RUSIA TOMA EL CONTROL DEL GOLFO DE GUINEA, en el centro del África Occidental, sobre el Atlántico Sur, mediante un acuerdo con el archipiélago de Santo Tomé y Príncipe ante el silencio deliberado de la prensa occidental, que se niega a abordar el viraje estratégico de alianzas y asociaciones de África hacia las potencias asiáticas, en paralelo al abandono, la huída y/o expulsión de tropas militares y empresas estadounidenses y europeas del continente en los últimos años.
Tan fundamental e histórico cambio estratégico, que está profundizando la lucha por la “segunda independencia” de los africanos -esta vez económica-, es el tema de la columna del Club de La Pluma de Carlos Pereyra Mele director de Dossier Geopolítico, con un análisis necesario y exhaustivo, mientras la atención mediática se centra en exclusiva con Israel y Ucrania, dejando de lado acontecimientos geopolíticos de profundo impacto, que van definiendo el nuevo horizonte global, en medio de los cambios tectónicos que alumbran el nuevo orden global multipolar.
AUDIO:
A lo largo del audio desgrana los contenidos, condiciones y objetivos del nuevo acuerdo, además del entorno geográfico de influencia y de las angustias que provoca al poder anglosajón. Lo que viene a confirmar que Rusia es un socio más atractivo para los países africanos, al contrario de Occidente y sus supuestos valores que dice sostener, al haberse comprobado que esos postulados son solo una cortina de humo de sus apetencias colonizadoras. No olvidan por allí que los regímenes occidentales le han sometido por siglos a unas exigencias extremas a cambio de prácticamente nada y que la doctrina de los derechos humanos ha sido mayormente salvajismo contra los autóctonos.La clara preferencia por Asia de parte de los nuevos tiempos políticos africanos lo demuestra el que ya existan tratados firmados entre Rusia y 43 países del continente, sobre cooperación, seguridad, economía y geopolítica, y otros armamentísticos y de formación militar.
Con esta columna, que se sale del común del día a día mediático, Pereyra Mele marca otra pauta concreta de lo que ocurre en el mundo, en tanto que abunda en datos y argumentos corroborados y resalta que la amplia presencia de Rusia en África, la hace en colaboración con la estrategia económica de China para el continente, en tanto que supresencia militar, con ejército, marina y fuerza aérea en el Atlántico Sur tiende a equilibrar la abrumadora presencia británica que controla las pocas islas que existen por allí.
Todo un interesante aporte geopolítico que demuestra que hay otro mundo real más allá de unos relatos fantasiosos de Occidente, que están terminando por desarmarse.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/10/Golfo-Guinea2.jpg471603Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-10-20 23:20:332024-10-20 23:23:50GEOPOLÍTICA POR RADIO CON PEREYRA MELE: "RUSIA TOMA EL CONTROL DEL GOLFO DE GUINEA" 20/10/2024
18 oct 2024 EDUARDO J. VIOR – DMP GEOPOLÍTICATodos los viernes a las 23:00 horas de España (18:00 ARG/BRA/CHI, 17:00 BOL/VEN, 16:00 COL/EUA/PER, 15:00 CRC/MEX), Eduardo Vior presenta su mirada sobre la geopolítica y la geoeconomía global.
TEMA: ¿SE EXTIENDE LA GUERRA AL CUERNO DE ÁFRICA? – EDUARDO J. VIOR
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/10/CUERNO-DE-AFRICA.jpg408612Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-10-20 22:31:102024-10-20 22:31:41¿SE EXTIENDE LA GUERRA AL CUERNO DE ÁFRICA? - EDUARDO J. VIOR
Nos lo dice Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico, en su columna del Club de La Pluma, ante el surgimiento de gobiernos militares nacionalistas en la franja central africana del Sahel, desplazando las dictaduras corruptas impuestas por Occidente y cambiando profundamente sus relaciones internacionales. Rompiendo con el neocolonialismo europeo -especialmente el francés- acabando con su usura financiera, asumiendo la soberanía de sus recursos naturales, anulando los leoninos acuerdos bilaterales de expolio, revocando los acuerdos militares y las fallidas estructuras “supuestamente antiterroristas” de las países de la OTAN, estableciendo un estratégico acercamiento a Rusia e Irán además de la presencia económica de China y sellando “La Alianza Liptako Gourma” entre Burkina Faso, Malí y Níger, en forma de un pacto de defensa mutua y de freno a las sanciones económicas tan propias de Occidente.
“Alianza de Estados del Sahel» el Fracaso de Occidente en África”
AUDIO:
Una alianza de fuerte contenido anticolonialista, por una autonomía política y un desarrollo económico en un marco de seguridad que Occidente nunca logró. Lo que demuestra que África, además de hacer efectivas sus “pseudas independencias” de la década de 1960, aspira a estar en la mesa de negociaciones globales donde se define el Nuevo Orden Mundial. También nos cuenta el emblemático episodio del 16 de marzo del 2024, con Níger desairando a Washington, como muestra de la profundidad de los nuevos tiempos, en el continente más maltratado de la historia (El gobierno de Níger revocó un acuerdo militar de una década de antigüedad con Estados Unidos).
Y junto a estos cambios de aire en el Sahel, más al norte,-en la costa africana del Mediterráneo- también soplan vientos contra el yugo neocolonialista, con Egipto como miembro de los BRICS+ y con Argelia sumándose en breve. Una Argelia NO ALINEADA con Washington y cercana al eje Moscú Pekin, de la que Europa depende desesperadamente por su energía y que ha logrado aniquilar al terrorismo sin tropas occidentales en su territorio.
Sin embargo, nos alerta Pereyra Mele, que a partir del 2023, con la expulsión de las tropas imperiales, han vuelto sospechosamente a recrudecer los grupos yihadistas con su “tufo pro occidental” y como el clásico brote de violencia cuando Occidente pierde el poder y el control en cualquier zona del planeta. Lo que confirma que Estados Unidos y sus socios presentarán su conocida batalla de desestabilización en El Sahel, sin regalar por las buenas unas regiones que han usufructuado durante décadas, por lo que seguiremos viendo atentados, agresiones, golpes económicos y sanciones contra sus pueblos. Como ocurrió con la caída de Gadafi por la OTAN -dirigida por Francia y Estados Unidos- hasta destruir Libia e instalar el desmadre en la zona, que hoy está en manos de mafias paramilitares y de grupos yihadistas.
También reflexiona que «…estos cambios profundos en África difícilmente aparezcan en los medios occidentales», a pesar de que son pasos geopolíticos trascendentales que acompañan al giro histórico del poder global, en paralelo a la debacle imparable del imperio anglosajón y el final de su dominio unipolar.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/08/Independencia-A.jpg624850Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-08-18 22:31:352024-08-18 22:33:52GEOPOLÍTICA POR RADIO CON PEREYRA MELE:¡¡ ÁFRICA ESTÁ ROMPIENDO LAS CADENAS !! 18/8/2024
El Frente Africano Parte 1, publicado originalmente en inglés con la bendición de Marat Khairullin en el East Calling Substack, 14 de junio de 2024.
Poca gente sospecha que, ahora mismo, Rusia ha abierto un segundo frente en la lucha contra el mal global en la forma del llamado Occidente. No se trata de una especie de «proxy», sino de un frente muy real y caliente, en el que también luchan los nuestros. Quizás este segundo frente nuestro sea todavía inferior en intensidad a la Operación Militar Especial. Sin embargo, en términos de escala territorial, ciertamente no es menor que el ucraniano.
Estamos hablando, por supuesto, del norte de África y concretamente de la región del Sahel. Lo que está en juego en esta guerra es la prosperidad de nuestro país durante los próximos cien o doscientos años. Para entender todo esto, tenemos que empezar un poco más lejos.
El Sahel es un territorio de África, donde la desértica parte septentrional (principalmente el Sáhara) se convierte gradualmente en selva ecuatorial, formando una amplia franja de sabanas. El Sahel incluye siete países principales (de oeste a este): Senegal, Mali, Burkina Faso, Níger, Chad, Sudán y Eritrea. La distancia recorrida es de unos 6 mil kilómetros (es la distancia de San Petersburgo a Jabárovsk).
Si nos fijamos en el mapa, el proyecto de un corredor de transporte transafricano desde el puerto de Dakar de Senegal hasta el puerto de Sudán, con carreteras y ferrocarriles, es simplemente de sentido común.
Propuesta de ferrocarril Dakar – Puerto de Sudán
Los países del Sahel llevan muchos años llamando a las puertas del mundo con esta idea. La puesta en marcha de un proyecto de este tipo mejoraría simplemente, de hecho, el bienestar de los países del Sahel y de los adyacentes, creando un mercado en rápido crecimiento de unos 500 millones de personas. En el futuro, otro corredor de transporte podría extenderse de norte a sur a través de Ciudad del Cabo, creando las condiciones para la prosperidad de todo el continente.
La Unión Soviética planeaba llevar a cabo este proyecto con el apoyo de sus poderosos aliados en esta región: Argelia y la entonces próspera Libia de Muamar Gadafi. Con este fin, por ejemplo, Gadafi casi había completado un proyecto único para irrigar el desierto del Sahara con el fin de ampliar la zona de sabana adyacente al Sahel. Pero esto se lo contaré en los siguientes materiales.
La irrigación de Libia
Lo importante es que, en cuanto se derrumbó la Unión Soviética, el Occidente condicional empezó a destruir con todas sus fuerzas los procesos de integración en el Sahel. En realidad, fue entonces cuando aparecieron bandas islamistas y de otro tipo en las afueras de casi todos los países clave de la región. Todos ellos eran apoderados de Occidente, diseñados para frenar cualquier ambición de los gobiernos nacionales de integrar la región. En todas partes se aplicó el mismo proyecto de caos: dividir y explotar.
Por ello, Gadafi sufrió cuando decidió, en solitario, con el apoyo de Argelia, seguir aplicando el proyecto de un Sahel próspero.
El factor clave fue la presencia de poderosas fuerzas armadas en Libia con grandes recursos financieros. Bien podría tener éxito y crear un nuevo centro de desarrollo mundial en el Sahel, que en el futuro competiría sin duda con Occidente, pero Gadafi fue asesinado y Argelia, viendo su ejemplo, no se atrevió a continuar estos procesos.
Cartel que señala el río artificial de Muamar Gadafi
Así, durante casi 30 años, tras haber destruido Libia, el mundo occidental condicional volvió a sumir en la pobreza a una de las regiones más prometedoras del mundo.
Aquí hay que hablar de dos temas: por qué el Sahel es tan importante para nosotros y por qué estamos dispuestos a derramar sangre por estos países. Existe una teoría económica muy clara que afirma que, para el desarrollo normal y competitivo de una determinada civilización moderna, ésta (la civilización) debe controlar de algún modo un mercado con capacidad para unos trescientos millones de almas.
Esto ni siquiera es una teoría, sino pura aritmética derivada de las enseñanzas de Adam Smith: para, por ejemplo, producir industrialmente chaquetas de marinero, se necesita una población humana de un millón de almas. Para no sólo alimentarse, sino para generar innovaciones y crear un proceso multivectorial, se necesita una población humana de al menos trescientos millones de almas.
Nuestro país controla el mercado condicional de la Unión Euroasiática, de unos doscientos millones de almas. Los siete países del Sahel aportan unos 150 más. Y si tomamos los países adyacentes que, obviamente, se unirán a este proceso – Argelia, Egipto, Sudán, Etiopía, República Centroafricana, etc., entonces es otro plus de varios cientos de millones.
Un desarrollo evidente de este proceso será la puesta en marcha del corredor de transporte Norte-Sur de África, que hará que la capacidad de este mercado sea sencillamente gigantesca, suficiente tanto para China como para Rusia.
No es casualidad que Sudáfrica esté intentando tan activamente ser nuestro amigo.
Es esto -la presencia de un mercado potencialmente vasto, que se encuentra, lo que es importante, en la fase inicial de desarrollo- lo que más nos atrae aquí, y no sólo la presencia de algún mineral, que es el segundo tema.
Sin embargo, volvamos al Sahel. La base del poder de Occidente sobre estos países fue la degradación deliberada de las fuerzas armadas nacionales de estos países. Para ello se crearon simultánea y directamente bandas separatistas (principalmente islamistas) en la región.
Burkina Faso, con una población de 22 millones de habitantes, contaba con una fuerza militar de sólo cinco mil efectivos. En Níger, con una población de 25 millones, menos de 10 mil formaban parte de las fuerzas armadas. Mali también tiene una población de 22 millones y contaba con una fuerza armada de menos de diez mil bayonetas. La posición oficial era la siguiente: «Las fuerzas de la Legión Extranjera francesa y parte de las fuerzas armadas estadounidenses están estacionadas aquí, por lo que deberían ser responsables de la seguridad en esta región. Los países pobres del Sahel no necesitan mantener su propio ejército y no pueden permitírselo», así se dijo.
Como resultado, a lo largo de treinta años de tal política, las bandas de islamistas, que aparecieron deliberadamente en las zonas fronterizas donde se tocan estos tres países (Malí, Níger y Burkina Faso), ocuparon en total casi un tercio del territorio de estos países, y en términos numéricos, se trata de más de cien asentamientos.
Es decir, la presencia de bandas en estas regiones era para Occidente un seguro adicional contra posibles procesos de integración y la construcción de ese mismo corredor de transporte entre el Oeste y el Este de África.
Aquí, por cierto, hay que añadir un toque para que todo el mundo entienda lo que es Occidente. Hoy es el siglo XXI, Internet y todo lo que existe, y Occidente reprimió de todas las maneras posibles cualquier intento de construir ferrocarriles en esta región, hasta el asesinato de constructores e ingenieros. Si miramos el mapa, los ferrocarriles en África sólo están desarrollados en la periferia: Sudáfrica, Egipto, Argelia. Toda África central carece de infraestructuras de transporte desarrolladas.
Esto se hizo, repito, deliberadamente – Occidente frenó específicamente el desarrollo del continente negro de esta manera, y mantuvieron a cientos de millones de personas en la pobreza artificial.
Volviendo al Sahel: cuando por fin se planteó la cuestión de crear un corredor de transporte Este-Oeste en África, el primer problema que se interpuso en el camino fueron esas mismas bandas, y este es exactamente el problema que estamos resolviendo ahora.
En esta parte no hablaré cronológicamente de cómo sucedió, sino de las vicisitudes del proceso, y sólo les hablaré de los acontecimientos actuales.
Tras la reciente revolución de liberación nacional que tuvo lugar en Níger, se anunció la creación de una fuerza armada conjunta de la Alianza del Sahel, lo que coincidió con la formación del Cuerpo Africano y la llegada de su comandante Sergei Vladimirovich Surovikin al Sahel.
Se cree informalmente que fue nombrado comandante directo de las Fuerzas Armadas del Sahel.
Aquí hay que añadir que la rebelión de Prigozhin y su posterior muerte se produjeron cronológicamente justo antes de estos acontecimientos organizativos. Hay muchos hechos interesantes de los que es demasiado pronto para hablar, ya que estoy en proceso de recopilación de material, pero en el futuro, sin duda, hablaré en detalle sobre el papel de Wagner en África.
La rebelión de Prigozhin es un acontecimiento muy complejo que tiene más de un fondo, pero continuemos. La base de las fuerzas armadas de la Alianza del Sahel eran principalmente los combatientes de Burkina Faso. Aquí hay muchos secretos, pero se puede juzgar con cierto grado de certeza que en dos años de trabajo activo se crearon unos 20 batallones. Los batallones especiales 19, 12 y 14 se consideran los más preparados para el combate. Así como las unidades especiales antiterroristas: Gepard [Guepardo] y Phantom.
Se sabe con certeza que los soldados del 12º batallón se sometieron a un entrenamiento de combate completo en condiciones reales y participaron en batallas en la dirección de Zaporozhye, y los batallones tienen sus propias unidades de mortero y artillería, que también han sido probadas en el frente ucraniano.
Los batallones Gepard y Phantom completaron un curso completo de adiestramiento en la Academia de Fuerzas Especiales de la Guardia Nacional Rusa en el Cáucaso Septentrional, y combatientes individuales del batallón también participaron en batallas urbanas en la Operación Militar Especial.
En Mali, los batallones tercero y quinto se consideran los más preparados para el combate (los nombres se confirmarán en breve), y regresaron de la zona de la Operación Militar Especial hace apenas unos meses y ya están participando plenamente en las batallas contra los islamistas.
Es interesante que, en un futuro próximo, los combatientes nigerianos también comiencen el proceso de entrenamiento de combate en condiciones reales en la OME o incluso hayan llegado ya al frente, pero dónde exactamente, por supuesto, es un secreto militar.
Se cree que, en total, cada tres meses en el Sahel, en los campamentos del Afrika Korps, nuestros especialistas entrenan a unos dos o cuatro batallones para las fuerzas armadas de la Alianza del Sahel.
Según algunos datos, cabe suponer que se ha fijado la tarea de entrenar a medio plazo a unos doscientos batallones de combate completos.
La presencia de tales fuerzas en el Sahel cambiará radicalmente la revolución geopolítica en esta zona.
Ya se sabe que los destacamentos de la Alianza de Fuerzas Armadas en Burkina Faso y Malí operan con el potente apoyo de MLRS y artillería de cañón. También se ha registrado el uso de sistemas Uragan. Al parecer, en un futuro próximo, Níger dispondrá de sus propias unidades de misiles y artillería.
Otra sorpresa es que las fuerzas armadas de la Alianza del Sahel empezaron a utilizar activamente la aviación de primera línea a partir del mes pasado. El otro día, durante un asalto en la provincia de Sourou, en Burkina Faso, se utilizaron KAB 250 planeadores.
Recuerden las palabras de Putin sobre la transferencia de municiones guiadas de precisión a los enemigos de Occidente. En este caso, está claro por qué Macron está tan furioso – ya que es la inteligencia francesa la que está tratando activamente de coordinar las acciones de los islamistas en el norte de la Alianza del Sahel.
Los franceses mandan directamente a los islamistas, incluso en Nigeria, y en el estado de Rivers, en el sur de Nigeria, se registró la participación directa de soldados de la Legión Extranjera francesa en enfrentamientos militares con el ejército de la Alianza.
Al mismo tiempo, uno de los principales comandantes del Estado Islámico del Norte de África, Abu Zeidan, fue eliminado en el vecino Malí.
Cabe mencionar aquí otro punto importante. Al parecer, los aeródromos de apoyo para la aviación de primera línea de las Fuerzas Armadas del Sahel son aeródromos situados en Libia bajo el control del mariscal Haftar y, en general, resulta que en este frente está operando una coalición muy amplia.
El número de efectivos de las Fuerzas Armadas de la Alianza se aproxima ya a los 120.000, y en los próximos seis meses, al parecer, cruzará la barrera de los 200.000 (incluido nuestro Afrika Korps).
Con sus propios grupos completos de aviación, artillería y blindados. Se espera que el Ejército Nacional Libio del mariscal Haftar se una pronto plenamente a la coalición.
Ahora esta coalición de países del Sahel está luchando activamente y liberando cada día más territorios ocupados por los proxies occidentales. La próxima vez hablaremos de operaciones militares concretas sobre el terreno. Ahora podemos afirmar que Rusia ya ha abierto un segundo frente en toda regla contra Occidente en África.
El frente africano, segunda parte: Rusia en África desafía al hegemón: En vísperas de la gran guerra
Continuamos nuestra serie de periodismo de investigación sobre la situación en África. El primer texto de la serie se publicó hace mes y medio, y desde entonces los acontecimientos en los países del Sahel se han desarrollado a una velocidad tremenda. Antes de llegar a ellos, hablemos un poco de por qué Rusia se interesó por África en primer lugar.
El tema común en este debate es la presencia de enormes recursos minerales y fósiles en el continente. El segundo tema mencionado son los grandes recursos humanos, que en el futuro proporcionarán buenos mercados. Sin embargo, desde mi punto de vista, lo principal es la misión principal de Rusia en el mundo: salvar a la civilización humana de la influencia destructiva de Occidente. Este es el papel que nuestro país ha desempeñado en esta etapa. Se puede bromear sobre esta tesis, o se puede ignorar, pero es la historia reciente de África la que demuestra cómo el mundo necesita un país como Rusia, capaz de equilibrar todas las tendencias destructivas de una civilización occidental unida.
El hecho es que fueron los pueblos de África, más que nadie, los que sufrieron el colapso de la Unión Soviética. Los países occidentales, depredadores y sin restricciones, se abalanzaron sobre los Estados africanos que apenas habían empezado a levantarse tras la brutal era del colonialismo. En general, se trata de una página trágica aparte en la historia de la humanidad. En Rusia conocemos la destrucción por los europeos de la civilización de los pueblos indígenas de Norteamérica, pero no sabemos casi nada de la destrucción por los mismos europeos de toda una serie de civilizaciones antiguas e increíblemente originales en África.
Ghana, Argelia, Etiopía, Malí son todos ellos Estados antiguos, en activo desarrollo, con su propia cultura y escritura, que a menudo superan a los europeos en desarrollo, especialmente en las esferas humanitarias.
En la Edad Media, estos países se desarrollaron de forma bastante pacífica; al menos, no hubo tantas guerras crueles y sangrientas como en Europa. Todo este desarrollo increíblemente bello de los pueblos africanos fue detenido por la invasión de los europeos. La aparición de la Unión Soviética en África detuvo parcialmente este exterminio despiadado. Sin embargo, en cuanto la Unión abandonó el escenario en 1990, Occidente retomó en África su actividad favorita: incitar a la guerra.
Durante más de 30 años de hegemonía estadounidense en el mundo, fue África la que pagó el precio más alto en millones de vidas humanas. Los que murieron en conflictos directos, los que murieron por hambrunas provocadas y los que perecieron en epidemias. El genocidio del pueblo tutsi en Ruanda es enteramente responsabilidad de estadounidenses y franceses.
Por cierto, esta tragedia tiene muchos paralelismos con el actual enfrentamiento entre Rusia y Ucrania. Los ucranianos fueron enfrentados a los rusos utilizando exactamente los mismos libros de texto que se utilizaron para enfrentar a los hutus con los tutsis. Antes de llevar a cabo la masacre, los hutus mataron a su presidente (Ukry, dónde está tu Yanukóvich), y al final, cuando el péndulo osciló en la dirección opuesta, los hutus fueron tan odiados por los tutsis que se convirtieron en uno de los mayores pueblos de refugiados de nuestro tiempo – cerca de dos millones de hutus huyeron del país, temiendo la venganza de los tutsis (Ukrops, las cenizas de los mártires de la Casa de los Sindicatos golpean nuestros corazones), y esto en un país de sólo 7. 7 millones de habitantes.
Hoy en día, se considera probada la participación directa de los servicios de inteligencia franceses, y del Presidente Mitterrand personalmente en estos hechos – fue bajo sus órdenes que los Hutus fueron armados para el genocidio de los Tutsi. De hecho, detrás de esta masacre hubo una lucha entre el capital francés y el británico. Pero por aterrador que parezca, este genocidio no es más que un episodio de una serie de atrocidades que Occidente cometió en el continente negro. La misma lista incluye la destrucción total del país más próspero de África: Libia. También fueron responsables de los reveses en el desarrollo del segundo país más poderoso del continente – Sudáfrica, que milagrosamente evitó el colapso.
Sudán, Somalia, Congo, Mali, Burkina Faso, Níger y casi todos los 60 países africanos se han visto afectados por conflictos externos o internos de un modo u otro. Occidente es especialmente responsable de las inyecciones de terrorismo islámico (Al Qaeda, Al Shabab), al que se suministró regularmente armas y recursos. Estos terroristas tenían una tarea específica: impedir que los pueblos de África establecieran un proceso de paz e iniciaran un desarrollo estatal progresivo.
Probablemente merezca la pena escribir un estudio aparte sobre este tema: Occidente utiliza estas bandas para incitar a la hostilidad interna. En la actualidad, se ha acumulado una enorme cantidad de material objetivo que indica claramente que Occidente lleva muchos años invirtiendo dinero a propósito para crear zonas de caos en todo el continente. Está claro que, tras treinta años de violencia, los pueblos de África estaban cansados de un derramamiento de sangre sin fin, así que cuando surgió la esperanza de escapar de este horror, la aprovecharon inmediatamente. Esta esperanza es una apertura para que Rusia desafíe a la hegemonía (occidental), y también para que la alianza ya establecida de Rusia, China y, posiblemente, la India trabajen juntas. Aparentemente, este Gran Triángulo tiene hoy todas las posibilidades de convertirse en duradero, ya que fue creado por las tres civilizaciones más antiguas del planeta, saliendo de una crisis.
El primer acontecimiento significativo en el continente africano, en respuesta a estas condiciones imperantes, fue precisamente el proceso de liberación del neocolonialismo francés y estadounidense en sucesión de tres países del Sahel: Burkina Faso, Malí y Níger. Estos tres países se unieron en una confederación: la Asociación de Países del Sahel. Se afirmó que los ejércitos de estos países también se unían bajo un mando único.
Se trata de un caso sin precedentes en África, sobre todo si se tiene en cuenta que este mando unificado está dirigido por uno de los mejores comandantes de nuestro tiempo: el general militar ruso Surovikin.
Los países de la nueva confederación anunciaron también la creación de un banco único, que, al parecer, nuestro Sberbank ayudará a crear. Ahora Sberbank está entrando activamente en estos países. Es decir, se trata de crear un sistema de pagos unificado que una a casi 70 millones de personas: así se está formando ante nuestros ojos un enorme mercado amistoso. El siguiente paso, rápido y muy doloroso para nuestros adversarios, es la creación de un espacio aduanero único que, además de los países del Sahel, incluiría a otro país, Togo. Es decir, la Asociación recibió de facto el acceso al océano.
Aquí hay un punto interesante. Se cree que la principal puerta portuaria de los países del Sahel es el puerto de Dakar, en Senegal. Occidente corteja ahora especialmente a este país: el Presidente de Senegal recibió incluso una invitación personal del Presidente de Francia a los Juegos Olímpicos.
Otra noticia anecdótica: el otro día, Ucrania abrió una embajada en Senegal, y el embajador anunció inmediatamente que había llegado para contrarrestar la expansión de la influencia rusa en África. En siglos pasados, los tres países del Sahel y Senegal formaban parte del antiguo Imperio Malí, que fue destruido por los franceses. En resumen, había requisitos previos que indicaban que Senegal debía convertirse en un país clave de la Alianza del Sahel en términos de acceso al océano.
De repente, se eligió que el puerto principal del futuro corredor transafricano no fuera el de Dakar, sino el de Lomé (capital de Togo). Esto supondrá una cantidad potencialmente enorme de dinero e inversión. También hablaremos de esto más adelante.
Volvamos ahora al principal problema de la nueva Alianza: la amenaza terrorista. Bandas islamistas activas se han establecido en zonas clave de los tres países a lo largo de sus fronteras en la cuenca del Níger. Es decir, por un lado, se trata de las tierras más fértiles y, por otro, representan una barrera para la cooperación interestatal.
La solución clave a este problema es mejorar los ejércitos nacionales del Sahel.
En un artículo anterior escribí que a los Estados del Sahel se les imponía artificialmente un ejército a priori pequeño. Por ejemplo, en Burkina Faso, en el momento del golpe de Estado de septiembre de 2022, el ejército sólo contaba con siete mil personas. Y hoy, «el país de la gente digna» (como se traduce Burkina Faso) tiene, de hecho, treinta grupos tácticos de batallones bien entrenados por Rusia y totalmente equipados – con artillería pesada, MLRS y tanques. Sin embargo, el factor más importante es su aviación de combate. Se trata precisamente de aviación nacional con personal propio, no ruso ni libio.
A lo largo del año, Rusia ha formado tanto a pilotos como a ingenieros técnicos en nuestras universidades técnicas militares, y a partir de ese momento, como comprenderán, la cuestión de la existencia de terroristas en el país, podría decirse, quedó resuelta.
En julio se graduó el mismo contingente de vuelo para la aviación de Malí, y ahora han llegado chicos de Níger para recibir formación.
La situación en Malí es realmente complicada: además de las amenazas de los terroristas, sigue existiendo la amenaza de los separatistas tuaregs. Estos días se están llevando a cabo dos grandes operaciones conjuntas del ejército maliense y, como dicen aquí, «aliados rusos» contra el bastión terrorista de la ciudad de Gao y el bastión tuareg de la ciudad de Kidal. Al mismo tiempo, se desplegó en Malí una misión humanitaria rusa para establecer el diálogo interétnico y la reconciliación (en su día desplegamos la misma misión en Siria). Los líderes tuareg que acepten deponer las armas recibirán garantías rusas e igualdad de derechos políticos con el resto de los habitantes de Malí. Los que sigan apoyando a los franceses serán derrotados por el formidable Surovikin y el ejército ruso.
Al parecer, nuestro país se ha tomado realmente en serio la construcción del corredor de transporte transafricano Oeste-Este. En Occidente, como ya he dicho, la entrada de Togo en la nueva unión aduanera fue una sorpresa muy desagradable. Por supuesto, parece que las sorpresas no acaban ahí.
Si nos fijamos en el mapa, los países de Chad y Sudán separan la Asociación del Sahel del Golfo de Adén, y Sudán es un problema particular, donde los estadounidenses están fomentando activamente la guerra.
Aquí es interesante que nuestro Ministro de Asuntos Exteriores Lavrov visitó Chad en julio, por lo que hay grandes expectativas de que Chad pueda unirse al corredor de transporte, y a través de él, la carretera condicional pueda ir no a Sudán, sino a nuestra amistosa República Centroafricana, y desde allí a nuestro aliado abierto en África – la Etiopía ortodoxa.
Etiopía, por cierto, ya ha acordado con el país no reconocido de Somalilandia (que una vez se separó de Somalia) un arrendamiento a largo plazo de la costa del Golfo de Adén. Esto sucedió exactamente después de que, ¿adivinen quién vino a Etiopía? Así es, nuestro Lavrov.
Es decir, de hecho, mientras estamos superando a nuestros «socios jurados» también en este flanco, lo más probable es que el proyecto del corredor de transporte ya esté listo.
Nos detendremos aquí hoy, y en el próximo artículo hablaremos definitivamente de cómo exactamente los estadounidenses, franceses y británicos están tratando de provocar una gran guerra en África.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/08/AFRICA.jpg10241024Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-08-01 21:35:062024-08-01 21:37:54El Frente Africano Partes 1-2
Parecía que la insurgencia en Cabo Delgado estaba en retroceso, pero a mitad de febrero 25 soldados mozambiqueños fueron abatidos en un ataque guerrillero en Mucojo en el distrito costero de Macomia al norte del país. Los guerrilleros llegaron en barcas y atacaron el campamento militar. Los soldados intentaron huir por la carretera, pero allí fueron emboscados. Parece que les esperaban. Destruyeron varios vehículos militares, se llevaron armas, mataron soldados, y detuvieron a otros que asesinaron después de interrogarlos. Los guerrilleros pusieron su bandera negra en la plaza y permanecieron durante 48 horas cuando el ejército pudo recoger los cadáveres de sus soldados, contó el semanario Savana publicado en Maputo.
El ataque mostraba una sofisticación que se creía no tenía al-shabab, como llaman a los insurgentes en Cabo Delgado, aunque no tengan nada que ver con los islamistas de Somalia. En la operación participaron 300 guerrilleros, el mayor número hasta ahora en una operación militar en los seis años de insurgencia. Entre los soldados muertos había varios de la Fuerza de Reacción Rápida, un cuerpo de élite entrenado por militares portugueses (España también participa) bajo la bandera de la Unión Europea. Portugal es el viejo país colonial que salió derrotado en 1975 cuando Mozambique conquistó su independencia. Sus soldados se pueden ver ahora paseando por uno de los hoteles más lujosos de la capital. Los salarios de los soldados mozambiqueños son de 55 euros al mes; si consiguen un plus, 72. Es menos de lo que cuesta una sola noche en el hotel en que se alojan los soldados portugueses.
Una semana después del ataque viajé en avión a Pemba. Por tierra necesitas tres días de viaje desde Maputo. Pemba está tan al norte que está más cerca de Dar es Salam y Nairobi que de la capital mozambiqueña. Eso no significa que esté aislada del poder nacional. La lucha de liberación nacional empezó en Cabo Delgado aprovechando el apoyo recibido del presidente de Tanzania, Julius Nyerere. Muchos de los generales del ejército son macondes, una etnia que habita la meseta fronteriza al sur del río Rovuma que separa a los dos países. Estos generales crecieron en la guerra librada por el FRELIMO contra los portugueses, pero en el poder desde la independencia se han convertido en parte del problema: son los beneficiados del boom de la industria extractiva que conoce el norte de Mozambique. Mientras ellos se enriquecen, las encuestas hablan de que la mayoría de la población sigue en la pobreza. El 64% de los mozambiqueños vive con 2 dólares o menos al día. Una situación todavía peor en Cabo Delgado, agudizada por el conflicto.
Los insurgentes, al principio, estaban en el extremo norte de la provincia, a 50 kilómetros de la frontera con Tanzania, en la zona costera donde están los pozos de gas. Pero después de un año de control de Mocímboa da Praia, los militares, con ayuda de soldados de África del Sur y Tanzania, los derrotaron y los sacaron del lugar. Se refugiaron en el sur de la provincia en Ancuabe y Chiure donde cortan las carreteras. Ha habido casos en que los insurgentes se han llevado a conductores por no pagar lo que les piden. En una de sus ocupaciones, en febrero último, quemaron un camión lleno de combustible que viajaba de Nampula a Cabo Delgado.
Pemba, la capital de Cabo Delgdo, fue fundada por pescadores Muaní y comerciantes indios que habían entrado en contacto con árabes de Zanzíbar.
Llegaron de los archipiélagos cercanos. Los Muaní, una población nativa que además de pescar cultiva la tierra, son predominantemente musulmanes y hablan una lengua indígena contaminada con swahili. Los portugueses durante la colonia se aprovecharon del puerto para sacar los productos de la región del lago Niassa que compartía con los ingleses. Era entonces conocido como Porto Amelia.
En el aeropuerto no se veía más seguridad que la normal y en Pequeta, la zona del puerto donde viven los pescadores Muaní, la actividad no había aflojado. Había un grupo de pasajeros esperando embarcar a la isla de Ibo y los pescadores llevaban su pescado al mercado. Fabricantes artesanales de barcas esperaban compradores en la arena mientras acaban de pintarlas. Lo que era nuevo era que en las últimas semanas había habido varios ataques en Mucufia a solo media hora de Pemba y se habían detectado movimientos guerrilleros en otras comunidades cercanas.
Es la primera vez que oigo la palabra guerra referida al conflicto. Armando (no es su nombre) ha venido a buscarme al hotel. He quedado con él para visitar la zona donde se han instalado desplazados por la guerra. En un momento dado, en Cabo Delgado llegó a haber 1.140.000 desplazados de una población de 2.7 millones. En diciembre pasado su número había disminuido a 600 mil, pero desde entonces la tendencia ha cambiado. En las últimas semanas ha habido 100 mil nuevos desplazados según la OIM, la agencia de Naciones Unidas que monitorea los movimientos de población. La mayoría al sur de la provincia.
A Armando lo conocí en Zambesia, una provincia en el centro de Mozambique al sur de Nampula. Llegó a Cabo Delgado a trabajar en el sector humanitario que se ha expandido con el conflicto. “La población necesita todo tipo de ayuda”, dice.
Para llegar a donde viven los desplazados tenemos que atravesar el distrito Eduardo Mondlane. La ciudad se está expandiendo hacia la playa donde están los hoteles turísticos. Al lado de lo que se supone es la principal avenida del barrio hay varios edificios públicos entre ellos una escuela y un centro de salud, los dos masificados, en situación precaria. Los vecinos pagan religiosamente sus impuestos, pero la pavimentación no ha llegado y eso que estaba presupuestada. En vez de asfalto la avenida principal es un continuo de montículos de tierra arenosa y balsas de agua que los vehículos atraviesan como pueden.
Corrupción y robo de materias primas
Armando dice que hay un manto de silencio sobre todo lo relacionado con los insurgentes, tanto por parte de la propia guerrilla como del ejército. Por mucho que indagues nadie sabe nada. Hay un acuerdo de que la expulsión de familias campesinas en Montepuez por el general Raimundo Pachiuapa fue lo que detonó el conflicto. El general, un viejo combatiente del FRELIMO, llegó a un acuerdo con Gemfields una empresa inglesa para explotar la mayor mina de rubíes del mundo. La familia del general se convirtió en su principal accionista; los campesinos afectados, en los primeros desplazados.
Pocos se tomaron en serio un video subido a las redes en 2017 anunciando el comienzo de la lucha armada. En el video tres jóvenes llaman a la insurgencia bajo una palmera. En el mismo denuncian la corrupción y el saqueo de las riquezas naturales por las autoridades. Su primera acción fue un asalto en Nampula a un cuartel de la policía para robar armas, pero eligieron Mocímboa da Praia para establecer su primer campamento, quizá porque la mayoría de ellos, aunque vivían en Montepuez eran Muaní y conocían bien el territorio costeño.
Los Muaní, conocidos por su rebeldía, habitan la costa desde la frontera con Tanzania hasta Pemba; desde la ciudad hacia el sur viven los Macua, una etnia de origen en Zambesia que se expandió hacía el norte en lo que es hoy Nampula llegando a Cabo Delgado. En el área de Mocímboa da Praia está Palma, el centro de explotación de las enormes bolsas de gas encontradas en la bahía del Rovuma. Se estima su valor en 100 mil millones de dólares. Un informe de Deloitte (África Energy Outllok-Mozambique special report 2024) asegura que las reservas tienen potencial para hacer de Mozambique el décimo productor global de gas y el mayor de la África subsahariana.
El ataque a Mocímboa da Praía fue brutal. Los insurgentes destrozaron cualquier infraestructura o símbolo construido por el estado. Arrasaron inclusive escuelas y hospitales, (siguen haciendo lo mismo en cualquier lugar que toman), quemaron viviendas, y asesinaron a civiles, a veces indiscriminadamente, sin importar que fueran musulmanes o Muaní, incluso degollaron a algunos o los quemaron vivos con sus casas. La población aterrorizada huyó en masa produciendo una multitud de desplazados. Se hicieron famosas las imágenes de miles de mujeres con hatos en la cabeza y niños de la mano caminando hacia el sur por la nacional 1. Meses después atacaron Palma donde Total, la empresa francesa de energía, estaba instalando sus plantas para licuar el gas del mar. Fue entonces cuando la comunidad internacional decidió intervenir militarmente para salvar sus inversiones. Vinieron soldados de Sud África y otros países de la Comunidad para el Desarrollo del África Meridional (SADC). También de Ruanda. Tuvieron éxito y sacaron a los insurgentes de la zona.
Total empezó a hacer trabajos para retomar la explotación protegido por dos mil soldados ruandeses que a diferencia de los de la SADC no patrullan Cabo Delgado, defienden las instalaciones gasísticas de Palma. En Maputo, Total acaba de acondicionar un recinto para las familias de sus trabajadores al mismo tiempo que el gobierno francés ha anunciado que va a dar 4.5 millones de euros para asistencia humanitaria en Cabo Delgado. Exxon Mobil y la compañía italiana ENI explotan ya el gas en el mar sin ser licuado. Una compañía holandesa aprovecha el petróleo que se genera. Hay cierta prisa para explotarlo. El precio del gas en Europa es 10 veces mayor que antes de la guerra de Ucrania y nadie sabe cuánto durará.
Armando dice que el gobierno no controla la cantidad que sacan estas dos compañías o al menos no lo informa, perdiendo el país millones de dólares en impuestos. Nadie sabe a dónde va el dinero. El 64% de los mozambiqueños viven en la pobreza. En febrero el embajador italiano, Ginni Bardini, fue a Palma, donde están las tropas de Ruanda bien armadas, incluso con drones, para anunciar que Italia había dado dos millones de euros para mejorar los servicios de nutrición, agua, saneamiento, higiene para niños y familias vulnerables. Las carencias sociales tremendas que sufre Mozambique, el país ocupa el lugar 181 de 189 en el mundo en desarrollo humano según Naciones Unidas, no pueden ser apagadas con pozales de ayuda humanitaria. Los algo más de dos millones de dólares de los italianos parecen grotescos sabiendo que sólo en gas Mozambique posee 100 mil millones.
Tras retirarse de Mocímboa da Praía los insurgentes se movieron hacia el sur camuflándose con la población, guardando silencio y actuando como fantasmas. Empezaron a actuar en pequeños grupos. Aparecían de la nada cuando golpeaban.
El misterio creció acerca de ellos. En otros conflictos hay rostros, nombres, declaraciones, objetivos, puntos a negociar. Pero en el conflicto mozambiqueño nada de esto ha existido hasta ahora. La oscuridad y el silencio hacen difícil encontrar respuestas a lo que quieren.
Hay quien enfatiza el componente islámico. Pero los guerrilleros no han distinguido la religión a la hora del terror. Asesinaban por igual a musulmanes y cristianos.
Usaban la cosmovisión que aprendieron en las mezquitas para dar un sentido a su rebelión, pero hasta ahora no hay ningún indicio de que quieran establecer un estado islámico. Ocurre como en otros conflictos en África, un continente donde no ha habido un movimiento cultural semejante a la Ilustración. Es absurdo esperar que los que se rebelan contra la injusticia en zonas rurales africanas agiten las banderas del liberalismo o la de sus críticos europeos. Es mucho más probable que acudan a sus referentes religiosos que en la mayoría de los casos están ligados profundamente a su identidad. El movimiento insurgente en Cabo Delgado nació en zona de pescadores y campesinos musulmanes, la mayoría analfabetos.
“Sí preguntas a una autoridad sobre quiénes son los insurgentes te dicen que no saben, que desconocen lo que quieren y quiénes son sus jefes. El gobierno siempre intenta silenciar el conflicto o en todo caso minimizarlo. En vez de enfrentarlo lo usan en su provecho. ¿Pero si no hay un conocimiento de contra quien luchas como vas a derrotarlo? ¿Si no identificas a sus líderes con quien vas a negociar para acabar con el conflicto?”, dice Armando
Según testigos de sus acciones los insurgentes son jóvenes de las comunidades que no tienen nada que perder y se han rebelado contra el saqueo que sufre Cabo Delgado. Hay veces que las propias comunidades atacadas reconocen a los guerrilleros. Estadísticas muestran que están ociosos por falta de empleos. No tienen futuro. Son ellos los que cuando menos se espera aparecen de la nada como sonámbulos para crear terror y dañar a un Estado que la gente ve distante, incapaz y corrupto.
Nadie sabe qué fuerza tienen, cuál es su número, cuáles son sus objetivos, cómo se financian. Nunca sacan comunicados. Ahora ponen la bandera del Estado Islámico, pero sólo Estados Unidos los ha vinculado orgánicamente con ellos. Parece que son entrenados por una guerrilla del Congo a donde van y vienen por territorio tanzano. ¿Se enteraron del saqueo del coltán y diamantes y no quieren que ocurra lo mismo en Cabo Delgado con sus recursos? También dicen que están pagando más de mil dólares al mes a soldados mozambiqueños que han cambiado de bando. ¿Pero cómo comprobarlo? El secretismo no ayuda en una sociedad donde las noticias se transmiten oralmente y son fáciles de distorsionar. Estamos hablando de un país en que cuatro de cada 10 adultos no pueden leer ni escribir. Las novelas de Mia Cuoto, el gran novelista mozambiqueño, están llenas de este realismo mágico tan presente en las comunidades mozambiqueñas donde es difícil separar sueños, espíritus y realidades.
En estos años que se creía que la insurgencia estaba en retroceso continuaban realizando ataques a industrias extractivas. En junio de 2020 degollaron dos guardias de seguridad de una mina de grafito de propiedad australiana en Ancuabe.
Tuvieron que cerrarla. Tres empresas de extracción en el sur de la provincia suspendieron operaciones de transporte, entre ellas Gemfields, la mina de rubíes de la que la familia del general Raimundo Pachiuapa es accionista. Fue en esa ofensiva, en el distrito de Memba, en Nampula, en donde asesinaron en Chipene a la misionera católica Maria de Coppi. Chipene se había convertido en un centro de reclutamiento guerrillero.
El norte de Mozambique está lleno de minerales muchos de ellos críticos necesarios en los nuevos sectores económicos que se espera dinamicen al capitalismo, incluido el sector armamentista en expansión. La propia Unión Europea ha dicho que prevé un aumento vertiginoso de la demanda de materias primas críticas y que necesitará importar en el mejor escenario de producción interna el 65% para satisfacerla.
¿Tienen que ver las guerras en curso en el Este de África, desde Sudán a Mozambique pasando por el Congo, con este aceleramiento de demanda de minerales críticos?
El Este de África es uno de los lugares donde hay mayores reservas de ellos. En el norte de Mozambique además del gas, rubís y oro hay tántalo y niobio los dos elementos químicos que forman el coltán, el elemento químico junto al litio estrella del capitalismo actual. Hay grafito un conductor eléctrico y zirconio usado en la industria nuclear, también bentonita y vanadio usados en la construcción e industria petrolera. A pesar de tanta riqueza, solo el 44% de la población mozambiqueña tiene acceso a electricidad. En las zonas rurales tenerlo es una gran anomalía. En Cabo Delgado, incluyendo las ciudades, el 74% usa leña y carbón vegetal.
Llegamos a donde acaba la ciudad y se han instalado los desplazados. La ciudad se ha expandido. No están en campamentos, viven en casas, mezclados con familiares o en viviendas precarias sin ningún servicio, construidas con barro y láminas de metal. Armando me enseña una en donde viven 92 personas. Hay niños, hay “raparigas”, hombres y mujeres adultos, ancianos. Todos revueltos, durmiendo como pueden. Son todos de alguna manera familiares. Pertenecen a la “familia grande” que sigue siendo en Mozambique “la política social”. “El gobierno está ausente. No ha aparecido”, dice Armando. No hay ningún servicio público. Hay malnutrición y hambre. No viven, sobreviven. Venden lo que pueden, trabajan en empleos precarios, hacen pequeños robos. Las condiciones higiénicas son terribles. Las enfermedades infecciosas se expanden, más en esta época de lluvias en que estamos. Pemba vive una epidemia de conjuntivitis. En los hospitales han habilitado espacio para decenas de casos de cólera.
El desplazamiento de la población ha creado una nueva relación entre las etnias de Cabo Delgado cuenta Armando. Los Muaní, Maconde y Macua han vivido segregados, en territorios diferentes, con sus conflictos normales nunca expresados políticamente, pero jamás habían compartido territorio. El conflicto por primera vez los ha puesto juntos en el mismo espacio, han formado los mismos campamentos y reciben la misma precaria ayuda humanitaria.
No fue el único lugar de desplazados que visité. A la mañana siguiente, empotrado en una misión humanitaria, visité el distrito de Mutage. Está al otro lado de Pemba, a 30 kilómetros en la misma bahía. Es media hora por carretera asfaltada y después otro tanto por un camino que en días de lluvia es intransitable. El olor a tierra penetraba el todo terreno en que viajábamos. La gente caminaba, las mujeres con fardos, los jóvenes con libros, algunos se protegían del sol con paraguas. Los que podían pagaban un mototaxi. Si tenían suerte no se quedaban varados en las balsas de agua. En el centro del distrito había soldados patrullando en traje de faena. Los guerrilleros aparecen de tanto en tanto. Han robado el banco y destruido las sedes de las autoridades varias veces. La última vez habían asesinado a un joven.
Cuando empezó la insurgencia el distrito tenía 100 mil habitantes. Pero en el momento álgido de la misma llegó a tener 300 mil. Llegaron 200 mil desplazados la mayoría con lo puesto. No tenían nada. Necesitaban alimentos, un lugar donde dormir, productos de higiene personal, atención médica, ayuda psicológica… En los últimos meses cien mil han regresado a sus comunidades, pero es difícil convencer a los que quedan para que hagan lo mismo como quiere el gobierno. Muchos siguen traumatizados por la violencia de los insurgentes y no quieren volver. Los desplazados de las últimas semanas han optado por dirigirse al sur. 65 mil de ellos han cruzado el río Luro que separa Cabo Delgado de Nampula y han llegado al distrito de Érati.
En Mutage quedan ocho campamentos. Han construido pequeñas chozas de paredes de adobe y techos de lámina. Han sembrado algo de mijo. A veces hay conflictos entre los viejos habitantes y los recién llegados. Hay poco para compartir. El hospital que visitamos está sobrecargado, saturado. Hay gente aglomerada esperando comprar medicamentos en la farmacia. A las 35 pequeñas comunidades que solía dar servicio ha tenido que añadir la población de los ocho campamentos de desplazados. El hospital evita como puede el colapso. “Hay muchas carencias médicas. Falta de todo menos dificultades”, decía uno de los médicos.
Tras el ataque a Mucojo los guerrilleros hicieron algo que nunca habían hecho antes de esta última ofensiva. Reunieron en asamblea a los vecinos. Según testigos los insurgentes anunciaron que a partir de ahora se acababan los ataques indiscriminados contra la población. Hay rumores de que los insurgentes están saliendo de la sombra presentándose a los líderes de facto de las comunidades, muchos de ellos enfrentados al FRELIMO a quien acusan de robar las últimas elecciones locales de octubre. ¿Están cambiando de estrategia los guerrilleros y ahora quieren ganar el apoyo de la población? ¿Quieren ganar “mentes y corazones” dejando atrás la violencia indiscriminada que tanto sufrimiento ha creado?
Los guerrilleros vienen recurriendo a una violencia extrema desde el inicio del conflicto. Ha habido más de seis mil muertos. Han cometido asesinatos, decapitaciones, violaciones, secuestros, extorsiones. Han quemado aldeas. No había etnia o religión que se salvara. Este uso indiscriminado de violencia es difícil de entender. Frank Fanon que luchó con el ELN argelino contra los colonizadores franceses llegó a interpretar (y justificar) la violencia como método de lucha liberador. Psiquiatra de profesión, la veía como una medicina colectiva en una sociedad en que los colonizados habían sido deshumanizados para saquear su territorio. La violencia sacaba a los colonizados de su complejo de inferioridad permitiéndoles enfrentarse de igual a igual a los colonizadores. Lo que era anómalo en Cabo Delgado era que los insurgentes usaban la violencia no contra los “opresores” sino contra la gente que sufre las consecuencias de la colonización. La explicación, sí es que existe, se perdía dentro del silencio que rodea el conflicto. Lo más oído era que los propios insurgentes deshumanizaban a la población para crear un clima de inseguridad y mostrar la debilidad de un Estado que no puede proteger a la población poniéndolo en una crisis permanente.
Había vuelto a Maputo cuando a principio de marzo los guerrilleros volvieron a tomar Quissanga. Lo han hecho varias veces. Es una población costera al norte de Pemba donde llegan y salen los barcos al archipiélago de las Qirimbas. Un área donde cuando la Cooperación española tenía dinero había tenido varios proyectos.
“Llegaron muchos en dos grupos… uno se quedó en Mussomero, otro llegó hasta el centro del distrito… la población se quedó, no huyó…. los guerrilleros les dijeron que no les iban hacer nada…. Esta vez no mataron a nadie… no quemaron casas… Asaltaron las tiendas de comida y acamparon en el centro.”, publicó la web de una radio de Pemba que a pesar de las presiones del gobierno cubre el conflicto.
Savana publicó una historia sobre lo ocurrido en Quissanga. Según el semanario de Maputo, los guerrilleros preguntaron por los “cerdos” como llaman a los soldados. Enterados de que habían huido a la isla de Ibo decidieron mandar un grupo a buscarlos. Degollaron a cuatro que encontraron. Lo hicieron en una asamblea a la que convocaron a los vecinos. Después de la ejecución prohibieron que enterrasen sus cadáveres.
En Maputo hablé con Joaquim sobre lo sucedido. En la capital existe un gran descontento con el gobierno a causa de un malestar social creciente. Hace unos meses el gobierno tuvo que echar para atrás un aumento salarial a los médicos conseguido después de meses de huelga bajo el chantaje del Fondo Monetario Internacional. A Joaquim lo conozco desde hace años y siempre ha estado más interesado en los negocios que en la política. Cuando lo conocí vendía fruta. Ahora trabaja en una inmobiliaria, pero siempre ha estado entonado con la mayoría silenciosa. No entendía porque el gobierno mandaba a unos soldados que él consideraba cercanos. Eran soldados entrenados en la capital y enviados a morir en una guerra que no era la suya. “Este gobierno no tiene corazón ¿Por qué tienen que morir defendiendo los intereses de una élite corrupta y sus amigos franceses?, decía.
Por Mark Aguirre es periodista y ha vivido varios años en Mozambique
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/04/Mozambique.jpeg6751200Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-04-10 17:34:112024-04-10 17:35:41Otra guerra silenciada ¿Por qué la guerra en el norte de Mozambique se está intensificando?
El martes 3 asumió en Dakar el nuevo presidente electo de Senegal, Diomaye Faye, y con él se añade otro eslabón a la cadena de líderes anticolonialistas que desde 2020 han tomado sucesivamente el poder en Mali, Burkina Faso, Níger, Guinea y Chad. Cansados de la explotación neocolonial francesa y de la falta de efectividad de las tropas europeas para combatir al Estado Islámico en el Sahel (EIS), los pueblos de África Occidental buscan la independencia. Al emprender este camino, empero, sólo encuentran el apoyo de Rusia, Irán y China y son rápidamente condenados por los medios occidentales que sólo los ven como títeres de Moscú. De este modo, la competencia entre bloques se extienden a África, dando un nuevo salto hacia una conflagración general. Por Eduardo Vior
El 24 de marzo se celebraron elecciones presidenciales en Senegal, en las que el joven panafricanista de izquierda Bassiro Diomaie Faye, del mayor partido de la oposición, ganó con más del 54% de los votos frente al 35% del candidato de la coalición gobernante, Amadou Ba. Los medios franceses ya lo han calificado de “conductor de influencia rusa” que busca construir un régimen similar al de los estados vecinos del Sahel. Sin embargo, la realidad es más compleja.
Faye, musulmán de origen rural modesto, es licenciado en Derecho. Tras diplomarse en la Escuela Nacional de Administración (ENA) y en la magistratura en 2004, se convirtió en inspector de Hacienda en el departamento de Impuestos y Patrimonio. En un momento dado, dirigió el Sindicato de Impuestos y Patrimonio creado por el líder de la oposición Ousmane Sonko. Más tarde, en febrero de 2021, el nuevo presidente se convirtió en secretario general del partido PASTEF, fundado por Sonko. Sin embargo, el partido fue disuelto por las autoridades en 2023 por “llamar frecuentemente a sus seguidores a movimientos insurreccionales”. Entonces Faye fundó La Coalition Diomaye Président, una alianza de grupos de la oposición. Cuando el gobierno de Macky Sall insistió con su política neoliberal e intentó postergar las elecciones, se produjo una reacción general de todas las fuerzas políticas y sociales.
Faye y Sonko fueron así liberados de la prisión por una amnistía general apenas diez días antes de las elecciones, pero Sonko no pudo volver a presentarse en 2024 por haber estado en la cárcel un año antes. Tras la liberación de ambos Faye lanzó una campaña relámpago bajo el lema “Diomaye es Sonko”. Sus propuestas incluyen el panafricanismo y una mayor soberanía nacional, una distribución más justa de la riqueza, la reforma del corrupto sistema judicial, la renegociación de los contratos de minería, gas, petróleo y pesca firmados con empresas extranjeras, ya que este año Senegal inicia la producción de hidrocarburos, la creación de una nueva moneda nacional y el abandono del franco CFA respaldado por el Tesoro francés y, finalmente, el estrechamiento de los lazos con Rusia. Por lo tanto fue lógico que inmediatamente después de su jura, este martes 2 el nuevo presidente haya nombrado primer ministro a Ousmane Sonko. Ahora habrá que ver quién es el jefe y quién el subordinado.
La geoeconomía es clave en estos cambios. Senegal fue una colonia francesa desde el siglo XVII y uno de los puestos militares avanzados de los colonizadores en África Occidental, incluso después de su independencia formal en 1958. El país es el tercer socio comercial de Francia en África. Las empresas francesas representan una cuarta parte del PBI y de los ingresos fiscales del país. Como, a partir del comienzo de la explotación hidrocarburífera este año, Senegal se convertirá en un gran productor de petróleo y gas, Faye pretende renegociar los contratos mineros y energéticos, especialmente con British Petroleum (BP) y el operador británico de minas de oro Endeavor Mining. En particular, siguiendo los pasos de sus vecinos Mali, Níger y Burkina Faso quiere abandonar el franco CFA -sistema monetario controlado por Francia y utilizado en 14 Estados africanos- estableciendo una nueva moneda. El nuevo presidente aún no ha aclarado, si va a echar a los militares franceses de Senegal, pero París ya viene reduciendo drásticamente su contingente militar en Senegal.
La tendencia al debilitamiento de la influencia atlantista en África continúa: los gobiernos de Mali, Níger y Burkina Faso crearon la Alianza del Sahel para luchar contra el neocolonialismo y están recurriendo a otros actores geopolíticos en busca de ayuda contra el terrorismo islamista y para desarrollar sus economías, como Rusia, China, Turquía e Irán.
Este proceso no es unidireccional y no puede entenderse con lentes ideológicas. El centro analítico estadounidense Critical Threats publicó el 4 de abril un extenso artículo que recoge todos los temores de la Casa Blanca ante la creciente influencia de Rusia e Irán en Níger. El 16 de marzo pasado as autoridades de Niamey rompieron el acuerdo de defensa con Estados Unidos, acusaron a Washington de ejercer presiones y exigieron la retirada de todas las fuerzas estadounidenses del país y de la región en su conjunto.
Hay dos bases clave -en Agadez y Niamey- en cuya construcción EE.UU. ha gastado más de 150 millones de dólares. Niamey se terminó en 2019 y está operada por el Mando Africano del ejército estadounidense (AFRICOM, por su sigla en inglés). Ahora, se va concretando una de las amenazas más temidas por los militares estadounidenses: el despliegue en Agadez de drones kamikazes rusos de ataque Geranium-2. Los estadounidenses temen que en caso de conflicto estos drones lleguen hasta instalaciones de la OTAN en el litoral sur del Mediterráneo.
Además, la base de Agadez puede servir como nodo para la transferencia de fuerzas de Mali a Libia a través de la frontera libio-nigerina y viceversa. Las fuerzas rusas ya están presentes en el este de Libia donde apoyan al Ejército Nacional Libio, pero hasta ahora no tenían enlace directo al sur del Sáhara. Por su parte, la base de Niamey es esencialmente un centro de inteligencia que procesa los datos recogidos por los drones MQ-9 Reaper. Las fuerzas aéreas estadounidenses también utilizan el aeródromo nigerino de Dirkou como base de operaciones en el Sahel.
Al mismo tiempo las primeras unidades del “Afrika Korps” del Ministerio de Defensa ruso llegaron a Burkina Faso. Más de 100 efectivos con equipo y armas capacitarán a sus colegas africanos, además de garantizar la seguridad de los altos funcionarios del Estado. El contingente ruso aumentará con el tiempo a 300 efectivos. También asegurarán la carretera que conecta la capital burkinabé Ouagadougou con Bamako, en Malí, y están construyendo líneas de trasmisión eléctrica que unen a los distintos países del Sahel.
Al retirarse forzosamente del Sahel, Estados Unidos se repliega hacia los países del Golfo de Guinea, desde cuyo territorio, empero, no podrá realizar reconocimientos en Libia.
El apoyo ruso a los países del Sahel no se limita a la esfera militar. Una delegación de Niamey visitó Moscú en enero, cuando firmó un acuerdo, para que Rosatom explore y explote los vastos recursos naturales del país africano, incluidos el petróleo, el gas y el uranio. También buscará litio en el sur. Además de apoyar a Mali en la construcción de un satélite espacial, el acuerdo prevé la concesión de un satélite ruso, para cubrir las necesidades del país en los ámbitos de seguridad, telecomunicaciones y otros. Rosatom firmó también un acuerdo similar con Burkina Faso.
La descolonización de los países del Sahel muestra –no podía ser de otra manera- luces y sombras. Los dirigentes militares de Burkina Faso han decidido prorrogar un año más las medidas de emergencia para combatir la violencia yihadista. Sin embargo, corresponsales norteamericanos afirman que ha habido casos en los que opositores al régimen de Burkina Faso han sido secuestrados y reclutados por la fuerza.
Malí lleva bajo gobierno militar desde agosto de 2020, el primero de los ocho golpes de Estado que se han producido en África Occidental y Central en cuatro años, incluidos los de sus vecinos Burkina Faso y Níger. La actual junta se hizo con el poder en un segundo golpe en 2021 y posteriormente prometió que tardaría 24 meses, a partir de marzo de 2022, en restablecer el gobierno civil, con fecha de inicio el 26 de marzo de 2024 y elecciones en febrero.
En junio de 2022 aprobó una nueva ley electoral, pero en septiembre del año pasado dijo que pospondría las elecciones de febrero de 2024 por razones técnicas, lo que provocó la indignación de los grupos políticos que, en una declaración conjunta a última hora del domingo 31, pidieron a las autoridades que establezcan lo antes posible un marco institucional para los comicios.
La Compañía Militar Privada Wagner (PMC Wagner, por su nombre en inglés) está ayudando a las fuerzas gubernamentales en el centro y norte de Malí a realizar incursiones con aviones no tripulados que han matado a decenas de civiles, entre ellos muchos niños, según denunciaron grupos de derechos humanos. Por su parte, también Amnistía Internacional señaló a principios de esta semana que dos ataques con drones en el norte de Malí causaron la muerte de al menos 13 civiles.
La deriva de los países del Sahel hacia Moscú y Beijing no es unidireccional. Por ejemplo, tras encuentros de autoridades locales con representantes alemanes e italianos en Niamey, Niger parece estar tratando de mejorar los lazos en materia de seguridad y defensa con países occidentales. También se ha producido recientemente una reunión entre un alto mando militar nigerino y la embajadora de EE.UU..
Estados Unidos no está en condiciones de aprovechar la decadencia del dominio neocolonial francés en el Oeste de África. Al mismo tiempo, la expansión del terrorismo islamista después de la invasión de la OTAN en Libia en 2011 ha debilitado el control territorial de los estados del Sahel, empujado a millones de personas a la emigración hacia el Mediterráneo e intensificado el tráfico de drogas, armas y personas a través del desierto. El apoyo militar de las potencias europeas se ha demostrado inútil en la lucha contra el yihadismo y/o cómplice de los terroristas.
Por lo tanto, era una cuestión de tiempo hasta que en los países del Sahel oficiales patriotas se alzaran contra los corruptos regímenes proeuropeos que los gobiernan desde hace sesenta años. Sin embargo, al llegar al gobierno, los nuevos dirigentes se encontraron sin apoyos internacionales y comenzaron a buscarlos en Rusia, China, Turquía e Irán, entre otros. Necesitada de romper el cerco occidental y queriendo aprovechar la oportunidad para rodear a la OTAN por el flanco sur, Rusia aprovecha la ocasión para llenar el vacío dejado por Francia.
Los países del Sahel que están pujando por su completa independencia y desarrollo no tienen intereses ideológicos en la competencia por el poder mundial. Si los países europeos fueran más flexibles y les tendieran la mano, los africanos seguramente la estrecharían con gusto, pero no está sucediendo. Al menos los medios europeos están condenando sin matices los lazos africano-rusos. Que después no se quejen.
Eduardo J. Vior analista internacional miembro de Dossier Geopolitico
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/04/Africa-Vior.jpg7791200Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-04-10 17:23:452024-04-10 17:24:17El conflicto entre los bloques se amplió a África Occidental
El Sahel africano se está rebelando contra el neocolonialismo occidental: expulsando tropas y bases extranjeras, ideando monedas alternativas y desafiando a las viejas multinacionales. Después de todo, la multipolaridad no puede florecer sin que haya resistencia que allane su camino.
El surgimiento de Ejes de Resistencia en diversas geografías es un subproducto inextricable del largo y sinuoso proceso que nos lleva hacia un mundo multipolar. Estas dos cosas –la resistencia a la hegemonía y el surgimiento de la multipolaridad– son absolutamente complementarias.
El Eje de Resistencia en Asia Occidental –a través de los Estados árabes y musulmanes– ahora se encuentra como su alma hermana al Eje de Resistencia que abarca el Sahel en África, de oeste a este, desde Senegal, Malí, Burkina Faso y Níger hasta Chad. , Sudán y Eritrea.
A diferencia de Níger, donde el cambio de poder contra el neocolonialismo estuvo asociado a un golpe militar, en Senegal el cambio de poder surge directamente de las urnas.
Senegal se sumergió en una nueva era con la aplastante victoria de Bassirou Diomaye Faye, de 44 años, en las elecciones nacionales del 24 de marzo. Faye, ex inspector fiscal que acababa de pasar quince días en prisión, emergió con el perfil de un líder panafricano desvalido para poner patas arriba la «democracia más estable de África», bajo el gobierno del título francés Macky Sall.
El presidente entrante de Senegal es une ahora a Ibrahim Traore, de 36 años, en Burkina Faso, Aby Ahmed, de 46 años, en Etiopía, Andry Rajoelina, de 48 años, en Madagascar, así como a la futura superestrella Julius Malema, de 44 años, en Sudáfrica como parte del nuevo, La joven generación panafricana se centró en la soberanía. En su manifiesto electoral, Faye se comprometió a reclamar la soberanía de Senegal no menos de dieciocho veces.
La geoeconomía es clave para estos cambios. A medida que Senegal se convierta en un importante productor de petróleo y gas, Faye intentará renegociar los contratos de minería y energía, incluidos los más importantes con British Petroleum (BP) y el operador de minas de oro del Reino Unido, Endeavor Mining.
Fundamentalmente, planea deshacerse del explotador franco CFA –el sistema monetario controlado por Francia y utilizado en 14 estados africanos– e incluso crear una nueva moneda como parte de la remodelación de las relaciones con la potencia neocolonial Francia, el principal socio comercial de Senegal. Faye, haciéndose eco de la camarada Xi Jinping, quiere una asociación en la que todos ganen.
Entra en la Alianza de los Estados del Sahel
Faye aún no ha dejado claro si tiene intención de expulsar al ejército francés de Senegal. Si eso sucediera, el golpe a París no tendría precedentes, ya que el asediado Petit Roi Emmanuel Macron y el establishment francés consideran a Senegal el actor clave a la hora de bloquear a Níger, Malí y Burkina Faso, países sin salida al mar, que ya han abandonado París en el ( Sahel) polvo.
Los tres últimos Estados, que acaban de formar una Alianza de Estados del Sahel ( Alianza des Etats du Sahel , AES, en francés original), no sólo son una gran pesadilla en París después de humillaciones en serie, sino también un gran dolor de cabeza para Estados Unidos, resumido en el espectacular ruptura de la cooperación militar entre Washington y Niamey, la capital de Nigeria.
El culpable, según el Estado Profundo estadounidense, es, por supuesto, el presidente ruso Vladimir Putin.
Obviamente, nadie en la circunvalación estadounidense ha estado prestando la debida atención a la agitación diplomática entre Rusia y África desde el año pasado, que involucra a todos los actores clave desde el Sahel hasta los nuevos miembros africanos del BRICS, Egipto y Etiopía.
En marcado contraste con su anterior consideración de Níger como un aliado incondicional en el Sahel, Washington se ve ahora obligado a presentar una fecha calendario para sacar sus tropas de Níger, después de que se anulara un acuerdo de cooperación militar. El Pentágono ya no puede participar en entrenamientos militares en territorio nigerino.
Hay dos bases clave –en Agadez y Niamey– en cuya construcción el Pentágono gastó más de 150 millones de dólares. Niamey se terminó recién en 2019 y está administrado por el Comando Africano del ejército estadounidense, AFRICOM.
Como era de esperar, los objetivos operativos están envueltos en un velo de misterio. La base de Niamey es esencialmente un centro de inteligencia que procesa datos recopilados por drones MQ-9 Reaper. La Fuerza Aérea de Estados Unidos también utiliza el aeródromo de Dirkou como base de operaciones en el Sahel.
Ahora las cosas se ponen realmente interesantes, porque ni siquiera se reconoce la presencia de una base de facto de drones de la CIA en Dirkou, tripulada por un puñado de agentes. Esta base oscura permite la recopilación de información en todas partes de África Central, de oeste a norte. Llámelo otro ejemplo clásico de «Mentimos, engañamos, robamos» del ex director de la CIA Mike Pompeo.
Hay aproximadamente 1.000 soldados estadounidenses en Níger que pronto podrían enfrentar la expulsión. Los estadounidenses están intentando todo lo posible para detener la hemorragia. Sólo este mes, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos para África, Molly Phee, visitó Níger dos veces. La pérdida de bases en Níger se traducirá en que Washington siga a París y pierda el control del Sahel, a medida que Níger se acerque a Rusia e Irán.
Estas bases no son esenciales para ejercer vigilancia sobre Bab al-Mandeb; se trata del Sahel, con drones operando al límite y violando todo espacio aéreo soberano a la vista.
Por cierto, una numerosa delegación de Niamey visitó Moscú en enero. Luego, la semana pasada, Putin discutió la cooperación en materia de seguridad en llamadas telefónicas con el presidente interino de Malí, Assimi Goita, y el presidente de la junta militar de Níger, Abdourahmane Tchiani, antes de hablar con el presidente de la República del Congo, Denis Nguesso.
Costa de Marfil: el cambio del Imperio
Los regímenes títeres pro-occidentales están disminuyendo rápidamente en todo el continente africano. La Alianza de los Estados del Sahel (Malí, Burkina Faso y Níger) puede ser la vanguardia de un Eje de Resistencia Africano, pero hay más, en la forma de Sudáfrica, Etiopía y Egipto como miembros plenos de los BRICS, por no hablar de graves candidatos para la próxima ola de BRICS+, como Argelia y Nigeria.
Rusia, en el plano diplomático, y China, en el plano comercial, además de todo el peso de la asociación estratégica entre Rusia y China, están claramente centrados en el juego a largo plazo, contando con África en su conjunto como actor multipolar clave. Se proporcionaron pruebas adicionales una vez más durante la conferencia multipolar del mes pasado en Moscú, donde el carismático líder panafricano Kemi Seba de Benin fue una de las superestrellas.
Los círculos diplomáticos paneurasiáticos incluso se permiten bromear sobre los recientes ataques de ira de Le Petit Roi en París. La absoluta humillación de Francia en el Sahel es probablemente uno de los impulsores de las fuertes amenazas de Macron de enviar tropas francesas a Ucrania (que los rusos convertirían en filete tártaro en un tiempo récord) y su entusiasmo por apoyar las actuales maniobras rusofóbicas de Armenia. .
Históricamente, el hecho es que los africanos consideraban a la antigua URSS mucho más flexible e incluso solidaria cuando se trataba de desviar recursos naturales; esa buena voluntad ahora también se ha transferido a China.
Como plataforma de integración regional, la Alianza de los Estados del Sahel tiene todo lo necesario para cambiar las reglas del juego. Senegal bajo Faye podría eventualmente unirse, pero Guinea ya ofrece la capacidad geográfica para brindar a la alianza un acceso marítimo creíble. Esto conducirá a la extinción progresiva de la CEDEAO, con sede en Nigeria y controlada por Occidente.
Sin embargo, nunca descartes los poderosos tentáculos del Hegemón. El plan maestro del Pentágono no implica abandonar África a una esfera de influencia multipolar entre Rusia, China e Irán. Sin embargo, ya nadie en el Eje de Resistencia del Sahel compra la carta de «amenaza terrorista» de Estados Unidos. Prácticamente no hubo terror en África hasta 2011, cuando la OTAN convirtió a Libia en un páramo, luego puso tropas en el terreno y erigió bases militares en todo el continente.
Hasta ahora, la Alianza de los Estados del Sahel está ganando, sin lugar a dudas, la guerra de la información que prioriza la soberanía. Pero no hay duda de que el Imperio contraatacará. Después de todo, todo el juego está ligado a la paranoia suprema de la Circunvalación de Rusia de que Rusia se apodere del Sahel y de África Central.
Ingrese Costa de Marfil, ahora que Senegal puede estar a punto de empezar a coquetear con la Alianza de los Estados del Sahel.
Costa de Marfil es más estratégica para Washington que, por ejemplo, Chad porque el territorio marfileño está muy cerca de la alianza del Sahel. Aún así, Chad ya ha recalibrado su política exterior, que ya no está controlada por Occidente y viene con un nuevo énfasis en acercarse a Moscú.
¿Qué le espera al Imperio? Quizás los drones ‘antiterroristas’ estadounidenses compartidos con París en la base francesa en Costa de Marfil para mantener bajo control la alianza del Sahel. Llámelo el gallo galo humillado que abraza a la hegemonía en África occidental sin recibir ni siquiera las migajas de un croissant rancio.
Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente las de The Cradle.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/04/sahel4.jpg332590Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-04-06 15:20:032024-04-06 15:20:49El 'eje de resistencia' del Sahel
Para comprender hacia dónde irá el continente africano, resulta útil releer a Carl Schmitt, quizá centrándose en el concepto de Nomos, el ordenamiento concreto de la Tierra. Una clase media enorme, grandes recursos y una población muy joven: el siglo africano ya está aquí. ¿Y qué papel jugará Italia en el partido?
El continente africano está en constante agitación, protagonista de disturbios y enfrentamientos, guerrillas y pobreza, explotación y gestión empresarial del poder. La República Democrática del Congo, el Congo, Ruanda, Uganda, Kenia y otras naciones africanas han estado durante décadas en lucha interna entre sí por el control de porciones de territorio y recursos naturales estratégicos, por un lado, y por el otro, para establecer fronteras claras , en cuyos pliegues proliferan inevitablemente los enfrentamientos tribales e interétnicos. El corazón de África Central es un lugar donde los grupos separatistas y paramilitares todavía luchan y matan; militarizando cada región geográfica y contribuyendo a desintegrar cualquier posibilidad de unidad popular y nacional.
La cuestión africana no puede dejar de ponernos en tela de juicio , como italianos y como europeos. Comprender cómo interpretar y qué tipo de futuro puede tener el continente africano es una de las claves fundamentales para comprender los desafíos globales contemporáneos en nombre de una política más equitativa, soberana y reflexiva, que se oponga a las grandes aglomeraciones de poder privado que mueren de hambre y empobrecen. todo el planeta. Para situar geopolíticamente a África en el tercer milenio es necesario recurrir a algunos grandes autores , estudiosos de la filosofía política que han marcado una época con sus ideas e interpretaciones. Carl Schmitt , cuyos libros de enorme éxito son un punto de referencia imprescindible para cualquiera que quiera adentrarse en el mundo de la geopolítica, el derecho y la filosofía política, ha vinculado gran parte de su influencia a conceptos clarividentes capaces de guiar a cualquiera que los estudie en el mar magnum. de las relaciones globales e internacionales. Procedemos brevemente a analizar algunos de ellos, poniendo especial énfasis en los axiomas de la Tierra y el Mar. La historia de las relaciones políticas entre grandes potencias y naciones siempre se ha caracterizado por encuentros, enfrentamientos, diplomacia, guerras, objetivos de conquista y reivindicaciones territoriales, alianzas, intercambios comerciales, religiosos y culturales. En una brillante colección de algunos de sus ensayos, titulada Estado, gran espacio, Nomos , Schmitt analiza la importancia de la forma estatal como motor para el crecimiento y desarrollo del derecho, los pueblos y las naciones europeas. En particular, Schmitt se centra ampliamente en la construcción -jurídica, histórica, diplomática, económica y política- del Estado moderno, encarnándolo en una institución típicamente nacida del espacio geográfico europeo: el Estado moderno, liberal, legal y burgués es una especie peculiar. característico de la Vieja Europa, punto de llegada de un proceso centenario compuesto de grandes páginas de historia y conflictos -sociales, artísticos, religiosos-.
Pensar en una forma de Estado distinta a la que Schmitt define como ius publicum europaeum no sólo es impermeable, sino, según el autor, técnicamente imposible .
La idea-Estado nació y se desarrolló en Europa y, en principio, no puede exportarse a otros continentes; al menos no en métodos y estructuras ya probados y conocidos . Si nos encontramos en una situación en la que la forma estatal ya no es la excepción sino la regla, significa que nos enfrentamos a un cortocircuito que está en la base y en la raíz del proceso de consolidación de las naciones individuales. Si todas las poblaciones o grupos étnicos del mundo se proclaman estados entonces hay que deducir que ninguno de ellos es un estado. La forma del Estado moderno es el resultado de la política de excepción y de los reinos soberanos europeos y no puede duplicarse en este sentido. Otra categoría metafísica y política importante es la de Gran Espacio -en alemán Großen Raum : con este término Schmitt define todas aquellas áreas de influencia (de un estado, de una política exterior, de una campaña militar) enmarcadas en una gran política expansionista, tanto desde un punto de vista geopolítico y cultural. Grandes Espacios, hoy como ayer, están presentes en Oriente y Occidente: el del imperio americano en el Pacífico y en todo Occidente es un gran espacio; era un gran espacio el del Imperio de Su Majestad Británica en la India o el del Zar de todas las Rusias hasta Siberia. Hoy en día se puede identificar un gran espacio chino, ruso y americano, así como casos individuales presentes tanto en Oriente Medio como en Asia y África. Este último, junto con Europa, a nivel de política exterior y geopolítica, representa un gran espacio que -tristemente- sufre los apetitos y esferas de influencia de otros -comenzando por las pretensiones colonialistas norteamericanas que todavía hoy están muy presentes-. Para no correr el riesgo de ser un gran espacio en venta a bajo precio, primero debemos pensar en nosotros mismos como un gran espacio unido espiritual, social, cultural y políticamente: características todas de las que África y Europa carecen en mayor o menor medida por diferentes motivos.
Si por un lado la Unión Europea ha logrado la unidad monetaria, financiera y comercial, también es evidente que le falta una verdadera unidad económica, cultural y política. Bruselas, al igual que Estrasburgo, no ha sabido fusionar el archipiélago europeo, cuna de riquezas paisajísticas, artísticas, religiosas, tradicionales y arquitectónicas, prefiriendo dar espacio al largo brazo del lobby, de los poderes empresariales y privados. ¿Y qué pasa con África? Es urgente aquí introducir las dos categorías geopolíticas más famosas modeladas por Carl Schmitt: Tierra y Mar. Según el autor alemán, en el choque clandestino entre las grandes potencias por el control de las esferas de influencia globales se pueden rastrear, en términos generales, claras divisiones entre las potencias marítimas y las potencias terrestres. Retomando dos figuras mitológicas presentes en las Sagradas Escrituras y en la tradición judía, Behemoth, el monstruo terrestre, se perfila en antítesis de Leviatán, el monstruo marino.
La lucidez y brillantez, así como la escritura fluida y esclarecedora, con la que Schmitt analiza estas categorías en su insuperable y extraordinario escrito titulado Tierra y mar. Una reflexión sobre la historia del mundo -publicada en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial- transmite perfectamente la idea de la importancia de estos conceptos a nivel filosófico, geopolítico y geohistórico. Es posible detectar el choque entre potencias terrestres y potencias marítimas desde la historia de la antigüedad : Roma oponiéndose a Cartago, el Imperio Británico compitiendo con el Imperio Ruso por la disputa de Asia Central y la India, el Imperio oceánico americano que conquista la hegemonía mundial en el Cenizas de una Unión Soviética demasiado ligada a la masa continental de referencia. El futuro de la geopolítica se decidió y se decide todavía entre la Tierra y el Mar: ¿cuántos conflictos se pueden explicar todavía según esta lectura? ¿Qué importancia tiene el significado del concepto de lima , de frontera, en el desarrollo de la política internacional? ¿Cuánto eso del control de los mares, de los estrechos, de los océanos, de los cuellos de botella? Hay otra criatura mitológica, que representa el poder del Aire -y por extensión de la guerra aérea, la aviación, los misiles, las bombas nucleares- que es la del Ziz, un pájaro de raro poder y rapacidad que busca sobresalir tanto sobre Behemoth como sobre Leviatán. Es superfluo subrayar la importancia de controlar el elemento aire -aviones, espacio, conexiones con antenas y repetidores, conexión a Internet, incursiones y cazabombarderos- después de dos décadas del tercer milenio.
A partir de este excursus, resulta difícil situar al continente africano , motor del futuro demográfico, de desarrollo y de sostenibilidad del planeta: a pesar de estar rodeado de agua, no es exactamente un Leviatán: no existe ninguna potencia militar ni estratégica. capaz de asumir tal tarea- ni Behemoth, incluso si en su interior se libran batallas todos los días por tal o cual reclamo territorial. Mucho menos un Ziz: demasiado irregular, demasiado conflictivo, demasiado presa de multinacionales que explotan el apoyo oculto de gobiernos democráticos títeres. Fuera de estas categorías, África -cuyo desarrollo en el sentido más amplio tendrá que ser abordado tarde o temprano por una política italiana y europea con visión de futuro: China ya lo está haciendo con resultados significativos y excelentes- puede estar representada en una final Categoría schmittiana, la de Nomos , el ordenamiento concreto de la Tierra . En el umbral de las dos guerras mundiales el Nomos fue identificado con el ius publicum europeaum ; Posteriormente quedó en equilibrio entre las dos esferas de influencia estadounidense y soviética resultantes de la Guerra Fría. Después de la caída del Muro de Berlín, a pesar de una fase que dejó entrever un largo liderazgo unipolar yanqui, la racionalidad de la tecnología (que Schmitt define acertadamente como «desencadenada») se convirtió en el pilar más claro del Nomos de la Tierra.
¿Y si la nueva llamada, el nuevo desafío del espíritu mundial de los tiempos, debe encontrarse en el grito de renovación, de prosperidad, de espiritualidad y de igualdad que también y sobre todo proviene de África? África como nuevo Nomos de la Tierra, el globo terráqueo como retorno a un sano e indisoluble equilibrio entre el Cielo y la Tierra, lo Sagrado y lo Humano, la Política de los hombres y el Reino de Dios.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/02/AFRICA.jpg7051140Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-02-08 23:23:262024-02-08 23:24:38África, entre tierra y mar
Carlos Pereyra Mele entrevistado por javier Benitez para Radio Sputnik
AUDIO
Los hutíes de Yemen lo habían anunciado: para tratar de frenar el genocidio que Israel ejecuta en la Franja de Gaza, atacarían sólo a los barcos con bandera de Israel, o cuyo destino fuera algún puerto de ese país. Entonces, EEUU y Reino Unido decidieron que su seguridad nacional estaba en peligro y comenzaron a atacar a Yemen.
Sheriff del mundo, enésimo capítulo
Tras los primeros ataques contra Yemen de EEUU, Reino Unido y demás cómplices, la Casa Blanca comunicó las palabras del presidente, Joe Biden: «Hoy, bajo mi orden, las fuerzas militares de EEUU, junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos, llevaron a cabo con éxito ataques contra un número de objetivos en Yemen, usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo».
Biden mencionó a sus cómplices en estos ataques a uno de los países más pobres del mundo y al que le iniciaron una guerra interpuesta hace 11 años: Australia, Baréin, Canadá y los Países Bajos. Biden justificó estos ataques al puntualizar que fueron bombardeados «objetivos en Yemen, usados por los rebeldes hutíes para poner en peligro la libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo».
La realidad es que nunca estuvo en peligro esa «libertad de navegación en una de las vías marítimas más vitales del mundo», sino que, como anunciaron los propios hutíes, los buques con bandera de Israel, o cuyo destino fuera algún puerto de ese país, en un intento de que Israel frene el genocidio que está cometiendo en Gaza, según sus propias declaraciones.
Al referirse a EEUU y Reino Unido, el Dr. Carlos Pereyra Mele, director de Dossier geopolítico, apunta que «estas potencias, que en su momento fueron hegemónicas, las que no permitían ningún tipo de contradicción a sus planteos y alineamientos a nivel internacional, hoy en día siguen repitiendo los viejos esquemas que supieron conseguir y que desarrollaron ampliamente desde la década de 1990, hasta mediados de la década de 2010».
Respecto al accionar de las potencias occidentales, Pereyra Mele señala que «han seguido utilizando las mismas técnicas y metodologías, pero los resultados ya van siendo totalmente distintos. El mundo, que ya no es solamente lo que piensa Occidente, tiene claramente definido quiénes son los buenos y los malos esta vez», sentencia el analista.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/01/BENITEZ.jpg11652071Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-01-16 20:19:102024-01-16 20:25:54PEREYRA MELE ENTREVISTADO POR SPUTNIK
El doble colapso de los canales revoluciona las rutas comerciales, vuelve a generar disrupciones logísticas y da alas al petróleo. Estas son las diez claves de los daños colaterales de una situación que está elevando los riesgos sistémicos globales.
Por DIEGO HERRANZ
El caos geopolítico que ha obstruido el Canal de Suez, por donde circula el 12% del comercio global, y el colapso por el efecto de la sequía en el Canal de Panamá, que absorbe otro 6% de los flujos de mercancías, han sumido a la economía y el comercio mundiales en un océano de incertidumbre.
Las grandes navieras se encuentran en un limbo estratégico: sin rutas alternativas rentables para reconducir sus cargas; virajes en sus escalas logísticas; dudas sobre la tramitación de permisos de embarque en sus puertos de destino por los retrasos en sus tránsitos; y, sobre todo, inquietud por los sobrecostes de circunvalar América y África en sus viajes intercontinentales.
Las navieras admiten no tener rumbos claros y alertan que el bloqueo de las dos grandes arterias de Suez y Panamá añadirán, de promedio, 1 millón de dólares y entre siete y diez días de retrasos por carga, según la previsión del lobby mercante.
Rolf Habben Jansen, consejero delegado de Hapag-Lloyd, la naviera alemana que domina los tránsitos del norte europeo, reconoce que su empresa ha dejado de enviar sus buques a Suez después de la sucesión de ataques hutíes que han provocado la reacción de EEUU y Europa para enviar con urgencia fragatas militares con las que combatir a los piratas procedentes de varias latitudes del llamado Cuerno de África y sus movimientos insurgentes patrocinados por Irán.
En paralelo, otro conglomerado mercante, Slolt Nielsen, afirma a Bloomberg que el colapso en el Canal de Panamá ha provocado que esta pasarela deje de ser operativa y rentable y asegura que sus 166 mercantes, casi en su totalidad tanques de transporte químico, están anclados en el cuello de botella en el que se ha convertido el sistema de esclusas centroamericano.
La amenaza sobre Suez del grupo yemení bajo la tutela de Irán que dirige sus ataques contra cualquier buque que tenga vínculos con Israel por su incursión armada en Gaza y la catástrofe climática sobre Panamá han elevado la temperatura geopolítica y económica del planeta. Pero ¿en qué ámbitos se apreciarán sus tentáculos? Un decálogo explica las vicisitudes y los efectos de este doble colapso comercial.
El secretario de Defensa americano, Lloyd Austin, señaló que habrá patrullas de acción colectiva en el sur del Mar Rojo y en el Golfo de Adén para reanudar el tráfico marítimo y calmar los precios de la energía. Aunque el contingente naval de EEUU, Francia y Reino Unido en la zona ha repelido más de una docena de ataques en los últimos dos meses, operadores como Maerks, CMA CGM y Hapag Lloyd o la petrolera BP han suspendido sus rutas.
Desde Apollo Global Management se advierte de que la tensión en Suez puede echar por tierra las esperanzas de un rebote de la economía en tiempos de rebajas de tipos y volver a impulsar las tensiones inflacionistas.
1. ¿Qué grado de gravedad ha adquirido la piratería en el Canal de Suez?
No es la primera vez que los hutíes atacan barcos, pero nunca se fijaron como objetivos buques-tanque o cargueros. Tampoco en el pasado usaron misiles para abordarlos. La mayoría de los ataques proceden del Estrecho de Bab al-Mandab por el que atraviesa la ruta entre el Océano Índico y el Mar Rojo.
La exhibición en el puerto yemení de Al Hudayda del barco israelí Galaxy Leader capturado en noviembre es una advertencia a los mercantes y sus navieras que les ha incitado a evitar sus aguas y circunvalar el continente africano para alcanzar sus destinos en Europa o Asia. Varios líderes de la insurgencia hutí justifican sus acciones por el apoyo a Palestina, y dicen que no pararán hasta que la ofensiva de Tel Aviv cese definitivamente.
2. EEUU busca aliados para detener las incursiones armadas
Washington teme que el conflicto israelí se torne regional e, incluso, que se globalice. A la Operación Guardián de la Prosperidad se ha unido una decena de países como el Reino Unido, Noruega, Italia, Francia, Canadá, Baréin, Países Bajos y Seychelles y, según Washington, también España, donde el Gobierno de coalición exige que sea bajo mandato de la UE o la OTAN.
3. ¿Por qué es tan impactante el colapso de Suez?
Más de 17.000 barcos atraviesan su canal cada año, por donde pasa el 12% del comercio global, cuyas mercancías tienen un valor de más de 1 billón de dólares. Esta pasarela proporciona a las navieras, en un viaje por ejemplo desde Ámsterdam a Singapur, 25,5 días de navegación y unas 10.000 millas náuticas; en caso de tener que rodear África por Buena Esperanza, el calendario de entrega se eleva a 34 días con más de 13.500 millas de recorrido.
Además, el canal es una ruta neurálgica del transporte de crudo y gas licuado (casi 9 millones de barriles de petróleo diarios han pasado en la primera mitad de 2023, según la firma Vortexa). Los expertos de S&P Market Intelligence recuerdan que el 15% de las importaciones europeas de Oriente Próximo y del Norte de África procedentes de Asia utilizan este canal, por el que pasa el 21,5% del carburante refinado y más del 13% del crudo con destino al viejo continente.
4. ¿Por qué es tan vital el bloqueo de Panamá?
La cuota en el comercio mundial del pasillo panameño es de menor cuantía, el 6%, aunque en los 13.369 barcos que lo atravesaron en 2020 llevaron 255,7 millones de toneladas (especialmente de soja y de maíz), y, sobre todo, mercancías de EEUU y Brasil hacia Asia.
La Autoridad del Canal de Panamá gestiona normalmente 36 barcos diarios, pero desde el 30 de octubre, se ha reducido gradualmente, hasta el punto de permitir la mitad (18) desde febrero para conservar los mínimos niveles de agua durante la estación más seca de su historia por los efectos de El Niño. Algunos mercantes han tenido que esperar en noviembre hasta 20 días para atravesar el canal y los fletes diarios para atender la ruta entre el Pacífico y Europa saltaron hasta los 42.558 dólares, una tasa desconocida desde agosto de 2022 según Baltic Exchange.
5. ¿Qué efectos tendrá sobre el crudo y el gas?
De momento, el barril del WTI, de referencia en EEUU, y el Brent, en Europa, se mantienen en torno a los 80 dólares, 15 por debajo de septiembre. Sin embargo, la prolongación de los viajes y sus entregas han hecho saltar las alarmas. «A largo plazo es difícil de determinar pese a los recortes adicionales anunciados para 2024 por la OPEP por el aterrizaje económico global, que agitará el barómetro de la oferta y la demanda», explica Fawad Razaqzad, de la firma Forex.com, si bien «los daños colaterales sucederán» porque el 8% del crudo transita por Suez.
Otros medios, como Oil.com, descartan que el precio del crudo vuelva a los 100 dólares o más en 2024, aunque estará cerca de ese nivel. En caso de que no se globalice el conflicto israelí, según sus analistas. La oferta de petróleo será cubierta por productores ajenos a la OPEP; en especial, por parte de EEUU. Aunque también es un asunto de capacidad del mercado, y «más recortes» de la producción decretados por Arabia Saudí y Rusia, con cambio de rutas y logística más cara, supondrá que el barril se acerque a los 100 dólares con suma facilidad. El gas ya se encareció en Europa un 13% la jornada en la que BP anunció su intención de eludir Suez.
6. Salto de las primas de riesgo mercantiles.
Suez registra el 30% de carga de contenedores y un valor diario de mercancías de entre 3.000 y 9.000 millones de dólares, lo que supone «demasiado riesgo político y económico en juego», según Simon Lockwood, ejecutivo de Willis Tower Watson (la aseguradora que mayores coberturas concede al negocio marítimo).
A ello hay que unir los generados por la guerra en Ucrania. Lockwood sitúa en el 0,7% el impuesto revolucionario que las navieras van a pagar por cada millón de dólares de su valor de carga; unos 70.000 dólares. Es el precio por asegurar ahora los tránsitos, afirma el ejecutivo en Foreign Policy.
7. Las cadenas de valor se resentirán…
La Gran Pandemia reveló la fragilidad de los modelos empresariales, el encallamiento del buque Ever Given en Suez en 2021 agudizó sus disrupciones y las tensiones geopolíticas y la espiral inflacionista obligaron a prolongar sus reestructuraciones. Sin embargo, las cadenas de valor han mostrado una intensa capacidad de resiliencia.
Aun así, el peligro de que Suez desestabilice los mercados regionales y contagie las producciones de manufacturas y servicios en otras latitudes «es más que evidente», asegura Hung Tran, del Centro GeoEconómico del Consejo Atlántico, por «el incremento de costes y los retrasos en las entregas» de materias primas y materiales imprescindibles para elaborar sus negocios.
8. …al igual que el consumo.
«Todos estos encarecimientos pasarán directamente a clientes y consumidores», alerta Henning Gloystein, director de investigación en Eurasia Group. Las tasas de embarque han aumentado ya un 4% en una semana, y esto va a pasar factura al consumo, previo sobrecoste para las empresas, al margen de si hay o no un relanzamiento del precio de la energía y, por ende, un repunte de la inflación que retrasaría o relegaría las rebajas de tipos de interés por parte de los bancos centrales.
9. Una píldora mortal para el comercio global…
El comercio ya mostraba, según la OMC, señales de anemia. Tanto que su previsión para este ejercicio es de un aumento pírrico del 0,8%, con signos también poco alentadores para 2024. Por su parte, la Unctad, la agencia para el Comercio y el Desarrollo de la ONU, cifra el crecimiento del próximo año en un 3,2%, en un informe, publicado días antes del bloqueo de Suez, que hablaba ya de vientos geopolíticos huracanados que han propiciado un descenso del 5% de los flujos de bienes y servicios en 2023.
10. …con efectos secundarios sobre la economía.
Según The Economist, el impacto en la economía será en dos direcciones. La primera, con el riesgo de una escalada militar en Oriente Próximo que altere el orden político y económico global y precipite a las potencias industrializadas, con EEUU y Europa a la cabeza, a unos aterrizajes todavía más brusco de sus PIB.
Y, en segundo término, agravando crisis de los países del área, como la de Egipto, sumido en una crisis financiera, que tiene en Suez su fuente más garantista de ingresos estables; y también de Israel, aunque menor medida, pues solo el 5% de su comercio acaba en su puerto del Mar Rojo, el de Eilat. También África se verá afectada por los flujos directos y por probables focos de inseguridad.
https://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2024/01/Canal-de-suez.jpg9001600Dossierhttps://dossiergeopolitico.com/wp-content/uploads/2018/05/Dossier_Logo-2.pngDossier2024-01-04 18:20:142024-01-04 18:22:18Los bloqueos de Suez y Panamá suben la tensión geopolítica, comercial, económica y energética