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Nos parece de capital importancia, difundir está entrevista central y con ella poder confirmar que existe pensamiento estratégico en Europa, como es el caso del Dr. Profesor Glenn Diesen, a pesar del “relato” atlantista homogéneo que atosiga a la población de Occidente Y cómo deben los europeos entender que se aproxima rápidamente el “fin de la historia del unipolarismo” y de los “5 siglos de control Occidental” y que ello, es ya un hecho y que deberán optar en integrarse como península a la unión euroasiática o seguir el modelo de decadencia anglosajona o peor ir a un conflicto armado que los borrara del mapa y la historia. La tesis del Dr. Diesen es la misma que sostenemos desde hace década y media del fin del dominio occidental. Argentina Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

En su nuevo libro «La guerra de Ucrania y el orden mundial euroasiático», el profesor Glenn Diesen argumenta de manera convincente que la forma en que el mundo ha funcionado no solo durante el último siglo, sino durante los últimos 500 años, ha terminado. A partir de ahora, el sistema global será mucho más dinámico, multipolar y mucho más complejo. El profesor Diesen también muestra cómo Ucrania ha sido un peón en manos de los belicistas de la OTAN que, a pesar de sus mejores esfuerzos, sin embargo, no han podido quebrar ni a uno de sus rivales estratégicos en el sistema.

El tiempo de la impunidad occidental está terminando. La pregunta es, ¿qué viene después?

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Glenn Diesen es profesor en la Universidad del Sureste de Noruega y editor asociado en la revista «Rusia en Asuntos Globales». Muchos de ustedes ciertamente lo conocen por su trabajo con el canal de YouTube «The Duran», donde ha realizado numerosas entrevistas maravillosas junto a Alexander Mercouris.

Más de Glenn Diesen: https://www.usn.no/kontakt-oss/tilset…

Invitado por el destacado periodista Alfredo Guruceta a su programa «Con Sentido Común» que se transmite por Canal «C» de Córdoba por el sistema de Cablevisión y por FLOW a todo la República Argentina  y la República Oriental del Uruguay

En el mismo desarrollamos la titánica tarea de tratar de en los apretados tiempos televisivos transmitir la real situación mundial que se contraponen con el relato de los grandes medios masivos de comunicación oxidentales (usamos la «x» porque se han oxidado en sus ideas y con sus relatos mentirosos de la realidad internacional)

  • Frente Europa del Este la catástrofe militar Ucraniana con la caída de la supuesta fortaleza inexpugnable de Avdiivka, con una huida  y desmoronamiento del frente y que encontro a Zelenski en la Conferencia de Seguridad de Munich donde lo que realmente sobrevolaba la misma era el miedo
  • frente del Medio Oriente que ya no solo es la matanza indiscriminada  por parte del militarizado estado de Israel de una población indefensa encerrada en un gheto la palestina de Gaza sino todo los sub frente que se abren con el frente sur de Yemen cerrando el paso marítimo al Mar Rojo y causándole un grave deterioro económico a  Israel y a Europa junto con el frente norte donde Hezbollah tiene a raya al ejército de Israel  

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico 


VIDEO DE LA ENTREVISTA REALIZADA EL LUNES 19/2/2024

Por Alexéi Drobinin*

Un defecto importante del sistema económico mundial creado después del colapaso de la Unión Soviética y de la mancomunidad socialista es una extrema desigualdad en el desarrollo de países y regiones. Una de las principales causas de esto radica en el deseo y la capacidad del «Occidente colectivo» de redistribuir los recursos del resto del mundo en su propio beneficio. Se usan herramientas políticas, económicas y militares para realizarlo.

En la etapa actual, el líder de la «minoría occidental» es EEUU, cuya política combina el proteccionismo con la imposición de la libertad de movimiento transfronterizo de capitales, bienes y servicios occidentales a las economías en desarrollo. Para competidores los estadounidenses siempre tienen sanciones a imponer, provocaciones y guerras proxy. Cuando la administración de Barack Obama estuvo en el poder, el ‘palo’ de sanciones se convirtió en una herramienta favorita de la política exterior estadounidense. Joe Biden incluso desató una «guerra caliente» contra Rusia con las manos de los ucranianos.

La sensación de impunidad es propia para los británicos, para quienes las prácticas coloniales antiguas son casi un motivo de orgullo nacional. Los europeos continentales, incluida Francia, aplican tecnologías sofisticadas de intervención en los asuntos de sus antiguas colonias, como vemos en el ejemplo de África Occidental y Central, lo que provoca un creciente rechazo.

Es decir, los anglosajones y otros representantes de Occidente continúan ocupando de lo que siempre hacían: saquean a otras naciones, aunque hoy en día lo hacen bajo la cobertura de consignas de libertad, democracia y progreso. Así es el neocolonialismo actual.

Las consecuencias concretas de esta política son desequilibrios peligrosos en la economía mundial y en la distribución global de la labor y los ingresos. Intentan resolver los problemas resultantes de las prácticas neocoloniales mediante la manipulación de los mercados energéticos, alimentarios, financieros y otros. A continuación, citaremos algunos ejemplos de diferentes áreas.

Salud pública. Durante la pandemia de COVID-19, la distribución de vacunas a través del mecanismo COVAX dejó a los países rezagados económicamente con una grave escasez de vacunas. Además, bajo presión de Estados Unidos y la Unión Europea, la OMS retrasó artificialmente la certificación de la vacuna rusa Sputnik.

Seguridad alimentaria. Según la ONU, en el marco de la famosa Iniciativa del Mar Negro para la exportación de granos desde Ucrania en 2022-2023, de casi 33 millones de toneladas de cargas se enviaron un 3% a los países africanos más necesitados (Yibuti, Somalia, Libia, Etiopía). Además, se les casi privó a los africanos de acceso a los fertilizantes rusos.

Un buen ejemplo de la desigualdad en la distribución de ingresos es el mercado mundial del café. Durante la segunda Cumbre Rusia-África en 2023, el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni, señaló que en el mercado mundial del café con el volumen de 460 mil millones de dólares los ingresos de África son menos de 2,5 mil millones de dólares, a pesar de que es el mayor productor de café. Alemania, que compra materias primas en todo el mundo, obtiene 6,8 mil millones de dólares al año por su procesamiento y venta.

En el ámbito financiero y económico, las prácticas neocoloniales se manifiestan en la forma de ‘congelación’ de activos estatales y privados en países occidentales por motivos geopolíticos. El siguiente paso, al parecer, será la confiscación de fondos y su transferencia a terceros por decisión de los nuevos colonizadores.

Los organismos controlados por Estados Unidos, como el FMI, no dudan en violar sus propios estatutos con el fin de no otorgarle dólares a Rusia y Bielorrusia a cambio de derechos especiales de giro.

En este contexto, parece surrealista la destinación de recursos casi ilimitados, que superan los límites nacionales, al régimen de Kiev, que evidentemente nunca los devolverá. Los países ‘ricos’ del Occidente evaden el cumplimiento de compromisos (por ejemplo, proporcionar a los países necesitados 100 mil millones de dólares al año para resolver las tareas de adaptación al cambio climático), pero encuentran fácilmente sumas mucho más grandes para financiar el régimen de Vladímir Zelenski.

Cometer crímenes contra pueblos enteros es la tradición histórica de las élites político-militares del Euroatlántico. De acuerdo con las más modestas estimaciones, a partir del siglo XIX, solo EEUU intentó influenciar en los procesos en política interior de no menos de 150 países. De los 193 miembros actuales de la ONU, solo los 22 nunca se sometieron a ataques armados de Gran Bretaña.

El elemento inalienable del neocolonialismo son las normas de comportamiento propagadas por el “Occidente colectivo”. La estimulación de las orientaciones sexuales desviadas, el rechazo de la naturaleza humana y otras “travesuras” se aplican para arruinar los tradicionales valores espirituales y morales.

Al imponer las ideas destructivas, Occidente manifiesta una tenacidad e ingenio dignos de una mejor aplicación. Por ejemplo, en noviembre de 2023, la UE y el grupo de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico firmaron el acuerdo de asociación (en gran medida, es un documento comercial) en que se incluyeron las exigencias de que los socios de la Unión Europea, siguiendo a su ejemplo, legalizaran abortos, la agenda LGBT, la educación sexual universal y otros conceptos ideológicos de Europa moderna. De intentar varios países caribeños capitaneados por Jamaica por lo menos aplazar la suscripción del documento, el Estado insular corrió el peligro de perder el vital financiamiento exterior que necesitó para ejecutar programas sociales y económicos.

EEUU y la UE firman cualesquier acuerdos económico-comerciales basado exclusivamente en las condiciones de la excepcionalidad propia.

A propósito, las mismas condiciones se hicieron los cimientos del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea. Al estorbar la firma del documento el Gobierno de Yanukóvich, esto se volvió el motivo para el golpe de Estado en Kiev en 2014.

Las prácticas neocoloniales no se limitan a los ejemplos mencionados. Pero hay suficientes para concluir que el “Occidente colectivo” carece del derecho moral a sermonear a los demás.

Apenas arrancó solo ayer la discusión política internacional sobre los problemas de la igualdad en la comunidad mundial. En su día, marcó la pauta la Unión Soviética que, hace más de medio siglo, aportó la contribución decisiva a la restauración de la justicia, asegurando que la ONU aprobara la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales en 1960. Su efecto fue colosal. Más de 80 ex colonias pobladas por 750 millones de personas obtuvieron la independencia.

Sin embargo, el equilibrio y la igualdad no fueron recuperados por completo. Al dejar de exprimir forzosamente los recursos coloniales, las ex metrópolis pasaron a aplicar las prácticas no violentas encaminadas a explotar los países formalmente independientes, lo que perpetuó la desigualdad global.

En la actualidad, cada vez más países se pronuncian públicamente contra la injusta política de Washington, sus satélites y las organizaciones internacionales controladas por Occidente. Se multiplican los ejemplos de la fructífera cooperación interestatal entre las estructuras no encabezadas por Occidente. Están ganando terreno los BRICS, la OCS, recibió un nuevo impulso el Movimiento de Países No Alineados, en la plataforma de la ONU se fundó el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas.

Todavía queda mucho que hacer en el camino hacia la liberación de las garras neocoloniales. Se requiere elaborar el único criterio para definir el neocolonialismo. Todos los países perciben la idea de luchar contra el mismo de manera diferente. Esto depende de la experiencia histórica y las realidades contemporáneas. Occidente se esfuerza por desacreditar los procesos de soberanización como arcaísmo y revisionismo.

Un papel crucial en el inicio de la discusión internacional dedicada a todos los aspectos de este tema acuciante lo debería desempeñar el Foro de los Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Contemporáneas del Neocolonialismo “Por la Libertad de las Naciones” en Moscú. La reunión constitutiva está fijada para febrero del año en curso.

En conclusión, sería bien citar ciertas palabras del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, pronunciadas en su discurso en el Concilio Mundial del Pueblo Ruso. “Hoy luchamos por la libertad no solo de Rusia, sino todo el mundo”. Además de efectuar la operación militar especial, nuestro país contribuye a la lucha por la justicia desmintiendo y derrocamiento el neocolonialismo.

* Director del Departamento de Planificación de Política Exterior de la Cancillería rusa,

FUENTE GEOSTRATEGIA.es https://geoestrategia.es/noticia/42329/politica/neocolonialismo-y-nuestra-lucha-contra-el.html


POR JOSÉ CANDELA OCHOTORENA

Desde los tiempos del neolítico, superado el nivel tribal, las comunidades humanas más extensas que se van creando no surgen de la autoorganización. En los tiempos modernos la forma de gobierno ha sido el Imperio militar y comercial, sustentado en una cultura superadora, aunque heredera, de las formas teocráticas. El final del Imperio español no alumbró el de Holanda, ni el de Francia, principales rivales de la monarquía española, si no el de Gran Bretaña, el pirata de los mares, y el final de la hegemonía británica, no abrió el camino a Alemania o la URSS, la heredó Estados Unidos. Ningún fin de ciclo global ha sido pacífico, hasta hoy. Si comparamos el inicio de la novela “Los hijos de la medianoche”, que narra el final de la dominación británica en la India, con el capítulo de la serie “The Crown” dedicado al mismo día observamos una considerable diferencia, en la serie televisiva casi desaparece la violencia de más de veinte millones de personas desplazadas, y obligadas a cambiar de país, con que comienza el relato de Salman Rushdie. Más allá del cotilleo implícito en el éxito de la serie sobre la familia imperial británica, se encuentra la cultura global del Imperio Americano, que ha extendido nuestro foco de atención al conjunto del planeta, a través de una ilustración televisiva edulcorada. La televisión, tal y cómo nos la ofrecen desde la visión dominante, banaliza las tragedias; como las matanzas de civiles palestinos a manos del equipadísimo ejército israelita, donde las imágenes destacan al soldado con su equipo frente a los edificios en ruinas, y difuminan a las víctimas. Solo así comprendemos que los gobiernos de varios países europeos se sumen a la retirada de las subvenciones a la UNRWA, lo que les convierte en cómplices del genocidio, mientras que la protesta en las calles de Europa no desborda los límites.

EEUU supo aprovechar las circunstancias de los judíos en 1948, y ahora los necesita aún más cuando inicia la decadencia

Sin embargo, la geopolítica indica que Gaza señala las secuencias de la caída del Imperio Americano, primero fue militar, en Afganistán, ahora se hunden los mensajes willsonianos, de anticolonialismo y derechos humanos, porque, evidentemente, tras lo que estamos viendo, la bandera USA no podrá enarbolarse en la zona sin peligro de incendio. Desgraciadamente, varias decenas de miles de palestinos no podrán estudiar ese capítulo de la historia del presente. Los que sobrevivan, se asombrarán de que el único firme apoyo que tuvieron vino de una nación, Sudáfrica, a 7.000 kilómetros de distancia, aunque unida a ellos por el sufrimiento del “apartheid”, más la de un país musulmán de obediencia chiita que, en su propio territorio, persigue a sus mujeres, las cuales luchan por la igualdad y la autonomía personal. Circunstancias que nos deben hacer reflexionar sobre la tremenda complejidad de la geopolítica global en los tiempos de la cuarta revolución industrial y el desafío climático. 

Sobre el país agresor, del cual se prohíbe hablar en occidente, el sionismo agrupa a personas que, junto con los gitanos, han sufrido la peor persecución y genocidio del siglo XX en Europa, y que son ahora los guardianes del Imperio en los territorios árabe y de los persas, que albergan las mayores reservas en petróleo y gas que alimentan la civilización del capitalismo industrial. Los soldados israelitas han sumido de tal forma su función en los engranajes del Imperio, que proyectan sus rencores matando a los campesinos que habitaban las tierras de Palestina, donde fueron desterrados cómo judíos en 1945. Destierro sentenciado por los países de Europa donde habían vivido durante siglos, que no quisieron aceptarlos. 

En su trabajo de custodios Israel juega con ventaja, porque solo ellos tienen acceso a las armas desarrolladas por el capitalismo en el siglo XXI. El escenario de conflicto es un espacio geográfico y cultural, donde las identidades aún transitan desde la religión y el tribalismo hacia la construcción nacional. Un territorio inflamable, donde el poder militar es la única razón. EE. UU. supo aprovechar las circunstancias de los judíos en 1948, y ahora los necesita aún más cuando inicia la decadencia. La evidencia del colonialismo que no cesa niega el humanismo de los relatos de su modo de vida, y su liberalismo ya no engaña a nadie. Sudáfrica y la ONU en pleno lo han puesto en evidencia, exigiendo el fin de las matanzas en Gaza; una muestra evidente del dominio sin derecho que allí se ejerce. Pues solo apoyan a Washington los países que, bajo su protectorado, aspiran a seguir monopolizando las riquezas del planeta [i].

Estados Unidos es una potencia capaz de destruir el mundo, pero la destrucción global también los incluiría a ellos, por lo que están en declive

Para el momento presente, ni la ONU tiene competencias para obligar a EE UU e Israel, ni los países que compiten con EE UU por el gobierno global, China y Rusia, o la democracia iliberal y racista de la India, que hoy se alza cómo rival asiático de ambos, tienen el capital cultural y económico para sustituirlo. Sin gran convencimiento, apoyan la propuesta del alto representante europeo, Josep Borrell, y el presidente de España, Pedro Sánchez, quienes, junto al presidente de Bélgica reclaman una conferencia para que palestinos e israelitas acuerden una solución de dos estados. Pero, Israel no quiere, y los EE UU no están dispuestos a quitar a Israel la razón de la fuerza. Desaparecida casi totalmente la superioridad cultural que sustentaba la hegemonía americana hasta 2004, la única razón que la sostiene es la fuerza: Estados Unidos es una potencia capaz de destruir el mundo, pero la destrucción global también los incluiría a ellos, por lo que están en declive. Como los países de la Unión Europea son protectorados estadounidenses, la gran potencia se presenta ante los europeos como un mal menor, frente a otros aspirantes. Pero los males menores nunca han entusiasmado a nadie. 

El futuro de la Izquierda europea es inseparable del de Europa 

Durante años, Europa se ha imaginado ser el escaparate deseado de los países del Mundo. La dependencia respecto a EE UU evidenciada por la crisis de Ucrania ha dañado gravemente esa visión, y la guerra en Gaza, una vez más Oriente Medio, ha demostrado que Europa desaparece cuando se la necesita. Frente a un panorama tan desolador, nuestro continente deriva hacia su ombligo identitario, representado por el populismo neofascista y el nacionalismo económico [ii]. Con unas elites tecnológicas muy liberales en las costumbres y lo económico, y una visión de lo social que remite a la jungla, el proyecto confederal está próximo a implosionar, llevándose por delante las luces del humanismo y la razón. 

Europa desaparece cuando se la necesita. Frente a un panorama tan desolador, nuestro continente deriva hacia su ombligo identitario, representado por el populismo neofascista y el nacionalismo económico

En solo dos generaciones, el capitalismo ha destruido en Europa las bases organizativas de su alternativa, el movimiento obrero y las redes democráticas que su praxis impulsó, y lo ha conseguido utilizando su arma principal que es el nacionalismo. Falto de organización, el movimiento socialista ha sucumbido a sus errores, sin sacar enseñanzas de las experiencias. Durante el siglo XX confundió la visión del futuro a construir, los escenarios de sociedad necesarios a la acción, con una premonición bíblica, olvidando que nada existe hasta que lo construimos con los materiales que tenemos. En la política real, las teorías sirven para guiar la reflexión, pero nada sustituye al empirismo del “ensayo y error”. Cómo decía la máxima fundacional del movimiento socialista: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo [iii]. Gramsci llamaba a esta forma de pensar la “filosofía de la praxis”, entender lo escrito hasta hoy como una guía de análisis, que cada generación utiliza para escribir su historia y proyectarla hacia el futuro. Esa proyección es lo que define el carácter trasformador del socialismo.

El miedo a la trasformación social es lo que llevó a los liberales a aceptar las ideas socialdemócratas del bienestar en 1945. En 1978, ante la evidencia de la experiencia del socialismo realmente existente, la URSS era un trampantojo en ruinas para una dictadura senil, Margaret Thatcher y su homólogo americano, Ronald Reagan decidieron quitarse la careta social y apoyar un liberalismo radical, el neoliberalismo. Lentamente, los liberales han desmantelado las bases institucionales del movimiento obrero occidental, el Estado del Bienestar que permite a las personas que viven de un salario participar en lo público, sin agobios por la subsistencia. 

La izquierda europea se replegó en la defensa del pasado, y el futuro se diluyó en culturas diversas, feminismo, ecologismo, globalismo altermundista, sindicalismo corporativo y sindicalismo sociopolítico, antirracismo y otros más minoritarios, pero no irrelevantes; cada una de ellas con sus referentes políticos en cada país y, en algunos casos, articulados a nivel europeo. Paradójicamente, el arco iris cultural ha mantenido vivos los valores solidarios y del bienestar, aunque no ha podido construir alternativas viables a la inteligencia artificial y la robótica, que amenazan por desmantelarlo del todo, dejando vacía la democracia que los convirtió en instituciones estatales.

En solo dos generaciones, el capitalismo ha destruido en Europa las bases organizativas de su alternativa, el movimiento obrero y las redes democráticas que su praxis impulsó

Imaginar el futuro en el presente

Para recuperar el movimiento socialista, necesitamos reivindicar su historia, los valores del trabajo que la alimentaron, y la capacidad de éstos para adaptarse a la vida. Nacidos de la práctica laboral en cada época y de la herencia revolucionaria, Libertad, Igualdad y Fraternidad, los valores del trabajo se crean en la colaboración cotidiana entre personas, son la identidad de las profesiones y grupos de actividad, habilidades para definir problemas y construir soluciones, con las cuales se construyeron visiones del futuro que sustentaban redes de cooperación e hicieron posible la actividad sindical, las organizaciones sin ánimo de lucro, las cooperativas y el intercambio de conocimientos y experiencias. Son competencias colaborativas que permiten que personas poco instruidas utilicen la deliberación democrática para definir el bien común, y organizarse para alcanzarlo. La cultura cooperativa nace hoy de las experiencias del trabajo participativo, el cual nos señala una metodología de organización democrática, donde son las personas las que definen los problemas a resolver, y su jerarquía, en colaboración con trabajadores expertos en soluciones técnicas a los problemas. 

Todas las revoluciones igualitarias del siglo XX han reivindicado formas de democracia que trasciendan la meramente representativa, y penetra en las empresas [iv]. Con la cogestión y la autogestión, los trabajadores ponen al día una filosofía sobre la conclusión del bien común, que define la democracia laboral. Los grupos de ejecución del trabajo debaten, en círculos, para especificar los problemas, e informan las guías para los tecnólogos que proponen soluciones, y no al revés. Trasladada a la política, significa que la participación ciudadana cataloga los problemas y su jerarquía, construyendo programas para la acción política de sus representantes y su staff técnico, que así son sometidos al control democrático. Esta filosofía es más necesaria ahora, cuando los avances en la Inteligencia Artificial amenazan la libre formación del criterio democrático en las personas y naciones. Esas tecnologías, la Informática e Inteligencia Artificial, puestas del revés, suponen un arma muy poderosa para construir y facilitar el uso ciudadano de las redes para la participación y el control democrático [v].

Competencias colaborativas que permiten que personas poco instruidas utilicen la deliberación democrática para definir el bien común, y organizarse para alcanzarlo

Nos encontramos, por lo tanto, ante la necesidad de dar una nueva dimensión a la democracia: la democracia participativa que debe guiar el esfuerzo social hacia la satisfacción del bien común, y ante una nueva visión de ese bien común, basada en la deliberación ciudadana, cómo ejercicio permanente del Contrato Social. Porque, en general, las constituciones modernas son marcos para atender las prioridades de los ciudadanos, pero, las instituciones que trasladan los problemas de los ciudadanos a la acción política se encuentran gripadas por los prejuicios al interpretarlas. En todas las constituciones europeas, la propiedad está sometida al bien común, pero las instituciones priman la definición del bien común que realizan los tecnólogos y juristas. Por lo tanto, la tarea es democratizar las instituciones. Especialmente las económicas, públicas y empresas, donde se obtienen y distribuyen los recursos necesarios para el funcionamiento del conjunto del sistema. Sin perder de vista que el tamaño de los sistemas nacionales viables debe ser bastante mayor que cualquier estado europeo.

Hoy, ya sabemos que los liberales no son un freno al crecimiento de la ultraderecha en Europa, y que se están coaligando con ella para mantenerse en los gobiernos [vi]. Por lo tanto, el futuro de la Unión está en la izquierda, siempre y cuando sea capaz de construir una visión autónoma, participativa y democrática del futuro, y una estrategia gradualista para llegar a ella. Desde la izquierda, Europa adquirirá condiciones para ganárse el liderazgo frente a los aspirantes a construir nuevos imperios, abanderando la cooperación para resolver los problemas de nuestra época, sin imponer las formas [vii], pues el futuro global tendrá que ser cogobernado entre todos, o no llegará. 


[i] La lista de países que acompañan a EE UU en el apoyo a la violencia de Israel muestra a todas las potencias salidas del Imperio Británico, más las que perdieron sus imperios en el siglo XX, y a ellas se unen Alemania y otros, culpables de la expulsión de judíos a Israel en 1945. 
[ii] Conforme se deteriore la Unión, veremos más episodios de campesinos boicoteando productos de países vecinos, tanto de Ucrania en
Hungría, cómo de España en Francia.
[iii] Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach, nº 11, 1845.
[iv] Soviets en Hungría, Consejos en Turín y Baviera, 1919; autogestión en Yugoeslavia, 1946; los trabajadores de Checoeslovaquia en 1968 crearon Consejos de Empresa cuando el Partido Comunista anunció las reformas democratizadoras, Solidarsnoç, en Polonia, 1978, etc.
[v] Ver D. Acemoglu y S. Johnson (2021) Poder y progreso
[vi] Como hicieron los liberales alemanes que abrieron el camino a Hitler en 1933
[vii] Si comprendemos que la democracia es la forma civilizada de la lucha de clase, entenderemos que no se puede imponer, solo ayudar a cada pueblo alcanzar la forma de su Contrato social.

FUENTE NUEVA TRIBUNA.ES https://www.nuevatribuna.es/articulo/global/analisis-geopolitico-declive-potencias-peligroso-guerra/20240203131326222917.html

Por  M. K. Bhadrakumar

En menos de tres años, la erosión de la hegemonía estadounidense que comenzó en cascada con la derrota en Afganistán en agosto de 2021 se extendió a Eurasia, seguida de la erupción masiva en Asia Occidental a finales de 2023. Al comenzar 2024, oímos tambores lejanos en Extremo Oriente, mientras el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, percibe instintivamente una rara alineación de factores positivos que aparecen en los conflictos existenciales de Eurasia y Asia Occidental y la capitaliza con un giro estratégico para desafiar lo que Pyongyang llama una «versión asiática de la OTAN» liderada por Estados Unidos.


La Agencia Central de Noticias Coreana informó de una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores del país en la que se afirmaba que Corea del Norte «da una calurosa bienvenida al Presidente Putin para que visite Pyongyang y está dispuesta a saludar al amigo más cercano del pueblo coreano con la mayor sinceridad».


Kim, un astuto practicante de la geopolítica, pretende crear sinergias mediante una fusión estratégica que en realidad se remonta a Stalin, quien buscó a propósito enredar a Estados Unidos en un conflicto militar en la península coreana y prevenir el estallido de una tercera guerra mundial.
El cálculo de Stalin era que unos EE.UU. agotados por la intervención china en la guerra de Corea «serían incapaces de una tercera guerra mundial en un futuro próximo». Efectivamente, se demostró que tenía razón.
El 27 de agosto de 1950, Stalin escribió una carta altamente confidencial al entonces presidente checoslovaco Klement Gottwald para explicar su toma de decisiones, que llegó a los archivos ex soviéticos en 2005, para aparecer en el original ruso en la revista histórica Novaya I Noveishaya Istoriia.


Al parecer, Stalin siguió en secreto el plan de Kim Il Sung, durante el viaje secreto del líder norcoreano a Moscú en abril de 1950, no porque calculara mal que Estados Unidos no se implicaría en la guerra (como estimaban los historiadores occidentales), sino precisamente porque quería que Estados Unidos se enredara en un conflicto limitado en Asia.
Stalin tranquilizaba a Gottwald, un nervioso aliado, sobre la situación internacional y la decisión de Moscú de retirarse del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) en enero de 1950 y los motivos de la ausencia soviética del CSNU en julio de 1950 cuando se debatió la cuestión coreana, así como la abstención soviética y el no ejercicio de su derecho de veto contra la resolución estadounidense que pretendía el despliegue de una fuerza de la ONU en Corea.


Stalin escribió que «está claro que los Estados Unidos de América están actualmente distraídos de Europa en Extremo Oriente. ¿No nos da esto una ventaja en el equilibrio mundial de poder? Sin duda».
Dicho de otro modo, Europa era la principal prioridad en la estrategia internacional de la Unión Soviética, y la Guerra de Corea se veía como una oportunidad para fortalecer el socialismo en Europa mientras se desviaban los intereses y recursos estadounidenses de ese continente.

Lo que distingue a las grandes potencias como Rusia es la profundidad de su conciencia histórica para relacionar el tiempo pasado con el tiempo presente y comprender que las semillas germinales del tiempo futuro se encuentran en gran medida incrustadas en el tiempo pasado. Al fin y al cabo, el tiempo no puede tratarse como una abstracción, sino como el fundamento vital de la realidad humana. Esta debe ser una de las razones por las que hoy se especula tanto en Estados Unidos sobre el reciente aumento de los lazos entre Rusia y la RPDC.
Pranay Vaddi, director principal de control de armamento de la Casa Blanca, declaró el pasado jueves que la naturaleza de la amenaza a la seguridad que plantea Corea del Norte podría cambiar «drásticamente» en la próxima década como resultado de su cooperación sin precedentes con Rusia. «Lo que estamos viendo entre Rusia y Corea del Norte es un nivel de cooperación sin precedentes en el ámbito militar», declaró Vaddi al think tank Center for Strategic and International Studies de Washington. Y añadió: «Y digo ‘sin precedentes’ muy deliberadamente: nunca habíamos visto esto antes».


Vaddi dijo que era necesario prestar mucha atención no sólo a la ayuda de Corea del Norte, armada nuclearmente, a la guerra de Rusia en Ucrania, principalmente en forma de sistemas de misiles, sino también a «lo que podría estar yendo en la otra dirección».
Preguntó: «¿Cómo podría eso mejorar las capacidades de Corea del Norte? ¿Y qué significa eso para nuestra propia postura de disuasión ampliada en la región, tanto con Corea como con Japón?». Estados Unidos ha captado bien el mensaje de Rusia.
Las declaraciones de Vaddi, que no fueron improvisadas, se produjeron tras la visita oficial de cinco días a Moscú del ministro de Asuntos Exteriores de la RPDC, Choe Son-hui, durante la cual Putin, en un gesto poco habitual, recibió al dignatario visitante en el Kremlin. El comunicado ruso se burló de los estadounidenses al calificar crípticamente las conversaciones del ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, con Choe como «un intercambio significativo de opiniones sobre asuntos de actualidad relacionados con el desarrollo de los lazos bilaterales, centrado en «cuestiones prácticas» y en «seguir mejorando el marco jurídico contractual». Las lecturas rara vez llegan tan lejos en transparencia.
En cualquier caso, el punto de referencia era la aplicación de los «acuerdos» entre Putin y Kim durante su reunión en septiembre en el Centro de Lanzamientos Espaciales de Vostochny (puerto espacial ruso situado por encima del paralelo 51 Norte, en el oblast de Amur, en el Lejano Oriente ruso).


Al comentar la reunión del ministro Choe con Putin, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Corea del Norte «es nuestro socio más importante, y estamos centrados en seguir desarrollando nuestras relaciones en todos los ámbitos, incluidos los sensibles».
En esencia, como señaló un informe de Reuters, «Moscú dice que desarrollará lazos con los países que quiera… Rusia ha hecho todo lo posible por publicitar el renacimiento de su relación, incluidos los lazos militares, con Corea del Norte….». Para Putin… «cortejar a Kim le permite pinchar a Washington y a sus aliados asiáticos».


De hecho, Kim también está dispuesto a desempeñar su papel. Sólo en la última semana, Corea del Norte realizó una prueba de su sistema submarino de armas nucleares y Kim anunció que la unificación con Corea del Sur ya no es posible. Kim dijo que el Norte «no quería la guerra, pero tampoco tenemos intención de evitarla».
Sin duda, Rusia ha optado por redoblar su alianza con Corea del Norte. Y Kim expresó su interés en estrechar lazos con Moscú de forma muy pública, realizando una visita personal a Rusia en septiembre. El momento elegido para ese viaje fue audaz, dadas las recientes medidas de Estados Unidos para reforzar los esfuerzos trilaterales de disuasión contra el Norte con Corea del Sur y Japón.
Se está creando un «bloque» trilateral de facto con Rusia y China en oposición a la alianza trilateral entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. El apoyo de la RPDC a Rusia en Ucrania serviría a los intereses de China al contener el poder estadounidense. Y Corea del Norte gana inconmensurablemente en profundidad estratégica, gracias al apoyo de dos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto.
Un comunicado de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pyongyang tras las conversaciones del ministro Choe en Moscú decía: «La parte norcoreana apreció altamente la importante misión y el papel de la poderosa Federación Rusa en el mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio estratégicos del mundo y expresó su esperanza de que la Federación Rusa continúe adhiriéndose a políticas y líneas independientes en todos los campos también en el futuro, y así hacer una gran contribución a la paz y la seguridad internacionales y al establecimiento de un orden internacional equitativo y justo».


Tass exageró el comunicado de prensa, extrayendo de él no menos de 3 interesantes informes. En efecto, aparece un nuevo vector geopolítico en Extremo Oriente, que, a diferencia de Ucrania o Gaza, también es un foco nuclear. Por fin, la geopolítica se mueve en el sentido de Corea del Norte, un país que hace siete años ya soñaba con hundir un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense «de un solo golpe». La cuestión es que esa fantasía sigue sin ponerse a prueba.


En política, a menudo es el desvalido el que empieza la lucha, y en ocasiones el superior merece ganar, pero rara vez lo hace. Hamás, los Huties, Kim –siempre es divertido sorprender a la gente. Además, tienen menos presión, y una mentalidad ganadora de batallas que podrían transformar a un desvalido en un campeón y triunfador. El viaje de Putin a Pyongyang será observado atentamente por la administración Biden.
Andrey Sushentsov, un destacado experto ruso, escribió recientemente: «Nuestra confrontación con los estadounidenses durará mucho tiempo, aunque veremos ciertas pausas… La tarea de Rusia consistirá en crear una red de relaciones con Estados afines, que incluso podría llegar a incluir a algunos de Occidente». La estrategia estadounidense consiste en extinguir por la fuerza los puntos de autonomía estratégica, algo que Washington consiguió hacer en Europa Occidental en la primera fase de la crisis ucraniana, pero esa maniobra fue uno de los últimos éxitos en este sentido.
En cualquier caso, se está abriendo un frente oriental en la confrontación entre Estados Unidos y Rusia, que complementa los frentes occidental y meridional en Eurasia y Asia Occidental, respectivamente.

Fuente: https://www.indianpunchline.

Por Eduardo Bonugli colaborador de Dossier Geopolitico desde Madrid

AUDIO

¡¡ EL OPIO DEL IMPERIO !!
Campaña mediática de Occidente contra Afganistán por prohibir el cultivo del opio y de la fabricación de la heroína, que afectaría a su histórica estrategia de la droga como arma de dominación de países, como fue la Guerra del Opio de Inglaterra contra China en el siglo XIX.
Mostrando toda la frustración imperial por la derrota y huída humillante de EEUU de Afganistán a manos de los talibanes -aquel invento «Frankenstein» de la CIA- que hoy busca un lugar en el futuro, junto a las potencias euro asiáticas.
Y también el derrumbe del mito de la lucha del «mundo libre» por la mujer afgana, que se quedó en un negociado como parte del colosal gasto / fraude que devoró DOS BILLONES de dólares, a lo largo de 20 años de ruinosa ocupación.

Por  ANACLET PONS

Continuamos semana en el mundo de la geopolítica y de los análisis de situación. Lo hacemos con un ensayista de amplio espectro -antropólogo, historiador, demógrafo, politólogo o sociólogo, según los gustos-, con un estudioso tan preparado como polémico,  Emmanuel Todd, al que se suele calificar de conservador, liberal, soberanista,  conservador de izquierdas, nacional-conservador, etc. . Y, claro está, dados sus antecedentes, sus posiciones, sus provocaciones y sus excesos, el asunto de la invasión rusa lo ha vuelto a poner en primera página, con acusaciones variadas de pertenecer al partido del Kremlin. Porque en lo tocante a este asunto, parece que solo hay dos opciones, blanco o negro, sin grises.  Así que, a la postre, el profesor Todd ha decidido mostrar su posición en un nuevo e interesante libro:  La Défaite de l’Occident (Gallimard).

Como es habitual, la salida al mercado de este volumen ha hecho que su autor desfilara por los diversos medios explicando y justificando su posición: “Occidente está formado por oligarquías liberales, Rusia es una democracia autoritaria“, “Estamos asistiendo a la caída final de Occidente“, “Estamos al borde de un vuelco mundial“, “Lo mejor que le podría pasar a Europa es la desaparición de Estados Unidos“, “No soy putinófilo” o, como dicen en Libération, “Emmanuel Todd afirma su putinofilia“.

Hubo un tiempo, quizá alguien lo recuerde, en que Emmanuel Todd fue considerado “el profeta de la política“.  Por si está en lo cierto, no estará de más presentar lo que en este trabajo expone,  que empieza con una introducción titulada “Las diez sorpresas de la guerra” precedida de dos clarificadoras citas, una muy famosa de Lutero (Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa) y otra de Raymond Aron:

Seguros de conocer de antemano el secreto de la aventura inconclusa, contemplan la confusión de los acontecimientos de ayer y de hoy, con la pretensión del juez que domina los conflictos y distribuye soberanamente los elogios y las censuras. La existencia histórica, tal como se la vive auténticamente, opone individuos, grupos, naciones, en lucha por la defensa de intereses o ideas incompatibles. Ni el contemporáneo ni el historiador están en condiciones de imputar sin reservas el error o la razón a unos o a otros. No es que ignoremos el bien y el mal, pero ignoramos el porvenir y toda causa histórica acarrea iniquidades.

Y así empieza la introducción sobre las sorpresas de la guerra:

“El 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin apareció en las pantallas de televisión de todo el mundo. Anunció la entrada de tropas rusas en Ucrania. Su discurso no era fundamentalmente sobre Ucrania o el derecho a la autodeterminación del pueblo de Donbass. Era un
desafío a la OTAN. Putin explicó por qué no quería que Rusia fuera cogida por sorpresa, como en 1941, esperando demasiado al inevitable ataque: “La continua expansión de la infraestructura de la Alianza del Atlántico Norte y el desarrollo militar del territorio de
Ucrania son inaceptables para nosotros”. Se había cruzado una “línea roja”; no se trataba de permitir que se desarrollara una “anti-Rusia” en Ucrania; era una cuestión, insistió, de autodefensa.

Este discurso, en el que afirmaba la validez histórica y, por así decirlo, jurídica de su decisión, revelaba, con cruel realismo, una relación técnica de fuerzas a su favor. Si había llegado el momento de que Rusia actuara, era porque su posesión de misiles hipersónicos le otorgaba superioridad estratégica. El discurso de Putin, muy bien construido y muy sereno, aunque delatara cierta emoción, fue perfectamente claro y, aunque no había motivos para ceder, merecía ser discutido. Sin embargo, lo que surgió inmediatamente fue la visión de un Putin incomprensible y de unos rusos incomprensibles, sumisos o estúpidos. Lo que siguió fue una falta de debate que deshonró a la democracia occidental: total en dos países, Francia y Reino Unido, relativa en Alemania y Estados Unidos.

Como la mayoría de las guerras, especialmente las mundiales, ésta no se desarrolló según lo previsto, y ya nos ha deparado muchas sorpresas. He enumerado diez de las principales.

La primera fue el propio estallido de la guerra en Europa, una guerra real entre dos Estados, un acontecimiento sin precedentes para un continente que creía haberse instalado en la paz perpetua.

La segunda son los dos adversarios implicados en esta guerra: Estados Unidos y Rusia. Durante más de una década, Estados Unidos había identificado a China como su principal enemigo. (…) Ahora, a través de los ucranianos, asistimos a un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia.

La tercera sorpresa es la resistencia militar de Ucrania. (…)

Pero los más sorprendidos fueron los propios rusos. En sus mentes, como en las de la mayoría de los occidentales informados, y de hecho en la realidad, Ucrania era lo que técnicamente se conoce como un Estado fallido. (…)

(…)

La cuarta sorpresa fue la resistencia económica de Rusia. Nos habían dicho que las sanciones, en particular la exclusión de los bancos rusos del sistema de intercambio interbancario Swift, pondrían al país de rodillas. Pero si algunas mentes curiosas de nuestro personal político y periodístico se hubieran tomado la molestia de leer el libro de David TeurtrieRussia. Le retour de la puissance, publicado unos meses antes de la guerra, nos habríamos ahorrado esta ridícula fe en nuestra omnipotencia financiera. (…)

Quinta sorpresa: el desmoronamiento de toda voluntad europea. Al principio, Europa era la pareja franco-alemana, que, desde la crisis de 2007-2008, había adquirido ciertamente la apariencia de un matrimonio patriarcal, con Alemania como el marido dominante que ya no escuchaba lo que su pareja tenía que decir. Pero incluso bajo la hegemonía alemana, se pensaba que Europa conservaba cierta autonomía. A pesar de algunas reticencias iniciales al otro lado del Rin, incluidas las vacilaciones del Canciller Scholz, la Unión Europea abandonó muy pronto toda voluntad de defender sus propios intereses; se aisló de su socio energético y (más en general) comercial ruso, castigándose cada vez más severamente. ( …) Esta evanescencia de Europa como actor geopolítico autónomo es desconcertante cuando recordamos que, hace apenas veinte años, la oposición conjunta de Alemania y Francia a la guerra de Irak dio lugar a conferencias de prensa conjuntas del canciller Schröder, el presidente Chirac y el presidente Putin.

La sexta sorpresa de la guerra fue la aparición del Reino Unido como pícaro antirruso y tábano de la OTAN. (…)

De forma igual de extraña, este belicismo también afectó a Escandinavia, que durante mucho tiempo había sido pacífica y más proclive a la neutralidad que al combate, por lo que nos encontramos con una séptima sorpresa, también protestante, en el norte de Europa, unida a la fiebre británica. (…)

La octava sorpresa es la más… sorprendente. Procede de Estados Unidos, la potencia militar dominante. Tras una lenta acumulación, la preocupación se manifestó oficialmente en junio de 2023 en numerosos informes y artículos cuya fuente original era el Pentágono: la industria militar estadounidense es deficitaria; la superpotencia mundial es incapaz de garantizar el suministro de proyectiles -o de cualquier otra cosa- a su protegido ucraniano. (…) El concepto de producto interior bruto está obsoleto, y ahora debemos reflexionar sobre la relación entre la economía política neoliberal y la realidad.

La novena sorpresa es la soledad ideológica de Occidente y su ignorancia de su propio aislamiento. Habiéndose acostumbrado a establecer los valores que el mundo debe suscribir, Occidente esperaba sinceramente, estúpidamente, que todo el planeta compartiera su indignación ante Rusia. Se sintieron decepcionados. Una vez pasada la conmoción inicial de la guerra, empezó a aparecer en todas partes un apoyo cada vez menos discreto a Rusia. (…)

La décima y última sorpresa se materializa ahora. Es la derrota de Occidente. Tal afirmación puede resultar sorprendente cuando la guerra aún no ha terminado. Pero esta derrota es una certeza porque Occidente se está destruyendo a sí mismo en lugar de ser atacado por Rusia.

Ampliemos nuestra perspectiva y escapemos por un momento de las emociones que legítimamente suscita la violencia de la guerra. Estamos en la era de la globalización completa, en los dos sentidos de la palabra: máxima y completa. Intentemos adoptar una perspectiva geopolítica: en realidad, Rusia no es el principal problema. Demasiado vasta para una población que disminuye, sería incapaz de tomar el control del planeta y no tiene ningún deseo de hacerlo; es una potencia normal cuya evolución no tiene ningún misterio. Ninguna crisis rusa desestabiliza el equilibrio mundial. Es una crisis occidental, y más concretamente una crisis terminal estadounidense, la que pone en peligro el equilibrio del planeta. Sus ondas más periféricas se han topado con un topo de resistencia ruso, un clásico Estado-nación conservador.

FUENTE: C L I O N A U T A : Blog de Historia

La Conferencia de Seguridad de Munich, que se celebra este fin de semana en Alemania, es el tema de la columna del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en la que desmenuza los detalles de otra cumbre más, manipulada por Occidente, que “es la imagen del viejo mundo” -aunque participen los BRICS, más 50 jefes de estado y 100 ministros- y que ha perdido cualquier relevancia geopolítica en su 60 aniversario -como le está ocurriendo a la de Davos- y de cuya historia apenas se le puede destacar aquella intervención de Putin en el foro del 2007, cuando lanzó la histórica idea de que Rusia se incorpore al mundo occidental de una manera coherente y lógica, pero que fue torpedeada descaradamente por la OTAN con su agresiva expansión bélica sobre la frontera rusa, lo que desencadenó en el 2014 el inicio de la actual guerra de Ucrania.

En su audio nos habla de un acontecimiento de escasa importancia, pero demasiado penoso para la OTAN, como la triste letra de aquel bello bolero *… SOMBRAS NADA MÁS… en el temblor de mi voz… estoy en vida muriendo y entre lágrimas viviendo, los pasajes más horrendos de este drama sin final.”* Todo un fatalismo que sintoniza con la imagen decrépita y agotada de asistentes como Zelensky, Kamala Harris, Ursula Von der Layen o el presidente del genocida estado de Israel, Isaac Herzog, además de una agenda insostenible por los crímenes de Gaza y que reafirma que los cambios tectónicos mundiales se les están escapando de las manos con temas como que:

  • Siguen con la leyenda de que Rusia es el gran peligro que sienten las poblaciones occidentales, cuando sus propios estudios dicen lo contrario.
  • Se agrava la situación de la OTAN por la alarmante declaración de Trump, por su crónica falta de armamento y por la derrota en Ucrania que sepulta las fábulas triunfalistas.
  • Que los propios europeos agitan fantasmas de la guerra perpetua, como el canciller alemán Olaf Scholz, que convoca a comprar armas masivas cuando su país se hunde en una crisis sin precedentes, mientras la deuda de la euro zona es ya incontrolable
  • La terrible comparación de la fortaleza de la economía rusa con el desastre económico europeo por el bochorno de sus suicidas sanciones a Moscú, mientras se consume por la falta de energía, materias primas o fertilizantes y por que encima tendrán ahora que afrontar en soledad el “coste Zelenski”.
  • Una Unión Europea ahogada por la exigencia de Washington de enfrentarse a China cuando sus dirigentes saben que semejante ruptura la lleva a su autodestrucción.

Y concluye con que el viejo mundo anglosajón de la globalización neoliberal está siendo derrotado por el ascenso de las potencias euroasiáticas y de los Brics y que la letra del bolero “Sombras nada más” encaja fatídicamente con esta cumbre de la derrota y con el oscuro futuro de un imperio que dominó los últimos cinco siglos de la historia.

Eduardo Bonugli (Madrid, (18/02/24)

Relacionado con este tema de la Conferencia de Seguridad de Múnich el informe sobre la percepción del peligro Ruso en Europa y entre los Países denominados Atlantista es muy distintas a lo que presentan los dirigentes políticos y de la UE de Europa aquí la entrevista que me realizara RT que está en coordinación con la Columna dominical de Geopolitica para el Club de la Pluma. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

«Amenaza rusa»: el pretexto que los políticos occidentales usan para intimidar a los ciudadanos

Varios políticos europeos siguen apostando por aumentar el gasto en defensa bajo el argumento de la supuesta «amenaza rusa», pero un informe revela que Rusia ya no es percibida por los europeos como la principal amenaza como sucedía en 2022. El analista político Carlos Alberto Pereyra Mele considera que en Occidente los políticos siguen hablando de la presunta amenaza rusa para justificar el deterioro del nivel de vida provocado por las sanciones.

Link: https://actualidad.rt.com/video/499006-amenaza-rusa-pretexto-politicos-occidentales

LINK DEL VIDEO: https://mf.b37mrtl.ru/actualidad/public_video/2024.02/65cb62aa59bf5b2bf32492fd.mp4?download=1

La revista The Week publicara esta portada de Trump ofreciendo a Rusia que haga lo que le plazca con OTAN

PEPE ESCOBAR: Aquí les traemos todas sus impresiones y reflexiones sobre cada detalle de sus encuentros con los lugareños.

El famoso periodista brasileño Pepe Escobar, viajó recientemente por el territorio de la República Popular de Donetsk. Un intenso viaje periodístico por Donbás cuya traducción al español les ofrecemos aquí en Noticias Bravas:

Es una mañana fría, lluviosa y húmeda en la profunda campiña del Donbás, en un lugar secreto cerca de la dirección de Urozhaynoye; una anodina casa de campo, bajo una crucial niebla, que impide el trabajo de los drones enemigos.

El padre Igor, sacerdote militar, está bendiciendo a un grupo de voluntarios locales contratados para el batallón Arcángel Gabriel, listos para ir al frente de la guerra por poderes entre Estados Unidos y Rusia. El responsable del batallón es uno de los oficiales de mayor rango de las unidades cristianas ortodoxas de la RPD.

En la esquina de una pequeña y estrecha habitación hay un pequeño altar decorado con iconos. Hay velas encendidas y tres soldados sostienen la bandera roja con el icono de Jesús en el centro. Tras las oraciones y una pequeña homilía, el padre Igor bendice a cada soldado.

Esta es una parada más en una especie de espectáculo itinerante de iconos, que comenzó en Jersón, luego Zaporozhye y todo el camino hasta las innumerables líneas del frente de la RPD, dirigido por mi amable anfitrión Andrey Afanasiev, corresponsal militar del canal Spas, y al que más tarde se unió en Donetsk un condecorado combatiente del batallón Arcángel Miguel, un joven extremadamente brillante y atractivo de nombre en clave Piloto.

Hay entre 28 y 30 batallones de cristianos ortodoxos luchando en Donbás. Ese es el poder del cristianismo ortodoxo. Verlos en acción es comprender lo esencial: cómo el alma rusa es capaz de cualquier sacrificio para proteger los valores fundamentales de su civilización. A lo largo de la historia rusa, son los individuos los que sacrifican sus vidas para proteger a la comunidad, y no a la inversa. Los que sobrevivieron -o perecieron- en el asedio de Leningrado son sólo uno entre innumerables ejemplos.

Así que el batallón de cristianos ortodoxos fueron mis ángeles de la guarda cuando regresé a Novorossiya para volver a visitar la rica tierra negra donde el viejo orden mundial “basado en reglas” vino a morir.

Las contradicciones vivas de la “carretera de la vida”

Lo primero que llama la atención al llegar a Donetsk, casi diez años después del Maidan de Kiev, son los incesantes estruendos. Entrantes y, sobre todo, salientes. Después de tanto tiempo, de bombardeos interminables contra civiles (invisibles para el colectivo occidental), y casi 2 años después del inicio de la Operación Militar Especial (OME), esta sigue siendo una ciudad en guerra; sigue siendo vulnerable a lo largo de las tres líneas de defensa detrás del frente.

La “Carretera de la Vida” tiene que ser uno de los equívocos épicos de la guerra en Donetsk. “Carretera” es un eufemismo para referirse a una ciénaga oscura y fangosa surcada de un lado a otro prácticamente sin parar por vehículos militares. “Vida” se aplica porque los militares del Donbás donan realmente alimentos y ayuda humanitaria a los lugareños del barrio de Gornyak cada semana.

El corazón del Camino de la Vida es el templo Svyato Blagoveschensky, cuidado por el padre Viktor, que en el momento de mi visita se encontraba en rehabilitación, ya que varias partes de su cuerpo habían sido alcanzadas por la metralla. Me guía Yelena, que me enseña el templo, impecablemente limpio, con iconos sublimes, como el príncipe Alejandro Nevski, del siglo XIII, que en 1259 se convirtió en el soberano supremo de Rusia, soberano de Kiev, Vladimir y Nóvgorod. Gornyak es un diluvio de barro negro, bajo la incesante lluvia, sin agua corriente ni electricidad. Los residentes se ven obligados a caminar al menos dos kilómetros, todos los días, para comprar víveres: no hay autobuses locales.

En una de las habitaciones traseras, Svetlana organiza cuidadosamente los minipaquetes de alimentos básicos que se distribuyen todos los domingos después de la liturgia. Conozco a la Madre Pelageya, de 86 años, que acude al templo todos los domingos y ni siquiera sueña con salir de su barrio.

Gornyak está en la tercera línea de defensa. Los estruendos -como en todas partes en Donetsk- son casi incesantes, de entrada y salida. Si seguimos la carretera unos 500 metros más y giramos a la derecha, estamos a sólo 5 km de Avdeyevka, que puede estar a punto de caer en días, o semanas a lo sumo.

A la entrada de Gornyak se encuentra la legendaria fábrica química DonbassActiv -ahora inactiva- que fabricaba las estrellas rojas que brillan sobre el Kremlin, utilizando una tecnología especial de gas que nunca se reprodujo. En una calle lateral a la Carretera de la Vida, los residentes locales construyeron un santuario improvisado para honrar a los niños víctimas de los bombardeos ucranianos. Un día esto va a terminar: el día en que el ejército de la RPD controle completamente Avdeyevka.

Mariupol es Rusia

El sacerdocio itinerante sale de las excavaciones del batallón Arcángel Gabriel y se dirige a una reunión en un garaje con el batallón ortodoxo Dimitri Donskoy, que combate en dirección a Ugledar. Allí es donde conozco a la extraordinaria Troya, la médico del batallón, una joven que tenía un cómodo trabajo como oficial adjunto en un distrito ruso antes de decidir presentarse voluntaria.

A continuación, nos dirigimos a un estrecho dormitorio militar donde una gata y sus gatitos reinan como mascotas, eligiendo el mejor lugar de la habitación justo al lado de la estufa de hierro. Es hora de bendecir a los combatientes del batallón Dimitri Zalunsky, que lleva el nombre de San Dimitri de Salónica, y que luchan en dirección a Nikolskoye.

En cada una de las sucesivas ceremonias, uno no puede evitar sentirse impresionado por la pureza del ritual, la belleza de los cánticos, las expresiones graves en los rostros de los voluntarios, de todas las edades, desde adolescentes a sexagenarios. Profundamente conmovedor. En muchos aspectos, es el equivalente eslavo del Eje Islámico de Resistencia que lucha en Asia Occidental. Es una forma de asabiyya – “espíritu de comunidad”, como lo utilicé en otro contexto refiriéndome a los Houthis yemeníes que apoyan a “nuestro pueblo” en Gaza.

Así que sí: en lo más profundo de la campiña del Donbás, en comunión con quienes viven la vida en tiempos de guerra, sentimos la enormidad de algo inexplicable y vasto, lleno de maravillas sin fin, como si tocáramos el Tao silenciando los recurrentes estruendos. En ruso existe, por supuesto, una palabra para ello: “загадка”, traducida aproximadamente como “enigma” o “misterio”.

Abandoné la campiña de Donetsk para ir a Mariupol, y recibir el proverbial impacto al recordar la destrucción total perpetrada por el batallón neonazi Azov* en la primavera de 2022, desde el centro de la ciudad hasta la costa, a lo largo del puerto, y luego hasta la enorme planta siderúrgica de Azovstal.

El teatro -más bien el Teatro Regional Académico de Donetsk- casi destruido por el batallón Azov está siendo meticulosamente restaurado, y los siguientes en la lista son decenas de edificios clásicos del centro de la ciudad. En algunos barrios, el contraste es asombroso: a la izquierda de la calle, un edificio destruido; a la derecha, uno completamente nuevo.

En el puerto, una franja roja, blanca y azul impone la ley: “Mariupol es Rusia”. No me olvido de ir a la antigua entrada de Azovstal, donde los combatientes que quedaban del batallón Azov, unos 1.700, se rindieron a los soldados rusos en mayo de 2022. Por mucho que Berdyansk pueda convertirse con el tiempo en una especie de Mónaco en el mar de Azov, Mariupol también puede tener un futuro brillante como centro turístico, de ocio y cultural y, por último pero no menos importante, un entrepuerto marítimo clave de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y de la Unión Económica de Eurasia.

El misterio del icono

De regreso de Mariupol me encontré con una de las historias más extraordinarias tejidas con la tela de la magia bajo la guerra. En un anodino aparcamiento, de repente me encuentro cara a cara con El Icono.

El icono -de María Madre de Dios- fue regalado a todo Donbás por veteranos de la Zsloha Spetsnaz, cuando llegaron en el verano de 2014. Cuenta la leyenda que el icono empezó a generar mirra espontáneamente: al sentir el dolor que sufría la población local, se echó a llorar. Durante el asalto a Azovstal, el icono apareció de repente, de la nada, traído por un alma piadosa. Dos horas más tarde, cuenta la leyenda, las fuerzas de la RPD, rusas y chechenas encontraron la brecha.

El icono está siempre en movimiento a lo largo de los puntos calientes de la OME en Donbás. Los responsables del relevo se conocen entre sí, pero nunca pueden adivinar hacia dónde se dirige el icono a continuación; todo se desarrolla como una especie de viaje mágico misterioso. No es de extrañar que Kiev haya ofrecido una enorme recompensa a cualquiera -especialmente a los quintacolumnistas- capaz de capturar el icono, que luego sería destruido.

El santuario instalado en uno de los batallones de cristianos ortodoxos, donde el padre Igor bendice a los soldados.

En una reunión nocturna en un recinto de las afueras occidentales de Donetsk -con las luces completamente apagadas en todas direcciones- tengo el honor de reunirme con uno de los oficiales de mayor rango de las unidades ortodoxas de la RPD, un tipo duro como el acero, pero jovial aficionado al Barcelona de Messi, así como con el comandante del batallón Arcángel Miguel, de nombre en clave Alfabeto. Estamos en la primera línea de defensa, a sólo 2 km de la línea del frente. Los incesantes estruendos -sobre todo salientes- son realmente fuertes.

La conversación abarca desde tácticas militares en el campo de batalla, especialmente en el asedio de Avdeyevka, que será totalmente cercada en cuestión de días, ahora con la ayuda de Fuerzas Especiales, paracaidistas y montones de vehículos blindados, hasta impresiones sobre la entrevista de Tucker Carlson con Putin (no escucharon nada nuevo). Los comandantes señalan el absurdo de que Kiev no reconozca su ataque contra el Il-76 que transportaba a 65 prisioneros de guerra ucranianos, ignorando totalmente la difícil situación de sus propios prisioneros de guerra. Les pregunto por qué Rusia simplemente no bombardea Avdeyevka hasta el olvido: “Humanismo”, responden.

El Rover “casero”

En una fría mañana de niebla en un lugar secreto del centro de Donetsk -una vez más, sin drones sobrevolando la zona- me reúno con dos especialistas en drones kamikaze, de nombre en clave Hooligan y su observador, de nombre en clave Letchik. Montan una demostración de un dron kamikaze, por supuesto desarmado, mientras que a unos metros de distancia el especialista en ingeniería mecánica “Abogada” monta su propia demostración de un vehículo de entrega de minas de bricolaje.

Se trata de una versión letal certificada de los vehículos de reparto de comida de Yandex, ahora muy populares en Moscú. “Abogada” hace gala de la maniobrabilidad y capacidad de su juguetito para enfrentarse a cualquier terreno. La misión: cada rover está equipado con dos minas, que se colocan justo debajo de un tanque enemigo. El éxito hasta ahora ha sido extraordinario, y el rover será mejorado.

No hay personaje más audaz en Donetsk que Artyom Gavrilenko, que construyó una flamante escuela-museo justo en medio de la primera línea de defensa, una vez más, a sólo 2 km de la línea del frente. Me enseña el museo, que realiza la envidiable tarea de esbozar la continuidad entre la Gran Guerra Patria, la aventura de la URSS en Afganistán contra la yihad financiada y armada por Estados Unidos, y la guerra por poderes en Donbás.

Se trata de una versión paralela, de bricolaje, del Museo de la Guerra, situado en el centro de Donetsk, cerca del estadio de fútbol del Shaktar Donetsk, que exhibe impresionantes recuerdos de la Gran Guerra Patria, así como fabulosas instantáneas de fotógrafos de guerra rusos.

Así que los estudiantes de Donetsk -con énfasis en matemáticas, historia, geografía, idiomas- crecerán profundamente inmersos en la historia de lo que a efectos prácticos es una heroica ciudad minera, que extrae riqueza de la tierra negra mientras sus sueños se ven siempre inexorablemente empañados por la guerra.

Nos adentramos en la DPR utilizando carreteras secundarias para cruzar la frontera con la LPR no lejos de Lugansk. Se trata de una frontera lenta y desolada que me recuerda a la de Pamir, en Tayikistán, utilizada básicamente por los lugareños. Al entrar y salir, me interrogaron amablemente un oficial de control de pasaportes de Daguestán y sus segundos al mando. Les fascinaron mis viajes por Donbás, Afganistán y Asia Occidental, y me invitaron a visitar el Cáucaso. Mientras nos adentrábamos en la gélida noche para emprender el largo viaje de regreso a Moscú, el intercambio de palabras no tuvo precio:

“Aquí siempre serás bienvenido”.

“Volveré”.

“¡Como Terminator!”

*El Batallón Azov es una organización terrorista prohibida en Rusia.

FUENTE EN CASTELLANO: https://noticiasbravas.com/sociedad/pepe-escobar-visito-a-donbas

FUENTE EN INGLE THE UNZ REVIEW https://www.unz.com/pescobar/life-during-wartime-on-the-road-in-donbass/

por Sergio Rodríguez Gelfenstein

Es absolutamente normal que los jefes de Estado y gobierno o los líderes políticos, concedan entrevistas a los medios de comunicación. Todos lo hacen. Es parte de la gestión: comunicar y comunicarse con la opinión pública para dar a conocer sus ideas, propuestas y planes.

Se suele hablar de las características del entrevistado, pero mucho menos del entrevistador. Siempre he pensado que un careo de este tipo es como una batalla en que cada parte intenta llevar a la otra a su escenario, a su espacio y a colmar los intereses que cada cual tiene y que muchas veces difieren. Es válido saber también que no hay buenas respuestas si no hay buenas preguntas.  Un entrevistado se “inspira” cuando tiene frente a sí, un “adversario” de calidad.

Tucker Carlson es un periodista de la extrema derecha estadounidense, trabajó durante muchos años en la cadena Fox News. Se dice incluso que -en el contexto electoral actual de Estados Unidos- podría ser el compañero de fórmula de Donald Trump. Como periodista, Carlson ha entrevistado a algunos de los más conspicuos líderes de la extrema derecha mundial como el propio Donald Trump, Jair Bolsonaro, Víktor Orbán y Javier Milei, entre otros.

El hombre tiene un nicho de teleaudiencia asegurada entre los seguidores de las ideas más retrógradas de Estados Unidos y de todo el mundo. Pero también es un comerciante con olfato que sabe que las noticias son una buena mercancía, siempre que se sepan vender en los espacios que concede esa farsa que se denomina “libertad de expresión” que a veces es violentada cuando choca con los parámetros sacrosantos de la ley de la oferta y la demanda. 

En ese contexto, Carlson percibió que había una demanda en Estados Unidos y en el mundo por conocer las ideas y el pensamiento del presidente Vladimir Putin y como buen comerciante de noticias, él se propuso hacer una oferta. Aunque acostumbrado a millonarias audiencias de sus entrevistas y programas, jamás imaginó el impacto que iba a tener su conversación con el presidente ruso. Los argumentos que justificaron sus deseos de hacer la entrevista, desnudan por sí mismos la falsedad de las tales “libertad de prensa y de expresión”.

Al referirse a la voladura del gasoducto Nord Stream, el presidente Putin negó la autoría de Rusia de este hecho terrorista y, al contrario, afirmó que fue la CIA estadounidense quien lo hizo. Carlson, no sé si con ingenuidad o mala fe, le preguntó: “¿por qué no presentan esas pruebas y ganan esta guerra de propaganda?” 

La respuesta del presidente Putin fue muy clara y contundente: “Es muy difícil vencer a Estados Unidos en la guerra de propaganda, porque Estados Unidos controla todos los medios de comunicación del mundo y muchos medios europeos. Los beneficiarios finales de los mayores medios de comunicación europeos son fundaciones estadounidenses. ¿No lo sabe? Así que es posible implicarse en este trabajo, pero, como se suele decir, a uno le sale más caro. Podemos simplemente sacar a la luz nuestras fuentes de información, y no conseguiremos resultados. Está claro para todo el mundo lo que ocurrió, e incluso los analistas estadounidenses hablan de ello directamente…”

Sí, es cierto,  los sacrosantos intereses imperiales del capitalismo están por encima de la libertad de prensa. Dan a conocer lo que interesa que la humanidad -manejada cual masa de borregos- debe saber para que la estabilidad global de un “orden internacional basado en reglas” se mantenga. Si lo que se dice es verdadero o falso, perdió importancia. La verdad es un recurso del pasado que no tiene la menor validez en el presente. Frente a ella, se impone la contundencia de la falacia, el criterio mendaz y los intereses corporativos.

Cuando matar periodistas en Palestina ha devenido en “deporte nacional” de Israel, con apoyo y aval de Estados Unidos y Europa, ¿qué importa olvidar por un rato la “libertad de expresión” y hacerse de la “vista gorda” ante un genocidio que se realiza a la luz del día y ante una humanidad impotente e impávida que se limita a enterarse del número de muertos y heridos cada día. Entonces, se entiende cuando Putin dice: “Es muy difícil vencer a Estados Unidos en la guerra de propaganda, porque Estados Unidos controla todos los medios de comunicación del mundo y muchos medios europeos”.

El escándalo tras la entrevista ha sido mayúsculo, “democráticos” parlamentarios estadounidenses y europeos han llamado a declarar traidor a Carlson y a negarle el ingreso a los países europeos. Aún no ha llegado a ocurrir lo que le hicieron a Julian Assange, que es, sin duda, otra manifestación de la famosa “libertad de expresión”. Claro, aunque Carlson es un hombre del sistema y en esa medida aparentemente intocable, no se puede descartar  que en esta nueva etapa del macartismo, eso pudiera ocurrir.

Algunos jefes de Estado han explotado en desmesuradas e histéricas reacciones respecto de las palabras de Putin, pero aparte de adjetivos de todas las dimensiones, no han podido entregar argumento válido alguno para contradecir o desmentir los planteamientos del presidente ruso. Aplastados por la cienmillonaria audiencia pensante que le interesó escuchar y ver a Putin, no atinan a elaborar respuestas coherentes frente a las bien estructuradas premisas exhibidas por Putin.

En cuanto al contenido de la entrevista, me voy a permitir esbozar algunos aspectos que me parecen los más relevantes:

  1. Cualquiera puede estar de acuerdo o no con la interpretación que Putin hace de la historia, pero nadie puede poner en duda que es un hombre culto que conoce el pasado de su país. Genera cierta tranquilidad saber que al menos una de las potencias mundiales es dirigida por una persona ilustrada que respeta el conocimiento. Cuando enfrente se tiene a un presidente de Estados Unidos que no es capaz de diferenciar a México de Egipto o a François Mitterrand de Emmanuel Macron, una presidenta de la Comisión Europea que dice que los misiles hipersónicos rusos funcionan con chips extraídos de lavadoras y hornos microondas y un alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad que opina que el mundo es una selva, mientras que la Europa creadora del esclavismo, el fascismo, el nazismo, el capitalismo, el imperialismo y el colonialismo y sede las dos guerras mundiales más salvajes de la historia, es un jardín, no deja de ser alentador escuchar a Putin y saber que también existen líderes a la altura del momento.
  2. Putin puso en evidencia algo que se sabía. La posesión por parte de Rusia de misiles hipersónicos ha cambiado la ecuación bélica global. Ya no son los portaviones los que marcan la definición estratégica del conflicto. Y en este ámbito, Rusia lleva la delantera por mucho. Estados Unidos ni siquiera ha podido desarrollar con éxito sus pruebas con misiles hipersónicos.
  3. Resulta dramático escuchar al presidente ruso decir que, frente al compromiso de la OTAN de no expandirse hacia el este y la violación por cinco veces de tal “acuerdo de caballeros” ampliamente sustentado, Europa se haya visto obligada a aceptarlo por presiones de Estados Unidos sin que emitiera queja, disgusto o desazón alguna al respecto. Es patético saber que los líderes europeos no tienen honor, ni pueden hacer compromisos porque si Washington los presiona, renuncian a ellos. Más adelante, al hablar de la situación de Europa, Putin expone que los líderes de esa región no se orientan por sus intereses nacionales sino por los de eso que se ha dado en llamar el “Occidente colectivo”. En esta situación, escuchar del presidente ruso decir que: “De verdad no entiendo con quién tengo que hablar” y agrega más adelante que “estamos dispuestos a hablar, pero ¿con quién? ¿Dónde están las garantías? No hay ninguna”, resulta muy desalentador para los que luchan por la paz en el mundo y la desean de verdad.
  4. No se sabe si por ignorancia propia o por la necesidad de explicárselo a la opinión pública de Estados Unidos que también es muy convenientemente ignorante, Carlson pregunta “¿Qué quiere decir la desnazificación? ¿Qué significa esto?” Resulta aterrador que un periodista de la talla de Carlson lo pregunte. Muestra cuánto ha hecho la “guerra de propaganda” y el impacto de lo que significa que Estados Unidos controle “todos los medios de comunicación del mundo y muchos medios europeos”. En Estados Unidos y en el mundo parece no saberse que desde 2014, las organizaciones nazis han ocupado importantes puestos de poder en el Estado ucraniano, incluyendo las fuerzas armadas; que realizaron un genocidio continuado desde ese año en la zona oriental de lo que en ese entonces era Ucrania; tampoco saben que en mayo de ese año, atacaron e incendiaron un sindicato en Odessa, asesinando a 42 ciudadanos inocentes. Así mismo resulta inconcebible que no sepan que en Ucrania se hostiga a religiones distintas de la oficial, cerrando templos, encarcelando dignatarios y prohibiendo la realización de sus ritos. No conocen en Estados Unidos que en Ucrania se persigue la cultura rusa tratando de eliminar a verdaderos paladines de la ciencia y el saber mundial como Lomonósov, Pushkin, Tolstoi, Chaikovski entre otros. Resulta inconcebible que Carlson no sepa que en Ucrania se ha prohibido a las minorías hablar sus idiomas y no solo el ruso, también el rumano, el húngaro y el eslovaco entre otros. Occidente pasa por una situación tan desastrosa que no sabe qué es desnazificar y sobre todo, la necesidad de hacerlo por el bien de toda la humanidad.
  5. En algún momento de la entrevista, Putin hace una apelación al sentido común. Lo repite en varias ocasiones, pero en una, en particular, utiliza el término por la necesidad de buscar acuerdos. Siendo propio de la condición humana, el sentido común, pareciera que se está perdiendo y muchos de los conflictos mundiales tienen que ver con ello y con algo que él relata durante toda la entrevista, que es la ausencia cada vez mayor de comunicación entre las grandes potencias mundiales, lo cual no deja de ser muy preocupante.
  6. Con respecto a las alianzas y los bloques en el mundo multipolar, el presidente es muy concreto y preciso. Dijo: “Es necesario que el mundo esté unido, que la seguridad sea común y no esté pensada para los “mil millones de oro”. Y entonces – solo entonces – el mundo será estable, sostenible y predecible. Hasta entonces, mientras la cabeza esté dividida en dos partes, se tratará de una enfermedad, una grave enfermedad. El mundo atraviesa este periodo de grave enfermedad”.
  7. En relación al papel del dólar y su futuro, Putin opinó que el dólar es el fundamento del poderío de Estados Unidos y que ha sido un grave error de sus gobiernos utilizarlo como instrumento de lucha de su política exterior. Al hacerlo -dice el presidente ruso- ellos mismos le asestaron un golpe al poder de Estados Unidos. Precisa: “No quiero utilizar expresiones vulgares, pero esto es una estupidez y un gran error”, toda vez que en el mundo, incluso los países aliados de Estados Unidos se están alejando del dólar como forma de protegerse ante lo que está ocurriendo. Estados Unidos aplica sanciones, medidas restrictivas, congelación de propiedades y otras acciones que han significado una poderosa señal de alarma para el mundo.
  8. Ante una pregunta de Carlson en relación con el papel de los BRICS y en particular de China a la que llamó “una potencia colonial más bondadosa”, Putin le explicó que Rusia ya conoce “esos cuentos de miedo” entendiendo que su país comparte con China una frontera de miles de kilómetros por lo que están acostumbrados a convivir desde hace siglos.  En ese sentido, el presidente ruso apunta que “la filosofía de la política exterior de China no es agresiva” sino que busca siempre el compromiso. Expone que todo el mundo quiere elevar el volumen de cooperación económica con China, incluyendo Europa y Estados Unidos y sentencia que las decisiones políticas de Washington que conducen a limitar el comercio con China perjudicarán sobre todo al propio Estados Unidos.
  9.  En cuanto a los BRICS, Putin considera que es una agrupación que se está desarrollando rápidamente. Mientras en 1992 la participación del G-7 en la economía mundial era del 47%, cayó en 2022 al 30%, en tanto que los países de los BRICS que constituían el 16% de la economía mundial en 1992, ahora superaron al G-7. Considera que esa es una tendencia inevitable a la cual todos deben adecuarse. Estados Unidos intenta su “adaptación” a través de la fuerza: “sanciones, presiones, bombardeos, uso de las fuerzas armadas”, lo cual es expresión de su arrogancia y su incomprensión de que el mundo está cambiando, pero no lo entienden. Si quieren mantener su dominio del mundo, deben tomar decisiones correctas, pero su élite política no lo comprende y recurre a acciones “duras” incluso contra Rusia. Esto, que es evidente conduce para Estados Unidos, al resultado contrario.
  10.  Casi al final, Carlson le hace una pregunta aparentemente inocente en relación a que si un cambio de líder en Estados Unidos podría modificar el panorama presentado. Con habilidad, pretende llevarlo a una opinión respecto de las elecciones en Estados Unidos. Con habilidad también, Putin le responde que no se trata de los líderes sino de “la actitud de una persona en particular”. No cree que importe la personalidad del líder  “sino del clima de las élites”. Explica que si Estados Unidos persiste en su idea de dominar el mundo mediante la fuerza, nada cambiará, solo empeorará. Pero si se llega a la conclusión de que el mundo está cambiando, se adapta a esas modificaciones y -quiere mantener las ventajas que tiene hoy- “entonces quizá algo cambie”.
  11. Esta constatación de que el mundo está cambiando lo dicen todos, incluso los expertos estadounidenses. Al respecto Putin concluye diciendo que “…para cambiar la política, necesitamos gente que piense, que mire hacia el futuro, que sepa analizar y recomendar decisiones con liderazgo político”.

Hay muchos, muchísimos y muy diversos temas. A algunas personas le resultarán importantes unos y eso no coincidirá con la opinión de otros. De manera que desde ya, pido excusas, por no lograr abarcarlo todo.

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