Por Fernando del Pino Calvo-Sotelo publicado en su Blog

5 de junio de 2023

En la guerra de Ucrania la clase política y periodística occidental continúa enredándose en una ficción que cada vez se aleja más de la realidad. Sin embargo, hasta la mentira burda propia de la propaganda bélica debería tener sus límites, porque llegará un momento en que caerá el telón y la farsa quedará al descubierto. Veritas filia temporis.

La inevitable caída de Bajmut, que adelanté hace unos meses[1], es un ejemplo de ello. Los medios occidentales han procurado minimizar la relevancia del hecho argumentando que la ciudad carecía de importancia estratégica y distrayendo al público con la incursión de un pequeño grupo enviado a la muerte al otro lado de la frontera rusa para lograr un titular de un día. Sin embargo, Bajmut es un relevante nudo de carreteras y vías de ferrocarril cuya defensa tenía una “importancia estratégica capital”, pues era “clave para la estabilidad de todo el frente[2]”, según el comandante en jefe del ejército ucraniano, el competente general Zaluzhny, del que, por cierto, no se tienen señales de vida creíbles desde hace semanas (de estar fuera de combate, el bando ucraniano habría sufrido un serio golpe en un momento crucial).

Por otro lado, Zelensky y sus publicistas hicieron de Bajmut un icono de la defensa ucraniana hasta el extremo de que, cuando Zelensky visitó EEUU en diciembre y habló ante el Congreso norteamericano, entregó teatralmente una bandera firmada “por los defensores de la ciudad” y mencionó “Bajmut” nada menos que ocho veces en su discurso.

Esto explica que insistiera en defenderla a toda costa entre aparentes discrepancias con su Estado Mayor, que consideraba la defensa desproporcionadamente costosa en vidas humanas[3]. Está claro que enviar a soldados a la muerte desde la seguridad de un búnker en Kiev o mientras se está de tournée por ciudades occidentales es más fácil que ir en persona a primera línea con un fusil de asalto.

Bajmut ha sido tomada exactamente un año después de la toma de Mariupol, una fecha simbólica para los rusos. La probabilidad de que esto sea una coincidencia es muy baja, lo que hace creer que Rusia podía haber tomado la ciudad mucho antes, pero prefirió dejar un corredor abierto para que Ucrania sacrificara más hombres. La imagen mediática que se ha querido trasladar de oleadas de soldados rusos suicidas chocándose con las defensas ucranianas en ataques frontales es absurda. Los rusos han aprendido de sus errores iniciales y se mueven ahora de forma metódica, sin prisa, siguiendo criterios militares y no políticos, al contrario que Ucrania. Así, el papel de la infantería del grupo mercenario Wagner ha sido más bien identificar dónde se encontraban las fuerzas ucranianas para que la artillería del ejército regular ruso machacara su posición antes de avanzar. Ése es el motivo de que en Bajmut no haya quedado piedra sobre piedra y de que la ratio de bajas del atacante frente al defensor haya sido la inversa a lo habitual.

Según algunas fuentes, al atraer y lograr concentrar e inmovilizar tantas tropas ucranianas en un área tan pequeña, Rusia habría logrado aniquilar el equivalente a cuatro divisiones del ejército ucraniano (unos 60.000 hombres) gracias a su vasta superioridad en artillería, cuyo volumen de fuego es diez veces superior a la de Ucrania, como reconocen fuentes occidentales. No olviden que entre el 65% y el 75% de las bajas en un conflicto de estas características están causadas por la artillería.

Dado que gran parte de las fuerzas entrenadas por países de la OTAN han sido reservadas para una eventual ofensiva, muchos defensores ucranianos enviados a la ciudad eran reclutas novatos, adolescentes, mayores de 50 o pobres de zonas rurales lanzados a la muerte sin ningún entrenamiento previo, como denunció el Wall Street Journal la semana pasada[4]. En la misma línea, hace un par de meses el Washington Post entrevistó a un teniente coronel ucraniano que describió la falta de munición y de experiencia de combate de las tropas y confesó el sombrío estado de ánimo en el frente. Su batallón de 500 hombres había sufrido un 100% de bajas (100 muertos y 400 heridos), y los nuevos soldados novatos que le enviaban “tiraban sus armas y echaban a correr” al primer sonido de disparos. El teniente coronel “confiaba en un milagro” en la cacareada ofensiva ucraniana, que daba por hecho que se realizaría, aunque acabara “en una masacre”[5].

No podemos perder de vista que los tercos números siempre han apuntado a una inevitable victoria rusa, más aún en una guerra de desgaste. Ambos contendientes han demostrado probado valor y espíritu de lucha, pero los rusos gozan de una vasta superioridad militar y de enormes reservas, con una ventaja demográfica de 5 a 1, una ventaja en artillería de 10 a 1, clarísima superioridad aérea y electrónica y un sorprendente arsenal de misiles de precisión.

La guerra siempre es un horror. Aunque las siguientes cifras deban tomarse con cautela, fuentes solventes estiman que los ucranianos han podido sufrir alrededor de 180.000-220.000 muertos y los rusos entre 30.000 y 40.000, proporción inversa a lo que cuentan los medios, pero congruente con la diferencia de volumen de fuego. De ser ciertos estos datos, Ucrania habría perdido tres cuerpos de ejército en un año y le quedaría un último cartucho, una fuerza “ofensiva” constituida por los pocos carros de combate occidentales (de muy distinto estado operativo) y las divisiones recompuestas por hombres entrenados por la OTAN en estos meses, pero sigue careciendo de apoyo aéreo y artillero digno de tal nombre.

“Si tus enemigos son más poderosos y fuertes que tú, no los atacarás, sino que evitarás con sumo cuidado toda posibilidad de enfrentamiento directo”. La advertencia de Sun-Tzu no parece haber sido escuchada por los titiriteros de Zelensky, que parecen creer que una ofensiva, por pírrica que sea, puede convertirse en un éxito propagandístico y desequilibrar a Rusia. Quizá tengan razón, pero creo que en el mejor de los casos será como la fallida ofensiva alemana de las Ardenas de 1944 y, en el peor, como la suicida Carga de la Brigada Ligera británica en la guerra de Crimea (1854).

Napoleón decía que la clave “de las grandes batallas” se resumía en saber esperar, trasladarse con rapidez y concentrarse oportunamente. Con un frente de 1.500 kilómetros en el que los defensores rusos se encuentran dispersos, el contendiente ucraniano, aun siendo más débil, puede abrir una brecha en un golpe de audacia si cuenta con el efecto sorpresa y concentra adecuadamente sus fuerzas. Sin embargo, el necesario secreto dificulta la preparación, la habitual maniobra de distracción diluye la potencia del ataque y la imprescindible rapidez de avance puede verse comprometida de modo impredecible. Además, si Rusia detectara una concentración de fuerzas en retaguardia éstas serían diezmadas antes de entrar en combate, como quizá esté ocurriendo ya.

Según fuentes rusas ayer se produjo un primer ataque ucraniano que fue repelido con grandes bajas entre los atacantes, incluyendo 1/3 de los carros de combate utilizados. Este ataque puede haber sido el comienzo de la ofensiva o la típica maniobra de distracción. En cualquier caso, si la ofensiva finalmente se produce y es inicialmente exitosa, los medios occidentales lo publicitarán como un éxito rotundo, pero sería ésta una conclusión precipitada: antes o después dicha ofensiva perderá fuelle y será detenida en seco. Con su frialdad característica, Rusia absorberá, detendrá, contraatacará y arrollará. Lejos de defender territorio a toda costa (salvo en ciudades estratégicas), realizará retiradas tácticas y se centrará en destruir metódicamente la capacidad militar ucraniana, que es su verdadero objetivo.

Ante el horror de esta guerra hay que denunciar una y otra vez que el provocador de este conflicto ha sido el gobierno de EEUU, que despreció los intentos por parte de Rusia de alcanzar un acuerdo de seguridad mutua ante una amenaza que consideraba existencial.

En palabras de alguien tan poco sospechoso como el norteamericano John Mearsheimer, graduado en West Point y conocido teórico en relaciones internacionales, “Putin estaba profundamente comprometido a lograr un acuerdo negociado e hizo todo lo posible durante años para explicar a EEUU por qué [una Ucrania hostil] no era aceptable para Rusia”[6].

Los argumentos esgrimidos sobre un supuesto expansionismo ruso nostálgico de la extinta URSS son construcciones realizadas a posteriori con fines propagandísticos. ¿Dónde está la evidencia del expansionismo de Rusia en los 22 años que llevaba el autócrata Putin en el poder antes de la invasión? ¿En qué documentos de seguridad y estrategia occidentales – España incluida – se mencionaba el expansionismo ruso como la gran amenaza para Europa antes de febrero del 2022? Déjenme que les responda: en ninguno. Rusia ha sido un enemigo artificialmente creado, y su pasado reciente como miembro del G8 parece querer olvidarse:

Los norteamericanos contaban con que las sanciones económicas iban a dañar seriamente a Rusia, pero éstas han fracasado (al menos a corto plazo), pues su PIB apenas descendió un 2% en 2022 y se espera que crezca muy ligeramente en 2023. Por su lado, las sanciones autoimpuestas por la sumisa UE, gobernada por una burocracia inepta que vive en su torre de marfil, han golpeado a los ciudadanos europeos con una gran inflación y una inestabilidad energética estructural, de modo que la recíproca dependencia de Rusia ha sido sustituida por una asimétrica y mucho más cara dependencia de EEUU. Las sanciones también han dañado a las empresas europeas, que se han visto obligadas a malvender sus activos en Rusia a toda prisa y a precio de saldo a compradores rusos. Pero si en Bruselas no están sobrados de inteligencia, en Berlín no le andan a la zaga: tras torpedear su propia economía, el gobierno alemán ha aceptado la humillación de mirar hacia otro lado mientras EEUU o sus “socios” presuntamente le saboteaban su más importante infraestructura energética, el gaseoducto Nord Stream 2.

Los amagos occidentales sobre la potencial incorporación de Ucrania a la OTAN, desde que en la Cumbre del 2008 ésta acordara – a iniciativa de EEUU – que Ucrania y Georgia se incorporaran a la organización[7], sólo pueden calificarse de peligrosa provocación. EEUU siempre ha sabido que la pertenencia de Ucrania a la OTAN era “la más roja de las líneas rojas para la élite rusa y no sólo para Putin”, como escribió el actual director de la CIA y ex embajador en Moscú, William Burns, en sus memorias (publicadas en 2019), en las que añadía:  “En más de dos años y medio de conversaciones con personajes clave de Rusia, desde los más cavernícolas del Kremlin hasta los liberales más críticos con Putin, aún no me he encontrado con nadie que no viera la entrada de Ucrania en la OTAN como una desafío directo a los intereses de Rusia[8]”. ¿Qué hacía la “defensiva” OTAN entrenando y armando desde el 2014 a Ucrania, un país no miembro con una política agresiva hacia una potencia nuclear?

Asimismo, hay que denunciar que esta guerra pudo haber acabado en pocas semanas, pero EEUU y Reino Unido decidieron alargarla y boicotearon las negociaciones entre las partes que tuvieron lugar en marzo del 2022 en Turquía. En efecto, Occidente intervino para “bloquear” cualquier acuerdo y levantar a Ucrania de la mesa, en palabras del ex primer ministro de Israel[9], corroboradas por el ministro de Asuntos Exteriores turco[10]. Hasta entonces el conflicto apenas había causado muertos, pero para algunos debilitar a Rusia bien valía sacrificar un país pobre y lejano del que nadie se acordará cuando todo haya acabado y la vida de centenares de miles de personas. Naturalmente, nada de esto podría haber ocurrido sin la inmoral complicidad del corrupto gobierno ucraniano[11], que traicionó sus promesas electorales de distensión con Rusia y arrojó a su propio pueblo al precipicio ante un adversario implacable que no podía perder.

En resumen, caben pocas dudas de que EEUU provocó el conflicto y alargó innecesariamente la guerra. Por eso, no debe sorprendernos que el 85% del planeta que no es Norteamérica o sus colonias europeas contemple estupefacto la hipocresía anglosajona. ¿Éstos son “los valores” de los que presume Occidente y afirma defender la OTAN?

El conflicto entre EEUU y Rusia que se desarrolla sobre suelo ucraniano no sólo ha puesto de manifiesto el frío horror de la guerra o la impasibilidad de los psicópatas del poder de ambos bandos frente a la pérdida de vidas humanas, sino el estado de mentira permanente que ha alcanzado nuestra sociedad y la inmoralidad de un Occidente que ha perdido el juicio.

[1] También nos han mentido sobre Ucrania – Fernando del Pino Calvo-Sotelo (fpcs.es)
[2] Zaluzhny destaca la “importancia estratégica capital” de defender Bajmut – SWI swissinfo.ch
[3] Bild: Zelensky, Zaluzhnyi have conflicting views on Bakhmut (kyivindependent.com)
[4] 36 Hours in Bakhmut: One Unit’s Desperate Battle to Hold Back the Russians – WSJ
[5] Ukraine short of skilled troops and ammunition as losses and pessimism grow – The Washington Post
[6] John Mearsheimer Ukraine Salon – YouTube
[7] NATO – Official text: Bucharest Summit Declaration issued by NATO Heads of State and Government (2008), 03-Apr.-2008
[8] The Back Channel, by William J. Burns, Random House 2020
[9] Western Bloc Led by ‘Aggressive’ Boris Johnson Ruined Russia-Ukraine Peace Deal, Leading to Year-Long Bloodshed, Says Ex-Israel PM (ibtimes.sg)
[10] Turkish FM says some NATO states want Ukrainian war to continue – Türkiye News (hurriyetdailynews.com)
[11] Ukraine’s Zelensky Is Challenged by Return of Domestic Political Troubles – WSJ

FUENTE FPCS: https://www.fpcs.es/la-lenta-derrota-de-ucrania/

Por Carmen Parejo Rendón Escritora y analista en distintos medios audiovisuales y escritos. Directora del medio digital Revista La Comuna. Colaboradora en Hispan TV y Telesur. Enfocada en el estudio y análisis de la realidad latinoamericana y de Asia Occidental. Que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

El Bósforo o el ‘estrecho de Estambul’ se ha considerado uno de los grandes símbolos de conexión entre Europa y Asia. Además, es la única vía para que Bulgaria, Georgia, Rumanía, la parte suroccidental de Rusia y Ucrania alcancen el mar Mediterráneo.

Turquía está integrada en la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y a su vez, mantiene buenas relaciones con miembros destacados del BRICS, como Rusia, o referentes de los procesos progresistas latinoamericanos, como la República Bolivariana de Venezuela.

Recep Tayyip Erdogan, quien tiene una larga trayectoria en política, fue alcalde de Estambul (1994-1998), ocupó el cargo de primer ministro durante tres mandatos, desde 2003 hasta 2014, año en el que fue elegido como presidente de la República de Turquía y renovó tras la segunda vuelta en las pasadas elecciones del 28 de mayo, un nuevo mandato. Este largo período en el poder también ha marcado la agenda internacional del país y ha posicionado a Turquía en un lugar intermedio, no solo a nivel geográfico, sino en sus relaciones internacionales.

Situación en Siria

La victoria de Erdogan se produce en un contexto interno marcado fundamentalmente por la crisis económica que vive el país, por los problemas de cohesión social y por la situación de los refugiados sirios. Este tercer punto es determinante para comprender el viraje del posicionamiento internacional del país tras los años de gobierno del presidente Erdogan y cómo se establece una relación directa entre el devenir interno de Turquía y su actual contexto internacional.

En 2016 se alcanzó un acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía para frenar la afluencia masiva de refugiados que llegaban a las costas europeas (sobre todo a Grecia), huyendo del conflicto armado en Siria. Según este acuerdo, por cada sirio que se quedase en territorio comunitario, otro sería enviado a Turquía. A cambio, Bruselas prometió entregar a Ankara hasta 6.000 millones de euros para hacerse cargo de la situación.

La victoria de Erdogan se produce en un contexto interno marcado fundamentalmente por la crisis económica que vive el país, por los problemas de cohesión social y por la situación de los refugiados sirios.

La acogida masiva de refugiados ha generado un aumento de la xenofobia contra este grupo en el país que, además, se agudizó tras el terremoto que tuvo lugar en el norte de Siria y el sur de Turquía a inicios de febrero de 2023. No olvidemos que el epicentro de este terremoto se localizó justo en esta zona fronteriza con gran presencia de refugiados sirios.

Turquía y la UE

En relación con la Unión Europea, es importante recordar que Turquía ha sido candidata a integrarse dentro de este bloque; sin embargo, esto no se ha producido. Muchos analistas señalan que, más allá de enfrentamientos puntuales entre las partes, el principal motivo por el cual Turquía nunca se integrará en el proyecto europeo se debe a la dimensión geográfica del país y su potencial geoestratégico, que podría entenderse como una amenaza que desplazaría a las naciones hegemónicas dentro de esta alianza y otorgaría un papel de liderazgo en la UE al país euroasiático; además, algunos críticos consideran que la mayoría religiosa musulmana de esta nación también se podía entender como un elemento controvertido dentro de la lógica de la mayoría cristiana europea.

Analistas sostienen que el principal motivo por el cual Turquía nunca se integrará en el proyecto europeo se debe a la dimensión geográfica del país y su potencial geoestratégico.

Independientemente de las motivaciones, el rechazo de la Unión Europea ha sido determinante para el cambio en la estrategia internacional de Turquía que, alejada de ese proyecto, volvió con Erdogan al mando a redescubrir el antiguo Imperio otomano y a focalizar su política exterior en conseguir un papel preponderante en Asia central y Oriente Medio. Este cambio de estrategia, unido a las simpatías políticas del partido del presidente Erdogan, de corte islamista, y sus relaciones con la hermandad musulmana, son elementos que ayudan a comprender la participación de Turquía en el conflicto sirio y cómo esta decisión se enmarca en una lectura más amplia sobre su agenda en las relaciones internacionales.

El papel de Turquía en el conflicto armado sirio ha sido protagónico, destacando su apoyo a determinados grupos o su incursión en territorio sirio, como con la operación ‘Rama de olivo’, en enero de 2018, que culminó con la invasión terrestre de Afrín, al noroeste de Alepo, generando el rechazo del gobierno sirio y aumentando la confrontación entre ambos países vecinos.

El rechazo de la Unión Europea ha sido determinante para el cambio en la estrategia internacional de Turquía.

Lo cierto es que, pese a que prácticamente todos los candidatos llevaban en su programa la idea de solucionar el problema de los refugiados, este conflicto no es solo de carácter interno, sino que asume un debate más profundo sobre las relaciones internacionales de Turquía. Por un lado, por la implicación de la Unión Europea, reticente a las negociaciones con el gobierno sirio y al retorno de estos refugiados; y, por el otro, con el gobierno sirio, que en plena reconstrucción del país ve favorable el retorno de estos refugiados.

Es importante destacar que la situación en Siria actualmente ha cambiado. Aunque permanecen algunos focos activos, están localizados y, por lo tanto, el conflicto armado se da prácticamente por finalizado. A su vez, con mediación de Rusia y la República Islámica de Irán —y la participación de Turquía y evidentemente de Siria— se sigue profundizando en las negociaciones para conseguir la paz definitiva en el país.

Estas negociaciones son, probablemente, las que estén más cerca de poder resolver, entre otras cuestiones, la problemática de los refugiados.

Ankara y la OTAN

Otro elemento destacado es el hecho de que Turquía sea un país de la OTAN. Recientemente, vimos cómo el presidente Erdogan exigía para no imponer su veto al ingreso de Suecia y Finlandia al organismo, que estos países reconocieran como grupos terroristas a movimientos vinculados con el Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK). Finalmente, tras aceptar las exigencias, Turquía retiró el veto a Finlandia que ya está en pleno proceso de integración. Sin embargo, sabemos que EE.UU. mantiene una alianza con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y en concreto con las milicias kurdas de las YPG y YPJ en el noreste de Siria, lo que le sirve para justificar su presencia allí y que se ha convertido en uno de los elementos que impiden el control sirio sobre todo su territorio y sobre parte de sus recursos.

El modelo turco implementado por su actual presidente, refleja la idea de un mundo multilateral en construcción, basado en la capacidad de maniobra de los Estados para aplicar una política exterior relativamente independiente.

Las contradicciones de intereses entre EE.UU. y Turquía no son algo residual. Sin embargo, es improbable que Turquía abandone su participación en la OTAN, sobre todo porque saben que a la alianza le interesa mantener a Ankara dentro de su órbita, y es algo que el presidente Erdogan ha sabido explotar. 

La confirmación de la continuidad del presidente Recep Tayyip Erdogan, de entrada, nos permite vislumbrar continuidad en la aplicación de esta política internacional más autónoma que contradictoria.

El modelo turco implementado por su actual presidente, refleja, una vez más, la idea de un mundo multilateral en construcción, no basado tanto en la confrontación entre bloques ideológicamente afines sino más bien en la capacidad de maniobra de los Estados para aplicar una política exterior relativamente independiente y con base en sus propios intereses y proyecciones.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT. y de DG

Por M.K.Bhadrakumar  28 de mayo

La operación duró 224 días y se convirtió en una batalla épica. Ucrania pagó un alto precio con sangre al tratar de retener a Bahamut, que llegó a llamarse una “picadora de carne”. 

Los analistas estadounidenses han enumerado veinticinco brigadas ucranianas y al menos 9 batallones y 5 regimientos,  un despliegue estimado de 120.000 soldados como mínimo, lanzados a la batalla por Kiev. Se estima que un 70% de bajas significaría que Ucrania sufrió más de 70.000 muertos y heridos.  Es una derrota devastadora. 

La doctrina militar convencional dice que un ejército que ataca a una fuerza atrincherada necesitará al menos tres veces más soldados que la fuerza defensora en las fortificaciones. Pero los combatientes de Wagner, que suman 32.000 combatientes, se enfrentaron a una fuerza de representación de la OTAN casi 4 veces mayor en número y equipada con armamento moderno. 

La conmoción por la aplastante derrota quedó reflejada en los rostros del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y del presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, cuando se enfrentaron a los medios de comunicación en Hiroshima, pocas horas después de que apareciera la declaración del Kremlin. Al leer un texto preparado, Biden anunció, en un importante cambio de política, que EE. UU. «Lanzaría algunos nuevos esfuerzos conjuntos con nuestros socios para entrenar a pilotos ucranianos en un avión de combate de cuarta generación como el F-16». 

Mientras tanto, en una serie de incidentes llamativos, Ucrania comenzó a atacar objetivos en Rusia con armas suministradas por Estados Unidos y Gran Bretaña. Ha habido ataques esporádicos de artillería y misiles Himars contra civiles rusos en ciudades fronterizas; dos ataques con drones al Kremlin; y los misiles de crucero británicos Storm Shadow atacan objetivos en Rusia. En un caso particular, la semana pasada, hubo una incursión transfronteriza en la región de Belgorod con vehículos y armas suministrados por Estados Unidos. Pero ninguno de estos ataques puede considerarse como un «cambio de juego».

Si bien EE.UU. y el resto de la OTAN fingen ignorar estos ataques, el hecho clave es que Ucrania obtiene datos de objetivos que solo las fuentes de inteligencia de la OTAN pueden proporcionar. Por lo tanto, se ha roto la línea roja de décadas que se remonta a la Guerra Fría, es decir, que ni EE. UU. ni Rusia atacarían el territorio del otro bando directa o indirectamente. (Sostuvieron las barandillas incluso durante la yihad afgana en la década de 1980).

Va a haber consecuencias. La primera señal llegó con la noticia de que ya se están desplegando armas nucleares en Bielorrusia y el ministro de Defensa, Sergey Shoigu, estuvo en Minsk para firmar el acuerdo necesario que detalla la logística del despliegue.  Biden dijo a los periodistas el viernes después de regresar de Japón que su reacción al despliegue ruso es “extremadamente negativa”.

Pero en realidad, la intención de Moscú es dotar a Bielorrusia de una capacidad disuasoria contra cualquier movimiento precipitado de la OTAN, como cortar el acceso a Kaliningrado. Por cierto, Estados Unidos también ha mantenido armas nucleares en suelo europeo durante muchos años. 

Pero siempre puede surgir un punto crítico. El próximo ejercicio de la OTAN, cuyo nombre en código es Air Defender 23 (del 12 al 23 de junio), será el ejercicio militar más importante jamás realizado sobre los cielos europeos y el ejercicio de despliegue de fuerzas aéreas más extenso en la historia de la alianza occidental, en el que participarán 25 países de la OTAN, 10.000 efectivos militares y aproximadamente 220 aviones. 

Para citar a Larry Johnson, conocido bloguero estadounidense y exanalista de la CIA, “una operación de entrenamiento de este tamaño y escala en el contexto de las crecientes tensiones en la región es como encender una cerilla en un tanque de almacenamiento de gasolina”. Dicho esto, a nivel táctico, el ejército ruso también se está posicionando para nuevas operaciones para completar la liberación de Donbass, después de haber obtenido el control de Bahamut, que es un importante centro de comunicaciones a través del cual pasó toda la logística ucraniana a lo largo del arco de Donetsk hasta Seversk. hasta ahora.

Un informe en Izvestia el miércoles dijo, citando la opinión de expertos, que Avdiivka y Maryinka son «los siguientes en la fila… para que no haya bombardeos en la ciudad de Donetsk… Luego, tendremos que apagar el gran arco de Donetsk, desde Ugledar a Seversk con acceso». a Konstantinovka y Slavyansk. Estas son las dos últimas ciudades de la gran aglomeración de Donbass, seguidas de la estepa (que conduce hacia el río Dniéper) donde será muy difícil que el enemigo aguante”. 

Nuevamente, los combatientes de Wagner están siendo reemplazados por fuerzas regulares rusas para futuras operaciones. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo en una entrevista en la televisión rusa el viernes: “Es difícil decir dónde está el punto de ruptura… Obviamente, el grado de participación directa e indirecta en este conflicto por parte de los países del Occidente colectivo está aumentando día a día. Esto puede prolongar el conflicto, pero no cambiará el rumbo drásticamente. No puede cambiar el rumbo en absoluto. Rusia seguirá adelante con la operación, y Rusia garantizará sus intereses de una forma u otra y logrará los objetivos designados”. 

Mientras tanto, Rusia ha estado realizando una intensa campaña de bombardeos para dificultar que Kiev reúna la mano de obra y la potencia de fuego necesarias para lanzar y mantener una operación ofensiva más allá de unos pocos días, y está intensificando sus operaciones en   general para diezmar las capacidades militares de Ucrania. 

El “conocido desconocido” es cómo la campaña electoral estadounidense de 2024 afectará la trayectoria de la guerra. El cambio de Biden en el F-16 puede verse como una reacción instintiva. Incluso el general Mark Milley, presidente del Estado Mayor Conjunto, admite que el F-16 no es un «arma mágica».

Mientras tanto, Rusia sigue investigando las intenciones de Estados Unidos . En una entrevista con la prestigiosa revista International Affairs, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Ryabkov, dijo el viernes que “la élite gobernante estadounidense se ha consolidado en gran medida sobre una base antirrusa, independientemente de la afiliación partidaria. En mi opinión, la situación se está convirtiendo en una fuerza mayor”.

Sin embargo, Ryabkov, quien es la “persona clave” de más alto rango para las relaciones con los EE. UU. en el Ministerio de Relaciones Exteriores, también agregó: “No importa cómo resulten las cosas, estamos dispuestos a mantener el diálogo con quien se mantiene o con quien llegue al poder en los EE. UU.”

Por lo tanto, la renuncia de Ucrania a la adhesión a la OTAN y la UE y el regreso al estado neutral de países no alineados seguirá siendo una de las condiciones clave para un proceso de paz exitoso en Ucrania. 

La gran pregunta es hasta dónde llegará la OTAN en su próxima cumbre en julio en Vilnius; o, ¿significaría esto la membresía plena de Ucrania o algo más? La probabilidad de que se tomen decisiones importantes en Vilnius puede, quizás, descartarse.

Curiosamente, el Kremlin se entusiasmó instintivamente con la idea de una llamada telefónica a Putin “a su debido tiempo”, expresada por el canciller alemán Olaf Scholz poco después de su regreso a Berlín de la cumbre del G7 en Hiroshima. Berlín se ha opuesto constantemente a cualquier movimiento precipitado de la OTAN a propósito de la membresía de Ucrania.

En una entrevista con el Wall Street Journal el viernes para celebrar su centenario, Henry Kissinger también comentó que “la oferta de incluir a Ucrania en la OTAN fue un grave error y condujo a esta guerra”. Kissinger abogó, en cambio, por una mayor claridad en la postura de Rusia sobre Europa, señalando que si bien Rusia está interesada en fomentar los lazos con Europa para su propio desarrollo, también es cautelosa ante las amenazas potenciales provenientes de Occidente.

La «Picadora de Carne Rusa» en Bajmut una derrota devastadora

NEGRO RICO, NEGRO POBRE es el titular de la columna del Club de La Pluma de nuestro colaborador en Madrid, Eduardo Bonugli, al comparar la abrumadora reacción de la prensa y los poderes europeos y españoles, en el caso de los insultos racistas al jugador Vinicius del Real Madrid.
Y los compara con el siilencio y la impunidad sobre la muerte por apaleamiento de 42 emigrantes hace justo un año en la frontera con Marruecos.
También nos recuerda que la UE y el gobierno de España felicitaron en su día a los agentes involucrados en los hechos.
Y se pregunta si el joven y millonario jugador negro, en este momento de gloria, tendrá algunas palabras para esos hermanos de raza pobres y masacrados y si les pedirá a los que le aplauden hoy, que se haga justicia para aquellos desgraciados y su familia.

Carlos Alberto Pereyra Mele
Dossier Geopolitico

En este articulo Escobar describe el imponente y fantástico desarrollo de la conectividad euroasiática que está en la base de su integración. Corredores multimodales que incluyen carreteras, ferrocarriles, puertos y barcos. Por un lado, los diferentes corredores de este a oeste de la Iniciativa de la Ruta de China y otro el corredor de transporte internacional norte sur- INSTS- impulsado por Rusia para conectarse con Iran y la India. Los corredores este-oeste y norte sur en un punto se superponen y potencian. Este desarrollo desespera y pone histérico y frenetico al occidente colectivo que tratara de impedir esta conectividad. Para ello vienen utilizando las «guerras hibridas» , una herramienta que sirve no solo para cambios de regimen, sino tambien para interrumpir la «conectividad» entre naciones En estos momentos podra  obstaculizarla y retardarla en algunos casos, pero no impedirla. A. Mitre (Dossier Geopolitico)

LA HISTORIA INTERNA DE LA CONECTIVIDAD RUSIA-IRAN-INDIA

El G7 está estupefacto por el progreso dinámico del orden multipolar encarnado por el INSTC liderado por Rusia y el BRI liderado por China, con el puerto estratégico de Chabahar en Irán ahora listo para desempeñar un papel transformador.

Pepe Escobar 24 de mayo  The Cradle

No se equivoque acerca de lo que trata el Comunicado de Hiroshima del G7.El escenario: una ciudad en la neocolonia japonesa bombardeada hace 78 años por Estados Unidos, por lo que no puso excusas. El mensaje: el G7, en realidad el G9 (aumentado por dos eurócratas no elegidos) declara la guerra, híbrida y de otro tipo, contra BRICS+, que tiene 25 naciones en su lista de espera y contando. El objetivo estratégico clave del G7 es la derrota de Rusia, seguida de la subyugación de China. Para el G7/G9, estos poderes reales son las principales “amenazas globales” a la “libertad y la democracia”. El corolario es que el Sur Global debe seguir la línea, o lo contrario. Llámalo un remix de principios de la década de 2000 «o estás con nosotros o contra nosotros». Mientras tanto, en el mundo real, el de las economías productivas, los perros de la guerra ladran mientras las caravanas de la Nueva Ruta de la Seda siguen marchando. Las Nuevas Rutas de la Seda clave de la multipolaridad emergente son la ambiciosa y multimillonaria Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI)de China y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) Rusia-Irán-India. Han evolucionado en paralelo y, a veces, pueden superponerse. Lo que está claro es que el G7/G9 irá hasta los confines de la tierra para socavarlo.

Todo sobre Chabahar

El reciente acuerdo de $ 1.6 mil millones entre Irán y Rusia para construir el ferrocarril Rasht-Astara de 162 km de largo es un cambio de juego de INSTC. El Ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano de Irán, Mehrdad Bazpash, y el Ministro de Transporte de Rusia, Vialy Saveliev, firmaron el acuerdo en Teherán, frente al presidente iraní, Ebrahim Raisi, y con el presidente ruso, Vladimir Putin, asistiendo a una videoconferencia.Llámelo el matrimonio de la “mirada hacia el este” de Irán con el “giro hacia el este” de Rusia. Ambas son ahora políticas oficiales.Rasht está cerca del Mar Caspio. Astara está en la frontera con Azerbaiyán. Conectarlos será parte de un acuerdo entre Rusia, Irán y Azerbaiyán sobre transporte ferroviario y de carga, consolidando el INSTC como un corredor de conectividad clave entre el sur de Asia y el norte de Europa.El INSTC multimodal avanza a través de tres rutas principales: la ruta occidental une Rusia-Azerbaiyán-Irán-India; la ruta del Medio o Transcaspio une Rusia-Irán-India; y el del Este une Rusia-Asia Central-Irán-India.La ruta oriental presenta el puerto inmensamente estratégico de Chabahar en el sureste de Irán, en la volátil provincia de Sistan-Balochistan. Ese es el único puerto iraní con acceso directo al Océano Índico.En 2016, Irán, India y Afganistán aún bajo ocupación estadounidense firmaron un acuerdo tripartito en el que Chabahar escapó milagrosamente a las sanciones unilaterales de “máxima presión” de Estados Unidos. Ese fue un trampolín que configuró a Chabahar como la puerta de entrada privilegiada para que los productos indios ingresaran a Afganistán y luego, más adelante, hacia Asia Central.Rusia, Irán e India firmaron un acuerdo formal de INSTC en mayo de 2022, que detalla una red multimodal (barco, ferrocarril, carretera) que avanza a través de los tres ejes mencionados anteriormente: occidental, medio o transcaspiano y oriental. El puerto ruso de Astrakhan, en el Mar Caspio, es crucial en los tres.La ruta oriental conecta el este y el centro de Rusia, a través de Kazajstán y Turkmenistán, con la parte sur de Irán, así como con India y las tierras árabes en el extremo sur del Golfo Pérsico. Docenas de trenes ya están recorriendo la ruta terrestre de Rusia a India a través de Turkmenistán e Irán.El problema es que en los últimos años, Nueva Delhi, por varias razones complejas, parecía estar dormida al volante. Y eso llevó a Teherán a interesarse mucho más en la participación de Rusia y China para desarrollar dos puertos estratégicos en la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar: Shahid Beheshti y Shahid Zalantari.

China hace su movimiento

Chabahar es un hueso duro de roer. Irán ha invertido mucho para convertirlo en un centro de tránsito regional ineludible. India, en tesis, consideró desde el principio a Chabahar como un elemento clave de su estrategia de «Collar de diamantes», contrarrestando el «Collar de perlas» chino, que son puertos conectados por la BRI a través del Océano Índico.

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Chabahar también desempeña el papel de contrapunto al Puerto Gwadar de Pakistán en el Mar Arábigo, la joya de la corona del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC).Desde el punto de vista de Teherán, lo que se necesita, rápido, es completar su red ferroviaria oriental, 628 km de vías desde Chabahar a Zahedan. En términos óptimos, podría estar terminado en marzo de 2024 como parte del eje ferroviario Mashhad-Sharkhs que conecta el sureste de Irán con el noreste en la frontera con Turkmenistán.Por el momento, la carga de INSTC viaja al sur de Asia desde el puerto Bandar Abbas de Irán en el Estrecho de Ormuz, a 680 km de distancia de Chabahar. Entonces, para todos los propósitos prácticos, Chabahar hará que el tránsito desde India a Afganistán, Asia Central y el sur de Rusia sea más corto, más barato y más rápido.Pero una vez más, las cosas se estancaron porque India no llegó a los arreglos financieros esperados. Eso terminó generando algunas dudas en Teherán, especialmente al observar las enormes inversiones chinas en Gwadar.Por lo tanto, no es de extrañar que Irán se haya movido decisivamente para atraer a China como un inversor importante, que se ha convertido en parte de su asociación estratégica cada vez más extensa. Entonces, podemos terminar con Chabahar también convirtiéndose en parte del BRI de China, además de su papel protagónico en el INSTC.Rusia, por su parte, ahora se enfrenta al estancamiento de Ucrania, la implacable histeria de las sanciones occidentales y las serias restricciones comerciales con Europa del Este. Todo eso mientras Moscú expande constantemente su comercio con Nueva Delhi.Así que no es de extrañar que Moscú ahora esté mucho más atento al INSTC. En diciembre pasado, se cerró un acuerdo clave entre Russian Railways y las empresas nacionales en Kazajstán, Turkmenistán e Irán, y los rusos obtuvieron un descuento del 20 por ciento para los contenedores de importación y exportación que pasan por la frontera entre Rusia y Kazajstán.Lo más importante para Rusia es que Chabahar operando a toda velocidad reduce el costo de transportar mercancías desde la India en un 20 por ciento. Los iraníes entendieron completamente el juego y comenzaron a promover fuertemente la Zona Industrial de Libre Comercio de Chabahar para atraer inversiones rusas. Y eso culminó con el acuerdo Rasht-Astara.

El spoiler Zangazur

El BRI de China, por su parte, juega un juego paralelo. Beijing está invirtiendo fuertemente en la ruta de tránsito Este-Oeste, también conocida como el Corredor Medio. Este corredor BRI se extiende desde Xinjiang hasta Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán y Turkmenistán, y luego cruza el Caspio hasta Azerbaiyán, Georgia, Turkiye y más allá hasta Europa del Este: un total de 7.000 km, con un viaje de un máximo de 15 días.El énfasis de BRI es apostar por múltiples corredores de este a oeste para luchar contra posibles nuevas interrupciones dictadas por Occidente en las cadenas de suministro. El tránsito entre China y Asia Central hacia Europa sin pasar por Rusia e Irán es una de las principales apuestas. El corredor BRI a través de Rusia, debido a la guerra de poder de la OTAN en Ucrania, está en suspenso por el momento. Y los chinos están probando todas las opciones para eludir la Ruta Marítima de la Seda a través de Malaca.Turkiye, con la seria posibilidad de que su presidente Recep Tayyip sea reelegido este fin de semana, también ha hecho su jugada.La vía férrea Baku-Tblisi-Kars, inaugurada en 2018, fue un pilar clave en el masterplan de Ankara para configurarse como hub ineludible de carga de contenedores entre China y Europa.Paralelamente, China invirtió en la construcción de un ferrocarril de Kars a Edirne en el lado europeo del Bósforo, mientras que Turkiye optó por una mejora de 3800 millones de dólares en el puerto de Mersin y 1200 millones de dólares en el puerto de Izmir. Para 2034, Beijing espera que este corredor sea el pilar central de lo que describe como la Ruta de la Seda de Hierro.Una llave inglesa certificada en las obras del INSTC es la competencia del llamado Corredor Zangezur, desde Azerbaiyán hasta Turkiye a través de Armenia; este corredor es en realidad privilegiado por la UE y la oligarquía británica y salió a la luz durante el armisticio de 2020 en Nagorno-Karabaj

.Map of Azerbaijan-Armenia conflict zones (Photo Credit: The Cradle)

El London Bak se identifico como un socio privilegiado y esta dispuesto a dictar los terminos a Everan: aceptar una
especie de tratado de paz lo antes posible y renunciar a cualquier plan sobre Karabaj.
El corredor de Zangezur seria el primer juego geopolitico y geoeconomico de occcidental que conectaria los centros logisticos de
Transcaucasia y Asia Central ¿ Qué pasa si Armenia se tira debajo del autobus? Armenia es miembro de la Union Economica de
 Eurasia(UEEA) liderada por Rusia, que occidente colectivo se muere por socavar.


Abrochensen los cintutones de un Nuevo Gran Juego geoeconomico centrado en el INTSC que esta a punto de comenzar.

FUENTE: THE CRADLE LINK: https://thecradle.co/article-view/25155/the-inside-story-of-russia-iran-india-connectivity

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein, el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

El conflicto en Ucrania ha entrado en un terreno en el que la confrontación de los relatos cobra gran significación. Nunca antes como ahora, la mentira, la contradicción y el absurdo han tenido tanta vigencia.

Algunas situaciones rayan en el ridículo lo que es un tema no menor habida cuenta que el relato transmitido masivamente es aceptado o no por millones de ciudadanos que a partir de él, admiten una posición en general al esbozar la forma en que, desde los principios y los valores se asume la vida y en particular la posición que se adopta para entender y encarar este conflicto que está adquiriendo una dimensión transformadora para el planeta desde el punto de vista estructural y, existencial para miles de millones de ciudadanos.

De esta manera, instrumentos como las fake news, las afirmaciones sin prueba y las aseveraciones descontextualizadas van configurando un cuerpo de ideas que sometidas al rasero objetivo de la verdad, muestra una total simulación que persigue el objetivo de modificar la realidad a favor de los intereses de los poderosos.

Hay situaciones que lindan con el ridículo sin que los causantes muestren la menor preocupación por los perniciosos efectos de sus afirmaciones.

Veamos algunas de ellas:

1. El gobierno ucraniano ha mostrado su alborozo porque el Reino Unido le envió proyectiles con uranio empobrecido. Ahora, cuando Rusia ha destruido el 649° depósito de aviación en la ciudad de Khmelnitsky, en la región occidental de Ucrania, en el que se encontraban almacenados una parte de los misiles enviados por Londres, no solo las autoridades de Ucrania, también las de Polonia informan de un aumento de la radiación en esa región, así como en la de la vecina ciudad de Lublin en Polonia. Los medios callan al respecto.

2.  Alemania celebró la destrucción de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 mediante un ostensible acto terrorista, pero sólo semanas después las compañías de seguro alemanas Allianz y Munich Re renovaron la cobertura del gasoducto Nord Stream 1.  No se trata de ser suspicaz, pero ¿cómo se puede explicar esto?

3.  Un reporte oficial de las fuerzas armadas ucranianas da a conocer que sus tropas están avanzando en Bajmut a través de una correcta defensa. Sería un aporte al arte militar, porque en la academia enseñan que, o te defiendes o atacas. Resulta difícil entenderlo para el que sabe un poquito de táctica y arte operativo. O, sencillamente habría que aceptar que es un reporte falso hecho por ignorantes.

4.  Ucrania sigue asesinando civiles en las ciudades que reivindican como propias. En la lógica ucraniana eso sería un auto genocidio. Después quieren que esos ciudadanos los reciban alborozadamente y los feliciten.

5.  Francia ha dicho que Rusia se ha transformado en vasallo de China. El presidente Putin les ha respondido con cifras que la dependencia europea de China es muy superior a la de Rusia. Pero mientras Beijing y Moscú han acordado una asociación mutuamente beneficiosa,  Europa considera a China “competidor y rival sistémico” ¿dónde está la coherencia?

6.  Las fuerzas armadas de Ucrania han informado que los misiles Patriot han derribado al hipermisil Kinzhal lanzado por Rusia. Lo cierto es que los misiles antiaéreos Patriot vuelan a 0,9 match y los kinzhal -al menos- a cinco match. ¿cómo puede una paloma volar más rápido que un águila?

7.  Por otro lado, el gobierno ucraniano ha dicho que han derribado el 90 por ciento de los misiles lanzados por Rusia. Entonces, ¿por qué están solicitando decenas de miles de millones para la reconstrucción del país si el mismo no ha sufrido destrucción? Es muy fácil ver en internet los mapas de incendios detectados por satélites de la NASA en territorio ucraniano que muestran decenas de ellos tras los bombardeos con misiles, drones, aviación y artillería rusa de largo alcance.

8.  Dos minutos y 14 segundos es el tiempo que demoró el kinzhal en destruir uno de los dos sistemas Patriot que tiene Ucrania. Kiev lo desmintió, Washington lo confirmó. Ni siquiera se ponen de acuerdo para mentir. En todo caso, en poco más de dos minutos, 150 millones de dólares (costo de un sistema Patriot) de la “ayuda” de Estados Unidos, se esfumó tras el impacto del kinzhal que cuesta 10 millones de dólares. Creo que no es un buen negocio para Washington. Por cierto, como era de esperarse, la prensa tarifada no ha informado de esto. 

9.  El colmo fue que en los ataques del 13 de mayo, los rusos lanzaron dos misiles kinzhal y Ucrania informó que había derribado seis. Sin duda es un problema de matemática simple.

10. Estados Unidos y Ucrania han dicho que Bajmut no tiene importancia estratégica, sólo simbólica ¿Por qué entonces se aferran a ella con “uñas y dientes” a pesar de los miles de muertos y heridos que ha habido en lo que se ha dado en denominar la “picadora de carne” de Bajmut?

11.  El gobierno de Ucrania ha informado oficialmente que “sólo” ha tenido 15 mil muertos desde el inicio de la Operación Militar Especial de Rusia. ¿Por qué entonces organizan un partido de futbol para homenajear a los 300 mil caídos?

12. El presidente Joe Biden ha anunciado que en la reunión Cumbre del G-7 que se realizará en la ciudad japonesa de Hiroshima solicitará a sus pares el veto “casi total” a las exportaciones rusas. El mismo día, los medios de comunicación informan que Estados Unidos había comprado uranio enriquecido a Rusia por valor de mil millones de dólares. No parece muy congruente.

13. Los voceros occidentales se ufanan diciendo que la economía rusa ha colapsado. Pero la Comisión Europea ha anunciado un crecimiento del PIB en 2023 de 1,4 por ciento para Estados Unidos, uno por ciento para la Unión Europea y una caída de 0,9 por ciento para Rusia (habían “calculado” 3,2 por ciento) y de 30,4 por ciento para Ucrania. Todo ello a pesar de 10 rondas y casi mil 700 sanciones contra Rusia. En el 2024,  se proyecta un uno por ciento de crecimiento para Estados Unidos y para Rusia 1,3 por ciento.  O sea que el sancionado va a crecer más que el sancionador. De Ucrania ni se habla.

14. El Reino Unido ha dicho que va a entrenar pilotos ucranianos para volar el caza polivalente estadounidense F-16. Sin embargo, han informado que no van a entregar los aviones a Ucrania. Es decir, van a entrenar pilotos para un avión que Ucrania no va a tener. De todas maneras John Venable, un piloto con 25 años de experiencia en la Fuerza Aérea de Estados Unidos ha comentado que él “no intentaría volar los F-16 en Ucrania porque la aeronave no tiene capacidad para superar los sistemas de defensa antiaérea de Rusia”. Es de suponer que en Londres lo escucharon. Tal vez, esa sea la razón por la que no van a entregar los aviones. Lo del entrenamiento de pilotos es sólo para la opinión pública… y para los incautos. 

15. En una rueda de prensa, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN dio a conocer que su organización ha proporcionado 230 tanques a Ucrania (recordar que ofreció 350, entre ellos los 54 de España que resultaron chatarra por lo que solo pudieron entregar 6). También dijo que habían provisto mil 550 vehículos blindados y que eso correspondía al 98 por ciento acordado. Nuevo problema de matemáticas: 230 no es el 98 por ciento de 350 en ningún lugar del mundo.

16. También dijo Stoltenberg que la OTAN había preparado nueve brigadas ucranianas, y que estas eran suficientes para la famosa contraofensiva que prepara la OTAN. Ucrania tiene en total entre 20 y 23 brigadas, cada una con entre tres mil y cinco mil combatientes. Es decir que como mínimo Ucrania tiene 60 mil y como máximo 110 mil soldados aptos. Pero tiene que dedicar entre nueve y 10 brigadas para la protección de Kiev, Járkov, además de otras ciudades y objetivos estratégicos. Es decir sólo dispondrán de entre 11 y 12 para la contraofensiva. 

17. Así mismo, según Stoltenberg, han entregado mil 550 vehículos blindados de transporte de tropas. De ellos, Rusia ya ha destruido 150. Quedan mil 400 pero deben dejar unos 600 para la protección de las principales ciudades y la retaguardia. Total: disponen solo de 800 para la contraofensiva.

18. Suponer que con 12 brigadas, 230 tanques, 800 vehículos blindados y casi nada de aviación ni de marina de guerra los va a llevar a una contraofensiva victoriosa contra Rusia no deja de ser un sueño. Por eso la retrasan. Saben que no la pueden realizar y si la hacen, no será victoriosa y va a fracasar. 

19. El general Christopher Cavoli, comandante general del Ejército de los Estados Unidos en Europa y África, el secretario de Estado de Estados Unidos Anthony Blinken, el secretario general de la OTAN Jens Stoltenberg y el primer ministro de Luxemburgo Xavier Bettel entre otros, han dicho que con el apoyo logístico y en armamento proporcionado a Ucrania, sus fuerzas armadas pueden iniciar la contraofensiva contra Rusia. Una vez más, ¿por qué no lo hacen?

20. El relato ahora es que hacen falta los F-16 y que su posesión hará que el conflicto cambie su curso en favor de Ucrania. Eso ya lo escuchamos, también iba a cambiar el curso de la guerra con la llegada de los HIMARS, después de los Patriot y posteriormente de los tanques Leopard. Nada de eso ha ocurrido. ¿Hasta cuándo van a seguir mintiendo y engañando con “espejitos de colores”?

21. Josep Borrell, el inefable Josep Borrell dijo el 26 de agosto de 2022 que Rusia ya había perdido la guerra. Curiosamente volvió a decir exactamente lo mismo el pasado 11 de mayo, nueve meses después. ¿Será que se quedó pegado en el tiempo? O ¿qué vive en otro mundo? Eso tratando de suponer que la idiotez no lo está obnubilando.

22. Después de haber perdido 413 aviones, 230 helicópteros, tres mil 901 drones, 421 sistemas de misiles antiaéreos, ocho mil 904 tanques y vehículos blindados de combate, mil 095 lanzacohetes múltiples autopropulsados, cuatro mil 688 piezas de artillería y nueve mil 843 automóviles militares especiales, además 300 mil soldados y 125 mil km² de territorio, ¿es posible decir que Ucrania ganó la guerra?

No será que se están preparando para la derrota o, en el mejor de los casos para una negociación forzada. Berlín 1945, Saigón 1975, Kabul 2021 y también Núremberg 1946 están en el recuerdo. 

Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, focaliza su columna del Club de La Pluma en EL AGUA como uno de los factores de mayor conflicto del siglo XXI. Y aborda cómo la necesidad y carestía de este vital elemento -que parecía infinito- se está transformando en un arma de guerra entre los países y en una herramienta clave en la disputa geopolítica por el nuevo orden mundial, tal cual lo ha expresado numerosas veces en este espacio.

En su audio nos confirma que el mundo dispone, como agua dulce, sólo el 2,5% de la totalidad del agua del planeta y que para el 2030 la demanda superará en un 56% la cantidad de esa agua con la oferta actual, además del combo destructivo compuesto por la sequía, la desertización, el calentamiento global, el cambio climático, los incendios, la mala gestión, etc. Además nos aporta muchos datos escalofriantes entre los que incluye que casi 300 millones de habitantes prácticamente no tienen acceso al agua en el mundo y que en África hay poblaciones que tienen que caminar hasta seis horas para acceder al vital líquido. 

Y nos dice que mientras se da la paradoja de que el agua cotiza en bolsa como un valor preferente en el mundo financiero y especulativo, la ONU estima que para el 2025 habrá 300 zonas en conflicto por los recursos acuíferos, mientras que en la actualidad hay por el mundo 200 ríos y 300 lagos compartidos entre países distintos, lo que significan puntos latentes de conflictos que pueden derivar en guerras abiertas por el agua, como ocurre entre Israel y Palestina, o en Siria por causa del terrorismo, o la de Bolivia con Chile, o la de Turquía Siria e Irak por los ríos Tigris y Eúfrates, o entre Mozambique y Zimbabwe, o el gran conflicto del Nilo con trece países ribereños afectados por la construcción de la presa Renacimiento en Etiopía. Además de que en Argentina y en toda Sudamérica hay una serie de tensiones entre regiones y provincias que pueden derivar en situaciones de gravedad.

Además, Pereyra Mele reflexiona que sin agua para todos, y sin el sostenimiento de los ecosistemas, no habrá paz ni progreso en el mundo, que no se podrá terminar con el hambre, ni lograr una salud accesible, ni un bienestar social digno. Que si el agua va a ser un blanco de saqueo por parte de los poderosos, la situación va a desmejorar en vez de mejorar. Que si el agua va a ser considerada un bien de lujo en lugar de un bien común y humanitario, entonces las guerras por el agua que vendrán, podrían ocasionar más daños que las bombas atómicas o las armas bacteriológicas.

Y concluye su columna definiendo a América del Sur como un gigantesco reservorio de acuíferos, cuencas hídricas e hielos continentales y que por ello puede ser objeto de abusos por parte de potencias extra continentales para quedarse con ellos, ya sea con argumentos oportunistas o directamente por vía militar. Por lo que considera importante que los países de la región tomen conciencia de la importancia del agua y de que es un recurso finito. Que debe ser defendido con firmeza y administrado con racionalidad, para impedir que la situación derive en daños muy lamentables para la población del mundo

Eduardo Bonugli (Madrid, 14/05/23)

FUENTES:

La Lucha por los Recursos Naturales por carlos Pereyra Mele Septiembre de 2006

https://soberaniadigital.wordpress.com/2017/04/02/geopolitica-la-lucha-por-los-recursos-naturales/

Geopolítica del Agua Dulce I por Carlos Pereyra Mele marzo del 2008

http://licpereyramele.blogspot.com/2009/03/geopolitica-del-agua-dulce.html

Escasez de agua dulce a nivel mundial. Infografía -Ria Novosti 2009

https://sputniknews.lat/20090327/120763046.html

EL FUTURO LLEGÓ: LUCHA POR EL CONTROL DEL AGUA DULCE por Carlos Pereyra Mele

El Agua, un bien estratégico por Carlos Pereyra Mele

https://www.aporrea.org/internacionales/a94384.html

El Agua Dulce distribuida por Continentes
Rios Tigris y Eufrates Conflicto entre Turquia, Siria e Irak
Cuenca del Rio Zambeze conflicto entre Mozambique y Zimbabwe
El Nilo con sus Nilo Blanco y Azul que es motivo de conflicto entre Etiopia, Sudan y Egipto
Rio Jordan agua en disputa en la zona

El domingo 14 los electores decidirán entre la política autónoma de Erdoğan y un sometimiento con la OTAN que traería la guerra en el Cáucaso, Asia Occidental y África del Norte

Por Eduardo J. Vior analista internacional que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Una de las elecciones que cambiarán el mundo en 2023 tendrá lugar en Turquía el próximo domingo 14 de mayo. Esta potencia mediana, a caballo de Europa y Asia, interviene con una activa diplomacia en la política de los Balcanes, Ucrania, el Cáucaso, Asia Occidental y Libia. Es decir, en tres continentes a la vez. Por esta razón todo el mundo está pendiente de su futuro político. Entre 2000 y 2019 el presidente Recep Tayyip Erdoğan ganó todas las elecciones, pero la salida de la pandemia, la inflación mundial, la guerra de Ucrania y, para peor, el devastador terremoto que sufrió el país en febrero pasado han llevado la tasa de inflación al cien por ciento. Aprovechando tantos males juntos, la justificada crítica contra la corrupción y la ineficiencia del Estado está siendo capitalizada por una amplísima coalición opositora apadrinada por Estados Unidos. Por primera vez el líder islámico nacionalista no tiene asegurado el triunfo. Cualquiera sea el resultado electoral, cual terremoto, sus ondas se van a expandir por una vasta región. El conflicto entre los bloques que se disputan el orden mundial cambiará de forma después del próximo domingo.

Calentando los motores, este domingo pasado el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en turco) realizó en Estambul un gran mitin en apoyo a la reelección del presidente Erdoğan. El mandatario cifró la afluencia en más de 1,7 millones de simpatizantes y las imágenes aéreas del acto retransmitidas en directo a toda la nación confirmaron su aseveración. Haciendo un balance de sus logros, el jefe de Estado destacó que desde que comenzó a gobernar (en 2000) el ingreso nacional se triplicó, criticó a la oposición por su rechazo a la producción de drones y prometió seguir fortaleciendo la industria armamentista del país. Por otra parte, recordó los miles de millones de dólares en reservas de gas y petróleo descubiertos en el mar Negro y en la sureña región de Gabar y celebró la pronta terminación de la primera central nuclear del país en Akkuyu (Mersin, en la costa mediterránea sur), que está siendo construida por la empresa rusa Rosatom.

Los últimos sondeos indican que Erdoğan y el líder de la oposición, Kemal Kiliçdaroglu, están empatados y probablemente deban ir a una segunda vuelta el 28 de mayo, pero en Turquía nadie confía en las encuestas y ambos intentan convencer a sus partidarios de que pueden ganar en primera vuelta.

El sábado 6 Kiliçdaroglu organizó en la parte asiática de la ciudad, frente al Mar de Mármara, un acto más pequeño que el del presidente que de todas maneras llenó un parque. Su mensaje fue igualmente optimista. “¿Están preparados para el cambio? ¿Están preparados para restaurar la democracia?”, preguntó a sus seguidores el jefe del CHP (por su nombre en turco, Partido Republicano del Pueblo), de 74 años. El popular alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu  fue la estrella invitada. “¡Derechos, ley, justicia!” y “¡Erdoğan ladrón!” coreaba la multitud mientras Imamoglu hablaba.

El deseo de poner fin a la era de Erdoğan unió a seis partidos de la oposición en una coalición bajo el nombre de Millet İttifakı (Alianza de la Nación) y tras la candidatura presidencial de Kiliçdaroglu. Millet İttifakı abarca desde el centro-izquierda hasta la derecha nacionalista e islamista, todos unidos con el objetivo de echar a Erdoğan y abolir el presidencialismo. A esta dispar alianza sólo la une su odio a Erdoğan.

El resultado de las próximas elecciones dependerá del modo en que una multitud de cuestiones internas, como la elevada inflación, las injusticias sociales, los refugiados, la cuestión kurda, etc., influya sobre los votantes El país se está recuperando a duras penas de las dificultades económicas agravadas por el terremoto de febrero, pero no parece haber perdido demasiado la fe en Erdoğan, quien anunció inmediatamente después del sismo que se comprometía personalmente a reconstruir todas las casas derrumbadas.

Al mismo tiempo, más que nunca la decisión de los electores estará influenciada esta vez por su percepción de los factores externos, en primer lugar por la guerra en Ucrania. Turquía tiene la autoridad legal internacional sobre los estrechos que unen el Mar Negro al Mar Mediterráneo, por donde pasan suministros para Ucrania y sale parte del trigo que ésta exporta. Esta guerra y la compleja relación de Ankara con Moscú tienen gran incidencia interna, pero también pesan mucho los intercambios entre ambos por el Cáucaso y por Siria. Por el otro lado se siente mucho la presión de la OTAN, para que Turquía se alinee contra Rusia, pero la alianza atlántica está reforzando masivamente su despliegue en Grecia, cuyo gobierno ha adoptado un agresivo tono antiturco. La combinación de ambas presiones ha incentivado fuertemente el sentimiento antinorteamericano.

Una mención especial requiere la cuestión de los cerca de cuatro millones de refugiados sirios llegados desde 2011 que Turquía no dejó pasar a Europa por un acuerdo con la UE de 2019 que ésta sólo cumplió parcialmente. Todos los partidos declaran querer devolverlos a Siria, pero sólo Erdoğan ha mantenido al respecto algunas tratativas con Siria mediadas por Rusia. Sin embargo, se trata sólo de primeros contactos y nadie sabe cómo resolver el cúmulo de problemas relacionados con esta cuestión.

Finalmente, el involucramiento de la diplomacia turca en el apoyo al gobierno libio de Trípoli y su intención de explotar los yacimientos submarinos de petróleo del azotado país magrebí complican sobremanera la relación de Ankara con todos los actores del Mediterráneo Oriental.

Desde el comienzo de la Guerra Fría Turquía es miembro de la OTAN y un estrecho aliado de Estados Unidos. Sin embargo, el aumento de la influencia rusa en Asia Occidental desde que Moscú intervino en 2015 para defender Siria de la agresión terrorista y el intento de golpe de estado que sectores islamistas intentaron en 2016 con apoyo norteamericano han llevado al gobierno de Erdoğan a buscar un rumbo autónomo y una política de equilibrio entre Moscú y Washington. Al mismo tiempo realizó una gigantesca purga en el Estado y pasó a retiro a miles de oficiales militares, disminuyendo a su mínima expresión la interacción con la alianza atlántica.

Tras el estallido del conflicto ucraniano la distancia de Estados Unidos ha aumentado. Turquía no se sumó a las sanciones y sigue haciendo negocios con Rusia. Todavía este lunes 8 Washington tuvo el atrevimiento de reclamar a Ankara que entregue a Kiev los cohetes S-400 que Moscú le vendió para su defensa aérea. Por último, Turquía pretende este año solicitar el ingreso oficial a los BRICS, lo que supondría para la OTAN que tendría un miembro con una ubicación estratégicamente relevante que al mismo tiempo sería aliado económico y político de Rusia y China. Por todas estas razones, EE.UU. necesita urgentemente un cambio de régimen en Turquía. Sin embargo, este intervencionismo tan explícito puede despertar el antiamericanismo del pueblo turco y tener un efecto contrario al deseado.

Para complicar aún más el escenario internacional, en Grecia se celebran elecciones legislativas el domingo 21 de mayo. La extrema cercanía entre los comicios en ambos países y el desmedido aumento de la presencia militar estadounidense en el país helénico han intensificado peligrosamente las tensiones en el Mar Egeo. Este factor suplementario acarrea mucha agua para el molino del caudillo turco.

La hiperactiva política exterior de Ankara en los últimos ocho años le reportó muchos beneficios políticos y económicos, pero multiplicó sus gastos, agudizó algunos conflictos regionales de vieja data y creó otros nuevos. Durante este proceso, Turquía ha vuelto la mirada hacia una geografía antes casi ignorada que se extiende desde África hasta Asia Central y desde Rusia hasta Sudán. Sin embargo, esta autonomía cada vez mayor de su política exterior le ha producido fricciones con sus tradicionales aliados occidentales. La elección presidencial del domingo 14, y quizás también del 28, indicará entonces hacia dónde se orienta la heredera del Imperio Otomano, pero ningún giro se dará rápidamente: si gana el oficialismo, seguramente EE.UU. escenificará una “revolución de colores” e instigará un alzamiento tratando de deslegitimar al presidente e impulsar el cambio de régimen. Si, por el contrario, vence la oposición, su plan para desmontar dos décadas de desarrollo relativamente autónomo chocará con las trincheras que Erdoğan supo cavar en la sociedad turca.

En ambas opciones, el resultado electoral agudizará unos u otros conflictos en la vasta región donde se ha adentrado la diplomacia turca e inclinará la balanza del poder mundial en una u otra dirección. Rara vez la decisión de un solo electorado nacional pudo tener tanta influencia sobre la política mundial.

Publicado en TELAM

Por Eduardo Luque para El Viejo Topo

Durante mucho tiempo, casi desde el inicio del conflicto, algunos sostuvimos que Arabia Saudita saldría derrotada en su guerra con Yemen. Hicimos otra predicción hace pocas semanas, que también se ha demostrada cierta: el acuerdo irano-saudí, negociado por China, traería un amplio acuerdo político en todo Oriente Medio. Las previsiones parecen cumplirse.

La guerra en Yemen fue desastrosa para las armas saudíes y genocida para la población yemení. Mohamed bin Salmán, el hombre fuerte en el reino, necesitaba consolidar su liderazgo. Recurrió a dos medidas drásticas. La primera fue la represión interna que tuvo como consecuencia la eliminación, incluso físicamente, de algunos aspirantes al trono. La segunda, la guerra, que pretendía victoriosa contra un rival débil como era Yemen. En paralelo financiaba a grupos que actuaban contra Siria, Irán y se inmiscuía en la política libanesa. Desde 2011 se implicó en la guerra siria y en 2015 iniciaba la agresión contra Yemen para posteriormente, en junio de 2017, invadir Qatar. Todo ha sido un conjunto de fracasos terriblemente costosos.

La victoria del eje de la resistencia.

La guerra en Yemen es también, y sobre todo, una victoria del eje de la resistencia. Sin la determinación del pueblo yemení de resistir contra el régimen de Riad, apoyado por EEUU e Israel, no se habrían alcanzado estos acuerdos. La voluntad de resistencia se ha impuesto a la tecnología y el dinero. Tal es así que durante 8 años Tel Aviv, Washington y Riad coordinaron sus acciones militares creando un Estado Mayor conjunto que dirigía las operaciones. Su fracaso, a pesar de los millares de toneladas de bombas arrojadas o la destrucción de las infraestructuras, es evidente. Tras la mediación china Riad se comprometerá a pagar los salarios de los empleados públicos, a abrir el puerto de Hudeidah y a resolver los problemas monetarios de Yemen a cambio de la aceptación de la tregua por parte de Sanaa. En paralelo el reino saudí ha prometido fuertes inversiones a países de la zona como Turquía, que recibirá unos 7.000 millones de dólares en créditos blandos.

Arabia Saudita ha sido uno (no el único) de los países responsables de la desestabilización en Oriente Medio. Mantenía conflictos de alta/media intensidad con Irán, Siria, Iraq, Yemen y Líbano. La política de Riad de “normalización” con el estado de Israel aseguraba la penetración de la política estadounidense en la zona mientras intentaba debilitar al eje de la resistencia (Siria, Líbano e Irán). Este planteamiento está saltando por los aires. Todo está cambiando. En cascada y de forma más rápida de lo esperado las reacciones políticas se suceden: acuerdo irano-saudí (intercambio de embajadores y cónsules), acuerdo iraquí-iraní (para impedir que los kurdos iraquíes se conviertan en un elemento de desestabilización en la zona), intercambio de embajadores entre Siria y Arabia Saudita, visita del presidente sirio a  Emiratos y restablecimiento de nuevos y más fuertes lazos comerciales, reIntegración de Siria en la Liga Árabe con apoyo saudí (su reincorporación se propondrá en el mes de mayo), nuevos acuerdos comerciales ampliados entre El Cairo y Damasco, intercambio de embajadores entre Túnez y Siria, nuevos acuerdos entre Catar y Bahréin (desde el 2017 habían roto relaciones diplomáticas y el 12 de abril acordaron restablecerlas)… también se abre paso a una futura estabilización en Líbano. Por último, las negociaciones entre Irán, Siria, Turquía con la mediación de Moscú están muy cerca de culminar en un acuerdo entre Ankara y Damasco.

El elemento clave

El acuerdo irano-saudí ha sido el elemento clave en la nueva reconfiguración de Oriente Medio. Es una victoria espectacular de la política exterior china. El apretón de manos entre los dos antiguos enemigos tiene también otra significación: el entierro de billones de dólares gastados durante más de cuatro décadas con la excusa de la Guerra Global contra el Terrorismo.

Pekín es ahora la capital de la paz. La idea se ha impuesto en todo el Sur Global. La procesión de dirigentes políticos visitando Pekín demuestra la importancia del paso que ha dado Xi Jinping. La presentación del plan de paz de 12 puntos para solventar la crisis en Ucrania refuerza esa posición y choca frontalmente con la postura europea y estadounidense de implicarse más y más en la guerra de la OTAN contra Rusia.

El acercamiento entre Teherán y Riad se comenzó a diseñar antes del inicio de la guerra en Ucrania. Se aceleró cuando Arabia Saudita observó que EEUU bloqueaba los capitales rusos a consecuencia del conflicto. El miedo a correr la misma suerte empujo a Mohamed bi-Salman a repatriar capitales (la quiebra del Credit Suisse tiene nombre saudí). Riad se decidió por una mayor integración en los BRICS y ésta no podía hacerse en un estado casi de pre-guerra entre dos futuros socios como eran Teherán y Riad. Los dos países tenían intereses comunes que han pasado por Pekín. Las relaciones futuras entre los dos estados no serán fáciles. Les espera un largo camino. Deberán activar los acuerdos de cooperación firmados en 1998 y 2001 y lo más importante, deberán respetar la soberanía mutua.

El fortalecimiento de Irán, a  pesar de las sanciones, y la imposibilidad de derrotar al movimiento Ansarolá en el Yemen, aceleró la necesidad de este cambio de posición por parte de Riad. La derrota en Siria y Yemen de las fuerzas apoyadas por EEUU, Israel y las monarquías del Golfo es el síntoma más evidente del nacimiento del nuevo mundo multipolar. Joe Biden, en un movimiento, que algunos calificaron de desesperado, quiso convertir la cumbre de países árabes celebrada en Jiddah, en julio del 2022, en una alianza contra Irán. El país más proclive a EEUU e Israel que es Marruecos fue excluido de la conferencia por presiones del reino saudí. Ningún país participante se posicionó con EEUU. Lo sucedido en Ucrania pesaba mucho.

El gran juego en marcha

El tren de la multipolaridad ha salido de la estación y cobra velocidad. La transición a este nuevo marco no se improvisa. Es un efecto buscado; fue en 2008 cuando Brasil, Rusia, India y China comenzaron a desarrollar enfoques comunes en política internacional. El paso definitivo posiblemente se dé en agosto. Se pretende que los países BRICS aceleren los procesos para crear una moneda de reserva al margen del dólar. Es un proceso que tiene no sólo objetivos económicos sino que define zonas de especial importancia política tal como es Taiwan para China.

EEUU pretendía debilitar a Rusia económicamente a partir de la guerra en Siria (enfangarla en una larga y costosa guerra como la de Afganistán) para, finalmente, derrotar a Moscú en el conflicto ucraniano, golpeando posteriormente a China. Nada de eso parece funcionar. El Pentágono pretendía que los conflictos en Oriente Medio crearan un cinturón de países desestabilizados y en permanente conflicto alrededor de Rusia y China. Este objetivo está cada vez más lejano. La posibilidad de expansión de Pekín hacia el centro de Occidente a través de la iniciativa “una franja, una ruta” es evidente. Es lo que definía Halford Mackinder  como el Heartland de Eurasia. La angloesfera sabe que quien mantenga la influencia sobre esas zonas asegura una posición dominante. Washington había dispuesto un plan “B” por si fracasaba el primero, intentando crear un cinturón de contención hacia China en el Este de Asia utilizando países como Australia[*], Japón o Corea del Sur. Este objetivo presenta las primeras fisuras. El viaje a finales de diciembre del 2022 del primer ministro australiano a Pekín revela la preocupación de Gamberra por quedar enfrentada a China. El veto chino a la importación de carbón australiano ha hecho reaccionar a Gamberra alejándola de la posición norteamericana.

Las consecuencias

El acuerdo irano-saudí dará un fuerte impulso hacia la estabilidad y la cooperación en Oriente Medio y el Golfo Pérsico. Los grandes perdedores de esta nueva realidad son EEUU y el régimen israelí. Durante años han pretendido enemistar a unos países con otros con el objetivo de debilitarlos. El fin último de esta estrategia era preservar la hegemonía del régimen israelí en la zona y acabar con la causa palestina. EEUU e Israel buscaron crear una coalición árabe-israelí contra Irán. EEUU ha usado reiteradamente la supuesta “amenaza iraní” para “proteger” a sus aliados. No ha dudado en exacerbar las rivalidades confesionales entre sunitas o chiitas, como excusa para mantener sus tropas de ocupación en el Golfo. En esta estrategia jugó un importante papel el wahabismo, una doctrina que fue oficial en Arabia Saudí y es la base ideológica de los grupos terroristas Takfiris, como el Daesh y Al-Qaida.

A pesar de todas las presiones los países del Golfo Pérsico no han apoyado las sanciones occidentales contra Rusia. Incluso Arabia Saudí suscribió un acuerdo con Moscú para reducir la producción de petróleo y mantener los precios. Biden quería lo contrario. Otros países como Emiratos Árabes Unidos también han dado un impulso a sus vínculos con Rusia.

La desdolarización avanza

La consecuencia más temida por Washington se está haciendo realidad: Arabia Saudita postulándose como futuro miembro tanto de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) como de BRICS+, al igual que Irán. En diciembre del 2022 el presidente chino en visita a Riad acordó usar monedas nacionales en sus intercambios comerciales al margen del dólar, lo que es para Arabia Saudita una demostración de independencia. Por otra parte el reino saudí ha dado pasos a una cierta “liberalización” de las costumbres; Mohamed bin Salmán, por puro pragmatismo, se aleja del wahabismo y ha encarcelado a varios dirigentes de esta corriente. Esto debilita la idea de fragmentar al mundo islámico utilizando las líneas más dogmáticas de la religión con finalidades políticas.

Mientras Occidente fantasea con el «gran reinicio» que se defendió en Davos como proyecto de mundo futuro, Rusia y China, detrás de la escena, han proseguido su intento de derrocar al imperio, contando con casi todos los líderes del Sur Global. La desconexión que tanto había teorizado Samir Amin se hace realidad. Es una auténtica revolución. Se pensó, en un principio, que la desdolarización era una repuesta a las sanciones impuestas a Rusia y China. Ha resultado más coordinada de lo que parecía y, sobre todo, mucho más rápida de lo que se presumía. Los múltiples acuerdos que obvian el dólar entre países lo atestiguan (Brasil, Emiratos, Irán, Arabia Saudita, India, China, Kenia….).

La respuesta norteamericana

Parece ser que Joe Biden dijo, refiriéndose al acuerdo irano-saudí, “no podemos permitir eso” y se envió al director de la CIA a Arabia Saudita, en un viaje improvisado. Su objetivo: convencer a los líderes saudíes de su error. Ha sido un fracaso. Es posible que veamos algunos sucesos desagradables en el entorno que requieran la “protección” de los EEUU, que reaccionarán. Los  choques en Sudán son la primera consecuencia. La posibilidad de que Rusia instalara una base en el país ha animado a Biden a intervenir de la única forma que sabe: Washington está incrementando sus amenazas. El despliegue de portaaviones y submarinos atómicos en la zona ha sido la respuesta. Los estrategas norteamericanos teorizan que EEUU deberá vencer a China antes del 2025. No se habrá cerrado el conflicto ucraniano cuando se agudizará el conflicto en Taiwán.

Nota
[*] De ahí el acuerdo AUKUS firmado entre EEUU y Australia, dejando fuera a Francia.

FUENTE: EL VIEJO TOPO https://www.elviejotopo.com/topoexpress/oriente-medio-se-reconfigura/

Dossier Geopolitico publica el discurso completo del Secretario de Exteriores del Reino Unido sobre la posición oficial del Reino con relación a la República Popular de China, consideramos que es muy importante conocer el posicionamiento de está potencia de segundo orden que lidera al Commonwealth y que es el principal socio anglosajón de EEUU, y también publicamos el análisis del mismo realizado por el periodico Chino Global Times órgano del PCCh 

Hablando en Mansion House en la ciudad de Londres, el Secretario de Relaciones Exteriores James Cleverly describió la posición del gobierno del Reino Unido sobre China.

Mi señor alcalde, sus excelencias, señor presidente, señores, señoras y señores, gracias por invitarme a hablar con ustedes esta noche y, aunque es tradicional en este discurso cubrir toda la amplitud de los asuntos mundiales.

Espero que me perdonen por centrarme en un número menor de cuestiones que nos confrontan porque sería negligente de mi parte no comenzar con la crisis actual en Sudán.

Como era de esperar, he estado en reuniones COBR y otras reuniones sobre nuestra respuesta a la situación actual. Puedo informarle que un vuelo de la Royal Air Force ha salido de Sudán, llevando a ciudadanos británicos a un lugar seguro esta noche, y seguirán más.

Desde el comienzo de esta crisis, hemos estado planeando cómo sacar a nuestra gente. Y ahora que nuestros llamados e internacionales para un alto el fuego en Jartum han sido atendidos, estamos poniendo en práctica esos planes, dando prioridad a los más necesitados: grupos familiares, enfermos y ancianos.

Me alienta que ambas facciones hayan pedido un alto el fuego de 72 horas, aunque, por supuesto, no podemos estar seguros de cuánto tiempo se mantendrá, y cualquier evacuación de una ciudad con cicatrices de batalla es inherentemente peligrosa.

Gran Bretaña está trabajando mano a mano con nuestros socios en todo el mundo. Y después de esta operación, haremos todo lo posible, junto con nuestros amigos de la región, para asegurar una solución duradera a este trágico conflicto.

Y, por supuesto, la situación en Sudán no nos distrae de nuestro trabajo para apoyar la lucha de Ucrania contra la agresión rusa, y sé que mis colegas del G7 y otros colegas de todo el mundo estarán de acuerdo con nuestro enfoque en eso.

Incluso cuando las emergencias del día aparentemente lo consumen todo, es vital nunca perder de vista las preguntas más importantes a largo plazo. Así que esta noche propongo centrarme en un tema que definirá nuestra época, y es la política de China y el Reino Unido hacia ella.

A menudo me piden que exprese esa política en una sola frase, o que resuma a China en una sola palabra, ya sea ‘amenaza’, ‘socio’ o ‘adversario’. Y quiero comenzar explicando por qué eso es imposible, poco práctico y, lo que es más importante, imprudente.

China es uno de los pocos países que puede remontar su existencia a más de 2 milenios, hasta el 221 a. C., cuando fue unida por la dinastía Qin.

Una y otra vez a lo largo de los siglos, la guerra civil o las invasiones extranjeras dividieron a China en reinos rivales, pero después de cada período de agitación, China siempre ha resurgido. La primera línea de la epopeya china ‘Romance de los Tres Reinos’ describe este ciclo:

Los imperios crecen y decaen; los estados se separan y se fusionan.

Y mucho antes de que se fusionaran en una entidad política, el pueblo chino creó su idioma y su civilización. Sus caracteres escritos aparecieron en la dinastía Shang en el segundo milenio antes de Cristo.

Sus inventos – el papel, la imprenta, la pólvora, la brújula – estas cosas transformaron la fortuna de toda la humanidad….

…Estas innovaciones son la clave para comprender por qué la economía de China estuvo entre las más grandes del mundo durante 20 de los últimos 22 siglos, y por qué China, en 1820, representaba un tercio del PIB mundial, más que Estados Unidos, el Reino Unido y Europa juntos....

Entonces sobrevinieron las calamidades, una tras otra; algunos provocados por agresiones extranjeras; otros provenientes de la propia China. La más mortífera de las cuales fue la hambruna de Mao, que se cobró decenas de millones de vidas, más que cualquier otra hambruna en la historia de la humanidad.

Sin embargo, los últimos 45 años han visto otro cambio asombroso. Al liberar el genio emprendedor de su gente, China ha logrado la mayor y más rápida expansión económica que el mundo jamás haya conocido. No menos de 800 millones de personas han salido de la pobreza, en una nación que abarca una quinta parte de toda la humanidad, y una vasta área casi tan grande como la Europa continental desde el Atlántico hasta los Urales.

Así que perdónenme cuando digo que ningún eslogan contundente o adjetivo plausible puede hacer justicia a un país así oa cualquier enfoque sensato hacia él. Si está buscando la política exterior británica por fragmentos, me temo que se sentirá decepcionado.

Mi punto de partida es un reconocimiento de la profundidad y complejidad de la historia y la civilización chinas y, por tanto, por extensión, de nuestra propia política.

Y apoyo esa política en una serie de premisas, la primera de las cuales es que, independientemente de nuestras diferencias con los líderes de China, me regocijo por el hecho de que tantos chinos hayan escapado de la pobreza. No vivimos en un mundo miserable de suma cero: su ganancia es nuestra ganancia. Una China estable, próspera y pacífica es buena para Gran Bretaña y buena para el mundo.

De cara al futuro, rechazo cualquier noción de inevitabilidad. Nadie predijo el rápido ascenso de China de la hambruna masiva a la relativa prosperidad, y hoy nadie puede estar seguro de que el gigante económico de China continuará indefinidamente.

El año pasado, por primera vez desde la muerte de Mao en 1976, la economía de China no creció más rápido que la economía mundial, lo que significa que la participación de China en el PIB mundial se mantuvo constante en 2022. E incluso si China se convierte en la economía más grande del mundo en la próxima década, puede que no mantenga ese lugar por mucho tiempo, ya que una población en declive y que envejece pesa cada vez más sobre el crecimiento futuro.

Tampoco veo nada inevitable en el conflicto entre China y Estados Unidos y Occidente en general. No estamos obligados a ser prisioneros de lo que Graham Allison llamó la ‘trampa de Tucídides’, en la que una potencia en ascenso sigue la trayectoria de la antigua Atenas y choca de frente con una superpotencia establecida.

Tenemos agencia; tenemos opciones; y también nuestros homólogos chinos.

Nuestra tarea es dar forma al curso de los acontecimientos futuros, no sucumbir al fatalismo. Y debemos enfrentar la realidad ineludible de que ningún problema global significativo, desde el cambio climático hasta la prevención de pandemias, desde la inestabilidad económica hasta la proliferación nuclear, puede resolverse sin China.

Renunciar al diálogo con China sería renunciar a abordar los mayores problemas de la humanidad. Peor aún, estaríamos ignorando hechos sobresalientes, vitales para nuestra seguridad y nuestra prosperidad.

Mientras hablo, el mayor depósito de datos de salud del mundo está en China. La mayor fuente de ingredientes activos para los productos farmacéuticos del mundo se encuentra en China. Y la mayor fuente de emisiones de carbono también se encuentra en China. De hecho, China ha emitido más carbono a la atmósfera en los últimos 10 años que este país desde los albores de la revolución industrial en el siglo XVIII.

La forma en que China regula sus datos, cómo China desarrolla sus productos farmacéuticos, cómo China lleva a cabo la investigación médica, tendrá una importancia fundamental para toda la humanidad. 

Y si China reduce o no sus emisiones de carbono, probablemente marcará la diferencia entre que nuestro planeta evite los peores estragos del cambio climático o sufra una catástrofe.

Ya hemos aprendido a nuestra costa cómo el manejo de una pandemia por parte de China puede afectar al mundo entero. Así que no lo duden: las decisiones que se tomen en Beijing van a afectar nuestras vidas.

¿No nos debemos a nosotros mismos esforzarnos por influir en esas decisiones en nuestro propio interés? Sería claro y fácil, y tal vez incluso satisfactorio, para mí declarar una especie de nueva Guerra Fría y decir que nuestro objetivo es aislar a China. Sería claro, sería fácil, sería satisfactorio y estaría mal, porque sería una traición a nuestro interés nacional y una mala interpretación deliberada del mundo moderno.

De hecho, este gobierno promoverá los intereses británicos directamente con China, junto con nuestros aliados, mientras defiende firmemente nuestra seguridad nacional y nuestros valores. Y podemos esperar profundos desacuerdos; tratar con China, les puedo asegurar, no es para los pusilánimes; representan una tradición autoritaria despiadada totalmente en desacuerdo con la nuestra.

Pero tenemos la obligación de comprometernos con las generaciones futuras porque, de lo contrario, estaríamos fallando en nuestro deber de sostener y dar forma al orden internacional. Eludir ese desafío sería un signo no de fuerza sino de debilidad.

Vladimir Putin nunca tuvo la intención de demostrar el poder de un Occidente unido cuando lanzó su embestida contra Ucrania. Pero nuestra respuesta muestra que cuando Gran Bretaña, Estados Unidos, Europa y nuestros otros socios en todo el mundo se mantienen unidos, estamos a la altura de cualquier cosa.

Deberíamos tener toda la confianza en nuestra capacidad colectiva para comprometernos de manera sólida y también constructiva con China, no como un fin en sí mismo, sino para gestionar los riesgos y producir resultados. Y hemos logrado resultados.

Deja que te dé algunos ejemplos. En una investigación de 2017, la investigación británica convenció al ministerio de agricultura chino para que actuara contra el peligro de la resistencia a los antibióticos al restringir la colistina, un antibiótico que se usa en la alimentación animal. Las ventas cayeron un 90 %, haciendo que todos en el mundo estén más seguros.

El año pasado, nuestros diplomáticos en China ayudaron a persuadir a las autoridades para que modificaran un proyecto de ley de adquisiciones, lo que mejoró las posibilidades de que las empresas del Reino Unido presenten ofertas para contratos de empresas estatales. Este año, obtuvieron licencias por valor de 600 millones de libras esterlinas para que las instituciones del Reino Unido lanzaran empresas de gestión de fondos en China.

La posición de Gran Bretaña como miembro fundador del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura también nos ha permitido influir en el enfoque de China hacia esta nueva institución, evitando que se convierta en una extensión politizada de la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China es el mayor accionista de este Banco, el Banco tiene su sede en Beijing y, sin embargo, una semana después de la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, congeló todos los proyectos en Rusia.

Pero aunque el compromiso puede tener éxito, la verdad es que un país como el nuestro, dedicado a la libertad y la democracia, siempre estará dividido entre nuestro interés nacional en tratar con China y nuestro aborrecimiento por los abusos de Beijing. Cuando vemos cómo los estados autoritarios tratan a su propia gente, nos preguntamos qué nos harían si tuvieran la oportunidad. Y la historia nos enseña que la represión en casa a menudo se traduce en agresión en el exterior.

Entonces, nuestra política debe combinar 2 corrientes: debemos comprometernos con China cuando sea necesario y ser inquebrantablemente realistas sobre su autoritarismo.

Y eso significa nunca vacilar de un principio claro. No esperamos que nuestros desacuerdos con China se resuelvan rápidamente, pero esperamos que China respete las leyes y obligaciones que ha contraído libremente.

Por lo tanto, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, China ha asumido la responsabilidad especial de defender la Carta de las Naciones Unidas. Como parte de la Declaración Conjunta, China acordó preservar la libertad de Hong Kong. Como signataria de la Declaración Universal de Derechos Humanos, de la Convención contra la Tortura y de muchos otros instrumentos del derecho internacional, China ha aceptado una serie de obligaciones.

Y si China las viola, tenemos derecho a decirlo, y tenemos derecho a actuar, y lo haremos, como lo hicimos cuando China desmanteló las libertades de Hong Kong, violando su propia promesa, razón por la cual entregamos casi 3 millones de El pueblo de Hong Kong un camino hacia la ciudadanía británica.

La coexistencia pacífica debe comenzar con el respeto de las leyes e instituciones fundamentales, incluida la Carta de las Naciones Unidas, que protege a todos los países contra invasiones. Y eso significa todos los países: un diplomático chino en París no puede, no debe y no decidirá el estatus legal de los países soberanos.

Al atacar a Ucrania, Rusia ha proporcionado una lección práctica sobre cómo no debe comportarse un estado miembro de la ONU. Y Putin también ha pisoteado los propios principios declarados de China de no interferencia y respeto por la soberanía.

Una nación poderosa y responsable no puede simplemente abstenerse cuando esto sucede, o acercarse al agresor, o ayudar e instigar esa agresión. Un país que quiere un lugar respetado en la cúspide del orden mundial debe defender sus propios principios y mantener sus obligaciones solemnes, obligaciones de defender las leyes en la base misma de ese orden.

Esta responsabilidad va de la mano con el derecho de China a desempeñar un papel global acorde con su tamaño y su historia. Y los derechos de una nación soberana como Ucrania no pueden erradicarse simplemente porque el erradicador disfruta de una ‘asociación estratégica’ con China.

Entonces, la política británica hacia China tiene 3 pilares.

Primero, fortaleceremos nuestras protecciones de seguridad nacional dondequiera que las acciones de Beijing representen una amenaza para nuestra gente o nuestra prosperidad.

No vamos a guardar silencio sobre la injerencia en nuestro sistema político, ni el robo de tecnología, ni el sabotaje industrial. Haremos más para salvaguardar la libertad académica y la investigación.

Y cuando haya tensiones con otros objetivos, siempre pondremos primero nuestra seguridad nacional. Por lo tanto, estamos construyendo nuestra red 5G de la manera más segura, no de la manera más rápida o económica.

Los líderes de China definen sus intereses fundamentales, y es natural que lo hagan. Pero también tenemos intereses centrales, y uno de ellos es promover el tipo de mundo en el que queremos vivir, donde las personas en todas partes tengan el derecho humano universal a ser tratadas con dignidad, libres de tortura, libres de esclavitud, libres de arbitrariedades. detención.

Y no hay nada exclusivamente ‘occidental’ en estos valores: la tortura duele tanto a quienquiera que se la inflija.

Entonces, cuando Gran Bretaña condena el encarcelamiento masivo del pueblo uigur en Xinjiang, espero que nuestros homólogos chinos no crean en su propia retórica de que simplemente buscamos interferir en sus asuntos internos. Así como deberíamos esforzarnos más por entender a China, espero que los funcionarios chinos entiendan que cuando su gobierno construye una versión del siglo XXI del archipiélago gulag, encerrando a más de un millón de personas en el punto álgido de esta campaña, a menudo por no hacer nada más que observando su religión, esto remueve algo muy profundo dentro de nosotros.

Cuando las Naciones Unidas encuentran que la represión de China en Xinjiang puede, y cito, “constituir crímenes internacionales, en particular crímenes contra la humanidad”, nuestra repulsión es sincera y compartida por unanimidad en todo nuestro país y más allá. No vamos a dejar que lo que sucedió en Xinjiang se desvanezca o se deje de lado. No podemos ignorar esto simplemente porque esto está sucediendo al otro lado de una frontera, o que plantearlo podría considerarse poco armonioso o descortés.

En segundo lugar, el Reino Unido profundizará nuestra cooperación y fortalecerá nuestra alineación con nuestros amigos y socios en el Indo-Pacífico y en todo el mundo.

Nuestro objetivo será reforzar la seguridad colectiva, profundizar los vínculos comerciales, defender el derecho internacional y equilibrar y competir donde sea necesario. Así que estoy encantado de que Gran Bretaña pronto sea el miembro número 12 de la Asociación Transpacífica , reforzando nuestros lazos comerciales con economías de rápido crecimiento.

Ya somos el único país europeo en ser Socio de Diálogo de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático. Estamos profundizando nuestra asociación a largo plazo con la India. Y estamos desarrollando la próxima generación de nuestro avión junto con Japón. Y nos hemos unido a los Estados Unidos para ayudar a Australia a construir submarinos de propulsión nuclear con armas convencionales bajo la asociación AUKUS.

Junto con nuestros amigos, el Reino Unido luchará por la apertura y la transparencia en el Indo-Pacífico. En este momento, China está llevando a cabo la mayor acumulación militar en la historia de tiempos de paz. En un período de solo 4 años, entre 2014 y 2018, China lanzó nuevos buques de guerra que excedieron el tonelaje combinado de toda la flota activa de la Royal Navy.

Y como vemos que esto sucede; Mientras observamos la aparición de nuevas bases en el Mar de China Meridional y más allá, nos vemos obligados a preguntarnos: ¿para qué sirve todo esto? ¿Por qué China está haciendo esta colosal inversión militar?

Y si nos queda sacar nuestras propias conclusiones, la prudencia dicta que debemos asumir lo peor. Y sin embargo, por supuesto, podemos estar equivocados: es posible que seamos demasiado cautelosos y demasiado pesimistas.

El Reino Unido y nuestros aliados están preparados para ser abiertos sobre nuestra presencia en el Indo-Pacífico. E insto a China a que sea igualmente abierta sobre la doctrina y la intención detrás de su expansión militar, porque la transparencia seguramente beneficia a todos y el secreto solo puede aumentar el riesgo de un trágico error de cálculo.

Lo que me lleva a Taiwán. La posición de larga data de Gran Bretaña es que queremos ver una solución pacífica de las diferencias a través del Estrecho. Porque aproximadamente la mitad de los portacontenedores del mundo pasan por estas aguas vitales cada año, cargados de mercancías con destino a Europa y los rincones más lejanos del mundo. Taiwán es una democracia próspera y un eslabón crucial en las cadenas de suministro mundiales, en particular para los semiconductores avanzados.

Una guerra a través del Estrecho no solo sería una tragedia humana, sino que destruiría el comercio mundial por valor de 2,6 billones de dólares, según Nikkei Asia. Ningún país podría protegerse de las repercusiones. La distancia no ofrecería protección contra este golpe catastrófico a la economía global, y menos a China sobre todo. Me estremezco al contemplar la ruina humana y financiera que seguiría. Por lo tanto, es esencial que ninguna de las partes tome medidas unilaterales para cambiar el statu quo.

Y el tercer pilar de nuestra política es comprometernos directamente con China, de manera bilateral y multilateral, para preservar y crear relaciones abiertas, constructivas y estables, que reflejen la importancia global de China.

Creemos en una relación comercial y de inversión positiva, al mismo tiempo que evitamos las dependencias en las cadenas de suministro críticas. Queremos que las empresas británicas hagan negocios con China, al igual que lo hacen actualmente las empresas estadounidenses, de la ASEAN, australianas y de la UE, y apoyaremos sus esfuerzos para que los términos funcionen para ambas partes, presionando por un campo de juego equitativo y una competencia más justa.

Tenemos interés en seguir beneficiándonos de la inversión china, pero no queremos que el largo brazo del Partido Comunista Chino alcance el sistema nervioso central de nuestro país. Y en el pasado, no siempre hemos logrado el equilibrio perfecto entre apertura y seguridad. Ahora estamos obteniendo los poderes legales adecuados para salvaguardar lo que debemos y estar abiertos donde podamos.

Sobre todo, debemos estar debidamente capacitados para el desafío, por lo que estamos duplicando nuestra financiación para las capacidades de China en todo el gobierno; hemos asignado los recursos para construir una nueva embajada británica en Beijing, estoy decidido a llegar a un acuerdo con el gobierno de China para que esto pueda continuar.

Por lo tanto, nuestro enfoque hacia China debe combinar todas estas corrientes, protegiendo nuestra seguridad nacional, alineándonos con nuestros amigos, comprometiéndonos y comerciando con China donde convergen nuestros intereses, evitando la política por frases cortas y siempre defendiendo los valores universales que Gran Bretaña aprecia.

Creo fervientemente que no hay inevitabilidades: el futuro es nuestro para darle forma, con el humilde conocimiento de que la forma en que respondamos a este desafío ahora ayudará a definir el mundo moderno.

Gracias.

Publicado el 25 de abril de 2023

Sitio Oficial del Gobierno del Reino Unido de la Gran Bretaña

https://www.gov.uk/government/speeches/our-position-on-china-speech-by-the-foreign-secretary

SECRETARIO DE RELACIONES EXTERIORES DEL REINO UNIDO, JAMES CLEVERLY

CHINA ANALIZA EL DISCURSO DEL SECRETARIO DE EXTERIORES INGLÉS

GLOBAL TIMES. Diario del PCCh analiza el discurso del Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, en un artículo de la redacción del 26 de abril. Una cautelosa bienvenida                                    

OPINIÓN  /  REDACCIÓN

Will London truly return to rationality toward China?: Global Times Editorial

https://www.globaltimes.cn/page/202304/1289808.shtml

¿Realmente Londres volverá a la racionalidad hacia China?: Global Times Editorial

Por Global Times Publicado: 26 de abril de 2023 

El secretario de Relaciones Exteriores británico, James Cleverly, dará un discurso político el martes, hora local, en el que planteará, especialmente a los halcones de China en el Partido Conservador, que el Reino Unido debe comprometerse con China en lugar de aislarla en una «nueva guerra fría». y pide relaciones «robustas y constructivas» con China. 

De acuerdo con las palabras compartidas por el departamento de Cleverly antes del discurso, diría en el discurso que «sería claro y fácil, tal vez incluso satisfactorio, para mí declarar una nueva Guerra Fría y decir que nuestro objetivo es aislar a China… Claro , fácil, satisfactorio e incorrecto. Porque sería una traición a nuestro interés nacional y una incomprensión deliberada del mundo moderno».

Hasta cierto punto, esto debe considerarse como una corrección de la línea agresiva del Reino Unido con respecto a China en el pasado y un intento de volver a la tradición diplomática británica equilibrada. Se dice que Cleverly también formularía una versión británica del enfoque triple para las relaciones con China: limitar la participación china en sectores considerados críticos para la seguridad nacional; fortalecer los lazos con los aliados del Indo-Pacífico; y comprometerse con China directamente para promover relaciones estables. Algunos analistas creen que en el ambiente de fuerte hostilidad hacia China en los círculos políticos británicos, los dos primeros están más fuera de la «corrección política» para evitar los ataques de los opositores políticos. Y el tercer punto, es decir, fortalecer el compromiso con China, es lo que más quiere expresar Cleverly.

Aunque la actitud de Londres hacia China está lejos de cambiar, ya que el discurso de Cleverly todavía contiene clichés llenos de mentalidad de la Guerra Fría, sin darse cuenta también señaló la realidad política distorsionada y extremadamente insalubre en el Reino Unido. Algunos británicos están satisfechos con una «nueva guerra fría», mientras que se critica la cooperación con China. Es esta contracorriente la que ha llevado por mal camino las relaciones entre China y el Reino Unido en los últimos años, a esta situación actual. El Reino Unido ha visto primeros ministros rotativos en los últimos años, y han ido endureciendo sus actitudes hacia China, causando graves daños a las relaciones bilaterales.

Después de que el gobierno de Sunak llegó al poder, aparentemente tiene la intención de poner un pie en el freno, y esta voluntad también se reflejó en el discurso de Cleverly. La revisión integrada actualizada de la política exterior y de defensa de Sunak dice que China «plantea un desafío que define una época» en lugar de ser una «amenaza» posicionada por su predecesora Liz Truss, que es una devolución de llamada racional moderada, aunque limitada.

Hablando con franqueza, el Reino Unido posterior al Brexit ha ido demasiado lejos al seguir a los EE. UU. para coordinarse con la estrategia global de este último, haciendo que la gente casi olvide que el Reino Unido es un país con soberanía independiente e intereses nacionales. Esto no le ha traído la influencia y estatus de gran potencia que esperaba, sino el continuo consumo y merma de su competitividad. Un ejemplo típico es que, según una investigación realizada por la ciudad de Londres, Londres perdió su liderazgo exclusivo como el principal centro financiero del mundo por primera vez y empató en el primer lugar con Nueva York. Montándose en los faldones de Estados Unidos, lo que el Reino Unido ha perdido es un mundo más amplio. Cada vez más británicos con amplitud de miras se han dado cuenta de esto.

En términos relativos, los países continentales europeos no están tan profundamente involucrados en la estrategia geopolítica de Washington como el Reino Unido, y se han adaptado antes que el Reino Unido. Desde principios de este año, los intercambios de alto nivel entre China y Europa en varios campos se han reanudado rápidamente, pero el Reino Unido está ausente de estas interacciones. Esto es de alguna manera un estímulo para el Reino Unido, que le ha hecho esperar restaurar los intercambios de alto nivel con China lo antes posible. Inteligentemente reveló que espera visitar China este año. Los países continentales europeos están pensando y explorando cómo mantener un cierto grado de independencia y equilibrio entre China y EE. UU., y se cree que esto también ha tenido un impacto positivo en el Reino Unido. 

Cabe decir que las opiniones de Cleverly sobre China no son realmente «amistosas con China», en el mejor de los casos, solo se puede decir que han vuelto a una vía diplomática relativamente normal. En tiempos de paz, ¿qué país no necesita relaciones «constructivas»? ¿A quién le gustarían formas de comunicación agresivas y acosadoras? Sin embargo, esa lógica normal debe expresarse cuidadosamente en público en el Reino Unido, y quienes dicen esto deben soportar la enorme presión de los miembros del parlamento anti-China. Esto destaca una vez más la duplicidad y la confusión de la política china del Reino Unido, que obviamente no es propicia para el desarrollo de las relaciones entre China y el Reino Unido. 

Este incómodo período de ajustes entre China y el Reino Unido, así como entre China y Europa, aparentemente continuará durante algún tiempo. Damos la bienvenida a los comentarios positivos de Cleverly, al menos se puede ver una pequeña posibilidad de un cambio en las relaciones entre China y el Reino Unido, pero seguimos siendo cautelosos acerca de cuánto se implementará en la política de China del Reino Unido. Aquí, queremos recordarle a Cleverly y a otros políticos europeos un peligro oculto, es decir, deben adherirse estrictamente al principio de una sola China y nunca interferir en la cuestión de Taiwán, que es puramente un asunto interno de China. Esta importancia no puede ser exagerada.