15 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo.
TEMAS:
Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente
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La columna radial de esta semana del Club de la Pluma, que presenta el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, se inicia con el análisis de la reunión del G7, compuesto por EEUU, Canadá, Inglaterra, Francia, Alemania, Japón e Italia, y dónde Washington “bajó la línea” sobre la nueva política internacional norteamericana, y que debe ser cumplida a rajatabla por esos países, bajo la premisa de que Rusia y China, son “los enemigos” a enfrentar.
Y esa ofensiva de acoso a las dos potencias emergentes, justificada con la excusa de los derechos humanos, contará como siempre con las ONG, quienes a su vez se coordinan desde los Servicios Secretos de Occidente.
En cuanto a lo informado de la reunión, nos cuenta que solo hay críticas a Venezuela y silencio sobre el reguero de conflictos sociales y políticos en el mundo, a lo que el G7 no les presta ninguna atención.
Y aunque en el cónclave hablaron de buscar «una solución pacífica» a través del fracasado Comité Constitucional de Siria, continúan con sus ataques al gobierno legítimo sirio, usando otra vez a las ONG como punta de lanza mientras mantienen la ocupación ilegal en el país. Tampoco dijeron nada los del G7 sobre los nuevos «aprietes de tuerca» contra Turquía, ni del proceso de paz de Astana (Kazajistán), que involucra a Irán, Rusia y Turquía.
Carlos también se refiere a las escasas noticias sobre el alto del fuego entre Azerbaiyán y Armenia. Y de que no informaron de lo tratado sobre el Mediterráneo Oriental que incluye a Rusia, Irán y países vecinos. Y ante tanto silencio, el analista desgrana la estrategia del G7 que buscaría agravar la tensión bélica en el mundo.
A continuación se sumerge en la lucha geopolítica de las vacunas con el anuncio de Biden de liberar las patentes de los medicamentos y nos cuenta la reacción de Pfizer. Luego se explaya sobre la vieja Europa, “la escasa de ideas” y explica las bravuconadas por la pesca entre Francia e Inglaterra que desnuda las debilidades de Bruselas por defender las cosas serias, como por ejemplo, sus intereses sobre el gas en el Mediterráneo Oriental, lo que es una contradicción a su historia de usar recursos ajenos en beneficio propio.
A continuación se adentra en una Latinoamérica inmersa en un desbocado proceso social y político que evidencia el fracaso irreversible del neoliberalismo de la región. Y nos recuerda que todo comenzó con “el modelo chileno a imitar” y abunda en detalles reales y hasta grotescos del derrumbe del mito regional. También nos alerta del recurso desesperado de la violencia y la represión por parte de un sistema agotado que provoca más y más sufrimiento a millones de personas, a las que niegan el acceso a una vida digna.
Luego analiza a Colombia, su realidad, su potencialidad, su historia de mártires, con el “Bogotazo” cómo símbolo. Y nos explica un conflicto que dura más de medio siglo y que es ya un estallido imparable contra una oligarquía que bien se representa en la figura del ex presidente Uribe. Un personaje con terribles historias confirmadas de terrorismo de estado, genocidio, narcotráfico y corrupción total. Un tenebroso, amigo de EEUU y de sus bases militares a perpetuidad y subordinado de la DEA que no es freno a un narcotráfico cada vez más poderoso y destructor.
Pereyra Mele nos hace un relato espeluznante de pueblos masacrados y países condenados, mientras responsables como Macri apelan a la Libertad Prensa y al demonio Castro Chavista, en un relato hipócrita y gastado.
Así termina la columna señalando a grandes dignatarios mundiales y a poderosas instituciones que miran para otro lado y que guardan silencio cómplice, mientras la prensa desprecia a ese pueblo de millones de seres indignados, que sufre y muere en las calles de Colombia, y lo reduce a una minoría de vándalos violentos, molestos por una simple reforma tributaria.
Eduardo Bonugli (Madrid, (9/5/21)
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