Las escuelas clásicas de la geopolítica reconocen un profundo dualismo entre la Civilización de la Tierra (“Heartland”, tierra cordial) y la Civilización del Mar. Como dijo Mackinder, el que controle Europa del Este, controlara el Heartland, y el que controla el Heartland controla el mundo. Esta idea fue desarrollada posteriormente por Spykman en «El que controla el Rimland (las regiones que rodean el Heartland), controlara el Heartland«.
La lucha por gobernar el Heartland – por el poder marítimo desde fuera, o por el Heartland desde dentro – es la fórmula principal de la historia geopolítica. La geopolítica es la batalla por el Heartland.
En el mundo bipolar, el Heartland estuvo representado por el bloque del Este, en primer lugar la URSS, mientras que el poder marítimo por el bloque occidental (EE.UU, Europa occidental, los países leales a Occidente en el Medio Oriente, etc.). Heartland, encabezado, representado por la URSS, perdió esta guerra a finales de los 80s, lo que marcó el comienzo del momento unipolar. Fukuyama proclamó así el fin de la historia; declaró que el poder marítimo había derrotado al Heartland.
Hoy hablamos sobre el mundo multipolar y sobre cómo Rusia, a pesar de sus terribles pérdidas, ha preservado su identidad, ha recobrado sentido y ha apretado ligeramente la Quinta Columna. La dominación unipolar del poder marítimo ha retrocedido un poco. Pero en cualquier caso, es evidente que Fukuyama declaró prematuramente el Fin de la Historia y la victoria global del liberalismo.
Pero aquí surge una contradicción. Si tomamos en consideración solo un Poder Marítimo y un solo Heartland, y sin embargo hablamos de un mundo multipolar, Rusia no puede ser el único Heartland del Mundo. Como mínimo, es uno de los cuatro o cinco de los polos más importantes. Rusia debería ser UNO de los polos del nuevo mundo.
Ya es hora de introducir la noción de un Heartland distribuido. Deberíamos examinar atentamente la geopolítica alemana de los años 20 y 30, que proclamó que Alemania era el Heartland europeo. Lo que nos interesa no es tanto la propia Alemania, sino la posibilidad de considerar un Heartland adicional.
Está el Heartland ruso, eurasiático, pero no puede afirmarse como el Único Poder Terrestre. De la siguiente manera, es necesario mirar atentamente a un Heartland Europeo: por ejemplo, una alianza franco-germánica (París-Berlín-Moscú). Europa continental puede ser vista como una Heartland que debería ser amigable con el Heartland Ruso y ser un fenómeno independiente.
Un Heartland chino es una cuestión completamente diferente. Si reconocemos que China tiene el estatus de Heartland, entonces estamos enfatizando el aspecto conservador de China: China como Poder Terrestre. Pero si China se declara a sí misma como un Heartland contra Rusia, así como la Alemania de Hitler se declaró contra Rusia, Eurasia, surgirá el conflicto de inmediato. Pero en el caso de un Heartland distribuido, este adquiere un significado completamente diferente.
Entonces es posible considerar tales Heartlands como un Heartland de Rusia, un Heartland de Europa, un Heartland de China y un Heartland Islámico (al menos 3-4 imperios desde Turquía hasta Pakistán). El concepto de un Heartland distribuido puede expandirse a la India y proyectarse en América Latina y África también.
De la siguiente manera, debería haber un Heartland Americano en el sistema multipolar, que no debería verse como una oposición a otros Heartlands. Si consideramos el Heartland es un tipo de cultura distribuida asociada con el refuerzo de la identidad conservadora, entonces la tesis «Haz que América sea grande de nuevo» es la de un Heartland estadounidense. Deja de ser un Poder Marítimo, y serás grande otra vez.
Un Heartland distribuido es el imperativo del nuevo modelo geopolítico, de la geopolítica multipolar.
Traducción: Juan Martin González Cabañas
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