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El centenario Henry Kissinger se reunió en Beijing con los líderes chinos, para reanudar el vínculo entre ambas superpotencias, contener a los impacientes y limitar los riesgos de la IA

por Eduardo J. Vior
analista internacional

El pasado martes 18 el exsecretario de Estado de Estados Unidos (1969-74) Henry Kissinger visitó de urgencia en Beijing al presidente Xi Jinping, al Encargado de las Relaciones Internacionales en el Buró Político del PCCh, Wang Yi, y al ministro de Defensa, Li Shangfu. Aún no queda claro por cuenta de quién viajó ni su misión específica, pero es evidente que se trató de un recurso de última instancia, para restablecer canales de comunicación hoy rotos, evitar malentendidos que podrían llevar a la catástrofe y mandar a los rincones a los aventureros de ambos bandos. Algunos indicios, empero, permiten suponer que en las reuniones también se habló sobre la posibilidad de acordar regulaciones de la Inteligencia Artificial (IA). Hace falta, empero, mucho más que un viaje, para que reine un mínimo de normalidad en las relaciones entre el viejo hegemón y su desafiante.

Los elogios del liderazgo chino al responsable de reiniciar en 1971 las relaciones sino-norteamericanas fueron fulgurantes. La BBC, en tanto, llegó a sugerir que, “dada su enorme estatura en China, [Kissinger] podría actuar como canal de apoyo para las negociaciones entre Estados Unidos y China”. Sin embargo, en su sesión informativa diaria del mismo martes el Departamento de Estado echó agua fría sobre esta última posibilidad, subrayando que Kissinger había viajado puramente como ciudadano privado.

Inmediatamente después del viaje de Kissinger, el martes pasado, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, indicó que el secretario de Estado Antony Blinken se enteró de los planes de viaje de su antecesor por sus propias reuniones con funcionarios chinos en Beijing el mes pasado. “Éramos conscientes de que Henry Kissinger iba a viajar a China”, dijo Miller a los periodistas. El vocero declaró también que no tenía conocimiento de ninguna conversación prevista del Departamento con Kissinger, “pero no me sorprendería que en algún momento informara a los funcionarios de aquí sobre sus conversaciones”. “Lo ha hecho varias veces desde hace décadas“, dijo.

Evidentemente, Henry Kissinger planeó y ejecutó su viaje, sin dar parte al Departamento de Estado. Las declaraciones de Blinken revelan también que la excursión molestó mucho a los diplomáticos y que la recepción que los líderes chinos dieron al viejo zorro relativizó los recientes viajes a China del propio Blinken, de la secretaria del Tesoro Janet Yellen y del enviado presidencial para el Cambio Climático, John Kerry. Los funcionarios chinos recibieron a estas visitas correcta, pero no calurosamente. De los tres el primer ministro chino Xi Jinping sólo se reunió con Blinken.

La razón de esta frialdad está en la rispidez de las relaciones entre ambos países. Durante la última década el clima político en Washington se ha tornado marcadamente antichino. Una de las pocas áreas de consenso entre demócratas y republicanos consiste en considerar a China como un rival en lugar de un socio. Esto comenzó ya, cuando Obama lanzó en 2009 su estrategia de “pivote asiático” y en 2015 acordó con otros 14 países el Tratado Transpacífico. El gobierno de Trump, en tanto, retiró a EE.UU. del tratado, pero intensificó la hostilidad contra China. Tal como se mostró en la cumbre bilateral de Anchorage, Alaska, en abril de 2021, el gobierno de Biden, por su parte, sustituyó los compromisos adquiridos con Beijing y giró por una aguda confrontación.

Durante los dos años siguientes Estados Unidos puso en marcha el pacto militar Quad (EE.UU., India, Australia y Japón) y lanzó el Marco Económico Indopacífico, ambos diseñados para aislar y rodear a China. El gobierno demócrata impuso también controles a las exportaciones norteamericanas hacia el país asiático mucho más rígidas que las de Trump. El presidente Joe Biden rompió, además, la tradición de los últimos cincuenta años y dejó de considerar el status de Taiwán como una cuestión interna de China, anunciando que Estados Unidos intervendrá, para evitar la reincorporación de la isla a su patria por medios militares. Como los norteamericanos saben que eso sólo sucedería, si el gobierno de Taipei declara su secesión de China, en realidad lo están alentando a hacerlo, provocando así la ira de Beijing.

El aumento de la presión militar norteamericana y su ruptura de la cooperación económica con el gigante asiático irritan profundamente al alto mando chino y, aparentemente, están alentando a belicistas que también habría en el Ejército Popular de Liberación (EPL) que quieren desafiar ya la hegemonía mundial de EE.UU. La ruptura de los canales de comunicación entre ambas superpotencias hace temer, por lo tanto, que una maniobra inesperada de una sea malinterpretada por la otra y se desate el holocausto nuclear. Ante tamaño descalabro de las relaciones bilaterales, festejar a Kissinger es uno de los modos en que el liderazgo supremo señala que las relaciones serían mucho mejores, si Washington volviera a la política exterior de hace una década.

Este panorama preocupante no explica todavía, por qué, a sus cien años, el antiguo Consejero de Seguridad Nacional de Richard Nixon se tomó el trabajo de volar 14 horas, para sentarse a tomar el té con la dirigencia pequinesa. No es creíble que haya sido por vanidad, como sugieren sesudos analistas estadounidenses. Tampoco suena lógico pensar que haya sido una gestión individual.

Una primera explicación puede darla la agenda de la última reunión del Club Bilderberg que se celebró en Lisboa del 18 al 21 de mayo pasado. Kissinger participa ininterrumpidamente desde 1957 en las conferencias anuales de este exclusivo cenáculo. Durante décadas, hasta su muerte en 2017 el cónclave estuvo marcado por la presencia de David Rockefeller, entonces jefe de la dinastía, a quien Kissinger acompañó desde su juventud. El cónclave sesiona habitualmente con la participación de 120 a 130 representantes de sectores militares, de inteligencia (la CIA y el M16 británico), el secretario general de la OTAN y los presidentes de las principales corporaciones financieras, petroleras, tecnológicas y de medios de comunicación. En el último encuentro participaron Google/Alphabet, Pfizer, Deepmind, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, British Petroleum, Total Energies, líderes políticos, académicos y grupos de medios (The Economist, Bloomberg), entre otros.

La Inteligencia Artificial, la guerra en Ucrania, el crecimiento de China, Europa, la crisis del liderazgo de Estados Unidos, la OTAN, la presencia de India, el sistema bancario (por el reciente colapso de algunos bancos en Estados Unidos y del Credit Suisse en Europa), los desafíos fiscales, la política industrial, el comercio y la transición energética formaron parte de los temas de agenda del encuentro que, como siempre, sesionó a puerta cerrada.

Aunque parezca extraño, la Inteligencia Artificial y el ascenso de China como potencia mundial son dos temas estrechamente interrelacionados. Pocos días antes de la reunión anual Eric Schmidt, miembro de la junta de Bilderberg y antiguo jefe de Google, declaró en una audiencia del Congreso que la IA “está en el centro” de la competencia entre China y Estados Unidos y que “China está dedicando enormes recursos para superar a EE.UU. en tecnologías, en particular en IA”.

Schmidt reconoce los riesgos existenciales de la IA, advirtiendo incluso que “las cosas podrían ir peor de lo que la gente dice”, pero rechaza el llamamiento hecho por algunos expertos, entre ellos Elon Musk, para que se haga una pausa de seis meses en el desarrollo de la IA, porque cualquier retraso “simplemente beneficiará a China”. Detrás de esta posición impera una lógica aberrante: “tenemos que seguir adelante con el desarrollo de algo que podría destruirnos, antes de que China lo convierta en algo que podría destruirnos”.

Aunque, como los investigadores advierten, con el inminente lanzamiento de la nueva generación de Chat GPT-5 de OpenAI, los debates presidenciales de 2024 podrían ser ganados por un chatbot ingenioso y carismático, la cuestión del liderazgo estadounidense estuvo en la agenda de la conferencia de Bilderberg. Contrariamente a Schmidt, Sam Altman, Director General de OpenAI, está a favor de la “intervención reguladora de los gobiernos” que, según él, “es fundamental para mitigar los riesgos de modelos cada vez más poderosos”. La discusión no fue saldada en el encuentro ni puede serlo discursivamente, porque detrás de ella se esconden estrategias contrapuestas.

Toda la elite norteamericana coincide en la debilidad relativa de Estados Unidos frente a China, pero se divide entre aquéllos que quieren dialogar con el liderazgo pequinés, para limitar los riesgos cada vez mayores de destrucción del mundo y así canalizar civilizadamente la competencia, y quienes son partidarios de atacar ya a China, antes de que se haga demasiado poderosa.

Considerando el vertiginoso desarrollo actual de la IA, los peligros que entraña y la competencia estratégica entre EE.UU. y China, no sería descabellado suponer que Henry Kissinger viajó a Beijing, para sondear la voluntad y la capacidad de los líderes chinos de volver a poner en funcionamiento los canales de comunicación entre ambas potencias, para generar medidas de confianza mutua que eviten malentendidos capaces de desatar un choque militar. Al mismo tiempo les habría propuesto contener el desarrollo de la Inteligencia Artificial, para evitar que desborde el control humano y hasta incluso desate una guerra indeseada.

El contexto en el que tuvo lugar el viaje, combinado con el informe de Xinhua sobre sus conversaciones, induce a pensar que él y el ministro de Defensa Li se convencieron mutuamente de que sus respectivos líderes realmente no desean una guerra caliente. Evidentemente, el liderazgo político chino y los conductores oficiosos de Occidente quieren limitar a los intransigentes propios y ajenos. Por ello, se acordó que Kissinger realizara su viaje secreto y empezara a dilucidar el peligroso dilema de seguridad que ata hoy a ambas superpotencias.

Es demasiado pronto para evaluar el éxito de sus esfuerzos y los observadores solo pueden discernir que en los niveles más altos del poder existe un interés mutuo en esto. Sin embargo, el esfuerzo del Departamento de Estado por minimizar la importancia del viaje y algunas acciones aventureras de militares chinos en el estrecho de Taiwán indican que el peligro todavía no está aventado. El tiempo corre y el riesgo aumenta. Kissinger no está en condiciones de viajar todas las semanas a China. Es hora de que ambas capitales tomen el teléfono y empiecen a hablar en serio.

Nota Publicada en TELAM, que el autor auroriza a publicarla en Dossier Geopolitico

https://www.telam.com.ar/notas/202307/635007-kissinger-china-superpotencias-analisis.html

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición de Dossier Geopolitico

La ficción de la «narrativa occidental» comienza a resquebrajarse  frente a la realidad cotidiana….dejando claro que la única verdad es la realidad. Realidad que empieza a emerger de manera prístina a pesar de los esfuerzos por deformarla y/o ocultarla. Dossier Geopolitico

UNA HOGUERA DE VANIDADES
La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificial puede, en sí misma, traer la victoria
Alastair Crooke 18 de julio Fundación de la Cultura Estratégica

La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificiosa puede, en sí misma , traer la victoria. Es una fantasía que se ha extendido por Occidente, con más énfasis desde el siglo XVII. Recientemente, el Daily Telegraph publicó un video ridículo de nueve minutos que pretendía mostrar que «las narrativas ganan guerras» y que los reveses en el espacio de batalla son secundarios: lo que importa es tener un hilo de narrativa unitaria articulado, tanto vertical como horizontalmente, a lo largo de todo el mundo. el espectro, desde el soldado de las fuerzas especiales en el campo hasta el pináculo de la cúspide política.

La esencia de esto es que ‘nosotros’ (Occidente) tenemos una narrativa convincente, mientras que la de Rusia es ‘torpe’: ‘Por lo tanto, ganar es inevitable’.

Es fácil burlarse, pero sin embargo podemos reconocer en él cierta sustancia (incluso si esa sustancia es una invención). La narrativa es ahora cómo las élites occidentales imaginan el mundo. Ya sea la emergencia pandémica, el clima o las ‘emergencias’ de Ucrania, todas se redefinen como ‘guerras’. Todas son ‘guerras’ que deben pelearse con una narrativa unitaria impuesta de ‘ganar’, contra la cual está prohibida toda opinión contraria.

El defecto obvio de esta arrogancia es que requiere que estés en guerra con la realidad. Al principio, el público está confundido, pero a medida que proliferan las mentiras y se superponen mentiras, la narración se separa cada vez más de la realidad tocada, incluso mientras las nieblas de la deshonestidad continúan envolviéndola libremente. Se establece el escepticismo público. Narrativas sobre el ‘por qué’ de la inflación; si la economía es saludable o no; o por qué debemos ir a la guerra con Rusia, comienzan a deshilacharse.

Las élites occidentales han ‘apostado sus camisas’ al control máximo de las ‘plataformas de medios’, la conformidad absoluta de los mensajes y la represión despiadada de las protestas como modelo para mantener el poder.

Sin embargo, contra todo pronóstico, el MSM está perdiendo su control sobre la audiencia estadounidense. Las encuestas muestran una creciente desconfianza hacia los HSH estadounidenses. Cuando apareció el primer programa de Twitter ‘anti-mensaje’ de Tucker Carlson, el ruido de las placas tectónicas chocando entre sí era imperdible, ya que más de 100 millones (uno de cada tres) estadounidenses escuchaban iconoclasia.

La debilidad de este nuevo autoritarismo ‘liberal’ es que sus mitos narrativos clave pueden romperse. Uno solo tiene que esperar que lentamente, la gente comience a hablar de la realidad .

Ucrania: ¿Cómo se gana una guerra imposible de ganar? Bueno, la respuesta de élite ha sido a través de la narrativa. Insistiendo contra la realidad en que Ucrania está ganando y Rusia se está ‘quebrando’. Pero tal arrogancia eventualmente es desmentida por los hechos sobre el terreno. Incluso las clases dominantes occidentales pueden ver que su demanda de una ofensiva ucraniana exitosa ha fracasado. Al final, los hechos militares son más poderosos que la palabrería política: un lado es destruido, sus muchos muertos se convierten en la trágica ‘agencia’ para derribar el dogma.

«Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones… [sin embargo] a menos que Ucrania gane esta guerra, no hay ningún posibilidad de membresía que debatir en absoluto»: declaración de Jens Stoltenberg en Vilnius . Así, tras instar a Kiev a arrojar a más (cientos de miles) de sus hombres a las fauces de la muerte para justificar su pertenencia a la OTAN, esta última da la espalda a su protegida. Después de todo, fue una guerra imposible de ganar desde el principio.

La arrogancia, en un nivel, residía en la confrontación de la OTAN y de su supuesta doctrina militar y armas ‘superiores’ frente a la de una obsoleta rigidez militar rusa, al estilo soviético y de su oculta ‘incompetencia’.

Pero los hechos militares sobre el terreno han expuesto la doctrina occidental como arrogancia, con las fuerzas ucranianas diezmadas y el armamento de la OTAN tirado en ruinas humeantes. Fue la OTAN la que insistió en recrear la Batalla del 73 Este (desde el desierto iraquí, pero ahora traducida a Ucrania).

En Irak, el ‘puño blindado’ golpeó fácilmente las formaciones de tanques iraquíes: de hecho, fue un ‘puño’ que golpeó a la oposición iraquí ‘por seis’. Pero, como admite francamente el comandante estadounidense en esa batalla de tanques (Coronel Macgregor), su resultado fue en gran medida fortuito contra una oposición desmotivada.

No obstante, ’73 Easting’ es un mito de la OTAN, convertido en la doctrina general de las fuerzas ucranianas, una doctrina estructurada en torno a las circunstancias únicas de Irak.

Sin embargo , la arrogancia, de acuerdo con el video del Daily Telegraph , asciende verticalmente para imponer la narrativa unitaria de una próxima ‘victoria’ occidental en la esfera política rusa. Es una vieja historia que Rusia es militarmente débil, políticamente frágil y propensa a las fisuras. Conor Gallagher ha demostrado con amplias citas que fue exactamente la misma historia en la Segunda Guerra Mundial, lo que refleja una subestimación occidental similar de Rusia, combinada con una gran sobreestimación de sus propias capacidades.

El problema fundamental con el ‘engaño’ es que la salida (si es que ocurre) se mueve a un ritmo mucho más lento que los eventos. El desajuste puede definir resultados futuros.

Puede estar en el interés del Equipo Biden ahora supervisar una retirada ordenada de la OTAN de Ucrania, de modo que evite convertirse en otra debacle de Kabul.

Para que eso suceda, el Equipo Biden necesita que Rusia acepte un alto el fuego. Y aquí radica el defecto (que en gran medida se pasa por alto) de esa estrategia: simplemente no le conviene a los rusos «congelar» la situación. Nuevamente, la suposición de que Putin ‘saltaría’ ante la oferta occidental de un alto el fuego es un pensamiento arrogante: los dos adversarios no están congelados en el significado básico del término, como en un conflicto en el que ninguna de las partes ha sido capaz de prevalecer sobre la otra. otros, y están atascados.

En pocas palabras, mientras que Ucrania está estructuralmente al borde de la implosión, Rusia, por el contrario, es completamente plenipotencia: tiene fuerzas nuevas y grandes; domina el espacio aéreo; y tiene casi el dominio del espacio aéreo electromagnético. Pero la objeción más fundamental a un alto el fuego es que Moscú quiere que el actual colectivo de Kiev desaparezca y las armas de la OTAN del campo de batalla.

Entonces, aquí está el problema: Biden tiene una elección, por lo que sería adecuado para las necesidades de la campaña demócrata tener una ‘reducción ordenada’. La guerra de Ucrania ha expuesto demasiadas deficiencias logísticas estadounidenses más amplias. Pero Rusia también tiene sus intereses.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente» a emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares). desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente». emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Con la invención de Occidente vino la invención de la historia occidental: un linaje elevado y exclusivo que proporcionó una justificación histórica para la dominación occidental. Según el jurista y filósofo inglés Francis Bacon, sólo hubo tres períodos de aprendizaje y civilización en la historia humana: “uno entre los griegos, el segundo entre los romanos y el último entre nosotros, es decir, las naciones de Occidente”. Europa».

Por lo tanto, el miedo más profundo de los líderes políticos occidentales, cómplices del conocimiento de que la ‘Narrativa’ es una ficción que nos decimos a nosotros mismos, a pesar de saber que es de hecho falsa, es que nuestra era se ha vuelto cada vez más y peligrosamente dependiente de este meta-mito. .

Tiemblan, no solo ante una ‘Rusia empoderada’, sino ante la perspectiva de que el nuevo orden multipolar liderado por Putin y Xi que está arrasando el mundo derribará el mito de la civilización occidental.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con el fin de la cumbre de la OTAN en Lituania y preguntando: ¿Y QUÉ? ¿QUÉ PASÓ?

En clara alusión al fracaso absoluto del cónclave, que mostró una vez más la fragmentación creciente de la organización belicista occidental, que desde hace años, mientras acumula fracasos, no logra alcanzar ninguno de los objetivos propuestos.

AUDIO:

Pero también nos dice que, entre tantas ambigüedades, se dejaron entrever cosas como que el verdadero enemigo de la OTAN es China tal cual se desprende de la presencia en la cumbre de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia, aliados del imperio anglosajón y siempre en disputa contra el gigante asiático. E informa de la rotunda respuesta a este posicionamiento, con la reunión del presidente chino Xi Jinping y la número dos del Kremlin, Valentina Matviyenko, esos mismos días, donde reafirmaron y fortificaron la alianza estratégica de ambas potencias.

Además, nos cuenta que quedó claro que Ucrania difícilmente será socio de la OTAN, que Zelensky fue despachado con vagas promesas sin especificar, sobre una futura seguridad en su territorio, pero dejando en el aire a qué territorio se refieren. Ya que tanto el Donbás como Crimea están bajo el poder ruso, mientras que Polonia intensifica su apetito por zonas ucranianas reclamadas históricamente. También constataron el fracaso de la contraofensiva de Kiev, de la cual muchos medios estadounidenses ya reconocen la catastrófica situación de las tropas y las espeluznantes bajas que sufre. Mientras que es incierto e improbable el compromiso de la Organización de proveer armas a Ucrania. Y sobre ello, Pereyra Mele analiza las complejidades de esa cadena de producción aún sin iniciarse y con faltas de materias primas esenciales, como las tierras raras.

Y explica que la OTAN  asumió que no ha logrado ningún avance con el aislamiento a Rusia, mientras que sus sanciones no han hecho daño a su economía, y si a la occidental. Además de que también quedó demostrado en esta cumbre, que EEUU impone las condiciones a sus socios de forma unilateral y a modo “brancaleónico”. Y como ejemplo menciona la escala previa de Biden en Londres frenando en seco La Gran Bretaña Global, el muy preciado proyecto bélico militar de Inglaterra.

Finalmente aborda los últimos virajes estratégicos del presidente de Turquía y las reacciones que ha provocado en el mundo. Puntualizando que el principal objetivo de Erdoğan es su “Proyecto Pan Turco” de unificar a todas las naciones que tienen relación con el antiguo Imperio otomano y que para ello lleva una política oscilante y de vaivenes con las potencias, para que ninguna de ellas sean tan poderosas como para neutralizar su proyecto, considerando que su país es punto de encuentro y bisagra geográfica entre Oriente y Occidente.

Eduardo Bonugli (Madrid, 16/07/23)

Jefe J. Biden de la OTAN/NATO y su «empleado» Stoltenberg, Lituania 2023

Prólogo del Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele, al Libro: Del Atlantismo al Polo Euroasiático El conflicto de Ucrania como evidencia de una nueva configuración global de Jorge Elbaum y Sergio Rodriguez Gelfenstein. ISBN 978-987–8925-47-9 Acercando Ediciones.-

PRÓLOGO

El periodista, consultor y analista internacional venezolano, magíster Sergio Rodríguez Gelfenstein y el periodista argentino, sociólogo y doctor en Ciencias Económicas, Jorge Elbaum, me han honrado con la distinción y la responsabilidad de escribir el prólogo de su nuevo libro -a ser publicado en breve- que llevará el título: Del atlantismo al polo euroasiático, “El conflicto en Ucrania como presagio de una nueva configuración global”.

Todo un desafío que asumo con la mejor de las ilusiones y la mayor de las responsabilidades, en medio de una actualidad mundial donde las “fake news” y la propaganda de guerra occidental han desarrollado un ambiente de persecución, confusión y mentiras, pocas veces visto desde la segunda guerra mundial, gracias al dominio apabullante de las grandes agencias informativas y de sus medios masivos de comunicación, instalando un profundo modelo de coerción y censura contra las voces disonantes a las tesis del hegemón decadente: Estados Unidos y de sus socios disciplinados bajo el paraguas de la OTAN. Pocas veces hemos visto tanta censura -y tan severamente ejercida- contra aquellos que se atreven a cuestionar la “verdad impuesta”, junto a una persecución sin tregua a unas culturas históricas, que han dado fundamentales aportes a la humanidad, desde tiempos inmemoriales.

Sin lugar a dudas, esta obra es un “libro clave” para entender -a un año de su inicio- la Guerra Proxy de la OTAN en Europa del Este, que está usando y sacrificando a Ucrania en su estrategia de destruir a la Federación Rusa. Una guerra a la que me atrevo a denominarla como la Primera Guerra Híbrida Global Parcial del SXXI y que es explicada desde el Sur Global por estos dos autores, con un amplio despliegue de datos duros y probados, basados en documentación e información fiable y que analizan con detenimiento y solidez, las razones que llevaron a está realidad actual, tal cual lo preanuncian en su subtítulo El conflicto en Ucrania como presagio de una nueva configuración global”.

El libro, con sus 132 páginas ágiles, claras y directas, nos impone la célebre frase de Montesquieu: “El culpable del inicio de una guerra generalmente no es el “culpable”, sino el que la hizo “inevitable”. Y en su texto nos confirman que EL MUNDO DE YALTA Y DE POTSDAM HA FENECIDO arrastrando con él a  sus estructuras claves como la ONU y Bretton Word. Todo ello luego de la desaparición de la URSS, cuando el triunfalismo de EEUU y sus socios, les llevaron a afirmar, bajo el auspicio de los neocons norteamericanos y de la versión económica del neoliberalismo, que el siglo XXI sería “el Siglo Americano”. Sin embargo, solo 23 años después, tan grandiosa pretensión hace aguas por todos los frentes y está inmersa en una crisis profundísima, especialmente por el crecimiento de los “países marginales o revisionistas”, tradicionalmente ninguneados por las élites anglosajonas.

Resulta evidente que ambos autores, además al ser habitantes del “hóspito» territorio suramericano -todo lo contrario a inhóspito- no cargan con las taras del supremacismo seudo intelectual y político del eurocentrismo y de la angloesfera. Lo que les permite analizar el mundo por venir desde la tierra “hospita” de Suramérica, contraria al “inhóspito” mundo occidental, con un pensamiento original -el de los autores- y que nos exige repensar todo de nuevo, o sea a pensar distinto, dando espacio y validez al decir de Vasconcelos sobre “nuestra raza cósmica”, que nos permite diferenciarnos del aquel pensamiento imperial y hegemónico.

Es por ello que Elbaum y Rodríguez Gelfenstein no piensan ni analizan este mundo cambiante bajo la doctrina del Alto Representante de la UE, Josep Borrell, sobre “Jardines y Jungla”, que desnuda la vieja mentalidad enfermiza europea de xenofobia y racismo, a la vez que destruyen con argumentos sólidos este tan inhumano y retardatario planteo.

El libro desmenuza la crisis profunda del modelo “Atlantista”, que fue el eje del poder occidental de los últimos 200 años y nos explica las profundas transformaciones que se han desarrollado fuera de ese esquema. Un esquema que agoniza pero que se resiste desesperadamente a morir. También nos habla de que la actual Organización de Cooperación de Shanghai fue la continuidad, y lógica consecuencia, de aquella organización del formato 4 + 1, conformada en su momento por Rusia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán + China en los 80, y ninguneada por Occidente, lo que demuestra que lo que hoy ocurre nos es por “casualidad”, sino por “causalidad”. Y que los cambios tectónicos que estamos viviendo, y la velocidad de los mismos, provocan a los afectados una crisis profunda, acompañada de intensos miedos, ante la pérdida de sus poderes relativos que detentaron hasta hace muy poco. Y por eso mismo, también son más peligrosos por su tendencia a recurrir a la “violencia como método” para tratar de sostener sus viejos privilegios y aquel efímero control global alcanzado en la década de los 90. 

Y sobre esto, dicen los autores: “Hoy la situación es diferente, se impone la irracionalidad que emerge -precisamente- del apoyo de Occidente al resurgimiento del nazismo y del fascismo como herramientas de control hegemónico del planeta. Ya lo habían hecho antes al crear Al Qaeda en Afganistán y el Estado Islámico en Irak y Siria, pero esta vez tiene un alcance mayor cuando se ha puesto en cuestión toda la estructura que ordena el sistema internacional”.

En su “presagio de una nueva configuración global” Elbaum y Rodríguez Gelfenstein describen que NADA OCURRIÓ de aquel anuncio de la Administración Biden sobre su mentada “Comunidad Internacional”. Una menguada comunidad integrada por solo 30/40 países (sobre un total de 192). Y que sus falsas profecías, al incumplirse una tras otra, las fueron multiplicando como consecuencia de su propia frustración. Y la realidad demostró esas falsedades cuando  el gobierno ruso no cayó ni implosionó por las salvajes sanciones impuestas por Occidente (ilegales todas ellas), y que no fueron acompañadas ni por los BRICS ni por los integrantes del G20 (solo los G7 sancionaron a Rusia).

Lo que demostró que hay otro mundo más allá del ombligo anglosajón, y que ese otro mundo, no solo existe sino que está tomando distancia del modelo neocolonial y explotador del Occidente de los últimos dos siglos. Con un resurgir del Sur Global y con los BRICS como herramienta clave de este desacople definitivo e histórico.

Además, los autores abordan la aparición en este nuevo horizonte de potencias regionales como Turquía, Irán, Arabia Saudita, etc. y describen cómo la nueva diplomacia de Eurasia logró estabilizar y frenar el modelo de “caos ordenado” en Siria o en el Sahel Africano, por poner dos ejemplos belicistas de Occidente. Y en lo económico desmenuzan el rápido crecimiento e importancia de la Organización de Cooperación de Shangai, especialmente después de la Cumbre de Samarcanda -Uzbekistán-, con una agenda clave para Eurasia para los próximos años y que define su relación con el Sur Global, a la vez que desplaza en importancia y a un segundo plano,  a los “mercados” tradicionales, como el de Europa o América del Norte, además de implementar la transcendental y rápida decisión de utilizar las monedas propias para sus transacciones bilaterales, en detrimento del dólar como moneda patrón, a lo que se suma la decisión de crear monedas especiales como la de los BRICS, para su nuevo modelo de relaciones comerciales internacionales.

También es importante destacar que en estas páginas analizan el manto de neblina y falsedades creado sobre la operación militar especial rusa en Ucrania. Unas mentiras tan evidentes como afiebradas, que el lector comprobará al leer este libro, como que los blindados ucranianos van a desfilar en Moscú, cuando la realidad indica que será Kiev el que se vea en esa situación. Todo ello con datos concluyentes y definitorios que dan por tierra las supuestas contraofensivas del régimen de Zelenski, en su locura por abonar su país con sangre ucraniana, a cambio de apoyos y dineros de la OTAN y EEUU.

Y no quiero dejar de puntualizar que uno de los aportes más importantes de este libro, es la constatación de la crisis de conducción política de “Oxidente” (con “x” de oxidación de sus ideas), donde la realidad muestra la miopía y la falta de estatura geopolítica de sus mal llamadas clases dirigentes, ya sean de derechas o izquierdas. Lo que lleva a los autores a concluir que: “ni Biden es Roosevelt, ni Johnson es Churchill, ni tampoco Macron es De Gaulle.” Por lo que reconocen, más allá de las diferencias ideológicas, que aquellos eran estadistas y los de ahora no pasan de ser payasos intentando la puesta en escena de un circo, con el que pretenden salvarse de la debacle.

Finalmente, entiendo que es de justicia reconocer a estos dos intelectuales latinoamericanos y suramericanos sus esfuerzos por recordarnos con esta valiosa publicación, que debemos ser originales en nuestros pensamientos, análisis y conclusiones y que no debemos copiar ni imitar a nadie, pues hemos sido muchas veces -y de forma exitosa- dueños de nuestros destinos a través de movimientos nacionales que nos permitieron tener una línea de pensamiento original, crítica, antiimperialista y con una posición tercerista autónoma y global, reflejada en su momento en el “movimiento de los no alineados”.

Y aunque esas ideas autónomas fueron frenadas por injerencia externas de poderes extracontinentales o del norte del río Bravo y por sus “agentes” locales, también es verdad que el cambio global que está en pleno desarrollo, nos brinda una histórica oportunidad para el porvenir de los pueblos y para sacudirnos definitivamente la opresión de un imperio en pleno derrumbe. 

En suma, este libro nos alerta de los “retardatarios” de este cambio global en marcha, instalados por el sistema neoliberal político en nuestro subcontinente y que están operando como máquinas de impedir que lo nuevo llegue, forzando un alineamiento con EEUU a la vez que romper con China y los BRICS. Y así seguir llevando a la rastra la debacle de un sistema occidental agotado con sus ideologismos avejentados y caducos, usando aquella herramienta política “… de vino viejo en vaso nuevo.”

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

www.dossiergeopolitico.com

Córdoba Argentina

02/04/2023

Sitio web: www.acercandonoscultura.com.ar 

Para adquirir el libro ingresar al siguiente Link:

https://www.acercandonoscultura.com.ar/libro-284-del-atlantismo-al-polo-euroasiatico.html

En su columna del Club de La Pluma de esta semana, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, abarca importantes asuntos geopolíticos mundiales, que una vez analizados, demuestran que una cosa es lo que le parece a Occidente y otra, lo que realmente es.

AUDIO:

Y comienza señalando y lamentando la matanza sin fin y sin sentido de los jóvenes soldados ucranianos, por imposición de la OTAN, para mantener activo el conflicto y para una contraofensiva que lleva ya un mes de fracasos y cuyos avances solo se miden en metros. Siendo ya Ucrania un ESTADO FALLIDO, que ha perdido la mitad de su población y que sobrevivirá solo hasta que Occidente deje de enviar armas y de financiar su administración.

Luego analiza los escandalosos crímenes de Israel en Palestina en sus desproporcionadas invasiones a los campamentos de refugiados, ante el silencio de la “Comunidad Internacional” y sin sufrir jamás las famosas sanciones  occidentales en nombre de las “reglas y valores del mundo libre”, a pesar del incumplimiento de las resoluciones de la ONU.

También se refiere a la próxima cumbre entre la CELAC y la UE, para informar que en paralelo y como alternativa a la misma, se realiza La Cumbre de los Pueblos en Europa, en la que se fijará la posición sobre los acuerdos que se lleguen en aquella reunión, y dónde Pereyra Mele ha hablado sobre la “Geopolítica de los Recursos Naturales, y la importancia y la lucha por los mismos en nuestros continentes”. De tal exposición se informará en breve en la Web de Dossier Geopolítico.

Además nos cuenta los planes de EEUU e Inglaterra PARA DESESTABILIZAR SURAMÉRICA, sacados a la luz por el periodista Daniel Symcha, con una gran cantidad de información y documentos oficiales, que dan cuenta cómo éstas potencias crean conflictividad en nuestro subcontinente y entre sus pueblos, poniendo trabas a la integración y generando políticas que anulen el proyecto de La Patria Grande. Ante la importancia y trascendencia de estos documentos, nuestro director recomienda la imprescindible lectura de los mismos, publicados ya en Dossier Geopolítico.

Y aborda el tema: MIGRACIÓN, FRANCIA Y EUROPA donde desglosa las recientes protestas en Francia, recordando que desde ésta columna y desde hace 15 años, se sostiene que “el verdadero Talón de Aquiles de Europa es su demografía.” Y desmenuza en profundidad los antecedentes del asunto, sus causas y sus consecuencias, la crónica falta de soluciones y hasta la posible influencia, en los violentos hechos de ex yihadistas retornados a su Francia natal, luego de la derrota en Siria. Lo que deriva en el análisis del CRECIMIENTO DE LAS MAFIAS EN EUROPA con el asentamiento de bandas búlgaras, kosovares, ucranianas y de otros países balcánicos, que hoy en día conforman los principales carteles de droga, tráfico humano, de órganos y de todo elementos ligado a la criminalidad. Con el agravante de que hay posibilidades de que muchas de las armas destinadas a Ucrania están volviendo a Europa, pero en manos de estos mafiosos.

Y cómo elemento geopolítico central del audio, desmenuza una noticia espectacular: CHINA SANCIONA A EEUU al prohibir vender a Norteamérica los minerales de Galio y Germanio, elementos fundamentales para la fabricación de chips, lo que significa casi “un jaque mate” a Washington dentro de la guerra económica entre ambas potencias y que le obligará a frenar la producción de chips y a tratar de obtenerlos en otros orígenes, en un plazo que realmente Estados Unidos ni Occidente tienen.

Eduardo Bonugli (Madrid, 09/07/23)

Las discusiones en la reciente Cumbre de la OCS en Nueva Delhi ahora apuntan a lo inevitable: la fusión de nuevas organizaciones multipolares y su reorganización colectiva de las finanzas globales.

Por Pepe Escobar 6 de julio  The Cradle

La 23ª cumbre de los jefes de estado de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO), celebrada virtualmente en Nueva Delhi, representó la Historia en ciernes: tres BRICS (Rusia, India, China), más Pakistán y cuatro “stans” de Asia Central (Kazajstán , Kirguistán, Uzbekistán y Tayikistán), finalmente y formalmente, dio la bienvenida a la República Islámica de Irán como miembro permanente.Y el próximo año será el turno de Bielorrusia, como lo confirmó el Primer Viceministro de Relaciones Exteriores de la India, Vinay Kvatra. Bielorrusia y Mongolia participaron en la cumbre de 2023 como observadores, y Turkmenistán, ferozmente independiente, como invitado.Después de años de “máxima presión” por parte de EE. UU., Teherán finalmente puede deshacerse de las sanciones por demencia y consolidar su papel de liderazgo en el proceso en curso de integración de Eurasia.Podría decirse que la estrella del espectáculo en Nueva Delhi fue el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, quien ha dirigido su país desde 1994.Old Man Luka, imbatible en el departamento de robo de titulares, especialmente después de su papel de mediador en la saga de Prigozhin, puede haber acuñado el eslogan definitivo de la multipolaridad. Olvídese de los «mil millones de oro» denominados por Occidente que, de hecho, apenas alcanzan los 100 millones; ahora adopte el “Global Globe” – con un firme enfoque en el Sur Global.Como factor decisivo, Lukashenko propuso la integración total de la OCS y los BRICS, que en su próxima cumbre en Sudáfrica se encaminarán hacia los BRICS+. Y no hace falta decir que esta integración también se aplica a la Unión Económica de Eurasia (EAEU).El próximo paso para el “Global Globe” –lo que el colectivo occidental califica despectivamente como “el resto”– es trabajar en la compleja coordinación de varios bancos de desarrollo y luego en el proceso de emisión de bonos vinculados a una nueva moneda comercial.Las ideas principales y la plantilla básica ya existen. Los nuevos bonos serán un verdadero paraíso seguro frente al dólar estadounidense y los bonos del Tesoro de Estados Unidos, e implicarán una desdolarización acelerada. El capital utilizado para comprar esos bonos debe usarse para financiar el comercio y el desarrollo sostenible, en lo que será un «ganar-ganar» certificado al estilo chino.

UN ENFOQUE GEOECONOMICO CONVERGENTE

La declaración de la OCS dejó en claro que el organismo multilateral en expansión «no está dirigido contra otros estados y organizaciones internacionales». Por el contrario, está «abierto a una amplia cooperación con ellos de conformidad con los propósitos y principios de la Carta de la ONU, la Carta de la OCS y el derecho internacional, sobre la base de la consideración de intereses mutuos».El meollo del asunto es, por supuesto, el impulso hacia un orden mundial multipolar justo, el polo opuesto del «orden internacional basado en reglas» impuesto por Hegemon. Y los tres nodos clave son seguridad mutua; el comercio en monedas locales y, eventualmente, la desdolarización.Es muy esclarecedor resumir el enfoque convergente, expresado por la mayoría de los líderes, durante la cumbre de Nueva Delhi.El primer ministro de la India, Modi, declaró en su discurso de apertura que la OCS será tan importante como la ONU. Traducción: una ONU desdentada controlada por el Hegemón puede terminar siendo marginada por una verdadera organización del “Global Globe”.Paralelamente a Modi elogiando el papel clave de Irán en el desarrollo del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), el presidente iraní, Ebrahim Raisi, apoyó firmemente el comercio de la OCS en monedas nacionales para romper de manera decisiva la hegemonía del dólar estadounidense.El presidente chino, Xi Jinping, por su parte, fue inflexible: China está totalmente a favor de dejar de lado al dólar estadounidense, mantenerse firme contra todas las formas de revoluciones de color y luchar contra las sanciones económicas unilaterales.El presidente ruso, Vladimir Putin, enfatizó una vez más cómo «las fuerzas externas han puesto en peligro la seguridad de Rusia al desencadenar una guerra híbrida contra Rusia y los rusos en Ucrania».De manera pragmática, Putin espera que el comercio dentro de la OCS, utilizando monedas nacionales, crezca (el 80 por ciento del comercio de Rusia ahora está en rublos y yuanes), además de una renovada campaña de cooperación en banca, digitalización, alta tecnología y agricultura.El presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov, también hizo hincapié en los acuerdos mutuos en monedas nacionales, además de un movimiento crucial: la creación de un banco de desarrollo y un fondo de desarrollo de la OCS, bastante similar al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los BRICS.El presidente Kassym-Jomart Tokayev de Kazajstán, que ejercerá la presidencia de la OCS en 2024, también apoyó un fondo de inversión común, además de la configuración de una red de socios de los principales puertos estratégicos conectados al BRI de China, así como al Trans-Caspian con sede en Astana. Ruta de Transporte Internacional, que une el Sudeste Asiático, China, Kazajstán, el Mar Caspio, Azerbaiyán, Georgia y Europa.Por supuesto, todos los miembros de la OCS acordaron que no es posible la integración de Eurasia sin estabilizar Afganistán; de hecho, vinculando geoeconómicamente a Kabul tanto con la BRI como con el INSTC. Pero esa es otra historia larga y retorcida por completo.

REGLAS DE CONECTIVIDAD ESTRATÉGICA

Ahora compare toda esa acción en Nueva Delhi con lo que sucedió en Tianjin unos días antes, a fines de junio: el evento del Foro Económico Mundial (WEF) conocido como el «Davos de verano», celebrado por primera vez después de la pandemia de Covid-19.La crítica del primer ministro chino, Li Qiang, al nuevo eslogan de «eliminación de riesgos» de EE. UU. y la UE puede haber sido previsiblemente aguda. Lo que fue mucho más intrigante fue un panel de discusión de BRI titulado «El futuro de la iniciativa Belt and Road».En pocas palabras, eso fue una especie de apoteosis «verde». Liang Linchong, del Departamento de Apertura Regional de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma (NDRC), que es esencial para promover la BRI, detalló varios proyectos de energía limpia, por ejemplo, en nodos clave de la BRI en Kazajstán y Pakistán.África también ocupó un lugar destacado. Sekai Nzenza, Ministro de Industria y Comercio de Zimbabue, está muy a favor de que los proyectos BRI aumenten el comercio “y traigan la última tecnología” dentro de África y a nivel mundial.Beijing revivirá el Foro de la Franja y la Ruta a finales de este año. Hay grandes expectativas en todo el “Global Globe”.Liang Linchong buscó un desglose de lo que se avecina: «Conectividad dura» (que significa construcción de infraestructura), «conectividad suave» (énfasis en habilidades, tecnologías y estándares) y «conexión de corazones», que se traduce en el famoso concepto chino, de “intercambios de personas a personas”. Entonces, lo que el “Global Globe” debería esperar, según Liang, es una oleada de proyectos “pequeños son hermosos”, muy pragmáticos. Eso se relaciona con el nuevo enfoque de los bancos y las empresas chinas: los proyectos de infraestructura muy grandes en todo el mundo pueden ser problemáticos por el momento, ya que China se concentra en el mercado interno y reglamenta todos los frentes para luchar contra las múltiples Guerras Híbridas de Hegemon. Sin embargo, la conectividad estratégica no se verá afectada. Aquí hay un buen ejemplo. Dos nodos industriales cruciales de China, el Gran Área de la Bahía de Guangdong-Hong Kong-Macao y el grupo Beijing-Tianjin-Hebei, lanzaron sus primeros trenes de carga multimodales internacionales China-Kirguistán-Uzbekistán (CKU) el mismo día de la cumbre de la OCS en Nueva Delhi.Este es el BRI clásico: conectividad superior, utilizando el sistema multimodal «ferrocarril-carretera» en contenedores. El INSTC utilizará el mismo sistema para el comercio entre Rusia, el Caspio, Irán y luego por mar a la India.En la CKU, la carga llega a Xinjiang por ferrocarril, luego va por carretera a través de la frontera de Irkeshtam, pasa por Kirguistán y llega a Uzbekistán. Todo el viaje ahorra casi cinco días en tiempo de tránsito. El próximo paso es construir el ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán: la construcción comienza a fines de 2023.BRI está haciendo incursiones proverbiales en África. Por ejemplo, el mes pasado, la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China (CASC) entregó un prototipo de satélite desarrollado conjuntamente con Egipto a la Ciudad Espacial de El Cairo. Egipto es ahora la primera nación africana capaz de ensamblar, integrar y probar satélites. El Cairo lo saluda como un excelente ejemplo de desarrollo sostenible.Esta es también la primera vez que Beijing ensambla y prueba un satélite en el extranjero. Una vez más, el clásico BRI: “Consulta, Cooperación y Beneficios Compartidos”, según la definición de CASC.Y no se olvide de la nueva capital egipcia: un satélite ultramoderno de El Cairo construido literalmente desde cero en el desierto por $ 50 mil millones, financiado con bonos y, qué más, capital chino.

EL LARGO Y TORTUOSO CAMINO DE LA DESDOLARIZACIÓN

Toda esta actividad frenética se correlaciona con el expediente clave que tratará BRICS+: la desdolarización. El ministro de Asuntos Exteriores de la India, Jaishankar, ha confirmado que no habrá una nueva moneda BRICS, por ahora. El énfasis está en aumentar el comercio en monedas nacionales. Cuando se trata del peso pesado de los BRICS, Rusia, el énfasis por ahora es impulsar los precios de las materias primas al alza en beneficio del rublo ruso. Fuentes diplomáticas confirman que el acuerdo tácito entre los sherpas BRICS, que esta semana están preparando las pautas para BRICS+ que se discutirán en la cumbre de Sudáfrica el próximo mes, es acelerar el colapso del dólar fiduciario: el financiamiento de los déficits comerciales y presupuestarios de EE. UU. sería imposible. a las tasas de interés actuales. La cuestión es cómo acelerarlo imperceptiblemente. La estrategia característica de Putin es dejar siempre que el occidente colectivo se embarque en todo tipo de errores estratégicos sin la intervención directa de Rusia. Entonces, lo que suceda a continuación en el campo de batalla en Donbass, la humillación más grande que la vida de la OTAN, será un factor crucial en el frente de la desdolarización. Los chinos, por su parte, están preocupados por un repunte del dólar colapsado en la base manufacturera de China. La hoja de ruta a continuación sugiere una nueva moneda de liquidación comercial diseñada por primera vez en la EAEU, supervisada por el jefe de macroeconomía de la Comisión Económica de Eurasia, Sergey Glazyev. Eso conduciría a un despliegue más amplio de BRICS y SCO. Pero primero, la EAEU necesita que China se sume a bordo. Ese fue uno de los temas clave discutidos recientemente por Glazyev, en persona, en Beijing. Entonces, el Santo Grial es una nueva moneda comercial supranacional para BRICS, SCO y EAEU. Y es fundamental que su estatus de reserva no permita acaparar el poder de una sola nación, como ocurre con el dólar estadounidense. El único medio práctico de vincular la nueva moneda de comercio a una canasta de múltiples productos, sin mencionar una canasta de intereses nacionales, sería a través del oro. Imagínese todo eso siendo discutido en profundidad por esa cola interminable para la membresía BRICS. Tal como están las cosas, al menos 31 países han presentado solicitudes formales o han expresado interés en unirse a un BRICS+ mejorado. Las interconexiones son fascinantes. Además de Irán y Pakistán, los únicos miembros de pleno derecho de la OCS que no son miembros de los BRICS son cuatro “stans” de Asia Central, que ya son miembros de la EAEU. Irán está obligado a convertirse en miembro de BRICS+. No menos de nueve naciones entre los observadores de SCO o socios de diálogo se encuentran entre los solicitantes de BRICS. Lukashenko lo llamó: La fusión de BRICS y SCO parece virtualmente inevitable.Para los principales impulsores gemelos de ambas organizaciones, la asociación estratégica Rusia-China, esta fusión representará la máxima institución multilateral, basada en un comercio libre y justo real, capaz de empequeñecer tanto a EE. UU. como a la UE y extenderse mucho más allá de Eurasia hasta el globo terráqueo”.Los círculos de la industria y los negocios alemanes ya parecen haber visto la escritura en la pared, así como algunos de sus homólogos franceses, que incluyen en particular al presidente de Francia, Emmanuel Macron. La tendencia es hacia un cisma de la UE, y aún más el poder euroasiático. El bloque comercial BRICS-SCO hará que las sanciones occidentales no tengan ningún sentido. Afirmará la independencia total del dólar estadounidense, ofrecerá una variedad de alternativas financieras a SWIFT y fomentará una estrecha cooperación militar y de inteligencia contra las operaciones encubiertas en serie de los Cinco Ojos, parte de las Guerras Híbridas en curso. En términos de desarrollo pacífico, Asia Occidental ha mostrado el camino. En el momento en que Arabia Saudita se puso del lado de China y Rusia, y ahora es candidato para ser miembro de BRICS y SCO, hubo un nuevo juego en la ciudad.

RUBLO DE ORO 3.0?

Tal como está, existe un enorme potencial para un rublo respaldado por oro. Si sale a la carretera y cuando lo haga, será un resurgimiento del respaldo de oro en la URSS entre 1944 y 1961.Glazyev ha observado de manera crucial que el superávit comercial de Rusia con los miembros de la OCS ha permitido a las empresas rusas pagar sus deudas externas y reemplazarlas con préstamos en rublos. Paralelamente, Rusia utiliza cada vez más el yuan para los acuerdos internacionales. Más adelante, los jugadores clave del “Global Globe” (China, Irán, Turquía, Emiratos Árabes Unidos) estarán interesados ​​en pagar en oro no sancionado en lugar de monedas locales. Eso allanará el camino para una moneda de liquidación comercial BRICS-SCO vinculada al oro. Después de todo, nada supera al oro cuando se trata de luchar contra las sanciones occidentales colectivas, el precio del petróleo, el gas, los alimentos, los fertilizantes, los metales y los minerales. Glazyev ya estableció la ley: Rusia tiene que optar por Golden Ruble 3.0.Se acerca rápidamente el momento de que Rusia cree la tormenta perfecta para asestar un duro golpe al dólar estadounidense. Esto es lo que se está discutiendo entre bastidores en las sesiones de la OCS, la EAEU y algunos BRICS, y esto es lo que está poniendo furiosas a las élites atlantistas. La forma “imperceptible” de que Rusia lo haga realidad es dejar que los mercados hagan subir los precios de casi todas las exportaciones rusas de materias primas. Los neutrales en todo el «Globo Global» lo interpretarán como una «respuesta del mercado» natural a los imperativos geopolíticos disonantes cognitivos del occidente colectivo. El aumento vertiginoso de los precios de la energía y las materias primas terminará provocando una fuerte caída en el poder adquisitivo del dólar estadounidense. Así que no es de extrañar que varios líderes en la cumbre de la OCS estuvieran a favor de lo que equivale, en la práctica, a un Banco Central BRICS-SCO ampliado. Cuando finalmente se adopte la nueva moneda BRICS-SCO-EAEU, por supuesto, está muy lejos, tal vez a principios de la década de 2030, los bancos participantes de SCO, BRICS y los países miembros de los EAU la intercambiarán por oro físico. Todo lo anterior debe interpretarse como el esbozo de un camino posible y realista hacia la multipolaridad real. No tiene nada que ver con el yuan como moneda de reserva, reproduciendo la extorsión existente de extracción de rentas en beneficio de una plutocracia minúscula, completa con un aparato militar masivo especializado en intimidar al «Global Globe». La unión BRICS-SCO-EAEU se centrará en construir, y expandir, la economía física no especulativa basada en el desarrollo de infraestructura, la capacidad industrial y el intercambio de tecnología. Otro sistema mundial, ahora más que nunca, es posible.

FUENTE: The Cradle

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico

Podemos decir que la idea de que el siglo XXI seguirá comandado por EEUU y Europa ha perdido completamente su sentido.

Por Charles Pennaforte(*)

Immanuel Wallestein y Giovanni Arrighi aportaron importantes conocimientos al campo de las relaciones internacionales ( The Decline of American Power , 2004) y la economía capitalista contemporánea ( The Long Twentieth Century , 2007; y Adam Smith in Beijing: Origins and Foundations of the Twenty-First Century , 2008 ). El primero abordó, entre otras cosas, la corrosión ideológica del poder estadounidense a lo largo del tiempo, es decir, la capacidad de los Estados Unidos de América de ser un ejemplo a seguir por el llamado “mundo libre”; y el segundo en la llegada del fin del Ciclo Sistémico de Acumulación actualmente dominado por EE.UU. Las relaciones internacionales están experimentando estas transformaciones.

Aún con algunas críticas pertinentes a los planteamientos y conclusiones de los autores, ya sea por parte de las diversas escuelas analíticas de las relaciones internacionales, lo cierto es que el mundo geopolítico y económico actual ya no es el mismo que al final de la Segunda Guerra Mundial, y mucho menos el uno heredado del final de la Guerra Fría. Podemos decir que la idea de que el siglo XXI seguirá comandado por EEUU y Europa ha perdido completamente su sentido.

La consolidación de China como gran economía capitalista, inversora global y con proyecto geopolítico propio, junto con el regreso de Rusia al tablero de ajedrez en los últimos años, demuestran que EE.UU. y la Unión Europea (el “Occidente”) ya no tienen el control de la economía y de la ideología mundial o, más precisamente, de la democracia liberal como valor absoluto emanado de países comprometidos con los Derechos Humanos o la Democracia. John Mearsheimer en algún momento, por ejemplo, analizó tal proceso ( The Great Delusion: Liberal Dreams and International Realities , 2018). Mearsheimer ( John Mearsheimer: Estamos jugando a la ruleta rusa) sufre varias críticas por haber hecho una lectura lógica, realista y geopolítica del diferendo OTAN-Rusia. Uno de los pocos analistas que no cedió ante el estamento ideológico bélico de la Casa Blanca. Por cierto, no olvidemos a Henry Kissinger, quien también vio la expansión de la OTAN hacia el este como una provocación. Luego cambió de opinión ( Henry Kissinger: Por qué cambié de opinión sobre Ucrania ) para seguir la corriente principal de Washington. Nada más correcto que mantener su coherencia histórica.

Volviendo a nuestro argumento, la idea misma de un compromiso efectivo de EE.UU. con los Derechos Humanos o el respeto al Derecho Internacional pierde sentido cuando recordamos a Irak, Abu Ghraib y Afganistán, para hablar de los hechos más recientes, son los ejemplos más claros de violaciones. derechos territoriales y derechos humanos.

Como ya hemos señalado ( Ucrania War: A New Multipolar World Is Emerging), la invasión de Ucrania (2014-2022) sería la línea divisoria de este nuevo ciclo geopolítico de poder que se perfila. Mucho más que la propia invasión rusa, el fracaso de Occidente en su intento de aislar a Rusia demostró que algo ha cambiado por completo. La baja influencia de los EE. UU. y la UE para reclutar a otras naciones para seguir la estrategia de sanciones contra Moscú demostró que se necesita mucho más que la retórica de la violación territorial de Ucrania. La falta de legitimidad global de la política de Washington es evidente cuando el propio EE.UU. mantiene relaciones privilegiadas con Israel, que ocupa ilegalmente Cisjordania y los Altos del Golán desde 1967, por ejemplo. Además,

Matias Spektor, en Foreign Affairs (mayo/junio 2023), con el artículo In Defense of the Fence Sitters: What the West Gets Wrong About Hedging analiza las causas de que el llamado Sur Global no se haya embarcado en la adopción de posiciones occidentales contra Rusia. Es una buena guía para entender lo que puede estar pasando en las relaciones internacionales y su futuro.

Otra señal de cambio fue la llegada de los Brics, englobando a países con gran proyección mundial en términos económicos y posteriormente la creación del Nuevo Banco de Desarrollo como organismo efectivo en la democratización del acceso al crédito internacional fuera del centro tradicional creado en la posguerra. periodo de guerra como el Fundo Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial. Este es un detalle importante para esta nueva configuración geopolítica y económica, aún con las evidentes asimetrías entre sus miembros fundadores. El posible ascenso de Brics a Brics Plus con otros países postulados para unirse al grupo demuestra que algo está fuera del patrón tradicional que conocemos.

Líderes de los países miembros de los Brics durante la cumbre del G20 en 2019 (Alan Santos/PR)
Líderes de los países miembros de los Brics durante la cumbre del G20 en 2019 (Alan Santos/PR)

Cliff Kupchan, presidente del Eurasia Group, en un artículo del sitio web Foreign Policy titulado 6 Swing States Will Decide the Future of Geopolitic , ya visualiza que la nueva dinámica geopolítica está cambiando para nuevos protagonistas como Brasil, India, Indonesia, Arabia Saudita , Sudáfrica y Turquía. Países que no están en la esfera de influencia directa de EE.UU. y que deberían recibir más atención de Washington según el autor. Se trata de naciones que no apoyaron las sanciones impulsadas por la UE y EEUU contra Moscú y buscaron establecer sus propias líneas de actuación en función de sus intereses económicos y geopolíticos.

Otra contribución importante y coherente a la realidad de la disputa geopolítica entre la OTAN y Rusia es el artículo de Samuel Charap, An Unwinnable War Washington Needs an Endgame in Ukraine, también en Foreign Affairs. La lógica de extender una guerra en la que Rusia ni siquiera puede ganar, pero es poco probable que sea derrotada, solo sirve a los intereses (económicos y geopolíticos, por ejemplo) de los EE. UU. Además de aumentar los peligros de una escalada militar e incluso nuclear. Europeos y ucranianos son meros peones dentro de la lógica de Washington. Hay que reconocer que Moscú tendrá que hacer oír sus quejas tarde o temprano. Si bien el sentido común no encuentra eco en Washington, varios analistas ya lo advierten.

Con base en el escenario actual, el mundo está entrando en una nueva fase, que no será liderada por EE. UU. y la UE. Ahí radica el mayor problema de europeos y norteamericanos: reconocer que su ciclo de poder está llegando a su fin, pero no aceptarlo de manera coherente. ¿A qué nos referimos con eso? Mantener las mismas líneas de acción en la Guerra Fría, es decir, crear sistemáticamente “enemigos comunistas” para alistar aliados y mantener una línea beligerante en política exterior es una grave falla que no cambiará el resultado final: el declive geopolítico y económico del país. EEUU como potencia dominante y de Europa como importante región geopolítica.

Por otro lado, la UE aún no se ha dado cuenta de que la línea dictada por EE.UU. y seguida ciegamente por Bruselas promoverá aún más problemas para el bloque. De hecho, los resultados ya son visibles. La inflación y el desempleo son las puntas visibles del iceberg con el que tiene que lidiar la UE. La pérdida de influencia del eje euroatlántico es irreversible.

¿Que hacer? Es hora de prepararse para el nuevo ciclo geopolítico global.

(*)Charles Pennaforte es profesor de Geopolítica en el Curso de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de Pelotas (UFPEL). Y Miembro de Dossier Geopolitico

Publicado en Le Monde Diplomatique Brasil https://diplomatique.org.br/e-a-hora-de-preparar-o-novo-ciclo-geopolitico-mundial/

Por Eduardo Luque el Viejo Topo Madrid

La OTAN no quiso. El acuerdo de paz se firmó en marzo del 2022, con el título de “Tratado sobre la neutralidad permanente y garantías de seguridad de Ucrania”; contiene 18 artículos y un anexo. El documento es minucioso; se detalla desde las fuerzas militares que deberían continuar existiendo hasta su despliegue y armamento. Fue aceptado y firmado por la parte rusa y el jefe de la delegación ucraniana. Tal y como se había acordado Moscú retiró su tropas de Kiev. Inmediatamente se vio que el documento no era del agrado de Washington. Como aviso y escarmiento, uno de los negociadores principales fue asesinado por los grupos fascistas en plena capital ucraniana. El acuerdo se convirtió en papel mojado.

Este documento, un año después, fue presentado a la delegación africana que intenta mediar en el conflicto. Los líderes africanos, encabezados por el presidente sudafricano Matamela Cyril Ramaphosa, declararon su disposición a mediar entre Ucrania y Rusia.

El silencio de los medios occidentales ante estas revelaciones ha sido ensordecedor. La UE y EEUU siguen apostando por la guerra y la destrucción del estado ruso. En paralelo, el ex-secretario general de la OTAN, Rasmussen, portavoz oficioso, ha comenzado la preparación informativa de la población para la división de Ucrania. Anunció, hace pocos días, la posibilidad de traer tropas polacas al país.

Polonia ha aceptado, parece que con gusto, su papel en esta tragedia. Será la encargada de “detener a Rusia” cuando acabe la operación militar que se desarrolla en territorio ucraniano. Polonia pretende duplicar los efectivos de su ejército. Las fuerzas armadas de Polonia han puesto en marcha programas de formación de reservistas. Miles de “voluntarios” polacos han muerto en este año largo de guerra en el frente ucraniano. La militarización y preparación del ejército para una conflagración a gran escala se acelera. No es casual la orden de militarización de los servicios médicos del país. Mientras, el ejército polaco, agotadas las existencias de material bélico ruso, pretende rearmarse con armas de la OTAN. Algunos de sus oficiales no ocultan su interés por los territorios al oeste de Ucrania y zonas de Bielorrusia. Generales retirados e incluso políticos en el poder han reivindicando el enclave ruso de Kaliningrado como propio.

La OTAN se entrena para el conflicto. Las maniobras aéreas “Air Defender 23”, que culminaron el 22 de junio, han sido las mayores en la historia de esa organización (se han movilizado 10.000 efectivos con 250 aeronaves de 25 países). Su finalidad: establecer líneas de abastecimiento al ejército polaco y a las tropas en el Báltico frente a un hipotético conflicto con Rusia. Moscú reaccionó tal y como se había anunciado transfiriendo armamento nuclear a Bielorrusia. La preparación logística ya ha acabado, así como el entrenamiento de los pilotos para usar ese tipo de armamento si Minsk es atacada. El presidente del país, Aleksandr Lukashenko, lo ha dejado claro: todo está preparado.

El reparto de Ucrania en beneficio de Polonia no es una teoría nueva. Se dibujó en enero del 2022, con los llamados acuerdos de Lvov. Firmaron el memorándum los presidentes de Polonia y Lituania. El tratado persigue “brindar un poderoso apoyo militar, técnico, de defensa, humanitario y de otro tipo a Ucrania”.

La contraofensiva decide

La contraofensiva ucraniana impondrá una nueva dirección a la guerra. Zelenski viajará a Polonia para concretar el formato de una posible unión con Varsovia. Polonia actuará, nuevamente, y usando las palabras de Winston Churchill, como “la hiena de Europa”. Siempre subordinada a los intereses de otras potencias ha actuado como ariete. Su objetivo, torpedear cualquier intento futuro de la UE por alcanzar algún tipo de acuerdo con Moscú. Los pactos que se están construyendo pretenden la entrada de un Cuerpo militar compuesto por mercenarios lituano-polaco-ucranianos (LITPOLUKRCORPS) en el campo de batalla. Kiev aceptará la partición de su territorio en beneficio de Polonia como fórmula para preservar el “Estado Ucraniano” en el caso más que probable que la ofensiva fracase. La nueva brigada lituano-polaca-ucraniana (Lublin) se vertebraría dentro del ejército polaco (LPUK). La excusa para su despliegue transfronterizo sería su necesidad para el “mantenimiento de la paz”. En realidad se conseguiría que tropas de la OTAN se estacionaran cerca de la frontera con Rusia. Con este giro en el guión no sería necesario, tal y como proponían la propia Polonia o el Reino Unido, que Ucrania entrara formalmente en las estructuras de la OTAN.

La cumbre de este organismo en los primeros días de julio no ratificará la admisión como pedía Kiev. Rasmusen, un auténtico pirómano belicista, afirma ahora que será una “coalición de los dispuestos” los que intervengan de “motu propio”. Igualmente afirmó: «No puedo excluir la posibilidad de que Polonia se involucre aún más en este contexto a nivel nacional, seguido de los países bálticos, muy posiblemente, incluida la opción de enviar tropas al campo de batalla».

La operación lleva preparándose desde hace muchos meses. Aunque el momento y la decisión final dependerá de la “victoria” de la contraofensiva ucraniana, que como hemos dicho no tiene visos de progresar. Estados Unidos juega con su doble lenguaje habitual. Biden se juega parte de su  reelección en tierras ucranianas. Otra derrota como la de Afganistán casi lo enterraría electoralmente y cuestionaría los cimientos de la OTAN. La desunión dentro de la organización ha salido a la luz con el espectáculo protagonizado por los socios atlánticos en la reunión del 15 de junio. No fueron capaces de ponerse de acuerdo en el reparto presupuestario de la organización ni a qué industrias beneficiaría. Las fisuras dentro de la organización pondrían en cuestión su propia existencia si se produce la derrota ucraniana. Washington incita, por eso, a que la UE invierta más fondos en la guerra (Ursula von der Leyen ha prometido otros 50.000 millones de euros adicionales) profundizando, aún  más, la dependencia europea de Washington. EEUU lo ha dejado claro: si hay éxito habrá más apoyo, sino no lo hay, es culpa de los ucranianos. Es difícil creer que sin el soporte decidido de EEUU Polonia o Lituania se alzarían en un enfrentamiento directo con las tropas rusas.

Si a pesar de todo se produjera ese enfrentamiento sería un punto de ruptura. Sería el final de la NWO (operación especial) y el comienzo de la guerra directa entre las tropas de la OTAN y Moscú. Washington sopesa la posibilidad de una guerra localizada en territorio europeo, aunque eso implique la utilización de  armas tácticas (termonucleares). El debate entre especialistas, algunos bien situados en las dos administraciones (rusa y estadounidense), sobre el uso y la posibilidad de escalar el conflicto más allá de lo admisible está muy vivo.

El juego de la escalada

Uno de los graves problemas a los que se enfrenta Europa es la insignificancia política de su casta dirigente. Cuando comenzó la guerra las élites occidentales tenían miedo de enviar tanques modernos o misiles de medio alcance: entendían que eso representaría una provocación para el presidente ruso. Ahora esas mismas élites se comportan como un jugador de póker; la única forma de recuperar las pérdidas es aumentando la apuesta. EEUU lleva gastados más de 120.000 millones de dólares. La UE se apresta a igualar esa cifra. El resultado: la pérdida de 120.000 km2 y la destrucción de tres ejércitos completos (cuando acabe la ofensiva) a manos del ejército ruso. Esta inmensa fortuna dilapidada, esas decenas de miles de cadáveres no han cambiado para nada la situación en la guerra.

Occidente juega ahora  con la resolución de Putin para no ser arrastrado a la escalada, llevando la guerra, ahora sí, a otro nivel. EEUU puede subir la apuesta pensando que Putin no responderá con armas nucleares. Occidente ha demostrado una enorme incapacidad para analizar la realidad. Creyeron que hundirían económicamente a Rusia y se equivocaron; pensaron que el ejército ucraniano preparado y entrenado por ellos vencería al “mal armado y peor dirigido” ejército ruso y erraron. Apostaron por crear un frente interno y fracasaron. Occidente ha acumulado un enorme cúmulo de errores y se muestra incapaz de analizar y comprender lo peligroso de la situación. Han acabado, imbuidos como están de una prepotencia casi dogmática, creyendo su propia propaganda y sus propios análisis. Es esto lo que hace la situación más y más peligrosa. Mientras el senador norteamericano Lindsey Grahan está encantado de matar rusos con el dinero del tío Sam, el ministro de defensa británico James Cleverly informa que el siguiente escalón que impulsará ese país será permitir que armas inglesas ataquen en el interior de Rusia. EEUU espera que esa nueva provocación obligue a Rusia a tomar represalias directas contra Polonia o Alemania. La guerra en territorio europeo, que añora la Rand Corporation, se haría realidad.

FUENTE: el Viejo TTopo https://www.elviejotopo.com/topoexpress/se-acerca-el-final-de-la-operacion-especial/

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El Club de La Pluma cumple 19 años y el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia su columna con una sentida felicitación a su director el periodista Norberto Ganci y a su esposa la Prof. Gabriela Fernández, por haber sostenido este espacio que es una trinchera contra los sistemas opresores y fundamentalmente, contra el sistema imperial norteamericano que tanto afecta a nuestra tierra.

AUDIO:

Y entrando en materia, aborda el reciente motín del jefe del grupo ruso Wagner, sosteniendo que entre tantas hipótesis en liza, el asunto está tan abierto que es prematuro adelantar conclusiones y que solo queda claro que Rusia “sigue siendo un acertijo envuelto en un misterio, y todo dentro de una incógnita.” Además, de que será el tiempo el que confirme los vasos comunicantes entre los amotinados con las inteligencias de las potencias occidentales.

Mientras nos recuerda aquel consejo de Maquiavelo sobre que “… la potestad de la fuerza tiene que estar bajo el control del Estado”.

Y menciona que este moderno método de privatizar la guerra se inició a principios de siglo, con Jorge Bush (hijo) y los NEOCON, como forma de intervenir militarmente en el mundo sin dar la cara con sus propias tropas.

A continuación, quiere despejar la polvareda levantada por el motín y hacer visibles otras noticias más relevantes, como que la catástrofe de Ucrania ya se acerca a su final anunciado. Al respecto nos da cifras espeluznantes sobre su pérdida de población, de sus muertos y heridos por la guerra, de la destrucción de su infraestructura y de la monstruosa deuda externa inducida por “sus amigos” occidentales.

Mientras que Bill Gates, el multimillonario norteamericano por referencia, se acaba de reunirse con Xi Jinping en China, para seguir haciendo negocios profundos con China y que el canciller Sholz se abroqueló para impedir que Alemania sea arrastrada a un enfrentamiento con China.

Luego, en su audio, Pereyra Mele aborda los profundos cambios tectónicos en el mundo y en el hecho que todos se producen en Oriente con China como protagonista central. Cómo ocurrió recientemente en El Diálogo de la Seguridad de Asia, celebrado en Singapur para crear una seguridad común, cooperativa y sostenible para la región, donde se hizo patente que el avance de esa seguridad va totalmente ligado a los temas económicos. Al respecto, nos informa de los indicadores del aumento del interés y participación de países en la nueva ruta de la seda.

También nos informa sobre lo ocurrido en estos días en el Foro de Shanghái para el Sur global. Donde se presentó un modelo alternativo al de Occidente, siendo el ejemplo más claro el banco de los BRICS.

Lo que demuestra que el Sur Global avanza, que no se detiene ni que tampoco espera a nadie, mientras que la Organización de Cooperación de Shanghái y la Unión Económica Euroasiática son como una pirámide en cuya cúspide están los BRICS.

En cuánto a la Argentina, recuerda que muy en breve, será miembro  de los mismos y que, como una señal de los tiempos,  nuestro país acaba de pagar parte de su vencimiento al FMI con yuanes, o sea con moneda china en lugar de dólares.

Eduardo Bonugli (Madrid, 02/07/23)

LOS FOROS DE COMPLEMENTACION DEL SUR GLOBAL SE VAN INCREMENTANDO Y FORTALECIENDO

La subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal llevará a la economía de EEUU a la recesión. Es por lo que apuestan, nada más y nada menos, que los inversores del Tesoro. Al menos eso es lo que les sugiere la inversión de la curva de rendimiento. La recesión de EEUU, ya no se puede parar, ni esconder.

Javier Benitez de Radio Sputnik entrevista a Carlos Pereyra Mele de Dossier Geopolitico

EEUU caerá en recesión: hasta los inversores del Tesoro lo afirman

Los números cantan

Y es que los costos de endeudamiento del Gobierno de EEUU a corto plazo excedieron sus equivalentes a largo plazo por el margen más amplio en tres meses: la brecha se acerca rápidamente al récord de 42 años alcanzado durante la crisis bancaria regional en marzo, según el Financial Times.

«El Financial Times, como todos sabemos, es una especie de ‘Biblia’ a consultar por todos los ‘grandes especialistas’ del régimen económico capitalista de occidental», señala el director de Dossier Geopolítico Carlos Pereira Mele.

De acuerdo al medio, esta situación, conocida como curva de rendimiento invertida, medida más comúnmente como la diferencia entre los rendimientos del Tesoro a dos y 10 años, ha precedido a todas las recesiones en las últimas cinco décadas.

Mele avisa que esta declaración del Financial Times viene a confirmar lo que ya sabíamos: que el mundo occidental marcha hacia la recesión, pero la responsabilidad es de las conducciones políticas que han estado al frente en los últimos años, tanto de EEUU, como de la Unión Europea, como del Reino Unido, que eso es en definitiva lo que se llama ‘el concierto de las naciones democráticas’, o ‘el bloque occidental y cristiano'».

«Lo que nos dice el Finacial Times es que todo lo que habíamos estado expresando en muchas otras oportunidades, que las sanciones aplicadas al mundo Asia–Pacífico, se iban a transformar en un búmeran, y ese búmeran se va a transformar en inflación y recesión», subraya Carlos Pereyra Mele.