La ofensiva ucraniana en la provincia rusa sólo logró el cierre de las negociaciones en curso. La batalla decisiva, por el contrario, se está librando en el frente oriental y la está ganando Rusia
Eduardo J. Vior
analista internacional Especial para Dossier Geopolitico
Cuando el pasado 6 de agosto un importante contingente ucraniano invadió la provincia de Kursk, en el suroeste de Rusia, todos los medios occidentales festejaron su rápido avance y especularon con que ésa sería la carta de triunfo de Volodymir Zelenski, para obligar a Vladimir Putin a negociar la paz en condiciones ventajosas para Kiev. Sin embargo, un mes después la ofensiva está estancada, los ucranianos sufren grandes pérdidas y el ejército ruso avanza velozmente en la cuenca del Don. Mientras tanto, la participación de oficiales occidentales en las operaciones en Rusia, los ataques con cohetes contra la central nuclear de Kursk e incidentes en la frontera entre Bielorrusia y Polonia amenazan con desatar un enfrentamiento directo entre fuerzas de la OTAN y de Rusia que rápidamente desembocaría en una guerra mundial.
Sacando las conclusiones del caso, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, declaró el viernes 30 que tras la incursión ucraniana en territorio ruso carecía de sentido hablar de negociaciones. Ya el miércoles Lavrov había recordado la posición de la parte estadounidense, que cree que Europa será la primera en sufrir si estalla una nueva guerra mundial. En particular, llamó la atención sobre las declaraciones del coordinador del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca para comunicaciones estratégicas, John Kirby.
“En general, este es un detalle revelador que refleja la mentalidad de los planificadores y geoestrategas estadounidenses, que están convencidos de que no se verán afectados”, señaló Lavrov. “La forma en que expresan sus pensamientos, continúa, es freudiana en cierto sentido: ya sabes, la Tercera Guerra Mundial es mala porque no queremos que Europa sufra daños. Ésta es la esencia de la mentalidad estadounidense, la mentalidad del amo que se queda en al otro lado del océano, seguro de su seguridad y convencido de que no sólo los ucranianos sino también los europeos, como se ha demostrado, harán todo el trabajo sucio”, concluyó el canciller ruso.
Ubicación de Kursk en el mapa de Rusia y de Europa
Área de la provincia (Oblast) de Kursk ocupada por los ucranianos al 2-09-2024
Entre tanto, la incursión ucraniana en la provincia rusa de Kursk está empantanada. Las fuerzas ucranianas recientemente avanzaron marginalmente al norte de Sudzha (un villorrio de 6.000 habitantes cuya conquista fue ruidosamente festejada en la prensa occidental), mientras las fuerzas rusas recapturaron algunas zonas del óblast de Kursk el 29 de agosto. Las autoridades rusas están creando allí nuevas unidades de voluntarios para la defensa territorial. De ningún modo tuvo el presidente Vladimir Putin que ordenar la movilización general o trasladar importantes contingentes desde el Don, como especulaban el alto mando ucraniano y sus asesores de la OTAN. Bastó con desplazar tropas de otros emplazamientos, para acumular allí 230.000 efectivos que ofrecen un muro intraspasable a los ataques ucranianos. Por otra parte, Rusia no tiene interés en expulsar a sus enemigos del territorio de Kursk sino que, al contrario, busca comprometerlo allí, para que no pueda socorrer a las tropas en retirada en el Donetsk.
En declaraciones a la prensa, el jefe del ejército ucraniano, Oleksnder Syrski, reconoció que el principal fin al planificar la operación en la provincia rusa de Kursk era “desviar” una gran cantidad de las tropas rusas de las direcciones del frente clave. Sin embargo, continuó, Rusia “sigue acumulando sus fuerzas en la dirección de Pokrovsk”.
Estado de las operaciones al 2-09-2024 (ISW)
Precisamente, en el Donbass, la zona más rica de Ucrania, es donde se está librando la batalla que está cambiando el curso de esta guerra. El jueves 29 Syrski informó a Zelensky que el frente de Pokrovsk se había derrumbado. Para contener al ejército ruso en Donbass, dijo, es necesario detener o limitar la operación en Kursk y enviar parte de las unidades a Pokrovsk y Selidovo. Noobstante, Zelenski se negó, informa el canal ucraniano TG “Resident”, citando sus fuentes.
Confirmando las funestas predicciones del comandante, este lunes 2 la agencia Tass informó que “la defensa de las fuerzas armadas de Ucrania cerca de Pokrovsk ha sido rota, prácticamente no hay resistencia.” Esta ciudad tiene un valor estratégico central: está situada a unos 70 kilómetros al noroeste de Donetsk y es uno de los núcleos de transporte clave del oeste de la cuenca del Don, donde se conectan varias líneas ferroviarias y carreteras. Si la ciudad cae en manos rusas, éstos tendrán expedito el camino hacia Dnipró, a orillas del Dniéper, o hacia Járkov, en el norte. No hay obstáculo natural que los detenga ni líneas defensivas organizadas.
Sin embargo, Rusia no va a avanzar frontalmente hacia Pokrovsk, sino que se va a dirigir hacia el norte y también hacia el sur, para lograr un frente de entre 46 y 50 km, de ancho, entre un pueblo al norte llamado Popiv Yar y por el sur Kurajove. Probablemente los rusos hagan un movimiento hacia el sur y hacia el norte, pero fundamentalmente hacia el sur. Siguiendo la Doctrina Gerásimov (por el jefe del Estado Mayor Conjunto, Genadi Gerásimov), el ejército ruso procura reducir sus pérdidas, obtener el máximo éxito con el mínimo costo y armonizar las distintas formas de lucha (militar, política, comunicacional, electrónica, psicológica, etc.). No tiene prisa en derrotar al enemigo, sino que busca que éste caiga por sus propias debilidades.
Mapa del frente de operaciones de Pokrovsk: evolución de la ofensiva rusa entre el 12 y el 30 de agosto. Rojo: control ruso confirmado; púrpura: probablemente control ruso; amarillo (dibujado): avances rusos reivindicados
Después de abril de 2022 Rusia comenzó a incorporar los territorios del este en dos direcciones principales: primero Lugansk y luego Donetsk. El 24 de febrero de 2022 se incorporó a Rusia un 41% de la cuenca del Don. Hoy ya domina un 82%. Falta un 2% de Lugansk y 16% en el Donetsk. Zaporizhia y Jersón son dos oblast de contención. En este sentido, aun siendo un lugar estratégico, Pokrovsk no será de la dirección principal, aunque caerá de todas formas. El ejército ruso no está preparando las condiciones para asaltar esta ciudad, sino para rodearla y avanzar hasta el Dniéper.
Según informa el Financial Times del viernes 30, militares y analistas ucranianos critican a Vladimir Zelensky por las rápidas brechas en las defensas, especialmente alrededor de Pokrovsk. “Sinceramente, nunca había visto algo así. Todo se está desmoronando tan rápidamente. Pokrovsk caerá mucho más rápido de lo que lo hizo Bajmut”, declaró un analista militar al FT.
En Ucrania estiman que el ejército ruso podría lanzar una ofensiva contra Dniepropetrovsk (también llamada Dnipró) la próxima primavera boreal, entre marzo y abril. Se trata de la cuarta ciudad del país por número de habitantes (981.000) y la más importante de la mitad oriental. El alto mando ucraniano ya ha comenzado a reforzar las defensas de la ciudad.
Pokrovsk es un nudo de transportes de gran valor estratégico
Entre tanto, Zelenski no ceja en su idea de celebrar en un país del Sur Global aún por decidir su segunda cumbre internacional por la paz en la que se plantea invitar a Rusia, según anunció el pasado martes 27 el jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andrí Yermak. “Queremos que la segunda cumbre tenga lugar en un país del Sur Global”, dijo Yermak. Llevando la segunda cumbre a África, Asia o América Latina, Ucrania espera que países emergentes tradicionalmente aliados de Rusia apoyen su propuesta de paz. De toda América Latina, además de Cuba, Nicaragua y Venezuela, el único país con una larga relación mutuamente beneficiosa con Rusia es Argentina. Sólo en Asia hay un país no aliado de Rusia que tenga históricamente tan buenas relaciones con la nación euroasiática: India. Sin embargo, es dudoso que Narendra Modi quiera arriesgar los delicados equilibrios de su diplomacia auspiciando una conferencia que, en definitiva, será un pretexto para que el mandatario ucraniano demuestre que “Rusia no quiere la paz” y proponga continuar la guerra y/o ampliarla.
Mientras tanto, la pérdida el jueves 29 de uno de los seis cazas F-16 entregados por Occidente a Ucrania ha conmocionado a los medios norteamericanos y europeos. Kiev confirmó el incidente y la muerte del piloto. El avión se estrelló durante un ataque con misiles rusos, causando la muerte del piloto. El gobierno ucraniano culpó a un error humano, mientras que una diputada ucraniana alegó fuego amigo. En caso de que la primera o la tercera hipótesis se comprueben, surgirá la pregunta sobre el equipamiento anticohetes del avión: ¿no lo tenía o no estaba activado?
El mismo día La OTAN advirtió a Rusia del peligro de que sus ataques a Ucrania lleguen a Polonia. Si bien indicó que carece de información que indique que el objeto sin identificar que entró el lunes 26 en el espacio aéreo de Polonia fuera parte de un ataque intencionado de Rusia, advirtió al gobierno en Moscú que esos actos son “irresponsables y potencialmente peligrosos”.
Central nuclear de Kursk 1
El 27 de agosto el director general del OIEA, Rafael Grossi, inspeccionó la central nuclear de Kursk. Durante la visita, el alto cargo vio rastros de ataques de drones en la planta y restos de vehículos aéreos no tripulados. Esta semana Grossi mantendrá conversaciones de alto nivel en Ucrania y evaluará la situación en la central de Zaporozhie; Las cuatro centrales del complejo nuclear de Kursk son de tipo RBMK 1000, como la que explotó en Chernobyl en 1986. Son muy vulnerables y no soportarían el impacto de un proyectil pesado.
Por suerte, sólo está activa la torre 3. La 1 y la 2 están fuera de servicio y la 4 está en pausa programada. Se desconoce si se ha retirado el grafito de las centrales apagadas. De este modo el riesgo es algo menor, pero igual subsiste, porque ese tipo de centrales carecen de los mecanismos de protección que tienen las que se enfrían con agua pesada. Los ucranianos tienen misiles norteamericanos HIMARS y ATTACMS de alcance medio y precisión de alrededor de dos metros y están más que a tiro del complejo de Kursk.
No obstante el triunfalismo del presidente, la crisis total acecha a Ucrania. El gobierno ucraniano tomó una resolución que se traduce en que Kiev podría dejar de pagar los créditos y los eurobonos que Ucrania tiene contraídos con varios acreedores, así como sus derivados financieros del PIB. La deuda nacional ucraniana casi se duplicó bajo el mandato de Zelenski, alcanzando a más de 152.000 millones de dólares para junio de 2024. Por esta razón, el Consejo de Ministros emitió el 27 de agosto una resolución por la que se ordena el cese parcial del servicio de sus obligaciones en eurobonos, derivados financieros del producto interno bruto (PIB) y otros instrumentos de préstamo, llevando al país un paso más cerca del default.
Es la primera vez desde que empezó esta guerra que existe un riesgo real de que escale a magnitud global. Con la OTAN bajo crisis de conducción por las elecciones norteamericanas y con algunos miembros muy fanatizados. Por ello el ministro Lavrov viene reiterando sus advertencias a Occidente. La incursión ucraniana en Kursk tuvo como único efecto destruir cualquier posibilidad de negociación en el futuro cercano. La suerte de la guerra tiende a dirimirse en el campo de batalla, pero no hay nadie confiable que le ponga límites.
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