Este año 2022 el Equipo de Dossier Geopolitico ante la confirmación de los “cambios sistémicos globales” que venimos anunciando desde hace 15 años y que están en pleno desarrollo y que la Guerra en el este de europa es una manifestación mas de los mismos y muy particularmente desde la operación especial iniciados por la Federación Rusa contra el Régimen Ucraniano “vector” del mundo mal llamado Occidental, que forma parte de un intento desesperado para seguir intentando sostener la unipolaridad y la hegemonía encabezada por la angloesfera desde los 90s…decidimos desarrollar un Ciclo de Conferencias Internacionales con personalidad del mas altísimo nivel sobre estos Cambios y que desarrollen la potencialidad de los BRICS dentro de estos cambios de Poder Global.

Nuestros objetivos eran realizar Diez Conferencias, pero ya por pedido de muchos expertos investigadores y gente que quiere estar informada (ante la desinformación del sistema propagandístico “occidental”) hemos decidido incorporar nuevos temas que nos parecen de importancia capital para entender los cambios sistémicos en pleno desarrollo.  

Las Conferencias Debate que continuarán a lo largo del año y que ponemos a vuestra disponibilidad de forma libre y gratuita y que se encuentran en nuestro Canal de YouTube:

PRIMERA CONFERENCIA CICLO 2022: CONSECUENCIAS ECONÓMICAS SOCIALES DE LA GUERRA DE UCRANIA

Por el Dr Francisco Javier Martinez de España; .El Dr  Martinez es Analista Internacional, Diplomado por la Academia de Derecho de la Haya Países Bajos recibido en Derecho Comunitario en Estrasburgo Francia y experto en Economía Internacional

SEGUNDA CONFERENCIA CICLO 2022: LOS CAMBIOS GEOPOLÍTICOS QUE DETONAN LA GUERRA EN UCRANIA.

Por el Lic. Eduardo Luque es profesor de Historia por la Universidad Central de Barcelona. Licenciado en Pedagogía por la UAB, Licenciado en Psicopedagogía. Analista internacional y experto en Geopolítica. Colaborador de RT, Hispantv y articulista Revista el Viejo Topo, Crónica Popular y en Canarias semanal España.

TERCERA CONFERENCIA CICLO 2022: El Atlántico Sur y los Conflictos Globales

Por el Lic. Adolfo Koutoudjian, Licenciado en Geografía por la Universidad de Buenos Aires (UBA). En el área docente se desempeña como profesor de Geopolítica en la Facultad de la Defensa Nacional, la Escuela Superior de Guerra Conjunta de las Fuerzas Armadas y la Escuela de Guerra Naval de Argentina; y como profesor invitado, en el Departamento de Geografía de la UBA. Es autor de numerosas publicaciones en los temas de su especialidad, y consultor en diversos organismos y publicaciones internacionales.

CUARTA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GUERRA DE UCRANIA DESDE LO OPERACIONAL

Por el Cnel. (R) Carlos Pissolito (EA), Oficial de Estado Mayor, instructor de Comandos, Ex Agregado Militar Adjunto de la Embajada Argentina en EEUU y la ONU. Lic. en Estrategia y Administración, postgrado en Políticas de Seguridad Nacional Universidad de Boston. MINUSTAH (Haití). observador militar de la ONU en Irak y Chipre. Miembro del Centro de Estudios Estratégicos Santa Romana, miembro del Centro de Estudios Estratégicos Suramericano (CeeS) y miembro de Dossier Geopolítico.

QUINTA CONFERENCIA CICLO 2022: GEOPOLÍTICA PERSA EN EL SIGLO XXI, IRÁN Y LOS DESAFÍOS DE OCCIDENTE

Por el Lic. en Comunicación Social UNLP Sebastián Salgado, analista internacional, corresponsal,  periodista y documentalista. Ex director de Noticias del Canal TVC México, Ex Director de Noticias de Telesur en Caracas, Corresponsal de Hispantv Irán, Docente de la Facultad de Periodismo UNLP, experto en Medio Oriente y Zona de influencia, fundó la agencia de noticias internacionales Data Urgente.

SEXTA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GEOPOLITICA DE LA RUTA DE LA SEDA Y EL DESPLIEGUE CON LATINOAMÉRICA

Por el sociólogo Sebastian Schulz Becario Doctoral del CONICET. Doctorando en Ciencias Sociales y Especializando en Estudios Chinos (UNLP). Investigador del Centro de Estudios Chinos (Instituto de Relaciones Internacionales, UNLP) y del Centro de Investigaciones en Política y Economía. Integrante de los Grupos de Trabajo de CLACSO «China y el mapa del poder mundial» y «Geopolítica, integración regional y sistema mundial». Columnista en la Revista Web “La ruta China”.

SEPTIMA CONFERENCIA CICLO 2022: LA GEOPOLITICA DE LA CRISIS GLOBAL UNA MIRADA DESDE BRASIL

Por el Dr. Lucas Kerr Oliveira de la Universidade Federal da Integração Latino-Americana (UNILA) – Dr. en Ciencias Políticas y Magíster en Relaciones Internacionales, Profesor en la Universidad Federal de Integracion LatinoAmericana (UNILA) Investigador y Profesor del Programa de Posgrado en Integracion Contemporánea en América Latina y en varios Observatorios de Relaciones Internacionales especialista en Geopolitica, Seguridad Internacional, Estudios Estratégicos, defensa Y Guerra & Paz. Colabora con varios Institutos de RRII y Universidades.

OCTAVA CONFERENCIA DEL CICLO 2022: AMÉRICA LATINA-RUSIA: UNA PUERTA AL FUTURO

Por el Magister Hernando Kleimans, historiador, periodista, especialista en relaciones económicas Argentina-Rusia. Lic. Licenciado en Ciencias Históricas y Master en Relaciones Económicas Internacionales de la Academia de Rusia. Ex director de la Casa de la Provincia de Buenos Aires en Rusia. Corresponsal de medios argentinos en Moscú y de medios rusos en Buenos Aires. Periodista de Internacionales en las Agencias Télam; DyN; UPI; EFE; APN y numerosos medios radiales televisivos y escritos

Con 19 libros sobre las relaciones de Rusia y América Latina.

IX Conferencia del ciclo 2022: Geopolítica teológica. La Tercera Guerra Mundial y el camino de la Paz

Por el Sheij Abdul Karim Paz – Argentino – Licenciado en Filosofía UBA 1987 – Magíster Teología Islámica, Qom, 2011 – Coordinador del Diálogo Interreligioso en Iberoamérica y miembro de la Asamblea Mundial de Ahlul Bait, sede en Teherán.

X CONFERENCIA, CICLO 2022: PATRIA GRANDE: UNA GEOPOLÍTICA PARA SURAMERICA

Por el Dr. Miguel Barrios: Doctor en Ciencia Política, Doctor en Ciencia de la Educación, profesor e investigador universitario, consultor de organismos internacionales, además de autor de numerosas publicaciones acerca de política latinoamericana, integración regional, geopolítica y educación. Ha sido profesor en universidades de América Latina, Europa, Asia y África.

XI CONFERENCIA, CICLO 2022: EL CARIBE EN EL ESCENARIO DE LA TRANSICIÓN GEOPOLÍTICA

Por la Lic. Lourdes María Regueiro Bello, Licenciada en Economía Política, graduada de Economía Política en la Universidad de La Habana. Actualmente es profesora investigadora del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI). Actualmente es co-coordinadora del GT China y el mapa del poder mundial de CLACSO.

Cordialmente

Prof. Lic. Carlos Pereyra Mele

Director de Dossier Geopolitico

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, analiza en la columna del Club de La Pluma, las declaraciones del presidente de Francia, en las que decretó EL FIN DE LA ABUNDANCIA PARA OCCIDENTE, lo que se interpreta como un reconocimiento de las horas dramáticas que vive el imperio, al no recibir -en abundancia y barato- los recursos energéticos de Rusia y cuando ya no puede rapiñarlos por el mundo, tal cual lo hizo durante siglos. También por sus graves errores en política económica y por el castigo de la Naturaleza, con temperaturas extremas y sequías, a tanto abuso climático. Un escenario que puede ser catastrófico y cuya respuesta de Occidente es únicamente seguir apretando su “tuerca bélica”, poniendo en riesgo a la humanidad en su insaciable avaricia por mantener unos privilegios que ya no les corresponden. Siendo la desesperación del régimen británico y sus derivas de amenazas nucleares, un claro ejemplo de semejante peligro. 

Sobre la guerra de Ucrania nos asegura que el conflicto entre atlantistas y continentalistas -con Europa como vasallo- continuará hasta que Rusia alcance sus objetivos. También apela a dejar al margen la gigantesca aparatología mediática y a centrarse en la ciencia geopolítica, tal cual lo ha hecho este espacio durante lustros desde el Club de la Pluma, informando con documentación y con pruebas. Y con “la realidad como única verdad”, demostrando que el cambio sistémico anunciado se está dando a toda velocidad y a nivel global, derrumbando con fuerza a las estructuras ideológicas creadas por el imperialismo norteamericano y sus socios. 

Y tras mencionar a las impresionantes maniobras VOSTOK 22 del ejército ruso y a la rápida evolución y avance de los BRICS, Pereyra Mele aborda la visita a Argentina del canciller de La India. País asiático que con firmeza y un enorme despliegue planetario, está actuando como  una verdadera potencia global, poniendo blanco sobre negro las nuevas realidades a la que debemos empezar a consolidar los americanos del sur. Aprovechando esta posibilidad para lograr la anhelada independencia económica y estableciendo relaciones provechosas con todas las naciones que quieran comerciar y participar en forma positiva y justa de nuestros recursos y compartir experiencias, tecnología, y objetivos de bienestar humano. 

Finalmente Carlos se despide reflexionando sobre que se abren grandes caminos a los latinoamericanos, con inmensas posibilidades para poder desarrollar y tener un destino y un futuro en este siglo 21. Y abandonar así el camino de la separación, del enfrentamiento y de la dominación, a la que hemos estado sometidos en los últimos 150 años. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 28/08/22)

Macron: EL FIN DE LA ABUNDANCIA PARA OCCIDENTE
El Gas...

El colaborador en España de Dossier Geopolítico, Eduardo Bonugli, nos dice en la columna del Club de La Pluma, que EUROPA SIENTE EL ALIENTO EN LA NUCA ante una posible respuesta rusa al brutal atentado en Moscú contra Daría Dugin, hija del filósofo y politólogo antiglobalización, Alexander Dugín y que lleva -según Rusia- el sello de los servicios secretos occidentales y el terrorismo nazi de la Ucrania de Zelenski.

Y afirma que EUROPA ESTÁ CON MIEDO de ser el blanco principal de un cada vez más cercano holocausto nuclear, por ser un peón de los intereses globales de Washington que les plantó esta guerra en su territorio y le obligó a que pusiera los muertos, los costes económicos y hasta su propia supervivencia.

Mientras su prepotente prensa calla y minimiza el crimen, ya que es conciente de que cualquier ciudad europea está a minutos de todo misil ruso. Y también, que ese pánico se extiende a los corruptos políticos que gobiernan sus democracias de papel mojado.

Y que los europeos de a pié, en su burbuja de ignorancia, no se enteran de nada, creyendo que esto no va con ellos porque están protegidos por su leyenda de grandeza colonial e imperial.

Carlos Pereyra Mele – Director de Dossier Geopolítico.

A medida que la integración euroasiática se convierta en un vector aún más fuerte, la diplomacia rusa consolida la nueva normalidad Pepe Escobar 26 de agosto

Dmitry Medvedev, disfrutando de su descanso, ha establecido la ley sobre la Operación Militar Especial (SMO). Sin rodeos, afirmó que hay un escenario de “uno y medio”: o ir hasta el final, o un golpe de estado militar en Ucrania seguido de admitir lo inevitable. No aplica tercio.

Eso es tan claro como se pone: el liderazgo en Moscú está dejando muy claro, a las audiencias internas e internacionales, que el nuevo acuerdo consiste en cocinar lentamente la raqueta de Kiev dentro de un caldero enorme mientras se pule su estatus de agujero negro financiero para el Occidente colectivo. Hasta que lleguemos al punto de ebullición, que será una revolución o un golpe.

Paralelamente, The Lords of (Proxy) War continuará con su propia estrategia, que consiste en saquear una Europa debilitada y temerosa, para luego vestirla como una colonia perfumada para ser explotada sin piedad hasta la saciedad por la oligarquía imperial.

Europa es ahora un TGV fuera de control, sin los valores de producción de Hollywood requeridos. Suponiendo que no se desvíe del camino, una proposición arriesgada, eventualmente puede llegar a una estación de tren llamada Agenda 2030, The Great Narrative, o alguna otra denominación OTAN/Davos du jour.

Tal como está, lo que es notable es cómo la economía rusa “marginal” apenas sudó para “acabar con la abundancia” de la región más rica del planeta.

Moscú ni siquiera considera la idea de negociar con Bruselas porque no hay nada que negociar, considerando que los eurócratas insignificantes solo serán expulsados ​​​​de su estado zombificado cuando las terribles consecuencias socioeconómicas del «fin de la abundancia» finalmente se traduzcan en campesinos con tridentes. vagando por el continente.

Puede que falten eones, pero inevitablemente el italiano, alemán o francés promedio conectará los puntos y se dará cuenta de que son sus propios «líderes» (nulidades nacionales y en su mayoría eurócratas no elegidos) quienes están allanando el camino hacia la pobreza.

Tú serás pobre. Y te gustará. Porque todos apoyamos la libertad de los neonazis ucranianos. Eso lleva el concepto de “Europa multicultural” a un nivel completamente nuevo.

El tren desbocado, por supuesto, puede desviarse y hundirse en un abismo alpino. En este caso, algo podría salvarse de los escombros, y la «reconstrucción» podría estar en las cartas. Pero ¿reconstruir qué?

Europa siempre podría reconstruir un nuevo Reich (que se derrumbó con estruendo en 1945); un Reich suave (erigido al final de la Segunda Guerra Mundial); o rompa con sus fracasos pasados, cante «I’m Free» y conéctese con Eurasia. No apuestes por ello.

Recupera esas tierras taurinas

El SMO puede estar a punto de cambiar radicalmente, algo que enloquecerá aún más a los ya despistados habitantes de Think Tank Land de EE. UU. y sus vasallos europeos.

El presidente Putin y el ministro de Defensa, Shoigu, han estado dando serios indicios de que la única forma de aumentar el dolor es aumentar, considerando la creciente evidencia de terrorismo dentro del territorio ruso; el vil asesinato de Darya Dugina; bombardeos continuos de civiles en las regiones fronterizas; ataques a Crimea; el uso de armas químicas; y el bombardeo de la central eléctrica de Zaporizhzhya, lo que aumenta el riesgo de una catástrofe nuclear.

El martes pasado, un día antes de que la SMO cumpliera seis meses, el representante permanente de Crimea ante el Kremlin, Georgy Muradov, casi lo explicó en detalle.

Hizo hincapié en la necesidad de «reintegrar todas las tierras de Taurian» – Crimea, el Mar Negro del Norte y el Mar de Azov – en una sola entidad tan pronto como «en los próximos meses». Definió este proceso como “objetivo y exigido por la población de estas regiones”.

Muradov agregó, “dados no solo los ataques en Crimea, sino también el bombardeo continuo de la planta de energía nuclear Zaporizhzhya, la represa del embalse Kakhovka, las instalaciones pacíficas en el territorio de Rusia, el DNR y LNR, existen todas las condiciones previas para calificar. las acciones del régimen de Banderita como terrorista”.

La conclusión es inevitable: “el tema político de cambiar el formato de la operación militar especial” entra en la agenda. Al fin y al cabo,

Washington y Bruselas “ya han preparado nuevas provocaciones anti Crimea de la alianza OTAN-Bandera”.

Entonces, cuando examinamos lo que implica la «restauración de las tierras de Taurian», vemos no solo los contornos de Novorossiya sino, sobre todo, que no habrá ninguna seguridad para Crimea, y por lo tanto Rusia, en el Mar Negro sin que Odessa se vuelva rusa. otra vez. Y eso, además, resolverá el dilema de Transnistria.

Agréguele Járkov: la capital y el principal centro industrial del Gran Donbass. Y por supuesto, Dnipropetrovsk. Todos son objetivos SMO, el combo completo para ser luego protegido por zonas de amortiguamiento en los oblasts de Chernihiv y Sumy.

Solo entonces las “tareas” –como las llama Shoigu– de la SMO serían declaradas cumplidas. La línea de tiempo podría ser de ocho a diez meses, después de una pausa bajo el «General Invierno».

A medida que avanza el SMO turboalimentado, es un hecho que Empire of Chaos, Lies and Plunder continuará apuntalando y armando la raqueta de Kiev hasta Kingdom Come, y eso se aplicará especialmente después del Regreso de Odessa. Lo que no está claro es quién y qué pandilla quedará en Kiev haciéndose pasar por el partido gobernante y haciendo especiales para Vogue mientras cumple debidamente con la masa de dictados imperiales.

También es un hecho que el combo CIA/MI6 estará refinando sin parar los contornos de una guerra de guerrillas masiva contra Rusia en múltiples frentes, repleta de ataques terroristas y todo tipo de provocaciones.

Sin embargo, en el panorama general, es la inevitable victoria militar rusa en Donbass y luego «todas las tierras de Taurian» lo que golpeará al Occidente colectivo como un asteroide letal. La humillación geopolítica será insoportable; por no hablar de la humillación geoeconómica para la Europa vasallada.

A medida que la integración euroasiática se convierta en un vector aún más fuerte, la diplomacia rusa consolidará la nueva normalidad. Nunca olvide que Moscú no tuvo problemas para normalizar las relaciones, por ejemplo, con China, Irán, Qatar, Arabia Saudita, Pakistán e Israel. Todos estos actores, de diferentes maneras, contribuyeron directamente a la caída de la URSS. Ahora, con una excepción, todos se centran en el amanecer del siglo euroasiático.

Esta semana unos de los principales formadores de opinión del mundo atlantista en la Argentina el Sr. Rosendo Fraga Director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría escribía para el medio pro norteamericano Infobae lo siguiente: “El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental.” Es importante que alguien muy ligados a los intereses de la angloesfera describa está realidad, que desde Dossier Geopolitico venía adelantando desde hace años para lo cual acompaño algunos links: El Nuevo Orden Mundial que se viene  (2014) en Rebelion: https://rebelion.org/el-nuevo-orden-mundial-que-se-viene/ ; Horas cruciales (2013) https://rebelion.org/horas-cruciales/ ; 2016, el «fin» del «principio» (2016) https://rebelion.org/2016-el-fin-del-principio/ ; Rusia esboza un Nuevo Orden Mundial postoccidental (2020) http://www.gracus.com.ar/2020/10/14/rusia-esboza-un-nuevo-orden-mundial-postoccidental/ 

Importante es ver cómo por estas horas los antiguos sostenedores de la de los principios del Fin de la Historia y la Hegemonía total para el S XXI por parte de EEUU y sus “socios-aliados” hoy empiezan a cambiar el discurso ante la “Caída de los Dioses”, que hoy pretenden realinearse con un “discurso mas cercano a la realidad y la verdad. No nos equivocamos ni en los tiempos que vendrían ni en la peligrosidad de los mismos ante este cambio sistémico en pleno desarrollo.

Carlos Pereyra Mele Director de Dossier Geopolitico DG

Geopolítica del siglo XXI y seis meses de guerra en Ucrania

Al cumplirse medio año de la invasión rusa, conviene revisar los significados y cambios que el conflico está mostrando

Por Rosendo Fraga

El fenómeno geopolítico global de comienzos del siglo XXI es el fin del dominio del mundo occidental. Occidente inició su expansión global a fines del siglo XV, cuando los españoles en 1492 llegan a América y los portugueses a la India en 1498. Desde entonces, la expansión de los imperios europeos en América, Asia, África y Oceanía fue el eje del desarrollo geopolítico durante la segunda mitad del segundo milenio. No solamente implicó el dominio occidental la supremacía geográfica y económica, sino también la capacidad científico-tecnológica práctica. El papel, la pólvora y la imprenta son originarios de Oriente, pero en manos de Occidente se transformaron en instrumentos de su expansión global. Los imperios español y portugués primero; el inglés y el francés después; y el alemán e italiano en tercer término, fueron distintos instrumentos del dominio global occidental.

La descolonización que tiene lugar después de la Segunda Guerra Mundial probablemente sea el hecho político dominante del inicio de la hegemonía global de Occidente, y quizás la devolución de Hong Kong a China por parte de Gran Bretaña y la de Boa por Portugal a la India simbolizan, a finales del siglo XX, el sentido de este cambio geopolítico. La independencia de la India a mediados del siglo XX es también un hecho en esa dirección.

En la visión geopolítica de Estados Unidos al comenzar el siglo XXI, su idea dominante es seguir siendo la potencia del Pacífico, y para China y Rusia la ampliación de su influencia en el entorno inmediato. Así lo expresó textualmente Biden, quien como Vicepresidente de Obama hace 10 años dijo en Beijing: “Estados Unidos es y seguirá siendo la potencia del Pacífico”, dando por descontada la hegemonía en el Atlántico. Su intención de seguir siendo la potencia bioceánica por excelencia se ve reflejado en sus 11 portaaviones que recorren las aguas del mundo.

Joe Biden y Xi JinpingJoe Biden y Xi Jinping

Respecto a China, su idea geopolítica central es la Nueva Ruta de la Seda. Hunde sus raíces en el pasaje del primer al segundo milenio. Es un eje fundamentalmente terrestre, que va desde las costas del Lejano Oriente y el Pacífico, hasta el Báltico en el Atlántico, pasando por el Mediterráneo. Así como la geopolítica anglosajona ha tenido una visión marítima, la de China ha sido terrestre. Mientras Estados Unidos tiene fronteras con solo dos países, Canadá al norte y México al sur, la potencia asiática las tiene con dieciocho países. La Nueva Ruta de la Seda es un proyecto histórico y geográfico que tiene tres capítulos surgidos de las ambiciones geopolíticas: la expansión al sudeste de Asia, a África y a América del Sur.

Rusia es el país más grande del mundo, que se extiende del Atlántico al Pacífico y que es la potencia dominante en el Ártico. Su proyecto geopolítico es muy claro y comienza a desarrollarse a principios del siglo XVIII por el Zar Pedro I, quien derrota a Suecia y llega al Báltico. Para este Zar, Rusia era la “Potencia de los Cinco Mares”: Negro, Azov, Caspio, Báltico y Ártico (Putin en julio, al presentar la nueva estrategia naval, agrega un sexto: el Oj, donde tiene islas en disputa con Japón). El proyecto geopolítico ruso en el siglo XXI es la reconstitución de la Unión Soviética, desarticulada tras la disolución del comunismo. Europa ha sido el centro del dominio global occidental y quizás por eso es el continente que enfrenta un mayor retroceso relativo. Su desafío central es mantener la cohesión lograda a través de la Unión Europea y su debate clave es si continúa como un aliado subordinado a Estados Unidos o intenta jugar una política de equilibrio entre este país y China, de la que hoy parece alejada.

En las primeras décadas del siglo XXI, los conflictos de la OTAN que en forma simultánea desarrolla con Rusia y con China, son en realidad la pugna entre Washington y Beijing por la hegemonía global. En el largo plazo, la cohesión de la Unión Europea y de la OTAN son un interrogante, aunque no lo sea en el corto ni en el mediano plazo, y la división ideológica de los Estados Unidos sea posiblemente, junto con el cuestionamiento al funcionamiento de la democracia en Occidente, su amenaza ideológica más importante. Treinta años atrás, la geopolítica estaba fuera de moda. Dominaba la idea de que el Estado nacional desaparecía por la globalización económica y la multilateralidad política. Las nuevas tecnologías hacían que el territorio perdiera sentido y en la cual los recursos naturales pierden valor frente a la posesión del conocimiento. El nacionalismo era un valor en retroceso. Hoy la visión es diferente. Las nuevas tecnologías no solamente se han nacionalizado, sino que son un campo de batalla central entre Estados Unidos y China por la hegemonía global. Lo multilateral se ha debilitado y las potencias regionales tienen más gravitación. Las redes sociales, que se creía iban a imponer una cultura universal, hoy son más instrumentos que refuerzan los conflictos de identidad. Las guerras, que hace treinta años se las consideraba un hecho del pasado, hoy han vuelto a ser un dramático presente, en el cual los diplomáticos hablan como guerreros y los ejercicios militares son instrumentos centrales de la política exterior.

Ejercicios navales chinos cerca de la costa de TaiwánEjercicios navales chinos cerca de la costa de Taiwán

La geopolítica tiene estrecha vinculación con la historia y en mayo, en el Foro de Davos, Henry Kissinger señaló que era un error expulsar a Rusia de Europa, porque así el continente iba a quedar más inseguro. Cabe recordar que Gran Bretaña y Rusia fueron aliados militares en las tres guerras mundiales de la modernidad: las Napoleónicas, además de la Primera y la Segunda. También dijo que era un error empujar a Rusia a una alianza militar con China, algo que en las últimas semanas se ha producido. Agregó en esa oportunidad también que Ucrania iba a tener que aceptar concesiones territoriales. Cabe recordar que Kruschev entregó Crimea a Ucrania al cumplirse los 300 años de que este país aceptara someterse al Imperio Ruso. Crimea fue, a mediados del siglo XIX, el motivo de la guerra que libró Rusia con Gran Bretaña, Francia, Turquía y Cerdeña.

La visión estratégica del Reino Unido para el 2030 presentada el año pasado, al vincular los conceptos de geopolítica y geoeconomía, señala tres tendencias predominantes: la importancia creciente del Indopácífico, una China más firme y amenazante, y un rol más importante de lo que llama las “potencias medianas”. Esto último se ha visto corroborado en los casi seis meses de guerra que llevan Rusia y Ucrania. Cabe recordar que países como México, Brasil y Argentina en América Latina; Egipto, Sudáfrica y Nigeria en África; Indonesia, Pakistán, Tailandia y Vietnam en Asia; y Arabia Saudita y Emiratos en el mundo árabe, coincidieron, sin coordinación previa, en condenar la invasión rusa a Ucrania porque afectaba el principio de soberanía, y tampoco se sumaron al mismo tiempo a las sanciones económicas contra Rusia que lleva adelante Europa y Estados Unidos por la misma razón, porque afecta el principio de soberanía. Es decir, han mantenido una posición independiente en el conflicto. Hacia adelante, se dibuja un eje geopolítico entre el hemisferio norte y el hemisferio sur. Pero el primero seguirá siendo en los próximos siglos, el que concentre población y recursos. Históricamente, lo geopolítico ha estado vinculado a la capacidad militar de las potencias para alcanzar sus intereses estratégicos.

A seis meses de la guerra de Ucrania, la determinación de Rusia de reclutar 137.000 hombres para sus Fuerzas Armadas el año próximo; la decisión de la OTAN y sus aliados anunciada el 23 de agosto de que mantendrán el apoyo a Ucrania “durante años”; y los conflictos geopolíticos que se desarrollan simultáneamente entre la alianza occidental y sus aliados en torno a Ucrania y Taiwán, muestran una situación geopolítica global peligrosa e incierta.

Publicado en Infobae: https://www.infobae.com/opinion/2022/08/27/geopolitica-del-siglo-xxi-y-seis-meses-de-guerra-en-ucrania/

 

Las MANIOBRAS MILITARES VOSTOK 22 que realizará Rusia en pocos días más en Siberia, son el tema central de la columna semanal del Club de La Pluma del director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, por considerarlas un aviso contundente y poderoso de coordinación militar en armamentos, defensa y seguridad del mundo euroasiático y -a la vez- una respuesta clara y demoledora a las provocaciones de la Anglo Esfera, luego de que en la última cumbre del OTAN de Madrid declararan públicamente que China y Rusia son los adversarios estratégicos a los que hay que impedir su crecimiento e incluso eliminarlos.

Por lo tanto, son unas maniobras que vienen a demostrar la incapacidad de Estados Unidos y sus socios para interferir en el definitivo desarrollo de las potencias emergentes del Sur Global, todo dentro de un conflictivo escenario internacional, con frentes abiertos tanto en Ucrania como en Taiwán, donde las potencias emergentes se defienden de la agresividad desubicada y desbocada de Occidente, que supera la pura competencia económica, comercial, energética, cibernética o espacial, y que tienden a enfrentamientos militares de envergadura, a los cuales las potencias emergentes muestran músculo al no aceptar su rol de dependencia del imperio Anglosajón.

Además, Pereyra Mele señala importantes aspectos estratégicos de estos ejercicios militares que se extenderán también a las islas Kuriles -en litigio con Japón-, al estrecho de Bering, al mar Ártico de Siberia y a las cercanías de Corea. Subrayando la significativa participación de China, también de La India -por primera vez-, como de Bielorrusia y de otros países de la región, que demuestran la coordinación del conjunto de las fuerzas armadas de Asia y su determinación de establecer normas claras y concretas a los desafíos del nuevo giro histórico global y dar respuestas decididas a la agresividad de Estados Unidos y sus socios, en su nueva versión de la “OTAN / Pacífico”.

Además, nuestro director aborda la historia de las maniobras militares VOSTOK desde la época de la URSS, de los años en que no se realizaron y que coincidieron con el derrumbe del sistema y el fraccionamiento del territorio, y de su reactivación en 2018, en paralelo con el resurgir de Rusia como potencia mundial. Además de datos y estadísticas sobre efectivos, armamentos y nuevas tecnologías que sirven para dimensionar el alcance y la envergadura de unos ejercicios militares que por sí solos, dan por tierra a las leyendas mediáticas occidentales que deliran con una supuesta y falsa debilidad militar rusa.

Y finalizando, Pereyra Mele reflexiona sobre las últimas declaraciones de Henry Kissinger: “…Estados Unidos debería dejar de utilizar la herramienta de la agresión porque ello nos conduce fatalmente a un conflicto de dimensiones totalmente increíbles y que pueden llegar al holocausto nuclear”.

Eduardo Bonugli (Madrid, 31/07/22)

Haciendo caso omiso de los obstáculos occidentales, los ambiciosos proyectos de conectividad de Eurasia dirigidos por China y Rusia ahora están progresando profundamente en el corazón de Asia.

Pepe Escobar 17 de agosto

AMARKAND – Interconectar Eurasia Interior es un ejercicio de equilibrio taoísta: agregar pieza por pieza, pacientemente, a un rompecabezas gigantesco. Se necesita tiempo, habilidad, visión y, por supuesto, grandes avances. Recientemente se agregó una pieza clave al rompecabezas en Uzbekistán, reforzando los vínculos entre la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) y el Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC). El gobierno de Mirzoyoyev en Tashkent está profundamente comprometido en impulsar otro corredor de transporte de Asia Central: un ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán-Afganistán. Ese fue el tema central de una reunión entre el presidente de la junta directiva de Temir Yullari, los ferrocarriles nacionales de Uzbekistán, y sus homólogos en Kirguistán y Afganistán, así como los gerentes de la empresa de logística china Wakhan Corridor. En términos de la compleja intersección de Xinjiang con el centro y el sur de Asia, esto es lo más innovador posible, como parte de lo que yo llamo la Guerra de los Corredores Económicos. Los uzbekos han considerado pragmáticamente que el nuevo corredor es esencial para el transporte de carga con tarifas bajas, pero eso va mucho más allá de los meros cálculos comerciales. Imagine, en la práctica, contenedores de carga que llegan en tren desde Kashgar en Xinjiang a Osh en Kirguistán y luego a Hairatan en Afganistán. Se prevé que el volumen anual alcance los 60.000 contenedores solo en el primer año. Eso sería crucial para desarrollar el comercio productivo de Afganistán, lejos de la obsesión por la «ayuda» de la ocupación estadounidense. Los productos afganos finalmente podrán exportarse fácilmente a los vecinos de Asia Central y también a China, por ejemplo, al bullicioso mercado de Kashgar. Y ese factor estabilizador reforzaría las arcas de los talibanes, ahora que el liderazgo en Kabul está muy interesado en comprar petróleo, gas y trigo rusos con descuentos muy atractivos.

Como hacer que Afganistán vuelva al juego

También existe la posibilidad de escindir un proyecto de carretera de este ferrocarril que cruzaría el ultra estratégico corredor de Wakhan, algo que Beijing ya ha estado contemplando durante algunos años. El Wakhan es compartido por el norte de Afganistán y la Región Autónoma de Gorno-Badakhshan de Tayikistán: una franja geológica larga, árida y espectacular, que avanza hasta Xinjiang. Ahora está claro no solo para Kabul, sino también para los miembros de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO), que los estadounidenses humillados no restituirán los miles de millones de dólares ‘confiscados’ de las reservas del Banco Central afgano, algo que al menos mitigaría la situación de Afganistán. actual, grave crisis económica y hambruna masiva inminente. Entonces, el Plan B es reforzar las, por el momento devastadas, cadenas de suministro y comercio afganas. Rusia estará a cargo de la seguridad de toda la encrucijada de Asia Central y del Sur. China proporcionará la mayor parte de la financiación. Y ahí es donde encaja el ferrocarril China-Kirguistán-Uzbekistán-Afganistán. China ve una carretera a través de Wakhan, una propuesta muy complicada, como un corredor BRI adicional, que se une a la carretera Pamir pavimentada por China en Tayikistán y las carreteras reconstruidas por China en Kirguistán. El Ejército Popular de Liberación (EPL) ya ha construido una carretera de acceso de 80 km desde el tramo chino de la autopista Karakoram, antes de llegar a la frontera con Pakistán, hasta un paso de montaña en Wakhan, actualmente solo disponible para automóviles y jeeps. El próximo movimiento chino sería continuar por ese camino por 450 km, hasta llegar a Faizabad, la capital provincial de Afghan Badakhshan. Eso constituirá el corredor de respaldo al borde de la carretera para el ferrocarril China-Asia Central-Afganistán. El punto clave es que los chinos, tanto como los uzbekos, entienden completamente la ubicación extremadamente estratégica de Afganistán: no solo como una encrucijada de Asia Central y del Sur, que conecta con puertos oceánicos clave en Pakistán e Irán (Karachi, Gwadar, Chabahar) y al mar Caspio a través de Turkmenistán, pero también ayudando a Uzbekistán, país sin salida al mar, a conectarse con los mercados del sur de Asia. Todo eso es parte del laberinto del corredor BRI; y al mismo tiempo se entrelaza con el INSTC debido al papel clave de Irán (él mismo cada vez más vinculado con Rusia). Teherán ya está comprometido en la construcción de un ferrocarril a Herat, en el oeste de Afganistán (ya reconstruyó la carretera). Entonces tendremos a Afganistán incorporado tanto en BRI (como parte del Corredor Económico China-Pakistán, CPEC) como en el INSTC, dando impulso a otro proyecto más: un ferrocarril Turkmenistán-Afganistán-Tayikistán (TAT), que se conectará a Irán y así el INSTC.

Del Karakórum al Pakafuz

La carretera de Karakoram, cuya parte norte fue reconstruida por los chinos, tarde o temprano puede tener una hermana ferroviaria. Los chinos han estado pensando en ello desde 2014. Para 2016, un ferrocarril desde la frontera entre China y Pakistán hasta Gilgit, en las áreas del norte y luego más abajo hasta Peshawar, se consagró como parte del plan del Corredor Económico China-Pakistán (CPEC). Pero luego no pasó nada: el ferrocarril no está incluido en el Plan de Largo Plazo CPEC 2017-2030. Eso puede suceder eventualmente en la próxima década: la ingeniería y la logística son un desafío enorme, como lo fueron para la construcción de la carretera de Karakoram. Y luego está el ángulo de «seguir el dinero». Los dos principales bancos chinos que financian proyectos BRI, y por lo tanto CPEC, son el Banco de Desarrollo de China y el Banco de Exportación e Importación. Incluso antes de Covid ya estaban bajando el tono de sus préstamos. Y con Covid, ahora tienen que equilibrar proyectos extranjeros con préstamos internos para la economía china. En cambio, la prioridad de conectividad pasó al ferrocarril Pakistán-Afganistán-Uzbekistán (Pakafuz). El tramo clave de Pakafuz une Peshawar (la capital de las áreas tribales) con Kabul. Cuando esté terminado, veremos a Pakafuz interactuando directamente con el próximo ferrocarril China-Asia Central-Afganistán: un nuevo laberinto BRI conectado directamente con el INSTC. Todos los desarrollos anteriores revelan su verdadera complejidad cuando vemos que se insertan simultáneamente en la interacción de BRI y el INSTC y la armonización entre BRI y la Unión Económica de Eurasia (EAEU). Esencialmente, en términos geopolíticos y geoeconómicos, la relación entre los proyectos BRI y EAEU permite que Rusia y China cooperen en Eurasia mientras evitan una carrera para alcanzar una posición dominante en Heartland. Por ejemplo, tanto Beijing como Moscú están de acuerdo en la necesidad suprema de estabilizar Afganistán y ayudarlo a tener una economía sostenible. Paralelamente, algunos miembros importantes de BRI, como Uzbekistán, no son miembros de EAEU, pero eso se compensa con su membresía en SCO. Al mismo tiempo, la entente BRI-EAEU facilita la cooperación económica entre miembros de EAEU como Kirguistán y China. Beijing obtuvo de facto la aprobación total de Moscú para invertir en Bielorrusia, Kazajstán, Kirguistán y Armenia, todos miembros de la EAEU. Se está discutiendo conjuntamente entre la EAEU, dirigida por Sergei Glazyev, y China una futura moneda o canasta de monedas que eviten el dólar estadounidense.

China se enfoca en Asia Central – Asia Occidental

No hay duda de que la guerra de poder en Ucrania entre EE. UU. y Rusia ha estado creando serios problemas para la expansión del BRI. Después de todo, la guerra de Estados Unidos contra Rusia es también una guerra contra BRI. Los tres principales corredores BRI desde Xinjiang a Europa son el Nuevo Puente Terrestre Eurasiático, el Corredor Económico China-Asia Central-Asia Occidental y el Corredor Económico China-Rusia-Mongolia. El Nuevo Puente Terrestre Euroasiático utiliza el Transiberiano y un segundo enlace a través de Xinjiang-Kazajstán (a través del puerto de tierra firme de Khorgos) y luego Rusia. El corredor a través de Mongolia es, de hecho, dos corredores: uno de Beijing-Tianjin-Hebei a Mongolia Interior y luego a Rusia; y el otro de Dalian y Shenyang y luego a Chita en Rusia, cerca de la frontera con China. Tal como está, los chinos no están utilizando Land Bridge y el corredor de Mongolia tanto como antes, principalmente debido a las sanciones occidentales sobre Rusia. El énfasis actual de BRI es a través de Asia Central y Asia Occidental, con una rama que luego se bisecta hacia el Golfo Pérsico y el Mediterráneo. Y aquí es donde vemos otro nivel de intersección, altamente complejo, que se desarrolla rápidamente: cómo la creciente importancia para China de Asia Central y Asia Occidental se mezcla con la creciente importancia del INSTC para Rusia e Irán en su comercio con India. Llámalo el vector amistoso de la Guerra de los Corredores de Transporte. El vector duro, la guerra real, ya está siendo desplegado por los sospechosos habituales. Como era de esperar, están empeñados en desestabilizar y/o aplastar cualquier nodo de integración BRI/INSTC/EAEU/SCO Eurasia, por cualquier medio necesario: ya sea en Ucrania, Afganistán, Beluchistán, los “stans” de Asia Central o Xinjiang. En lo que respecta a los principales actores euroasiáticos, seguramente será un tren angloamericano a ninguna parte.

TAIWÁN COMO FACTOR DE CONFLICTO ENTRE ESTADOS UNIDOS Y CHINA Por: Anthony Medina Rivas Plata Director de la Escuela Profesional de Ciencia Política y Gobierno UCSM especial para Dossier Geopolitico

La guerra entre Rusia y Ucrania que inició en febrero de este año reavivó un viejo debate sobre la posibilidad de que los movimientos de Moscú puedan animar a la República Popular China (RPC) a tomar la isla de Taiwán para lograr la reunificación con la que considera su ‘provincia rebelde’ desde 1949. A causa de la reciente crisis diplomática generada por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán, han vuelto las viejas preocupaciones de analistas políticos alrededor del mundo sobre la posibilidad del surgimiento de un conflicto militar entre China y Estados Unidos debido a la situación en Taiwán. China jamás ha descartado usar la fuerza para lograr la reunificación, a la vez que Estados Unidos tampoco ha descartado defender a Taiwán si China ataca. El Departamento (Ministerio) de Defensa de EE.UU. señaló en un informe del año 2021 que el Ejército Popular de Liberación de China (EPL) se estaría preparando para una contingencia en torno a una reunificación forzosa; al mismo tiempo que viene formulando un conjunto de medidas para ‘disuadir, retrasar o negar cualquier intervención de terceros’, como los Estados Unidos. Sobre el tema, el presidente chino, Xi Jinping, ha declarado en varias ocasiones que la reunificación con Taiwán llegará ‘tarde o temprano’, ya que ésta es esencial para lograr lo que él llama el ‘Sueño Chino’ (‘The Chinese Dream’), que restaurará el estatus de gran potencia mundial para China en el año 2049.

Esta controversia no es nueva, y tiene como origen la discrecional ambivalencia de los Estados Unidos con respecto al status de Taiwán luego del reconocimiento formal de la RPC. En 1979, bajo el gobierno del presidente Jimmy Carter, Estados Unidos estableció relaciones diplomáticas oficiales con la RPC; a la vez que ponía fin a dichos vínculos con la República de China (RDC-Taiwán). No obstante, hasta el día de hoy, Estados Unidos tiene una fuerte relación extraoficial con la isla y continúa vendiéndole equipos de defensa militar. Esto, por supuesto, enfurece al gobierno de la RPC en Beijing, el cual continuamente viene exigiendo a Washington que deje de vender armas y cese el contacto diplomático con el gobierno de la RDC en Taipéi.

Formalmente, el enfoque estadounidense hasta el día de hoy se rige por su política de Una Sola China (‘One China Policy’). Dicho enfoque se basa en varios documentos, así como en tres comunicados formales entre Estados Unidos y la RPC que datan de los años 1972, 1978 y 1982; la Ley de Relaciones Exteriores con Taiwán, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos en 1979; y el documento de las ‘Seis garantías’, que el presidente norteamericano Ronald Reagan transmitió a Taiwán en 1982. Estos documentos establecen que Estados Unidos efectivamente reconocen la posición de la República Popular China de que existe ‘Una Sola China’ y que Taiwán es parte ésta, siendo el gobierno de la RPC en Beijing el único gobierno legal de China. En ese sentido, algunos altos funcionarios estadounidenses han querido desentenderse de sus compromisos con la RPC indicando que su ‘reconocimiento’ no implica necesariamente que Estados Unidos acepte la posición de Beijing sobre Taiwán; a la vez que afirma no apoyar la independencia de Taiwán. Esta ambigüedad en el uso de los conceptos diplomáticos ha llevado a los Estados Unidos a establecer vínculos políticos, culturales, comerciales y militares a través del Instituto Americano en Taiwán (AIT); que de facto funciona como la Embajada de los Estados Unidos en Taipéi. En principio el AIT se presenta como una organización ‘sin fines de lucro’, pero a la vez es financiado enteramente por el gobierno federal de los Estados Unidos y su funcionamiento es supervisado por el Congreso de dicho país. A través de dicha política exterior, Estados Unidos ha mantenido a Taiwán como carta de negociación en sus relaciones con China.

Bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos profundizó los lazos con Taiwán a pesar de las objeciones de Beijing, incluyendo la venta de armas al ejército taiwanés por valor de más de 18 mil millones de dólares, así como la inauguración de un complejo de 250 millones de dólares para el AIT. De igual manera, Trump habló por teléfono con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-Wen, antes de su toma de posesión, siendo este el nivel más alto de contacto entre las dos partes desde 1979. Durante su gestión también envió a varios altos funcionarios de su administración, incluido un miembro del gabinete, a Taipéi, y durante sus últimos días en el cargo, el Departamento de Estado eliminó viejas las restricciones que rigen dónde y cómo los funcionarios estadounidenses pueden reunirse con sus homólogos taiwaneses. La administración del actual presidente norteamericano, Joe Biden, ha adoptado un enfoque similar, continuando con la venta de armas y afirmando la decisión de la administración Trump de permitir que los funcionarios estadounidenses se reúnan más libremente con los funcionarios taiwaneses. Por ello, Biden fue el primer presidente de los Estados Unidos en invitar a representantes taiwaneses a asistir a su toma de mando como presidente. Recientemente, Biden ha aumentado el tono de sus expresiones, afirmando en varias ocasiones que los Estados Unidos saldrían en defensa de Taiwán si China atacaba. Contradiciendo la versión oficial, posteriormente altos funcionarios de la Casa Blanca se han retractado de los comentarios de Biden, indicando que la ‘One China Policy’ se mantiene.

Ciertamente, Beijing ha tomado nota de los recientes movimientos estadounidenses y se ha vuelto mucho más cauteloso con respecto a sus acciones dentro de su zona de influencia, el Mar de China Meridional, sobre todo luego de presenciar el estancamiento del conflicto ruso-ucraniano. Sin embargo, el EPL ha hecho de Taiwán una de sus principales prioridades; a la vez que el escenario taiwanés ha sido un catalizador importante para la modernización del material militar chino. Por ello, en su ‘Libro Blanco de Defensa’ del año 2019, el EPL declara que ‘derrotará resueltamente a cualquiera que intente separar a Taiwán de China’.

China ha empleado una variedad de tácticas coercitivas que no llegan al conflicto armado, y ha intensificado estas medidas desde la elección de Tsai en 2016. Su objetivo es desgastar a Taiwán y hacer que la gente de la isla llegue a la conclusión de que su mejor opción es la unificación con el continente. Con ese fin, China ha aumentado la frecuencia y la escala de las patrullas de bombarderos, aviones de combate y aviones de vigilancia del EPL sobre Taiwán y sus alrededores. También ha patrullado con mayor frecuencia el Estrecho de Taiwán haciendo uso de sus buques y portaviones. Junto con el aumento de su presencia militar, China ha reforzado su diplomacia económica para ejercer mayor presión sobre Taiwán. En 2016, China suspendió un mecanismo de comunicación a través del Estrecho con la principal oficina de enlace de Taiwán; a la vez que puso límites a las visitas de nacionales chinos a la isla, descendiendo el número de turistas de 4 millones en 2015 a 2,7 millones en 2019. El comercio y las inversiones han sido parte de esta estrategia: China ha logrado exitosamente que varias corporaciones globales, incluidas aerolíneas y cadenas hoteleras, reconozcan a Taiwán como provincia china; a la vez que ha asumido los costos políticos del corte comercio con Lituania, país europeo que abrió una oficina de representación de Taiwán en su capital, Vilna.

Taiwán no tiene la capacidad de defenderse de un ataque chino sin apoyo externo. Si bien el gobierno taiwanés ha aumentado notablemente el gasto en defensa con un presupuesto récord de casi US$17,000 millones para 2022, todavía se estima que el gasto militar de China es alrededor de veintidós veces el de Taiwán. En 2022, los legisladores taiwaneses aprobaron el plan del gobierno de Tsai de gastar US$8,600 millones adicionales en defensa hasta 2027. Parte de este presupuesto ampliado se destinará a la adquisición de misiles de crucero, minas navales y sistemas de vigilancia avanzados para defender las costas de la isla. Taiwán ha declarado que miles de ataques cibernéticos llegan a diario a sus agencias gubernamentales provenientes de China. En 2020, el gobierno acusó a cuatro grupos chinos de hackear al menos a diez agencias gubernamentales taiwanesas y a seis mil cuentas de correo electrónico oficiales desde 2018 para intentar acceder a datos gubernamentales e información personal. Si bien no existe ningún método cien por ciento fiable para demostrar que dichos ataques se realizaron por órdenes directas del gobierno comunista en Beijing, esa ha sido hasta ahora la posición oficial del gobierno taiwanés. 

Un interesante artículo de Escobar nos ofrece una mirada para entender la dinámica de la compleja integración euroasiática, que nos obliga a refrescar nuestros conocimientos geográficos. Creo que para los «neófitos» como nosotros que tratamos de acercamos a la geopolítica y deseamos entenderla es fundamental «amigarse» con la geografía y la historia para poder interpretar los hechos políticos actuales y su probable proyección futura.

Durante su gira por África Subsahariana, Antony Blinken advirtió contra las intenciones de China y Rusia en el continente, pero sólo ofreció palabras contra obras y servicios concretos.

Por EDUARDO VIOR TELAM


El secretario de Estado Antony Blinken realizó una gira por África / Foto: Archivo

Tras la exitosa gira del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, por África en julio pasado, el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken visitó esta semana tres países del sur y centro del continente. Durante su viaje, el pasado lunes 8 la Casa Blanca publicó el documento “Estrategia de los Estados Unidos hacia el África Subsahariana”. Tanto en el texto oficial como en los discursos del secretario el gobierno norteamericano dejó en claro que se acerca al continente, porque está preocupado por la creciente influencia de China y Rusia en esa región y por las consecuencias que la misma podría tener para la seguridad nacional de EE.UU. Sin embargo, ni el diplomático ni el documento ofrecieron algo más que enunciados generales y de sentido dudoso. Fue poco para contraponer a la avalancha de proyectos constructivos chinos y a los servicios que presta Rusia.

Este jueves 11 Blinken estuvo en Kigali, Ruanda, en la última parada de su gira. Llegó allí cuando la República Democrática del Congo (RDC) está achacando a Ruanda que apoya a grupos rebeldes que devastan el este del país y las autoridades ruandesas acusan a la RDC de dar refugio a combatientes de la etnia hutu a los que Kigali culpa del genocidio producido en 1994. Un tercer actor es Uganda, que desde hace tiempo compite con Ruanda por su influencia en la región de los Grandes Lagos. El secretario de Estado intentó no inmiscuirse en el conflicto regional, pero mencionó un informe reciente en el que se demuestra cómo el ejército ruandés interviene en Congo.

En su gira, Blinken ha presentado la nueva estrategia de Washington para relacionarse con las naciones del África subsahariana como «socios iguales». Entre el domingo y el viernes estuvo en Suráfrica, Congo y Ruanda. Con la visita del secretario EE.UU. dirige por primera vez en muchos años su atención hacia África. Respondiendo a las acusaciones rusas y chinas de que EE.UU. es una «potencia neoimperialista» que quiere someter a los países africanos, en su discurso en la Universidad de Pretoria, Suráfrica, el pasado lunes, el jefe de la diplomacia de EE.UU. subrayó repetidamente que Washington sólo quiere actuar en consulta con los líderes y las comunidades locales africanas.

La “Estrategia para África subsahariana” publicada por la Casa Blanca el mismo lunes 8 se propone durante los próximos cinco años defender la seguridad nacional norteamericana en el continente mediante la colaboración con actores regionales y mundiales. Según el documento, que forma parte de la Estrategia de Defensa Nacional 2022, el Departamento de Defensa de EE.UU. buscará la cooperación con los países africanos, para «exponer los riesgos de las actividades negativas de la República Popular China y Rusia» en la zona.

Esto se lograría potenciando «las instituciones de defensa civil», así como ampliando «la cooperación en materia de defensa con socios estratégicos». Washington piensa, además, involucrar al sector privado de defensa por medio de la iniciativa “Prosper Africa” para desarrollar «tecnologías sostenibles» y «soluciones energéticas» para las fuerzas armadas africanas.

Además de la cuestión de la seguridad, en la nueva estrategia estadounidense se contempla la asociación con los «países africanos para reconstruir el capital humano y los sistemas alimentarios» afectados por la pandemia de Covid19 y el reciente conflicto entre Rusia y Ucrania. También se busca una vinculación «con los gobiernos, la sociedad civil y las comunidades locales» para la conservación, gestión y restauración de los ecosistemas del continente.

La nueva estrategia afirma que China ve a África como un «escenario importante para desafiar el orden internacional basado en reglas, promover sus propios y estrechos intereses comerciales y geopolíticos y debilitar las relaciones de EE.UU. con los pueblos y gobiernos africanos». A su vez, Rusia, define el texto, «ve la región como un entorno permisivo para empresas paraestatales y militares privadas».

Tarde se acuerda Washington de África. Según Bloomberg, los sucesivos gobiernos norteamericanos no han dado importancia a las relaciones con el continente que representa sólo el 1,2% de su comercio total. A pesar de que los intercambios aumentaron desde 2000, los países africanos han intensificado mucho más sus relaciones con China, porque ésta respeta su no alineamiento y ofrece préstamos e inversiones con pocas condiciones.

La agencia de noticias informa también que, a pesar de los intentos de Occidente por aislar a Moscú, en los últimos seis meses Rusia ha aumentado mucho su presencia en África. A fines de julio el ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov realizó una vista a Egipto, República Democrática del Congo, Uganda y Etiopía en la que trató la cooperación industrial y comercial con los estados africanos. Este viaje preparó el terreno para la próxima IIª Cumbre Ruso-Africana que se celebrará a fines de este año en Addis Abeba, Etiopía.

Serguei Lavrov Foto AFP
Serguei Lavrov / Foto: AFP.

Durante la primera etapa de su viaje Lavrov fue recibido calurosamente por los representantes de 23 naciones en la sede de la Liga Árabe en El Cairo, donde se discutió una amplia gama de cuestiones. En su discurso ante la asamblea Lavrov declaró que «estamos en el comienzo de una nueva era, en movimiento hacia el multilateralismo real, no hacia el multilateralismo que Occidente trata de imponer sobre la base del papel excepcional de la civilización occidental en el mundo moderno. Y creo que el movimiento es imparable. Intentar ponerlo en pausa es ir en contra del proceso objetivo de la historia. Esto sólo retrasaría por algún tiempo la eventual formación del verdadero mundo democrático multipolar.»

Rusia considera a Egipto como una puerta de entrada a África que conecta los mundos de Asia Occidental, África y Europa. En los últimos años, Moscú ha trabajado incansablemente para asegurar una relación estratégica integral con El Cairo. Por un lado, Egipto ha acordado con Rusia construir Zonas Económicas Especiales (ZEE), la mayor de las cuales se encuentra en Port Said, en el extremo norte del Canal de Suez, donde se producirán autopartes.

Estas ZEE (que Rusia también ha construido en Mozambique y Namibia) tienen varias ventajas estratégicas y económicas. No sólo permiten eludir las sanciones europeas permitiendo a las empresas automotrices europeas enviar autopartes a las ZEE africanas, donde los vehículos se ensamblan y se envían como productos acabados a Rusia, sino que ayudan a reducir los costos laborales e incentivan el desarrollo industrial africano.

Además de garantizar a sus socios del continente los envíos de trigo y otros productos que necesitan desesperadamente para paliar la sequía y la consecuente crisis alimentaria, Lavrov presentó una amplia estrategia de desarrollo para África que prevé la creación de zonas de libre comercio integradas tanto a la Nueva Ruta de la Seda (china) como a los corredores de transporte Norte-Sur (rusos), ambos financiados cada vez más fuera del orden occidental. Cabe señalar que 40 de los 55 Estados africanos (incluida la Unión Africana) han firmado memorandos de entendimiento con la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI), uniéndose así a otros 20 estados árabes.

Uno de los principales componentes de esta estrategia es el éxito del Acuerdo de Libre Comercio Continental Africano (AfCFTA), que entró en vigor en enero de 2021. Hasta hace poco, la falta de normas comunes y de infraestructuras habían paralizado a África, pero la tendencia se ha invertido.

En consonancia con los sistemas de pago alternativos creados por Rusia y China, a partir de enero de 2022 funciona un Sistema Panafricano de Pagos y Liquidaciones que permite a las naciones africanas liquidar sus saldos comerciales en monedas locales en lugar de en dólares estadounidenses. Además, se ha establecido un pasaporte unificado para viajar entre las naciones africanas, de modo que la circulación de personas y bienes dentro del continente se ha multiplicado.

La cooperación rusa con África mantiene especiales lazos con Egipto que se remontan a la década de 1950. El país norafricano está a punto de firmar un Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Económica Euroasiática (EAEU, por su nombre en inglés) y también pretende unirse a los BRICS. En 2021 ya ingresó de pleno derecho al Banco de Desarrollo de los BRICS. También ha comenzado a construir un ferrocarril de alta velocidad de 1.000 km desde el Mediterráneo hasta el Golfo de Suez pasando por la nueva capital administrativa, 45 km al este de El Cairo, que se está erigiendo con ayuda de China. Otros tramos de este ferrocarril están previstos para los próximos años. Se trata de uno de los pocos proyectos ferroviarios del planeta no financiado directamente por China. Rusia suministra los vagones, mientras que empresas alemanas y egipcias construyen las líneas ferroviarias. Cuando esté terminado, este sistema reducirá a la mitad el tiempo de viaje entre el Mediterráneo y el Mar Rojo y aliviará el congestionado tráfico de mercancías por el Canal de Suez.

También, en abril de 2021 se firmó finalmente un acuerdo para la construcción de la tan esperada línea ferroviaria Egipto-Sudán de 570 km, propuesta por primera vez en 2010, que será tendida por empresas egipcias y kuwaitíes.

A pesar de las tensiones provocadas por la Gran Presa del Renacimiento (GERD, por su nombre en inglés) de Etiopía, la integración de África Oriental avanza con rapidez. La punta de lanza de esta cooperación entre Etiopía y sus vecinos del norte es un nuevo ferrocarril de ancho estándar de 1.522 km que conecta Addis Abeba (Etiopía), Jartum (Sudán) y Puerto Sudán en el Mar Rojo.

Desde el golpe de estado de 2019 en Sudán se ha puesto en marcha un programa ferroviario de 640 millones de dólares, en gran parte con financiación china, del Banco Africano de Desarrollo y de varias empresas del Golfo Pérsico. Esta iniciativa no sólo rehabilitará la red ferroviaria sudanesa de 4725 km, sino que conectará el puerto de Sudán con Darfur y de ahí con Chad en el oeste.

Al sur de Sudán Etiopía ha sido la más activa (y la más soberana) de todas las naciones que bordean el Mar Rojo. No sólo está terminando de construir la Gran Presa del Renacimiento (GERD) de 6200 MW (autofinanciada), sino que también ha firmado acuerdos de cooperación militar y económica con China, que es el principal inversor en el ferrocarril de ancho estándar Addis Abeba-Djibouti, de 480 km, terminado en 2017.

Por su parte, Rusia ha contribuido a resolver la disputa sobre el GERD entre Egipto, Sudán y Etiopía y el 12 de julio de 2021 se cerró un acuerdo que garantizaba la tecnología y la formación rusas a los militares etíopes.

En tanto, en enero de 2022 el ministro de Asuntos Exteriores chino, Wang Yi, anunció el apoyo de Pekín a una enorme extensión del ferrocarril Mombasa-Nairobi, de 578 km, hasta Uganda, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. Con este proyecto, cuyo costo se estima en 5.200 millones de dólares, el ferrocarril se unirá a la línea de Addis Abeba y de ahí a Yibuti y Eritrea.

Hay muchos grupos similares de corredores ferroviarios y energéticos que se están construyendo en toda África que muchos críticos siguen tratando como si fueran proyectos fragmentarios desconectados de cualquier visión coherente.

Foto Archivo
Foto: Archivo.

Sin embargo, aunque Rusia, China y sus asociados en el mundo árabe y africano deben mantener sus cartas tapadas, si se mira el conjunto, se nota que todo responde a una visión estratégica para la integración de África en la Nueva Ruta de la Seda.

Uno de los programas más inspiradores que une estos miles de proyectos es el a menudo olvidado Ferrocarril Transafricano. En diciembre de 2018 la Comisión Intergubernamental Rusia-Sudán acordó la participación de Rusia en la construcción del ferrocarril transafricano de 8.600 km entre Dakar (Senegal), Puerto Sudán (Sudán) y Yibuti. Cuando esté terminada, esta línea atravesará diez naciones africanas (Senegal, Malí, Níger Chad, Burkina Faso, Nigeria, Camerún, Sudán, Etiopía y Yibuti). China ya ha comenzado con la primera fase del programa, de 2.200 millones de dólares, con la mejora de 1.228 km entre Dakar (Senegal) y Bamako (Malí).

El ferrocarril transafricano constituirá la columna vertebral de la Red Ferroviaria Integrada de Alta Velocidad de África (AIHSRN, por su nombre en inglés), que se esbozó por primera vez en 2014 en la Agenda de Desarrollo de la Unión Africana para 2063. Dentro de este programa de conectividad continental total, nueve enlaces ferroviarios unirán a todas las naciones en un modo de transporte coherente y eficiente, al tiempo que estimularían el crecimiento de nuevas industrias, proveedores de piezas, sectores manufactureros y academias de formación. También se construirían cientos de puentes, túneles, puertos y nuevas carreteras, entre ellas el sistema de autopistas transafricanas de 56.600 km, que ya cuenta con decenas de miles de kilómetros de caminos y carreteras asfaltadas donde hasta hace poco sólo existían caminos de tierra o zonas vírgenes.

Ante esta plétora de realizaciones, los responsables políticos africanos desconfían de la repentina oferta de cooperación y apoyo de EE.UU., que no ha asignado ninguna partida presupuestaria para mejorar las infraestructuras africanas o ayudar a afrontar su crisis sanitaria. África espera auxilio exterior para recuperarse de la doble crisis sanitaria y económica. Además, tiene graves problemas de abastecimiento de alimentos y agua que requieren cuantiosas inversiones del exterior.

Es innegable que la visita de Blinken fue una respuesta directa a la gira africana de Serguei Lavrov. La nueva mentalidad de Guerra Fría de EE.UU. está provocando nuevas guerras y la escasez mundial de alimentos y energía. También está alimentando una inflación mundial y un crecimiento anémico que perjudica a muchas economías.

China y Rusia construyen infraestructura. Estados Unidos va a tener que ofrecer algo más que amenazas, si quiere hacer pie en un continente en el que sólo se ha hecho presente a través de sus servicios de inteligencia y sus empresas armamentistas.

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DOSSIER GEOPOLITICO: RESPUESTA DE «OCCIDENTE A ESTA NUEVA REALIDAD EN AFRICA MAS GUERRAS PROXIS

El gobierno de Mali acusa Francia ante la ONU de entregar armas a los yihadistas

La disputa entre el gobierno de transición maliense y Francia llega ahora al Consejo de Seguridad de la ONU. El ministro de Asuntos Exteriores, Addoulaye Diop, ha enviado una carta al Consejo de Seguridad en la que acusa al ejército francés de “proporcionar información a los terroristas a través de vectores aéreos”.

El gobierno maliense dice haber observado “violaciones repetidas y frecuentes del espacio aéreo maliense por parte de las fuerzas francesas” y acusa a París de utilizar vehículos aéreos como drones, helicópteros militares y aviones de combate sin autorización de las autoridades malienses. El gobierno afirma que el ejército de Mali, dotado de nuevas capacidades, “ha registrado más de 50 casos deliberados de violación del espacio aéreo maliense” por parte de aviones extranjeros.

La carta señala que la actividad del ejército francés se resume en “incursiones en los servicios de control del tráfico aéreo, casos de apagado de transpondedores para eludir el control, aterrizaje de helicópteros en localidades fuera de los aeródromos sin autorización previa y numerosos vuelos de aviones de inteligencia y drones que vuelan a gran altura”. Según la denuncia de Bamako, el objetivo de estos vuelos es el espionaje, la intimidación e incluso la subversión.

La carta cita ejemplos que van desde abril hasta hoy. La violación más reciente, según el documento dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU, se ha producido este mes de agosto. En la noche del 6 al 7 “un helicóptero aterrizó en las cercanías del bosque de Ougrich, al sur de Lerneb y Aratene, cerca de Goundam, región de Tombuctú, y llevó a bordo a dos elementos de Ibrahim Ag Baba, lugarteniente de Abou Talha, jefe del Emirato de Tombuctú, con destino desconocido”.

La noche siguiente un helicóptero Chinook sobrevoló a las tropas del ejército de Mali procedentes de Gao que se desplazaban a 37 kilómetros de Tessit, en sentido contrario a la progresión. “Sorprendido en sus actividades, el Chinook ganó altura de repente. Las comprobaciones del Puesto de Mando Conjunto del Teatro (PCIAT) no permitieron confirmar el origen de la aeronave”, subraya el gobierno maliense, añadiendo que el mismo día 8 de agosto “una patrulla del ejército de Mali salió de Labbezanga para buscar en vano un paquete lanzado por Barjan [ejército francés] a 3 kilómetros al este de dicho puesto”.

Desde el anuncio de la retirada del ejército francés, “las aeronaves militares malienses se ven regularmente obstaculizadas por maniobras de retraso destinadas a reducir su eficacia y alargar su tiempo de reacción”.

El gobierno maliense dice tener pruebas de que “estas violaciones flagrantes del espacio aéreo maliense han sido utilizadas por Francia para recoger información en beneficio de los grupos terroristas que operan en el Sahel y para lanzarles armas y municiones”.

Mali denuncia estos actos de Francia, que constituyen una agresión y una violación de la Resolución 3314 de la ONU.

El gobierno de Bamako invita al Consejo de Seguridad de la ONU a trabajar para que “la República Francesa cese inmediatamente sus actos de agresión contra Mali” y se ajuste a la legalidad internacional. La carta concluye advirtiendo que, en caso de persistir en esta postura “que socava la estabilidad y la seguridad”, Mali se reserva el derecho a “utilizar la autodefensa”, de acuerdo con el artículo 51 de la Carta de la ONU.

PAGINA OFICIAL DEL GOBIERNO DE MALI: https://www.maliweb.net/nations-unies/mali-le-gouvernement-saisit-lonu-et-accuse-larmee-francaise-de-fournir-des-renseignements-aux-terroristes-2988028.html

El director de Dossier Geopolítico, Carlos Pereyra Mele, dedica la columna del Club de La Pluma al análisis de LA GEOPOLÍTICA DEL NARCOTRÁFICO, en referencia a los recientes escándalos en el estado fallido del Paraguay, donde su vicepresidente ha sido forzado por EEUU a renunciar por corrupción. Y también aborda la geoestratégica china de LOS TRES ANILLOS CHINOS con la que busca asegurar su crecimiento global sostenido y contrarrestar los desesperados y violentos ataques del poder anglosajón, dentro de un escenario mundial que ya ha dejado de ser pacífico, como lo fue en los últimos 40 años.

Sobre el narcotráfico en Paraguay, Carlos nos remite primero a sus recientes declaraciones en la radio LT7 de Corrientes https://dossiergeopolitico.com/2022/08/10/5596/  para luego reafirmar sus informes publicados durante años que confirman que no puede existir el narcotráfico sin todo un estado que lo respalde y sin que poderosos organismos de inteligencia sean parte de esa infraestructura delictiva transnacional. Además se refiere a las inquietantes declaraciones de un alto dirigente del partido Colorado del Paraguay, quién reconoció que EEUU tolera tanto el narcotráfico, como el tráfico de armas, la trata de personas, la delincuencia, etc., pero que nunca delega la gestión del terrorismo, al que considera como una herramienta del poder imperial, que utiliza en zonas donde desarrolla sus guerras asimétricas y guerra híbridas, según sus intereses económicos y políticos.

Y ya en terrenos de la geopolítica, desmenuza la estrategia china de los TRES ANILLOS, que consiste en posicionarse internacionalmente en tres áreas espaciales, cada una con sus características. 

En primer término, los países cercanos a sus fronteras y marcando las líneas rojas de seguridad, desarrollo e inversión. Luego, en el segundo aro, abarcando a África, América Latina y a la errática Europa. Y en el tercer círculo, a las potencias adversarias -casi enemigas- de la Anglo esfera, fundamentalmente a Estados Unidos, Gran Bretaña y la Commonwealth. 

Una estrategia para responder a la guerra híbrida desatada por estas potencias contra el Sur global, los Bricks y contra cualquier país emergente que no responda al esquema occidental. 

Y que hoy se escenifica tanto en la Ucrania del nazi corrupto Zelenski, como con la operación cuasi militar de Nancy Pelosi en Taiwán, que viene a confirmar que Estados Unidos no solo incumple sus acuerdos sino que termina acusando y agrediendo al bando afectado. 

También analiza el reciente artículo del The Daily Telegraph que augura que la crisis que se avecina en Europa y Gran Bretaña va a ser peor que la crisis del 2008 y la crisis petrolera de los 70. Mientras confirma que el aumento de los precios es anterior al conflicto de Ucrania y que esa excusa solo trata de disimular los gravísimos errores cometidos por un sistema económico financiero occidental desmadrado y fuera de la realidad. Tal cual quedó demostrado con la crisis del Covid, donde Europa y Estados Unidos carecían de infraestructura, programas, protocolos y preparación. 

Y así, Pereyra Mele, finaliza reflexionando que el gigantesco cambio que se aproxima va a ser muy doloroso para los europeos por alinearse totalmente a la política exterior norteamericana de agresión al Sur global, en conflictos contra superpotencias militares económicas y tecnológicas, sin ninguna posibilidad de vencer. 

Eduardo Bonugli (Madrid, 14/08/22)

El primer anillo Chino Asia Pacifico