Por Denis Korkonidov (Periodista Federación Rusa)

La islamofobia se ha convertido en un fenómeno común de la vida en los Estados Unidos. La discriminación contra los musulmanes se ha vuelto muy notoria en el campo de la atención de la salud y en el hogar, cuando a las personas se les puede negar la asistencia médica o los servicios sociales solo por su afiliación religiosa. Tales restricciones, por supuesto, afectan negativamente la salud de la sociedad estadounidense.

Las manifestaciones de intolerancia religiosa, recibiendo un impulso adicional en relación con la guerra prolongada en Siria, los recientes ataques terroristas en Francia, Canadá, Bélgica, así como las declaraciones islamófobas de muchos políticos y diplomáticos, se han convertido en un sistema y se han convertido en un parte integral de la realidad estadounidense. Así, el número de crímenes registrados contra musulmanes en los Estados Unidos es ahora 5 veces mayor que antes de los eventos del 11 de septiembre de 2001. Al mismo tiempo, el número total de crímenes por otros motivos, excluida la islamofobia, ha disminuido significativamente. . De ello se desprende que los estadounidenses comunes se han vuelto más intolerantes con los musulmanes, a quienes se considera los principales culpables de una mala vida.

Actualmente hay más de 3 millones de musulmanes en los Estados Unidos, la gran mayoría de los cuales son afroamericanos y árabes. Según los expertos, para 2050, los musulmanes constituirán la gran mayoría de la población estadounidense.

La principal razón de este fenómeno es la alta tasa de natalidad en las familias musulmanas, así como la creciente afluencia de migrantes, principalmente del mundo árabe. Al mismo tiempo, según los analistas, el crecimiento de las manifestaciones de islamofobia en la sociedad estadounidense es directamente proporcional al crecimiento del número de musulmanes. La población protestante blanca de Estados Unidos, que se está convirtiendo en una minoría etnoconfesional, no quiere renunciar a sus posiciones y se opone resueltamente a la rápida expansión del Islam. Mientras tanto, los expertos señalan que Estados Unidos jugó un papel muy importante en la difusión de las enseñanzas del profeta Mahoma, que, a través de la organización de revoluciones y guerras en los países árabes, obligó a la población local a emigrar, incluso a territorio estadounidense, trayendo la religión islámica. con ellos a su nuevo lugar de residencia.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE DOSSIER GEOPOLITICO

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