Dossier Geopolitico publica una síntesis de entrevistas a varios autores: Julio Fernández Baraibar, Néstor Nestor Miguel Gorojovsky, Juan Constant, Juan Francisco Soto, Miguel Barrios, Stella Calloni y Walter Formento. Por parte del Director de La Señal de los Medios Radio Grafica FM 89,3 Gabriel Fernández

✓Disuasión nuclear ✓Las matrices ✓FMI y corralito ✓Los actores ✓El futuro de Ucrania ✓¿Golpe de la OTAN sobre la Unión Europea? ✓El pacto de UE y China ✓El acuerdo entre Rusia y China ✓Los riesgos ✓Los tiempos ✓Democracia y Comunicación | Gabriel Fernández *

«Hace pocas horas, Putin indicó: “Los altos funcionarios de los principales países de la OTAN hacen declaraciones agresivas contra nuestro país. Por lo tanto, ordenó al ministro de Defensa [Serguéi Shoigú] y al jefe del Estado Mayor [Valeri Guerásimov] que dispongan las fuerzas de disuasión del Ejército ruso en un modo especial de servicio de combate”.

El día después, o la derivación de una decisión intensa, suele estar en los planes de los estrategas. Lanzarse a una acción audaz sin previsiones acerca de los posibles resultados sería un triste remedo de quienes dejaron un surco en la historia política. Historia que posee en su interior, guerras. Veamos.

✅MI TIERRA. Para empezar, es necesario comprender dos factores: mientras Rusia logró -tras una década fallida- articular el poder del Estado con el interés geoeconómico y estratégico profundo… el supra poder que preside la OTAN carece de matriz territorial, porque está vertebrado por las grandes corporaciones financieras.

✓No por bueno -sí por oportuno- el gobierno de la Federación de Rusia necesita garantizar bienestar y seguridad a su población y a la de sus aliados. China también.

✓No por malo -sí por unilateral- el atlantismo no trepida en someter al ajuste y la transferencia de recursos a sus propios territorios, y a los de socios, que lamentan el enlace.

El conflicto en Ucrania encuentra al espacio euroasiático, un motor de la Multipolaridad, en ascenso, y al eje del núcleo occidental, rémora del Consenso de Washington, con serios problemas económicos prácticos. La nueva caída en la producción industrial norteamericana es un ejemplo de ello, y la gravísima crisis social ucraniana, la evidencia de las dificultades para ofrecer prosperidad. Ya no hay “Alianza para el Progreso”, con capitales generadores de empleo, y beneficios remitidos a las casas centrales. Sin toma. Apenas daca.

Tan es así que la nación que ocupa las portadas es un caso ejemplar. La gestión “pro occidental” de Volodimir Zelensky obtuvo uno de los principales créditos del Fondo Monetario Internacional -no tan grande como el adquirido por el macrismo, admitámoslo-, el cual condiciona toda su estructura. La semana que arranca este lunes estará caracterizada por un corralito versión ucraniana, que sumará más descontento al ya existente debido al aumento de la pobreza en dimensión récord, y del desempleo. Antes del golpe del 2014, el PBI creció exponencialmente; tras la asonada atlantista del Euromaidán, comenzó a descender. 

✅MUCHOS ACTORES. En ese marco, las experiencias de Alemania durante la gestión de Angela Merkel, y de Portugal con la vigente de Marcelo Rebelo de Sousa, dan cuenta de opciones que los europeos observan con atención. Las fanfarrias bélicas, agitadas con fingida emoción por los medios de comunicación concentrados, velan el mirar inmediato de muchos, pero no alcanzan para ocultar la percepción profunda de demasiados. El apurón del supra poder que coordina el tándem anglosajón carece de destino en el mediano plazo, pero tiene sentido: su objetivo es evitar la expansión de iniciativas alternas, sobre todo ahora que la Nueva Ruta de la Seda ha cobrado –como las buenas telas- flexibilidad y consistencia.

Las naciones del Asia Central, las de buena parte del Pacífico, varias nucleadas en BRICS, otras de Medio Oriente, la mayor parte de los integrantes de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y desde hace un tiempo las articuladas en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) –con detrimento directo para la Organización de Estados Americanos (OEA)- poseen sólidos vínculos comerciales, financieros y energéticos con Rusia y China. Aunque algunas –muy pocas, por cierto– lleguen a pronunciarse contra la “invasión” rusa, ninguna está dispuesta a quebrar relaciones, al punto de convertirse en enemiga de los gigantes emergentes.

Entre los actores “cercanos” –en términos muy relativos, y para que no se suponga una exageración- que han admitido compartir la seguridad regional con China y Rusia a través de la OCS, están India, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Uzbekistán, Afganistán, Bielorrusia, Irán, Mongolia, Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía. Es preciso sumar, en otra dirección, a Crimea, así como las alianzas internas registradas sobre territorios en disputa. Como se verá, el concepto de aislamiento que maneja la prensa vociferante, amerita reparos.

NUEVA UCRANIA. Acérquese lector. Por un lado, como explicó a este periodista uno de los expertos consultados, Ucrania puede considerarse “la Pampa Húmeda de Europa Oriental”. Con todo lo que ello implica. Al virar los binoculares veremos que el mar de Azov es básico para las exportaciones de cereales y de acero (pero también de misiles) que se producen en el este del país: está unido al mar Negro por el estrecho de Kerch, y desde allí los barcos pueden orientarse hacia cualquier zona del planeta. Si Rusia consigue desmilitarizar y desnazificar el país, la producción de alimentos y las exportaciones a través de los puertos ucranianos del mar de Azov contribuirían al desarrollo interior, y no a las necesidades de las potencias occidentales.

Casi todos los países mencionados en los párrafos previos necesitan del gas ruso (incluida Europa) y ni los más reticentes a respaldar la acción rusa están dispuestos a pagar cinco veces más por un relevo norteamericano. El fracaso de las políticas de una Unión Europea (UE) incapaz de lograr la autosuficiencia energética, es uno de los elementos centrales del nudo que el gran capital financiero no puede desatar. Uno de los analistas atlantistas más destacados acaba de admitir que “tanto Alemania como Francia no dudarán en sacrificar a Ucrania en aras de asegurar su abastecimiento energético”.

Entonces, si los norteamericanos, la OTAN y su club de admiradores insisten en extenderse hacia el Este y seguir armando a la administración de Kiev (animémonos y vayan), Rusia seguiría avanzando sobre los epicentros militares ucranianos y obtendría, en una posterior negociación, el control del Donbás y del arco del Mar de Azov, que se extiende desde Mariupol hasta Odesa. Quizás más. Eso resquebrajaría la tenue unidad de los países de la UE, cuya amalgama tambalea desde el 2010 por lo menos. El asunto no es sencillo, así que nos tomaremos algunas líneas para develarlo tras afirmar: Hoy por hoy, la OTAN y la UE no son lo mismo. (¡Y que los trotskistas pataleen!)

UE/ OTAN/ EE.UU. ¿GOLPE? Como bien puntualizan Walter Formento y Wim Dierckxsens, “Con la acumulación de fuerzas rusas en las fronteras de Ucrania, Putin buscó que la OTAN deje de “contener” a la Unión Europea –Alemania, Francia, Italia, etc., mediante el “control” del gobierno de Ucrania (desde el Maidán de 2014). Con este bloqueo, la UE no puede avanzar por el camino del acuerdo diplomático de Minsk-II. En concreto, Putin pidió que los acuerdos de Minsk II (que Hollande, Merkel y Putin habían obligado a firmar tanto a Ucrania como al Donbass) sean respetados, y que la OTAN deje de “instrumentar” a Ucrania contra la UE y contra Rusia”.

Esto es trascendente: “El presidente Zelensky estaba haciendo todo lo posible para cumplir con la UE, pero no con la “OTAN Global/ EEUU”. Importante es saber que para Alemania y la UE, lo principal son el Gas de Rusia y el comercio con China. Por lo tanto, si esto es real, entonces lo que la OTAN ha realizado en Ucrania es un golpe de estado, para subordinar a la UE y controlarla. De ese modo, golpea y resta una “pieza” importante al Multipolarismo: la Unión Europea. Pero, al analizar más profundamente, el golpe en Ucrania era necesario para que la OTAN no se debilite estratégicamente. Sin la OTAN, las fuerzas globalistas están literalmente desarmadas, frente a la articulación económica y política de la UE con China y Rusia”.

Para entender el sentido profundo de la consideración, es preciso adentrarse en nuestras Fuentes Seguras de diciembre de 2020, cuando China y la Unión Europea suscribieron a la carrera, previendo el arribo del atlantista Joseph Biden, un acuerdo amplio. Por entonces redactamos: “El año 2021 llega con un acuerdo bajo el brazo. Es, quizás, el anuncio más indicativo del período que comienza, y abarcará un lustro, hasta la composición de un panorama más equilibrado. ¿De qué se trata? Europa y China están –en estos momentos– suscribiendo un pacto económico que supera con holgura las parcelas y se instala como general. Es que involucra, preste atención, elaboración de manufacturas, servicios financieros, bienes raíces, construcción y servicios auxiliares al transporte marítimo y aéreo”.

El pacto difundió optimismo entre los ministros de Economía y los jefes de Estado del viejo continente: “La confluencia es presentada por los protagonistas como un acuerdo de inversión. Se trata de un significativo ida y vuelta, que facilitará a compañías europeas acceder al gigantesco mercado chino, pero también –reflexionemos sobre la acción financiera asiática en el marco de la Organización para la Cooperación de Shangai en la década reciente- y viceversa. Zhang Ming, embajador chino en la Unión Europea, señaló que “ambas partes están trabajando para finalizar las conversaciones sobre el cierre de este año”. 

Desde su asunción, Biden bombardeó la iniciativa, que insertaba a la UE en la Multipolaridad. Ya había operado como mascarón de proa progresista, para aniquilar con un conteo de votos que todavía flota en la indeterminación el intento Red Neck –precario, vociferante, pero intento al fin- del pueblo norteamericano, por zambullirse en el futuro naciente. (Hay estudiosos que fingen no compartir estas líneas, pues temen quedar aislados … en twitter; hay otros que ni siquiera se plantearon el problema; todos andan dando cátedra por aquí y por allá).

Lo cierto es que los europeos, al visualizar la perspectiva de insertar sus empresas en el multitudinario mercado asiático, quedaron fascinados. Lo cierto es que enseguida EEUU motorizó los cuestionamientos de la OTAN, para deprimir a los entusiastas. 

Volvamos al futuro. La actual escalada de los precios del gas y la electricidad sorprendió a los gobiernos europeos con las reservas de gas en mínimos históricos (60 por ciento) y escenificó la división concreta existente con la conducción militar, que remite al supra poder y no a las decisiones electorales. Pues la democracia de los demócratas norteños funciona así: Cuando vence un atlantista, aunque pase a degüello una porción de su propio pueblo, seguirá siendo calificado como democrático, llueve o truene; cuando vence alguien que anhela reposicionar el rol del Estado y potenciar las actividades productivas, será un “populista” haga lo que haga, por los tiempos de los tiempos.

Si abrimos esos binoculares e intentamos atisbar el panorama hacia los años venideros, percibiremos que la paralización del Nord Stream 2, que conecta Rusia con Alemania por el mar Báltico, con una capacidad máxima de transporte de 55.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año, y con una vigencia de medio siglo, forzará a la UE a la denominada fracking dependencia estadounidense. Lo cual sería una fucking costosa dependencia. No quieran saber, no le pregunten a nadie, el costo del transporte –y los riesgos colaterales– de enviar semejante cargamento, cotidianamente, a través de buques gaseros.

En un alarde de imaginación, los voceros periodísticos señalaron que en realidad la situación perjudicaría a Rusia, pues dejaría de percibir los pagos europeos por el gas emanado de Gazprom, a través del primer gasoducto en vigencia. En línea con el segundo párrafo de este artículo, es preciso aclarar que semejante e improbable situación fue analizada y resuelta, dos años atrás, por los amigos Vladimir Putin y Xi Jinping. ¿Cómo? China se comprometió, ante una emergencia, a adquirir la mayor parte del volumen enviado a los países europeos, pues su cantidad de habitantes y su creciente elaboración de bienes de producción y consumo puede absorber perfectamente.

SWIFT/ TIC/ DEMOCRACIA. 

Nada de esto significa que el gran capital financiero no pueda dañar a Rusia. De hecho, los bloqueos en el Swift obturarán las operaciones de entidades de ese origen en el exterior, aunque no logren damnificarlas en el propio territorio y en el de las naciones coaligadas. La Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication -es decir, Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales- es una vasta red internacional de comunicaciones entre bancos y otras entidades financieras. Sin embargo, el Oriente ya cuenta con un esquema comunicacional semejante. El paso inicial lo dio otro de los firmes aliados de Rusia, Irán, al colgar el teléfono y articular el contacto con varias naciones. Como lo que importa es el dinero, porque los principios van y vienen, ya son numerosos los bancos europeos que enlazan por lo bajo con ese vínculo naciente.

Otro de los riesgos que debe afrontar Rusia en su campaña, es el eventual bombardeo sobre Crimea o Bielorrusia; vale recordar que ante la creciente ofensiva de Kiev contra Lugansk y Donetsk, salió a defender activamente a los pueblos allí afincados. También es probable que, con tanto movimiento, y con el surgir de negociaciones destinadas a frenar el impulso bélico, los regentes del bloque anglosajón que conduce la OTAN, logren ganar algo de tiempo. Así lo hicieron con la pandemia, lo cual no significa que la hayan lanzado, pero sí que se beneficiaron parcialmente con su despliegue. El tiempo, aunque está del lado de los emergentes, ofrece a algunas compañías que negocian sotto voce un lugar en la Multipolaridad, construir las bases de su adecuación para pervivir en la historia.

En ese camino, será decisiva la combinación de Estados ligados y participación popular. Ese gran poder con que cuenta la humanidad puede ahondar el proceso en marcha -ratificando donde existen y creando donde faltan- instituciones que no puedan ceder a la tentación de la rápida circulación de capital que ofrece, entre nubes, el modelo rentístico. Asimismo, resultará esencial el establecimiento de un nuevo sistema de comunicación social que aproveche las nuevas tecnologías, sea estricto en la seriedad de los materiales difundidos, y al mismo tiempo garantice variedad de puntos de vista y posibilidades de debate abierto.

¿Qué harán las empresas de Tecnologías de la Información y la Comunicación? Hasta ahora se han sometido, como los medios tradicionales, a los dictados del esquema financiero. Lo han hecho hasta el absurdo de invertir plenamente los términos de la realidad, y de censurar incluso la más modesta chispa de razón. A medida que la recomposición del poder mundial se despliegue, surgirán dos caminos: negociar con ellas su adecuación bajo control, o generar otras que las superen en técnica y contenidos. Esta última variante, que parece la más interesante, cuenta con una dificultad: Los realizadores periodísticos de las entidades estatales más importantes que alumbran en la Multipolaridad están atrapados por conceptos antiguos, que les impiden aprehender la era que les toca vivir.

De hecho, el avance Multilateral y el deterioro del poder financiero es el único sendero realmente abierto en este presente para marchar hacia una solución relativa de los grandes problemas planetarios, como explicamos en un trabajo anterior. En esa comprensión, es pertinente aclarar que la contienda en Ucrania, aunque de enorme importancia, no será definitiva, sea cual fuere el resultado que ofrezca. Falta mucho por hacer, y tantas zonas por recuperar. ¿Los Estados Unidos serán el próximo espacio geográfico en litigio? Ya se observan indicios de tensión. Pero claro, como sabemos, ciertas oleadas, antes de llegar a América, deben pasar antes por Europa.»

por William S. Lind

Una Vision Norteamericana sobre el Conflicto en Europa Oriental – Publicada en http://www.traditionalright.com/author/wslind/

Al escribir estas líneas (viernes 25 de febrero), la campaña rusa en Ucrania parece un modelo de guerra de maniobra, una continuación directa de la campaña soviética contra los japoneses en Manchuria en 1945. Pero el año no es 1945, y los resultados pueden ser una victoria operativa pero una derrota estratégica para Rusia.

¿Por qué es ese un resultado probable? No por las sanciones económicas occidentales, para las que Rusia se ha preparado. La pregunta estratégica para la que sospecho que el Kremlin no tiene respuesta es, una vez que hayas tomado Ucrania, ¿qué haces con ella? Cualquier gobierno instalado en Kiev por Rusia no tendrá legitimidad. Los Estados Unidos acaba de enterarse en Afganistán de lo que sucede cuando las tropas extranjeras que respaldan a un gobierno así se van a casa. Si Rusia mantiene fuerzas sustanciales en Ucrania para reforzar su gobierno títere, esos soldados rusos serán objetivos para las fuerzas de resistencia ucranianas. ¿Cómo jugará un flujo constante, aunque de bajo nivel, de bajas rusas en el frente interno?

¿Cómo obtiene Rusia una victoria estratégica de todo esto? ¿Anexando Ucrania? Eso también se topa con el problema de la interminable guerra partidista ucraniana. Es difícil ver un final positivo para Rusia aquí.

No esperaba que el presidente Putin se arriesgara a invadir Ucrania. Es más que un riesgo, es una apuesta, tirar los dados de hierro de la guerra y esperar ganar. Como dice el viejo refrán, la esperanza es un buen desayuno pero una mala cena.

¿Por qué lo hizo Putin? Mi conjetura, sólo un reconocimiento a bordo de un Zeppelin nos lo revela un poco, es que esperaba una solución diplomática. Pero la OTAN, encabezada por Washington, no le ofreció nada, desestimó las preocupaciones de seguridad de Rusia y enfatizó que Ucrania tenía todo el derecho de unirse a la OTAN.

¿Por qué el establishment de la política exterior estadounidense, también conocido como «Blob» (1), tomó una posición que casi obligó a Rusia a ir a la guerra? Tal vez, la respuesta sea solo la combinación habitual de arrogancia e incompetencia de «Blob». Pero, también, es posible que quisiera que Rusia entrara en lo que podría resultar una guerra estratégicamente imposible de ganar. Al igual que el resto del establishment estadounidense, odia a Rusia porque Rusia rechaza al marxismo cultural, al igual que la mayoría de los países del antiguo bloque soviético. Parece que saben un par de cosas sobre el marxismo y no están tan ansiosos por obtener otra dosis de él. Al observar los motivos de «Blob», recuerde que los EEUU no tienen intereses reales en juego en Ucrania. Nuestra participación es estratégicamente gratuita. La motivación ideológica, está en Washington, no en Moscú, puede ser al menos una explicación parcial del papel inútil que ha jugado por los Estados Unidos.

Del lado ruso, el presidente Putin comenzó con un movimiento brillante (solo el expresidente Trump, entre los líderes estadounidenses, reconoció su brillantez). Al reconocer la independencia de las dos provincias orientales de Ucrania, puso al gobierno ucraniano ante un dilema. Si aceptaba la pérdida de esas provincias, estaba acabado políticamente. Si Ucrania los invadiera, Rusia podría presentar su ataque a Ucrania como una respuesta defensiva. Rusia habría estado en una posición relativamente fuerte en el nivel moral de la guerra. Pero Putin se apresuró, con el resultado de que ahora Rusia es vista universalmente como el agresor. Hay momentos en que la inacción es una forma de acción, y Putin no entendió que ese era ese momento.

Quizás la pregunta más importante en este punto del conflicto es, ¿se expandirá para incluir a la OTAN? No espero que la OTAN cambie de posición e intervenga en Ucrania. Pero hay al menos dos escenarios que conducen a la participación de la OTAN en los combates. La primera es si, en respuesta a los movimientos rusos hacia el oeste de Ucrania, Polonia envía tropas para asegurar el territorio que fue, entre las guerras, polaco, incluida la importante ciudad de Lemberg (ahora Lviv). El otro es similar: si Rusia decide tomar Moldavia de paso, Rumanía, que también reclama Moldavia, podría intervenir. En ambos casos, las fuerzas armadas de los países de la OTAN habrían tomado la ofensiva, por lo que la OTAN no estaría obligada a acudir en su ayuda. Pero el estado de ánimo agresivo en Washington podría llevarlo a hacerlo, con resultados incalculables.

¿Qué significa esta guerra de Estado contra Estado para la teoría de la guerra de 4ta Generación, y viceversa? Aquellos que rechazan el concepto, dirán que prueba su caso de que la rivalidad entre las grandes potencias seguirá determinando los asuntos internacionales. Pero las rupturas entre generaciones de guerra no son limpias. Si lo fueran, las fuerzas armadas de los EE UU actuales seguirían tomando como modelo al ejército francés de segunda generación de la década de 1930, un modelo que fue derrotado en seis semanas en 1940 cuando fue atacado por la Wehrmacht de tercera generación. El cambio institucional lleva tiempo, a menudo demasiado tiempo para que las grandes potencias contemporáneas mantengan sus posiciones.

La teoría la Guerras de 4ta Generación plantea otro punto: si Rusia falla estratégicamente, puede haber un grave peligro de que el Estado ruso, no solo su gobierno actual, se desmorone. Esa era una posibilidad real durante los años de Yeltsin, y la razón por la que el presidente Putin es popular en Rusia es porque ha fortalecido el Estado. «The Blob» vería la desintegración de Rusia con deleite, al menos hasta que las implicaciones de una vasta región sin Estado con armas nucleares golpeen su hogar, posiblemente con una nube de forma de hongo o de dos.

Como alguien que reconoce la importancia de Rusia en la defensa de la Cristiandad, manteniendo como lo hace todo su flanco derecho desde el Mar Negro hasta Vladivostok, no estoy feliz o con el potencial que tiene la guerra en Ucrania para deslegitimar una derrota estratégica rusa. Pero Rusia parece haber caído en la misma trampa en la que saltó Japón en la década de 1930, la trampa de actuar fuera de tiempo. Japón se vio a sí mismo simplemente haciendo lo que las potencias europeas hicieron antes de la Primera Guerra Mundial, invadiendo otros países y sometiéndolos a su imperio. Pero el mundo de la posguerra era un lugar diferente, y lo que era legítimo en 1880 no lo era en 1937. El objetivo aparente del presidente Putin, restaurar el Imperio Ruso, habría sido aceptable en el siglo XIX, tal vez en la mayor parte del siglo XX. Pero hoy no lo es, a menos que se logre pacíficamente. Oremos para que las consecuencias de que Rusia actúe fuera de tiempo no nos engullan a todos.

Traducción y nota: Carlos Pissolito

Nota:

(1) Blob es palabra inglesa que designa a una mancha pegajosa y sucia, se lo usa como un término despectivo.

Autorizada su publicacion por el Cnel (r) Carlos Pissolito Fuente: https://espacioestrategico.blogspot.com/2022/02/putin-tira-los-dados-de-hierro.html

Especial para Dossier Geopolitico Por Abner Munguía Gaspar Profesor Posgrado en Ciencias Políticas y Sociales UNAM

Al momento de entregar este trabajo de investigación, los eventos mundiales se han transformado de forma dramática, toda vez que el lunes 21 de febrero de 2022 el presidente de Rusia Vladimir Putin llevó a cabo el reconocimiento de las Repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk ubicadas en el sureste de Ucrania. Como resultado de esa decisión se presentaron solicitudes de los liderazgos políticos de ambas provincias demandando que Rusia les otorgue apoyo militar para combatir los ataques provenientes de las fuerzas militares de Kiev.

A partir de ese evento el presidente Putin tomó la decisión de llevar a cabo una “operación militar especial” hacia el interior del territorio de Ucrania, misma que ordenó el 23 de febrero con el objetivo de llevar a cabo una desnazificación así como desmilitarizar a Ucrania, con el objetivo de evitar que esta ingrese a la OTAN, con lo cual Moscú pretende que la alianza atlántica no tenga capacidad de instalar misiles con cabezas nucleares en dirección de Moscú.

Es altamente posible que el evento detonador que influyó en la decisión del presidente Putin para tomar este paso se derivó de las declaraciones del presidente de Ucrania Volodomir Selenski en el marco de la Conferencia Internacional en Seguridad que se celebra cada año en la ciudad alemana de Munich, en la cual en la cumbre de 2022 el mandatario ucraniano mencionó que su país podría buscar reestablecer su posición como una nación poseedora de armas nucleares.

Lo anterior parece haber generado la gota que derramó el vaso en el contexto del acoso estratégico de occidente hacia Moscú, toda vez que las relaciones entre Rusia y Estados Unidos a partir del ascenso del presidente demócrata Joe Biden se deterioraron rápidamente tras 4 años de relativa paz en el contexto bilateral que se debió al manejo de la política exterior de Estados Unidos en la era de Donald Trump. 

Es importante resaltar que en la coyuntura en la que se han presentado los ataques rusos al gobierno neo nazi de Kiev, la popularidad de la dupla presidencial de Joe Biden y la vice presidenta Kamala Harris atraviesan por su peor momento, por lo cual para el binomio presidencial mostrarse ante el mundo como los líderes de la democracia y la libertad no les viene mal pensado que están por enfrentar una agenda electoral interna muy complicada donde no se vislumbra que puedan mantenerse en  el poder.

No obstante atizar el conflicto en Ucrania ha sido posible gracias al apoyo económico, así como militar que ha recibido la junta de Kiev de sus contrapartes occidentales quienes durante meses han suministrado armamento y han buscado generar un acorralamiento sobre Moscú. 

A partir de este momento la retórica se ha apoderado de los medios, los cuales como es costumbre toman partido de acuerdo a los intereses de quienes los patrocinan, es por ello que la guerra mediática que ha iniciado la OTAN a partir de nuevos conceptos como la guerra cognitiva buscan ya no solo controlar el flujo de información y la propaganda clásica, sino ir más allá al buscar dominar la forma en cómo la población objetivo piensa y procesa la información con lo cual dichas poblaciones se vuelven amplificadores del mensaje que se quiere difundir, así los objetivos son las mentes de los receptores que al pensar de la forma que busca el emisor del mensaje se asegura que el control de la información política se mantenga dentro de los parámetros que busca quien emite el mensaje.

Este tipo de técnica de guerra cognitiva es la que se esta ejecutando en el contexto de las operaciones militares de Rusia en Ucrania, toda vez que se ha distorsionado por completo tanto los objetivos que persigue Moscú en su incursión hacia su vecino ucraniano, donde en la prensa internacional se omiten los ataques sistemáticos durante ocho años a las poblaciones del Donbass, así como el hecho de que una junta de corte neo nazi ascendió al poder con el apoyo político, económico y militar de occidente, toda vez que si eso se reconociera en los medios sería el equivalente a decir que occidente y particularmente el conjunto político demócrata apoya un proyecto neo nazi, lo cual no encaja muy bien con el discurso de políticas de inclusión social que buscan proyectar.

En este sentido las operaciones militares de Rusia han sido criticadas por los medios occidentales bajo el contexto de una operación imperialista que busca incrementar el poder de dominio de Vladimir Putin, de forma que la retórica anti rusa que durante años ha sido promovida por el lobby anti ruso en los Estados Unidos, cobra sus mayores frutos, toda vez que Washington busca una operación de limpieza de su imagen tras su salida poco honrosa de Afganistán en donde las violaciones a Derechos Humanos no serán investigadas, por ello desde Washington se busca proyectar un discurso centrado en un mensaje de protección a la libertad y lucha contra la tiranía, focalizando como enemigo de la humanidad a Vladimir Putin, con lo cual es posible afirmar que una nueva revolución de color se ha puesto en marcha, pero ahora se proyecta con un alcance de escala global, donde el objetivo es la conquista del territorio ruso. 

Asimismo, como en el pasado en que los grandes lideres castrenses occidentales como Napoleón en 1812, así como Hitler en 1941 iniciaron sendas campañas militares con el objetivo de invadir Rusia, siempre tuvieron en mente que el gran botín de guerra sería el enorme territorio ruso, el cual como es ampliamente sabido cuenta con grandes reservas de minerales y recursos estratégicos. Este objetivo lo planteó de forma explícita Zbigniew Brzezinski ex asesor de Jimy Carter y quien es considerado uno de los principales estrategas de política exterior de Estados Unidos. Brzezinski en un artículo publicado en 1997 en la revista Foreing Affairs titulado “Una geoestrategia para Eurasia”, propuso que era imperativo para Estados Unidos implementar una serie de estrategias políticas que buscaran la balcanización de Rusia en tres territorios independientes.

En el actual contexto asistimos a una nueva operación “Barbaroja”, como la que lanzaron los Nazis en Julio de 1941, ya que simultáneamente al manejo mediático de guerra cognitiva descrito arriba, la OTAN y el Departamento de Defesa de Estados Unidos preparan una gran cantidad de tropas y equipo militar en las inmediaciones de Rusia. Resulta evidente que esta es la primera fase de la guerra contra Rusia, ya que el primer objetivo es tener el apoyo mediático global que haga ver como justificado un futuro ataque militar masivo contra Rusia el cual buscará evidenciar a través del argumento de que Moscú fue quien agredió a Kiev.

No obstante, para quien escribe estas líneas es fundamental no perder de vista que la iniciativa militar de Rusia se puede plantear en al menos tres factores. 1. Es una respuesta al acoso de 30 años por parte de la OTAN como parte de una expansión injustificada y que responde a los mecanismos del keynesianismo militar, 2. Busca desnazificar a las bases políticas de Ucrania, las cuales son utilizadas como una cuña entre Occidente y Rusia cuyo objetivo final es que la cultura eslava sea destruida al tiempo que Rusia deje de ser un obstáculo para la expansión a la inversión de Occidente al tiempo que este pueda tener el control de los recursos estratégicos y críticos localizados en su territorio. 

Adicionalmente no se debe olvidar que de acuerdo con análisis estratégicos y de tendencias globales suministrados por el Gobierno Británico las tendencias ambientales en el marco del calentamiento global generarán grandes perturbaciones mundiales, ya que asumen que el aumento de 2 o 3 grados Celsius ya no se podrán detener sin importar las acciones de mitigación. 

Lo anterior tiene un gran impacto sobre la importancia estratégica territorial de Rusia, ya que de acuerdo con los estudios de la Brookings Institution en conjunto con la London School of Economics se espera que el centro territorial de Eurasia se mantenga relativamente estable ante las futuras perturbaciones climáticas, por lo cual el control del territorio de Rusia se vuelve fundamental debido a que dichas instituciones proyectan que el enorme territorio ruso no se verá afectado de forma central por las futuras transformaciones climáticas globales, toda vez que el calentamiento global actual tiene el potencial de abrir el territorio siberiano para convertirse en uno de los principales centros de producción agrícola del mundo. Lo anterior aumenta el valor estratégico del territorio de Rusia, el cual es necesario ser controlado por Occidente para generar una nueva solución espacial que permita no solo nuevos ciclos de acumulación, sino también tener acceso irrestricto a un espacio territorial estratégico que sirva a los intereses de inversión de Occidente, así como a los proyectos globalistas de monopolización del mercado alimentario que actualmente encabeza Bill Gates.

Debido a lo anterior y solo por enumerar algunos de los principales elementos inmersos en la ecuación de dominio territorial sobre Rusia y sin considerar las reservas de tierras raras así como de otros minerales estratégicos, así como de foresta y biota, es necesario para Occidente que Rusia colapse como una nación soberana toda vez que su ejercicio de soberanía afecta el libre ejercicio de los proyectos occidentales, particularmente del alto sector empresarial tanto para el acceso a recursos como para la relocalización de poblaciones a nivel mundial, procesos que han sido estudiados desde el siglo XX por geógrafos estadounidenses como Isahia Bowman y que actualmente desarrollan los estudios de la Brookings Institution.

Asimismo, el tercer elemento a resaltar y que resulta muy controvertido pero que permite analizar la iniciativa militar de Rusia como una estrategia de partida doble, es contextualizar la operación militar especial rusa como una acción de respuesta concreta y que manifiesta que Moscú no ejerce un bluff mediático con relación a la superioridad militar en materia de armas estratégicas como muchos medios occidentales lo asumieron. No obstante en redes sociales es de esperar que se presenten imágenes de incompetencia militar rusa, ya que el mundo entero está siendo objetivo de una guerra global de propaganda fundamentada alrededor del concepto de guerra cognitiva que describimos con anterioridad. 

Simultáneamente la acción militar rusa pretende desestabilizar las capacidades de respuesta de Occidente toda vez que la coordinación de contestaciones militares y de sanciones económicas es muy posible que no sean totalmente coordinadas, a pesar que al momento de redactar estas líneas se muestra una aparente unidad en todo Occidente, sin embargo no hay que perder de vista que la estrategia de Rusia es de larga duración y buscará esperar a que Europa se debilite como resultado de los impactos de las sanciones en Rusia, ya que Moscú tendrá la ventaja de los precios altos de los energéticos así como un flujo reducido de materias primas necesarias para la industria europea, la cual no está lista para trabajar en condiciones de bloqueo como lo ha realizados Rusia por ocho años con mucho éxito. 

Asimismo conforme el impacto económico de las sanciones haga mella en la población europea, las repercusiones políticas serán profundas en el viejo continente, dinámica que favorece el entorno para el desarrollo de procesos político-revolucionarios que tiendan a profundizar la lucha política contra los regímenes liberales y favorecedores del posmodernismo económico y del marxismo cultural, lo cual promoverá el ascenso político de facciones conservadoras y que buscan restituir el Dasein europeo.

La iniciativa militar de Rusia tendrá repercusiones financieras importantes, ya que  es previsible que Occidente acentué su régimen de sanciones económicas , dinámica que ya ha iniciado por medio de una desconexión parcial de ciertos bancos rusos del sistema Swift, lo anterior le abre la oportunidad a Rusia de abandonar el sistema dólar e incentivar una contraofensiva geofinanciera que se coordine con China, lo cual convierte a esta crisis en un preludio de guerra global, toda vez que la guerra comercial iniciada en la administración de Donald Trump estableció las bases para que las relaciones entre China y Estados Unidos iniciaran un proceso de deterioro muy importante, el cual se ha acentuado durante el contexto de los dos primeros años de pandemia global por Covid-19.  

La estrategia de acorralamiento para lanzar un ataque militar de la OTAN en múltiples frentes es el guion diseñado por la RAND Corporation en un documento titulado: “Extending Russia. Competing for Advantageous Ground”, en el cual se describen las medidas de guerra económica que deben ser emprendidas contra Rusia, como las siguientes: reducir las exportaciones de petróleo y gas, cortar la expansión de gasoductos, imponer sanciones económicas y acelerar la fuga de cerebros.

A lo anterior se debe sumar el apoyo de Estados Unidos, Reino Unido y Canadá al envío de toneladas de armamento a Ucrania en los meses previos a la decisión de Putin de intervenir en Ucrania, adicionalmente dichas armas no son regalos del complejo armamentístico occidental, ya que el gobierno de Kiev tendrá que pagar por las líneas de crédito por medio de las cuales las armas han sido enviadas hacia su territorio.

El escenario descrito permite plantear a Estados Unidos el bloqueo económico hacia la infraestructura energética de mayor importancia estratégica que Moscú construyó con sus socios económicos europeos, particularmente alemanes y que se materializa en el gasoducto Nord Stream 2, el cual como fue analizado en el capítulo 8 sufrió de grandes obstáculos para lograr ser terminado, ante la situación actual la Unión Europea en conjunto con los Estados Unidos preparan el paquete de sanciones económicas más grande de la historia lanzado contra una nación, mismas que son coordinadas por el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, y en las cuales es imperativo para las fuerzas atlantistas eliminar el gasoducto Nord Stream 2 de la escena geopolítica europea.

En ese contexto el gasoducto Nord Stream 2 ha sido bloqueado y su aprobación para iniciar operaciones por parte de la Unión Europea ha sido suspendida de forma indefinida, lo anterior abre las puertas a las exportaciones de shale gas que Estados Unidos ha desarrollado en los últimos 14 años y que le han posicionado entre los principales productores de hidrocarburos del mundo, no obstante desde 2015 ha sido muy cuestionada la capacidad real de Estados Unidos para abastecer la demanda europea de gas natural, toda vez que su mercado interno consume la mayor parte de su producción. 

En ese escenario es claro que el objetivo de Washington es destruir la economía física de Europa ya que pagaría más por sus importaciones de gas y petróleo al tiempo que tendría un acceso limitado a las fuentes de energía, dejando solo disponibles una batería de fuentes alternas que al ser de menor densidad de energía condenarían a Europa a un proceso irreversible de autodestrucción económico y social, muy semejante al que se aprecia en ciudades estadounidenses que han sufrido procesos de desindustrialización como Detroit.

Adicionalmente los precios de cotización del petróleo se han reactivado, superando así las limitaciones de la pandemia de Covid-19, alcanzando máximos de cotización no vistos desde 2014, donde la mezcla Brent alcanzó los 105 dólares el barril al cerrar la jornada del 24 de febrero, mientras que el gas natural ha mostrado aumentos del 53% para el mercado regional europeo, según lo reporta el rotativo británico The Guardian.

En este mismo sentido se orienta la prensa financiera estadounidense, donde desde el Wall Street Journal se propone que Europa corte definitivamente el suministro de gas de Rusia lo que permitiría que las empresas estadounidenses pudiesen ingresar al mercado europeo y abastecer con gas “democrático” proveniente de las cuencas estadounidenses a Europa, lo cual también puede plantear la necesidad de hacer arreglos de exportación con Qatar, con el objetivo de abastecer la demanda europea. 

Debido a lo anterior resultó interesante el Twitt publicado el día 22 de febrero por Dmitry Medvedev jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, en el cual señalaba que debido al bloqueo del Nord Stream 2, “muy pronto los europeos deberán pagar 2,000 euros por un volumen de 1000 metros cúbicos de gas natural”.

Lo anterior plantea que Europa es de nueva cuenta no solo escenario de una conflagración en escalada, sino que al igual que en la crisis energética de 1973 en la cual el arribo del mercado de petrodólares le aseguró a Estados Unidos detener el crecimiento económico de Europa y Japón ya que ambos debieron pagar más dinero y demandar una mayor cantidad de dólares por la misma cantidad de hidrocarburos, lo cual desaceleró su crecimiento así como su dominio de mercado que en ese entonces ya mostraba una gran presión hacia el sector empresarial de los Estados Unidos.     

En el actual contexto desconectar a Europa de los gasoductos rusos le aseguraría a Europa ingresar en una era de hiperinflación y estancamiento económico, particularmente porque el sector energético verde no ha dado muestras de tener la capacidad de densidad de flujo energético para sustituir con eficiencia a los combustibles fósiles. 

Se torna evidente que la escalada de conflicto en Ucrania buscó poner al liderazgo político ruso en una encrucijada, por una parte las acusaciones de violaciones al Derecho Internacional como producto del reconocimiento de las provincias del Donbass así como la subsecuente incursión militar resultan cruciales para la proyección de guerra cognitiva en la cual Rusia debe ser vista como una nación agresora, lo cual abre el camino para que una futura incursión militar de la OTAN hacia Rusia se muestre como guerra justa y en respuesta a la defensa de los valores de libertad posmoderna.

Es evidente que esta dinámica busca por medio de una clásica confrontación intercapitalista producir una solución espacial para incentivar el proceso de acumulación de capital favoreciendo al sector empresarial estadounidense, sin embargo es fundamental visualizar la respuesta que provenga de las naciones continentales de Eurasia, ya que el sistema de alianzas eurasiático se encuentra desarrollándose a gran velocidad, donde es indiscutible que el liderazgo estadounidense pretende lanzar una guerra contra Rusia que busque su desaparición como una nación políticamente fuerte y con capacidad de ejercicio de soberanía, ya que Moscú desde la Segunda Guerra Mundial ha sido un gran obstáculo para los proyectos de expansión globalista lanzados desde el núcleo empresarial occidental anglosajón. 

En este sentido y considerando un contexto de escalada en el marco de la actual confrontación en Europa, el teatro de operaciones no se limita al viejo continente, en el corto plazo es de esperar que se inicie la coordinación de acciones militares por parte de los grandes actores de Eurasia, donde después de la cumbre entre Xi Jinping y Vladimir Putin en el marco del inicio de los juegos olímpicos de invierno de 2022, se llevó a cabo una declaración conjunta en la cual se plantea que la cooperación entre ambas potencias no tiene límites, lo cual plantea la formalización de una alianza entre Rusia y China, donde la complementariedad entre la Nueva Ruta de la Seda de China así como la Unión Económica Eurasiática de Rusia centradas en el desarrollo tecnológico y comercial del gran espacio eurasiático buscan la creación de un modelo económico alternativo al contexto dominado por Estados Unidos.  

Por una parte es importante mencionar que las sanciones económicas propuestas por Occidente que se anuncian hacia Rusia como el mayor paquete de la historia jamás lanzado contra nación alguna, tiene el potencial de orientar a Rusia a la creación de un modelo económico alternativo, toda vez que la tradición económica rusa con antecedentes en la teoría marxista le otorgan la posibilidad de tener las herramientas para comprender los fundamentos de la crisis del sistema financiero Occidental, esas categorías hace mucho que fueron desechadas en Occidente, por lo cual no tiene las herramientas conceptuales para comprender  la orientación de la crisis interna en los frentes económicos y financieros que enfrenta.

Por otra parte la influencia económica física que también se encuentra en la tradición económica rusa y que proviene de las últimas décadas del periodo zarista y que tuvieron inspiración en el modelo estadounidense hamiltoniano, son de gran relevancia para comprender que Rusia al encontrarse bajo ataque y bloqueo económico por parte de Estados Unidos y Europa y tras ocho largos años de experiencia en el manejo de sanciones económicas puede encontrarse en el borde de la creación de un modelo económico y comercial que rechace al dólar como la principal moneda de intercambios comerciales.

Lo anterior abre una gran gama de posibilidades para reconfigurar la estructura económica del siglo XXI, ya que el posible tránsito hacia un esquema económico, comercial y financiero no basado en el dólar es fundamental para consolidar un sistema económico eurasiático en el cual la influencia de Washington se vea sumamente disminuida, lo anterior es fundamental tenerlo presente porque tanto China como Rusia son las naciones que se han lanzado a construir la infraestructura estratégica de conexión marítima y terrestre al interior de Eurasia. 

Por ello es importante no perder de vista que la presión ejercida hacia Rusia con amenazas como excluirla del sistema de pagos internacionales comúnmente conocida como SWIFT, y que ha sido denominado en la prensa financiera como la bomba atómica de las finanzas, de concretarse solo acelerará la propia defunción del dólar, ya que otros productores de materias primas así como socios comerciales de China buscarán medios alternativos al mercado internacional centrado en los intercambios comerciales centrados en dólares, donde una combinación de criptomonedas sustentadas por oro es una alternativa financiera muy viable para que Moscú pueda sortear las sanciones económicas. 

Adicionalmente la expulsión de Rusia del sistema SWIFT plantea que este mecanismo con sede en Bélgica deja de tener neutralidad política y que responde a intereses geopolíticos de las potencias occidentales, particularmente de Estados Unidos, además se debe tener en cuenta que una gran cantidad de líneas de crédito que tiene Rusia con diferentes bancos occidentales no serán pagadas, lo cual tiene una importante implicación hacia China, nación que tiene un gran interés en no depender de los sistemas de pago controlados por Occidente, las sanciones económicas hacia Rusia fundamentadas en su expulsión aún parcial del sistema SWIFT acelerarán las acciones de coordinación entre Rusia y China por abandonarlo por completo, lo cual puede jalar al resto de naciones aliadas de ambos países lo cual en el lado de Beijing es altamente atractivo ya que hoy cuenta con un número mayor de socios comerciales en comparación de los que posee Estados Unidos.

Finalmente la aceleración hacia la consolidación de un modelo tripolar se ha profundizado en donde la guerra intercapitalista en el control de espacios geográficos estratégicos en materia de producción, transporte y comercialización de hidrocarburos, particularmente el caso del gas natural se posiciona en el centro de la territorialidad geopolítica y geoeconómica que define el futuro del sector energético mundial, lamentablemente el contexto de guerra económica y militar ya se instaló en el teatro de operaciones europeo y Estados Unidos parece buscar acelerar la proyección de fuerza militar y económico-financiera sobre Rusia, por ello el control físico de materias primas estratégicas le permite a Rusia iniciar una reconfiguración del sistema de alianzas mundiales, donde la interconectividad con China resulta primordial, consecuentemente no es extraño que Rusia inicie procesos de contraataque económico centrado en el bloque de exportaciones de recursos estratégicos como el Paladio que es fundamental en la producción de Chips, tan necesarios para la fabricación de un sin número de productos de alto perfil tecnológico,

Finalmente, todo indica que el sistema internacional ha iniciado ya el proceso de transición hacia un nuevo esquema de la territorialidad del mercado energético y de materias primas estratégicas, sin embargo la profundidad geopolítica y geohistórica de este proceso es muy grande ya que la iniciativa militar de Rusia abre grandes posibilidades para generar una transformación del orden internacional unipolar controlado por Occidente y particularmente por los Estados Unidos, de ahí que la respuesta de las élites de Occidente contra Rusia sean tan efusivas y emocionales, Occidente perdió la iniciativa estratégica y no está dispuesta a ir a una guerra total, ya que al ser amantes de los valores de cambio así como de una tasa de acumulación sin límites, saben que los días de un sistema económico basado en el dólar están contados y por ello buscarán destruir a Rusia y China para que la interconectividad terrestre y marítima de Eurasia no se concrete ya que ello significaría el fin del dominio de las talasocracias en el tablero mundial donde la iniciativa militar de Moscú es la pieza clave para la transformación del sistema económico y político global en dirección no solo de un esquema de poder tripolar sino aún más allá de un contexto multipolar centrado en regionalismos económicos y balances de poder, sin embargo la estrategia militar rusa será clave para orientar este proceso que ya no tiene reversa, Rusia será líder en este proceso o será destruida por Occidente a partir de este momento de la historia ya no habrá marcha atrás, ya que el sistema de dominación geopolítico anglosajón se encuentra bajo ataque y todo dependerá de los procesos de ofensiva y contraofensiva en la partida estratégica más importante de la historia.

Dossier Geopolitico tiene el placer de incorporar entre su equipo de colaboradores al Lic. Eduardo Luque Guerrero (Deifontes, Granada, 1958) es Licenciado en Pedagogía y Psicopedagogía. Perteneció a los “Movimientos de renovación pedagógica del Vallès Occidental” (Barcelona) y ha participado en Brigadas de Solidaridad en Irak (en dos oportunidades), Cuba o Siria, colaborando con los refugiados palestinos. Colabora asiduamente con El Viejo Topo y con otras revistas de carácter profesional, y es autor de los libros Asalto a la educación. La reforma educativa del PP  y Nos quieren más tontos.

Eduardo Luque analiza para el sitio Diario Canarias Semanal el actual conflicto y sus aristas poco conocidas

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Por Heinz Dieterich solicitado por el autor para ser publicado en Dossier Geopolitico

1. Ucrania: la última batalla del Siglo 20

Cuando cayó la Unión Soviética en 1990-91, Washington decidió dar el golpe de gracia definitivo a sus dos rivales geopolíticos principales: Rusia y China. Removerlos como “sociedades viables” (viable societies) y competidores del sistema mundial, tal como el presidente Eisenhower había definido los supremos objetivos de la política exterior estadounidense en 1961, en el Single Integrated Operational Plan (SIOP): un ataque nuclear sorpresa contra los centros urbanos y blancos industriales de Rusia y China. 

En términos militares de los nazis, un Blitzkrieg nuclear que planeaba aniquilar al 71% de la población urbana rusa y al 53% de la población urbana de China con el objetivo de lograr el desmembramiento secular de Rusia y China para la futura sociedad global.

2. Dominio mundial de Washington

La finalidad del SIOP, expresada con brutal claridad en los documentos desclasificados, era «destruir la voluntad y la capacidad del bloque chino-soviético para hacer la guerra, eliminar al enemigo de la categoría de una gran potencia industrial y asegurar un equilibrio de poder de posguerra favorable a los Estados Unidos» –  “A Surprise Nuclear Attack  in order to destroy the will and ability of the Sino-Soviet Bloc to wage war, remove the enemy from the category of a major industrial power,  and assure a post-war balance of power favorable to the United States.”

Esta doctrina imperial-totalitaria ha sido el incuestionable guión rojo de la política de todos los presidentes estadunidenses, desde que Henry Luce publicó su célebre editorial “The American Century” en 1941 (revista Life), para justificar la entrada de Washington en la Segunda Guerra Mundial.

3. Autodestrucción del American Century imperialista

Al collapsar el Socialismo soviético (1991), Washington decidió usar dos grandes estratagemas políticos para “rematar” a sus potenciales rivales globales Rusia y China: 1. expandir su organización bélica OTAN (North Atlantic Treaty Organization, NATO) hacia oriente, lo más cerca posible a Moscú, para dominar Rusia militarmente; 2. impedir que renaciera la alianza estratégica Rusia-China, porque formaría un Bloque de Poder regional invencible.

Ambas estrategias han sido cortadas de raíz por la operación militar específica rusa de “desnazificación” y “desmilitarización” de ese protectorado euroasiático de Washington, encabezado por el comediante profesional Zelenski, sin que Washington o sus “perros falderos” políticos en Londres, París, Berlín, Varsovia y Bruselas pudieran impedirlo. Los contactos clandestinos de Biden con Beijing, solicitando que China se distanciara de Putin, no sólo fueron rechazados por el PCC, sino la información respectiva fue entregada al aliado estratégico Putin. Y, teniendo Rusia las Fuerzas Armadas más poderosas de la tierra, que derrotarían al ejército estadounidense tanto en el campo de las armas estratégicas como en una guerra convencional, no hay nada que el Imperialismo occidental puede hacer para salvar a su gobierno títere en Kiev.

4. La Profecía de la Autodestrucción

George Kennan, el más brillante estratega estadounidense del Siglo 20, quién formuló en 1947 la “containment” strategy para derrotar a la URSS, vio con terror la imparable expansión del imperialismo estadounidense y sus títeres europeos hacia las fronteras de Rusia. En un artículo profético en el New York Times, en 1997, Kennan advirtió que la expansión hacia Rusia “would be the most fateful error of American policy in the entire post-cold-war era” – “sería el error más fatídico de la política estadounidense en toda la era posterior a la guerra fría.”

Y, preveía también las consecuencias. El programa expansionista de la OTAN hacia Rusia, obligaría a Moscú aceptarlo como un “hecho militar” que lo forzaría a buscar “garantías para un futuro seguro y esperanzador en otras latitudes”: a “military fait accompli” finding it imperative to search elsewhere for “guarantees of a secure and hopeful future for themselves.” Esta búsqueda

por seguridad y futuro generó la alianza estratégica con China, cuyas normas para un nuevo orden mundial multipolar fueron dadas a conocer por Putin y Xi en su Declaración Conjunta el 4 de febrero, 2022.

5. Treinta años de Mentiras y Agresiones de Washington

«La OTAN no se extenderá ni formal ni informalmente hacia el Este», fue el compromiso de Washington en las negociaciones sobre la reunificación alemana y la retirada de las tropas soviéticas, en 1991, como consta en múltiples documentos firmados por representantes de Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña que son del dominio público. (Ver, p.e., la revista alemana Der Spiegel, 8/2022). Pero, como suele suceder con las solemnes palabras y compromisos del imperialismo las obligaciones contraídas ni valían el papel sobre el cual fueron escritos.

Cuatro años después, en 1995, Washington y la OTAN, bajo el comando del presidente Bill Clinton, bombardearon a las fuerzas de Serbia en Bosnia y Herzegovina. Mil aviones de guerra realizaron más de 38,000 ataques aéreos contra las fuerzas serbias, desde bases en Italia y Alemania y buques de guerra estadunidenses, sin autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Es decir, un claro acto de guerra de agresión y de violación del derecho internacional.

En marzo de 1999, Bill Clinton y la OTAN realizaron una nueva campaña de bombardeos contra Serbia, creando el flamante Estado de “Kosovo” en 2008, que hoy día no es más que un centro logístico del pentagonismo estadunidense y del narcotráfico internacional. Ya en 2004, la organización bélica imperialista había dado un salto cualitativo con la aceptación de siete países de Europa central y oriental: Bulgaria, EstoniaLetoniaLituaniaRumaniaEslovaquia y Eslovenia. En 2008, Polonia, Hungría y la República Checa también se adhirieron. Un año después siguieron Albania y Croacia y de 2017 a 2020 se adhirieron Bosnia y Herzegovina y Macedonia del Norte.

De esta manera, la organización bélica fundada supuestamente para la defensa del Atlántico Norte (OTAN), creció de sus 12 miembros fundadores en 1949 a 30, cinco de los cuales comparten fronteras con Rusia: Estonia, Latvia, Polonia, Lituania y Noruega, violentando flagrantemente a cada paso los acuerdos contraídos con Rusia en 1990-91 y los intereses de seguridad elementales de esta potencia mundial. Todas las advertencias del presidente Putin sobre los peligros del expansionismo euroasiático oriental de la OTAN, por ejemplo, su temprana advertencia en la Conferencia de Seguridad de Muenchen en el año 2007, fueron ignorados por Washington. Imparablemente el cáncer imperialista se acercó a las líneas de seguridad nacional de Rusia, tal como Kennan había previsto.

6. Kennedy y Putin

En octubre de 1962, el presidente John F. Kennedy notificó a los estadounidenses, que había misiles soviéticos con armas nucleares en Cuba y que había decidido un bloqueo naval alrededor de la isla y la preparación militar para neutralizar esta “amenaza a la seguridad nacional”. Durante 13 días el mundo estaba al borde del holocausto nuclear, hasta que el líder soviético Nikita Khrushchev ofreció retirar los misiles a cambio de que Washington prometiera no invadir Cuba y retirar (en secreto) los misiles estadounidenses de Turquía. El equivalente funcional de este acuerdo en Ucrania es la declaración de la neutralidad del país. Ni la oligarquía ucraniana ni el complejo militar-industrial estadunidense, que maneja la política internacional de Washington, tenía la menor intención, de usar ese mecanismo de distensión.

7. Cuba y Ucrania

La razón militar esgrimida por Kennedy es conocida en las ciencias militares como “la profundidad estratégica” (strategic depth) necesaria para la defensa de un país, caso que no estaba dado por la cercanía de Cuba con Miami (90 millas). Es la misma razón que obligó a Putin a efectuar la operación militar específica en Ucrania, porque la solicitada integración del failed state Ucrania a la OTAN; la agresión militar a Donbass y Lugansk después de la contrarrevolución de color del Euromaidán del 2014; la discriminación y represión de los 8 millones de ciudadanos rusos y el sabotaje sistemático a los Acuerdos de Minsk, del mismo año; el creciente peso de las tendencias  y fuerzas neonazis y el intenso despliegue de armamento e instructores de la OTAN en Ucrania, generaron una amenaza a la seguridad nacional de Rusia, que ningún presidente responsable de Rusia podía ignorar. Porque afectaba un concepto militar de vida o muerte para la defensa de la nación: “la profundidad estratégica” (strategic depth) del espacio ruso que había salvado al país en las invasiones de Napoleón y Hitler. En rigor, el mismo argumento bélico que usó Kennedy en su bloqueo naval a Cuba.

8. Putin y la Contrarrevolución de Color

En resumen: la «operación militar especial» de Putin para defender a la gente de Donbass de una inminente ofensiva general del régimen neonazi de Kiev  –que ha cobrado 13,000 vidas en la región desde la Revolución de Color de 2014, es decir, el golpe de Estado lumpen-oligárquico financiado con 5 mil millones de dólares desde Washington (Victoria Nuland dixit)–  no sólo está plenamente justificada en el derecho internacional por el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, sino concuerda plenamente con la praxis y doctrina militar de la legítima autodefensa de los Estados ante una amenaza inminente que emana de un Estado vecino o fuerzas enemigas.

9. Guerra Secular contra Rusia y China

Pese a la sistemática campaña de mentiras de los medios de desinformación burgueses, está claro que el conflicto en Ucrania es parte de una guerra de agresión secular del imperialismo occidental contra Rusia y China, que comenzó en 1918 con la invasión militar de Estados Unidos contra la Revolución Rusa en Siberia. Y que continua hoy día con el intento de desmembrar a Rusia mediante el expansionismo bélico y a China mediante el intento de organizar un golpe de Estado contra el presidente Xi Jinping, tal como piden públicamente los medios de Rupert Murdoch y George Soros.

Esta guerra secular imperialista está destinada a fracasar, mientras Rusia y China sigan manteniendo su alianza estratégica defensiva contra los agresores. Defender esta alianza es la tarea de toda persona que pretende superar la era de la post-verdad y del American Century, que bloquean los senderos  emancipativos de la humanidad.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

Por el Periodista independiente Denis Korkodinov desde rusia con un pedido especial de publicación en Dossier Geopolitico 

El conflicto militar ruso-ucraniano de 2022 despertó la conciencia nacional de la sociedad rusa, gracias a lo cual surgió un movimiento nacional grandioso y sumamente eficaz en el campo prorruso. Está dominado por partidarios del «mundo ruso», personas que admiran los éxitos de la política rusa. Los líderes de la ideología del «mundo ruso», en este caso, juegan el papel principal en la configuración de la narrativa histórica sobre la percepción de la victoria de Moscú sobre el «régimen de Kiev». El reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk, como un rayo caído del cielo, sobresaltó a toda la comunidad internacional y, como un torbellino, condujo a una transformación absoluta del sistema geopolítico existente.

El proyecto para la liberación de Donbass, que ha ocupado las mentes de los líderes rusos durante los últimos 8 años, merecidamente ha adquirido una importancia única en la mente del público. Además, es bastante lógico concluir que la imagen de una victoriosa campaña militar de «liberación» se ha convertido en un elemento fundamental en el proceso de formación de la identidad nacional. Por otro lado, el conflicto que tiene lugar ante nuestros ojos invariablemente afecta la modernización de la ideología estatal oficial de Rusia. Estas circunstancias, a su vez, se reflejan en el proceso del papel histórico de Moscú, para el cual la «guerra santa, la guerra popular» siempre ha actuado como punto culminante. Por lo tanto, el reconocimiento de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk y la subsiguiente campaña militar rusa contra el «régimen de Kiev» dieron forma a la comprensión de la élite política y cultural rusa del papel único del presidente ruso Vladimir Putin en el escenario mundial. Al mismo tiempo, la expulsión del ejército ucraniano del territorio de Donbass ejerce una influencia decisiva en las opiniones y estados de ánimo de la élite política rusa y el crecimiento de la autoconciencia nacional. Además, el elemento principal en la percepción de la sociedad rusa del conflicto con el «régimen de Kiev» fue la imagen de un rechazo decisivo al agresor, una lucha de liberación justa.

Una nueva etapa en el desarrollo del sistema de seguridad regional, que comenzó el 22 de febrero de 2022, marcó un cambio fundamental en las prioridades de la política rusa, su enfoque en la manifestación de la fuerza militar. Los rasgos característicos de esta política son el rechazo de las herramientas tradicionales de «diálogo diplomático», la capacidad de volverse hacia las fuerzas armadas del país y los intentos de repensar sobre su base la posibilidad de utilizar armas nucleares si Rusia se encuentra con toda una serie de situaciones «extraordinarias». amenazas».

Mientras tanto, ya al comienzo de la escalada del conflicto ruso-ucraniano, está surgiendo una tendencia negativa en la percepción de Rusia entre los partidarios estadounidenses. Estas percepciones negativas se han desarrollado, en primer lugar, debido a la falta de comprensión de la realidad política rusa, así como al miedo a la enorme Rusia y su potencial militar. Como resultado, la imagen de la Rusia «agresiva» como una entidad política desestabilizadora que representa una amenaza para todo el mundo civilizado se formó en la conciencia pública internacional, incluida la estadounidense. Y cuanto más activa se volvió la política exterior de Moscú, las evaluaciones más agudas provienen de los labios de los representantes estadounidenses.

El derrocamiento del presidente legítimo de Ucrania, Viktor Yanukovych, el «Maidan ucraniano», la quema de personas en la Casa de Sindicatos de Odessa se convirtió en una especie de «epifanía» para Moscú, cuando se desvanecieron las esperanzas de negociaciones pacíficas con el «régimen de Kiev». destruido. En este momento, la imagen de Ucrania después de 2014 adquirió contornos demoníacos para la sociedad rusa. El actual líder ucraniano Volodymyr Zelensky, que alguna vez fue un payaso de la televisión, resultó ser un enemigo del Kremlin ruso, y Kiev se convirtió en el epicentro del terrorismo en Europa del Este. Esta fue una de las principales razones para el reconocimiento de las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk. La presión ucraniana sobre el Donbass en Rusia ha llegado a ser vista como una manifestación de humillación nacional, como resultado de lo cual la campaña militar rusa en curso contra el “régimen de Kiev” ha comenzado a verse como un ejemplo convincente de valentía.

Solo por esta razón, es poco probable que Rusia detenga sus operaciones militares en las fronteras de Donbass. El objetivo de Moscú es derrocar a todos los representantes de las autoridades ucranianas que tomaron el poder en Kiev en 2014. El ejército ruso seguramente llegará a Kiev, lo que será una ocasión para colgar la bandera del estado ruso en las puertas de la Verkhovna Rada de Ucrania y la residencia de Vladimir Zelensky.

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de Dossier Geopolitico.

La geopolítica mundial entró en lo que yo llamaría la “posguerra fría tardía”. 

En otras palabras, hemos entrado en una nueva etapa donde la supremacía estadounidense es superada por la nueva realidad del país: su declive geopolítico.

Por por Carlos Pennaforte socio estrategico de Dossier Geopolitico para LeMondeDiplomatique Brasil

https://diplomatique.org.br/a-parceria-estrategica-entre-moscou-e-beijing-2/

La reunión entre Vladimir Putin y Xi Jinping en febrero de 2022 debe considerarse histórica desde un punto de vista geopolítico y estratégico. Marca el “fin de la Posguerra Fría”, que comenzó en 1989 con la desintegración del llamado bloque socialista y, en diciembre de 1991, con la extinción de la Unión Soviética. Durante la década de 1990, el mundo fue asolado por lo que sería el “fin de la historia” y por la supremacía del liberalismo occidental, por la globalización y consecuentemente por las crisis económicas globales. Y en pleno siglo XXI con la crisis económica de 2008.

La geopolítica mundial entró en lo que yo llamaría la “posguerra fría tardía”. En otras palabras, hemos entrado en una nueva etapa donde la supremacía estadounidense es superada por la nueva realidad del país: su declive geopolítico. Immanuel Wallerstein y Giovanni Arrighi lo señalaron hace más de una década. Y la realidad se está confirmando. El mundo ya no acepta que una nación establezca la agenda mundial. Tanto geopolítica como económicamente.

Para los analistas liberales lo que importa es exclusivamente la economía. La geopolítica misma es despreciada por su visión a corto plazo y se basa en la idea de que el capitalismo occidental sigue siendo el ganador del choque entre socialismo y capitalismo . Sin embargo, el temor a una Rusia fuerte a nivel nacional y bajo un liderazgo fuerte genera preocupación en Washington. En las últimas décadas, Rusia se ha recuperado desde el punto de vista económico, social y militar, emergiendo nuevamente (como en los tiempos de la URSS) como una gran potencia.

El retraso en la “transición al capitalismo liberal-occidental” tanto de rusos como de chinos preocupa a los estadounidenses: hasta ahora no ha habido “revoluciones de terciopelo”. Los países antisistémicos como Rusia y China , que tienen proyectos nacionales propios, son el verdadero problema detrás de la retórica beligerante de Washington, tanto de demócratas como de republicanos, contra Beijing y Moscú.

A pesar del fin de la URSS, los ideólogos de Washington no han abandonado el paradigma del choque entre capitalismo y socialismo y, en especial, Rusia como el mayor obstáculo geopolítico y estratégico de EE.UU. en Europa. Si la alianza militar socialista (Pacto de Varsovia) se desmanteló de inmediato, no ocurre lo mismo con la OTAN desde la década de 1990. En sentido contrario, la OTAN se mantuvo intacta y aumentó su influencia hacia Europa del Este. Letonia, Estonia, Lituania y Hungría, por ejemplo, se convirtieron en miembros de la alianza militar occidental sin razón aparente que creara la necesidad de unirse a ella.

camaradería
Xi Jinping y Vladimir Putin (Crédito: Alexei Druzhinin/Kremlin)

Moscú desde 1991 nunca ha practicado una postura que pueda calificarse de ofensiva contra ningún país de Europa del Este o en términos globales. Su actuación siempre ha estado dentro de las normas y el derecho internacional, a diferencia de Washington. Por otro lado, los gobiernos estadounidenses buscan catalogar a Rusia como una amenaza para la “seguridad” europea o mundial, sin ningún ejemplo concreto.

La retórica de la “amenaza rusa” cobró protagonismo tras la reanudación de Crimea en 2014 y la acción exterior en crear una “revolución de terciopelo” que allanaría el camino para lo que estamos viendo hoy: la inclusión de Ucrania en la OTAN sin motivo alguno. y poner la seguridad de Rusia en una situación delicada. Mirando el tablero geopolítico, Rusia recuperó la península de Crimea (con población mayoritariamente rusa) que fue suya hasta 1956, cuando fue cedida a la entonces Ucrania soviética. Una salida importante para evitar la “primera ola” de intentos de llegada a las fronteras rusas.

La «segunda ola» de la «cabeza de puente» de la OTAN en Ucrania «hacia» Rusia se ha estado desarrollando desde finales de 2021 y ha sido abordada enérgicamente por el Kremlin. En occidente, la guerra informativa liderada por los medios proestadounidenses es intensa. Rusia todavía es vista como la URSS de la era de la Guerra Fría: amenaza al “mundo libre” y ahora a la democracia ucraniana. La transmisión de Washington de la inminente pero no ocurrida “invasión rusa” es un tema recurrente en los medios occidentales.

Lo que está en juego es exclusivamente el derecho de una nación a garantizar las condiciones mínimas de seguridad territorial para su población. ¿No es así como los estadounidenses señalaron la crisis de los misiles cubanos de 1961? Esta es la cuestión de Ucrania en la OTAN. De hecho, queda una pregunta: ¿cuál es el significado de su existencia en la OTAN en el siglo XXI?

Charles Pennaforte tiene un doctorado en Relaciones Internacionales. Profesor de la carrera de Relaciones Internacionales y del Programa de Posgrado en Historia de la Universidad Federal de Pelotas. Coordinador del Laboratorio de Geopolítica, Relaciones Internacionales y Movimientos Antisistémicos (LabGRIMA) y del Grupo de Investigación CNPq Geopolítica y Mercosur (GeoMercosur).

VERSION PORTUGUESA:

A geopolítica mundial entrou no que eu chamaria de “Pós-Guerra Fria Tardia”. Ou seja, entramos em uma nova etapa onde a supremacia estadunidense é superada pela nova realidade do país: o seu declínio geopolítico

O encontro entre Vladimir Putin e Xi Jinping em fevereiro de 2022 deve ser visto como histórico sob o ponto de vista geopolítico e estratégico. Marca o “fim do Pós-Guerra Fria” iniciado em 1989 com a desagregação do então chamado bloco socialista e, em dezembro de 1991, com a extinção da União Soviética. Durante a década de 1990 o mundo foi assolado pelo que seria o “fim da história” e pela supremacia do liberalismo ocidental, pela globalização e consequentemente pelas crises econômicas globais. E no século XXI com crise econômica de 2008.

A geopolítica mundial entrou no que eu chamaria de “Pós-Guerra Fria Tardia”. Ou seja, entramos em uma nova etapa onde a supremacia estadunidense é superada pela nova realidade do país: o seu declínio geopolítico. Immanuel Wallerstein e Giovanni Arrighi já apontaram isso há mais de uma década.  E a realidade vem se confirmando. O mundo não aceita mais que uma nação determine a agenda mundial. Tanto geopolítica como economicamente.

Para os analistas liberais o que importa é exclusivamente a economia. A geopolítica em si é desprezada pela visão de curto alcance e baseada na ideia de que o capitalismo ocidental é, ainda, o vencedor do embate socialismo versus capitalismo.  Contudo, o medo de uma Rússia forte sob o ponto vista nacional e sob uma liderança forte causa preocupação em Washington. Nas últimas décadas a Rússia recuperou-se do ponto vista econômico, social e militar, voltando a despontar (como nos tempos da URRS) como uma grande potência.

A demora na “transição para o capitalismo liberal-ocidental” tanto de russos como de chineses é uma preocupação para os estadunidenses: não ocorreram “revoluções de veludo” até o presente momento.  Países antissistêmicos como a Rússia e a China que possuem projetos nacionais próprios são o verdadeiro problema por trás da retórica beligerante de Washington tanto de democratas como de republicanos contra Beijing e Moscou.

Apesar do fim da URSS, os ideólogos de Washington não abandonaram o paradigma do embate capitalismo versus socialismo e, principalmente, da Rússia como o maior obstáculo geopolítico e estratégico dos EUA na Europa. Se a aliança militar socialista (Pacto de Varsóvia) foi imediatamente desmantelada, o mesmo não ocorreu com a Otan desde a década de 1990. Na direção oposta, a Otan se manteve intacta e aumentou a sua influência em direção ao Leste Europeu. Letônia, Estônia, Lituânia e Hungria, por exemplo, passaram a ser membros da aliança militar ocidental sem nenhum motivo aparente que gerasse a necessidade de ingressar nela.

parceria
Xi Jinping e Vladimir Putin (Créditos: Alexei Druzhinin/Kremlin)

Moscou desde 1991 não nunca praticou uma postura que possa ser classificada como ofensiva contra qualquer país do Leste Europeu ou em termos globais. Sua atuação sempre esteve dentro das normas e do Direito Internacional, ao contrário de Washington.  Por outro lado, os governos estadunidenses procuram classificar a Rússia como uma ameaça à “segurança” europeia ou global, sem nenhum exemplo concreto.

A retórica da “ameaça russa” ganhou destaque após a retomada da Crimeia em 2014 e da atuação externa na criação de uma “revolução de veludo” que abriria caminho para o que estamos vendo hoje: a inclusão da Ucrânia na Otan sem nenhum motivo que justificasse e colocando a segurança da Rússia em uma situação delicada. Olhando o tabuleiro geopolítico, a Rússia recuperou a península da Crimeia (com população de maioria russa) que era sua até 1956, quando foi cedida a então Ucrânia soviética. Uma saída importante para impedir a “primeira onda” de tentativa de chegada às fronteiras russas.

A “segunda onda” para a “cabeça de ponte” da Otan na Ucrânia “rumo” à Rússia está se desenvolvendo desde o final de 2021 e vem sendo enfrentada de maneira enérgica pelo Kremlin. No Ocidente a guerra de informações capitaneada pela mídia pró-EUA é intensa. A Rússia é ainda vista como a URSS dos tempos da Guerra Fria: ameaça o “mundo livre” e agora a democracia ucraniana.  A difusão da por parte de Washington da “invasão russa” iminente, mas que não acontece é tema recorrente na mídia ocidental.

O que está em jogo é exclusivamente o direito de uma Nação garantir as condições mínimas de segurança territorial de sua população. Não foi assim que os estadunidenses assinalaram na Crise dos Mísseis de 1961 em Cuba? Está é a questão da Ucrânia na Otan. Aliás, fica uma pergunta: qual o sentido de sua existência da Otan em pleno século XXI?

Charles Pennaforte é doutor em Relações Internacionais. Professor do curso de Relações Internacionais e do Programa de Pós-Graduação em História da Universidade Federal de Pelotas. Coordenador do Laboratório de Geopolítica, Relações Internacionais e Movimentos Antissistêmicos (LabGRIMA) e do Grupo de Pesquisa CNPq Geopolítica e Mercosul (GeoMercosul).

Por Alexander Duguin

En el flujo de noticias, especialmente acaloradas en Occidente, que se relacionan con Ucrania, la retirada de los ciudadanos estadounidenses y de la UE de su territorio, así como la información filtrada a los medios de que Kiev transfiere apresuradamente la infraestructura de las agencias gubernamentales y los puestos de mando a el oeste del país – es difícil decir y pensar en otra cosa.

Entonces,  invasión .

Evidentemente, no consideraremos la opción que  preparamos de forma consciente y coherente . ¿Porqué ahora? ¿Por qué no en 2014, cuando la situación era mucho más favorable? Así que dejemos esta hipótesis a un lado. El Kremlin no acepta una solución contundente, incluso una situación que no nos conviene en absoluto.

Queda una cosa : Occidente realmente quiere la invasión y está haciendo todo lo posible para que suceda .

¿Qué obtiene Estados Unidos de esto? La ruptura entre Rusia y Europa y la consolidación del bloque de la OTAN que se desmorona ante nuestros ojos, así como un pretexto para el derrumbe de todas las posibles sanciones a Rusia, hasta provocar un levantamiento de las élites rusas contra Putin, si es que la la propiedad que han robado es requisada simultánea e instantáneamente en el extranjero (como ellos piensan). Buen plan, por cierto. Para ellos. Razonable.

Y si Rusia no opta por la invasión, entonces  puede verse obligada a hacerlo . Esto se resuelve de manera bastante simple: mediante  el inicio de una operación punitiva de las Fuerzas Armadas de Ucrania en el Donbass . Casi todas las fuerzas listas para el combate e incluso las que no están listas para el combate ahora se encuentran allí. Y si Rusia no se agrava en este caso, entonces puedes tomar Donbass e ir a Crimea. Y luego, todo de nuevo, con el mismo objetivo. Y es casi seguro que Rusia decidirá tomar medidas activas en una situación crítica. Incluso sin esperar a Crimea.

Por lo tanto, si asumimos que Washington está detrás de toda esta historia, más precisamente, el liderazgo globalista actual de los Estados Unidos (Biden & Co.) y los «halcones» de apoyo moral de Gran Bretaña, que están hambrientos de hardcore geopolítico y que se quedan sin   mucho después del Brexit

Por supuesto, la OTAN no luchará directamente por Ucrania. Por lo tanto, quienes temen un Apocalipsis nuclear se preocupan en vano. A lo que Occidente está tratando de arrastrarnos a toda costa no es a la Tercera Guerra Mundial en el sentido pleno, pero aun así es una guerra, una  guerra de mediana intensidad . Al mismo tiempo, no tenemos elección:  luchar o no luchar . Occidente tiene los medios para asegurarse de que  no podamos luchar . Por desgracia, eso es exactamente lo que es. Tras los acontecimientos de 2014, la reunificación con Crimea y la liberación de Donbass, Washington podría  iniciar en cualquier momento una reacción en cadena irreversible de guerra .. La pausa se debió en gran medida a Trump, quien no favoreció particularmente la geopolítica y se centró en los asuntos domésticos. Además, su nacionalismo americano -de ala paleoconservadora- permitía bastante la multipolaridad. Y su enfrentamiento con los globalistas (con el mismo “Pantano”,  Pantano , que nunca vació) lo empujó aún más a construir una política exterior en contraste con ellos. De ahí las acusaciones dirigidas a él de simpatía por Rusia. No tenía ninguna simpatía particular por Rusia. Pero había una sincera antipatía hacia los globalistas.  Y eso fue suficiente. Tan pronto como el partido globalista de halcones liberales y neoconservadores regresó a la Casa Blanca junto con Biden,  la geopolítica atlántica regresó con él.. En consecuencia, activar la mina ucraniana fue en adelante solo una cuestión de técnica. Podría – en cualquier momento. Y decidimos que ahora es el momento adecuado.

En la actualidad, parece que la invasión planeada por Washington  está a punto de comenzar . Contra nuestra voluntad. Pero no podemos dejar de responder a las acciones punitivas activas en el Donbass, si es que comienzan. . Pero esto simplemente no depende de Moscú. Kiev, por supuesto, está jugando por tiempo. ¿Quién quiere perder un país o al menos ahogarlo en sangre? Y la OTAN no va a salvar a nadie. Aunque sólo sea para derramar más sangre eslava. Pero Washington insiste en su agenda. De ahí la obvia negativa a tomar en serio las demandas de Rusia a la OTAN y la gestión completamente fea de la inglesa Elizabeth Truss con respecto a Rostov y Voronezh. Esto no es solo un signo de completa incompetencia, sino también de esa indiferencia hacia las realidades del mundo ruso, incluida Ucrania, que, de hecho, experimentan los globalistas. Les importan un comino estos nombres eslavos de asentamientos difíciles de pronunciar. Ya viven en el paradigma de la invasión y actúan  como si hubiera tenido lugar . El curso habitual de una guerra híbrida: lo que está por suceder se describe como si ya hubiera sucedido .

Oficialmente, Moscú dirá hasta el final: «¡No a la guerra!» – y así es, así debe ser. Pero si solo dependiera  de  nosotros, entonces tal comportamiento sería el factor determinante. Y así … Pero imaginemos que Occidente llevará la situación al punto de no retorno, y la invasión forzada aún tendrá lugar.

Los tabloides occidentales ya están llenos de escenarios de cómo sucederá esto y cómo resultará. A veces las imágenes son bastante realistas, a veces más allá delirantes. Pero casi en todas partes hay una captura exitosa por parte de los rusos del este de Ucrania y Kiev y la construcción de una nueva línea de defensa para la resistencia rusofóbica en el oeste de Ucrania. Y allí, en esta cabeza de puente de reserva, que ahora, quizás, ya se está equipando, el acceso directo de la OTAN en el curso de una emergencia es bastante realista. Lviv podría convertirse en la capital temporal de lo que Occidente reconoce como «Ucrania». Y a partir de ahí se desarrollará una actividad militar-terrorista a gran escala.

¿Esto no te recuerda nada? ¿La lucha por el trono de Kiev entre los príncipes de Vladimir y Galicia-Volyn no se desarrolló según el mismo escenario? Y la propia Kiev pasó de mano en mano hasta que perdió su importancia, pasando de ser una gran capital a una ciudad de provincias de tercera categoría. Conocemos la continuación: dos partes casi iguales del mundo ruso han ido por caminos diferentes. Vladimir, más tarde Moscovita Rus se convirtió en un poderoso imperio mundial. Los rusos de los territorios occidentales resultaron ser una subclase despreciada en la Europa oriental católica. Aquí está el precio de la corona enviada por el Papa, el orgulloso Príncipe Daniel de Galicia… Occidente siempre hace lo mismo: promete ayudar y salvar, y luego cínicamente lo abandona. Vemos esto en la caída de Tsargrad o en el destino de Saakashvili.

Y aquí es donde comienza lo inesperado. Es costumbre creer que el  partido ruso y la geopolítica euroasiática  establecen objetivos extremadamente ambiciosos y los expanden al máximo, aunque especulativamente, pero todo en política (y no solo) comienza con la idea:  la frontera de Rusia-Eurasia, el mundo ruso. . Y es correcto. Pero con respecto a Ucrania occidental, vale la pena hacer una reserva. El perfil etnosociológico, histórico y psicológico de estas áreas, con la excepción de los rusos subcarpáticos y una serie de grupos adecuadamente ortodoxos de Volhynia, es tal que  no se prestan a la integración en Eurasia . Devueltos a un solo estado por Stalin, los habitantes de Zapadenschina nunca aceptaron el Imperio. Fueron ellos quienes se convirtieron en la  fuerza impulsora de la extrema rusofobia ucraniana., que al final es probable que ponga fin a este estado fallido.

Además, Occidente quiere hacerse un hueco allí. Y vale la pena pensar en  permitirle hacer esto  (liberando, por supuesto, a los Rusyns y a aquellos que quieren estar de nuestro lado). De lo contrario, incluso si logramos establecer el control sobre toda Ucrania (lo que los atlantistas nos obligarán provocativamente a hacer), este principio occidental nunca se reconciliará y encontrará formas de socavar desde dentro cualquier gobierno neutral y equilibrado de la futura Ucrania. o la política que surgirá en su lugar. Y las instituciones políticas de este país en su estado actual son tan monstruosas que sería absolutamente imprudente abandonarlas esperando la lealtad de las fuerzas integracionistas. Y finalmente aunque puedan incitarnos a invadir, ciertamente no seremos incitados al terror contra un pueblo verdaderamente hermano, nuestro propio pueblo . Esto significa que tendremos que lidiar con este horror de Galicia-Volyn sin cesar. Incluso Stalin fracasó en reeducarlos, y no se puso de acuerdo con los medios.

Por lo tanto, vale la pena considerar: ¿por qué  no dejarlos solos ? ¿Y por qué no lanzar el estado ucraniano, y al mismo tiempo el nuestro, porque se necesita un renacimiento eslavo completo, de nuevo? Zapadenschina puede seguir siendo «Ucrania» (que, por supuesto, no reconocemos) o cambiar su nombre a «Bandera-stan». Pero existe la oportunidad de construir algo nuevo desde la parte sana de este país  .

Tenga en cuenta: Crimea está fuera del control de este país, Donbass se ha ido. Pero dividir en partes lo que no tiene posibilidades históricas de ocurrir es algo indigno y miope. Salvemos a todos a la vez, pero solo a aquellos que estén listos para esto o al menos permitan tal giro de los acontecimientos . Los occidentales no permiten esto, no están listos para la reunificación y no lo estarán.

A veces, estirar demasiado los límites del «Gran Espacio» está plagado de colapsos. Es necesario tomar sólo lo que  se puede asimilar y proteger de forma fiable . Por cierto, Stalin era muy consciente de esto en relación con Europa, pensando en las versiones de su «finlandización», es decir, «neutralización». Hasta el final  de nuestra  Europa del Este, incluso no puede ser. Y era extremadamente peligroso obligarla a hacer esto en contra de su voluntad.

Esto no es más que reflexiones geopolíticas. No tengo ninguna información clasificada y no llamo a nadie a nada. Solo análisis. Y en el curso de este análisis, llegué a la conclusión de que en caso de invasión, ¡y solo en este caso! – la cuestión de los territorios occidentales de la actual Ucrania debe resolverse de la manera más delicada y cautelosa. Construir un Imperio -y más difícil aún, resucitar un Imperio perdido- es la más alta de las artes, y no un proceso lineal, ni mucho menos monótono.

Fuente Geopolitica.ru https://www.geopolitica.ru/article/sudba-ukrainskoy-gosudarstvennosti

Si Europa comienza a trabajar en una nueva arquitectura de seguridad y defensa ya no habrá lugar para la OTAN.

Wim Dierckxsens, Walter Formento

Introducción

Para evitar el desarrollo del Oriente Multipolar, a partir de las Nuevas Rutas de la Seda y la incorporación de la Unión Europea (UE) de modo integral a las mismas, las fuerzas globalistas “construyen” a Ucrania en Estado-Tapón[1] en 2014, mediante un golpe de estado que desde entonces ha provocado un genocidio. Llamativamente, el objetivo estratégico sería “frenar” que la UE[2] pueda seguir ´moviéndose´ en una política y dirección hacia una mayor “articulación” en el Multipolarismo.

Obstruir su camino hacia al “Este”, hacia donde ya tiene actualmente sus mayores mercados económicos. Impedir que se mueva en dirección a profundizar su asociación con Rusia y China, con el Proyecto Multipolar. Frenar la iniciativa de profundizar la articulación de la UE –Alemania, Francia, Italia, España, etc.- Obstruir todo esto es el objetivo estratégico de la OTAN-Globalista, más que contener la iniciativa estratégica de Rusia y de China, que es al menos el modo en como aparece su retórica.

Los conflictos más significativos creados por los globalistas en la década pasada han sido los de Ucrania (el Maidan de 2014) y el de Siria (la invasión del 2014 y 2012-2022). Ambos conflictos fueron “diseñados y construidos” por los Intereses Transnacionales Globalistas y su brazo armado la OTAN para levantar un nuevo “Gran Muro” que separe e impida el desarrollo de la articulación económica, comercial y política entre la UE, Rusia, China y la India. Ambos conflictos fueron diseñados también para sublevar a las poblaciones islamistas radicales (asociadas al Isis-Globalista) en regiones dentro de Rusia, China e India. De modo que puedan operar como base-de-maniobra para “instalar” guerras civiles en el territorio de sus principales oponentes.

Con el objetivo de imponer o “colocar” un gobierno “títere”, a partir del “Maidán”[3],[4] (21 de noviembre- 23 de febrero de 2014) la OTAN dio curso en Ucrania con la destitución del presidente pro ruso Víctor Yanukóvich. En realidad, fue una operación de golpe de estado y desembarque construida por la OTAN.  El golpe fue denunciado por la población de las zonas sur y este del país. Las protestas contra el nuevo gobierno fueron particularmente fuertes en la península de Crimea. El 16 de marzo de 2014 se realizó un referéndum con un apoyo del 97% para la secesión de Crimea de Ucrania. El 17 de mayo fue proclamada la independencia y el 18 la adhesión de Crimea a Rusia.

El golpe en Ucrania tenía como objetivo llevar el enfrentamiento contra Rusia a un nivel más alto, ´legitimando´ por fuera y contrariando las regulaciones de las Naciones Unidas (ONU), la implementación de sanciones drásticas al país. En síntesis, imponer el bloqueo del flujo de gas natural y petróleo desde Rusia hacia Alemania y la UE.

En la contraofensiva, Rusia busca una nueva estructura de seguridad para el mundo cumpliendo precisamente con la Carta de la ONU, al señalar que hubo un ilegitimo golpe de Estado en Ucrania, que hubo un genocidio neofascista[5] en Ucrania, que hubo otras guerras ilegitimas de la OTAN en Europa, con bombardeos ilegítimos sobre Belgrado, por ejemplo. Que sí hubo un referéndum legítimo en Crimea para ser parte de Rusia. De este modo, Putin obliga a la OTAN a volver al derecho y por escrito.

Con la acumulación de fuerzas rusas en las fronteras de Ucrania, Putin busco que la OTAN deje de “contener” a la Unión Europea –Alemania, Francia, Italia, etc., mediante el “control” del gobierno de Ucrania (desde el Maidan de 2014). Con este bloqueo, la UE no pueda avanzar por el camino del acuerdo diplomático de Minsk-II[6]. En concreto, Putin pidió que los acuerdos de Minsk II (que Hollande, Merkel y Putin habían obligado a firmar tanto a Ucrania como al Donbass) sean respetados y que la OTAN “deje de” “instrumentar” a Ucrania contra la UE y contra Rusia.

Es de conocimiento público que la administración globalista de Biden[7] instrumento lo necesario para que Ucrania “organizara” un hecho de bandera falsa, para logar que se observe mediante las estructuras globalistas de comunicación de la “posverdad” una inminente “invasión rusa a Ucrania”. La invasión de la OTAN aparecería como si fuera un “desembarco” en defensa de Ucrania y en contra de la “agresión” de Rusia. El presidente Zelensky aparentemente se negó a hacerlo, porque entonces la UE nunca permitiría que Ucrania sea parte de la UE, que es su gran objetivo. Ucrania necesita a la UE porque perdió a su principal socio comercial (Rusia) debido al golpe de estado anti-ruso de la administración globalista de Obama, OTAN, en 2014: El Maidan.

El presidente Zelensky aparentemente estaba haciendo todo lo posible para cumplir con la UE pero no con la OTAN-Global-EEUU. Importante es saber que para Alemania y la UE, lo principal son el Gas de Rusia y el comercio con China[8]. Por lo tanto, si esto es real entonces lo que la OTAN ha realizado en Ucrania es un golpe de estado, para subordinar a la UE y controlarla. De ese modo, golpea y resta una “pieza” importante al Multipolarismo: la Unión Europea. Pero, al analizar más profundamente, el golpe en Ucrania era necesario para que la OTAN no se debilite estratégicamente. Sin la OTAN, las fuerzas globalistas están literalmente desarmadas frente a la articulación económica y política de la UE con China y Rusia.

El hecho es que la administración Biden y el Reino Unido han logrado tomar el control de Kiev, pero no de toda Ucrania. No lo lograron específicamente sobre el Donbass, que limita con Rusia, ni con Crimea, con su posición clave en el Mar Negro. Esta realidad favorece a Rusia, pero debilita a la UE y más en concreto a Alemania-Francia-Italia, frente a la OTAN, que encuentra ahí su misión. La misma intenta debilitar a la UE, pero al no lograrlo (al salir unos países de la organización) sería una derrota de la OTAN de carácter estratégico.

Por ello, una salida pensada de las fuerzas globalistas sería “pasar el mando” de la OTAN hacia la Unión Europea. De esta forma no saldrían de la OTAN. Una movida de este tipo no descartable, porque desde 2014-2016 (Brexit) los intereses estratégicos globalistas tienen problemas en Estados Unidos y también en el RU. La UE, sin embargo, cada vez más busca profundizar su relación ya económica, política y estratégica con el Multipolarismo en Rusia y China. La OTAN de los Globalistas, ni con mando europeo podría llevar a una solución que beneficie a la UE, porque está aún dominada militarmente (aunque ya no hegemonizada) por los intereses estratégicos de las transnacionales globales anglo-norteamericanas.

De todos modos, cada vez más analistas consideran que existe un escenario para el 2022, donde los “Demócratas” pierden el control del senado y probamente también del congreso de EEUU. Una derrota electoral en las elecciones legislativas (o de medio término) de noviembre de 2022, debilitaría todos los escenarios para tratar de sostener una “posición influyente y fuerte” en el mundo. La confrontación entre fracciones del poder financiero en torno a las elecciones significa una crisis interna que podría salirse del control.

Si a esto sumamos que la moral entre los congresistas demócratas está por el piso. Treinta demócratas de la Cámara ya han renunciado y optaron por la pensión antes de terminar su período ya que saben que la mayoría demócrata está ´condenada´. Entre los republicanos las renuncias no llegan ni a la mitad de los casos y para colmo los escaños abiertos son más fáciles de llenar por los republicanos que por un demócrata. La impopularidad de Biden está peor que la de Trump, a sus 13 meses de haber asumido la presidencia, y una derrota estratégica, como la que se vislumbra en Ucrania, empeoraría aún más la situación. A partir de una derrota electoral en EEUU, la UE si obtendría mayores grados de libertad para avanzar en tomar distancia de los intereses Globalistas (Lagarde (BCE)- Schwab (Davos)-etc.).

Es preciso señalar que EEUU ha amenazado con sanciones, Francia y Alemania son los que han hecho las propuestas de salida diplomática y Rusia toma decisiones que convergen en esa misma dirección: nada de tropas de la OTAN en las fronteras rusas. Para evitar la derrota estratégica del proyecto globalista, es probable que las fuerzas globalistas de la OTAN hayan estado “negociando” incluso algún tipo de “acuerdo” con la UE. Para que ésta encabece la OTAN y “negocie” con Rusia-China para que no quedar excluidos.

Los intereses y fuerzas globalistas no tienen nación donde replegarse ni retroceder de manera “ordenada”. No están comprometidas ni con EEUU ni con GB y ambas naciones ya están en situación de convulsión política, social y militar interna. Pero la UE-Industrialista (Alemania-Francia-España-Italia-etc.) ya tiene cuestiones concretas acordadas y avanzadas con el Multipolarismo. El principal mercado de compra y venta es la China multipolar y su principal proveedor de gas natural para generar energía eléctrica y calefacción es la Rusia multipolar. Rusia en caso de “crisis”, y cierre de Nord Stream2, bien podría relocalizar ese volumen de gas natural en China.

Los europeos deberían de avanzar en la decisión de tomar la “batuta” de los globalistas en la OTAN o buscar su integración al proyecto multipolar. La combinación de ambas opciones resulta prácticamente imposible. Si Europa puede comenzar a trabajar en la nueva arquitectura de seguridad y defensa, implica que no hay lugar para la OTAN. Bajo presiones de Rusia, la OTAN deberá de retirarse primero que nada de Europa del Este. Luego que Vladimir Putin (por recomendación de la Duma) reconociera la independencia de las repúblicas de Dontesk y Lugansk en Ucrania, como primera movida anticipa un mayor espacio para que la Unión Europea se conecte con el multipolarismo. Francia y Alemania tienen todo para aprovechar este hecho y para retomar su “peso específico” en la UE, alejándose del globalismo unipolar y por tanto de la OTAN.

El presidente de EEUU, Joe Biden no desplegará ningún soldado estadounidense en ningún lugar dentro de Ucrania. Biden ha emitido una orden ejecutiva que prohíbe cualquier nueva inversión o comercio con las dos nuevas repúblicas. Y ha de seguir consultando con sus aliados tanto sobre una solución diplomática como sobre sanciones contra Rusia. Estados Unidos no considera el movimiento de tropas rusas en la región del Donbass como un nuevo paso.

La jugada de Putin significa de hecho punto de torsión que cambia la situación y abre un nuevo momento histórico. El Multipolarismo avanza y el Unipolarismo Globalista retrocede ante la capacidad de iniciativa, tanto en lo económico comercial como técnico-militar. Si el Reino Unido (la no-globalista) quiere sobrevivir, deberá ponerse del lado de los ganadores del conflicto (la UE-Alemania-Francia-Etc.), y dejar que EEUU se “entienda” en su propia crisis interna de perestroika norteamericana y, por ello, en un proceso de aislamiento creciente.

En cuanto a posibles sanciones a Rusia podemos afirmar que no habrá expulsión de Rusia del SWIFT y Europa hará, en la medida de lo posible, negocios con Rusia en euros y ya no en dólares, lo que implica un adiós al dólar como moneda internacional de referencia en 2022, como ya indicaron este año numerosos referentes económicos, políticos y analistas en espacios como Keiser Report.

Tampoco habrá bloqueo a la operatividad y bombeo del gasoducto NordStream-2 de Rusia-a-Alemania. El canciller de Alemania, Olaf Scholz, ordenó detener el proceso de “certificación” del gasoducto Nord Stream 2, que es más una medida técnica administrativa que política. Todo parece indicar que, a pesar de la negativa estadounidense y de la OTAN de aceptar los acuerdos de Minsk II, Rusia logró una solución no militar para tener un resultado de hecho. Es un triunfó de lo político sobre lo militar y un hecho que puede garantizar la paz para Europa.

El multipolarismo: Beneficios sin Límite entre Estados

Aprovechando la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno 2022 en Pekín, a comienzos de febrero de 2022, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo chino, Xi Jinping se reunieron. Para mostrar que Rusia no es quien depende del NordStream-2 sino la Unión Europea. Putin y Xi Jinping tuvieron una reunión centrada en un nuevo contrato para el suministro de 10 mil millones de metros cúbicos de gas al año desde el Lejano Oriente de Rusia a China. Rosneft y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) han firmado, además, un acuerdo para el suministro de 100 millones de toneladas de crudo a China a través de Kazajistán durante 10 años.

En este escenario, Xi Jinping ha destacado que “Rusia y China constituyen «un pilar fiable» para unir al mundo a la hora de superar las crisis y defender la igualdad, haciendo realidad conjuntamente el auténtico multilateralismo[9], con un espíritu democrático”. Expresan el concepto de acuerdos entre Estados de Mutuo Beneficio Sin Límites. En conjunto se comprometen a intensificar el trabajo con este concepto para aumentar la cooperación entre Rusia, en el marco de la Unión Económica EuroAsiática –UEEA-, y Pekín, en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta –NRS-.

Es preciso saber también que, ante la eventual amenaza de sanciones económicas mediante la instrumentación Globalista del SWIFT, se ha configurado un transcendental rectángulo euroasiático donde Rusia opera en óptimas relaciones con los otros tres vértices: China, India e Irán.  El acuerdo estratégico entre China e Irán por 25 años (la colisión de la Ruta de la Seda con el Gran Reset anglosajón), marcó a su vez la pauta para otra asociación estratégica por 20 años entre Rusia e Irán. Su objetivo principal es ir-más-allá del sistema bancario SWIFT, del cual el sistema bancario de Irán ya fue desconectado. Desde el punto de vista geoeconómico y geopolítico, los acuerdos implican hacer converger los anhelos de la Organización de Cooperación de Shanghái –OCS-, de la Unión Económica Euroasiática –UEEA-, el 15-RCEP y el BRICS, como señala Pepe Escobar[10] (https://bit.ly/35lEstf).

El bloqueo (sin estar claros sobre aun de la causa) el año pasado del Canal de Suez (que costó 9 mil millones de dólares a la economía mundial), ha elevado el perfil del Corredor Internacional de Transporte Norte Sur (INSTC), como un corredor de tránsito multimodal alternativo más barato y rápido entre India y Rusia con Irán como centro. El corredor es una ruta comercial (un 40% más corta y un 30% más barata que la ruta vía el canal de Suez) que conecta Mumbai (Bombay) por mar con Irán, atravesándolo por tierra y luego, vía el mar Caspio, a Rusia para llegar por tierra a Moscú o más allá, incluyendo Ucrania.

Los miembros fundadores son India, Rusia e Irán, último país por donde cruza también la Nueva ruta de la Seda desde China hacia Viena y más allá (Ver mapa arriba). Los trabajos para desplegar el corredor comenzaron en 2002. Desde entonces, la membresía en el INSTC se ha expandido para incluir 10 países más: Azerbaiyán, Armenia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turquía, Ucrania, Siria, Bielorrusia y Omán. Integrando de este modo al Asia Central con Eurasia y teniendo a Irán en el centro por medio de la Nueva Ruta de Seda –NRS-.

La administración Biden levantó las sanciones al programa nuclear de Irán (impuestas por fuera del derecho de la ONU), también en la segunda semana de febrero. Europa es el gran ganador al tener, Rusia mediante, acceso al gas y al petróleo barato de Irán.  En este contexto, Putin cubrió inteligentemente sus “apuestas” con los europeos al cerrar un trato con Hungría, que será el modelo para próximos acuerdos.  Porque una vez que quede claro que EEUU y el Reino Unido ya no podrán detener al Nordstream-2, entonces podrán comenzar los nuevos acuerdos de oleoductos en Europa del Este y del Sur, desde el campo masivo de Irán en el Caspio.

La democracia económica y jurídica en China

La difícil situación financiera de Evergrande Group, que ha afectado a las empresas chinas desarrolladoras de construcción y de los mercados financieros mundiales desde el año pasado, obtuvo un indulto en enero después de que los inversores extranjeros acordaron extender la fecha de pago de un bono en yuanes. Los desarrolladores chinos se enfrentaron a una restricción de liquidez sin precedentes debido a las normas regulatorias del Estado a los préstamos, lo que llevaba a una serie de impagos de deuda en el extranjero, rebajas en las calificaciones crediticias y ventas masivas de acciones y bonos de los mismos.

Ante la crisis, los reguladores del gobierno favorecieron las reinversiones de la deuda e intentan apuntalar la confianza de los inversores y compradores de viviendas. Suavizando así el impacto económico con el enfoque en la estabilidad interna. Para ello, el enfoque está concentrado principalmente en los compradores de viviendas y, en segundo lugar, en los trabajadores y las contrapartes contratistas, es decir en la economía real. Para luego frenar la economía especulativa de los inversores extranjeros y nacionales. La disciplina del mercado es prioridad y esto no solo se aplica para el sector inmobiliario. En síntesis, se procura la estabilidad de la economía real y que todos los costos sean “pagados” por el capital especulativo e improductivo. En China no hay empresas demasiado grandes como para no dejarles caer –ToBigToFail[11]-, lo que ha sido la causa de las burbujas especulativas en Occidente o Norte-Global.

Los analistas de JPMorgan, defensores de los inversores extranjeros, consideran la desaceleración del mercado inmobiliario como la mayor amenaza para la estabilidad económica de China, señalando que una desaceleración de 5 puntos porcentuales en la inversión podría reducir directa e indirectamente el crecimiento del PIB hasta en 0,7 puntos porcentuales. La tendencia histórica indicaba que el crecimiento económico de China ya estaba a la baja pasando de 14.2% en 2007, 7.8% en 2013, 5.9% en 2019 y 5.15 % como promedio de 2020 y 2021 y con una expectativa de otra leve baja para 2022 (5.1%), una cifra envidiable en un entorno económico mundial enfrentando una crisis profunda, pero con un PBI-PPParidad en aumento ya desde el 2020, reemplazando mercado externo por consumo interno de masas en desarrollo.

La cadena de suministro global podrá estar afectada por los cierres en la economía durante la pandemia Covid-19, conllevando a la inflación. Para la economía china la planificación siempre ha sido el eje central a pesar de la convivencia con el capitalismo en el propio país y el mundo. Ante el creciente riesgo de un colapso económico, que se refleja a través de una irrupción en las cadenas de productos y servicios, China acumula en los últimos años preventivamente la mitad del suministro mundial de cereales. China ya ha observado sequías, inundaciones y plagas, y lo único que Pekín no puede permitirse es el descontento de su Pueblo, provocado por la escasez de alimentos o una fuerte alza de sus precios, por las razones que fueran.

A lo largo de la historia de China, la escasez de alimentos ha provocado disturbios populares. Fueron un factor que contribuyó a los levantamientos que derrocaron a las dinastías chinas. El Estado chino como comunidad superior o meritocracia/Partido ha creado modernas ´pirámides´ de granos para alimentar a sus comunidades de Base/Pueblo[12] en tiempos de escasez. Ante los ojos occidentales el país puede considerarse que no respeta los derechos humanos, como el derecho individual a la vida. Pero Occidente no sabe lo que es el Bien Común y, el derecho al alimento y a la vida para todos.

Las importaciones chinas de soja, maíz y trigo se multiplicaron en los últimos años con crecientes compras a Argentina, Brasil, EEUU y otras naciones. Las importaciones de carne de res, cerdo, lácteos y frutas se multiplicaron por 4 o 5.  Los planificadores centrales gastaron $ 98.1 mil millones en la importación de alimentos en 2020, 4.6 veces más que una década antes, según la Administración General de Aduanas de China.  El hecho es que hoy China mantiene niveles históricamente altos de frijoles y granos almacenados en las 310 instalaciones (¨pirámides modernas¨) de COFCO-Group (un importante procesador de alimentos de propiedad estatal china) en la parte noreste del país, según Nikkei Asia.

Los datos del Departamento de Agricultura de EEUU muestran que China tendría el 69% de las reservas de maíz del mundo en la primera mitad del año de 2022, el 60% de su arroz y el 51% de su trigo. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estimó que hay escasez de alimentos y el índice de precios de los alimentos se encuentra actualmente en su máximo de los últimos diez años, con el consecuente peligro concreto de hambrunas. Ningún país en Occidente ha pensado aun en la seguridad alimentaria de su pueblo-comunidad y la capacidad de poder alimentarse la ha “dejado” al mecanismo de un “dios mercado” excluyente, con el ´derecho individual a la vida´ sin medios a su alcance.

Hemos señalado en trabajos anteriores que China está en camino de regular la economía hacia el socialismo en el camino que el Modo de Producción Tributario histórico[13] recorrió en la antigüedad, en líneas generalesEl modo en cómo el Partido (meritocracia) crea sus ´pirámides´ de reservas alimentarias para su Comunidad de Base/Pueblo es fiel reflejo de estar yendo por el camino del Bien Común para el pueblo. Ahora, el Partido da un paso adelante al pretender que las necesidades y la voluntad del Pueblo deben estar mejor dirigidas hacia la comunidad superior, y que la voluntad del pueblo se vea reflejada en los trabajos y realizaciones. En otras palabras, buscando e impulsando una democracia económica y política, un modo de democracia que en Occidente aún no se puede ni soñar. Li Zhanshu, en tanto que presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional y miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), tiene como mandato “enfatizar la conversión de las fortalezas del sistema de asambleas populares en eficacia de gobernanza”[14].

Li pidió a la asamblea crear-producir propuestas para legislar los mecanismos y plataformas necesarias para desarrollar la democracia popular, atravesando lo más integralmente posible los niveles del proceso de China para asegurar que todo el trabajo sea un creciente reflejo de la voluntad y necesidades del pueblo. La oferta económica (con Inteligencia Artificial en 5G / 6G) tiene que “ser orientada” cada vez más por las necesidades concretas del pueblo y no por una oferta según los intereses de empresas, tanto privadas como gubernamentales. Esta es, en otras palabras, una lucha contra el consumismo, la obsolescencia programada, etc. También pidió mejorar el trabajo de las asambleas populares, brindar fuertes salvaguardas legales para impulsar el proceso y camino de modernización del sistema (5G) y la capacidad de China para la gobernanza y la construcción integral de un país socialista moderno.

22-Feb-2022

Bibliografía

Wim Dierckxsens y Walter Formento, Por una nueva civilización: El proyecto multipolar, Editorial Acercandonos, Buenos Aires 2021

Wim Dierckxsens y Walter Formento, La perestroika en Estados Unidos, Réquiem para la civilización occidental, Editorial Acercandonos, Buenos Aires, 2021

Wim Dierckxsens y Walter Formento, Multipolarismo vs Unipolarismo: Amenaza de guerra o caída del Imperio, ALAI, enero de 2022

Cheng Feng, Occidente, no Rusia, se enfrenta a un atolladero ucraniano, Asia Times, 28 de enero de 2022

Tyler Durden, La disputa de la OTAN estalla cuando Letonia critica los vínculos inmorales e hipócritas de Alemania con Rusia y China, Zero Hedge, 29 de enero de 2022.

Victor Davis Hanson: Por qué Putin no ha sido disuadido, zero hedge, 29 de enero de 2022

Amanda Mars, Ucrania pone a Biden ante otro desafío en la política interna y la relación con los aliados, El País 30 de enero de 2022

Mike Shedlock, La batalla por la integración europea ha fracasado y Rusia proporciona la prueba, MishTalk.com, 31 de enero de 2022

Brandon Smith La agenda de reinicio globalista ha fallado: ¿es Ucrania el plan B?, Alt-Market.us, 31 de enero de 2022

Michael Every, Rusia está preparada para declarar la guerra económica a Occidente, infligiendo un «enorme dolor económico», Rabobank, 2 de febrero de 2022

Tom Luongo, ¿Sobrevivirán Lagarde y el BCE a este punto de inflexión en la geopolítica?, Zero Hedge, 16 de febrero de 2022

Tyler Durden, La moral está baja»: el aumento de las jubilaciones de los demócratas de la Cámara de Representantes alcanza el nivel más alto en 30 años, Zero Hedge, 20 de febrero de 2022

Ben Weingarten, El régimen gobernante de Estados Unidos no teme a la desinformación… teme a la verdad, Zero Hedge, 19 de febrero de 2022

Tyler Durden, «La moral está baja»: el aumento de las jubilaciones de los demócratas de la Cámara de Representantes alcanza el nivel más alto en 30 años, Zero Hedge, 20 de febrero de 2022


[1] Se considera un Estado tapón o colchón a un país independiente, normalmente pequeño, ubicado geográficamente entre dos potencias mayores con intereses enfrentados. En teoría, la presencia del Estado tapón evita que las dos potencias se enfrenten o, al menos, reduce ese riesgo. No obstante, la sola existencia de un Estado tapón no es sinónimo de paz entre las dos potencias rivales, para lo que son necesarios otros mecanismos diplomáticos.

[2] La UE pos Brexit –sin Londres ni Inglaterra ni el RU-

[3] El bombardeo de Belgrado en marzo de 1999 durante 78 días despertó a Rusia y ya era obvio para Putin como jefe de gobierno que la intención final era bombardear Moscú hasta destruir toda capacidad y reducirla también a la condición de Estado Vasallo. A fines de diciembre de 1999, Yeltsin renunció y Putin se convirtió en presidente interino, conservando el puesto de jefe de Gobierno. Al inaugurarse el siglo XXI, Rusia comenzó no solo una fuerte remilitarización sino también un acercamiento a China que se consolida en 2014. Pero era también China, que había comprendido estratégicamente los objetivos de la OTAN-Globalista, en el Maidan en Ucrania, quién también tomo la decisión de consolidar una relación estratégica con la Rusia presidida por Putin.

Pekín observó que la OTAN había cerrado sus accesos marítimos y la “caída” de Rusia cerraría sus accesos al mundo por tierra. Por ello Pekín comprendió también que Rusia podría ser el próximo en ser bombardeado. La creciente presencia de barcos de guerra estadounidenses en aguas chinas fueron argumentos contundentes para comprender que en tal caso la OTAN, y los intereses unipolares globalitas, controlarían todos los recursos naturales, razón suficiente para estar juntos como sostén del proyecto de la Nueva Ruta de la Seda.

La Ruta de la Seda tendría como propósito el integrar el continente de Eurasia para garantizar la obtención de recursos naturales por vía terrestre (petróleo y gas natural en primer lugar con Rusia) y no depender de la vía marítima en lo inmediato, controlada por buques de guerra de EEUU. Con Rusia como principal productor de energía fósil, China garantizaría el abastecimiento de su energía. Con la integración progresiva de países a la Nueva Ruta de la Seda, China se aprovisionaría no solo de recursos naturales para no solo lograr mayor soberanía, sino incluso una posición estratégica para controlar Eurasia entera y poder tener acceso al mundo. Pero estos objetivos son solo posibles planteando una concepción multipolar de las relaciones internacionales. Respetando, integrando y potenciando a cada una de las naciones y regiones en un todo multipolar poliédrico, plurinacional y pluriversal.

 2021: Año del Final de la Era del Dólar. Son precisamente las sanciones de EEUU contra Rusia, las que han acelerado al Multipolarismo en los años posteriores a 2014, hasta 2020. Wim Dierckxsens, Walter Formento, 02/06/2021. https://www.alainet.org/es/articulo/212486

[4] En Ucrania, Occidente apoyó un golpe inconstitucional contra un gobierno elegido, perpetrado, entre otros, por guardias de asalto fascistas/neonazis (Svoboda, Sector Derecho) instrumentalizado por la inteligencia estadounidense. Después de un contragolpe ruso, el presidente Barack Obama proclamó que cualquier referendo en Crimea «violaría la constitución ucraniana y violaría el derecho internacional».

Es solo el último ejemplo en la violación serial del «derecho internacional». El registro diario es enorme, e incluye: Los bombardeos de Serbia por la OTAN durante 78 días en 1999 para permitir la secesión de Kosovo; la invasión de EE.UU. en 2003 y la subsiguiente billonaria ocupación y creación de una guerra civil en Iraq; los bombardeos de Libia de la OTAN/AFRICOM en 2011 invocando R2P («la responsabilidad de proteger») como cobertura para provocar un cambio de régimen; la inversión de EE.UU. en la secesión del Sur de Sudán, rico en petróleo, para que China tenga otro dolor de cabeza geopolítico; y la inversión estadounidense en una perenne guerra civil en Siria.

[5] Un genocidio producido por fuerzas de choque “neofascistas” bajo comando estratégico de la OTAN-Globalista, nuevamente.

[6] Minsk II es el nombre del acuerdo, firmado el 12 de febrero de 2015, en el que los gobernantes de Alemania, Francia, Rusia y Ucrania buscaron aliviar la guerra del Donbás [«7 puntos clave del alto el fuego en Ucrania», https://www.bbc.com/mundo/ultimas_noticias/2015/02/150212_ultnot_ucrania_rusia_ acuerdo_ alto _el _fuego_jp. Consultado el 15 de febrero de 2015]. La conferencia que se llevó a cabo, supervisada por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), fue organizada como respuesta al fracaso del primer cese de fuego. Algunas de las medidas acordadas incluían un alto el fuego incondicional para ser observado por la OSCE, a partir del 15 de febrero, la retirada de las armas pesadas del frente de combate, la liberación de los prisioneros de guerra, y la reforma constitucional en Ucrania.

[7] JOE BIDEN JR, CONVIERTE EL GAS EN LA PESADILLA UCRANIANA: Joe Biden fue el hombre de Obama para las relaciones con Ucrania y, al mismo tiempo, permitió que su hijo Hunter tomara dinero de un controvertido oligarca del gas. Los antecedentes de la conexión de Kiev.  … los eventos tienen el potencial de dañar masivamente a Joe Biden y su credibilidad en medio de la campaña de las primarias demócratas para las elecciones presidenciales de EE.UU. de 2020.

Y de eso se trata: a mediados de mayo de 2014, se anunció que Hunter Biden contrataría a una compañía de gas ucraniana, tres meses después de que Occidente acogiera con beneplácito la revolución de Maidan y en medio de la agitación de la guerra que se desarrollaba en el este de Ucrania. Se dice que el grupo ucraniano Burisma transfirió a Hunter Biden 50.000 dólares al mes durante varios años, según varios informes de prensa. Por Benjamin Postor, 25 de septiembre de 2019, 21:07

[8] Algo que también es así para la Inglaterra industrial que exporta bienes industriales y tiene su principal mercado en China.

[9] Recordemos el Multilateralismo también puede ser planteado coordinado desde una instancia Unipolar de Interés-Poder, como el Globalismo Unipolar Multilateral plantea y ha practicado desde 2001-2022 donde es dominante. La Multilateralidad refiere a los puntos de apoyo real (grupos transnacionales de poder, bancos centrales o etc.) del interés financiero Unipolar Global. Además, ésta unipolaridad globalista necesita también negar las naciones como actores estatales, para afirmar a los actores Empresas Transnacionales Globales –ETNs-. El Multipolarismo que estamos observando en despliegue y en desarrollo se nos muestra Multilateral, reconociendo la plurinacionalidad y pluri-regionalidad-o-bloques de los actores y la Pluriversidad –pluralidad de los actores estatales- por oposición a la Universalidad.

[10] Raisi fue a Sochi y Moscú listo para ofrecer a Putin una sinergia esencial para enfrentar un Imperio unipolar en decadencia cada vez más propenso al irracionalismo. Lo dejó claro al comienzo de sus tres horas de conversaciones con Putin: nuestra relación renovada no debe ser «a corto plazo o posicional, será permanente y estratégica».

[11] Modo de referirse en EEUU y GB a las grandes Empresas Transnacionales Financieras que son el Poder Real (Estado Profundo) detrás de los gobiernos elegidos electoralmente y del sistema institucional político permanente.

[12] Por una nueva civilización: El proyecto multipolar. En la modernidad (occidental) vale afirmar “pienso luego existo”, mientras en la vía oriental prevalece históricamente “somos comunidad luego existimos”.

 Wim Dierckxsens, Walter Formento, 02/12/2021. https://www.alainet.org/es/articulo/214505

[13]  Escobar Pepe, El nuevo manifiesto comunista de Xi, 16 de noviembre de 2021; y Wim Dierckxsens y Walter Formento, ¿La Crisis del Globalismo puede dar paso a una revolución mundo?, ALAI diciembre de 2021

[14] Li Zhanshu — Presidente del Comité Permanente de la XIII Asamblea Popular Nacional de China. http://spanish.xinhuanet.com/2018-03/18/c_137046457.htm ; http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/ 2021/1220/c31621-9934698.html

Autorizado por su autor Dr. Walter Formento: https://www.alainet.org/es/articulo/214982

Con la columna de esta semana del Club de La Pluma, el director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, nos lleva de viaje por las profundidades de África, un territorio ignorado por los medios de comunicación, salvo cuando magnifican una desgracia humanitaria, lo que supone la intención de Occidente por mantenerlo oculto, quizás para que no se conozca lo que allí ocurre.

Y analiza este tema al reflujo de las próximas elecciones en Francia. Un país que aunque cuenta con unos registros que la ubican a la cabeza del orden mundial, también ese estatus le está obligando a una serie de imposibles inversiones, ya que es un estado cuya economía y poder dependen de su presencia colonial en aquel continente, de cuyos riquezas y recursos naturales se nutre desde hace siglos, lo que en verdad significa que África le aporta la mayor parte de su sustento económico.

Un flujo de riquezas ajenas que le ha permitido presumir del mito de “La Grandeur Francesa”. Una leyenda instaurada por DeGaulle, que se va reduciendo a una nostálgica fama, burdamente romántica que esconde una explotación secular y dramática de millones de seres humanos. Cuando en la actualidad, Francia es sacudida por la creciente fragilidad económica y política de su estado, que se refleja en serios conflictos sociales que destiñen su etiqueta “glamourosa”.

Con estos antecedentes, nuestro director nos detalla con gran precisión, el extenso despliegue geopolítico francés en África y la verdadera dimensión de su imperio neo colonial, mayor aún que la Commonwehalth Británica, con una influencia sobre el 45% del territorio, debido a la gran cantidad de países que controla, a los mecanismos que se sirve para imponer un férreo control sobre esos estados, a las trampas monetarias impuestas y a su poderosa presencia militar de todo tipo, que le sirve para imponer una implacable mano de hierro, simulada bajo ese falso guante de seda que Occidente llama COLABORACIÓN PARA EL DESARROLLO. Todo ello con el visto bueno de EEUU, como no podía ser de otra manera. Y para confirmar tal presencia, basta con decir que el 40% de las empresas en África son Francesas, que controlan la producción de uranio y que se privilegia de su producción petrolera.

Y todo coincide cuando gana protagonismo El Sáhel, esa zona que limita al norte con el desierto del Sahara y al sur con la sabana sudanesa, afectada por la presencia del terrorismo yihadista que se activó cuando la destrucción de Libia, propiciada por Francia y que provocó que la poderosa fuerza de choque de los Tuaregs volvieran muy fuertemente equipados al desierto y con la intención de independizarse. Por eso, hoy en día, el Sháel es una zona altamente peligrosa, en la cual Francia también pierde poder y presencia, como en el caso de Malí, que expulsó a los asesores franceses y a su base militar. O cómo la anunciada retirada de Burkina Faso que se asemeja a la humillante derrota de EEUU en Afganistán .Lo que está dejado un gran vacío de poder que se va ocupando por asesores militares rusos como por agentes económicos chinos. Lo que confirma otra nueva y gigantesca derrota geopolítica europea y francesa, y otro paso adelante de la alianza euroasiática que consolida su despliegue.

También Pereyra Mele se pregunta ¿Qué pasaría, si los países africanos consiguieran escapar del modelo económico y colonial que le han impuesto Europa? Ese modelo que le impide unirse regionalmente y transformarse en otra expresión del “Continentalismo”. Un modelo que se impone en el nuevo orden Mundial, mientras las viejas potencias intentan mantenerse por allí de forma desesperada y en cuanto aumenta el poder de esos pueblos a la sombra de las nuevas potencias emergentes

Finalmente, este esclarecedor relato deja en el aire una imperativa e inquietante duda: ¿QUÉ SERIA HOY DE FRANCIA, SI NO FUERA POR SUS COLONIAS AFRICANAS?

Eduardo Bonugli (Madrid, 20/02/22)

PARA MAYOR INFORMACION:

La Francáfrica o el imperio neocolonial francés: https://elordenmundial.com/la-francafrica-imperio-neocolonial-frances/

Mali: La invasión por la OTAN de Libia en 2011 desestabilizó toda la región: https://spanish.almanar.com.lb/591857

Francia, frente a su espejo geopolítico: la búsqueda interminable de la ‘grandeur’ perdida: https://www.elconfidencial.com/mundo/europa/2022-02-17/francia-en-2022-elecciones-busqueda-grandeur-perdida_3361111/

LA ACTUALIDAD EN DOSSIER GEOPOLITICO:

Brújula para orientarse en el golpe de Estado en Burkina Faso

https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2676

Declaración del CADTM África relativa a las sanciones de la CEDAO y la UEMOA contra Malí

https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2677

Cómo Francia está perdiendo influencia en el norte de África

https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2678

El neocolonialismo francés en África se desmorona

https://www.nodo50.org/ceprid/spip.php?article2679