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Urgido por unir a su partido, para superar las zancadillas del “Estado profundo” y vencer a Joe Biden en noviembre, Donald Trump une sus pleitos judiciales con la campaña electoral

Por Eduardo J. Vior (*) analista internacional

El lunes pasado chifló en Iowa el silbato de partida de la larga campaña electoral por la presidencia de Estados Unidos que se definirá en la votación del próximo 5 de noviembre y el martes 23 tendrá su segunda etapa en New Hampshire. En principio, todo indica que los principales candidatos serán el presidente Joe Biden (81 años) y el exmandatario Donald Trump (77). Sin embargo, circunstancias personales de ambos líderes, de política interna e internacional condicionan fuertemente el desarrollo de la contienda. Como las maniobras de ambas partes influirán en todo el mundo, deberemos estar muy atentos para minimizar sus efectos sobre nosotros.

Tras la victoria récord de Donald Trump en los caucus (asambleas de votantes republicanos) de Iowa, ahora toca a los votantes de New Hampshire decidir, si la lucha por la nominación republicana será competitiva o sólo un paseo del expresidente. Ante los procesos judiciales que amenazan dejarlo afuera de la carrera, el magnate neoyorquino está urgido por mostrar el apoyo de un Partido Republicano (GOP, por su nombre en inglés) unido detrás de su postulación y su programa. Para ello necesita eliminar rápidamente a sus competidores internos o que ellos se sumen a él. 

Cinco días antes de las primarias en New Hampshire, Trump dejó bien en claro que su defensa legal y su campaña presidencial son partes de la misma lucha, cuando saltó directamente de una sala de audiencias de Manhattan a un mitin de campaña en Nueva Hampshire. Primero, el expresidente se presentó voluntariamente ante el tribunal de Nueva York, para encontrarse cara a cara con E. Jean Carroll, la escritora de quien un jurado civil ya determinó que abusó sexualmente hace treinta años. Carroll testificó este miércoles, por primera vez en presencia de Trump, en un nuevo juicio para determinar cuánto pagará el líder republicano por haber difamado a su adversaria.

Después de salir del tribunal Trump regresó a New Hampshire, donde retomó la campaña con un ataque al líder de la bancada republicana en el Senado, Mitch McConnell, sobre la crisis migratoria en la frontera con México y la ayuda a Ucrania. Trump se opone al compromiso migratorio con los demócratas y quiere que se destinen a la frontera, a Israel y al Indopacífico los fondos previstos para Ucrania. De este modo impondría ya antes de los comicios su agenda combinada de política interior y exterior para la protección de las fronteras y el fortalecimiento de EE.UU. en el mundo.

Para alcanzar en julio próximo la nominación presidencial, Trump debe todavía imponerse en varias elecciones primarias y afrontar el cúmulo de procesos judiciales en su contra. Al mismo tiempo, quiere asegurarse de llegar a la Casa Blanca con un partido suficientemente unificado, como para poder imponer su visión del futuro norteamericano. Durante su gobierno anterior pagó amargamente la falta de claridad de objetivos y de unidad de acción de sus funcionarios y líderes legislativos. Por ello tiene prisa en lograr la adhesión de sus competidores y terminar la campaña.

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Tras el triunfo Trump habló a sus seguidores en Des Moines, Iowa.

Entre tanto los demócratas también celebran primarias, pero sin misterio alguno. Salvo sorpresa de último minuto, Joe Biden (81), que ya cuenta con un fuerte apoyo de su partido, será designado en agosto como el candidato demócrata.

La próxima elección será muy reñida y se definirá, al igual que en 2020, en unos pocos estados y por muy escasos votos, probablemente en los mismos seis estados del interior y del sur que habitualmente oscilan entre ambos partidos: Arizona, Georgia, Wisconsin, Pennsylvania, Nevada  y Michigan. Otros estados que resultarán de interés serán Carolina del Norte, New Hampshire y Florida. 

El mapa de 2020 es el que dio la victoria a Biden, por lo que los demócratas quieren defenderlo o expandirlo. En teoría, el presidente actual tendría las mejores chances en noviembre, porque se basa en los estados que ganó cuatro años atrás y puede destinar más recursos y personal a ampliar su ventaja, en varios de los estados clave los demócratas han tenido resultados favorables en los últimos tres ciclos electorales, su candidato principal no se arriesga en elecciones primarias y porque, en su calidad de presidente, Biden tiene amplia cobertura nacional independientemente de sus acciones de campaña.

El mapa de los republicanos es más complejo y no se conoce una estrategia partidista clara. Su mayor posibilidad de victoria reside en ganar Arizona, Georgia y Wisconsin, pero deben ganar en los tres, si quieren triunfar en la general. Si pierden uno solo de ellos, deberán triunfar en una combinación que obligatoriamente incluya Pennsylvania, el mayor de los estados en disputa.

El gobierno de Biden puede mostrar la creación de casi 14 millones de puestos de trabajo, la inversión en infraestructuras y el retorno de la industria manufacturera estadounidense al país, la reducción de la inflación desde su pico y el éxito sobre las grandes farmacéuticas, al lograr reducir los precios de los medicamentos que requieren receta. Su agenda, asimismo, sigue siendo popular entre los votantes: proteger la democracia y el alma de la nación, hacer que la economía funcione para la clase media y luchar por más derechos. Finalmente, importantes niveles de recaudación, superior al del resto de otros precandidatos demócratas y por encima de los precandidatos republicanos combinados, parecen asegurar la reelección del presidente.

Sin embargo, el principal cuestionamiento a la reelección del jefe de Estado se centra en su edad y sus capacidades cognitivas.

Para contrarrestar esta percepción, su campaña encaró acciones comunicativas tempranas en los estados pendulares y está movilizando a sus surrogates (literalmente “subrogados”), es decir, personalidades de la cultura, el deporte y las artes que salen a hablar a favor del presidente. Este ejército de periféricos tiene una gran influencia sobre la orientación temprana del electorado, porque forma opinión sobre orientaciones y visiones del mundo y de la vida.

Los demócratas, además, deben lidiar con la fragmentación del mercado mediático, rescatar el voto de los jóvenes y aprovechar el fortalecimiento de los sindicatos durante su gobierno. Para ello, han lanzado en una temprana campaña comunicacional en estados clave y hacia sectores específicos del electorado. A diferencia de otros candidatos recientes, Biden decidió centrar sus operaciones de campaña en el Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés), para poder canalizar fondos donados a la campaña presidencial hacia el refuerzo el partido.

El índice de aprobación del actual presidente es de un 39% según Gallup y el promedio de encuestas de FiveThirtyEight. Se trata de un valor muy bajo, a unos 15 puntos debajo de su aprobación en los primeros meses de 2021.

A ello se suma que, a pesar de los índices favorables señalados más arriba, la población tiene una percepción negativa sobre el estado de la economía, porque la inflación incide gravemente sobre los bolsillos. Seguramente la economía será un tema central en la campaña de 2024, pero la valoración que los votantes hagan de ella dependerá mucho de factores coyunturales y de la comunicación.

Biden empezó la campaña electoral con un balance favorable de realizaciones. Sin embargo, su edad, múltiples errores en intervenciones públicas, encuestas negativas, bajo índice de aprobación, un debilitamiento en sectores clave de su base electoral y un escenario distinto a aquel que le dio la victoria en 2020 disminuyen sus posibilidades.

Por el contrario, envalentonado por éxito en la primaria republicana de Iowa, Donald Trump ya se mueve como candidato presidencial con chances de llegar a la casa Blanca y, por ejemplo, envió al Foro Económico Mundial a su yerno Jared Kushner y a su asesor económico Gary Cohn, para que tejieran lazos con el mundo político y financiero. Se rumorea que allí se encontraron con Luis Caputo y asesores de Javier Milei.

También Joe Biden complementa su campaña con una intensa agenda internacional, intentando salvar a Ucrania, manteniendo el apoyo a Israel, enfrascándose en una campaña de bombardeos contra Yemen e insistiendo en confrontar con China sobre Taiwan. Como tantas veces antes, los demócratas buscan en la política exterior los éxitos simbólicos que les den la adhesión de los votantes en la política interna.

Para ambos partidos la política internacional es el instrumento para reposicionar a Estados Unidos en la competencia global y perfilar su imagen para la lucha por el poder dentro del país. No hay adentro ni afuera. La campaña electoral de 2024 se pelea en todos los ámbitos. Sólo que los de afuera la vemos por TV y en muy pocos casos podemos incidir en ella, aunque suframos sus consecuencias.

El analista internacional (*) Eduardo Vior es miembro de Dossier Geopolitico

Ucrania forma parte y es prolegómeno de la guerra fría actual contra China en Asia Oriental

Por Rafael Poch 9/11/2022 para CTXT

Desde hace algún tiempo y con una periodicidad aproximada de una vez por mes, fuerzas aeronavales de Estados Unidos entran, demostrativa y provocativamente, en el estrecho de Taiwán, mientras que las fuerzas chinas responden con diversos movimientos militares que van desde incursiones aéreas hasta lanzamiento de misiles. La conclusión es clara: no solo estamos en una “guerra fría” en Asia Oriental, sino que el peligro de un conflicto militar abierto es muy serio. Si bien nadie lo desea, muchos “expertos” (frecuentemente vinculados al complejo militar-industrial) lo consideran “inevitable”, y todos se acercan físicamente a dicho conflicto por el mero hecho de poner a sus fuerzas armadas permanentemente en contacto. 

Como el último documento oficial de la doctrina militar de Estados Unidos, recién publicado, relaciona directamente en un mismo paquete lo que ocurre entre Ucrania y Rusia con el pulso con China, y estima que esta es la dimensión principal de todo ello, es obligado preguntarse cómo hemos llegado a esto. ¿Qué ha pasado?  

Para responder hay que observar el marco general de varias décadas de “éxito chino”.

El éxito

La integración de China en la globalización, entendida en este caso como el seudónimo del dominio mundial de Estados Unidos, contenía implícitamente como consecuencia la conversión de China en vasallo de Occidente. 

El propósito era presionar a China para que aplicara las reformas estructurales definidas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, abriera totalmente sus mercados a las empresas occidentales y que la integración de las élites chinas en su globalización acabara dando lugar a una forma de gobierno subalterno más aceptable para Occidente que la del Partido Comunista Chino.

Para comprar un solo avión Boeing a Estados Unidos, China debía producir cien millones de pares de pantalones. 

Desde la normalización de relaciones chino-soviéticas en mayo de 1989, China disfrutó de treinta años de tranquilidad exterior

No estaba previsto que jugando en el terreno diseñado por otros, China torciera aquel propósito. El “milagro chino” fue usar una receta occidental diseñada para su sometimiento para fortalecerse de forma autónoma e independiente. Lo hizo poniendo condiciones y restricciones a la entrada del capital extranjero en China y, sobre todo, manteniendo un control bien firme de las riendas del proceso. Lo consiguió porque, gracias al bajo precio y alta eficacia de la mano de obra en China, los capitalistas y empresarios extranjeros hicieron enormes beneficios en la “fábrica del mundo” y eso apaciguó y moderó a sus gobiernos.

China aprovechó esa integración en la globalización para desarrollarse, aprender y adquirir tecnología. 

Los resultados están a la vista y son extraordinarios en todos los órdenes; en términos de incremento en la esperanza media de vida, eliminación de pobreza, PIB (recordemos que en 1980 el peso de China en el PIB global era de 2,3% y hoy es de 18,5%), instrucción, ciencia y tecnología, fortaleza militar, grandes empresas, sin olvidar, naturalmente, el gran progreso en dañinas emisiones ambientales. Todo eso entrará en los manuales de historia y economía del futuro.

Ante este resultado, un conocido comentarista americano (Fareed Zakaria, de la CNN) expresó así su desconcierto:

“La estrategia produjo complicaciones y complejidades que desembocaron en una China más poderosa que no respondía a las expectativas occidentales”, es decir, a la expectativa de que, en el proceso, China se convertiría en subalterna.

Todo esto ocurrió en los 30 años anteriores, pero la crónica de los últimos años añadió aún más ansiedad a la situación. La crisis financiera global de 2008, genuino detritus de la economía de casino con centro en Estados Unidos, ofreció la primera gran evidencia de debilidad occidental y de los peligros que contiene la no regularización del sector financiero, así como el hecho general de que el capital mande sobre los gobiernos y no al revés. China gobernó la crisis mucho mejor, como había pasado ocho años antes con el estallido de la burbuja puntocom.

Autoeliminada la URSS como gran adversario, la mirada de los estrategas de EE.UU. se empezó a dirigir a China, pero el 11-S colocó en el centro al terrorismo yihadista

Antes, las desastrosas consecuencias de las guerras que se han encadenado desde los atentados del 11-S de 2001, con más de tres millones de muertos, unos cuarenta millones de desplazados y varias sociedades y Estados destruidos, hicieron patente una gigantesca irresponsabilidad por parte de la primera potencia mundial. La retirada de Estados Unidos del acuerdo sobre cambio climático y la mala gestión de la crisis de la pandemia en Occidente (en comparación, no solo con China, sino con el conjunto de Asia oriental) incrementaron esa evidencia de desbarajuste. Así que, ante este panorama, la respuesta de Estados Unidos ha sido la presión militar y las sanciones.

La respuesta

Desde la normalización de relaciones chino-soviéticas en mayo de 1989, China disfrutó de treinta años de tranquilidad exterior que le permitieron concentrarse en su desarrollo. 

Autoeliminada la URSS como gran adversario, en los noventa, la mirada de los estrategas de Washington se empezó a dirigir a China, pero el 11-S neoyorkino colocó en el centro al terrorismo yihadista (otro resultado de la mala política anterior que se volvía contra sus autores) y ofreció a China una prórroga de diez años: diez años más de relativa tranquilidad.

En 2012, Obama anuncia el Pivot to Asia: trasladar al Pacífico el grueso de la fuerza militar aeronaval de Estados Unidos, para estrechar el cerco militar alrededor de China. 

Los chinos reaccionaron poniéndose el cinturón de seguridad: fortaleciendo la autoridad del partido en todos los órdenes y el liderazgo personal en su dirección colectiva. 

Pero sobre todo, en 2013 China anunció la Nueva Ruta de la Seda (Belt & Road Initiative), una ambiciosa estrategia global para salir del cerco y exportar sobrecapacidad. Es decir una estrategia a la vez geopolítica y económica. 

Con Trump el cambio de clima fue brusco, en especial cuando el secretario de Estado, Michael Pompeo, apeló al cambio de régimen en China

La Nueva Ruta de la Seda es un esfuerzo de varias décadas de duración con una financiación astronómica (de 4 a 8 billones de dólares), encaminado a establecer una red geoeconómica internacional de apoyo que integre económica y comercialmente al 70% de la humanidad a través de Eurasia. Sin necesidad de recordar las tesis de Halford Mackinder que ahora se desempolvan, eso erosiona, necesariamente, el poder mundial de Estados Unidos en el hemisferio. También complica sobremanera cualquier propósito de cerco a una potencia que, sin ser “amiga”, ni “aliada”, ni “líder de bloque”, es socia positiva de casi todas las naciones.

El objetivo implícito de la Nueva Ruta de la Seda, en palabras de Henry Kissinger, es nada menos que “trasladar el centro de gravedad del mundo desde el Atlántico al Pacífico”. A su lado el histórico Plan Marshall queda como algo pequeño…

Guerra fría

Con Donald Trump el cambio de clima fue brusco, en especial cuando en su discurso de julio de 2020 el secretario de Estado, Michael Pompeo, apeló abiertamente al cambio de régimen en China, señalando directamente al Partido Comunista Chino como el “principal enemigo de Estados Unidos”. 

Pese a la inusitada división del establishment americano, la política de sanciones comerciales y presión militar contra China tiene un amplio consenso en las dos facciones del régimen de Estados Unidos.

Esto ya es una guerra fría abierta, con fuertes campañas de propaganda y demonización del adversario. Con Biden asistimos a una escalada de la tensión con Taiwán, principal productor mundial de semiconductores, en el centro del escenario.

Desde 1978 el reconocimiento del principio de “una sola China”, es decir, que Taiwán forma parte de ella, así como la Taiwán Relations Act (TRA) de 1979, fueron el fundamento de la relación bilateral en ese ámbito.

La política de sanciones comerciales y presión militar contra China tiene un amplio consenso en las dos facciones del régimen de EE.UU.

El contenido de la TRA era ambiguo: aunque la isla pertenecía a China, se contemplaba el suministro de “armas defensivas” a Taiwán y se decía que cualquier intento de que Pekín resolviese por la fuerza la secesión sería motivo de “grave preocupación”. Es decir: no se decía “ayudaremos militarmente a Taiwán si hay conflicto”. 

Ahora sí se dice. Lo ha dicho Biden cuatro o cinco veces. Además, toda la acción de EE.UU dibuja un provocador replanteamiento que John Ross expone así en Tricontinental (publicado en castellano por El Salto): 

a) Por primera vez desde el comienzo de las relaciones diplomáticas entre China y Estados Unidos, Biden invitó a un representante de Taipéi a la toma de posesión del presidente de EE.UU.

b) La presidenta del Congreso, Nancy Pelosi –la tercera funcionaria estadounidense de mayor rango en el orden de sucesión presidencial– visitó Taipéi el 2 de agosto de 2022.

c) Estados Unidos ha pedido la participación de Taipéi en Naciones Unidas.

d) Estados Unidos ha intensificado la venta de armas y equipo militar a la isla.

e) Han aumentado las delegaciones estadounidenses que visitan Taipéi.

f) Las Fuerzas Especiales de EE.UU. han entrenado tropas terrestres y de la marina de Taiwán.

g) Estados Unidos ha incrementado su despliegue militar en el mar de China Meridional y ha enviado regularmente buques de guerra a través del estrecho de Taiwán. 

Al igual que en Ucrania con su integración de facto en la OTAN y su conversión en un ariete militar contra Rusia desde 2014, este fin de la ambigüedad con Taiwán supone que Washington cruza una línea roja histórica de China. Y como en Ucrania, en el entorno geográfico más inmediato del adversario. Además, Estados Unidos está presionando a otros países del entorno chino: Australia, India, Japón, Corea del Sur, (también Inglaterra y la propia UE) a sumarse a las sanciones y coaliciones militares, de la misma forma en que ha hecho en Europa con Ucrania. 

Igual que en Ucrania, en la crisis de Taiwán no hay interés en negociaciones para resolver las tensiones con un paso atrás, ni para prevenir choques militares accidentales, ni para reducir riesgos en general.

La estrategia de seguridad americana afirma que la guerra de Ucrania, y la debilidad de Rusia que aprecia en ella, confirman que China representa “la principal amenaza, como único competidor dotado del suficiente poder económico, militar y político necesario para replantear el orden internacional”. Para ello llama a revitalizar la red de alianzas que reste capacidad de maniobra a China. Eso es lo que se está haciendo.

Se ha logrado convertir a la UE en vasallo, e integrarla en esa guerra fría contra su principal socio comercial (China), lo que perjudica gravemente a su propia economía

La guerra de Ucrania que, desde luego, China no quería, está dirigida a impedir militarmente la integración euroasiática, que es un eje fundamental de la gran estrategia china de la Nueva Ruta de la Seda. El atentado contra los gasoductos del Báltico son la mejor ilustración de esa acción por romper nexos vitales y debe ser leído en ese contexto. Desde ese punto de vista, Ucrania forma parte y es prolegómeno de la guerra fría actual contra China en Asia Oriental. 

De momento, y aunque ese vector pueda presentar problemas en el futuro, se ha logrado convertir a la Unión Europea en vasallo, e integrarla en esa guerra fría contra su principal socio comercial (China), lo que perjudica gravemente a su propia economía.

La conciencia de todo ello explica la posición de China en esta guerra, su postura de que “la seguridad europea debe ser decidida por los europeos” (Xi Jinping a Olaf Scholz en mayo), y su oposición a las sanciones contra Rusia, meridianamente expuesta en abril por la comentarista de la televisión china, Liu Xin: “Nos dicen, ayúdame a luchar contra tu socio ruso para que luego pueda concentrarme mejor contra ti”. 

“La era de la posguerra fría ha concluido definitivamente y está en marcha una competición entre las principales potencias para dar forma a lo que vendrá a continuación”, escribe el presidente Biden en la introducción al documento Estrategia de seguridad nacional de 2022, recién publicado. “China es el único competidor con intención de redefinir el orden internacional que dispone de las capacidades para hacerlo”, dice. 

La elocuente Ursula von der Leyen, la “presidenta americana de Europa”, según la revista estadounidense Politico, reconoce la unidad de todo el paquete y la beligerancia europea en él cuando afirma que “la guerra de Ucrania no es solo una guerra europea, es una guerra por el futuro del mundo por lo que el ámbito de Europa solo puede ser el mundo entero”. 

Rafael Poch
Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y un ensayo colectivo sobre la Alemania de la eurocrisis.

Fuente: https://ctxt.es/es/20221101/Firmas/41256/Rafael-Poch-China-Estados-Unidos-Ucrania-Rusia-Asia-potencias.htm#md=modulo-portada-bloque:4col-t2;mm=mobile-big

Un triunfalismo forzado y hueco, como un ronco grito de resignación, se hace notar en los titulares de los medios europeos, ( y de la mayoría de las agencias de noticias Occidentales) en la mañana pos electoral de EEUU, mientras se prodigan en lanzar el epitafio político a Donald Trump y el fin de su buena estrella con las urnas. 

Los guarismos conocidos, que confirman una clara derrota de los demócratas en la cámara baja y de una lucha titánica, voto a voto, en el Senado, sirven al poderoso y radicalizado eje mediático neoliberal progre europeo, para festejar el supuesto pinchazo de la supuesta ola roja. Una ola que ellos mismos negaban hasta ayer.

Los titulares se centran hoy en glorificar «la resistencia de la libertad», en el «frenazo a la extrema derecha» y -abusando de la hipérbole- de una «derrota al fascismo.» Pero quizás lo más esperpéntico sea la desmesura por proclamar que con esta derrota demócrata, más apretada de lo que se pensaba, SE HA SALVADO LA DEMOCRACIA Y LA LIBERTAD EN «AMÉRICA» Y EN EL MUNDO. 

Una contradicción mayúscula, ya que no se puede salvar lo que no existe. Es decir, el falsario sistema político norteamericano se distingue por su lacerante falta de representatividad, por la exclusividad de acceso a los cargos solo para millonarios y -sobre todo- porque es un hermético sistema plutocrático que garantiza que la política internacional expansiva y belicista del imperio nunca cambie, sean cuáles sean los resultados electorales. Llamar a eso Democracia es un prodigio de imaginación. La porfiada realidad dice sin contemplaciones que la mayoría absoluta en EEUU es para el voto ausente y silencioso.

Entretanto, por aquí, por Europa, nadie se priva de subirse al fantasmal carro ganador, que es apenas un sueño húmedo de una noche de resaca, donde los conservadores anhelan volver a las viejas épocas cuándo se sentían dueños de la economía mundial, dónde los neoliberales esperan que este «triunfo/derrota» venga de la mano de un milagro que arregle el caótico debacle financiero de su sistema. 

Y hasta el progresismo, esa esperpéntica «izquierda de la derecha», también canta victoria porque elucubra que esos votos de la resistencia son gracias a la defensa del aborto, principio y base de la ideología LGTB+ que acapara toda su batería revolucionaria. Mientras sostiene que «los valores sobre el género» significan para los norteamericanos, su primera y casi única prioridad, muy por encima de la inflación, la crisis energética, la enajenación financiera, la guerra y sus gastos y la brecha social, cultural y humana de su sociedad. El que no se conforma es porque no quiere.

Y cómo guinda del pastel, la gran conclusión de todas es la sentencia de cualquier editorial. Aquello que no podía faltar, o sea que LA DERROTA ES DE PUTIN 

Cartón lleno!!!

En fin… También hay otra realidad, esa que los medios ignoran. A Biden le quedan dos años de mandato con un vía crucis infernal y  EEUU está bajo un temporal que hace temblar hasta su última entraña.

Pero ese es otro cuento, no apto para avestruces que esconden su cabeza en un agujero de festejos y fantasías, cuando en verdad es un oráculo que avisa que vienen tiempos dramáticos y de mucho sufrimiento.

Eduardo Bonugli Dossier Geopolitico

Madrid, 9/11/22 Especial desde Madrid

En el mientras tanto…la dura realidad que es la única verdad: nos dice y se OCULTA; “Biden perdió en estas elecciones un 11% de los votos del 2020 y Trump por el contrario, hace 2 años quedó 4,5% por debajo y en éstas elecciones va 6,5% por arriba.

Ya anuncian una grieta y profunda crisis política en el interior de el ex hegemón que puede derivar en una Guerra Civil (situación que dependerá a partir de ahora de las FFAA)

El 15/2/2012 fui entrevistado por el Programa «Detrás de la Razón», que conduce el Periodista mexicano Roberto de la Madrid, junto al Dr. Eduardo J. Vior, dos argentinos, analizando el futuro de Trump y la situación política interna de USA. que por supuesto tendrá efectos externos dado el rol de República Imperial que asumió luego de la Segunda Guerra Mundial y mas aún después de la desaparición de la Unión Soviética. 

Dossier Geopolitico Tanque de Ideas suramericano, cada dia tiene mas presencias en medios globales de habla hispana

¿Perdió o ganó? ¿O qué pierde y qué gana EEUU? El impeachment contra Donald Trump del cual se desprende que es dos veces inocente cuando lo acusan de villano violador de la Constitución, se volvió un show de cámaras y micrófonos que mostró lo que menos importa para analizar la situación estadounidense tanto social, económica como política. Si bien el impeachment que fue presentado como un acto necesario ante un acto grave el cual tenía que ser castigado según los demócratas, lejos de entrar en el si Trump fue culpable o no, si de verdad movió mentes Trump para que asaltaran el Capitolio o no, sí representa el estado esencial de la relación entre pueblo y política y entre pueblo y pueblo en sus diferentes aristas dentro de los EEUU. Ese el punto que analizaremos en este capítulo para ver la conformación de poder para los próximos 8 años, vitales para el reacomodo geopolítico. ¿Quién defiende a Trump que no lo pueden sentenciar o no es más que un reflejo de lo que pasa en lo más profundo del devenir de ese país? ¿Qué sigue para Biden, qué propone y cómo enfrentará al nuevo padrino de los republicanos que ya tiene oficina electoral virtual en el club de golf Mar-a-Lago?

Mientras se coagula la sangre política y real tras el asalto al Capitolio, se rinde homenaje a los patriotas o sus contrarios los Demócratas y Republicanos; mientras se cocina el impeachment contra el presidente, mientras se ajusta la bolsa de Wall Street… Mike Pompeo y su patrón, Donald Trump realizan una serie de jugadas estratégicas que algunos definen como odio personal pero otros lo analizan como jaques a futuro, tanto para apuntalar su poder, porque finalmente Trump se podrá ir, pero la marca Trump, no, como para seguir dejando piedras en el camino, desde su política exterior al concierto internacional. Se viven momentos muy tensos y por eso es necesario ver el problema desde los diversos actores y factores que se presentan en el análisis, desde un fantasma noticioso que parece ser Washington, que a veces se oculta y otras asusta. ¿Cuál es la agenda Trump 2024? ¿Cuál es su intensión en la lista de terroristas que tiene el departamento de Estado? ¿Cuáles son las causas y consecuencias? Estamos a unos días del 20 de enero, día de la asunción en la capital estadounidense, y por eso mismo, hay que preguntar. -PREGUNTEMOS y dejemos que los protagonistas Carlos Santa Maria y Carlos Pereyra Mele; nos orienten y que usted alcance la conclusión. Le recuerdo que han censurado este programa no una sino muchas veces, y por todos lados. Las cuentas de Hispantv en YouTube, se han cerrado en varias ocasiones. Por eso, la cuenta oficial de un servidor fue abierta para que usted nos siga y en caso de que se pierdan las otras, mantengamos siempre por aquí la nueva información. «Detrás de la Razón oficial Roberto de la Madrid»

Elecciones Parlamentarias en Venezuela: Pereyra Mele. entrevistado por Roberto de La madrid, Director de “Detrás de la Razón” 

Venezuela está libre, apunta el presidente Nicolás Maduro. Está libre de la oposición. Maduro asegura que fue una aplastante victoria y una lección de democracia las elecciones legislativas que vimos este domingo, en donde según Maduro, se votó masivamente por el chavismo. Así y ahora, ya no hay obstáculos para la ideología y política del partido en el poder, porque tiene también la Asamblea Nacional. ¿Qué pasó? ¿Cómo pasó? ¿y en medio de qué pasó? trataremos de preguntar en este capítulo que por el tema, ya es polémico en el mundo. POR ROBERTO DE LA MADRID ©

PREGUNTEMOS

y dejemos que los protagonistas nos orienten y que usted alcance la conclusión. Le recuerdo que han censurado este programa no una sino muchas veces, y por todos lados. Las cuentas de Hispantv en YouTube, se han cerrado en varias ocasiones. Por eso, la cuenta oficial de un servidor fue abierta para que usted nos siga y en caso de que se pierdan las otras, mantengamos siempre por aquí la nueva información. Búsquela y suscríbase, el nombre usted ya lo conoce: «Detrás de la Razón oficial Roberto de la Madrid» aquí le ponemos el link: https://t.co/M8G9UiRlnV 

El Equipo de Dossier Geopolitico, dio Inicio el dia 11/11/2020, a una nueva etapa de su desarrollo como Tanque de Ideas auténticamente Suramericano, Con la Conferencia Virtual de apertura de futuros Ciclos: que se caracterizan en la difusión de Contenidos, Cursos, Seminarios, Diplomaturas, etc. utilizando las herramientas que disponemos de carácter virtual. En una alineación completa con sus Objetivos que se planteó el grupo fundacional, de sus Objetivos que son: “Dossier Geopolitico es una plataforma virtual mediante la cual, analizamos la realidad mundial en un escenario cambiante y conflictivo desde la mirada de nuestro “hinterland” Suramericano, dando herramientas de análisis e instrumento para que distintos organismos políticos-económicos-sociales y formativos, tomen decisiones y de esta manera contribuir al debate general en tiempos de la post verdad y dependencia periférica. Y para que desde la originalidad de Iberoamérica pensemos el mundo desde nuestro espacio continental, con el aporte de distintas disciplina científicas para crear una Escuela Nueva de la Ciencia Geopolitica Suramericana”

Por ello planifico y ejecuto el Conversatorio sobre INTERROGANTES DEL ORDEN MUNDIAL POST ELECCIONES EN EEUU  utilizando la herramienta: Zoom meeting, el 11 nov 2020 07:00 PM Buenos Aires, integrando este conversatorio su Director Ejecutivo y Director Académico: Lic. Carlos Pereyra Mele y el Dr. Miguel A. Barrios y dos miembros mas del Equipo: el Magíster en RRII y Periodista Gonzalo Fiori Viani y el Cnel. ® del Ejército Argentino experto en Estrategia y ex agregado Militar en Washington Carlos Pissolito, que abordaron desde distintas visiones. Y en la parte de Coordinación y Control de la Reunión fundamentales para el éxito de la misma, estuvieron el Lic. en CCPP Juan Martin Gonzalez Cabañas y la estudiante avanzada de CCPP de la UCC Natalia Arias.

El conversatorio se realizó ante un escenario, de asistentes, cuyo número superó cualquiera de nuestras expectativas previas, lo cual demuestra la presencia que tiene este Tanque de Ideas. 

Destacó: que entre los asistentes y participantes del mismo se encontraban: Catedráticos de todo el País y del Exterior, intelectuales de Argentina y de Suramerica, Diputados Provinciales (MC); Ministros de Estado (MC), Diplomáticos, Dirigentes Políticos y Sindicales, miembros de la Red Nacional de Capacidades Nacionales; visitantes extranjeros de: Chile, Brasil, Perú, Centroamérica, Rusia y de nuestros Socios Estratégicos de España e Italia. Participaron también integrantes del Centro de Estudios Estratégicos Suramericanos y muchos seguidores interesados en Política Internacional y la Geopolitica de Dossier Geopolitico de su Página Web. 

Tambien recibimos numerosas salutaciones por este nuevo desafío que emprendemos, por parte de Radios, Canales de Tv y Agencias Internacionales de Medios de Comunicación que nos convocan para solicitar nuestra opinión relativa a nuestra especificidad. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

SÍNTESIS DE LAS EXPOSICIONES DEL CONVERSATORIO

Carlos Pereyra Mele

Destacó la necesidad e importancia de un pensamiento estratégico y geopolítico propio de sudamericano y latinoamericano para entender el mejor el mundo y actuar en consecuencia, tal rol en el que Dossier Geopolitico ha estado a la vanguardia, especialmente en  las vísperas de un nuevo orden mundial que ya asoma con una posible configuración multipolar.

Pereyra Melé remarco las grandes tendencias globales presentes y los vertiginosos cambios en el orden global entre el siglo XX y la actualidad, que presenta la reconfiguración de un nuevo orden luego del momento unipolar norteamericano, un orden global con una configuración más multipolar, con la (re)aparición de nuevos actores clave, especialmente China y la Rusia de Putin. Sobre estos dos actores claves del tablero global, destaco como el gobierno de Putin revirtió el proceso de decadencia de la época de Yeltsin y logró reinsertar a Rusia en los grandes temas y discusiones globales. Sobre China el comentó sobre su imponente ascenso económico, que tendrá repercusiones en otros ámbitos, y la implicancias actuales y a futuro de los grandes “hitos” recientes geoestratégicos chinos como la Organización de Cooperación de Shanghai y la iniciativa de la Nueva Ruta de la Seda (BRI).             

Finalizando Pereyra Melé manifestó su preocupación con ciertos parecidos que guarda la situación global actual con el clima previo a la Primera Guerra Mundial, una época de competencia abierta entre grandes potencias, destacando que la divergencia entre los grandes actores globales, no solo es de intereses, sino de concepciones, cosmovisiones distintas. 

Miguel Angel Barrios, 

Abordó lo que llamó en sus propias palabras el “consenso estratégico de Washington hacia América Latina” el cual implica que sin importar el partido gobernante, la doctrina Monroe jamás  ha estado en discusión. En esos códigos, esquemas geopolíticos, la zona de influencia directa de EEUU es y debe ser América Latina, sin su propio hemisferio alineado a sus intereses, EEUU no podrá concentrar su acción exterior para el logro de sus objetivos en el resto del mundo.

Por ello Barrios mencionó la importancia del pensamiento integracionista sudamericano y latinoamericano para alcanzar la autonomía de la región, con la conformación de un gran espacio regional, la Patria Grande en las palabras de Ugarte y otros pensadores latinoamericanos, el Continentalismo, en palabras de Perón.

Barrios analizó América Latina en la actualidad, calificando de “difícil” su situación actual ante la reedición (y endurecimiento durante el mandato de Trump) de la doctrina Monroe con nuevas metodologías (policialización de las fuerzas armadas, politización de las fuerzas de seguridad, judicialización de la política –Lawfare-, golpes parlamentarios, ataques a la imagen de gobiernos por medio de medios de comunicación y redes sociales) nuevas organizaciones (grupo Lima) y viejas organizaciones regionales (OEA), nuevas doctrinas que justifican la intromisión, el intervencionismo en asuntos internos (Doctrina Guaidó).

Sobre los últimos eventos destacó la importancia de las últimas elecciones en Bolivia como un impulso hacia la renovación de la vocación autonómica e integracionista en Sudamérica, al ser Bolivia su corazón geográfico y un vector clave de su integración. 

Gonzalo Fiori Viani 

Abordó la actual situación interna en EEUU y sus repercusiones para América Latina. Sobre la misma, comentó que hay claros signos de una degradación interna en  EEUU, los grandes principios, relatos y utopías que los norteamericanos hacían de sí mismos y su rol en el mundo, están hoy en discusión, el citó el ejemplo la idea del sueño americano.    

EEUU ya no posee la misma autoridad moral que antes, al quedarse evidenciadas múltiples fallas, y fracturas dentro de su tejido social (la desigualdad, el racismo, la violencia, los derechos humanos, un sistema político complejo y cada vez más elitista, etc) su soft power ha sufrido un golpe.

Las condiciones globales y enfoque que tomó la administración Trump (cuyo movimiento político marcó acertadamente Fiori Viani goza de buena salud, aumentando su caudal de votos en relación a los del 2016) sobre las relaciones internacionales hacen que volver al anterior orden mundial abierto de la hiperglobalización, las fronteras abiertas, la economía de libre mercado a ultranza, y el multilateralismo sea muy difícil. Aquel es el modelo de relaciones internacionales y de liderazgo norteamericano al que apunta Biden, ¿lo logrará? teniendo en cuenta el doble desafío de un mundo agitado y una de enérgica oposición interna.

Podrá cambiar el enfoque táctico de la administración Biden hacia América Latina, pero el objetivo  estratégico, ganarle la partida a China especialmente en América Latina, sigue siendo el mismo. La disputa China-EEUU en la región es el principal condicionante actual para la región. EEUU seguro continuará su agenda de intervencionismo político, mientras que China seguirá apostando a la diplomacia económica, de la cual la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) es su nave insignia. 

Actualmente hay esbozos de lo que tal vez pueda ser un nuevo mapa político de América Latina y Sudamérica luego de las elecciones en Bolivia (que podría participar en un nuevo eje progresista con Argentina y México) y el referéndum constitucional en Chile, y las futuras elecciones presidenciales en Ecuador (donde el Correísmo tiene muchas posibilidades de ganar), Chile y el resto de la región (también en Perú, Honduras y Nicaragua).

En este nuevo marco no se podría descartar el resurgimiento del progresismo en la región (tan golpeado recientemente hace unos años) dado que en los próximos dos años América Latina enfrentará una verdadera maratón de elecciones presidenciales que reconfigurará el escenario regional             .

Luego de describir estas oportunidades y desafíos, y a pesar de este contexto tan complejo, finalizó sosteniendo que América Latina y Sudamérica, aún así tienen margen para alcanzar su “autonomía heterodoxa” si sus clases dirigentes tienen la habilidad y visión estratégica, para sortear estos desafíos.

Carlos Pissolito 

Realizo una visión prospectiva sobre el futuro del orden global en base a la reflexión crítica desde los propios pensadores norteamericanos acerca de su país y el mundo. Frente a la confusa situación que hoy enfrenta EEUU sostuvo que: “el caos es un orden que todavía no se entiende”.

Luego realizó un breve repaso del agitado siglo XX hasta la actualidad, en el cual el mundo pasó por distintos órdenes geopolíticos y económicos, hasta llegar la actualidad a la etapa del turbocapitalismo (citando a Luttwack) etapa final del capitalismo (un capitalismo tardío tecnológico-financiero-transnacional, globalista).

El sostuvo que siguiendo la lógica de una triada dialéctica, el capitalismo occidental será cada vez más desplazado por el Capitalismo de Estado de tipo chino-asiático, ya que es un sistema que puede sintetizar los elementos en contradicción de los anteriores (capitalismo-liberalismo con el marxismo-colectivismo). 

Un punto de Inflexión que aumentaría aún más la inestabilidad de Occidente seria el continuo aumento de la influencia del capital financiero y el capital tecnológico, que son de carácter transnacional, globalistas, estas variables son las que actualmente se ven reflejados en las elecciones de EEUU.

Sobre el futuro del orden mundial sostuvo que dada la actual inestabilidad geopolítica, no se pueden descartar el resurgimiento de nuevos grandes acuerdos globales (como los que suelen surgir luego de grandes conflictos bélicos), como económico-financieros (un nuevo Bretton Woods),  de salud (una OMS renovada debido a su fracaso para coordinar los esfuerzos globales contra la pandemia convid-19) en los foros de seguridad internacional. 

SÍNTESIS DE LAS EXPOSICIONES DEL CONVERSATORIO Realizadas por el Lic. en CCPP Juan Martin Gonzalez Cabañas

Videos de Conferencias de Miembros de Dossier Geopolitico

https://www.youtube.com/channel/UC0ulZzAP_fBBGwcMjtARbPg

Análisis Radial Semanal de Geopolitica de Carlos Pereyra Mele para el Programa: el Club de la Pluma, que conduce el Periodista Norberto Ganci por la Radio Web al Mundo. 

TEMAS:

Sigue profundizandose el conflicto entre Atlantistas (EEUU y socios) y Continentalistas (China y sus socios) conflicto que conduce a un mundo Bipolar nuevamente

A Política Internacional de la semana:

EEUU: Sanciones a Alemania y Rusia a empresas involucradas con la construcción del Gasoducto Nord Stream 2 en el Mar Báltico y a empresas involucradas en la construcción del Gasoducto TurkStream  en Turquía Rusia que llevaran gas al sur este de Europa 

Envía dos portaaviones al Mar de China incrementando las tensiones en la zona y su “socio” histórico Inglaterra envía su más moderno portaaviones a la misma zona, además que para demostrar el alineamiento total con EEUU, cancela la expansión de Huawei y la instalación de 5G en el Reino y le da un plazo hasta el 2027 de retirarse totalmente de las islas Británicas 

CHINA: establece un acuerdo histórico con la República Islámica de Irán por nada menos que por 25 años. Invertirá en etapas 400.000 millones de dólares para mejorar infraestructuras plantas productoras de energía etc. con el guiño de Rusia y también obtendrá una nueva salida marítima de su Ruta de la seda obviando el cerco que le impone los anglosajones en el mar Indo-Pacífico

UNIÓN EUROPEA: Rechaza las sanciones a Alemania y Rusia y este fin de semana se reúnen para tratar el salvataje a los Países del sur más afectados económicamente por la Pandemia del Covid-19 España, Italia. 

B Análisis Geopolitico hoy: Gasoducto Nord Stream 2 y Gasoducto TurkStream

El TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, mientras el que Nord Stream 2 prevé duplicar el suministro de gas natural ruso hacia Alemania a través del mar Báltico.

  • TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, con el objetivo de aumentar significativamente la fiabilidad del suministro de gas de la parte sur y sudeste de Europa
  • El Nord Stream 2 es un gasoducto que consiste de dos tuberías paralelas con una longitud total de 1.230 kilómetros y permitirá duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del mar Báltico
  • El gasoducto corresponde a una expansión del actual gasoducto Nord Stream, y podrá abastecer a 26 millones de hogares y reducir considerablemente el coste de energía en las desmesuradas facturas de los ciudadanos europeos

AUDIO:

Principales rutas de los gasoductos, como podemos apreciar el Nord stream 2 y el TurkStream elimina a los paises ex sovieticos hoy enfrentados con Moscu y que abrazn las politicas de EEUU en la region a traves de la OTAN, hoy ademas aparece un nuevo jugador Israel como proveedor de Gas

Por Abner Munguía Gaspar

La reciente visita del presidente de México Andrés Manuel López Obrador a los Estados Unidos tiene diferentes aristas para ser analizadas. Propongo hacerlo desde la óptica del análisis geográfico y realizarlo desde tres diferentes escalas, la primera es la nacional (mexicana), la segunda es la regional, que implica conceptualizar su significado en el marco de América del Norte, pero primordialmente desde el marco del contexto bilateral y finalmente la tercera es la global, en donde podemos comprender el impacto continental, principalmente hacia América Latina y otras latitudes. 

Breve contexto histórico en las relaciones bilaterales México-Estados Unidos.

Es fundamental tener presente que México desde su nacimiento como Estado-nación ha tenido que lidiar con una nación en continuo proceso de expansión, tanto en las esferas territoriales, así como económicas y financieras. El siglo XIX fue particularmente turbulento para México, debido a las operaciones de inteligencia que llevaron a cabo estadounidenses al introducir logias masónicas de rito yorkino en suelo mexicano. 

El papel de dichas logias resultó de gran importancia política en virtud que, al amparo del discurso de la libertad, igualdad y fraternidad, importantes figuras mexicanas como Guadalupe Victoria (primer presidente de México) o Vicente Guerrero (importante figura militar en el periodo de resistencia en el proceso de lucha por la independencia de México) estuvieron fuertemente influenciados por el pensamiento liberal anglosajón con matriz en Gran Bretaña. 

Asimismo, las operaciones de desinformación sobre las intenciones estadounidenses respecto a México resultaron elocuentes, especialmente en la agresión político-militar de Estados Unidos hacia México en el contexto de la guerra de 1846-1848, guerra que se caracterizó por campañas de desinformación hacia los generales mexicanos, al tiempo que el infame personaje de Antonio López de Santa Ana informaba con lujo de detalles al presidente de Estados Unidos, James Polk sobre las mejores condiciones para llevar a cabo las operaciones militares de invasión hacia México. 

La guerra de 1846-1848 entre México y Estados Unidos tiene en la historiografía estadounidense un fuerte impacto, en virtud que fue la primera guerra fuera del territorio norteamericano al tiempo que resultó en un éxito militar que se tradujo en importancias ganancias económicas y territoriales. Imaginemos que sería de Estados Unidos sin el oro de California y el petróleo de Texas. 

México ha jugado un papel fundamental en el imaginario sociológico estadounidense, no solo por servir de base al concepto de “frontera”, misma que en el ideario estadounidense del siglo XIX, sirvió de justificación para buscar la unificación continental de Estados Unidos en su deseo por arribar a California. Las historias narradas por el historiador Bernard DeVoto, dan una pista para comprender la aspiración de los estadounidenses por conquistar las montañas rocosas, el gran obstáculo geográfico que dio sentido de Estado a las hordas de migrantes que atravesaban con carromatos hacia el oeste. 

En ese marco y al configurarse la frontera entre México y Estados Unidos se estableció un espacio no natural que separó a dos naciones con fundamentos civilizatorios, morales y culturales claramente diferenciados. Sin embargo, desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX, el poder político en Washington nunca abandonó la influencia política sobre México, muestra de ello fue el intervencionismo económico y político caracterizado por la intromisión de las empresas petroleras estadounidenses (y también británicas) a inicios del siglo XX y con particular énfasis en el marco de la Revolución Mexicana, donde los intereses de empresas petroleras, concretamente de Standard Oil se incrustó en la vida política y económica nacional a través de la empresa Huastecan Oil Company, misma que se afianzó como controladora de los asuntos en la región de la Huasteca mexicana, misma que comprende los estados de Veracruz, Hidalgo, San Luis Potosí y la parte sur de Tamaulipas. 

La destrucción territorial en esta región fue profunda, ya que muchos terrenos o milpas para la plantación fueron inhabilitados para la siembra, la búsqueda de petróleo para incrementar el control casi monopólico que experimentaba Standard Oil en Estados Unidos era único, al tiempo que buscan incrementar su portafolio de inversiones en campos petroleros en el exterior, donde  México resultó un objetivo obvio. 

 Resaltan las palabras del General Lázaro Cárdenas del Rio, presidente de México que siguiendo la lógica de la guerra y comprendiendo a la perfección las lecciones de Carl Von Clausewitz procedió a llevar a cabo la expropiación petrolera en México, primera en el mundo. Decidió contraatacar a los intereses empresariales petroleros extranjeros que solo llevaban a cabo la extracción del recurso sin dejar ganancias para el país que poseía el recurso. En los apuntes del General Cárdenas comprendidos entre los años 1913-1940, en la sección correspondiente al mes de marzo 1938 se lee lo siguiente: “hablamos de que difícilmente se presentaría una oportunidad tan propicia como la actual para reintegrar a la nación su riqueza petrolera. No hacerlo por temor a consecuencias económicas a posibles exigencias diplomáticas de Inglaterra y de Estados Unidos, sería antipatriótico y de graves responsabilidades que con justicia el pueblo nos señalaría”.

La determinación de Cárdenas por llevar a delante el proyecto industrial mexicano era clara, pero comprendía que ello requería una confrontación inteligente con los Estados Unidos, es decir el objetivo estratégico no era hacer una rabieta declarativa, sino jugar tanto con los intereses de las empresas petroleras, ponerlos en contra de su propio gobierno y aprovechar las grietas al interior de las potencias para propulsar el interés nacional mexicano. 

Por otra parte, el resto del siglo XX, estuvo lleno de encuentros y desencuentros, pero ninguno se compara al cambio de régimen llevado a cabo por el liderazgo político en Washington en los años 80 al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI), momento en que el poder neoliberal instalado en la Casa Blanca liderado por Ronald Reagan, instigaron una transformación política en México por medio del establecimiento de una nueva ala política al frente del PRI, el cual dejó de lado el presidencialismo patriótico y nacionalista que caracterizó a la mayoría de los presidentes mexicanos entre Cárdenas y José López Portillo. 

Con el ascenso neoliberal de la mano de Miguel de la Madrid y principalmente de Carlos Salinas de Gortari en 1988, se instauraron en México los aliados del grupo globalista estadounidense, el cual tomó el poder de la mano del neoliberalismo y la imposición del Reaganomics. Este periodo es importante debido a que es justamente desde los años 80 que el poder político en Washington visualizaba la importancia de implantar un tratado de libre comercio en América del Norte el cual sirviera de base para continuar con el proceso de deslocalización industrial, el cual debilitó de forma profunda a los sindicatos de trabajadores industriales estadounidenses en sectores clave para la economía de Estados Unidos como es el automotriz.

Sin embargo, no hay que olvidar que el banco de inversión Blyth, Eastman Dillon & Co. en 1979 planteó el primer esquema de integración comercial regional, el cual originalmente se pensó que podría girar en torno al mercado energético, acción motivada por el pánico en que incurrió el gobierno de Estados Unidos tras las crisis petroleras de 1973 y 1979 y que se combinó con los grandes descubrimientos del entonces enorme yacimiento de Cantarell, ubicado en la sonda de Campeche en el Golfo de México. 

La instauración del Tratado de Libre Comercio en 1994 al final de la administración de Salinas estableció una alianza entre las elites globalistas de ambos países, ya que era evidente que el tratado no posicionaría a México como una potencia económica desarrollada, ya que el objetivo para Washington era que su vecino del sur aportara la mano de obra barata en procesos de ensamblaje, sin aportar cadenas de proveeduría nacionales.

 México quedó a merced de las exigencias económicas de las empresas inversionistas, consecuentemente ha sido un error conceptualizar a la economía mexicana como un motor económico mundial, como se suele exaltar desde los sectores empresariales mexicanos que mejor conexión poseen con el capital extranjero, toda vez que se suele articular el crecimiento del PIB mexicano como la gran panacea y triunfo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Sin embargo, durante todo el periodo neoliberal México no rebasó el 2% de crecimiento promedio y la historia demostró que ni los sectores inversionistas estadounidenses ni empresariales mexicanos tenían mucho interés en el desarrollo tecnológico nacional.

El proceso histórico demostró que los sectores empresariales estadounidenses y el grupo político globalista que giró alrededor de las administraciones de las familias Bush (partido republicano) y Clinton-Obama (partido demócrata) en realidad no eran propuestas políticas opuestas, ya que ambas jugaban parte de una misma ala política financiada, por lo que el geógrafo inglés David Harvey denomina el “partido Wall Street”.

El marco geográfico de la relación bilateral México-Estados Unidos

Esta descripción pretende plantear que México siempre ha tenido un escenario geopolítico complejo en su relación con Estados Unidos, no solo por la relacionalidad histórica, sino también geográfica, donde la frontera de más de 3000 kilómetros compartida por ambas naciones propone que la relación bilateral México-Estados Unidos es y seguirá siendo uno de los principales temas que tendrán que afrontar los presidentes y líderes políticos de ambas naciones por muchos años más, toda vez que México enfrenta el escenario geopolítico más complicado que el de cualquier otra nación Latinoamericana de cara a la confrontación histórico-geográfica con Estados Unidos, por tanto las estrategias políticas y diplomáticas que puede aplicar México son distintas a las que países latinoamericanos como Argentina o Brasil pueden implementar en su relación con Estados Unidos. El contexto geográfico sin ser determinista si establece reglas permanentes con las que México tiene que jugar para sortear las proyecciones de fuerza que usualmente realiza el gobierno estadounidense.

El ascenso de AMLO al poder: escenario y lucha política en México

Las victorias electorales de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) así como de Donald Trump tienen un factor en común, responden a una dinámica electoral de hartazgo hacia las promesas económicas neoliberales que en ambos países afectaron y empobrecieron a sus clases medias, para el caso de México es posible decir que la otrora sólida clase media fue destruida durante el periodo neoliberal, situación que se reflejó en el desmoronamiento de las empresas nacionales, mismas que no pudieron competir con las firmas trasnacionales estadunidenses que recibieron todo tipo de ventajas de inversión otorgadas por los gobiernos neoliberales mexicanos, tanto en las administraciones priistas de Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Enrique Peña Nieto, así como en las panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. 

En México AMLO se consolidó como una figura carismática que logró condensar el mensaje y la acción política demandada por las mayorías empobrecidas durante 36 años de gobiernos neoliberales, de ahí que su slogan político “primero los pobres”, siempre tuvo una repercusión positiva hacia los sectores menos favorecidos de México, mismos que han sido atacados de forma permanente por una clase privilegiada que no se identifica con su toponimia territorial y carece de una identidad nacional sólida. 

El contexto de polarización social que ha sacudido a México como producto de una política económica que solo visualiza al país como una fuente de abastecimiento de mano de obra barata, se aceleró por el contexto de inseguridad que se asentó durante la administración de Felipe Calderón, donde su declaratoria de guerra contra los cárteles de la droga, solo fue el pretexto para trasnacionalizar el comercio de la droga de la mano del cártel de Sinaloa. 

La periodista mexicana Anabel Hernández en su último libro, titulado “el traidor”, relata los mecanismos de corrupción que se profundizaron durante las administraciones del Partido Acción Nacional, en un suerte de profunda vinculación entre el gobierno federal y el Cártel de Sinaloa, situación que en diciembre pasado llevó a la detención del Secretario de Seguridad durante la administración de Calderón, el ingeniero Genaro García Luna y quien parece haber tenido una profunda implicación en el infame programa de la administración Obama llamado “rápido y furioso” el cual consistió en el envío de armas de alto poder hacia México para “corroborar” si los cárteles efectivamente se abastecían de armas estadounidenses. El tema explotó en el congreso de Estados Unidos cuando el Fiscal General Eric Holder denunció la gran cantidad de armas estadounidenses que aparecían en escenas de crimen en México vinculadas con el narcotráfico. 

El programa Rápido y Furioso es posible analizarlo como el complemento logístico aprobado por el gobierno de Estados Unidos para armar a los cárteles de la droga mexicanos en un contexto donde la violencia en los estados fronterizos del norte de México alcanzó niveles insospechados, como fue el caso de la fronteriza ciudad Juárez perteneciente al estado de Chihuahua. Hacia 2010 el número de muertes relacionada con el narcotráfico en ciudad Juárez superaba los 3000 y a partir de entonces los promedios por año siguen siendo altos, superando en ocasiones los 1000 asesinatos por año, situación que se aceleró por la estrategia de militarización implementada por la administración de Calderón y que la subsecuente de Enrique Peña Nieto tampoco logró resolver, quizás porque estabilizar la ciudad nunca fue la intención gubernamental. 

RAPIDO y FURIOSO

Así, el pobre desarrollo de México no se vinculó al impresionante crecimiento del PIB, el cual le permite al vecino sur de Estados Unidos ubicarse casi dentro de las primeras quince economías mundiales. 

En este marco ascendió al poder AMLO, sin embargo su asenso ha sido duramente criticado por los sectores sociales que al carecer de un arraigo territorial y al haber tenido un beneficio directo o indirecto de las políticas económicas y comerciales vinculadas al Tratado de Libre Comercio, visualizan en AMLO una amenaza a sus privilegios de clase, por lo cual la oposición política en México se ha articulado alrededor de empresarios vinculados con el Consejo Coordinador Empresarial que agrupa a los empresarios más acaudalados y que usualmente son representantes de firmas extranjeras pero que operan como filial nacional. Asimismo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) es otro actor que detesta a AMLO, en ésta que conglomera al grueso del sector empresarial mexicano de mediano nivel. 

Los ataques han aumentado conforme el sexenio de AMLO avanza, sin embargo, la constante es clara: las acciones políticas del presidente originario del estado de Tabasco son vistas para la oposición como una afrenta a sus intereses económicos, especialmente porque ha implementado políticas de cobro de impuestos a empresas que recibieron la condonación de los mismos durante décadas. Esta acción recaudatoria lo ha llevado a confrontarse con empresas como America Movil, Walmart de México, Grupo Femsa, IBM de México y la automotriz Toyota.

Estas acciones en conjunto con la inconformidad que presentan los sectores sociales mejor acomodados del país, visualizan en AMLO una política de “instauración del socialismo en México”, dichos sectores sociales se caracterizan por ser carentes de toda reflexión histórica, por lo que su principal molestia radica en que se ponga en marcha un programa de desarrollo nacional que no busca pelearse ni aminorar a las clases empresariales, sino que se rijan por un marco apegado a las leyes hacendarias vigentes para todos los ciudadanos mexicanos.

En este sentido, la administración de AMLO busca utilizar los pocos recursos disponibles para propulsar un proyecto de desarrollo nacional que pueda cambiar el rostro de país, siempre necesitado de la inversión extranjera para la producción de empleos. 

En el contexto histórico del ideario político de AMLO figura el ejemplo del General Lázaro Cárdenas, quien como relatamos líneas arriba, no temió a un enfrentamiento con las potencias para hacer avanzar un interés nacional, en un momento donde las empresas petroleras estadounidenses y británicas plantearon que México no podría resolver los problemas técnicos de la industria petrolera, afirmación que resultó no ser cierta. De forma análoga el proyecto de AMLO busca recuperar la rectoría del Estado mexicano en la producción petrolera y especialmente en el tema de la refinación de crudo y producción de combustibles, por medio de la construcción de la refinadora ubicada en el estado de Tabasco en el puerto petrolero conocido como Dos Bocas. 

Las críticas que han vertido portales económicos como Forbes contra el desarrollo de la refinadora, tienen que ver con que Petróleos Mexicanos tendría una diversificación hacia otra rama productiva y no focalizaría todo su presupuesto hacia la refinación, lo cual a quien realmente afectaría sería a los clústeres de producción de combustibles ubicados en Houston, ya que son éstos los que abastecen en buna medida la demanda de gasolinas y diésel de toda América Latina. 

Por otra parte, AMLO con el surgimiento de la pandemia por el nuevo coronavirus Sars CoV-2, enfrenta una de las peores desaceleraciones económicas en todo el siglo XX y XXI, diferentes estimaciones tanto del Banco Mundial, así como del Fondo Monetario Internacional apuntan no solo a la contracción del PIB mexicano en hasta 9%, sino que todo se orienta a que se vivía la peor crisis en 90 años, es decir desde la gran recesión de 1929-1933. 

Sin importar que esta condición es un factor estructural, la oposición política y empresarial mexicana se ha focalizado en demandar del gobierno planes de rescate similares a los que gobiernos europeos han lanzado para ayudar a sus sectores empresariales, sin considerar que dichas medidas en casos como Alemania ha significado en la práctica la nacionalización de sectores estratégicos de producción, lo anterior para el caso mexicano es poco probable que se pueda llevar a cabo debido a que el Estado mexicano fue desmantelado durante todo el periodo neoliberal y su fuente de ingresos permanente que se centró en los ingresos por exportaciones petroleras han disminuido considerablemente desde 2014.

En otras palabras, México ya no cuenta con los recursos de ingresos que tuvo en otros años, al tiempo que su capacidad recaudatoria se diezmo por favorecer a grandes corporaciones extranjeras. Sumado a lo anterior, AMLO ha tenido que lidiar con un problema de narcotráfico que se ha incrementado en los pasados años, no hay que perder de vista que el dinero proveniente del tráfico de droga es vital para que los grandes bancos mantengan un flujo de liquidez constante, solo basta recordar el caso de HSBC en 2012, que fue señalado por el congreso de Estados Unidos como uno de los principales lavadores de dinero del cártel de Sinaloa. 

Visita de AMLO a Trump: más allá de la formalización de una Grossraumwirtschaft. Prolegómenos de la economía de guerra.

WASHINGTON, DC – JULY 08: President Andrés Manuel López Obrador of Mexico and U.S. President Donald Trump arrive before speaking before a working dinner at the White House July 8, 2020 in Washington, DC. Trump and López Obrador met privately in the Oval Office earlier in the day. Anna Moneymaker-Pool/Getty Images/AFP

En este contexto se ha dado la visita de AMLO al presidente de Estados Unidos Donald Trump, visita ampliamente cuestionada por los medios de comunicación que son dominados por el sector empresarial globalista, Trump enfrenta problemas semejantes a los de AMLO, se encuentra enfrentado con los sectores empresariales con capitales ampliamente trasnacionalizados, como son los casos de Amazon, Facebook, Twitter y el grueso de medios de comunicación controlados por Rupert Murdoch.

Simultáneamente Trump por medio de la lógica de “hacer grande de nuevo a América”, ha buscado establecer las bases territoriales que le permitan a Estados Unidos tener en casa la base productiva y tecnológica que perdió como consecuencia de la política de deslocalización industrial, apoyada por el sector empresarial globalista. 

Asimismo, Trump busca reposicionar a Estados Unidos no a través del libre mercado, sino por medio de la fuerza del Estado y para ello libra una guerra comercial con su gran competidor: el sector empresarial chino. El conflicto que sostiene con China le llevó a considerar desde el inicio de su administración una estrategia de reconfiguración del espacio productivo de América del Norte, por lo que la ejecución del llamado “USMCA” o Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC por sus siglas en español), establece un acuerdo bilateral, dejando a Washington en el centro y negociando por separado los asuntos económicos y comerciales con ambos países. 

El marco de referencia político para la visita de AMLO a EU se refirió a la puesta en marcha del mencionado T-MEC, sobre este tema es claro que México queda subordinado a la esfera económica de Estados Unidos, sin embargo, es una hipótesis de quien escribe estas líneas, que el T-MEC tiene un objetivo geoestratégico de mediano y largo plazo en el marco de la competencia geoeconómica que Estados Unidos libra con China y por lo cual México desempeña un papel clave como un espacio territorial y productivo semejante a la lógica territorial alemana en el marco de la Segunda Guerra Mundial para los territorios del este de Europa.

Estados Unidos se encuentra en una fase donde su proyección de dominio hegemónico pierde poder discursivo, ya que el mensaje liberal centrado en la libertad económica, manifestada en la apertura hacia el libre mercado, el ejercicio de derechos humanos, así como de un irrestricto procedimiento en la práctica de la democracia, deja de tener sentido, por lo cual es importante vincular este declive de ejercicio hegemónico al nivel del discurso y de la influencia ideológica que éste genera sobre la percepción y la organización territorial y analizar su respectiva concatenación con una profundización del ejercicio del dominio territorial para afianzarlo en las dimensiones biofísicas así como sociales, ya que la lógica de fortalecimiento del proyecto industrial-militar de Donald Trump, plantea la necesaria competencia por el acceso a recursos energéticos y minerales críticos, especialmente en el rubro de tierras raras, que son los minerales de mayor aplicación para desarrollos tecnológicos de avanzada.

En este sentido, es muy importante no perder de vista la profundización del ejercicio de territorialidad capitalista ejercido por el complejo militar-industrial, proyectado para los próximos años, dado el objetivo de fortalecimiento industrial y militar que plantea la administración Trump, ya que de acuerdo con el documento del Departamento de Defensa de Estados Unidos, titulado “Assessing and Strengthening the Manufacturing and Defense Industrial Base and Supply Chain Resilency of the United States”, se diseña la necesidad de fortalecer la base industrial militar estadounidense teniendo como fundamento a las grandes empresas del sector como Lockheed Martin o General Dynamics.    

De acuerdo con dicho documento, Estados Unidos cuenta con 300 áreas de vulnerabilidad en las que ha perdido competitividad y donde otras naciones, especialmente asiáticas y particularmente China, han ganado fortaleza en sectores industriales críticos en el diseño de tecnologías de alto desempeño militar, donde resalta la dependencia de la industria estadounidense hacia la producción de aluminios de diferentes calidades, esenciales para la manufactura de aeronaves, buques de guerra y tanques, lo anterior adquiere un gran significado porque China se presenta como la máxima amenaza en el abastecimiento de materiales críticos y estratégicos fundamentales para la seguridad nacional de Estados Unidos.

Este tipo de proyección económica militar hacen recordar la forma de organización territorial que llevaron a cabo las tres principales potencias capitalistas en el contexto previo a la Segunda Guerra Mundial (Estados Unidos, Alemania y Japón), tal como fue estudiado por Alan Milward, historiador económico de origen británico, quien en su imprescindible libro titulado “War, Economy and Society 1939-1945”, aborda a profundidad la interrelación entre ordenamiento territorial, política industrial y el diseño de la estrategia militar, como elementos centrales del proceder político de las potencias capitalistas centrales, donde demuestra que el rearme alemán no puede explicar por si solo la recuperación económica de Alemania, ya que éste fue solo un aspecto de las inversiones públicas del Estado alemán.

Simultáneamente es fundamental no perder de vista que, tanto en el escenario previo a la Segunda Guerra Mundial, como en el actual contexto, la organización del espacio geográfico por medio de un ejercicio de territorialidad enfocado hacia el dominio del espacio político-militar desempeña un papel nodal. Esta lógica de pensamiento opera en el actual contexto económico, político y estratégico mundial, principalmente desde Estados Unidos, nación que adquiere un comportamiento económico muy similar al planteado por la Alemania Nazi en los años previos a la Segunda Guerra Mundial.

En aquel momento, el gobierno alemán argumentó que “había pasado ya la era del Estado nacional como unidad económica, creación del mismo liberalismo, y que debía reemplazarse por la idea de las grandes áreas económicas Grossraumwirtschaft”, las cuales presentan cierta unidad geográfica y económica. 

“El objetivo de estas zonas era crear mercados amplios en los momentos en que la demanda decreciera y poder satisfacerla con sus propios recursos y potencial productivo”. Bajo la lógica del pensamiento estratégico nazi “el aumento en los niveles de empleo, así como del ingreso per cápita no podrían depender del comercio internacional, sino de llevar a cabo una reordenación del mapa mundial en áreas geográficas económicas de mayor tamaño”.   

Es de llamar la atención que un razonamiento parecido se sigue hoy desde el liderato de la Casa Blanca, ya que la reorganización espacial de la producción en América del Norte, por medio de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y su reconfiguración por medio del T-MEC se encuentra fincado en una estrategia de arraigo territorial, principalmente en lo referente al control del sector energético por medio de la cláusula denominada “Investor-state dispute resolution” (ISDS, por sus siglas en inglés), la cual no permite llevar a cabo modificaciones y regulaciones ambientales o de otro tipo a las firmas petroleras que ya han ganado contratos en nuestro país.

Por otro lado se ha llevado a cabo la imposición de la llamada cláusula anti China, que prohíbe a los firmantes del acuerdo (especialmente se refiere a México y Canadá) entablar inversiones o tratados de libre comercio con economías que no sean de mercado, lo cual plantea un duro obstáculo para México en la búsqueda de cualquier posible escenario que permita hacer una nueva estrategia de diversificación del comercio exterior, lo cual atará más a México hacia el mercado de Estados Unidos, justo cuando éste último se encuentra construyendo un andamiaje de guerras comerciales y arancelarias con el objetivo de bloquear los flujos de inversión hacia China, en una clara muestra de proyección de fuerza y agresión unilateral, que manifiesta una estrategia de confrontación contra el crecimiento y gran dinamismo económico ejercitado por Beijing.

La visita de AMLO: afianzar alianzas políticas. Los aliados de los enemigos de Trump son los enemigos de AMLO

Además de lo anterior, no debemos perder de vista que la reunión estuvo llena de símbolos, como la visita de AMLO a la estatua de Abraham Lincoln, es un recordatorio muy claro del posicionamiento “hamiltoniano” de AMLO y que comparte con Trump, no obstante no debemos perder de vista que el principal objetivo se encuentra de cara a las elecciones del próximo noviembre, donde Trump necesita debilitar al equipo globalista del partido demócrata, el cual en el escenario de la relación bilateral con México se encuentra íntimamente vinculado con los enemigos políticos de AMLO, ya que representan la base política de la oposición empresarial que enfrenta domésticamente el presidente tabasqueño. 

AMLO no fue a Estados Unidos a ganarse el voto latino para Trump, ya que la dinámica demográfica de los latinos no es uniforme ni responde de la misma forma en los estados donde desempeñan un papel primordial. Sin embargo, la visita si tiene objetivos claramente políticos por atacar a los enemigos de Trump mediante el destape de los programas de abastecimiento de armas por parte del gobierno de Estados Unidos a los cárteles mexicanos durante la administración de Barack Obama, dicha acción no solo busca debilitar a Biden en la recta final hacia la elección, sino que además le allanará el camino a AMLO en México ya que las alianzas al interior del Partido Acción Nacional así como en el Partido Revolucionario Institucional se pueden debilitar, por el desenmascaramiento de sus vinculaciones con el narcotráfico en México. 

Esta visita al momento de redactar estas líneas ya le está dando dividendos políticos a AMLO, ya que mientras cenaban en la Casa Blanca se llevó a cabo en Florida la captura de César Duarte ex gobernador del violento estado de Chihuahua y donde es acusado por malversación de fondos, así como por simular contratos con empresas de consultoría que nunca llevaron a cabo los servicios por los que recibieron pagos cargados al erario del estado de Chihuahua. 

Simultáneamente México ha planteado la candidatura de Jesús Seade para tomar la presidencia de la Organización Mundial del Comercio, organismo internacional en donde Trump puede buscar tener un posicionamiento favorable a Estados Unidos en su marco de conflicto económico con China, la visita a Washington por parte de AMLO puede tener una lógica de quid pro quo para favorecer a las dos naciones. Además, es fundamental no perder de vista que Seade fue el negociador mexicano para destrabar las negociaciones del T-MEC, en el periodo final de la administración de Enrique Peña Nieto y la victoria electoral de AMLO.

Así, la carta de los temas relacionados con el programa Rápido y Furioso como estrategia de envío de armamento por parte de Estados Unidos a los cárteles de la droga facilita a los dos mandatarios el manejo de las agendas políticas domésticas, ambos buscan combatir a los grupos políticos y empresariales globalistas que se oponen a ser desplazados del olimpo del poder.

Sin embargo, no hay que perder de vista que desde América Latina se puede cometer el error de juicio de considerar la visita de AMLO como una declinación del presidente mexicano, ya que es verdad que la agenda de Trump hacia América Latina pasa por el inicio de un probable conflicto en Venezuela, situación que se hace latente conforme nos acerquemos a la elección en noviembre, también es importante comprender a AMLO como lo que no es, el presidente mexicano no es de extrema izquierda, no es socialista ni busca una confrontación con EU.

AMLO es posible definirlo como un presidente con ideas neokeynesianas más parecido a un socialdemócrata con un fuerte instinto nacionalista y muy atento a los procesos históricos de México.

Finalmente, la visita se incrusta en la larga historia de las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos, lo relevante es tener en cuenta las agendas políticas de Trump y AMLO, en un escenario previo a una muy probable confrontación militar entre potencias mundiales, que de acuerdo con Michael R. Auslin en su reciente libro titulado “la nueva geopolítica de Asia”, plantea un escenario de confrontación militar entre China y Estados Unidos en 2025.

Esta posible confrontación se delinea siguiendo las directrices convencionales con las que suelen iniciar las guerras entre grandes potencias, es decir como un error de cálculo de las intenciones militares de la contraparte, en ese escenario es donde es posible ubicar la importancia estratégica de México para Estados Unidos, donde el territorio mexicano no deja de ser utilizado por la potencia del norte como una base de producción estratégica para el abastecimiento industrial, particularmente en esferas de alto desarrollo tecnológico como el aeroespacial, lo anterior se notó en los asistentes a la cena en la Casa Blanca, donde resaltó la presencia de directores ejecutivos de empresas energéticas y tecnológicas, entre estas últimas resaltó la presencia de Intel y Lockheed Martin.

En conclusión, no hay que perder de vista la dimensión geográfica en la que tiene que actuar México, donde la relación bilateral con Estados Unidos tiene que ser pragmática al tiempo que con la administración de AMLO se buscan establecer las bases de un proyecto de desarrollo nacional que articule el interés nacional mexicano, aunque en la búsqueda de dicha estrategia se tiene que lidiar con la potencia en declinación que es Estados Unidos.

*Abner Munguía Gaspar: Doctorante en Relaciones Internacionales, Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México.

El TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, mientras el que Nord Stream 2 prevé duplicar el suministro de gas natural ruso hacia Alemania a través del mar Báltico. El Director de Dossier Geopolitico Carlos Pereyra Mele fue invitado a exponer su analisis geopolitico sobre esta desicion norteamericana

El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, ha anunciado este miércoles durante una rueda de prensa que el Departamento de Estado está tomando medidas que podrían permitir a Washington imponer sanciones a los inversores en dos proyectos que llevarían gas natural desde Rusia a Turquía y Europa, en virtud de una ley del 2017.

Pompeo ha precisado que se trata de la ley estadounidense para contrarrestar a adversarios a través de sanciones (CAATSA, por sus siglas en inglés), que podría «poner en riesgo» a las partes que invierten en el gasoducto Nord Stream 2 y una rama del TurkStream. Además, ha advertido a los inversores en estos proyectos de que deberían «salir ahora o se arriesgan a las consecuencias».

Anteriormente, el presidente de la Comisión de Economía y Energía del Bundestag, Klaus Ernst, afirmó que Alemania y la UE deberían considerar una respuesta a los planes de EE.UU. para ampliar las sanciones contra el proyecto del gasoducto Nord Stream 2. 

«Si esto finalmente no se detiene, entonces tendremos que considerar medidas de protección serias. Por ejemplo, es posible imponer aranceles al gas natural procedente de EE.UU.», dijo el parlamentario. Según sus palabras, «las acciones de EE.UU. en este asunto ya no necesitan entenderse como un acto de amistad, sino que constituyen una interferencia en la soberanía de Alemania y la UE«.

Por su parte, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Alberto Pereyra Mele, opina que EE.UU. actúa contra los proyectos energéticos rusos porque quiere reemplazarlos en el mercado europeo.

  • TurkStream es el proyecto de gasoducto que conecta Rusia y Turquía a través del mar Negro, con el objetivo de aumentar significativamente la fiabilidad del suministro de gas de la parte sur y sudeste de Europa
  • El Nord Stream 2 es un gasoducto que consiste de dos tuberías paralelas con una longitud total de 1.230 kilómetros y permitirá duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hasta Alemania a través del mar Báltico
  • El gasoducto corresponde a una expansión del actual gasoducto Nord Stream, y podrá abastecer a 26 millones de hogares y reducir considerablemente el coste de energía en las desmesuradas facturas de los ciudadanos europeos