Entradas

En una magnífica master class de Francisco Javier Martinez en el Canal de “Detrás de la Razón” que conduce el afamado periodista mexicano Roberto de la Madrid, analiza las circunstancia los beneficiarios y los claroscuros de la desaparición física del jefe del Grupo Wagner: Yevgueny Prigozhin, que incita a la reflexión

La gobernanza china es muy paciente, planifica a largo plazo y, si hace falta, corrige y se adapta. Aquí, da igual, esté quien esté en el gobierno, se siguen aplicando las mismas recetas, ya caducadas y fracasadas

— Los BRICS celebran una cumbre marcada por la ampliación de un bloque que pretende desafiar la hegemonía de EEUU

Por Juan Laborda para el Diario.es

La palabra BRICS —Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica— fue una ocurrencia que allá por los años 90 se sacó de su chistera el economista de Goldman Sachs Jim O’Neill para referirse a aquellos países emergentes cuya actividad económica, sobre todo industrial, no paraba de crecer, y que, poco a poco, ganaban peso en la economía global. Sin embargo, nadie por aquella época fue capaz de prever lo que ya son hoy en día, no solo desde un punto de vista económico, sino, y, sobre todo, geopolítico, un contrapoder en toda regla a la hegemonía occidental de los dos últimos siglos.

El nexo en común que une a todos ellos, tanto a los países que inicialmente formaban parte del acrónimo BRICS, como aquellos que hace unos pocos días han decidido que se les unirán el año que viene —Irán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Egipto y Etiopía— es su hartazgo de los países occidentales, muy especialmente del dominio blanco y anglosajón. Nos perciben como imperialistas, cínicos, racistas, y con una moralina barata alrededor de un término manoseado hasta niveles nauseabundos, la democracia. Y ahí tienen razón. Nuestras democracias han devenido en Totalitarismos Invertidos, donde al final unas élites económicas y burocráticas acaban imponiendo sus deseos al resto de la ciudadanía. Y todo ello en nombre de lo que “es correcto”.

Pero por encima de todos ellos destaca por su pujanza económica, tecnológica, educativa, y militar, China. En el momento actual ningún país occidental puede hacer frente a la gobernanza china. La perversión política, económica y social en que se han convertido nuestras democracias —sociedades donde se expande sin freno la desigualdad, en beneficio de unas élites caprichosas y egoístas, y donde hay un claro empeoramiento de las condiciones de vida, sobre todo de los más jóvenes— sin duda alguna lo ha facilitado. Además, la gobernanza china es muy paciente, planifica a largo plazo, y, si hace falta, corrige y se adapta. Si ha habido errores, no duda en cambiar de dirección con tal de conseguir los objetivos de largo plazo. Aquí, da igual, esté quien esté en el gobierno, se siguen aplicando las mismas recetas, ya caducadas y fracasadas. Todo por favorecer ciertos instintos de clase.

La política económica de China

Los últimos 150 años son, en la interpretación china, un paréntesis del que han aprendido los errores. Bajo esta interpretación, lo que estamos viendo se puede resumir en una frase: “China is not emerging. It is re-emerging”. Nadie, ni siquiera los Estados Unidos, puede competir con un país con un desarrollo tecnológico, como es el caso de China, que además tiene un control estatal de la tierra, de la banca y una planificación estratégica de largo plazo. Solo un conflicto de orden militar puede frenar aquello que es inevitable. Por eso, en beneficio de toda la humanidad, lo más sensato es asumir la nueva realidad multipolar y cooperar.

Donde sin duda la visión de largo plazo del país del lejano Oriente ha quedado perfectamente plasmada es en la política económica. Para entender las expectativas de futuro en los distintos ejes de la política de China, es fundamental aproximarse a Xulio Ríos y su Observatorio de la Política China. Ríos nos recuerda cómo a mediados de diciembre de 2020 tuvo lugar la Conferencia Central sobre Trabajo Económico, que se vio complementada con la celebración de la primera Conferencia Central sobre el Trabajo relacionado con la Gobernanza Integral, que se celebró entre el 16 y el 17 de noviembre de ese mismo año. Ambas piezas formaban parte de una misma agenda que marcaba el rumbo de China en los próximos años tanto en lo político como en lo económico.

Según Xulio Ríos lo más llamativo era la brutal crítica que desde el gobierno se hacía a los gigantes nacionales de Internet “por estar demasiado concentrados en el éxito rápido y obsesionados con monetizar su gran base de usuarios cuando lo que deberían hacer es invertir en innovación tecnológica y obtener mayores beneficios dentro de ese sector”. Se les conminaba además a que “hicieran más por asumir la responsabilidad en la promoción de la innovación en ciencia y tecnología, fundamental responsabilidad social de ese tipo de empresas”. Y reiteraba la importancia de los nuevos reglamentos en curso para “erradicar el monopolio de la industria, con 27 empresas, entre ellas Alibaba, Tencent y JD.com en la lista”. Todo ello coincidió con la reunión del Buró Político del 11 de diciembre de ese mismo 2020 en la que se subrayó el “papel estratégico de la ciencia y la tecnología”, al tiempo que se pidió el “fortalecimiento de los esfuerzos antimonopolios y la prevención de la insalubre expansión del capital”.

En paralelo, cabe destacar igualmente el incremento de la vigilancia sobre los casos “demasiado grandes para fracasar”, multiplicando los controles para evitar riesgos sistémicos asociados a las empresas tecnológicas y el mercado de micropagos. Se trataba de una estrategia diseñada para fortalecer los esfuerzos antimonopolio y la prevención de una “insalubre expansión de capital”. En la Conferencia Central de Trabajo Económico se enunció el objetivo de fortalecer las tecnologías estratégicas nacionales con esfuerzos que incluían aprovechar al máximo el papel del Estado en la organización de las principales innovaciones científicas y tecnológicas. Es decir, el sector público iba a desempeñar en el futuro un papel de mayor significación en este ámbito. Las iniciativas del PCCh apuntaban claramente a limitar el poder de las grandes empresas privadas del sector a través del impulso de regulaciones restrictivas que afectarán tanto a su tamaño como a sus actividades a fin de que no pongan en riesgo ni la seguridad financiera, ni económica, ni política del país.

Desde el país del lejano Oriente decidían meter mano sin titubear en dos temas que constituyen ya un cáncer en Occidente: la financiarización de la economía y las empresas demasiado grandes para quebrar. No se permite, ni se va a permitir, monetizar beneficios a costa de inversiones futuras en ciencias y tecnología, y tampoco se permitirá que las empresas alcancen un tamaño que ponga en riesgo la seguridad financiera, económica y política de China. Sin duda han estudiado juiciosamente las debilidades de Occidente y han aprendido la lección. ¿Nosotros? ¡Me temo que aún no! Los intereses de clase mandan.

Fuente El Diario.es

Link: https://www.eldiario.es/opinion/zona-critica/inexorable-periodo-hegemonia-china_129_10475930.html

EUROPA Y SUS CRISIS EN TODOS LOS FRENTES es el tema central de la Columna del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, con el que analiza las graves circunstancias del Viejo Continente, tanto en lo interno como en lo externo, mientras sigue atrapada en un profundo letargo geopolítico impuesto por la sumisión de las autoridades de la UE a la estrategia de EEUU, que la relegan a una paupérrima irrelevancia geopolítica, cuando el mundo vive una histórica lucha entre un Occidente en declive, contra China, como líder absoluto del ascenso imparable del Sur Global.

Y nos habla del frente de Ucrania y del fracaso confirmado de la que iba a ser la victoriosa contraofensiva de Zelensky, aportando datos escalofriantes de bajas y daños, mientras los medios occidentales achacan ahora toda la culpa al destrozado ejército ucraniano y sus centenares de miles de muertos, cuando éste fue entrenado y equipado por la OTAN, además de dirigidos por sus estrategas. Una OTAN que para tapar la realidad, se enreda ahora en sus contradicciones y abre una pantalla de terror y confunde a la ciudadanía con los supuestos riesgos de Polonia en su frontera con Bielorrusia y la presencia allí del grupo Wagner.

También explica las razones del gran chasco de la UE con su fallida promesa de multiplicar por mucho la producción de armas y municiones para Ucrania, que solo fue un discurso vacío imposible de cumplir. Y que China acaba de prohibir la venta a Europa de minerales estratégicos y básicos para la industria de alta tecnología, algo que favorece a EEUU, precisamente quién exige a Bruselas enfrentarse con Pekín.

Luego analiza el Laberinto Francés, que además de los graves problemas internos de todo tipo que padece, ahora se consuma su expulsión de África luego del golpe en Níger y de incentivar una desvanecida invasión militar a ese país. Por lo que se encuentra con el fin de los privilegios coloniales por el expolio de recursos naturales de esa región, que significaban la mayor fuente de su riqueza histórica y actual.

Además, nos comenta que en Alemania se agudizan los problemas económicos debido al precio y carencia del gas para la industria, mientras sigue comprando el odiado gas ruso en el mercado negro, mucho más caro que hace dos años.

Y dejando el escenario europeo lleno de nubarrones, comenta que continúa la crisis del sistema político israelí en medio de sus despiadados ataques a la población Palestina.

Que no se paralizo el plan de paz para Ucrania propuesto por Arabia Saudita.

Que China y Emiratos árabes Unidos iniciaron las primeras maniobras aéreas conjuntas de la historia.

Que las tensiones en el Mar de China continúan especialmente con países limítrofes como Filipinas.

Y que en Sudamérica vuelve a estar encima del tapete los temas de la Amazonia y el calentamiento global, reforzando el convencimiento de que sobre el cambio climático, los países desarrollados deben hacerse cargo de sus terribles acciones que han llevado a esta situación.

Eduardo Bonugli (Madrid, 13/08/23)

Moscú (Prensa Latina) En vísperas de la cumbre de la OTAN, el New York Times publicó un interesante artículo de dos de sus autores (Gray Anderson y Thomas Mini) con un bien llamativo título: “La OTAN no es lo que ellos dicen ser”.

Por Leonid Savin*

El artículo comienza destacando los últimos acontecimientos vinculados a la alianza, incluida la admisión de Finlandia y la invitación de Suecia, y también se hace una revelación extremadamente importante: “..Desde el principio mismo de su existencia, la OTAN nunca se propuso como objetivo principal la acumulación de poder militar. Con 100 Divisiones en pleno apogeo de la guerra fría, no podía enfrentar a los efectivos del pacto de Varsovia, la alianza no estaba en condiciones de repeler una invasión soviética, e incluso, las armas nucleares del continente estaban bajo el control de Washington. Más bien, el objetivo estadounidense fue vincular a Europa Occidental a un proyecto de establecer un orden mundial mucho más grande, liderado por los Estados Unidos, en el que la “protección” del Pentágono sirvió solo como palanca para hacerse de concesiones en otros temas, como el comercio y la política monetaria, por ejemplo. En esta misión, Washington resultó ser sorprendentemente exitoso…”.

También describe cómo, a pesar de la resistencia de varios países de Europa del Este a unirse a la OTAN, al final fueron arrastrados a ella mediante el empleo de todo tipo de trucos y manipulaciones. Los ataques a Nueva York en 2001, en manos de la casa Blanca, jugaron un papel definitorio. Washington declaró una “guerra global contra el terrorismo”, estableciendo un régimen de terror equivalente, en sentido literal, al de Iraq y Afganistán y, en sentido figurado, arrastrando a la fuerza a los nuevos miembros de la OTAN. Porque a través de la OTAN, estos países fueron mucho más fáciles de controlar.

Gray Anderson y Thomas Mini también develan los objetivos estratégicos fundamentales de Estados Unidos cuando señalan que: “…la OTAN funciona exactamente como fue diseñada por los planificadores estadounidenses de la posguerra, arrastrando a Europa a la dependencia del poder estadounidense, lo que reduce su espacio de maniobra. Lejos de ser un costoso programa de caridad, la OTAN proporciona influencia estadounidense en Europa a muy bajo costo. Las contribuciones de Estados Unidos a la OTAN y a otros programas de asistencia a la seguridad en Europa representan solo una fracción muy pequeña del presupuesto anual del Pentágono, menos del seis por ciento según una estimación reciente…”.

En Ucrania el panorama es todavía más claro. Washington será el garante de la seguridad militar y sus corporaciones se beneficiarán de una gran cantidad de pedidos de nuevas armas desde Europa, mientras tanto, los europeos asumirán los costos de la reconstrucción de la posguerra, algo para lo que Alemania está mejor preparada que para aumentar sus fuerzas armadas. La guerra también sirve como un ensayo general de la confrontación de Estados Unidos con China, en la que no es tan fácil contar con el apoyo europeo.

Además de la OTAN, Washington dispone de una segunda herramienta clave para el control de sus aliados europeos. Esta es la propia Unión Europea.

Hace más de siete años, la publicación británica The Telegraph dio la noticia de que la UE no era más que un proyecto de la CIA.

El artículo señala hechos tales que la “Declaración de Schumann”, que marcó el tono de la reconciliación franco-alemana y condujo gradualmente a la creación de la Unión Europea, fue una acción articulada por el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Dean Acheson, en una reunión en el Departamento de Estado.

La principal organización fantasma de la CIA por entonces fue el “Comité Estadounidense para una Europa Unida”, presidido por William J. Donovan, un experimentado agente de inteligencia quien durante la guerra dirigió la Oficina de Servicios Estratégicos, sobre la base de la cual surgió en 1947 la Agencia Central de Inteligencia.

Otro documento sugiere que en 1958, este comité proporcionó el 53,5 por ciento de los fondos del “Movimiento Europeo”, en momentos en que su consejo estaba compuesto por figuras como Walter Bedell Smith y Allen Dulles, quienes dirigieron la CIA en los años 50.

Finalmente, hoy se conoce el papel de los Estados Unidos en la creación e imposición a la UE del tratado de Lisboa. Washington lo necesitaba para que fuera más fácil gobernar a Bruselas a través de sus títeres.

Pero ya ni eso es suficiente y a Estados Unidos le parece poco. En la víspera de la cumbre de la OTAN, el ex embajador estadounidense ante la Unión Europea, Stuart Eisenstadt, dijo en un artículo publicado en el periódico Financial Times, que para resolver los problemas actuales, se necesita una nueva estructura transatlántica entre los Estados Unidos y la UE, comparable a la OTAN.

Eisenstadt sostiene la indispensabilidad de coordinar un nuevo formato, de hecho, algo así como la creación de los Estados Unidos de América y Europa, donde los estados europeos, por supuesto, serán apéndices de los Estados Unidos, cumpliendo con la voluntad política de Washington.

Por lo tanto, todas las manifestaciones y declaraciones de Alemania y Francia sobre la autonomía estratégica de Europa no son más que pura retórica vacía.

Ducunt Volentem Fata, nolentem Trahunt , rezaba una máxima en la antigua Roma. Tal vez a muchos europeos les resulta desagradable darse cuenta de que los países de Europa están arrastrando los pies en una dirección que realmente no quieren.

(Traducción del ruso. Oscar Julián Villar Barroso. Doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de la Universidad de La Habana.)

rmh/ls

*Investigador científico asociado de universidad de Rusia

(Tomado de Firmas Selectas)

https://www.prensa-latina.cu/2023/08/05/la-union-europea-carece-de-voluntad-politica-propia

Niger

Por Andrew Korybko traducido y publicado en Geopolitica.ru

Los últimos acontecimientos no inspiran confianza en que pueda evitarse una guerra más amplia en África Occidental, por lo que todo el mundo debería prepararse para que estalle en algún momento a finales de este mes. Si la CEDEAO, respaldada por la OTAN y dirigida por Nigeria, no derrota rápidamente a la recién formada Coalición Saheliana de Burkina Faso, Malí y Níger (a la que posiblemente se una Guinea en alguna capacidad), se espera que Rusia apoye tangiblemente a esta última, dando lugar así a un conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría en el que Chad podría ser el «poder en la sombra».

El golpe militar patriótico de la semana pasada en Níger, llevado a cabo en respuesta al fracaso del régimen anterior a la hora de garantizar la seguridad de sus ciudadanos frente a las crecientes amenazas terroristas, se está convirtiendo rápidamente en el catalizador de lo que pronto podría convertirse en una guerra regional en África Occidental. Los países están tomando partido ante el ultimátum de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que expira este domingo, para reinstalar al derrocado presidente Mohamed Bazoum o enfrentarse a lo que probablemente sea una invasión liderada por Nigeria y respaldada por Francia.

Antecedentes

He aquí algunos análisis pertinentes para poner a todo el mundo al día:

* «El golpe nigeriano podría cambiar las reglas del juego en la nueva guerra fría».

* El presidente interino de Burkina Faso pide a sus homólogos que dejen de ser marionetas del imperialismo».

* Occidente quiere que Nigeria invada a su vecino del norte».

* Interpretación de la respuesta oficial de Rusia al golpe de Estado en Nigeria.

* «Un ex senador nigeriano comparte 13 razones por las que su país no debería invadir Níger».

Dos nuevos acontecimientos hacen del riesgo de guerra un escenario muy real.

Una diplomacia infructuosa desemboca en amenazas de guerra y evacuaciones de emergencia

Burkina Faso y Mali, cuyos presidentes interinos fueron llevados al poder por golpes militares patrióticos y asistieron recientemente a la segunda Cumbre Rusia-África la semana pasada en San Petersburgo, declararon conjuntamente el lunes por la noche que una intervención en Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ambos. También se comprometieron a retirarse de la CEDEAO si eso ocurría. Horas más tarde, el martes por la mañana, Francia anunció la evacuación urgente de los ciudadanos de la UE de Níger, sugiriendo así que espera una guerra.

El Presidente interino de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno, que también llegó al poder en circunstancias similares a las de sus homólogos sahelianos, al parecer no pudo negociar un compromiso, como intentó hacer durante su visita a Niamey, la capital nigerina. Aunque su país no forma parte de la CEDEAO, coopera estrechamente con Níger y Nigeria contra las amenazas terroristas compartidas de Boko Harm. Chad es también una potencia militar regional que podría resultar decisiva en este posible conflicto, como se explicará más adelante.

Fuerzas extranjeras en Níger

Antes de compartir algunas previsiones de escenarios y variables relacionadas que pueden configurar la trayectoria de este probable conflicto, es importante tocar algunos otros detalles regionales, empezando por la presencia de fuerzas extranjeras en África Occidental. Níger alberga actualmente tropas francesas, estadounidenses, alemanas e italianas, y su junta afirmó el lunes que París está conspirando con los leales al antiguo régimen para coordinar ataques aéreos destinados a liberar al líder derrocado del país, detenido en el palacio presidencial.

La federación de facto entre Burkina Faso y Malí

El siguiente detalle a mencionar es que Burkina Faso y Mali están considerando seriamente fusionarse en una federación, de la que habló recientemente el presidente interino Ibrahim Traore en una entrevista con Sputnik. Estos planes, que se presentaron por primera vez en febrero, añaden un contexto crucial a su declaración conjunta del lunes por la noche de que considerarán una invasión de Níger como una declaración de guerra contra ambos y, en consecuencia, se apresurarán a defender al país vecino.

Guinea en el juego regional

En una nota relacionada, estos dos países comenzaron a explorar el potencial de cooperación trilateral con la cercana Guinea el mismo mes en que presentaron sus planes de federación. Este país se encuentra bajo gobierno militar desde finales de 2021, por lo que fue suspendido de la CEDEAO al igual que los otros dos por la misma razón. Todos ellos mantienen estrechas relaciones con Rusia, por lo que Guinea, fronteriza con el Atlántico, podría en teoría servir de conducto para que Moscú abastezca a sus socios sin litoral, a menos, claro está, que la CEDEAO y/o sus señores occidentales la bloqueen.

El factor libio

Independientemente de que esto ocurra o no, el vecino libio de Níger podría desempeñar un papel complementario en el suministro a la recién formada Coalición Saheliana. El líder del Consejo Presidencial, Mohamed Yunus al-Menfi, también asistió la semana pasada a la segunda Cumbre Rusia-África y se reunió allí con el presidente Putin, durante la cual el líder ruso se comprometió a «seguir promoviendo el progreso en las vías clave del acuerdo basado en los esfuerzos para garantizar la unidad, la soberanía y la integridad territorial del Estado libio».

Estos tres objetivos son relevantes teniendo en cuenta la advertencia de la declaración conjunta de Burkina Faso y Malí de que una invasión de Níger «podría desestabilizar toda la región, al igual que la intervención unilateral de la OTAN en Libia, que fue la raíz de la expansión del terrorismo en el Sahel y África Occidental». Su evaluación compartida es acertada y puede servir de pretexto para que Rusia aumente la ayuda militar a ellos y a Níger a través de Libia, país este último extremadamente frágil y que también podría verse desestabilizado por esta guerra que se avecina.

Posibles puentes aéreos rusos

Aunque ahora mismo no existe ningún puente aéreo conveniente entre Rusia y Libia, el tortuoso puente ruso-sirio a través del Caspio, Irán e Irak podría ampliarse a través del Mediterráneo Oriental después de repostar en la República Árabe para servir a este propósito. Si Arabia Saudí y Chad, de reciente tendencia multipolar, acceden a conceder a Rusia derechos de tránsito aéreo, podría formarse otro corredor a través de Irán, Arabia Saudí, Sudán y Chad para eludir la posible interferencia de la OTAN en el Mediterráneo.

Sin embargo, esta última ruta no puede darse por segura, después de que Sudán haya vuelto a ampliar el cierre de su espacio aéreo hasta mediados de agosto. Aunque el vicepresidente del Consejo de Soberanía de Transición de Sudán acaba de encabezar la delegación de su país en Rusia, la junta militar que representa sigue inmersa en un sangriento conflicto con las Fuerzas de Apoyo Rápido, supuestamente vinculadas a Wagner, por lo que la confianza ya no es tan fuerte como antes. Además, Chad se ha mostrado tímido sobre su postura hacia Níger, y con razón.

Cálculos militares y estratégicos de Chad

Esta potencia militar regional debe evitar excederse ante las complejas amenazas nacionales e internacionales, las primeras relacionadas con los rebeldes antigubernamentales y los Revolucionarios del Color, mientras que las segundas implican a rebeldes y terroristas extranjeros, así como el riesgo de desbordamiento del conflicto regional. Chad también está intentando reequilibrar su desequilibrada relación con Occidente desde principios de este año, lo que ejerce sobre él ciertas presiones que podrían limitar su abanico de opciones en una crisis regional.

Las diez variables principales

El estado de los asuntos militares y estratégicos descrito hasta este punto prepara el terreno para la previsión de escenarios, aunque el lector debe recordar que la dinámica caótica de cualquier conflicto implica que incluso las predicciones más convincentes podrían no cumplirse en última instancia. Dicho esto, este tipo de ejercicios de reflexión siguen siendo útiles si se basan en las relaciones objetivamente existentes entre las partes implicadas y sus cálculos más probables basados en la comprensión de sus respectivos intereses.

Todos los escenarios dependen de variables, las más pertinentes en este contexto son las siguientes:

  1. ¿Aceptará Nigeria cumplir los deseos de Occidente liderando la invasión de Níger por parte de la CEDEAO?
     
  2. ¿Se unirá Chad a Nigeria, jurará defender a Níger, jugará más tarde a ser el «poder en la sombra» o se mantendrá totalmente al margen del conflicto?
     
  3. ¿Qué papel desempeñarán las fuerzas occidentales en Níger si Nigeria invade ese país?
     
  4. ¿Atacarían a las fuerzas intervinientes burkinesas-malienses o podrían éstas atacarles primero?
     
  5. ¿Qué probabilidad hay de que otros Estados de la CEDEAO ataquen y/o invadan Burkina Faso y/o Mali?
     
  6. ¿Hasta qué punto están preparadas militar, económica y políticamente todas las partes regionales para un conflicto prolongado?
     
  7. ¿Con qué corredores logísticos podrían contar sus aliados extranjeros y qué obstáculos podrían impedirlo?
     
  8. ¿Se convertirá una guerra más amplia en África Occidental en otro conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría?
     
  9. ¿Cómo podrían afectar las tensiones entre la OTAN y Rusia en África Occidental a la guerra proxy de ambas en Ucrania?
     
  10. ¿Se sentirán envalentonados por ello otros Estados de África para resolver militarmente sus propios problemas regionales? 

De lo anterior cabe esperar los siguientes escenarios, pero ninguno de ellos está, por supuesto, garantizado:

———-

1. Conflicto limitado (escenario rápido)

* Nigeria derrota rápidamente a la junta nigerina y a sus aliados burkineses y malienses dentro de Níger, con o sin el apoyo de Francia, Estados Unidos (fuerzas aéreas y/o especiales) y/o Chad (fuerzas aéreas y/o terrestres), y deja intactos a Burkina Faso y Mali, cuyos respectivos gobiernos militares interinos permanecen en sus puestos.

2. Conflicto ampliado (escenario rápido)

* Con el apoyo directo de Francia y/o Estados Unidos, y posiblemente con cierto grado de apoyo chadiano, Nigeria lidera una fuerza de invasión de la CEDEAO que depone rápidamente a los gobiernos militares interinos de Burkina Faso, Malí y Níger, restaurando así la recién perdida «esfera de influencia» de París en África Occidental.

3. Conflicto limitado (escenario prolongado)

* Níger se convierte en un conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría, ya que la invasión de ese país por parte de la CEDEAO, liderada por Nigeria y respaldada por la OTAN, no logra deponer a su junta debido a la feroz resistencia de las fuerzas burkinabé-malienses, apoyadas por Rusia, lo que lleva a que cada bloque corteje a Chad para que intervenga de su lado como poder en la sombra.

4. Conflicto ampliado (escenario prolongado)

* Los bloques mencionados siguen siendo los mismos, al igual que el estancamiento y el estatus neutral de Chad, pero el alcance del conflicto se amplía para incluir a la Federación Burkinesa-Maliense de facto, lo que envalentona a Egipto para intervenir en Sudán y a Ruanda para hacer lo mismo en el Congo, desencadenando así una crisis a escala africana.

———-

La «carrera logística»/»guerra de desgaste» OTAN-Rusia en Ucrania afectará al apoyo que presten a sus respectivos aliados de África Occidental en los dos escenarios prolongados, y también puede influir en su decisión de provocar o no un enfrentamiento en cualquiera de los dos escenarios de la Nueva Guerra Fría. Se espera que China, India y otros grandes países neutrales como Turquía intervengan diplomáticamente también en esos escenarios prolongados, aunque en este momento es imposible predecir el éxito que tendrían.Estos dos escenarios también entrañan grandes riesgos para la estabilidad de Nigeria, ya que podrían provocar crisis económicas y de seguridad en cascada que se combinarían para formar una crisis política muy grave si las huelgas laborales paralizan el país y los rebeldes y/o terroristas explotan la nueva atención de las fuerzas armadas a Níger.Para ser claros, nada de esto está garantizado, pero tampoco puede descartarse teniendo en cuenta la fragilidad de Nigeria. Por tanto, un atolladero en Níger podría acarrear consecuencias impredecibles y posiblemente de largo alcance para este país.

Reflexiones finales

Los últimos acontecimientos no inspiran confianza en que pueda evitarse una guerra más amplia en África Occidental, por lo que todo el mundo debería prepararse para que estalle en algún momento a finales de este mes. Si la CEDEAO, respaldada por la OTAN y dirigida por Nigeria, no derrota rápidamente a la recién formada Coalición Saheliana de Burkina Faso, Malí y Níger (a la que posiblemente se una Guinea), se espera que Rusia apoye de forma tangible a esta última, lo que daría lugar a un conflicto indirecto de la Nueva Guerra Fría en el que Chad podría ser el poder en la sombra.

Traducción al español para Geopolitica.ru por Enrique Refoyo
Fuente: https://korybko.substack.com

HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE DEL ÚLTIMO AFRICANO, PARA DEFENDER EL MUNDO BASADO EN NORMAS

Por Eduardo Bonugli colaborador de Dossier Geopolitico desde Madrid

 Francia estaría preparando una invasión indirecta a Níger mientras presiona a la dividida Comunidad Económica de Estados de África (CEDEAO), para que ponga la cara y su nombre, en ese posible operativo militar contra Níger, y dar así la imagen de un conflicto interno y regional, cuando todo apunta a una nueva guerra «Proxi» de Occidente contra El Sahel africano, que se ha revuelto contra el colonialismo europeo y anglosajón.

AUDIO

Mientras que Moscú pide diálogo y negociación sin acciones militares. Lo que especialmente Francia rechaza, ya que ello conllevará tiempo y ese tiempo permitiría asentarse al nuevo gobierno de Abdurahaman Tchiani y trenzar alianzas en un escenario donde sobrevuela la posibilidad de que se dispare una ola de golpes de estado contra los gobiernos pro norteamericanos. Con Somalia ardiendo como una hoguera.

 En las capitales europeas y por medio de la prensa, se aferran con esperanzador triunfalismo, a las declaraciones del general Christopher Musa, jefe del Estado Mayor de la Defensa de Nigeria sobre que: «Estamos listos y, tan pronto como recibamos la orden de intervenir, lo haremos. Estamos seguros de obtener la victoria sobre los golpistas en un operativo relámpago.»

 Entre tanto, el relato europeo se argumenta en la «restauración del orden constitucional en un país democráticamente ejemplar, que ha mejorado la vida de la población, que lucha con éxito contra el terrorismo internacional y contra la emigración ilegal a Europa, que tiene reconocido prestigio para la Comunidad Internacional y que debe volver a ser garante de las inversiones occidentales en ese país.»

 Todo un discurso muy a juego con la reciente visita de Josep Borrell al gobierno derrocado, hace unos días, con un atuendo típico del país y dando una imagen tan estrafalaria, como funesto fue el resultado de ese viaje, lleno de malos augurios.

 A pesar de la firme y locuaz posición amenazante de Nigeria, a cargo temporal de la presidencia de la CEDEAO, la situación de este organismo es endeble ya que suspende a todo miembro que no acepte el mando vertical de Francia, su principal impulsor y geográficamente se presenta dividido por la mitad.

 Los países que reaccionaron con firmeza, alertando de una guerra total, si intervienen Níger, son El Chad, Burkina Faso, Mali y Guinea, además de Argelia, la poderosa potencia mediterránea, con buenas relaciones con Rusia. En tanto que se repiten las huidas precipitadas de europeos del país, retrotrayendo las no muy lejanas y penosas imágenes de Afganistán. Mientras en París contienen la respiración a la espera de que no haya ninguna agresión directa a sus delegaciones o a su personal, ya que ello le obligaría a una intervención directa como forma de respuesta. Situación no contemplada por la UE y la OTAN ya que como siempre, ESTA NUEVA GUERRA EXIGIRÁ HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE, DEL ÚLTIMO AFRICANO, pero nunca de un europeo o un anglosajón.

«LAGARDE Y ZELENSKY HUNDEN A EUROPA EN LA RUINA» es el título de la columna de Eduardo Bonugli, colaborador de Dossier Geopolitico en Madrid, para El Club de La Pluma.

En ella analiza cómo los bancos se han apropiado en un año, de 100 mil millones de euros de los europeos gracias a la presidenta del Banco Central Europeo y sus continuas subidas de los tipo de interés que encarece hipotecas y créditos, mientras Zelensky logra que Bruselas aumente sin límites el gasto público para la guerra de Ucrania, para la fracasada contraofensiva y para el descomunal negocio de tráfico ilegal de armas.
Y en paralelo a éste frenesí de gastos, nos informa que la UE ya prepara un inminente golpe a sus propios ciudadanos con ajustes sociales y recortes presupuestarios.

También nos recuerda la trayectoria nazi de Zelenzky, la condena por corrupción de Lagarde, así cómo otra condena similar de Josep Borrell, y las investigaciones sobre Úrsula Von der Layen por privilegios a las farmacéuticas.

Y concluye reflexionado que «… en manos de está gente está gran parte de la economía del mundo y la posibilidad de una guerra nuclear»

Carlos Pereyra Mele
Dossier Geopolitico.

El centenario Henry Kissinger se reunió en Beijing con los líderes chinos, para reanudar el vínculo entre ambas superpotencias, contener a los impacientes y limitar los riesgos de la IA

por Eduardo J. Vior
analista internacional

El pasado martes 18 el exsecretario de Estado de Estados Unidos (1969-74) Henry Kissinger visitó de urgencia en Beijing al presidente Xi Jinping, al Encargado de las Relaciones Internacionales en el Buró Político del PCCh, Wang Yi, y al ministro de Defensa, Li Shangfu. Aún no queda claro por cuenta de quién viajó ni su misión específica, pero es evidente que se trató de un recurso de última instancia, para restablecer canales de comunicación hoy rotos, evitar malentendidos que podrían llevar a la catástrofe y mandar a los rincones a los aventureros de ambos bandos. Algunos indicios, empero, permiten suponer que en las reuniones también se habló sobre la posibilidad de acordar regulaciones de la Inteligencia Artificial (IA). Hace falta, empero, mucho más que un viaje, para que reine un mínimo de normalidad en las relaciones entre el viejo hegemón y su desafiante.

Los elogios del liderazgo chino al responsable de reiniciar en 1971 las relaciones sino-norteamericanas fueron fulgurantes. La BBC, en tanto, llegó a sugerir que, “dada su enorme estatura en China, [Kissinger] podría actuar como canal de apoyo para las negociaciones entre Estados Unidos y China”. Sin embargo, en su sesión informativa diaria del mismo martes el Departamento de Estado echó agua fría sobre esta última posibilidad, subrayando que Kissinger había viajado puramente como ciudadano privado.

Inmediatamente después del viaje de Kissinger, el martes pasado, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, indicó que el secretario de Estado Antony Blinken se enteró de los planes de viaje de su antecesor por sus propias reuniones con funcionarios chinos en Beijing el mes pasado. “Éramos conscientes de que Henry Kissinger iba a viajar a China”, dijo Miller a los periodistas. El vocero declaró también que no tenía conocimiento de ninguna conversación prevista del Departamento con Kissinger, “pero no me sorprendería que en algún momento informara a los funcionarios de aquí sobre sus conversaciones”. “Lo ha hecho varias veces desde hace décadas“, dijo.

Evidentemente, Henry Kissinger planeó y ejecutó su viaje, sin dar parte al Departamento de Estado. Las declaraciones de Blinken revelan también que la excursión molestó mucho a los diplomáticos y que la recepción que los líderes chinos dieron al viejo zorro relativizó los recientes viajes a China del propio Blinken, de la secretaria del Tesoro Janet Yellen y del enviado presidencial para el Cambio Climático, John Kerry. Los funcionarios chinos recibieron a estas visitas correcta, pero no calurosamente. De los tres el primer ministro chino Xi Jinping sólo se reunió con Blinken.

La razón de esta frialdad está en la rispidez de las relaciones entre ambos países. Durante la última década el clima político en Washington se ha tornado marcadamente antichino. Una de las pocas áreas de consenso entre demócratas y republicanos consiste en considerar a China como un rival en lugar de un socio. Esto comenzó ya, cuando Obama lanzó en 2009 su estrategia de “pivote asiático” y en 2015 acordó con otros 14 países el Tratado Transpacífico. El gobierno de Trump, en tanto, retiró a EE.UU. del tratado, pero intensificó la hostilidad contra China. Tal como se mostró en la cumbre bilateral de Anchorage, Alaska, en abril de 2021, el gobierno de Biden, por su parte, sustituyó los compromisos adquiridos con Beijing y giró por una aguda confrontación.

Durante los dos años siguientes Estados Unidos puso en marcha el pacto militar Quad (EE.UU., India, Australia y Japón) y lanzó el Marco Económico Indopacífico, ambos diseñados para aislar y rodear a China. El gobierno demócrata impuso también controles a las exportaciones norteamericanas hacia el país asiático mucho más rígidas que las de Trump. El presidente Joe Biden rompió, además, la tradición de los últimos cincuenta años y dejó de considerar el status de Taiwán como una cuestión interna de China, anunciando que Estados Unidos intervendrá, para evitar la reincorporación de la isla a su patria por medios militares. Como los norteamericanos saben que eso sólo sucedería, si el gobierno de Taipei declara su secesión de China, en realidad lo están alentando a hacerlo, provocando así la ira de Beijing.

El aumento de la presión militar norteamericana y su ruptura de la cooperación económica con el gigante asiático irritan profundamente al alto mando chino y, aparentemente, están alentando a belicistas que también habría en el Ejército Popular de Liberación (EPL) que quieren desafiar ya la hegemonía mundial de EE.UU. La ruptura de los canales de comunicación entre ambas superpotencias hace temer, por lo tanto, que una maniobra inesperada de una sea malinterpretada por la otra y se desate el holocausto nuclear. Ante tamaño descalabro de las relaciones bilaterales, festejar a Kissinger es uno de los modos en que el liderazgo supremo señala que las relaciones serían mucho mejores, si Washington volviera a la política exterior de hace una década.

Este panorama preocupante no explica todavía, por qué, a sus cien años, el antiguo Consejero de Seguridad Nacional de Richard Nixon se tomó el trabajo de volar 14 horas, para sentarse a tomar el té con la dirigencia pequinesa. No es creíble que haya sido por vanidad, como sugieren sesudos analistas estadounidenses. Tampoco suena lógico pensar que haya sido una gestión individual.

Una primera explicación puede darla la agenda de la última reunión del Club Bilderberg que se celebró en Lisboa del 18 al 21 de mayo pasado. Kissinger participa ininterrumpidamente desde 1957 en las conferencias anuales de este exclusivo cenáculo. Durante décadas, hasta su muerte en 2017 el cónclave estuvo marcado por la presencia de David Rockefeller, entonces jefe de la dinastía, a quien Kissinger acompañó desde su juventud. El cónclave sesiona habitualmente con la participación de 120 a 130 representantes de sectores militares, de inteligencia (la CIA y el M16 británico), el secretario general de la OTAN y los presidentes de las principales corporaciones financieras, petroleras, tecnológicas y de medios de comunicación. En el último encuentro participaron Google/Alphabet, Pfizer, Deepmind, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, British Petroleum, Total Energies, líderes políticos, académicos y grupos de medios (The Economist, Bloomberg), entre otros.

La Inteligencia Artificial, la guerra en Ucrania, el crecimiento de China, Europa, la crisis del liderazgo de Estados Unidos, la OTAN, la presencia de India, el sistema bancario (por el reciente colapso de algunos bancos en Estados Unidos y del Credit Suisse en Europa), los desafíos fiscales, la política industrial, el comercio y la transición energética formaron parte de los temas de agenda del encuentro que, como siempre, sesionó a puerta cerrada.

Aunque parezca extraño, la Inteligencia Artificial y el ascenso de China como potencia mundial son dos temas estrechamente interrelacionados. Pocos días antes de la reunión anual Eric Schmidt, miembro de la junta de Bilderberg y antiguo jefe de Google, declaró en una audiencia del Congreso que la IA “está en el centro” de la competencia entre China y Estados Unidos y que “China está dedicando enormes recursos para superar a EE.UU. en tecnologías, en particular en IA”.

Schmidt reconoce los riesgos existenciales de la IA, advirtiendo incluso que “las cosas podrían ir peor de lo que la gente dice”, pero rechaza el llamamiento hecho por algunos expertos, entre ellos Elon Musk, para que se haga una pausa de seis meses en el desarrollo de la IA, porque cualquier retraso “simplemente beneficiará a China”. Detrás de esta posición impera una lógica aberrante: “tenemos que seguir adelante con el desarrollo de algo que podría destruirnos, antes de que China lo convierta en algo que podría destruirnos”.

Aunque, como los investigadores advierten, con el inminente lanzamiento de la nueva generación de Chat GPT-5 de OpenAI, los debates presidenciales de 2024 podrían ser ganados por un chatbot ingenioso y carismático, la cuestión del liderazgo estadounidense estuvo en la agenda de la conferencia de Bilderberg. Contrariamente a Schmidt, Sam Altman, Director General de OpenAI, está a favor de la “intervención reguladora de los gobiernos” que, según él, “es fundamental para mitigar los riesgos de modelos cada vez más poderosos”. La discusión no fue saldada en el encuentro ni puede serlo discursivamente, porque detrás de ella se esconden estrategias contrapuestas.

Toda la elite norteamericana coincide en la debilidad relativa de Estados Unidos frente a China, pero se divide entre aquéllos que quieren dialogar con el liderazgo pequinés, para limitar los riesgos cada vez mayores de destrucción del mundo y así canalizar civilizadamente la competencia, y quienes son partidarios de atacar ya a China, antes de que se haga demasiado poderosa.

Considerando el vertiginoso desarrollo actual de la IA, los peligros que entraña y la competencia estratégica entre EE.UU. y China, no sería descabellado suponer que Henry Kissinger viajó a Beijing, para sondear la voluntad y la capacidad de los líderes chinos de volver a poner en funcionamiento los canales de comunicación entre ambas potencias, para generar medidas de confianza mutua que eviten malentendidos capaces de desatar un choque militar. Al mismo tiempo les habría propuesto contener el desarrollo de la Inteligencia Artificial, para evitar que desborde el control humano y hasta incluso desate una guerra indeseada.

El contexto en el que tuvo lugar el viaje, combinado con el informe de Xinhua sobre sus conversaciones, induce a pensar que él y el ministro de Defensa Li se convencieron mutuamente de que sus respectivos líderes realmente no desean una guerra caliente. Evidentemente, el liderazgo político chino y los conductores oficiosos de Occidente quieren limitar a los intransigentes propios y ajenos. Por ello, se acordó que Kissinger realizara su viaje secreto y empezara a dilucidar el peligroso dilema de seguridad que ata hoy a ambas superpotencias.

Es demasiado pronto para evaluar el éxito de sus esfuerzos y los observadores solo pueden discernir que en los niveles más altos del poder existe un interés mutuo en esto. Sin embargo, el esfuerzo del Departamento de Estado por minimizar la importancia del viaje y algunas acciones aventureras de militares chinos en el estrecho de Taiwán indican que el peligro todavía no está aventado. El tiempo corre y el riesgo aumenta. Kissinger no está en condiciones de viajar todas las semanas a China. Es hora de que ambas capitales tomen el teléfono y empiecen a hablar en serio.

Nota Publicada en TELAM, que el autor auroriza a publicarla en Dossier Geopolitico

https://www.telam.com.ar/notas/202307/635007-kissinger-china-superpotencias-analisis.html

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición de Dossier Geopolitico

La ficción de la «narrativa occidental» comienza a resquebrajarse  frente a la realidad cotidiana….dejando claro que la única verdad es la realidad. Realidad que empieza a emerger de manera prístina a pesar de los esfuerzos por deformarla y/o ocultarla. Dossier Geopolitico

UNA HOGUERA DE VANIDADES
La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificial puede, en sí misma, traer la victoria
Alastair Crooke 18 de julio Fundación de la Cultura Estratégica

La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificiosa puede, en sí misma , traer la victoria. Es una fantasía que se ha extendido por Occidente, con más énfasis desde el siglo XVII. Recientemente, el Daily Telegraph publicó un video ridículo de nueve minutos que pretendía mostrar que «las narrativas ganan guerras» y que los reveses en el espacio de batalla son secundarios: lo que importa es tener un hilo de narrativa unitaria articulado, tanto vertical como horizontalmente, a lo largo de todo el mundo. el espectro, desde el soldado de las fuerzas especiales en el campo hasta el pináculo de la cúspide política.

La esencia de esto es que ‘nosotros’ (Occidente) tenemos una narrativa convincente, mientras que la de Rusia es ‘torpe’: ‘Por lo tanto, ganar es inevitable’.

Es fácil burlarse, pero sin embargo podemos reconocer en él cierta sustancia (incluso si esa sustancia es una invención). La narrativa es ahora cómo las élites occidentales imaginan el mundo. Ya sea la emergencia pandémica, el clima o las ‘emergencias’ de Ucrania, todas se redefinen como ‘guerras’. Todas son ‘guerras’ que deben pelearse con una narrativa unitaria impuesta de ‘ganar’, contra la cual está prohibida toda opinión contraria.

El defecto obvio de esta arrogancia es que requiere que estés en guerra con la realidad. Al principio, el público está confundido, pero a medida que proliferan las mentiras y se superponen mentiras, la narración se separa cada vez más de la realidad tocada, incluso mientras las nieblas de la deshonestidad continúan envolviéndola libremente. Se establece el escepticismo público. Narrativas sobre el ‘por qué’ de la inflación; si la economía es saludable o no; o por qué debemos ir a la guerra con Rusia, comienzan a deshilacharse.

Las élites occidentales han ‘apostado sus camisas’ al control máximo de las ‘plataformas de medios’, la conformidad absoluta de los mensajes y la represión despiadada de las protestas como modelo para mantener el poder.

Sin embargo, contra todo pronóstico, el MSM está perdiendo su control sobre la audiencia estadounidense. Las encuestas muestran una creciente desconfianza hacia los HSH estadounidenses. Cuando apareció el primer programa de Twitter ‘anti-mensaje’ de Tucker Carlson, el ruido de las placas tectónicas chocando entre sí era imperdible, ya que más de 100 millones (uno de cada tres) estadounidenses escuchaban iconoclasia.

La debilidad de este nuevo autoritarismo ‘liberal’ es que sus mitos narrativos clave pueden romperse. Uno solo tiene que esperar que lentamente, la gente comience a hablar de la realidad .

Ucrania: ¿Cómo se gana una guerra imposible de ganar? Bueno, la respuesta de élite ha sido a través de la narrativa. Insistiendo contra la realidad en que Ucrania está ganando y Rusia se está ‘quebrando’. Pero tal arrogancia eventualmente es desmentida por los hechos sobre el terreno. Incluso las clases dominantes occidentales pueden ver que su demanda de una ofensiva ucraniana exitosa ha fracasado. Al final, los hechos militares son más poderosos que la palabrería política: un lado es destruido, sus muchos muertos se convierten en la trágica ‘agencia’ para derribar el dogma.

«Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones… [sin embargo] a menos que Ucrania gane esta guerra, no hay ningún posibilidad de membresía que debatir en absoluto»: declaración de Jens Stoltenberg en Vilnius . Así, tras instar a Kiev a arrojar a más (cientos de miles) de sus hombres a las fauces de la muerte para justificar su pertenencia a la OTAN, esta última da la espalda a su protegida. Después de todo, fue una guerra imposible de ganar desde el principio.

La arrogancia, en un nivel, residía en la confrontación de la OTAN y de su supuesta doctrina militar y armas ‘superiores’ frente a la de una obsoleta rigidez militar rusa, al estilo soviético y de su oculta ‘incompetencia’.

Pero los hechos militares sobre el terreno han expuesto la doctrina occidental como arrogancia, con las fuerzas ucranianas diezmadas y el armamento de la OTAN tirado en ruinas humeantes. Fue la OTAN la que insistió en recrear la Batalla del 73 Este (desde el desierto iraquí, pero ahora traducida a Ucrania).

En Irak, el ‘puño blindado’ golpeó fácilmente las formaciones de tanques iraquíes: de hecho, fue un ‘puño’ que golpeó a la oposición iraquí ‘por seis’. Pero, como admite francamente el comandante estadounidense en esa batalla de tanques (Coronel Macgregor), su resultado fue en gran medida fortuito contra una oposición desmotivada.

No obstante, ’73 Easting’ es un mito de la OTAN, convertido en la doctrina general de las fuerzas ucranianas, una doctrina estructurada en torno a las circunstancias únicas de Irak.

Sin embargo , la arrogancia, de acuerdo con el video del Daily Telegraph , asciende verticalmente para imponer la narrativa unitaria de una próxima ‘victoria’ occidental en la esfera política rusa. Es una vieja historia que Rusia es militarmente débil, políticamente frágil y propensa a las fisuras. Conor Gallagher ha demostrado con amplias citas que fue exactamente la misma historia en la Segunda Guerra Mundial, lo que refleja una subestimación occidental similar de Rusia, combinada con una gran sobreestimación de sus propias capacidades.

El problema fundamental con el ‘engaño’ es que la salida (si es que ocurre) se mueve a un ritmo mucho más lento que los eventos. El desajuste puede definir resultados futuros.

Puede estar en el interés del Equipo Biden ahora supervisar una retirada ordenada de la OTAN de Ucrania, de modo que evite convertirse en otra debacle de Kabul.

Para que eso suceda, el Equipo Biden necesita que Rusia acepte un alto el fuego. Y aquí radica el defecto (que en gran medida se pasa por alto) de esa estrategia: simplemente no le conviene a los rusos «congelar» la situación. Nuevamente, la suposición de que Putin ‘saltaría’ ante la oferta occidental de un alto el fuego es un pensamiento arrogante: los dos adversarios no están congelados en el significado básico del término, como en un conflicto en el que ninguna de las partes ha sido capaz de prevalecer sobre la otra. otros, y están atascados.

En pocas palabras, mientras que Ucrania está estructuralmente al borde de la implosión, Rusia, por el contrario, es completamente plenipotencia: tiene fuerzas nuevas y grandes; domina el espacio aéreo; y tiene casi el dominio del espacio aéreo electromagnético. Pero la objeción más fundamental a un alto el fuego es que Moscú quiere que el actual colectivo de Kiev desaparezca y las armas de la OTAN del campo de batalla.

Entonces, aquí está el problema: Biden tiene una elección, por lo que sería adecuado para las necesidades de la campaña demócrata tener una ‘reducción ordenada’. La guerra de Ucrania ha expuesto demasiadas deficiencias logísticas estadounidenses más amplias. Pero Rusia también tiene sus intereses.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente» a emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares). desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente». emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Con la invención de Occidente vino la invención de la historia occidental: un linaje elevado y exclusivo que proporcionó una justificación histórica para la dominación occidental. Según el jurista y filósofo inglés Francis Bacon, sólo hubo tres períodos de aprendizaje y civilización en la historia humana: “uno entre los griegos, el segundo entre los romanos y el último entre nosotros, es decir, las naciones de Occidente”. Europa».

Por lo tanto, el miedo más profundo de los líderes políticos occidentales, cómplices del conocimiento de que la ‘Narrativa’ es una ficción que nos decimos a nosotros mismos, a pesar de saber que es de hecho falsa, es que nuestra era se ha vuelto cada vez más y peligrosamente dependiente de este meta-mito. .

Tiemblan, no solo ante una ‘Rusia empoderada’, sino ante la perspectiva de que el nuevo orden multipolar liderado por Putin y Xi que está arrasando el mundo derribará el mito de la civilización occidental.

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, inicia la columna del Club de La Pluma con el fin de la cumbre de la OTAN en Lituania y preguntando: ¿Y QUÉ? ¿QUÉ PASÓ?

En clara alusión al fracaso absoluto del cónclave, que mostró una vez más la fragmentación creciente de la organización belicista occidental, que desde hace años, mientras acumula fracasos, no logra alcanzar ninguno de los objetivos propuestos.

AUDIO:

Pero también nos dice que, entre tantas ambigüedades, se dejaron entrever cosas como que el verdadero enemigo de la OTAN es China tal cual se desprende de la presencia en la cumbre de Japón, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Australia, aliados del imperio anglosajón y siempre en disputa contra el gigante asiático. E informa de la rotunda respuesta a este posicionamiento, con la reunión del presidente chino Xi Jinping y la número dos del Kremlin, Valentina Matviyenko, esos mismos días, donde reafirmaron y fortificaron la alianza estratégica de ambas potencias.

Además, nos cuenta que quedó claro que Ucrania difícilmente será socio de la OTAN, que Zelensky fue despachado con vagas promesas sin especificar, sobre una futura seguridad en su territorio, pero dejando en el aire a qué territorio se refieren. Ya que tanto el Donbás como Crimea están bajo el poder ruso, mientras que Polonia intensifica su apetito por zonas ucranianas reclamadas históricamente. También constataron el fracaso de la contraofensiva de Kiev, de la cual muchos medios estadounidenses ya reconocen la catastrófica situación de las tropas y las espeluznantes bajas que sufre. Mientras que es incierto e improbable el compromiso de la Organización de proveer armas a Ucrania. Y sobre ello, Pereyra Mele analiza las complejidades de esa cadena de producción aún sin iniciarse y con faltas de materias primas esenciales, como las tierras raras.

Y explica que la OTAN  asumió que no ha logrado ningún avance con el aislamiento a Rusia, mientras que sus sanciones no han hecho daño a su economía, y si a la occidental. Además de que también quedó demostrado en esta cumbre, que EEUU impone las condiciones a sus socios de forma unilateral y a modo “brancaleónico”. Y como ejemplo menciona la escala previa de Biden en Londres frenando en seco La Gran Bretaña Global, el muy preciado proyecto bélico militar de Inglaterra.

Finalmente aborda los últimos virajes estratégicos del presidente de Turquía y las reacciones que ha provocado en el mundo. Puntualizando que el principal objetivo de Erdoğan es su “Proyecto Pan Turco” de unificar a todas las naciones que tienen relación con el antiguo Imperio otomano y que para ello lleva una política oscilante y de vaivenes con las potencias, para que ninguna de ellas sean tan poderosas como para neutralizar su proyecto, considerando que su país es punto de encuentro y bisagra geográfica entre Oriente y Occidente.

Eduardo Bonugli (Madrid, 16/07/23)

Jefe J. Biden de la OTAN/NATO y su «empleado» Stoltenberg, Lituania 2023