guerra, o que las  sanciones a Rusia solo dañaron a Europa. Sin mencionar los brutales calificativos que recibe por insinuar que «la OTAN es belicista» o por demostrar la caída del valor real de las pensiones, además por sostener consignas de la socialdemocracia o de los democristianos de los años 70.

#Unos ataques generalizados y desmedidos  contra cualquier compatriota de ideas propias, que derivan en un escenario caóticamente represivo, donde las premisas universalmente consagradas sobre la libertad de pensamiento y de palabra, más el derecho al voto, NO SE RESPETAN EN LA UNIÓN EUROPEA según quien sea el interviniente, mientras la violenta ofensiva mediática inocula en vena de la autista sociedad europea -en estado comatoso por ignorancia y desinformación- una descomunal dosis de falsa realidad paralela, que elucubra con el delirio narcótico de un mundo de «buenos y malos», donde ellos, los del «Jardín Terrenal» de Europa, se debaten heroicamente contra «la Jungla Salvaje» de la periferia,  en defensa de «Su Mundo Basado en Reglas».

# En tanto, esa censura persistente, como aquella fina llovizna que nunca moja pero empapa, no ha permitido conocer el terrible perjuicio para la clase trabajadora alemana que fue  la rotura de las relaciones comerciales con Rusia y la súbita pérdida del suministro de energía que trajo el alineamiento con la estrategia bélica de la OTAN y la paulatina bajada del poder económico en todo el estado. Este asunto, profundo y muy extenso, encierra muchas razones y causas que explicarían el actual estado de la situación, pero al ser un tema tabú para las elites, es silenciado a nivel de calle.

# Y por último, está ese batiburrillo de groserías y sandeces sobre la emigración, que constituye -no el único-, pero SI una de las más letales bombas de tiempo contra «el sueño imperial europeo».

UN PROBLEMA TRASCENDENTAL QUE NO TIENE SOLUCIÓN ALGUNA DENTRO DEL ACTUAL MARCO ECONÓMICO, SOCIAL Y CULTURAL DEL VIEJO CONTINENTE QUE HEMOS CONOCIDO HASTA AHORA. Pero que se agudiza dramáticamente al estar en manos de tres poderes incompetentes y enfrentados entre si, como son la derecha en todas sus versiones que solo conjuga el verbo reprimir. También en manos de «los progres buenistas» especialistas en reducir toda a la más elemental demagogia, mientras sobreviven gracias las desgracias de los más desfavorecidos. Y en manos de una burocracia comunitaria que cree que con sobornos y campos de concentración en los países del norte de África, van a poner puertas al mar.

# En tanto que unos y otros, europeos al fin de cuenta, no consiguen ni quieren reconocer las terribles barbaridades de su propia historia a la hora de diagnosticar el problema. Y mienten y se mienten EN QUE TODO ES POR CAUSA DE UNAS MAFIAS, mientras niegan y soslayan sus responsabilidades históricas sobre el horripilante genocidio durante siglos. El de Europa en África.

# Y es así, en este marco, donde el vilipendiado y minoritario «Partido Único Europeísta» ha sido el gran perdedor de estas elecciones, siendo apenas un penoso rejuntado a la fuerza, entre conservadores, liberales, socialdemócratas, democristianos, neo izquierdas identitarias y otros zánganos menores. Todos enfrentados y odiándose entre si, pero disciplinadamente encolumnados en el rígido esquema del neoliberalismo financiero mega empresarial y bajo la sombra de los cañones de la OTAN.

# Pero siempre levantando hipócritamente y con prepotencia imperial, las banderas de los «valores occidentales», mientras potencian con su vasallaje a EEUU, un estado mundial belicista que asesina a millares de personas, que destruye el patrimonio y el futuro de poblaciones y países, y que pone en riesgo la seguridad de todo el planeta.

# En tanto que se confirma así la victoria en Alemania de La Alternativa Para Alemania (AfD) en las elecciones regionales de Turingia con el 32,4% de los votos y de su segundo puesto en Sajonia con el 30,6%, a apenas 1,4 puntos de los democristianos.  Mientras que la alianza entre verdes, liberales y los socialdemócratas del canciller Olaf Scholz se hundió hasta un valor ínfimamente testimonial, lo que acentuará la fragilidad de un gobierno ya en estado de coma, mientras aparecen nubarrones de una muy posible tempestad política, con profunda inestabilidad institucional, en la primera potencia europea, acompañando en esta cuesta abajo, a la otra gran potencia en rodillas que es la Francia de Macrón, quién busca mantenerse en el poder mediante un “gobierno de tecnócratas” en tanto que languidece en África como último vestigio del oprobio colonial y esclavista del siglo XXI. 

#Toda una elocuente radiografía del verdadero estado de salud de la democracia en la Unión Europea.

Victoria en Alemania de La Alternativa Para Alemania (AfD) en las elecciones regionales de Turingia con el 32,4% de los votos y de su segundo puesto en Sajonia con el 30,6%, a apenas 1,4 puntos de los democristianos.

Por Lorenzo María Pacini

[Dossier Geopolitico considera que el tema planteado por el Sitio Web espanol https://geoestrategia.es/ sobre como se profundiza la Iniciativa de los Tres mares donde el Puerto de Trieste es eje fundamental en esta estrategia del occidente para involucrar a los países del este de Europa para su Guerra contra Rusia y además para enfrentar la Nueva Ruta de la Seda de China. Es de vital importancia entender los nuevos juegos de guerra en Europa. Publicamos a continuación el artículo realizado por el Investigador  Lorenzo María Pacini en Geoestrategia.es. CPM Dossier Geopolitico

Hace unos días se celebró en Trieste una reunión secreta en la que participaron autoridades de todo tipo: miembros de la OTAN, miembros del Consejo Atlántico, miembros del think tank húngaro Danube, vinculado a Viktor Orbán, miembros del entorno de Donald Trump, miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía italiana, representantes del gobierno de la ciudad y representantes de la masonería local. No encontrará esta información en ningún otro lugar. El tema de la reunión fue la militarización del puerto de Trieste. ¿Cuál es el motivo?

El papel estratégico de Trieste en la doctrina del Trimarium

Corría el año 1942: en los Estados Unidos de América se publicaba un libro destinado a convertirse en una piedra angular de la ciencia estratégica marítima norteamericana. Se titulaba America’s Strategy in World Politics y estaba escrito por el geógrafo académico Nicholas John Spykman, uno de los padres de la geopolítica marítima y discípulo espiritual de Sir Halford Mackinder. Al parecer, el libro en cuestión no tuvo éxito entre el público en general, pero se convirtió en una auténtica biblia de la estrategia de las «rutas marítimas» para todos los talasócratas poderosos, introduciendo el concepto de Rimland que utilizamos hoy en geopolítica.

En el texto hay un pequeño capítulo dedicado a un tema en particular: la doctrina Trimarium, hoy más conocida por su nombre modernizado de Iniciativa de los Tres Mares (3SI o TSI). Se trata de una estrategia que se convertirá en la regla de oro para mantener el poder estadounidense en el continente europeo. La 3SI, también conocida como doctrina del Báltico, Adriático y Mar Negro, se considera hoy como una iniciativa estratégica en la que participan 13 Estados miembros, a saber, Austria, Bulgaria, Croacia, República Checa, Estonia, Hungría, Lituania, Letonia, Polonia, Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia, más 2 Estados añadidos de facto que son Moldavia y Ucrania, y fue lanzada oficialmente como proyecto en 2015 por el presidente polaco Andrzej Duda y la presidenta croata Kolinda Grabar-Kitarovič bajo la cuidadosa coordinación del Departamento de Estado de Estados Unidos.

¿Una coincidencia? Definitivamente no.

Cuando los norteamericanos llegaron a Europa durante la Segunda Guerra Mundial, sin intención de pasar unas vacaciones de verano, sino más bien de quedarse y establecer un poder duradero, tuvieron que idear una forma de mantener el continente bajo control, no sólo militarmente –cosa que lograron hacer gracias a la enorme cantidad de bases militares norteamericanas repartidas por todos los países europeos–, sino también financiera y comercial, así como políticamente. En ese momento, Europa estaba en una fase de división entre el Este y el Oeste, entre la influencia atlántica y la soviética. Europa Central o, más precisamente, Mitteleurope, era el punto de apoyo geográfico sobre el que establecer el ejercicio de este poder. Había que encontrar una manera de controlar el continente de manera estable y duradera, una necesidad que se había vuelto acuciante al final de la Primera Guerra Mundial y con la desintegración del Imperio de los Habsburgo, un verdadero amortiguador geopolítico que había amortiguado no pocas fricciones y reivindicaciones entre rusos, otomanos y alemanes. La geografía política que se había configurado con los 14 puntos del programa de Woodrow Wilson no era suficiente para garantizar la gobernabilidad. Incluso Winston Churchill era muy consciente de la necesidad de un bloque sólido que fuera impenetrable para las potencias del Este.

Se lanzó entonces la idea, de acuerdo entre Churchill y su sucesor Franklin Delano Roosevelt, de encontrar una solución geoeconómica: con la ayuda de tres Clubes Federales, el Club de Londres, el Club de París y el Club de Roma, se publicó en 1945 la Carta Intermarium, un documento basado en las teorizaciones del estadounidense Spykman, que proponía la unión de todos los pueblos desde el bajo mar Adriático (mar Egeo en particular) hasta los mares del norte de Europa, con la convicción de que la estabilidad en la región era de suma importancia para una paz duradera en toda Europa.

En particular, era necesario mantener bajo control una serie de puertos de enorme importancia, como el de Hamburgo en Alemania y el de Constanza en Rumania, y en particular el de Trieste. Desde entonces, la doctrina del Trimarium se ha aplicado con coherencia y determinación, a través de diversos acuerdos internacionales multilaterales que involucran rutas comerciales, instituciones bancarias, fondos de inversión y el sector estratégico. Todo esto se vio facilitado por el colapso de la URSS, que supuso un debilitamiento significativo de las entidades políticas de los países implicados en el corazón de Europa del Este.

Si lo pensamos bien, el Trimarium crea geográficamente una especie de triángulo en el Este, cerca de la frontera con la Federación Rusa. Es exactamente lo que la OTAN lleva haciendo desde hace 75 años, es decir, expandirse hacia el Este para provocar y atacar a Rusia. La práctica ha sido coherente con la doctrina. De hecho, es un instrumento de control para toda la macrorregión de los Balcanes, que es objeto de especulaciones, misiones militares y constantes problemas políticos y sociales, que se mantiene deliberadamente bajo control y bajo inestabilidad.

El nuevo nombre de Iniciativa Tres Mares no cambia la geometría estratégica del antiguo Trimarium: se han aumentado los puertos involucrados y se ha implementado la presencia militar estadounidense en las áreas de interés, entre las cuales la más importante y que sigue bajo la atención de EE. UU. es Trieste. ¿A qué se debe esto?

El Puerto Libre de Trieste y el Territorio Libre de Trieste

No son muchos los que conocen el estatuto jurídico de Trieste, que es ciertamente singular y merecedor de un estudio en profundidad (que no realizaremos en este artículo, tal vez más adelante). Después de la Segunda Guerra Mundial, la zona triestina fue designada como un espacio libre que debía garantizar el equilibrio de poder entre las potencias contendientes, como un espacio desmilitarizado y neutral, dotado de un gobierno autónomo y de coexistencia entre los diversos grupos étnicos presentes. En 1947 se firmó el Tratado de París, en el que se estableció la paz y se repartieron las influencias entre los países vencedores y los derrotados. Con la 16ª resolución se estableció el Territorio Libre de Trieste (TLT). En 1954 el Memorándum de Londres confió la administración civil provisional de la Zona A a Italia y de la Zona B a Yugoslavia. Sin embargo, en 1975, con el Tratado de Osimo, Italia y Yugoslavia establecieron una frontera entre territorios que no eran de su propiedad, violando la autonomía del TLT y del Tratado de París. Con el colapso de Yugoslavia y la posterior división del territorio en varios estados, el TLT quedó dividido entre tres países –Italia, Eslovenia y Croacia– que lo ocuparon ilegítimamente, violando tratados anteriores y desencadenando disputas, luchas políticas y judiciales, escándalos y protestas que continúan hasta el día de hoy.

Lo más interesante es la estrategia italiana. Trieste está bajo ocupación administrativa y militar, ya que posiblemente allí se encuentran fuerzas armadas y policiales de la República Italiana… y estadounidense, ya que Italia es una colonia de los EE.UU. bajo ocupación militar, como lo demuestran las más de 120 bases estadounidenses repartidas por todo el territorio. Precisamente en Trieste, los estadounidenses han situado la escuela de inteligencia de la ONU y un control policial especial, incluido el Eurogendfor, que mantiene bajo persistente control militar no sólo la ciudad sino también las rutas comerciales.

El puerto de Trieste, que se supone que es un puerto franco internacional, es el puerto por excelencia que permite a Mitteleuropa acceder al mar Mediterráneo, que se abre hacia Oriente y África, con una comodidad del 73% en comparación con otros puertos europeos. Su ubicación es estratégica en todos los aspectos. Por eso los estadounidenses quisieron tomar el control de él para implementar la doctrina Trimarium. Gobernar Trieste y su puerto es gobernar el sur y el este de Europa. Desde Trieste hasta el Báltico se crea una línea recta que define un ‘telón de acero’ imaginario, pero también un corredor norte-sur en términos de gasoductos y oleoductos, rutas comerciales terrestres y la administración militar única de los territorios.

Todo esto viola la soberanía del TLT y los acuerdos internacionales por los cuales fue establecido, cometiendo un doble acto de violencia.

Mientras tanto, en Trieste también han intervenido China y Rusia, la primera con importantes inversiones, muy frenada con la degradación de Italia de la Vía de la Seda en la primavera de 2024, la segunda ya presente desde el periodo soviético y ahora, tras años de inversiones, bloqueada debido a las sanciones europeas a partir de 2022.

La Ruta del Algodón pasa por Trieste

Volvamos a la reunión secreta de hace unos días. El tema era la militarización del puerto, que ya está bajo control militar de facto, pero que será totalmente sitiado cuando Italia inicie la Vía del Cotone, una ruta comercial alternativa a la Ruta de la Seda, realizada mediante una asociación entre los EE.UU., la India, Arabia Saudita, los Emiratos Árabes, Israel, Jordania y la Unión Europea, que consta de dos enlaces, uno ferroviario y otro portuario, con fondos del Fondo Global de Infraestructuras e Inversiones creado por el G7 en 2002 y del Global Gateway de la Unión Europea. El objetivo es competir con China y, en general, con las asociaciones euroasiáticas y los BRICS+, de los que los países europeos están excluidos en virtud del sometimiento angloamericano.

En este corredor económico entre India, Oriente Medio y Europa, Italia participará en virtud del memorando firmado en septiembre de 2023 precisamente a través del puerto de Trieste.

Es una lástima que la situación geopolítica en Europa –por no hablar de la situación económica, que es totalmente desastrosa para todos los estados del continente– no sea precisamente favorable: el conflicto ruso-ucraniano está durando más de lo que había previsto la OTAN y esto está provocando una gran inestabilidad dentro del propio triángulo Trimarium –al que se ha añadido Ucrania en 2023, con el pretexto de reforzar su independencia militar–; la situación en Oriente Medio es un desastre que hace época; la economía de guerra no ha favorecido la recuperación de los países europeos, al contrario, los ha arrojado uno tras otro a un largo invierno de inflación; el apoyo internacional ha fracasado con el advenimiento de un mundo multipolar liderado por el Este, desmoronando día tras día, acuerdo tras acuerdo, la hegemonía estadounidense en todo el mundo.

¿Qué hacer entonces con el Trimarium y Trieste?

La militarización de un puerto franco internacional parece una provocación bien pensada. En violación del derecho internacional y con un uso desmedido de la fuerza, el bloque atlántico quiere alzar la voz contra Rusia y China, tratando de limitar sus intereses en los territorios ocupados. Pero lo más probable es que lo que pretenda sea consolidar esa «cortina de hierro» desde el Mediterráneo hasta los mares del Norte, de modo que pueda gestionar (o casi gestionar) el eventual desajuste geográfico del conflicto ruso-ucraniano.

Tratemos de imaginar el siguiente escenario: Ucrania cae, la OTAN y su representante, la Unión Europea, obligada a librar una guerra suicida por poderes, no se rinden y aceptan extender el conflicto al corazón de Europa. ¿Adónde irían a luchar? Si se toma como válida una estrategia de conflicto convencional, los territorios más óptimos serían Polonia y Alemania, pasando por Hungría. Pero llegar hasta Alemania significaría el colapso del Deutsche Bank, que todavía está en terrible crisis y es la principal fuente de flujo de dinero del Banco Central Europeo, y esto es inaceptable porque haría implosionar el sistema político de la UE y el euro como moneda, con consecuencias desastrosas para el ya maltrecho dólar. Por lo tanto, debemos repeler al enemigo y mantenerlo más allá de una determinada frontera. De Trieste al norte, por tanto, con la intervención de Moldavia y Rumanía en la Mitteleuropa, se puede crear un teatro de batalla delimitado y manejable, que ya lleva décadas contando con la presencia militar de la OTAN y que en los últimos años se ha ido ampliando de forma constante, con ejercicios y escuelas de guerra en Polonia, Hungría, Bulgaria y Rumanía que preparan a los soldados para el choque con Rusia. Recordemos que Croacia ha reintroducido el servicio militar obligatorio y que Italia lo hará en breve, como ya se está debatiendo en el Parlamento desde hace meses.

¿Qué diablos está pasando en Trieste? Para responder a esta pregunta, teniendo en cuenta el tema de la reunión a puerta cerrada, bastan unas pocas palabras: el próximo teatro de operaciones.

Y seguro que no vendrán a pedirnos permiso para empezarlo.

FUENTE: https://geoestrategia.es/noticia/43293/geoestrategia/que-diablos-esta-pasando-en-trieste.html

En su tradicional Clase de los días viernes de Geopolítica en el canal de Youtube DMP, el Dr. Eduardo Vior, desarrolla el grave del escalonamiento de la Guerra en Europa de Este, bajo el Título:  LA AVENTURA DE KURSK ACABARÁ EN EL DONETSK – 

El Equipo de Dossier Geopolitico difunde este importante trabajo informativo como una saga de los acontecimientos de agravamiento de la situación bélica de estos últimos días, para que podamos tomar nota de los acontecimientos de los últimos días y asi entender toda la niebla de guerra que está inmerso el conflicto en especial en estos últimos días por parte de la propaganda occidental

Por : Alvise Pozzi

12 de Agosto 2024

Tres mil soldados ucranianos han entrado en la región de Kursk, Rusia. Detrás de este movimiento, comparado por algunos con la ofensiva de las Ardenas de 1944, se esconde, según muchos analistas, entre otras cosas, el deseo de retirar las tropas rusas de otros frentes, así como el de obtener una «moneda de negociación territorial» con vistas a futuras negociaciones. Pero la verdad puede estar en otra parte.

Días después del ataque sorpresa lanzado el 6 de agosto en la región de Kursk, el panorama comienza a emerger con mayor claridad. La ofensiva llevada a cabo por unidades seleccionadas y unidades mecanizadas de las fuerzas armadas ucranianas tomó desprevenidas a las guarniciones fronterizas, penetrando rápidamente diez kilómetros de profundidad en territorio ruso, tomando posesión de al menos 11 aldeas cercanas a la frontera y de la estación de bombeo de Sudzha, a través de la cual pasa el gas. que todavía se compra con pases de Europa.

A pesar de la consternación superficial de Crosetto y de la irritación de Biden -prontamente contrarrestada por las agencias de prensa-, está claro que una operación de esta magnitud fue cuidadosamente planeada y dirigida con el apoyo de la base de la OTAN en Ramstein , a la que, para disipar cualquier duda y silenciar a cualquier disidente, voces, el propio general Syrsky expresó su gratitud por el apoyo

El ataque llevado a cabo sobre una sección pequeña y aparentemente «tranquila» del frente (la de Sumy) puso inmediatamente de relieve una profunda innovación táctica, radicalmente diferente de la adoptada durante la fracasada ofensiva del verano de 2023. Las fuerzas ucranianas, formadas en pequeños y móviles asaltos Los grupos, tras un rápido y masivo bombardeo nocturno realizado con drones, cruzaron simultáneamente la frontera estatal evitando grandes batallas contra plazas fuertes y puntos fortificados, sorteándolos y continuando a toda velocidad por las principales arterias viales. La guerra relámpago estuvo acompañada de una intensa guerra electrónica que, por un lado, cortó las comunicaciones entre las unidades rusas y, por otro, impidió los contraataques con drones y el reconocimiento aéreo, contribuyendo a sembrar el pánico en las unidades compuestas por guardias fronterizos ligeramente armados y reclutas militares sin experiencia.

De hecho, el avance vertiginoso se produjo coordinando perfectamente el avance de las tropas con el de algunos sistemas de defensa aérea que protegen los lanzadores de misiles Himars y Vampire combinados con vehículos blindados y blindados; pero sobre todo con un uso extensivo de las unidades de comando de Budanov , especializadas en operaciones psicológicas con el objetivo preciso de aterrorizar a los civiles difundiendo información falsa y paralizando el comando local con noticias cada vez más alarmantes de penetración profunda, captura y destrucción de unidades enemigas alejadas del frente. Las operaciones llevadas a cabo en este sentido van desde falsos avisos de evacuación regionales, hasta símbolos especiales que se colocarán en las casas para evitar su destrucción y aterrorizar a la población residente, pasando por las clásicas emboscadas llevadas a cabo con uniformes y vehículos rusos (que también fue facilitado por el uso de los mismos medios y el bilingüismo) y la difusión de fotos y videos de ciudades caídas y unidades aniquiladas difundidas en el espacio mediático; Inmediatamente relanzado en línea por blogueros de ambos lados.

En total, parece que los ucranianos han desplegado hasta ahora alrededor de tres mil soldados , arrasando un total de cuarenta y cinco kilómetros cuadrados de territorio ruso, manteniendo aún la iniciativa y dispersándose en las zonas boscosas para prepararse a resistir hasta el final. Tras la desorientación inicial, el mando ruso parece haber estabilizado con el paso de las horas la situación frenando la expansión del enemigo y, gracias a importantes refuerzos llegados a la zona, está recuperando el control de algunas ciudades y pueblos que, de hecho, , nunca fueron realmente ocupadas por formaciones ucranianas, sino sólo objeto de sabotaje y pequeñas escaramuzas. Así, mientras la situación sobre el terreno comienza a emerger de la «niebla de guerra», las conjeturas y explicaciones sobre tal «reacción» por parte de la FAU se multiplican.

Hay quienes en Europa aventuran paralelos con la ofensiva de las Ardenas del 44, cuando las mejores tropas del Reich fueron lanzadas contra las abrumadoras fuerzas estadounidenses, privando al ejército alemán de los recursos necesarios en otros lugares en el momento de mayor esfuerzo, y quienes En cambio, en el extranjero se afirma que la ofensiva ucraniana tiene como objetivo retirar las tropas rusas de otros frentes , aliviando la presión en Donbass, donde en los últimos meses la presión se ha vuelto insostenible o, incluso, con el objetivo de prevenir anticipando una ofensiva rusa dirigida hacia Sumy. Muchos analistas, por otra parte, escriben de manera más general sobre el deseo de obtener una «moneda de cambio territorial» en vista de futuras negociaciones o de una medida de Zelensky encaminada a elevar la moral del ejército y del desmoralizado frente interno e, incluso, de poner fin a la guerra. Moscú ante una derrota militar. Algunos incluso se atreven a plantear la hipótesis de una posible captura de la central nuclear de Kursk (que, sin embargo, se encuentra a más de sesenta kilómetros de la línea del frente) o del simple control del gasoducto cuyo flujo, sin embargo, podría muy bien verse interrumpido en territorio ucraniano. y que en cualquier caso quedará cerrado en diciembre por no renovarse el contrato de tránsito.

Tesis todas ellas que, francamente, no convencen mucho, sobre todo debido al gran y costoso número de personal y de medios utilizados, desproporcionados con respecto a la ventaja táctica potencialmente adquirida. La ampliación de la línea del frente y la ampliación de la logística es sin duda una desventaja para un ejército numéricamente inferior y – como ya ha demostrado la ofensiva de primavera en Jarkov – los rusos no necesitan mover tropas privándolas de otros frentes, pudiendo utilizar sustanciales reservas, fuerzas especiales, ex grupos de Wagner Akhmat e incluso reclutas, obligados por ley a defender su patria.

¿Cuáles son entonces las razones para lanzar este ataque deslumbrante pero costoso en este mismo momento? Las razones se encuentran más bien en las palabras que Zelensky, Budanov y Podolyak han pronunciado en las últimas semanas. Proclamaciones diferentes pero coinciden en la necesidad de llevar la guerra a territorio ruso y en la creencia de que el Kremlin debe convocar una movilización general para el próximo invierno . Bajo la apertura a posibles y no especificadas mesas de negociación con Putin, surgen algunas expresiones inquietantes sobre la posibilidad de retirar también a jóvenes ucranianos de 18 años e incluso de 16 años. Declaraciones que, a la luz de esta ofensiva y de las pérdidas que seguramente resultarán de ella, abren ominosamente el concepto de guerra total. Bankova parece así reafirmar, en un momento en que la guerra de desgaste rusa está llevando al ejército ucraniano a una derrota inevitable, que está dispuesto a luchar «eternamente».

De hecho, aceptar la destrucción total del complejo militar-industrial del país, obtener armas y municiones del exterior; posponer el default de la economía gracias al apoyo financiero europeo y el aplazamiento de las deudas contraídas gracias a la «paciencia» de los grandes fondos de inversión estadounidenses; mostrarse dispuesto a aceptar un invierno sin electricidad ni calefacción para gran parte de la población e incluso aceptar la pérdida de grandes ciudades del este y del sur (con la única excepción de Odessa); La junta ucraniana parece estar lanzando cínicamente el guante al Kremlin, poniéndolo a prueba de los hechos . El propio Ermak, cuando afirma que no habrá Minsk 3 bajo esta presidencia, parece reafirmar que no habrá negociaciones hasta que toda Ucrania regrese a sus fronteras de 1991.

En resumen, un Götterdämmerung al estilo ucraniano, que anuncia la destrucción total del país mientras los representantes de la UE, sin ningún orden en particular, aplauden, ignorantes del desastre de la actual «Batalla de Kursk» y de los profundos bombardeos detrás de las líneas… 

En definitiva, una guerra ideológica contra una guerra existencial;…

…la aceptación de una nueva forma de guerra de desgaste que, en su opinión, obligará a Moscú a adoptar consejos más indulgentes, mientras el precio del gas en la Bolsa de Ámsterdam se dispara y la economía y la estabilidad social europeas se deterioran. Un presagio sombrío que recuerda la volkssturm y la Hitlerjügend, todo el camino hacia la «batalla final».

Mondo cane

Arde Gran Bretaña Por Gonzalo Fiore

A partir de “fake news” difundida en redes sociales, el Reino Unido vive la peor ola de racismo y ataques en más de 20 años. Hace una semana el país se encuentra incendiado y al borde de un caos aún mayor. Todo empezó en un “summer camp” de Taylor Swift. ¿Qué está pasando? La violencia estalló después de que tres niñas –Alice Dasilva Aguiar, de 9 años; Elsie Dot Stancombe, de 7; y Bebe King, de 6– fueran apuñaladas hasta la muerte en un campamento de verano con temática de Taylor Swift, aunque no auspiciado oficialmente por la artista, realizado en Southport, una ciudad tranquila al norte de Inglaterra.

Tras la vigilia pacífica que se hizo, un grupo de agitadores y fanáticos de extrema derecha desató el caos en escenas que se han repetido durante una semana. La “fake news” que empezaron a hacer circular decía que el autor de los crímenes había sido un inmigrante musulmán.

Nada de esto es cierto. El sospechoso fue identificado como Axel Rudakubana, de 17 años. Aunque los sospechosos menores de 18 años tienen anonimato, los jueces decidieron revelar su nombre para detener la propagación de información falsa. Es un cristiano con padres de Ruanda. Se trata de un ciudadano británico nacido en Gales, cristiano e hijo de padres cristianos.

Sin embargo, a pesar de los intentos por desacreditar a los provocadores, ya era demasiado tarde. El daño ya se había hecho.

Se vandalizaron mezquitas, casas, se atacaron barrios de mayoría musulmana, se propinaron golpizas en grupo a inmigrantes y a musulmanes, se pintaron cientos de “grafitis” exigiendo que se vayan del país a gente que incluso nació allí y ya es de segunda o de tercera generación. Los manifestantes cantaban «There ain’t no black in the Union Jack» («No hay negro en la Union Jack”, la bandera británica), un histórico canto de la extrema derecha neonazi del país.

Las ubicaciones y los horarios de los disturbios se compartieron días antes a través de las redes sociales y servicios de mensajería como WhatsApp y Telegram, lo que llevó a que las empresas de redes sociales se vieran arrastradas a la conversación nacional sobre la violencia. En particular, X, la red social de Elon Musk, ha sido criticada por figuras de todo el espectro político por permitir que líderes de extrema derecha, como Tommy Robinson, puedan postear libremente allí, donde ha publicado una serie de mensajes alentando las protestas violentas.

La decisión del flamante primer ministro laborista asumido el pasado 5 de julio, Keir Starmer, el domingo, de reafirmar que los manifestantes son «matones de extrema derecha» fue contundente; pero esa declaración inicial a su vez luego fue criticada por cuentas de ultraderecha, lo que llevó a la circulación del hashtag #FarRightThugsUnite (Matones de extrema derecha, unanse) en X. El propio Musk escribió en su cuenta de la red social durante el fin de semana que «la guerra civil es inevitable», en respuesta a una publicación en la plataforma que culpaba a los disturbios de la “migración masiva y las fronteras abiertas”.

Los planes para marchar se han difundido en aplicaciones de mensajería como Telegram varios días antes, animando a los asistentes a ocultar sus rostros o utilizando un lenguaje codificado que incita al odio hacia la inmigración sin llamar explícitamente a la violencia. Mientras tanto, figuras destacadas de extrema derecha fomentaron la organización de protestas anti-inmigrantes online, usando una retórica cargada de odio anti-musulmán o anti-inmigrante, mientras se distancian de la violencia y los ataques a la policía después de que ocurren.

Lo cierto es que apenas el 6% de la población británica profesa la religión del Islam, de los cuales el 15% viven en Londres -donde el alcalde Sadiq Khan, es musulmán-, y, una cifra más insignificante aún es que los musulmanes representan menos del 1% del total de todos los condenados por delitos cometidos en Gran Bretaña. Es decir, la incidencia de los inmigrantes y los musulmanes en el delito nacional es prácticamente insignificante. Sin embargo, esta es agrandada históricamente por los medios y los dirigentes ligados a la extrema derecha.

Las redes sociales han jugado un papel central en la escalada de violencia. La capacidad de plataformas como X para difundir mensajes de odio y coordinar actos violentos revela la necesidad urgente de una regulación más estricta para controlar el discurso de odio y prevenir la incitación a la violencia en estos espacios digitales. Aunque los musulmanes y los inmigrantes representan una fracción menor de la población y de los delitos cometidos, han sido desproporcionadamente atacados. Esta discrepancia subraya cómo los prejuicios y estereotipos distorsionan la percepción pública y fomentan el racismo y la xenofobia. La crisis actual resalta la importancia de promover una educación que fomente la tolerancia y el entendimiento intercultural. Es crucial avanzar hacia una sociedad que valore y respete la diversidad, en lugar de permitir que el odio y la desinformación alimenten el conflicto y la división de un mundo ya al borde de un estallido permanente.

PUBLICADO EN Hoy Dia Cordoba

La peor era de gobierno desde la posguerra – DISSIPATIO

Por  
Gino Lanzara

La toma de posesión de Keir Starmer en Downing Street fue el «momento Portillo» que todos estaban esperando. Los conservadores ponen fin a una temporada de fracasos y ahora están llamados a elegir a su nuevo líder: por el momento los candidatos son Kemi Badenoch, James Cleverly y Tom Tugendhat. Por otro lado, el envalentonado Partido Laborista vio el éxito con tanta antelación que evitó ser detallado programáticamente durante la campaña electoral. Pero ahora es el momento de decidir, evitando posiblemente continuar con lo que el historiador Sir Anthony Seldon ha indicado que es el punto más bajo (que comenzó en 2010) del liderazgo anglosajón desde 1945 hasta hoy.

Ya ha llegado el alba, las luces se apagan, los ruidos resuenan, el cartel de aquel último pub vuelve a encenderse; las calles se despiertan, el Támesis corre lentamente mientras, solo, va un Tory con frac; las líneas de una canción, de Baker Street, dedicada a él están atrapadas en la pajarita de seda azul…  Luz en tu cabeza y muerta en tus pies, Bueno, otro día loco, Beberás toda la noche, Y te olvidarás de todo. Esta ciudad desértica te hace sentir mucho frío.  Olvidar, que es difícil: en menos de seis semanas, Gran Bretaña ha puesto fin a la última  era conservadora , reducida a un folletín paródico; El trabajo ha llegado  ,  mientras Sir Keir Starmer, el Jedi  capaz de controlar, irrumpe en Downing Street  .

Las fuerzas de la oposición ya luchan contra el lado oscuro del extremismo como Corbyn , no en vano apreciado por el transalpino Mélenchon; Para Sunak, de frac, no sirvió de nada convocar elecciones anticipadas, destinadas a contener el efecto del humillante guante de lágrimas y sangre del presupuesto de septiembre…

…En los últimos años, la deuda pública ha aumentado, del 75% del PIB en 2010, el primer año conservador después de los laboristas Blair y Brown, al 101% en 2023,..

con un déficit fuera de control, especialmente después del desastre del  minipresupuesto Truss  en 2022. El juicio electoral fue definitivo : el Partido Laborista obtuvo 412 escaños, sólo superado por el de Blair en 1997, y la debacle de los conservadores recordó los espectros de 1832 o 1906 con 156 escaños; el partido conservador siempre ha representado la alianza entre la ciudad y la sociedad; los seguidores de Peel y Thatcher han logrado la  imposible misión  de alienar a ambos. 

Desde 2010, cada uno de los últimos cinco gobiernos conservadores no ha dejado más que legados negativos, desde el Brexit, pasando por el escándalo Windrush , hasta el crédito universal  que redujo el límite de las prestaciones para las familias pobres, hasta el   vergonzoso partido turbulencia financiera  causada por la incompetencia de Liz Truss y del Ministro de Hacienda Kwarteng en sólo 45 días embriagadores de poder eufórico bajo el efecto estupefaciente de la predicción aleatoria de un crecimiento económico imposible. Sunak, como último recurso, sólo pudo recoger las piezas de Albion, con la oposición tanto de una mayoría cada vez menos silenciosa como de la base del partido que, de manera aún más imprevista, le antepuso el Truss: ¿Victoria laborista?  Sí, pero sobre todo, el vergonzoso fracaso de los conservadores  derrotados  también  por el Reform UK de Nigel Farage, un panfleto más que un partido, el creador del Brexit elegido en la circunscripción de Clacton on Sea, una de las más pobres del Reino, un populista. quien provocó la dispersión de millones de votos conservadores después de contribuir al éxito de Johnson en 2019.

En el fondo, la situación generada por el carácter mayoritario de la ley electoral uninominal, de  mayoría absoluta,  capaz de conducir a resultados aparentemente incomprensibles según los cuales quienes obtuvieron menos votos obtuvieron todavía un mayor número de escaños, pero que tiene la ventaja de contener el radicalismo en el Parlamento y de trazar la línea para un sistema bipartidista más estable al estilo Duverger. Las elecciones incluyeron también tanto la derrota del Partido Nacional Escocés, abrumado por los escándalos, como la reconquista laborista de las Midlands, seducida en 2019 por el  get Brexit done de BoJo , una vulnerabilidad política que llevó prudentemente a Starmer a declarar que no prevé ninguna reunión. con la UE. Si el electorado proeuropeo puede haberse sentido decepcionado, racionalmente la posición de Starmer, que difiere de la de Corbyn en 2019, lo protegió del riesgo de incógnitas.

La inconmensurable escala del éxito laborista ha permitido tácticamente a Starmer evitar ser detallado programáticamente, aunque no se debe subestimar una participación poco entusiasta, dando por sentado que el abstencionismo puede contenerse cuando el electorado percibe alternativas inteligibles. Cuidado con las digresiones partidistas: en el universo político anglosajón  aparecen periódicamente Momentos Portillo , excelentes fracasos electorales, que perfilan un panorama diferente al esbozado en el continente, donde la batalla electoral se percibe como un choque fatal en un contexto que sitúa a todos Múltiples y cambiantes temas vuelven a llamar nuestra atención. Esto lleva a varias consideraciones: la primera se refiere a la (hasta ahora) alternancia fisiológica e inherente de los diversos grupos políticos en el gobierno británico; el segundo se refiere al bipartidismo que, a diferencia de lo que pone de relieve el resultado electoral francés groseramente estigmatizado por Cacciari, no impone alianzas compuestas de ardua  gestión , sino que perfila rápida y decisivamente una dirección destinada a afrontar inmediatamente el  teorema de la imposibilidad de Arrow , o con la tesis de que es imposible evaluar el bien común. 

Pensando en  tiempos más oscuros  y difíciles, la comparación entre los líderes del pasado y el  liderazgo conservador recientemente caído , a pesar de las críticas de los disidentes más obstinados, muestra discrepancias basadas en diferentes preparación, coraje y habilidades analíticas que ahora faltan dramáticamente. El  inmanente » nunca nos rendiremos»  de Winston estigmatiza el bajo valor político de los  protagonistas del partygate.  Si con el gobierno de Churchill la nación inglesa confió al Todopoderoso la salvación de una jovencísima reina, con el gobierno de Truss, para el anciano Carlos III, se hubiera esperado una ayuda menos trascendente y más concreta en términos de calibre, ciertamente no de Género:  Honi soit qui mal y pense.  Con Starmer, el Rey, en su discurso del 17 de julio, tendrá que hacer suyas las intenciones de un gobierno que se espera que afronte una tarea ardua, dado que las propuestas políticas de la Cámara de los Comunes todavía tendrán que pasar el escrutinio de la Cámara Alta. Pero el visto bueno real conservará su valor.   

El problema, como decía Calvino, es que el diablo sigue escondido entre los pliegues del aproximado , lo que está haciendo reflexionar sabiamente a Starmer sobre la volatilidad del electorado y sobre un hipotético y muy hiperbólico segundo mandato por parte de un abogado penalista que ha se ha dedicado a la política activa solo desde 2014. Un líder que llegó a la cima tras la dimisión del demasiado polarizado Corbyn, para inaugurar una  dirección de izquierda suave,  ajena al radicalismo y a las estratagemas repentinas y dramáticas y cuidadosa a la hora de hacer oscilar el péndulo entre el apoyo a Jerusalén y apoyo a la causa palestina, subrayando el riesgo de una posible alienación del electorado musulmán. Desde el punto de vista financiero, se espera que los nuevos proyectos de ley otorguen más poderes al organismo económico independiente para el presupuesto y una revisión del gasto sobre cuya base se decidirá si se confirman los compromisos preexistentes para tener tiempo de desarrollar una política económica más amplia, que es  lo más audaz  como el nuevo primer ministro, dispuesto a remodelar promesas con geometría variable y dispuesto a eliminar incluso  a viejos amigos  en nombre de un  socialismo moral personal . En última instancia, la ausencia de una ideología en términos dogmáticos es en sí misma, teleológicamente, una ideología.

Yo diría que podemos ir y hacer balance.  Porque en un momento en que la política parece girar hacia el centro-derecha, Gran Bretaña ha llevado al Partido Laborista de nuevo a un pico de contratendencia, expresión tradicional del sindicalismo basado en la concreción y el trabajo, según un paradigma que no Mira por qué uno gana pero ¿por qué no hay gente que gane dinero? El problema es poder entender cómo funciona la política exterior, empezando por el sistema electoral, que con su »  el ganador se lo lleva todo»  en el continente podría resultar desagradable a pesar de la garantía de estabilidad, dentro de una arquitectura institucional donde la correlación entre circunscripciones y electores se mantiene. fuerte y a seguir en cada momento de la legislatura. Si es cierto que el multipartidismo no tiene cabida, también lo es que en el seno de los grandes partidos conviven almas múltiples y diferentes, tanto más condicionantes cuanto más inherentes a las facciones en las que existen, facciones naturalmente destinadas al gobierno, Ciertamente no son formaciones nacidas sabiendo que, como los Verdes, nunca podrán aspirar al cargo de primer ministro. 

Dentro de la esfera conservadora, era el ala más reaccionaria la que enturbiaba la política conservadora; El propio Cameron fue incapaz de contenerlo, y los referendos que promovió se convirtieron en un boomerang que destrozó al partido y, paradójicamente, también puso en dificultades al rival laborista, que también albergaba un componente antieuropeo. Lo que ahora interesa es Reform UK, sobre el que se dirige la atención sobre la existencia real de los candidatos. Farage apunta al electorado de clase baja, que puede ser influenciado y motivado para votar en protesta; expresa ideas, a menudo cuestionables, pero es incapaz de presentar programas viables, asignando siempre cargas y responsabilidades: política extravagante sí, visión no. Farage era experto en crear  ruido cognitivo , que servía para robar votos a los partidos principales. Una de las principales responsabilidades políticas fue haber olvidado las tres consignas bipartidistas de Blair: la  educación gramosciana, la educación, la educación,  o más bien la educación en la que invertir para el futuro; si falta educación no puede existir crecimiento  , como Liz Truss sigue sin entender. Starmer, en esencia y tal vez por pura necesidad, mantiene todavía planes precisos, intenciones de inversión reflexivas y amplias, intenciones de estabilidad capaces de evitar planes sin sentido o irrealizables, como el reingreso a la UE, favoreciendo en cambio la reanudación de un Servicio Nacional de Salud. al colapso y limitando localismos cada vez más perniciosos. 

Keir está imbuido de prudencia y racionalidad atlantista, con la intención de recrear una izquierda pragmática capaz de regenerar una tercera vía que recuerde a Blair, Jospin y Schroeder pero sin los dogmatismos de Corbyn; con un neologismo,  el starmerismo  caracteriza un nuevo pragmatismo. Para los conservadores, el período 2010-2024 representó la peor era de gobierno desde 1945 , según el historiador contemporáneo Sir Anthony Seldon. Ahora se ha abierto la sucesión de Sunak, con Kemi Badenoch, James Cleverly y Tom Tugendhat en la primera posición, y la perspectiva de una política que caracterizará la escena británica durante mucho tiempo, con el divisivo Farage, que aspira a empobrecer aún más a la conservadores, antes de que los propios conservadores se desplacen hacia la derecha para precederle en la obtención de los 4 millones de votos que le abrieron las puertas del Parlamento.

Si la campaña y las elecciones han vuelto a despertar intereses latentes, las consecuencias podrían ser aún más apremiantes o preocupantes. Tu eliges.

FUENTE DISSIPATIO:  https://www.dissipatio.it/la-peggior-era-di-governo-dal-dopoguerra/


Si bien la izquierda superó en los comicios legislativos al oficialismo y a la extrema derecha, no tiene mayoría como para formar gobierno y Emmanuel Macron aún puede seguir maniobrando

Por Eduardo J. Vior
analista internacional especial para Dossier Geopolitico

Cuando en la noche del 7 de junio, tras el triunfo de la Agrupación Nacional (RN, por su nombre en francés) de Marine Le Pen en la elección al Parlamento Europeo, el presidente Emmanuel Macron disolvió la Asamblea Nacional y llamó a elecciones anticipadas, él y sus asesores esperaban suscitar la solidaridad republicana contra el autoritarismo. Sin embargo, el beneficiario de la convocatoria fue otro: los partidos de izquierda, que habían concurrido por separado a la elección europea, se unificaron en el Nuevo Frente Popular (NFP), presentaron un programa de reformas sociales y económicas y, contra todos los pronósticos, salieron primeros en las legislativas y relegaron al lepenismo al tercer puesto. Sin embargo, también sorprendentemente, la oficialista Juntos por la República (Ensemble, por su nombre en francés) resultó segunda. Hoy en día nadie puede formar gobierno, porque las principales fuerzas no están dispuestas a coaligarse entre sí. El jefe de Estado ventea, entonces, la posibilidad de retrasar la instalación de un nuevo gabinete y de seguir manejando los hilos de la política cotidiana. A Francia se le ofrece la continuidad del elitismo, el ajuste y la guerra. Habrá que ver si lo soporta.


El presidente de Francia Emmanuel Macron. Detrás suyo, el primer ministro todavía en funciones Gabriel Attal

En un comunicado emitido el martes 9 de julio, los distintos partidos de izquierda que componen el Nuevo Frente Popular advirtieron al presidente de la República “contra cualquier intento de secuestro de las instituciones». La Francia Insumisa, el Partido Socialista, los Ecologistas y el Partido Comunista consideraron en su manifiesto a la nación que Emmanuel Macron debería “dirigirse inmediatamente al Nuevo Frente Popular para permitirle formar gobierno”.

En su comunicado conjunto, los diferentes partidos de izquierda consideraron que «mantener a Gabriel Attal [primer ministro] al frente del gobierno durante demasiado tiempo podría parecer un intento de borrar el resultado» de la segunda vuelta de las elecciones legislativas, en las que el NFP se impuso con 180 escaños frente a los 159 de Ensemble. 

De la elección del domingo pasado surgió una Asamblea Nacional dividida en tres fracciones e tamaño similar y en principio inconciliables entre sí: el NFP (180 escaños), Juntos (159) y la extrema derecha sumada (143). Para tener la mayoría y poder formar gobierno son necesarios por lo menos 289 representantes. Esta tripartición permite teóricamente todo tipo de combinaciones que, empero no son practicables por la incompatibiidad entre los partidos. Por lo pronto, el presidente debería convocar al presidente de la fuerza más votada y pedirle que forme gobierno. Si al cabo de cierto tiempo éste no pudo reunir los votos necesarios, será el turno de otro y así sucesivamente. Una vez agotadas todas las opciones parlamentarias, el jefe de Estado puede formar un llamado “gobierno técnico” (es decir, apartidario) con ministros escogidos por él, hasta que pasen los 12 meses legales, para que el presidente pueda volver a disolver la Asamblea Nacional y convocar a nuevas elecciones. Así lo dispone el art. 12 de la Constitución de 1958. Muy probablemente éste sea el camino que el mandatario siga. 

Ante este caótico horizonte Emmanuel Macron pretende tomarse su tiempo antes de pedir al primer candidato que forme gobierno. El primer ministro en funciones no está obligado a renunciar, pero es usual que lo haga, si su partido perdió la mayoría en la Asamblea Nacional y es también habitual que el presidente nombre a un primer ministro del bloque que acaba de ganar las elecciones legislativas. Sin embargo, el presidente rechazó la renuncia de Gabriel Attal a la presidencia del gobierno. Al retenerlo, Emmanuel Macron se ha asegurado las prerrogativas del Ejecutivo, aunque al mismo tiempo impide a aquéllos de sus ministros elegidos diputados el domingo que asuman sus escaños en la Asamblea.

Por lo tanto, el primer ministro conserva sus prerrogativas en pleno ejercicio y no despacha sólo asuntos del día. Un gobierno dimisionario no podría tomar medidas con impacto presupuestario ni presentar proyectos de ley y, si lo hiciera, sus decisiones podrían ser anuladas por el Consejo de Estado. Francia tiene, por consiguiente, un gobierno con todas las facultades. Claro que sin la fuerza política que le quitaron los comicios.

Mantener las prerrogativas del gobierno de Attal ha sido, por lo tanto, el instrumento elegidopor Macron para asegurarse suficiente margen de maniobra. El jefe del gobierno puede aprobar decretos y Emmanuel Macron puede convocar una reunión del Consejo de Ministros para hacer nombramientos (julio suele ser una época de movimientos) o declarar el estado de emergencia, algo que sería muy complicado con un gobierno dimisionario.

Otra de las alternativas que está explorando  Emmanuel Macron es formar un gobierno de unidad nacional, que incluya a la izquierda, la derecha y el centro, pero excluya a RN y LFI. Sin embargo, los recelos entre los dirigentes de las fuerzas concernidas permiten dudar del éxito de esta iniciativa. Por otra parte, fines, valores y programas de las fuerzas que deberían confluir en este engendro son tan discordantes que el gabinete estallaría ante la primera votación parlamentaria o la primera crisis social. Por ahora, la crisis no tiene solución.

La segunda vuelta de las elecciones legislativas adelantadas en Francia confirmó, en primer lugar, que los pueblos de Europa quieren recuperar su independencia y salirse del autoritarismo en el que una Comisión Europea no elegida por los pueblos decide con ayuda de una inmensa burocracia sobre la vida y la fortuna de 650 millones de europeos. Algunos buscan el camino por la derecha, otros por la izquierda, pero los resultados de las europeas de junio y de esta elección apuntan en esa dirección. 

En segundo lugar, el pueblo francés ha revalidado la vigencia de un espíritu republicano que, aunque actualmente carece de una fuerza política que lo sostenga, resurge cada vez que el autoritarismo pone en peligro las instituciones. 

En tercera instancia, hay que reconocer la funesta habilidad del presidente Emmanuel Macron para sobreponerse a las derrotas e impedir la convergencia de sus adversarios. A pesar del triunfo de la izquierda, logró posicionar segunda a la alianza oficialista, frenar el ascenso de la extrema derecha y colocar en la coalición de izquierda al Partido Socialista, lo que le asegura tener allí un interlocutor dócil capaz de bloquear la arremetida del republicanismo popular de Jean-Luc Mélenchon. 

Con seguridad, el jefe de Estado va a retrasar la formación de gobierno hasta después de los Juegos Olímpicos que, espera, le den nuevo prestigio. Luego conferirá el encargo a sucesivos candidatos que fracasarán uno tras otro por no poder formar mayoría en la Asamblea Nacional, hasta, finalmente, desembocar en un “gobierno técnico” que malgobernará el país hasta que en julio del año próximo se cumpla el plazo prescripto por la Constitución para una nueva disolución del Legislativo y llamado a elecciones.

Claro que este plan de Estado Mayor puede fracasar por el agravamiento de la guerra en Ucrania, por un triunfo de Donald Trump en noviembre que levante en el Atlántico una muralla insalvable, por algún (previsible) escándalo por corrupción o por un nuevo alzamiento popular contra las políticas de ajuste. Quizás entonces el grito de independencia del pueblo francés suba lo suficiente como para llegar a los oídos de la inmensa estatua de Marianne que en la Plaza de la República congrega habitualmente a las manifestaciones de la izquierda y las organizaciones sociales.

La victoria apabullante de los laboristas en la elección parlamentaria anticipada es una derrota histórica para los conservadores, pero no despeja ninguna de las incertidumbres que acechan al reino

Por Eduardo J. Vior
analista internacional especial para Dossier Geopolitico

El avasallante triunfo electoral del Partido Laborista en la elección anticipada para el Parlamento británico expresa el cansancio generalizado con 14 años de desmanejo y promesas incumplidas por los conservadores. Sin embargo, para conquistar la mayoría, los laboristas formularon intencionalmente un programa impreciso que ahora deberán llenar de contenido. Como la situación del reino no da para medias tintas, cada decisión gubernamental va a implicar optar sobre la alocación de fondos escasos. El síndrome de la frazada corta puede terminar rápidamente el idilio entre la mayoría electoral y el gobierno.

 Kier Starmer y su esposa Victoria sonríen en un centro de conteo de Camden, Londres,  a la espera del resultado oficial.
El rey Carlos III recibió esta mañana al líder laborista Keir Starmer, para designarlo primer ministro

El Partido Laborista británico ha obtenido una amplia mayoría en las elecciones británicas de 2024. Su líder, Keir Starmer, ya se reunió esta mañana con el rey Carlos III, quien le encargó la formación inmediata de gobierno. Ahora debe ser ratificado por el Parlamento. Su triunfo se apoyó en la cantidad de votos que obtuvo en el área metropolitana de Londres y en su expansión territorial que le permitió vencer en numerosas circunscripciones del centro y norte del país. También en el sur de Escocia conquistó un gran triunfo a costa de los nacionalistas del SNP que perdieron muchos distritos.

A este triunfo contribuyeron, por un lado, el cansancio de los votantes tras 14 años de gobierno conservador caracterizados por el aumento de la desigualdad, el desgobierno y el desorden político y administrativo y, por el otro, un programa y un liderazgo laboristas intencionalmente vagos que han logrado sugerir un cambio que nadie sabe en qué consiste.

La victoria aplastante de los laboristas pone punto final a cinco años tumultuosos en la política británica. Un periodo en el que se produjeron la pandemia, la guerra de Ucrania y una elevada inflación y en el que hubo nada menos que tres Primeros Ministros conservadores, dos de los cuales dimitieron en medio de grandes escándalos. La más efímera de ellas, Liz Truss, sólo duró 49 días en el cargo, después de que sus recortes fiscales sin financiación provocaran la convulsión de los mercados financieros.  

Boris Johnson -que ganó las últimas elecciones de diciembre de 2019 con una saludable mayoría de 80 escaños- fue expulsado después de que se revelara que había incumplido sus propias leyes de bloqueo de Covid al organizar fiestas en las oficinas de Downing Street. 

Los votantes británicos no eligieron directamente a un nuevo líder el jueves. Según el sistema parlamentario del Reino Unido, los votantes eligen a sus representantes locales para la Cámara Baja del Parlamento, la Cámara de los Comunes. 

El jueves estaban en juego 650 escaños parlamentarios, cada uno de los cuales es ocupado por un diputado (MP) en la Cámara de los Comunes. Para que un partido consiga la mayoría absoluta en los Comunes, debería obtener al menos 326 escaños, más de la mitad de los disponibles. El partido que lo consiga formará el próximo gobierno, y su líder se convertirá en Primer Ministro. Con el resultado obtenido ayer Labour tiene una mayoría cómoda para gobernar.

Gracias a la participación más baja en 20 años (60%), habiendo obtenido apenas 1,7% de votos que en la elección de 2019, el Partido Laborista alcanzó un triunfo arrasador, ganando 214 escaños más de los que tenía. Paralelamente, los conservadores perdieron 251 diputaciones, pero sus votos se dispersaron hacia el nuevo Reform UK, de ultraderecha, los Liberal-Demócratas (que sumaron 63 bancas, llegando a 71), los laboristas y los no votantes. También el Partido Nacional Escocés (SNP, por su nombre en inglés) perdió muchos votos –sobre todo en el sur de Escocia- que fueron a los laboristas.

En el Reino Unido rige el sistema de mayoría relativa (first-past-the-post), según el cual los votantes eligen sólo a un candidato por circunscripción que obtuvo la mayor cantidad de votos, no importa cuántos. Así, puede obtener el mandato alguien que sólo cosechó 25% de los votos, mientras que los demás quedan afuera. Este sistema excluyente de mayoría y minoría concentra la representación en los dos partidos mayoritarios, les da una representación que no se corresponde con la cantidad de votos obtenida y favorece los comportamientos tácticos de los votantes.

Al mismo tiempo, puede suceder que un partido tenga una gran votación, como ha sucedido con el ultraderechista Reform UK, dirigido por el líder del Brexit, Nigel Farage, que obtuvo 14% de los sufragios, pero que por su distribución geográfica no le den muchos parlamentarios. De hecho, Reform UK ha conquistado sólo 4 bancas.


El sistema electoral deforma la relación entre la cantidad de votos obtenida por un partido y la cantidad de mandatos parlamentarios

Starmer fue elegido por los miembros del partido para liderar a los laboristas en 2020, justo después de que el partido sufriera su peor derrota en unas elecciones generales en 85 años. Inmediatamente declaró que su misión era hacer que el partido volviera a ser “elegible”. Para ello, ha congelado metódicamente a los elementos del ala socialista que dirigió el partido bajo el anterior líder Jeremy Corbyn y éste mismo fue excluido hace dos meses. Corbyn se presentó, entonces, como candidato independiente en su histórico distrito de Islington North (Gran Londres) y fue reelecto. Por el contrario, en Rochdale (cerca de Manchester) fracasó George Galloway, otro ex laborista, quien se presentó con su Partido de los Trabajadores. Galloway había conquistado la banca en febrero pasado en una elección intermedia, pero la perdió ahora a manos de su competidor laborista.

La distribución del voto por circunscripciones muestra algunos patrones tradicionales: por ejemplo, los conservadores predominan en el sur y en el este del país, ls laboristas, en tanto, en la región londinense y en los desindustrializados oeste y norte. Sin embargo, los conservadores han perdido el centro a manos de los laboristas e importantes circunscripciones del sur fueron al Reform UK o a los Liberal Demócratas. La amplia distribución geográfica del voto laborista es uno de los secretos de su triunfo.

Tanto el giro del partido hacia el centro como su orientación proisraelí le han costado algunos votos en determinadas circunscripciones. Tanto en el área londinense como en el noroeste se hizo sentir la repulsa de los dos millones de musulmanes contra la política anti palestina de Starmer. Si bien ninguna de estas manifestaciones regionales hizo peligrar el triunfo laborista, dan una señal sobre lo que puede acontecer, si el nuevo gobierno no resuelve rápidamente los acuciantes problemas sociales del país.

Además de los acuciantes problemas internos (reforma del sistema de salud, saneamiento de la infraestructura y los transportes, del sistema escolar, de las finanzas comunales, de la asistencia social y mejoramiento de la seguridad pública), que insumirán los escasos recursos disponibles, el nuevo gobierno se enfrenta con una sobrecargada agenda de política exterior.

El cambio de gobierno no supondrá un giro de 180 grados sobre el Brexit, ya que el nuevo primer ministro ha descartado volver al mercado único y la unión aduanera con la UE o reintroducir la libre circulación de personas. 

Más difícil será la toma de decisiones sobre la política hacia Europa Oriental. Los conservadores embarcaron a Gran Bretaña en la tradicional política de cerco a Rusia heredada del Imperio. Para ello construyeron alianzas estratégicas privilegiadas con los países escandinavos, los bálticos, Polonia y Rumania. Impulsaron cuanto pudieron la guerra en Ucrania con armas, personal y apoyo político y financiero. Lograron arrastrar detrás suyo a los aliados occidentales, pero el emprendimiento es un fracaso y se avecina una derrota estruendosa. Starmer deberá, entonces, hallar un modus vivendi con Rusia sin abandonar a sus aliados orientales. Difícil, pero no imposible.

Londres se comprometió ciegamente con Israel y en la desestabilización del Cáucaso y Asia Central, pero el tejido de alianzas urdido por Rusia, China e Irán lo dejó casi sin interlocutores e involucrados en la defensa de un Netanyahu sin salida. Después de que el candidato Starmer se negó a pedir un alto el fuego en Gaza, le será difícil salirse de esa madeja, pero deberá evaluar riesgos: los dos millones de musulmanes que habitan el reino apoyan a Palestina y en circunscripciones del Gran Londres y en el norte del país los candidatos independientes de esa confesión sacaron muchos votos a los laboristas.

Fue fácil en 2021 desplazar a Francia del negocio con Australia para la construcción de tres submarinos nucleares, en realidad un arreglo norteamericano en el que los británicos sólo ponen los motores de Rolls Royce, y firmar el acuerdo AUKUS con Canberra y Washington, pero es muy difícil cumplir con la parte que toca a los isleños, cuando la flota de submarinos nucleares está obsoleta, faltan buques y tripulaciones y no hay fondos para remplazarlos. Si el nuevo gobierno atiende a la demanda de los votantes por mejorar la salud, la educación, la asistencia social y la infraestructura, no le quedarán medios para invertir en defensa y deberá resignar posiciones en el Atlántico Sur y el Antártico.

Cambiando primer ministro los conservadores se fueron adaptando a los sucesivos gobiernos norteamericanos, pero es menos probable que un gobierno laborista pueda amoldarse a un futuro presidente Trump. 

Los laboristas han hecho campaña criticando mucho a los conservadores y prometiendo poco. Sin embargo, el líder laborista ya recibió este viernes del rey el encargo de formar gobierno y el Parlamento lo elegirá seguramente a principios de la semana. No gozará de los famosos 100 días de tolerancia. Ya no basta con consignas huecas. 

La cuestión general que, según los expertos de los principales ámbitos políticos, están eludiendo tanto los conservadores como los laboristas es la más importante de todas: el dinero. Desde hace 45 años las exenciones impositivas y los subsidios a las empresas han agravado la desigualdad y las privatizaciones de servicios públicos e infraestructura han desmejorado las condiciones de vida de las poblaciones trabajadoras y de clase media. Sólo Londres crece gracias a los servicios financieros concentrados en el área metropolitana, pero el resto del país ha retrocedido a los niveles de hace noventa años.

Los laboristas asumen sin programa ni conducción clara el gobierno de un reino fallido que aún no ha reencontrado su lugar en el mundo. Que algo salga bien en Broken Britain (Gran Bretaña rota) sería casi un milagro.

Broken Britain': el país donde “nada funciona” dijo adiós a 14 años de  Gobierno conservador - elDiarioAR.comPor el desborde del río Severn en Worcester, en el oeste del país, como resultado de la falta de obras hidráulicas, las aguas inundaron la ciudad. Aquí se ve un cisne bogando plácidamente al lado de un cesto de residuos.

Al optar por Mark Rutte para dirigir la Alianza Atlántica, el bloque occidental confirmó su obediencia a la alianza de la oligarquía financiera mundial con la corporación tecnológica militar

Por Eduardo J. Vior
analista internacional especial para Dossier Geopolitico

El pasado miércoles 26 la reunión de embajadores de los 32 países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) congregada en Bruselas decidió nominar al primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, como nuevo secretario general de la Organización a partir del próximo 1º de octubre, cuando finalicen los diez años de gestión del noruego Jens Stoltenberg. Durante los 14 años de su desempeño como primer ministro de los Países Bajos Rutte ha aprovechado su estrecha vinculación con la familia real, para reorientar la economía neerlandesa del petróleo hacia las energías renovables y las nuevas tecnologías de la información. Ahora le toca conducir la Alianza Atlántica hacia las guerras tecnológicas del futuro.


Mark Rutte, futuro secretario general de la OTAN

El veterano estadista neerlandés Mark Rutte ascendió el miércoles pasado a secretario general de la OTAN, cargo que asumirá el próximo 1º de octubre, cuando el noruego Jens Stoltenberg finalice sus diez años de desempeño. Así lo determinaron los embajadores de los 32 países miembros reunidos en Bruselas. Rutte será confirmado formalmente como secretario general de la OTAN en la cumbre de julio próximo.

Nacido el 14 de febrero de 1967 en una familia adinerada, su padre había ocupado un alto cargo en la administración colonial en Indonesia, pero regresó a Países Bajos luego de la independencia del país asiático en 1949. En 1992 Mark se graduó en Historia en la Universidad de Leiden y ese mismo año entró a trabajar en la empresa multinacional de capital británico y neerlandés Unilever. Al mismo tiempo se afilió al Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD por su nombre en neerlandés), el que llegó a liderar en 2006.

En 2002 ocupó el cargo de secretario de Estado (viceministro) de Empleo y Asuntos Sociales y en 2004 el de Educación Superior y Ciencia. En 2010 su partido logró la victoria en las parlamentarias y desde entonces hasta ahora ha encabezado cuatro gobiernos consecutivos con distintas coaliciones. Rutte se convirtió así en el primer liberal desde 1918 en el cargo de primer ministro de Países Bajos. 

Bajo su liderazgo el país capitalizó la crisis de la deuda europea aplicando una severa política de ajuste, estabilidad monetaria y reducción de las prestaciones sociales y desempeñando un vital rol articulador de las decisiones dentro de la UE. Tras una reforma de la legislación impositiva que hizo del país un virtual paraíso fiscal, la economía neerlandesa se recuperó y creció de forma constante, con importantes reducciones de las tasas de desempleo. Mientras el sur del continente se empobrecía, los Países Bajos participaban de la fiesta financiera atrayendo ahorros e inversiones especulativas.

En 2011 Rutte dijo que los Países Bajos estaban “totalmente comprometidos” con la misión de la OTAN en Libia y, tras el derrocamiento de Muammar Gadaffi, la empresa angloneerlandesa Shell firmó un contrato para la explotación petrolera que, empero, no avanzó por la persistente guerra civil.

En 2014, en tanto, tras el sangriento golpe de Estado en Kiev y el alzamiento de la población rusohablante en Ucrania Oriental, Rutte apoyó al nuevo gobierno golpista. Consecuentemente, tras el derribamiento del avión de Malaysia Airlines Flight 17 sobre el Donetsk, en el que murieron todos sus tripulantes y 287 pasajeros, de los cuales, 68% eran neerlandeses, el gobierno de La Haya acusó al gobierno ruso por el hecho y éste, a su vez, a las milicias neonazis que atacaban Donetsk. 

Dos años después, en 2016, Rutte sumó a los Países Bajos a una campaña liderada por EE.UU. de bombardeos contra Siria. Desde 2015 hasta principios de 2018 La Haya destinó, entonces, 70 millones de euros a financiar a al menos a 22 grupos islamistas y a los kurdos que luchaban contra el gobierno de Bashar al Assad. Sólo dejó de hacerlo, cuando la victoria de rusos y sirios sobre el terrorismo islamista lo convenció de la futilidad de su esfuerzo.

Desde febrero del 2022 Rutte es uno de los principales patrocinadores militares de Ucrania y ha tenido un papel clave en la transferencia a ese país y mantenimiento de los aviones de combate F-16. La Haya también proporcionó a Kiev artillería, drones y municiones. Además, en los últimos años los Países Bajos aumentaron el gasto en defensa por encima del 2% del PIB establecido por la OTAN.

En paralelo con la transición hacia las energías “limpias” que Shell comenzó en 2021, el nuevo gobierno de coalición que formó entonces se propuso reducir las emisiones de carbono e invertir en energías renovables. Los Países Bajos aspiran a liderar el desarrollo sostenible fomentando la innovación y las infraestructuras ecológicas. Coherentemente con la agenda “woke” de la política occidental, la coalición gobernante en La Haya apoya también los derechos LGBTQ+, la eutanasia y la despenalización de las drogas. 

Sin embargo, el traslado (ordenado por la Justicia británica como resultado del Brexit) de la sede de Shell a Londres dio un duro golpe a la influencia internacional de los Países Bajos. De 2005 a 2022, la empresa tuvo su sede en La Haya, su domicilio social en Londres y contaba con dos tipos de acciones (A y B). En enero de 2022, Shell fusionó las acciones A y B, trasladó su sede a Londres y cambió su nombre legal a Shell plc. Si bien la familia real neerlandesa sigue teniendo una participación determinante en la propiedad del conglomerado, el cambio de sede legal afectó su control sobre la gestión del gigante energético.

La última gran derrota de Rutte se produjo durante su viaje a China a fin de marzo pasado. En ese momento, su ministro de Comercio declaró que defender los intereses de ASML (ASML.AS) era la prioridad número uno del viaje. ASML, el mayor proveedor de equipos para fabricantes de chips informáticos, “es la empresa más importante que tenemos”, dijo Geoffrey van Leeuwen en declaraciones a los medios. Aunque ASML es la mayor empresa de los Países Bajos y la República Popular su segundo mayor mercado después de Taiwán, la empresa se ha enfrentado recientemente a crecientes restricciones a las exportaciones a China por parte de los gobiernos neerlandés y estadounidense, ya que Washington trata de socavar la capacidad de Pekín para fabricar sus propios chips.

Sin embargo, durante la reunión cumbre con Xi Jinping, el pasado 26 de marzo, éste le advirtió que, si los Países Bajos mantienen las sanciones ordenadas por Washington, Beijing va a reorientar sus compras de insumos para la fabricación de semiconductores. La empresa, por su parte, está considerando la posibilidad de mudarse a Vietnam, para eludir las sanciones norteamericanas.

El pilar central del éxito y de la capacidad de Mark Rutte para sobrevivir a las constantes crisis de gabinete es su íntima relación con la pareja real.

En el sistema constitucional de los Países Bajos el monarca tiene una enorme injerencia en el gobierno. El Rey se reúne semanalmente con el Primer Ministro, habla regularmente con los ministros y secretarios de Estado, firma todas las nuevas leyes del Parlamento y los reales decretos y ratifica (como parte del gobierno) los tratados internacionales.

Además de todo ese poder, los Oranje-Nassau son la décima familia neerlandesa más rica, con una fortuna de 1.300 millones de euros. Se desconocen los detalles de sus finanzas, pero se supone que la mayor parte de su patrimonio procede de inversiones en grandes empresas como Shell y KLM. A pesar de esta enorme riqueza personal, la familia percibe sueldos públicos asombrosos. En 2024, el Rey está cobrando del Estado un salario de 1,1 millones de euros. Por ejemplo, el primer ministro Mark Rutte gana 186.414 euros al año, la Reina Máxima, a su vez, recibe 431.000 euros. Además de sus salarios, el presupuesto anual del Rey es de 55 millones de euros. Esto incluye el mantenimiento de los palacios y 245 funcionarios. 

También están exentos de los impuestos a la herencia, sobre la renta, de importación y sobre el patrimonio. No obstante, por alguna razón, declaran que pagan impuestos por sus coches. Si el Rey fuera un ciudadano particular, tendría que pagar unos 500.000 euros de impuestos por su salario de 1,1 millones de euros.

La relación de Guillermo y Máxima con Mark Rutte traspasa los límites de las instituciones y la diplomacia. Durante los años de su gobierno la complicidad de ambos con él se ha hecho patente a través de gestos y palabras. Incluso, Rutte y Máxima de Holanda asistieron juntos a la cumbre del G20 celebrada en 2018 en Argentina, dando lugar a malentendidos entre algunos periodistas acreditados que incluso se refirieron a la acompañante de Rutte como “su novia”, sin saber que se trataba de la mismísima Reina de los Países Bajos.


La Reina Máxima, Mark Rutte, Horacio Rodríguez Larreta y su entonces esposa en la gala del Teatro Colón durante la reunión del G20 en Buenos Aires en noviembre de 2018

En 2019 Rutte salió a defender a la Reina ante versiones de que había evadido impuestos, al comprar nuevas propiedades en Argentina, y un año más tarde ocultó al Parlamento la escapada de vacaciones de la familia real a Grecia, cuando toda Europa estaba confinada por la pandemia de COVID19. Además, en su juventud parece haber tenido amoríos con la princesa Mabel, hermana del Rey, a quien conoce desde el tiempo de estudio.

El nombramiento de Mark Rutte como Secretario General de la OTAN es una derrota estrepitosa para Europa.

Bajo su dirección la alianza se va a subordinar aún más acríticamente a la estrategia anglosionista para la fractura y derrota del bloque euroasiático. Junto con las grandes corporaciones de Silicon Valley va a impulsar la robotización y automatización de la guerra, a forzar aún más el aumento de los presupuestos militares de los países miembros y a extender al Ártico y al Antártico la competencia militar entre los bloques.

Con la designación del neerlandés los sectores globalistas procuran también condicionar a priori la estrategia del futuro presidente de Estados Unidos, que, a la luz de los datos actuales, probablemente sea Donald Trump. Este avance de posiciones anticipa un conflicto de poderes que sólo puede revertir en un debilitamiento de la solidaridad política dentro de la Alianza Atlántica.

Al tomar la dirección de la OTAN, los grupos más concentrados de la oligarquía financiera especulativa tecnológica agudizan a la vez el conflicto con Eurasia y la lucha por le hegemonía dentro de Occidente. El preferido de Sus Majestades llega al poder para dar un giro violento de timón y poner la mayor alianza militar de la historia al servicio de los más ricos entre los ricos. ¿Algo puede salir bien?

Lo afirma Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, en su audio del Club de La Pluma, haciendo un balance de las últimas elecciones europeas y explicando que las autoridades de la UE las nombran en exclusiva los 27 jefes de gobierno en lugar de la voluntad popular de los millones de votantes europeos, y tras el visto bueno de los lobby financieros y empresariales que son los que verdaderamente mandan. Sin olvidar que el poder en las sombras de la OTAN y de la industria armamentística de EEUU y de Inglaterra, es el que decide adónde van a parar la mayor parte de los dineros de los contribuyentes y de la incesante emisión de euros que ha creado un deuda impagable.

A la vez que adelanta que cómo ya estaba decidido desde antes de las elecciones, la conservadora Úrsula Von der Leyen seguirá cómo presidenta, que el reparto de las carteras será  discrecional entre los que integran el llamado “Partido Europeísta”, (Conservadores, Socialistas, Liberales y Verdes) -el único al que los poderes del dinero permite gobernar Europa- y que las políticas a aplicar serán las de las grandes empresas y las del mundo financiero, por medio de sus burócratas que atenazan el ejecutivo de Bruselas.

AUDIO:

También nos habla de *la contundente derrota de este “Partido Europeísta”,* especialmente en Francia y Alemania, a quién castigó el 75% del electorado y de la maniobra de Bruselas para proscribir a los críticos y a la oposición de verdad, llamándoles “fascistas y euroescépticos” y marginándoles como parte de la extrema derecha que, siendo ésta una concentración tóxica y violenta de lo peor de Europa, avanzó tal cuál estaba previsto pero que no alcanza para que la UE haga autocrítica ni que cambie en algo sus políticas de espaldas a los pueblos europeos. Por lo que las elecciones no dejaron nada de nuevo ni se abordó ninguno de los temas candentes que afectan al viejo continente. Salvo con los emigrantes, donde hay coincidencia que aumentará la represión ilegal, contraria al derecho internacional.

Sobre la elecciones en Francia, convocadas de urgencia por un vilipendiado Macrón, analiza que este banquero, otra estrella muerta del capitalismo extremo y creador de la pesadilla de europeos muriendo en la guerra, ha huido hacia delante ante su derrota definitiva y que ahora pretende boicotear el avance del Frente Popular de izquierdas, con el uso oportunista de un millonario futbolista y favoreciendo al triunfo de LePen con una estrategia enfermiza propia de su infinito ego.

También se pregunta Eduardo ¿Dónde está la Democracia en este esquema? y profundiza en que ésta gente es la que da lecciones al planeta, los que aplican sanciones contra los pueblos, los que deciden quién es  enemigo y quién aliado y quién es bueno y quién malo, en un mundo que por ahora, creen que aún les pertenece.

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

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