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Por Carlos Chino Fernandez*

La foto que presentamos, y cuya imagen vemos, no es como es en la realidad fáctica, que existe con independencia de nuestra visión. Entre la realidad, y la imagen, media la tecnología y nuestra intención. Todo lo que provoque esta imagen para el que la viera, parte de nuestros sentidos generando sensaciones, emociones, o indiferencia.

En verdad, esta imagen del árbol frondoso es la imagen del reflejo invertido sobre el agua del río, que a su vez fue intencionalmente rotada para su definitiva exposición.

Si reemplazamos, la cámara de fotos por la TV o las redes sociales, y nuestro atrevimiento artístico, por una intencionalidad política o comercial, obtenemos como resultado que la manipulación de la realidad es posible y cuyos efectos son eficaces cuando vemos, sobre todo, lo que sucede con las apreciaciones acerca de la pandemia-cuarentena, el tratamiento del caso Vicentin, o las vicisitudes electorales a la hora de seleccionar a los candidatos.

¿Qué impacto tendría esto en la sociedad?

Repasando la célebre Alegoría de la Caverna de Platón (428 a C al 347 a C), en el libro VII de la República en el 380 a C…, se desprende de este mito el tratamiento acerca de origen del conocimiento, de la naturaleza de la realidad, y de la representación de las cosas, y lo hace atendiendo a diferentes dimensiones, siempre dentro de su teoría de las Ideas. Nos detendremos especialmente en la dimensión Epistemológica, sin desconocer las otras dimensiones como, por ejemplo, la ontológica.

Una suerte de dualismo epistemológico-ontológico, que refiere a los dos planos del conocimiento: El plano sensible, en dónde prima los sentidos, y prevalece la opinión, y un plano de conocimiento en donde prevalece la razón, las esencias de las cosas.

Pero, lo fundamental que pretendemos rescatar es que Platón se pregunta por el impacto que produce el conocimiento en la sociedad y en los individuos. El conocimiento verdadero procura- como se desprende de la alegoría-, de la búsqueda de la esencia de las cosas. Esta búsqueda exige sacrificio, esfuerzo y dedicación.

Si lo trasladamos a la actualidad y nos detenemos en el impacto de las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información, vemos que la población es sometida en forma permanente a una manipulación mediática, sobre la base de imágenes visuales o escritas, que no responden necesariamente a la realidad en sí.

Si bien el presente está inundado de tecnologías altamente sofisticadas, que producen nuevas realidades, en el fondo permanecen vigentes algunos principios básicos que explican lo narrado anteriormente. A modo de ejemplo, tomemos el fenómeno de la “sugestión”, que fuera desarrollado entre otros autores en el final del siglo XIX por Gustav Le Bon (1841-1931)

Estamos sobre el final del siglo XIX, y al analizar la irrupción de las masas en un momento muy particular en el desarrollo del sistema capitalista, cuando Le Bon se detiene para comprender la naturaleza del lazo social, y la producción de lo social, lo hace desde dos supuestos: 1), Sostiene que la línea divisoria entre las formas racionales de la organización social y los fenómenos de masas, coincide con la frontera entre lo normal y lo patológico. Y 2), la distinción entre lo racional y lo irracional, coincide con la distinción entre el individuo y el grupo

Le Bon vincula a las masas con lo irracional y lo patológico. En tal sentido, si se trata de influir sobre ellas, la SUGESTIÓN, altera la lógica entre la palabra y la imagen. Tergiversándose así la relación entre significante y significado, al vincularse la palabra con Ilusiones…

Este mecanismo de manipulación, de persuasión o de producción de subjetividades, ha sido analizado a través de la historia por diferentes corrientes de pensamientos e investigadores de todos los pelajes y orientaciones. A saber, H. Taine (1828-1893), G. Tardé (1843-1904), S. Freud (1856-1939), etc.

Al margen de la manipulación con que los medios de comunicación monopólicos, someten a la sociedad Argentina, existe un camino en donde es posible transitar. Eso sí, se requiere del esfuerzo, de la voluntad política de alcanzar o de ir hacia el conocimiento verdadero, hacia las esencias de las cosas, hacia la verdad.

Este desafío cruza a todos los niveles de nuestra realidad, desde la mirada geopolítica, hasta el abordaje de las realidades locales.

El esclavo que, en el relato mitológico de Patón, se libera y va hacia la luz (conocimiento), y comprueba que las sombras que veía, son el reflejo de otra realidad, al regresar con la intención de alertar al resto de los esclavos, no es comprendido.

Hoy día, una gran parte de la población permanece cómodamente mirando las sombras que le transmiten los MCM. Es preciso hacer el esfuerzo de ir en búsqueda de la verdad

Julio de 2020

*Sociologo, Profesor Universitario y miembro e Dossier Geopolitico

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