El politólogo vislumbra profundos cambios socio políticos y de reposicionamiento en el mapa mundial, tras la pandemia. Hizo una positiva evaluación de la negociación de la deuda argentina y asegura que el FMI «teme la revelación social», producto del ajuste.

El doctor Miguel Ángel Barrios, especialista en estudios sobre seguridad nacional, provincial y municipal, dialogó con EL LIBERTADOR TV y se explayó acerca de una cuestión que está en el centro del debate ciudadano y político.

Su último trabajo hace hincapié en la geopolítica de la seguridad en América Latina. Es un abordaje complejo ¿no?
 -Es un trabajo que hice con un especialista argentino pero que vive en México Df, Norberto Esmedich, y que hemos hecho estudios de campo sobre el tema de la criminalidad organizada en toda América Latina y hemos conformado en ese libro una teoría. En esa teoría lo que decimos es que la criminología ya tiene un techo, un límite para estudiar a la criminalidad organizada, que se transformó en un actor político económico. La criminalidad organizada en realidad es un sujeto político que se introduce en los estados y, a medida que se introduce y se inserta, los mismos corren el riesgo de transformarse en los estados narco democráticos o narco democracias. Tienen territorialidad, tiene regulación, es decir: leyes escritas o no escritas pero que se tienen que cumplir dentro de esa territorialidad. Poseen sustentabilidad en el tiempo, porque al tener territorialidad y al tener rentabilidad económica quedan, copan el territorio y por último tienen el monopolio de la violencia. Desde las instituciones sociales, educativas, económicas y a través de una actualización profesional de la Policía, corremos el riesgo de que nuestro Estado tenga solamente el nombre de Estado y surja nuevamente un nuevo actor político, que es el crimen organizado, que deriva en la trata de personas, la extorsión, el secuestro exprés, el lavado de dinero, el tráfico de órganos, etcétera, y nuestros países no están exentos de riesgo; inclusive en nuestra provincia hemos visto el año pasado el tema de Itatí que es un tema que supera largamente a dicha localidad, es un drama regional.
¿El crecimiento económico no tiene vinculación con una mayor seguridad en cuanto al crimen?
-No, al contrario. Primero que el crimen y la criminalidad atraviesan todos los sectores sociales, no hay que estigmatizar que la criminalidad o la violencia vienen de un determinado estracto. Estamos hablando de que el uso de la fuerza y de la violencia no es un fenómeno de los sectores pobres o de los sectores populares. Eso es una estigmatización que se hace ideológicamente. El problema hay que abordarlo estratégicamente, no ideológicamente. En segundo lugar, ha quedado demostrado en la década de los ’90 del siglo 20 y principios del siglo 21, los países de América Latina han crecido económicamente. Todos los informes de la Cepal hablaban de un crecimiento del 3 o del 4 por ciento hasta el 5 por ciento dentro de esos países y el delito creció simultáneamente, es decir que el delito no es un problema solamente económico, hay una economía del crimen. El delito es multi causal, pero la causa más importante tal vez sea la desigualdad social urbana, producto de un desigual el crecimiento económico.

PANORAMA

¿Cómo queda Estados Unidos al alejarse de la Organización Mundial de Salud (OMS)?
-Estados Unidos en estos momentos es un poder con pie de barro porque está rompiendo todos los acuerdos multilaterales. El presidente Donald Trump persiste en negar la gravedad de la pandemia. Esto significa que Estados Unidos está en una crisis de liderazgo y que por supuesto eso va a traer su consecuencia. También hay una campaña anti China como diciendo que todo el problema de la pandemia es producto de la irresponsabilidad de China. En realidad, yo no quiero entrar en eso porque eso no se sabe bien. Es una manera de Estados Unidos de lavarse las manos, es una enorme irresponsabilidad de su presidente Trump.
¿El capitalismo entró en crisis ante el resurgimiento de los nacionalismos?
-El capitalismo es un sistema de producción basado en la propiedad privada, en la libre competencia, en la productividad y en la tecnológica. Ha demostrado ser el sistema económico más exitoso en la historia. El problema es que este sistema económico capitalista hoy ya está dominado por un capitalismo financiero bancario, es decir la ganancia no está ya en la productividad, sino está enlazada en los grandes paraísos fiscales, en la rentabilidad financiera basada en la especulación. Ese tipo de capitalismo financiero es el que está en crisis. El mismo Papa Francisco lo plantea cuando dice que no se puede seguir esta globalización de la indiferencia. Acá estamos hablando del punto de vista estratégico, de lo que estamos en contra es de un tipo de capitalismo en el cual los que ganan la plata, es decir: donde el uno por ciento de la población usufructúe el 80 por ciento de la riqueza mundial.
¿Qué visión tiene de la negociación de la deuda argentina, asociada a las conversaciones con los Fondos Buitres?
-Hay un sector del capitalismo mundial que apoya la negociación, no es que se hayan vuelto humanistas de un día para el otro, lo que ellos temen es el levantamiento de los pueblos, los levantamientos sociales, porque la deuda argentina es insostenible. Es lo que dice el Papa sobre estos préstamos usurarios, ya que hay una corresponsabilidad entre el deudor y el acreedor no es solamente un problema del deudor. Por eso hay un sector que teme y quiere un planteo razonable.
¿De qué manera evalúa la gestión argentina en pandemia?
-Lo que ha hecho Alberto Fernández ha sido reconocido a nivel mundial, lamentablemente la oposición se mueve con una mezquindad muy grande hablando de que Fernández hace política y manipulación con la pandemia, cuando la pandemia en verdad existe y el destino que hubiera tenido la Argentina hubiera sido el destino de Brasil, hubiéramos tenido miles de muertos. Dentro de ese éxito podemos dividir en dos regiones, la región del Amba y Chaco, luego la otra región que somos nosotros. Por supuesto esto no sólo pasa por la responsabilidad del Presidente, también  pasa por una responsabilidad de nosotros como ciudadanos que debemos cuidarnos y debemos responder a las recomendaciones que nos hacen las comunidades científicas, a las cuales tenemos que apoyar. A mí, lo que me parece que le está faltando al Gobierno nacional es explicar mejor lo que está haciendo, para que los irresponsables por acción o por omisión, sepan el esfuerzo que está realizando el Gobierno argentino ante esta situación.

Fuente El Libertador: http://www.diarioellibertador.com.ar/notix/noticia/136380_-el-covid-19-puso-en-jaque-al-capitalismo-especulativo-.htm.htm

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