16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo.
Eje Central:
Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)
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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en su columna de geopolítica del Club de La Pluma, comenta la actuación en esta semana del anciano presidente de EEUU, en dos “show mediáticos”. Uno de ellos, su Cumbre por la Democracia, con la presencia de dictaduras, estados incumplidores de los derechos humanos y subversivos a las resoluciones de la ONU, “aunque amigos”. Y la videoconferencia con Putin, anunciada como “un mano a mano”, pero donde solo el ruso cumplió con el desafío, ya que Biden necesitó de 4 asesores para hacerle frente y ni así logró moverle un pelo al euroasiático.
Aunque para Carlos, la única gran noticia que hay, no es otra que EEUU ha reconocido con esta reunión que Rusia es un jugador de primer nivel mundial, que es parte del poder multipolar junto a China y que es una potencia en ascenso a pesar de la implosión de URSS en 1991, que dejó entonces la hegemonía mundial en manos del imperio norteamericano. Un poder que apenas pudo conservar por una década, en la que desmembró aquella potencia en 19 estados ingobernables, Ucrania incluida, pero donde hoy ha resurgido Rusia, para compartir el poder global y desnudar el fracaso y la decadencia de Occidente, en solo 30 años
Y entrando en geopolítica, reitera que los famosos cinco siglos de dominio occidental están llegando a su fin, lo que evidencia el fracaso de su estrategia de impedir que el mundo euroasiático, específicamente Rusia y China, se unifican y pudieran desarrollar todas sus potencialidades, siempre con conflictos creados por sus inteligencias, que también utilizaron, según coyuntura, a algún país europeo para impedir una alianza rusa europea, tanto en la guerra fía como en la actualidad. Y nos analiza cómo aquel poder absoluto sobrevenido en 1991 le llevó a EEUU a creerse dueño absoluto del mundo, del poder militar y del sistema económico, lo que a la postre lo debilitó profundamente. Porque las naciones asiáticas fueron tan arrinconadas por Occidente con una infernal panoplia de sanciones, de guerras comerciales, de obstáculos, de amenazas, etc., que el resultado fue el inverso al buscado, provocando que, ante tanta adversidad, las relaciones ruso chinas se profundizará en lo comercial, en lo económico y en todos tipo de aspectos, pero sobre todo en la geoestrategia de formar un bloque de poder mundial que ya ha salido a la luz. Todo un cambio geopolítico profundo y trascendente, que fue anticipado y advertido por nuestro director durante años, en esta columna y en otros medios alternativos.
Y nos detalla el gran avance de Eurasia, con su Ruta de la Seda china, con el Collar de Perlas, con la Asociación de Cooperación de Shanghái, con el acuerdo del mayor Tratado de Libre Comercio del mundo el RECEP con 15 países asiáticos que incluyen a Japón y Corea del Sur. El nuevo sistema ferroviario China – Laos que llegará a Singapur y a Vietnam, de los tratados comerciales, estratégicos, económicos y militares con Irán (siempre ninguneado, olvidado y castigado por Occidente) y… del trascendental acuerdo firmado el 6 de diciembre pasado entre la Federación Rusa con India para potenciar la industria militar, el comercio y la colaboración en defensa, que rompe la estrategia de la OTAN con sus tratados del QUAD y AUKUS. Mientras que Emiratos Árabes rompe su alianza con Arabia Saudita y crecen los indicios del triunfo de los hutíes en la guerra del Yemen contra los saudíes, apoyados por Israel y armados por los atlantistas.
Y Carlos finaliza la columna en Sudamérica, con los datos de la CEPAL que muestran que el 35% del comercio regional es con China, mientras que con EEUU apenas alcanza al 15% además de concentrarse en México, Colombia y Las Guayanas, y con la salvedad de que en los países ideológicamente más cercanos a Washington, la relación comercial con China sigue creciendo.
Y reflexiona con que los cambios que se avecinan con esta realidad son profundisimos y obligan a analizar seriamente el escenario para tomar decisiones importantes y acertadas en relación al presente y al futuro.
Eduardo Bonugli (Madrid 12/12/21)