El golpe de estado en Níger amenaza el abastecimiento de uranio para Francia y subraya la creciente unidad e independencia del continente en medio del conflicto mundial
por Eduardo J. Vior
analista internacional autoriza a publicar el presente articulo en Dossier Geopolitico
El golpe de estado que este miércoles derrocó al presidente prooccidental de Níger acaba con el dominio francés en otro país más del Sahel. En dos años se produjeron golpes de estado en Mali y Burkina Faso que expulsaron a las tropas francesas y requirieron el apoyo ruso. Al mismo tiempo en San Petersburgo sesionó la Cumbre entre Rusia y la Unión Africana que ratificó cuán rápido África se está alejando de Occidente. Actuando unidos, los países del continente del futuro están aprovechando la lucha mundial por los recursos energéticos y minerales para imponer su protagonismo.
El jueves por la noche varios centenares de manifestantes se concentraron en la plaza de la Concertación, en pleno centro de Niamey, la capital de Níger, para celebrar “su” victoria, la del ejército en el poder, y vivar a Rusia y a la Compañía Wagner. En la madrugada anterior un grupo de soldados en uniforme de faena había anunciado en la televisión nacional el derrocamiento del presidente nigerino electo en 2021, Mohamed Bazoum. El coronel mayor Amadou Abdramane, jefe del Estado Mayor y portavoz de los golpistas, anunció entonces el cierre de las fronteras y la instauración de un toque de queda. En un comunicado emitido el jueves al mediodía, en tanto, este comandante informó que se había unido a los alzados para “preservar la integridad física del Presidente” y evitar un “derramamiento de sangre” entre las distintas facciones militares.
Por su parte, este viernes el general Abdourahman Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial que mantiene retenido al presidente Bazoum en su residencia, compareció como presidente del Consejo Nacional de Salvación Pública (CNSP) en la televisión pública nigerina, para dar cuenta de los motivos de su acción.
Sin embargo, la situación del presidente Bazoum, quien de momento no ha presentado su dimisión, seguía siendo confusa. Una delegación de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) encabezada por el presidente de Benín, Patrice Talon, viajó el jueves a Niamey para mediar, pero de parte de los golpistas parece haber poca predisposición a buscar un entendimiento.
El golpe fue inmediatamente condenado en Occidente. El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken declaró que la asociación con Níger dependería de la continuidad de la “gobernanza democrática”. A su vez, Rusia pidió que el conflicto se resuelva pacíficamente
Durante sus dos años y medio de gobierno Mohamed Bazoum reforzó la alianza estratégica de Níger con los países occidentales. País de tránsito de los emigrantes hacia el Mediterráneo, su colaboración para contenerlos fue elogiada por los dirigentes europeos. En la actualidad acoge diversos campamentos de trashumantes retornados de la vecina y anarquizada Libia. Asimismo, fue un fiable socio militar que dio cobijo a los 1.500 soldados franceses expulsados de Malí en 2022 y a una base estadounidense de drones valuada en 100 millones de dólares. Precisamente, los golpes de Estado en los vecinos Malí (2021) y Burkina Faso (2022) llevaron al poder a juntas militares que se orientaron hacia Rusia y expulsaron a las tropas occidentales. Por eso, la pérdida de Níger sería una catástrofe para el predominio de la OTAN en el Sahel.
Como sus vecinos, Níger, de 26 millones de habitantes y uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta a la amenaza yihadista. En la región de Diffa, en su frontera oriental con Chad, se producen frecuentes incursiones y ataques del Estado Islámico de África Occidental (EIAO), mientras que en el oeste amenaza el Estado Islámico del Sahel (EIS). La incapacidad o mala voluntad de las fuerzas occidentales para derrotar al terrorismo y la falta de equipamiento y adiestramiento de los militares locales que mueren por centenares están en el origen de la inestabilidad política que vive toda la región. Ahora se acabó su paciencia y confían en la eficiencia de la Compañía Militar Privada (CMP) Wagner..
Níger es un importante exportador de mineral de uranio para la industria nuclear francesa. La república africana ocupa el octavo lugar en la producción mundial del mineral, sólo poco menos que Rusia. Francia produce el 70% de su electricidad en centrales nucleares, es decir que tiene la mayor proporción mundial de energía nuclear en la producción de electricidad mediante 56 reactores que, al mismo tiempo, le permiten ser la mayor exportadora del fluido en el mundo. Gracias a la amortizada energía nuclear, además, la industria francesa tiene una fuerte ventaja competitiva. Tales éxitos se hicieron posibles principalmente, porque la nación controla la producción de uranio en Níger.
En 1957, poco antes de que el país africano obtuviera su independencia, los geólogos descubrieron allí ricos depósitos de uranio. Aun siendo uno de los países más pobres del mundo, Níger tiene las quintas mayores reservas exploradas de uranio del mundo. Paralelamente, como gran parte de su territorio es parte del desierto del Sáhara, esta república está luchando constantemente contra la desertificación y las sequías. Además, desde que la intervención anglofrancesa derrocó en Libia a Muamar Gadafi y el país norafricano fue pasto de las mafias, de todo tipo de tráfico (inclusive de esclavos) y de la trata, el terrorismo islámico se expandió por el Sáhara y el Sahel (la amplia faja semidesértica que se extiende desde Mauritania hasta Sudán), gracias a la sospechosa incapacidad de Francia y sus aliados occidentales para combatirlo.
Desde hace 60 años Francia siguió una política neocolonialista controlando a sus antiguas colonias con el franco africano (muchas antiguas posesiones de Francia usan el llamado franco CFA, respaldado antes por el franco francés y ahora por el euro), la lengua francesa y sus fuerzas expedicionarias. Esto le permitió reducir significativamente el costo de operación de los yacimientos de uranio de Níger. Aunque ese país produce sólo el 5% del uranio del mundo, su participación en las importaciones francesas del mineral oscila entre el 30% y el 45%, según el año. Sin este suministro París estaría en una grave emergencia. Es decir, sin Níger la soberanía energética de Francia está gravemente amenazada.
No casualmente el golpe tuvo lugar simultáneamente con la cumbre Rusia-África que se celebró el 27 y 28 de este mes en San Petersburgo. De la conferencia participaron 49 delegaciones entre los 53 países africanos. Ya antes de la reunión el presidente Putin había anunciado que se aprobaría una declaración global y un Plan de Acción del Foro de Asociación Rusia-África hasta 2026.
En declaraciones a la televisión exterior rusa (RT), Madaraka Nyerere, hijo del legendario activista anticolonialista y primer presidente de Tanzania Julius Nyerere, sostuvo que la única forma “realista” de que África se desarrolle es unirse y el camino hacia la cooperación pasa por incorporar más naciones africanas al BRICS+. Los países africanos no concurrieron a San Petersburgo a título individual, sino como miembros de una organización consolidada: la Unión Africana.
En todo el continente se observa una intensa puja entre China y Rusia, por un lado, y la alianza occidental por el otro. El reciente golpe en Níger es parte de este proceso. Los africanos han hecho malas experiencias con el colonialismo y el neocolonialismo europeo y buscan independizarse de toda dependencia externa. Hoy aprovechan el conflicto mundial para ganar espacios y actúan mancomunadamente para aumentar su poder de negociación. África se está uniendo, sacudiéndose el neocolonialismo occidental, desarrollando su conectividad, activando juntos en los foros internacionales y reclamando un lugar en la nueva gobernanza del mundo. Mientras tanto, América Latina ha sido incapaz de adoptar posiciones comunes en muchos temas relevantes. Ni hablar de concurrir juntos a la Cumbre del BRICS en Sudáfrica. Ni siquiera Argentina, especialmente invitada por Brasil, va a participar en el encuentro. Mientras África se despierta rugiendo, América Latina duerme.
Publicado por la Agencia TELAM