Parece que el término Inteligencia Artificial se ha instalado en nuestra mente y de hecho forma parte de nuestro vocabulario cotidiano desde hace un par de años, pero lo cierto es que fue en 1956 cuando un profesor universitario, John McCarthy, lo acuñó en una conferencia académica. Aunque las Leyes de Turin y de Asimov son de 1950, habría que esperar 6 años para acuñar este término y referirse a ese conjunto de tecnologías con las que se pretende que las máquinas sean inteligentes.
La Robótica, también ya es término muy asiduo y cotidiano ya en nuestros días, hace no más de un par de años atrás, parecía ser de ciencia ficción, algo que quedaba muy lejos, pero nada más real, a punto tal que vino para quedarse para siempre en nuestro entorno. Robótica es un concepto que etimológicamente viene del idioma Checo, es la unión de dos términos: robota que es como se lo define al trabajo forzado, y robota, sinónimo de servidumbre; esta palabra se empezó a usar por primera vez o hacerse referencia, allá por el año 1920.
Actualmente la Robótica es definida como la ciencia y la técnica que está involucrada en el diseño, fabricación y utilización de robots, así mismo, el robot es, por otra parte, una máquina que puede programarse para que interactúe con objetos y lograr que imite, en cierta forma, el comportamiento humano o animal.
Desde entonces, y volviendo a la Inteligencia Artificial, han pasado más de 6 décadas, y los avances han sido llamativos: ordenadores capaces de ganar a campeones de ajedrez, máquinas que aprenden solas, coches que se conducen solos, entre otras…
Pero, ¿qué será realmente la Inteligencia Artificial capaz de hacer dentro de 10 años? ¿Seguiremos llamando Inteligencia Artificial a la Inteligencia Artificial? ¿Qué hay de realidad y qué de ciencia ficción o esperanza en lo que se dice sobre estas tecnologías?
Si hacer predicciones a futuro es difícil, hacerlo sobre una tecnología como la Inteligencia Artificial se antoja complicada incluso para los propios expertos que trabajan en su desarrollo y análisis cotidiano, galopando a un ritmo vertiginoso que va marcando esta nueva era.
Si bien existe a nivel global en la actualidad una mitad de expertos que dicen que manifiestan que la robotización va a destruir empleo de una manera inexorable; uno de los emblemas de estos denominados tecno-pesimistas es Marin Ford, autor del libro; El ascenso de los robots: la tecnología y la amenaza del desempleo masivo, un ex-emprendedor de Silicon Valley que está convencido de que las maquinas inteligentes eliminaran muchos más empleos en el futuro. Este experto en la materia esboza que no es un enemigo de la tecnología, pero que debemos tener respuestas económicas y políticas para la ola de desempleo tecnológico que se viene.
Martin Ford es uno de los voceros de un ingreso básico universal para los ciudadanos de todos los países, para que puedan hacer frente a la disrupción tecnológica.
Sin dudas en el pasado la automatización era un fenómeno que solía estar concentrado en una industria a la vez; eso permitía a los trabajadores que eran desplazados por la tecnología en una industria moverse hacia una nueva industria emergente. Pero en la actualidad todo es diferente –manifiesta Ford- y esto se debe a que la IA puede utilizarse en todas las industrias y hace que la automatización se pueda dar simultáneamente en muchas industrias.
A medida que los algoritmos sean cada vez más inteligentes, el proceso se va acelerar, agrega Martin Ford, quien también expresa su preocupación de menos horas de trabajo y ganare un sueldo menor, se pregunta cómo haría para sobrevivir, entre los grandes interrogantes que exponen este grupo de expertos respecto al avance tecnológico.
Por otro lado de las academias de expertos se encuentran quienes miran que optimismo todo lo que ocurre en la Cuarta Revolución Industrial del siglo XXI que está generando sin dudas cambios estructurales en el empleo como así también en otras actividades. Si bien no desconocen que la IA y la automatización ocasionan un aumento de la productividad, incentivan la relocalización y emergen interrogantes sobre su impacto en el empleo y la equidad social entre otras.
Estos experto denominados tecno-optimistas, (unos de los que sobresale es el reconocido Carl Benedikt Frey), no desconocen entre múltiples estudios que se han realizado en torno a estas cuestiones que uno de los más importantes que se han realizado y que nos muestran una parte de la realidad, pero por ello no signifique sea la única realidad es el realizado por la Universidad de Oxford, donde se pronostica que el 47% de los empleos corren riesgo de ser reemplazados por robots y computadores con Inteligencia Artificial, durante los próximos 15 o 20 años.
Si bien este fenómeno no es nuevo, también es verdad que nunca antes se había dado aceleradamente (y esto es a raíz de lo que caracteriza a esta nueva era al Digitalización y la Velocidad). La destrucción de puestos de trabaja a manos de la tecnología siempre ha existido, y esto data desde la revolución industrial a fines del siglo XVIII, pero hasta ese momento los seres humanos siempre habíamos logrado crear muchas más fuentes de trabajo que lo que se había aniquilado con la tecnología.
Los ejemplos son múltiples en la actualidad, de proceso de destrucción creativa de la tecnología está logrando crear nuevas empresas, pero siempre a costas de terminar con otras que empleaban muchas más personas, una de las que más resaltaron en el mundo fue Kodak a manos de Instagram, o también de Blockbuster a manos de Netflix y esto ocurre en gran parte porque las empresas como las antes enunciadas no han sabido innovar a tiempo, como una de las grandes causales.
Como lo exprese ut-supra Frey y también Osborne fueron unos de los primeros que alertaron sobre los riesgos de la Inteligencia Artificial y la Robótica a raíz sus los efectos disruptivos y esto se daba que a diferencia del pasado esto avanzaba de manera exponencial, es decir cada vez más acelerada.
Tambien es dable destacar que ya en 2003, economistas como Maartin Goos Y Alan Manning, advertían que ese avance exponencial de la tecnología estaba empezando a crear una polarización laboral en la que solo sobrevivirán los trabajadores con mayor y mejor educación.
Ahora bien volviendo a la temática en cuestión en lo que atañe a la realidad y a nuestra región (Latinoamérica), es un imperativo saber cómo enfrentar estas cuestiones, que sin dudas urge a los efectos de dar respuestas acabadas y precisas en el menor tiempo posible, con el objeto de poner andar políticas públicas acordes a la nueva era tecnológica.
Son varias las voces que tratan estos temas trascendentales, dando una impresión de que el tema tecnológico en lo que refiere a la discusión del mismo se halla planchado, debido a la masividad; pero nada más distante de ello, el debate se debe dar de cara a la sociedad y con todas los actores que forman ésta.
La IA y la Robótica ya no pertenecen a un futuro lejano sino que se están convirtiendo en realidad con rapidez. Si bien lo observamos con cotidianeidad en el sector manufacturero, también se están comenzado a ver sus ventajas en otros ámbitos importantes de la vida humana.
El Dr. Gustavo Beliz fue uno de los pioneros en tratar estas cuestiones tecnológicas en la región y principalmente en nuestro país, un profesional que abrió el debate en torno a las nuevas tecnologías. Entre sus tantas ponencias que hace poco tiempo atrás en la Pontificia Academia Vaticana, lanzó una advertencia sobre los riesgos que emanan de la Inteligencia Artificial y la Robótica, expresando que todos, en especial dirigiéndose a los Latinoamericanos, debemos ser conscientes de que existe un calentamiento global tecnológico sobre nosotros, como así también agrego que los avances tecnológicos co-existen con el hambre en nuestra región y una muestra acabada de ello es el ejemplo que la mitad de los Latinoamericanos tiene un Smartphone y de ese 50%, el 31% no le alcanza sus ingresos para vivir y un 16% de ese tercio pasa hambre, esto nos hable de “Pobreza Analógica y Riqueza Digital”.
A su vez Beliz también resalta el Abuso de la Tecnología; puesto esto ocasionaría desembocar inexorablemente en un problema de salud pública, es por eso que reafirma que el abuso del celular sin dudas puede derivar en una enfermedad social, y no solo se remitió a dichas afirmaciones, sino que también agrego que la adicción tecnológica y las fake news, representan en la actualidad también problemas de salud pública, debido a que así analizadas, afectan la cohesión social, la calidad democrática y la productividad laboral, otro ejemplo a que se hace alusión es que Latinoamérica tiene los niveles más bajo de adhesión al sistema democrático, con una gran demanda de equidad y posee la inter-confianza interpersonal más baja del mundo con el 14%, y esto lo que genera el famoso Panic Atakk en los Latinoamericanos respecto a los cambios tecnológicos, que sin dudas repetimos hay que revertir con políticas publicas acorde a estos nuevos tiempos, quizás tratando de comprender y estudiando lo que este experto cree que es posible como ya ocurrió una vez en el mundo, para Beliz es hora de crear un Nuevo Contrato Social Tecnológico, que tenga como eje 3 elementos indispensables a desentrañar: La Geopolítica de los Robots, La Tecno-gobernanza y la Cognificacion, pues al día de hoy existe un nivel muy alto de desconfianza entre los Latinoamericanos respecto a estos cambios exponenciales, un ejemplo de ello es que 4 de cada 5 Latinoamericanos creen como una creciente amenaza a las nuevas tecnologías.
Además es dable advertir y tener plenamente en cuenta que el Smartphone es una herramienta de conexión y trabajo, pero a su vez también es un arma de destrucción masiva y de Obesidad Tecnológica. Por ultimo recalco redefinir el contrato de propiedad en un mundo digital que incluya nuestros datos y la necesidad de que los algoritmos sean un derecho universal; siguiendo en estas líneas según la Doctrina Social de la Iglesia, esa propiedad debe tener una función social, en otras palabras es darle “Un Alma a la Tecnología”.
Sin dudas es hora de reinventar el trabajo, a través de nuevas formas de trabajo que se focalicen principalmente en habilidades blandas como ser: la Empatía, el Trabajo en equipo y la Inteligencia Emocional; también es posible reinventar el trabajo con nuevas habilidades del sector civil, para no tener Zombis Tecno-craticos, sino Servidores Tecno-saphiens.
También reclamo un no a la manipulación y esclavitud digital, como lo expresa y se suma a ese pedido desde el Santa Sede con una mirada ecuménica el Papa Francisco en su encíclica “Laudato Si” en donde expresa el cuidado de la casa común, y en la Exhortación Apostólica Postsinodal “Christus Vivit” en el llamado que realiza especialmente a los jóvenes abordando el ambiente digital, celebrando sus avances a favor de la humanidad, pero a la vez resaltando sus defectos y más aún las consecuencias nefastas que aún son una materia pendiente.
Por último es preciso tener presente, ante varios interrogantes que aún nos restan dilucidar y muchos más los que aun vendrán, que en el mundo contemporáneo se vive una cultura ampliamente digitalizada, afectando de manera muy profunda la noción del tiempo y del espacio, la percepción de uno mismo y de los demás con respecto al mundo o al entorno en que convivimos, el modo de aprender, de comunicar, de informarse y de relacionarse con los demás.
Una manera de acercarse a la realidad que suele privilegiar la imagen, en vez de la escucha y la lectura, pues esto incide en el modo de aprender y en el desarrollo del sentido crítico.
Si el conocimiento puede crear problemas, no es a través de la ignorancia el camino para resolverlos, sino que se los va a resolver a través de la Creatividad.
No hay tiempo que perder. La Velocidad del cambio es de tal magnitud que profesiones y oficios útiles de repente parecen pre-históricos. Nuestro deber es estar preparados y crear las condiciones para conducir el cambio tecnológico hacia estados más inteligentes y economías más sólidas e inclusivas que creen trabajos sustentables. Porque con cada empleo que se pierde una persona queda herida en su dignidad, y ninguna tarea cobra más sentido que remediarlo.
El momento es ahora, capital humano sobra, la Cuarta Revolución Industrial no espera, es nuestra una coproducción de todos, entender y comprender el tiempo en que vivimos, pero el éxito repito estará y será tal cuando le demos realmente a todo esto “Un Alma a la Tecnología”.
DR. MARIO RAMON DUARTE ABOGADO (UCASAL) – JUEZ ADM. MUN. FALTAS M/C (CTES-ARG) – ESP. DER. PUB. CONT. (UCSF) – MIEMBRO DOSSIER GEOPOLITICO (CBA-ARG) -COLABORADOR CENEGRI (RJ-BRA). ESP. CIBERSEGURIDAD Y CIBERDEFENSA
FUENTES CONSULTADAS
ROBOTLUCION. El futuro del trabajo en la integración 4.0 – Autor: Dr. Gustavo Beliz. Editorial: Planeta. (2017).
EL AUGE DE LOS ROBOTS. – Autor: Martin Ford. Editorial: Paidós. (2016)
SALVESE QUIEN PUEDA. – Autor: Andrés Oppenheimer. Editorial: Debate. (2018).
LAUDATO SI. – Autor: Papa Francisco. Ediciones: Paulinas (2015).
CHRISTUS VIVIT. – Autor: Papa Francisco. Ediciones: Paulinas (2019).
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