16 años promoviendo semanalmente la Geopolitica; Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo.
Eje Central:
Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios)
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El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna de geopolítica, del Club de La Pluma de esta semana al continente africano, a sus diversos y crueles conflictos bélicos, al sufrimiento de sus poblaciones y a la actividad terrorista de grupos como el ISIS y La Yihad, preparados y armados en gran medida por los servicios de inteligencia de las potencias occidentales. Y con ello nos desnuda la terrible y macabra relación entre los fabulosos recursos naturales de este continente y la avaricia económica de Europa y EEUU, que continúan, como hace siglos, con un saqueo continuo y violento de sus bienes, lo que ha condenado y condena a la guerra permanente, a la hambruna, a la pobreza, a la emigración y a la muerte, a millones y millones de seres humanos.
Es un relato doloroso y realista que pone luz y saca a la superficie a una espeluznante cantidad de focos bélicos que son ignorados y silenciados por la prensa occidental, todo lo contrario a lo que hace con los de Asia, para mantener en la sombra las terribles consecuencias que provocan las estrategias de dominio mundial de Occidente y los intereses de sus grandes corporaciones para hacerse con las riquezas naturales de África. Y pone en evidencia la hipocresía europea que se declara “agredida” por una migración que ella misma provoca, no solo con su criminal colonialismo, sino también por el “efecto llamada” de su propaganda, al mostrarse como un paraíso de los derechos humanos, lo que tienta y engaña a tanta gente desgraciada a abandonar todo, en busca de una solidaridad que es pura demagogia y para quedar atrapados en oscuros campos de concentración pagados por la UE en países fronterizos como Turquía, Grecia y Marruecos o ahogados en la mortuoria fosa del Mediterráneo.
Entonces nuestro director nos pasea por África con datos y argumentos y nos hace visitar cada hoguera bélica, como la zona conocida como el “Sahel” o el caso de Camerún, inmerso en una casi guerra civil con el ISIS y otras bandas terroristas que sirven a los apetitos de las potencias por su petróleo, bauxita, hierro, madera y mucha agua, lo que deja a 45 millones de personas en situación de emergencia extrema. También nos habla de Etiopía, con sus 98 millones de almas en peligro por la codicia sobre sus recursos de oro, gas, agua y posibilidades hidráulicas y en la que Sudán y Egipto motorizan conflictos étnicos para boicotear la construcción de una gigantesca represa que podría afectar el cauce bajo del río Nilo. También nos lleva a Somalia y Eritrea, dos estados fallidos, donde bandas armadas en el exterior, han dinamitado la región con la piratería a gran escala en el Mar Rojo.
Luego Carlos nos lleva a Mozambique, donde 1,3 millones de personas están en situación dramática por las luchas entre grupos yihadistas y con la guerra del tungsteno de fondo, codiciado por la industria militar, además de sus reservas de arenas pesadas, zirconio, titanio, y piedras preciosas. Luego vamos a Marruecos en conflicto con el pueblo saharaui y el Frente POLISARIO por el Sahara Occidental, la ex colonia española de la que Madrid se ha desentendido. Con sus reservas de petróleo, gas, hierro, cobre, uranio y con los ricos caladeros de pesca en sus mares. Allí Marruecos avanza gracias a la superioridad militar provista por EEUU e Inglaterra. También Argelia lucha contra Marruecos por las estrategias de Occidente lo que ha llevado a cerrar el gasoducto a Portugal y España, en medio de la actual crisis energética.
También nos describe la tragedia humanitaria de La República Centroafricana, con bandas armadas por Occidente destruyendo todo tipo de infraestructuras. Y denuncia el vergonzoso acuerdo entre Francia y EEUU para que los franceses sigan depredando el riquísimo ecosistema del Sahel como resarcimiento por la traición de los anglosajones por el tratado del AUKUS y los submarinos nucleares para Australia.
Pereyra Mele cierra su columna con el LEGADO DE EUROPA EN ÁFRICA, donde nada construyó ni nada armó, y a la que no le dejó ser partícipe de “su civilización superior”, mientras continúa con la opresión de sus pueblos y la explotación de sus riquezas.
Eduardo Bonugli (Madrid, 28/11/)
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