DERROTA A LA VISTA EN UCRANIA
Así es cómo titula el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, su columna del Club de La Pluma, alejándose por un momento del conflicto en Medio Oriente y de la tragedia argentina de Milei y reflotando la guerra de Ucrania, ocultada deliberadamente por el poder mediático ante la evidente derrota de la OTAN, quién la inició en el 2014 con el sangriento golpe de estado pro occidental del “Euro Maidán” y el derrocamiento del presidente legítimo Víktor Yanukóvich, que le siguieron diez años de criminales bombardeos a la región del Dombás, con más de 14.000 asesinatos de civiles de habla rusa por parte del nuevo ejecutivo de Kiev conformado por las brigadas fascistas del histórico nazi Stépan Bandera y con el apoyo total de EEUU y la UE, lo que derivó en el arribo al poder de Zelenzky y en la explosión de esta Guerra Proxy provocada por la estrategia de Washington de acoso, desestabilización y partición de Rusia, planificada desde 1991 cuando la desaparición de la URSS.
AUDIO:
A lo largo del audio se plasman datos concluyentes y escalofriantes del desastroso estado fallido que es hoy Ucrania, de su geografía reducida en un 33%, de su población diezmada en casi un 40 %, de las terribles cifras de desplazados, de los alistamientos forzosos que van de adolescentes hasta casi ancianos. De tener el mayor ejército de Europa a ser hoy apenas pasto de una innecesaria “picadora de carne”. Sin fuerza aérea, sin armada, sin defensas, sin armamentos ni municiones, con unas tropas con el altísimo promedio de edad de 43 años, con aproximadamente trescientos mil muertos y más de un millón y medio de heridos. Siendo un estado quebrado y sin recursos, asfixiado por una corrupción masiva y descontrolada, malviviendo de la ayuda menguante de Occidente, sin energía ni red eléctrica, con la industria inexistente y con sus redes de comunicación, vial o férrea destruidas. Sin salud ni educación pública y con los servicios sanitarios básicos en ruinas. Y ante un pueblo desesperado que se está enterado de que la victoria es imposible. Todo ello por sucumbir a las presiones de EEUU e Inglaterra y rechazar aquel plan de paz cerrado y casi firmado en Ankara, en marzo de 2022, que le hubiese permitido parar en seco la guerra, retener la mayoría del territorio hoy definitivamente perdido, de conservar el país en pié y de preservar las cientos de miles de vidas de sus mejores jóvenes.
También nos habla del bochornoso fracaso de la fanfarroneada “Contraofensiva del 2023” que apenas logró avanzar 11 kilómetros. De la actual cadena imparable de derrotas en el frente. De las maniobras de Zelensky para mantenerse en el poder suspendiendo las elecciones generales. Y de su intención en utilizar el terrorismo como último recurso para mantenerse en el poder y atrasar así una derrota que lo llevaría a huir o a responder ante la justicia. Mientras que “informes amigos y enemigos” coinciden que en el mes de mayo, el mando ruso podría lanzar una ofensiva total en puntos claves del frente -en este caso efectiva y realista- que sería el preludio del final de esta trágica aventura de la OTAN, de EEUU, de la UE y de los extremistas de Zelensky. Quienes algún día, deberían responder ante la historia por esta barbaridad.
Eduardo Bonugli (Madrid, 21/04/24)
«¿Responder ante la historia?» No, es ante la justicia ante quien tienen que responder, y espero que se haga justicia y estos señores terminen colgados del cuello