Por Miguel Barrios

El triunfo de Macri y Bolsonaro parecían inclinar a la Geopolítica sudamericana hacia la balanza de la Patria Chica es decir hacia el triunfo de Monroe traducida en convertir a América del sur en patrio trasero total de los EEUU.

Una nueva doctrina Monroe con fines de militarizar a Nuestra América bajo el fundamento de que el enemigo es el terrorismo y el crimen organizado se afianzaba día a día.

El «modelo» chileno, peruano y colombiano de «desarrollo» era el ejemplo a seguir y se recrean dos antiguos brazos del monroismo: el Grupo Prosur-para nosotros Pronorte- como apoyo de la OEA -revitalizada con la nueva doctrina Monroe- y el TIAR,que se había hundido para siempre en el Atlántico Sur y aparecía como un fantasma.Todo estaba ordenadito y la política se había reducido a Durán Barba.

Pero la historia no es lineal. Los pueblos como constructores de los movimientos dinámicos de la historia se resisten a cosificarse bajo los planes deshumanizantes del FMI con sus recetas neoliberales representantes siempre de la Patria chica.

Y bajo las fuerzas profundas de la historia y de la Patria Grande renacen de la «nada» aparentemente.Es decir no estamos ni ante el «fin de la historia»,ni ante «el regreso de la historia»,sino que en verdad la historia nunca se fué.

Por lo que vemos ,nada más alejado de comprender la actual situación geopolitica como una lucha de la derecha y la izquierda, éstas son categorías ideológicas neocoloniales,sino de Patria Grande vs Patria chica,es el Ser o No Ser de Nuestra América.

Hemos visto cómo el «modelo» colombiano cruje asesinando líderes campesinos, el «modelo» peruano no deja un presidente en pie,el modelo «ecuatoriano» salta a pedazos, el «modelo» brasileño no tiene rumbo, el » modelo» argentino es el paradigma del fracaso neoliberal y ahora «el modelo de los modelo» Chile, su pueblo se levanta herido por las injusticias, siendo baleados y muertos por los carabineros y el ejército. A tal punto que un sector de la Armada propone un golpe de estado para restablecer el orden.

Mientras tanto, la OEA está muda ante los sucesos criminales en Chile y se muestra preocupada por Bolivia y Venezuela.

Ahora, observamos una acusación tácita en América Latina desde el sector de la Patria Chica desconociendo que las causas no son las fuerzas profundas de los pueblos, sino el movimiento de sabotaje de servicio «cubanos-venezolanos» que quieren «instalar un escenario de guerra civil» de todos contra todos.

Esta acusación irresponsable lo viene haciendo el candidato a vicepresidente de Macri, el senador Pichetto.

Como el 27 habrá un triunfo en primera vuelta de Alberto Fernández- Cristina Fernández alertamos que no se esté preparando este escenario, teniendo que es Picheto el que lleva la voz cantante.

Miguel Ángel Barrios – Argentina

Dr. en Educación; Dr. en Ciencia Política; Director Académico de Dossier Geopolitico

Autor de más de quince obras de reconocida referencia bibliográfica


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