Por Natalia Arias
Y ahora el presidente se encuentra posando con una Biblia frente a la Iglesia Saint John, en un débil intento de posicionar su imagen de “presidente de la ley y orden”, como él bien dice, mientras las personas siguen siendo atacadas, los asesinatos y la violencia ascienden en cifras, y su figura pública se dirige al desastre. Incluso cualquiera podría comparar las imágenes con un apocalipsis. Bolsonaro parece seguir la línea al haber recibido los 2 millones de dosis de hidroxicloroquina de Trump, aun habiéndose demostrado que incrementan los riesgos de mortalidad.
La situación y su figura de autoridad internacional se está saliendo de control, incluso con Teherán, quien aprovecha la situación para desafiar a Estados Unidos, manteniendo con firmeza su disposición de enviar cargamento hacia Venezuela e ignorando totalmente las sanciones que amenazó con imponer el presidente norteamericano: «En caso de que Venezuela nos envíe una nueva solicitud, será atendida», indicó Musavi en declaraciones recogidas por la agencia Tasnim 1.
En tanto, en el resto del continente latinoamericano, se encuentran germinando nuevos conflictos que atañen al sector privado. En Argentina, el Departamento de Comercio estadounidense falló en contra de la petición nacional de alivianar los aranceles de hasta un 74% que impuso el gobierno estadounidense al biodiésel argentino. No obstante ello, las tarifas se mantendrán tal como fueron establecidas originalmente.
Causando nuevas disrupciones en el ámbito privado, se encuentra el informe final del ISDA sobre el resultado de las revisiones que podrían confirmar o no si el país incurrió en un “evento de crédito”, que habilitaría posteriormente la activación de los seguros contra el default. Se confirmó dicha suposición, y se seguirá el procedimiento de habilitación de pago de los seguros, que ascienden al millón de dólares aproximadamente. Por otro lado, en el país vecino de Chile, la situación también se complicó para LATAM, quien decidió entrar en quiebra en EE. UU debido a la incapacidad de cumplimiento de sus plazos financieros como consecuencia de los estragos derivados de la pandemia del coronavirus.
Ahora bien, en relación a Cuba y Nicaragua, las tensiones dividen aún más el diálogo con el presidente Trump. El ataque a la embajada cubana en el pasado 30 de abril, todavía sigue sin ser investigada. La representante permanente alterna de Cuba en la ONU, Ana Silvia Rodríguez Abascal, envió una misiva al presidente de la Asamblea General, donde le solicita que, en su calidad de presidente, emita una declaración que condene al ataque terrorista producido, ya que coincide con los valores del organismo. Agregó: “Este acto terrorista es un resultado directo de la política y del discurso agresivo y de odio del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y de la permanente instigación a la violencia de políticos estadounidenses, incluidos altos funcionarios del Departamento de Estado y de la embajada estadounidense en La Habana; así como de grupos extremistas anticubanos que han hecho de este tipo de ataques su medio de vida”.2
Por otra parte, la cancillería de Cuba emitió recientemente un comunicado donde condena la decisión estadounidense de incluir al país en la lista de quienes “no colaboran en la lucha contra el terrorismo”, dado el criterio norteamericano de mantener a miembros de la delegación de paz del Ejército de Liberación Nacional de Colombia en territorio cubano. El repudio por parte de cancillería se extiende al gobierno de Colombia, a quien adjunta como cómplice. Cito uno de los puntos que emitió cancillería: “Cuba fue víctima del terrorismo organizado y financiado por los EE.UU. y siempre trabajó y trabaja por la paz y la solidaridad de los pueblos, y es de conocimiento de la comunidad internacional, y en particular, de nuestra región, que las negociaciones de paz se desarrollaron, primero en Ecuador, pero que lamentablemente el gobierno de Lenín Moreno, intempestivamente, dejó de ser sede, por lo cual, tanto el gobierno de Colombia y los representantes del ELN, decidieron continuar con el proceso de paz en La Habana, por ser Cuba un país que siempre trabajó por la búsqueda de la paz en Colombia y en la región.”3
Siguiendo la línea conflictiva, Colombia autorizó recientemente la llegada de tropas norteamericanas a su territorio. Una de las unidades del Ejército de Estados Unidos llegará en los próximos días para “asesorar y ayudar en operaciones de lucha contra el narcotráfico a las Fuerzas Militares del país durante 4 meses”, según declaró la embajada estadounidense. Sin embargo, parte del Congreso no parece estar de acuerdo, al no haber sido consultados: “Nos parece grave que el presidente Iván Duque haya aceptado que militares estadounidenses estén en nuestro país. Eso es una situación que violenta la soberanía nacional y el ordenamiento jurídico” declaró el senador Alexander López.
En cuanto a Nicaragua, Estados Unidos decidió sancionar a dos funcionarios del presidente Daniel Ortega. Entre ellos, al jefe de las Fuerzas Armadas de Nicaragua, Julio César Avilés, y el ministro de Hacienda y Crédito Público, Iván Acosta, por haber supuestamente participado en actos de corrupción y por haber ayudado a silenciar las voces prodemocráticas en el país centroamericano. Mike Pompeo, en su comunicado, recordó que dichas sanciones se manifiestan en contra de los supuestos abusos de derechos humanos en Nicaragua. Rosario Murillo, esposa del presidente, dijo horas después del comunicado de Pompeo: “Ni nos vendemos, ni nos rendimos, esa es la frase que nos distingue”.
Ahora bien, Donald Trump parece tener bajo control la alianza con El Salvador, Ecuador y Honduras, quienes reciben actualmente fondos económicos por parte del hegemón para la lucha contra el coronavirus. En avisos publicados en el Registro Federal de EE. UU, el Subsecretario de Estado, Stephen Biegun, certificó que los tres países latinoamericanos cumplen los criterios que el Congreso designó para seguir recibiendo ayuda extranjera. Entre dichos criterios, se incluyeron la lucha asertiva contra el narcotráfico y la corrupción. De todas formas, esto es un paso más del procedimiento total.
La ayuda económica también se dirigió hacia Perú y Uruguay. Con respecto al primero, Pompeo señaló en su cuenta de Twitter que prometió continuar ayudando al país, a quien ha apoyado en su lucha contra el coronavirus con casi 6 millones de dólares hasta la fecha. También, no tuvo prurito en señalar y recordar los casi U$265 millones en asistencia de salud que brindó para el gobierno peruano en los últimos 20 años.
Uruguay, nuevo actor clave en las alianzas estratégicas norteamericanas, recibirá una donación de 600 mil dólares bajo la justificación de la lucha contra la pandemia del coronavirus. El embajador de los Estados Unidos en Uruguay, Kenn S. George, no olvidó destacar lo agradecido y orgulloso que estaba del pueblo estadounidense, que, junto al gobierno, habrá donado ahora más de un millón de dólares al pueblo uruguayo desde el 13 de marzo del corriente año.
Otra situación a mencionar es el reciente ingreso del 4to país latino a la OCDE: Costa Rica. «Nos complace mucho dar la bienvenida a Costa Rica a la familia de la OCDE en un momento en que el multilateralismo es más importante que nunca», dijo en un comunicado el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría. Se debe recordar que el mes pasado, Colombia también celebró su ingreso, ambos cumpliendo los requisitos para seguir el objetivo de desarrollo en economías emergentes. De todas formas, al ser un hecho tan reciente, se encuentra en pleno procedimiento de adhesión.
Por otra parte, dado el incremento de casos por coronavirus, tanto México como Estados Unidos acordaron extender por 30 días más las restricciones al tránsito terrestre no esencial en la frontera. Hay que recordar que la semana anterior, el embajador de los Estados Unidos en México, Christopher Landau, informó que las restricciones a los viajes no esenciales tendrán que ser extendidas más allá del 19 de mayo planteado con anterioridad. Además, manifestó su decepción al destacar que ciudadanos no están acatando seriamente las medidas.
La situación con Puerto Rico es digna de destacar, ya que celebrará en noviembre un referéndum no vinculante para decidir si la isla debe convertirse en un estado estadounidense, según lo anunciado por la gobernadora Wanda Vázquez. Esto requiere la aprobación del Congreso estadounidense, e indigna a los partidarios de la independencia de la isla y a miembros del PPD opositor. La gobernadora a favor de la estadidad, observa una desilusión social con el actual estatus de Estado Libre Asociado de Estados Unidos; no votan en elecciones presidenciales, y aunque estén exentos del impuesto federal sobre la renta de EE. UU, pagan impuestos del Seguro Social, entre otras cuestiones. Muchas personas consideran que ha costado recuperarse de los huracanes y terremotos por sí mismos. De todas formas, no hay demasiadas expectativas, debido a que un Congreso controlado por Republicanos raramente pueda llegar a reconocer un referéndum de este tipo. Deberemos esperar a las elecciones de noviembre.
Con respecto a Brasil, es sorprende la contradicción que se vive. Mientras las cifras de contagios aumentan exponencialmente, parece que el juego mediático sigue siendo más importante que la vida de la sociedad brasileña. El gobierno estadounidense, si bien anunció la prohibición de viajes provenientes de Brasil -medida que entró en vigor el pasado jueves 28 de mayo-, envió a su mano derecha dos millones de dosis de la famosa hidroxicloroquina, para nada recomendada por los especialistas. En un comunicado, estableció: “Los pueblos estadounidense y brasileño son solidarios en la lucha contra el coronavirus. Hoy, como prueba de esa solidaridad, anunciamos que el gobierno estadounidense envió dos millones de dosis al pueblo de Brasil (…) y será usado como un profiláctico para proteger del virus a las enfermeras, doctores y profesionales de la salud en Brasil. También tendrá un uso terapéutico para tratar a brasileños infectados”, añadió finalmente. Ante su salida de la OMS, parece que el presidente norteamericano cree conocer el tratamiento justo para el coronavirus, mientras su imprudencia termina afectando la vida de una sociedad global.
La violencia interna hacia la sociedad que protesta en paz está explotando en su contra, el presidente se esconde en un búnker y luego posa frente a la Iglesia en favor de la moral. Se presenta como una autoridad, y como un presidente capaz de mantener el orden, y acciona contradictoriamente. La agresión a George Floyd fue el punto cúlmine para desmoronar la imagen del presidente. América está en llamas.
Natalia Arias Investigadora Junior de Dossier Geopolitico.-
Fuentes:
https://sv.usembassy.gov/es/registro-federal-publica-certificacion-de-el-salvador/
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