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Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

No había querido emitir opinión sobre la decisión de Brasil y de Lula de vetar el ingreso de Venezuela al BRICS. Me llamó la atención el comunicado de la Cancillería de Venezuela donde exculpa al presidente de Brasil, al canciller e incluso al asesor presidencial Celso Amorim.

Ahora el presidente Maduro ha dado a conocer pormenores del hecho en el que expone que Lula no fue bien informado. Creo que el comunicado de la Cancillería de Venezuela es de altura, expone una posición de Estado, pero con todo respeto no lo comparto.

No sé si la vicepresidenta Delcy Rodríguez lo recuerda pero cuando ella era ministra del despacho y yo director de relaciones internacionales de la presidencia ocurrió un hecho similar bastante dramático. Fue en julio de 2006 cuando se realizó una Cumbre de Mercosur en la que Venezuela se incorporaría a la membresía de esa instancia. Ya los presidentes Néstor Kirchner de Argentina, Lula da Silva de Brasil y Tabaré Vázquez de Uruguay estaban en el país. El Comandante Chávez esperaba que el presidente Nicanor Duarte llegara a Maiquetía para trasladarse al teatro Teresa Carreño donde se verificaría la firma del documento. Ante la premura que emanaba del hecho de que había tres presidentes esperando, el presidente Chávez había ordenado que el mandatario guaraní fuera trasladado a Miraflores en helicóptero tan pronto llegara al aeropuerto a fin de que juntos arribaran al Teresa Carreño.

En ese momento, desde Cancillería nos informaron que un funcionario paraguayo de tercer nivel (algún tiempo después se supo públicamente que trabajaba para una agencia del gobierno de Estados Unidos) se negaba -sin causa conocida- a firmar un documento imprescindible para que finiquitara el proceso. Esta situación amenazaba con hacer fracasar la Cumbre y paralizar el ingreso de Venezuela al organismo subregional.

Para ganar tiempo y posibilitar la solución del inconveniente, el Comandante Chávez cambió su decisión inicial e instruyó que al presidente Duarte lo trasladaran a Miraflores por vía terrestre, lo recibiría y conversaría con él hasta el impasse fuera resuelto. A su vez, la ministra Delcy ordenó que me trasladara al Teresa Carreño, buscara al funcionario paraguayo y resolviera el problema…y el problema se resolvió. Venezuela entró a Mercosur ese día 4 de julio de 2006. Existe la posibilidad de que un funcionario de tercer nivel tomé una decisión de Estado incluso en contra de la opinión de sus jefes, pero una decisión tomada y ejecutada en ese nivel, es débil y se puede revertir si se actúa con celeridad y se toman las medidas adecuadas.

Lo digo porque la diplomacia a veces no transcurre por las vías habituales y es necesario recurrir a mecanismos no tradicionales. Sin dudar en lo más mínimo de la explicación del presidente Maduro y reconociendo que ha manejado esta situación con gran tino en defensa de los intereses estratégicos de Venezuela, me permito discrepar respecto de la responsabilidad de Amorim y de Lula en la decisión que conlleva a esta situación que condujo a que nuestro país no pudiera ingresar a Brics. 

Es posible que el diálogo de Lula con el presidente Putin, lo haya llevado a una reflexión que lo colocara -por un instante- en el escenario de la estrategia para darse cuenta que sus asesores lo condujeron al terreno de la pequeñez coyuntural a fin de servir a los intereses de Europa y Estados Unidos  y que tal deliberación introspectiva le haya dado la pauta del tremendo error cometido, pero a mí me parece que en este caso hay una actuación premeditada sustentada en el marco de definiciones ideológicas que se han venido manifestando desde hace mucho tiempo.

He tratado de dar seguimiento a esas actuaciones. El 5 de abril publiqué un artículo bajo el título “Lula y Petro: Dime con quién andas y te diré quién eres”. En una de sus partes dice: “Lula ha sido, sin duda alguna, un gran luchador social que enfrentó a la dictadura que asoló a su país por más de 20 años, pero no es un revolucionario ni ha confrontado el sistema de dominación de su país; al contrario, es parte de él. Su objetivo es producir reformas que mejoren las condiciones de vida de los brasileños sin tocar los intereses de las grandes empresas extranjeras que permanecen en el país. Como se decía a finales del siglo pasado es un socialdemócrata tradicional al estilo Willy Brandt o Françoise Mitterrand, a quienes adora y admira.

En esa medida, no ha abandonado la idea heredada de sus antecesores de fortalecer al subimperialismo brasileño intentando construir una integración subordinada. Por eso su esfuerzo de aliar Mercosur e incluso América Latina a Europa. Su operador político en estas lides fue y es Celso Amorim, un diplomático de carrera, típico producto de Itamaraty, devenido militante del PT por las circunstancias y los intereses mutuos. Es Amorim quien ha “bombardeado” a Lula -tras recibir instrucciones del Elíseo- acerca de las “carencias democráticas” de Venezuela basadas en la imposibilidad legal y constitucional de la señora Machado de ser candidata en las elecciones.

Hay que decir que es natural que Lula y Amorim actúen así, responde al ADN de la élite brasileña que nunca ha luchado contra nadie. Todo lo han obtenido negociando y cediendo en el marco de una institucionalidad sistémica frente a la cual jamás se han rebelado. Por supuesto que en la historia de Brasil ha habido grandes líderes revolucionarios como Tiradentes, Carlos Marighella y Luis Carlos Prestes entre otros. Lula no es uno de ellos.

La ambigüedad de su discurso (y el de Dilma Rousseff, todavía más acentuado), lo aislaron del pueblo. Ambos abandonaron a los humildes que los llevaron al poder. En este momento recuerdo cuando en 2006 las organizaciones populares y sociales de Brasil le solicitaron al Comandante Chávez que intercediera con Lula a fin de que los escuchara. Con aprobación de éste, Chávez arriesgó su capital político y, aprovechando un viaje a Curitiba se reunió en un teatro lleno con líderes y dirigentes sociales que acudieron de todo el país a plantearle cara a cara tal demanda. Incluso poniendo en riesgo su integridad física porque un pequeño grupito de exaltados quiso acercarse violentamente a él, los escuchó pacientemente, tomó nota y les dijo que entendía sus razones, que iba a hacer lo que le pedían pero que en su parecer, en el momento presente de Brasil, pensaba que se debía apoyar a Lula. No creo que en toda su vida, Chávez haya recibido una rechifla tan grande como la que escuchó con paciencia ese día hasta que una vez calmados los ánimos, les habló largamente a los asistentes de la superior causa de América Latina y el Caribe, cerrando el evento con continuados y efusivos aplausos y vivas.

Años después, cuando le dieron el golpe de Estado, Dilma llamó al pueblo a salir a las calles. Nadie lo hizo. Era normal, no les tomaba el teléfono a los dirigentes sociales, no los recibía, ni los atendía. Su alianza era con los empresarios, uno de ellos, que era su vicepresidente, fue el líder del golpe que la derrocó. El abandono del pueblo se paga caro. Nos daban lecciones, recuerdo la petulancia y soberbia de algunos dirigentes del PT que nos decían lo que debíamos hacer, pero aquí, Chávez resistió el golpe de Estado, porque el pueblo movilizado, lo repuso en el poder.

Ni siquiera se movilizaron a favor de Lula cuando estaba preso. Los grandes eventos que pedían su libertad reunían a 40 mil personas en un país de 215 millones de habitantes. Y es normal que haya sido así. En el momento en que lo estaban llevando a la cárcel, Lula en la versión más acabada de un hombre de las instituciones, dijo: “Confío en el sistema jurídico de Brasil”. No hizo un llamado al pueblo, no, confió en las instituciones.

Tal vez esas sean características positivas: la conciliación, el carácter pusilánime y la debilidad de espíritu, finalmente a ellos, la monarquía les regaló la independencia y la República y es posible que esa historia haya configurado su espíritu conciliador. Pero a Venezuela nadie le regaló nada, nosotros tuvimos que luchar por ellas y a un costo muy alto. Por eso, nosotros en lo nuestro y ellos en lo suyo, pero no es Lula quien nos puede dar lecciones de democracia.

Tampoco de sentimiento y espíritu latinoamericanista puede Lula dar enseñanzas. Dije antes que él piensa en la necesidad de una integración subordinada. No son palabras huecas: ¿Quién impidió que se estableciera una arquitectura financiera en América del Sur? ¿Quién le puso todo tipo de trabas al SUCRE hasta impedir que funcionara? ¿Quién prestó poca atención a la creación de la CELAC hasta que entendieron que la necesitaban como plataforma para lanzarse a la conquista de un puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU? ¿Quién apoyó a UNASUR solo cuando Itamaraty estuvo segura que la podía controlar? ¿Quién huyó de Mar del Plata cuando Chávez, Kirchner, Tabaré Vázquez y hasta el conservador Nicanor Duarte le plantaban cara al jefe del imperio? ¿Quién atrasó todo lo que pudo la construcción de la refinería Abreu e Lima que Chávez impulsó para el bienestar del nordeste olvidado y marginado de Brasil? ¿Quién, ante el golpe de Estado contra el presidente Castillo en Perú, dijo que había sido una transición en términos institucionales?

Yo respeto lo que puede haber hecho Lula en favor de su pueblo. No sé si es todo lo que pudo, pero no puede, ni debe estar dando lecciones de democracia a nadie, por lo menos en Venezuela no lo permitimos. Si la señora Machado le concedió ese derecho, se debe entender con ella y asumir la responsabilidad de aliarse con aquellos que hacen apología del terrorismo y favorecen una intervención militar extranjera en el país. ¿Por qué si Bolsonaro lo hace, está mal, pero si lo hace Machado, es correcto? ¿Por qué uno actuó al margen de la ley y otra lo hizo en favor de la democracia? ¿Por qué Bolsonaro es golpista y Machado no? Aclárelo, señor presidente Lula porque si no el presidente Maduro podría tener derecho a pedir que cese la persecución contra el expresidente Bolsonaro. ¿Qué le parece? Claro, el presidente Maduro jamás hará eso, primero porque no se inmiscuye en los asuntos internos de Brasil y segundo porque jamás apoyará a un terrorista violento y golpista como está haciéndolo Usted en Venezuela.

Estimado compañero Lula, quisiera recordarle que el primer presidente en manifestar la solidaridad con Usted tras su injusta prisión fue Nicolás Maduro y el primer presidente en expresar su rechazo y repudio al golpe de Estado contra Dilma Rousseff fue Nicolás Maduro. No hubo cálculo político al decidir esas acciones. Hoy recogemos el ánimo y la solidaridad del pueblo brasileño que rechaza sus manifestaciones de apoyo al terrorismo en Venezuela. También es bueno recordar que el 25 de julio de 2019, la señora Machado tuiteó contra usted y el peligro que significaba que el Foro de Sao Paulo reclamara su libertad.

Como dicen los jóvenes ahora, “usted está en otra” presidente Lula. Mientras los pueblos africanos se rebelan y rompen con Francia, usted le declara su amor a Macron en el mismo lugar en que las empresas francesas devastan la Amazonía sin contratiempos. Más coherencia presidente, porque eso si es grave”.

El 8 de agosto reiteré tales conceptos  en una entrevista para radio y televisión con el periodista Carlos Arellán de Venezuela News y ante la pregunta específica respecto de que me parecía la actuación de Brasil y de Lula respondí: [versión transcripta]  “Hay que entender a Lula en sus circunstancias, fue un gran dirigente sindical, reconocido por su lucha contra la dictadura del siglo pasado en su país, que estuvo preso varias veces, nunca dejó de luchar contra la dictadura y cuando se implantó la democracia en Brasil en los años 80 del siglo pasado y Lula trata de abrirse un espacio mucho más allá de lo local, encuentra a Fidel Castro, descubre a Fidel Castro y al hacerlo, descubre un modelo de comportamiento que en las condiciones que él estaba le pareció positivo asumiendo posiciones  más radicales que sentaron un punto de vista y un comportamiento del Partido de los Trabajadores y de él en todo ese período de alrededor de 20 años desde aproximadamente los años 84-85 hasta que llega al gobierno en el 2003.

Cuando llega al gobierno y comienza por segunda vez a buscar espacios en el mundo se encuentra que está Fidel Castro todavía y ahora Hugo Chávez y entiende que aliarse con ellos le puede ser favorable para que, la condición que siempre ha tenido Brasil como potencia subregional se proyecte en nuevos espacios. De esta manera, asume posiciones que ya los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez estaban impulsando. Lula se pliega a ellas, las asume pero, sin ser un revolucionario ni un transformador.

Lula va a Mar del Plata, pero se escapa. Se puede buscar la foto de ese día para confirmar que no estaba ahí. Nicanor Duarte, el presidente paraguayo que era de derecha estaba ahí, también Maradona y Kirchner, pero no estaba Lula.

Esa es la personalidad de Lula, pusilánime, dubitativo y que además ahora, en la medida que no está Chávez ni está Fidel, se acerca a otros que le acomoden mejor. Hoy por razones que desconozco le ha acomodado mejor Francia y Macron. Eso ha hecho que hoy Lula se asuma como un exponente de la política europea hacia América Latina, como un vocero de la Unión Europea en América Latina.

En esa medida está actuando respecto de Venezuela y como es un tipo sagaz, en un país que es fronterizo con Brasil ha ido cambiando su discurso y su comportamiento de acuerdo con las circunstancias. Es lo que ha hecho, Lula y Brasil siempre: acomodarse a la situación, nunca asumir una posición en nada. Nunca lo ha hecho, nunca ha asumido una posición de vanguardia en nada, espera ver si Estados Unidos tiene más fuerza para acomodarse. Ahora constata que hay países emergentes muy activos y se mete a BRICS. En algún momento pensó que podía hegemonizar América del Sur, entonces se esforzó en crear Unasur pero no aceptó y saboteó la creación del SUCRE y el Banco del Sur. Eso no surgió porque Lula no quiso que surgiera.

En el caso de CELAC donde tenía que enfrentar la influencia de la otra potencia regional, México, considerando que en América del Sur es evidente su poder, pero en el contexto latinoamericano y caribeño debía confrontar con México ¿Cuándo se transformó América Latina y el Caribe en objeto de su interés? Cuando se dio cuenta que para concretar su ambición de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU necesitaba a los países de la región, entonces comenzó a incrementar su presencia, instaló embajadas en los países del Caribe y fortaleció su presencia en América Central.

No podemos esperar más que eso de Lula porque es una persona acomodaticia, dubitativa, pusilánime, dotado de un gran sentimiento nacionalista, pero más que eso, nada”

El 12 de septiembre, en otro artículo titulado “BRICS. Hacia la Cumbre de Kazán, perspectivas y procesos” expuse que: “La Cumbre de Kazán tendrá que tomar decisiones de cara al futuro. No se debería repetir el chasco que significó que Lula, solo por favorecer a su amigo Alberto Fernández, propusiera e hiciera aprobar el ingreso de Argentina, sabiendo que podría pasar (lo que lamentablemente ocurrió) que la llegada al poder de Javier Milei impidiera la concreción de esa superficial y emocional propuesta.

Aunque la presidencia pro tempore rusa ha dicho que esperaba que representantes de los países latinoamericanos asistieron a la Cumbre del Brics en Kazán, hay que decir que una cosa es asistir a la Cumbre y otra, entrar a la organización. No sabemos si con la frivolidad que lo caracteriza y continuando con su política de favorecer a Estados Unidos y Europa, Lula –que no ha reconocido aún al presidente Maduro- «vete» el ingreso de Venezuela, poniendo a China, a Rusia y a los miembros restantes en una encrucijada que los lleve a tener que decidir entre Brasil y Venezuela. Vale decir que hasta el momento, Brasil es el único país miembro de BRICS que no ha reconocido al presidente Maduro”.

Finalmente, el 25 de septiembre en la segunda parte de un artículo titulado “La izquierda en América Latina. Tendencias y perspectivas” opinaba que: Como siempre, en la victoria las malas costuras quedan ocultas, pero en la derrota todas se ponen a la vista. El reflujo iniciado en 2015 produjo un profundo impacto en la izquierda. Esta vez el esfuerzo mediático imperial sustentado en su poderoso aparato informativo-cultural se transformó en un instrumento principal para acentuar el retroceso, estimulando las percepciones negativas en torno a que en esta ocasión la regresión era definitiva y total. Era, en el fondo, una suerte de “fin de la historia latinoamericana”, la debilidad y la tibieza de algunos emergió, estimulando la derrota por un lado y posiciones acomodaticias e intermedias que postulaban que “si, pero no”, por el otro”. Al finalizar dicho artículo señalaba que Lula era exponente de esta tendencia.

El daño causado por Lula no afecta solo a Venezuela que a pesar de todo recibió el apoyo casi unánime de BRICS (miembros y nuevos ingresos) manifestado en las múltiples reuniones bilaterales del presidente Maduro en Kazán y las posteriores visitas del mismo mandatario a Argelia y de la vicepresidenta Delcy Rodríguez a India y Vietnam.

El daño principal se lo ha asestado al propio Brasil -como lo ha señalado en varios artículos el analista y dirigente político brasileño Valter Pomar- y sobre todo a Brics, sometido a las veleidades de Lula y a las necesidades de Amorim de rendir tributo a sus amos europeos.

Creo que resulta sumamente peligroso para el futuro de Brics que hoy se hable con total naturalidad del “veto de Brasil al ingreso de Venezuela”. Esa institución [la del veto] presente en el Consejo de Seguridad de la ONU es expresión de la dictadura de esa instancia. Si Brics pretende diferenciarse y construir un espacio democrático que tome en cuenta a todos los países y pueblos del mundo, tendrá –de alguna manera- que desprenderse del derecho a veto, causa fundamental de las injusticias, la guerra y la devastación del planeta. 

Más allá de Venezuela que resistirá y vencerá, el reto del Brics es transformarse en la plataforma de construcción de un mundo nuevo. De no eliminarse el derecho a veto, el grupo se paralizará. De cara al futuro, los Brics no puede ni debe permitir el chantaje y la coacción de Brasil. Primero, fue el ingreso de Argentina, ahora el veto a Venezuela ¿hasta cuándo Brasil seguirá imponiendo su irresponsabilidad y su agenda europea al Brics?

www.sergioro07.blogspot.com

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

El presidente ruso, Vladimir Putin, el presidente egipcio, Abdelfattah Sisi, el primer ministro indio, Narendra Modi, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, el presidente chino, Xi Jinping, el presidente de los EAU, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, y el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Mauro Luiz Iker Vieira, celebraron una reunión cumbre de los BRICS en formación reducida.

Por parte rusa, también asistieron a la reunión el ministro de Asuntos Exteriores , Serguéi Lavrov, el viceprimer ministro , Alexéi Overchuk, el jefe adjunto de la Administración Presidencial, el representante especial del presidente para la cooperación financiera y económica con los países BRICS y la cooperación con el Nuevo Banco de Desarrollo , Maxim Oreshkin, el asistente del presidente , Yuri Ushakov, el ministro de Finanzas , Antón Siluánov, y la gobernadora del Banco Central , Elvira Nabiullina.

* * *

Observaciones introductorias y comienzo del discurso del Presidente ruso en la cumbre con un reducido grupo de participantes

Vladimir Putin: ¡Queridos colegas! ¡Queridos Jefes de Estado! ¡Señoras y señores, amigos!

Me complace sinceramente darles la bienvenida a Kazán. Nuestra reunión inaugura la XVI Cumbre de los BRICS, que se celebra por primera vez en formato ampliado. Se trata de un acontecimiento clave de la Presidencia rusa, que se celebra bajo el lema «Fortalecimiento del multilateralismo para un desarrollo y una seguridad mundiales equitativos».

Quisiera subrayar que Rusia ha abordado este año la organización de nuestras actividades conjuntas en el marco de la asociación con gran responsabilidad.

Nos hemos esforzado por fortalecer la autoridad de los BRICS, potenciar su papel en los asuntos mundiales y en el tratamiento de los acuciantes problemas globales y regionales, y hemos hecho todo lo posible por profundizar la cooperación multifacética entre nuestros países en tres áreas principales: política y seguridad, economía y finanzas, y contactos culturales y humanitarios. Y, naturalmente, hemos hecho todo lo posible para garantizar una integración fluida y lo más completa posible de los nuevos países miembros en los trabajos de la asociación.

Ahora, en un pequeño grupo, nos proponemos considerar los aspectos más apremiantes de la agenda global, intercambiar puntos de vista sobre la cooperación de los países BRICS en el ámbito internacional, incluida la resolución de conflictos regionales agudos.

También debatiremos la aplicación de dos importantes decisiones de la anterior cumbre de Johannesburgo. En primer lugar, nos referimos a la profundización de la cooperación financiera en el seno de los BRICS. Otra cuestión igualmente importante es la ulterior expansión de nuestra asociación. Por supuesto, sería un error ignorar el interés sin precedentes de los países del Sur y del Este Global por reforzar los contactos con los BRICS. Más de 30 países ya han expresado este deseo de una forma u otra. Al mismo tiempo, es necesario encontrar un equilibrio y evitar que la eficacia de los BRICS disminuya.

En Johannesburgo, acordamos desarrollar modalidades y categorías de Estados socios de nuestra asociación y crear una lista de países que recibirán dicho estatus. Es importante reflejar la decisión a este respecto en la Declaración final de Kazán.

Si no hay objeciones, distinguidos colegas, al orden del día, declaro abierta la reunión de la cumbre de los BRICS.

Espero con interés un trabajo fructífero y un debate tradicionalmente constructivo e interesado sobre todas las cuestiones de nuestra cooperación.

De acuerdo con el procedimiento establecido, permítanme, como Jefe de Estado que preside la asociación, intervenir en primer lugar, y a continuación podrán hacerlo todos los jefes de las delegaciones.

Les ruego que se atengan al límite de tiempo establecido de siete minutos. ¿Tienen alguna objeción? Gracias.

Así pues, distinguidos Jefes de Estado, señoras y señores, queridos amigos.

Todos estamos siendo testigos del desarrollo dinámico del BRICS, fortaleciendo su autoridad e influencia en los asuntos mundiales. Los Estados miembros de nuestra asociación poseen un potencial político, económico, científico, tecnológico y humano verdaderamente enorme. Al mismo tiempo, nos unen unos valores y una visión del mundo comunes.

Sería justo decir que el BRICS incluye naciones con ideas afines: países soberanos que representan diferentes continentes, modelos de desarrollo, religiones, civilizaciones y culturas distintivas. Todos nuestros Estados abogan por la igualdad, la buena vecindad y el respeto mutuo, por el establecimiento de altos ideales de amistad y armonía, por la prosperidad y el bienestar universales.

Muestran responsabilidad por el futuro del mundo no con palabras sino con hechos, tienen un impacto verdaderamente positivo en el estado de cosas en la esfera de la estabilidad y la seguridad mundiales, y contribuyen de manera significativa a la solución de agudos problemas regionales.

Esta es la esencia de la estrategia del rumbo de los BRICS en la arena global, que satisface las aspiraciones de la parte principal de la comunidad internacional, la llamada mayoría mundial, y es precisamente este rumbo el que resulta especialmente necesario en las circunstancias actuales, cuando el mundo está experimentando cambios verdaderamente fundamentales y está en marcha el proceso de formación de un mundo multipolar.

Fuente: http://kremlin.ru/

Entrevista que le realizará al Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele la periodista Alejandra Piaggi, que conduce el Programa «Una Mirada Austral», que se transmite por Radio Cristal FM 94,9 de la ciudad Autónoma de Bs As

Allí consideramos los problemas de larga data que se está desarrollando en el mal llamado espacio como Medio Oriente.y la idea de instaurar un espacio como el «Gran Israel», también analizamos la violencia en EEUU y sus guerras infinitas en el exterior, y tratar de llegar a nuevos acuerdos políticos que reorganicen las zonas en conflicto y sobre cómo será las políticas exteriores de ambos candidatos a las presidenciales en EEUU. también hablamos del conflicto perdidoso de la OTAN en Ucrania, y además hablamos del enfrentamiento gane quien gane consideran a China el adversario estratégico…y mucho más en el Video.

Javier Benitez entrevista a Carlos Pereyra Mele (Radio Sputnik)

El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró que los BRICS no se dirigen contra nadie y solo se quiere lograr el desarrollo para sus países integrantes. Lo manifestó durante su intervención en el reciente Foro Empresarial del BRICS, donde destacó que el PIB total de los países del BRICS supera los indicadores de los países del G7 y sigue creciendo.

AUDIO:

BRICS: avance inexorable

Al destacar que los BRICS desempeñan un papel significativo en la economía global, con sus países siendo «los motores del crecimiento económico mundial», Putin afirmó que «el trabajo de los BRICS no está dirigido contra nadie, sino solo hacia un objetivo común de desarrollo sostenible y prosperidad para nuestros países y pueblos».

En su intervención, el mandatario ruso recordó que mientras que en 1992 la participación del G7 en el PIB mundial era del 45,5% y la de los países BRICS del 16,7%, pero que en 2023 la participación del BRICS trepó al 37,4% y la del G7 descendió hasta el 29,3%. «Y esta brecha se está ampliando y se ampliará. Es inevitable», subrayó Putin, al indicar que en las últimas décadas, más del 40% del crecimiento del PIB global ha correspondido a los países BRICS.

Añadió asimismo que a finales de este 2024, se augura que la tasa media de crecimiento económico en los BRICS sea del 4%, cifra superior, tanto a la tasa de los países del G7 que es solo del 1,7%, como a la tasa mundial, que será del 3,2%, según las previsiones.

Para el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, estos datos «son importantes porque parece que los BRICS han llegado a su etapa adulta». En este sentido, el analista recuerda que «no hace muchos años, en 2016, en los grandes medios occidentales y los think tank, y otros, se decía que el BRICS había sido una especie de promesa, pero que no había alcanzado ningún tipo de desarrollo, ni de organización, estructura, ni nada, y que se agotarían en sí mismos». «La realidad es que en muy pocos años hemos visto que esas especies de conclusiones a las que habían arribado los grupos occidentales [G7, y otros], no se corresponden con la realidad», afirma el experto.

En tanto, recientemente el viceprimer ministro de Serbia, Aleksandar Vulin destacó que la manera en que el BRICS defiende un sistema de valores y muestra al mundo la oportunidad de trabajar juntos, a pesar de las diferencias. «Es un mundo nuevo. Cosas como esta hacen del mundo un lugar mejor. El BRICS es esperanza», manifestó el alto cargo serbio.

Al incidir en el respeto mutuo que promueve la organización, el viceprimer ministro serbio habló sobre el trato que recibe Belgrado de sus socios. «¿Cuántas veces más grandes que Serbia son Rusia, China o la India? Pero cuando nos comunicamos, ¡nos hablan como a iguales! Y cuando nos comunicamos con algunos Estados enanos de la Unión Europea, ¡nos hablan como si fueran superpotencias nucleares! ¿Lo entiende?», apuntó.

«El crecimiento del PIB ha demostrado una energía y un dinamismo altísimo en las potencias emergentes [del BRICS], que no la tienen las tradicionales potencias del G7 que se quedaron totalmente ancladas en la historia y ahora están sufriendo esas consecuencias. Y esas consecuencias son las que llevan al viceprimer ministro de Serbia a decir que hasta los más chiquitos de la Unión Europea se creen que son todavía algún tipo de superpotencia, y en la práctica son todos unos enanos en todos los aspectos, fundamentalmente en el económico, porque su participación en el PIB mundial es prácticamente inexistente», concluye Pereyra Mele.

¿Existe un sistema democrático en Irán?

Por Sergio Rodríguez Gelfenstein

Se suele suponer que el concepto de democracia tiene carácter universal a partir del prototipo occidental que tuvo sus prolegómenos en Atenas hace alrededor de 25 siglos atrás, y que adquirió características modernas tras el triunfo de la revolución francesa en 1789. Unos años antes, la independencia de Estados Unidos había conducido a que en 1787 se elaborara, y en 1789 se pusiera en vigor, la Constitución  de ese país.  

La fuerza transformadora de la Francia revolucionaria de fines del siglo XVIII y el potencial económico de Estados Unidos que logró la primacía mundial en la penúltima década del siglo XIX, fueron convirtiendo los paradigmas emanados de estos hechos históricos en cuasi “verdades absolutas” para Occidente  y, eventualmente para todo el mundo.

No obstante, los procesos modernizadores fueron adquiriendo singularidades, ritmos  y definiciones propias a partir de características idiosincráticas, concepciones filosóficas y fundamentos históricos en cada región y país del planeta. El no reconocimiento  y, peor aún, la no aceptación de esta verdad inspira prácticas agresivas e intervencionistas de países poderosos que intentan imponer su lógica por cualquier vía, incluyendo aquellas que emanan del uso de la fuerza.

Pero la democracia es muy diversa. Daré algunos ejemplos para recrear esta aseveración. En Estados Unidos, los ciudadanos no eligen a su presidente sino a unos electores que lo hacen por ellos. El problema es que, salvo en dos estados (Minnesota y Maine), puede ocurrir que la decisión de la mitad menos uno de los votantes no tenga ningún valor porque el ganador se lleva el voto de todos. Ello permite que un presidente pueda ser elegido por una minoría como ocurrió en el año 2000 cuando fue elegido George W. Bush a pesar que Al Gore obtuvo mayor cantidad de votos populares. 

En las recientes elecciones en el Reino Unido, el partido Reform UK obtuvo 5 diputados con el 14.3% de los votos, la misma cantidad que el Unionista Democrático que solo obtuvo el 0,6% de la votación. De igual manera, el partido Liberal Demócrata que obtuvo 12,2% de los votos logró ganar 72 diputados. Como se puede observar la matemática electoral es muy extraña, sobre todo cuando se auto cataloga como democrática.

En Francia, con el objetivo de buscar objetivos macros tanto la izquierda como la derecha -burlando a sus electores- anunciaron que en segunda vuelta, los terceros candidatos de la primera ronda declinaban su participación. Sin querer hacer juicios de valor en términos políticos (en este caso que había que impedir la victoria de la extrema derecha), en términos de eso que se ha dado en llamar “democracia”, que según su definición es el gobierno del pueblo, debe recordarse que la misma se expresa a través del voto, que en este caso fue violentado. Esta situación que casi que se ha establecido como norma,  ha inaugurado el concepto de “mal menor” para beneplácito casi siempre de la extrema derecha no fascista.

En Chile se ha llegado al absurdo de un candidato que fue elegido con un programa de izquierda y gobierna con uno de derecha, lo cual ya es habitual en Perú donde siete de los últimos ocho presidentes hicieron campaña con una propuesta y gobernaron con  otra. Todos estas situaciones tienen su origen en situaciones que no viene al caso debatir en este trabajo. Mi intención es poner sobre la mesa que cuando se habla de democracia se está haciendo referencia a un concepto en construcción, inacabado, disímil, heterogéneo en el que no es viable establecer legitimidades únicas. Por ahora es una utopía deseable, por la cual vale la pena luchar.

La República Islámica de Irán, expresión actual del antiguo imperio persa ha heredado una práctica democrática de su historia que recuerda que hace más de 2.000 años, casi en paralelo con Atenas,  estableció un sistema político democrático que constaba de dos asambleas: una conformada por los miembros de alto nivel  de la sociedad (monarcas y sus familias, generales y sacerdotes) y otra configurada por el pueblo. Cuando debía tomarse una decisión de gran trascendencia como declarar la guerra u otro hecho de impacto superior, debía consultarse a ambas asambleas. Esto existía mucho antes de la introducción del islam en Persia durante el siglo VII d.C. 

Vale la pena hacer un “paneo” por el entorno geográfico de Irán para establecer la situación de la región en términos de democracia: en Omán, Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudita existen regímenes monárquicos autocráticos protegidos por las bases militares de Estados Unidos. Lo mismo ocurre, en Bahréin, Kuwait y Jordania, con la salvedad que son monarquías parlamentarias. En unos y otros casos, los ciudadanos nunca han elegido a su jefe de Estado. En el caso particular de Bahréin, una minoría sunita protegida por la V Flota de Estados Unidos gobierna por la fuerza a una mayoría chiita.

En Irak hay una democracia parlamentaria, al igual que en Siria y Pakistán, está última protegida por el Ejército y el poderoso Servicio de Inteligencia.  De Afganistán no digo nada, todo el mundo sabe quiénes son los talibán. Israel es una “democracia sionista” propiedad de los judíos mientras la población palestina es marginada, perseguida, asesinada y excluida.

Turkmenistán es un país cerrado del que se sabe poco y nada. Está aislado del exterior, posee un gobierno con presidentes vitalicios. No se conoce que haya habido elecciones desde 2007. El país se ha declarado permanentemente neutral.  Azerbaiyán fue un país gobernado desde 1993 y hasta 2003 por Heydar Alíyev que cedió el poder a su hijo Ilham Alíyev, quien se mantiene gobernando hasta hoy. Armenia es la única democracia estable de la región. 

De manera que si se analiza la situación de la democracia occidental de esta área del planeta, habría que concluir que es bastante precaria. El déficit democrático, incluso si se mide desde la fallida perspectiva occidental, es bastante alto. Entonces surge la pregunta de ¿por qué Estados Unidos y Occidente propugnan su democracia para unos países y para otros no? Como puede observarse, el entorno de Irán está conformado por una mayoría de países que no conocen la democracia como expresión de la decisión popular manifestada en las urnas.  En general, el voto y la participación popular son inexistentes.

Vale entonces revisar cómo se verifica la democracia en Irán. Ella se confirma a partir de tres premisas:

  1. En la Constitución Nacional de Irán (CN) todas las autoridades deben ser electas.
  2. Nadie puede ser elegido de forma vitalicia. Todos los cargos tienen lapsos finitos de duración.
  3. Las elecciones deben hacerse en una fecha establecida en la CN, incluso si el país está en situación de guerra, tal como ocurrió entre 1980 y 1988 cuando en el marco de la fuerte confrontación bélica con Irak, se hicieron dos elecciones presidenciales y dos parlamentarias.

En una situación inesperada como la recientemente creada por el fallecimiento del presidente Raisi, la Constitución establece que se debe elegir un nuevo presidente en un plazo no mayor de 50 días y así se hizo. Vale decir que todo ocurrió en un ambiente de extremo pesar por el gran apoyo popular que tenía Raisi.  Su gobierno organizó la elección y en ella ganó la oposición con una participación de 40% en primera vuelta y casi 50% en el repechaje. La campaña  se desarrolló en el marco de un total equilibrio informativo, todos los candidatos tuvieron el mismo acceso a los medios de comunicación.

Las posibilidades de cometer fraude es prácticamente imposible. Todos los ciudadanos mayores de 18 años tienen derecho al voto. A diferencia de muchos países occidentales donde el elector está adscrito a un centro de votación específico, en Irán lo puede hacer en cualquier mesa habilitada al respecto. Cuando el votante presenta su documento de identidad, después de ser reconocido, es habilitado, quedando registrado electrónicamente su voto, anulando de esa manera cualquier posibilidad de hacerlo nuevamente en otro lugar.

En otro ámbito, el tiempo de votación desde el momento que se abren los centros, es de 10 horas, pudiéndose extender el plazo si en el momento del cierre, aún hay votantes en las filas. No obstante a eso, improrrogablemente  a las 12 de la noche se cierran los recintos.

¿Quiénes están presentes en los centros de votación? Hay tres grupos de participantes: funcionarios electorales que en Irán son miembros del ministerio del interior y que ejercen labores logísticas,  representantes de los candidatos que se encargan de controlar que no haya favoritismos ni situación anómalas y, funcionarios de supervisión que son miembros del Consejo de Guardianes, un órgano autónomo del Estado responsable de que los comicios se desarrollen en el marco constitucional. 

Una vez que estas tres instancias en conjunto certifican que las urnas están vacías al comenzar el proceso, el mismo se realiza hasta su conclusión y la apertura de urnas con presencia también de las tres instancias: la que cuenta, la que controla y la que supervisa.  Al finalizar el acto, se procede a elaborar un acta  que debe ser firmada por todas las partes. Si hubiera algún reclamo, este se envía a través de los supervisores al órgano competente que está obligado por ley a dar respuesta a la impugnación. Este modelo impide que haya fraudes al garantizar la presencia de los comandos de campaña de los candidatos y las instancias de supervisión y de control que deben llegar a un consenso en cuanto a la correcta realización del proceso. 

Una vez que los votos son contados, el Comité Electoral del Ministerio del Interior elabora un acta que informa de los votos obtenidos por cada candidato. Esta instancia es la única autorizada para dar resultados oficiales. Estas actas son enviadas al Consejo de Guardianes que debe revisar las reclamaciones e impugnaciones. Si las hay, debe resolverlas antes de informar definitivamente. Si no las hay, da el visto bueno para que el Comité Electoral anuncie al vencedor.

A continuación, el Líder Supremo ratifica la victoria del presidente elegido sobre la base de dos consideraciones: que  se haya garantizado la participación del pueblo y que el resultado refleje la decisión electoral del pueblo. Ello, incluso si  las cifras arrojan un resultado distinto al que el Líder Supremo esperaba, es decir cuando -como en este último caso- su candidato preferido no ha sido electo. En el pasado, esto ya había ocurrido cuando en 2013 fue elegido Hasán Rohaní.

El presidente es elegido por un período de 4 años pudiendo ser reelecto para un nuevo período. En el momento de su inscripción el candidato debe tener entre 40 y 75 años.  La juramentación del presidente se hace en el parlamento con la presencia de los máximos dirigentes de los poderes legislativo, judicial y del Consejo de Guardianes. El nuevo presidente no puede imponer los ministros, solo proponerlos y es el poder legislativo quien decide su aceptación o rechazo. Cada ministro propuesto, debe presentar su programa al parlamento que lo aprueba con el voto del 50% +1 de los miembros del poder legislativo. Los ministros pueden ser removidos por el presidente o por el parlamento con el mismo porcentaje. A su vez, el parlamento puede destituir al presidente con la aprobación de 2/3 de sus integrantes como ocurrió con Abolhasán Banisadr en junio de 1981. 

Es bueno también conocer la institucionalidad democrática de Irán.  El proceso de la revolución islámica se inició el 11 de febrero de 1979 pocos días después de la huida del emperador Mohammad Reza Pahlevi que dio fin a la monarquía.  El 31 de mayo se hizo un referendo en el que el 98,12% de la población votó a favor de instaurar la república islámica.  En agosto, dieron inicio los trabajos de la Asamblea Constituyente  que elaboró una nueva Carta Magna aprobada en referéndum popular el 1° de diciembre de 1979.

La constitución de Irán está por encima de todo y de todos incluso del Líder Supremo (LS) quién es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y tiene entre sus responsabilidades la ratificación de la victoria electoral y la destitución del presidente. Así mismo, es el encargado de declarar la guerra y el cese del fuego, designar al presidente del Poder Judicial y de la Asamblea de Discernimiento de la Convivencia del Estado (ADCE) que cumple funciones como órgano asesor del LS y está formada por 47 miembros designados por él. Generalmente la constituyen ex presidentes (de todas las corrientes políticas), los miembros del poderes del Estado y líderes políticos, militares, culturales, económicos y religiosos. Cuando  este órgano delibera, generalmente es invitado un ciudadano con conocimiento específico del tema en cuestión. Los miembros de esta asamblea duran 5 años en su cargo.

Todas las sesiones de la ADCE son públicas, de manera que el pueblo pueda conocer lo que allí se debate, incluso las contradicciones que surgen entre sus miembros son de conocimiento popular.  Nunca ha ocurrido que el LS haya destituido a un miembro de la ADCE por exponer opiniones distintas a las de él. Esto sería inaceptable y un escándalo dentro de la institucionalidad del país,

Otras instancias estatales son el poder ejecutivo, el poder judicial (cuyo líder dura 4 años en su responsabilidad) y el poder legislativo en el que sus miembros son elegidos por cuatro años, pudiendo repetir dos veces, y retirarse por un período, si desearan volver a ser candidatos para el legislativo. Así mismo,  existe una Asamblea de Sabios constituida por 88 miembros que son expertos en el conocimiento del islam y que son conocidos como ayatolás Los miembros de la Asamblea de Sabios son elegidos para un período de 8 años por el voto directo del pueblo. Su misiones son supervisar las labores del Líder Supremo, destituirlo si está incapacitado para cumplir sus funciones y designar uno nuevo en caso de su fallecimiento.

Por otra parte, en la Constitución iraní existe la figura del Consejo de Guardianes (CG) compuesto por 12 miembros elegidos por 6 años, de ellos, seis son constitucionalistas  propuestos por el poder judicial al legislativo que los aprueba y los otros seis son ayatolás designados por el Líder Supremo. Las leyes que emanan del poder legislativo deben pasar por la supervisión del CG que verifica su apego a las normas jurídicas y religiosas del Estado  y las envía al presidente para que sean decretadas.

Si una ley no es aprobada en el CG, es devuelta al legislativo para que corrija las observaciones. En caso que no se llegue a un acuerdo entre las dos instancias se envía a la Asamblea de Discernimiento quien debe dirimir la controversia

Otras funciones del Consejo de Guardianes son la aceptación de los candidatos a cualquier cargo del Estado que deben ser electos por el voto popular, incluyendo al presidente y los miembros  de la Asamblea de Sabios. Los candidatos pasan primero por el ministerio del interior que los acepta o no, para después enviarlos al CG que realiza una verificación más profunda y los reenvía al ministerio del interior para que se inicie el proceso electoral. Todo este proceso (en el caso de los candidatos para la presidencia de la república) se denomina “Rayol Siasi” una palabra persa que no tiene traducción y que se refiere entre otras a la elección de personas con altas cualidades morales, educativas, de honestidad y eficiencia.  

Se ha dado el caso de algunos candidatos que en una elección han sido aprobados por el CG siendo rechazados posteriormente cuando se han propuesto en otros comicios. Algunos ejemplos son los de Mahmud Ahmadineyad  que fue presidente de la república entre 2005 y 2013 y posteriormente rechazado cuando se propuso nuevamente para el cargo. Así mismo, Abdol Nasser Hearat, ex presidente del Banco Central cuya designación no fue aprobada a pesar de su alta investidura anterior o Eshagh Jahangiri, ex vicepresidente de la república que en una elección previa recibió la aprobación del  CG para ser candidato presidencial pero en ocasión posterior, se le denegó esa posibilidad. Es decir que, la aprobación de los candidatos depende de su comportamiento en todo momento, no valen de nada las “glorias pasadas”.   

Si se quisiera establecer una comparación, podría decirse que, la democracia occidental se propone la separación de poderes, mientras  que en Irán, el sistema apunta el equilibrio de los poderes. Así, la Asamblea de Sabios puede destituir al Líder Supremo. Éste designa a los ayatolás del Consejo de Guardianes y a la máxima autoridad del Poder Judicial A su vez, el líder del Poder Judicial es quien propone a los constitucionalistas que van a formar parte del Consejo de Guardianes. De igual manera, los candidatos a la Asamblea de Sabios deben ser aprobados por el Consejo de Guardianes. Se puede concluir que no hay ninguna autoridad  con poder eterno, no hay autoridad que no haya sido electa y no hay autoridad que posea el poder absoluto. El mismo debe ser compartido a través del equilibrio en el funcionamiento de todos para que no haya ninguno que esté por encima de los demás. 

La democracia en Irán como en cualquier país del mundo no es absoluta ni infalible, es un proceso en construcción permanente, pero ha establecido preceptos inamovibles. En el reciente acto electoral, fue elegido un candidato de la oposición al gobierno sin que la sociedad tuviera que sufrir traumas por ello. La continuidad del proceso, su carácter anti imperialista y anti sionista, su apoyo a la lucha del pueblo palestino y al eje de la resistencia, está garantizado por las líneas generales establecidas en la Constitución Nacional.

No obstante, el presidente dirige y ejecuta la política interior y exterior del país y maneja los  elementos atingentes a la realización práctica de ellas. Por ejemplo, en las negociaciones con Estados Unidos y Europa, se han manifestado diversas tendencias que expresan la diversidad política del país. De hecho, es muy probable que en este ámbito el nuevo presidente Masoud Pezeshkian mantenga parámetros de conducta política distintos de los de su antecesor, pero no cambiarán el curso de la revolución iraní como espera Occidente para intentar debilitarla y destruirla. 

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Los BRICS duplicaron su número de miembros a principios de 2024 y enfrentaron enormes tareas por delante: integrar a sus miembros más nuevos, desarrollar criterios de admisión futuros, profundizar las bases de la institución y, lo más importante, lanzar mecanismos para eludir el dólar estadounidense. en las finanzas internacionales.

Por Pepe Escobar

MOSCÚ – En todo el Sur Global, los países se están alineando para unirse a los BRICS multipolares y al futuro libre de Hegemon que promete. La avalancha de interés se ha convertido en un tema de discusión inevitable durante este año crucial de la presidencia rusa de lo que, por el momento, es el BRICS-10.  

Indonesia y Nigeria se encuentran entre los principales niveles de candidatos que probablemente se unan. Lo mismo se aplica a Pakistán y Vietnam. México se encuentra en un aprieto muy complejo: cómo unirse sin provocar la ira de la hegemonía.  

Y luego está la nueva candidatura en marcha: Yemen, que goza de mucho apoyo de Rusia, China e Irán. 

Corresponde al máximo sherpa ruso de los BRICS, el inmensamente capaz viceministro de Asuntos Exteriores Sergey Ryabkov, aclarar lo que se avecina. Le dice  a TASS : 

Debemos brindar una plataforma a los países interesados ​​en un acercamiento con los BRICS, donde puedan trabajar prácticamente sin sentirse abandonados y sumarse a este ritmo de cooperación. Y en cuanto a cómo se decidirá la ampliación, esto debería posponerse al menos hasta que los líderes se reúnan en Kazán para decidir.

La decisión clave sobre la expansión de BRICS+ no se tomará hasta la cumbre de Kazán del próximo octubre. Ryabkov subraya que la orden del día es, en primer lugar, «integrar a los que acaban de incorporarse». Esto significa que «como ‘diez’, trabajamos al menos tan eficientemente, o más bien, más eficientemente que entre los ‘cinco’ iniciales».

Sólo entonces los BRICS-10 «desarrollarán la categoría de estados socios», lo que, de hecho, significa crear una lista basada en el consenso entre las docenas de naciones que literalmente están ansiosas por unirse al club. 

Ryabkov siempre insiste en señalar, en público y en privado, que duplicar el número de miembros de los BRICS a partir del 1 de enero de 2024 es «un acontecimiento sin precedentes para cualquier estructura internacional».

No es una tarea fácil, afirma Ryabkov: 

El año pasado fue necesario un año entero para desarrollar los criterios de admisión y ampliación al nivel de los altos funcionarios. Se desarrollaron muchas cosas razonables. Y muchas de las cosas que se formularon entonces quedaron reflejadas en la lista de países que se sumaron. Pero probablemente sería inadecuado formalizar los requisitos. Al fin y al cabo, la admisión en la asociación es un tema de decisión política.

¿Qué sucede después de las elecciones presidenciales de Rusia? 

En una reunión privada con unas cuantas personas selectas al margen de la reciente  conferencia multipolar  en Moscú, el Ministro de Asuntos Exteriores Sergei Lavrov habló efusivamente de los BRICS, con especial énfasis en sus homólogos Wang Yi de China y S. Jaishankar de la India. 

Lavrov tiene grandes expectativas para BRICS-10 este año y, al mismo tiempo, recuerda a todos que esto sigue siendo un club; Eventualmente deberá profundizar en términos institucionales, por ejemplo, nombrando una secretaría general, al igual que su organización prima, la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS).

La presidencia rusa estará muy ocupada durante los próximos meses, no sólo navegando por el espectro geopolítico de las crisis actuales sino, sobre todo, por la geoeconomía. Una reunión ministerial crucial en junio –solo faltan tres meses– tendrá que definir una hoja de ruta detallada hasta la cumbre de Kazán, cuatro meses después. 

Lo que sucederá después de las elecciones presidenciales rusas de esta semana también condicionará la política de los BRICS. El nuevo gobierno ruso tomará juramento recién a principios de mayo. Se espera ampliamente que no haya cambios sustanciales dentro del Ministerio de Finanzas, el Banco Central, el Ministerio de Relaciones Exteriores y entre los principales asesores del Kremlin de Rusia. 

La continuidad será la norma. 

Y eso nos lleva al expediente geoeconómico clave: los BRICS a la vanguardia para evitar el dólar estadounidense en las finanzas internacionales. 

La semana pasada, el principal asesor del Kremlin, Yury Ushakov, anunció que los BRICS trabajarán para establecer un sistema de pago independiente basado en monedas digitales y blockchain. 

Ushakov enfatizó específicamente «herramientas de última generación como tecnologías digitales y blockchain. Lo principal es asegurarse de que sean convenientes para los gobiernos, la gente común y las empresas, además de rentables y libres de política».

Ushakov no lo mencionó explícitamente, pero ya existe un nuevo sistema alternativo. De momento, se trata de un proyecto muy guardado en forma de un detallado documento técnico que ya ha sido validado académicamente y que además incorpora respuestas a posibles preguntas frecuentes. 

The Cradle  recibió información sobre el sistema a través de varias reuniones desde el año pasado con un pequeño grupo de expertos en tecnología financiera de clase mundial. El sistema ya le fue presentado al propio Ushakov. Tal como está, está a punto de recibir la luz verde final del gobierno ruso. Después de superar una serie de pruebas, el sistema en tesis estaría listo para ser presentado a todos los miembros del BRICS-10 antes de la cumbre de Kazán. 

Todo esto se relaciona con la declaración pública de Ushakov de que una tarea específica para 2024 es aumentar el papel de los BRICS en el sistema monetario/financiero internacional. 

Ushakov recuerda cómo, en la Declaración de Johannesburgo de 2023, los jefes de estado de los BRICS se centraron en aumentar los pagos en monedas nacionales y fortalecer las redes de banca corresponsal. El objetivo era «continuar desarrollando el Acuerdo de Reservas Contingentes, principalmente en lo que respeta al uso de monedas distintas al dólar estadounidense». 

Ninguna moneda única en el futuro previsible 

Todo lo anterior enmarca la cuestión absolutamente clave que se está discutiendo actualmente en Moscú, dentro de la asociación Rusia-China, y pronto, más profundamente entre los BRICS-10: pagos de liquidación alternativos al dólar estadounidense, aumento del comercio entre «naciones amigas». «y controles. sobre la fuga de capitales.  

Ryabkov  añadió  más elementos cruciales al debate, diciendo esta semana que los BRICS no están debatiendo la implementación de una moneda única: 

En cuanto a una moneda única, similar a la creada por la Unión Europea, esto difícilmente será posible en el futuro previsible. Si hablamos de formas de compensación de acuerdos mutuos como el ECU [Unidad Monetaria Europea] en una fase temprana del desarrollo de la Unión Europea, en ausencia de un medio de pago real, pero con la oportunidad de utilizar más eficazmente los recursos disponibles de los países en acuerdos mutuos para evitar pérdidas debidas a diferencias en los tipos de cambio, etc., entonces este es precisamente el camino por el que, en mi opinión, deben avanzar los BRICS. Esto está bajo consideración.

La conclusión clave, según Ryabkov, es que los BRICS no deberían crear una alianza financiera y monetaria; Deben crear sistemas de pago y liquidación que no dependan del astuto «orden internacional basado en reglas». 

Ése es exactamente el énfasis de las ideas y experimentos ya desarrollados por el Ministro de Integración y Macroeconomía de la Unión Económica Euroasiática (UEEA), Sergei Glazyev,  como explicó  en una entrevista exclusiva, así como del nuevo proyecto pionero que está a punto de recibir. luz verde por parte del gobierno ruso.  

Ryabkov confirmó que «un grupo de expertos, encabezado por los Ministerios de Finanzas y representantes de los bancos centrales de los respectivos países [BRICS]», está trabajando sin parar en el expediente. Además, se están llevando a cabo «consultas en otros formatos, incluso con la participación de representantes del ‘Occidente histórico'».

La propia conclusión de Ryabkov refleja lo que pretenden los BRICS en su conjunto: 

Colectivamente debemos idear un producto que sea, por un lado, bastante ambicioso (porque es imposible seguir tolerando los dictados de Occidente en este ámbito), pero al mismo tiempo realista, que no esté fuera de contacto. con el suelo. Es decir, un producto que sería eficiente. Y todo esto debería presentarse en Kazán para que los dirigentes lo examinen.

En pocas palabras: el gran avance puede estar literalmente llamando a la puerta de los BRICS. Sólo depende de una simple luz verde por parte del gobierno ruso. 

Ahora comparamos a los BRICS que idean los contornos de un nuevo paradigma geoeconómico con el Occidente colectivo reflexionando sobre el robo real de los activos incautados a Rusia en beneficio del agujero negro que es Ucrania.

Aparte de ser una declaración de facto de Estados Unidos y la UE contra Rusia, esto es algo que conlleva el potencial, en sí mismo, de destruir totalmente el actual sistema financiero global. 

Un robo de activos rusos, si alguna vez ocurriera, enfurecería, por decirlo suavemente, al menos a dos miembros clave del BRICS, China y Arabia Saudita, que aportan un peso económico considerable. Una medida de este tipo por parte de Occidente destruiría por completo el concepto de Estado de derecho, que teóricamente sustenta el sistema financiero global. 

La respuesta rusa será feroz. El Banco Central ruso podría, en un instante, exigir y confiscar los activos de la belga Euroclear, uno de los mayores sistemas de liquidación y compensación del mundo, en cuyas cuentas se congelarán las reservas rusas. 

Y esto además de apoderarse de los activos de Euroclear en Rusia, que ascienden a unos 33.000 millones de euros. Como Euroclear se está quedando sin capital, el Banco Central belga tendrá que revocar su licencia, lo que provocará una crisis financiera masiva.

Hablemos de un choque de paradigmas: el robo occidental versus un sistema equitativo de acuerdos comerciales y financieros basados ​​en el Sur Global. 

Sitio Mision Verdad

El Foro de la Multipolaridad, que inició en Moscú el 26 de febrero, ha reunido a representantes de 130 países para discutir sobre la importancia de un mundo de contrapesos políticos y la necesidad de un nuevo orden internacional más equitativo. El mismo está respaldado por el Movimiento Rusófilo Internacional y el Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa.

La presencia de representantes de Asia, Europa, África, América Latina y del Norte en este foro demuestra el interés global en la promoción de un mundo libre de hegemonía. La multipolaridad se presenta como una alternativa al sistema global actual, que favorece a las potencias dominantes en detrimento de otras naciones. 

En la conferencia se han discutido propuestas y soluciones para fomentar un equilibrio de poder más justo y equitativo, que respete la soberanía y la autodeterminación de todos los países.

El debate inició con la intervención de María Zajárova, representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, cuyo discurso destacó la necesidad de establecer una agenda unificadora sin condiciones previas, que promueva la cooperación y el entendimiento entre diferentes continentes, países y conceptos filosóficos. 

«Esto es realmente muy importante en estos días porque todo lo que vemos hoy es la desconexión de la humanidad por diversos motivos, o la unificación sobre la base del antagonismo con todos los demás. Estas son las tendencias globales que, por desgracia, se están introduciendo en la conciencia pública a toda velocidad».

El canciller ruso Serguéi Lavrov fue el encargado de transmitir el mensaje del presidente Vladímir Putin en el foro, en el cual resaltó el papel del movimiento rusófilo en contrarrestar los intentos de Occidente de aislar internacionalmente Rusia, así como en difundir información objetiva sobre el país y desenmascarar mitos propagandísticos.

Además, Lavrov enfatizó el compromiso de Rusia en seguir desarrollándose como un país amigable y abierto al mundo, y promover la democratización de la vida internacional, además de basar su desarrollo en los principios de la Carta de las Naciones Unidas. 

«Nuestra actual presidencia de los Brics y de la Comunidad de Estados Independientes, nuestro trabajo activo y constructivo en la UEEA, la OCS, el G20 y muchos otros formatos multilaterales tienen como objetivo lograr nuestra proyección. También tomaré nota de los estrechos vínculos que estamos desarrollando con las asociaciones de integración regional».

Beijing resonó en el foro por su crítica a la unipolaridad, las guerras y las revoluciones de colores como norma.

Zhang Weiwei, experto chino en relaciones internacionales y director del Instituto de China, expresó que en un contexto de dominio unipolar, cualquier recurso, desde el dinero hasta los componentes tecnológicos, puede ser utilizado como arma. Enfatizó la postura de China en favor del modelo de «unión y prosperidad» frente al enfoque occidental de «división y control».

Según Weiwei, a pesar de los esfuerzos de aislamiento por parte de Occidente, la mayoría de los países del mundo tiene simpatía por Rusia. Por otro lado, el llamado Occidente Colectivo se encuentra cada vez más aislado a escala global, lo que refleja un cambio en las dinámicas de poder internacionalmente.

Tras la desintegración de la Unión Soviética se ha observado un incremento acelerado de conflictos en diversas partes del mundo. La falta de un equilibrio de poder ha propiciado una hegemonía que amenaza con desencadenar una guerra nuclear generalizada. La relevancia de esta situación se refleja en la celebración de reuniones internacionales como la de este foro en Rusia, donde cientos de países se oponen al sistema unipolar actual.

FUENTE: https://misionverdad.com/globalistan/lecciones-desde-el-foro-de-la-multipolaridad-en-moscu

Nos parece de capital importancia, difundir está entrevista central y con ella poder confirmar que existe pensamiento estratégico en Europa, como es el caso del Dr. Profesor Glenn Diesen, a pesar del “relato” atlantista homogéneo que atosiga a la población de Occidente Y cómo deben los europeos entender que se aproxima rápidamente el “fin de la historia del unipolarismo” y de los “5 siglos de control Occidental” y que ello, es ya un hecho y que deberán optar en integrarse como península a la unión euroasiática o seguir el modelo de decadencia anglosajona o peor ir a un conflicto armado que los borrara del mapa y la historia. La tesis del Dr. Diesen es la misma que sostenemos desde hace década y media del fin del dominio occidental. Argentina Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

En su nuevo libro «La guerra de Ucrania y el orden mundial euroasiático», el profesor Glenn Diesen argumenta de manera convincente que la forma en que el mundo ha funcionado no solo durante el último siglo, sino durante los últimos 500 años, ha terminado. A partir de ahora, el sistema global será mucho más dinámico, multipolar y mucho más complejo. El profesor Diesen también muestra cómo Ucrania ha sido un peón en manos de los belicistas de la OTAN que, a pesar de sus mejores esfuerzos, sin embargo, no han podido quebrar ni a uno de sus rivales estratégicos en el sistema.

El tiempo de la impunidad occidental está terminando. La pregunta es, ¿qué viene después?

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Glenn Diesen es profesor en la Universidad del Sureste de Noruega y editor asociado en la revista «Rusia en Asuntos Globales». Muchos de ustedes ciertamente lo conocen por su trabajo con el canal de YouTube «The Duran», donde ha realizado numerosas entrevistas maravillosas junto a Alexander Mercouris.

Más de Glenn Diesen: https://www.usn.no/kontakt-oss/tilset…

Por Alexéi Drobinin*

Un defecto importante del sistema económico mundial creado después del colapaso de la Unión Soviética y de la mancomunidad socialista es una extrema desigualdad en el desarrollo de países y regiones. Una de las principales causas de esto radica en el deseo y la capacidad del «Occidente colectivo» de redistribuir los recursos del resto del mundo en su propio beneficio. Se usan herramientas políticas, económicas y militares para realizarlo.

En la etapa actual, el líder de la «minoría occidental» es EEUU, cuya política combina el proteccionismo con la imposición de la libertad de movimiento transfronterizo de capitales, bienes y servicios occidentales a las economías en desarrollo. Para competidores los estadounidenses siempre tienen sanciones a imponer, provocaciones y guerras proxy. Cuando la administración de Barack Obama estuvo en el poder, el ‘palo’ de sanciones se convirtió en una herramienta favorita de la política exterior estadounidense. Joe Biden incluso desató una «guerra caliente» contra Rusia con las manos de los ucranianos.

La sensación de impunidad es propia para los británicos, para quienes las prácticas coloniales antiguas son casi un motivo de orgullo nacional. Los europeos continentales, incluida Francia, aplican tecnologías sofisticadas de intervención en los asuntos de sus antiguas colonias, como vemos en el ejemplo de África Occidental y Central, lo que provoca un creciente rechazo.

Es decir, los anglosajones y otros representantes de Occidente continúan ocupando de lo que siempre hacían: saquean a otras naciones, aunque hoy en día lo hacen bajo la cobertura de consignas de libertad, democracia y progreso. Así es el neocolonialismo actual.

Las consecuencias concretas de esta política son desequilibrios peligrosos en la economía mundial y en la distribución global de la labor y los ingresos. Intentan resolver los problemas resultantes de las prácticas neocoloniales mediante la manipulación de los mercados energéticos, alimentarios, financieros y otros. A continuación, citaremos algunos ejemplos de diferentes áreas.

Salud pública. Durante la pandemia de COVID-19, la distribución de vacunas a través del mecanismo COVAX dejó a los países rezagados económicamente con una grave escasez de vacunas. Además, bajo presión de Estados Unidos y la Unión Europea, la OMS retrasó artificialmente la certificación de la vacuna rusa Sputnik.

Seguridad alimentaria. Según la ONU, en el marco de la famosa Iniciativa del Mar Negro para la exportación de granos desde Ucrania en 2022-2023, de casi 33 millones de toneladas de cargas se enviaron un 3% a los países africanos más necesitados (Yibuti, Somalia, Libia, Etiopía). Además, se les casi privó a los africanos de acceso a los fertilizantes rusos.

Un buen ejemplo de la desigualdad en la distribución de ingresos es el mercado mundial del café. Durante la segunda Cumbre Rusia-África en 2023, el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni, señaló que en el mercado mundial del café con el volumen de 460 mil millones de dólares los ingresos de África son menos de 2,5 mil millones de dólares, a pesar de que es el mayor productor de café. Alemania, que compra materias primas en todo el mundo, obtiene 6,8 mil millones de dólares al año por su procesamiento y venta.

En el ámbito financiero y económico, las prácticas neocoloniales se manifiestan en la forma de ‘congelación’ de activos estatales y privados en países occidentales por motivos geopolíticos. El siguiente paso, al parecer, será la confiscación de fondos y su transferencia a terceros por decisión de los nuevos colonizadores.

Los organismos controlados por Estados Unidos, como el FMI, no dudan en violar sus propios estatutos con el fin de no otorgarle dólares a Rusia y Bielorrusia a cambio de derechos especiales de giro.

En este contexto, parece surrealista la destinación de recursos casi ilimitados, que superan los límites nacionales, al régimen de Kiev, que evidentemente nunca los devolverá. Los países ‘ricos’ del Occidente evaden el cumplimiento de compromisos (por ejemplo, proporcionar a los países necesitados 100 mil millones de dólares al año para resolver las tareas de adaptación al cambio climático), pero encuentran fácilmente sumas mucho más grandes para financiar el régimen de Vladímir Zelenski.

Cometer crímenes contra pueblos enteros es la tradición histórica de las élites político-militares del Euroatlántico. De acuerdo con las más modestas estimaciones, a partir del siglo XIX, solo EEUU intentó influenciar en los procesos en política interior de no menos de 150 países. De los 193 miembros actuales de la ONU, solo los 22 nunca se sometieron a ataques armados de Gran Bretaña.

El elemento inalienable del neocolonialismo son las normas de comportamiento propagadas por el “Occidente colectivo”. La estimulación de las orientaciones sexuales desviadas, el rechazo de la naturaleza humana y otras “travesuras” se aplican para arruinar los tradicionales valores espirituales y morales.

Al imponer las ideas destructivas, Occidente manifiesta una tenacidad e ingenio dignos de una mejor aplicación. Por ejemplo, en noviembre de 2023, la UE y el grupo de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico firmaron el acuerdo de asociación (en gran medida, es un documento comercial) en que se incluyeron las exigencias de que los socios de la Unión Europea, siguiendo a su ejemplo, legalizaran abortos, la agenda LGBT, la educación sexual universal y otros conceptos ideológicos de Europa moderna. De intentar varios países caribeños capitaneados por Jamaica por lo menos aplazar la suscripción del documento, el Estado insular corrió el peligro de perder el vital financiamiento exterior que necesitó para ejecutar programas sociales y económicos.

EEUU y la UE firman cualesquier acuerdos económico-comerciales basado exclusivamente en las condiciones de la excepcionalidad propia.

A propósito, las mismas condiciones se hicieron los cimientos del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea. Al estorbar la firma del documento el Gobierno de Yanukóvich, esto se volvió el motivo para el golpe de Estado en Kiev en 2014.

Las prácticas neocoloniales no se limitan a los ejemplos mencionados. Pero hay suficientes para concluir que el “Occidente colectivo” carece del derecho moral a sermonear a los demás.

Apenas arrancó solo ayer la discusión política internacional sobre los problemas de la igualdad en la comunidad mundial. En su día, marcó la pauta la Unión Soviética que, hace más de medio siglo, aportó la contribución decisiva a la restauración de la justicia, asegurando que la ONU aprobara la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales en 1960. Su efecto fue colosal. Más de 80 ex colonias pobladas por 750 millones de personas obtuvieron la independencia.

Sin embargo, el equilibrio y la igualdad no fueron recuperados por completo. Al dejar de exprimir forzosamente los recursos coloniales, las ex metrópolis pasaron a aplicar las prácticas no violentas encaminadas a explotar los países formalmente independientes, lo que perpetuó la desigualdad global.

En la actualidad, cada vez más países se pronuncian públicamente contra la injusta política de Washington, sus satélites y las organizaciones internacionales controladas por Occidente. Se multiplican los ejemplos de la fructífera cooperación interestatal entre las estructuras no encabezadas por Occidente. Están ganando terreno los BRICS, la OCS, recibió un nuevo impulso el Movimiento de Países No Alineados, en la plataforma de la ONU se fundó el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas.

Todavía queda mucho que hacer en el camino hacia la liberación de las garras neocoloniales. Se requiere elaborar el único criterio para definir el neocolonialismo. Todos los países perciben la idea de luchar contra el mismo de manera diferente. Esto depende de la experiencia histórica y las realidades contemporáneas. Occidente se esfuerza por desacreditar los procesos de soberanización como arcaísmo y revisionismo.

Un papel crucial en el inicio de la discusión internacional dedicada a todos los aspectos de este tema acuciante lo debería desempeñar el Foro de los Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Contemporáneas del Neocolonialismo “Por la Libertad de las Naciones” en Moscú. La reunión constitutiva está fijada para febrero del año en curso.

En conclusión, sería bien citar ciertas palabras del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, pronunciadas en su discurso en el Concilio Mundial del Pueblo Ruso. “Hoy luchamos por la libertad no solo de Rusia, sino todo el mundo”. Además de efectuar la operación militar especial, nuestro país contribuye a la lucha por la justicia desmintiendo y derrocamiento el neocolonialismo.

* Director del Departamento de Planificación de Política Exterior de la Cancillería rusa,

FUENTE GEOSTRATEGIA.es https://geoestrategia.es/noticia/42329/politica/neocolonialismo-y-nuestra-lucha-contra-el.html

Por Gabriel Merino que autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico

Con su ampliación, el grupo se consolida como la voz insubordinada del Sur Global. 

En el 2001 el gerente del banco de inversiones Goldman Sachs, Jim O’Neil, encargado de la expansión global de la corporación financiera desde la City de Londres, fue quien acuñó el acrónimo BRIC (aludiendo a la palabra ladrillo en inglés, brick) para referirse a Brasil, Rusia, India y China como grandes mercados emergentes donde presentar atención. Estos países presentaban altas tasas de crecimiento, que comenzaban a superar en su aporte a la expansión de la economía mundial al G7, el grupo de las siete economías más importantes del Norte Global, conformado por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón. O’Neil también remarcaba en esos años que una de las razones para prestarles atención era el hecho de que el PIB nominal de China ya superaba al de Italia en el año 2001. 

Para entender la profundidad y la velocidad del cambio en la economía mundial y en la cartografía del poder en las últimas décadas, podemos observar que veinte años después el PIB nominal de China es nueve veces más grande que el de Italia y se eleva a diez veces más grande si ajustamos su producto (PBI) al poder adquisitivo real (PPA). Además, podemos agregar que, en estos términos, la India cuadruplica a la economía italiana, Rusia casi que la duplica y Brasil la supera en un 30%. Todas ellas estaban, por supuesto, muy por detrás en 2001.  

La órbita económica es sólo una de las dimensiones en la que se expresa el profundo proceso socio-histórico de transformación del sistema mundial que tiene a los BRICS en el centro. El ascenso de estos países expresa a fuerzas emergentes que provienen del Sur Global (salvo Rusia), representan a una gran mayoría mundial y poseen territorios de dimensiones continentales, salvo Sudáfrica que se agregó en 2011 al espacio como representante africano. Además, articulan a buena parte de las grandes culturas con base en grandes civilizaciones históricas, que fueron subordinadas por las potencias atlánticas del Occidente geopolítico en su ascenso imperial. Ahora, con la ampliación a cinco países más, esta realidad se extiende al incorporar a países del mundo islámico árabe y persa.

En este sentido, para entender a los BRICS resulta necesario observar que expresan un ascenso e insubordinación de las grandes semiperiferias del sistema mundial, protagonizada por potencias emergentes de escala continental en articulación global. Esto está transformando estructuralmente el propio sistema mundial y haciendo volar por los aires el orden mundial al establecerse otra correlación de fuerzas, lo cual es resistido por el Occidente geopolítico conducido por el polo de poder anglo-estadounidense. De hecho, no resulta casual la aparición de los BRICS en la escena internacional en 2009, luego de la gran crisis de 2008, cuando se produce una bisagra en el capitalismo global y, con ello, un nuevo momento geopolítico, a partir del cual se consolida la situación de la crisis de la hegemonía estadounidense (o anglo-estadounidense como prefiero denominar). 

Desde su primera Cumbre de líderes en Ekaterimburgo, Rusia, se resalta la necesidad de democratizar el orden mundial unipolar, atendiendo a una nueva realidad, y aparece la necesidad de avanzar hacia un sistema de divisas menos dependiente del dólar, que sea “estable, predecible y más diversificado.”

Con la pandemia que se desató en 2020 se aceleraron las tendencias fundamentales de la actual transición del sistema mundial, entre otras el declive relativo del Occidente geopolítico y el ascenso de China y de Asia en general. Ese año se produjo un quiebre significativo en la economía global, con fuerte carga simbólica: los países agrupados en los BRICS superaron a los países del G7 en el porcentaje que representan sus respectivas economías medidas en PIB a paridad de poder adquisitivo (PPA). Esta tendencia secular, que avanza desde los años 80 bajo el liderazgo central de la locomotora China, continuó su curso luego de 2020 y probablemente vaya a continuar. Hasta el momento los intentos de Estados Unidos y el Occidente geopolítico para revertir estas tendencias —que se manifiestan en guerra global contra el terrorismo, la guerra comercial, la guerra tecnológica y la guerra económica a través de sanciones, o impulso de conflictos internos a los estados considerados rivales, etc.— no solo no han logrado sus objetivos, sino que parecieran haber impulsado aún más la crisis de hegemonía y transformación del sistema mundial. El economista y sociólogo italiano Giovanni Arrighi analizó esto en relación con la guerra global contra el terrorismo y cómo ello terminó “beneficiando” de forma indirecta a China, quien resultó ser el gran “ganador”. Es parte del cambio de época actual.

Los BRICS+

La ampliación del espacio en los BRICS+ da cuenta de la extensión de este proceso a otros territorios del Sur Global, con importantes implicancias geopolíticas. No resulta casual que desde 2021-2022 más de 20 países solicitaron el ingreso a una de las nuevas instituciones multilaterales fundamentales del mundo multipolar en desarrollo.    

Tres meses después de la Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, donde el viejo mundo unipolar volvió a dictar a las mayorías mundiales lo que debían hacer (aunque ya sin mucho éxito), se realizó en septiembre de 2023 la cumbre de los BRICS de Johannesburgo, Sudáfrica. Allí se concluyó con la propuesta de invitar a seis países a formar parte del bloque partir del 1º de enero de 2024: Arabia Saudita, Argentina, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Etiopía e Irán. 

Ahora los BRICS+ reúnen más de 45% de la población mundial y casi 36% del producto global (PBI PPA). Además, sus miembros representan 40% de la producción total de gas y 45% de la de petróleo, lo que tiene un gran impacto en el mercado mundial de hidrocarburos y en su comercialización mediante dólar —cuestión clave en el sistema monetario mundial post abandono del patrón oro en 1971, centrado en el petro-dólar. En este sentido, el BRICS+ agrupa en un mismo espacio de cooperación económico y político al gran taller industrial del mundo y nuevo centro económico emergente que es China, y a otra gran plataforma industrial en ascenso como es la India, con los grandes productores de materias primas y especialmente de energía. A la vez que cuenta con la segunda y la tercera poderes de defensa del mundo (Rusia y China) y la primera potencia nuclear (Rusia).    

La incorporación de cuatro países del llamado Oriente Medio y tres de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es clave por el papel central de dicha región como principal fuente de exportación mundial de hidrocarburos. También porque se incorpora al BRICS+ la gran cultura islámica (tanto árabe como persa), lo que profundiza el camino de diálogo de “civilizaciones”. Y además, por el lugar geopolítico. Colocada como “cinturón de quiebra” (shatterbelt) por parte de actores importantes de pensamiento estratégico anglo-estadounidense, esta región geopolítica se presenta para el Occidente geopolítico como un territorio en disputa, donde domina la fragmentación y la falta de unidad política, y en el cual los grandes jugadores geoestratégicos tienen sus puntos de apoyo y compiten por la influencia, a la vez que entran en el juego de las propias potencias regionales. 

En este sentido, el “Oriente Medio” se estableció como una zona de gran convergencia y choque de fuerzas y, por lo tanto, como una gran zona de inestabilidad. Para los neoconservadores del Proyecto para el Nuevo Siglo Americano (conocido como PNAC por sus siglas en inglés), que dominaron en la administración de George W. Bush y luego se fueron imponiendo en buena medida con Donald Trump, esta región se estableció como un territorio prioritario a controlar para mantener la supremacía estadounidense en el siglo XXI. 

En estos marcos geopolíticos y geoestratégicos deben analizarse las invasiones y guerras de Afganistán e Irak, lugares clave de la llamada Guerra Global Contra el Terror, así como también el conflicto en Siria y Libia o la guerra híbrida con Irán por parte de Estados Unidos y aliados. Sin embargo, la situación en esta región está cambiando a pasos acelerados. A los malos resultados obtenidos en Afganistán e Irak por parte de Estados Unidos y aliados, se le sumó el fracaso de la política de cambio de régimen en Siria, cuyo gobierno contó con el apoyo de Irán y de Rusia para sostenerse en este conflicto clave de la Guerra Mundial Híbrida y Fragmentada en curso. Por su parte, Moscú volvió a ser un protagonista central en la región, como parte de su regreso como gran jugador geoestratégico mundial. 

Por otro lado, la presencia de China es cada vez mayor, convirtiéndose en el principal actor económico de “Oriente Medio” o el centro de Afro-Eurasia. El acuerdo entre Irán y China en 2021 fue un hecho fundamental en este sentido, en tanto debilitó estructuralmente la guerra económica contra el país persa por parte del Occidente geopolítico y brindó las bases materiales para su ingreso en las grandes asociaciones Eurasiáticas, consolidando el triángulo mortal para la primacía estadounidense en el mega continente hipotetizado por Zbigniew Brzezinski: Beijing-Moscú-Teherán. 

También resulta importante en el análisis el avance del corredor China-Asia Central-Asia Occidental de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) que va desde Xinjiang hasta el mar Mediterráneo pasando por Irán, Irak, Siria y Turquía entre otros países. Así como también son para destacar los acuerdos de Beijing con Arabia Saudita y E.A.U., entre los que se incluyen el pago en yuanes de los hidrocarburos que importa China. 

El reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudita bajo la mediación de China y la consecuente disminución de las tensiones entre estos dos actores protagonistas de un conflicto regional permanente, sacudió el tablero geopolítico mundial al modificar sustancialmente el escenario regional. 

Debe mencionarse dentro de las reconfiguraciones geopolíticas recientes el accionar conjunto de la OPEP (en donde se destaca el peso de Arabia Saudita), junto a Rusia (convergencia denominada como OPEP+) para sostener el precio mundial del petróleo, a pesar de las presiones de Estados Unidos y el Occidente geopolítico para bajar el precio en plena escalada de la guerra en Ucrania. El reino saudí claramente ha cambiado su juego. 

Con la incorporación de Egipto a los BRICS Plus o BRICS+ se agrega una de las cinco potencias de “Oriente Medio” o de la región central de Afro-Eurasia, que administra una ruta comercial estratégica, el canal de Suez, y es la bisagra terrestre entre África y Asia Occidental. Habitado por 112 millones de personas, heredero de una civilización histórica y en pleno impulso modernizador a partir de la construcción de una nueva capital, Egipto es la tercera economía del continente en tamaño, luego de Nigeria y Sudáfrica, y es uno de los países más relevantes de África —un continente va a tener un lugar cada vez más influyente en los asuntos mundiales en las próximas décadas y donde está en crisis la hegemonía occidental establecida a partir de la colonización europea. Se trata de un país exportador de hidrocarburos y, como Arabia Saudita, un aliado importante de los Estados Unidos y el Occidente geopolítico en la región, pero que ahora está reequilibrando su posición. Además, también posee un significativo intercambio comercial con China y Rusia, y tiene importantes relaciones con Moscú a nivel militar, en proyectos de energía nuclear y en la industria del gas.  

En el caso de Etiopía se trata del segundo país por población en África (120 millones) y la sexta economía del continente. Es un actor importante por su cultura e historia, marcadas por ser el segundo país del mundo en adoptar oficialmente el cristianismo luego de Armenia y por ser el territorio de importantes reinos y de un imperio que duró más de 700 años, desde 1270 a 1975. A su vez, junto a Liberia fueron los únicos Estados africanos que mantuvieron su independencia durante el reparto de África por parte de los imperios coloniales europeos y sólo estuvo ocupada por Italia entre 1936 y 1941. Etiopía es un país influyente en el estratégico cuerno de África y se encuentra lindante a la región llamada “Medio Oriente” o el centro de Afro-Eurasia. Aunque se trate de un país sin acceso directo al mar, por su influencia en Somalía e inserción histórica en la zona, en donde se encuentra Djibouti y Eritrea, se trata de un país importante en relación a las rutas del Mar Rojo y del Océano Índico, y particularmente en relación al estratégico estrecho de Mandeb. La inclusión del país africano coincide, además, con el establecimiento de acuerdo amplio entre los Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.

Argentina queda afuera 

El posible ingreso de Argentina, que finalmente fue descartado por su nuevo gobierno, tenía varios aspectos para destacar. Argentina es miembro del G-20 (hubiera sido el séptimo BRICS que también es de del G-20), representa la tercera economía en América Latina y la segunda de América del Sur después de Brasil, y se destaca como un importante productor mundial de alimentos. Además, posee un gran potencial en la producción de minerales (que ya está en pleno despliegue y algunos de los cuales son centrales para la transición energética en curso como el litio) y también en la elaboración de hidrocarburos (posee la tercera reserva de gas más grande del planeta). A su vez, es el principal productor sudamericano de software, tiene un buen nivel de formación de su fuerza de trabajo (“capital humano”) y posee importantes capacidades científico-tecnológicas para ser un país semi-periférico de tamaño medio. En materia geopolítica es de destacar su proyección sobre la Antártida y su carácter bicontinental, su gran litoral marítimo de 4.500 km. sobre el Atlántico Sur y, por supuesto, su lugar clave en la Cuenca del Plata, espacio nuclear de América del Sur desde el cual construir una confederación continental y un centro económico emergente. 

En este sentido, su ingreso a los BRICS junto a Brasil podría haber fortalecido la sinuosa y disputada construcción de un bloque regional —que colisiona con los intereses hemisféricos de los Estados Unidos— para consolidar el desarrollo de un polo en América del Sur que converja con otros poderes emergentes en un escenario de creciente multipolaridad relativa. 

El desarrollo continental y universal se articula y forma parte de un mismo proceso contradictorio y plural de insubordinación de la semiperiferia, que adopta particulares características en el “patio trasero” de la vieja potencia hegemónica y del Occidente geopolítico durante cinco siglos.

La contradicción entre el regionalismo autonomista y el regionalismo “abierto” o neoliberal, entre la integración de Nuestra América o la integración “hemisférica” bajo la doctrina Monroe, se articula con la contradicción principal del sistema mundial en transición entre las fuerzas unipolares y las fuerzas multipolares, es decir, entre el Occidente geopolítico y el Norte Global (conducido por las fuerzas dominantes anglo-estadounidenses) frente a los poderes emergentes y el Sur Global.

Argentina y la región, necesariamente, forman parte de ese proceso sociohistórico de cambio estructural, liderado por las fuerzas emergentes de Asia.

De hecho, el comercio exterior argentino refleja año a año esta transformación. El intercambio comercial de Argentina con Estados Unidos y la Unión Europea en conjunto representa 23% del total del país y llega a poco más de 25% si se toma también Canadá y México (USMCA), perdiendo peso año a año. En comparación, el intercambio comercial con Brasil, China e India, tres socios clave del BRICS, representa el 36% del total, y si consideramos el conjunto del MERCOSUR y la ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), en donde se encuentran otros importantes postulantes al BRICS, llega al 46,5%. 

En otras palabras, el mundo emergente ya es parte central de la realidad económica de Argentina y de la región, lo cual se refleja en muchas otras dimensiones. Frenar esa tendencia hacia la confluencia con las fuerzas en desarrollo con el objetivo de alinear al país a los intereses de los Estados Unidos y del Occidente geopolítico sólo pude traer como resultado estancamiento y periferialización. En términos estructurales, es la política que, con matices y contradicciones, se impone en parte desde hace 10 años, en lugar de haber continuado y profundizado el reequilibrio hacia el mundo emergente, de la mano del fortalecimiento de la autonomía nacional y regional. A partir de esos años, Argentina y la región entraron en un pantano del que no logran salir. 

Original publicado en TEKTONIKOS: https://tektonikos.website/los-brics-y-el-cambio-en-el-mapa-del-poder-mundial/