MADRID: LA ECONOMÍA ANTES QUE NADA
-El delirio de pretender cuadrar un círculo-
De toda Europa, y de casi de todo Occidente, LA CAPITAL ESPAÑOLA ES, HOY POR HOY, LA GRAN BOMBA VÍRICA que se expande descontrolada con la Covid, a ritmo de vértigo y con perspectivas tan inciertas como angustiantes.
Sin embargo, y a pesar de esa situación, la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, ha esperado hasta el fin de las vacaciones para tomar medidas. Pero su anuncio causó sorpresa y trajo más intranquilidad.
”ESTAS MEDIDAS –dijo- NO SE BASAN EN UN OJO CLÍNICO, SINO PARA EVITAR A TODA COSTA EL DESASTRE ECONÓMICO QUE PROVOCARÍA OTRA CUARENTENA”
Y con esa premisa ha decretado para Madrid un singular tipo de APARTHEID RACIAL Y DE CLASES, contra algunos barrios y municipios, para inmovilizar a la población más pobre, con más emigrantes, con más trabajadores en negro y de mayor números de jubilados de renta baja, al que su gobierno señala abiertamente como responsables de propagar el Corona Virus. Pero, a la vez que les restringe sus movimientos, les exige que trabajen. (¿…?)
850 mil personas han sido señaladas, estigmatizadas y segregadas. Por no tener grandes recursos, por no vivir en el lujo, por trabajar de sol a sol por lo mínimo. Toda una brecha de vergüenza que parte en dos a la ciudadanía. Que indulta a los barrios ricos que nunca cumplieron con la normas, esos de las manifestaciones contra el barbijo, los que escupían, gritaban, saltaban, se abrazaban y se burlaban de todos.
Es que esta extraña restricción de movilidad, se contradice a sí misma al pretender que la gente señalada como “apestada”, siga con su trabajo habitual, ”para no dañar a la economía,” desplazándose por cualquier sitio de la ciudad, región o territorio nacional. También permite que el comercio, el ocio, las casas de apuestas, los colegios y otros servicios del área restringida sigan abiertos.
COMO SI EL VIRUS FUESE UN EXPERTO AGENTE DEL CAPITALISMO, QUE SOLO ATACA A LOS QUE NO PRODUCEN GANANCIAS AL SISTEMA.
Al parecer, en las nuevas zonas restringidas, sólo se cerrarían los parques públicos, se prohibirían las actividades deportivas de particulares, el caminar por las calles y las visitas a familiares. Mientras aseguran que van a establecer un férreo control sobre las reuniones en viviendas. Los residentes del “Madrid Sano,” no podrán acceder a la “Zona Roja,” salvo que justifiquen razones económicas.
ES LA DELIRANTE PESADILLA POR CUADRAR EL CIRCULO.
La doctrina neoliberal no admite cuarentenas ni confinamientos…para ellos.
Pero SI CONFINAR a los pobres y proclamar que NO es confinamiento.
Que éstos salgan a trabajar, a gastar, a consumir. Y que por la noche se sometan al toque de queda.
CUARENTENA SÍ para los emigrantes autónomos, luego de cumplir con su oficio y de poner en marcha la ciudad. Después de 10 o 12 horas de sudar.
¿QUÉ HARÍA ESTA RICA CIUDAD SIN SU CLASE TRABAJADORA, SIN SUS BARRIOS OBREROS?
Las barriadas del sur están ofendidas, humilladas, con ira y resentimiento. Mientras en el centro, de un lado y del otro del ex Paseo del Generalísimo Franco, en sus lujosos locales y terrazas, la clase alta seguirá con la barra libre, con sus fiestas y proclamas contra el barbijo, a cara descubierta y gritando su histérico odio al populismo.
Ayuso es líder del sector más extremista y de derechas del PP, muy cercana a la Plataforma Contra la Cuarentena donde figuran nombres como Mario Vargas Llosa, Mauricio Macri o José María Aznar, de quién se declara fiel seguidora y admiradora. Fue la punta de lanza más agresiva contra el gobierno central mientras duró el confinamiento.
Una vez terminada la cuarentena, con la pandemia casi a cero, recuperó esas competencias, se olvidó de los 13 mil muertos de Madrid y solo privilegió la economía, especialmente al turismo y la gastronomía. En casi tres meses no tomó ninguna medida sanitaria, ni planificó el regreso de las aulas, ni realizó ninguna inversión, a pesar de los 1.500 millones de euros que recibió de La Moncloa. Los fulminantes rebrotes de contagios de Julio, hizo perder el 98% de la temporada turística, el ocio fue el foco principal de los contagios y el regreso de las aulas está siendo caótico.
En Mayo, Ayuso, era la punta de lanza más agresiva contra el gobierno central. Eran los meses del confinamiento. Reclamando la devolución del mando sobre las competencias sanitarias de la región, con acusaciones de “Dictadura Populista, Filo Comunista.” Ahora, ante un Otoño catastrófico, exige a ese gobierno central, con la misma agresividad, que ”reasuma el control de la situación y le acusa de no tomar MEDIDAS DRÁSTICAS contra la pandemia”
El PP en Madrid gobierna hace 25 años con las clásicas políticas neoliberales de recortes sociales.
La sanidad, tanto como la educación fueron las más afectadas con lo de siempre: Privatización de hospitales y servicios, recortes de personal y nula inversión pública.
Los resultados económicos han primado siempre sobre cualquier otro aspecto.
Hoy, con un paisaje desolador y ante un futuro muy dramático, solo es seguro que EL COSTOSO DESASTRE ECONÓMICO QUE SE AVECINA, Y QUE TANTO LE PREOCUPA A AYUSO Y A SU GENTE, SERÁ EL RESULTADO DE ESA POLÍTICA NEOLIBERAL.
Entre tanto, lo más sorprendente de su comparecencia, ha sido la falta absoluta de anuncios sobre medidas sanitarias específicas contra la pandemia.
Según parece, su idea sería que con la sola identificación de los culpables, señalandoles con crueldad y saña, solo con eso, se frenará la pandemia.
Lo más extraordinario fue que no anunció nada de nada.
Ni de volver a abrir los centros de atención primaria.
Ni contratación de personal médico, enfermeros, y auxiliares de limpieza.
Ni de contratar a rastreadores de contagiados.
Ni de acabar con los retrasos de los resultados de las pruebas.
Ni de reforzar el personal de la Educación Pública.
Ni de fondos y recursos para organizar los protocolos sobre el Covid.
Ni de ampliar las frecuencias de trenes, buses y subtes, donde hoy la gente viaja como en latas de sardinas.
Nada de nada.
Es que para el neo liberalismo, todas esas medidas NO SON NEGOCIOS, SON GASTOS SOCIALES.
Y en su universo, semejante dispendio resulta una herejía.
LAS MEDIDAS EN MADRID SON UN APARTHEID RACIAL Y CLASISTA.
APARTHEID porque, como en la Sudáfrica del siglo pasado, se gobierna separando, diferenciando y discriminando a los ciudadanos.
RACIAL porque tanto las declaraciones de la Presidenta como sus medidas anunciadas desnudan un racismo lacerante contra los emigrantes
CLASISTA porque estigmatiza y condena a casi un millón de personas por su nivel de ingresos.
Esperar que con estas políticas van a terminar con la pandemia, es como la fantasía de un niño que cree que todo un océano cabe dentro de un hoyo en la playa.
ES EL EMPEÑO DELIRANTE DE UN IMBÉCIL POR CUADRAR EL CÍRCULO
Eduardo Bonugli colaborador en Madrid de Dossier Geopolitico
Madrid, 20/09/21
Está claro, como se ve el la foto, que debemos encomendarnos a Cielo.
Pero esta no le da bola.
Se desgañitó reclamando el mando y cuando se lo han dado se desgañita exigiendo que lo vuelvan a ejercer.
Echando balones fuera, no dice que ha hecho con los 1.500 millones de €, es evidente que resulta una «excelente oportunidad de negocio».
En primer lugar ya está en marcha la construcción de un nuevo hospital, aparentando que es una inversión en sanidad pero que si es un nuevo «pelotazo», una nueva oporunidad para sus amiguetes, como los que su antecesora construyó para el lucro de su clan, sin haber jugado ningún papel
contra el COVID. Este se terminará para las calendas griegas, privatizando su gestión y todo lo que caiga.
Lo típico del neoliberalismo recalcitrante, creador de «oportunidades». Claro que para los suyos, como siempre.
Mientras tanto, aparecen dos nuevos datos diferentes pero significativos sobre la situación: *Los grandes grupos médicos privados aumentan, en dos meses, un 23% su carrera de clientes, gracias al deterioro de la Salud Pública en Madrid, mientras que el Gobierno Regional anuncia que las multas a aplicar en los barrios pobres, por saltarse las normas, irán de los 600 a los 60.000 euros.* Son dos datos consecuentes con la doctrina de Ayuso, que es *favorecer los negocios privados y concentrar en la segregación clasista y en la dura represión, toda su política sanitaria.*