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Por Geraldina Colotti, Resumen Latinoamericano, 31 de julio de 2023.

Una cumbre lleva a otra, siempre a la sombra del conflicto de Ucrania y con la intención de redefinir el equilibrio de poder internacional, dentro o fuera de la órbita estadounidense. El 26 de julio concluyó en Roma, en la sede de la FAO, la Segunda Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles. El día 28, la segunda cumbre Rusia-África cerró sus puertas en San Petersburgo. Ambos tenían en común, pero con enfoques geopolíticos obviamente diferentes, las repercusiones globales de la negativa de Rusia en extender el acuerdo que había permitido reanudar las exportaciones de granos desde Ucrania.

El acuerdo de trigo entre Moscú, Kiev, la ONU y Turquía había ayudado a calmar los precios. Sin embargo, según un informe de Oxfam, la organización internacional para la lucha contra la pobreza, que utilizó datos del Centro de Coordinación Conjunta de las Naciones Unidas, “hasta hoy, el 80% de las exportaciones que han pasado por el Mar Negro han sido agarradas por los países más ricos, mientras que los estados más pobres a un paso de la hambruna como Somalia y Sudán del Sur recibieron solo el 3%”.

Los países occidentales, por su parte, acusan a Rusia de ser la principal responsable del aumento del hambre en el mundo. En la cumbre de Roma, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni (de extrema derecha), incluso habló de una “ofensa contra la humanidad”. Especiosas acusaciones, que pretenden consolidar un frente común contra Rusia: ocultando las responsabilidades de un modelo económico injusto y devastador, movido por intenciones neocoloniales, implementado por políticas depredadoras norteamericanas y europeas, a través de organismos financieros neoliberales como el FMI, y a través de la soga de la deuda. La falta de prórroga del acuerdo sobre el trigo, si bien puede conducir a un aumento de la inflación alimentaria en los países “ricos”, ciertamente no es la causa principal del empeoramiento del hambre en el mundo.

En efecto, el informe de Oxfam destaca cómo “el acuerdo que hace un año había supuesto el desbloqueo de las exportaciones de cereales desde Ucrania al Mar Negro hacia el resto del mundo, ha resultado ser completamente inadecuado para hacer frente al aumento del hambre mundial, exacerbado por el crecimiento exponencial de los precios de los alimentos y la energía”.

Ese acuerdo, “que permitió reanudar las exportaciones de cereales de Ucrania, ciertamente ayudó a contener el aumento de los precios de los alimentos (que, sin embargo, aumentaron un 14% a nivel mundial en 2022), pero no representó la solución al hambre que afecta al menos a 122 millones de personas más hoy que en 2019”.

Cientos de millones de personas pasaban hambre antes del conflicto en Ucrania y cientos de millones siguen pasando hambre hoy: 783 millones en total el año pasado, según los últimos datos de la FAO. Países como Sudán del Sur y Somalia, que han recibido 0,2 por ciento de los cereales de Ucrania desde que entró en vigor el acuerdo, están al borde de la hambruna.

Sin embargo, un tercio de todos los alimentos producidos se pierde o se desperdicia. En África, principalmente en el Sahel, una de cada cinco personas padece hambre, más del doble del promedio mundial. Esto provoca la huida de los migrantes, que vienen a morir al Mediterráneo.

Los métodos insostenibles de producción, envasado y consumo de alimentos también están exacerbando la crisis climática. Contribuyen a un tercio de todas las emisiones de gases de efecto invernadero, utilizan el 70% del agua dulce del mundo y causan una gran pérdida de biodiversidad.

Los sistemas agroalimentarios – dijo el Director General de la FAO en la cumbre de Roma – deben transformarse para que puedan satisfacer la creciente demanda de alimentos. “Necesitamos aliviar la presión sobre los recursos naturales, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y salvaguardar la biodiversidad; aumentar la resiliencia ante la crisis climática, los conflictos y otras interrupciones de la cadena de suministro; garantizar el trabajo digno; y garantizar el acceso a alimentos nutritivos y dietas saludables para todos”.

La cumbre sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles ha tenido como objetivo compartir el progreso realizado por los países en los últimos dos años y las contribuciones a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La ambición de la Agenda es erradicar la pobreza para 2030 y promover la prosperidad económica, el desarrollo social y la protección del medio ambiente a escala mundial, con la promesa de que “nadie se quedará fuera”.

Un programa basado en las cinco “P”: Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Partenariado. Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible pretenden abordar los “obstáculos sistémicos al desarrollo”, como las desigualdades, los sistemas de producción y consumo insostenibles, las infraestructuras inadecuadas, la falta de trabajo digno, el cambio climático y la pérdida de ecosistemas y biodiversidad: las consecuencias del modelo capitalista, en definitiva. Lástima que sean los principales líderes de las políticas asimétricas impuestas a los países del Sur ya sus propios pueblos quienes lo discutan, vaciando de sustancia los conceptos enunciados.

De hecho,

¿qué credibilidad puede tener la ultra-derechista Giorgia Meloni cuando dice que “nadie se quedará atrás”? Su gobierno neoliberal defiende descaradamente los intereses de los ricos y evasores de impuestos en detrimento de los sectores populares, a los que incluso les ha recortado la renta básica. En un país donde los trabajadores pobres van en aumento y más de un millón de familias no pueden pagar la hipoteca de sus apartamentos, su gobierno se opone al establecimiento de un salario mínimo, cuando los salarios en Italia son los más bajos de Europa.

Por otro lado, aumentó el gasto militar, en el entrecruzamiento cada vez más estrecho de intereses entre los decisores políticos y las industrias de guerra, a las que la economía italiana se esta subordinando. El frenético protagonismo de Meloni pretende “despejarse” de su herencia política a nivel internacional, y tener un rol en el Mediterráneo, para una Italia que es cada vez más portaaviones de Estados Unidos. Por eso voló a Washington para escuchar los deseos de Biden sobre la ruptura de los acuerdos de la Ruta de la Seda, irrisorios desde el punto de vista económico y en todo caso nunca firmados.

Italia alberga numerosas agencias de la ONU. El Hub Agroalimentario de Roma es el tercer más importante de las Naciones Unidas en el mundo después de Nueva York y Ginebra. Es el séptimo contribuyente al presupuesto de la ONU y el país occidental que aporta el mayor número de cascos azules. Sin embargo, no hay dinero para los trabajadores.

Según el último informe de la OCDE, los salarios reales promedio (es decir, ajustados a la inflación) han disminuido en todo el mundo capitalista desarrollado durante los últimos tres años; de hecho, la disminución más grande y prolongada en al menos 50 años. Además, el principal factor que contribuyó al aumento de los precios de los bienes y servicios durante este período fue el aumento de las ganancias por unidad de producción, no de los salarios, especialmente en la Eurozona.

Incluso, la idea de “cooperación y asociación” que planteó el Gobierno de Meloni, participando en otra cumbre con los jefes de Estado sobre la gestión de los flujos migratorios, que finalizó en Roma, estuvo marcada por los rechazos militar de los migrantes y el robo de recursos de los países africanos vecinos. La misma lógica neocolonial que la UE intenta imponer a América Latina con el tratado UE-Mercosur, impugnado por una vasta red de asociaciones brasileñas y europeas.

Las principales beneficiarias -denuncian los activistas- serán las multinacionales europeas. Se profundizarán las asimetrías económicas entre la UE y los países del Mercosur, según un modelo neocolonial de acaparamiento de recursos a costa de la diversidad, la autonomía y resiliencia de las economías locales y regionales, y de la integración entre los pueblos.

El conflicto en Ucrania -dijo el presidente brasileño Lula da Silva en la cumbre UE-CELAC – “ha aumentado las desigualdades y el gasto militar, en lugar de eliminar la pobreza y el hambre. Se han gastado más de dos mil millones para financiar una máquina de guerra que solo trae muerte, destrucción y aún más hambre”.

La expresidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien hoy dirige el banco de desarrollo BRICS, estuvo presente en la cumbre Rusia-África junto a otros representantes de instituciones multilaterales: Unión Africana (UA), Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (Igad), Unión de los Países Árabes Magreb en la UA, así como todos los representantes de las principales organizaciones económicas y regionales africanas.

Putin no irá a Johannesburgo, Sudáfrica, a fines de agosto para la cumbre BRICS. En San Petersburgo, sin embargo, el presidente ruso reforzó las relaciones económicas y geopolíticas con los países africanos durante un repleto programa de debates, mesas redondas y exposiciones. Un debate que abarcó desde la soberanía alimentaria africana hasta el de los recursos, la seguridad internacional, la formación, la información y el empoderamiento de la mujer.

Uno de los paneles principales discutió sobre “El Nuevo Orden Mundial: Del legado del colonialismo a la soberanía”.

Ante la masiva censura mediática que sufre desde el campo occidental, Rusia ha buscado soluciones alternativas también en África. Por ejemplo, Russia Today y Sputnik, prohibidos en Europa, han desarrollado un centro en idioma inglés en Sudáfrica y han firmado acuerdos con una docena de medios de comunicación africanos.

Sobre el tema del trigo ucraniano, Moscú ha vuelto a explicar los motivos de la interrupción del acuerdo, omitidos en la propaganda occidental. En primer lugar, la política de “sanciones” de los países del área de la OTAN, que llevaron a la decisión rusa. El acuerdo, concluido en 2022 en Estambul, constaba de dos partes: la primera se refería a la exportación de grano ucraniano a través del Mar Negro; la segunda, firmada por las Naciones Unidas y Rusia, contenía algunas condiciones establecidas por Moscú.

Estas incluyeron la eliminación de las restricciones a la exportación de fertilizantes y productos agrícolas rusos; la reconexión del banco agrícola ruso, que maneja los pagos de las exportaciones agrícolas, al sistema de pago SWIFT; el visto bueno para la exportación de amoníaco ruso a través del oleoducto Togliatti-Odessa a Rusia, Ucrania y Turquía; el levantamiento de las restricciones al suministro de maquinaria agrícola y repuestos al país; el permiso de entrada de barcos rusos a puertos extranjeros, así como el desbloqueo de la logística de transporte y los seguros de transporte y propiedad.

Publicado en Resumen latinoamericano.: https://www.resumenlatinoamericano.org/2023/07/31/pensamiento-critico-geopolitica-del-trigo-putin-y-el-sur-global/

Niger

Por Andrew Korybko traducido y publicado en Geopolitica.ru

Los últimos acontecimientos no inspiran confianza en que pueda evitarse una guerra más amplia en África Occidental, por lo que todo el mundo debería prepararse para que estalle en algún momento a finales de este mes. Si la CEDEAO, respaldada por la OTAN y dirigida por Nigeria, no derrota rápidamente a la recién formada Coalición Saheliana de Burkina Faso, Malí y Níger (a la que posiblemente se una Guinea en alguna capacidad), se espera que Rusia apoye tangiblemente a esta última, dando lugar así a un conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría en el que Chad podría ser el «poder en la sombra».

El golpe militar patriótico de la semana pasada en Níger, llevado a cabo en respuesta al fracaso del régimen anterior a la hora de garantizar la seguridad de sus ciudadanos frente a las crecientes amenazas terroristas, se está convirtiendo rápidamente en el catalizador de lo que pronto podría convertirse en una guerra regional en África Occidental. Los países están tomando partido ante el ultimátum de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), que expira este domingo, para reinstalar al derrocado presidente Mohamed Bazoum o enfrentarse a lo que probablemente sea una invasión liderada por Nigeria y respaldada por Francia.

Antecedentes

He aquí algunos análisis pertinentes para poner a todo el mundo al día:

* «El golpe nigeriano podría cambiar las reglas del juego en la nueva guerra fría».

* El presidente interino de Burkina Faso pide a sus homólogos que dejen de ser marionetas del imperialismo».

* Occidente quiere que Nigeria invada a su vecino del norte».

* Interpretación de la respuesta oficial de Rusia al golpe de Estado en Nigeria.

* «Un ex senador nigeriano comparte 13 razones por las que su país no debería invadir Níger».

Dos nuevos acontecimientos hacen del riesgo de guerra un escenario muy real.

Una diplomacia infructuosa desemboca en amenazas de guerra y evacuaciones de emergencia

Burkina Faso y Mali, cuyos presidentes interinos fueron llevados al poder por golpes militares patrióticos y asistieron recientemente a la segunda Cumbre Rusia-África la semana pasada en San Petersburgo, declararon conjuntamente el lunes por la noche que una intervención en Níger sería considerada como una declaración de guerra contra ambos. También se comprometieron a retirarse de la CEDEAO si eso ocurría. Horas más tarde, el martes por la mañana, Francia anunció la evacuación urgente de los ciudadanos de la UE de Níger, sugiriendo así que espera una guerra.

El Presidente interino de Chad, Mahamat Idriss Deby Itno, que también llegó al poder en circunstancias similares a las de sus homólogos sahelianos, al parecer no pudo negociar un compromiso, como intentó hacer durante su visita a Niamey, la capital nigerina. Aunque su país no forma parte de la CEDEAO, coopera estrechamente con Níger y Nigeria contra las amenazas terroristas compartidas de Boko Harm. Chad es también una potencia militar regional que podría resultar decisiva en este posible conflicto, como se explicará más adelante.

Fuerzas extranjeras en Níger

Antes de compartir algunas previsiones de escenarios y variables relacionadas que pueden configurar la trayectoria de este probable conflicto, es importante tocar algunos otros detalles regionales, empezando por la presencia de fuerzas extranjeras en África Occidental. Níger alberga actualmente tropas francesas, estadounidenses, alemanas e italianas, y su junta afirmó el lunes que París está conspirando con los leales al antiguo régimen para coordinar ataques aéreos destinados a liberar al líder derrocado del país, detenido en el palacio presidencial.

La federación de facto entre Burkina Faso y Malí

El siguiente detalle a mencionar es que Burkina Faso y Mali están considerando seriamente fusionarse en una federación, de la que habló recientemente el presidente interino Ibrahim Traore en una entrevista con Sputnik. Estos planes, que se presentaron por primera vez en febrero, añaden un contexto crucial a su declaración conjunta del lunes por la noche de que considerarán una invasión de Níger como una declaración de guerra contra ambos y, en consecuencia, se apresurarán a defender al país vecino.

Guinea en el juego regional

En una nota relacionada, estos dos países comenzaron a explorar el potencial de cooperación trilateral con la cercana Guinea el mismo mes en que presentaron sus planes de federación. Este país se encuentra bajo gobierno militar desde finales de 2021, por lo que fue suspendido de la CEDEAO al igual que los otros dos por la misma razón. Todos ellos mantienen estrechas relaciones con Rusia, por lo que Guinea, fronteriza con el Atlántico, podría en teoría servir de conducto para que Moscú abastezca a sus socios sin litoral, a menos, claro está, que la CEDEAO y/o sus señores occidentales la bloqueen.

El factor libio

Independientemente de que esto ocurra o no, el vecino libio de Níger podría desempeñar un papel complementario en el suministro a la recién formada Coalición Saheliana. El líder del Consejo Presidencial, Mohamed Yunus al-Menfi, también asistió la semana pasada a la segunda Cumbre Rusia-África y se reunió allí con el presidente Putin, durante la cual el líder ruso se comprometió a «seguir promoviendo el progreso en las vías clave del acuerdo basado en los esfuerzos para garantizar la unidad, la soberanía y la integridad territorial del Estado libio».

Estos tres objetivos son relevantes teniendo en cuenta la advertencia de la declaración conjunta de Burkina Faso y Malí de que una invasión de Níger «podría desestabilizar toda la región, al igual que la intervención unilateral de la OTAN en Libia, que fue la raíz de la expansión del terrorismo en el Sahel y África Occidental». Su evaluación compartida es acertada y puede servir de pretexto para que Rusia aumente la ayuda militar a ellos y a Níger a través de Libia, país este último extremadamente frágil y que también podría verse desestabilizado por esta guerra que se avecina.

Posibles puentes aéreos rusos

Aunque ahora mismo no existe ningún puente aéreo conveniente entre Rusia y Libia, el tortuoso puente ruso-sirio a través del Caspio, Irán e Irak podría ampliarse a través del Mediterráneo Oriental después de repostar en la República Árabe para servir a este propósito. Si Arabia Saudí y Chad, de reciente tendencia multipolar, acceden a conceder a Rusia derechos de tránsito aéreo, podría formarse otro corredor a través de Irán, Arabia Saudí, Sudán y Chad para eludir la posible interferencia de la OTAN en el Mediterráneo.

Sin embargo, esta última ruta no puede darse por segura, después de que Sudán haya vuelto a ampliar el cierre de su espacio aéreo hasta mediados de agosto. Aunque el vicepresidente del Consejo de Soberanía de Transición de Sudán acaba de encabezar la delegación de su país en Rusia, la junta militar que representa sigue inmersa en un sangriento conflicto con las Fuerzas de Apoyo Rápido, supuestamente vinculadas a Wagner, por lo que la confianza ya no es tan fuerte como antes. Además, Chad se ha mostrado tímido sobre su postura hacia Níger, y con razón.

Cálculos militares y estratégicos de Chad

Esta potencia militar regional debe evitar excederse ante las complejas amenazas nacionales e internacionales, las primeras relacionadas con los rebeldes antigubernamentales y los Revolucionarios del Color, mientras que las segundas implican a rebeldes y terroristas extranjeros, así como el riesgo de desbordamiento del conflicto regional. Chad también está intentando reequilibrar su desequilibrada relación con Occidente desde principios de este año, lo que ejerce sobre él ciertas presiones que podrían limitar su abanico de opciones en una crisis regional.

Las diez variables principales

El estado de los asuntos militares y estratégicos descrito hasta este punto prepara el terreno para la previsión de escenarios, aunque el lector debe recordar que la dinámica caótica de cualquier conflicto implica que incluso las predicciones más convincentes podrían no cumplirse en última instancia. Dicho esto, este tipo de ejercicios de reflexión siguen siendo útiles si se basan en las relaciones objetivamente existentes entre las partes implicadas y sus cálculos más probables basados en la comprensión de sus respectivos intereses.

Todos los escenarios dependen de variables, las más pertinentes en este contexto son las siguientes:

  1. ¿Aceptará Nigeria cumplir los deseos de Occidente liderando la invasión de Níger por parte de la CEDEAO?
     
  2. ¿Se unirá Chad a Nigeria, jurará defender a Níger, jugará más tarde a ser el «poder en la sombra» o se mantendrá totalmente al margen del conflicto?
     
  3. ¿Qué papel desempeñarán las fuerzas occidentales en Níger si Nigeria invade ese país?
     
  4. ¿Atacarían a las fuerzas intervinientes burkinesas-malienses o podrían éstas atacarles primero?
     
  5. ¿Qué probabilidad hay de que otros Estados de la CEDEAO ataquen y/o invadan Burkina Faso y/o Mali?
     
  6. ¿Hasta qué punto están preparadas militar, económica y políticamente todas las partes regionales para un conflicto prolongado?
     
  7. ¿Con qué corredores logísticos podrían contar sus aliados extranjeros y qué obstáculos podrían impedirlo?
     
  8. ¿Se convertirá una guerra más amplia en África Occidental en otro conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría?
     
  9. ¿Cómo podrían afectar las tensiones entre la OTAN y Rusia en África Occidental a la guerra proxy de ambas en Ucrania?
     
  10. ¿Se sentirán envalentonados por ello otros Estados de África para resolver militarmente sus propios problemas regionales? 

De lo anterior cabe esperar los siguientes escenarios, pero ninguno de ellos está, por supuesto, garantizado:

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1. Conflicto limitado (escenario rápido)

* Nigeria derrota rápidamente a la junta nigerina y a sus aliados burkineses y malienses dentro de Níger, con o sin el apoyo de Francia, Estados Unidos (fuerzas aéreas y/o especiales) y/o Chad (fuerzas aéreas y/o terrestres), y deja intactos a Burkina Faso y Mali, cuyos respectivos gobiernos militares interinos permanecen en sus puestos.

2. Conflicto ampliado (escenario rápido)

* Con el apoyo directo de Francia y/o Estados Unidos, y posiblemente con cierto grado de apoyo chadiano, Nigeria lidera una fuerza de invasión de la CEDEAO que depone rápidamente a los gobiernos militares interinos de Burkina Faso, Malí y Níger, restaurando así la recién perdida «esfera de influencia» de París en África Occidental.

3. Conflicto limitado (escenario prolongado)

* Níger se convierte en un conflicto proxy de la Nueva Guerra Fría, ya que la invasión de ese país por parte de la CEDEAO, liderada por Nigeria y respaldada por la OTAN, no logra deponer a su junta debido a la feroz resistencia de las fuerzas burkinabé-malienses, apoyadas por Rusia, lo que lleva a que cada bloque corteje a Chad para que intervenga de su lado como poder en la sombra.

4. Conflicto ampliado (escenario prolongado)

* Los bloques mencionados siguen siendo los mismos, al igual que el estancamiento y el estatus neutral de Chad, pero el alcance del conflicto se amplía para incluir a la Federación Burkinesa-Maliense de facto, lo que envalentona a Egipto para intervenir en Sudán y a Ruanda para hacer lo mismo en el Congo, desencadenando así una crisis a escala africana.

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La «carrera logística»/»guerra de desgaste» OTAN-Rusia en Ucrania afectará al apoyo que presten a sus respectivos aliados de África Occidental en los dos escenarios prolongados, y también puede influir en su decisión de provocar o no un enfrentamiento en cualquiera de los dos escenarios de la Nueva Guerra Fría. Se espera que China, India y otros grandes países neutrales como Turquía intervengan diplomáticamente también en esos escenarios prolongados, aunque en este momento es imposible predecir el éxito que tendrían.Estos dos escenarios también entrañan grandes riesgos para la estabilidad de Nigeria, ya que podrían provocar crisis económicas y de seguridad en cascada que se combinarían para formar una crisis política muy grave si las huelgas laborales paralizan el país y los rebeldes y/o terroristas explotan la nueva atención de las fuerzas armadas a Níger.Para ser claros, nada de esto está garantizado, pero tampoco puede descartarse teniendo en cuenta la fragilidad de Nigeria. Por tanto, un atolladero en Níger podría acarrear consecuencias impredecibles y posiblemente de largo alcance para este país.

Reflexiones finales

Los últimos acontecimientos no inspiran confianza en que pueda evitarse una guerra más amplia en África Occidental, por lo que todo el mundo debería prepararse para que estalle en algún momento a finales de este mes. Si la CEDEAO, respaldada por la OTAN y dirigida por Nigeria, no derrota rápidamente a la recién formada Coalición Saheliana de Burkina Faso, Malí y Níger (a la que posiblemente se una Guinea), se espera que Rusia apoye de forma tangible a esta última, lo que daría lugar a un conflicto indirecto de la Nueva Guerra Fría en el que Chad podría ser el poder en la sombra.

Traducción al español para Geopolitica.ru por Enrique Refoyo
Fuente: https://korybko.substack.com

HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE DEL ÚLTIMO AFRICANO, PARA DEFENDER EL MUNDO BASADO EN NORMAS

Por Eduardo Bonugli colaborador de Dossier Geopolitico desde Madrid

 Francia estaría preparando una invasión indirecta a Níger mientras presiona a la dividida Comunidad Económica de Estados de África (CEDEAO), para que ponga la cara y su nombre, en ese posible operativo militar contra Níger, y dar así la imagen de un conflicto interno y regional, cuando todo apunta a una nueva guerra «Proxi» de Occidente contra El Sahel africano, que se ha revuelto contra el colonialismo europeo y anglosajón.

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Mientras que Moscú pide diálogo y negociación sin acciones militares. Lo que especialmente Francia rechaza, ya que ello conllevará tiempo y ese tiempo permitiría asentarse al nuevo gobierno de Abdurahaman Tchiani y trenzar alianzas en un escenario donde sobrevuela la posibilidad de que se dispare una ola de golpes de estado contra los gobiernos pro norteamericanos. Con Somalia ardiendo como una hoguera.

 En las capitales europeas y por medio de la prensa, se aferran con esperanzador triunfalismo, a las declaraciones del general Christopher Musa, jefe del Estado Mayor de la Defensa de Nigeria sobre que: «Estamos listos y, tan pronto como recibamos la orden de intervenir, lo haremos. Estamos seguros de obtener la victoria sobre los golpistas en un operativo relámpago.»

 Entre tanto, el relato europeo se argumenta en la «restauración del orden constitucional en un país democráticamente ejemplar, que ha mejorado la vida de la población, que lucha con éxito contra el terrorismo internacional y contra la emigración ilegal a Europa, que tiene reconocido prestigio para la Comunidad Internacional y que debe volver a ser garante de las inversiones occidentales en ese país.»

 Todo un discurso muy a juego con la reciente visita de Josep Borrell al gobierno derrocado, hace unos días, con un atuendo típico del país y dando una imagen tan estrafalaria, como funesto fue el resultado de ese viaje, lleno de malos augurios.

 A pesar de la firme y locuaz posición amenazante de Nigeria, a cargo temporal de la presidencia de la CEDEAO, la situación de este organismo es endeble ya que suspende a todo miembro que no acepte el mando vertical de Francia, su principal impulsor y geográficamente se presenta dividido por la mitad.

 Los países que reaccionaron con firmeza, alertando de una guerra total, si intervienen Níger, son El Chad, Burkina Faso, Mali y Guinea, además de Argelia, la poderosa potencia mediterránea, con buenas relaciones con Rusia. En tanto que se repiten las huidas precipitadas de europeos del país, retrotrayendo las no muy lejanas y penosas imágenes de Afganistán. Mientras en París contienen la respiración a la espera de que no haya ninguna agresión directa a sus delegaciones o a su personal, ya que ello le obligaría a una intervención directa como forma de respuesta. Situación no contemplada por la UE y la OTAN ya que como siempre, ESTA NUEVA GUERRA EXIGIRÁ HASTA LA ULTIMA GOTA DE SANGRE, DEL ÚLTIMO AFRICANO, pero nunca de un europeo o un anglosajón.

El golpe de estado en Níger amenaza el abastecimiento de uranio para Francia y subraya la creciente unidad e independencia del continente en medio del conflicto mundial

por Eduardo J. Vior
analista internacional
autoriza a publicar el presente articulo en Dossier Geopolitico

El golpe de estado que este miércoles derrocó al presidente prooccidental de Níger acaba con el dominio francés en otro país más del Sahel. En dos años se produjeron golpes de estado en Mali y Burkina Faso que expulsaron a las tropas francesas y requirieron el apoyo ruso. Al mismo tiempo en San Petersburgo sesionó la Cumbre entre Rusia y la Unión Africana que ratificó cuán rápido África se está alejando de Occidente. Actuando unidos, los países del continente del futuro están aprovechando la lucha mundial por los recursos energéticos y minerales para imponer su protagonismo.

El jueves por la noche varios centenares de manifestantes se concentraron en la plaza de la Concertación, en pleno centro de Niamey, la capital de Níger, para celebrar “su” victoria, la del ejército en el poder, y vivar a Rusia y a la Compañía Wagner. En la madrugada anterior un grupo de soldados en uniforme de faena había anunciado en la televisión nacional el derrocamiento del presidente nigerino electo en 2021, Mohamed Bazoum. El coronel mayor Amadou Abdramane, jefe del Estado Mayor y portavoz de los golpistas, anunció entonces el cierre de las fronteras y la instauración de un toque de queda. En un comunicado emitido el jueves al mediodía, en tanto, este comandante informó que se había unido a los alzados para “preservar la integridad física del Presidente” y evitar un “derramamiento de sangre” entre las distintas facciones militares.

Por su parte, este viernes el general Abdourahman Tchiani, jefe de la Guardia Presidencial que mantiene retenido al presidente Bazoum en su residencia, compareció como presidente del Consejo Nacional de Salvación Pública (CNSP) en la televisión pública nigerina, para dar cuenta de los motivos de su acción.

Sin embargo, la situación del presidente Bazoum, quien de momento no ha presentado su dimisión, seguía siendo confusa. Una delegación de la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO) encabezada por el presidente de Benín, Patrice Talon, viajó el jueves a Niamey para mediar, pero de parte de los golpistas parece haber poca predisposición a buscar un entendimiento.

El golpe fue inmediatamente condenado en Occidente. El secretario de Estado estadounidense Antony Blinken declaró que la asociación con Níger dependería de la continuidad de la “gobernanza democrática”. A su vez, Rusia pidió que el conflicto se resuelva pacíficamente

Durante sus dos años y medio de gobierno Mohamed Bazoum reforzó la alianza estratégica de Níger con los países occidentales. País de tránsito de los emigrantes hacia el Mediterráneo, su colaboración para contenerlos fue elogiada por los dirigentes europeos. En la actualidad acoge diversos campamentos de trashumantes retornados de la vecina y anarquizada Libia. Asimismo, fue un fiable socio militar que dio cobijo a los 1.500 soldados franceses expulsados de Malí en 2022 y a una base estadounidense de drones valuada en 100 millones de dólares. Precisamente, los golpes de Estado en los vecinos Malí (2021) y Burkina Faso (2022) llevaron al poder a juntas militares que se orientaron hacia Rusia y expulsaron a las tropas occidentales. Por eso, la pérdida de Níger sería una catástrofe para el predominio de la OTAN en el Sahel.

Como sus vecinos, Níger, de 26 millones de habitantes y uno de los países más pobres del mundo, se enfrenta a la amenaza yihadista. En la región de Diffa, en su frontera oriental con Chad, se producen frecuentes incursiones y ataques del Estado Islámico de África Occidental (EIAO), mientras que en el oeste amenaza el Estado Islámico del Sahel (EIS). La incapacidad o mala voluntad de las fuerzas occidentales para derrotar al terrorismo y la falta de equipamiento y adiestramiento de los militares locales que mueren por centenares están en el origen de la inestabilidad política que vive toda la región. Ahora se acabó su paciencia y confían en la eficiencia de la Compañía Militar Privada (CMP) Wagner..

Níger es un importante exportador de mineral de uranio para la industria nuclear francesa. La república africana ocupa el octavo lugar en la producción mundial del mineral, sólo poco menos que Rusia. Francia produce el 70% de su electricidad en centrales nucleares, es decir que tiene la mayor proporción mundial de energía nuclear en la producción de electricidad mediante 56 reactores que, al mismo tiempo, le permiten ser la mayor exportadora del fluido en el mundo. Gracias a la amortizada energía nuclear, además, la industria francesa tiene una fuerte ventaja competitiva. Tales éxitos se hicieron posibles principalmente, porque la nación controla la producción de uranio en Níger.

En 1957, poco antes de que el país africano obtuviera su independencia, los geólogos descubrieron allí ricos depósitos de uranio. Aun siendo uno de los países más pobres del mundo, Níger tiene las quintas mayores reservas exploradas de uranio del mundo. Paralelamente, como gran parte de su territorio es parte del desierto del Sáhara, esta república está luchando constantemente contra la desertificación y las sequías. Además, desde que la intervención anglofrancesa derrocó en Libia a Muamar Gadafi y el país norafricano fue pasto de las mafias, de todo tipo de tráfico (inclusive de esclavos) y de la trata, el terrorismo islámico se expandió por el Sáhara y el Sahel (la amplia faja semidesértica que se extiende desde Mauritania hasta Sudán), gracias a la sospechosa incapacidad de Francia y sus aliados occidentales para combatirlo.

Desde hace 60 años Francia siguió una política neocolonialista controlando a sus antiguas colonias con el franco africano (muchas antiguas posesiones de Francia usan el llamado franco CFA, respaldado antes por el franco francés y ahora por el euro), la lengua francesa y sus fuerzas expedicionarias. Esto le permitió reducir significativamente el costo de operación de los yacimientos de uranio de Níger. Aunque ese país produce sólo el 5% del uranio del mundo, su participación en las importaciones francesas del mineral oscila entre el 30% y el 45%, según el año. Sin este suministro París estaría en una grave emergencia. Es decir, sin Níger la soberanía energética de Francia está gravemente amenazada.

No casualmente el golpe tuvo lugar simultáneamente con la cumbre Rusia-África que se celebró el 27 y 28 de este mes en San Petersburgo. De la conferencia participaron 49 delegaciones entre los 53 países africanos. Ya antes de la reunión el presidente Putin había anunciado que se aprobaría una declaración global y un Plan de Acción del Foro de Asociación Rusia-África hasta 2026.

En declaraciones a la televisión exterior rusa (RT), Madaraka Nyerere, hijo del legendario activista anticolonialista y primer presidente de Tanzania Julius Nyerere, sostuvo que la única forma “realista” de que África se desarrolle es unirse y el camino hacia la cooperación pasa por incorporar más naciones africanas al BRICS+. Los países africanos no concurrieron a San Petersburgo a título individual, sino como miembros de una organización consolidada: la Unión Africana.

En todo el continente se observa una intensa puja entre China y Rusia, por un lado, y la alianza occidental por el otro. El reciente golpe en Níger es parte de este proceso. Los africanos han hecho malas experiencias con el colonialismo y el neocolonialismo europeo y buscan independizarse de toda dependencia externa. Hoy aprovechan el conflicto mundial para ganar espacios y actúan mancomunadamente para aumentar su poder de negociación. África se está uniendo, sacudiéndose el neocolonialismo occidental, desarrollando su conectividad, activando juntos en los foros internacionales y reclamando un lugar en la nueva gobernanza del mundo. Mientras tanto, América Latina ha sido incapaz de adoptar posiciones comunes en muchos temas relevantes. Ni hablar de concurrir juntos a la Cumbre del BRICS en Sudáfrica. Ni siquiera Argentina, especialmente invitada por Brasil, va a participar en el encuentro. Mientras África se despierta rugiendo, América Latina duerme.

Publicado por la Agencia TELAM

El centenario Henry Kissinger se reunió en Beijing con los líderes chinos, para reanudar el vínculo entre ambas superpotencias, contener a los impacientes y limitar los riesgos de la IA

por Eduardo J. Vior
analista internacional

El pasado martes 18 el exsecretario de Estado de Estados Unidos (1969-74) Henry Kissinger visitó de urgencia en Beijing al presidente Xi Jinping, al Encargado de las Relaciones Internacionales en el Buró Político del PCCh, Wang Yi, y al ministro de Defensa, Li Shangfu. Aún no queda claro por cuenta de quién viajó ni su misión específica, pero es evidente que se trató de un recurso de última instancia, para restablecer canales de comunicación hoy rotos, evitar malentendidos que podrían llevar a la catástrofe y mandar a los rincones a los aventureros de ambos bandos. Algunos indicios, empero, permiten suponer que en las reuniones también se habló sobre la posibilidad de acordar regulaciones de la Inteligencia Artificial (IA). Hace falta, empero, mucho más que un viaje, para que reine un mínimo de normalidad en las relaciones entre el viejo hegemón y su desafiante.

Los elogios del liderazgo chino al responsable de reiniciar en 1971 las relaciones sino-norteamericanas fueron fulgurantes. La BBC, en tanto, llegó a sugerir que, “dada su enorme estatura en China, [Kissinger] podría actuar como canal de apoyo para las negociaciones entre Estados Unidos y China”. Sin embargo, en su sesión informativa diaria del mismo martes el Departamento de Estado echó agua fría sobre esta última posibilidad, subrayando que Kissinger había viajado puramente como ciudadano privado.

Inmediatamente después del viaje de Kissinger, el martes pasado, Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado, indicó que el secretario de Estado Antony Blinken se enteró de los planes de viaje de su antecesor por sus propias reuniones con funcionarios chinos en Beijing el mes pasado. “Éramos conscientes de que Henry Kissinger iba a viajar a China”, dijo Miller a los periodistas. El vocero declaró también que no tenía conocimiento de ninguna conversación prevista del Departamento con Kissinger, “pero no me sorprendería que en algún momento informara a los funcionarios de aquí sobre sus conversaciones”. “Lo ha hecho varias veces desde hace décadas“, dijo.

Evidentemente, Henry Kissinger planeó y ejecutó su viaje, sin dar parte al Departamento de Estado. Las declaraciones de Blinken revelan también que la excursión molestó mucho a los diplomáticos y que la recepción que los líderes chinos dieron al viejo zorro relativizó los recientes viajes a China del propio Blinken, de la secretaria del Tesoro Janet Yellen y del enviado presidencial para el Cambio Climático, John Kerry. Los funcionarios chinos recibieron a estas visitas correcta, pero no calurosamente. De los tres el primer ministro chino Xi Jinping sólo se reunió con Blinken.

La razón de esta frialdad está en la rispidez de las relaciones entre ambos países. Durante la última década el clima político en Washington se ha tornado marcadamente antichino. Una de las pocas áreas de consenso entre demócratas y republicanos consiste en considerar a China como un rival en lugar de un socio. Esto comenzó ya, cuando Obama lanzó en 2009 su estrategia de “pivote asiático” y en 2015 acordó con otros 14 países el Tratado Transpacífico. El gobierno de Trump, en tanto, retiró a EE.UU. del tratado, pero intensificó la hostilidad contra China. Tal como se mostró en la cumbre bilateral de Anchorage, Alaska, en abril de 2021, el gobierno de Biden, por su parte, sustituyó los compromisos adquiridos con Beijing y giró por una aguda confrontación.

Durante los dos años siguientes Estados Unidos puso en marcha el pacto militar Quad (EE.UU., India, Australia y Japón) y lanzó el Marco Económico Indopacífico, ambos diseñados para aislar y rodear a China. El gobierno demócrata impuso también controles a las exportaciones norteamericanas hacia el país asiático mucho más rígidas que las de Trump. El presidente Joe Biden rompió, además, la tradición de los últimos cincuenta años y dejó de considerar el status de Taiwán como una cuestión interna de China, anunciando que Estados Unidos intervendrá, para evitar la reincorporación de la isla a su patria por medios militares. Como los norteamericanos saben que eso sólo sucedería, si el gobierno de Taipei declara su secesión de China, en realidad lo están alentando a hacerlo, provocando así la ira de Beijing.

El aumento de la presión militar norteamericana y su ruptura de la cooperación económica con el gigante asiático irritan profundamente al alto mando chino y, aparentemente, están alentando a belicistas que también habría en el Ejército Popular de Liberación (EPL) que quieren desafiar ya la hegemonía mundial de EE.UU. La ruptura de los canales de comunicación entre ambas superpotencias hace temer, por lo tanto, que una maniobra inesperada de una sea malinterpretada por la otra y se desate el holocausto nuclear. Ante tamaño descalabro de las relaciones bilaterales, festejar a Kissinger es uno de los modos en que el liderazgo supremo señala que las relaciones serían mucho mejores, si Washington volviera a la política exterior de hace una década.

Este panorama preocupante no explica todavía, por qué, a sus cien años, el antiguo Consejero de Seguridad Nacional de Richard Nixon se tomó el trabajo de volar 14 horas, para sentarse a tomar el té con la dirigencia pequinesa. No es creíble que haya sido por vanidad, como sugieren sesudos analistas estadounidenses. Tampoco suena lógico pensar que haya sido una gestión individual.

Una primera explicación puede darla la agenda de la última reunión del Club Bilderberg que se celebró en Lisboa del 18 al 21 de mayo pasado. Kissinger participa ininterrumpidamente desde 1957 en las conferencias anuales de este exclusivo cenáculo. Durante décadas, hasta su muerte en 2017 el cónclave estuvo marcado por la presencia de David Rockefeller, entonces jefe de la dinastía, a quien Kissinger acompañó desde su juventud. El cónclave sesiona habitualmente con la participación de 120 a 130 representantes de sectores militares, de inteligencia (la CIA y el M16 británico), el secretario general de la OTAN y los presidentes de las principales corporaciones financieras, petroleras, tecnológicas y de medios de comunicación. En el último encuentro participaron Google/Alphabet, Pfizer, Deepmind, Deutsche Bank, Goldman Sachs International, British Petroleum, Total Energies, líderes políticos, académicos y grupos de medios (The Economist, Bloomberg), entre otros.

La Inteligencia Artificial, la guerra en Ucrania, el crecimiento de China, Europa, la crisis del liderazgo de Estados Unidos, la OTAN, la presencia de India, el sistema bancario (por el reciente colapso de algunos bancos en Estados Unidos y del Credit Suisse en Europa), los desafíos fiscales, la política industrial, el comercio y la transición energética formaron parte de los temas de agenda del encuentro que, como siempre, sesionó a puerta cerrada.

Aunque parezca extraño, la Inteligencia Artificial y el ascenso de China como potencia mundial son dos temas estrechamente interrelacionados. Pocos días antes de la reunión anual Eric Schmidt, miembro de la junta de Bilderberg y antiguo jefe de Google, declaró en una audiencia del Congreso que la IA “está en el centro” de la competencia entre China y Estados Unidos y que “China está dedicando enormes recursos para superar a EE.UU. en tecnologías, en particular en IA”.

Schmidt reconoce los riesgos existenciales de la IA, advirtiendo incluso que “las cosas podrían ir peor de lo que la gente dice”, pero rechaza el llamamiento hecho por algunos expertos, entre ellos Elon Musk, para que se haga una pausa de seis meses en el desarrollo de la IA, porque cualquier retraso “simplemente beneficiará a China”. Detrás de esta posición impera una lógica aberrante: “tenemos que seguir adelante con el desarrollo de algo que podría destruirnos, antes de que China lo convierta en algo que podría destruirnos”.

Aunque, como los investigadores advierten, con el inminente lanzamiento de la nueva generación de Chat GPT-5 de OpenAI, los debates presidenciales de 2024 podrían ser ganados por un chatbot ingenioso y carismático, la cuestión del liderazgo estadounidense estuvo en la agenda de la conferencia de Bilderberg. Contrariamente a Schmidt, Sam Altman, Director General de OpenAI, está a favor de la “intervención reguladora de los gobiernos” que, según él, “es fundamental para mitigar los riesgos de modelos cada vez más poderosos”. La discusión no fue saldada en el encuentro ni puede serlo discursivamente, porque detrás de ella se esconden estrategias contrapuestas.

Toda la elite norteamericana coincide en la debilidad relativa de Estados Unidos frente a China, pero se divide entre aquéllos que quieren dialogar con el liderazgo pequinés, para limitar los riesgos cada vez mayores de destrucción del mundo y así canalizar civilizadamente la competencia, y quienes son partidarios de atacar ya a China, antes de que se haga demasiado poderosa.

Considerando el vertiginoso desarrollo actual de la IA, los peligros que entraña y la competencia estratégica entre EE.UU. y China, no sería descabellado suponer que Henry Kissinger viajó a Beijing, para sondear la voluntad y la capacidad de los líderes chinos de volver a poner en funcionamiento los canales de comunicación entre ambas potencias, para generar medidas de confianza mutua que eviten malentendidos capaces de desatar un choque militar. Al mismo tiempo les habría propuesto contener el desarrollo de la Inteligencia Artificial, para evitar que desborde el control humano y hasta incluso desate una guerra indeseada.

El contexto en el que tuvo lugar el viaje, combinado con el informe de Xinhua sobre sus conversaciones, induce a pensar que él y el ministro de Defensa Li se convencieron mutuamente de que sus respectivos líderes realmente no desean una guerra caliente. Evidentemente, el liderazgo político chino y los conductores oficiosos de Occidente quieren limitar a los intransigentes propios y ajenos. Por ello, se acordó que Kissinger realizara su viaje secreto y empezara a dilucidar el peligroso dilema de seguridad que ata hoy a ambas superpotencias.

Es demasiado pronto para evaluar el éxito de sus esfuerzos y los observadores solo pueden discernir que en los niveles más altos del poder existe un interés mutuo en esto. Sin embargo, el esfuerzo del Departamento de Estado por minimizar la importancia del viaje y algunas acciones aventureras de militares chinos en el estrecho de Taiwán indican que el peligro todavía no está aventado. El tiempo corre y el riesgo aumenta. Kissinger no está en condiciones de viajar todas las semanas a China. Es hora de que ambas capitales tomen el teléfono y empiecen a hablar en serio.

Nota Publicada en TELAM, que el autor auroriza a publicarla en Dossier Geopolitico

https://www.telam.com.ar/notas/202307/635007-kissinger-china-superpotencias-analisis.html

Las opiniones expresadas son responsabilidad exclusiva del autor y no representan necesariamente la posición de Dossier Geopolitico

Si bien los cinco estados BRICS originales tienen sus diferencias geopolíticas, están encontrando un enorme terreno común en el frente geoeconómico a medida que aumentan los volúmenes comerciales y las rutas comerciales se multiplican. Por Pepe Escobar The Cradle

A medida que los BRICS se acercan a la cumbre más importante de su historia del 22 al 24 de agosto en Johannesburgo, Sudáfrica, es necesario observar algunos aspectos fundamentales.  

Las tres principales plataformas de cooperación BRICS son política y seguridad, finanzas y economía y cultura. Por lo tanto, la idea de que se anunciará una nueva moneda de reserva respaldada por oro de los BRICS en la cumbre de Sudáfrica es falsa. 

Lo que está en marcha, según confirman los sherpas BRICS, es el R5: un nuevo sistema de pago común. Los sherpas están solo en las etapas preliminares de discutir una nueva moneda de reserva que podría estar basada en oro o materias primas. Las discusiones dentro de la Unión Económica de Eurasia (EAEU), dirigida por Sergey Glazyev, en comparación, son mucho más avanzadas. 

El orden de prioridades es poner en marcha R5. Todas las monedas BRICS actuales comienzan con una «R»: renminbi (yuan), rublo, real, rupia y rand. R5 permitirá a los miembros actuales aumentar el comercio mutuo impidiendo el dólar estadounidense y reducir sus reservas de dólares estadounidenses. Este es solo el primero de muchos pasos prácticos en el largo y tortuoso camino de la desdolarización.  
Todavía se está discutiendo un papel más amplio para el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés), el banco BRICS. El NBD puede, por ejemplo, otorgar préstamos denominados en oro BRICS, lo que lo convierte en una unidad de cuenta global en transacciones comerciales y financieras.Los exportadores BRICS tendrán entonces que vender sus bienes contra oro BRICS, en lugar de dólares estadounidenses, tanto como los importadores del oeste colectivo tendrán que estar dispuestos a pagar en oro BRICS. 

Eso está muy lejos, por decirlo suavemente.  

Las discusiones frecuentes con sherpas de Rusia y también con operadores financieros independientes en la UE y el Golfo Pérsico siempre abordan el problema clave: los desequilibrios y los nodos débiles dentro de los BRICS, que tenderán a proliferar en serie con la inminente expansión de BRICS+.

Dentro de los BRICS, hay una gran cantidad de expedientes serios sin resolver entre China e India, mientras que Brasil se encuentra atrapado entre una lista de dictados imperiales y el impulso natural del presidente Luiz Inacio Lula da Silva para fortalecer el Sur Global. Argentina se ha visto casi obligado por los sospechosos habituales a “posponer” su solicitud de admisión para unirse a BRICS+. 
Y luego está el eslabón débil por definición: Sudáfrica. Apretado entre la espada y la pared, el organizador de la cumbre más importante de la historia de los BRICS optó por un compromiso humillante que no es precisamente digno de una potencia independiente de rango medio del Sur Global.   

Sudáfrica no recibió al presidente ruso, Vladimir Putin, y optó por la presencia del ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, como Pretoria sugirió por primera vez a Moscú. Los otros miembros de BRICS validaron la decisión.  

El compromiso significa que Rusia será representada físicamente por Lavrov, mientras que Putin participará en todo el proceso, y en las decisiones posteriores, por videoconferencia.

Traducción: Putin puso a prueba a Pretoria y la expuso a todo el Sur Global como un nodo frágil de la «jungla» -en realidad, la Mayoría Global- fácilmente amenazada por la pandilla del «jardín» occidental y no como un verdadero practicante independiente de política exterior. 

San Petersburgo-Shanghai a través del Ártico 

Esta decisión sudafricana en sí misma plantea serias dudas sobre si la geopolítica liderada por los BRICS es solo una ilusión. 

Sin embargo, desde el punto de vista geoeconómico, el grupo ha entrado en un juego de pelota completamente diferente, ilustrado por las múltiples interconexiones de los BRICS con la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China (BRI). 

El comercio chino con las naciones BRI aumentó  un 9,8 por ciento  en la primera mitad de 2023, en comparación con el mismo período del año pasado. Eso contrasta fuertemente con la contracción general del 4,7 por ciento del comercio entre China y el oeste colectivo: Abajo con la UE en un 4,9 por ciento, y abajo con los EE. UU. en un 14,5 por ciento. 

Mientras tanto, el comercio chino con Rusia, junto con las exportaciones a Sudáfrica y Singapur, aumentó exponencialmente en un 78
por ciento. A modo de ejemplo, a fines de la semana pasada, un cargamento chino  zarpó  de San Petersburgo cargado con fertilizantes, productos químicos y productos de papel. Cruzará el Ártico y llegará a Shanghai a principios de agosto. 

Zhou Liqun, presidente de la Cámara de Comercio de China en Rusia, fue directo al grano: este es solo el comienzo de la «operación de rutina de la ruta de envío de carga del Ártico entre China y Rusia». Se trata de “la seguridad de los canales logísticos” incorporados en la asociación estratégica Rusia-China. 

La Ruta de la Seda del Ártico , a partir de ahora, será cada vez más estratégica. Los chinos pueden mantenerlo abierto al menos de julio a octubre de cada año. Y como beneficio adicional, el calentamiento del Ártico permite un mejor acceso a los recursos de petróleo y gas. Una marca registrada «ganar-ganar»: no es de extrañar que desde 2017 el desarrollo de Arctic Silk Road sea parte de BRI. 

Todo lo anterior muestra un cambio brusco en el impulso comercial chino hacia el Sur Global. El comercio con los socios BRI de China ahora aumenta al  34,3 por ciento  del comercio global total de China en términos de valor, y ese número está aumentando.  

Desde el ferrocarril UAP hasta el área metropolitana de la bahía 

En el frente ruso, todos los ojos están puestos en el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC) multimodal de 7.200 km de largo, que alarma al oeste colectivo como un reemplazo de facto del Canal de Suez. El INSTC reduce los costos de envío en aproximadamente un 50 por ciento y ahorra hasta 20 días de viaje en comparación con la ruta de Suez.

El comercio de INSTC, a través de barcos, ferrocarriles y carreteras que unen Rusia, Irán, Azerbaiyán, India y Asia Central, debería triplicarse en los próximos siete años, como dijo el ministro de Transporte ruso, Vitaly Saveliev, en el reciente foro de San Petersburgo. Rusia invertirá más de $ 3 mil millones en el INSTC hasta 2030. 

El aumento del comercio entre Rusia, Irán e India a través del INSTC se conecta con algo que hasta hace poco se consideraría un OVNI: el Ferrocarril Transafgano. 

Trans-Afghan surgirá como a continuación de algo muy importante que sucedió la semana pasada, cuando Pakistán, Uzbekistán y Afganistán firmaron un conjunto de protocolo  para conectar las redes uzbeka y paquistaní a través de Mazar-i-Sharif y Logar en Afganistán. 

Bienvenido al ferrocarril UAP, que podría ser aclamado no solo como un BRI sino también como un proyecto de la Organización de Cooperación de Shanghai (SCO), donde Tashkent e Islamabad son miembros de pleno derecho, y Kabul es un observador. Llámelo un corredor comercial muy necesario que se duplique como una plataforma clásica china de «intercambio de personas».

Los uzbekos estiman que el ferrocarril de 760 km de largo reducirá el tiempo de viaje en cinco días y los costos en al menos un 40 por ciento. El proyecto podria estar terminado para 2027. 

El próximo Ferrocarril Transafgano de 573 km de largo ya tiene su hoja de ruta: está destinado a conectar la intersección de Asia Central y del Sur con los puertos del Mar Arábigo.  

Todo lo anterior expande el comercio chino en varias direcciones. Lo que nos lleva a una simbiosis fascinante en curso entre el sur de China y el oeste de Asia, simbolizada por la Gran Área de la Bahía 

Mientras el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, acelera su inmensamente ambicioso proyecto de modernización Vision 2030, los saudíes aclaman a la Gran Área de la Bahía como nada menos que “el futuro de Asia”. 

Todos los inversores, desde Jeddah hasta Hong Kong, saben que Beijing tiene como objetivo convertir la Gran Área de la Bahía en un centro tecnológico mundial de primer nivel, centrado en Shenzhen, con Hong Kong desempeñando el papel de centro financiero global privilegiado y Macao como el centro cultural. 

El Gran Área de la Bahía, no por accidente, es un tablón clave de BRI. En su conjunto, las nueve ciudades de Guangdong, además de Hong Kong y Macao (más de 80 millones de habitantes, el 10 % del PIB chino), se configurarán como una asombrosa potencia económica de primera clase para 2035, superando en gran medida la bahía de Tokio, el área metropolitana de Nueva York y el área de la bahía de San Francisco.

Con Arabia Saudita con el objetivo de convertirse en miembro de pleno derecho tanto de BRI como de SCO, Beijing y Riyadh impulsarán su cooperación tecnológica además de la energía y la infraestructura.

Todos los ojos puestos en Sudáfrica el próximo mes están puestos en cómo BRICS trabajará para resolver sus problemas internos mientras organiza la expansión a BRICS+. ¿Quién se unirá al club? ¿Arabia Saudita? emiratos árabes unidos? Irán? ¿Kazajstán? Argelia? Los dos principales países BRICS, China y Rusia, siguen invirtiendo en un rol geoeconómico que tiene docenas de países haciendo fila para unirse. 

Fuente: https://new.thecradle.co/articles/brics-problems-bri-solutions

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan no obstante las de Dossier Geopolitico

Tanto Estados Unidos como Europa se han metido descaradamente en trampas que ellos mismos han creado, escribe Alastair Crooke. Fundacion de la Cultura Estrategica

Para ser franco, tanto EE. UU. como Europa se han metido descaradamente en trampas que ellos mismos han creado. Atrapado en las mentiras y engaños entretejidos en torno a una supuesta herencia de ADN cultural superior (que garantiza, se dice, una victoria casi segura), Occidente está despertando a un desastre que se acerca rápidamente para el que no hay soluciones fáciles. El excepcionalismo cultural, junto con la perspectiva de una clara «victoria» sobre Rusia, se están desvaneciendo rápidamente, pero salir del engaño es lento y humillante.

La devastación que se avecina no se centra únicamente en la fallida ofensiva de Ucrania y la débil actuación de la OTAN. Comprende múltiples vectores que se han ido construyendo a lo largo de los años, pero que están llegando a su culminación sincrónicamente.

En los EE. UU., el período previo a las elecciones trascendentales está en marcha. Los demócratas están en un aprieto: hace mucho tiempo que el partido le dio la espalda a su antiguo electorado obrero, comprometiéndose en cambio con una ‘clase creativa’ urbana en un proyecto de reparación moral exaltado de ‘ingeniería social’ que moldea el mundo, en alianza con Silicon Valley y la Nomenklatura Permanente. Pero ese experimento se ha esfumado, volviéndose cada vez más extremo y absurdo. El retroceso se está construyendo.

Como era de esperar, la campaña demócrata no está ganando terreno. Team Biden tiene índices de aprobación muy bajos. Pero la presión de la familia Biden insiste en que Biden debe perseverar en su candidatura y no ceder ante otra. De cualquier manera, Biden se quede o se vaya, no hay una solución fácil para el enigma del Partido de una plataforma que no funciona.

El panorama electoral es un desastre. La artillería pesada de ‘lawfare’ tiene la intención de romper las defensas de Trump y expulsarlo del campo, mientras que un desgaste de las revelaciones de malversación de la familia Biden tiene la intención de desgastar e implosionar la burbuja de Biden. El establishment demócrata también está asustado por la maniobra de flanqueo de la candidatura de RF Kennedy, que crece rápidamente como una bola de nieve.

En pocas palabras, la ideología demócrata profesional de reparación histórica está separando a los EE. UU. en dos naciones que viven en una sola tierra. Dividido no tanto por ‘Rojo o Azul’, o clase, sino definido por ‘formas de ser’ irreconciliables. Las viejas categorías: Izquierda, Derecha, Demócrata o GOP están siendo disueltas por una Guerra Cultural que no respeta categorías, cruzando los límites de clase y afiliación partidaria. De hecho, incluso las minorías étnicas se han visto alienadas por los fanáticos que quieren sexualizar a los niños a los 5 años y por la presión de la agenda trans en los niños en edad escolar.

Ucrania ha servido como solvente para el viejo orden y se ha convertido en el albatros que cuelga del cuello del gobierno de Biden: cómo dar la vuelta a la debacle que se avecina en Ucrania como si fuera una «misión cumplida». ¿Se puede hacer eso? Porque la ruta de escape de un alto el fuego y una línea de contacto congelada es inaceptable para Moscú. En definitiva, la ‘guerra de Biden’ no puede continuar como está, pero tampoco puede hacer ‘otras’ sin enfrentarse a la humillación. El mito del poder estadounidense, la competencia de la OTAN y la reputación del armamento estadounidense penden de un hilo.

La narrativa económica («todo está bien») está a punto, por razones algo inconexas, de volverse amarga también. La deuda, finalmente, se está convirtiendo en la espada suspendida sobre el cuello de la economía. El crédito está siendo fuertemente exprimido. Y el próximo mes, el bloque BRICS-SCO dará los primeros pasos estratégicos para desenredar hasta 40 países del dólar. Entonces, ¿quién comprará los 1,1 billones de dólares de los bonos del Tesoro de Yellen, ahora y en el futuro, que se necesitan para financiar los gastos del gobierno de EE. UU.?

Estos eventos aparentemente están desconectados, pero en realidad forman un bucle que se refuerza a sí mismo. Una que conduzca a una ‘corrida en el banco político’, es decir, la propia credibilidad de los EE.UU.

Frente a muchas preguntas, y ninguna solución, el estado de ánimo entre sectores del electorado está impulsando un estado de ánimo radical y cada vez más iconoclasta. Un espíritu contrarrevolucionario , tal vez. Es demasiado pronto para decir si barrerá con la mayoría, pero puede que lo haga, ya que el radicalismo proviene de las dos alas: las bases del Partido Republicano y el ‘campo’ de Kennedy.

Una variedad de votantes republicanos separa a los líderes conservadores en dos campos: los que “saben qué hora es” y los que no. Ese es el eslogan de la derecha que se ha vuelto cada vez más importante para un ala importante del Partido que ve un país debilitado y corrompido por la ideología; que sostienen que ya no queda casi nada que ‘conservar’. Derrocar el orden posestadounidense existente y restablecer los antiguos principios de Estados Unidos en la práctica se defiende como una especie de contrarrevolución y el único camino a seguir.

Ese aforismo para ‘saber qué hora del día es’ se refiere a un sentido emergente de urgencia y apetito por la acción radical, no a los debates académicos aburridos y aburridos entre los conservadores de mentalidad más populista. “La premisa es que la lucha contra el poder cultural laboral es existencial, y que las tácticas extremas que escandalizarían a una generación anterior de conservadores deben ser la norma”.

De hecho, si un líder no es chocante en su conducta y propuestas, probablemente “no sabe qué hora es”.

La segunda característica clave de esta mentalidad de nosotros contra ellos es que cualquier consenso político , ipso facto, genera sospechas y se convierte en un foco de ataque.

“ Cuando te das cuenta de esto, lo que al principio parece una mezcolanza de ideas diferentes parece más unificado. La política de salud de Covid, el disgusto por el 6 de enero, el presupuesto del Pentágono, la inmigración, el apoyo a Ucrania, la promoción de la diversidad racial, los derechos de las personas trans: todos estos son temas que disfrutan de una medida de consenso bipartidista de élite. Pero para el ala Tucker Carlson -los republicanos que abrazan estas cosas simplemente- no saben qué hora es ”, explica Politico .

Lo que destaca en esta formulación es que así como el apoyo sin reservas a las prácticas regulatorias de Covid fue un «marcador» de «pensamiento correcto» en tiempos de pandemia, el apoyo a Ucrania se define como «un marcador» de pensamiento liberal correcto (y estar en el Equipo) en la era posterior a la pandemia.

Esto sugiere que, ya y a medida que se acercan las elecciones, Ucrania ya no será bipartidista en términos de apoyo, sino que se convertirá en una espada utilizada contra el odiado establecimiento del partido único, y cualquier indicio de una gran cagada se convertirá en pieza central de esta guerra contrarrevolucionaria.

La sensación del Partido Republicano de que la cultura estadounidense se ha desviado: la legislación se enredó en el Congreso a principios de este mes, cuando el anteriormente sacrosanto Proyecto de Ley de Defensa del Pentágono se convirtió en el objetivo de enmiendas de guerra cultural sobre el aborto, la diversidad y el género que podrían frustrar su aprobación. El presidente McCarthy se vio obligado a aceptar la rebelión de extrema derecha contra el proyecto de ley del presupuesto de Defensa y sacarlo adelante, sin el habitual apoyo bipartidista generalizado.

Las medidas eliminaron los fondos para iniciativas de diversidad en las fuerzas armadas y agregaron restricciones sobre el aborto y la atención transgénero para los miembros del servicio. Los legisladores republicanos dijeron que actuaron porque la ideología liberal estaba debilitando a las fuerzas armadas . Pero las enmiendas ponen en peligro el camino del proyecto de ley en el Senado controlado por los demócratas.

Los sentimientos intensificados en ambos lados se reflejan en una encuesta que encontró que alrededor del 80% de los republicanos creen que la agenda demócrata “si no se detiene, destruirá Estados Unidos tal como lo conocemos”. Aproximadamente la misma proporción de demócratas tenía el mismo temor de la agenda republicana, diciendo que destruiría el país, según encontró una encuesta de NBC News el otoño pasado.

El presidente de la Fundación Heritage , Kevin Roberts, destaca el papel de Tucker Carlson en ‘decir la verdad al público estadounidense’. Carlson entiende las “fisuras en el consenso económico, las fisuras en la política exterior y, lo que es más importante para mí, como les gusta decir a algunos conservadores: [él sabe] ‘qué hora es’”.

Carlson critica a un Partido Republicano favorable a los negocios por complacer a las corporaciones que subcontratan los trabajos de fabricación. Hizo corriente la crítica conservadora de las cirugías de transición de género para menores. En política social y fiscal, Carlson fue donde los conservadores más tradicionales no irían. Y su influencia era incuestionable. “La clave”, dijo Roberts, “es que Tucker se ve a sí mismo como alguien que tiene una obligación moral en nombre del conservador promedio”.

Los demócratas y otros en el campo liberal, sin embargo, dicen que la guerra cultural del Partido Republicano es una mera reacción contra una mayor aceptación de la creciente diversidad de la nación, que dicen que hace mucho tiempo que se espera en Estados Unidos.

“La Contrarrevolución ha convertido la próxima carrera por la Casa Blanca en un momento existencial. Muy poca gente está hablando de reforma fiscal, y todo el mundo está hablando de los temas culturales”, dijo un líder republicano; “ven la política casi como una situación de vida o muerte”.

El candidato presidencial republicano Ramaswamy, hablando a principios de este mes, advirtió que el patriotismo, el trabajo duro y otros valores se habían disipado: “Ahí es cuando el veneno comienza a llenar el vacío: el despertar, la transgeneridad, el climatismo, el covidismo, la depresión, la ansiedad, el uso de drogas, el suicidio”.

Así, ‘fuegos artificiales’ se avecinan para EE.UU. En Europa, sin embargo, pocos ‘saben qué hora es’. La Guerra Cultural, como se pretendía, ha debilitado el sentido de pertenencia colectiva a las culturas europeas distintivas. Y el retroceso está silenciado. Europa sigue siendo en general aletargada y lenta. (La clase dominante cuenta con estos últimos para su supervivencia).

Sin embargo, mientras los fuegos artificiales estadounidenses iluminan el cielo político, la resonancia en Europa es casi segura. Los europeos comparten la desconfianza hacia sus élites y la tecnocracia de Bruselas de la misma manera que los distritos electorales de Carlson-Kennedy.

Las euroélites desprecian al pueblo. Los europeos comunes saben que sus gobernantes los miran con desprecio, y saben que sus élites también lo saben.

El fuego que arrojará el hierro europeo es la economía: un conjunto de malas decisiones ha hipotecado el futuro económico de Europa en los años venideros. Se viene la austeridad. Y la inflación está haciendo estragos en el nivel de vida de las personas, incluso en su capacidad de vivir.

Los fuegos artificiales están llegando a Europa, pero lentamente. Ya empezó (los gobiernos están cayendo); pero EE. UU. es la vanguardia del cambio radical a medida que Occidente pierde el control sobre la meta-narrativa de que su ‘visión’ es únicamente el paradigma a través del cual también debe moldearse la ‘visión’ del mundo. Un cambio que lo cambia todo.

Fuente: https://strategic-culture.org/news/2023/07/24/counter-revolution-do-you-know-what-time-it-is/

Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan no obstante las de Dossier Geopolitico

LOS TRASCENDENTALES LOGROS PARA NUESTRA REGIÓN EN LA CUMBRE CELAC – UE es el tema de análisis en esta columna del Club de La Pluma, del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, quién destaca que por primera vez se han cambiado la tornas en nuestra relación con Europa, ya que las mismas se regirán a partir de ahora por las normas jurídicas establecidas por La Carta de las Naciones Unidas, por la Declaración Universal de los Derechos Humanos y por el Derecho Público Internacional y no por las normas y reglas impuestas  arbitrariamente desde los 90 por EEUU  y por encima de la ONU, y que desde entonces, el “Gran Hegemon” y sus socios se beneficiaron de una globalización arbitraria y a su medida, sostenida de forma impune por su poderoso brazo bélico militar.

Mientras que discrepa de las interpretaciones negativas de los acuerdos, escuchadas en varios círculos políticos, a las que define como negativas. Por ello, recuerda un ley no escrita del Palacio Itamaraty (cancillería brasileña) que dice que “las cumbres sirven para dictar caminos y no para definir absolutamente un tema” además de que jamás se puede obtener el 100% de lo que se quiere. Y se reafirma en los importantes pasos dados para que la UE entienda y respete los derechos y obligaciones de las relaciones multilaterales y el cumplimiento de los acuerdos firmados.

Sobre los posicionamientos políticos señala que la mayoría de los países de la CELAC rechazó las presiones de Bruselas para posicionarse contra Rusia, exigiendo frenar el conflicto de Ucrania apoyando un proceso de paz, además de reafirmar el multilateralismo global en marcha y bloqueando la incoherente exigencia de la UE para que Zelensky participara en el cónclave. Todo un revés para el canciller Borrell y los suyos, quienes esa misma semana, sufrieron el rechazo de Australia al tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, al considerar como inaceptables sus exigencias agro ganaderas.

Además, nos resume los puntos clave del acuerdo como el reconocimiento histórico de Europa en su rol esclavista durante tres siglos y el compromiso de reparaciones de su parte, especialmente para los países caribeños. También de la exigencia del fin del bloqueo a Cuba por parte de EEUU, el apoyo al proceso de paz en Colombia y a la negociación por las elecciones Venezuela.*

Y hace especial hincapié en lo referido a la reclamación de Las Malvinas, sobre el que hubo un vuelco conceptual muy importante por parte de Europa. Que desarrolla con todo detalle, incluso la concordancia firmada convocando al diálogo entre las partes para la resolución de la disputa, además de lo que implican sus consecuencias para el estratégico tema de las 300 millas náuticas de costas soberanas de cada país.

Y finaliza resaltado que los logros son hitos y pautas que sientan un firme precedente para la continuidad de futuras negociaciones, siempre dentro del nuevo marco de La Carta de Las Naciones Unidas, aunque sin olvidar la perversa costumbre histórica de los poderes occidentales en ningunear y adulterar este tipo de acuerdos, en complicidad con la prensa canalla, que mayoritariamente trata de disminuir nuestras posibilidades y nuestras potencialidades

Eduardo Bonugli (Madrid, 23/07/21)

La ficción de la «narrativa occidental» comienza a resquebrajarse  frente a la realidad cotidiana….dejando claro que la única verdad es la realidad. Realidad que empieza a emerger de manera prístina a pesar de los esfuerzos por deformarla y/o ocultarla. Dossier Geopolitico

UNA HOGUERA DE VANIDADES
La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificial puede, en sí misma, traer la victoria
Alastair Crooke 18 de julio Fundación de la Cultura Estratégica

La arrogancia consiste en creer que una narrativa artificiosa puede, en sí misma , traer la victoria. Es una fantasía que se ha extendido por Occidente, con más énfasis desde el siglo XVII. Recientemente, el Daily Telegraph publicó un video ridículo de nueve minutos que pretendía mostrar que «las narrativas ganan guerras» y que los reveses en el espacio de batalla son secundarios: lo que importa es tener un hilo de narrativa unitaria articulado, tanto vertical como horizontalmente, a lo largo de todo el mundo. el espectro, desde el soldado de las fuerzas especiales en el campo hasta el pináculo de la cúspide política.

La esencia de esto es que ‘nosotros’ (Occidente) tenemos una narrativa convincente, mientras que la de Rusia es ‘torpe’: ‘Por lo tanto, ganar es inevitable’.

Es fácil burlarse, pero sin embargo podemos reconocer en él cierta sustancia (incluso si esa sustancia es una invención). La narrativa es ahora cómo las élites occidentales imaginan el mundo. Ya sea la emergencia pandémica, el clima o las ‘emergencias’ de Ucrania, todas se redefinen como ‘guerras’. Todas son ‘guerras’ que deben pelearse con una narrativa unitaria impuesta de ‘ganar’, contra la cual está prohibida toda opinión contraria.

El defecto obvio de esta arrogancia es que requiere que estés en guerra con la realidad. Al principio, el público está confundido, pero a medida que proliferan las mentiras y se superponen mentiras, la narración se separa cada vez más de la realidad tocada, incluso mientras las nieblas de la deshonestidad continúan envolviéndola libremente. Se establece el escepticismo público. Narrativas sobre el ‘por qué’ de la inflación; si la economía es saludable o no; o por qué debemos ir a la guerra con Rusia, comienzan a deshilacharse.

Las élites occidentales han ‘apostado sus camisas’ al control máximo de las ‘plataformas de medios’, la conformidad absoluta de los mensajes y la represión despiadada de las protestas como modelo para mantener el poder.

Sin embargo, contra todo pronóstico, el MSM está perdiendo su control sobre la audiencia estadounidense. Las encuestas muestran una creciente desconfianza hacia los HSH estadounidenses. Cuando apareció el primer programa de Twitter ‘anti-mensaje’ de Tucker Carlson, el ruido de las placas tectónicas chocando entre sí era imperdible, ya que más de 100 millones (uno de cada tres) estadounidenses escuchaban iconoclasia.

La debilidad de este nuevo autoritarismo ‘liberal’ es que sus mitos narrativos clave pueden romperse. Uno solo tiene que esperar que lentamente, la gente comience a hablar de la realidad .

Ucrania: ¿Cómo se gana una guerra imposible de ganar? Bueno, la respuesta de élite ha sido a través de la narrativa. Insistiendo contra la realidad en que Ucrania está ganando y Rusia se está ‘quebrando’. Pero tal arrogancia eventualmente es desmentida por los hechos sobre el terreno. Incluso las clases dominantes occidentales pueden ver que su demanda de una ofensiva ucraniana exitosa ha fracasado. Al final, los hechos militares son más poderosos que la palabrería política: un lado es destruido, sus muchos muertos se convierten en la trágica ‘agencia’ para derribar el dogma.

«Estaremos en condiciones de extender una invitación a Ucrania para unirse a la Alianza cuando los Aliados estén de acuerdo y se cumplan las condiciones… [sin embargo] a menos que Ucrania gane esta guerra, no hay ningún posibilidad de membresía que debatir en absoluto»: declaración de Jens Stoltenberg en Vilnius . Así, tras instar a Kiev a arrojar a más (cientos de miles) de sus hombres a las fauces de la muerte para justificar su pertenencia a la OTAN, esta última da la espalda a su protegida. Después de todo, fue una guerra imposible de ganar desde el principio.

La arrogancia, en un nivel, residía en la confrontación de la OTAN y de su supuesta doctrina militar y armas ‘superiores’ frente a la de una obsoleta rigidez militar rusa, al estilo soviético y de su oculta ‘incompetencia’.

Pero los hechos militares sobre el terreno han expuesto la doctrina occidental como arrogancia, con las fuerzas ucranianas diezmadas y el armamento de la OTAN tirado en ruinas humeantes. Fue la OTAN la que insistió en recrear la Batalla del 73 Este (desde el desierto iraquí, pero ahora traducida a Ucrania).

En Irak, el ‘puño blindado’ golpeó fácilmente las formaciones de tanques iraquíes: de hecho, fue un ‘puño’ que golpeó a la oposición iraquí ‘por seis’. Pero, como admite francamente el comandante estadounidense en esa batalla de tanques (Coronel Macgregor), su resultado fue en gran medida fortuito contra una oposición desmotivada.

No obstante, ’73 Easting’ es un mito de la OTAN, convertido en la doctrina general de las fuerzas ucranianas, una doctrina estructurada en torno a las circunstancias únicas de Irak.

Sin embargo , la arrogancia, de acuerdo con el video del Daily Telegraph , asciende verticalmente para imponer la narrativa unitaria de una próxima ‘victoria’ occidental en la esfera política rusa. Es una vieja historia que Rusia es militarmente débil, políticamente frágil y propensa a las fisuras. Conor Gallagher ha demostrado con amplias citas que fue exactamente la misma historia en la Segunda Guerra Mundial, lo que refleja una subestimación occidental similar de Rusia, combinada con una gran sobreestimación de sus propias capacidades.

El problema fundamental con el ‘engaño’ es que la salida (si es que ocurre) se mueve a un ritmo mucho más lento que los eventos. El desajuste puede definir resultados futuros.

Puede estar en el interés del Equipo Biden ahora supervisar una retirada ordenada de la OTAN de Ucrania, de modo que evite convertirse en otra debacle de Kabul.

Para que eso suceda, el Equipo Biden necesita que Rusia acepte un alto el fuego. Y aquí radica el defecto (que en gran medida se pasa por alto) de esa estrategia: simplemente no le conviene a los rusos «congelar» la situación. Nuevamente, la suposición de que Putin ‘saltaría’ ante la oferta occidental de un alto el fuego es un pensamiento arrogante: los dos adversarios no están congelados en el significado básico del término, como en un conflicto en el que ninguna de las partes ha sido capaz de prevalecer sobre la otra. otros, y están atascados.

En pocas palabras, mientras que Ucrania está estructuralmente al borde de la implosión, Rusia, por el contrario, es completamente plenipotencia: tiene fuerzas nuevas y grandes; domina el espacio aéreo; y tiene casi el dominio del espacio aéreo electromagnético. Pero la objeción más fundamental a un alto el fuego es que Moscú quiere que el actual colectivo de Kiev desaparezca y las armas de la OTAN del campo de batalla.

Entonces, aquí está el problema: Biden tiene una elección, por lo que sería adecuado para las necesidades de la campaña demócrata tener una ‘reducción ordenada’. La guerra de Ucrania ha expuesto demasiadas deficiencias logísticas estadounidenses más amplias. Pero Rusia también tiene sus intereses.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente» a emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Europa es el partido más atrapado por el ‘engaño’, empezando por el punto en el que se lanzaron sin reservas al ‘campo’ de Biden. La narrativa de Ucrania se rompió en Vilnius . Pero el amor propio de ciertos líderes de la UE los pone en guerra con la realidad. Quieren seguir metiendo a Ucrania en el molinillo, para persistir en la fantasía de la ‘victoria total’: “No hay otro camino que una victoria total, y para deshacernos de Putin… Tenemos que correr todos los riesgos por eso. Ningún compromiso es posible, ningún compromiso”.

La clase política de la UE ha tomado tantas decisiones desastrosas en deferencia a la estrategia de EE. UU., decisiones que van directamente en contra de los propios intereses económicos y de seguridad de los europeos, que tienen mucho miedo.

Si la reacción de algunos de estos líderes parece desproporcionada y poco realista (“No hay otro camino que una victoria total y deshacerse de Putin”), es porque esta ‘guerra’ toca motivaciones más profundas. Refleja los temores existenciales de un desmoronamiento de la metanarrativa occidental que acabará con su hegemonía y con ella la estructura financiera occidental.

La metanarrativa occidental “ desde Platón hasta la OTAN, es una de ideas y prácticas superiores cuyos orígenes se encuentran en la antigua Grecia, y desde entonces han sido refinadas, extendidas y transmitidas a lo largo de los siglos (a través del Renacimiento, la revolución científica y otras supuestamente singulares). desarrollos occidentales), de modo que nosotros en Occidente hoy somos los afortunados herederos de un ADN cultural superior”.

Esto es lo que probablemente tenían en mente los narradores del video del Daily Telegraph cuando insisten en que ‘Nuestra narrativa gana guerras’. Su arrogancia reside en la presunción implícita: que Occidente de alguna manera siempre gana, está destinado a prevalecer, porque es el destinatario de esta genealogía privilegiada.

Por supuesto, fuera del entendimiento general, se acepta que las nociones de ‘un Occidente coherente’ han sido inventadas, readaptadas y puestas en uso en diferentes tiempos y lugares. En su nuevo libro, The West , la arqueóloga clásica Naoíse Mac Sweeney discrepa del ‘mito del maestro’ al señalar que fue solo «con la expansión del imperialismo europeo en ultramar durante el siglo XVII, que comenzó una idea más coherente de Occidente». emerger, uno que se está desplegando como una herramienta conceptual para trazar la distinción entre el tipo de personas que podrían ser colonizadas legítimamente y aquellas que podrían ser colonizadores legítimamente”.

Con la invención de Occidente vino la invención de la historia occidental: un linaje elevado y exclusivo que proporcionó una justificación histórica para la dominación occidental. Según el jurista y filósofo inglés Francis Bacon, sólo hubo tres períodos de aprendizaje y civilización en la historia humana: “uno entre los griegos, el segundo entre los romanos y el último entre nosotros, es decir, las naciones de Occidente”. Europa».

Por lo tanto, el miedo más profundo de los líderes políticos occidentales, cómplices del conocimiento de que la ‘Narrativa’ es una ficción que nos decimos a nosotros mismos, a pesar de saber que es de hecho falsa, es que nuestra era se ha vuelto cada vez más y peligrosamente dependiente de este meta-mito. .

Tiemblan, no solo ante una ‘Rusia empoderada’, sino ante la perspectiva de que el nuevo orden multipolar liderado por Putin y Xi que está arrasando el mundo derribará el mito de la civilización occidental.

A pesar de las concesiones que hizo, en el documento final de la cumbre CELAC-Unión Europea el bloque latinoamericano y caribeño sentó importantes premisas para su próximo desarrollo

por Eduardo J. Vior
analista internacional

Cuando un documento internacional cosecha al mismo tiempo elogios y críticas de tirios y troyanos, es porque no dice nada o porque todos metieron la cuchara. Este último es el caso del documento final de la Reunión Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC). Hay de todo como en botica, pero en una síntesis futbolera se lo puede calificar con un 2 a 1: la UE metió la referencia a la guerra en Ucrania, pero los países latinoamericanos y caribeños impusieron sus puntos de vista en temas urticantes y restablecieron la supremacía de la Carta de las Naciones Unidas y de las declaraciones de derechos humanos. Más allá de la foto grupal, esta Cumbre confirmó la decadencia europea y el creciente papel de una América Latina y Caribe aún muy descoordinada. Para saldar este encuentro, hay que analizarlo en función de su contexto, sus prolegómenos y estas negociaciones.

La primera cumbre conjunta de los países de la Unión Europea (UE) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) desde 2015 se realizó el lunes y martes pasados en Bruselas tras largos meses de ardua búsqueda de consensos. Con el trasfondo de la crisis postpandemia y la guerra en Ucrania, la Unión Europea buscaba reconstruir sus cadenas productivas, antes dirigidas a Rusia y China, pero, sobre todo, quiso embarcar a nuestra región en su seguimiento de la estrategia norteamericana para Ucrania e imponer a nuestras delegaciones una invitación a Volodymir Zelenski que fue rechazada de plano.

Para peor, la negativa australiana a negociar con la Comisión Europea un acuerdo de libre comercio (CE) que llegó la semana pasada fue un duro golpe para los planes de Bruselas. Para terminar, también la semana pasada Marruecos dejó caer sin renovación la autorización a buques de la UE para pescar en los caladeros del reino en el Atlántico. Probablemente beneficie ahora a los británicos, quienes después la subastan al mejor postor. Esta acumulación de derrotas debilitó la posición negociadora de los europeos. Así, Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, llegaron a la cumbre con la cabeza gacha.

La desautorización de UE se intensificó con las manifestaciones de Lula –más bien las que no hizo- en la inauguración de la conferencia el pasado lunes por la tarde. “La guerra en Ucrania es una confirmación más de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no está a la altura de los actuales desafíos a la paz y la seguridad. Sus propios miembros no respetan la Carta de la ONU”, dijo Lula y añadió que es “inaplazable” reformar el modelo de gobernanza mundial, ya que el sistema actual “perpetúa las asimetrías” y “aumenta la inestabilidad”. Particularmente socialistas y socialdemócratas esperaban una manifestación de solidaridad de su compañero de ultramar, pero éste, primero, es brasileño, segundo, latinoamericano y, tercero, aspira a tener un lugar en la nueva gobernanza global y lo demostró.

Esta situación táctica se reflejó en la redacción del Documento Final. Así, aunque en el apartado 2 se hace referencia a los “valores e intereses comunes” entre ambas regiones, mientras que en el punto 4 se resalta el vínculo entre la UE y las naciones del Caribe, en el número 5 se manifiesta el interés compartido en el acuerdo que negocian las excolonias de África, Asia y el Caribe con la UE. Particularmente estos últimos estados han presentado formalmente un Plan de Reparaciones por los tres siglos de esclavitud sufridos a manos de los europeos que éstos debieron considerar. Del acuerdo con todas las excolonias británicas, francesas y neerlandesas espera Bruselas una solución sin costos al reclamo caribeño.

Sin embargo, a juicio de este columnista el punto más relevante del documento es la fundamentación jurídica que se dio a la cooperación entre ambas regiones: “7. Reafirmamos los valores compartidos (…) cimentados en los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho internacional, en particular los principios de soberanía, libre determinación, no intervención en los asuntos que corresponden fundamentalmente a la jurisdicción nacional de los Estados y no recurso, en las relaciones internacionales, a la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial.” Se inserta el respeto a la integridad territorial (que vale para Ucrania, pero también para el reclamo argentino sobre Malvinas), pero se acabó el casuístico “orden internacional basado en reglas” tan pregonado por la diplomacia norteamericana y europea y se restableció el imperio del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU.

Esta vuelta a la normalidad en las relaciones interestatales se reafirma en el punto siguiente: “8. Setenta y cinco años después de la adopción de la Declaración Universal de Derechos Humanos y treinta años después de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Viena, el Estado de Derecho y los derechos humanos —ya sean civiles, políticos, económicos, sociales o culturales, incluido el derecho al desarrollo, son considerados todos ellos universales, indivisibles e interdependientes.” La reivindicación de estas bases jurídicas olvidadas en décadas recientes brinda a nuestra región una importante plataforma para su integración y sus relaciones con otros actores internacionales.

Consecuentemente, en los puntos 9 y 10 se reivindican los derechos de los pueblos indígenas y se reconoce (a confesión de parte relevo de prueba) el sufrimiento infligido por Europa a los millones de esclavos que cruzaron forzadamente el Atlántico. Especialmente se acota que CELAC presentó los diez puntos del Plan de Reparación de los países del Caribe.

El punto 11 representa una victoria histórica de la causa cubana: “(…) sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, recordamos nuestra oposición a las disposiciones legales y reglamentarias con efecto extraterritorial.” ¿Habrán considerado los burócratas europeos que esta oposición se extiende a todo tipo de sanciones internacionales?

Nuestro país alcanzó un triunfo indiscutible con la referencia a las Malvinas: “13. En cuanto a la cuestión de la soberanía sobre las Islas Malvinas, la Unión Europea ha tomado nota de la posición histórica de la CELAC, basada en la importancia del diálogo y el respeto del Derecho internacional en la solución pacífica de controversias.” Y completa: “14. Reafirmamos además nuestra adhesión fundamental a todos los fines y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en particular la igualdad soberana de todos los Estados y el respeto de su integridad territorial y su independencia política, así como la solución de controversias por medios pacíficos y de conformidad con los principios de justicia y de Derecho internacional.” Como informó el subsecretario para Malvinas, Antártida y Atlántico Sur de Cancillería, Guillermo Carmona, este encuadramiento de la disputa con Gran Bretaña como “territorio en disputa” revalida la discusión sobre la soberanía, pero, además, autoriza a Argentina a cuestionar en los organismos supervisores de la Convención sobre el Derecho del Mar las prácticas predatorias de la pesca en las inmediaciones de la milla 201.

Si bien el apartado 15 manifiesta que “Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania,” en el segundo párrafo encuadra esta mención en el marco de la Carta de las Naciones Unidas y del Derecho Internacional y reafirma el multilateralismo como un método de resolución de los conflictos internacionales más allá de la guerra en curso.

El apoyo al proceso de paz en Colombia (punto 39) y al proceso de diálogo entre el gobierno venezolano y la oposición es un importante espaldarazo para los respectivos gobiernos y tiende los puentes para negociaciones futuras. El resto del documento se explaya en una serie de cuestiones particulares.

En síntesis, este texto puede considerarse una victoria por puntos de los países latinoamericanos y caribeños, que lograron quebrar el dogmatismo imperante en la diplomacia occidental y devolver vigencia a principios básicos del Derecho internacional y del sistema de las Naciones Unidas que los estados del norte habían largamente abandonado. Por supuesto que hicieron importantes concesiones, pero así es la diplomacia. Sentadas las bases, valen también para otros procesos de negociación.

Antes de su participación en el foro Lula se reunió con la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, quien anunció que el bloque movilizará hasta 2027 50.600 millones de euros en inversiones en América Latina y el Caribe a través de la estrategia Global Gateway, para financiar proyectos de infraestructura. La UE y la CELAC han acordado priorizar sectores y cadenas de valor que van desde la energía limpia y materias primas críticas hasta la salud y educación. Algunos de los proyectos ya están en marcha, otros dependen de financiadores privados. Habrá que ver cuánto se cumple de lo prometido. Por otra parte, dada la baja institucionalidad de la CELAC, falta determinar quién seleccionará los proyectos y quién canalizará los fondos.

Todos los participantes en la cumbre estuvieron pendientes de las tratativas al margen sobre el acuerdo de libre comercio entre el bloque europeo y el Mercosur, parrafeado en 2019, pero todavía con varias cuestiones abiertas y otras que se abren cada tanto. Después de 27 años de negociaciones, el rechazo al acuerdo de la Asamblea Nacional francesa y el cariz intervencionista que, especialmente, alemanes y franceses dieron a su enfoque sobre la deforestación de la Amazonía, inducen a prever que el acuerdo finalmente no sea firmado, con el consecuente descrédito de la diplomacia europea.

Una mención especial requiere el memorando de cooperación firmado el lunes por la presidenta de la Comisión Europea y el presidente Alberto Fernández. Según comentó Von der Leyen tras la firma, el memorando tiene como objetivo “desarrollar industrias estratégicas” en nuestro país, “desde las renovables hasta el hidrógeno”. Sólo una evaluación detallada de cada ítem del documento y la definición de cuál y cómo será la participación del trabajo y la inversión nacional en estos proyectos permitirá evaluar su utilidad.

Tanto durante la preparación de la Cumbre como durante su desarrollo fueron evidentes la insistencia de los representantes de la CELAC en ser tratados en pie de igualdad y la dificultad extrema que los europeos tienen en entender la diferencia de visiones entre ambas regiones, la corresponsabilidad de sus miembros en el atraso de nuestros países y que, tras tres décadas de ausencia, no pueden esperar ahora, que necesitan nuestros recursos, que los recibamos con los brazos abiertos.

Es poco probable que esta Cumbre tenga continuidad, ya que los caminos de ambas regiones divergen mucho. Europa está completamente sometida a la estrategia norteamericana de guerra contra el bloque euroasiático, ha aceptado sacrificar su desarrollo y su bienestar en aras de esta orientación y no está en condiciones, ni materiales ni ideológicas, de cooperar en plano de igualdad con otras regiones del globo. Los países latinoamericanos y caribeños, por su parte, a pesar de sus enormes diferencias, han encontrado en China un socio e interlocutor mucho más efectivo y respetuoso. No obstante, seguramente se desarrollarán algunas de las iniciativas planteadas en la reunión y en el documento final, particularmente las referidas a las energías renovables y a la movilidad eléctrica, pero ya serán sólo proyectos bilaterales entre países o con empresas.

Por el contrario, más allá de que se descontinúe el proceso de cooperación entre los bloques…,

…el documento firmado encierra un enorme potencial para las futuras relaciones intra- y extracomunitarias de CELAC….

…La reafirmación del Derecho internacional, de la Carta de las Naciones Unidas y de todas las declaraciones internacionales de los derechos humanos sienta las bases de una plataforma común para el imprescindible desarrollo organizativo de la Comunidad y sus relaciones con otros actores internacionales. Si para algo sirvió la Cumbre de Bruselas, fue para esto.

Articulo publicado en TELAM el autor autoriza su publicacion en Dossier Geopolitico