Por Miguel A. Barrios

El 14 de setiembre, luego de los ataques realizados contra la petrolera Aramco en Arabia Saudita como respuesta de los Yemenistas hutíes a las invasiones y bombardeos de la coalición saudita en lo que se denomina «la guerra olvidada» (cómo se la denomina por el ocultamiento de los medios de «información» corporativos y financieros «internacionales») surge la preocupación por su arista más deshumana, me refiero por los precios del petróleo y su aumento en el mercado mundial ,que en última instancia beneficia a la monarquía árabe,debido a que la suba o alza es de casi el 20 %,o sea es el mayor desde 1991 en tan corto tiempo  ( www.hispantv.com  «Arabia Saudita :el gran ganador de los ataques a Aramco«)  -18 de septiembre de 2.019-

La «guerra olvidada» lleva cuatro años -2.015- ha causado la muerte de 91.600 personas por los combates, además de 84.701 niños fallecidos por hambre y 2.556 personas por la peste de cólera, todos generados por 19.278 bombardeos  aéreos, navales y terrestres de los que un 33,86/% ha apuntado a objetivos civiles como granjas, mercados, barcos de pesca; un 31,89% a objetivos desconocidos y solo un 34,25% a blancos militares.

Casi el 15% de la población yemení (alrededor de 4,3 millones de personas) huyó de sus hogares, incluyendo a 3,3 millones de personas desplazadas ,mientras el 70% de la población (20 millones de habitantes) padece de hambruna ( www.islamoriente.com Sdenka Saavedra Alfaro.»El petróleo no vale más  que la sangre del pueblo yemení: la felonía de los medios neoliberales«)

Sin embargo,a pesar de las advertencias de las Naciones Unidas de que está sucediendo una catástrofe humanitaria inédita, los bombardeos de la coalición saudita con apoyo norteamericano e israelí siguieron aumentando. A tal punto que en noviembre de 2018 se registraron la mayor cantidad de muertos por los bombardeos llegando a la friolera cifra de 3.058, según el informe de Acled ( www.islamoriente.com  Nota citada de Sdenka Saavedra Alfaro)

Se calcula que desde 2015 aproximadamente 85 mil niños yemeníes menores de 5 años de edad pudieron haber muerto pero la prensa internacional especializada no menciona este terrible genocidio. Por supuesto que por añadidura al genocidio se cometen las más variadas violaciones del Derecho Internacional con sus consecuentes crímenes de guerra. Pero hasta ahora no escuchamos el mínimo eco de la «celosa» Corte Penal Internacional de Roma.

Las ventas de armas a Arabia Saudita crece en la misma proporción de sus ataques liderados en el ranking de venta por la «portadora de la civilización y de la humanidad» EEUU, por la «portadora de la fraternidad y de los derechos humanos»  Francia y por la «portadora de la libertad» Inglaterra.

Reiteramos, lo único que preocupó a la prensa especializada en política internacional fue el incremento del precio del petróleo, en lugar del deber ético de revelar el verdadero rostro ya no tan oculto, del genocidio de Yemen.

En este verdadero genocidio que cuenta con la complicidad de la hipocresía del «Derecho Internacional» siempre de doble cara para medir, EEUU y Arabia Saudita desvían el foco atacando a Irán como «potencia terrorista».

No resiste el menor análisis este absurdo, de lo que en verdad se trata es de la derrota de EEUU, Arabia e Israel de buscar crear una nueva cartografía geopolítica de reinado en Medio Oriente teniendo al ISIS o DAESH, verdadero engendro terrorista con vínculos con EEUU, para desestabilizar la región. La derrota de estos mercenarios por parte de Siria, y el frente multipolar de Rusia, Irán y China crearon el espacio geopolítico para el nacimiento de un sistema multipolar, desoccidental y global y además, la muerte definitiva del proyecto norteamericano de un sistema unipolar.

Porque aunque Trump habla en las Naciones Unidas que es la hora de los patriotas por encima de los globalistas y que en última instancia la guerra comercial contra China es en verdad contra los globalistas norteamericanos que invierten en China a no confundirse.

Se trata de un mensaje hacia adentro de los EEUU, no es ninguna novedad ya que fue la causa de su razón de estar en la presidencia con el lema «América primero».

Pero en lo que respecta a su política imperial no cambió un ápice, y la amenaza a Venezuela es contra la Patria Grande -a pesar del fracaso Guaido- y la prueba es que a través del Grupo Prosur -en la realidad Grupo PRONORTE- revitalizaron el TIAR, algo irrisorio para nosotros, ya que el TIAR quedó hundido para siempre en el Atlántico Sur, en la Gesta de Malvinas en 1982.

Pero el remate del actual gobierno argentino es escribir la página más negra de nuestra historia diplomática, al apoyar esta vergüenza del TIAR en una verdadera afrenta a nuestros veteranos de guerra de Malvinas y al mismo tiempo a no respetar logros del Derecho Internacional de la Argentina como la Doctrina Calvo y la Doctrina Drago de neutralidad.

Miguel Ángel Barrios-Argentina

Dr en Educación – Dr en Ciencia Política – Dossier Geopolitico

Autor de más de quince obras de política latinoamericana de reconocidas referencias bibliográficas

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