Anis H. Bajrektarević
En varios artículos en diarios, y en conferencias en universidades hablé de la necesidad de volver a rescatar la tercera vía en las vísperas del mayor desacople estratégico global (entre China y EEUU), mucha gente me preguntó si mis declaraciones no eran exageradas.
Pero a medida que el orden mundial actual se debilita, las mega-confrontaciones parecerán cada vez más probables: las relaciones chino-americanas son cada vez más conflictivas, con mayores fricciones cada vez sobre comercio, tecnología avanzada, el derecho internacional, la influencia estratégica global. El desacoplamiento estratégico entre el mayor fabricante de productos estadounidenses, China, y su mayor consumidor, el mismo Estados, parece inevitable.
Actualmente, ambas partes como afirma el presidente del Consejo de Relaciones Exteriores de Estados Unidos -CFR-, Richard Haass – «… están desarrollando escenarios para una posible guerra…”. La retórica de los dos países se ha vuelto tan hostil que su velocidad y severidad no tiene precedentes al período posterior de la Segunda Guerra Mundial,
Por supuesto, muchos rechazarían el argumento anterior como una exageración y alarmismo de este autor. Por ello, expongamos algunos hechos:
· El comercio extendido no es una forma de disuasión para evitar los enfrentamientos:
Los ejemplos comienzan desde la antigüedad, en las guerras del Peloponeso hasta en la modernidad, los casos más conocidos: el del Reino Unido y Alemania en los albores de la Primera Guerra Mundial, el de Japón y Estados Unidos en 1941 con la Segunda Guerra.
· La ausencia de disuasión por paridad nuclear (en Asia)
Asia alberga, por mucho, el mayor número de potencias nucleares: 2 “legítimas”, 3 declaradas, 1 no declarada y al menos 2 estados con sistemas de suministro creíbles y tecnología como para tener «llave en mano» la capacidad nuclear. Ninguna de ellas (en cantidad y calidad de sus equipos) está en paridad en relación a las demás. Lo que hace que una doctrina de “ataque primario” sea tentadora.
La erosión del orden mundial
El actual orden mundial actual sufrirá un deterioro debido a una combinación de estos motivos:
· El Orden mundial actual se degradará por la declinación de una potencia que se encuentra con otra en ascenso (tal combinación pone nerviosos a ambos). El retador esperará su momento para “dar el golpe” mientras que el declinante intentará atacar cuanto antes, antes que el factor tiempo haga que pierda más poder y sea vulnerable a una pérdida mayor.
La China moderna es retratada en la imaginación geopolítica como la Alemania imperial de antaño, un oscuro poder iliberal que se aprovecha del sistema liberal global en su búsqueda desenfrenada por la dominación mundial. Este curso de la colisión se avivará independientemente del hecho de que no hay reclamos territoriales superpuestos, o incluso fronteras comunes entre China y EEUU, y a pesar de una interconectividad sin precedentes y una prosperidad mutua. La confrontación no es solo geoeconómica, sino también ideológica: un mundo liberal vs un mundo autoritario.
· Así como también el debilitamiento del apoyo político por los principales garantes del orden liberal global existente de las posguerras, sucede debido al retroceso de sus economías y / o demografías.
Trump, Johnston, Bolsonaro, Modi, Kaczyński, Orbán no son causas, sino síntomas del debilitamiento del sistema político-económico de tipo occidental.
Aunque el nuevo presidente de Estados Unidos está declarado, sería una tontería esperar un cambio sustancial de su política hacia China. La nueva administración verá a China de la misma manera: no como un rival económico-comercial, sino como un enemigo geopolítico.
¿Otra declaración alarmante del autor?
La presidencia de Biden será una de las más débiles de los últimos 100 años. De hecho fue una victoria pírrica: Trump obtuvo algunos millones de votos más ahora que en 2016; El Senado está controlado por republicanos; El electorado de Trump está profundamente convencido de que la victoria les ha sido robada y sus inclinaciones se radicalizarán aún más; además muchos sectores en la sociedad estadounidense creen que China los perjudica económicamente.
Una presidencia Biden estará marcada por esta amarga convivencia. La administración estará limitada a hacer grandes cambios en la reformulación de políticas.
Tengamos en cuenta también que en los últimos casi 150 años, la presidencia de Trump fue el único período de cuatro años en el que los estadounidenses no iniciaron una sola guerra. Muchos creen ahora que es un buen momento para compensar. Ergo, un cambio en la Casa Blanca – paradójicamente – no ralentizará el desacople estratégico en curso con China y el realineamiento global obligatorio, sino al contrario; sólo acelerará su velocidad y severidad.
Solo un éxito medible en la ” es-Chinización” de Occidente liderada por Estados Unidos determinará hasta dónde (y por cuánto tiempo) seguirá la desglobalización en curso, y si su segunda fase será una retroceso de la misma y una re-globalización (y por ellos re-americanización) del mundo.
Una vez más, un realineamiento forzado afectará a muchas regiones como América Latina y el Sudeste Asiático, desde los puntos de encuentro de bienes, culturas e ideas hasta las líneas político-militares. Este doloroso reajuste puede durar décadas. Optar por cualquiera de las partes no solo afectará la economía y seguridad, sino que también determinará los modelos sociales
En el caso del Indo-Pacifico las iniciativas como la ampliación del QUAD (Australia-EEUU-India-Japón) no pueden ser respuestas viables ¿Por qué recurrir a una táctica imperial? ¿Por qué no asumir una orientación estratégica más autónoma y prudente?
Todo esto invita a repensar lo mejor de la tradición del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) que salvó al mundo de las irresponsabilidades y fricciones pasadas de los dos bloques opuestos en la Guerra Fría que se enfrentaron en todo el mundo durante décadas.
Las naciones de Medio Oriente, África, Asia, América Latina, hogar de históricas cumbres Sur-Sur, campeones del multilateralismo, no deberían agotar su pensamiento y acción exterior al respecto, no deberían subordinarse a ser meras Líneas Maginot de facto, deben liderar una Tercera Vía renovada.
Entre el enfrentamiento y el Bandwagoning (el ser arrastrados por una potencia mayo) es el momento de un verdadero multilateralismo y la convivencia pacífica, ambos postulados centrales del MNOAL, que brindo seguridad, voz y un sentido de búsqueda planetaria para la autorrealización de la humanidad.
Anis H. Bajrektarević: es profesor de política y derecho internacional, investigador y directivo de varios centros de investigación, así como autor de varios libros
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