El colaborador de Dossier Geopolítico en Madrid, Eduardo Bonugli, analiza en este audio del Club de La Pluma, las recientes declaraciones del Rey de España, en su vista a Puerto Rico donde afirmó que “España llevó a América los derechos humanos y el Derecho Internacional.”

AUDIO:

Y se pregunta entonces, si aquellos derechos humanos que acompañaban a la espada y al trabuco, serían similares a los actuales derechos humanos europeos. Los mismos que usan ahora como falsa bandera para invasiones, guerras, golpes de estado y atropellos contra países débiles. Y pone en duda que el tal Derecho Internacional, que según el monarca viajaba en las carabelas, hablara del derecho a la vida, del derecho a la soberanía de los pueblos o del derecho a la propiedad. Ya que la historia registra  500 millones los muertos en el primer siglo de conquista, o sea a un ritmo de 15 mil crímenes diarios.

Toda una novedosa teoría, lanzada sin vaselina ni anestesia por el Palacio de la Zarzuela, que da por tierra cualquier esperanza de autocrítica, matización o pedido de perdón sobre la tragedia. Y que fortalece la burbuja de ignorancia, de racismo y de colonialismo de los supremacistas y europeístas radicales a ambos lados del Atlántico y que satisface  a las oligarquías latinoamericanas y a la extrema derecha de Vox

Luego Eduardo se pregunta si quienes escriben los discursos de Felipe IV son conciertes los escándalos de la Casa Real.

Por ejemplo, de la huida del Rey a Emiratos Árabes por sus casos de corrupción. O de los indicios sobre la fortuna ilegal de Juan Carlos I. También de los rumores por el millón de euros que supuestamente se llevaba por cada petrolero que mandaban los saudíes. O del escándalo sin acabar con su amante, Corina Larssen. Y de que los servicios secretos españoles estén involucrados por supuestas coacciones y amenazas a la mujer. También del caso Noss, una trama fraudulenta, concebida en el seno de la familia, pero que solo condenó con cárcel al yerno plebeyo.

O de la herencia de dineros negros el padre que le concedió al actual rey, y a la que tuvo que renunciar cuando la destapó la prensa. También de los líos de faldas, como cuando algún barrio Madrid era paralizado por la policía, para que el entonces rey se diera un relax con la vedette del momento. Sin olvidar las fotos de la cacería de Botswana, con un elefante abatido por él mismo.

Y luego Eduardo nos habla de las monarquías europeas como una poderosa red continental de influencias y poderes disimulado tras una máscara de frivolidad. Siendo una marca registrada de propaganda del supuesto esplendor y riqueza del sistema capitalista. A la vez que se las identifica con la corrupción, la evasión de impuestos, los paraísos fiscales, escándalos sexuales, de drogas y  de prostitución. Además de implicaciones con el mercado negro, el contrabando y el tráfico de armas. Y de participar en el negocio del petróleo junto a las dictaduras que rodean ese ambiente. Y sobretodo, que es un poderoso lobby institucional, -o contratista a comisión- al servicio de empresas, y multinacionales.

Y termina con la reflexión de que Felipe VI ha ido a Puerto Rico, a sentar cátedra de historia, de derechos humanos, de libertad y de democracia, siendo su propia casa real, heredera de una dictadura genocida como la franquista. Despreciando el mestizaje, el crisol de razas y su multicultura, que le dan a Latinoamérica una identidad propia y única en el mundo. Una Latinoamérica generosa, agradecida y de puertas abiertas, que reconoce en España la fuente de una lengua común, y sus aportes fundamentales en la cultura y la idiosincrasia. Pero que se revuelve indignada y resuelta cuando es atacada y despreciada por una supremacía monárquica, nada ejemplar, ajena, extraña y carente de autoridad

Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolítico

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