En medio del espanto mundial por el genocidio judeo sionista del pueblo palestino en Gaza y Cisjordania y del indiscriminado bombardeo al Líbano, en paralelo al macabro propósito de limpieza étnica, que señala a Israel como uno de los más criminales estados terroristas de la historia de la humanidad y a pocas horas del brutal asesinato del líder de Hizbulá (adaptación fonética al español del árabe حزب الله, ḥizbu-‘llāh, «Partido de Dios», Hasán Nasralá, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna del Club de La Pluma, advierte que estamos en EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE y al borde del precipicio nuclear, debido a la caótica fiebre belicista de la mediocre dirigencia de EEUU, claramente de segundo orden y en total confusionismo, sin conducción estratégica, con sus súbditos europeos pusilánimes y suicidas y con vasallos descontrolados y peligrosos como Netanyahu y Zelensky.

Y mientras nos alerta que estamos en una crisis mucho más grave que la de los misiles de los 60s entre EEUU y la exURSS, explica que este atentado terrorista es parte de la política de exterminio de Israel contra los dirigentes de Irán y que translucen -entre otras importantes razones- el resentimiento judío contra líderes que derrotaron al Isis y Al Qaeda en Irak y en Siria, como el General irani Qasem Soleimani. Unas organizaciones que “casualmente” jamás atentaron contra el estado hebreo y muy señaladas por contar con él más que supuesto apoyo logístico y militar de la CIA y la OTAN.

También aborda el hipócrita discurso de Netanyahu en la ONU, en plena matanza de civiles por parte de los suyos, y de cómo dejó al desnudo el histórico plan del «GRAN ISRAEL» de principios del siglo XX, que consiste en anexionar por la fuerza a extensos territorios de sus países vecinos, lo que deja claro el verdadero objetivo sionista de estas terribles agresiones, que nada tienen que ver con su hiper declamado “derecho a la defensa”.

Además, aborda la irresponsable decisión del Parlamento Europeo de reclamar que se autorice a Ucrania a utilizar misiles occidentales de largo alcance contra territorio ruso, en tanto que circulan amenazas de voceros anglosajones sobre posibles ataques de sus misiles al complejo nuclear ruso de Kursk, luego del fracaso de la ofensiva sorpresa de Zelensky y a pesar de que el Presidente Putin ya avisó que una acción de ese tipo sería tomado como una declaración de guerra de parte de la OTAN.

Mientras que nos informa que Washington ha solicitado a técnicos expertos independientes, un informe sobre el impacto de estos posibles ataques nucleares sobre el complejo alimentario global, siendo Ucrania y Rusia dos de los mayores proveedores de cereales al sistema alimentario mundial, lo que termina por demostrar que realmente estamos en  EN EL AÑO EN QUE VIVIMOS PELIGROSAMENTE.

Eduardo Bonugli (Madrid, (29/09/24)

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