Sergio Pintado de Sputnik entrevista a Daniel Blinder y a Carlos Pereyra Mele
Las dificultades de Argentina y Brasil para cerrar la venta de 156 vehículos blindados brasileños ponen piedras en el camino de una asociación estratégica que, para expertos consultados por Sputnik, puede ser crucial para la región y un «proyecto geopolítico continentalista».
A pesar de la incertidumbre que parece rodear a la compra a Brasil de 156 vehículos blindados Guaraní para el Ejército Argentino, fortalecer la cooperación militar con el gigante sudamericano podría ser muy beneficioso para Argentina, según coinciden dos analistas en materia de defensa consultados por Sputnik.
La compra de los blindados de combate de seis ruedas Guaraní, fabricados por la compañía Iveco en Brasil, había sido acordada en enero de 2023 cuando los presidentes Alberto Fernández y Luiz Inácio Lula da Silva se reunieron en Buenos Aires. El acuerdo preveía la compra de 156 unidades divididas en 120 vehículos de Transporte Personal con torre ametralladora, 27 de Combate de Infantería con torre cañón y nueve vehículos de Puesto Comando.
Sin embargo, la operación pareció complicarse a finales de julio, cuando medios brasileños indicaron que el Ministerio de Economía brasileño habría intercedido para, al menos, demorar la venta. Un artículo del diario paulista Estadao afirma que fue el propio ministro, Fernando Haddad, quien convenció a Lula de los riesgos de que Argentina no pudiera pagar la millonaria operación, que alcanzaría un costo de 10 millones de reales (unos 2 millones de dólares) por cada vehículo.
A pesar de que la cancelación de la operación no fue confirmada ni desmentida por medios oficiales, el trascendido despertó preocupación en Argentina por la posibilidad de que las dificultades financieras que atraviesa el país dificulten una asociación con Brasil en materia de Defensa que pudiera resultar favorecedora.
«Argentina y Brasil deberían profundizar y tener mayores iniciativas para ser socios estratégicos en materia de Defensa, algo que ha ido variando con el tiempo y según las sintonías de los diferentes gobiernos», dijo a Sputnik el politólogo y analista en materia de Defensa Daniel Blinder.
El experto recordó que Lula ya había propiciado un acercamiento en materia de Defensa durante sus primeros Gobiernos (2003-2010), cuando coincidió con su par argentino Néstor Kirchner (2003-2007).
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Blinder también destacó que si bien Brasil puede no tener el mismo peso en el mercado armamentístico, lo que sí tiene en otras áreas, el país ha tenido «un interesante desarrollo en las últimas décadas» que lo ha llevado, por ejemplo, a convertirse en uno de los fabricantes de piezas de armamento de primera calidad mundial como los aviones de combate F-39 Gripen.
Carlos Pereyra Mele, analista geopolítico y director de Dossier Geopolítico, dijo a Sputnik que la colaboración militar entre Argentina y Brasil «es muy importante desde el punto de vista de un proyecto geopolítico continentalista» que permita que Sudamérica «se transforme en un nuevo esquema continental» en un mundo en el que son los conglomerados continentales los que hacen valer su peso.
Pereyra Mele remarcó que para Argentina «sería mucho más útil» tener como proveedor de insumos militares a «países vecinos y con intereses geopolíticos bastante similares», como el caso de Brasil.
El analista contextualizó el interés argentino por hacerse de los blindados Guaraní en un proceso de «reequipamiento y reestructuración de su industria militar» después de un desmantelamiento durante la década de 1990, marcada por las privatizaciones y una menor importancia de los temas militares, en una sociedad argentina todavía marcada por la Guerra de Malvinas de 1982. Para Pereyra Mele, es necesario que Argentina recupere el potencial de sus Fuerzas Armadas porque «es el octavo país del mundo en tamaño y no se puede dar el privilegio de estar desmantelada en el área de Defensa y seguridad».
Aquel conflicto por Malvinas es el que aún sigue generando problemas para el abastecimiento militar argentino, dado que el Reino Unido se arroga el derecho de vetar la venta a Argentina de cualquier equipamiento militar que incluya componentes británicos. Esa particularidad ha complicado, por ejemplo, las posibilidades de Argentina de conseguir nuevos aviones de combate en el mercado.
«Siempre tenemos la espada de Damocles sobre nosotros para impedirnos reequipar nuestras Fuerzas Armadas», lamentó Pereyra Mele, destacando que los blindados Guaraní no solo no tenían componentes británicos sino que incluyen partes fabricadas en Argentina.
Pero a las restricciones que Argentina ya tiene, comienzan a sumarse los problemas financieros del país. Para Blinder, es claro que la situación financiera argentina «afecta profundamente las posibilidades de adquisición de medios o de modernización».
Pereyra Mele remarcó que la crisis argentina «es financiera y no económica» y está relacionada con la millonaria deuda que Argentina contrajo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Por eso, calificó como «terrorismo mediático» la idea de que vender material militar a Argentina sea riesgoso por sus dificultades de pago, ya que el país es capaz de «restablecer fuertemente su producción en diez años«.
Si bien la transacción por los Guaraní parece demorada, los blindados sí participaron del Ejercicio Combinado Arandú, una operación militar conjunta entre los ejércitos de Argentina y Brasil que se realiza anualmente desde 2020. En 2023, el ejercicio incluyó a 300 militares brasileños y 348 argentinos que se desplegaron en la localidad de Montecaseros, en la provincia argentina de Corrientes (noreste).
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