Por Natalia Arias (*)

El año ha comenzado con la ahora calificada “pandemia” por la OMS: un tipo coronavirus llamado COVID-19. De su mano, ya se encuentra presente la infodemia y los extremismos discursivos.

Parece que la agenda internacional se ha canalizado temporalmente en la no-propagación del virus, más siempre es necesario mantenerse alerta de las situaciones de carácter geopolítico, que suceden por detrás de la hegemonía temática de los medios de comunicación. En este caso, me centraré nuevamente en las acciones de Estados Unidos en la región latinoamericana del mes de marzo.

Comenzando con Argentina, el presidente Alberto Fernández ha decidido cerrar temporalmente las fronteras y suspender temporalmente los vuelos internacionales provenientes de zonas de riesgo. Ha efectuado el Decreto de Necesidad y Urgencia 297/20, declarando una cuarentena total en el país, que por el momento se extiende hasta el 31 de marzo inclusive.

Estados Unidos se encuentra en un contexto de elecciones primarias, cuyos escrutinios hasta el momento han arrojado una mayoría a favor del republicano Donald Trump, más deberán esperar hasta las elecciones generales. Pero lo que hay que destacar para el interés argentino, es que el Fondo Monetario Internacional ha decidido seguir su curso, designando a un nuevo funcionario que reemplazará al ex primer subdirector gerente David Lipton: Geoffrey Okamoto. Este funcionario es de particular interés, ya que acudió a la reunión del G-20 que tuvo lugar en Buenos Aires, dirigió negociaciones comerciales con China, y ahora ni más ni menos, participará en la renegociación de la deuda argentina con el Fondo. Por lo cual, deberemos estar atentos a sus próximos movimientos como Primer Subdirector Gerente.

Particularmente en Bolivia, debido al COVID-19, las elecciones generales se han pospuesto para el 17 de mayo, habiendo tenido como fecha de inicio el 3 de mayo. La asistencia técnica de EE.UU no ha tardado en confirmarse para el escrutinio y el proceso general. Sin embargo nos hemos llevado la sorpresa de que a fines del mes pasado, según un informe del Washington Post, se ha declarado que no hubo fraude en las elecciones de octubre de 2019, previas al golpe de estado en contra de Evo Morales, y a la acusación de la Organización de los Estados Americanos. “No hay soporte estadístico para las acusaciones de voto fraudulento” concluye el artículo. ¿Prestará la presidenta interina Jeanine Áñez atención a la investigación o procederá con su plan de campaña electoral?

Si nos referimos a acuerdos militares, debemos mencionar el recientemente firmado entre Brasil y Estados Unidos, que no ha tardado en llegar en las primeras semanas de marzo. El encuentro se llevó a cabo en el Comando Sur, cuya sede se encuentra en Miami, Florida. La finalidad consistió una vez más, en un intento de frenar cualquier amenaza que provenga de Venezuela. Sin embargo este acuerdo todavía, como todos, debe ser ratificado por ambos parlamentos. 

En dicha reunión se afirmó que habrá mayor presencia militar en latinoamérica, con el objetivo de “tranquilizar” a los “socios” de EE.UU. y “contrarrestar una serie de amenazas, entre ellas el narcoterrorismo” 1. Hay que mencionar además el hecho de que Washington ha ofrecido 15 millones de dólares por cualquier pista o detención del presidente Maduro, acusado también de delitos vinculados al tráfico de estupefacientes. Pero de todos modos, el presidente venezolano no ha tardado en reaccionar, alertando que el fin primordial de Estados Unidos es atacar a Venezuela, empujando a Brasil a formar un conflicto armado con el país. Además, en este contexto de emergencia sanitaria, el gobierno de Nicolás Maduro ha denunciado durante la reunión de la Comisión Presidencial para la Prevención contra el Coronavirus -la cual también obtuvo participación de especialistas cubanos-, que el gobierno de Donald Trump ha bloqueado todas las embarcaciones de ayuda humanitaria con destino final Venezuela, e informó que ha llegado ayuda por parte de China con más de 300 mil tests de prueba para diagnóstico de posibles casos de coronavirus. Días después, una vez que la gota rebalsó, el canciller Arreaza denunció que EE. UU negó la autorización para repatriar venezolanos dado el bloqueo total. Parece que Donald Trump ha llegado al punto de involucrarse negativamente con una emergencia sanitaria global, sin seguir las indicaciones de la OMS, que previamente advirtió la posibilidad de que EEUU se convierta en el nuevo epicentro del COVID-19. Cómo será de grave la situación en la política de los estados que incluso Michel Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, llamó al gobierno de Donald Trump a levantar las sanciones económicas a Cuba y Venezuela.

Paralelamente, la relación EEUU-Colombia también está resultando de gran importancia en contra del gobierno de Nicolás Maduro. Ambos mandatarios se reunieron el 2 de marzo en la Casa Blanca, donde Duque solicitó sanciones más duras para con Venezuela, bajo la excusa de establecer nuevamente “una democracia” en la región. Una semana después, los funcionarios del gobierno colombiano y las fuerzas militares estadounidenses, comenzaron a realizar un ejercicio en conjunto de ayuda humanitaria para los pueblos indígenas en La Guajira, cerca de la frontera con Venezuela. La cooperación duró hasta el 20 de marzo aproximadamente.

Ahora bien, Estados Unidos ha aplicado un política similar en Cuba, presionando a otros países para que rechacen su contribución médica. Esto se difundió a través de una publicación de la embajada estadounidense en Cuba, donde “advertían” que la razón de la cooperación sanitaria por parte del gobierno de Miguel Díaz-Canel en otros países, se basaba en recuperar el dinero perdido de quienes decidieron abandonar el programa: una vez más, el gobierno norteamericano decide no priorizar la salud pero sí sus intereses de calidad mediática. Para complicar aún más la situación cubana, el bloqueo económico-comercial les está afectando de manera tan perjudicial, que muchos cubanos han solicitado que se disminuya o termine dicha política. A raíz del contexto de pandemia y crisis humanitaria no se les permite el abastecimiento que necesitan, llegando al punto de intentar sobrevivir con menos de lo justo.

Sorpresivamente, las relaciones con México han mejorado en comparación a años anteriores. El tratado comercial tripartito que incluye a EEUU-MÉXICO-CANADÁ ha cumplimentado otra etapa: el Parlamento canadiense ha aprobado la ley de implementación. Para agregar, la Secretaría de Gobernación mexicana Olga Sánchez Cordero, aseguró que el T-MEC impulsará a México como una economía confiable, dinámica y moderna. El gobierno estadounidense espera que en junio entre en vigor.

Con respecto a la tensión fronteriza entre México y Estados Unidos, se ha acordado que la misma permanecerá abierta pero con ciertas restricciones, viéndose damnificado el turismo pero no el comercio.

Finalmente, una serie de medidas económicas se han tomando en Paraguay, y Estados Unidos junto a Puerto Rico. En el primero, el senado paraguayo ha aprobado un préstamo de aproximadamente 115 millones de dólares con el fin de fortalecer el sistema sanitario ante la pandemia. Fue suscrito entre el país y el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, una de las cinco organizaciones financieras internacionales del mismo Banco Mundial. En el segundo caso, el Senado federal estadounidense aprobó por unanimidad el proyecto de 2 billones de dólares con el fin de alcanzar estímulo económico para hacer frente al coronavirus. Esta medida brindará acceso a una mayoría de Puerto Rico, permitiéndole a los residentes recibir por lo menos $1200 dólares. Parece entonces que el presidente Donald Trump es consciente de la pandemia, pero ¿Por qué no dirige la misma importancia a países como Venezuela y Cuba?

En definitiva, el sistema de alianzas que utiliza Trump actualmente en América Latina se basa en el uso conjunto del poder con Brasil y Colombia, en contra de Venezuela, y Cuba por supuesto. Panamá también se encuentra en la mira, dada su relación con China, que disgusta a su opositor comercial. Por otra parte, tenemos a los potenciales aliados como Uruguay con el presidente Luis Lacalle Pou, a quien Donald Trump llamó con el fin de intensificar las relaciones a principios de marzo. Otro potencial aliado que se definirá en las elecciones generales del 17 de mayo será Bolivia, quien previamente cargó el disgusto por parte del presidente norteamericano debido al gobierno de Evo Morales, pero una vez que participó en el apoyo de Jeanine Áñez, presidenta provisoria, aumentó su intervención al punto de afirmar que va a participar en el control del sufragio.

Así las cosas, el escenario global refleja el ostracismo sanitario de los países, que poco a poco entorpece el pretendido liderazgo de la política exterior estadounidense.

Natalia Arias investigadora Jr. del Equipo de DG

Fuentes: 

https://www.nodal.am/2020/03/comando-sur-de-eeuu-anuncia-que-habra-un-incremento-de-la-presencia-militar-en-america-latina-a-fines-de-2020/ 

https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202003241090894520-senado-de-paraguay-aprueba-prestamo-de-eeuu-por-un-monto-de-hasta-115-millones/

https://www.washingtonpost.com/politics/2020/02/26/bolivia-dismissed-its-october-elections-fraudulent-our-research-found-no-reason-suspect-fraud/

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