16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

Eje Central:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

Las Guerras por el Agua llegaron

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La columna de Geopolitica del Club de La Pluma, que realiza el director de Dossier Geopolítico, Lic. Carlos Pereyra Mele, comienza esta semana en Bolivia, dando detalles de las investigaciones que confirman la participación de Argentina y Ecuador en el golpe de estado de 2019 contra Evo Morales, junto a Chile y Brasil, además  de la colaboración estratégica de EEUU. Una operación orquestada como un golpe de estado tradicional, con la activa complicidad de la OEA y de su presidente Almagro. 

Y siguiendo por nuestra región, nos describe la evidente renovación generacional de los partidos políticos en Chile, donde los candidatos de la izquierda y derecha tradicionales, que eran favoritos, terminaron derrotados.

Y nos habla de la Cumbre de la CELAC, de las declaraciones de López Obrador, llamando a crear una nueva organización que reemplace a una OEA sin representación. También describe el éxito diplomático de Argentina, al lograr que el presidente Alberto Fernández, sea nombrado presidente para el próximo año y con los sorprendentes votos de Colombia, Chile, Ecuador o Brasil. 

Y ya en terrenos de la Geopolítica, y centrado en el Ciberespacio, se adentra en la operación de la NSO (Israelí) y su software «Pegasus» que ha espiado a fondo a más de 50.000 personalidades de todo tipo en el mundo entero.

Un escándalo que ha golpeado duramente a Israel y ha puesto en foco cómo dos países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes, enfrentados a Israel,  también adquirieron esta herramienta en secreto y de manos de su “enemigo”, lo que demuestra que las Petromonarquías las utilizan para la persecución de sus opositores. Y mientras nos recuerda que el actual aspirante a la corona Saudita, Bin Salman, está acusado del descuartizamiento del periodista opositor, Kasohggui, ironiza sobre la frase en boga: «Pegados al móvil, vulnerables al espionaje». 

Finalmente, sobre el cambio climático, Carlos se centra en el tema del Agua Dulce, que representa solo el 3% del total del agua del planeta, cuyo mayor gasto no es para el consumo sino para el sistema agroalimentario e industrial, y cuya escasez es ya dramática y conflictiva por la desertización, el cambio climático y sus tempestades y sequías.

Y al respecto, nos recuerda que el FMI, en el 2000, anticipó aquello de: «Las guerras del futuro serán por el agua»,  mientras avisa que el histórico y legendario Río Nilo es hoy epicentro de un posible gran conflicto bélico en África.

Y nos da otra lección de geografía, historia y política, sobre este río que desemboca al Mediterráneo en la entrada al Mar Rojo, de la importancia de sus nacientes y afluentes, del acuerdo de 1959 manipulado por Inglaterra, que dejó para Egipto el 75% de su aprovechamiento, de los 11 países miembros de su cuenca que lo utilizan para energía, regadío y navegación, de las represas que se construyen y van estrechando su caudal, y del serio conflicto actual con Etiopía, que ha construido una gigantesca presa hidroeléctrica y ahora tiene que llenarla, con perjuicio para otros estados, que ya les han amenazado con acciones militares. Y por ello nos recuerda que en el mundo existen otros 260 ríos internacionales, lo que supone otros tantos focos potenciales de conflictos. 

Llegado a ese punto, encara la propia realidad Argentina con la imagen dramática de estos días de la bajante del Río Paraná, la más grave de las últimas décadas, siendo la vía de navegación más importante del país y por donde exporta la gran mayoría de sus productos y con los pronósticos que auguran una situación aún más acentuada, que mucho tiene que ver con las nacientes de estos ríos, con la deforestación de Brasil, con la ausencia de lluvias y con las abruptas crecidas a tanto dañan a nuestro litoral. Y también por que Brasil ha desarrollado un extenso sistema de represas que van asfixiando la afluencia de aguas al Paraná

Pereyra Mele termina reflexionando que si estas situaciones, que tanto afectan a  los principales países de América del Sur, no se resuelven y se acuerdan en un marco de buena vecindad, la conflictividad va seguir creciendo y afectará a todo nuestro subcontinente.

Eduardo Bonugli. (Madrid, España)

RIO NILO
Cuenca del Plata
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