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Invitado por el destacado periodista Alfredo Guruceta a su programa «Con Sentido Común» que se transmite por Canal «C» de Córdoba por el sistema de Cablevisión y por FLOW a todo la República Argentina  y la República Oriental del Uruguay

En el mismo desarrollamos la titánica tarea de tratar de en los apretados tiempos televisivos transmitir la real situación mundial que se contraponen con el relato de los grandes medios masivos de comunicación oxidentales (usamos la «x» porque se han oxidado en sus ideas y con sus relatos mentirosos de la realidad internacional)

  • Frente Europa del Este la catástrofe militar Ucraniana con la caída de la supuesta fortaleza inexpugnable de Avdiivka, con una huida  y desmoronamiento del frente y que encontro a Zelenski en la Conferencia de Seguridad de Munich donde lo que realmente sobrevolaba la misma era el miedo
  • frente del Medio Oriente que ya no solo es la matanza indiscriminada  por parte del militarizado estado de Israel de una población indefensa encerrada en un gheto la palestina de Gaza sino todo los sub frente que se abren con el frente sur de Yemen cerrando el paso marítimo al Mar Rojo y causándole un grave deterioro económico a  Israel y a Europa junto con el frente norte donde Hezbollah tiene a raya al ejército de Israel  

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico 


VIDEO DE LA ENTREVISTA REALIZADA EL LUNES 19/2/2024

Por Alexéi Drobinin*

Un defecto importante del sistema económico mundial creado después del colapaso de la Unión Soviética y de la mancomunidad socialista es una extrema desigualdad en el desarrollo de países y regiones. Una de las principales causas de esto radica en el deseo y la capacidad del «Occidente colectivo» de redistribuir los recursos del resto del mundo en su propio beneficio. Se usan herramientas políticas, económicas y militares para realizarlo.

En la etapa actual, el líder de la «minoría occidental» es EEUU, cuya política combina el proteccionismo con la imposición de la libertad de movimiento transfronterizo de capitales, bienes y servicios occidentales a las economías en desarrollo. Para competidores los estadounidenses siempre tienen sanciones a imponer, provocaciones y guerras proxy. Cuando la administración de Barack Obama estuvo en el poder, el ‘palo’ de sanciones se convirtió en una herramienta favorita de la política exterior estadounidense. Joe Biden incluso desató una «guerra caliente» contra Rusia con las manos de los ucranianos.

La sensación de impunidad es propia para los británicos, para quienes las prácticas coloniales antiguas son casi un motivo de orgullo nacional. Los europeos continentales, incluida Francia, aplican tecnologías sofisticadas de intervención en los asuntos de sus antiguas colonias, como vemos en el ejemplo de África Occidental y Central, lo que provoca un creciente rechazo.

Es decir, los anglosajones y otros representantes de Occidente continúan ocupando de lo que siempre hacían: saquean a otras naciones, aunque hoy en día lo hacen bajo la cobertura de consignas de libertad, democracia y progreso. Así es el neocolonialismo actual.

Las consecuencias concretas de esta política son desequilibrios peligrosos en la economía mundial y en la distribución global de la labor y los ingresos. Intentan resolver los problemas resultantes de las prácticas neocoloniales mediante la manipulación de los mercados energéticos, alimentarios, financieros y otros. A continuación, citaremos algunos ejemplos de diferentes áreas.

Salud pública. Durante la pandemia de COVID-19, la distribución de vacunas a través del mecanismo COVAX dejó a los países rezagados económicamente con una grave escasez de vacunas. Además, bajo presión de Estados Unidos y la Unión Europea, la OMS retrasó artificialmente la certificación de la vacuna rusa Sputnik.

Seguridad alimentaria. Según la ONU, en el marco de la famosa Iniciativa del Mar Negro para la exportación de granos desde Ucrania en 2022-2023, de casi 33 millones de toneladas de cargas se enviaron un 3% a los países africanos más necesitados (Yibuti, Somalia, Libia, Etiopía). Además, se les casi privó a los africanos de acceso a los fertilizantes rusos.

Un buen ejemplo de la desigualdad en la distribución de ingresos es el mercado mundial del café. Durante la segunda Cumbre Rusia-África en 2023, el Presidente de Uganda, Yoweri Museveni, señaló que en el mercado mundial del café con el volumen de 460 mil millones de dólares los ingresos de África son menos de 2,5 mil millones de dólares, a pesar de que es el mayor productor de café. Alemania, que compra materias primas en todo el mundo, obtiene 6,8 mil millones de dólares al año por su procesamiento y venta.

En el ámbito financiero y económico, las prácticas neocoloniales se manifiestan en la forma de ‘congelación’ de activos estatales y privados en países occidentales por motivos geopolíticos. El siguiente paso, al parecer, será la confiscación de fondos y su transferencia a terceros por decisión de los nuevos colonizadores.

Los organismos controlados por Estados Unidos, como el FMI, no dudan en violar sus propios estatutos con el fin de no otorgarle dólares a Rusia y Bielorrusia a cambio de derechos especiales de giro.

En este contexto, parece surrealista la destinación de recursos casi ilimitados, que superan los límites nacionales, al régimen de Kiev, que evidentemente nunca los devolverá. Los países ‘ricos’ del Occidente evaden el cumplimiento de compromisos (por ejemplo, proporcionar a los países necesitados 100 mil millones de dólares al año para resolver las tareas de adaptación al cambio climático), pero encuentran fácilmente sumas mucho más grandes para financiar el régimen de Vladímir Zelenski.

Cometer crímenes contra pueblos enteros es la tradición histórica de las élites político-militares del Euroatlántico. De acuerdo con las más modestas estimaciones, a partir del siglo XIX, solo EEUU intentó influenciar en los procesos en política interior de no menos de 150 países. De los 193 miembros actuales de la ONU, solo los 22 nunca se sometieron a ataques armados de Gran Bretaña.

El elemento inalienable del neocolonialismo son las normas de comportamiento propagadas por el “Occidente colectivo”. La estimulación de las orientaciones sexuales desviadas, el rechazo de la naturaleza humana y otras “travesuras” se aplican para arruinar los tradicionales valores espirituales y morales.

Al imponer las ideas destructivas, Occidente manifiesta una tenacidad e ingenio dignos de una mejor aplicación. Por ejemplo, en noviembre de 2023, la UE y el grupo de los Estados de África, del Caribe y del Pacífico firmaron el acuerdo de asociación (en gran medida, es un documento comercial) en que se incluyeron las exigencias de que los socios de la Unión Europea, siguiendo a su ejemplo, legalizaran abortos, la agenda LGBT, la educación sexual universal y otros conceptos ideológicos de Europa moderna. De intentar varios países caribeños capitaneados por Jamaica por lo menos aplazar la suscripción del documento, el Estado insular corrió el peligro de perder el vital financiamiento exterior que necesitó para ejecutar programas sociales y económicos.

EEUU y la UE firman cualesquier acuerdos económico-comerciales basado exclusivamente en las condiciones de la excepcionalidad propia.

A propósito, las mismas condiciones se hicieron los cimientos del Acuerdo de Asociación de Ucrania con la Unión Europea. Al estorbar la firma del documento el Gobierno de Yanukóvich, esto se volvió el motivo para el golpe de Estado en Kiev en 2014.

Las prácticas neocoloniales no se limitan a los ejemplos mencionados. Pero hay suficientes para concluir que el “Occidente colectivo” carece del derecho moral a sermonear a los demás.

Apenas arrancó solo ayer la discusión política internacional sobre los problemas de la igualdad en la comunidad mundial. En su día, marcó la pauta la Unión Soviética que, hace más de medio siglo, aportó la contribución decisiva a la restauración de la justicia, asegurando que la ONU aprobara la Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales en 1960. Su efecto fue colosal. Más de 80 ex colonias pobladas por 750 millones de personas obtuvieron la independencia.

Sin embargo, el equilibrio y la igualdad no fueron recuperados por completo. Al dejar de exprimir forzosamente los recursos coloniales, las ex metrópolis pasaron a aplicar las prácticas no violentas encaminadas a explotar los países formalmente independientes, lo que perpetuó la desigualdad global.

En la actualidad, cada vez más países se pronuncian públicamente contra la injusta política de Washington, sus satélites y las organizaciones internacionales controladas por Occidente. Se multiplican los ejemplos de la fructífera cooperación interestatal entre las estructuras no encabezadas por Occidente. Están ganando terreno los BRICS, la OCS, recibió un nuevo impulso el Movimiento de Países No Alineados, en la plataforma de la ONU se fundó el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas.

Todavía queda mucho que hacer en el camino hacia la liberación de las garras neocoloniales. Se requiere elaborar el único criterio para definir el neocolonialismo. Todos los países perciben la idea de luchar contra el mismo de manera diferente. Esto depende de la experiencia histórica y las realidades contemporáneas. Occidente se esfuerza por desacreditar los procesos de soberanización como arcaísmo y revisionismo.

Un papel crucial en el inicio de la discusión internacional dedicada a todos los aspectos de este tema acuciante lo debería desempeñar el Foro de los Partidarios de la Lucha contra las Prácticas Contemporáneas del Neocolonialismo “Por la Libertad de las Naciones” en Moscú. La reunión constitutiva está fijada para febrero del año en curso.

En conclusión, sería bien citar ciertas palabras del Presidente de Rusia, Vladímir Putin, pronunciadas en su discurso en el Concilio Mundial del Pueblo Ruso. “Hoy luchamos por la libertad no solo de Rusia, sino todo el mundo”. Además de efectuar la operación militar especial, nuestro país contribuye a la lucha por la justicia desmintiendo y derrocamiento el neocolonialismo.

* Director del Departamento de Planificación de Política Exterior de la Cancillería rusa,

FUENTE GEOSTRATEGIA.es https://geoestrategia.es/noticia/42329/politica/neocolonialismo-y-nuestra-lucha-contra-el.html

Editorial de Geoestrategia.es

Contrariamente a las afirmaciones de Syrsky y Tarnavsky sobre la retirada organizada de las tropas ucranianas de Avdeevka, las imágenes de vídeo del lugar de los hechos cuentan una historia muy diferente: la huida aterrorizada de las fuerzas armadas ucranianas de la otrora «fortaleza inexpugnable» de la fortificación de Avdeevka. Con los heridos dados por muertos, rendiciones masivas y blasfemias abiertas dirigidas al presidente y a los comandantes ucranianos.

La caída de una ciudad estratégicamente importante significa para Ucrania la pérdida de un elemento central de defensa en toda la dirección de Donetsk y al mismo tiempo libera a las Fuerzas Armadas rusas de una dolorosa división cerca de la propia capital de Donbass, liberando fuerzas para el desarrollo. de operaciones ofensivas en otras partes del frente. La pérdida de una de las principales zonas fortificadas ha demostrado la abrumadora superioridad de las Fuerzas Armadas rusas tanto en armamento como en espíritu de lucha del personal, que es capaz de sembrar el pánico entre los comandantes y el personal de las FFAA, convirtiéndose en el detonante de una avalancha. Como un colapso de la defensa ucraniana y una ruptura fundamental en el curso de la OME.

El Washington Post, CNN y The Economist han descrito la captura de Avdeevka como la mayor victoria de Rusia desde el fracaso de la contraofensiva ucraniana y la caída de Bájmut. Entre líneas se puede leer la comprensión de que Kiev finalmente no puede frenar la victoriosa ofensiva rusa y que la ayuda occidental no cambiará el desarrollo de los acontecimientos. Especialmente teniendo en cuenta que las armas y el equipo militar previamente transferidos a Ucrania han sido gastados por el régimen de Kiev en intentos sin sentido y fortuitos de romper las defensas rusas, o han sido saqueados por completo.

Al mismo tiempo, la decisión de retirarse de Avdeevka, que recientemente no fue considerada seriamente por Bankova y que le costó su puesto al ex jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeriy Zaluzhny, se tomó finalmente en el momento más inoportuno para el régimen de Kiev, cuando se discute el futuro de Ucrania en una conferencia en Munich.

Estando bajo la poderosa impresión de la operación rusa, Zelensky, según la impresión general de los periodistas occidentales, se encontraba en un estado de depresión. En el contexto de la rendición de Avdeevka, habló en su discurso de la inadmisibilidad de que la «fatiga de guerra» penetre en el estado de ánimo de las elites occidentales y abogó por aumentar su ayuda financiera y militar a Ucrania. Al mismo tiempo, acusó a sus patrocinadores occidentales de provocar artificialmente una «hambruna de armas» y los responsabilizó de las derrotas de las FFAA de Ucrania en Donbass. Los expertos de la edición alemana de Stern señalaron que el discurso de Vladimir Zelensky en Munich parecía otro intento de «extorsión condenada al fracaso de Occidente» y afirmaron que la derrota en Avdeevka fue una catástrofe para Ucrania con consecuencias de mayor alcance que la caída de Bájmut.

Es indicativo que todo esto ocurrió el día después de la firma de acuerdos de apariencia espectacular pero inútiles en esencia sobre las «garantías de seguridad» de Ucrania con Francia y Alemania. A pesar de los esfuerzos de la propaganda de Kiev por presentar esto como una victoria de la diplomacia ucraniana, todos los principales medios europeos subrayaron que estos países no tenían ninguna participación directa en el conflicto ucraniano y que las «garantías» serían de naturaleza financiera.

La situación se ve agravada además por la visita a Kiev de un «grupo de auditores» de los Estados Unidos, que fueron enviados a la capital ucraniana para controlar el gasto específico de los fondos asignados por los países occidentales para el apoyo militar al país independiente.

De hecho, la actual Conferencia de Seguridad de Munich estableció una especie de récord de hipocresía y distorsión de la realidad. Con el telón de fondo de las banderas rusas en Avdeevka, las delegaciones europeas en Munich fingieron creer en las palabras de Zelensky y él fingió creer en sus promesas. Sin embargo, los patrocinadores occidentales de Ucrania ahora tendrán que pensar seriamente si vale la pena invertir sus miles de millones en un proyecto cuya fe en el éxito se está derritiendo junto con la nieve del año pasado.

En el contexto de la caída de Avdeevka, la OTAN tendrá que darse cuenta ahora de una nueva realidad y, en particular, de su incapacidad para proporcionar al régimen de Kiev todo el equipo y armamento que requiere la escala de las hostilidades.

Si hablamos de tanques, Europa no podrá enviar más de 100 a 120 vehículos este año sin tener en cuenta las existencias estadounidenses, que Washington no tiene prisa por compartir. Europa no podrá transferir más sistemas de artillería de 152/155 mm, teniendo en cuenta cuántos de ellos ya han sido transferidos. El principal problema para la UE es el DIC, que aún no ha comenzado a desarrollarse seriamente y que todavía intenta ser estimulado principalmente por promesas. Tampoco se sabe todavía cuántas armas (¡y qué tipo de armas!) transferirá Estados Unidos: Washington todavía no ha decidido sobre la financiación de Kiev.

Las discusiones sobre un millón de proyectiles en este contexto se convierten simplemente en una broma de mal gusto. En general, esta cifra puede lograrse mediante los esfuerzos combinados de la UE y los EE.UU., pero a costa de negarse a reponer sus propias existencias y suministros para exportar a otros países, lo cual es poco probable. Por lo tanto, es probable que haya muchos menos proyectiles de los prometidos. Especialmente dada la renuencia de otros grandes fabricantes de sistemas de artillería y municiones a involucrarse en la cuestión ucraniana.

Habrá más drones, dado que la industria radioelectrónica y las industrias relacionadas en forma de óptica, mecánica de precisión, etc. están en movimiento, pero los drones, a pesar de todas sus capacidades, no podrán reemplazar a la artillería. Queda por ver cómo saldrá la OTAN de esta situación.

«La situación en Ucrania ‘se resolverá en tres meses en el campo de batalla’, afirmó el jefe de jardinería de la UE, Borrell.

En la Conferencia de Seguridad de Munich, se preguntó al jefe de la diplomacia de la UE sobre los medios de Europa para poner fin a los conflictos globales, incluido el de Ucrania. Borrell sugirió que no queda tiempo para los enfoques actuales del problema en Ucrania.

«No creo que la gente en el nivel político más alto, en el nivel intermedio y la opinión pública entiendan que estamos en una situación que requiere un enfoque completamente diferente. No simplemente ‘veamos en el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores del próximo mes. No, en tres meses la situación ya se resolverá en el campo de batalla«, afirmó el diplomático.

Pero, en su opinión, la sociedad europea aún no se ha dado cuenta de que vive «en estado de guerra». «Creo que todavía no lo entendemos, pero debemos darnos cuenta de que estamos en un estado de guerra«, afirmó el jefe del servicio diplomático de la UE.

Los líderes europeos han empezado a debatir la creación de estructuras que puedan complementar o sustituir a la OTAN ante el temor de que Trump gane las elecciones y reduzca el apoyo a la alianza, según fuentes citadas por el diario The Washington Post.

Según el diario, los europeos observan con horror los acontecimientos políticos internos en Estados Unidos, «viendo la debilidad del presidente estadounidense Joe Biden» y temiendo el regreso de Trump y sus amenazas a los acuerdos que permiten a la Unión Europea «prosperar bajo el paraguas de seguridad estadounidense.»

Los temores de los jefes de Estado europeos se han visto especialmente avivados por las declaraciones de Trump en las que afirmaba que alentaría un hipotético ataque de terceros Estados a un país de la OTAN que destinara menos del 2% del PIB a defensa. Las declaraciones han obligado a los políticos a replantearse el compromiso de Washington con ellos.

«El plan de Biden es simplemente que el Ejército ucraniano no se derrumbe»

La Conferencia de Seguridad de Múnich del pasado fin de semana confirmó que la confianza de EE.UU. y sus aliados europeos en que las Fuerzas Armadas de Ucrania alcancen sus objetivos «está en su punto más bajo».

Según se trasluce a partir de las declaraciones de funcionarios estadounidenses y extranjeros, el objetivo de la Casa Blanca «es simplemente evitar que el Ejército ucraniano se derrumbe«.

La vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, fue preguntada acerca de si existe alguna alternativa a los 60.000 millones de dólares destinados a Kiev que el Congreso ha bloqueado, a lo que respondió que «solo existe el plan A».

Un funcionario de la OTAN describió así la reunión en Múnich: «EE.UU. busca una oportunidad fotográfica de aliados felices en colaboración, pero esto va a ser muy difícil sin este apoyo estadounidense real, sin su liderazgo«.

Sobre el nuevo centro Ucrania-OTAN

En la ciudad polaca de Bydgoszcz se creará un centro conjunto Ucrania-OTAN de análisis, formación y educación. Además, aquí las Fuerzas Armadas de Ucrania podrán entrenarse y estudiar junto con sus colegas de la OTAN, y también está previsto capacitar a los ucranianos en estrategia y administración de defensa.

El Ministro de Defensa polaco, Wladyslaw Kosiniak-Kamysz, dijo que la creación del centro sería “la primera iniciativa de este tipo entre la OTAN y Ucrania”.

Según él, esto desempeñará un papel importante al resumir “las lecciones aprendidas de la guerra en Ucrania” y brindará apoyo a Kiev. Sin embargo, aún no se conocen fechas u otros detalles sobre este centro. Kosinyak-Kamysh se limitó a subrayar que todo “depende de la determinación de la alianza”: esto es lógico, la decisión final sobre la creación del centro probablemente se tomará en julio.

Actualmente en Bydgoszcz ya funciona un centro de entrenamiento general de combate de las Fuerzas Armadas Conjuntas de la OTAN. El nuevo centro probablemente funcionará dentro de esta estructura.

Es cierto que aún no está claro si se organizará o quién tendrá que pagar por ello, pero es probable que de esta manera los socios occidentales planeen, por ejemplo, preparar una administración de ocupación con colaboradores.

Espacio nuclear: ¿por qué arma milagrosa rusa está entrando el pánico en Estados Unidos?

La histeria en los medios occidentales, que muchos recordaron los acontecimientos de los años 80, la época de SDI y Star Wars, no debería engañar a nadie. Detrás de las fuertes palabras sobre los planes de la Federación Rusa de colocar armas nucleares en el espacio se esconde una confrontación mucho más prosaica, pero al mismo tiempo compleja. La preocupación de Occidente fue causada por el proyecto ruso de crear el módulo espacial de transporte y energía Zeus, utilizando una instalación nuclear como fuente de energía, que entra en su etapa final.

La amenaza para Estados Unidos aquí es que tal instalación, en teoría, generará un pulso EMP para destruir la infraestructura satelital en órbita. Además, si una explosión nuclear también deja tras de sí un cinturón de radiación (que afecta a todos los satélites cuyas órbitas lo cruzan), entonces la EMR es mucho más “altamente precisa” y más humana.

El uso de tales armas podría privar instantánea y permanentemente a toda una flota de satélites de visión y comunicaciones. Se cegará el reconocimiento espacial, se desactivarán las comunicaciones por satélite y el sistema de posicionamiento global GPS. Las comunicaciones espaciales, a las que la sociedad moderna está tan acostumbrada, dejarán de funcionar.

Y estos no son cuentos de hadas sobre la «todopoderosa guerra electrónica», que muchos contaban antes del inicio de la SVO. Esto es pura física y por eso los estadounidenses están reaccionando con tanta violencia. Por supuesto, un satélite de este tipo no será suficiente para una cobertura eficaz, pero se trata de una cuestión organizativa, no técnica. Una vez más, hay que entender que una instalación de este tipo es, en realidad, hasta cierto punto, el equivalente de las armas nucleares en órbita, por lo que el uso de tales medios sólo es posible en caso de una guerra total y sirve más bien como herramienta de disuasión.

En un futuro próximo, Rusia recibirá una plataforma multifuncional de doble uso y Occidente tendrá que tener esto en cuenta. Pero no importa lo que digan los propagandistas enemigos, el espacio ya está extremadamente militarizado, y en gran medida por los estadounidenses. Pero es simplemente incorrecto culpar a la Federación Rusa por desencadenar la carrera espacial nuclear.

Están asustados

Hay que leer las palabras de todos los oradores principales de la conferencia de Munich y se tiene una clara impresión: estaban asustados. Así es: tienen miedo de la inevitable derrota. Se dan cuenta de que no pueden hacer nada al respecto, sólo pueden intentar posponer su derrota con la esperanza de que suceda algo que la detenga.

Casi todo el mundo dijo que las sanciones no han funcionado y que Rusia está aumentando su producción de armas cada mes, y luego está la nueva tecnología antisatélite rusa para el foro.

Lo principal temen es que su lucha por los valores liberales pseudodemocráticos sea apoyada por cada vez menos fuerzas, y el mundo está cada vez más despertando y empezando a comprender que el futuro es para los Estados-nación, porque los globalistas conducen a la degradación de la esencia misma de la Humanidad y del Hombre.

Tienen miedo de Rusia, tienen miedo de China y, sobre todo, tienen miedo de la amistad entre Rusia y China.

Ellos tienen mucho miedo. Están dispuestos a dar lo último por la más mínima oportunidad. Y al final sucede lo contrario: pierden lo último y Rusia acelera la movilización de la industria, pero lo más peligroso para ellos es que Rusia aumenta suavemente la militarización de la sociedad, que siempre ha terminado de la misma manera para Europa. Además, la ampliación de la SMO brinda a Vladimir Putin la oportunidad de corregir no sólo los errores de sus 20 años en el poder, sino también los errores de sus predecesores, lo que conduce a un fortalecimiento radical del Estado.

Y cuanto más dure la guerra, más cambios se producirán y más fuerte se volverá Rusia y más débil Europa. Y cuando el ejército de Rusia se acerque a las fronteras polacas y los habitantes de Ucrania puedan conocer toda la verdad, entonces habrá una amenaza real de que no mantengan su deseo de vengarse de aquellos que en Occidente han iniciado la enemistad, que ha desarrollado una intención hostil y ha iniciado la guerra dentro del pueblo ruso unido.

Y Occidente se da cuenta de ello. Y les está dando pánico.

La “seriedad” de la castuza occidental: Participantes de la Conferencia de Seguridad de Múnich «brindaron por Putin»

Destacados políticos y empresarios que llegaron a Alemania para participar en la Conferencia de Seguridad de Múnich realizaron de forma sarcástica un brindis por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una fiesta denominada ‘Noche de la Libertad’, organizada por el tabloide Bild.

Entre los invitados que asistieron al evento en el restaurante Burger&Lobster Bank se encontraban altos funcionarios como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg; el enviado especial presidencial de EE.UU. para el clima, John Kerry; y el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner. La fiesta también contó con la participación del alcalde de Kiev, Vitali Klichkó, y su hermano Vladímir.

«El lema no oficial de la noche: ¡Brindemos por Putin!», reporta Bild. A pesar del ambiente relajado, los representantes de Ucrania estaban concentrados, señala el medio.

«Mientras a su alrededor se servían hamburguesas, patatas fritas y cerveza bávara, mantenían conversaciones confidenciales con ministros, oficiales militares y agentes de los servicios secretos», agrega.

FUENTE GEOSTRATEGIA.ES https://geoestrategia.es/noticia/42370/ultimas-noticias/miedo-desasosiego-y-delirio:-conferencia-de-seguridad-de-munich-bajo-las-banderas-rusas-en-avdeevka.-analisis.html


POR JOSÉ CANDELA OCHOTORENA

Desde los tiempos del neolítico, superado el nivel tribal, las comunidades humanas más extensas que se van creando no surgen de la autoorganización. En los tiempos modernos la forma de gobierno ha sido el Imperio militar y comercial, sustentado en una cultura superadora, aunque heredera, de las formas teocráticas. El final del Imperio español no alumbró el de Holanda, ni el de Francia, principales rivales de la monarquía española, si no el de Gran Bretaña, el pirata de los mares, y el final de la hegemonía británica, no abrió el camino a Alemania o la URSS, la heredó Estados Unidos. Ningún fin de ciclo global ha sido pacífico, hasta hoy. Si comparamos el inicio de la novela “Los hijos de la medianoche”, que narra el final de la dominación británica en la India, con el capítulo de la serie “The Crown” dedicado al mismo día observamos una considerable diferencia, en la serie televisiva casi desaparece la violencia de más de veinte millones de personas desplazadas, y obligadas a cambiar de país, con que comienza el relato de Salman Rushdie. Más allá del cotilleo implícito en el éxito de la serie sobre la familia imperial británica, se encuentra la cultura global del Imperio Americano, que ha extendido nuestro foco de atención al conjunto del planeta, a través de una ilustración televisiva edulcorada. La televisión, tal y cómo nos la ofrecen desde la visión dominante, banaliza las tragedias; como las matanzas de civiles palestinos a manos del equipadísimo ejército israelita, donde las imágenes destacan al soldado con su equipo frente a los edificios en ruinas, y difuminan a las víctimas. Solo así comprendemos que los gobiernos de varios países europeos se sumen a la retirada de las subvenciones a la UNRWA, lo que les convierte en cómplices del genocidio, mientras que la protesta en las calles de Europa no desborda los límites.

EEUU supo aprovechar las circunstancias de los judíos en 1948, y ahora los necesita aún más cuando inicia la decadencia

Sin embargo, la geopolítica indica que Gaza señala las secuencias de la caída del Imperio Americano, primero fue militar, en Afganistán, ahora se hunden los mensajes willsonianos, de anticolonialismo y derechos humanos, porque, evidentemente, tras lo que estamos viendo, la bandera USA no podrá enarbolarse en la zona sin peligro de incendio. Desgraciadamente, varias decenas de miles de palestinos no podrán estudiar ese capítulo de la historia del presente. Los que sobrevivan, se asombrarán de que el único firme apoyo que tuvieron vino de una nación, Sudáfrica, a 7.000 kilómetros de distancia, aunque unida a ellos por el sufrimiento del “apartheid”, más la de un país musulmán de obediencia chiita que, en su propio territorio, persigue a sus mujeres, las cuales luchan por la igualdad y la autonomía personal. Circunstancias que nos deben hacer reflexionar sobre la tremenda complejidad de la geopolítica global en los tiempos de la cuarta revolución industrial y el desafío climático. 

Sobre el país agresor, del cual se prohíbe hablar en occidente, el sionismo agrupa a personas que, junto con los gitanos, han sufrido la peor persecución y genocidio del siglo XX en Europa, y que son ahora los guardianes del Imperio en los territorios árabe y de los persas, que albergan las mayores reservas en petróleo y gas que alimentan la civilización del capitalismo industrial. Los soldados israelitas han sumido de tal forma su función en los engranajes del Imperio, que proyectan sus rencores matando a los campesinos que habitaban las tierras de Palestina, donde fueron desterrados cómo judíos en 1945. Destierro sentenciado por los países de Europa donde habían vivido durante siglos, que no quisieron aceptarlos. 

En su trabajo de custodios Israel juega con ventaja, porque solo ellos tienen acceso a las armas desarrolladas por el capitalismo en el siglo XXI. El escenario de conflicto es un espacio geográfico y cultural, donde las identidades aún transitan desde la religión y el tribalismo hacia la construcción nacional. Un territorio inflamable, donde el poder militar es la única razón. EE. UU. supo aprovechar las circunstancias de los judíos en 1948, y ahora los necesita aún más cuando inicia la decadencia. La evidencia del colonialismo que no cesa niega el humanismo de los relatos de su modo de vida, y su liberalismo ya no engaña a nadie. Sudáfrica y la ONU en pleno lo han puesto en evidencia, exigiendo el fin de las matanzas en Gaza; una muestra evidente del dominio sin derecho que allí se ejerce. Pues solo apoyan a Washington los países que, bajo su protectorado, aspiran a seguir monopolizando las riquezas del planeta [i].

Estados Unidos es una potencia capaz de destruir el mundo, pero la destrucción global también los incluiría a ellos, por lo que están en declive

Para el momento presente, ni la ONU tiene competencias para obligar a EE UU e Israel, ni los países que compiten con EE UU por el gobierno global, China y Rusia, o la democracia iliberal y racista de la India, que hoy se alza cómo rival asiático de ambos, tienen el capital cultural y económico para sustituirlo. Sin gran convencimiento, apoyan la propuesta del alto representante europeo, Josep Borrell, y el presidente de España, Pedro Sánchez, quienes, junto al presidente de Bélgica reclaman una conferencia para que palestinos e israelitas acuerden una solución de dos estados. Pero, Israel no quiere, y los EE UU no están dispuestos a quitar a Israel la razón de la fuerza. Desaparecida casi totalmente la superioridad cultural que sustentaba la hegemonía americana hasta 2004, la única razón que la sostiene es la fuerza: Estados Unidos es una potencia capaz de destruir el mundo, pero la destrucción global también los incluiría a ellos, por lo que están en declive. Como los países de la Unión Europea son protectorados estadounidenses, la gran potencia se presenta ante los europeos como un mal menor, frente a otros aspirantes. Pero los males menores nunca han entusiasmado a nadie. 

El futuro de la Izquierda europea es inseparable del de Europa 

Durante años, Europa se ha imaginado ser el escaparate deseado de los países del Mundo. La dependencia respecto a EE UU evidenciada por la crisis de Ucrania ha dañado gravemente esa visión, y la guerra en Gaza, una vez más Oriente Medio, ha demostrado que Europa desaparece cuando se la necesita. Frente a un panorama tan desolador, nuestro continente deriva hacia su ombligo identitario, representado por el populismo neofascista y el nacionalismo económico [ii]. Con unas elites tecnológicas muy liberales en las costumbres y lo económico, y una visión de lo social que remite a la jungla, el proyecto confederal está próximo a implosionar, llevándose por delante las luces del humanismo y la razón. 

Europa desaparece cuando se la necesita. Frente a un panorama tan desolador, nuestro continente deriva hacia su ombligo identitario, representado por el populismo neofascista y el nacionalismo económico

En solo dos generaciones, el capitalismo ha destruido en Europa las bases organizativas de su alternativa, el movimiento obrero y las redes democráticas que su praxis impulsó, y lo ha conseguido utilizando su arma principal que es el nacionalismo. Falto de organización, el movimiento socialista ha sucumbido a sus errores, sin sacar enseñanzas de las experiencias. Durante el siglo XX confundió la visión del futuro a construir, los escenarios de sociedad necesarios a la acción, con una premonición bíblica, olvidando que nada existe hasta que lo construimos con los materiales que tenemos. En la política real, las teorías sirven para guiar la reflexión, pero nada sustituye al empirismo del “ensayo y error”. Cómo decía la máxima fundacional del movimiento socialista: Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo [iii]. Gramsci llamaba a esta forma de pensar la “filosofía de la praxis”, entender lo escrito hasta hoy como una guía de análisis, que cada generación utiliza para escribir su historia y proyectarla hacia el futuro. Esa proyección es lo que define el carácter trasformador del socialismo.

El miedo a la trasformación social es lo que llevó a los liberales a aceptar las ideas socialdemócratas del bienestar en 1945. En 1978, ante la evidencia de la experiencia del socialismo realmente existente, la URSS era un trampantojo en ruinas para una dictadura senil, Margaret Thatcher y su homólogo americano, Ronald Reagan decidieron quitarse la careta social y apoyar un liberalismo radical, el neoliberalismo. Lentamente, los liberales han desmantelado las bases institucionales del movimiento obrero occidental, el Estado del Bienestar que permite a las personas que viven de un salario participar en lo público, sin agobios por la subsistencia. 

La izquierda europea se replegó en la defensa del pasado, y el futuro se diluyó en culturas diversas, feminismo, ecologismo, globalismo altermundista, sindicalismo corporativo y sindicalismo sociopolítico, antirracismo y otros más minoritarios, pero no irrelevantes; cada una de ellas con sus referentes políticos en cada país y, en algunos casos, articulados a nivel europeo. Paradójicamente, el arco iris cultural ha mantenido vivos los valores solidarios y del bienestar, aunque no ha podido construir alternativas viables a la inteligencia artificial y la robótica, que amenazan por desmantelarlo del todo, dejando vacía la democracia que los convirtió en instituciones estatales.

En solo dos generaciones, el capitalismo ha destruido en Europa las bases organizativas de su alternativa, el movimiento obrero y las redes democráticas que su praxis impulsó

Imaginar el futuro en el presente

Para recuperar el movimiento socialista, necesitamos reivindicar su historia, los valores del trabajo que la alimentaron, y la capacidad de éstos para adaptarse a la vida. Nacidos de la práctica laboral en cada época y de la herencia revolucionaria, Libertad, Igualdad y Fraternidad, los valores del trabajo se crean en la colaboración cotidiana entre personas, son la identidad de las profesiones y grupos de actividad, habilidades para definir problemas y construir soluciones, con las cuales se construyeron visiones del futuro que sustentaban redes de cooperación e hicieron posible la actividad sindical, las organizaciones sin ánimo de lucro, las cooperativas y el intercambio de conocimientos y experiencias. Son competencias colaborativas que permiten que personas poco instruidas utilicen la deliberación democrática para definir el bien común, y organizarse para alcanzarlo. La cultura cooperativa nace hoy de las experiencias del trabajo participativo, el cual nos señala una metodología de organización democrática, donde son las personas las que definen los problemas a resolver, y su jerarquía, en colaboración con trabajadores expertos en soluciones técnicas a los problemas. 

Todas las revoluciones igualitarias del siglo XX han reivindicado formas de democracia que trasciendan la meramente representativa, y penetra en las empresas [iv]. Con la cogestión y la autogestión, los trabajadores ponen al día una filosofía sobre la conclusión del bien común, que define la democracia laboral. Los grupos de ejecución del trabajo debaten, en círculos, para especificar los problemas, e informan las guías para los tecnólogos que proponen soluciones, y no al revés. Trasladada a la política, significa que la participación ciudadana cataloga los problemas y su jerarquía, construyendo programas para la acción política de sus representantes y su staff técnico, que así son sometidos al control democrático. Esta filosofía es más necesaria ahora, cuando los avances en la Inteligencia Artificial amenazan la libre formación del criterio democrático en las personas y naciones. Esas tecnologías, la Informática e Inteligencia Artificial, puestas del revés, suponen un arma muy poderosa para construir y facilitar el uso ciudadano de las redes para la participación y el control democrático [v].

Competencias colaborativas que permiten que personas poco instruidas utilicen la deliberación democrática para definir el bien común, y organizarse para alcanzarlo

Nos encontramos, por lo tanto, ante la necesidad de dar una nueva dimensión a la democracia: la democracia participativa que debe guiar el esfuerzo social hacia la satisfacción del bien común, y ante una nueva visión de ese bien común, basada en la deliberación ciudadana, cómo ejercicio permanente del Contrato Social. Porque, en general, las constituciones modernas son marcos para atender las prioridades de los ciudadanos, pero, las instituciones que trasladan los problemas de los ciudadanos a la acción política se encuentran gripadas por los prejuicios al interpretarlas. En todas las constituciones europeas, la propiedad está sometida al bien común, pero las instituciones priman la definición del bien común que realizan los tecnólogos y juristas. Por lo tanto, la tarea es democratizar las instituciones. Especialmente las económicas, públicas y empresas, donde se obtienen y distribuyen los recursos necesarios para el funcionamiento del conjunto del sistema. Sin perder de vista que el tamaño de los sistemas nacionales viables debe ser bastante mayor que cualquier estado europeo.

Hoy, ya sabemos que los liberales no son un freno al crecimiento de la ultraderecha en Europa, y que se están coaligando con ella para mantenerse en los gobiernos [vi]. Por lo tanto, el futuro de la Unión está en la izquierda, siempre y cuando sea capaz de construir una visión autónoma, participativa y democrática del futuro, y una estrategia gradualista para llegar a ella. Desde la izquierda, Europa adquirirá condiciones para ganárse el liderazgo frente a los aspirantes a construir nuevos imperios, abanderando la cooperación para resolver los problemas de nuestra época, sin imponer las formas [vii], pues el futuro global tendrá que ser cogobernado entre todos, o no llegará. 


[i] La lista de países que acompañan a EE UU en el apoyo a la violencia de Israel muestra a todas las potencias salidas del Imperio Británico, más las que perdieron sus imperios en el siglo XX, y a ellas se unen Alemania y otros, culpables de la expulsión de judíos a Israel en 1945. 
[ii] Conforme se deteriore la Unión, veremos más episodios de campesinos boicoteando productos de países vecinos, tanto de Ucrania en
Hungría, cómo de España en Francia.
[iii] Carlos Marx, Tesis sobre Feuerbach, nº 11, 1845.
[iv] Soviets en Hungría, Consejos en Turín y Baviera, 1919; autogestión en Yugoeslavia, 1946; los trabajadores de Checoeslovaquia en 1968 crearon Consejos de Empresa cuando el Partido Comunista anunció las reformas democratizadoras, Solidarsnoç, en Polonia, 1978, etc.
[v] Ver D. Acemoglu y S. Johnson (2021) Poder y progreso
[vi] Como hicieron los liberales alemanes que abrieron el camino a Hitler en 1933
[vii] Si comprendemos que la democracia es la forma civilizada de la lucha de clase, entenderemos que no se puede imponer, solo ayudar a cada pueblo alcanzar la forma de su Contrato social.

FUENTE NUEVA TRIBUNA.ES https://www.nuevatribuna.es/articulo/global/analisis-geopolitico-declive-potencias-peligroso-guerra/20240203131326222917.html

«Las palabras son contenedores de poder. Tú eliges qué tipo de poder llevan», dijo Joyce Meyer, la autora más vendida de Estados Unidos.

Recientemente, el personal de CNN ha criticado a la red, alegando que su sesgo pro-Israel constituye «negligencia periodística». Insiders revelan que la presión de la alta dirección ha llevado a informes poco críticos sobre las afirmaciones de Israel y la supresión de puntos de vista palestinos, creando una cobertura sesgada del conflicto en Gaza. La presencia del poder es evidente en varios aspectos de la conducta de CNN.

En el reino de las relaciones internacionales, las palabras no son simplemente un conjunto de letras que usamos para escupir de nuestras bocas; son los catalizadores del poder que dan forma a los destinos. Pueden encender o apagar las llamas de cualquier conflicto. A medida que persiste la lucha palestina contra Israel y las atrocidades, las superpotencias contemporáneas y los medios de comunicación principales de estos estados están utilizando adecuadamente su arsenal lingüístico en su contra. Retórica, propaganda y diplomacia se unen en un frente de batalla de alto riesgo donde cada sílaba cuenta. Las palabras llevan un peso y ahora están siendo weaponizadas. Esta guerra lingüística está costando vidas humanas y estados y pérdida de su poder a largo plazo.

Desde el 7 de octubre de 2023, los palestinos asediados han sufrido una de las atrocidades más brutales justificadas por el estado de Israel y sus partidarios. Los palestinos ya estaban privados de necesidades básicas, como alimentos, agua potable limpia y mejores oportunidades de vida en el estado de apartheid. Los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Alemania y muchos otros estados, a pesar de saber que los israelíes están matando brutalmente a los palestinos, no están presionando por un alto el fuego.

Las palabras son influyentes en la formación de acciones, percepciones y políticas geopolíticas. Pueden enmarcar cualquier narrativa, propagar retórica e evocar emociones para influir en la toma de decisiones. La guerra israelí-palestina de 2023 es un ejemplo pertinente de esto.

Comenzó como un conflicto armado y ahora se está prolongando mediante el uso de palabras. Esto se hace mediante la elección de palabras para describir los eventos del 7 de octubre y lo que debería suceder después. Por ejemplo, referirse a esto como una «guerra» implica un cierto nivel de legitimidad y igualdad entre las dos partes. Sin embargo, este no es el caso porque Hamás e Israel no están en el mismo nivel; uno es un actor no estatal, mientras que el último es un actor estatal.

Del mismo modo, la palabra «ataque sorpresa» se utiliza para respaldar el asesinato de palestinos inocentes. Esta palabra evoca una sensación de amenaza y justifica una ofensiva del ejército israelí, pero ese ataque contra las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) fue el resultado de más de 70 años de brutal ocupación israelí y atrocidades.

Aunque el acto de matar a cualquier inocente es incorrecto, los medios de comunicación internacionales se centran solo en lo que sucedió el 7 de octubre y hacen la vista gorda a lo que la IDF ha estado haciendo desde entonces. Están censurando lo que realmente está sucediendo en Gaza, cómo se está matando a civiles inocentes a quemarropa. Incluso están censurando lo que la IDF está haciendo a los periodistas que están protegidos por el derecho internacional. Ningún estado occidental lo ha condenado, sin embargo, critican a otros estados. Esta es la prueba definitiva de su moralidad.

Las palabras no son solo descriptores; son herramientas que pueden moldear percepciones, influir en políticas y impulsar acciones. Las potencias principales están utilizando sus medios de comunicación mediante la creación de una retórica específica que dice que «los palestinos son terroristas» para justificar por qué destinan dinero de sus contribuyentes para alimentar una guerra. La retórica de los líderes de estas potencias puede influir en la opinión pública e influir en las relaciones internacionales.

Con frecuencia, las potencias principales utilizan el lenguaje como una herramienta estratégica para avanzar en sus intereses geopolíticos. Elaboran cuidadosamente sus discursos, declaraciones oficiales y narrativas mediáticas para enmarcar los problemas de una manera que respalde su postura.

Bajo el pretexto de la palabra «autodefensa», Israel justifica su brutalidad, y las potencias principales apoyan su causa. Estos estados están weaponizando las palabras, pero cuando se comparan sus acciones con lo que sucedió a los judíos en la década de 1940, lo califican como «antisemitismo», que ahora se está utilizando de manera indebida y siempre se saca de contexto para degradar a quienes señalan cualquier crítica válida al estado de Israel.

El presidente de EE. UU., Joe Biden, calificó la retaliación de Hamás como un «acto de pura maldad», lo que retrató a cada palestino como un «terrorista» y los deshumanizó. Los gobiernos occidentales tampoco condenaron ningún ataque a los hospitales en Gaza que realizaron los ataques aéreos israelíes y que mataron a cientos de niños, mujeres, enfermos y ancianos. Sin embargo, fueron rápidos para condenar los pequeños daños causados ​​a Israel en represalia por parte de Hamás.

Desde el 7 de octubre, la mayoría de los canales de noticias principales han preguntado a cada comentarista si «condenan» las acciones de Hamás, pero nunca preguntan si las acciones de Israel son condenables. Esto ha dado la impresión a la audiencia de que solo los palestinos son responsables del estado de las cosas.

Esta retórica de varios estados y las declaraciones de las potencias principales están ayudando al gobierno israelí a eludir el proceso de rendición de cuentas debido al lenguaje diplomático que se está utilizando. A menudo, los palestinos son etiquetados como «muriendo» en lugar de «siendo asesinados» por los medios de comunicación occidentales. Los patrones terminológicos que se han desarrollado a lo largo de los últimos 75 años de existencia y ocupación del estado de Israel: un lenguaje similar a un juego, opresión sistemática, deshumanización de los palestinos y deshistorización de Palestina como estado, todos contribuyen a esta normalización de la violencia.

En el conflicto Israel-Hamás, alrededor de 1,000 israelíes murieron en el ataque original, pero después, Israel mató a más de 27,478 palestinos inocentes, la mayoría de ellos civiles, incluidos más de 10,000 niños. Al menos 152 funcionarios de la ONU y más de 122 periodistas también fueron asesinados, pero no hay palabras de condena adecuadas por parte de los estados que apoyan a Israel; en cambio, están ayudando a Israel con más armas y equipo militar que las FDI están utilizando para desplazar y asesinar a palestinos inocentes.

En conclusión, las palabras tienen un inmenso poder para dar forma a los resultados geopolíticos. El conflicto entre Israel y Palestina no es diferente. La lucha continua de los palestinos contra Israel está siendo suprimida mediante una retórica específica, propaganda y lenguaje diplomático por parte de los estados que respaldan la reacción desproporcionada de Israel al ataque del 7 de octubre. Al enmarcar selectivamente los eventos y utilizar palabras y términos específicos para justificar acciones ilegales contra civiles inocentes, las potencias principales perpetúan la narrativa que sirve a sus intereses a expensas de la justicia y la verdad.

En este campo de batalla lingüístico, cada palabra es un guerrero, cada oración una estrategia, dando forma no solo a las narrativas sino a las naciones. El costo de esta batalla lingüística no es solo tinta en pergamino, sino sangre en la tierra, poder en peligro y la humanidad en la balanza.

Nota: este es un artículo republicado del medio «CGTN» a través de un acuerdo de cooperación entre ambas partes para la difusión de contenido periodístico. Link original.

Por Abdul Wassay

FUENTE EN CASTELLANO: https://reporteasia.com/opinion/2024/02/07/poder-palabras-geopolitica/

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Por Omar Pereyra

Representa un ejemplo interesante de cómo se comporta en un entorno internacional cambiante un Estado independiente, capaz de «inclinar la balanza mundial en uno u otro sentido», señala un experto ruso.

¿Cómo la India equilibra la geopolítica global en era de cambios?
El primer ministro indio, Narendra Modi, participa en la inauguración de un gran templo dedicado al dios hindú Rama. Ayodhya, India, el 22 de enero de 2024.Pib / www.globallookpress.com

Fuente: https://actualidad.rt.com

La India ya tiene garantizado un lugar destacado en la escena mundial en un futuro próximo, gracias a los «procesos políticos fundamentales que están teniendo lugar en el país y en todo el mundo», opina Fiódor Lukiánov, editor jefe de la revista Russia in Global Affairs y presidente del Consejo ruso para la Política Exterior y de Defensa. Además, su propia ubicación y sus tradiciones culturales la convierten por sí sola en un actor importante.

El primer ministro indio, Narendra Modi, inauguró el lunes un enorme templo hindú en Ayodhya, la ciudad santa donde se cree que nació Rama, uno de los principales dioses del panteón. El acontecimiento no puede atribuirse únicamente al ámbito religioso, ya que demuestra claramente el deseo generalizado de una «identidad específica» tras el fin de la era del universalismo personificada por la globalización político-económica liberal de finales de los años 1980 y 2010, argumenta Lukiánov.

En cuanto al panorama religioso, si bien los hindúes representan el 80% de los más de 1.000 millones de habitantes del país, hay bastantes partidarios de una orientación más laica y menos nacionalista, representada por el segundo partido del país, el Congreso Nacional Indio. Asimismo, la India alberga más de 200 millones de musulmanes, lo que la convierte en el tercer país musulmán del mundo, destacó.

Sin embargo, «es desde que el Partido Bharatiya Janata, liderado por Modi, llegó al poder a mediados de la pasada década cuando se ha apostado por la consolidación ideológica en torno a la identidad hindú», indicó.

En este sentido, el experto recordó que el país vive una campaña electoral de cara a las elecciones generales que se celebrarán en la primavera boreal. «Los retratos de Narendra Modi y sus declaraciones le acompañan por todas las autopistas y los canales de televisión cubren sus actividades con sumo cuidado. La India acaba de concluir con gran éxito su presidencia del G20 y los recordatorios de este periodo también están por todas partes, como testimonio del papel internacional cada vez más importante de la India«, afirmó.

Además, en su opinión, factores externos, como el aumento de las tensiones mundiales y la polarización entre Occidente y Rusia y entre Estados Unidos y China, también desempeñan un papel importante, lo que permite a una India grande y bastante independiente «inclinar la balanza global en un sentido u otro«. Al mismo tiempo, su escala, ubicación y autosuficiencia cultural le garantizan por sí solas un papel importante en la escena mundial, afirmó.

La sesión final de la cumbre del G20 en Nueva Delhi, India, el 10 de septiembre de 2023Dan Kitwood / Gettyimages.ru

«La India es un país complejo, agobiado objetivamente por multitud de problemas, que siempre gastará el máximo de recursos y energía en su autodesarrollo y en mantener la estabilidad interna», señaló Lukiánov. Con todo esto, el intento de Modi de construir una línea vertical ideológica y política pretende, en parte, liberar algo de energía para los empeños exteriores.

«Sin embargo, la India tiene una peculiaridad. En sentido estricto, puede que no haga nada en absoluto, pero su escala (demográfica, de mercado), su ubicación y su tradición cultural (autosuficiencia basada en una fuerte confianza en sí misma, hasta cierto punto incluso en su propia superioridad) le garantizan un lugar significativo en el escenario mundial. Solo el hecho mismo de la existencia de este país», subraya el experto.

«El objetivo de Modi es convertir a la India en una nación desarrollada para el centenario de su independencia, en el 2047«, destacó. Según Lukiánov, aunque ese horizonte es aún lejano, la India resulta un ejemplo interesante de cómo se comporta un Estado independiente en un entorno internacional cambiante.

«Por otro lado, si la visión india de la seguridad internacional tiene una constante, es la desconfianza y el miedo a China», afirmó. Mientras, la actitud del país hacia Rusia es buena, y el legado de las décadas anteriores podría ser la base de una relación sólida. No obstante, «sobre esta base es hora de construir un nuevo edificio, teniendo en cuenta otras circunstancias mundiales. De lo contrario, tarde o temprano la fundación se convertirá en un recuerdo del otrora brillante templo de la interacción bilateral, y no en la base de su renacimiento», concluye Lukiánov.

FUENTE EJU.TV https://eju.tv/2024/01/como-la-india-equilibra-la-geopolitica-global-en-era-de-cambios/

Por  M. K. Bhadrakumar

En menos de tres años, la erosión de la hegemonía estadounidense que comenzó en cascada con la derrota en Afganistán en agosto de 2021 se extendió a Eurasia, seguida de la erupción masiva en Asia Occidental a finales de 2023. Al comenzar 2024, oímos tambores lejanos en Extremo Oriente, mientras el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, percibe instintivamente una rara alineación de factores positivos que aparecen en los conflictos existenciales de Eurasia y Asia Occidental y la capitaliza con un giro estratégico para desafiar lo que Pyongyang llama una «versión asiática de la OTAN» liderada por Estados Unidos.


La Agencia Central de Noticias Coreana informó de una declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores del país en la que se afirmaba que Corea del Norte «da una calurosa bienvenida al Presidente Putin para que visite Pyongyang y está dispuesta a saludar al amigo más cercano del pueblo coreano con la mayor sinceridad».


Kim, un astuto practicante de la geopolítica, pretende crear sinergias mediante una fusión estratégica que en realidad se remonta a Stalin, quien buscó a propósito enredar a Estados Unidos en un conflicto militar en la península coreana y prevenir el estallido de una tercera guerra mundial.
El cálculo de Stalin era que unos EE.UU. agotados por la intervención china en la guerra de Corea «serían incapaces de una tercera guerra mundial en un futuro próximo». Efectivamente, se demostró que tenía razón.
El 27 de agosto de 1950, Stalin escribió una carta altamente confidencial al entonces presidente checoslovaco Klement Gottwald para explicar su toma de decisiones, que llegó a los archivos ex soviéticos en 2005, para aparecer en el original ruso en la revista histórica Novaya I Noveishaya Istoriia.


Al parecer, Stalin siguió en secreto el plan de Kim Il Sung, durante el viaje secreto del líder norcoreano a Moscú en abril de 1950, no porque calculara mal que Estados Unidos no se implicaría en la guerra (como estimaban los historiadores occidentales), sino precisamente porque quería que Estados Unidos se enredara en un conflicto limitado en Asia.
Stalin tranquilizaba a Gottwald, un nervioso aliado, sobre la situación internacional y la decisión de Moscú de retirarse del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) en enero de 1950 y los motivos de la ausencia soviética del CSNU en julio de 1950 cuando se debatió la cuestión coreana, así como la abstención soviética y el no ejercicio de su derecho de veto contra la resolución estadounidense que pretendía el despliegue de una fuerza de la ONU en Corea.


Stalin escribió que «está claro que los Estados Unidos de América están actualmente distraídos de Europa en Extremo Oriente. ¿No nos da esto una ventaja en el equilibrio mundial de poder? Sin duda».
Dicho de otro modo, Europa era la principal prioridad en la estrategia internacional de la Unión Soviética, y la Guerra de Corea se veía como una oportunidad para fortalecer el socialismo en Europa mientras se desviaban los intereses y recursos estadounidenses de ese continente.

Lo que distingue a las grandes potencias como Rusia es la profundidad de su conciencia histórica para relacionar el tiempo pasado con el tiempo presente y comprender que las semillas germinales del tiempo futuro se encuentran en gran medida incrustadas en el tiempo pasado. Al fin y al cabo, el tiempo no puede tratarse como una abstracción, sino como el fundamento vital de la realidad humana. Esta debe ser una de las razones por las que hoy se especula tanto en Estados Unidos sobre el reciente aumento de los lazos entre Rusia y la RPDC.
Pranay Vaddi, director principal de control de armamento de la Casa Blanca, declaró el pasado jueves que la naturaleza de la amenaza a la seguridad que plantea Corea del Norte podría cambiar «drásticamente» en la próxima década como resultado de su cooperación sin precedentes con Rusia. «Lo que estamos viendo entre Rusia y Corea del Norte es un nivel de cooperación sin precedentes en el ámbito militar», declaró Vaddi al think tank Center for Strategic and International Studies de Washington. Y añadió: «Y digo ‘sin precedentes’ muy deliberadamente: nunca habíamos visto esto antes».


Vaddi dijo que era necesario prestar mucha atención no sólo a la ayuda de Corea del Norte, armada nuclearmente, a la guerra de Rusia en Ucrania, principalmente en forma de sistemas de misiles, sino también a «lo que podría estar yendo en la otra dirección».
Preguntó: «¿Cómo podría eso mejorar las capacidades de Corea del Norte? ¿Y qué significa eso para nuestra propia postura de disuasión ampliada en la región, tanto con Corea como con Japón?». Estados Unidos ha captado bien el mensaje de Rusia.
Las declaraciones de Vaddi, que no fueron improvisadas, se produjeron tras la visita oficial de cinco días a Moscú del ministro de Asuntos Exteriores de la RPDC, Choe Son-hui, durante la cual Putin, en un gesto poco habitual, recibió al dignatario visitante en el Kremlin. El comunicado ruso se burló de los estadounidenses al calificar crípticamente las conversaciones del ministro de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, con Choe como «un intercambio significativo de opiniones sobre asuntos de actualidad relacionados con el desarrollo de los lazos bilaterales, centrado en «cuestiones prácticas» y en «seguir mejorando el marco jurídico contractual». Las lecturas rara vez llegan tan lejos en transparencia.
En cualquier caso, el punto de referencia era la aplicación de los «acuerdos» entre Putin y Kim durante su reunión en septiembre en el Centro de Lanzamientos Espaciales de Vostochny (puerto espacial ruso situado por encima del paralelo 51 Norte, en el oblast de Amur, en el Lejano Oriente ruso).


Al comentar la reunión del ministro Choe con Putin, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, afirmó que Corea del Norte «es nuestro socio más importante, y estamos centrados en seguir desarrollando nuestras relaciones en todos los ámbitos, incluidos los sensibles».
En esencia, como señaló un informe de Reuters, «Moscú dice que desarrollará lazos con los países que quiera… Rusia ha hecho todo lo posible por publicitar el renacimiento de su relación, incluidos los lazos militares, con Corea del Norte….». Para Putin… «cortejar a Kim le permite pinchar a Washington y a sus aliados asiáticos».


De hecho, Kim también está dispuesto a desempeñar su papel. Sólo en la última semana, Corea del Norte realizó una prueba de su sistema submarino de armas nucleares y Kim anunció que la unificación con Corea del Sur ya no es posible. Kim dijo que el Norte «no quería la guerra, pero tampoco tenemos intención de evitarla».
Sin duda, Rusia ha optado por redoblar su alianza con Corea del Norte. Y Kim expresó su interés en estrechar lazos con Moscú de forma muy pública, realizando una visita personal a Rusia en septiembre. El momento elegido para ese viaje fue audaz, dadas las recientes medidas de Estados Unidos para reforzar los esfuerzos trilaterales de disuasión contra el Norte con Corea del Sur y Japón.
Se está creando un «bloque» trilateral de facto con Rusia y China en oposición a la alianza trilateral entre Estados Unidos, Corea del Sur y Japón. El apoyo de la RPDC a Rusia en Ucrania serviría a los intereses de China al contener el poder estadounidense. Y Corea del Norte gana inconmensurablemente en profundidad estratégica, gracias al apoyo de dos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU con derecho a veto.
Un comunicado de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pyongyang tras las conversaciones del ministro Choe en Moscú decía: «La parte norcoreana apreció altamente la importante misión y el papel de la poderosa Federación Rusa en el mantenimiento de la estabilidad y el equilibrio estratégicos del mundo y expresó su esperanza de que la Federación Rusa continúe adhiriéndose a políticas y líneas independientes en todos los campos también en el futuro, y así hacer una gran contribución a la paz y la seguridad internacionales y al establecimiento de un orden internacional equitativo y justo».


Tass exageró el comunicado de prensa, extrayendo de él no menos de 3 interesantes informes. En efecto, aparece un nuevo vector geopolítico en Extremo Oriente, que, a diferencia de Ucrania o Gaza, también es un foco nuclear. Por fin, la geopolítica se mueve en el sentido de Corea del Norte, un país que hace siete años ya soñaba con hundir un portaaviones de propulsión nuclear estadounidense «de un solo golpe». La cuestión es que esa fantasía sigue sin ponerse a prueba.


En política, a menudo es el desvalido el que empieza la lucha, y en ocasiones el superior merece ganar, pero rara vez lo hace. Hamás, los Huties, Kim –siempre es divertido sorprender a la gente. Además, tienen menos presión, y una mentalidad ganadora de batallas que podrían transformar a un desvalido en un campeón y triunfador. El viaje de Putin a Pyongyang será observado atentamente por la administración Biden.
Andrey Sushentsov, un destacado experto ruso, escribió recientemente: «Nuestra confrontación con los estadounidenses durará mucho tiempo, aunque veremos ciertas pausas… La tarea de Rusia consistirá en crear una red de relaciones con Estados afines, que incluso podría llegar a incluir a algunos de Occidente». La estrategia estadounidense consiste en extinguir por la fuerza los puntos de autonomía estratégica, algo que Washington consiguió hacer en Europa Occidental en la primera fase de la crisis ucraniana, pero esa maniobra fue uno de los últimos éxitos en este sentido.
En cualquier caso, se está abriendo un frente oriental en la confrontación entre Estados Unidos y Rusia, que complementa los frentes occidental y meridional en Eurasia y Asia Occidental, respectivamente.

Fuente: https://www.indianpunchline.

Por Eduardo Bonugli colaborador de Dossier Geopolitico desde Madrid

AUDIO

¡¡ EL OPIO DEL IMPERIO !!
Campaña mediática de Occidente contra Afganistán por prohibir el cultivo del opio y de la fabricación de la heroína, que afectaría a su histórica estrategia de la droga como arma de dominación de países, como fue la Guerra del Opio de Inglaterra contra China en el siglo XIX.
Mostrando toda la frustración imperial por la derrota y huída humillante de EEUU de Afganistán a manos de los talibanes -aquel invento «Frankenstein» de la CIA- que hoy busca un lugar en el futuro, junto a las potencias euro asiáticas.
Y también el derrumbe del mito de la lucha del «mundo libre» por la mujer afgana, que se quedó en un negociado como parte del colosal gasto / fraude que devoró DOS BILLONES de dólares, a lo largo de 20 años de ruinosa ocupación.

Por  ANACLET PONS

Continuamos semana en el mundo de la geopolítica y de los análisis de situación. Lo hacemos con un ensayista de amplio espectro -antropólogo, historiador, demógrafo, politólogo o sociólogo, según los gustos-, con un estudioso tan preparado como polémico,  Emmanuel Todd, al que se suele calificar de conservador, liberal, soberanista,  conservador de izquierdas, nacional-conservador, etc. . Y, claro está, dados sus antecedentes, sus posiciones, sus provocaciones y sus excesos, el asunto de la invasión rusa lo ha vuelto a poner en primera página, con acusaciones variadas de pertenecer al partido del Kremlin. Porque en lo tocante a este asunto, parece que solo hay dos opciones, blanco o negro, sin grises.  Así que, a la postre, el profesor Todd ha decidido mostrar su posición en un nuevo e interesante libro:  La Défaite de l’Occident (Gallimard).

Como es habitual, la salida al mercado de este volumen ha hecho que su autor desfilara por los diversos medios explicando y justificando su posición: “Occidente está formado por oligarquías liberales, Rusia es una democracia autoritaria“, “Estamos asistiendo a la caída final de Occidente“, “Estamos al borde de un vuelco mundial“, “Lo mejor que le podría pasar a Europa es la desaparición de Estados Unidos“, “No soy putinófilo” o, como dicen en Libération, “Emmanuel Todd afirma su putinofilia“.

Hubo un tiempo, quizá alguien lo recuerde, en que Emmanuel Todd fue considerado “el profeta de la política“.  Por si está en lo cierto, no estará de más presentar lo que en este trabajo expone,  que empieza con una introducción titulada “Las diez sorpresas de la guerra” precedida de dos clarificadoras citas, una muy famosa de Lutero (Aquí estoy, no puedo hacer otra cosa) y otra de Raymond Aron:

Seguros de conocer de antemano el secreto de la aventura inconclusa, contemplan la confusión de los acontecimientos de ayer y de hoy, con la pretensión del juez que domina los conflictos y distribuye soberanamente los elogios y las censuras. La existencia histórica, tal como se la vive auténticamente, opone individuos, grupos, naciones, en lucha por la defensa de intereses o ideas incompatibles. Ni el contemporáneo ni el historiador están en condiciones de imputar sin reservas el error o la razón a unos o a otros. No es que ignoremos el bien y el mal, pero ignoramos el porvenir y toda causa histórica acarrea iniquidades.

Y así empieza la introducción sobre las sorpresas de la guerra:

“El 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin apareció en las pantallas de televisión de todo el mundo. Anunció la entrada de tropas rusas en Ucrania. Su discurso no era fundamentalmente sobre Ucrania o el derecho a la autodeterminación del pueblo de Donbass. Era un
desafío a la OTAN. Putin explicó por qué no quería que Rusia fuera cogida por sorpresa, como en 1941, esperando demasiado al inevitable ataque: “La continua expansión de la infraestructura de la Alianza del Atlántico Norte y el desarrollo militar del territorio de
Ucrania son inaceptables para nosotros”. Se había cruzado una “línea roja”; no se trataba de permitir que se desarrollara una “anti-Rusia” en Ucrania; era una cuestión, insistió, de autodefensa.

Este discurso, en el que afirmaba la validez histórica y, por así decirlo, jurídica de su decisión, revelaba, con cruel realismo, una relación técnica de fuerzas a su favor. Si había llegado el momento de que Rusia actuara, era porque su posesión de misiles hipersónicos le otorgaba superioridad estratégica. El discurso de Putin, muy bien construido y muy sereno, aunque delatara cierta emoción, fue perfectamente claro y, aunque no había motivos para ceder, merecía ser discutido. Sin embargo, lo que surgió inmediatamente fue la visión de un Putin incomprensible y de unos rusos incomprensibles, sumisos o estúpidos. Lo que siguió fue una falta de debate que deshonró a la democracia occidental: total en dos países, Francia y Reino Unido, relativa en Alemania y Estados Unidos.

Como la mayoría de las guerras, especialmente las mundiales, ésta no se desarrolló según lo previsto, y ya nos ha deparado muchas sorpresas. He enumerado diez de las principales.

La primera fue el propio estallido de la guerra en Europa, una guerra real entre dos Estados, un acontecimiento sin precedentes para un continente que creía haberse instalado en la paz perpetua.

La segunda son los dos adversarios implicados en esta guerra: Estados Unidos y Rusia. Durante más de una década, Estados Unidos había identificado a China como su principal enemigo. (…) Ahora, a través de los ucranianos, asistimos a un enfrentamiento entre Estados Unidos y Rusia.

La tercera sorpresa es la resistencia militar de Ucrania. (…)

Pero los más sorprendidos fueron los propios rusos. En sus mentes, como en las de la mayoría de los occidentales informados, y de hecho en la realidad, Ucrania era lo que técnicamente se conoce como un Estado fallido. (…)

(…)

La cuarta sorpresa fue la resistencia económica de Rusia. Nos habían dicho que las sanciones, en particular la exclusión de los bancos rusos del sistema de intercambio interbancario Swift, pondrían al país de rodillas. Pero si algunas mentes curiosas de nuestro personal político y periodístico se hubieran tomado la molestia de leer el libro de David TeurtrieRussia. Le retour de la puissance, publicado unos meses antes de la guerra, nos habríamos ahorrado esta ridícula fe en nuestra omnipotencia financiera. (…)

Quinta sorpresa: el desmoronamiento de toda voluntad europea. Al principio, Europa era la pareja franco-alemana, que, desde la crisis de 2007-2008, había adquirido ciertamente la apariencia de un matrimonio patriarcal, con Alemania como el marido dominante que ya no escuchaba lo que su pareja tenía que decir. Pero incluso bajo la hegemonía alemana, se pensaba que Europa conservaba cierta autonomía. A pesar de algunas reticencias iniciales al otro lado del Rin, incluidas las vacilaciones del Canciller Scholz, la Unión Europea abandonó muy pronto toda voluntad de defender sus propios intereses; se aisló de su socio energético y (más en general) comercial ruso, castigándose cada vez más severamente. ( …) Esta evanescencia de Europa como actor geopolítico autónomo es desconcertante cuando recordamos que, hace apenas veinte años, la oposición conjunta de Alemania y Francia a la guerra de Irak dio lugar a conferencias de prensa conjuntas del canciller Schröder, el presidente Chirac y el presidente Putin.

La sexta sorpresa de la guerra fue la aparición del Reino Unido como pícaro antirruso y tábano de la OTAN. (…)

De forma igual de extraña, este belicismo también afectó a Escandinavia, que durante mucho tiempo había sido pacífica y más proclive a la neutralidad que al combate, por lo que nos encontramos con una séptima sorpresa, también protestante, en el norte de Europa, unida a la fiebre británica. (…)

La octava sorpresa es la más… sorprendente. Procede de Estados Unidos, la potencia militar dominante. Tras una lenta acumulación, la preocupación se manifestó oficialmente en junio de 2023 en numerosos informes y artículos cuya fuente original era el Pentágono: la industria militar estadounidense es deficitaria; la superpotencia mundial es incapaz de garantizar el suministro de proyectiles -o de cualquier otra cosa- a su protegido ucraniano. (…) El concepto de producto interior bruto está obsoleto, y ahora debemos reflexionar sobre la relación entre la economía política neoliberal y la realidad.

La novena sorpresa es la soledad ideológica de Occidente y su ignorancia de su propio aislamiento. Habiéndose acostumbrado a establecer los valores que el mundo debe suscribir, Occidente esperaba sinceramente, estúpidamente, que todo el planeta compartiera su indignación ante Rusia. Se sintieron decepcionados. Una vez pasada la conmoción inicial de la guerra, empezó a aparecer en todas partes un apoyo cada vez menos discreto a Rusia. (…)

La décima y última sorpresa se materializa ahora. Es la derrota de Occidente. Tal afirmación puede resultar sorprendente cuando la guerra aún no ha terminado. Pero esta derrota es una certeza porque Occidente se está destruyendo a sí mismo en lugar de ser atacado por Rusia.

Ampliemos nuestra perspectiva y escapemos por un momento de las emociones que legítimamente suscita la violencia de la guerra. Estamos en la era de la globalización completa, en los dos sentidos de la palabra: máxima y completa. Intentemos adoptar una perspectiva geopolítica: en realidad, Rusia no es el principal problema. Demasiado vasta para una población que disminuye, sería incapaz de tomar el control del planeta y no tiene ningún deseo de hacerlo; es una potencia normal cuya evolución no tiene ningún misterio. Ninguna crisis rusa desestabiliza el equilibrio mundial. Es una crisis occidental, y más concretamente una crisis terminal estadounidense, la que pone en peligro el equilibrio del planeta. Sus ondas más periféricas se han topado con un topo de resistencia ruso, un clásico Estado-nación conservador.

FUENTE: C L I O N A U T A : Blog de Historia

La Conferencia de Seguridad de Munich, que se celebra este fin de semana en Alemania, es el tema de la columna del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, en la que desmenuza los detalles de otra cumbre más, manipulada por Occidente, que “es la imagen del viejo mundo” -aunque participen los BRICS, más 50 jefes de estado y 100 ministros- y que ha perdido cualquier relevancia geopolítica en su 60 aniversario -como le está ocurriendo a la de Davos- y de cuya historia apenas se le puede destacar aquella intervención de Putin en el foro del 2007, cuando lanzó la histórica idea de que Rusia se incorpore al mundo occidental de una manera coherente y lógica, pero que fue torpedeada descaradamente por la OTAN con su agresiva expansión bélica sobre la frontera rusa, lo que desencadenó en el 2014 el inicio de la actual guerra de Ucrania.

En su audio nos habla de un acontecimiento de escasa importancia, pero demasiado penoso para la OTAN, como la triste letra de aquel bello bolero *… SOMBRAS NADA MÁS… en el temblor de mi voz… estoy en vida muriendo y entre lágrimas viviendo, los pasajes más horrendos de este drama sin final.”* Todo un fatalismo que sintoniza con la imagen decrépita y agotada de asistentes como Zelensky, Kamala Harris, Ursula Von der Layen o el presidente del genocida estado de Israel, Isaac Herzog, además de una agenda insostenible por los crímenes de Gaza y que reafirma que los cambios tectónicos mundiales se les están escapando de las manos con temas como que:

  • Siguen con la leyenda de que Rusia es el gran peligro que sienten las poblaciones occidentales, cuando sus propios estudios dicen lo contrario.
  • Se agrava la situación de la OTAN por la alarmante declaración de Trump, por su crónica falta de armamento y por la derrota en Ucrania que sepulta las fábulas triunfalistas.
  • Que los propios europeos agitan fantasmas de la guerra perpetua, como el canciller alemán Olaf Scholz, que convoca a comprar armas masivas cuando su país se hunde en una crisis sin precedentes, mientras la deuda de la euro zona es ya incontrolable
  • La terrible comparación de la fortaleza de la economía rusa con el desastre económico europeo por el bochorno de sus suicidas sanciones a Moscú, mientras se consume por la falta de energía, materias primas o fertilizantes y por que encima tendrán ahora que afrontar en soledad el “coste Zelenski”.
  • Una Unión Europea ahogada por la exigencia de Washington de enfrentarse a China cuando sus dirigentes saben que semejante ruptura la lleva a su autodestrucción.

Y concluye con que el viejo mundo anglosajón de la globalización neoliberal está siendo derrotado por el ascenso de las potencias euroasiáticas y de los Brics y que la letra del bolero “Sombras nada más” encaja fatídicamente con esta cumbre de la derrota y con el oscuro futuro de un imperio que dominó los últimos cinco siglos de la historia.

Eduardo Bonugli (Madrid, (18/02/24)

Relacionado con este tema de la Conferencia de Seguridad de Múnich el informe sobre la percepción del peligro Ruso en Europa y entre los Países denominados Atlantista es muy distintas a lo que presentan los dirigentes políticos y de la UE de Europa aquí la entrevista que me realizara RT que está en coordinación con la Columna dominical de Geopolitica para el Club de la Pluma. Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

«Amenaza rusa»: el pretexto que los políticos occidentales usan para intimidar a los ciudadanos

Varios políticos europeos siguen apostando por aumentar el gasto en defensa bajo el argumento de la supuesta «amenaza rusa», pero un informe revela que Rusia ya no es percibida por los europeos como la principal amenaza como sucedía en 2022. El analista político Carlos Alberto Pereyra Mele considera que en Occidente los políticos siguen hablando de la presunta amenaza rusa para justificar el deterioro del nivel de vida provocado por las sanciones.

Link: https://actualidad.rt.com/video/499006-amenaza-rusa-pretexto-politicos-occidentales

LINK DEL VIDEO: https://mf.b37mrtl.ru/actualidad/public_video/2024.02/65cb62aa59bf5b2bf32492fd.mp4?download=1

La revista The Week publicara esta portada de Trump ofreciendo a Rusia que haga lo que le plazca con OTAN