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Por Leonid Savin

En los últimos tiempos se han hecho presentes en el mundo dos tendencias muy claras: la creciente multipolaridad en las relaciones internacionales y la escalada de varios conflictos, incluidos los militares.

A primera vista, estos son fenómenos interrelacionados, ya que hay una ruptura de los viejos vínculos, lo que viene acompañado de fricciones y una fuerte defensa de sus intereses por parte de los países que están perdiendo sus posiciones protagónicas. Los partidarios de la democracia liberal, es decir, el orden de centro occidental, dicen que la multipolaridad es la culpa de todo, ya que conduce a la anarquía en las relaciones internacionales. Sin embargo, este es un error que los apologetas de la hegemonía de los Estados Unidos intentan hacer pasar por realidad.

Por el contrario, fue el momento unipolar, como Charles Krauthammer llamó a esta situación en vísperas del colapso de la Unión Soviética, lo que llevó al aumento de los conflictos y la anarquía global: la desintegración de Yugoslavia y el genocidio en Ruanda, el bombardeo de Yugoslavia por parte de las fuerzas de la OTAN en 1999 sin sanciones de la ONU, la invasión de las tropas estadounidenses en Irak en 2003, también sin sanciones de la ONU y una presencia militar de 20 años en Afganistán. Sin mencionar las diversas sanciones y bloqueos que Estados Unidos ha practicado durante décadas contra Estados soberanos como Cuba, Irán, Corea del Norte, Venezuela y muchos otros.

Durante este tiempo, Estados Unidos desperdició las enormes ventajas de que disfrutaron cuando alcanzaron una posición hegemónica en el mundo unipolar, debido a la mala gestión económica y al uso desmedido y sin sentido de su poder militar en guerras interminables, mientras descuidaban su infraestructura económica en descomposición y su cohesión interna. Esto socavó su poder blando.

Los propios Estados Unidos, en los últimos 20 años, han violado reiteradamente las normas del orden internacional basado en reglas, desacreditando así esas reglas y a sí mismos. Tal imprudencia de Washington ha obligado a muchos Estados, incluidos algunos de sus aliados, a pasar al campo de la multipolaridad y desarrollar escenarios alternativos en política y economía.

Al propio tiempo, la primera década del siglo XXI vio el auge económico de los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que creó un nuevo contrapunteo al poder de los Estados Unidos. Esto fue advertido por Vladimir Putin en su discurso de febrero de 2007 en la Cumbre de Seguridad de Múnich, donde señaló:”…El PIB de los países BRIC – Brasil, Rusia, India y China – supera el PIB combinado de la UE. Y, según los expertos, en el futuro esta brecha solo aumentará. No hay razón para dudar de que el potencial económico de los nuevos centros de crecimiento económico global se transformará inevitablemente en influencia política y fortalecerá la multipolaridad…”. Ahora los BRICS se han vuelto aún más grandes y el interés en esta asociación está creciendo.

No se puede eludir el papel actual de China en la economía mundial y el pánico que en los Estados Unidos causa el rol creciente de Beijing. El desarrollo del Sur global se ha venido materializando no solo en los BRICS, sino también en el surgimiento de grupos de Estados tales como el IBSA (India, Brasil y Sudáfrica) con mercados emergentes y economías en desarrollo que buscan cooperación económica y facilitan el comercio entre ellos, y que representan un orden alternativo o “pos-americano”; un orden internacional distinto basado en la cooperación Sur-Sur.

La economía mundial se está volviendo cada vez más multipolar y, por lo tanto, el dominio de Occidente o su capacidad de influencia ha disminuido. En Occidente, sin embargo, creen que la disminución de la dependencia del Dólar estadounidense es notable porque esto se debe a las aspiraciones de China en erigirse como una gran potencia económica y financiera, cuyo liderazgo considera que el momento actual en la historia es uno en el que Estados Unidos se encuentra en una posición crítica de declive.

Teniendo esto en cuenta, Beijing naturalmente asume que los días del Dólar estadounidense están contados y que el Yuan será su sucesor natural. Por lo tanto, no es sorprendente que China quiera que el Yuan se use más ampliamente en las finanzas internacionales y para las transacciones comerciales, aunque, a juzgar por las acciones, no hay prisa en este asunto. Los acuerdos mutuos en monedas nacionales entre muchos Estados también reducen la dependencia tanto del Dólar como del Euro.

En los Estados Unidos están alarmados por los riesgos asociados con la competencia de las grandes potencias, aunque el cambio actual en el equilibrio de poder está llevando a las potencias medianas e incluso pequeñas a un nuevo nivel, donde están asumiendo nuevos roles y no quieren ser excluidos de participar en los asuntos mundiales.

Las mismas acciones de los hutíes en Yemen demuestran claramente cómo un actor pequeño (en comparación con las grandes alianzas militares) puede afectar la política y la economía de los países industrializados. En este caso, la ubicación geoestratégica de Yemen juega a favor de los hutíes. Esto se reitera en muchos otros países de todo el mundo.

Debido a esto, muchos de los países que en Occidente se les llamaba arrogantemente no desarrollados o pertenecientes al Tercer Mundo desempeñan un papel más importante en la dimensión global que estados como Alemania, Canadá y Australia, pertenecientes al Occidente colectivo.

Y hay numerosos factores que apuntan a la importancia de estas potencias medias. Por ejemplo, Vietnam tiene la segunda reserva más grande del mundo de metales de tierras raras exploradas, 22 millones de toneladas métricas (en comparación, los Estados Unidos tienen solo 1,5 millones).

Y ahora, estas potencias medias después de Rusia (aunque no abiertamente) desafían a los Estados Unidos y al Occidente colectivo. Arabia Saudita se negó a reducir los precios del petróleo como le exigía la administración Biden, Indonesia se negó a prohibir la entrada de delegados rusos a la Cumbre del G20 en 2022, e India continúa desarrollando la cooperación económica y técnico-militar con Rusia, como lo demuestra el nuevo paquete de acuerdos firmado durante la visita de Narendra Modi a Moscú a principios de julio.

Obviamente, las ambiciones y los nuevos roles de estos países irán en contra del sistema neoliberal construido, que incluye los acuerdos de Bretton Woods y otras actitudes de los países occidentales. La jerarquía mundial ya no está centrada en el oeste, y el Sur global está tratando de llenar ese vacío. Por lo tanto, la creciente actividad de las potencias medianas y pequeñas puede contribuir a la estabilidad al proporcionar fuentes adicionales de equilibrio y diplomacia. Empero en Occidente esto se representará como un aumento de las crisis y la propagación de conflictos entre las esferas política, económica e ideológica en el contexto de la falta de consenso previo entre las grandes potencias.

La comprensión de que ya no habrá tal consenso, al menos entre Occidente y el resto de los grandes actores, como Rusia y China, obliga a las potencias medianas y pequeñas a actuar en nuevos escenarios, evitando cualquier compromiso duro o unirse a grandes alianzas. Aunque el ejemplo de Burkina Faso, Malí y Níger muestra que se están creando agrupaciones regionales. Y ya no son criaturas occidentales.

En el Sudeste asiático, en auge económico y donde numerosos Estados están interesados en preservar su propia identidad, se está favoreciendo la cobertura, lo que significa reevaluar la teoría de la elección racional y el papel de los factores externos, como las amenazas a la seguridad y los beneficios económicos, en la configuración de la elección de los Estados.

Anteriormente, esto a menudo fue utilizado por los Estados Unidos, ofreciendo algunos programas económicos y un paraguas militar a cambio de lealtad geopolítica. Ahora los Estados están tratando de adoptar una posición más neutral y se niegan a ver a China como una amenaza, como intentan imponer desde Washington. El hecho es que la creciente competencia entre los Estados Unidos y China limita la capacidad de maniobra de los países más pequeños. A pesar de los posibles incentivos económicos, nadie quiere ir más allá.

Probablemente también porque Estados Unidos se presenta cada vez más como un socio poco confiable y hay muchas más oportunidades para la cooperación económica abierta que en el sistema occidental.

Además, los intentos de Occidente de restablecer su influencia se perciben en diferentes regiones del mundo como neocolonialismo. Todo esto sugiere que estamos presenciando un tránsito de poder a nivel mundial.

Mientras tanto, en la ciencia política occidental, la teoría del tránsito (o transición) del poder constituye una teoría sobre las causas de las grandes guerras interestatales. Destaca los cambios en el poder relativo entre los Estados dominantes como el principal catalizador de los conflictos. Las teorías de las guerras hegemónicas y el equilibrio de poder se articulan directamente con ella.

Esto explica las declaraciones que escuchamos de los politólogos occidentales de que la multipolaridad es peligrosa, impredecible y está cargada de una variedad de riesgos para todos los Estados. ¿Pero es así? Además del hecho de que Occidente simplemente teme perder su posición dominante, ¿podría suceder no son correctas las actitudes científicas originales?

Los primeros en introducir el término “multipolaridad” en las Ciencias políticas fueron los autores estadounidenses de los años 60 del siglo pasado. Richard Roskranz, en 1963, dijo de manera simplista que el Polo es una especie de bloque político o actor. Pueden ser uno, dos o muchos. Karl Deutsch y David Stinger expresaron un año después la opinión de que más actores que en el sistema bipolar conducirían a una mayor estabilidad y resiliencia.

Por lo tanto, no todos en Occidente asocian la multipolaridad con el aumento de los riesgos y el caos. Luego aparecieron las teorías de la multipolaridad nuclear (tantas potencias nucleares, tantos polos), la multipolaridad agrupada (cuando el poder de los Estados en el espacio geográfico se extiende de manera uniforme), así como la multipolaridad equilibrada y desequilibrada.

El autor de los dos últimos conceptos es el profesor John Mearsheimer, que ha sufrido ataques en los Estados Unidos por sus críticas a las acciones contra Rusia. En su opinión, la multipolaridad desequilibrada es una configuración de poder que genera miedo y donde se mantiene la hegemonía potencial. Aparentemente, con la posición actual de los Estados Unidos y la propagación de fobias hacia China, Rusia, Irán, la RPDC (y la búsqueda de otros enemigos), ahora estamos en este modelo, si lo vemos desde la posición de Occidente.

La multipolaridad será equilibrada cuando se mantenga la asimetría de poder entre los polos del sistema y no haya un solo hegemón. Parece que Rusia, China y muchos otros países están buscando precisamente esta forma de multipolaridad, donde no habrá dictadura de nadie. En respuesta, el hegemón débil afirma que Rusia es una potencia revisionista, y China desafía a los Estados Unidos y la estabilidad (en La región Indo- Pacífico y más allá, en todo el mundo).

Sin embargo, hay otro matiz importante. Es una interpretación del Polo mismo. Inicialmente, Occidente adoptó una versión positivista vinculada a la ciencia física. Es decir, son dos polos que son opuestos entre sí. De ahí surge el antagonismo inherente: más y menos, el Polo Norte y el Polo sur, que enfatizaba la confrontación geopolítica de los bloques socialista y capitalista de la era de la guerra Fría.

A este respecto, Martin Heidegger, en el libro Parménides, hizo una observación interesante sobre el término griego “polis”, que está directamente relacionado con el Polo. Πόλις es πόλoς, es decir, el Polo: el lugar alrededor del cual circula todo lo que existe, y de tal manera que en este lugar se revela cómo son las cosas con esta circulación y cuál es su carácter. Siendo este el lugar, el Polo otorga al ente la oportunidad de manifestarse en su ser en la totalidad de la correspondiente “rotación”. El Polo no crea, no crea las cosas en su ser, sino que, siendo un Polo, aparece como el centro de la no cobertura de las cosas en su conjunto.

Πόλις es la esencia de un lugar o localidad para la estancia histórica de los griegos. En la medida en que πόλις permite manifestarse de una forma u otra a la totalidad del ser y entrar en la rotación no cubierta de su “momento”, esta, es decir, pόλις, está esencialmente relacionada con el ser del ser. Entre πόλις y “ser” reina “la correlación primordial”.

Heidegger habló del Polo en el contexto del desarrollo del pueblo griego en la antigüedad, pero también se puede hablar de otros pueblos: los rusos, los chinos, los coreanos, los habitantes del desierto del Sahara en África o la Amazonía en América del sur.

Por lo tanto, una interpretación alternativa del Polo es posible, así como en otras opciones alternativas para el sistema de relaciones internacionales y la política mundial en general. Y en esto urge avanzar con prisa para establecer una estructura de relaciones internacionales que el Occidente colectivo no pueda destruir o revertir.

(Traducción del ruso. Oscar Julián Villar Barroso. Doctor en Ciencias Históricas y Profesor Titular de la Universidad de La Habana).

Fuente: https://geoestrategia.es/noticia/43302/geoestrategia/conflictos-y-multipolaridad.html

En su tradicional Master Class en el Programa «Detrás de la razón» que conduce el afamado periodista mexicano Roberto de la Madrid; el Dr. Francisco javier Martinez Lopez desde Madrid analiza el siguiente temario: Ante el Estancamiento Económico, la Guerra de Occidente | USA, UCRANIA, NATO vs…

Por ello describe ampliamente con documentación la siguiente saga de temas concurrentes en un solo punto ampliar la Guerra

  • de la Crisis del capitalismo al Genocidio
  • Crisis Financiera Wall Street Attitute
  • ¿A donde conduce la estrategia de Washington para evitar la Quiebra?
  • Desafíos de los BRICS+ y su Banco
  • ¿Quien está detrás de Kamala Harris?

El Equipo de Dossier Geopolitico difunde este importante trabajo informativo como una saga de los acontecimientos de agravamiento de la situación bélica de estos últimos días, para que podamos tomar nota de los acontecimientos de los últimos días y asi entender toda la niebla de guerra que está inmerso el conflicto en especial en estos últimos días por parte de la propaganda occidental

En su tradicional Clase de los días viernes de Geopolítica en el canal de Youtube DMP, el Dr. Eduardo Vior, desarrolla el grave del escalonamiento de la Guerra en Europa de Este, bajo el Título:  LA AVENTURA DE KURSK ACABARÁ EN EL DONETSK – 

El Equipo de Dossier Geopolitico difunde este importante trabajo informativo como una saga de los acontecimientos de agravamiento de la situación bélica de estos últimos días, para que podamos tomar nota de los acontecimientos de los últimos días y asi entender toda la niebla de guerra que está inmerso el conflicto en especial en estos últimos días por parte de la propaganda occidental

Al proclamar la candidatura de la actual vicepresidenta a la presidencia, los electores demócratas contrariaron al aparato partidario y aumentaron la incertidumbre sobre el futuro de EE.UU.

Por Eduardo J. Vior
analista internacional, especial para Dossier Geopolitico

El pasado jueves 22 a la noche terminó la Convención Nacional Demócrata (DNC, por su nombre en inglés) que ungió la fórmula Kamala Harris-Tim Walz para la elección presidencial del 5 de noviembre próximo. Ya antes de la Convención la candidatura de una mujer de color había vuelto a movilizar las esperanzas del pueblo demócrata. En el promedio de las encuestas electorales, la actual vicepresidenta supera a Donald Trump por 1,5 puntos, pero hasta los encuestadores demócratas aconsejan tomar los guarismos con prudencia. 

Recordemos, por otra parte, que los ciudadanos norteamericanos no eligen a su presidente sino a un colegio de 538 electores comprometidos con alguna de las dos fórmulas principales. Como la composición de este colegio no responde exactamente a la cantidad de habitantes de cada estado y en la mayoría de los distritos quien obtiene la mayoría se lleva todos los electores, ha sucedido ya varias veces (G.W. Bush en 2000, D. Trump en 2016) que el presidente resulte electo por la mayoría de los electores, aunque no haya sido el más votado por los ciudadanos. De hecho, según las encuestas, el candidato republicano todavía tiene la mayoría en el colegio..

O sea que el resultado está abierto. Lo mismo pasa con las perspectivas del próximo gobierno.

Sabemos qué haría Trump si es elegido: proteccionismo, guerra comercial con China, reducción de impuestos, paz en Ucrania, repliegue de Europa, apoyo a Israel, medidas sociales y culturales reaccionarias.

Pero Kamala todavía no ha presentado su programa. Podemos estar seguros de que seguirá la agenda “woke” en política interior, educación, género y relaciones interraciales, pero no sabemos cómo afrontará la competencia china, la inflación y el desempleo. Tampoco tenemos datos sobre su orientación en política exterior.

Biden: «Amo a mi país más que a mi trabajo»
El presidente Joe Biden y la vicepresidenta en la DNC

A falta de pronunciamientos de la candidata, orientémonos por el modo en que surgió su candidatura y quiénes la apoyan. 

Después de la Guerra Fría, EE.UU. se erigió en Imperio único y aspiró a vivir a costas de todo el mundo sin preocuparse por la salud de la propia economía. Para ello sirvieron la emisión monetaria sin límites y la expansión de la deuda pública. Sin embargo, a principios de los 2000 China comenzó a competir y Rusia a poner límites a la expansión occidental en Europa. La crisis de 2007 arruinó a la clase media que nunca se recuperó totalmente. La élite de Washington perdió credibilidad y empezaron a surgir alternativas antisistema. La elección de Donald Trump en 2016 fue un punto de ruptura. Los consensos y equilibrios en torno a Washington dejaron de funcionar.

Ante esta falta de controles, el aparato burocrático, político, empresario y militar, se separó de su base y empezó a aprovecharse del Estado y a inventar cada día nuevas aventuras que agigantaron el gasto público en beneficio de unos pocos. La guerra de Ucrania fue en este sentido paradigmática. Todo iba bien, con Biden desempeñando el papel de anciano y sabio recaudador de fondos, mientras sus cómplices llenaban sus arcas a costa del tesoro.

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Barack Obama, Chuck Schumer y Nancy Pelosi rodean (y deponen) al presidente Biden

Pero surgió un pequeño problema: Biden se volvió demasiado senil y esto se hizo dolorosamente obvio para todos los que lo vieron debatir con Trump en junio pasado. Había que hacer algo y tres mafiosos con control del aparato partidario conspiraron para sustituir a Biden: la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el jefe del bloque demócrata en el Senado Chuck Schumer y el expresidente Barack Obama. Los tres confabulados planearon desplazar a Biden de la candidatura, llevar a cabo una breve compulsa entre los principales líderes demócratas y celebrar luego un simulacro de elección en la convención demócrata que convalidara a un candidato surgido del riñón del aparato partidario y controlado por él, es decir por los clanes Clinton y Obama. Sin embargo, Biden se las arregló para frustrar su plan respaldando a Kamala Harris, una candidata indeseada por la jerarquía, incapaz e imprevisible. 

En algún momento del mes pasado el trío de mafiosos tuvo que deponer su resistencia contra esta decisión del presidente. Definitivamente, Kamala no es la elección de nadie más que de Biden, pero cuenta con el beneplácito de Putin (¡!). 

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Cuando en febrero pasado el periodista Pavel Zarubin preguntó al mandatario ruso a quién le gustaría ver como futuro presidente de Estados Unidos, éste respondió “a Joe Biden”. Biden, dijo, es un político experimentado y predecible. Con Trump, en cambio, podría haber sorpresas debido a su carácter tempestuoso e imprevisible y a que es un aficionado a la política. El presidente actual nunca intentaría algo tan insensato como querer hacer nuevamente grande a Estados Unidos. Biden y su clan sólo están ahí para apropiarse indebidamente de lo que queda del país y eso no es un problema de Rusia. Evidentemente, por lo tanto, ahora que Biden ya no está disponible, Kamala es la favorita de Putin, porque garantizará la continuidad: los mismos bandidos continuarán saqueando el Estado, permitiendo a Putin dedicar su atención a actividades más interesantes que adivinar cuál será el próximo truco publicitario que intente hacer Trump.

Las grandes naciones hegemónicas necesitan tres ingredientes para mantener su dominio: la supremacía económica, la supremacía militar y la convicción de los sometidos de que ésa es la mejor solución. ¿Cómo están ahora la supremacía de Estados Unidos y la convicción de sus sometidos? ¿En qué situación hallará al país el/la próximo/a presidente/a de Estados Unidos?

Si observamos el presupuesto federal, veremos que un tercio del mismo se compone de dinero prestado y que el país se ve obligado cada tres meses a pedir prestado un billón de dólares para poder mantener su nivel de funcionamiento. Ni hablar de mejorarlo o de reconstruir la infraestructura deshecha.

IGNACIO RAMONET on X: "Próxima Cumbre BRICS, 22-24 de octubre en Kazán  (Rusia). https://t.co/rzJhkKUiSH" / X
La próxima cumbre de BRICS se celebrará en octubre en Kazán, Rusia

Mientras tanto, se espera que el próximo mes de octubre en la reunión de BRICS en Kazán se adopte un plan para sustituir el dólar estadounidense en el comercio internacional. Como preparación de los mercados ante esta decisión, el oro ha alcanzado por primera vez los 2.550 dólares la onza y los inversores internacionales están empezando a deshacerse de los bonos del Tesoro estadounidense sin renovar sus tenencias. Como nadie quiere quedarse afuera del comercio internacional, en la medida en que disminuye la importancia del dólar estadounidense como divisa de intercambio,

49 países han solicitado ya formalmente la adhesión al BRICS. 

Si se le quita al Departamento del Tesoro de EE.UU. la capacidad de pedir préstamos, sólo quedará dinero suficiente para el gasto social, pero recortar todo lo demás hará que la base impositiva se reduzca hasta el punto de que tampoco podrá sostener el gasto social. Demasiado para la supremacía económica. 

Seguridad en el Mar Rojo: Europa debe dar un paso al frente
EE.UU. fracasó en su intento por liberar el tránsito occidental por el Mar Rojo 

Ahora echemos un vistazo al poder militar. Estados Unidos (y un puñado realmente patético de aliados) intentaron montar una operación internacional, para tratar de arrebatar el control del Mar Rojo y, en consecuencia del Canal de Suez, a Ansar Allah, también conocido como el Movimiento Houthi, llamado así por el venerable Abdul-Malik Badruldeen al-Houthi. Actualmente, sólo los barcos chinos y rusos pueden navegar sin obstáculos por la Puerta de las Lamentaciones (también conocida como Bab el Mandeb), a la entrada del Mar Rojo. Otras opciones de navegación incluyen bordear el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo sur de África, o abordar la Ruta Marítima Septentrional de Rusia. Una es cara, la otra es políticamente desagradable.

El resultado de esta misión (de la que apenas se supo nada) fue un agujero en la cabina de mando de un cierto portaaviones estadounidense causado por un cohete Houthi, tras lo cual el portaaviones (del que no se dijo nada) regresó cojeando a Norfolk. 

Más recientemente, cuando Irán prometió represalias por el asesinato por Israel del líder político de Hamás y multimillonario palestino Ismail Haniyeh mientras visitaba Teherán, una delegación estadounidense de alto nivel fue a Teherán y muy discretamente rogó a los iraníes que no atacaran Israel (otra vez), porque, como demostró el anterior ataque iraní con cohetes y aviones no tripulados, Israel no puede defenderse y Estados Unidos tampoco puede defenderlo. Sin embargo, Estados Unidos ha enviado un portaaviones a la región (uno de los pocos que siguen en uso), ¿para qué exactamente? Para llevar a cabo salidas efectivas de aviones hacia la costa sin reabastecimiento en el aire, la distancia máxima desde la costa debe ser inferior a 300 millas náuticas. El alcance de los cohetes hipersónicos, que todo el mundo excepto EE.UU. y sus aliados parece tener ahora y que EE.UU. aún no ha aprendido a interceptar, es mayor que eso. Un solo ataque a un portaaviones estadounidense vale más que mil salidas de aviones. Demasiado para la supremacía militar. 

Contra toda evidencia fáctica, empero, la convicción de la mayoría de las poblaciones en América del Norte, Europa, América Latina (no en todos los países) y Japón se mantiene. Esta negación patológica de la realidad se debe al monopolio de las corporaciones norteamericanas de la información en los medios de aire y en las redes sociales, a la férrea censura que ejercen sobre informaciones no deseadas y al control de los datos personales en gran escala. En el resto del mundo ese poder de convicción está seriamente resquebrajado o desapareció. 

Claro que hasta noviembre falta mucho y pueden suceder muchas cosas, pero ¿qué podría hacer una presidenta Harris en este contexto? Durante los últimos tres años y medio, la vicepresidenta de Estados Unidos, se ha hecho eco fielmente de su jefe, invocando prácticamente la misma visión hegemónica del mundo que todos los presidentes estadounidenses han abrazado desde la Segunda Guerra Mundial. 


Rebecca Lissner y Philip Gordon, asesores de política exterior de Kamala Harris

Sin embargo, si Harris es elegida presidenta en noviembre, es posible que Estados Unidos sea degradado a un estatus más humilde, según el pensamiento de sus principales asesores: Philip Gordon, asesor de seguridad nacional de Harris, y la viceconsejera de seguridad nacional Rebecca Lissner. En un libro reciente el primero de ellos ha esbozado los contornos de una nueva visión del mundo en la que Washington reconoce francamente sus excesos pasados y rebaja drásticamente sus ambiciones. 

En lugar de intentar seguir siendo el poder hegemónico incuestionable, Estados Unidos debería reducir seriamente su papel global, escribieron Lissner y su coautora, Mira Rapp-Hooper, actual directora del Consejo de Seguridad Nacional de Biden para Asia Oriental y Oceanía. Ya es hora de que Washington deseche el objetivo mesiánico de transformar el mundo a su imagen y semejanza. En su lugar, afirman, debería limitarse a preservar un sistema mundial abierto en el que Estados Unidos pueda prosperar.

En pocas palabras, Lissner y Rapp-Hooper argumentaron que las políticas de contención y hegemonía deberían ser suplantadas por el objetivo mucho más modesto de garantizar un «procomún global accesible». A Estados Unidos le queda una tarea crítica como “superpotencia indispensable”, escribieron: es “el único país que puede garantizar un sistema abierto”. Obviamente, quien quiera abrir el sistema mundial deberá atenerse a la definición norteamericana de lo que se entiende por “apertura”.

A pesar del americano centrismo que limita la visión expuesta, ya el intento de abandonar el hegemonismo requeriría una potencia que no se sabe de dónde la tomaría Harris. ¿O tiene algún apoyo muy poderoso que le permita soñar con redireccionar a su país hacia la sensatez? En las pocas semanas desde su prenominación por Biden la candidata demócrata recaudó 350 millones de dólares, la tercera parte de lo conseguido por el presidente desde enero pasado. Blackstone y George Soros son dos de sus principales patrocinadores (en realidad, su hijo Alexander, heredero del emporio). Aunque aún no se han facilitado las cifras exactas por donante, desde la plataforma ActBlue que utilizan los demócratas sí advierten de que estos dos grandes inversores –Soros y Jonathan Gray-, junto a distintos vehículos y socios, superan los 100 millones de dólares.


Alexander Soros fue uno de los primeros en felicitar a Kamala Harris por su nominación

Desde entonces hasta ahora, toda la maquinaria demócrata ha tenido que movilizarse para recaudar cerca de 1.000 millones de dólares para Biden, y ahora ha tenido que reiniciar los números. Desde el punto de vista legal el dinero recaudado para la campaña de Biden no es traspasable: o justifican que el gasto se produjo en favor del presidente antes del cambio por Harris o lo tienen que devolver. Como Kamala estaba en la misma campaña, han ideado una fórmula para no devolverlo: si no se solicita expresamente, dan por hecho que el votante demócrata de Biden también apoya a Harris. Y si no, el ciudadano tiene la opción de reclamarlo en una web habilitada para las donaciones.En estas condiciones, puede predecirse que, si Kamala Harris alcanza la presidencia de EE.UU., su política general se caracterizará por la continuidad del universalismo liberal de Woodrow Wilson, Franklin D. Roosevelt, John F. Kennedy, James Carter, Bill Clinton, Barack Obama y Joe Biden con algunos toques de modestia impuestos por la escasez de medios, pero con la ambición de forjar nuevas alianzas transnacionales que aseguren la hegemonía del capital financiero especulativo concentrado. Más de lo mismo, pero perfumado.

En su columna del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, aborda el tema de LA ANTÁRTIDA: UN OBJETIVO EN RIESGO PARA ARGENTINA al peligrar sus derechos soberanos sobre el continente helado, dada la pretensión de EEUU y sus aliados de controlar hegemónicamente los mares australes, las riquezas de la zona y su posición estratégica, como parte de su agenda de Guerra Híbrida Fragmentada, en medio de los cambios tectónicos en todos los ámbitos del planeta, ante la gran batalla global por el nuevo poder internacional, que enfrenta al imperio anglosajón en evidente declive, contra las nuevas potencias en ascenso de los BRICS.

AUDIO:

Un conflicto mundial que sacude a dos objetivos geopolíticos de Argentina, ya sea el de la unión continental sudamericana y como “país bi continental” con  la ocupación efectiva de la Antártida. Una aspiración histórica en grave riesgo, al constatar que sus opciones están en clara minoría ante un cártel de poderosas potencias occidentales dispuestas a monopolizar los reclamos. Lo que ha creando unas expectativas internacionales que explican la sorpresiva importancia de la reunión del Comité Científico de Investigación Antártica, ya en marcha en Chile, con la participación de más de 1.400 asistentes de todo el mundo.

Pereyra Mele, en tanto que puntualiza la importancia para Argentina de contar con el apoyo de los Brics, analiza otros aspectos relevantes del asunto cómo:

·        *La preocupación de EEUU y aliados por las actividades de China en la Antártida.

·        *La relación entre ésta estrategia occidental por dominar la zona austral, con su alianza militar del Aukus en el Indo Pacífico, para crear una OTAN del Sur.

·        *Los datos precisos de la reclamación argentina ante la ONU por sus derechos sobre la Antártida.

·        *El Tratado Antártico de 1959 que la declaró como reserva natural para la paz y la ciencia, firmado por solo 12 países y que hoy ya cuenta con 56.

Además, nos recomienda la lectura en la Web de Dossier Geopolítico del artículo LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA ANTÁRTIDA del periodista Eduardo Vior, “Cómo un escenario de grave riesgo para la Argentina”, mientras insiste en lo complicado que son para Argentina las amenazas imperiales sobre el Atlántico Sur, en tanto que para la población argentina parece ser un tema lejano y distante, al estar tan absorbida en sus graves penurias económicas. Link del articulo de E. Vior: https://dossiergeopolitico.com/2024/08/23/9499/

Eduardo Bonugli (Madrid, (25/08/24)

El Jueves 22 de agosto del 2024, fui entrevistado por el Jefe de Prensa Enzo Anchante del prestigioso Canal Prensa Alternativa «El Jota» (Voces de la Patria Grande) sobre el trasfondo de la guerra en Ucrania y la debilidad de Occidente que parece acercarse a su declive definitivo.en próximos programas iremos detallando otros escenarios geopolíticos como África, las Américas, etc., donde se disputa la Guerra Híbrida Global en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico

La internacionalización de la Antártida: un escenario de grave riesgo para Argentina

16 agosto 2024, 05:50

Con el trasfondo idílico del Volcán y el Lago Villarrica, del 19 al 23 de agosto próximos se celebrará en Pucón, Araucanía, la reunión del Comité Científico para la Investigación sobre la Antártida (SCAR, por su nombre en inglés). Con más de 1.400 participantes, será la mayor conferencia científica que se haya realizado hasta ahora sobre el continente austral. Su preocupación central será el cambio climático, pero también se tratarán los brotes de gripe aviar registrados allí, el tratamiento de los residuos humanos, los microplásticos y la disminución del krill. Todos temas científicos que pronto serán presa de la competencia hegemónica entre el bloque occidental y el euroasiático. Nuestro país deberá estar atento, particularmente, a las demandas para poner al continente polar bajo un régimen internacional de gobierno y desconocer los reclamos de soberanía registrados al firmarse el Tratado Antártico en 1959, dado que detrás de la supuesta internacionalización se esconde la ambición hegemónica de las potencias anglosajonas y sus aliados.

“Ciencia antártica: encrucijada para una nueva esperanza”, es el título de la conferencia internacional que se realizará entre el 19 y el 23 de agosto en Pucón. Se realizarán charlas, exposición de pósters, conferencias magistrales, simposios y workshops, en 50 áreas del conocimiento. La última década ha sido la más cálida en la Antártida desde el comienzo de la medición instrumental y durante los últimos cuatro años la reducción de su hielo marino ha alcanzado cifras récord. Las especies intolerantes al cambio se repliegan hacia el interior del continente, mientras que las que lo toleran comienzan a competir con especies invasoras llegadas desde otras latitudes.

Además de los impactos del cambio climático, la gripe aviar, los microplásticos y el krill, la reunión también se centrará en las áreas marinas protegidas y las políticas que estimulen la participación femenina y de jóvenes en la ciencia antártica.

La reunión científica de Pucón es la continuación de la 46ª Reunión Consultiva del Tratado Antártico (ATCM-46, por su nombre en inglés) y la 26ª del Comité para la Protección del Medio Ambiente (CEP-26, por su nombre en inglés), que se celebraron en Kochi, estado de Kerala (India), del 20 al 30 de mayo pasados. Si bien la firma del Tratado Antártico en 1959, en plena Guerra Fría fue una demostración del poder que puede tener la diplomacia aun en los momentos más difíciles de la política internacional, desde hace unos veinte años la competencia entre las grandes potencias se fue agudizando también en la Antártida.

El ATCM se caracteriza por la particularidad de que en sus reuniones las decisiones sólo se adoptan por consenso. Si bien este principio hace mucho más lento el proceso resolutivo, garantiza, en cambio, que las resoluciones adoptadas sean acatadas por todos los miembros. El principio de consensualidad ha sido especialmente práctico, para proteger los derechos soberanos de Argentina. De hecho, entre los países miembros del Tratado Antártico hay una mayoría de aliados de Estados Unidos y Gran Bretaña. En muchas ocasiones sólo nos apoyaban Rusia, China, Sudáfrica y Brasil. En esta relación de fuerzas adversa el principio de consensualidad ha sido el principal salvavidas de la soberanía argentina.

En el marco del Tratado Antártico el continente austral se administra a través de reuniones consultivas (bianuales hasta 1991, anuales desde entonces). Originariamente vigente por 50 años, el Tratado fue prorrogado por el Protocolo de Protección Ambiental hasta 2048. Podría ser terminado antes por acuerdo unánime de los miembros, pero eso es altamente improbable. A partir de 2048, en tanto, para modificarlo o abolirlo bastará con que un miembro lo solicite y obtenga los votos de la mayoría de los firmantes.

El Tratado dispone que el área antártica sólo debe usarse con fines pacíficos, pero permite el uso de personal y equipo militar en apoyo de actividades científicas. Incluye, además, bajo la jurisdicción del Tratado todas las tierras y las barreras de hielo al sur de los 60°00′ de latitud Sur, pero no el alta mar al sur de ese paralelo. También faculta a los Estados a inspeccionar cualquier área y cualquier instalación en el continente. El Tratado, finalmente, quedó abierto a la adhesión de cualquier Estado miembro de las Naciones Unidas. De hecho, a los doce signatarios originarios se sumaron a lo largo de los años 44 países más, hasta llegar a los actuales 56 signatarios. Además del Tratado se han incorporado a la normativa antártica 170 recomendaciones adoptadas en las reuniones consultivas y ratificadas por los Estados miembros, así como el Protocolo sobre Protección Ambiental en vigencia desde el 14 de enero de 1998.

El Tratado Antártico considera dos clases de miembros: los consultivos o plenos, con voz, voto y veto, y los miembros no consultivos, o adherentes, que cuentan solo con derecho a voz. La Secretaría del Tratado tiene sede en Buenos Aires. Siete de los Estados miembros del Tratado Antártico (Argentina, Australia, Chile, Francia, Noruega, Nueva Zelanda y Reino Unido) mantienen reclamaciones de soberanía sobre sectores del territorio antártico que durante la vigencia del tratado las mismas están “congeladas”, no pueden ser ampliadas o modificadas ni se permiten nuevas. Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido, Noruega y Francia se reconocen mutuamente sus reclamaciones antárticas. Argentina y Chile también se reconocen mutuamente derechos antárticos. Sin embargo, el autodenominado “Territorio Antártico Británico” (BAT, por su nombre en inglés) se yuxtapone con el sector argentino y con el chileno e incluye las islas Shetland y Orkney del Sur. Rusia (antes la URSS) y Estados Unidos hicieron en el Tratado reserva de su posterior derecho a presentar reclamaciones de soberanía, pero todavía no efectivizaron el reclamo.

Gran Bretaña tiene en el continente seis bases, tres permanentes y tres temporarias. Estados Unidos, en tanto, tiene tres bases permanentes y dos estivales en la Antártida Oriental. A pesar de que está prohibido por el Tratado, éste es el único país que tiene instalaciones militares en una base (McMurdo). También China tiene cinco bases en ese continente.

Por su parte, el Sector Antártico Argentino comprende el territorio entre los meridianos 25° y 74° de longitud Oeste al sur del paralelo de 60° de latitud Sur. Forma parte de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (Ley 23.775) y tiene una superficie de 1.461.597 km², de los cuales 965.314 km² corresponden a tierra firme.

Dentro del Sector Antártico Argentino, nuestro país administra trece bases o estaciones, de las cuales seis son permanentes (operativas todo el año) y el resto, temporarias (operativas sólo en verano). De este modo, Argentina es el país con más presencia en el Continente Antártico. Nuestro país tiene presencia permanente en la Antártida desde 1904 y desde 1927 hizo constar internacionalmente su afirmación de soberanía sobre el territorio del actual Sector Antártico. En 1940 se creó la Comisión Nacional del Antártico, hoy Dirección, encargada de coordinar la actividad nacional en ese continente, islas adyacentes y aguas territoriales. También desde 1940 Argentina y Chile se reconocieron mutuamente sus aspiraciones de soberanía superpuestas y se comprometieron a resolverlas pacíficamente.

El avance de la ocupación pacífica de la Antártida por Argentina es una política de Estado que se ha venido desarrollando a lo largo de las décadas. Esta continuidad ha convertido a nuestro país en la principal potencia antártica. La línea principal de esta ocupación es la investigación en ciencias duras sobre la geografía, la geología, el clima y el medio ambiente antártico y cubre un amplio espectro disciplinario.

Sin embargo, desde el inicio de la presencia argentina en la Antártida nuestros derechos fueron impugnados por Inglaterra, llegándose en varias ocasiones al borde de enfrentamientos militares (1903, 1943 y 1952/53). Además, el avance del turismo y de la pesca comercial (ésta, gracias al calentamiento de las aguas superficiales), junto con el cambio climático, acrecientan el interés económico en la región. El turismo todavía no ha sido regulado y su creciente masificación plantea problemas de todo tipo: legales, sanitarios, fiscales y medioambientales.

El Tratado Antártico rige sobre las tierras y hielos continentales, pero no sobre los mares circunantárticos. Si se considera el clima relativamente más benigno del norte de la Antártida Argentina, puede entenderse la codicia de las grandes flotas pesqueras, especialmente la española, por las riquezas de las aguas antárticas.

El cambio climático está modificando aceleradamente el escenario geopolítico: Como señaló recientemente Marcelo Brignoni en Tektónikos, “los espacios marítimos de la Antártida están adquiriendo un nuevo valor estratégico, al punto de que las propias corporaciones privadas transnacionales están proyectando la explotación comercial del continente. De esta forma, se potencia la militarización de estos espacios de cara a la revisión del Tratado Antártico en 2041 y del Protocolo al Tratado Antártico sobre Protección del Medio Ambiente en 2048”.

Y más adelante añade: “en los últimos años tanto Washington como Londres han señalado su ‘preocupación’ sobre presuntas actividades de China y sobre todo de Rusia en la supuesta exploración y explotación de los recursos naturales antárticos, a lo que han ‘contestado’ con la construcción de nuevas bases antárticas y actualmente, con la construcción de una quinta base británica, igualando el número de bases estadounidenses, a las que deben sumarse los asentamientos australianos, que juntos representan al AUKUS en la Antártida”

“El AUKUS (Australia-United Kingdom-United States), explica el autor, se presentó como la Alianza Estratégica Militar complementaria de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) por parte centralmente del Reino Unido de Gran Bretaña y Estados Unidos con Australia de invitado. Se anunció públicamente el 15 de septiembre de 2021 para la región del Océano Indo-Pacífico, aunque su pretensión incluye además el Atlántico Sur.”

“La probable incorporación de Nueva Zelanda en un corto plazo posibilitaría a esta alianza geopolítica militar reclamar soberanía en más de la mitad del territorio antártico. De hecho, con una creciente cantidad de rompehielos y de submarinos nucleares, AUKUS se plantea controlar los accesos a la Antártida”.

Cuando AUKUS fue firmado en 2021, se lo presentó como un pacto para la defensa del Indo-Pacífico, sugiriendo que se trataba de una alianza antichina. Para ello, ya entonces fue invitado a sumarse Japón. Sin embargo, los países firmantes ya forman parte del pacto “Cinco Ojos” (Five Eyes) para el intercambio de inteligencia con Canadá y Nueva Zelanda, que EE.UU., Australia y Japón ya participan con India en el pacto Quad (Quadrilateral Security Dialogue), firmado también en 2021 y que EE.UU., Australia y Nueva Zelanda participan desde la década de 1950 en la alianza ANZUS. Si fuera sólo para la defensa del Indo-Pacífico, entonces, AUKUS sería superfluo.

En realidad, AUKUS adquiere sentido si se invierte el mapa: China se está expandiendo hacia la Antártida y ya tiene allí cinco bases: una en la Antártida Occidental (en las Islas Shetland del Sur) y cuatro en la Antártida Oriental. Si, efectivamente, EE.UU., Gran Bretaña y Australia se aliaron para contener a China, es, principalmente, para hacerlo en la Antártida y los mares circundantes. Si a ellos se une Noruega (otro miembro de la OTAN), la alianza suma reclamos de soberanía sobre 80% del continente.

¿Qué ofrece Gran Bretaña a esta coalición? El Reino Unido desde su ‘Collar de Perlas’ atlántico (Islas de Ascensión, Santa Helena y Tristán de Acuña) junto a la ocupación ilegal de Malvinas, proyecta su poder en tres continentes (África, América del Sur y Antártida), estableciendo además sobre cuatro océanos (Atlántico, Pacífico, Indico y Antártico) un control aéreo y marítimo. Esto se expresa en una militarización de toda la región desde la base instalada a partir de 1982 en Monte Agradable, Islas Malvinas. A las posesiones atlánticas debe añadirse el llamado Territorio Británico del Océano Índico (BIOT, por su nombre en inglés) del que dependen las islas y grupos de islas de Diego García, Tres Hermanos, Egmont, Nelson, Peros Banhos, Águila, Islas Salomón y Peligrosa. Aunque en las islas no hay población civil permanente, habitualmente están estacionados allí unos 4.000 militares y civiles estadounidenses contratados y británicos. El territorio tiene una superficie total de 60 km2.

Es decir que, mediante las dos cadenas de islas bajo su dominio (en el Atlántico y en el Índico), a pesar de su menguado poder y de sus magras capacidades navales, Gran Bretaña ofrece a AUKUS el control sobre una porción importante del Océano Antártico. A su vez, la incorporación de nuevos aliados al control de la Antártida permite a Estados Unidos compensar la baja de recursos destinados a las zonas polares en los últimos veinte años.

Puede concluirse que China, Rusia y Argentina están amenazados en el continente antártico por el mismo competidor: la OTAN del sur o AUKUS. Aunque estas dos potencias no han presentado reclamos territoriales sobre la Antártida, en la medida en que AUKUS busca tomar el control sobre el Océano Antártico, amenaza la navegación en todos los mares australes y, por lo tanto, la libertad de navegación y comercio.
En este contexto estratégico los reclamos por la internacionalización de la Antártida deben entenderse como la manifestación de EE.UU., Gran Bretaña y sus aliados de su voluntad de controlar hegemónicamente el continente austral. Por el contrario, sólo el reconocimiento de los reclamos de soberanía bajo las normas de la ONU puede asegurar que el Continente Antártico continúe siendo un bien común de la humanidad.

Para Argentina su sector antártico es una continuidad geoeconómica natural y su internacionalización traería consigo la pérdida de control sobre el Atlántico Sur y sobre los pasos interoceánicos. No tenemos alternativa: Argentina será antártica o no será.

Eduardo J. Vior
analista internacional

FUENTE: https://agendarweb.com.ar/2024/08/16/la-internacionalizacion-de-la-antartida-un-escenario-de-grave-riesgo-para-argentina/

Por : Alvise Pozzi

12 de Agosto 2024

Tres mil soldados ucranianos han entrado en la región de Kursk, Rusia. Detrás de este movimiento, comparado por algunos con la ofensiva de las Ardenas de 1944, se esconde, según muchos analistas, entre otras cosas, el deseo de retirar las tropas rusas de otros frentes, así como el de obtener una «moneda de negociación territorial» con vistas a futuras negociaciones. Pero la verdad puede estar en otra parte.

Días después del ataque sorpresa lanzado el 6 de agosto en la región de Kursk, el panorama comienza a emerger con mayor claridad. La ofensiva llevada a cabo por unidades seleccionadas y unidades mecanizadas de las fuerzas armadas ucranianas tomó desprevenidas a las guarniciones fronterizas, penetrando rápidamente diez kilómetros de profundidad en territorio ruso, tomando posesión de al menos 11 aldeas cercanas a la frontera y de la estación de bombeo de Sudzha, a través de la cual pasa el gas. que todavía se compra con pases de Europa.

A pesar de la consternación superficial de Crosetto y de la irritación de Biden -prontamente contrarrestada por las agencias de prensa-, está claro que una operación de esta magnitud fue cuidadosamente planeada y dirigida con el apoyo de la base de la OTAN en Ramstein , a la que, para disipar cualquier duda y silenciar a cualquier disidente, voces, el propio general Syrsky expresó su gratitud por el apoyo

El ataque llevado a cabo sobre una sección pequeña y aparentemente «tranquila» del frente (la de Sumy) puso inmediatamente de relieve una profunda innovación táctica, radicalmente diferente de la adoptada durante la fracasada ofensiva del verano de 2023. Las fuerzas ucranianas, formadas en pequeños y móviles asaltos Los grupos, tras un rápido y masivo bombardeo nocturno realizado con drones, cruzaron simultáneamente la frontera estatal evitando grandes batallas contra plazas fuertes y puntos fortificados, sorteándolos y continuando a toda velocidad por las principales arterias viales. La guerra relámpago estuvo acompañada de una intensa guerra electrónica que, por un lado, cortó las comunicaciones entre las unidades rusas y, por otro, impidió los contraataques con drones y el reconocimiento aéreo, contribuyendo a sembrar el pánico en las unidades compuestas por guardias fronterizos ligeramente armados y reclutas militares sin experiencia.

De hecho, el avance vertiginoso se produjo coordinando perfectamente el avance de las tropas con el de algunos sistemas de defensa aérea que protegen los lanzadores de misiles Himars y Vampire combinados con vehículos blindados y blindados; pero sobre todo con un uso extensivo de las unidades de comando de Budanov , especializadas en operaciones psicológicas con el objetivo preciso de aterrorizar a los civiles difundiendo información falsa y paralizando el comando local con noticias cada vez más alarmantes de penetración profunda, captura y destrucción de unidades enemigas alejadas del frente. Las operaciones llevadas a cabo en este sentido van desde falsos avisos de evacuación regionales, hasta símbolos especiales que se colocarán en las casas para evitar su destrucción y aterrorizar a la población residente, pasando por las clásicas emboscadas llevadas a cabo con uniformes y vehículos rusos (que también fue facilitado por el uso de los mismos medios y el bilingüismo) y la difusión de fotos y videos de ciudades caídas y unidades aniquiladas difundidas en el espacio mediático; Inmediatamente relanzado en línea por blogueros de ambos lados.

En total, parece que los ucranianos han desplegado hasta ahora alrededor de tres mil soldados , arrasando un total de cuarenta y cinco kilómetros cuadrados de territorio ruso, manteniendo aún la iniciativa y dispersándose en las zonas boscosas para prepararse a resistir hasta el final. Tras la desorientación inicial, el mando ruso parece haber estabilizado con el paso de las horas la situación frenando la expansión del enemigo y, gracias a importantes refuerzos llegados a la zona, está recuperando el control de algunas ciudades y pueblos que, de hecho, , nunca fueron realmente ocupadas por formaciones ucranianas, sino sólo objeto de sabotaje y pequeñas escaramuzas. Así, mientras la situación sobre el terreno comienza a emerger de la «niebla de guerra», las conjeturas y explicaciones sobre tal «reacción» por parte de la FAU se multiplican.

Hay quienes en Europa aventuran paralelos con la ofensiva de las Ardenas del 44, cuando las mejores tropas del Reich fueron lanzadas contra las abrumadoras fuerzas estadounidenses, privando al ejército alemán de los recursos necesarios en otros lugares en el momento de mayor esfuerzo, y quienes En cambio, en el extranjero se afirma que la ofensiva ucraniana tiene como objetivo retirar las tropas rusas de otros frentes , aliviando la presión en Donbass, donde en los últimos meses la presión se ha vuelto insostenible o, incluso, con el objetivo de prevenir anticipando una ofensiva rusa dirigida hacia Sumy. Muchos analistas, por otra parte, escriben de manera más general sobre el deseo de obtener una «moneda de cambio territorial» en vista de futuras negociaciones o de una medida de Zelensky encaminada a elevar la moral del ejército y del desmoralizado frente interno e, incluso, de poner fin a la guerra. Moscú ante una derrota militar. Algunos incluso se atreven a plantear la hipótesis de una posible captura de la central nuclear de Kursk (que, sin embargo, se encuentra a más de sesenta kilómetros de la línea del frente) o del simple control del gasoducto cuyo flujo, sin embargo, podría muy bien verse interrumpido en territorio ucraniano. y que en cualquier caso quedará cerrado en diciembre por no renovarse el contrato de tránsito.

Tesis todas ellas que, francamente, no convencen mucho, sobre todo debido al gran y costoso número de personal y de medios utilizados, desproporcionados con respecto a la ventaja táctica potencialmente adquirida. La ampliación de la línea del frente y la ampliación de la logística es sin duda una desventaja para un ejército numéricamente inferior y – como ya ha demostrado la ofensiva de primavera en Jarkov – los rusos no necesitan mover tropas privándolas de otros frentes, pudiendo utilizar sustanciales reservas, fuerzas especiales, ex grupos de Wagner Akhmat e incluso reclutas, obligados por ley a defender su patria.

¿Cuáles son entonces las razones para lanzar este ataque deslumbrante pero costoso en este mismo momento? Las razones se encuentran más bien en las palabras que Zelensky, Budanov y Podolyak han pronunciado en las últimas semanas. Proclamaciones diferentes pero coinciden en la necesidad de llevar la guerra a territorio ruso y en la creencia de que el Kremlin debe convocar una movilización general para el próximo invierno . Bajo la apertura a posibles y no especificadas mesas de negociación con Putin, surgen algunas expresiones inquietantes sobre la posibilidad de retirar también a jóvenes ucranianos de 18 años e incluso de 16 años. Declaraciones que, a la luz de esta ofensiva y de las pérdidas que seguramente resultarán de ella, abren ominosamente el concepto de guerra total. Bankova parece así reafirmar, en un momento en que la guerra de desgaste rusa está llevando al ejército ucraniano a una derrota inevitable, que está dispuesto a luchar «eternamente».

De hecho, aceptar la destrucción total del complejo militar-industrial del país, obtener armas y municiones del exterior; posponer el default de la economía gracias al apoyo financiero europeo y el aplazamiento de las deudas contraídas gracias a la «paciencia» de los grandes fondos de inversión estadounidenses; mostrarse dispuesto a aceptar un invierno sin electricidad ni calefacción para gran parte de la población e incluso aceptar la pérdida de grandes ciudades del este y del sur (con la única excepción de Odessa); La junta ucraniana parece estar lanzando cínicamente el guante al Kremlin, poniéndolo a prueba de los hechos . El propio Ermak, cuando afirma que no habrá Minsk 3 bajo esta presidencia, parece reafirmar que no habrá negociaciones hasta que toda Ucrania regrese a sus fronteras de 1991.

En resumen, un Götterdämmerung al estilo ucraniano, que anuncia la destrucción total del país mientras los representantes de la UE, sin ningún orden en particular, aplauden, ignorantes del desastre de la actual «Batalla de Kursk» y de los profundos bombardeos detrás de las líneas… 

En definitiva, una guerra ideológica contra una guerra existencial;…

…la aceptación de una nueva forma de guerra de desgaste que, en su opinión, obligará a Moscú a adoptar consejos más indulgentes, mientras el precio del gas en la Bolsa de Ámsterdam se dispara y la economía y la estabilidad social europeas se deterioran. Un presagio sombrío que recuerda la volkssturm y la Hitlerjügend, todo el camino hacia la «batalla final».

-Dossier Geopolitico reproduce un artículo realizado por el Observatorio de la Política de China (OPCh), sobre la relación Política Económica de dos Gigantes: el Asiatico R. P de china y el Suramericano R. F. de Brasil por Redacción de DG2024-

Link en Portugues: https://politica-china.org/areas/politica-exterior/convidado-especial-relacao-brasil-china

Invitado especial: Relación Brasil-China
Equipo del Observatorio de Políticas de China

En esta ocasión, la OPCh invitó a Daniel Biduco Verás, doctor y licenciado en Ciencias Sociales, Máster en Comunicación y Semiótica, todos de la PUC-SP. Estudió chino en la Universidad de Nanjing, China. Fue investigador del Centro de Estudios Brasil-China de FGV Direito Rio, donde participó del Proyecto BR&Br (Belt and Road & Brazil). Recientemente se incorporó a RIBISI – Red Iberoamericana de Sinología, vinculada al Observatorio de Política China, Galicia, España. La dirección del observatorio propuso las siguientes preguntas:

1. Después de 50 años de establecimiento de relaciones diplomáticas entre Brasil y China, y después del mensaje de ambos líderes, ¿hacia dónde se dirige la relación, especialmente en las áreas de cooperación?

El 15 de agosto de 2024, durante las bodas de oro de las relaciones Brasil-China, los presidentes de los dos países intercambiaron mensajes de felicitación y afirmación mutua de amistad.

En su mensaje, Xi Jinping, el presidente chino, reforzó la idea de construir una comunidad de futuro compartido para la humanidad, para contribuir a la paz mundial y cooperar en asuntos internacionales y regionales. También destacó la importancia de los intercambios e invitó a Brasil a un nuevo nivel de relaciones.

Lula, el presidente de Brasil, por su parte, en su mensaje propone una cooperación cada vez más diversa, que contribuya a un mundo próspero, pacífico y justo. También enfatiza la construcción de un orden multipolar, con una gobernanza global más justa y eficaz. Esto respalda la estabilidad y la previsibilidad. También comparte el ideal de la humanidad como una comunidad de destino compartido.

En otro nivel, los cancilleres de ambos países también intercambiaron declaraciones conmemorativas, en las que reforzaron los puntos planteados por sus respectivos máximos representantes del Ejecutivo. El ministro brasileño, Mauro Vieira, añade también a su homólogo chino, Wang Yi, que no sólo debemos trabajar por el desarrollo de los países en cuestión, sino también tener un impacto positivo en la comunidad internacional. De esta manera, salvaguardar los derechos e intereses legítimos de las naciones en desarrollo.

Las relaciones diplomáticas entre Brasil y China comenzaron en 1974 y desde entonces han tenido hitos importantes. En 1993 se firmó una asociación estratégica entre ambos países (la primera que China firmaría con otra nación), asociación que fue elevada a la categoría de asociación estratégica global en 2012. También cabe destacar COSBAN (Cosban) Comisión de Alto Nivel de Concertación y Cooperación), creada en 2004, que ha acercado mucho a las dos naciones, celebrando 20 años en 2024. El Foro China-CELAC y el Foro de Macao son espacios multilaterales en los que también participan ambos países. Hoy muy centrada en el aspecto económico, la relación Brasil-China necesita expandirse a otros campos, como la cultura, por ejemplo. La demanda de diversificación de esta relación se puede ver en los mensajes de los líderes de ambos países, especialmente Brasil, que quiere negociar productos con mayor valor agregado.

Todo esto converge en una relación que se intensifica y se vuelve cada vez más interdependiente. Según resaltaron los líderes de ambos países, se trata de una relación que promueve el desarrollo sostenible global, la paz mundial y la salud colectiva, porque presupone que la humanidad es una comunidad de destino compartido. Por lo tanto, las soluciones a los problemas del mundo deben ser universales. Este aspecto también está presente en los mensajes de los líderes.

La unión entre países en desarrollo tiene la capacidad de liberarlos de interferencias e imposiciones de condicionalidades por parte de agentes externos. Al intensificar la cooperación Sur-Sur, se abre el camino para el surgimiento de un mundo multipolar, en términos de un poder mucho más justo, equitativo, equilibrado y estable. En cuanto a la cooperación Brasil-China, a medida que crece la interdependencia, ambos socios tienen expectativas y trabajan para llevar la relación al siguiente nivel. Si la historia lo muestra, se han creado niveles más altos según sea necesario.

2. Según datos del primer semestre de 2024, Brasil es el mayor socio comercial de China y un importante aliado regional para las iniciativas globales chinas. ¿Qué tan viable es para Brasil unirse eventualmente a la BRI?

De hecho, Brasil es también el cuarto socio comercial de China en el mundo, y entre 2007 y 2020 las inversiones chinas en Brasil alcanzaron la marca de 71 mil millones de dólares. China, a su vez, es el principal socio comercial de Brasil desde 2009, y en 2023 se alcanzó un comercio récord de más de 28 mil millones de dólares entre ambos países.

La entrada de Brasil en la BRI, ya manifiesta y anunciada, es el corolario de una antigua asociación, que en 2024 cumplirá 50 años. La BRI es siempre un acuerdo bilateral entre China y otro país, y uno de los pasos iniciales en este acercamiento es siempre la coordinación de políticas. En otras palabras, una negociación encaminada al beneficio mutuo. Brasil se tomó su tiempo y evaluó con calma, precisamente porque es una economía de magnitud, lo que le permitió buscar negociar las mejores condiciones. Ahora, finalmente, dio la respuesta, que es afirmativa.

Además de nuevas inversiones, la BRI puede traer inmensas ganancias a Brasil, ya sea en la integración de infraestructura (dentro del país y en el continente), la abolición de barreras aduaneras, la integración financiera o el intercambio cultural entre las personas. Sin embargo, para obtener una ganancia más efectiva, Brasil necesita tener una idea más clara de sus objetivos con China. Además, internamente se necesitan políticas de Estado más sólidas hacia el desarrollo, la inclusión social y la protección de los bienes públicos, dado que el país aún es vulnerable a tendencias neoliberales y privatizadoras agresivas. Dado que la BRI no impone condicionalidades a este respecto, le corresponde a Brasil establecer políticas consistentes a largo plazo a nivel interno. Esto le brindará mejores condiciones de negociación para lograr el famoso ganar-ganar.

Finalmente, otro punto no menos importante es que Brasil necesita asegurar, en sus negociaciones con China, la transferencia de tecnología que involucra los proyectos. Esto ayudará al país a llevar a cabo su proceso de reindustrialización, tan necesario después de años de decisiones políticas internas para reducir la complejidad económica, la productividad, la educación, la ciencia y la innovación. De esta manera, será posible diversificar la agenda comercial bilateral, que hoy todavía está demasiado centrada en las materias primas.

3. ¿Qué papel debería jugar Brasil en la llamada Xiplomacia en América Latina?

La llamada “xiplomacia” implica resolver problemas apremiantes que enfrenta la humanidad y buscar el desarrollo global. Un área de énfasis es la seguridad, incluida la seguridad sanitaria. Son acciones que reflejan la concepción de que la humanidad es una comunidad con un futuro compartido. Según esta visión, ningún país tiene seguridad si su vecino no la tiene. Se trata, por tanto, de una visión sistémica.

Entre los puntos defendidos se encuentran la implementación de la Agenda 2030 de la ONU; defender el desarrollo sostenible; y promover el desarrollo común.

De esta manera, China se posiciona como defensora del orden y la estabilidad internacionales. Además, como proveedor de bienes públicos. Durante la pandemia de Covid-19 (2020-2023), China pudo mostrar con hechos y acciones cómo trabaja para proveer al mundo de bienes comunes. Las vacunas, los equipos de protección personal (EPP), las mascarillas, los medicamentos y los descubrimientos científicos se han puesto a disposición del mundo como un bien público universal. Fue en ese momento que BRI Digital y BRI da Saúde intensificaron los intercambios en busca de soluciones.

Por tanto, la BRI también implica este tipo de acciones. Brasil, que ya ha expresado interés en sumarse a la Iniciativa, se prepara para negociar mejores condiciones. La coordinación de políticas, o negociación para lograr una “situación beneficiosa para todos”, es la etapa inicial para unirse a la BRI y, por lo tanto, es un paso esperado. Diferentes países tienen diferentes capacidades para negociar con China, pero Brasil puede tener ventajas significativas debido a la magnitud e importancia de su economía. Así, Brasil tiene todo lo necesario para desempeñar un papel activo en la relación bilateral con China. Un papel de interlocutor y socio.

¡¡ ÁFRICA ESTÁ ROMPIENDO LAS CADENAS !!

Nos lo dice Carlos Pereyra Mele, director de Dossier Geopolítico,  en su columna del Club de La Pluma, ante el surgimiento de gobiernos militares nacionalistas en la franja central africana del Sahel, desplazando las dictaduras corruptas impuestas por Occidente y cambiando profundamente sus relaciones internacionales. Rompiendo con el neocolonialismo europeo -especialmente el francés- acabando con su usura financiera, asumiendo la soberanía de sus recursos naturales, anulando los leoninos acuerdos bilaterales de expolio, revocando los acuerdos militares y las fallidas estructuras “supuestamente antiterroristas” de las países de la OTAN, estableciendo un estratégico acercamiento a Rusia e Irán además de la presencia económica de China y sellando “La Alianza Liptako Gourma” entre Burkina Faso, Malí y Níger, en forma de un pacto de defensa mutua y de freno a las sanciones económicas tan propias de Occidente.

“Alianza de Estados del Sahel» el Fracaso de Occidente en África”

AUDIO:

Una alianza de fuerte contenido anticolonialista, por una autonomía política y un desarrollo económico en un marco de seguridad que Occidente nunca logró. Lo que demuestra que África, además de hacer efectivas sus “pseudas independencias” de la década de 1960, aspira a estar en la mesa de negociaciones globales donde se define el Nuevo Orden Mundial. También nos cuenta el emblemático episodio del 16 de marzo del 2024, con Níger desairando a Washington, como muestra de la profundidad de los nuevos tiempos, en el continente más maltratado de la historia (El gobierno de Níger revocó un acuerdo militar de una década de antigüedad con Estados Unidos).

Y junto a estos cambios de aire en el Sahel, más al norte,-en la costa africana del Mediterráneo- también soplan vientos contra el yugo neocolonialista, con Egipto como miembro de los BRICS+ y con Argelia sumándose en breve. Una Argelia NO ALINEADA con Washington y cercana al eje Moscú Pekin, de la que Europa depende desesperadamente por su energía y que ha logrado aniquilar al terrorismo sin tropas occidentales en su territorio.

Sin embargo, nos alerta Pereyra Mele, que a partir del 2023, con la expulsión de las tropas imperiales, han vuelto sospechosamente a recrudecer los grupos yihadistas con su “tufo pro occidental” y como el clásico brote de violencia cuando Occidente pierde el poder y el control en cualquier zona del planeta. Lo que confirma que Estados Unidos y sus socios presentarán su conocida batalla de desestabilización en El Sahel, sin regalar por las buenas unas regiones que han usufructuado durante décadas, por lo que seguiremos viendo atentados, agresiones, golpes económicos y sanciones contra sus pueblos. Como ocurrió con la caída de Gadafi por la OTAN -dirigida por Francia y Estados Unidos- hasta destruir Libia e instalar el desmadre en la zona, que hoy está en manos de mafias paramilitares y de grupos yihadistas.

También reflexiona que «…estos cambios profundos en África difícilmente aparezcan en los medios occidentales», a pesar de que son pasos geopolíticos trascendentales que acompañan al giro histórico del poder global, en paralelo a la debacle imparable del imperio anglosajón y el final de su dominio unipolar.

Eduardo Bonugli desde Madrid, (18/08/24)