El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda en la columna del Club de La Pluma los tres principales errores geopolíticos de Occidente en este momento de traspaso mundial de poder, desde la hegemonía de EEUU hacia la multipolaridad liderada por China y afianzada por el Sur Global, que está provocando cambios tectónicos históricos, a pesar de la cortina de humo del aparato de propaganda occidental.
EL PRIMER GRAN ERROR fue creer -como antesala de debilitar a China- que podía destruir primero a toda una potencia nuclear como Rusia, en una guerra Proxy, de guerrillas y a distancia, utilizando y sacrificando un “país amigo” como Ucrania. EL SEGUNDO fue declarar la guerra económica a China cuando es su primer e insustituible socio comercial, del que depende absolutamente y del cual ya no se puede desacoplar. Y EL TERCER ERROR garrafal fue su tradicional torpeza, violenta e imperial, en Oriente Medio, que cada día más es un poderoso bloque económico, social, cultural, demográfico y religioso, además de poseer junto a Rusia, la mayoría de las fuentes energéticas del planeta, siendo que el déficit energético del “mundo rico” es el gran agujero negro que acecha a su supervivencia.
También -y en primer lugar- analiza con datos y realismo, la exagerada parafernalia por el ingreso de Finlandia a la OTAN, transmitida con bombos y platillos por la prensa occidental y las serias consecuencias que sufrirá ese país por las complicaciones en el transporte comercial de su más famosa marca comercial.
Luego, Pereyra Mele se extiende en la lastimosa y tergiversada visita de Macrón a China, mientras las calles de París ardían por la ira de millones de franceses. Entiende que el presidente galo hizo el ridículo -como un penoso cadáver político- al pedirle a China que no aporte armamento ni tecnología a Rusia, cuando unos días atrás, el propio Xi Jinping había dado un rotundo respaldo a Pútin. De lo que se deduce que este viaje fue apenas un desfile de empresarios europeos rogando desesperadamente hacer negocios con el gigante asiático.
Finalmente resalta el reciente anuncio de la OPEP+ de reducir la producción de petróleo, lo cual repercutirá en los precios de los productos elaborados por los países industriales y que pondrán presión a la ola inflacionaria que sufren sus sociedades. También nos habla de las tensiones en Taiwán y de las últimas ocurrencias de Zelesky y su futurología de fantasiosas victorias inexistentes.
En suma, un cúmulo de factores que actúan como una pinza contra Occidente, y que sumados a los errores estratégicos analizados en esta columna, van hundiendo al Imperio en un desesperado clima de fracaso terminal, como también a sus esfuerzos por mantener su hegemonía mundial, mientras solo le queda la temeraria carta de la violencia bélica.
Eduardo Bonugli (Madrid, 09/04/23)